Está en la página 1de 7

Trabajo

Síntesis de Terapia Centrada en la persona


Presenta

Luis Ángel Hernández Sotelo

Asignatura: Terapia Centrada en la persona

Instituto Universitario Carl Rogers

Maestría en Psicoterapia Humanista

Octava Generación

Toluca, Estado de México.

Viernes 22 de Julio del 2016


La terapia centrada en la persona fue desarrollada por Carl Rogers en la década de 1930 -
1942.
La terapia Centrada en la persona contrariamente a la perspectiva psicoanalítica propone que
los seres humanos son racionales, bondadosos y capaces de asumir responsabilidades y hacer
elecciones que le permitan ser independientes y autónomos para realizarse como personas y
también menciona que el ser humano es constructivo, cooperativo, digno de confianza pero
admite que existe emociones negativas como el odio y la ira pero mantiene que son respuestas a
la insatisfacción de las necesidades de amor, seguridad y pertenencia, que son fundamentales
para los seres humanos.
En este enfoque terapéutico hay un rechazo al diagnóstico, anamnesis indiscreta y rechaza
toda presión por que el que ayuda no prescribe ni prohíbe un modo de vida y de relaciones.
El terapeuta rogeriano rechaza aconsejar y menciona que el sugerir no sirve de mucho y que
el individuo es independiente por lo cual el terapeuta trata de no influir sobre el paciente para no
someterlo.
tiene la creencia de que la persona actúa de manera coherente con su propia autoimagen y de
que esta autoimagen debe en gran parte su origen a las experiencias del individuo por lo que la
terapia se centra en la percepción que el cliente tiene de sí mismo y de su situación en lugar
de la percepción que tiene el terapeuta o en el mundo exterior más que el cambio de conducta
se interesa por la experiencias emociones e interacciones del cliente.
Carl Rogers menciona que la autoimagen del cliente comprende la percepción que el
individuo tiene de sí mismo y esta es formada a partir de las interacciones que tiene de los
demás y que la realidad de este individuo está formada por la autoimagen que tiene y de la
percepción del mundo. El individuo puede mejorar en base a conductas que mejoran dicha
imagen y este autor también comenta que los problemas tienen su origen en las incongruencias
que generan desorganización y dolor son amenazadoras y hacen que el individuo utilice
defensas como la negación o la distorsión de la experiencia.
Por lo que sugiere a los terapeutas que a través de la consideración positiva incondicional o
aceptación de la otra persona esta puede abrirse a sus experiencias y mejorar la congruencia
entre su autoimagen y su conducta.
Carl Roger propone que implementemos la relación empática entre nuestros clientes para
permitir que este sea espontaneo, autentico y así experimentar sus sentimientos en el aquí y
ahora.
El objetivo de la terapia es la actualización y la completa realización de la persona y esta se
puede alcanzar si el terapeuta es capaz de entender y empatizar con el mundo del cliente. La
relación terapéutica genera un clima que facilita la autoexploración del cliente y su apertura
hacia el crecimiento y al cambio. En esta terapia el terapeuta se utiliza a sí mismo como un
instrumento que facilita el cambio para crecer como persona.
En este enfoque terapéutico es el cliente quien asume el liderazgo y la responsabilidad de dar
dirección a la relación mientras que el terapeuta.
Para ser eficaz el terapeuta debe ser autentico y no desempeñar el rol de persona que ayuda o
de autoridad.
El terapeuta se presenta como un igual, un colaborador y no como experto y su relación de
ayuda le permite asumir al cliente la responsabilidad de definir sus objetivos y emprender
acciones que le permitan conseguirlos.
La comunicación del terapeuta debe ser de respeto, comprensión y aceptación por parte del
terapeuta.
También hace mención a las fases de formación de psicoterapeutas y nos menciona que
primera fase el aspirante a terapeuta debe ser el resultado de un proceso de descubrimiento
personal para después ayudar al cliente y la segunda fase nos menciona. La segunda es aprender
las técnicas y la tercera fase considera justo proporcionarle al cliente la experiencia de la terapia
y la cuarte el estudiante debe ejercer la practica terapéutica desde el momento mismo que esta
sea practicable.
Rogers se insertar en esta tradición permisiva a la que convierte en absoluta a través de todas
las prohibiciones que empezó por enunciar como no evaluar, no interpretar y no evaluar.
En la perspectiva centrada en cliente el terapeuta se convierte en la comadrona del cambio no
en su instigadora y ello gracias a ese acompañamiento de la prueba mediante ese enfoque
centrado en el otro el que ayuda no puede hacer que vivir ese momento con su cliente vivir esta
experiencia limite sin mentiras ni huida ni buenas palabras ni buena conciencia.
También no comenta la guía que el enfoque no directivo no es remedio exclusivo de todas las
alteraciones del comportamiento .al psicólogo corresponde evaluar el peso de los factores
hereditarios, orgánicos, psicológicos y sociales ante de emprender un tratamiento.
Rogers tampoco pretende reducir la asistencia psiquiátrica a una ayuda psicológica. El
dogmatismo de alumno anti psiquiatras no es un asunto rogeriano.
Carl Roger nos dice habla de importancia de escuchar y que esta es necesaria y debe estar
basada en presente sin prejuicios y también nos habla de la los tres tipos de escucha ineficaz
por lo que debemos evitar a como dé lugar y la primera es cuando la mente divaga tanto que
no queda lugar para nada de lo que el cliente diga y la segunda es cuando se presta atención
pero divaga en algunas ocasiones y la tercera es cuando la mente está plagada de agresividad
de tal modo que los propios sentimientos se mezclan.
También nos enseña al terapeuta a estar con sus clientes y nos dice que no caigamos en el
error más común de los terapeutas primerizos que piensan que una vez sepamos lo que paciente
tiene podemos aplicar un técnica prescrita.
Y nos dice la terapia es un proceso continuo y que no tiene un camino definido y que nadie
conoce con seguridad la experiencia del otro y que la curación es solo posible dentro del proceso
mutuo de descubrimiento de la cualidad esencial del paciente ya que las relaciones humanas son
tan complejas que nunca podremos saber por completo lo que está sucediendo y por consiguiente
es imposible alcanzar una solución absoluta.
La segunda observación que hace es el terapeuta primerizo trata de aplicar teorías al paciente
y establecer correspondencias entre el pasado y el presente no obstante aplicar teorías e
interpretaciones supone el deseo de cambiar o de fijar. El verdadero conocimiento no consiste
en querer cambiar, eliminar comparar o presuponer un significado fijo lo que está sucediendo si
no capaz de observarlo y descubrirlo exacta, concreta y detalladamente.
Nosotros nunca cambiamos al paciente sino que con el tiempo llegamos a conocerlo tal y
como es y cómo vive. De este modo facilitamos que se conozca con más claridad y le
capacitamos para que se sienta cada vez más predispuesto al cambio.
Una de las tareas del supervisor de terapeutas es capacitar bajo supervisión para que sea más
consiente de las conductas, experiencias y trasformaciones que tiene lugar en sí mismo y en su
paciente durante la sesión terapéutica.
En cuanto al método de estudio en esta perspectiva terapéutica nos dice que el único
instrumento de investigación gnoseológico de que disponemos es la reflexión ya que el
conocimiento es un acto interno un acto psíquico y los actos internos y psíquicos solo son
capaces conscientemente por medio de la reflexión no hay otro medio.
La reflexión la entendemos también en su sentido estricto como una vuelta de la potencia
cognoscitiva sobre si misma que da por resultado una observación interior de la corriente de la
conciencia es por lo tanto una reversión del pensamiento sobre sí mismo con el hombre conoce
su propio conocer.
El método de la reflexión crítica tendrá tres etapas.
El primero es el movimiento del entendimiento se vuelve sobre sí mismo y dirige su atención
al yo.
El segundo es la visión intelectual interna se fija y toma como objeto de su atención el acto
mismo por el que el sujeto actúa entonces el yo piensa al yo sucede por una verdadera y autentica
reflexión.
El tercero consiste en el establecimiento de las condiciones lógicas implícitas en el acto de
pensar que la reflexión nos revela como esencialmente dinámico.
El método de la reflexión crítica puede ser enriquecido con notables aportaciones del método
fenomenológico
El método fenomenológico eleva sobre todo el nivel crítico de la investigación gnoseológica
y además sus reglas negativas nos ayuda en un triple eliminación o reducción (epoche)
primeramente de todo lo subjetivo (deseos, sentimientos, actitudes personales) en segundo
término de las posiciones teóricas (hipótesis, teorías o conocimiento) y el tercer lugar en la
exclusión de la tradición (lo enseñado y aceptado hasta el momento) igualmente son muy útiles
sus principales reglas positivas.
Lo importante en reflexión no es el nivel de objetividad canónica (lealtad a un método
prestablecido) sino a nivel de adecuación y fidelidad a la naturaleza del objeto de estudio que
puede exigir la renuncia incluso a ese tipo de objetividad.
También nos habla de que conocer la intención que persigue el cliente sería una clave
metodológica para descifrar y dar sentido a una multitud inmensa variada y aparentemente
inconexa o disfrazada de conducta pero no hay que confundir la intencionalidad con las
intenciones concretas. La intencionalidad es la capacidad del hombre de tener intenciones es
una.
Nos habla que la decisión es la hija de la intención y esta intención otorga así contenido
significativo a la conciencia. Todo acto consiente es por lo tanto un acto que tiende hacia un fin
hacia un objetivo, es un volverse de la persona hacia algo.
Nos dice Hussel que la conciencia no solo no puede ser separada de su mundo objetivo sino
que verdaderamente constituye ese mundo.
Solamente comprendemos a un hombre cuando su vida y sus acciones inteligiblemente
relacionadas constituyen una unidad. La observación de fragmentos de su conducta nos dará la
comprensión del individuo y la intención es la unifica y da sentido a cada uno de los hechos.
También debemos identificar por lo tanto el sistema único de las intenciones y las
disposiciones cardinales de una persona es poner de relieve lo que verdaderamente le importa lo
que atrae su interés y tiene significado determinante en su vida todo esto equivale a identificar su
constelación de valores.
También el libro nos habla de la gratificación neurótica en la práctica del ´psicoterapeuta.
Y la primera es la intimidad unilateral que es un hambre de cercanía y un gran deseo de
intimidad marcado por el temor, la segunda es omnipotencia y omnisciencia para sanar la herida
Narcisista que llega a la necesidad de ser admirado y poder controlar y manipular a los demás
creados una sensación de poder, la tercera es el dominio de la contingencia para tener domino de
los problemas de la vida que se presenta. La cuarta es la de dar ternura ya sea ofrecerla por
temor a ser afeminado o recibirla por miedo a las emociones que representan. La quinta es a la
rebeldía porque en terapia no da la oportunidad de atacar a la autoridad.

También nos habla del comportamiento que no se considera facilitador en grupos para que
lo evitemos
Y el primero es cuando el facilitador en grupo quiere explotar o sacar provecho y el segundo
cuando facilitador manipula y fija reglas hacia una meta especifica e inexpresiva y la tercera
cuando el facilitador juzga en éxito y fracaso por los aspectos dramáticos en un grupo y el cuarto
cuando facilitador solo busca un método para implantar nada más en el quinto cuando facilitador
solo centra en su persona y sus problemas en vez de ver las necesidades de los demás.
El sexto es cuando facilitador se pone a interpretar la conducta de los demás el séptimo
cuando facilitador impone realizar a todo el grupo sus ejercicios sin consideración. Y la última
es cuando el facilitador no comparte sus emociones o experiencias con el grupo y se distancia
emocional mente de este.
También no habla de las seis condiciones actitudinales necesarias y suficientes para la
creación de un ambiente terapéutico liberador para el individuo son el primero es la actitud
autentica de aceptación al cliente y la segunda es la actitud de respeto al cliente y la tercera es la
disposición de no evaluación del cliente al ponerlo en el centro de todas sus evaluaciones y la
cuarta es la actitud de comprensión empática y la quinta es el empleo adecuado de las técnicas al
considerarlas meros instrumentos de las actitudes y la ultima es son los limites necesarios para
mantener estas actitudes.
La concepción que tiene Carl Rogers de la naturaleza humana es que tiene tendencias
naturaleza al desarrollo, independencia, armonía y equilibrio, se autorregula y adapta al cambio
y su más amplia meta es a la evolución.
También nos habla las características de la persona sana y son las siguientes: la
actualización, tiene apertura a las experiencias, es sensible, vive en aquí y ahora, se adapta al
cambio, se acepta a sí mismo, acepta a los demás, tiene valores flexibles, tiene buenas relaciones
personales.
También Carl Roger nos habla de las necesidades y tendencias naturales de la persona sana y
estas son el mantenerse vivo, crecer, estar sano, ser atendido, aceptado, apreciado, querido,
defenderse de las amenazas y lograr metas.
La conducta de ser humano está orientada básicamente a satisfacer sus necesidades tal como
las percibe y experimenta el organismo. Las necesidades producen tenciones fisiológicas que la
conducta precede y es potencialmente capaz de reducir al satisfacerlas. De acuerdo con Rogers la
conducta no es causada por sucesos pasados sino por motivaciones presentes. El pasado sirve
para modificar el significado que será percibido.
Carl Roger propone que algunas características del hombre sano que en futuro abra.
La primera es la apertura interna y externa al cambio a nuevas formas de vivir de ver ser. la
segunda es la necesidad de autenticidad y el rechazo a la hipocresía, la falsedad, la tercera tiene
un escepticismo a la ciencia y tecnología con fines egoístas, tiene un deseo a la armonía y evita
la dicotomía, la quinta es un deseo de intimidad y las nuevas formas de cercanía, la sexta se
concibe como una persona en proceso y en cambio contante, la séptima es que tiene capacidad
de amar y brindar apoyo a los demás, tienes contacto a la naturaleza, no sigue a las instituciones
con fines egoísta, tiene o sigue su autoridad interna, es desapegado a los bienes materiales y tiene
una tendencia al desarrollo espiritual.

También podría gustarte