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JOSÉ ÁNGEL MARTÍNEZ MARTÍNEZ

ICEBERG A LA VISTA

Comentario crítico
El tema central que trata este libro se basa en destacar la relevancia de las tomas de decisiones
llevadas a cabo por personas u organizaciones y aportar a las mismas una serie de consejos
fundamentados en principios básicos que sirvan de ayuda antes de tomar cualquier
determinación. El autor del libro deja claro que cualquiera de nuestras biografías o la historia de
cualquier organización es un sucesión de decisiones anteriores, por lo que el interés del texto es
elevado ya que a cualquier lector le puede servir de apoyo. Para ello, sustentándose en diversos
ejemplos reales muy elocuentes (la tragedia del Titanic, acciones en bolsa, el atentado del 11-S,
etc.) hace énfasis en mostrar diez principios básicos que sirven de guía para la toma de
decisiones.

Me ha parecido una lectura muy interesante ya que he podido corroborar los argumentos que
se incluyen con experiencias personales, además de aprender a diferenciar decisiones correctas
o incorrectas con favorables y desfavorables, entre otros conceptos. Aunque también hay ciertas
sentencias que, al menos, me han hecho reflexionar sobre una situación personal.
Concretamente me refiero a que cuando tenía 18 años no quise ni probar entrar a la Universidad
porque quería ganar dinero rápido trabajando tras dos años realizando un módulo superior.
Luego me arrepentí y actualmente estoy terminando este Grado en Ingeniería Informática. En
relación a ello, el texto refleja que una decisión no se puede medir por su resultado a corto plazo
porque en el trasfondo de ella pueden originarse consecuencias que salgan a flote a medio o
largo plazo. Además, el texto indica que no hay que lamentarse por no decidir bien porque
quizás esa fue la mejor decisión (teniendo la información que se disponía en ese momento).

Por lo tanto, si con el tiempo me di cuenta que estaba perdiendo la oportunidad de formarme y
optar a mejores salidas profesionales, ¿la decisión que adopté con 18 años resultó ser
incorrecta? En principio diríamos que sí. Otra reflexión: a los 20 años ya estaba trabajando y
ganando dinero, pero luego me di cuenta que estudiar una carrera tenía grandes beneficios. Por
lo tanto, si obtuve los resultados favorables a corto plazo pero las consecuencias a medio plazo
fueron malas, ¿seguiríamos pensando que la decisión fue incorrecta? Parece ser que sí. Pero una
última reflexión: ¿realmente tuve en mi poder toda la información necesaria, en aquel
momento, para decidir? ¿pudo ser la mejor decisión por entonces?

Más allá de esta reflexión propia, pienso que esta lectura es muy recomendable para los
alumnos del último curso de este Grado ya que la mayoría de ellos se enfrentarán, en poco
tiempo, a numerosas decisiones que deberán determinar a nivel profesional. Además conforme
adquieran más responsabilidades en sus puestos de trabajo más importante será la toma de
decisiones.

Como conclusión, cabe destacar que el contenido del libro es fantástico y estoy muy de acuerdo
en sus aportaciones. De entre todos los principios y conceptos que se tratan me han servido de
gran ayuda, para adoptar cualquier decisión futura, conocer la importancia que tiene el
contexto, saber identificar que una decisión no es correcta o incorrecta por su resolución, saber
priorizar entre diferentes informaciones y reconocer el coste de las mismas. En definitiva, no
debemos tener miedo a tomar decisiones ni quedarnos parados por miedo al fracaso. Como yo
quiero gobernar, (en la medida de lo posible) mi vida, siempre tomaré decisiones. Y a partir de
esta lectura seguiré muy de cerca los 10 principios que se citan en Iceberg a la vista.

Técnicas de Administración de Empresas – Curso 2018/19

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