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Cultivo del Apio

El apio es fácil de cultivar, necesita un suelo bien nutrido y húmedo. Puede


crecer en media sombra y puede llegar a tolerar mucha sombra (por lo
menos 4 horas de luz). La semilla de apio es redonda y muy pequeña (1mm),
su color es café oscuro.
La siembra del apio se realiza en semilleros para posteriormente
trasplantarlo. La mezcla debe tener un buen drenaje y materia orgánica, de
preferencia utilizar tierra negra, fibra de coco y composta. Si la mezcla tiene
partículas muy grandes, puede afectar la germinación y crecimiento de
nuestras plántulas. La profundidad de siembra es muy pequeña (0.3-0.5cm)
por el tamaño de la semilla. Coloque dos o tres semillas por espacio y cubra
con suelo. Riegue cuidadosamente después de sembrar, un chorro de agua
o gotas demasiado grandes pueden sacar las semillas del contenedor. Una
opción es cubrir el semillero con una capa de periódico y regar por encima.
Las semillas germinarán entre una y dos semanas después de la siembra, su
desarrollo es lento. No permitas que el sustrato pierda la humedad, ya que
puede afectar el desarrollo de las plántulas. Estas estarán listas para el
trasplante cuando aparezca el segundo par de hojas verdaderas.
Antes de realizar el trasplante debemos de tener lista la cama de cultivo y
contenedores con un suelo con composta y con buen drenaje. Si las plantas
crecerán en contenedores, debe tomar en cuenta que necesitan una
profundidad mínima de 30cm. La distancia entre planta es de 15cm y
podemos acomodarlos con el método de siembra cercana o en hileras.
Al momento del trasplante debemos regar bien
nuestras plántulas y procurar no lastimar las raíces.
Si observamos que están muy enroscadas, podemos
cortarlas un poco para fomentar su crecimiento.
Cuando coloque las plántulas en el suelo, asegúrese
de que cubra hasta las primeras hojas y presione
ligeramente para darle soporte. Riegue después del
trasplante, procure no mojar las hojas.
Variedades:
El apio, al igual que todas las hortalizas, tiene diversas variedades que no
son muy comunes en los mercados. Existen dos tipos de apio que se
consumen: el apio y apio de raíz.
– Apio (Apium graveolens) es el más común. Sus tallos son
generalmente gruesos (1-4cm de ancho), tiernos y jugosos.
– Raíz de apio o apio-nabo (Apium rapaceum) es utilizado principalmente
en Europa. Se consume su raíz, que es gruesa, esférica y de color café claro.
Su textura es crujiente y su sabor es parecido a la nuez. Los tallos son
delgados y de color verde oscuro.

Labores Culturales :

control de malezas
Este cultivo no soporta la competencia con otras especies de plantas, por lo
que se hace necesario mantenerlo completamente limpio. Los deshierbos,
durante el ciclo del cultivo son necesarios para mantener el cultivo limpio.
Aporco
Cuando se realiza esta práctica es recomendable que no le quede tierra en
la yema terminal de la planta porque detiene su crecimiento.
Poda
Esta práctica no se aplica en este cultivo. A veces solamente se eliminan las
hojas basales por que se encuentran amarillas o marchitas.
Riego. Este cultivo demanda mucha agua, se debe mantener la humedad a
capacidad de campo y se debe evitar excesos de humedad. Si no se hace un
riego adecuado se pierde calidad del producto. En todo su ciclo, este cultivo
sufre estrés si hay escasez de agua en el suelo. Se puede regar tanto por
gravedad como por aspersión (el riego por aspersión resulta interesante en
este cultivo).

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