El proceso fundacional de las colonias inglesas en Norteamérica se ve caracterizado

por un modelo exitoso y diferente al de las colonias españolas con su relación

relativa a la metrópolis en cuanto al peso de la religión, el carácter emprendedor de
los colonos y el sistema de propiedad de éstos, estas trece colonias que después se
convertirían en los Estados Unidos de América estaban administradas y respondían
a compañías comerciales o propietarios individuales, estando todas a cargo de un
gobernador designado generalmente por el titular de la propiedad, aunque en
algunas colonias había un elevado grado de autogobierno. El gobernador solía estar
acompañado de una asamblea legislativa y un consejo que aplicaba leyes de
jurisdicción restringida.
El desarrollo económico del terreno dependió de sus potencialidades ajustadas a
cada colonia distribuida entre los Montes Apalaches y la costa Atlántica de los
actuales Estados Unidos, teniendo también el impulso de las tierras de labor en
condiciones extensas, además de la posibilidad de expansión ilimitada, puesto que
su posición estaba bastante alejada de las colonias de la principal potencia colonial
del momento; España, siendo también un fuerte atractivo para los inmigrantes. En
1660 las colonias poseían entre 60 y 70 mil habitantes, que fueron 250 mil a
principios del siglo XVIII. De ellos, el 36,8% vivían en las colonias del norte, el 21,
2% en el centro y el 42% en el sur. Desde entonces el crecimiento demográfico
regional fue espectacular; 1600000 habitantes en 1760 y 2100000 en 1770.
A diferencia de las colonias españolas, francesas y portuguesas, la mayoría de la
población era blanca al no haber en la mayoría de los casos mestizaje con los indios
y con respecto a los africanos esclavizados, en el siglo XVII eran un 4%, llegando a
un máximo de 22% en las colonias del sur mayoritariamente en 1770,
produciéndose el auge de su expansión entre 1780 y 1810; en esos años se
importaron tantos esclavos como en los 160 años anteriores, esta población esclava
se vio envuelta en mejores condiciones que sus pares en el caribe, no solo vivían
más sino que también se reproducían más; llegando a nacer en el siglo XVII su
mayoría en América.
La demografía de la región se caracterizó también por inmigrantes europeos que
constituyeron buena parte de la población nacional, relajando la moralidad rígida
imperante y estableciendo un orden social creyente en el trabajo y el éxito, además
de la productividad y la ganancia, manteniéndose, por otro lado, el peso de las
instituciones representativas y democráticas en ciertas regiones como el norte, al
igual que la importancia de la educación se mantuvo fuerte en la sociedad,
existiendo tasas de analfabetismo muy bajas para la época, gracias a la costumbre
protestante de leer la Biblia, llegaban al 10% y 50% en el sur debido a la cantidad de
esclavos allí presentes, esto dotaba a el territorio colonial de un potencial increíble
para la época.
(Aquí en este mapa se distinguen esclavos numerados por miles.)
En 1603, con la llegada de Jacobo I Estuardo al trono inauguró una nueva época
para Inglaterra; se terminaron las guerras con España y Escocia, permitiendo invertir
capitales hasta entonces consumidos en esas contiendas, en estas colonias
ultramarinas a través de la formación y la extensión de las compañías comerciales
como la de Londres y Bristol, la primera tuvo como cometido establecer en la Bahía
de Chesapeake el límite entre el norte y el sur, la frontera entre las grandes
plantaciones de tabaco, algodón y azúcar en el sur de la pequeña propiedad
norteña, mientras que la segunda fundó Virginia del Norte, a partir de 1620, Nueva
Inglaterra. Los primeros colonos en Jamestown, ciudad fundada por el capitán
Newport a orillas del río James, sufrieron hambrunas, malaria y caos, siendo estos
caballeros arruinados, ex presidiarios y artesanos, que fueron ayudados por el
capitán John Smith había hecho un acuerdo con los indios de la zona para
apaciguarlos y así poder tener plantaciones de maíz estables que con el esfuerzo de
los colonos no bastaban para abastecer a la población que, debido a esto, terminó
reduciéndose a 58 habitantes en 1608, cambiando todo de modo radical cuando en
1613, el inglés John Rolfe, marido de la princesa india Pocahontas, trajo consigo
una nueva variedad de tabaco que fue bien recibida por los colonos y pronto
aumentaron las exportaciones, aunque, desde 1619 la trata de esclavos de la
Compañía Real Africana arruinó a los pequeños productores agrícolas debido al
descenso del precio del tabaco, lo que benefició a los grandes productores gracias
al trabajo esclavo.
Virginia sufrió cambios económicos radicales entre los años 1615 y 1625, donde
pasó de ser una región empobrecida a ser una región pujante y rica gracias a la
introducción de la propiedad privada; en 1619 las haciendas arrendadas por los
siervos asalariados de la compañía cuyo contrato había terminado se extendían 30
km a orillas del río James. A partir de 1618 la compañía puso en práctica los
llamados head rights, que consistían en arrendar 20 hectáreas a los inmigrantes que
se costeaban el viaje o a quien le pagara el pasaje a uno, además la Compañía este
año otorgó la aplicación de las leyes inglesas y el derecho procesal inglés en las
colonias norteamericanas fieles a la Corona inglesa, donde la Compañía de Londres
tenía más poder que las asambleas de las colonias.
En cuanto a la fundación de Nueva Inglaterra, esta fue llevada a cabo por los
colonos peregrinos de Inglaterra, procedentes de Holanda desde 1609, donde
establecieron un trato con un grupo de comerciantes que financió su expedición en
el Mayflower, al llegar, firmaron un pacto que establecía su autogobierno según la
voluntad de la mayoría, donde se establecieron para Morison, Commager y
Leuchtenburg entre 1619, en la Asamblea de Virginia y 1620, con el pacto de
Mayflower, las bases del entramado institucional y democrático de Estados Unidos.
Al instalarse en Plymouth, sus primeros años de subsistencia fueron duros, pero
esta situación cambió debido a que, tras la muerte de la mitad de los colonos en
invierno, se les unió Squanto, un indio que les enseñó a pescar y cultivar maíz, en
octubre de 1621 obtuvieron una abundante cosecha y así celebraron el primer día
de acción de gracias.
En 1629 la recién creada Compañía de la Bahía de Massachussets obtuvo de
Carlos I una gran autonomía, constituyéndose prácticamente en un organismo
aparte de la entidad política de Inglaterra, con importantes privilegios, como la
accion de los hombres libres, que eran electores organizados en un congreso como
accionistas de la Compañía, este Consejo General era elegido con base
representativa anual al igual que el Gobernador, Vicegobernador y diputados. Ni el
rey podían intervenir en los actos de gobierno local, sino que solo lo podía hacer la
Iglesia, lo que excluía a todos los no puritanos de las acciones de gobierno.
En 1641 se adoptó un Código de libertades que incluía el juicio por jurados, la
aprobación de impuestos por aprobación ciudadana en su representación debida, la
prohibición de la tortura, igualdad ante los extranjeros y procesos justos en casos de
pena de muerte. El puritanismo impregnaba todas las actividades cotidianas y las
tierras se dividían en comunidades, donde al frente había un pastor siempre.