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Bandura (1994) define la autoeficacia como la creencia de una persona sobre sus habilidades para lograr cierto nivel de desempeño. Existen cuatro fuentes principales que influyen en la autoeficacia: 1) experiencias de éxito, 2) modelos sociales, 3) persuasión social, y 4) estados emocionales. Además, la autoeficacia afecta procesos cognitivos, motivacionales, afectivos y de selección. Personas con alta autoeficacia tienden a fijarse metas desafiant
Bandura (1994) define la autoeficacia como la creencia de una persona sobre sus habilidades para lograr cierto nivel de desempeño. Existen cuatro fuentes principales que influyen en la autoeficacia: 1) experiencias de éxito, 2) modelos sociales, 3) persuasión social, y 4) estados emocionales. Además, la autoeficacia afecta procesos cognitivos, motivacionales, afectivos y de selección. Personas con alta autoeficacia tienden a fijarse metas desafiant
Bandura (1994) define la autoeficacia como la creencia de una persona sobre sus habilidades para lograr cierto nivel de desempeño. Existen cuatro fuentes principales que influyen en la autoeficacia: 1) experiencias de éxito, 2) modelos sociales, 3) persuasión social, y 4) estados emocionales. Además, la autoeficacia afecta procesos cognitivos, motivacionales, afectivos y de selección. Personas con alta autoeficacia tienden a fijarse metas desafiant
Bandura, A. (1994). Self-efficacy. Standford University, 1-15.
De acuerdo con Bandura (1994) la autoeficacia percibida se conceptualiza como la creencia
que tiene un persona sobre sus habilidades para producir distintos niveles de desempeño que influyen sobre los diferentes aspectos que afectan su vida; así mismo, determina como siente, piensa, se motiva y se comporta un sujeto en un contexto específico. El autor refiere que aquellos que confían en las propias capacidades les permiten percibir las dificultades como retos para asumir en vez de ser evadidos, mantener un alto grado de compromiso hacia el desafío, realizar esfuerzos para enfrentar los errores, reducir el estrés y disminuir la vulnerabilidad hacia la depresión. En contraste, las personas que dudan de sus capacidades tienen bajas aspiraciones y poco compromiso hacia la meta que eligen lograr; frente a un desafío enfatizan en sus debilidades, en los obstáculos que encontrarán y en toda clase de adversidades en vez de enfocarse en cómo hacer las cosas de forma exitosa, se muestran más vulnerables al estrés y a la depresión. Bandura (1994) señala que la autoeficacia puede desarrollarse a partir de cuatro fuentes principales de influencia. La primera –y quizá la más eficaz- es a través de experiencias de control y dominio de habilidades; un sentido resiliente de eficacia requiere experiencias donde se superen dificultades a través del esfuerzo y la perseverancia. El segundo recurso refiere a las experiencias vicarias que vienen de modelos sociales. Bandura menciona que observar personas similares a nosotros lograr el éxito a través del esfuerzo impulsa la creencia de que uno puede hacerlo también, lo cual resalta el impacto del modelado en la autoeficacia percibida del sujeto –a mayor similitud del modelo, mayor influencia en la persona-; así mismo, el autor sostiene que las personas buscan modelos cualificados que posean las competencias que aspiran desarrollar. La tercera fuente es la persuasión social. Las personas que son persuadidas de poseer capacidades para dominar diferentes tareas, tienden a demostrar mayor esfuerzo y sostenerlo en la obtención de una meta, además promueven el desarrollo de habilidades y el sentido de eficacia personal. Sin embargo, Bandura advierte que es más difícil instaurar un sentido de autoeficacia que derribarlo a partir de la persuasión solamente; por ello, las personas que construyen un fuerte sentido de autoeficacia van más allá de los juicios positivos, ellos estructuran situaciones que les permitan obtener éxito, analizándolo en términos de desarrollo personal y no en función de ser mejores que los demás. La última fuente refiere a la reducción de la reacción hacia el estrés y de las emociones negativas producto de malinterpretaciones de los estados físicos. Bandura resalta la importancia del cómo las reacciones físicas y emocionales son percibidas e interpretadas; personas con un alto sentido de autoeficacia perciben el incremento de sus estados afectivos como una energía facilitadora de desenvolvimiento. Indicadores psicológicos de eficacia juegan un rol especial en el funcionamiento de la salud y otras actividades físicas. Por otro lado, Bandura refiere que diversas investigaciones sobre la autoeficacia han concluido en la presencia de cuatro procesos psicológicos activadores a través del cual las creencias sobre la propia eficacia afectan el funcionamiento de la persona. Estos son: Los procesos cognitivos: mientras más fuerte sea la percepción de autoeficacia, mayores serán los retos que las personas se propongan y el compromiso que se propongan para conseguirlos. El curso de las acciones son organizadas en inicio desde el pensamiento; la creencia en la eficacia personal modela, de forma anticipatoria, los diferentes escenarios que posteriormente construirán y desempeñarán. Los pensamientos permiten a las personas predecir eventos y desarrollar formas de control. Este tipo de habilidades cognitivas requieren: procesamiento efectivo de la información, construcción de opiniones, evaluar e integrar factores predictivos, analizar los juicios personales y recordar qué factores han sido analizados y cómo han funcionado. Los procesos motivacionales: la percepción de la autoeficacia juega un rol importante en la autorregulación de la motivación. Gran parte de la motivación humana es generada cognitivamente; las personas se motivan y guían sus acciones a partir del ejercicio de disponerse positivamente hacia el futuro, ellos forman creencias sobre lo que pueden hacer, se proponen metas y diseñan acciones para lograr mejores resultados. Existen tres formas distintas de motivadores cognitivos que corresponden a las teorías de atribución, expectativa- valor y de meta. La creencia en la autoeficacia opera en cada uno de estos tipos de motivadores cognitivos, además, influye en las atribuciones causales. Las personas que se perciben como altamente eficaces atribuyen sus errores a un esfuerzo insuficiente, contrario a aquellos que tienen una percepción ineficiente de su persona que atribuyen sus errores a sus pocas habilidades. Las atribuciones causales impactan en la motivación, el desempeño y en las reacciones afectivas. En la teoría de expectativa-valor, señala que dar un curso a la conducta producirá determinados resultados y el valor de dichos resultados. La predictividad de esta teoría se refuerza si se incluye la autoeficacia percibida. Por otro lado, respecto a las metas, éstas operan más sobre los procesos de auto-influencia que en la regulación de la motivación o de la acción; las personas orientan su conducta y desarrollan incentivos para sostener sus esfuerzos hasta que pueda alcanzar la meta planteada. La motivación basada en metas se ve afectado por tres tipos de auto-influencias: reacciones de autosatisfacción y auto- insatisfacción sobre el desempeño personal, autoeficacia percibida para la obtención de una meta y el reajuste de metas personales basado en el propio desarrollo. Los procesos afectivos: la creencia en las propias capacidades influyen en las experiencias de ansiedad, estrés y depresión. Respecto a la ansiedad, la autoeficacia percibida orientada al control de los estímulos estresores juega un rol central en la excitación ansiosa; las personas que creen poder ejercer un control sobre estos estresores, no desarrollan patrones de pensamientos intrusivos y regulan las conductas evasivas, contrario a aquellas que piensan que no podrán manejarlos; éstas personas se enfocan en sus deficiencias, ven diversos aspectos de su ambiente como amenazantes, intensifican la severidad de los eventos catastróficos y se preocupan por la incidencia de situaciones adversas. Así mismo, la autoeficacia percibida hacia el control de los procesos del pensamiento es un factor clave en la regulación de las ideas producidas por el estrés y la depresión. Por otro lado, de acuerdo a la Teoría Social Cognitiva, Bandura refiere que las experiencias de éxito son los principales influyentes de los comportamientos. La guía en las experiencias de éxito es un poderoso vehículo para instaurar un sentido sólido de eficacia en las personas, así como la creencia de que uno puede ejercer control sobre potenciales situaciones adversas. De igual forma, las experiencias de logro que una persona puede desarrollar, permiten confirmar la eficacia de las propias habilidades y generalizarlas. Los tratamientos de experiencias de logro guiadas producen cambios psicológicos significativos en poco tiempo: elimina las conductas fóbicas, la ansiedad, las reacciones biológicas hacia el estrés, rumiaciones fóbicas y pesadillas. Respecto a la depresión, se mencionan varias formas en que se desarrolla: a través de aspiraciones fallidas, un bajo sentido de eficacia social y poco control en los pensamientos intrusivos. En relación al estrés, el autor refiere que el estrés ha sido implicado como un factor importante en la gran parte de disfunciones físicas. La exposición a estímulos estresores que pueden controlarse no tienen un impacto adverso en la salud, pero la exposición a los mismos estresores sin la habilidad de poder controlarlos impacta significativamente en el sistema inmunológico, generando un incremento en la vulnerabilidad para adquirir una infección, desarrolla desórdenes físicos y acelera el proceso de la enfermedad. En este contexto, Bandura señala que la autoeficacia percibida influye en los cambios personales y en la promoción de la salud, a partir de los estilos de vida. Mientras más fuerte sea la autoeficacia en la autorregulación, las personas serán más exitosas en adoptar e integrar hábitos saludables a su estilo de vida. Los procesos de selección: la creencia en la autoeficacia puede modelar el curso de vida elegida a partir de los tipos de actividades y ambientes que las personas prefieren; las personas cultivan diferentes competencias, intereses y redes sociales que influyen en sus vidas. Así mismo, cada factor que impacta en la elección de un comportamiento puede afectar profundamente en la dirección del desarrollo personal, esto debido a que las influencias sociales que operan en determinados contextos continúan promoviendo ciertas competencias, valores e intereses luego de las decisiones que un sujeto haya elegido.
Rehabilitación de Las Funciones Ejecutivas y La Cognición Social en Sujetos Con Trastorno de Personalidad Antisocial Viculadas Al Conflicto Armado Colombiano