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ALTER – EGO

El alter ego es un concepto utilizado para referirse a una segunda personalidad


o identidad poseída por un individuo. Se trataría de un conjunto de
comportamientos, emociones, creencias y pensamientos distintas a las
mostradas normalmente por la persona.

El concepto comenzó a utilizarse en el siglo XVIII, cuando el famoso hipnotista


Anton Mesmer descubrió que algunas personas presentan una manera de
comportarse totalmente distinta cuando están en trance que durante el estado
de vigilia. Sin embargo, el término «alter ego» no se popularizó hasta más
adelante.

En el siglo XIX, se comenzó a utilizar de manera más frecuente en el campo de


la psicología. Esto se debió al descubrimiento e investigaciones sobre el
trastorno de identidad disociativo, que provoca que un individuo presente varias
personalidades que van cambiando de manera cíclica.

Más adelante, el término comenzó a emplearse en otros contextos diferentes al


de la clínica. Por ejemplo, en el campo del arte y la literatura, es frecuente
utilizarlo para referirse a un personaje que refleja partes de la identidad del autor.

También puede referirse a un esfuerzo consciente por parte de un individuo para


cambiar algunos de sus comportamientos de forma radical.

Significado

En función del ámbito en el que nos lo encontremos, el término «alter ego» puede
tener significados ligeramente distintos. Sin embargo, siempre se refiere a una
segunda identidad mantenida por una persona, que es fácilmente diferenciable
de la original.

Los motivos que pueden llevar a un individuo a crear un alter ego son muy
variados. Esta segunda personalidad puede aparecer provocada por un trastorno
mental, como el trastorno de identidad disociativo; sin embargo, esta no es la
única causa, ni siquiera la más común.

Según las investigaciones al respecto, las personas pueden crear un alter ego
como una forma de expresar sus deseos más ocultos. Ya sea de manera
consciente o inconsciente, un individuo puede imaginar una versión idealizada
de sí mismo, a la que verá como libre de los problemas o fallos que encuentra
en su propia identidad.

Por ejemplo, un autor que no ha conseguido cumplir todos sus sueños podría
imaginar un personaje para uno de sus libros basado en lo que realmente quiere.

Este personaje se convertiría en una vía de escape para el escritor, que lo


utilizaría para imaginarse alcanzando todos sus objetivos o viviendo la clase de
existencia que no está a su alcance en el mundo real.

¿Es siempre perjudicial tener un alter ego?

La idea de tener una segunda personalidad o incluso tratar de crearla puede


sonar muy extraña para la mayoría de la gente. Sin embargo, salvo que la
aparición de un alter ego sea el resultado de un trastorno psicológico, las
investigaciones apuntan a que poseer una identidad alternativa podría incluso
llegar a ser beneficioso.

De hecho, algunos expertos están comenzando a recomendar la creación


consciente de un alter ego para ayudar a las personas a superar sus miedos o
las dificultades en su vida.

Esto forma parte de un tipo de enfoque conocido como «gamificación», que


pretende que los individuos afronten lo que les ocurre en su día a día como si se
tratara de un juego.

Así, cuando una persona crea una identidad separada de la suya propia, puede
intentar asumirla en los momentos en los que se siente bloqueada o no sabe qué
hacer.
Por ejemplo, alguien tímido podría inventarse una personalidad alternativa que
fuera habladora y segura de sí misma, y adoptarla en los momentos en que
necesite enfrentarse a una situación social.

¿Hasta qué punto es posible asumir por completo una segunda identidad? Para
la mayoría de las personas, el proceso de crear un alter ego nunca pasará de
algo similar a representar un papel. Sin embargo, incluso esto puede ser de
ayuda para algunos individuos que se ven incapaces de afrontar los retos de su
día a día.

Alter ego en psicología

Por desgracia, la aparición de un alter ego no siempre tiene por qué ser
beneficiosa. En el caso del trastorno de personalidad múltiple o de identidad
disociativo, el hecho de que un individuo cambie radicalmente su manera de
comportarse de forma frecuente es un síntoma de un problema mucho más
grave.

El trastorno de personalidad múltiple se caracteriza por la aparición de varias


identidades en una sola persona, de las cuales al menos dos de ellas toman el
control del individuo de forma habitual. Cada una de estas personalidades tiene
una forma diferenciada de actuar, pensar e interactuar con el mundo.

Por si fuera poco, cada una de estas identidades tiene una memoria que no
comparte con las demás. Así, cuando una de las personalidades lleva a cabo
alguna acción, el resto no son capaces de recordarlo. Esto se conoce como
«tiempo perdido», y puede llevar al individuo a sufrir todo tipo de problemas en
su vida.

No se sabe exactamente por qué se produce el trastorno de personalidad


múltiple, pero generalmente está relacionado con otros problemas como el
trastorno límite de la personalidad, el estrés postraumático, la depresión o una
ansiedad extrema. También parece tener especial relación con eventos
traumáticos en la infancia o la juventud.
El trastorno de identidad disociativo provoca todo tipo de problemas graves en la
vida de quienes lo padecen. Por desgracia, no es mucho lo que se sabe de
momento sobre él y la mejor manera de tratarlo.

¿Cómo crear un alter ego?

Al margen de las dificultades asociadas al trastorno de personalidad múltiple,


tener un alter ego puede ser beneficioso para algunas personas por los motivos
mencionados anteriormente.

Por ello, en esta sección estudiaremos de qué manera es posible crear una
identidad alternativa que te ayude a enfrentarte a tu día a día de forma más
eficaz.

Decide por qué quieres un alter ego

¿Qué quieres conseguir creando un alter ego? ¿Te gustaría ser más atrevido,
extrovertido, o mejorar tu confianza en ti mismo? ¿Deseas crear un personaje
que te ayude a conseguir más clientes, o un círculo social más amplio?

Este tipo de preguntas te ayudarán a decidir cuál es será la motivación principal


de tu nueva identidad. Debido a que la estás creando para ayudarte, es
necesario que tenga una misión; un propósito para el que ha sido ideada.

Haz una lista de los rasgos que necesita

Una vez que tengas claro por qué estás creando a tu alter ego, es necesario que
reflexiones sobre cómo tendrá que ser para cumplir con su objetivo.

Por ejemplo, si lo que quieres es una nueva identidad que te ayude a trabajar
más en tu negocio, esta tendría que contar con rasgos como la disciplina, la
perseverancia o la capacidad de automotivarse.

La buena noticia es que puedes ser tan imaginativo como quieras en este punto.
La idea es crear una versión idealizada de ti mismo, que pueda superar los retos
a los que no te crees capaz de enfrentarte. Por eso, no te preocupes si algo de
lo que se te ocurre no te parece demasiado realista.

Dale una identidad propia

Si solo te limitas a hacer una lista de los rasgos que te gustaría poseer, no
estarás creando en realidad un alter ego. Por eso, antes de poder empezar a
utilizarlo para conseguir tus objetivos, será necesario que empieces a verlo como
alguien distinto a ti mismo.

Para conseguirlo, una de las cosas más efectivas que puedes hacer es darle un
nombre propio. Aparte de esto, imagina cómo se comportaría en varias
situaciones: ¿cómo se movería? ¿De qué manera hablaría o interactuaría con
los demás?

Si te resulta más sencillo, puedes basar tu alter ego en alguien que te inspire.
Puede tratarse tanto de una persona que conozcas, como de un famoso o incluso
un personaje de ficción. La idea es escoger a alguien que tenga casi todos los
rasgos que quieres incluir en tu nueva personalidad.

Ejemplos famosos

En nuestra cultura popular, existen multitud de ejemplos de personas que


adoptan una segunda identidad en determinados momentos. A continuación,
veremos algunos de los más conocidos.

Superhéroes

Si eres fan de las películas de Marvel o DC cómics, te habrás dado cuenta de


que casi todos los superhéroes tienen una identidad secreta y una con la que
luchan contra el crimen.

Batman, por ejemplo, es un empresario de día y un justiciero de noche;


Spiderman es la versión heroica de Peter Parker, un simple estudiante de
instituto.
En la mayoría de historias de superhéroes, el alter ego es una variante del
personaje que se caracteriza por tener más confianza en sí mismo, luchar contra
el crimen y llevar a cabo todo tipo de hazañas.

El club de la lucha

En la famosa película «El club de la lucha», casi toda la trama gira en torno a la
doble personalidad del protagonista. La historia trata a cada una de ellas como
si fueran personajes distintos.

Por un lado, está el narrador, un hombre aburrido con todo tipo de problemas y
una vida anodina. Por otro, tenemos a Tyler Durden, personaje con una extrema
confianza en sí mismo, grandes planes y todo un grupo de seguidores. Al final
de la película, descubrimos que los dos son, en realidad, la misma persona.

Famosos con alter egos

Muchos son los cantantes y actores que crean personalidades distintas para
explorar nuevos caminos creativos o expresar ciertas emociones.

Will Smith, por ejemplo, saltó a la fama gracias a su alter ego «The Fresh Prince»;
y Eminem, el conocido rapero, siempre habla de su versión alternativa «Slim
Shady», un personaje violento y oscuro.

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