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TÉCNICAS DE INTERROGATORIO.

MARCO TEORICO.

Nuestro ordenamiento jurídico interno peruano, o mejor dicho el Derecho Procesal


Penal Peruano se encuentra en una fase de cambio y desarrollo en cuanto al
sistema procesal penal adoptado y la reciente normatividad adjetiva que ha entrado
en vigencia en algunos sectores de nuestro país.

Según este sistema las partes poseen un protagonismo en la presentación de sus


casos; además, las intervenciones son imprescindibles para la resolución de los
mismos, siendo necesario contar con técnicas que les permitan actuar según los
estándares que exige un sistema de esta naturaleza.

Dentro de las técnicas de litigación oral encontramos el interrogatorio directo y el


contra-interrogatorio, piezas fundamentales de las que depende la apreciación que
el magistrado pueda hacer de los testimonios, según las habilidades de la defensa
y la acusación para hacer preguntas así como de su responsabilidad para haberse
preparado previamente y de manera adecuada a fin de lograr un interrogatorio
adecuado.

La presente labor contiene un breve análisis de lo que supone el Interrogatorio


Directo y los principios básicos que lo acogen. Asimismo, se ha considerado
necesario, antes de dar desarrollo a dichos principios, hacer una sucinta referencia
de algunas de las innovaciones adoptadas por el nuevo Código Procesal Penal
peruano.

CONCEPTO.

El interrogatorio, es una forma en que se puede incorporar información de un


testigo o perito en una audiencia con la finalidad de probar algún hecho de la teoría
del caso del abogado, ya sea como fiscal, asesor jurídico o abogado
defensor, quienes deben de saber las reglas que se deben de observar a la hora
de formular el interrogatorio.
De acuerdo algunos autores le otorgan otra denominación al interrogatorio como
examen directo de testigo, sin embargo, se trata de lo mismo, es decir, señala la
forma en que se deben de construir las preguntas dirigidas a los testigos o a los
peritos en alguna materia para incorporar información a la audiencia de juicio y
probar con ello algún hecho.

Entonces, interrogatorio es la acción externa que ejecuta una persona (examinador)


frente a otra (examinado) con la finalidad de obtener de este una respuesta sobre
determinado punto en concreto por medio de una pregunta idónea. Esta técnica
busca siempre recibir información válida y eficaz para los intereses del examinador,
la ejecución y el desarrollo formal de las preguntas sigue pautas regladas por el
sistema que las permite. Siempre persigue objetivos concretos. En materia penal
las respuestas recibidas forman parte de la información sobre lo que el procesado
percibió respecto a los hechos o la escena del crimen o el lugar de los hechos. En
este concepto, hay variación de características en función del modelo procesal que
lo legisle, por ejemplo en un modelo acusatorio donde generalmente preguntan las
partes y por excepción el juez prima la libertad y la voluntad (SALAZAR, 2013).

(LEE, 1995)Describe al interrogatorio como el ataque frontal que asegura el triunfo


de la verdad y la justicia. Repite que algunas personas señalan que es el arma más
devastadora que haya inventado el hombre, incluyendo las nucleares. Dice que es
un arma no violenta pero certera. Agrega que el interrogatorio no es peculiar de los
juicios y de las causas, se utiliza en la vida cotidiana, aunque sea en forma primitiva,
muchas veces ha utilizado, pero sin estar consciente de ello. En síntesis, un buen
interrogatorio “incluye una lista larga de elementos y crecerá a medida que usted
se perfeccione en el uso de ese arte. Los principales, que consideramos en esta
introducción a lo que constituye un procedimiento sumamente complejo, son:
control, velocidad, memoria, sintaxis, lógica, momento oportuno, actitud y
conclusión”.

Muchos estudiosos de litigación oral dicen que el principal medio de prueba de un


sistema procesal de naturaleza oral y adversarial, es la evidencia testifical, por ello
el interrogatorio es la forma como la prueba testimonial se presenta y practica ante
el juzgador. Por ello se puede decir que el interrogatorio es el arte de obtener
información pertinente, clara, precisa y sencilla. En el mismo sentido dice Romero
Soto, el examen directo o interrogatorio es el vehículo que permite al abogado en
la audiencia introducir esta prueba al jurado. (Julio, 2003)

En este sistema cada sujeto procesal procura probar su teoría del caso a través de
sus testigos por ello se puede decir que el interrogatorio llevado adecuadamente
puede conducir a persuadir al juzgador para que incline a su favor.

Cuando se realiza el interrogatorio debe ser realizado en forma clara, lógica y


persuasiva, dependerá de la preparación y la destreza del abogado para lograr su
efectividad y así lograr su veracidad. En misma línea dice Romero Soto, quien lleva
a cabo el interrogatorio formulará preguntas en forma sencilla, evitando todas las
trampas y expresiones de la jerga judicial así que por el testigo se entienda
claramente la materia sobre la cual se le ha pedido declarar. (Julio, 2003)

Otro regla muy fundamental dentro del interrogatorio es que, un testigo solo puede
declarar sobre asuntos en los cuales tenga conocimiento personal del hecho.

1.- FUNCIÓN DEL INTERROGATORIO DENTRO DEL


PROCESO.

La principal función del interrogatorio es presentar ante el juzgador el testimonio de


una forma real y efectiva, lógica y persuasiva como ocurrieron los hechos, para
demostrar la hipótesis propuesta para causar la convicción ante el juzgador.

2.- ELEMENTOS QUE DEBE INTERVENIR EN EL


INTERROGATORIO:

2.1.- NO SE DEBE PERDER EL RUMBO.-

Es recomendable que solo debe desarrollarse solamente los testimonios que


apoyan a nuestra teoría del caso, porque nos es conveniente otras
informaciones que no se encuentra contemplado en nuestra hipótesis, porque
podría distraer y jugar un papel desfavorable a nuestro favor.

2.2.- SE DEBE USAR UN LENGUAJE APROPIADO.-


Cuando se interroga a un testigo se debe utilizar un lenguaje apropiado, es
decir palabras o frases que pueda comprender con mucha facilidad y claridad
de acuerdo a la realidad de cada persona.

2.3.- EN EL INTERROGATORIO SE DEBE PERMITIR AL TESTIGO


QUE EXPLIQUE.-

Es recomendable que el testigo explique con amplitud su testimonio ya sea


para aclarar o ampliar, este caso muchas veces ocurre en exposición de
peritos técnicos cuando utiliza palabras técnicas o poca conocidas, por ello
debe permitir que explique con la finalidad de esclarecer.

2.4.- ES RECOMENDABLE GUARDAR ATENCIÓN DEBIDA AL


TESTIGO.-

Se debe escuchar con atención al testigo para tomar notas de lo que está
diciendo, luego para utilizar en nuestra alegato de conclusión, asimismo para
asegurar la información sea una prueba para nuestro caso o para resolver
problemas imprevistos que se puede presentar.

3.- MECANISMOS LÓGICOS DE INTERROGATORIO.

Los interrogatorios pueden ser organizados ya sea en orden lógico, orden


cronológico, o también puede ser de lo más dramático o importante de cada caso,
a mi parecer debe ser presentado acuerda a cada circunstancia del caso y
conveniente que se puede tener por la circunstancia.

4.- TECNICA DE INTERROGATORIO DIRECTO.

Es la principal oportunidad para introducir los elementos de prueba de los hechos


que se pretenden probar.

Interrogatorio directo es el primer interrogatorio a que es sometido un testigo que


es llamado a declarar por una de las partes, por ello es muy importante dentro del
proceso penal.

El interrogatorio tiene como propósitos:


(1) Probar las alegaciones que se han hecho, pues las respuestas del testigo o
perito sustentarán y servirán de base para las alegaciones; y
(2) 2) convencer al juzgador sobre la veracidad de las alegaciones, facilitando
que el juzgador perciba la historia como real, viva, persuasiva y por lo tanto,
acreedora de peso ante el juzgador.

Dentro de los métodos de interrogatorio se encuentran la estrategia del cronológico


y de primacía, impacto y novedad que las partes pueden utilizar como estrategia
durante el interrogatorio directo, persuadir al juez.

Dentro de la estrategia de presentación de la prueba y de los elementos de prueba


que suministre el testigo, existen al menos dos formas:

(1) El cronológico, que pretende recrear los hechos conforme al orden de


cómo sucedieron en el tiempo; y
(2) Primacía, impacto y novedad, que aconseja iniciar con un tema
determinado, por lo que se pretende impactar, intelectual y
emotivamente al juzgador, pues parte de la idea que la persona recuerda
más lo primero y lo último que escucha, por lo que en el interrogatorio se
seleccionará los datos que más impresionen e impacten al juzgador y
que quiere que recuerden más al momento de decidir el caso.

Por otra parte, en cuanto al contenido y forma de las preguntas, se aconseja la


sencillez y brevedad; el uso de las preguntas abiertas para que el testigo narre o
explique con sus propias palabras, con lo que se eleva la credibilidad de su dicho,
cuyo alcance en cierto modo está limitado; el uso de preguntas cerradas, para
probar aspectos específicos o un hecho particular, no sugiriendo la respuesta al
testigo, pero sí dejando un escaso espacio para describir un hecho con sus propias
palabras; preguntas de transición, con las que el examinador conecta un tema o un
asunto con el próximo, manteniendo o atrayendo la atención del juzgador; las
preguntas narrativas, que invita al testigo o perito narre o describa los hechos con
sus propias palabras; las preguntas de seguimiento, dirigidas a darles fluidez a la
respuesta del testigo en su narración; y se aconseja sobre todo, mantener un ritmo
adecuado, a fin de mantener la atención del juez y que el interrogatorio no suene
monótono.
Por el contrario, son prohibidas por regla general las preguntas sugestivas, pero
además no se recomiendan por los inconvenientes técnicos que pueden producir.
Sin embargo, el Presidente del Tribunal puede autorizar la sugestividad en el
interrogatorio directo, en los siguientes casos:

(1) testigo hostil de la parte contraria o al testigo identificado con ésta;


(2) dificultad de expresión por razón de la edad, limitada educación o causa
semejante, o por razones de pudor esté renuente a deponer libremente. En
tales casos, excepcionalmente pueden formularse sugestivas en el
interrogatorio directo.

Son prohibidas además, las preguntas capciosas, que son aquellas de doble
sentido, que pretenden confundir al testigo e inducirle a dar una respuesta errónea,
mendaz o ambigua; y las preguntas impertinentes, que son las que no se relacionan
con el objeto de prueba, no siendo aconsejables, además, las preguntas repetitivas,
que comprenden preguntas sobre hechos que ya se acreditaron; las preguntas
argumentativas, en las que el examinador no hace una pregunta sino que
argumenta o formula una tesis o razonamiento determinado; y las preguntas
compuestas, que contienen dos o más materias a ser contestadas por el testigo.
No se aconseja además; el que el testigo presuma, crea o especule hechos, pues
ello puede motivar objeciones.

Sobre el interrogatorio directo existe una extensa gama de consejos prácticos a fin
de poder dominar tal técnica, que excede los objetivos de este trabajo. Entre ellas
se menciona la forma de elaboración de las preguntas, a fin de evitar la
sugestividad, como es el hecho que se inicien a partir de las siguientes preguntas:
¿Qué?, ¿Quién?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? y ¿Por qué?, y además, a efecto
de identificar una pregunta sugestiva e impedir una posible objeción de la parte
contraria, no utilizar el ‘verbo' o ‘acción' realizada por la persona interrogada o de
los hechos que narra en su testimonio, como núcleo o centro de la pregunta: Por
ejemplo, será sugestiva la pregunta: ¿ Vio Usted tal cosa?. Por lo contrario, en el
interrogatorio directo, debe formularse en este sentido: ¿Qué vio?, pues con ello, el
interrogador no sugiere la respuesta al testigo, sino que es el interrogado quién
aporta el dato objetivo o elemento de prueba al responder la pregunta,
suministrando él los datos, y no el interrogador.
Esta regla tiene algunas excepciones, es decir en el interrogatorio directo se puede
hacer preguntas sugestivas al testigo cuando se trata por ejemplo: a un testigo
hostil, la parte adversa o testigos identificados con la parte contraria, personas
mentalmente deficientes por razón de su edad, pobre educación u otra condición,
personas que tengan dificultad de expresión, personas que por razón de pudor
están renuentes a expresar, asuntos preliminares o que no están en disputa,
Cuando se trata de una pregunta a un perito sobre el asunto del cual parece
dependerá la adjudicación de la controversia, para revivir la memoria del testigo se
permiten las preguntas sugestivas, contestaciones responsivas.

Antes de interrogar a nuestro testigo debemos tener las siguientes consideraciones:

(1) Debemos analizar las fortalezas y debilidades de los testigos, es decir


porque no existen testigos perfectos. Siempre debemos tener en cuenta que
se encuentran debilidades en ellos sea de índole personal o del contenido
de su declaración por inconsistencias internas o externas.
(2) Es muy importante cuando preparamos para el interrogatorio al testigo se
deben sacar estas debilidades y establecer una estrategia para abordarlas
durante su interrogatorio, para evitar que sean “reveladas” por la contraparte
con el propósito de desacreditar a los testigos. Esto sirve para minimizar el
impacto que pueden sufrir en el contrainterrogatorio.

5.- CARACTERÍSTICAS DE LOS INTERROGATORIOS Y


CONTRA INTERROGATORIOS DE LOS TESTIGOS.

Cuando nos referimos al interrogatorio directo (artículo 375.3 del NCPP) aludimos al
que practica la parte que ha propuesto este órgano de prueba; sus objetivos son:

a) solventar la credibilidad del testigo, esto significa convencer al juzgador que se


trata de una persona digna de crédito, en el entendido que hasta ese momento,
como es lo debido, el Juez no conoce de quién se trata, por carecer de
información al respecto, de ahí que se impone poner especial énfasis en
acreditarlo;
b) conseguir información del testigo que sustente la teoría del caso, es decir,
gracias a lo expuesto por el testigo sacar a luz los hechos y detalles que
confirman la historia que compone tal teoría;
c) introducir al juicio prueba material constituida por objetos y documentos, sobre
cuyo origen y naturaleza exponga el testigo, verbigracia el arma homicida o un
contrato, que sólo adquieren sentido cuando son encuadrados en el relato que
contiene la teoría del caso; y
d) lograr información de importancia para el análisis de otra prueba, sea para
fortalecer la teoría planteada o desacreditar la de la contraparte (Baytelman,
2005)

En el interrogatorio directo no están permitidas las preguntas capciosas,


impertinentes, repetidas, sugestivas o sugeridas, esto es, que incluyan a la vez del
interrogante una respuesta, (artículo 376.2.c.d y 378.2.4. del NCPP) debiendo,
entonces, plantearse de modo abierto basadas en las palabras ¿qué pasó?,
¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo?, ¿quién?, explique, etc. Esta forma de interrogar
habrá de estar precedida por un orden en la presentación de los testigos, cuidando
de actuar primero la testifical de uno impactante y capital, y concluir con otro de
iguales características para conjurar la monotonía y el aburrimiento que bien
pueden desconcentrar al juzgador o impedirle comprender los elementos que se
intenta establecer en el caso. Por último, resulta aconsejable organizar el
interrogatorio directo en forma cronológica (Baytelman, 2005) y jamás olvidar que
durante esta actividad el protagonista es el testigo, no el abogado o Fiscal que
interroga.

El contra interrogatorio es el examen que lleva a cabo el abogado de la contraparte


luego que un testigo ha sido objeto de interrogatorio directo. Su finalidad consiste en:

a) cuestionar la credibilidad del testigo,

b) denotar las contradicciones de sus dichos actuales o entre éstos y los


rendidos precedentemente, y, cuando sea posible,

c) lograr que admita o destaque aspectos positivos para la teoría del caso del
contra examinador, o elementos negativos para la que sostiene quien lo
ofreció. Según se aprecia, el contra interrogatorio es una evidente
manifestación del principio de contradicción que caracteriza el juicio público
y oral, de su curso dialéctico franco12

Quien contra interroga debe seguir las reglas tácticas de proceder con razón,
ventaja y sin excederse. Con razón, porque opera siempre seguro de la solidez de
su teoría del caso; con ventaja, porque sabe o por lo menos tiene idea fundada de
las respuestas que dará el testigo a sus preguntas (jamás inquirir si no se tiene
esclarecido esto, pues las contestaciones pueden ocasionar daño irreparable para
su posición); y sin excederse, pues una pregunta de más puede echar por tierra lo
ganado. La generalizada idea que el contra interrogatorio puede resolver el caso
de un golpe es fatua, toda vez que la confirmación de la teoría del caso sólo es
posible alcanzarla paso a paso, consiguiendo pequeñas victorias o avances. El
apresurado que no sabe sofrenarse y se precipita, siembra su propia derrota. Por
ejemplo, si conseguimos que un testigo presencial de cargo admita que las
condiciones climáticas o materiales en la escena dificultaron en alguna medida lo
que vio, entonces, lo correcto es detenerse en ese instante y concluir el contra
examen. Un interrogante más podría ser absuelto por el testigo del siguiente modo:
“Pese a esas circunstancias y dificultades pude percatarme que el acusado era
quien huía del lugar”.

Los consejos del profesor Fumero vienen a cuento porque instruyen al contra
examinador a no repetir el interrogatorio directo, evitar las preguntas abiertas y
ordenadas cronológicamente, así como no discutir o argumentar con el testigo
adverso. Si lo que se busca es cuestionar a este órgano de prueba por su
incapacidad para percibir o narrar los hechos, denotar sus versiones inconsistentes,
inclusive empleando sus declaraciones previas (artículo 378.8 del NCPP); las
omisiones en que ha incurrido al declarar sobre lo que conoció, o su parcialidad
prejuiciosa o interesada, entonces, las preguntas que se le formulen tienen que ser
cerradas (“si o no”, “cierto o no cierto”, “correcto o incorrecto”), en consideración a
que durante el contra interrogatorio lo que se pretende es que la atención del
juzgador se centre en lo que pregunta el abogado o Fiscal y no, como en el examen
directo, en lo que contesta el testigo.
ii) El Contrainterrogatorio
Es el interrogatorio de un testigo por la parte que no hizo el interrogatorio directo, es decir,
por la contraparte. Es el mecanismo legal más grandioso para el descubrimiento de la verdad,
y se presenta como una ‘lucha entre el abogado y el testigo’, siendo el contrainterrogatorio
un ‘juego de presión’. Hay que recordar que el art. 348 CPP señala que el juez debe procurar
que el interrogador no ejerza presiones indebidas ni ofenda la dignidad del declarante. A
contrario sensu, hay ciertas presiones al testigo que se consideran ‘permitidas’, durante el
contrainterrogatorio.
Tal interrogatorio es conocido como el “cross” o interrogatorio cruzado, pues es la
contraparte de quién ofreció al testigo o perito quien lo contrainterroga. De igual forma, se
dice que en el contrainterrogatorio, quien declara es el abogado, pues es éste quien conduce
el interrogatorio hacia los hechos que él quiere para refutar o desacreditar el testimonio
rendido en el directo.
El parámetro del contrainterrogatorio es (1) que debe limitarse al objeto del examen directo,
y (2) a cuestiones que afecten la credibilidad del testigo.
La aplicación del contrainterrogatorio va a depender de la naturaleza de la prueba, la
duración del proceso, etc.[105]; y debe planificarse, es decir, determinar si se realiza o no se
debe contrainterrogatorio, y para ello se aconseja que no se debe contrainterrogar por el
simple hecho de hacerlo; no se debe hacer uso del ‘azar', pues puede ser contraproducente
para sus fines, por lo que una planificación cuidadosa y metodológica ayuda a minimizar los
riesgos, pues ni los puede evitar en su totalidad, y en base a ello, el litigante debe decidir si
contrainterroga o no.
Los propósitos del interrogatorio pueden se defensivos u ofensivos.
Son propósitos defensivos los que buscan desacreditar el testimonio del testigo
adverso[106], desacreditar al testigo atacando su parcialidad, por parentesco o afinidad con
alguno de los involucrados en el hecho, o por interés en la decisión del caso en una u otra
forma. Dentro de ellas puede ser el hecho que el declarante se le haya aplicado algún criterio
de oportunidad para declarar en contra del imputado, punto que puede ser explotado por la
contraparte para cuestionar su credibilidad.
De igual forma, el carácter del testigo puede ser cuestionado o la convicción y recuerdo
minucioso de detalles, e incluso las exageraciones, pueden ser empleadas para destruir su
credibilidad.
Los propósitos ofensivos del contrainterrogatorio, son: Hacer que la declaración del testigo
contribuya favorablemente al caso del examinador; sentar las bases para la admisibilidad de
hechos que se pretende acreditar con otra prueba; o apoyar con las respuestas del testigo, la
argumentación final.
Como consideraciones metodológicas, se aconseja respecto a la forma de las preguntas, la
brevedad y sencillez; el empleo de preguntas sugestivas, a fin de corroborar la veracidad de
sus afirmaciones; se aconseja que se hagan preguntas con un solo hecho, evitando las
preguntas compuestas; evitar escribir las preguntas, para lo que se aconseja el uso del
bosquejo respecto del hecho acreditado por el testigo y lo que debe desvirtuar y atacar, pero
sobre todo, escuchar las respuestas del testigo. De igual forma, solicitar el auxilio del tribunal
para que prevenga al testigo para que conteste con verdad sobre los puntos que es
interrogado, la naturalidad en el interrogatorio, y además, alterar el orden del examen directo
--orden lógico o cronológico--, lo que se conoce como ‘saltar, brincar y correr’; explorar los
detalles y además, procurar llevarlo a exagerar, para luego destruir su credibilidad.
Dentro de las técnicas aplicadas a las preguntas, hay que distinguir las preguntas de máxima
seguridad[107], las preguntas de mediana seguridad[108] y las de mínima seguridad o de
pesca[109], debiendo poner atención el interrogador a la necesidad o no de formular la
pregunta, pues puede ser contraproducente y generar mayor convicción al testimonio de la
contraparte.
En éste último tipo de interrogatorio, de las preguntas de mínima seguridad, se aconseja
como técnicas:

1. La explotación de detalles: Dado que se parte de un testigo sincero y sagaz, debe


tratar de explotar los detalles con la esperanza que la historia es inverosímil por dos
razones: O bien el testigo no puede suministrar detalles suficientes o el testigo
pretende suministrar tantos detalles que la historia llega a ser irreal, al exagerar en
ellos, y que el juzgador llegue a inferir que la versión es verosímil depende en parte
de la fuerza de los detalles[110].
2. Saltar, brincar y correr: Se refiere a movimientos de ida y vuelta que el interrogador
hace sobre los hechos aportados por el testigo, a efecto de explorarlos
internacionalmente, en forma no secuencial o cronológica para verificar su veracidad
como para confundir al testigo. Tal confusión puede provocar conflictos en el testigo
y en su declaración, aunque también las puede provocar en el juzgador, aunque el
juez puede considerar que los rápidos cambios temáticos tienen carácter
polémico[111].
3. “Si lo que Usted dice es cierto...”: Con ésta técnica, el interrogador también puede
pescar mientras esquiva un ataque frontal, examinado el relato del testigo en
concordancia con la experiencia común. Con ello, uno puede identificar una serie de
hechos que sobre la base de la experiencia cotidiana, la coherencia lógica o el sentido
común, concordarían con los hechos descritos por un testigo. Si en las repreguntas
un testigo no pueden declarar en vista de estos hechos adicionales, el juzgador puede
inferir que tal vez los hechos no sucedieron tal como los describió el testigo[112].

Existe una serie de técnicas a efecto de tratar con los testigos hostiles lo mismo que para
proteger a los testigos propios de los ataques del contrainterrogatorio de la otra parte, que
examina con detenimiento BERGMAN[113].
Una vez destruida o cuestionada la credibilidad del testimonio o del testigo, la parte que la
ofreció puede rehabilitarlo mediante un nuevo interrogatorio que se conoce como
interrogatorio redirecto.
iii) El Interrogatorio Redirecto
El inciso primero del art. 348 CPP, regula este tipo de interrogatorio al plasmar “(...) La parte
lo que sometió al primer interrogatorio, podrá interrogatorio, podrá interrogarlo nuevamente,
después del contrainterrogatorio;(...)”.
El objeto del interrogatorio redirecto es contrarestar el efecto jurídico y fáctico de la
impugnación del testigo lograda a través del contrainterrogatorio, siendo una oportunidad
que provee el sistema adversativo, de aportar prueba de apoyo para rescatar o fortalecer la
credibilidad del testigo. En el interrogatorio redirecto se busca pues, rehabilitar el dicho del
testigo y su credibilidad, buscando prueba orientada a restarle eficacia a aquellos aspectos
impugnatorios que surgieron en el examen del contrainterrogatorio. La respuesta en el
redirecto puede tomar la forma de explicación o calificación de los hechos, o aspectos
sustantivos solicitados en el contrainterrogatorio.
Se recuerda que este interrogatorio redirecto, como señala la parte final de art. 348 CPP,
debe limitarse a preguntar sobre materias nuevas procedentes del interrogatorio
inmediatamente anterior.
Como medios de rehabilitación tanto del testimonio como del testigo, tenemos:

1. Corroborar el testimonio impugnado mediante prueba independiente, tal como otro


testigo presencial que haya sido ofrecido con anterioridad;
2. Refrescar la memoria del testigo mediante una nota o escrito; así, el inciso cuarto del
citado art. 348 CPP, señala “El presidente del tribunal podrá autorizar al perito o
testigo que consulte documentos, notas escritas o publicaciones, cuando por la
naturaleza de la pregunta tal fuere necesaria, sin que por este solo hecho, tales
documentos puedan incorporarse como prueba a la vista pública.”; Obviamente, tal
consulta operará por ofrecimiento de tal documento al testigo o perito, y como se
señala, debe ser autorizada por el tribunal.
3. Refutar la prueba impugnatoria de la parte contraria, es decir, que los hechos y
circunstancias establecidos en el contrainterrogatorio pueden también ser
cuestionados, con lo que tal refutación descansa en la sana discreción judicial.
4. Ofrecer evidencia sobre el carácter veraz del testigo impugnado, cuando se haya
impugnado la veracidad del testigo, entendida tal impugnación de veracidad, por
inconsistencia del testimonio o por omisión de algún hecho o circunstancia no
interrogado.

iv) El Recontrainterrogatorio
Finalmente, el recontrainterrogatorio, también comprendido en el inciso primero del art. 348
CPP, cuando regula: “(...) la parte contraria podrá someterlo a nuevo contrainterrogatorio, a
continuación del precedente. (...)”, se limita únicamente a preguntar y examinar materias
nuevas procedentes del interrogatorio inmediatamente anterior, es decir, que queda limitado
únicamente a impugnar o refutar la prueba de rehabilitación producida en el interrogatorio
redirecto, con el objeto de destruir la veracidad o credibilidad de tal prueba de rehabilitación,
e insistir en al refutación de la credibilidad del testimonio o de la persona del testigo o perito.
c) La objeción[114]:
La objeción y su trámite están también reguladas en el art. 348 CPP, al prescribir en su inciso
quinto: “Las partes podrán interponer revocatoria de las decisiones del presidente del
tribunal que limiten sus interrogatorios u objetar las preguntas que se formulen en los
mismos”.
i) Noción Conceptual
La objeción es el “medio por el cual se plantean y resuelven disputas evidenciarias” o “el
mecanismo para discutir incidentes dentro de las Audiencias”.
La objeción y tienen por objetivo: (1) Prevenir que se admita o se considere información
inadmisible; y (2) Preservar en el récord, ya sea grabación o acta, para fines de impugnar la
decisión, que comprenda la protesta de recurrir en casación, cuando tal protesta se hace
necesaria para la admisibilidad del recurso; ello implica, que se haya solicitado el sanamiento
de tal vicio invocado en su oportunidad, y se haya dejado constancia de tal protesta.
Al interponer una objeción a la prueba, se puede concluir que la prueba en cuanto a su
ofrecimiento y oposición es función de los adversarios; y la adjudicación o resolución en
cuanto a la admisibilidad sobre ésta, le corresponde al tribunal.
ii) Características
Como características de la objeción tenemos que es un medio de defensa para impedir la
admisión de cierto elemento de prueba que sea lesivo a las garantías del imputado o que
pretenda ingresar en forma viciada. Es un motivo de controversia, y es una técnica propia
del juicio oral en el sistema adversativo.
iii) Requisitos
La objeción tiene dos requisitos fundamentales para efectos que sea admitida para su
resolución:

1. Oportuna: Es decir, que debe objetarse una pregunta tan pronto se ha formulado ésta
por el examinador y antes de la respuesta del testigo, pues en tal caso no tendría
sentido por ser extemporánea, al suministrarse la información que se pretendía no se
suministrara con la objeción. Pero puede plantearse la objeción después de la
respuesta del testigo, cuando el testigo se niegue a responder, evada la respuesta o no
responda lo que se le pregunta, en cuyo caso la contraparte puede solicitar que el
testigo se limite a suministrar la información que se le está solicitando por el
interrogador en ese momento.
2. Pertinente, es decir que la objeción se debe relacionar directamente sobre la pregunta
que se formula o sobre el elemento de prueba que se pretende introducir con la
respuesta del testigo.
3. Fundamentada, es decir que la objeción debe basarse correctamente, señalándose con
precisión el vicio o causa de la inadmisibilidad de la pregunta; sólo así se coloca
debidamente al juzgador, en posición de poder resolver o adjudicar en forma justa el
señalamiento

iv) Consideraciones tácticas


Dentro de las consideraciones técnicas aconsejables a las partes, se encuentran:

1. Planificación: Se debe prever la objeción con anticipación, tanto a partir de la


información que se espera del testigo como de la forma de interrogatorio del
examinador; no se debe esperar que surja el incidente para preparar la estrategia;
2. Asegurarse que el tribunal emita una resolución específica: En vista de que algunas
ocasiones el tribunal no adjudica en forma clara y específica una objeción, se debe
hacer una firme pero respetuoso al solicitar su resolución o aclaración;
3. Esperar la resolución del tribunal: Tanto para efecto de continuar el interrogatorio o
plantear recursos, se debe esperar la decisión del tribunal; si éste no resuelve, se debe
solicitar al tribunal que resuelva, cayendo la iniciativa en la parte que objeta;
4. Realizar ciertas objeciones fuera del alcance del jurado: En nuestro sistema
constitucional se prevé el tribunal del jurado[115] n los casos que la ley designe (tal
como lo regula el Código Procesal Penal)[116], por lo que hay casos en que por
razones de estrategia, o porque las argumentaciones son extensas o prolongadas, de
carácter técnico jurídico, por razones éticas o de carácter legal o constitucional, es
preferible plantear la objeción únicamente al juez, solicitando al tribunal se autorice
acercarse junto a la contraparte, planteando y resolviendo la objeción sin que el
jurado se entere de tales puntos, debiendo explicar el Presidente del Tribunal,
sucintamente lo ocurrido;
5. Decisión de objetar: No es aconsejable objetar en toda ocasión posible, sino que se
aconseja que se objete únicamente cuando exista una buena razón[117]para ello,
dadas circunstancias de índole práctico o procesal;
6. Propósitos extrajudiciales: No toda objeción persigue propósitos legítimos; en
ocasiones se plantearán objeciones por razones tácticas o estratégicas, con el fin de
interrumpir la línea del interrogatorio de la contraparte o instruir de algún aspecto al
jurado.

v) Clasificación
Las causas o motivos de la objeción son de dos tipos: Las que se refieren a aspectos de forma
y las que se refieren a aspectos sustantivos o de fondo[118].
1) Objeción por motivos de FORMA.
Las objeciones por vicios de forma, se refieren al modo o manera de elaborar y formular la
pregunta al testigo o perito; estas son:

1. Preguntas sugestivas en el interrogatorio directo, que como se indicó antes, son las
que incluyen la respuesta en la propia pregunta o sugieren la respuesta dentro de la
misma pregunta;
2. Preguntas argumentativas, que son las que el examinador no hace una prgunta sino
que argumenta o formula una tesis determinada;
3. Preguntas compuestas, que contienen dos o más materias a ser contestadas por el
testigo;
4. Preguntas repetitivas, que comprenden preguntas sobre hechos que ya se acreditaron;
5. Preguntas que asumen hechos no probados, que implican una especie de capciosidad,
pues parten de hechos que aún no se han probado, a fin de que el testigo, con su
respuesta, dé por sentada la existencia de ese hecho que aún no se ha acreditado;
6. Pregunta especulativa, que invitan al testigo a que presuma, imagine, especule,
suponga o emita su creencia acerca de hechos que no le constan y sobre los cuáles
no puede declarar con certeza;
7. Pregunta capciosas, que son de doble sentido, tratan de confundir al testigo o
inducirle a una respuesta que no interesa a los fines del proceso;
8. Interrogatorio no responsivo, que se refieren más bien a las respuestas que
proporciona el testigo o perito interrogado ( órgano de prueba), que no le han sido
solicitadas o cuando relata el hecho fuera del interrogatorio a que está siendo
sometido o que es permitido por la ley. E igual forma, cuando el testigo no responde,
ya sea que se niegue a responder o evada la pregunta con otra respuesta. En tal caso,
la parte puede pedir al juez que le prevenga al testigo de la obligación que tiene de
decir la verdad sobre lo que le fuere preguntado.

2) Objeción por motivos de FONDO.


Como aspectos sustantivos o de fondo de los vicios que fundamentan la objeción del testigo
son:

1. Falta de pertinencia de la pregunta con relación al objeto del debate[119];


2. Prueba de referencia, es decir, cuando el testigo suministrará una información que no
le consta sino que la supo por referencia de otro u otros;
3. Materia privilegiada, cuando se solicita que declare sobre aspectos que comprenden
un secreto profesional o estatal;
4. Falta de capacidad testifical, cuando s le pregunta al testigo que declare sobre los
hechos que no le pudieron haber constado y no es competente para ello;
5. Cuando no se han sentado las bases, esto es siempre impertinencia, pues se solicita
declare sobre los hechos que aparentemente no tienen que ver con el asunto, por no
haber sentado las bases el interrogador sobre la importancia de dichas respuestas;
6. Falta de capacidad personal, cuando se solicita al testigo que declare sobre los hechos
que no son propios de su profesión, oficio o condición, y que no está capacitado para
suministrar dicha información;
7. Perito no cualificado, cuando al perito se le solicita aporte datos técnicos o científicos
sobre una materia que no le es propia;
8. Falta de escrito original o de autenticación, cuando se pretende refrescar la memoria
del testigo mediante documentos o textos cuyo origen se desconoce o no se ha
establecido la existencia del documento original o la copia no es auténtica.

vi) Trámite de resolución de objeciones y revocatorias


El art. 348 inciso quinto CPP, como ya se planteó, señala: “Las partes podrán interponer
revocatoria de las decisiones del presidente del tribunal que limiten sus interrogatorios u
objetar las preguntas que se formulen en los mismos.” Aunque el citado artículo no hace
referencia al trámite de objeción y la revocatoria, puede darse el caso que el Presidente la
decida en forma inmediata y sin que la parte fundamente la objeción, dada la evidencia del
vicio; o que solicite que la objeción sea fundamentada resolviendo luego; o que antes de
resolver, dé audiencia de la parte contraria. Pueda ser también que dada la complejidad de
la pregunta, el vicio y su objeción, no resuelva únicamente el Presidente, sino el tribunal en
pleno o en forma colegiada, en los mismos supuestos antes indicados.
La revocatoria procede en caso de que se resuelva la objeción --sea por el Presidente, sea
por el tribunal colegiado-- sin sustanciación (art. 415 CPP), es decir, sin oír a la parte
contraria, es decir, aquella que formula la pregunta objetada; por lo que puede recurrir en
revocatoria, y una vez oídas ambas partes, el tribunal la decide en pleno o colegiada[120].
d) Alegatos de cierre y réplica[121].
El alegatos de cierre tienen por objeto convencer al juez que las proposiciones fácticas
planteadas son exactas y justas conforme a la evidencia presentada[122]; y son la guía para
toda la investigación y preparación del juicio.
Como técnicas se exige del orador, capacidad persuasiva, siendo importante ‘lo que se dice’
pero también ‘cómo se dice’: Es decir, importa tanto convencer como persuadir. Es
aconsejable el contacto visual con el juez o jurado, variar el tono de la voz, el uso de las
palabras comunes y oraciones sencillas, el uso de temas y preguntas retóricas y de analogías
y anécdotas, evitar el histrionismo, explicar brevemente los términos complejos, exige
mucha confianza en sí mismo, por lo que debe utilizarse los aspectos más convincentes de
la estrategia fijada.
Para ello se aconseja el repaso uno a uno de las evidencias, con una estructura lógica,
agruparlas por el tema o contenido probado, y el análisis de los preceptos legales pertinentes.
Pero sobre todo, formular la petición de la decisión del juez o jurado, en una forma clara y
directa.
La réplica, por el contrario, es la refutación hecha a la argumentación oral, hecha por el
adversario, destacando las debilidades del caso y sacando inferencias favorables de las
pruebas, respondiendo a los argumentos y fortalezas de la parte acusadora.
e) La “última palabra”: víctima o imputado
Finalmente, el inciso último del art. 353 CPP, señala: “Por último, si está presente la víctima
y desea declarar, se le concederá la palabra. Finalmente, el Presidente del tribunal preguntará
al imputado si tiene algo más que manifestar. Inmediatamente después declarará cerrado el
debate.” Ello es lo que se conoce doctrinariamente como ‘derecho a la última palabra'.
En ella, tanto la víctima como el imputado tienen el derecho a la última intervención, siendo
el imputado a quien le corresponde intervenir por último.
4.3. Otras consideraciones técnicas: Las reglas del comportamiento forense
Otro aspecto importante, es el relativo a las reglas de comportamiento forense, dentro de las
que destacan, la reverencia al juez, el control del lenguaje no verbalizado (demeanor) y la
conversación triangular por las partes, de dirigir el debate hacia el juez; y sobre ello, habrá
que ver si ellas son simplemente un rito o si tienen una importancia práctica en el juicio oral.
a) Reverencia al Juez
No sólo porque el Juez está investido de jurisdicción y todas las potestades que de ella
dimanan, porque constituye un sujeto supra partes, pues al final es quien decide sobre la
pretensiones en disputa, y porque le corresponde la dirección de la audiencia, las partes
deben mostrar cierta reverencia y respeto hacia el Juez, pues además, legítima su función
frente al los ojos de los justiciables y el público.
Ello no se traduce en que el juez pueda irrespetar a las partes, representantes y demás
intervinientes: Por el contrario, debe haber un respeto mutuo y recíproco, dada la
solemnidad, formalidad e importancia que el acto del juicio representa para los justiciables.
b) El lenguaje no verbalizado (demeanor) y su control
GOLDBERG compara al juicio con una pieza teatral[123], en el que el abogado litigante es
el Director de “su” libreto; y de igual forma, su contraparte también es Director del “su”
libreto. Siendo los testigos, peritos, imputado y víctima, en incluso ellos mismos y el juez,
los “actores”. Tal libreto o pieza teatral es presentada a un auditorio que está compuesto no
sólo por el público, sino en especial por el Jurado, el Tribunal colegiado o el Juez
unipersonal, quienes son los que valorarán la credibilidad de su obra[124]. Pero estos
“Directores” del Libreto, no son “libres” en la presentación de su obra, sino que están sujetos
a las regulaciones, prohibiciones y restricciones del “dueño del teatro”, quien es un última
instancia quien decide qué se puede presentar en su teatro y qué no; siendo quien
desempeña ese rol el Juez, quien decide qué pruebas, elementos de prueba al proceso, son
permisibles; y decide qué y cómo no pueden introducirse tales elementos de prueba al
proceso, mediante las objeciones o disputas evidenciarias.
Al compararlo con un “teatro”, se exige de los intervinientes, que “actúen” de acuerdo al
rol que tengan, a efecto de lograr la credibilidad en su actuación.
Así, no basta que el testigo diga la “verdad”, sino que debe “parecer” que está diciendo
la verdad; requiriendo para ello una preparación previa para el testigo, no sólo en cuanto a
los hechos que depondrá, sino someterlo y prevenirle también del posible interrogatorio al
que será sometido por la contraparte.
De igual forma, el litigante debe “parecer” que cree en su caso: Debe ser el primer
convencido de su pieza teatral, pues si él no está convencido o no parece que lo está,
difícilmente podrá transmitir tal convencimiento a su auditorio.
Por su parte, el Juez no sólo debe “ser” imparcial. Sino además “parecerlo”. Y ello lo logrará
únicamente con su comportamiento, público y privado, con las partes, imputado, víctima,
testigos y peritos: Por ello, si toma un rol protagónico interrogando, difícilmente mantendrá
una ‘imagen’ de imparcialidad, debiendo tener absoluto control sobre sus emociones, pues
como ser humano, es normal que las pasiones florezcan, por lo que debe disimularlas pues
comprometería su imparcialidad. De ahí que se diga que “una imagen habla más que mil
palabras”. O que se afirme que la mujer del César, no sólo debe reunir los requisitos para ser
la mujer del César, sino además, parecerlo y comportarse como tal.
Esa “apariencia” que tienen las partes, es lo que se conoce en el proceso anglosajón como
“demeanor”: Un elemento importante también, dentro de las técnicas de oralidad, a efecto
de la transparencia y credibilidad del juicio; sobre todos para los justificables -
imputado y víctima- y frente al público que asiste a la Vista, siendo el control popular, otra
forma de control sobre la Administración de Justicia.
Por ello el Juez debe ejercer un control a las partes, para evitar que a través del lenguaje no
verbalizado (miradas, gestos, ademanes) las partes y representantes se comuniquen entre sí,
y aún más, se impida cualquier tipo de amenaza o coacción a testigos, peritos o jurados; pero
sobre todo, el juez debe ejercer un auto control, para dar además, apariencia de
imparcialidad, como ha sido expuesto antes.
c) La comunicación triangular.
Finalmente, en esa comunicación durante el desarrollo del juicio, el juez debe ejercer el
control porque las partes efectúen una comunicación triangular, es decir que la producción
de prueba, las disputas evidenciarias y los alegatos, y toda petición, se dirija directamente al
juez, sin que se permita la comunicación entre las partes en los puntos relativos al litigio,
salvo autorización expresa del juez.
Ello, no sólo por cuestión de orden y de dirección de la audiencia, sino porque las partes en
litigio no están ventilando la solución del conflicto, ni a través de la autotutela ni la
autocomposición, sino que su litigio está sometido a la jurisdicción; y por lo tanto, las
comunicaciones deben estar dirigidas hacia el juez, y no a las partes entre sí.

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