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Análisis razonado de la

Didáctica de la Narración.

Asignatura: Literatura infantil y educación literaria en Primaria.

Curso: 2018-2019.

Estudiante: Diego García González.

Grupo: 4ºA de Magisterio de Educación Primaria.

Cuento literario analizado: El momento perfecto.

Autores del cuento: Susanna Isern y Marco Somà.


1. Introducción.

El siguiente trabajo consiste en un análisis de los elementos narrativos del cuento El


momento perfecto creado por la escritora Susanna Isern y el ilustrador Marco Somà. La
editorial que ha publicado la obra es Ediciones la fragatina, siendo su primera edición en
2015.

Se trata de un cuento infantil que narra la siguiente historia:

Una ardilla muy bondadosa recibe una carta importante. Tras su lectura, sale a todo
correr de su casa-árbol con la mochila abierta y comienza una ruta cuyo destino no se
desvela hasta la última página.

En el camino se encuentra con muchos amigos que necesitan su ayuda como Ciervo,
Tortuga, Oso y Erizo. Aunque Ardilla tiene prisa por llegar a tiempo a su destino, no
duda en echar una mano a sus compañeros del bosque, retrasando su llegada.

Cuando se encuentra a unos pasos de llegar al lugar que ha propiciado su ruta, recuerda
que ha olvidado llevar un regalo que había pensado traer, lo que la entristece
enormemente. Sin embargo, todos los animales a los que ha asistido durante el camino
la han obsequiado secretamente con diferentes ofrendas en recompensa por su ayuda,
incluyéndolos en la mochila de Ardilla. De esta manera, Ardilla tiene varios regalos.

Finalmente, se desvela su destino: va a visitar la madriguera de su amiga Liebre que


acaba de dar a luz a sus crías. Al entrar a casa de Liebre, esta se acaba de despertar de
la siesta con sus pequeños alrededor. Ardilla ha llegado a tiempo a casa de Liebre, ha
podido ofrecerle algún regalo y se siente muy agradecida con los animales del bosque.

El cuento está dirigido a los primeros lectores, es decir, a niños de 4 a 6 años. Es por esta
razón que las ilustraciones tienen un peso importante. Sin embargo, no se considera un
álbum ilustrado porque los elementos gráficos se presentan supeditados al relato, es decir,
no existe la interdependencia característica de ambos aspectos que se manifiesta en este
tipo de obra literaria.

El análisis de este cuento breve se acompaña de un anexo que incluye imágenes de las
páginas del mismo numeradas, las cuales serán mencionadas a lo largo del texto.

2. Narrador.

El narrador de la historia es externo o heterodiegético, lo que quiere decir que no participa


en la historia. Narra los hechos, introduce los diálogos de los personajes y conoce todos
los detalles de estos, incluso sus emociones y pensamientos, lo que se conoce como
narrador omnisciente. Sin embargo, el hecho de que sea omnisciente no indica que deba
ofrecer toda la información linealmente, sino que presenta al lector solo aquella
información que le interesa. Este tipo de narrador es el más frecuente de los relatos
dirigidos hacia los primeros lectores y permite “avanzar pistas de aquello que ocurrirá
para interesar al lector, esconder hechos que sólo al final dará a conocer y jugar con la
materia narrativa que conoce para establecer el ritmo adecuado” (Lluch, 2003, pág. 63).
Por esta razón, se observa que el narrador adopta un punto de vista de relato no
focalizado (Lluch, 2003, pág. 64).

A través de su relato, el narrador facilita que el lector empatice con la ardilla desde un
primer momento, mostrándola como un personaje divertido y bueno. Igualmente, controla
el ritmo narrativo mediante cuatro movimientos narrativos principales: la pausa, la
escena, el sumario o resumen y la elipsis (Lluch, 2003, pág. 66). Estos elementos son
analizados en detalle en el apartado 4: Tiempo de la historia y tiempo del discurso.

Por último, el lenguaje es sencillo, con oraciones simples en su mayoría. Abundan las
oraciones enunciativas, aunque en los diálogos también tienen importancia las oraciones
exclamativas y las interrogativas.

2. Personajes.

En el análisis de personajes, tomaremos como referencia a dos autoras. Por un lado,


tendremos en cuenta el procedimiento de Teresa Colomer, quien indica tres elementos
para valorar los personajes de los relatos infantiles: su entidad, su papel en la historia y
su mediación en los aprendizajes sociales (Colomer, Teresa. Siete llaves para valorar las
historias infantiles, pág. 120). Por otro lado, tendremos en consideración las aportaciones
de Gema Lluch en el libro Análisis de narrativas infantiles y juveniles (páginas 67-71).

En cuanto a la entidad de los personajes, todos ellos son animales personificados, un


recurso habitual en la narrativa infantil inicial. Los animales realizan acciones con las
cuales se les identifica: el oso recoge miel, la tortuga teje lentamente, el ciervo adorna su
cornamenta, el jilguero vuela y envía cartas, etc. Además, el nombre de los personajes se
corresponde con el animal que son: la ardilla es Ardilla, el oso es Oso, etc. Por último, la
descripción física de los personajes es muy escueta ya que no es especialmente importante
en el cuento. Tan solo las ilustraciones muestran su aspecto físico y su vestimenta. Sin
embargo, los comentarios del narrador permiten conocer más atributos psicológicos de
los personajes, a través de los diálogos con otros personajes.

Con respecto al papel que juegan en la historia, en primer lugar, destaca Ardilla, la
protagonista del cuento, es decir, el personaje en torno a quién gira la acción. La
característica que la define a la perfección es la bondad, lo que facilita la identificación
de los niños con esta. En contraposición al protagonista aparece el antagonista. Sin
embargo, este cuento carece de antagonistas como tal, algo que no suele ser común. El
conflicto que se narra en la historia surge por las pérdidas de tiempo constantes de Ardilla
al tener que ayudar a los otros animales y por el despiste de esta al olvidar el regalo para
su amiga, pero no hay ningún personaje que se oponga a las intenciones de la protagonista.
Más allá de la ardilla, el resto de animales son personajes secundarios. Algunos de ellos
tienen más importancia porque dialogan con la protagonista (Ciervo, Tortuga, Oso, Erizo
y Liebre), mientras que el resto solamente se mencionan y no se les da un nombre (el
lobo, la marmota, el zorro, el hurón, etc.). Es destacable uno de los personajes por la
forma en la que se introduce en el cuento: la lechuza. Se trata del personaje que avisa a
Ardilla del nacimiento de las crías de mamá Liebre a través de la carta. Desde el inicio
del cuento la carta tiene un peso importante y se menciona ya en la primera página. Sin
embargo, el contenido de la misma no aparece en el relato en sí, sino en la contraportada,
con firma de la vecina lechuza. También destaca el jilguero cartero que aparece en la
portada y en la primera página con una carta en el pico.

Con respecto a mamá Liebre y a sus crías estas son el deseo que propicia la historia, es
decir el objeto que mueve la acción.

Igualmente, es interesante el análisis de los animales del bosque (los animales que cruza
Ardilla en su camino) desde los dos ejes fundamentales del cuento: la ruta y los regalos
para mamá Liebre. Si nos centramos en la ruta, los animales que cruza en su camino
obligan a Ardilla a perder tiempo, lo que se asemeja en cierta manera a la figura
antagonista. En cambio, si nos centramos en los regalos, estos mismos personajes son los
ayudantes de la protagonista, ya que le dan los regalos que finalmente Ardilla utiliza para
obsequiar a Liebre. Es decir, cumplen funciones opuestas según la perspectiva tomada.

No sorprende el hecho de que todos los personajes sean planos, es decir, que sus atributos
se muestren estables a lo largo de la historia. Esta es una realidad habitual en los cuentos
breves como El momento perfecto. Se trata de un cuento dirigido a niños de corta edad,
lo que invita a utilizar este tipo de personajes para facilitar la comprensión de la historia
e incluso la identificación con los mismos.

Finalmente, la mediación en los aprendizajes sociales se realiza principalmente a través


de la protagonista, destacando su característica básica: la bondad. El relato presenta cómo
Ardilla ayuda a los animales del bosque sin dudarlo aun teniendo mucha prisa. Además,
se muestra la preocupación de esta por ser detallista con su amiga mamá Liebre, haciendo
hincapié en el concepto de amistad. De manera complementaria, los lectores de El
momento perfecto observan otro valor social a través de los animales con los cuales se
cruza la protagonista: el agradecimiento. Oso, Ciervo y compañía recompensan el
esfuerzo y la ayuda de su amiga ofreciéndola obsequios. Por último, los niños que leen la
historia pueden sentir la tristeza que experimenta Ardilla al darse cuenta de que no tiene
regalos para su amiga mamá Liebre.

En definitiva, los personajes de la historia se presentan de manera clara y sus funciones


son fáciles de interpretar por parte del lector.
3. Tiempo de la historia y tiempo del discurso.

Otro aspecto importante a la hora de analizar un cuento infantil es el tiempo de la historia


y el tiempo del discurso, cuya simbiosis marca el ritmo narrativo.

Por un lado, el tiempo de la historia es de un día. Comienza con el amanecer. De hecho,


la primera frase del cuento es “El sol se despereza detrás de las montañas”. En este
momento el jilguero cartero hace su parada en la casa del árbol de Ardilla, y esta recibe
la intrigante carta nada más despertarse. Finaliza antes del anochecer, cuando Ardilla
llega al hogar de mamá Liebre y sus crías. Los cuentos dirigidos hacia primeros lectores
suelen presentar un tiempo de la historia corto como el que se muestra en este caso.

Con respecto al tiempo del discurso, como ya adelantamos, se deben analizar


principalmente cuatro movimientos narrativos: la pausa, la escena, el sumario o resumen
y la elipsis (Lluch, 2003, pág. 66).

La elipsis es el recurso más evidente e importante de El momento perfecto y “permite


progresar el tiempo silenciando un período de tiempo que se sobreentiende” (Lluch,
2003, pág. 66). Se presenta durante toda la ruta de la protagonista, dándose un salto
temporal con cada animal que cruza en su camino. Las elipsis no se explicitan con un
marcador temporal, pero se entienden a través de la ruta de Ardilla.

En lo que concierne a las escenas, también son relevantes en la historia e igualmente se


dan cada vez que Ardilla encuentra un animal en su camino y en la llegada a la
madriguera. Se exponen a través de su forma más común: el diálogo (4,5,6,7,12).

Los resúmenes que contiene El momento perfecto son varios. Permiten acelerar el ritmo
narrativo a través de la condensación de hechos, lo que supone un recurso de economía
narrativa evidente. Es el movimiento narrativo más corriente utilizado en la transición de
dos escenas (Lluch, 2003, pág. 66). Se da en las primeras dos escenas (1,2) algo que no
es muy habitual, ya que la descripción suele presentarse en este lugar. También se
evidencia en la escena 8, en la cual se narra lo siguiente: “Va pasando el día y, a pesar
de las prisas, Ardilla ayuda a los animales del bosque que la necesitan: al lobo, a la
marmota, al zorro, al hurón, a las ranas, a los peces del río…” De esta manera, se dejan
de detallar las interacciones de Ardilla con los animales del bosque, acelerando la
narración y mostrando que ocurren situaciones similares a las que ocurren con Ciervo,
Oso, Tortuga y Erizo. Por último, también aparece en la escena 11, donde Ardilla
descubre los regalos realizados por los animales del bosque,

Finalmente, las pausas son poco frecuentes. Tan solo se presentan claramente en una
ocasión, cuando Ardilla sale de su casa a todo correr (3): “Está tan nerviosa que sale de
casa vestida un poco rara, con los zapatos puestos del revés y con la mochila abierta
colgando de la espalda”.
En estrecha relación con el tiempo de la historio y el tiempo del discurso, el texto muestra
una estructura narrativa clásica: introducción, nudo y desenlace.

La introducción se muestra en las páginas 1 y 2. La entrada en la historia presenta al lector


a la protagonista de la misma y al espacio donde se desarrollan los hechos, es decir, usa
situación estable. La descripción es el elemento más importante de esta fase, que finaliza
con la lectura de la carta por parte de Ardilla.

El nudo de la historia se desarrolla desde la página 3 hasta la 11. En el momento en el


cual la protagonista lee la carta comienza esta fase, que finaliza cuando descubre todos
los regalos que los animales del bosque han guardado en su mochila sin que ella se
percatase y se dispone a entrar en casa de liebre. El conflicto se inicia, se desarrolla y se
resuelve a lo largo de este periodo del cuento.

En esta fase, destaca la utilización de continuos verbos en presente, muchos de ellos de


acción: lee, abre, da un bote, corre, sale de casa, avanza, emprende su camino, sigue
hacia su destino, parte, sale pitando, etc.

También es importante la interacción con el resto de personajes a través de diálogos, cuya


estructura se repite: personaje pide ayuda→Ardilla acepta ayudar → Ardilla se va.

Los recursos estilísticos principales empleados en esta fase son: la comparación (abre los
ojos como castañas), la hipérbole (¡Por todas las avellanas del bosque!) y la repetición
del título del cuento por parte de los animales del bosque (es el momento perfecto).

Finalmente, se llega al desenlace de la historia en la página 12, en la cual Ardilla llega a


la madriguera de las liebres solucionándose los conflictos planteados en el nudo del texto.

4. ¿Qué ocurriría si variásemos algún elemento? Por ejemplo: que


desapareciera un personaje, cambiásemos el tipo de narrador,
modificásemos la estructura de la historia.
Todos los elementos que componen un cuento breve son esenciales para crear el producto
narrativo final. De esta manera, cualquier variación en alguno de los elementos narrativos
suele dar lugar a un cambio importante en el conjunto del cuento. Vamos a variar tres
elementos y a describir las modificaciones en la estructura de la historia que resultan:

Desaparición de un personaje.
Los personajes que son imprescindibles en la obra son Ardilla, Liebre y Lechuza. De esta
manera, la desaparición de cualquiera de estos personajes daría lugar a una situación
estable, en la cual no ocurren hechos interesantes, es decir, la historia perdería todo el
sentido. En primer lugar, Ardilla es la protagonista y por lo tanto es esencial. Liebre y sus
crías son el elemento que da lugar a que la protagonista se disponga a iniciar su ruta.
Finalmente, si Lechuza no envía la carta a Ardilla con la noticia del nacimiento de las
crías, la roedora no vería su rutina afectada en lo más mínimo. Quizás otro animal le
hubiese avisado.

Los animales del bosque representan el contratiempo que impide a Ardilla llegar a su
destino a una hora razonable. Sin ellos, la ruta de Ardilla pierde su naturaleza desafiante
y Ardilla llegaría a la madriguera rápidamente, lo que sería extremadamente aburrido. En
su caso, deberían existir otros contratiempos o incluso antagonistas. Se me ocurren
algunas posibilidades:

• El jilguero cartero se confunde de casa y entrega el sobre al vecino de Ardilla,


quien no se despierta hasta el mediodía.
• Ardilla debe emprender un camino más largo porque el puente que había
construido Castor sobre el río se ha derrumbado.
• La protagonista tiene miedo de las tormentas y no sale de casa hasta que para de
tronar.

De narrador omnisciente a narrador protagonista.


La elección del tipo de narrador en una obra narrativa es primordial y un cambio del
mismo puede diferenciar entre una gran narración y una narración pobre y poco
interesante. En El momento perfecto el narrador es omnisciente y oculta un dato
trascendental en el texto: el destino de la ruta de Ardilla. En el caso de que el cuento
mostrase un narrador protagonista, conoceríamos ese dato nada más comenzar la
narración, eliminando la intriga que presenta el cuento en su origen, lo que sin duda
generaría en el lector menor interés en su lectura.

Cambio en la estructura de la historia.


En estrecha relación con el apartado precedente, una modificación importante de la
estructura de la narración sería que el contenido de la carta se revelase en el momento en
el cual Ardilla la lee. Como ya he comentado, este es el principal recurso del autor para
mantener la intriga de los lectores hasta la última página.

Como vemos, todos los elementos que componen la estructura narrativa tienen un papel
principal en el conjunto de la misma.

5. Posibilidades didácticas en el aula.


Partiendo del hecho de que el cuento está dirigido a un público de primeros lectores, voy
a proponer principalmente posibilidades didácticas destinadas a alumnos de 1º de
Primaria que considero que pueden estimular y potenciar el disfrute por la lectura y
también desarrollar competencias lingüísticas y culturales de valor. Se tienen en cuenta
tanto aspectos relativos a la comprensión del cuento como a la producción oral y escrita.

1. ¿Qué pone en la carta? La protagonista de la historia recibe una carta cuyo contenido
no se revela hasta el final del cuento. Sería interesante leer el cuento hasta el momento en
el que Ardilla emprende su camino motivada por lo que ha leído y pedir a los niños que
escriban individualmente aquello que creen que puede incluir la carta. Se puede pedir que
resuman su contenido, o bien que escriban la carta respetando los elementos de la carta
(lugar, nombre y firma, saludo, sello dibujado, etc.).

2. Representación del cuento. Una actividad muy enriquecedora es la representación del


cuento, que puede realizarse de diversas formas: teatro, marionetas, sombras, etc. La
comunicación oral, la entonación y los elementos gestuales son algunos de las habilidades
que se pueden trabajar con esta actividad. Se puede incluso tratar de recrear los sonidos
que aparecen en la historia.

3. Lectura silenciosa. No por ser la actividad más simple, le lectura silenciosa es menos
atractiva. Esta lectura se puede acompañar de una pequeña tarea que exija identificar los
personajes, que pida ordenar algunas páginas del cuento. Pero su lectura silenciosa, de
por sí es una actividad muy beneficiosa para los primeros lectores.

4. Alumnos cuentacuentos. Los primeros lectores, en general, adoran escuchar cuentos,


por ello otra actividad que puede realizarse es un cuentacuentos internivelar, en el cual
los alumnos de algún curso superior (5º o 6º) cuenten a los niños de 1º el cuento. Tanto
los pequeños como los mayores disfrutarían y aprenderían con esta actividad.

5. Dibuja una escena del cuento. El maestro puede leer el cuento sin mostrar las
ilustraciones y pedir a los niños que dibujen algún momento concreto de la historia.

6. Convertir el cuento en un poema. Mezclando dos géneros literarios, esta actividad


quizás sea más adecuada en cursos superiores. A partir de la lectura del cuento y con la
ayuda del maestro realizan un poema que cuente la historia de Ardilla. Podría empezar
por una lista de palabras importantes del cuento y una búsqueda de palabras que rimen
con estas. Se puede facilitar la tarea utilizando diminutivos. Ejemplo:

Ardilla → maravilla, mesilla, pesadilla, portilla → Una mañana se despierta Ardilla, /


encuentra una carta en la mesilla, / lo que ha leído es una maravilla, /y sale pitando por
la portilla.

7. Completar la historia. Un clásico que permite estimular la creatividad de los niños es


la invención de finales alternativos para el cuento. También puede plantearse de una
manera menos frecuente, desvelando el principio y el final de la historia, pero exigiendo
crear un nudo argumental o creando una historia paralela de otro personaje del cuento.

8. ¿Qué cuentan las imágenes? A partir del visionado de las imágenes del cuento, los
alumnos pueden crear el texto que cuenta la historia.

9. ¿Qué quieren de Ardilla el resto de animales del bosque? Los alumnos pueden crear
los diálogos con los animales del bosque cuya interacción con Ardilla no se explicita en
el cuento (8).
6. Conclusiones.
Después de haber analizado la narración de El momento perfecto, podemos afirmar que
es un cuento que presenta características muy reconocibles en las obras dedicadas a un
público de primeros lectores: narrador omnisciente, personajes planos, tiempo de la
historia lineal, final feliz y cerrado, animales personificados, acción constante, narración
repetitiva, etc. Incluye algunos elementos menos identificables en este tipo de narraciones
como la carta de la lechuza que se recoge en la contraportada.

En definitiva, el disfrute, la creatividad, el aprendizaje y la fantasía son palabras que se


llevan de maravilla con el cuento, y por ello este recurso es tan beneficioso para los
niños.
Anexo del cuento.

Cubierta

Portada
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Contraportada

Contracubierta
Bibliografía.
Colomer, T. (2002). Ser otro sin dejar de ser uno mismo en Siete llaves para valorar las
historias infantiles. Madrid. Fundación Germán Sánchez Ruipérez, pp.119-140.

Lluch, G. (2003). Análisis de narrativas infantiles y juveniles. Cuenca. Ediciones de la


Universidad de Castilla-la Mancha, pp 67-71.

Material de la asignatura Literatura infantil y educación literaria en Primaria del curso


2018/2019.

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