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quien posiblemente el abuelo pasa más tiempo desde hace varios años.

Sin embargo,
aparece tachado porque el abuelo, inevitablemente invadido por sus sentimientos
antropocéntricos, no valora el amor que recibe de un animal del mismo modo que el de
los humanos, quienes además comparten parte de su ADN.

Personaje Género Aspecto físico Características humanas


y edad
El abuelo: Varón, Arrugado por el paso de los Aunque cuenta con la ayuda de
Heinrich 80 años años, con una hermosa una trabajadora del hogar, es
Müller cabellera canosa, unas independiente, y cumple con eso
orejas y una nariz que hoy entendemos cuando
prominentes y un frondoso escuchamos Mens sana in
y serio bigote. Podríamos corpore sano. Es un hombre
comprender su personaje tranquilo, bromista, responsable,
como el clásico abuelo inteligente y por encima de todo,
alemán. muy familiar. Desde que murió
su mujer un lustro atrás, la
tristeza le invade muy a menudo
y la soledad ralentiza sus días.
El hijo Varón, Alto, castaño, de Su vida es su profesión y su
mayor: 50 años complexión media y no profesión es su vida. Trata de
Ralph especialmente agraciado. convencerse de que salvar vidas
Müller Se afeita cada mañana. en el hospital como doctor le
Últimamente ha apasiona. Como dice la canción
comenzado a teñir su pelo, es feo, fuerte y formal, aunque en
ya que las canas están el fondo (muy en el fondo) es un
proliferando sin cesar. sentimental. Ha tenido varias
parejas, pero la relación no ha
cuajado con ninguna.
El hijo Varón, Si Adolf Hitler levantara la Como su hermano mayor, su
mediano: 44 años cabeza quizá pensaría en trabajo le devora por dentro
Jan Müller Jan como el prototipo de como un parásito. No busca
hombre perfecto que tenía convencerse de que le gusta su
al defender su repugnante trabajo porque sabe de sobra que
idea de la raza aria. Alto, lo odia con todas sus ganas. Solo
atlético y hermoso. Viste, logra dar sentido al estrés que le
camina, se peina y hasta genera su oficio cuando llega a
llora de manera elegante. casa y se reúne con su mujer y su
hijo. Aunque preferiría vivir en
Alemania, el aumento de sueldo
que suponía salir de su patria fue
un cebo demasiado suculento.
La hija Mujer, Sylke es alta, delgada y Fue siempre el ojito derecho de
pequeña: 42 años castaña. Ha heredado el su papá Heinrich. Quizá no tan
Sylke precioso iris azulado de su sobresaliente en los estudios
Weber padre. Aunque ya ha como sus hermanos mayores,
pasado los temibles 40 y ha pero era de matrícula de honor
dado vida a tres para hacerse querer por sus

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“polluelos”, sigue siendo familiares y amigos. Desde que
una mujer muy atractiva. abandonó el hogar para estudiar,
no ha vuelto a vivir al pueblo. Sin
embargo, no ha querido alejarse
tanto como sus hermanos y, muy
de vez en cuando, visita a su
padre recorriendo los 350
kilómetros que les separan a
diario.
La nuera: Mujer, Es rubia y alta. Es más sosa que un pan sin sal.
Anja 43 años Pocas veces ha coincidido con su
Müller familia política y, por tanto, su
relación con ellos es poco más
que simbólica y legal.
El yerno: Varón, Es moreno, alto y guapo. Cuando conoció a sus suegros
Thomas 44 años ¿Cómo no iba a serlo si ha estaba muy nervioso. No podía
Weber conseguido conquistar a permitirse no caer bien al señor
Sylke? Su barba no está ni Heinrich. Su facilidad de palabra
especialmente arreglada ni y su cercanía convencieron a los
descuidada, fiel a la padres de Sylke.
intención de su poseedor de
mantener una imagen
moderna y casual.
El nieto Varón Jonas es un niño en periodo Le gusta leer, aunque le motivan
alejado: 12 años de pre-pubertad. Moreno, más los videojuegos. Casi no
Jonas delgado y alto para su edad. conoce a su abuelo. Los miles de
Müller kilómetros que los separan
suponen una barrera que supera
los lazos emocionales que suelen
ir acompañados de la
consanguinidad.
La nieta Mujer, Sylvia es alta, delgada y la Es la nieta y la hija mayor.
mayor: 13 años más rubia de la familia. Cuando era más pequeña visitaba
Sylvia un fin de semana al mes a los
Müller abuelos con sus padres y su
hermano. Su abuela materna la
tenía un especial aprecio por lo
cariñosa y atenta que era con ella
y con sus hermanos pequeños. Es
muy aplicada, tiene pocos, pero
buenos amigos y suele estar
alegre.
El nieto Varón, Es castaño y de estatura Aunque ha visitado a sus abuelos
mediano: 11 años media y complexión media. casi tanto como su hermana
Lucas mayor, Lucas nunca ha llegado a
Müller conectar de tal manera con ellos.
Aunque quiere mucho a sus
parientes, es la típica persona que
tiene dificultades para
expresarlo. Siempre ha tenido un

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poco de envidia de su hermana
por ser la perfecta a ojos de casi
todos. Es un buen niño.
La nieta Mujer, Lena es la pequeña de la Aunque conoció a su abuela
pequeña: 7 años familia. Su piel es más materna ella no se acuerda.
Lena morena y su pelo es rizado. Aunque ella y su familia ya no
Müller Como el resto de su familia visita tan a menudo al abuelo
está muy sana. como antes, cuando va se lo pasa
muy bien con él. Tienen una
relación intergeneracional muy
especial.

En el anuncio aparecen también una sirvienta y un vecino (y su familia recién llegada al


pueblo por Navidad) de nuestro protagonista de edad similar y su familia. En ambos
casos, aparecen en escenas muy breves.

Objetos. Sonidos. Reclamos:

Destaco 9 objetos o conjuntos de objetos y dos sonidos que tienen un significado


importante en el anuncio. Están organizados por orden de aparición:

- Fotos del abuelo con su familia. Junto al teléfono y encima del armario del
comedor, el abuelo cuenta con varias fotos de su familia. Una es con sus hijos,
mostrándonos que es una persona familiar. Otras son tarjetas navideñas, que nos
invitan a pensar que no es la primera vez que ese trozo de cartulina es lo más
parecido a su familia que recibe por Navidad.
- Gran mesa de comedor. Es una mesa señorial, de madera de calidad. Sin embargo,
se ve vacía. Nuestro protagonista, Heinrich Müller, preferiría tener que encoger
un poco los codos y que esa mesa estuviera repleta de seres queridos.
- Árbol de navidad. Nos señala que, en el hogar de Heinrich, la Navidad tiene
mucha importancia.
- Ropa que lleva el abuelo. El abuelo viste con chalecos, trajes, camisas, pajaritas y
otros complementos poco habituales para alguien que come solo en su casa. Sin
embargo, a Heinrich le sobra tiempo, le gusta estar preparado por si sucede un
milagro en forma de visita y es coqueto.
- Claxon sonando en ciudad asiática. Jan, el hijo mediano de Heinrich está muy
estresado. Esa cultura del claxon tan asentada en algunos lugares del mundo

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resume en un breve conjunto de sonidos agudos, la vida acelerada que lleva Jan y
el piloto automático con el que sobrevive o malvive.
- Alarma de coche. Al igual que el claxon, la alarma nos muestra que Sylke, la hija
pequeña de nuestro protagonista tiene muchas cosas que hacer.
- Móviles y carta. Los hijos de Heinrich se enteran de maneras diferentes de la
supuesta muerte de su padre. Sus hijos varones se enteran a través de un mensaje
y una llamada telefónicos, algo que parece lógico dada la importancia de la noticia
y la instantaneidad que ofrece la “cajita tonta”. Su hija, en cambio, recibe una
carta donde, además aparece una cruz mostrando la religiosidad de la familia (o
al menos del abuelo). Es posible que utilizar la carta fuese un recurso para hacer
un guiño a lo tradicional, mostrando la cruz y quizá informándonos de que su hija
pequeña es uno de esos bichos raros (o quizá bichos revolucionarios) que no tiene
teléfono móvil.
- Coche de alta gama y apartamento de lujo en un rascacielos. El hijo mediano
maneja. Nos lo dejan claro en pocas escenas. Seguro que come omelettes en lugar
de tortillas francesas.
- Foto del abuelo en la cartera. Aunque haya volado lejos del nido y aunque se lo
haga saber en contadas ocasiones, Jan quiere mucho a su padre.
- Nieve en el cementerio. El frío interior que sentimos por la muerte de un ser
querido casa a la perfección con la estampa navideña donde la nieve helada cae
lentamente.
- Mesa muy bien decorada. Cuando el abuelo reúne a toda su familia vemos una
mesa decorada con todo detalle. Además de la cubertería de calidad, la comida
que vemos en la mesa nos permite afirmar que se trata de un banquete total. El
pato asado preside el centro de la misma con suculentas preparaciones y aperitivos
que lo complementan

Estructura narrativa (¿Qué cuenta? ¿A quién? ¿Dónde? ¿Cuándo?:

El anuncio cuenta la historia de un alemán de avanzada edad, seguramente viudo, que,


viendo que de nuevo sus familiares no van a visitarle por Navidad, decide simular su
muerte para que sus hijos y nietos vuelvan al pueblo y así poder disfrutar de una cena
familiar con ellos. Finalmente lo consigue.

La estructura del anuncio en introducción, nudo y desenlace es muy clara. En el Anexo 1,


he incluido fotogramas de todos los planos del anuncio y se encuentran agrupados en
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función de su pertenencia a la introducción (1-14), al nudo (15-36) o al desenlace (37-61)
de la historia contada.

En primer lugar, el anuncio comienza con la primera escena en la que el abuelo de la


familia Müller se dispone a entrar en casa con su perro. Vuelve a su hogar con una bolsa
de la compra después de haber visitado su supermercado favorito: Edeka. Abre la puerta
y, tras dejar la compra en la cocina, escucha el mensaje que le ha dejado su hija pequeña
en el contestador. En él, se escucha tanto a Sylke como a su nieta pequeña Lena. Aunque
siempre es una alegría para Heinrich que su familia le llame, esta vez la razón del mensaje
le decepciona terriblemente, ya que le cuentan que, de nuevo, no van a poder visitarle en
Navidad, lo que se traduce en unas fiestas navideñas en soledad para el abuelo de la
familia Müller. Después, le vemos con talante triste en la cocina picando una zanahoria
para hacer la comida. Acto seguido, mira por la ventana que tiene en la cocina donde ve
una escena que le hunde aún más. Su vecino Jürgen, a quien conoce de toda la vida y que
es de su misma quinta, está recibiendo a su familia que acaba de llegar al pueblo para
pasar la Navidad con él. Sus nietos corren a abrazarle mientras su hijo y su nuera sacan
las maletas. Todos ellos se ven felices. Parece que nuestro protagonista piensa: ¡qué
dichoso Jürgen!, ¡qué estampa familiar tan entrañable!, ¡qué envidia!, ¡qué solo estoy!
Para finalizar la introducción, vemos al abuelo comiendo solo en una inmensa mesa de
comedor. Vemos tres escenas en el comedor a través del mismo plano en las que Heinrich
está comiendo. Aunque tiene muy buena pinta lo que degusta, el sabor amargo de la
soledad le impide disfrutar de cualquier manjar. La introducción acaba con un fundido a
negro que sugiere unas fiestas navideñas muy oscuras. De este modo, la introducción del
anuncio está totalmente protagonizada por el abuelo.

El nudo de la historia nos presenta tres aspectos principales: la vida actual de sus hijos, el
momento y el medio por el que estos conocen la terrible noticia del fallecimiento de su
padre, y, por último, el viaje que realizan todos ellos hasta el pueblo para despedir a su
padre en el cementerio y hacer todas esas cosas que se hacen cuando alguien muere,
sumándole las tradiciones cristianas. De esta manera, los personajes en los que se centra
esta parte del anuncio son los hijos de Heinrich y algunos de sus nietos. Sus vidas son
muy ajetreadas, algo que se nos explicita en la secuencia de planos 15-25 (anexo 1).
También, a través de esta secuencia intermedia, viajamos con los tres hijos del abuelo
Müller desde los lugares donde viven hasta el pueblo donde crecieron y del que su padre
nunca ha querido salir. Vemos como el camino es bastante largo para sus tres hijos. Uno

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