Planificación y Gestión de Servicios Psicopedagógicos

Dr. Ángel Moreu

Dra. Trinidad Mentado

“Hacia una deontología de las profesiones pedagógicas.”

Mallart, J. (2011)
RESUMEN
En las ciencias de la educación, las profesiones deben cumplir con criterios
deontológicos específicos, que no se contemplan a profundidad en la malla curricular
provista para su formación; abordándose el tema de la deontología de manera
transversal. Una serie de debates y estudios sobre el tema de la responsabilidad
profesional, ha hecho posible la presentación de propuestas concretas con la finalidad de
mejorar el desempeño de los profesionales en el área educativa.

1. Una deontología de las profesiones pedagógicas

La deontología regula las acciones en el campo profesional, mediante un código de
ética claramente establecido. Bentham, en el siglo XIX, utiliza esta denominación por
primera vez, para tratar el tema de los deberes y las normas morales. El código
deontológico se encarga de la exposición de las normas éticas profesionales y
contribuye al reconocimiento de los derechos individuales y colectivos. Su
importancia se extiende a las personas, que son sujeto de la educación, por lo que el
ejercicio profesional docente, demanda seriedad y rectitud durante el proceso de
formación de los educandos.

2. Algunos antecedentes , estado de la cuestión

Existe una gran cantidad de material desarrollado en torno al tema de la ética
profesional. Los debates desarrollados en Cataluña, por los movimientos de
renovación pedagógica (2010-2011), permitieron la elaboración de un código, que fue
presentado en la conmemoración de su XXV aniversario.
El tratamiento de la deontología en los planes de estudio de las profesiones
educativas, es necesario para definir la línea de acción a seguir frente dificultades
comunes que se presentan en el ejercicio de sus funciones. Evitando soluciones
alejadas de la ética profesional.

2.1 Criterios para una deontología del docente

El Consejo Escolar de Cataluña inicia un trabajo en 1989 y logra que se apruebe en
1992, este documento contempla los deberes, que atañen a los estudiantes, padres,
docentes, tutores, institución, sociedad. También abarca el aspecto de la valoración
profesional.

2.2 El código de los Colegios de Educadores Sociales (2004)

La Asociación Estatal de Educación Social (ASEDES), logra mediante Asamblea
General (2004) que se apruebe el código deontológico y lo compara –en una

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disposición adicional-con la carta magna de la profesión. Este código compuesto de

siete capítulos, en resumen contiene:
 Base legal y principios generales.
 El desempeño profesional docente.
 El educador frente a los sujetos del accionar educativo, el equipo docente, la
institución y la sociedad.

2.3 El código de deontología del Colegio de Pedagogos de Cataluña (2006)

En mayo del 2006 es aprobado, mediante Junta General Ordinaria y sus capítulos
contienen:
 Principios Generales.
 Desarrollo profesional.
 Responsabilidades y normativas en el ejercicio profesional.
 Compromiso con otras profesiones y colectividades; con la enseñanza y la
sociedad.
2.4 El código deontológico de la profesión docente de los Colegios de Doctores
y Licenciados (2010)
Fue aprobado en Madrid en el año 2010, la exposición de los valores éticos y el
contenido pedagógico de este código, invitan a la reflexión profunda de cada uno de
sus apartados, para el mejoramiento del ejercicio profesional docente.

2.5 El Compromiso ético del Profesorado de la Federación de Movimientos de

Renovación Pedagógica de Cataluña (2011).
En mayo del 2011, se presenta un documento en el que se describe el
comportamiento ético de los docentes, quiénes firman a continuación de lo expuesto
para dejar constancia de su compromiso, con:
 Los estudiantes de educación infantil, primaria o secundaria
 Las familias, el centro escolar y el entorno educativo y la sociedad.

3. Finalidades de un código deontológico

Sarramona, Colom y Vásquez (1998), sostienen que un código deontológico tiene
como finalidades:
 Revalorización de la profesión y mejoramiento en la calidad del servicio que
éstos ofrecen a la población estudiantil y a la comunidad.
 Contribuir a la formación del profesorado y desarrollar el sentido de la
responsabilidad.

4. Funciones de un código deontológico en educación

Un código deontológico regula las prácticas educativas, mediante funciones
claramente definidas:
 Priorizar los fines de la profesión.
 Detallar la normativa del ejercicio profesional.

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 Promover la reflexión de las normas éticas, de sus derechos y deberes,

constituyéndose en un manual que facilite solucionar dificultades que
surjan en el ejercicio profesional.

5. Principios deontológicos en las profesiones pedagógicas

Bardina (1906) menciona que la vocación hacia la profesión docente, es el principio
regulador de la acción educativa. La satisfacción profesional y personal de lo que se
realiza diariamente en el aula depende de ello. De no ser así, el maestro estará “con
el cuerpo en la escuela y con el alma fuera de ella.” (Miguel de Unamuno).

Algunos de estos principios según el código de los educadores sociales son:

 Profesionalismo
 Servicio profesional y libre acceso a éstos.
 Confidencialidad y uso responsable de la información.
 Capacitación profesional.
 Participación activa con otros profesionales y la comunidad.
 Respeto por las normas institucionales y el trabajo en equipo.

6. Condiciones. Lo que debe ser y lo que no debe ser un código deontológico

6.1 Debe ser

Un código deontológico debe caracterizarse por los valores éticos que se exponen en
cada uno de sus apartados, promoviendo el respeto hacia los sujetos de la educación.
Su contenido debe observar las leyes vigentes y fundamentarse en la realidad
educativa y profesional. Debe ser de conocimiento público.

6.2 Lo que no debe ser un código deontológico

Un código no debe constituirse en un organismo sancionador de faltas, tampoco debe
anular la conciencia, el compromiso o reflexión profesional. Por falta, de estrategias
de control, no debe quedar reducido a una simple exposición de normas. Debe ser un
ente regulador de la práctica pedagógica, sujetándose a las reglas establecidas y
adaptándose a situaciones nuevas del entorno educativo.

7. Proceso de elaboración de nuestra propuesta de compromiso pedagógico.

Es un documento que ha sido construido colectivamente y que inicialmente fue

estudiado por especialistas. Posteriormente, en su revisión participaron alumnos,
docentes, equipo decanal, autoridades y directivos de los Consejos de Estudio de
Pedagogía y Psicopedagogía. Su primera versión se presentó en el 2009 y en el 2010
la profesora Ramona Valls, promovió su difusión. Tiene como referente el Juramento
Hipocrático, adaptado a las necesidades del profesional en educación. Resumiendo el
documento contiene:
 Actitud de servicio.
 Ejercer su profesión dignamente.

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 Velar por la salud, bienestar y confidencialidad de información de sus

pacientes.
 Mantener las tradiciones profesionales y buenas relaciones personales.
 Brindar atención médica sin excluir.
 Utilizar sus conocimientos en favor de la humanidad.

8. Protocolo del acto de graduación

El contenido del Compromiso Pedagógico que realizan los graduados en Pedagogía y

Psicopedagogía, se fundamenta en el Juramento Hipocrático. El compromiso es leído al
colectivo de graduados y asumido libremente, demandando de sus profesionales una
actitud moral y un gran sentido de responsabilidad en el ejercicio de sus funciones para
beneficio de la sociedad.

9. Texto del compromiso pedagógico proclamado por las promociones 2006-2010 y

2007-2011

El compromiso pedagógico promueve el respeto hacia el código deontológico, regulando

las acciones de los profesionales en la rama para contribuir al desarrollo integral de los
educandos. Cuidando además que los derechos de todos sean respetados,
especialmente de la población estudiantil en situación de vulnerabilidad. El profesional
debe oponerse a aquella reglamentación que atente los derechos de las personas y
que además vaya en contra de la ética profesional. Adquiriendo un compromiso con la
sociedad.

10. Apuntes para una cronología de deontología pedagógica.

La cronología va desde la utilización por primera vez del término Deontología por
Bentham en 1834 hasta el análisis de aportes realizados por el Consejo Escolar de
Cataluña y los diferentes Colegios: Educadores Sociales, Pedagogos, Licenciados y
Doctores en Filosofía y Letras, cuyos códigos deontológicos han sido analizados en el
presente artículo, que demuestran la preocupación permanente por la regulación del
accionar educativo.

COMENTARIO CRÍTICO

Las profesiones educativas al igual que otras, observan principios deontológicos que
regulan su desempeño profesional. Sin embargo, el tratamiento de esta temática no se
aborda profundamente en su proceso de formación; sino únicamente, de manera
transversal.

Ahora bien, es conveniente revisar la cronología pedagógica para establecer un

panorama claro sobre el desarrollo y la influencia de la deontología en las diferentes
profesiones pedagógicas a lo largo de la historia. El artículo nos indica que Bentham fue
el primero en utilizar esta denominación en el siglo XIX, para tratar el tema de los

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deberes y las normas morales. Aporte muy importante, para el desarrollo del código
deontológico, encargado de establecer las normas éticas profesionales. La observancia
de este código, ha contribuido al reconocimiento de los derechos individuales y
colectivos; es decir, determina los deberes y derechos de todos los profesionales. Por
otra parte, la importancia del desarrollo de la deontología trasciende al sujeto de la
educación, demandando seriedad en su trato, rectitud en sus acciones y profesionalismo
en todas las actividades de su quehacer educativo.

Avanzando en el tiempo, y considerando las aportaciones realizadas por diferentes

autores respecto al tema de la ética profesional, se destacan los debates desarrollados
en Cataluña, por los movimientos de renovación pedagógica durante los años 2010 y
2011, que permitieron el establecimiento de un código, que fue presentado en un acto de
conmemoración de su XXV aniversario. Durante este período vuelve a destacarse el
tratamiento de la deontología en los planes de estudio para la formación de los
profesionales en el campo pedagógico, resaltando las acciones a seguir, frente a una
serie de dificultades que se presentan en el ejercicio profesional y que demandan ser
atendidas, desde el punto de vista ético. Las dificultades son varias, pero debe dárseles
un tratamiento apegado a la normativa ética. Esto implica el cumplimiento de reglamentos
institucionales internos. Por ejemplo, las líneas de acción a seguir en caso de plagio
académico. Sin duda alguna, la observancia del código deontológico guiará nuestras
acciones profesionales.

Así mismo, se han considerado algunos criterios para definir la deontología del docente.
Frente a esta temática es el Consejo Escolar de Cataluña, quien inicia un documento al
respecto en 1989, logrando su aprobación en 1992. En el documento se registran los
deberes concernientes a los estudiantes, padres, docentes, tutores, institución y sociedad;
también, se incluye el aspecto de la valoración profesional.

En este recorrido cronológico también encontramos los aportes del código de los Colegios
de Educadores Sociales, que es comparado con la carta magna de la profesión. El
código deontológico del Colegio de Pedagogos de Cataluña, se fundamenta en
principios éticos generales, considerando además el desarrollo profesional y el
cumplimiento de sus responsabilidades con la enseñanza y la sociedad.

La riqueza de los valores expuestos, en el código deontológico de los Colegios de

Doctores y Licenciados, como: la responsabilidad, la justicia, el respeto, la solidaridad,
una actitud crítica y la formación contínua, invitan a la reflexión promoviendo el
mejoramiento del ejercicio profesional docente.

La Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de Cataluña (2011), realiza

una propuesta muy interesante, presentando un documento que detalla el
comportamiento ético de los docentes, quiénes firman como respaldo de lo expuesto.
Estableciendo así, un compromiso moral y legal con los estudiantes, las familias, el centro

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escolar, el entorno educativo y la sociedad. Las instituciones, y la sociedad demandan de

leyes que rijan su dinámica, desde esta perspectiva las personas suelen tomar más
seriamente los asuntos, cuando la legalidad de un documento involucra el ejercicio de
sus deberes y derechos; por tanto, firmar un documento que comprometa un correcto
desempeño profesional, parecería práctico en estos tiempos.

El artículo también analiza las finalidades del código deontológico, destacando la

revalorización y el mejoramiento en la calidad del servicio que brindan los profesionales
de la educación.

Así mismo, las funciones de un código deontológico pedagógico, quedan determinadas

por la utilidad que prestan a la profesión. Entre sus funciones se encuentran la
priorización de los fines profesionales y la determinación de las normas éticas, que
garanticen el cumplimiento de sus obligaciones y el ejercicio pleno de sus derechos,
como profesionales.

Se debe destacar el principio deontológico que rige las profesiones educativas. Bardina
(1906) menciona que la vocación es el principio que regula la acción educativa. El éxito
profesional y desarrollo personal depende de este principio, resaltando que nuestro
desempeño diario en el aula dependerá de nuestra vocación al servicio educativo.

En el tema de los principios deontológicos también encontramos el código de los

educadores sociales, que expone como principios el profesionalismo con que se brinda
un servicio. La responsabilidad, para cumplir a cabalidad nuestras funciones. El respeto
que forma parte de la ética profesional y que nos permitirá observar todas las normas
establecidas en el código.

Ahora bien, un código deontológico debe fundamentarse en la práctica de valores y

principios sujetos a la normativa legal. Así mismo, difundirse para que los interesados
conozcan plenamente sus derechos y obligaciones. Debe evitar convertirse en letra
muerta, su utilidad depende del grado de responsabilidad, reflexión y compromiso
personal que impregna el profesional en cada uno de sus actos para el fiel
cumplimiento de este código deontológico.

El artículo describe brevemente el proceso de elaboración del compromiso pedagógico,

documento que resulta valioso no sólo por su contenido sino por la forma en que fue
construido, la participación colectiva durante su elaboración, ha permitido recoger la
opinión de especialistas, alumnos, docentes y autoridades educativas, quienes conocen
de cerca la necesidad de implementar y cumplir el código deontológico para regular las
prácticas pedagógicas , mejorar el servicio profesional docente y contribuir al desarrollo
integral de los educandos.

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El conocimiento y análisis profundo de los principios deontológicos, entrenará la

conciencia del profesional para que se oponga a toda reglamentación que atente contra
el ejercicio de sus derechos y de los demás.

Concluiremos entonces que, los aportes realizados a lo largo de los años por las
diferentes asociaciones, movimientos y colegios encargados de la educación, evidencian
la preocupación constante por la regulación de la acción educativa y el mejoramiento del
ejercicio profesional, mediante la definición de un código deontológico.

BIBLIOGRAFÍA

 MALLART, J. (2011) Hacia una deontología de las profesiones pedagógicas. XII

Congreso Internacional de Teoría de la Educación.
Barcelona.http://www.cite2011.com/Comunicaciones/A+R/181.pdf

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