Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Óscar Coello
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Resumen:
Este artículo traza una breve semblanza de Alonso Enríquez de Guzmán, poeta
cortesano y cultor del arte mayor; contextualiza su quehacer literario y pone en
evidencia los recursos del lenguaje judicial que emplea para poetizar. Así mismo,
describe los conceptos del honor y la honra en los que se enmarca el trabajo
artístico de Enríquez para, desde allí, aspirar a comprender el sentido que sustenta
el alma de algunos de los fundadores de las letras castellanas en el Perú.
Résumé:
Cet article constitue un bref portrait d’Alfonso Enríquez de Guzmán, poète
courtisan et fervent partisan de la poésie, art majeur. Il situe dans son contexte le
travail littéraire de l’auteur et fair ressortir l émploi, dans sa poésie, des ressources
empruntées au langage judiciaire. De même, il décrit les concepts d’honneur et de
réputation par rapport auxquels se définit le travail artistique d’Enríquez pour, à
partir de ce point d’encrage, essayer de déterminer la logique qui sous-tend l’esprit
des fondateurs de lettres castillanes au Pérou.
Palabras claves:
Poesía, lenguaje procesal, honor, Enríquez, Perú.
Mots clef:
Poésie, langage juridique, honneur, Enriquez, Pérou.
1 Keniston, Hayward (ed.): Libro de la vida y costumbres de don Alonso Enríquez de Guzmán.
Madrid: Biblioteca de Autores Españoles desde la formación del lenguaje hasta nuestros
días, Tomo CXXVI, 1960. 366 pp.
que tuvieran una de estas dos cualidades: riqueza o nobleza. Era buen lector,
por tanto, instruido; escribía bien, sabía decir refranes, hacía versos. Entonces,
hizo muy buenos amigos: uno de ellos, el Duque de Alba lo llevó a la corte
del rey y su suerte cambió. Pero Dios pone un estigma en la frente de los
malandrines: también era pleitista y lo andaban echando de todo lado. Todo
lo hacía juicio, bofetada al insolente, duelo de espada. Cuando se descubrió
el Perú, el Consejo de Indias le prohibió venir a los nuevos territorios, porque
para entonces ya tenía bien ganada fama de alborotador. Pero logra
embarcarse en alta mar, amenazando al capitán de la nao con hacerle pagar
cara la afrenta hecha a uno de su prosapia cortesana. Aun así era cobarde, y
no se molestaba en ocultarlo. Corre en Mala, cuando la entrevista famosa
entre los conquistadores. Y cuando los indios cercan el Cuzco escribe en su
libro que «tenía bien liado mi oro, plata y ropa»2 para correr primero, si el
caso llegara. Por eso se gana el desprecio de Hernando Pizarro: solo había
venido a llevarse todas las riquezas que pudiera cargar. Cuando salió del
Perú se fue bien cargado. De regreso a España hizo escala en México y se dio
el lujo de hacerle una exhibición al mismísimo Hernán Cortés del menaje
en oro y plata que se llevaba: tinajas, cubiletes, estriberas, collares y cuentas;
y, sin duda, muestras de la finísima textilería de vicuña inca. Hernán Cortés
por la tinaja más grande le pagó mucho dinero y, además, lo invitó a La
Habana con todos los gastos pagados. Cuando arribó a Sevilla el rey Carlos
V ordenó que le quitaran todo y que lo encarcelaran, pues estaba convencido
de que esas riquezas provenían de cobrar por las intrigas entre los burdos
Francisco y Diego, que lo estimaban en mucho, por sus amistades en España,
por su zalamería y por saber hablar. En España se dedica a litigar judicialmente
para rescatar su dinero y para vengarse de Hernando Pizarro. Todo lo logra
por sus amistades y por el oro que se llevó del Perú; dice que se gastó 22
mil castellanos de oro en sus sinuosos procesos judiciales.
He dicho que hablaba bien, con mucho sabor y que era entretenido:
tanto para los ignorantes y desesperados soldados que merodeaban por las
punas del Perú como para los estirados príncipes de la corte española.
Alguna vez lo escuchó conversar el príncipe Felipe, futuro rey de España y
2 Porras Barrenechea, Raúl: Los cronistas del Perú (1528-1650). Lima: Sanmartí, 1962,
p. 124.
El texto
4 Coello, Óscar: Los inicios de la poesía castellana en el Perú. Fuentes, estudio crítico y
textos [1999]. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú,
2001. 388 pp.
El honor y la honra
Pero en este poema, tal vez sin proponérselo, tal vez sin darle otro
fin que el de ser una ayuda memoria en sus juicios terrenales, Enríquez
nos dejó una muestra perfecta, vívida, latente de lo que era el concepto del
honor por aquellos años. Y de que es un poema de honra, lo explica así en
la breve introducción en prosa que hace del poema, cuando promete
poetizar en contra de los que «despojaron de su honra, vida y hazienda», a
Almagro, «segund el metro que adelante veréys».
5 Ruiz Ramón, Francisco, Historia del teatro español. Madrid: Alianza editorial, 1967.
pp. 449.I
6 Ibíd., p. 159
7 Ídem.
8 Burckhardt, Jacob: La cultura del Renacimiento en Italia. Barcelona, Editorial Iberia,
1946, p. 374.
9 Ídem.
10 Ibíd., p. 273.
11 Ibíd., p. 312.
BIBLIOGRAFÍA
Observaciones:
1. El presente artículo cita como lo hace el Diccionario panhispánico de
dudas (DPD), pp. 773 y ss.
2. Se emplean las comillas españolas, también a indicación del mismo
DPD.