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que por un lado genera riqueza, pero también genera nuevas formas de desigualdad, y refuerza las
viejas formas de desigualdad y de pobreza preexistentes.
En las sociedades industriales, la expansión del trabajo asalariado, se convierte en el mecanismo de
inserción social y realización personal más relevante, y clave para acceder a un conjunto de
derechos y deberes vinculados al contrato de trabajo asalariado.
Para comprender la dinámica de las sociedades industriales, que culminan en el Estado de Bienestar
Keynesiano, hay que tomar en consideración factores como: el mercado de trabajo, la dinámica de
la democracia, los debates ideológicos y políticos que modelan nuestra forma de pensar, nuestro
comportamiento privado y público.
El debate sobre el Estado del Bienestar y la democracia no puede dejar de tomar en consideración el
mercado de trabajo y las relaciones salariales, tanto en la sociedad en general como el ámbito
interno de las organizaciones que desarrollan sus actividades en el Tercer Sector. Podemos señalar
tres cuestiones básicas:
1. El lugar que ocupa el trabajo en la modernidad y la postmodernidad: hay que tomar en
consideración su centralidad, y el papel básico que juega en la construcción de la ciudadanía
democrática.
2. Ruptura del círculo hermenéutico en el que se encuentran inmersos y del que no saben salir,
muchas investigaciones sobre la crisis del trabajo y del Estado del Bienestar. Pasamos de
diagnósticos catastrofistas a diagnósticos optimistas que postulan confiar en la sabiduría del
mercado y la innovación tecnológica. En ambos casos, no hay salida: se critica una globalización y
un capitalismo flexible proponiendo una vuelta atrás difícil de conseguir, o se defiende una
desarticulación del sistema de bienestar para ser competitivos. Solo queda resistir sabiendo que se
va a perder, que se va a quebrar el redole de Estado de Bienestar, o se va a perder competitividad, o
pasarse al nuevo modelo y también desarticular el Estado del Bienestar y la propia democracia
basada en la ciudadanía social y laboral. En este sentido para cierto autor, el único Estado del
Bienestar posible en un futuro próximo es aquel que sea capaz de conjugar políticas universales de
igualdad con el reconocimiento de grupos sociales concretos.
3. Nuestra propia tradición cultural
En relación con todas estas cuestiones, el Tercer Sector se puede analizar desde una triple
perspectiva:
- Como una respuesta a las insuficiencias del Estado del Bienestar.
- Como una materialización de los objetivos de personas y grupos que van más allá de los objetivos
de las políticas sociales, ampliando sus demandas y generando con ello un nuevo ámbito de
actuación.
- Como una forma de discrepancia con el discurso de lo políticamente correcto en el campo de la
empresa: el neoliberalismo entendido como exaltación del interés individual, la épica del directivo
y la competencia insolidaria con el resto de ciudadanos.
No podemos desvincular los objetivos de nuestro comportamiento individual, grupal, comunitario e
institucional, de las condiciones socioeconómicas en las que nos encontramos inmersos. En España,
acentuado por la crisis económica y el alto nivel de desempleo, aumentan las desigualdades, el
desempleo, el trabajo se precariza, y los recursos disponibles en manos de las familias y de los
individuos disminuyen.
Nos podemos detener en lo que se denomina trabajos de bajo salario, o trabajadores pobres. En esta
situación se encuentran muchos de los trabajadores inmigrantes, y trabajadores jóvenes, y que
genera un círculo vicioso que afecta a otras situaciones, por ejem las prestaciones de la ley de
dependencia pueden acabar como una renta básica, en contextos en los que la familia de la persona
dependiente rota en puesto de bajo salario, combinándolo con situaciones de desempleo.
En relación con los nuevos y viejos riesgos que afrontamos en nuestras sociedades, nos vamos a
detener en tres de ellos.
La heterogeneidad de la población y los flujos inmigratorios: aunque en el 2011 más de 400.000
inmigrantes han regresado a sus países, la mayor parte de la población inmigrante llega a España
para quedarse. Los problemas específicos que se derivan de sus condiciones de vida se deben
analizar en función de las condiciones estructurales en las que viven: empleo, salario, dominio del
idioma, etc. Para afrontarlas debemos partir de una evaluación adecuada de su trayectoria vital, sus
expectativas, su formación, sus competencias y habilidades. En las investigaciones sobre este
fenómeno hay que avanzar desde su cuantificación, y el análisis de su impacto en el sistema
educativo, sanitario o mercado laboral, hasta abordar el desarrollo de programas que permitan
mejorar sus condiciones de vida y sus perspectivas de integración social.
Nuestro modelo de gestión de flujos inmigratorios, basado en la incorporación masiva de mano de
obra sin cualificar para competir mediante la reducción de costes y el abaratamiento de productos
no e el único posible, y se contrapone al que han seguido otros países europeos. La crisis económica
muestra que hay que afrontar un proceso de recualificación masiva de dicha mano de obra, lo que
implica grandes desafíos para las instituciones públicas, y las organizaciones de voluntariado que
desarrollan su actividad con la población inmigrante.
El desempleo, el empleo de salario bajo y las redes de solidaridad familiar: un trabajo que no
conlleva un salario digno y ciertos derechos y protecciones sociales desvincula a la persona del
ejercicio de la ciudadanía social. El desempleo, o un puesto de trabajo que no permite la plena
integración social, con un salario que no permite cubrir satisfactoriamente todas las necesidades
vitales, y con pocas posibilidades reales de porción personal, sitúa las personas en una zona de
vulnerabilidad, que puede derivar hacia una situación de exclusión social y de pobreza real en la
medida en la que fallan los vínculos familiares y sociales, con consecuencias económicas,
psicológicas y sociales muy graves para quien lo sufre. Los informes de la OIT y de la ONU, dan la
voz de alarma ante distintos síntomas de una economía que evoluciona hacia desigualdades cada
vez mayores, con una dualización que puede afectar incluso al poder de compra de amplios sectores
de la población excluidos de un trabajo digno y de una posibilidad real de promoción personal.
El envejecimiento de la población, con el aumento de personas en situación de dependencia o
discapacidad: la ciudadanía no se pierde por ser dependiente o discapacitado, al contrario una
sociedad que hace frente a las limitaciones de origen o derivadas de la longevidad, es una sociedad
digna y democrática. El aumento del número de personas que conforman lo que se llama Tercera o
Cuarta Edad, supone un nuevo reto para el Estado del Bienestar, tanto en la financiación de las
prestaciones, cuanto en la demanda de nuevas prestaciones.
7.3.2 RETOS PARA EL TRABAJO SOCIAL Y LOS SERVICOS SOCIALES EN EL SIGLO XXI
Podemos señalar algunos retos que tienen que ver con la disciplina científica y la formación inicial
y permanente de los trabajadores sociales El Trabajo Social y los Servicios Sociales tienen que ver
con el modelo de sociedad que queremos, con el afrontamiento de las dificultades, y en definitiva
con la democracia y la ciudadanía.
En las Ciencias Sociales, y específicamente en el Trabajo Social, el camino del conocimiento, tiene
siempre en el desorden, en lo patológico, en el dolor, en la desigualdad, en la injusticia, la
experiencia primera. El Trabajo Social se caracteriza por ser un conocimiento urgido por la acción,
que busca convertirse en una práctica transformadora.
La experiencia de un mundo que nos desasosiega se encuentra en el origen de nuestra ciencia. Esta
tiene un doble objetivo: formar profesionales, y potenciar a los ciudadanos para que puedan
actuar como tales. La legitimidad del Trabajo Social como disciplina científica se encuentra en su
orientación a la acción, por lo que el T.S como disciplina científica, se une al T.S como profesión.
Tanto la enseñanza académica como las investigaciones en este ámbito tiene como objetivo final
formar observadores críticos de la realidad, pero también formar “ingenieros” del mundo social,
buenos profesionales que se enfrente a la experiencia patológica del mundo.
Las teorías establecen el ámbito de lo que es posible pensar, y el análisis del dolor, de lo patológico,
de los problemas, ha llevado en muchas ocasiones a diseñar metodologías de diagnóstico e
intervención basadas en un análisis sesgado de la realidad.
Podemos resaltar tres cuestiones que conforman el núcleo duro del debate actual en el ámbito del
Trabajo Social:
En primer lugar, en un contexto de individualismo creciente y de disolución de las tradicionales
redes de apoyo basadas en la familia, junto con la crisis económica y las tensiones sobre la
financiación y las prestaciones del Estado del Bienestar, se ha vuelto a poner de relieve
la importancia de capacitar a las personas, de darles o devolverles el poder sobre sus propias
vidas
En segundo lugar desde el T.S como profesión, se demandan cuestionarios, técnicas ,y una
formación práctica que permita una mejor práctica profesional. Esta cuestión es especialmente
relevante en el ámbito de las redes sociales e Internet. Es necesario redefinir la figura del trabajador
social en la red, aprovechar su potencialidad, y a la vez investigar la redefinición de las formas de
interacción, y los procesos de integración y de aislamiento y exclusión que se dan también el la red.
En tercer lugar, la propia práctica de la profesión exige tomar en consideración los principios que
debe guiar nuestra actividad, y para ello es necesario establecer un marco de actuación coherente,
que nos permita orientar nuestra acción, y evaluar nuestra actividad profesional. Es relevante
analizar la tendencia hacia la subcontratación que se está extendiendo en muchas instituciones. Esta
tendencia refuerza a las organizaciones voluntarias, y a empresas privadas que compiten para ganar
los concursos, y se convierte en un yacimiento de empleo para los nuevos egresados de las
facultades de trabajo social. Pero a la vez, conlleva un reforzamiento del papel puramente
supervisor del trabajador social en las instituciones públicas.
En definitiva, en el ámbito del T.S se investiga y se discute sobre el objeto, en un contexto de
cambio social y crisis económica; se investiga y se discute sobre los modelos y técnicas más
adecuados y sobre las características de la práctica profesional, su orientación ética, las
consecuencias que se derivan de las teorías que utilizamos, y las consecuencias derivadas del
modelo de prestación de servicios que se ha implantado, y de las prácticas organizacionales (como
la subcontratación de tareas vinculadas con la intervención social)
7.3.3 TERCER SECTOR Y TRABAJO SOCIAL
Si analizamos el Tercer Sector, desde una perspectiva centrada en el Trabajo Social, hay que insistir
en que supone un yacimiento de empleo para los trabajadores sociales, y lo que implica como
respuesta de la sociedad civil a los retos que hay que afrontar en las sociedades complejas.
El trabajador social que se integra en una organización del Tercer Sector, tiene que tener en cuenta
que es una organización( sea fundación o empresa), que tiene una estructura, un sistema de
comunicación y mando, una jerarquía, responde a objetivos, tiene proyectos, y tiene que ser
evaluada por la entidades que la financia. Aunque la motivación sea solidaria se reproducen
situaciones problemáticas como en cualquier organización.
Cada vez se reclama una mayor profesionalización en ONGs y Fundaciones para poder afrontar
su propia supervivencia, y para desarrollar correctamente sus funciones. La mera existencia de la
asociación o fundación es vista como un hecho positivo, como un indicador de “buen trabajo” y se
deja en un segundo plano la necesidad de alcanzar unos objetivos concretos y de dar cuenta puntual
de los resultados.
En los últimos años se ha ido imponiendo la necesidad de rendir cuentas a la sociedad en relación
con los recursos financieros que reciben las entidades, principalmente por la necesidad de aplicar
rigor al control de los recursos públicos y por la presión social de transparencia en su gestión.
Las entidades no lucrativas que conforman el Tercer Sector, son muy heterogéneas en su origen, su
desarrollo, sus objetivos, el personal que reclutan, su financiación, y su modelo de gestión. Desde la
perspectiva de la sociología de las organizaciones podemos diferenciar tres tipos de organización:
- Las agrupaciones sociales: personas que se coordinan para abordar un objetivo común, pero que
no comparten una estructura ni una organización permanente.
- Las organizaciones formales: existe una estructura que permite la coordinación del personal, el
establecimiento de planes de actuación y la gestión ordenada de los recursos.
- Las redes informales que se generan en cualquier organización, y que permiten que, en función de
objetivos comunes, diversas personas aprovechen sus recursos para alcanzar objetivos compartidos.
Desde una perspectiva organizacional, hay que diferenciar entre la gestión de personas las entidades
no lucrativas (contratos, programas de formación, trabajo en equipo, etc), la gestión de los recursos
financieros, la gestión de la organización como tal, en su estructura de poder, y finalmente hay que
analizar y evaluar los resultados obtenidos en la realización de sus actividades.
Los trabajadores sociales, a menudo están presentes en los procesos iniciales de cualquier
organización de voluntariado, o actividad colectiva que busca alcanzar un objetivo vinculado con el
bienestar. Deberán tomar en consideración las características de las organizaciones para poder
integrarse en ellas, y tienen que desarrollar habilidades para favorecer que los grupos que se
autoorganizan puedan superar los problemas que se derivan de la propia dinámica grupal en
cualquier organización.
Respecto a las exigencias de transparencia y legitimidad que se reclaman a las entidades no
lucrativas, uno de los principales problemas que degradan la imagen pública del Tercer Sector, la
noción de altruismo y el comportamiento cooperativo, y la figura del trabajador social, se genera
cuando en estas entidades se observan comportamientos inadecuados, no se respetan los códigos
éticos del Trabajo Social como profesión, o hay una gestión deficiente de los recursos económicos.
En la actividad profesional de los trabajadores sociales, y en la actividad de las entidades no
lucrativas, hay que poner de relieve siempre el enfoque científico, el diseño riguroso de actividades,
la profesionalización de sus miembros, y la gestión eficiente y eficaz de la propia organización y
sus recursos. La necesidad de evaluar la transparencia de la gestión, la calidad de los
procedimientos, y el adecuado uso de los recursos económicos, ha dado como resultado la creación
de entidades no lucrativas cuyo objetivo, será evaluar la actividad de otras entidades no lucrativas.
La Fundación Lealtad, tiene como objetivo analizar la transparencia y las buenas prácticas de las
ONGs, poniendo la información a disposición del público, para que pueda decidir con qué ONGs
colaborar.
6. Certificación: No obligatoria.
7. Plan de formación y comunicación.
2) Modelo EFQM: Fundación Europea para la gestión de Calidad.+ EFQM de Excelencia: El
objetivos es que la organización satisfaga las necesidades y expectativas de todos (clientes,
empleados, sociedad…)
Principios:
1. Orientación hacia los resultados: Logros precisos y cuantificables.
2. Orientación hacia el cliente.
3. Liderazgo y coherencia: Dirección comprometida y eficaz. Identificar y definir la organización.
4. Gestión por procesos y hechos: Enfoque horizontal de procesos. Establecer un mapa de
prioridades actualizado y preciso.
5. Desarrollo e implicación de las personas: Esfuerzo y cooperación de todos.
6. Proceso continuo de aprendizaje, innovación y mejora.
7. Desarrollo de alianzas: Beneficios que se obtienen de la interacción.
8. Responsabilidad social de la organización ética.
Metodología de intervención:
Autoevaluación: Proceso de diagnóstico (puntos fuertes y áreas de mejora).
REDER (resultados, enfoques, despliegue evaluación y revisión)
Enfoque: lo que la organización piensa hacer y las razones.
Despliegue: Poner en práctica el enfoque.
Evaluación y Revisión: Valorar y medir lo anterior.
Planes de acción: Definición y desarrollo para mejorar.
3) Norma ONG con calidad
Iniciativa para las entidades, respaldo de Intress y Ministerios de Trabajo y Asuntos Sociales. Sus
requisitos de son de obligado cumplimiento, se intentó implantar los modelos ISO y EFQM, pero se
vio que era demasiado costoso y poco realista.
El papel de los trabajadores sociales en las organizaciones del tercer sector (III)
En una sociedad como la actual, en la que Estado y Mercado se ven incapaces de alcanzar cotas
mínimas de bienestar social y en la que la propia ciudadanía adquiere protagonismo en la resolución
de problemas sociales, los profesionales del TS como profundos conocedores de la realidad social,
pueden y deben participar activamente en la consecución de dichas metas.
Esta disciplina puede aportar una visión crítica y reflexiva en la definición de los modelos de
bienestar y las políticas y programas sociales que se necesitan, así como el papel que debe jugar la
participación social a través de las organizaciones del 3S.
Los profesionales del ts disponen de las capacidades necesarias para revelar la insuficiencia de
medios y recursos en la resolución de los problemas de los colectivos más desfavorecidos o en
riesgo de exclusión social con los que trabaja habitualmente, así como para percibir como crecen los
SS SS a menudo de una manera descontrolada y no planificada. En resumen, pueden contribuir a
una mayor regulación y mejor calidad de los servicios y programas sociales desarrollados por las
organizaciones del Tercer Sector.
2.1. Situación profesional de los ts. en las organizaciones del 3S:
Son escasos los estudios realizados sobre la situación de los trabajadores sociales en las
organizaciones del 3S, pero todos coinciden en su creciente profesionalización y establecen un
perfil de trabajadores jóvenes y con gran cualificación técnica.
Las condiciones laborales de los ts en el 3S varían en relación a tres factores fundamentales:
– el subsector en el cual la persona se encuentre empleada
– el tamaño de la entidad
– el modo de relación con la Administración.
En este sentido, una parte del 3S cobija un alto porcentaje de empleo precario, mientras otra disfruta
de mejores condiciones laborales.
En general, se constata, por un lado, una tendencia a la precarización y vulnerabilidad de los
puestos de trabajo, y por otro, una debilidad e inestabilidad laboral en estas organizaciones, que
perjudica a los profesionales de mayor cualificación, como los ts. Esta situación se ve acentuada por
la crisis económica y financiera que está teniendo un enorme impacto en el 3S
No solo las condiciones laborales se han visto afectadas por la situación actual, el nuevo contexto
ha alterado las demandas profesionales, los espacios de intervención y las cuestiones sociales
materia del profesional de ts., provocando un replanteamiento de las necesidades sociales una nueva
atribución de funciones a la profesión y nuevos criterios para la práctica profesional.
Bajo estas nuevas circunstancias se hace indispensable que los profesionales de ts contribuyan a
establecer una mejor y estable situación de la profesión mediante estudios que aborden su labor
dentro del 3s.
Para ello es necesaria una mejor formación académica con un papel muy importante de las escuelas
de ts, ofreciendo una formación continua y actualizada. Así mismo, deben partir desde el propio 3s
estrategias que lo consoliden como puede ser la tendencia hacia un modelo claro de financiación y
seguridad laboral para el desarrollo profesional.
2.2. Ámbitos de intervención del trabajador social en el 3S: modelo ONCE en
servicios sociales especializados:
El ts opera sobre una realidad cambiante lo que hace que su objeto de estudio e intervención estén
estrechamente vinculados a las realidades históricas y situaciones sociales concretas. Es por ello que
el desempeño del trabajador social se ha ido transformando según ha avanzado la sociedad.
Tradicionalmente su intervención se limitaba a labores con organizaciones religiosas y laicas
encargadas de cubrir las necesidades de los más pobres y marginados.
Esta situación cambia con la aparición del primer constitucionalismo europeo y adoptar un modelo
público de asistencia universal que busca más que el aseguramiento de la subsistencia, la
integración social.
En España este nuevo enfoque se ve reflejado en la Constitución de 1978 con la cláusula del Estado
Social que trae consigo nuevas maneras de entender la dignidad y la igualdad de todos los
individuos. Es bajo esta premisa que la actividad profesional del trabajador social se despliega para
lograr el mayor bienestar social y calidad de vida de todos los miembros de la sociedad.
A este nuevo planteamiento de la acción social por parte de los poderes públicos, se suma el
fortalecimiento de la sociedad civil a finales del siglo XX que cobra protagonismo en forma de
asociaciones, fundaciones y otras entidades sin ánimo de lucro cuya importancia ha merecido el
nombre de Tercer Sector.
En la actualidad el abanico de posibilidades donde el ts puede desarrollar su labor es amplio y
diverso, además de la tradicional esfera de los ssss: empresa, educación, salud, justicia, medio
ambiente, ocio y tiempo libre, empleo, urbanismo y vivienda, etc.
Sea cual sea el área en que desempeñe su actuación, el ts debe valorar las situaciones de necesidad
de cada persona con un enfoque globalizador que se interese por el individuo, el medio en que vive
y las relaciones entre ambos, y tener en cuenta que estas no son estáticas, pudiéndose encontrar en
diferentes situaciones:
– Situación deficitaria coyuntural: aunque algunas de sus necesidades básicas pueden
encontrarse en situación deficitaria tiene cubierta adecuadamente las restantes necesidades.
Personas con capacidades y habilidades relacionales. La intervención se orienta a la
información, orientación, asesoramiento, y aplicación de servicios de baja intensidad.
– Situación deficitaria de larga duración: las necesidades afectadas se refieren a problemas en
las habilidades sociales, en la autonomía física y psíquica, en la relación convivencial y la
organización de la unidad de convivencia. La intervención tendrá por objeto la recuperación
de las carencias de las necesidades básicas, a través de un plan de trabajo.
– Situación de exclusión social: se produce cuando una persona tiene comprometidas las
necesidades básicas de formación, trabajo y recursos económicos además de otras como
déficit de habilidades sociales, autonomía y relaciones de convivencia. Además de
establecer un plan de trabajo con la persona, la intervención también estará enfocada a la
sensibilización de los poderes públicos.
– Situación de desventaja social: refleja una situación muy deficitaria en la necesidad básica
de aceptación social. Cuando esta necesidad no se encuentra cubierta se produce
discriminación. Si la discriminación proviene por una grave disminución de la autonomía
física, psíquica, sensorial o mental las personas pueden verse afectadas en sus necesidades
básicas. En el caso de que la discriminación sea como causa el sexo, la etnia, la religión se
estará en desventaja cuando se sitúa frente al contexto social de la cultura imperante. La
intervención aquí irá también encaminada a la sensibilización de la comunidad.
– Situación de marginación: todas las necesidades básicas de la persona se encuentran
afectadas. Resulta importante identificar las causas de marginación:
• Marginación alternativa: autoexclusión de la persona respecto al grupo social de
pertenencia.
• Marginación evasiva: fuerte presión social ante la que la persona adopta una conducta
evasiva (drogas, etc.).
• Marginación discriminatoria: cuando el sujeto ha permanecido largo tiempo en situación de
desventaja o de exclusión social con graves carencias en todas las necesidades.
La intervención aquí irá encaminada a detectar las causas de marginación, sensibilizar a la
comunidad, informar a la administración de la situación de marginación de determinados colectivos
y la participación en el diseño de planes de protección social.
Modelo ONCE de Servicios Sociales especializados:
Todos los individuos necesitan adquirir y utilizar una seria de conocimientos y competencias para
lograr su bienestar, autonomía y participación social.
Uno de los factores que más puede limitar el funcionamiento apropiado del individuo en su entorno
o comunidad es la presencia de una discapacidad.
El modelo ONCE está basado en la satisfacción de las necesidades derivadas de la discapacidad
visual, en el principio de una atención de calidad centrada en el usuario y en el marco teórico que
enfatiza las potencialidades de las personas.
Su objetivo es ayudar a las personas con discapacidad visual, desde una perspectiva de
responsabilidad compartida, a superar las limitaciones de la vida diaria y a eliminar desventajas,
barreras o discriminaciones, para que se hagan más independientes y autónomas y puedan logra su
inclusión plena en la sociedad.
Un primer objetivo global es que las personas con ceguera o deficiencia visual adquieran el mayor
nivel posible de independencia para llevar a cabo las tareas cotidianas.
Un segundo objetivo se orientar a garantizar igualdad de oportunidades en su acceso al empleo, el
ocio, la cultura, etc.
Se compone de un sistema integrado de servicios:
• Servicios de atención personal: apoyo psicosocial, rehabilitación, educación, empleo….
• Actividades colectivas: socioculturales, recreativas, deportivas, etc.
• Prestaciones económicas y materiales para la autonomía, el fomento del empleo y la
educación.
• Productos de apoyo para las actividades cotidianas, el desplazamiento, la movilidad, etc.
• Programas complementarios como el de sordoceguera, voluntariado, etc.
• Asesoramiento y formación.
Principios básicos y estándares de calidad:
El modelo es una respuesta integral y de calidad a las necesidades de las personas con discapacidad
visual. Para ello se han establecido unas condiciones de calidad bajo los cuales se planifican y
evalúan los servicios.
Así, a lo largo del proceso de intervención con el usuario se han introducido diferentes
procedimientos y elementos para asegurar el ajuste de los servicios a los estándares de calidad, por
ejemplo:
• Igualdad de acceso a los servicios y de atención a todos los usuarios.
• Orientación institucional inicial.
• Participación activa del usuario en el proceso.
4.2. La Comunicación
La comunicación es esencial para las ENL siempre se realiza para cumplir un objetivo, el principal
es dar a conocer la entidad y hacerla visible. Se recomienda incluso que todas las ENL tengan un
departamento o área de comunicación que coordine a nivel interno o externo, reaccionar ante las
necesidades y oportunidades.
Áreas de acción prioritaria de la comunicación:
Interna: Es transversal. Coordina el flujo interno de formación para realizar el trabajo de la mejor
manera posible, obtener el máximo rendimiento y mejorar el clima laboral. Tipos de comunicación
interna: Ascendente, Descendente y Horizontal.
Externa: Técnicas para entablar una relación con un público externo. Herramientas:
1. Relaciones públicas sólidas y de confianza.
2. Gestión de situaciones de crisis: Solucionarlas de manera eficaz, rápida y responsable.
3. Buenas relaciones y apoyos con otras ONG, Administraciones públicas y agentes sociales.
empresas de inserción y los centros especiales de empleo se ven seriamente afectados por la crisis.
- La reducción de otros ingresos provenientes de las empresas y la ciudadanía: la crisis en las
economías familiares y en las empresas se evidencia en la reducción del dinero que aportan a las
iniciativas sociales.
7.2.4 LOS RETOS DEL TERCER SECTOR: LA OPORTUNIDAD ANTE LA CRISIS
Las ONG’s saben trabajar con las condiciones en contra, saben preservar e insistir para salir
adelante. Los valores de esfuerzo, solidaridad y superación, sumados a la profesionalización del
sector, comienzan a ser reconocidos como las competencias necesarias para la recuperación y
“renovación” en tiempo de crisis.
Para contrarrestar las dificultades actuales, el Tercer Sector debe asumir retos con los que va a
resultar fortalecido. Los retos son:
a) Mejorar las relaciones con el poder político: las organizaciones solidarias deben mantener una
línea de máxima colaboración y cooperación con los poderes públicos y las AAPP, siempre al
servicio de una estrategia social solidaria. La reivindicación se debe complementar con una actitud
constructiva para elaborar propuestas realistas, imaginativas y avanzadas, que se deberán combinar
con una actitud de corresponsabilidad en la definición de las políticas sociales.
b) Mejorar las relaciones con los mercados: muchas entidades no lucrativas son creadas y en cierto
modo dependen de las empresas, e incluso ellas mismas crean entes empresariales como
instrumentos operativos para desarrollar algunas de sus actividades de contenido económico.
c) Avanzar en la eficacia de captar fondos: hay voces que alertan sobre el riesgo de mercantilización
excesiva de las entidades no lucrativas. Si se pretende que cualquier organización cumpla sus fines,
es preciso asegurar la viabilidad. El beneficio, que también debe ser perseguido como un criterio del
buen gestor social, es un resultante positivo de explotación, sin el cual no hay robustez financiera
posible que permita el desarrollo normal y estable de las actividades y fines de las organizaciones
sociales y el afrontar cada vez objetivos más ambiciosos, desde el rigor y la solidez económica. Una
organización solidaria por su propia naturaleza no será lucrativa en la medida en la que todos los
excedentes de explotación que consiga los reinvierta en fines de interés general y en el
cumplimiento de su misión social.
d) Búsqueda de equilibrio entre el compromiso personal y la gestión profesionalizada: las
organizaciones necesitan un mayor esfuerzo de formación y de profesionalidad de nuestros gestores
y administradores, adoptando las técnicas del Management. Una excesiva profesionalización puede
llevar a una pérdida del compromiso personal con la misión de la entidad y a una
despersonalización de los objetivos sociales. Asimismo, un enfoque basado en la aplicación
excesiva de procedimientos y métodos puede llevar a una burocratización exagerada, con la
consiguiente pérdida de frescura, de capacidad de innovación y de atención cálida a las necesidades
de las personas.
e) Superar la preocupación por la independencia: la no dependencia de los demás sectores es un
factor sustancial de las organizaciones solidarias. En la práctica siempre hay un grado significativo
de dependencia respecto de algo o de alguien. Siempre habrá un cierto grado de dependencia con
las AAPP, debido a los programas de cooperación y a los recursos que se obtienen del Erario
público. No se puede depender de las decisiones que adopten las grandes corporaciones
empresariales, pero se podrán establecer relaciones con los mercados de forma transparente y sin
comprometer la misión social. Tampoco se debería depender de organizaciones de sesgo ideológico,
político o religioso, ya que cada entidad social debe ser fiel a sus propios valores y principios, salvo
en los casos en que haya una total identificación ideológica, política o religiosa.
f) Avanzar en la diversificación de las fuentes y en la sostenibilidad financiera: sin unos recursos
adecuados y suficientes no se puede afrontar ningún tipo de política ni programa social. La
financiación es la clave del funcionamiento y del futuro de las organizaciones solidarias. Lo
deseable sería una financiación mixta o combinada proveniente de diferentes fuentes. El sector
público deberá establecer marcos legislativos adecuados, y la transferencia de recursos a través de
subvenciones y ayudas, de acuerdos y conciertos, de cláusulas sociales preferentes en la
contratación pública, en la búsqueda de modalidades de gestión de servicios públicos o de interés
general, en la fijación de un marco fiscal lo más favorable posible para estas entidades, así como el
establecimiento de un sistema de incentivos a la participación privada en fines de interés general
(mecenazgo).
A las empresas le debemos seguir pidiendo sus aportaciones a través del mecenazgo y sus diferentes
modalidades, la canalización de recursos, la articulación de mecanismos de colaboración gerencial y
empresarial en proyectos de gestión mixta privada/iniciativa social en diversidad de proyectos y
campos relacionados con la satisfacción de necesidades sociales.
La financiación desde el sector privado no se debe concentrar en el mundo empresarial, hay que
buscar mecanismos que canalicen recursos y aportaciones de las personas físicas y de las familias a
favor de las organizaciones solidarias, articulándose los mecanismos de garantía en la aplicación de
dichos recursos.
g) El gran reto: la unidad de acción. El gran reto de futuro para el sector solidario y sus
organizaciones está en la capacidad que tengan de adaptarse a las nuevas realidades y entornos
basados en la eficiencia, la operatividad de escala, las alianzas y la verdadera capacidad de
influencia ante terceros, especialmente ante el poder político y económico.
7.2.5 LAS FORTALEZAS DEL TERCER SECTOR
Entre ellas destacan las siguientes:
- Su experiencia de trabajo en una sociedad democrática para que los grupos en los que se integran
los individuos, se desarrollen y potencien para cubrir el objetivo de un tejido asociativo fuerte y
cohesionado que robustezca la democracia de fondo, como medio, y la dignidad de la persona,
como finalidad.
- La gran fuerza innovadora y creativa para abrir contextos cerrados, rígidos o continuistas.
- La capacidad para dar respuesta a situaciones emergentes y la flexibilidad y adaptación a los
cambios.
- La calidad del servicio en función de las personas y de la mejor satisfacción de sus necesidades.
La empatía es una gran capacidad que el sector ha desarrollado.
- La motivación y el compromiso, como factores de identidad y de enorme fortaleza del Sector
Solidario.
- La capacidad de integración social para generar soluciones eficientes, que hagan cada vez más
compatibles los principios de competitividad y solidaridad. Generar cohesión social es contribuir al
desarrollo humano y a la consolidación de la democracia material
7.2.5.1. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL: UNA CONTRIBUCIÓN AL DESARROLLO
SOSTENIBLE.
Hay un interés creciente en las organizaciones por dar respuesta a demandas de la sociedad,
relacionadas con los comportamientos éticos, sociales, laborales, medioambientales y de respeto de
los derechos humanos. Las razones pueden ser que por un lado las organizaciones se quieren
diferenciar por su respeto y compromiso con los aspectos éticos, sociales, laborales,
medioambientales y de respeto de los derechos humanos, y por otro lado los inversores quieren
conocer ese compromiso en las organizaciones en las que invierten su dinero.
La responsabilidad social de la empresa significa la integración en su gobierno y gestión, de
preocupaciones sociales, laborales, medioambientales y de respeto a los derechos humanos,
responsabilizándose de esta manera de las consecuencias e los impactos que se deriven de sus
acciones. Es una forma de gestión cuyo objetivo es hacer bien las cosas para todos (accionistas,
empleados, clientes, proveedores, sociedad en general)
Se ve a la empresa como una institución social con derechos y obligaciones, articulada como un
nexo de relaciones de confianza mantenidas a largo plazo con todos sus grupos de interés. Posee
tanto capital social como relacional.
En 2001 la Comisión Europea presentó el Libro Verde: Promover un marco europeo para la
responsabilidad social de las empresas, incidiendo en que los comportamientos empresariales deben
ir encaminados a obtener beneficios empresariales, y consideraciones sociales y medioambientales,
para asegurar el bienestar de los ciudadanos.
En el 2000 se puso en marcha el Pacto Mundial sobre Responsabilidad Social auspiciado por
Naciones Unidas. El Pacto está destinado a servir como marco para fomentar la colaboración entre
los diferentes actores sociales y la responsabilidad social, mediante el liderazgo empresarial
comprometido y creativo. Hace un llamamiento a que las empresas adopten unos principios
universales en los ámbitos de los derechos humanos, las normas laborales y el medio ambiente. Su
objetivo, según Koffi Annan, es contribuir a la adopción de unos valores y principios que den un
rostro humano al mercado.
Hoy día se entiende que para conseguir un mundo sostenible se necesita de la contribución y
colaboración de todos los sectores de la sociedad. En el diálogo entre las ONG y empresas se está
pasando de un modelo de relación reactivo y de confrontación, a uno proactivo y de colaboración.
La sociedad valora el paradigma de “empresa responsable y sostenible” pero ¿Qué significa? Se va
a ampliar la visión tradicional de la empresa, cuya única responsabilidad era servir a los intereses de
sus accionistas maximizando los beneficios económicos. Van a pasar a formar parte de la gestión de
la empresa unos intereses más amplios, incluidos los sociales y medioambientales. Vamos a ver los
cinco principios que pueden servir para señalar está visión de lo que significa gestionar una empresa
responsable y sostenible:
- Apertura y sensibilidad hacia el entorno: la forma de concretar esta apertura es mantener un
diálogo auténtico con los diferentes grupos de interés.
- Sentido de comunidad: construcción de una visión común y la adopción de unos compartidos.
- Capacidad innovadora: la innovación es una condición necesaria para la perdurabilidad y
sostenibilidad de la propia empresa.
- Consideración a largo plazo: conseguir relaciones de colaboración basadas en la confianza con los
grupos de interés.
- Creación de valor: el propósito de la empresa responsable y sostenible es perdurar en el tiempo.
De esta manera crea valor para sí misma y para su entorno.
7.2.5.2 EL PROBLEMA DE LA FINANCIACIÓN DEL TERCER SECTOR
En momentos de crisis, se hace aún más necesaria la diversificación de las fuentes de ingresos por
parte de las organizaciones no lucrativas. Básicamente son 3 las fuentes de recursos con las que
pueden contar, según su procedencia:
1. Los recursos públicos:
2. Recursos privados; .
3. Recursos propios: generados por la propia ONG con la cuota de los socios, retribución por
servicios o actividades económicas.
La independencia financiera debe ser una realidad de las entidades no lucrativas, para que su
proyecto social pueda continuar siendo viable. Ante la necesidad de diversificar las fuentes de
financiación, las dificultades son notorias. Podemos señalar dos tipos de dificultades para acceder a
los recursos económicos:
1. Problemas estructurales (previos a la crisis) de financiación del Tercer Sector:
a. La AP no distingue entre acciones de fomento y de garantía pública y, se caracteriza por el corto
plazo y la orientación al control del gasto sin evaluar procesos ni resultados.
b. La legislación fiscal no se adecua a la realidad del sector no lucrativo: el IVA ocasiona una carga
impositiva no recuperable para la mayoría de las entidades.
c. La invasión por el sector empresarial de áreas que eran exclusivas de las entidades no lucrativas
proveedoras de servicios está generando un nivel de competencia y presión para el que no están
preparadas.
d. Falta de un plan serio que aborde los problemas de financiación y que promueva el
fortalecimiento, el desarrollo y la estabilidad adecuada del sector no lucrativo en el sentido
financiero.
2. Problemas de financiación ocasionados por la crisis:
a. El retraso de las administraciones públicas en pagar y la dificultad para poder acceder al crédito
bancario para obtener liquidez.
b. El recorte de las partidas de gasto social por parte de las AAPP. Afecta a las entidades que
recurren a subvenciones y convenios para su sustento.
c. La disminución de los ingresos provenientes del sector privado y de las economías familiares.
d. El ámbito fundacional puede verse afectado por el descenso de ingresos generados por el propio
patrimonio o por el de la empresa fundadora
e. La contracción de la demanda en el sector laboral y la presión de la competencia pueden afectar a
las entidades que ejercen sus actividades en el mercado, como los centros especiales de empleo, las
empresas de inserción, las cooperativas, entre otras.
7.2.5.3 LA UNIDAD DE ACCIÓN Y LA ORGANIZACIÓN ARTICULADA DEL TERCER
SECTOR
Actualmente es importante que las organizaciones se agrupen y alíen para conseguir el logro de una
gran organización-paraguas que represente a la mayoría de las entidades no lucrativas, consiguiendo
así una verdadera capacidad de interlocución y de negociación ante las instancias públicas y los
poderes económicos.
En esta dirección se han dirigido los esfuerzos de siete organizaciones del sector no lucrativo al
crear la Plataforma del Tercer Sector el 20 de diciembre de 2011. Estas organizaciones son: Comité
Español de representantes de personas con discapacidad (CERMI), La ONCE, Cruz Roja Española,
Cáritas Española, La Plataforma de ONG de Acción Social (POAS); La Plataforma del Voluntariado
de España (PVE), la Red Europea de lucha contra la pobreza y exclusión social.
La primera Asamblea General se celebró el 10 enero de 2012, compuesta por 24 miembros. Sus
primeras decisiones han sido para nombrar a los órganos previstos en los estatutos, además de los
siete cargos de mayor responsabilidad.
Esta naciente Plataforma del Tercer Sector tiene la vocación de erigirse como un actor social capaz
de profundizar los niveles de interlocución con los gobiernos, participar más activamente en la
construcción y desarrollo de las políticas públicas y perfilar un discurso común de cara a la
sociedad, centrado en la promoción de todas las personas, la defensa de los derechos fundamentales,
la solidaridad, el valor del compromiso público y la denuncia de las injusticias y desigualdades.
Los objetivos de la Plataforma son:
- Contribuir a armonizar e integrar el funcionamiento de las plataformas y redes que existen
actualmente, generando sinergias y cooperación entre ellas.
- Elevar el nivel de interlocución del Tercer Sector, definiendo una agenda de temas clave para la
promoción de las personas para las que trabajan las entidades sociales, para el bienestar del
conjunto de la sociedad y para el propio desarrollo y consolidación de las entidades.
El Tercer Sector se debe percibir a sí mismo y posicionarse como un actor social esencial para el
desarrollo de una sociedad más justa en la que se de prioridad a:
- La defensa de los derechos de las personas más vulnerables y la promoción de las personas en
situación de exclusión.
- Promoción de la ciudadanía activa y el desarrollo del compromiso cívico con la justicia y la
solidaridad.
- La defensa de una sociedad más igualitaria y de un modelo social en el que el crecimiento
económico esté al servicio del desarrollo de las personas, la promoción de la participación social
activa de las personas vulnerables y de las entidades a través de las que canalizan sus aspiraciones
y reivindicaciones.
La Plataforma del Tercer Sector está conformada por:
1. La ONCE: corporación de Derecho Público de carácter social, se rige por su normativa específica
y sus fines sociales se dirigen a la consecución de la autonomía personal y plena integración de las
personas ciegas y con deficiencia visual grave. Genera más de 115.000 empleos, directos e
indirectos y solventa la atención que requieren más de 70.000 personas ciegas y discapacidades
visuales.
2. Comité Español de Representantes de personas con discapacidad (CERMI): plataforma de
representación, defensa y acción de la ciudadanía española con discapacidad.
3. La Plataforma ONC de Acción Social (POAS): organización no lucrativa, declarada de utilidad
pública privada, que trabaja para promover el pleno desarrollo de los derechos sociales y civiles de
los colectivos más vulnerables y desprotegidos y fortalecer el Tercer Sector de Ámbito Social.
colectivo actividades económicas y empresariales, que de otra forma, estarían avocadas al fracaso o
tendrían una menor proyección temporal. El máximo representante es la Confederación Española de
Sociedades Laborales.
En 1992 nace la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES). Su
propósito es aglutinar y vertebrar en una sola voz, lo que antes hacían diversas voces. Es una
organización profesional, de carácter confederativo e intersectorial, independiente, de ámbito
estatal, constituida para la coordinación, representación, gestión, fomento y defensa de los intereses
de sus miembros.
Los objetivos de CEPES son:
- Fomentar y defender la Economía Social y los movimientos y sectores que la integran.
- Incidir e influir en la constitución de las Políticas Públicas y en la legislación tanto a nivel estatal
como internacional.
- Propiciar el desarrollo económico del país como medio de lograr la estabilidad y el pluralismo en
los mercados económicos.
- Trasladar a la sociedad y al ámbito empresarial una forma de hacer empresa socialmente
responsable y con valores específicos.
- Expresar y defender los intereses comunes a las entidades asociadas ante la sociedad y la
Administración y ante las instituciones europeas e internacionales.
- Defender los intereses de la Economía Social ante todas las instancias
- Estudiar todo tipo de problemas que se planteen con carácter genérico y común a todas las
entidades de Economía Social, acordar soluciones y establecer las líneas deactuación conjunta.
- Establecer y facilitar los servicios de interés común o específicos que requieran las
organizaciones de la Economía Social.
- Promover el avance en los métodos y técnicas de gestión de empresa, mediante la realización y
difusión de la investigación y la organización y funcionamiento de los oportunos medios de
formación e información.
Uno de los objetivos estratégicos de CEPES es incrementar su presencia en los espacios relevantes
de interlocución, con el fin de influir en la construcción legislativa y las políticas públicas en todos
sus ámbitos.
Constitución.
El Estado Social se distingue del Estado de Derecho, a inicios del Siglo XX, en su relación
económica con la sociedad y en su relación con el individuo. La Ley cede su lugar a la Constitución
y a los derechos fundamentales, que son los ejes sobre los que gira todo el Derecho público.
La diferencia entre el constitucionalismo moderno y la vigencia del Estado Social de Derecho
consiste en que el primero ha impulsado las ideas de libertad e igualdad formal frente a las ideas de
participación social e igualdad real.
3.2. Fundamento constitucional de los derechos sociales.
Los derechos sociales han surgido como consecuencia de las desigualdades y la injusticia social.
La fundamentación de los derechos humanos ha girado sobre los valores de dignidad, libertad e
igualdad.
Hay dos doctrinas en cuanto a los valores se refiere:
1) Para la primera, la libertad es una condición esencial de la existencia consustancial a los seres
racionales, mientras que la igualdad y la dignidad no son por sí mismas condiciones primarias de la
existencia humana, sino tan solo ideas fuerza de una determinada etapa histórica.
La dignidad sería el fundamento de todos los derechos humanos garantizados jurídicamente a través
de la libertad, la igualdad y el respeto.
2) Para la segunda, la dignidad fundada en el concepto de persona, adquiere una dimensión
comunitaria e interpersonal.
En cuanto a la libertad y al concepto de la igualdad resulta complicado extraer un sentido unívoco.
Podemos encontrar dos enfoques: para unos la igual satisfacción de las necesidades fundamentales
favorece el concepto de igualdad como punto de llegada, y para otros, la igualdad material debe ser
igualdad de oportunidades que significa igualdad en el punto de partida.
Para Pérez Nuño “los derechos humanos son un conjunto de facultades e instituciones que en cada
momento histórico concretan las exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad humana, las
cuales deben ser reconocidas por los dos ordenamientos jurídicos a nivel nacional e internacional.
Bobbio adopta una posición sintética de modo que los principios de la libertad y la igualdad se
conectan estrechamente.
En la Constitución de Weimar, en 1919, el binomio libertad-igualdad se planteó como un
compromiso entre liberalismo y socialismo, entendiendo una contradicción entre ambos principios.
Las nuevas corrientes doctrinales obligaron a hacer una interpretación distinta que pueda permitir la
compatibilidad de los principios del Estado de Derecho con los del Estado Social.
En la libertad negativa, se puede hacer todo lo que el Estado expresamente no prohíbe. Mientras
que, la libertad positiva es la capacidad o posibilidad de hacer algo porque el individuo se encuentra
en posición de poder hacerlo, si quiere.
El conjunto unitario y sistemático de los conceptos de libertad negativa, positiva y política está en la
base de la Declaración de la ONU de 1948.
En nuestra Constitución de 1978, encontramos que, el Artículo 1.1. determina que España se
constituye en un Estado Social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores
de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Asimismo, en el Artículo 9.2. de la Carta Magna se establece que los poderes públicos deben
promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se
integra sean reales y efectivas.
La remisión a la interpretación conforme a la Declaración de la ONU y a los Tratados
Internacionales nos Lleva a la conclusión de que los derechos se reconocen a la persona humana
inmersa en una concreta realidad social.
Dignidad, libertad e igualdad sustancial ante la Ley, son el fundamento unitario de los derechos
sociales, económicos y culturales.
Depende del comportamiento de la sociedad civil hacer valer estos derechos para que siempre sigan
operativos y no sean una mera declaración de intenciones.
3.3. El debate sobre el grado de compatibilidad entre el Estado de Derecho y el Estado Social.
El concepto de Estado Social es un término con diferentes significados y alcances.
Podríamos destacar tres posiciones en cuanto a la relación ente los postulados clásicos del Estado de
Derecho y las exigencias de igualdad material del Estado social y el grados de compatibilidad entre
el Estado de Derecho y el Estado Social:
Una primera posición, encabezada por Carl Schmitt, mantiene la irrelevancia jurídica de la fórmula
del Estado Social por carecer de contenidos concretos,limitándola a simples compromisos formales.
Según esta posición, resulta imposible configurar un Estado Social en el marco de una Constitución
del Estado de Derecho.
Según Forsthoff, la Constitución debía garantizar el Estado de Derecho, dejando a un lado la
vertiente social. Los ciudadanos carecen de derechos constitucionales o las prestaciones propias del
Estado de Bienestar.
En la segunda postura, el Estado Social alcanza su plena virtualidad democrática si se extiende a
toda la sociedad y ofrece igualdad de oportunidades a todas las personas cualquiera sea su
condición o proveniencia social.
Para esta corriente la igualdad efectiva solo es posible si el Estado interviene en todos los procesos
económicos.
La tercera postura coloca su epicentro en el principio democrático, que es el que dota de coherencia
a los requisitos y garantías del Estado de Derecho, unido a los requerimientos del Estado Social. El
Estado de Derecho integra los contenidos materiales que aporta la sociedad, sometiéndose a los
principios de legalidad y el marco de protección constitucional.
Otro criterio formado en el modelo español hace referencia a las “org sociovoluntarias”, entre las
que se distinguen: la iglesia, las obras sociales de patrimonio público o privado, ass de vecinos, las
coordinadoras, acción cívica, fundaciones culturales, educativas y asistenciales. Además los
colegios de profesionales, sindicatos, asociaciones empresariales y partidos políticos.
Clasificación internacional de entidades no lucrativas:
- De cultura y ocio.
- De educación e investigación.
- De salud.
- Servicios sociales.
- Medio ambiente.
- Desarrollo socioeconómico y vivienda.
- Protección y promoción de derechos civiles relacionados con la justicia,
derechos reconocidos por la ley y de org políticas.
- Filantropía y promoción del voluntariado.
- Act internacionales.
- Act religiosas.
1) ECS se definirá como aquella que tenga como objetivo trabajar para sus miembros y sus usuarios
y para la sociedad, a fin de satisfacer necesidades precisas de interés público. Lo que significa que
es la acción, el objetivo social, la forma de organizarse y el compromiso de los socios y con los
ciudadanos lo que identifica a una organización como de ECS.
2) El valor de la persona por encima del capital, situando ha este como instrumento y no como base
del capacidad de decisión o del reparto de beneficios.
3) Actuación por y para sus socios y el entorno en el que se ubica. Solidaridad.
4) ECS entendida como la mejor gestión de los recursos disponibles para conseguir la eficaz
realización de los objetivos propuestos.
5) Subyace en todo ello un eje económico y colectivo que tiende a concebir este tipo de actividad en
valores de riqueza colectiva.
2.3. Tipología de la Economía Social.
Forman parte de la ECS: cooperativas, las mutualidades, las fundaciones y las asociaciones que
llevan a cabo actividad economía, las sociedades laborales, las empresas de inserción, lo centros
especializados de empleo, las cofradías de pescadores, las sociedades agrarias de transformación y
las entidades singulares creadas por normas especificas sobre la Ley 5/2011 de 29 de marzo.
Este lista no es conclusiva, pues existen otras empresas que cumplen con los
requisitos y pueden formas part de la ECS.
El acta del nacimiento de la ECS data de 1844 con la creación de la primera cooperativa conocida:
Un taller creado por tejedores de franela en 1830. Hay otros indicios de fabricas coop. De 1767 y
1795.
Poco a poco se fue abarcando diversos campos y necesidades: Consumo, vivienda y producción.
Principios de la cooperativas: solidaridad “puertas abiertas”, la regla de “un hombre un voto”, la
venta a precio de coste “sin animo de lucro”, la bonificación a los socios de los beneficios no
invertido, la creación de medios para el desarrollo integral de la persona.
Posteriormente y siguiendo las bases de las coop. Se une al concepto el mutualismo como esfuerzo
colectivo de crear sistemas de protección social.
En España bastante más tarde se crea la figura de la sociedad laboral.
En la actualidad están surgiendo nuevas formas de organización y de empresas para la solución de
determinadas necesidades sociales que adoptan una filosofía similar a la que fundamentó la
primitiva experiencia coop. (empresas de inserción, centros especiales de empleo).
En el contexto de las coop y las mutualidades nace la Confederación Nacional de Entidades de
Previsión social, como máximo representante mutualismo español. Años mas tarde nace en España
la Sociedad Laboral, se pretende potenciar desde el esfuerzo colectivo actividades económicas y
empresariales que, de otra forma, estarían abocados al fracaso o tendrían una menor proyección
temporal. La Confederación Españolas de Sociedades Laborales, es la max. En España de esta.
2.3.1. Cooperativas.
Origen, constitución española 1978. Art 129.9. Recomendación a los poderes públicos para su
promoción mediante la legislación adecuada.
Ley 27/1999 de cooperativas, una coop. Es una sociedad constituida por personas que se asocian en
régimen de libre adhesión y baja voluntaria para la realización de actividades empresariales
encaminadas a satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas y sociales, con estructura y
funcionamiento democráticos, conforme los principios formulados por la Alianza Cooperativa
Internacional en los términos resultantes de la presente Ley.
Según la Alianza Cooperativa las empresas coop se basan en los siguientes principios:
1. Principio de adhesión voluntaria y abierta.
2. P. De gestión democrática por parte de los socios.
3. P. De la participación económica de los socios.
4. P. Autonomía e independencia.
5. P. De educación, formación e información.
6. P. De cooperación entre cooperativas.
7. P. De interés por la comunidad.
La estancia en las empresas es temporal, ya que se pretende capacitar y formar para que puedan
encontrar un trabajo por si mismos.
Los destinatarios de la inserción sociolaboral:
- Personas en situación de exclusión social, en paro y con dificultades de inserción al mercado
laboral.
- Lo anterior más estar en alguno de estos colectivos.
A. Disminución física, psíquica o sensorial.
B. Personas que cobrar el RMI.
C. Personas que no pueden cobrar el RMI, por no cumplir los requisitos y/o que se consideran que
están en riesgo de exclusión.
D. Jóvenes. Más de 16 y menos de 30, provenientes de instituciones de protección de menores.
E. Drogadictos y alcohólicos en proceso de rehabilitación.
F. Internos de centros penitenciarios.(3er grado, Libertad condicional…)
G. Parados de larga duración.
Según la Ley catalana las empresas de inserción además de la consecución de su fin social, los
siguiente requisitos:
1. Ser promovidas y participadas por una o varias entidades promotoras, esta participación debe ser
de al menos el 51%.
2. Mantener un computo anual de un mínimo del 30% y un max de 70% de trabajadores en proceso
de inserción con respecto al total de la plantilla.
3. No tener vinculados los balances, las cuentas de resultados y el patrimonio a actividades
económicas distintas al objeto social.
4. Aplicar al menos el 80% de los resultados o los excedentes disponibles obtenidos en cada
ejercicio a la mejora o ampliación de las estructuras productivas y de inserción.
5. Estar inscrita en su registro correspondiente.
6. No haber amortizado ningún puesto de trabajo por despido imprudente durante al año anterior a
la solicitud de calificación.
2.3.5. Centros especiales de empleo.
Empresas pública o privadas con mas de 50 empleados fijos deben tener al menos 2% de
trabajadores con discapacidad.
La administración debe reservar el 3% de las plazas de las convocatorias de funcionario y de
personal laboral.
Estos centros son organizaciones productivas que participan regularmente en las operaciones de
mercado.
Su plantilla, más del 70% han de ser discapacitados.
Pueden ser creados por organismos públicos y privados o por las empresas, y pueden carecer o no
de animo de lucro.
Estas empresas que deben mantener actuaciones que habiliten al transito al mercado laboral
ordinario de los trabajadores , no deben dejar de tener en cuanta las actuaciones destinadas a la
formación permanente o la adaptación de los trabajadores a las nuevas tecnologías.
Características de los trabajadores:
- Discapacidad igual o superior a 33%.
- inscritas en la oficina de empleo.
- Los centros solicitan a los trabajadores en la Oficina de empleo, detallando las características del
puesto.
- El trabajo debe ser productivo, remunerado y adecuado.
- Los contratos pueden ser de cualquier forma legal.
- No se pueden realizar horas extras.
- La relación laboral regulada por el convenio colectivo de centros de asistencia, atención,
diagnostico, rehabilitación y promoción de personas discapacitadas, de aplicación desde el 1 de
enero de 2002.
2.4. La relevancia de la Economía Social como generadora de empleo.
Heredamos un código genético, pero también códigos sociales y a veces códigos que refuerzan
nuestro aislamiento social.
La igualdad no se puede analizar sin tomar en consideración el papel que juega nuestro propia
condición como seres sociales:
--‐ El planteamiento que define a las personas como sujetos aislados, no resiste el análisis empírico.
Todos estamos trabado en una red de relaciones e intereses y cada uno de nosotros es un producto
social.
--‐ El propio individuo no permite una gestión eficaz de los propios recursos.
En un mundo globalizado, el fortalecimiento de la identidades locales nuestra la superficialidad de
los discursos que reducen la realidad social a una simple competencia de individuos en el mercado
global.