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Cohorte – 2013
Facultad de Humanidades
T
TRRA
ABBA
AJJO
OFFIIN
NAAL
L
TÍTULO:
AUTOR:
DIRECTOR:
DEDICATORIA
A mi padre,
por el vivo recuerdo
de la alegría que lo inundaba
ante cada logro profesional
de su amada hija.
A mis hijos,
ese par de “vidas”
que deseo profundamente
valoren que mi esfuerzo es,
en rebosante medida,
por y para ellos.
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“Educar es
precisamente
inscribir a un niño
en un colectivo
sin pedirle que abdique
de su individualidad.
Es dar a entender
la importancia de las normas
que son válidas para todos
sin prohibir que cada uno
por separado
se haga oír
y encuentre su camino.”
Philippe Meirieu
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ÍNDICE
Introducción
Agradecimientos
PRIMERA PARTE:
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SEGUNDA PARTE:
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Todos”………………………………………………………….
5.1. La escuela especial en escena “¿De quién es este alumno?”………
5.2. “A nosotros no nos tienen en cuenta”. La integración/ inclusión
es cuestión de todos……………………………………………………….
Conclusiones
Palabras finales
BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
1. Pautas para la entrevista en profundidad.
2. Documentos relevantes vinculados al tema de investigación.
INTRODUCCIÓN
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AGRADECIMIENTOS[E5]
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PRIMERA PARTE
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Capítulo 1
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consideradas según Moscovici (1979), como (...) una modalidad particular del
conocimiento, cuya función es la elaboración de los comportamientos y la
comunicación entre los individuos... La representación es un corpus organizado
de conocimientos y una de las actividades psíquicas gracias a las cuales los
hombres hacen inteligible la realidad física y social, se integran en un grupo o en
una relación cotidiana de intercambios, liberan los poderes de su imaginación.
En la misma línea, otra autora, Jodelet (1984), propone que el campo de
representación designa al saber de sentido común, haciendo alusión a una forma
de pensamiento social, definiéndolas[E10] como “la manera en que nosotros sujetos
sociales, aprehendemos los acontecimientos de la vida diaria, las características
de nuestro medio ambiente, las informaciones que en él circulan, a las personas
de nuestro entorno próximo o lejano. En pocas palabras el conocimiento
“espontáneo”, ingenuo (...) que habitualmente se denomina conocimiento de
sentido común o bien pensamiento natural por oposición al pensamiento
científico. Este conocimiento se constituye a partir de nuestras experiencias, pero
también de las informaciones, conocimientos y modelos de pensamiento que
recibimos y transmitimos a través de la tradición, la educación y la comunicación
social… Bajo sus múltiples aspectos intenta dominar esencialmente nuestro
entorno, comprender y explicar los hechos e ideas que pueblan nuestro universo
de vida o que surgen en él, actuar sobre y con otras personas, situarnos respecto
a ellas, responder a las preguntas que nos plantea el mundo, saber lo que
significan los descubrimientos de la ciencia y el devenir histórico para la conducta
de nuestra vida, etc. (Jodelet, 1984).
De las múltiples definiciones que se pueden encontrar de las
representaciones sociales, es importante destacar que lo que presentan en
común es su referencia clara a las funciones que cumplen, más que a los sujetos
que las producen, todas relacionadas con la importancia que revisten para la
comunicación, la interacción y la cohesión de los grupos sociales. La relevancia
de las representaciones, como construcciones sociales, reside en su incidencia
sobre el comportamiento social, llegando a modificar el propio comportamiento
cognitivo. Constituyen una manera de ver e interpretar la realidad y de darle
sentido, a través de categorías de clasificación. “El sistema de interpretación tiene
la función de mediación entre el individuo y su medio, así como entre los
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pero no son inmediatamente percibidas como tales más que por los agentes que
poseen el código, los esquemas clasificatorios necesarios para comprender su
sentido social”.
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una conducta, una reacción emocional acerca del objeto o del hecho. “La actitud
es la más frecuente de las tres dimensiones y, quizás, primera desde el punto de
vista genético, en consecuencia, es razonable concluir que nos informamos y nos
representamos una cosa únicamente después de haber tomado posición y en
función de la posición tomada”. (Moscovici, 1979).
La elaboración y el funcionamiento de las representaciones sociales son
generadas a través de dos procesos: la objetivación y el anclaje. Moscovici y
Jodelet (1986) explican cómo, a través de esos procesos “lo social transforma un
conocimiento en representación y cómo esa representación transforma lo social.”
La objetivación es considerada “una operación formadora de imagen y
estructurante”, mediante ella lo abstracto se transforma, por naturalización, en
una experiencia concreta y tangible, en un hecho de la vida cotidiana. El anclaje
refiere al “enraizamiento social en la representación” que le otorga utilidad y
significado, produciendo la integración de la información sobre un objeto
representado dentro del pensamiento constituido, preexistente, permitiendo
asignar sentidos y valoraciones, instrumentalizar el saber, y así poder interpretar
la realidad.
Para finalizar, es pertinente señalar la observación que, acerca de la
representación social como producto y proceso a la vez, Kaplan (1997) realiza
citando a García[E11]: “En tanto producto debe considerarse como pensamiento
constituido que da cuenta de una visión de la realidad que se comparte
socialmente. En tanto proceso, debe considerarse como pensamiento socialmente
constituyente y generativo de nuevas representaciones al dirigir y guiar la
actuación y comportamiento de los sujetos.”
Para esta investigación, el interés principal radica en poder desentrañar la
actividad representativa del sujeto como productor de sentido, cómo entran en
juego en su práctica aquellos elementos de la estructura social en la que está
inmerso, en la que debe asumir una actividad y posición social, y sus propias
motivaciones, deseos y creencias. Se trata de considerar cómo se ponen en
relación los contenidos de las representaciones (informaciones, imágenes,
opiniones, actitudes) con el objeto de la misma (los procesos de inclusión que
demandan determinados alumnos en su práctica diaria), y cómo las
representaciones de cada docente se relacionan con las de otros del mismo grupo
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ingresar al sistema escolar y permanecer en él, sino lograr los aprendizajes que
establece el curriculum. Para que todos aprendan lo mismo se requería romper
con la homogeneidad de la propuesta educativa, planteando el “cómo”.
Pero desde la perspectiva de la “justicia curricular”, siguiendo a la misma
autora, aprender lo mismo no es sinónimo de inclusión; la injusticia en educación
no se juega solamente en la dimensión material de la oferta educativa, ni se
resuelve en la dimensión simbólica con la unidad del curriculum, ni se satisface
con estrategias pedagógicas diversificadas que permitan que sujetos diferentes
aprendan los mismos contenidos. Un curriculum común no es simplemente un
curriculum unificado: es un curriculum que ha sido y continúa siendo sometido a
evaluación en cuanto a su capacidad de “promover en todos una comprensión de
la cultura y de los intereses de los otros participantes, en su capacidad para
producir más igualdad en el conjunto de las relaciones sociales”. El debate actual
debe centrarse en tratar de entender a la inclusión desde un significado nuevo:
“todos aprendiendo lo común”, para lo cual propone que es necesario salir del
encierro argumental por el cual durante mucho tiempo “lo común ha sido lo
mismo” (la escuela común, el curriculum común, el formato escolar común). Y
declara que “(…) romper esta equivalencia (…) es una necesidad para que el
sistema escolar supere institucionalmente la homogeneidad, albergue la
diversidad, destituya el sectarismo.”
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las que están insertas sus funciones….” La reflexión en la acción tiende a hacer
emerger no sólo los presupuestos y las técnicas, sino también los valores y
propósitos presentes en el conocimiento organizacional.
Y acerca de la falta de reflexión sobre y desde la acción de los docentes,
cuando no revisan los mecanismos que sustentan su práctica, cuando no
cuestionan sus saberes implícitos y aceptan acríticamente lo instituido, el mismo
autor afirma: “Muchos profesionales, encerrados en una visión de sí mismos como
expertos técnicos, no encuentran nada en el mundo de la práctica como motivo de
reflexión. Se han hecho demasiado expertos en las técnicas de la desatención
selectiva, las viejas categorías, y el control situacional, técnicas que utilizan para
salvaguardar la constancia de su conocimiento desde la práctica. Para ellos, la
incertidumbre es una amenaza, su admisión es un signo de debilidad. Otros, más
predispuestos y duchos en la reflexión desde la acción, a pesar de sentir un
profundo malestar porque no pueden decir cómo hacer lo que saben, no pueden
disculpar su calidad o rigor.”
De Alba (comp. 2004) señala que la práctica docente es “producto del
entramado de condicionantes entre los cuales el pensamiento del profesor juega
un rol importante (…) Los profesores son producto de un largo proceso de
formación y socialización, durante el cual fueron integrando supuestos, creencias,
teorías implícitas y científicas… Y continúa enumerando una suerte de principios
que tienen la función de contribuir a entender la complejidad de la construcción
del conocimiento profesional: “La actuación de los profesores está dirigida por su
pensamiento y, por lo tanto, por dichos supuestos y teorías (…) Subyace a toda
práctica docente una lógica que es posible conocer (…) La acción está
determinada por teorías que, a su vez, se modifican a partir de las acciones (…)
Los profesores son profesionales racionales y prácticos. Su actuación es producto
de una racionalidad limitada, lo que hace factible que construyan sus acciones a
partir de la reflexión y puedan dar cuenta de sus acciones y modificarlas.”
Conceptuar a la práctica educativa como práctica reflexiva, aparece como
una opción inestimable para que los docentes puedan aceptar la realidad
cotidiana, buscar alternativas para resolver problemas y así construir un saber
pedagógico que permita transformar su propia práctica, que posibilite abordar
situaciones complejas valiéndose de algo más que de la aplicación mecánica de
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Capítulo 2
Marco metodológico
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abordar distintos aspectos del objeto de estudio elegido. A medida que fue
avanzando en el proceso, permitió encontrar mejores líneas para explicar la
realidad del sistema representacional de los docentes en su estructura, dinámica
y complejidad. La investigación cualitativa definida por Taylor y Bogdan (1986)
como “aquella que produce datos descriptivos: las propias palabras de las
personas, habladas o escritas, y la conducta observable”, deja ver tanto el
escenario como a las propias personas o grupos desde una perspectiva holística,
considerándolas como un todo y no reduciéndolos a variables.
Sautu (2003) señala con respecto al abordaje cualitativo de la investigación
social, que: “los agentes sociales ocupan el lugar central del escenario de la
investigación (…) y el investigador trata de desprenderse de ideas preconcebidas
y mira los datos poniéndose en el lugar del agente social mediante un proceso de
comprensión empática. Es un proceso de autorreflexión de alguien que se
considera parte de la investigación y no un mero observador. Aquí los datos son
textos, escritos o en forma auditiva, observaciones de ocurrencias en ámbitos
discernibles y descriptibles, cuyo tronco común está en la situación real en el
campo”.
Desde esta perspectiva que revaloriza el punto de vista del sujeto, se
procuró comprender la manera en que el mundo de la cotidianeidad de las
prácticas docentes es vivido, sentido y experimentado por sus propios actores. Se
analizaron las diversas interpretaciones que los mismos hacen de la realidad
social y de su relación con ella, y cómo reconstruyen los significados
intersubjetivos de su medio social y cultural, contextualizado en la institución
escolar donde trabajan, y con base en los procesos de inclusión/ integración que
se desarrollan en ese ámbito.
Para acceder al conocimiento de la realidad que se buscaba estudiar, el
proceso lógico fue inductivo, ya que por esa vía fue posible construir una teoría
que hiciera comprensivos los datos. Refiriendo a las formulaciones de Kaen
(2008), la investigación puramente inductiva empieza con conceptos generales y
proposiciones amplias que orientan la focalización del objeto y del problema. Se
sumerge en el trabajo en terreno y se van construyendo, en un movimiento en
espiral –de la empiria a la teoría y de la teoría a la empiria- sus categorías y
proposiciones teóricas.
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2.5.1. Criterios
Como unidades de análisis se tomaron a docentes y directivos de escuelas
comunes de la localidad de Alcorta con las que la Escuela Especial interviene en
proyectos interinstitucionales de inclusión/ integración. Cabe la siguiente
aclaración para comprender el sentido del uso de los términos inclusión e
integración al hablar de los diferentes tipos de proyectos: los proyectos de
integración son los definidos para alumnos con discapacidad y que requieren de
adecuaciones curriculares muy significativas. Cuando se llega a concretar un
proyecto para alumnos que presentan dificultades en sus aprendizajes, que por su
complejidad implique la intervención sistemática de la Escuela Especial para
acompañar la trayectoria escolar de los mismos, se habla en sentido general de
proyectos de inclusión, o de acompañamiento.
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con la que fueron construidos, y la posibilidad de detectar una visión general del
proceso construcción y de las circunstancias institucionales en las que cada texto
se inscribía.
Se reparó en el espíritu fundamental de esta tarea: aproximarse a develar
el pensamiento de los autores de los textos, en relación con el contenido profundo
de los mismos. Para ello fue sumamente importante considerar, a manera de
cruce de datos, los aportes de los entrevistados a quienes se pidió referencias
sobre algunos de esos documentos, especialmente en cuanto al conocimiento de
su existencia y contenido como también el grado de participación en la autoría de
cada uno de ellos.
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SEGUNDA PARTE
Capítulo 3
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plantea una serie de dimensiones de análisis desde las que las instituciones
educativas deberían abordar el enfoque de la inclusión: crear culturas inclusivas,
elaborar políticas inclusivas y desarrollar prácticas inclusivas. Dichas dimensiones
son las propuestas por los autores Ainscow y Booth como parte del conocido
Index for Inclusion (“Índice de Inclusión”), instrumento ampliamente utilizado para
el análisis y la evaluación de las condiciones inclusivas de las instituciones.
Una breve referencia a las dimensiones señaladas puede proporcionar
una idea más cabal de todos los aspectos que implica esta nueva visión de la
educación basada en la diversidad, y que se debe plasmar articuladamente en
sus diferentes niveles de concreción:
-Crear culturas inclusivas: todos los miembros de la comunidad escolar
deben estar implicados según sus respectivos grados de incumbencia y
participación; deben desarrollarse valores inclusivos y procurar que todos
colaboren, se sientan acogidos, estimulados, seguros, buscando siempre que
todos los alumnos tengan los mayores niveles de logro.
-Elaborar políticas inclusivas: la inclusión debe estar en el centro de todos
los procesos, del proyecto educativo, teniendo como meta mejorar el aprendizaje
y la participación de todos los alumnos, brindándoles los apoyos necesarios
desde una perspectiva de derecho.
-Desarrollar prácticas inclusivas: en el quehacer diario, las actividades del
aula y extraescolares, se ven reflejadas tanto la cultura inclusiva como las
políticas; los procesos de aprendizaje y la movilización de recursos deben estar al
servicio de los apoyos que se requieran para superar las barreras para el
aprendizaje y propiciar la mayor participación, en un proceso continuo de
innovación y desarrollo de la escuela.
También es oportuno hacer alusión a las orientaciones para la Modalidad
Especial que ha realizado el Consejo Federal de Educación, ámbito de
concertación, acuerdo y coordinación de la política educativa nacional, en su
misión de asegurar la unidad y articulación del Sistema Educativo Nacional. El
documento de relativa reciente aprobación por el Consejo Federal de Educación
(Resolución CFE N° 155/11) plantea clara y exhaustivamente la política de la
modalidad, en vistas a profundizar la articulación con los diferentes niveles y otras
modalidades del Sistema Educativo para asegurar una cultura inclusiva en todas
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Capítulo 4
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ronda), pero hay que ver si existe la inclusión de un niño con capacidades
diferentes. Por ahí no es fácil, a veces lo lográs, otras no. Pero si te abren
una puerta… Para incluir a alguien tengo que darle lo que está
necesitando ese niño, que no es lo mismo que a los demás. (12-ME-
EM-E1)
El incluirnos es relacionarnos todos, la inclusión abre un espacio en el
que todos conviven, interactúan, se enriquecen, muy abarcativo… En
el caso de la inclusión en las escuelas (porque también podemos hablar de
inclusión laboral, social) implica que responda a un proyecto educativo
que genere un proceso, que no sea un “parchecito” sino que tenga un
tránsito, con muchos actores (familia, maestros, dirección, asistentes
escolares). También está desde la escuela la relación con la comunidad,
con otras instituciones. No es sólo que lo incluimos al otro sino que nos
incluimos todos… Con inclusión me imagino un espacio educativo
abierto, en cambio con integración me imagino un espacio estático una
escuela no cerrada, pero en la que el que ingresa se adapta, aborde
como pueda lo que se le presenta… Yo creo que la inclusión tiene mucho
que ver con el otro, es interactuar, y es abrir. (13-D-E2)
Para mí primero hay una inclusión y luego una integración. Incluís a un
niño en un lugar y luego lo integrás. En lo educativo se hablaba primero de
integración, quizás porque a la inclusión la daban por hecho. Incluir sería, si
lo tomamos de otro lado, introducir algo en un lugar, incluirlo, ponerlo en
ese lugar. Integrarlo es apoyarlo para llevarlo adelante. En la escuela, si lo
llevamos a la docencia, puede estar incluido pero no integrado. Allá en
mi escuela pasó, incluimos a un niño en un grupo con similares edades
pero con pensamiento distinto… Incluir es darle un espacio, “meterlo” (no
sé si es la palabra), después integrarlo es ir de la mano de las actividades.
Y nos pasó que tenemos un alumno en la Escuela Especial que lo
incluimos en ese espacio pero no se integró. (…) Incluir es también
llevarlos a un trabajo. Hasta los mismos profesores nos cuesta incluirnos
en lo laboral, en el mismo sistema educativo, hasta vamos al choque con
quienes piensan distinto de uno… (14-ME-EF-E1)
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“nos abrieron los ojos”, son personas, son seres humanos. Pasa todo
por darse cuenta uno, por mentalizarse uno. (9-MG-E2)
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permite ver una parte recortada de la realidad (que incluye el modo como
pensamos nuestro modo de conocer) como efecto de esas creencias y, a la vez,
el paradigma prescribe un modo de preguntar, de resolver, de comunicar, de
validar (…) De ese modo, el paradigma con-figura nuestras posibilidades de
pensar y, a la vez, condiciona el modo a través de los cuales nos aproximamos al
conocimiento de las cosas” (Yuni y Urbano, 2009). No habrá cambio posible si no
se habilitan nuevas formas de preguntarse y nuevos modos de conocer lo ya
conocido.
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La siguiente es una mirada crítica aportada por una informante clave, que
forma parte de una de las instituciones de educación común a la que pertenecen
los docentes de la muestra:
En la Escuela Común todo alumno que no responde a los parámetros
establecidos por la normalidad, resulta ser “el diferente”, clasificado en
discapacitado, o alumno con n.e.e., “el diverso”. (13-D-E2)
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-Este grupo final de respuestas hace una clara y gráfica referencia a lo que
sucede en la práctica cotidiana, descubriendo que la diferencia conceptual
puede traducirse en una diferencia en la acción, llegando a tratar de modo
un tanto discriminatorio a los alumnos según tengan o no una discapacidad.
También aporta una reflexión importante acerca de lo que provoca en el docente
el “no aprender” de un alumno cuando no se puede dar una cabal explicación de
por qué sucede.
Cuando un chico tiene una Discapacidad, pasa al lugar del pobrecito,
lamentablemente es así… y no va a aprender… el docente siente que
“está salvado” porque ya es así, porque en el informe dice tal o cual cosa…
No importa si es un Down, es un nene con nombre y apellido. En cambio
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las personas. Para indagar en este campo, se recurrió a preguntas puntuales que
orientaron hacia la aparición de expresiones referidas a valoraciones, al
reconocimiento de aspectos positivos o negativos respecto del objeto de este
estudio.
Si bien se trata del aspecto más afectivo de una representación, no se dejó
de considerar, en ningún momento, el interjuego que se produce con las otras
dimensiones y que configuran el universo de creencias de las personas. De ahí
que en la misma exploración acerca de las dimensiones de la información y la
representación, también aparecieron elementos que dieron cuenta del campo de
la actitud, tales como valores, normas, sentimientos, emociones, que
contribuyeron a dar significación al sistema representacional.
Y estrechamente vinculadas con la orientación del comportamiento de las
personas, se encuentran las expectativas, que se nutren de las concepciones, las
representaciones, las informaciones, acerca de aquellos de quienes algo se
espera, se cree posible, se confía. Un supuesto reiterado es que según sean las
expectativas de los docentes respecto de sus alumnos o de la validez de los
proyectos de inclusión que se diseñan para acompañar sus trayectorias
escolares, serán las actitudes que demuestren en la práctica. A su vez, éstas
pueden verse modificadas si hay un cambio en las expectativas.
En los discursos de los entrevistados se pudieron identificar una gran
variedad de elementos que hacen alusión tanto a actitudes como a expectativas.
Resulta significativo aclarar que lo que expresó cada persona para dar cuenta de
sus propias actitudes, se basó en una referencia recurrente a lo que hacen/ dicen
los demás. Así, la crítica hacia actitudes inaceptables y/o indeseables en colegas,
junto con una exhortación o sugerencia de un cambio, de algún modo fueron
tomados como indicadores de una posición propia. Esto último no fue sin dejar de
considerar la posibilidad de que esos “otros” a quienes aludían, podrían estar
constituyendo la vía mediante la cual canalizaban sus propias concepciones
inconscientes, o reconocidas calladamente aunque sin acceso a ser admitidas.
Desde el desarrollo de este estudio, el posicionamiento de cada agente
entrevistado no pudo ser corroborado de manera directa por no haberse realizado
observaciones sistemáticas, por ello se prestó considerable atención a la
coherencia del discurso de cada persona. Dada esta situación, un medio válido
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para introducir una mirada diferente, fue lo aportado por los informantes claves de
la muestra, que en la cotidianeidad han tenido oportunidad de hacer
observaciones ocasionales e indirectas, y que además mantienen un contacto e
intercambio asiduo con los entrevistados.
Yo lo que escucho es que dicen “Yo no estoy preparada para una cosa
así”. Hace 20 años que estudiaste, todo cambia, tenés que prepararte
un poco! Para mí es como un escudo para ir a lo más fácil, como una
forma de justificarse, de lavarse las manos de antemano. A veces es
cuestión de mirar un poquito, con mirar nada más… Como que la
dificultad siempre la tiene el chico, y no piensan que puede deberse a
la enseñanza. A veces usando el sentido común se pueden hacer muchas
cosas, como cuando hay una discapacidad motora. (1-MJ-E2)
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podremos hacer más. Años atrás pasaba eso, no se hacía nada. (6-ME-T-
E2)
A lo mejor el docente no quiere ponerse, o uno está limitado en saberes y
sólo da lo básico… Puede ser uno de los problemas. Y el docente que está
muy abierto, lo puede llevar adelante más fácil, pero siente que no es
reconocido, y que el resultado final es el mismo, entonces piensa que
no vale la pena. Eso es el compromiso de cada uno. (14-ME-EF-E1)
Ahora con S. (niña con Síndrome de Down), ante todo hay una criatura,
pensando en eso uno hace cosas que, pensándolo bien uno no sabe de
dónde lo saca, pero resulta. Hay que mirar a la persona más allá del
diagnóstico. En discurso hay mucho, pero hay que ponerle ganas y
comprometerse: la actitud del docente tiene mucho que ver… Lo tenés
todo el día ahí, y si te molesta… (1-MJ-E1)
Yo creo que depende de la mirada del docente y la aceptación que
tenga. Ya sea que el chico moleste, no moleste, en el fondo es un proceso
que tiene que transitar el docente, cuando va viendo y entiende de qué
se trata, qué está pasando con ese chico, va entendiendo. De ahí va
poniendo prioridades. En la Primaria también se ven estos chicos y el
cambio de actitud. Como en todos lados, hay docentes que le ponen ganas
y otros no. (13-D-E2)
Ante la situación de tener que trabajar con alumnos con importantes
dificultades en sus aprendizajes (con o sin discapacidad) me siento con
ganas de estudiar, indagar e investigar sobre cada caso. Cada adecuación
diseñada es distinta a otra, por más que los alumnos presenten
dificultades similares. Con estos alumnos mi vínculo es el mismo vínculo
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que tendría con cualquier alumno, partiendo de la base que todos son
sujetos de derecho. (20-IC1)
Hay que estar muy atentos en no caer en la lástima, sino se perdería el
profesionalismo. (20-IC1)
Trabajar con estos chicos en general lo tomo con naturalidad, puede ser
que me motive como desafío, a ser creativa. (10-ME-EF-E1)
Esa sensación de “no poder” yo la sentí, que querés hacer algo con el
grupo que te generó una actividad, y ese día la Maestra Integradora te
avisa que no viene, y yo contaba con ella, y son 27, y ese niño necesita
alguien al lado porque si no se desborda… El problema a veces no es
tanto, y lo que más complicado te parecía, resulta sencillo. (11-MJ-E1)
Mi primera herramienta es esta: hablar con ellos mucho, sacarlos lo más
que pueda de ese contexto. Tengo uno en mi hora que molesta o dibuja…
Trato de hablarlo con él. (12-ME-EM-E1)
Los chicos ahora están distintos, están distraídos, piensan en otras
cosas, pueden pasar hambre, problemas emocionales… A lo mejor es
distraído pero si le buscás la vuelta es el mejor. El problema también está
en la forma en que nosotros damos (enseñamos). Muy pocas veces se
da que el docente quiera llevar adelante un grupo con mucha diversidad.
(14-ME-EF-E1)
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Vuelvo con el tema de los miedos de las docentes, más que de enfrentar la
situación enseñanza-aprendizaje, el hacer algo que perjudique al chico,
su evolución positiva dentro de la escuela. (19-D-E1)
Yo no lo pienso, pero creo que los docentes piensan que estos chicos le
agregan problemas, quizás no porque no quieran sino por lo que implica,
dedicarle más tiempo (ej. adaptar materiales, agrandar fotocopias, etc.). Es
como en todos lados, hay docentes de toda clase, hay quienes no
quieren, quienes no pueden… quienes se comprometen y quienes no. (18-
ME-EP-E1)
El docente vive como una carga incluir a un chico, porque no sólo tiene
la carga de tener a los 35 alumnos sino también a los padres, a la
directora… y “encima”… Creo que pasa mucho por no saber bien cómo
hacer. (18-ME-EP-E1)
Recuerdo en J. yo tenía terror de que a G. lo golpearan. Estaba con mucha
tensión, tenía que mirarlo sólo a él. Una vez un niño con dificultades
motrices se cayó en mi hora… la mamá dijo que no me hiciera problema
porque es un chico normal, que llora como cualquier chico que se cae. Era
un chico que se integraba, aprendía, hacía todo. Yo a veces evitaba de
ponerlo en algunos juegos. Esas palabras de la madre me quedaron para
siempre. (12-ME-EM-E1)
Al trabajar con alumnos con dificultad me siento con mucha
responsabilidad, a tal punto que esto me hace sentir insegura y con un
desafío que me genera cierta angustia (aunque resulte fuerte la palabra).
En mi caso siempre trato de dar humanamente todo lo que puedo:
afecto, contención, contenidos “recortados”, alegría y tiempo, con absoluta
entrega. En ocasiones algunos docentes comentan que no pueden
ocuparse, pero quizás tiene que ver más con temores, y en algunos casos
podría ser por comodidad o falta de compromiso. (16-MG-E2)
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creer haber hecho todo, si lo que los salvará en sus vidas a estos chicos
son esos contenidos mínimos que nos propusimos. (16-MG-E2)
Yo veo más fácil la integración en el Nivel Inicial… luego se complica. Pero
depende mucho del maestro que te toque. (1-MJ-E2)
Cuando el docente de escuela común tiene que adaptar, siente que “baja el
nivel de enseñanza”, y cuando cree que incluye, lo hace desde lo social y
lo afectivo, no desde el saber. (IC2)
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Todo esto lo vi en los últimos años, que hay un avance. No se espera que
todos aprendan lo mismo literalmente. Las expectativas de los docentes
influyen, como pasa con todos… (4-D-E2)
Caso de una alumna que está en 5to grado y no está completamente
alfabetizada. Los parámetros para evaluar deben ser diferentes. Uno
está contemplando sus necesidades, no regalándoles nada. (5-MJ-E2)
Sí escucho a las chicas de primaria que se preguntan qué van a hacer
cuando pasen al segundo ciclo, por ejemplo. Veo que aún en el secundario
se están buscando caminos por dónde puedan seguir aprendiendo, aún
casos en que apenas leen y escriben. No es cuestión de hacerlo pasar por
hacerlo pasar, como solía hacerse antes… ¿Qué otras cosas pueden
hacer? También hay que creer que es posible encontrar algo. (5-MJ-
E2)
Si uno piensa que para promover tiene que alcanzar igual que el resto,
quedarían siempre en primero ciclo… Hay que buscar otros modos de
evaluar…(6-ME-T-E2)
No es sólo socializarse, hay que ver qué estás haciendo con ese chico, por
ese chico, en qué lo estás ayudando… Me interesa lo emocional, cómo se
sienten ellos, que se sientan cómodos, no presionados… Después lo
cognitivo, si lo logran mucho mejor. (6-ME-T-E2)
Hace falta una mirada integral, no darle tanto peso al contenido sino más
a las competencias que va logrando, hay que ofrecerle muchas
posibilidades a todos, tanto al que le cuesta como al que puede más…
todos tienen que poder ser competentes. (8-MG-E1)
Muchas veces se lo subestima al alumno, no se le exige lo que se le
podría exigir... “Conmigo se porta re-bien” pero con el otro… Quizás porque
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de las poco prometedoras expectativas sobre algunos alumnos, ni cómo han sido
generadas o podrían llegar a modificarse.
-En algunos casos, la posibilidad de un cambio se reduce a modificar
sencillamente algunas actitudes o expectativas, por ejemplo: ser más
responsables, hacerse cargo, capacitarse lo suficiente, fortalecer el vínculo
afectivo, decidirse a afrontar el problema, tener ganas, establecer prioridades. Ello
estaría hablando de una mirada superficial, incapaz de ahondar con la
profundidad necesaria, en una problemática tan compleja. Amerita preguntarse:
¿alcanza con capacitarse, con ser más responsable, con buscar ayuda de
especialistas, con salir de la comodidad, con ser más creativo, con tener ganas y
lograr un buen vínculo afectivo con el alumno?
-Es posible que la transformación que viene operando en educación desde
el paradigma de la inclusión, esté movilizando sensibilidades, en el sentido en que
lo han expresado algunas personas de la muestra. En un caso, la espera por “esa
cosa mágica” para solucionar los problemas, se puede traducir como la añoranza
por recuperar la homogeneidad perdida, ya que la heterogeneidad se presenta
como lo más cotidiano, y todo intento por acallarla, tarde o temprano termina
sucumbiendo. En otro caso, la alusión a un compromiso apuntalado en el
reconocimiento, a la necesidad de que alguien esté mirando lo que se hace, sería
una forma de reclamar ayuda, y por qué no de hacer ver que estos niños también
están y deben importar en su calidad de alumnos, al igual que los demás.
-Como en otro apartados de este trabajo, las apreciaciones de una de las
informantes clave brinda un matiz notorio para el análisis, porque están brindadas
desde la positividad, desde un decir propio fundamentado en la experiencia y
sustentado en un posicionamiento claro y firme.
-Finalmente, un comentario para estar alertas: que el destino escolar de un
niño dependa “del maestro que le toque”, significa un recorte demasiado notable y
insensato de la problemática. Se pone todo el peso en la responsabilidad
individual de un docente, que si bien la tiene y no puede desconocerse ni dejar de
reclamarse, su propio abordaje pedagógico tendría que encuadrarse en una visión
colectivamente construida, que en la mayoría de los casos está ausente.
Dice Kaplan (2008) que “si partimos de la concepción de que las
representaciones de orden simbólico de los profesores tienen una génesis socio-
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Capítulo 5
Los proyectos de que diseñan para los alumnos con discapacidad o con
dificultades significativas en sus aprendizajes, que demandan la intervención de
la escuela especial, tienen el carácter de inter-institucionales, conllevando la
corresponsabilidad en su elaboración, puesta en marcha y evaluación. En este
contexto emerge un nuevo escenario: la escuela especial se hace presente, a
través de algunos de sus miembros, en un lugar que le es ajeno, para trabajar con
alumnos que la escuela común muchas veces no considera como propios, o está
en un tránsito incipiente en esa dirección.
Lo antes expresado habla de la complejidad del contexto en el que tienen
lugar los procesos de inclusión, que para poder prosperar necesitan del contacto,
del intercambio, de la articulación, de la complementariedad de miradas y de
acciones de dos instituciones con mandatos fundacionales en plena tensión.
Demasiados actores en escena en una escuela que se pretende “para todos”,
pero se sigue adjetivando de “común”, y en ocasiones se resigna o hasta
promueve que la educación especial deje de lado su cualidad actual de
transversalidad como “modalidad” y resurja la institución “Escuela Especial” para
albergar a los alumnos que “no pueden”.
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dificultad de poder hacer algo cuando esa ayuda está ausente, como si fuera el
único obstáculo; en otros casos, expresan que a pesar de lo que limita, no impide
que igual se pueda intentar avanzar en una propuesta.
-El trabajo desde la gestión escolar y sobre el imaginario institucional, con
el acompañamiento de la escuela especial como institución que se involucra en
un sentido complementario y de co-responsabilidad, es mencionado
escasamente, no obstante pueden constituir las vías posibles de un cambio
sustantivo.
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ser un espacio para que el chico aprenda. Con esto ahora nunca tendría
que ir a la escuela especial. ((5-MJ-E2)
Me parece que la escuela especial sería sólo para casos muy puntuales,
pero algo muy grave, y me parece que pasa también por el hecho de que
cuando está en el grupo el alumno siente que no puede llegar, que el grupo
despega y el alumno se queda… siente una frustración, que le hace mal…
Llega un momento en que se hace imposible, deja de ser un lugar que le
sirve. (18-ME-P-E1)
Escuché muchas veces que los chicos con necesidades educativas
especiales no tienen que ir a la escuela especial… Pero la escuela especial
es la que tiene las herramientas, los profesionales, todo ahí… no veo
mal que en algún momento esté físicamente allí, haciendo algo compartido,
con las señoritas que se dediquen a él… Por ejemplo, un nene que no tiene
acceso a la Fonoaudióloga, a otros especialistas… Lamentablemente pasa
que estos chicos no tienen esas oportunidades, y “tienen” que quedarse en
la escuela común y eso no siempre es bueno.... Esa mirada, con el equipo
de la escuela especial se puede lograr, en la escuela común no, nosotros
es como que no estamos preparadas para estas cosas, nos falta
mucho… (11-MJ-E1)
Un alumno tendría que escolarizarse en la escuela especial en el caso de
que no logre las capacidades que tiene que tener para seguir en una
escolarización en la escuela común. En el caso de R., podría haber llegado
a hacer un primer grado pero en la escuela especial, no tenía las
competencias ni hábitos ni nada para un primero común, hasta sigue con
pañales, el año pasado había logrado bastante con la continuidad… Por la
edad ya no lo podíamos tener más en el Jardín. Es diferente el caso de A.
que con un apoyo logra mucho, y ese apoyo se sostiene. (15-MJ-E1)
Los chicos de la escuela especial pueden ir a la escuela común para hacer
algunas cosas, pero los de la escuela común no van a la especial…
Siempre he escuchado esto de que las escuelas especiales tenderían a ir
desapareciendo. Que la escuela común tenía que ir aceptando a los chicos
con discapacidad… Es un poco así que la escuela especial los contienen
un montón, los acompaña más… (10-ME-EF-E1)
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-Son muy variadas las miradas hacia la escuela especial en su nuevo rol a
cuenta de los cambios que se derivan de la educación inclusiva. Si bien es muy
positivo que se reconozca que la escuela común resulta un ámbito propicio para
facilitar la incorporación a la cultura y aprender a estar y ser en el mundo, sólo
algunos han podido distinguir la contribución de la escuela especial a ese fin.
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En este apartado del presente capítulo, se hizo un lugar especial para que
se escucharan las voces de los cinco docentes de especialidades que formaron
parte de la muestra de este estudio. El tono predominante fue el de “reclamo”, que
a la vez constituyó un “llamado de atención” con un doble sentido:
-el de prestar mayor atención a valorar sus áreas de trabajo como
espacios muy positivos y favorecedores para que los alumnos en proyectos de
inclusión/ integración desplieguen sus potencialidades;
-el de no olvidar que ellos también forman parte de una institución, y por tal
razón, deben ser convocados para participar en el trabajo con los alumnos cuyas
trayectorias escolares transcurren con cierta singularidad.
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Capítulo 6
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-Docentes:
Tiene que ver el docente cómo se plantea enseñar con 40 alumnos.
¿Cómo lo ves? Buscar diferentes estrategias, no pensar que sólo la cosa
funciona cuando el alumno tiene alguien al lado permanentemente. Yo lo
que veo es que muchos van a cumplir su hora y luego se quieren ir a
su casa. También la cantidad de horas que toma un docente, cuando
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Capítulo 7
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9) Planificaciones docentes:
De las planificaciones docentes consideradas (9 ejemplares,
pertenecientes a 3 docentes de grado, 3 docentes de sala del nivel inicial, y 3
docentes de especialidades, con y sin experiencia de trabajo en proyectos de
inclusión/ integración), se realizan las siguientes apreciaciones generales,
aclarando que sólo se indagó en la presencia, en dichos documentos, de
referencias al tema de indagación:
-Aquellas planificaciones que contenían referencias explícitas a la
diversidad de los alumnos y a las estrategias propuestas para atender las
diferencias individuales, pertenecían a docentes que habían tenido experiencia de
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trabajo con alumnos con dificultades o que el momento actual tenían un alumno
en proyecto de inclusión/ integración.
-En todos los casos se trató de una somera consideración a la presencia de
tales alumnos en su grupo de referencia, dentro del diagnóstico grupal, y el
enunciado de estrategias generales de abordaje, y de manera específica una
mención directa de la existencia de adecuaciones curriculares individuales, que se
encontraban en documento aparte.
-Una docente del nivel inicial y una del nivel primario (de grado)
implementaron registros acerca de situaciones cotidianas de los alumnos, que no
necesariamente se encontraban bajo un proyecto de integración/ inclusión, para
tener en cuenta a la hora de revisar y proponer nuevas estrategias.
-Los docentes de especialidades manifestaron, y así se pudo comprobar en
el texto de sus planificaciones, que la orientación general de sus áreas apunta al
trabajo con la diversidad de potencialidades de sus alumnos, que tratan de
descubrir y de desarrollar al máximo. En ningún caso se apreció otro tipo de
alusión explícita a trabajar con las diferencias individuales de los alumnos.
-Los proyectos individuales de los alumnos no se encontraban en poder de
los docentes, sino que tenían acceso a los mismos a través del legajo escolar de
cada uno. Los docentes de especialidades manifestaron tener sólo conocimiento
de que “había un proyecto” con tal o cual alumno, pero que no habían sido
convocados para participar en su diseño, y sólo cuando lo solicitaron, les fue dado
a conocer.
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CONCLUSIONES
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que debe enseñar, y que en esa tarea también encuentra limitaciones que debe
esforzarse por superar.
No se puede señalar con contundencia que las diferencias de edad y años
de antigüedad en la docencia tengan gran incidencia en las diferentes respuestas
proporcionadas por los entrevistados. Tampoco respecto del nivel de formación
logrado, aunque muy levemente se aprecia que cuentan con mayores
herramientas para hacer frente a las dificultades y para encarar las diversas
situaciones que se les han presentado, al menos para introducir algunos
cuestionamientos con otro sustento.
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Los resultados obtenidos indicarían que si bien hay oscilaciones entre los
posicionamientos descriptos, se observa una tendencia a apoyar aquellos que
representan un avance desde una mirada inclusiva. Sin embargo, en todos los
casos, hay un recurrente reclamo a que se aborde institucionalmente lo que en
definitiva debe poner en tensión la especificidad de toda institución escolar y en el
marco del paradigma inclusivo: cómo enseñar a todos, más allá de sus
condiciones personales y contextuales.
También se advierte que, en gran parte, se han invocado y apoyado
principios y valores que en la práctica se hacen visibles en acciones sustentadas
en la voluntad, en la propia iniciativa, en un accionar cuya intencionalidad se va
diluyendo por no contar con la fortaleza del conjunto. Los cambios de actitud, la
superación de la resistencia y el rechazo reconocidos, parecieran tener relación
con una mayor toma de conciencia y preocupación por la responsabilidad de
enseñar, como contrapartida al derecho de aprender de los alumnos, más allá de
sus diferencias individuales.
No obstante las carencias, inconsistencias, contradicciones y el no poder
dar cuenta de diferencias claras entre integración e inclusión, se vuelve a
remarcar que habría, comparativamente, una mayor cercanía al paradigma
inclusivo. Es evidente que hay mayor conciencia de que estos alumnos “tienen
que estar en la escuela”, y ello da indicios de que se hablaría de una “única
escuela”. Quizás haya que ahondar mucho más en el significado de una “escuela
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para todos” para que deje de ser simplemente un slogan o una atractiva expresión
de deseo.
Introducir los conceptos actuales de “barreras para el aprendizaje y la
participación” y “configuraciones de apoyo” sería sumamente pertinente para
poner en práctica sus significados. Ello daría un impulso muy propicio para una
mayor comprensión de las posibilidades de brindar acogida a todos los alumnos,
de cómo generar condiciones institucionales que garanticen que los alumnos
puedan “habitar” el espacio escolar, participar y aprender. Identificar algunos
supuestos que subyacen y que actuarían como barreras, disponerse a pensar en
cómo reutilizar los propios recursos para configurar los apoyos, revalorizar las
potencialidades de la propia institución, son tareas que aguardan a los actores
institucionales.
Es una decisión de la gestión institucional trabajar en ese sentido, implicar
a todos los actores educativos, buscar y encontrar la forma de construir
colectivamente una visión institucional inclusiva que no sea sólo la suma de
voluntades sino el fruto de un proceso de reflexión sistemática y sostenida. Ello
podría abordarse desde las “operaciones obligadas” que propone Nicastro (2006)
al momento de repensar lo que sucede en las escuelas y abrirse a nuevos
sentidos: explorar, es decir descubrir lo que aún no se conoce; analizar cada uno
de los elementos que compone la realidad de la institución, e interpretar lo
estudiado otorgándole un contexto y una explicación. “Revisitar y provocar
ligadura; recuperar y hacer historia (…) Revisitar dejándonos sorprender a pesar
de que se trate de lo ya conocido. Revisitar a través de miradas que se hacen
lugar, cediendo la palabra, generando escucha, entramándose en el colectivo.”
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Palabras finales
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Para finalizar, se agradecen las voces de todos y cada uno de quienes, con
su aporte, hicieron posible la construcción de este trabajo de investigación…
Voces que resonaron en palabras, silencios, gestos, metáforas, haciendo visibles
tonos de reclamo, queja, entusiasmo, invitación, llamados de atención, deseo
intenso de compartir sus vivencias, frustraciones, anhelos y ganas… Voces que el
investigador escuchó una y otra vez, con diferentes matices, en la entrevista
misma y en sucesivas re-lecturas, en cada intento por imaginar las escenas de la
práctica que describían, con la recurrente pregunta por el sentido de sus
acciones… el que ellos le dan, y que el investigador trató de poner en palabras.
Las voces de los entrevistados también estuvieron presentes o
demandando presencia en los escritos colectivos, o en las producciones
individuales intentando sumar palabra al colectivo institucional. Ellos, la “muestra”
de este estudio, fueron capaces y generosamente aceptaron mostrar lo que
sienten, piensan, no saben o no entienden bien, hacen, no hacen, quisieran
hacer, saber. Quizás en sus expresiones, tomadas con la fidelidad merecida, se
pueda imaginar que haya algo de “Haz lo que digo pero no lo que hago”,
suponiendo que sus decires no son el reflejo fiel de sus pensamientos o de su
hacer cotidiano.
Aun así, si lo que se dice tiene que ver con el deber ser, tal vez ese
reconocimiento puede tener el efecto de un hacer en consecuencia, y se inicie el
camino de desafiar las condiciones adversas que paralizan o que cómodamente
se aceptan, para cobrar o recobrar la fuerza del protagonismo que puede hacer
posible ser generadores de un cambio posible. ¿Por qué no se puede hacer lo
que se dice que debería hacerse? ¿Qué falta para pasar al “acto”? ¿Por qué a
veces se hacen cosas sin saber muy bien por qué, sin sentirse movilizado a la
pregunta? ¿Qué obtura la capacidad de problematizarse?
Todas las voces, desde el hacer o el decir, desde la mayor o menor
convicción o profundidad de reflexión, dijeron/ dicen algo importante, que
contribuye a tejer una trama en la que todos puedan sentirse contenidos,
sujetados, demandados, en-redados pero no enmarañados, parte de un todo que
no tiene sentido sin que cada parte sea tenida en cuenta y aporte lo suyo.
“A veces se empieza por la obligación”, dijo acertadamente una docente…
Acaso el acto de cumplir pueda hacer la diferencia en la medida en que permita
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BIBLIOGRAFÍA
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necesidades especiales. Murcia: Consejería de Educación y Cultura.
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ANEXOS
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ÁREAS DE INDAGACIÓN:
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DECRETO 2703/10
PAUTAS DE ORGANIZACION Y ARTICULACION DEL PROYECTO DE
INTEGRACION INTERINSTITUCIONAL DE NIÑOS, ADOLESCENTES Y
JOVENES CON DISCAPACIDAD
Boletín Oficial del lunes 27 de diciembre de 2010 - Decreto 2703-2010 -
DECRETO Nº 2703
SANTA FE, Cuna de la Constitución Nacional, 17 DIC 2010
VISTO:
El Expediente Nº 00401-0171857-0 del registro del Ministerio de
Educación, en cuyas actuaciones las Direcciones Provinciales de Educación
Especial, de Educación Inicial, de Educación Primaria, de Educación Secundaria,
de Educación de Adultos, de Educación Física y de Educación Técnica
dependientes de la Secretaría de Educación, conjuntamente con el Servicio
Provincial de Enseñanza Privada, todos de la Cartera Educativa, promueven la
gestión ordenada a fortalecer las acciones educativas que garanticen la
integración escolar de niños/as, adolescentes y jóvenes discapacitados; y
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CONSIDERANDO:
Que en los términos del Artículo 11º de la Ley Nacional de Educación Nº
26206, los objetivos de ésta se ordenan a asegurar una educación de calidad con
igualdad de oportunidades y posibilidades, sin desequilibrios regionales ni
inequidades sociales (conf. inc. a), garantizar la inclusión educativa a través de
políticas universales y de estrategias pedagógicas y de asignación de recursos
que otorguen prioridad a los sectores más desfavorecidos de la sociedad (conf.
inc. e), asegurar condiciones de igualdad, respetando las diferencias entre las
personas sin admitir discriminación de género ni de ningún otro tipo (conf. inc. f) y
brindar a las personas con discapacidades, temporales o permanentes, una
propuesta pedagógica que les permita el máximo desarrollo de sus posibilidades,
la integración y el pleno ejercicio de sus derechos (conf. inc. n), entre otras;
Que atento lo establecido en el Artículo 42º de ese régimen, la Educación
Especial está destinada a asegurar el derecho a la educación de las personas con
discapacidades, temporales o permanentes, en todos los niveles y modalidades
del Sistema Educativo, por lo que las provincias deben darles la atención
interdisciplinaria y educativa para lograr su inclusión desde el Nivel Inicial (conf.
Artículo 43º);
Que en tal sentido, frente al carácter obligatorio de la Educación Primaria
(conf. Artículo 26º) y Secundaria (conf. Artículo 29º), la autoridad jurisdiccional
tiene especial obligación de disponer las medidas necesarias para posibilitar una
trayectoria educativa integral que permita el acceso a los saberes tecnológicos,
artísticos y culturales y contar con el personal especializado suficiente que trabaje
en equipo con los/as docentes de la escuela común (conf. incs. a y b del Artículo
44º);
Que si bien existen en la Provincia antecedentes en este sentido, los
términos de la Resolución del Ministerio de Educación Nº 1716/07 que aprueba el
Proyecto de "Régimen para la Integración Escolar Interinstitucional de Niños,
Adolescentes y Jóvenes con Discapacidad en el Sistema Educativo" deben
adaptarse y jerarquizarse acorde a la regulación de los niveles y modalidades que
quedan alcanzados por la obligatoriedad educativa;
Que así la cosas, la Provincia crea con jerarquía normativa propia a esas
organizaciones, las instancias institucionales y técnicas necesarias para la
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POR ELLO:
EL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA
DECRETA
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3.10. Itinerancia
Hasta que comiencen a efectivizarse los Consejos para la Integración Escolar, las
autoridades directivas de la Escuela Común y Escuela Especial, con la
intervención de las supervisiones competentes en cada modalidad y nivel,
diagramarán un régimen de itinerancia entre escuelas comunes -que no cuenten
con servicios de integración-próximas a la escuela de asiento del docente
especial con funciones de integración. Una vez conformados estos Consejos, se
definirán en su ámbito estas condiciones de itinerancia.
3.11. Articulación entre los docentes especiales en funciones de integración
Cuando las características distintivas, de complejidad o específicas necesidades
de la zona lo requieran, y se pueda contar con más de un docente especial con
función integradora, los supervisores con competencia en las modalidades y nivel
sobre la Escuela Común y Escuela Especial, los convocarán a los efectos de
diseñar, articular experiencias y estrategias de abordaje institucional, hasta tanto
se constituyan los Consejos de Integración
Escolar. Una vez conformados aquéllos, actuarán dentro de este ámbito.
ANEXO II DEL DECRETO Nº 2703
"Pautas para la Reorganización del Servicio de Grados Radiales"
1. Presupuestas de la reorganización del Servicio de Grados Radiales
A los efectos de la reorganización del Servicio de Grados Radiales, serán
presupuestos de transformación:
a. Entender a la Educación Especial como un continuo de prestaciones
educativas, constituido por un conjunto de servicios, técnicas, estrategias,
conocimientos y recursos pedagógicos, destinados a asegurar un proceso
educativo integral, flexible y dinámico a personas con discapacidad que presentan
necesidades educativas especiales, brindado a través de la articulación de
organizaciones comunes y especiales, asegurando la mayor
normalización posible;
b. Entender a la integración como la mejor condición que asegura la superación
de las dificultades.
c. Erradicar ambientes paralelos en la escuela común que contradigan el modelo
de integración dentro del espacio áulico e institucional.
2. Condiciones para la transformación institucional de las aulas radiales
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Los cursos que a la fecha del régimen que aprueba la presente reglamentación se
encuentren organizados y constituidos en la escuela común primaria o secundaria
como "aula radial", migrarán progresivamente a sus alumnos a los grados donde
serán integrados, previa intervención de los directivos de esa escuela común y de
la escuela especial, a la que se encontraban vinculados, donde se analizarán las
condiciones de ambientación bajo los mismos criterios que se establecen en el
Anexo I del presente decreto.
3. Consideraciones particulares pura la Escuela Especial hasta que se establezca
con la Escuela Común el Proyecto de Integración Escolar.
En orden a este esquema interinstitucional, la Escuela Especial actuará en el
marco de los Proyectos de Integración Escolar, con especial atención en los
siguientes aspectos:
a. Asesorar a la escuela común sobre las nuevas funciones que ejercerá el
docente que se desempeñaba en el aula radial;
b. Acompañar al docente que pasará a cumplir funciones de integración para la
definición de su modalidad de abordaje hasta que se constituya el Proyecto de
Integración Interinstitucional conforme los procedimientos establecidos en el
Anexo I del presente decreto;
c. Realizar un seguimiento continuo y conjunto con la conducción de la escuela
común hasta que sea establecido el Proyecto de Integración institucional
conforme los procedimientos establecidos en el Anexo I del presente decreto;
d. El equipo psicopedagógico de la Escuela Especial, aportará las evaluaciones
que sean requeridas por la Escuela Común con el fin de dar pautas de trabajo al
docente de Educación Especial en funciones de integración.
4. Condiciones pare la transformación funcional de los docentes que se estén
desempeñando en escuelas comunes en aulas radiales.
Los docentes de Educación Especial que trabajen en Grados Radiales,
conservarán su situación de revista, transformando sus funciones docentes de
Educación Especial con "función integradora".
Cuando existan razones debidamente fundadas, la Supervisión dispondrá la
reubicación del docente con función integradora en otra Escuela Común o en la
sede de la Escuela Especial.
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