El anuncio radial es un texto publicitario que se trasmite de forma oral por
las ondas radiofónicas y tiene como propósito persuadir a otros de comprar
un producto o un servicio, participar en un evento o realizar acciones de interés social. La estructura de este tipo de texto es flexible y las variaciones en su estructura constituyen un recurso del emisor para hacer más efectivo el mensaje publicitario. El texto del anuncio, el eslogan, está formado por frases breves, sencillas, fácilmente memorizables. Su misión es anunciar un producto o un mensaje e influir en el receptor. El lenguaje es persuasivo: se utilizan los pronombres de segunda persona, construcciones imperativas, frases hechas, rimas, repeticiones, y otros recursos estilísticos de modo que se capte la atención del oyente. Cuando los anuncios son musicales se les llama jingle
1. La llamada. Por medio de ella se capta la atención del oyente. Suele ser una frase original o un recurso sonoro sorprendente.
2. La presentación. Es la parte informativa del texto a través de la cual se
da a conocer el producto.
3. La argumentación. En ella se trata de justificar por medio de
argumentos más o menos adecuados la necesidad de adquirirlo.
4. La implicación. Es el cierre del texto publicitario. Se apela a los
receptores y se les pide que compren lo anunciado.
Se designa con el término anuncio a aquellos mensajes cuya finalidad es
dar cuenta de un producto, sus beneficios y usos, anunciar un evento o realizar acciones de interés público, promoviendo conductas positivas o altruistas o de algún otro suceso que, por la importancia que reviste, puede ser del interés de un amplio número de personas o dentro de un núcleo que lo conforman varias personas. Los textos publicitarios utilizan muchas vías para su promoción, incluyendo los medios como la radio y la televisión, a través de los cuales alcanzan a un gran número de personas. Los medios de comunicación masiva, entre ellos la televisión, la radio, los periódicos, el cine, las revistas, son el lugar en el cual la mayoría de los anuncios se nuclean dado el significativo alcance que ostentan. Para muchas personas, el hecho de que algo sea promocionado o comentado en la televisión o la radio es razón suficiente para comprarlo y confiar en la prestación que puede ofrecer, según corresponda. Pero, por otro lado, y como bien mencionamos más arriba, hay algunos anuncios que no tienen una finalidad comercial, sino que poseen un objetivo más altruista, por ejemplo, aquellos anuncios que tienen un claro objeto de aclarar, informar y enseñar respecto a cuestiones que contribuirán al mejoramiento del bien público, entran en esta categoría. Entre estos podemos citar aquellas campañas dedicadas a crear una conciencia vial, el cuidado de la naturaleza y los valores ciudadanos.