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Poncio Pilatos en Época de Jesús.

Por: Héctor Zambrano.

Antecedentes importantes

Quinto procurador Romano llegado a Judea como gobernador en el año 26.

El año 26 es el mismo año 779 de Roma, por lo que se registra que gobernó todos

los territorios de la vieja palestina durante 10 años.

Militar prudente, estratégico y agudo.

Enviado a Judea como gobernador por el emperador Tiberio César; con las

órdenes de romanizar a los judíos, en sustitución del procurador Valerio Grato.

Vivió en Cesárea y Jerusalén y durante su mandato construyo el estanque de

Siloé, cuyas aguas sulfuradas curaban las enfermedades de la época.

Pilatos era amigo y protegido de Elio Sejano, el cual era el segundo en Roma en el

mandato de Tiberio César.


Tiberio luego asesinó a Sejano por intrigas políticas. Eso disminuyo el poder de

Pilatos en Judea.

Por eso debía el esperar tranquilo hasta que las cosas volvieran a normalizarse en

Judea.

Era más político que militar y pudo salir adelante en sus funciones públicas gracias

a su secretario personal y asistente Aerón, al cual confió difíciles y arriesgadas

misiones. Casado con Claudia Prócula; mujer de muchos detalles, juiciosa,

serena, amable, piadosa y dulce.

Defendió ella a Jesús cuando este era crucificado.

Gracias a ella Cristo fue bajado a tiempo de la cruz y salvado de morir ese día.

Acusado Pilatos ante el emperador Tiberio por los samaritanos, fue destituido de

su cargo y desterrado a Viena por Calígula donde dicen que se suicidó.

Pilatos fue una especie de rehén del Sanhedrin Judío.

Al igual que todos los otros gobernadores llegados a Judea, Pilatos tenía el

derecho a la vida y a la muerte de todo ciudadano de la provincia conquistada.

Pilatos escribió un libro titulado “Actas de Pilatos.”

En él se registraban todos los acontecimientos de importancia durante su

mandato.

Sentencias; resoluciones y disposiciones.

En estas actas aparecen claras y detalladamente; “El Juicio a Jesús.”


Fue un gobernante lleno de poder, que le toco manejar aquella odiosa e imperiosa

realidad sobre la crucifixión de Jesús de Nazaret.

 Detalles de los Hechos.

Hace aproximadamente dos mil años, que Poncio Pilatos se lavó las manos

cuando fue crucificado el libertador, en el monte de las calaveras.

Esto más bien fue un acto simbólico del Gobernador de Judea; queriendo decir

con ello que no era culpable directo de lo que los enemigos de Jesús pedían

hacerle.

Pilatos complació a los judíos por temor que estos lo denunciaran ante Tiberio

César, acusándolo de parcializarse con los sediciosos y conspiradores del imperio

Romano.

Acusación esta que no solo ponía en peligro su cargo de gobernador, sino también

su vida y la de los suyos.

A pesar de su complicidad con los judíos en la condena de Cristo crucificado,

Pilatos trato de salvarlo.

Su esposa, Claudia Prócula era una defensora perenne del libertador.

Gracias a ella y a la decisión del gobernador, Jesús fue bajado a tiempo de la

cruz; curado por los suyos y despachado para ocultarlo, evitando con ello que

fuera definitivamente asesinado.


Pilatos era un notable diplomático, producto de su intelectualidad razonada; el cual

tenía una singular manera de administrar justicia.

Era un hombre con mente de intelectual y los sentimientos de un hombre común.

Pilatos para hacerse gracioso con los Judíos, había ordenado que le dieran una

pela como castigo y que luego lo dejaran ir.

Nunca quiso crucificarlo. Para el eso eran chismes locales de la comunidad Judía.

La esposa de Pilatos Claudia Prócula, había intercedido a favor del Nazareno.

El gobernador no tenía nada en su contra. Fueron los Judíos del Sanhedrin que le

inventaron delitos.

El Sanhedrin le advirtió a Pilatos nuevamente que no dejara ir a Jesús.

Por lo que el gobernador temeroso de la amenaza les dijo que hicieran con él lo

que quisieran.

Les dijo Pilatos:

 -“Yo me lavo las manos de eso.”

Los fanáticos Judíos le doblaron el pulso desde el principio al gobernador de

Judea.

Para ellos Pilatos era un intruso que llegaba a sus tierras a imponer su fuerza y su

Dios: Tiberio César.


Luego que Cristo fue crucificado y que los miembros del Sanhedrin, enemigos de

Jesús se habían ido a celebrar su negra gloria, Pilatos mandó a buscar a José De

Arimatea; Nicodemo y a Gamaliel, para que fueran prontamente a rescatar el

cuerpo mal herido del libertador; el cual colgaba del madero del tormento.

Sabía el que estos eran los verdaderos sostenedores económicos de la aventura

política-religiosa de Cristo.

Pilatos había accedido a la súplica de su esposa Claudia Prócula, la cual,

agobiada de pena, decía a su esposo el gobernador, terminara con el suplicio del

condenado Jesús.

Gracias a Claudia Prócula, Jesús no moriría ese día en la cruz.

Gracias a esta dulce mujer, Jesús viviría más días.

Pilatos llamó a su secretario personal y asistente llamado Aerón. Y le confió una

difícil y arriesgada misión.

Le dice el:

 - “Ve al Gólgota y entrega el cuerpo mal herido de Jesús a los suyos; cuida

que nadie te vea”

José de Arimatea se lleva a Jesús a una cueva de su propiedad para ocultarlo y el

rico Nicodemo, se dirige al mercado a comprar medicamentos para aplicarlo al

cuerpo herido del libertador.


Luego que los seguidores de Jesús curaron sus heridas, se lo llevaron en una

caravana hacia Emaús, al valle de Josafat, al occidente de Judea y llevado a

Samaria, rica y hereje tierra ubicada en las montañas de Siquen, un pueblo

vedado para los Judíos.

Se dice que finalmente Jesús llegó a Damasco y Cachemira en la Antigua Ciudad

de Siria.

Ahí en esos pueblos lejanos y vedados para los Judíos; vivió los últimos años de

su vida, con María Magdalena, con la cual tuvo dos hijos y viejo de edad murió.

Para Jesús, la muerte física era una especie de ausencia temporal.

Venció el a la muerte, el enemigo más terrible que tenemos.

Para Jesús la muerte no era el enemigo, sino el eterno olvido.

Jesús venció la muerte a través de su recuerdo.

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