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René Spitz (1887-1974) fue un psicoanalista estadounidense que se hizo famoso al describir en

1945 un tipo de Depresión que se produce en bebés (de 6 a 9 meses) cuando son separados de
una madre amorosa por un periodo de tres meses o más, aunque reciban los mejores cuidados
físicos, pero no son atendidos correctamente en sus necesidades emocionales ( hablarles,
sonreirles, cogerles en brazos, etc. ). Spitz llamó a este tipo de depresión “Anaclítica”.

Gracias a sus estudios se les permitió a las madres acompañar a sus hijos cuando eran
hospitalizados, pues Spitz demostró que la recuperación era más rápida. Hoy día esto nos parece
de lo más natural, pero se lo debemos a él.

René Spitz estudió niños en orfanatos y hospitales . También investigó la relación madre-bebé,
tomó fotos de la misma y la filmó, estudiando después con detalle lo que aparecía en las
imágenes y que a simple vista pasaba desapercibido.

Spitz publicó numerosos trabajos y varios libros, entre los cuales señalamos el titulado : ” El
primer año de la vida del niño “.
Algunas de sus aportaciones fueron:

 Observación de infantes y la evaluación


 Depresión Anaclítica
 Hospitalismo
 Transiciones en el desarrollo
 Procesos de la comunicación afectiva
 Comprensión de la complejidad del desarrollo
La muerte de este autor se produjo el 11 de septiembre de 1974, en la ciudad de Denver, a los 88
años de edad.

SPITZ, RESUMEN
EL PRIMER AÑO DE VIDA (SPITZ)
Fue discípulo de Freud. Estudia las relaciones de objeto recíprocas entre madre e hijo, sus
comienzos, su desarrollo, sus etapas y ciertas anomalías. Para su estudio Spitz utiliza el método
de observación directa y emplea recursos de la psicología experimental.
Discrepa con el psiquismo fetal, con el trauma de nacimiento y con estructuras psíquicas
tempranas.
El infante en su primer año de vida se encuentra dedicado a esforzarse por sobrevivir y a
elaborar dispositivos de adaptación que le sirvan para conseguir esa meta. Todo aquello de lo que
el infante carece, lo compensa y proporciona la madre. El resultado es una relación
complementaria, una díada madre-hijo. A partir de ésta díada es que comienzan las relaciones
objétales. A partir de acá se centra desde el nacimiento y hasta el primer año donde se sustituye
el yo a partir de los 8 meses, se independiza de la madre y comienza la maduración, que tiene
que ver con la adquisición de conductas a partir de esa relación, entre el sujeto (niño) y objeto
madre.
Hablamos de relación objetal por que nos desarrollamos a partir del vínculo con el otro, que es
primero la madre, y luego el padre y el interno.
Spitz dice que a partir de esta la “matriz, está el punto de partida de las futuras relaciones
sociales.”. Afirma que el crecimiento y el desarrollo del sector psicológico dependen del
establecimiento y despliegue de relaciones de objeto cada vez más significativas, es decir de
relaciones sociales.
Al nacer no hay Yo ni Complejo de Edipo, no hay simbolismo ya que este aparece con el lenguaje,
no hay mecanismo de defensa y si los hay son indicios más bien fisiológicos que psicológicos.
No existe psiquismo en el neonato, solo una conciencia rudimentaria de naturaleza receptiva, en
lugar de perceptiva en las primera semanas. Spitz diferencia entre recepción y percepción, para
que haya percepción ya se puede diferenciar y él no diferencia el mundo externo del interno, por
ej. Un ruido no lo puede diferenciar como que proviene de afuera. Capta, recibe, pero no percibe,
no le da un significado.
Entonces al igual que Freud, Spitz sostiene que el neonato es un organismo psicológicamente
indiferenciado, viene al mundo con un equipo congénito .Spitz lo llama anlaje y se refiere a esto
como a un sistema disposicional. El neonato carece de conciencia de percepción y sensaciones
de funciones psicológicas tanto conscientes como inconscientes, progresivamente se va
diferenciando gracias a la maduración, del anlaje, y el desarrollo.
Es decir considera al bebé como una total de aspectos indiferenciados, que se irá diferenciando
en virtud de dos procesos:
- Maduración: Que es el despliegue de funciones de la especie, producto de la evolución
filogenética y por lo tanto innatas, y que se ponen de manifiesto en las etapas de la vida
posteriores al nacimiento.
- Desarrollo: Es la aparición de formas, función y conducta que son el resultado del intercambio
entre el organismo y el medio interno y externo.
Basa su investigación en Tres ensayos de una Teoría Sexual y especialmente en el segundo
ensayo, porque en este es la única y primera vez que habla de las relaciones entre la madre-hijo
(sujeto-objeto).
El equipo congénito, “anlage”, que lo hace único, consta de tres partes:
a-El equipo heredado: Está determinado por los genes, cromosomas, el ADN y ARN, etc.
(Por ej. el que tengamos dos ojos, dos piernas, las secuencias de maduración, y vale tanto para
lo fisiológico como para lo psicológico así por ej. lo oral viene antes que lo anal y a los dientes de
leche le siguen los permanentes).
b- Las experiencias intrauterinas: que actúan durante la gestación, y que alteran el desarrollo
embrionario. Por ej., daños que puedan ocurrir producto de agentes teratogenos (virus, Rx,
drogas, etc.).
c- Las influencias del curso del parto: Daños durante el alumbramiento, por anoxia, medicación
previa a la madre, etc...
Las primeras relaciones madre-hijo, muestran como a partir de una desconexión social, u lazo
puramente biológico se va transformando paso a paso en lo que ha de ser la primera relación
social del individuo. Observamos una transición de lo fisiológico a lo psicológico y social. En la
fase biológica “in útero”, las relaciones del feto son parasitarias. Durante el primer año de vida, el
niño pasará por una etapa de simbiosis psicológica con la madre, desde donde pasará
gradualmente a la etapa siguiente de interrelaciones sociales, es decir jerárquicas.
La relación madre e hijo tiene un aspecto único, y consiste en que la estructura psíquica materna
es fundamentalmente distinta a la de su hijo. Es una relación desigual, asimétrica, ya que la
contribución de cada uno de ellos a la relación será desemejante.
Entre el niño y el adulto, existe una doble diferencia:
-Estructura de la personalidad: la del adulto es una organización claramente definida,
jerárquicamente estructurada, que se manifiesta mediante actitudes individuales específicas,
iniciativas individuales, que interviene en acciones recíprocas con el medio que lo rodea. Por el
contrario el neonato, carece de una personalidad organizada, no existe iniciativa personal ni
intercambio con el medio, salvo el fisiológico
.
FACTORES CONGENITOS
Cuando nacemos estamos provistos de lo que SPITZ denomina bagaje congénito, que incluye:
1. Bagaje hereditario, determinado por los genes y los cromosomas.
2. Influencias intrauterinas.
3. Influencias que han tenido lugar durante el parto.
2-Medio ambiente: el medio circundante del adulto, está constituido por diferentes factores,
diversidad de individuos, grupos y cosas inanimadas, que interactúan con la personalidad
organizada del adulto. Para el neonato, el medio circundante cosiste en un solo individuo: la
madre. Incluso esta no es percibida como una entidad distinta a él, sino que es parte de la
totalidad de sus necesidades y de su satisfacción. El infante y el medio conforman un sistema
cerrado. Esta situación cambiará durante el primer año de vida.
El universo del infante se halla dentro de la red formada por la familia y sus integrantes, no
obstante ese universo y sus estímulos son transmitidos al niño por la madre.
Crecimiento y desarrollo psicológico y somático dependen del progreso en las relaciones de
objeto que serán cada vez más significativas y serán la base de futuras relaciones sociales.
FACTOR AMBIENTE
En el útero materno, las relaciones de la madre con el feto son de un completo parasitismo. En el
curso del primer año, el niño pasará por estados de simbiosis con la madre, para terminar en un
estadio donde se desarrollan relaciones jerárquicas. Esto permite examinar el desarrollo de las
relaciones sociales en un STATUS NASCENDI, desde lo fisiológico a lo psicológico.
En la díada madre-hijo hay profundas diferencias entre las estructuras psíquicas de la madre y el
niño. En la díada formada por la madre y su bebe, la primera tiene una organización claramente
circunscripta a actitudes individuales bajo el aspecto de iniciativas personales en una interacción
circular con el medio.
Por el contrario, el niño al nacer, aun teniendo una individualidad demostrable, carece de
organización comparable, no desarrolla iniciativa personal, su interacción con el medio es
puramente fisiológica.
La otra diferencia entre la madre y el hijo en el medio es: En el caso del adulto, está constituido
por un gran número de factores diferentes, que presentan campos de fuerzas móviles que
influyen sobre la personalidad. En cambio para el recién nacido, el medio está compuesto de un
solo individuo: la madre.
Incluso este individuo único no es percibido por el niño en cuanto a entidad separada de él sino
que forma parte sencillamente del conjunto de necesidades del lactante y de su satisfacción.
El niño pasa el primer año, cuando es criado normalmente, dentro de un sistema cerrado. La
estructura del sistema es sencilla: la madre y el lactante.
La madre es la que sirve de intérprete para las fuerzas transmitidas del medio
Objeto libidinal: Al estudiar la génesis de las relaciones objétales, define al objeto siguiendo a
Freud en “Pulsiones y destinos de la pulsión. Entonces el objeto libidinal es el objeto de una
pulsión, es aquello por lo cual la pulsión logra su finalidad, el objeto es lo más variable, varia en el
curso de la vida y esto es inevitable y necesario. El objeto es lo que me permite descargar la
pulsión porque diferentes objetos sirven para satisfacer, es variable porque todo el cuerpo es
pulsional y todos los órganos internos son fuentes, y cada vez hay diferentes objetos que pueden
calmarla. No es por fuerza algo externo, sino que puede ser una parte del propio cuerpo del
sujeto. Puede ocurrir que el mismo objeto sirva para la satisfacción de varias pulsiones
simultáneamente.
Las relaciones de objeto son relaciones entre un sujeto y un objeto. El sujeto es el neonato.
En el mundo del recién nacido, no hay objeto ni relación de objeto, ya que estas se va
desarrollando a lo largo del primer año de vida para establecerse hacia el fin del primer año.
Durante el primer año distingue tres etapas:
1-Preobjetal (ó sin objeto)
2-Del precursor del objeto
3-Del objeto libidinal propiamente dicho

Patología de las Relaciones de Objeto:

Sptiz efectúa un profundo estudio de la patología de las relaciones de objeto y parte de dos
proposiciones básicas:
1-Las perturbaciones de la personalidad materna se reflejarán en perturbaciones del infante.
2-Las influencias psicológicas dañinas son la consecuencia de relaciones insatisfactorias entre la
madre y el hijo.
Esas relaciones pueden dividirse en:
-relaciones madre-hijo incorrectas, donde está afectado el factor cualitativo de la relación, a las
que denomina Enfermedades Psicotóxicas de la infancia.
-relaciones madre-hijo insuficientes, donde está comprometido el factor cuantitativo de la relación,
a las que llama Enfermedades Defectivas Psicogénicas o Emocionales.

Etapas de RENE SPITZ: pre-objetal, objeto precursor, objeto real (los organizadores)
Etapas de RENE SPITZ.
Elaboró un sistema del desarrollo sobre la observación directa en los niños con sus madres.
Explica el desarrollo en términos de relación objetal. Considera la relación entre madre e hijo
porque es el catalizador que permite a la libido ser fijada en las distintas zonas erógenas.
Pre-objetal (o – 3 meses):ETAPA SIN OBJETO
Spitz ha llamado esta etapa, la primera etapa pre-objetal o sin objeto. Comienza desde el
nacimiento y termina cuando aparece el primer organizador que es la sonrisa. La etapa sin
objeto coincide más o menos con la del narcicismo primario, ya que la percepción, la actividad y
las funciones de un recién nacido no están lo suficientemente organizadas, sino sólo estas zonas
que son indispensables para la supervivencia, como el metabolismo, la absorción de lo nutricio,
las funciones respiratorias, etc. Son funciones esenciales en el niño.
En este etapa el recién nacido no sabe distinguir una “cosa” de otra; no puede distinguir una cosa
(externa) de su propio cuerpo y no experimenta algo separado de él. Por ello también percibe el
pecho para satisfacer sus necesidades y proveer sus alimentos que los percibe, como una parte
de sí mismo.
Una multitud de observaciones, las nuestras entre ellas, confirman que el aparato perceptor del
recién nacido se halla escudado del mundo exterior mediante una barrera contra los estímulos.
Esta barrera protege al infante durante las primeras semanas de la percepción de los estímulos
del medio ambiente. Durante este período, toda percepción marcha a través de los sistemas
interoceptivo y propioceptivo.
Ahora bien, la excitación negativa del recién nacido es una respuesta a una estimulación
excesiva, debe ser considerada como un proceso de descarga. Siendo así un proceso puramente
fisiológico. Por ejemplo la ley de nirvana, que dice que la excitación se mantiene a un nivel
constante y cualquier tensión que exceda este nivel ha de ser descargado sin demora. Pasando
el tiempo este proceso fisiológico se desarrollará con el tiempo. Y una vez establecido esto, la
función psicológica se regirá por la ley del principio del placer y el displacer, hasta que este será
reemplazado por el principio de realidad.

Objeto precursor (3 – 7 meses):PRECURSOR DEL OBJETO


Es el comienzo de la segunda etapa, esta comienza con la sonrisa, este objeto precursor es
el rostro humano, se le llama precursor por que el niño no reconoce el rostro determinado
de una persona, si no le llama la atención las figuras, contornos que resaltan del rostro, como lo
es la nariz, boca, ojos, etc. ahora la sonrisa es la primera manifestación activa, dirigida e
intencional, y esta desde ahora tiene un papel muy importante en la vida del niño.
En el tercer mes de vida el niño responde al rostro sonriendo, si se cumplen algunas condiciones,
estas serían que el rostro se mueva de frente, de modo que resalten las cosas que le llamen la
atención (ojos, boca, etc.) y que este cuente con una movilidad.
Contando con 2 meses de edad, los niños no sonríen con certeza a nadie ni a nada, pueden
incluso alcanzar el 6to. Mes, y seguirán reservándose su respuesta sonriente sólo para la madre y
conocidos, en pocas palabras para los objetos de amor, para el niño, y no suelen sonreír a los
desconocidos.
Ahora, en el 3er.mes de vida, su reconocimiento para los demás, no indica una verdadera
relación de objeto. Quiere decir que no perciben a ninguna persona o un objeto (lo libidinal), sino
sólo un signo. Lo que forma este signo, es una parte privilegiada de él. Lo que se reconoce
durante esta etapa preobjetal, son puros atributos secundarios, externos y no esenciales.
La Gestalt signo, que el niño reconoce a la edad de 3 meses, lo indica para surgir esta respuesta
sonriente, es una transición desde la percepción de “cosas” y también de preobjeto, por haber
sido dotado de cualidades esenciales en el intercambio mutuo entre la madre y el hijo. En este
intercambio, el objeto es investido con catexia libidinal, esto quiere decir que al objeto libidinal lo
distingue de otras “cosas”.

Objeto real (8 – 12 meses):ETAPA DEL OBJETO REAL


El llanto ante extraños indica que el niño ya distingue a la madre de otras personas. Sabe que la
madre es quien lo cuida, lo protege de los demás, le da alimento, y lo ama. Y es por eso que
cuando está la madre surge el temor de la angustia, de perderla. El segundo organizador sería
la angustia y este es la diferencia entre libidinal y actividad agresiva.
La actividad agresiva seria una función psíquica recién adquirida a consecuencia de la
maduración nerviosa progresiva. El bebe, empieza a darse cuenta que esa persona que lo cuida y
lo protege, se ausenta por períodos, y provoca que el niño se angustie y cree el niño que esa
angustia que sintió la madre la percibe como una agresión que le causó daño. En este segundo
organizador, el niño no solo percibe y reconoce personas sino que también objetos
inanimados.
El logro más grande que se produce aquí, es la capacidad de la comunicación. La transmisión
directa de mensajes corporales que se convierten en palabras.
Y con el habla culmina la relación objetal, que termina por los 9 meses, cuando inicia el 3er.
Organizador, que es, el NO. con el fin de proteger al niño, la madre debe de acceder a
poner límites hacia el niño, y diciendo verbalmente un no el niño debe de obedecer, aunque
en un principio le sea sumamente difícil. Esta negación viene significando la capacidad de
juicio.
Logra la aceptación de este NO, cuando aprende la imitación.

El autor considera tres Organizadores:


Sonrisa (a partir del 3er. Mes)
Angustia (a partir del 8vo. Mes)
El no (en el habla) a partir del 8vo o 9no mes

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