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Aprendamos A Amar E Aquinas PDF
Aprendamos A Amar E Aquinas PDF
e-aquinas
Año 5 Mayo-Junio 2007 ISSN 1695-6362
Aula Magna:
NIEVES GONZÁLEZ RICO, Aprendamos a amar 1-18
Documento:
ENRIQUE ARANDA Y CONCEPCIÓN VALERA, El programa 19-37
Teen Star para la educación afectivo-sexual
Publicación:
N. GONZÁLEZ RICO, T. MARTÍN NAVARRO y otros,
Aprendamos a Amar. Proyecto de educación afectivo sexual 38-45
Noticia:
MANUEL DE LOS REYES, Objeción de conciencia y deseducación
para la ciudadanía 46-47
Aprendamos a amar
Nieves González Rico
Médico sexóloga directora de la Fundación Desarrollo y Persona
“Cuando un niño o una niña preguntan: ¿por qué tenemos erecciones? ¿Por qué
se humedece la vagina de la mujer? ¿Porqué determinados días del ciclo sale
por la vagina como un moco que cuelga?¿Esto es normal?
Es importante que la respuesta del educador sea una respuesta global, que
atienda a resolver no solamente los aspectos fisiológicos, higiénicos o sanitarios
sino también, y fundamentalmente, humanos y por tanto espirituales.
Un joven tiene erecciones, porque ha sido creado para amar a una mujer no sólo
con su corazón sino también con su cuerpo. Por eso se lubrica la vagina de la
chica al experimentar la excitación sexual. La vagina, órgano elástico, se pone
resbalosa para facilitar el encuentro con el pene del varón. Y el cuello del útero
en el periodo fértil forma moco cervical pensando en la posibilidad de alimentar
y capacitar a los espermatozoides que quizá algún día entren en su interior.
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Creados por tanto para el encuentro, para la comunicación, para el amor y para
la vida. El cuerpo “habla”, a través de sus cambios, de las dos realidades.
Nuestro cuerpo sexuado está hecho «para el otro», para darse. Tiene un sentido
esponsal. Necesitamos «al otro» para completar nuestra humanidad. Podemos
acercarnos a esas diferencias viéndolas como una amenaza y establecer batallas:
la batalla de los sexos. O bien podemos afrontar esa diversidad como una
riqueza y establecer alianzas: la alianza esponsal que está escrita en el plan de
Dios para el ser humano desde el día de la Creación”1.
Sin embargo, los padres están cada vez más desorientados, inseguros y solos a
la hora de afrontar el proceso educativo de sus hijos. Manifiestan no saber qué
hacer, se angustian ante decisiones que no saben si tomar o no, y se sienten cada
vez más distanciados, especialmente cuando los niños llegan a la pubertad y
adolescencia y comienzan a experimentar los cambios corporales y los cambios
bruscos de humor, incrementando su agresividad. En este contexto de
desconcierto (y con frecuencia, también de pasividad) a la hora de educar, se
hace difícil abordar la formación para el amor, que encuentra en la familia el
marco privilegiado de cumplimiento.
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“Los padres son los primeros responsables para llevar a cabo esta educación de
la sexualidad. Han de saber ofrecer a sus hijos, en un marco de confianza, las
explicaciones adecuadas a su edad para que adquieran el conocimiento y
respeto de la propia sexualidad en un camino de personalización. “Siempre se
logra más persuadiendo, (es decir mostrando la belleza de lo verdadero), que
prohibiendo, especialmente cuando de educar se trata”. Para ello, es importante
contar con personas y materiales que proporcionen una ayuda eficaz a los
padres en esta tarea. Este tema será uno de los contenidos necesarios en toda
escuela de padres”.3
¿Por qué una Escuela de Padres? Porque muy a menudo los padres (en
ocasiones, por dificultades nacidas de la propia educación recibida), optan por
el silencio ante la curiosidad de los niños y jóvenes. Otras veces, desean poder
hablar con sus hijos, pero el marco cultural en el que estos se mueven es tan
distinto al que los padres han vivido, que no saben cómo acercarse a ellos. Pero
la Escuela de Padres ha de ser correctamente entendida y ofrecida. No se trata
de buscar a un “profesional” o a un “experto” que ofrezca un conjunto de
normas, reglas, consejos y recetas que aplicar, cada vez más demandadas y más
ofertadas. Cuando se acude a un experto buscando exclusivamente resolver las
dudas planteadas por los niños y adolescentes, el encuentro con aquel se
convierte en algo superficial y los padres se ven obligados a actuar como
simples oyentes. Quedándose fuera de la relación con sus hijos, deciden delegar
en el experto, optan por “intelectualizar” la vida, por no implicarse, por ser
meros observadores de la tarea educativa que les corresponde a ellos vivir en
primera persona como aventura fascinante. ¿Qué hago si mi hijo dice tacos?
¿Qué hago si mi hijo se toca los genitales? ¿Cómo consigo que mi hijo no se
empeñe en ver las series de televisión de moda?... Se sitúan como niños frente al
experto que conduce el curso, dejando de ser adultos. En definitiva, una
posición muy cómoda, porque si no funcionan los consejos recibidos, siempre
podemos culpar a la persona que los ha dado y depositar de nuevo la esperanza
en otro experto con mayor renombre.
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que se ofrece no sólo a acompañar a los padres en su tarea educativa, sino a los
esposos en su matrimonio y a cada uno de ellos personalmente en la necesidad
de ser constantemente sostenidos y ayudados. Esta importancia de acompañar
es mayor cuanto mayor es la dificultad familiar, especialmente en los casos de
separación o abandono, en los que el cuidado de los hijos se vive, en ocasiones,
desde una gran soledad.
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Pero todos sabemos que no siempre podemos contar con el apoyo de la familia
para realizar la urgente educación de la afectividad y la sexualidad que el niño
y el joven de hoy necesitan. De hecho, es un dato de la realidad que en las
Escuelas de Padres se matriculan las familias más motivadas, y cuesta implicar
a las más necesitadas.
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“En el proceso catequético, durante los distintos momentos que afectan a esta
etapa, estará presente una catequesis completa y profunda sobre la sexualidad
en sus distintas dimensiones: antropológica, moral, espiritual, social,
psicológica, etc. Debe ser presentada sin reticencias. Más todavía si se considera
el clima de impudor reinante en tantos ambientes y medios de comunicación
social, que puede causar grave daño a los niños y adolescentes. Sólo así se
entenderá como un elemento propio de la vida cristiana que requiere la
iluminación de la fe y la guía del Magisterio de la Iglesia. La Delegación
Diocesana de Pastoral Familiar tendrá la responsabilidad de revisar los
materiales que se utilicen y de ayudar, mediante expertos, a la adaptación
pedagógica y la capacitación de los catequistas que enseñen estos temas”.4
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abortos realizados en España en el año 2005? ¿Qué será de las niñas menores de
19 años que en escalada imparable entran en el quirófano para vivir una
experiencia semejante? ¿Qué hacer ante estos corazones envejecidos por
implicarse prematuramente en relaciones para las que no están preparados?
¿Cómo sanar las rupturas que viven? ¿Cómo pueden dirigir su libertad hacia
un bien que nadie les anuncia?
Vemos que la mies es mucha, pero los obreros pocos. Esto ya le pasaba a Jesús,
por eso comienza a llamar. Hace falta buscar personas, que ilusionadas por esta
hermosa tarea, adquieran una formación específica. Esto exige destinar recursos
económicos a estas personas dispuestas para poder liberarlas en su horario,
estabilizar su presencia y dedicarlas a esta necesaria labor, de modo que puedan
a su vez ir llamando y formando a otros y coordinar un voluntariado en acción.
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“APRENDAMOS AMAR”6
PROYECTO DE EDUCACIÓN AFECTIVO SEXUAL
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Hemos sido creados, estamos siendo creados ahora, en este instante, para
entregarnos. Capaces de amar gracias a nuestra interioridad y a nuestro cuerpo.
Educar la afectividad y la sexualidad es una tarea fundamental porque supone
acompañar el deseo más grande de todo corazón humano: el deseo de ser feliz,
que coincide con el deseo de querer y ser querido.
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Los aprendizajes que se realicen en las sesiones han de ser útiles para la vida
real. Esto exige que el alumnado tenga la oportunidad de aprender de forma
adaptada sus necesidades y aptitudes. Siempre se aprende mejor lo que es
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significativo, lo que tiene sentido para cada uno y aquello que sirve
funcionalmente para la vida. Por este motivo:
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Indicaciones pedagógicas
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Una vez convocadas las familias, conviene que los chicos tengan en su
grupo de referencia una primera sesión de presentación. En ella, además de
delimitar contenidos, calendario de realización, objetivos y metodología,
responderá de forma anónima e individual a un cuestionario de intereses
previos sobre afectividad y sexualidad, que permita conocer su demanda
real y su punto de partida en cuanto a los conceptos y actitudes. Se
encuentra un modelo de cuestionario en esta publicación.
Una vez cumplimentado, por grupos seleccionarán los temas de mayor interés
para ellos, que se pondrán posteriormente en común.
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BIBLIOGRAFÍA
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Nieves González Rico, Aprendamos a amar
E. FROMM “El arte de amar: una investigación sobre la naturaleza del amor”,
Barcelona, Paidós 1994.
A. VALLEJO-NÁJERA, “El amor no es ciego”, Temas de Hoy, Madrid 1998.
A. LÓPEZ QUINTÁS, “El amor Humano, su sentido y alcance”, Edibesa,
Madrid 1994.
E. FROMM, “El arte de amar”, Paidós, Barcelona 1996.
G. CALVO, “Encuentro. Diálogo para parejas de novios”. Sígueme, Salamanca
1996.
G. CALVO, “Cara a cara”, Sígueme, Salamanca 1993.
M. ICETA, “Vivir en pareja” S.M. Madrid 1994.
M. ICETA, “La Familia como vocación”, PPC Madrid 1994.
DE INTERÉS:
D. VON HILDEBRAND, “El corazón”, Palabra 2005
J. NORIEGA, “El destino del eros”, Palabra, 2005.
A. CENCINI, “Por amor, con amor, en el amor, libertad y madurez afectiva en
el celibato consagrado”, Atenas, Madrid 1996.
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