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Géneros literarios Renacentista

Los géneros literarios del Renacimiento – movimiento cultural de los siglos XV y


XVI en Europa – fueron la novela y la poesía, principalmente. Dentro de estos,
destacaron una cantidad apreciable de subgéneros. Algunos de ellos fueron la
poesía mística, la ascética, la novela pastoril, la bizantina, la morisca, la picaresca
y la de caballería.
Ahora bien, los temas tratados en las producciones de estos géneros literarios del
Renacimiento exaltaban la vida en el campo, el disfrute del momento actual y la
valoración del tiempo.
Por otro lado, el concepto estético también sufrió cambios en este período, dando
preeminencia a las formas armónicas y equilibradas. Fue una era humanista y en
ese sentido influenció a la literatura para que produjese obras de gran belleza y de
exaltación a la figura humana.
Lista de los géneros literarios del Renacimiento
-Poesía
Mística
El subgénero de poesía mística corresponde a uno de los géneros literarios del
Renacimiento. Su temática versaba sobre los placeres que conseguían los
privilegiados que lograban comunicarse con Dios. Uno de sus más grandes
representantes fue San Juan de la Cruz de la orden de los Carmelitas Descalzos.
Entre la obras más representativas de este escritor y religioso, destacan Cántico
espiritual (publicado por primera vez en París en 1622) Noche oscura del alma y
Llama de amor viva.
Sin embargo, el contenido de estos textos resultó muy complicado para los
lectores. Posterior a su publicación, su autor tuvo que escribir tratados en prosa
para explicar el significado simbólico de cada una de ellas.
Así pues, en su obra Subida al Monte Carmelo, comentó las dos primeras estrofas
de Noche Oscura. Además, en Noche oscura del alma comentó esas mismas
estrofas y el principio de la tercera, y en Llama de amor viva, comentó el poema
homónimo.
Ascética
La poesía ascética fue la representación literaria de la doctrina filosófica y religiosa
conocida como el ascetismo. Esta corriente de pensamiento buscaba purificar el
espíritu a través de la negación de los placeres materiales o de la abstinencia.
De igual manera, desdeñaba las necesidades fisiológicas de los individuos por
considerarlas de orden inferior.
A través de sus escritos, la poesía ascética trataba de que las personas
alcanzaran la perfección. Las incitaba al cumplimiento estricto de las obligaciones
cristianas y las instruía en la forma de hacerlo.
-Novelas
Pastoril
La novela pastoril se enmarca como un subgénero dentro del grupo de los
géneros literarios del Renacimiento, específicamente dentro de la novela
renacentista.
Estuvo caracterizada por una temática orientada hacia el amor. El amor
representado era de tipo casto, ingenuo y de contenido idealizante, llegando en
ocasiones a ser del tipo mitológico.
Debe su nombre este subgénero, al tema desarrollado en las églogas que eran
diálogos entre pastores quienes se contaban sus aventuras y desventuras
amorosas.
El ambiente de estos relatos era bucólico y campestre. La visión que se
presentaba de la naturaleza era idealizada, en tanto que la sociedad era simple y
libres de la corrupción de la vida citadina.
A este subgénero pertenecen Arcadia (1504) de Jacopo Sannazaro, Los siete
libros de la Diana (1559) de Jorge de Montemayor y Diana enamorada (1564) de
Gaspar Gil Polo.
Asimismo, se incluyen La Galatea (1585) de Miguel de Cervantes, La Arcadia
(1598) de Lope de Vega y La constante Amarilis (1607) de Cristóbal Suárez de
Figueroa.
De caballería
Aunque el subgénero de caballería se inició en la Edad Media, se considera unos
de los más importantes géneros literarios del Renacimiento.
Se basaba en la narración de los hechos heroicos (reales o míticos) de caballeros
andantes. Estos representaban el idealismo amoroso y del comportamiento
heroico que caracterizaban a la sociedad de esa época.
Dentro de la producción de este subgénero, se pueden destacar Baladro del sabio
Merlín con sus profecías (1498) de Juan de Burgos, Los cuatro libros del virtuoso
caballero Amadís de Gaula (1508) de Jorge Coci, y Tristán de Leonís (1501) de
Juan de Burgos.
De igual manera, son piezas representativas de este período, Palmerín de Oliva
(1511) de Francisco Vázquez, Libro del esforzado caballero Arderique (1517) de
autoría anónima y Don Quijote (1605), obra maestra de Miguel de Cervantes y
Saavedra.
Sentimental
La novela sentimental fue otro de los subgéneros importantes dentro de los
géneros literarios del Renacimiento. Aunque inspirada en los temas de caballería,
esta se decanta por los sentimientos amorosos dejando de lado las proezas
caballerescas. En este caso, el amor que se relata es del tipo cortés, epistolar,
sincero, noble y caballeresco.
El compendio de obras de este subgénero comprende Siervo libre de amor (1440)
de Juan Rodríguez del Padrón, Sátira de felice e infelice vida (1453) de Pedro de
Portugal y Tratado de amores de Arnalte y Lucenda (1491) de Diego de San
Pedro.
Destacaron también Cárcel de amor (1492) de Juan de Flores e Historia de Grisel
y Mirabella (1519) de Juan de Flores.
Bizantina
La novela bizantina imita un género narrativo griego. En su temática se pueden
conocer extraordinarias aventuras de jóvenes protagonistas enamorados y
separados a la fuerza que viajan por países extraños y que luego se encuentran.
Los héroes de las tramas son legendarios, el ambiente exótico y la redacción es
culta y exquisita.
Entre otras, se pueden mencionar en este grupo de obras pertenecientes a los
géneros literarios del renacimiento Historia de los amores de Clareo y Florisea
(1552) de Alonso Núñez de Reinoso y Selva de aventuras (1565), de Jerónimo de
Contreras.
De igual modo, resaltan El peregrino en su patria (1604) de Lope de Vega, Los
trabajos de Persiles y Sigismunda (1617) de Miguel de Cervantes e Historia de las
fortunas de Semprilis y Genorodano (1629) de Juan Enríquez de Zúñiga.
Morisca
La novela morisca fue un subgénero que fue muy popular en la España de finales
del siglo XVI. En ella se cuentan de manera idealizada las relaciones entre moros
y cristianos. Se exalta la paz y la comprensión del estilo de vida entre ambos.
Entre los trabajos representativos de este subgénero están, entre otros, El
Abencerraje (1565) de Alonso de Villegas, Guerras civiles de Granada (primera
parte, 1595) de Ginés Pérez de Hita y Ozmín y Daraja de Mateo Alemán.
Picaresca
La novela picaresca, otro de los géneros literarios del Renacimiento, tuvo su auge
en España entre los siglos XVI y XVII, aunque luego trascendió al resto de Europa.
Se caracterizó por narrar las peripecias de personajes muy humildes. Estos
enfrentaban su vida diaria y sobrevivían gracias a su gran astucia.
Algunas de las producciones en este subgénero son La vida de Lazarillo de
Tormes y de sus fortunas y adversidades (1554) de origen anónimo, Guzmán de
Alfarache (entre 1599 y 1604) de Mateo Alemán, y La vida del Buscón (1604-
1620) de Francisco de Quevedo.
Otras obras dignas de mencionar dentro de este grupo son Libro de
entretenimiento de la pícara Justina (1605) de Francisco López de Úbeda, Vida de
don Gregorio Guadaña (1644) de Antonio Enríquez Gómez y Periquillo el de las
gallineras (1668) de Francisco Santos.

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