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Sistema linfático del periodonto

Los vasos linfáticos más pequeños, los capilares linfáticos, forman una amplia
red en el tejido conectivo. La pared del capilar linfático se compone de una capa
única de células endoteliales. Por esta razón, estos capilares son difíciles de
identificar en un corte histológico corriente. La linfa es absorbida desde el líquido
tisular a través de las delgadas paredes hacia los capilares linfáticos. De éstos,
la linfa pasa a vasos linfáticos mayores, que a menudo están en la proximidad
de los vasos sanguíneos correspondientes. Antes de que la linfa entre en el
torrente sanguíneo, pasa por uno o más ganglios linfáticos, en los cuales se filtra
la linfa y se incorporan los linfocitos. Los vasos linfáticos son como venas
provistas de válvulas. La linfa de los tejidos periodontales drena hacia los
ganglios linfáticos de la cabeza y del cuello. La encía labial y lingual de la región
incisiva inferior drena hacia los ganglios linfáticos submentonianos.
La encía palatina del maxilar superior drena hacia los ganglios linfáticos
cervicales (cp). La encía bucal del maxilar superior y la encía bucal y lingual en
la región premolar-molar mandibular drena hacia los ganglios linfáticos
submandibulares. Excepto los terceros molares y los incisivos mandibulares,
todos los dientes con sus tejidos periodontales adyacentes drenan hacia los
ganglios submandibulares. Los terceros molares drenan hacia el ganglio linfático
yugulodigástrico (jd) y los incisivos mandibulares hacia los ganglios linfáticos
submentonianes (sme).

Nervios del Periodonto.


Como los demás tejidos del organismo, el periodonto contiene receptores de
dolor, del tacto y de la presión (mecanorreceptores). El ligamento periodontal,
pero no la encía, el cemento ni el hueso alveolar, contiene también
propioreceptores, que aportan información sobre los movimientos y posiciones
(es decir, sensibilidad profunda). Además de los distintos tipos de receptores
sensoriales que pertenecen al sistema nervioso somático, hay componentes
nerviosos que inervan los vasos sanguíneos del periodonto y que pertenecen al
sistema nervioso autónomo. Los nervios que registran dolor, tacto y presión
tienen su centro trófico en el ganglio semilunar, o de Gasser, mientras que los
nervios propioceptores tienen su centro trófico en el núcleo mesencefálico, de
ubicación más central: Ambos tipos de nervios llegan al periodonto por la vía del
nervio trigémino y sus ramas terminales. Debido a la presencia de receptores en
el ligamento periodontal es posible la identificación de fuerzas menores. Por
ejemplo, puede ser identificada con facilidad la presencia de una hoja metálica
muy fina (10-30 um) colocada entre los dientes al ocluir. Es bien conocido que
un movimiento que lleva a los dientes de la mandíbula al contacto con las caras
oclusales de los dientes superiores se interrumpe de forma refleja y se convierte
en un movimiento de apertura, si al morder se detecta un objeto duro. De este
modo, los receptores en el ligamento periodontal, junto con los propioceptores
en músculos y tendones, desempeñan un papel esencial en la regulación de los
movimientos y de las fuerzas masticatorias.
Se ven las distintas regiones de la encía que están inervadas por ramas
terminales del nervio trigémino. La encía labial de los incisivos, caninos y
premolares superiores está inervada por ramas labiales superiores del nervio
infraorbitario, n. infraorbitalis. La encía bucal en la región molar del maxilar
superior está inervada por ramas del nervio dental superior posterior, rr. Alv. Sup.
Post. La encía palatina está inervada por el nervio palatino mayor, n. palatinus
major, excepto el área de los incisivos, que está inervada por el nervio
esfenopalatino largo, n. pterigopalatino. La encía lingual del maxilar inferior está
inervada por el nervio sublingual, n. sublingualis, que en una rama terminal del
nervio lingual. La encía de los incisivos y caninos inferiores está inervada por el
nervio mentoniano, n. mentalis, y la vestibular de los molares por el nervio
buccionador, n. buccalis. Las zonas de inervación de estos dos nervios con
frecuencia se superponen en la región premolar. Los dientes del maxilar inferior,
incluido su ligamento periodontal, están inervados por el nervio dentario inferior,
n. alveolaris inf., mientras que los del maxilar superior están inervados por el
plexo dentario superior, n. alveolaris sup.
Los pequeños nervios del periodonto siguen casi el mismo curso que los vasos
sanguíneos. Los nervios de la encía recorren el tejido superficial hacia el
periostio y emiten varias ramas al epitelio bucal en su camino hacia la encía libre.
Los nervios entran en el ligamento periodontal a través de las perforaciones en
la pared alveolar (conductos de Volkman). En el ligamento periodontal, los
nervios se unen en haces mayores que siguen un curso paralelo al eje
longitudinal del diente. La microfotografía ilustra los pequeños nervios (flechas)
que emergieron de haces mayores de nervios ascendentes con el fin de inervar
ciertas partes del tejido del ligamento periodontal.

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