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Facultad
Grado en Matemáticas
Departamento
Curso Académico
2014-2015
El arbelo de Arquímedes y su generalización, trabajo fin de grado
de María Marqués Gil, dirigido por Oscar Ciaurri Ramírez (publicado por la Universidad de
La Rioja), se difunde bajo una Licencia
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© Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2015
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Trabajo Fin de Grado
Grado en Matemáticas
El arbelo de Arquı́medes y
su generalización
por
Marı́a Marqués Gil
3
Resumen
5
Abstract
7
Índice general
Resumen 5
Abstract 7
Introducción 11
1. El arbelo y su generalización 13
1.1. El área del arbelo generalizado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.2. Los cı́rculos gemelos de Arquı́medes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.3. El cı́rculo de Pappus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
3. El Teorema de Descartes-Soddy 53
9
Introducción
11
Capı́tulo 1
El arbelo y su generalización
Vamos a empezar introduciendo las tres figuras geométricas que serán el objeto
principal de estudio en este capı́tulo, el arbelo, el salino y su generalización. Como
hemos dicho en la introducción, las dos primeras, fueron introducidas en el Libro de
los lemas, que es una colección de quince proposiciones sobre circunferencias tradicio-
nalmente atribuida a Arquı́medes. La atribución a Arquı́medes se debe a los árabes y
es a través de ellos como ha llegado hasta nosotros el texto griego perdido. La versión
árabe del texto es original del matemático Thebit ben-Kora, siglo IX, con anotaciones
Figura 1.1
13
14 CAPÍTULO 1. EL ARBELO Y SU GENERALIZACIÓN
des pero compiladas por algún autor griego posterior, ya que el estilo del texto es
completamente distinto del que aparece en otros trabajos del autor y, también, por la
ausencia de continuidad en el contenido de las proposiciones. De lo que no hay duda es
de que en esta obra aparecen dos figuras geométricas sobre las que trató Arquı́medes:
el arbelo y el salino.
El arbelo es una figura geométrica con la siguiente construcción: Sea AB el diáme-
tro de una semicircunferencia y D un punto sobre él. Consideremos ahora dos semi-
circunferencias en el interior de la dada de diámetros AD y DB. Entonces la región
comprendida entre la semicircunferencia mayor y las dos menores es lo que Arquı́me-
des denomina arbelo. En la parte izquierda de la figura 1.2, podemos ver un ejemplo
de arbelo. El término griego ((arbelos)) significa cuchilla de zapatero. En la parte de-
recha de la figura 1.2 aparece una imagen de esta herramienta, que nos permite ver
la similitud entre ella y la figura geométrica.
A B
D
Figura 1.2
A C D B
Figura 1.3
1.1. EL ÁREA DEL ARBELO GENERALIZADO 15
Resulta sencillo comprobar que ambas figuras, el arbelo y el salino, pueden verse
como casos particulares de una construcción más general. Sea AB el diámetro de una
semicircunferencia y C y D dos puntos sobre el diámetro AB tales que AC ≤ AD.
Consideramos las semicircunferencias de diámetros AC = d1 = 2r1 y DB = d2 = 2r2
interiores a la de diámetro AB y la semicircunferencia de diámetro CD = d3 = 2r3
exterior a la de diámetro AB. La región limitada por las cuatro semicircunferencias
la denominamos arbelo generalizado y puede verse en la figura 1.4.
A C D B
Figura 1.4
P L
ABCD
O2
A C O S D B
M Q
Figura 1.5
Proposición 1. El área del arbelo generalizado FABCD es igual al área del cı́rculo
ΓABCD ; es decir, el área de las regiones sombreadas en las siguientes figuras son la
misma.
F ABCD
ABCD
A C D B A C D B
Para probar esta proposición, necesitaremos dos resultados auxiliares que demos-
traremos a continuación. El primero es la Proposición I del Libro de los lemas y el
segundo resultado es un lema auxiliar que nos permitirá usar esa proposición.
Demostración. Veamos en primer lugar el caso en el que los cı́rculos son externamente
tangentes. Para ello consideremos el siguiente diagrama.
1.1. EL ÁREA DEL ARBELO GENERALIZADO 17
r2 D r2 D
G G
-
C r2 C 2 2
r2
E E
=⇒
-
r1 2 2 r1
A A
F F
r1 r1
B B
Como los triángulos DGE y EF B son isósceles, por ser los diámetros AB y CD
paralelos, los ángulos BF E y DGE son iguales y su medida es α; y los ángulos F EB
y GED son iguales y miden π2 − α2 . Por lo tanto, B, E y D están alineados.
Consideremos ahora el caso en el que los cı́rculos son internamente tangentes.
E E
r2 r2
C C
-
2 2
G G
D r2 D r2
A A
r1 r1
=⇒
F F
-
r1 2 2 r1
B B
Similarmente al caso anterior, como los triángulos DGE y EF B son isósceles, ya que
los diámetros AB y CD son paralelos, los ángulos BF E y DGE son iguales, con una
cierta medida β. Entonces los ángulos F BE y GDE son iguales y miden π2 − β2 y, por
lo tanto, B, E y D están alineados.
O2
A O1 C O S D O3 B
Demostración.
A O1 C O D B
A C O D O3 B
1.1. EL ÁREA DEL ARBELO GENERALIZADO 19
A partir de la figura previa tenemos que los triángulos BO3 Y y BOL también son
semejantes ya que son isósceles y comparten un ángulo y, por lo tanto, las lı́neas OL
y O3 Y son paralelas.
Veamos, por último, que OL y O2 M son paralelas.
P L
O2
A C O S D B
M Q
En la figura anterior, los triángulos OSP y O2 SQ son semejantes ya que son triángulos
rectángulos en los que los ángulos P SO y QSO2 son iguales. Entonces tenemos la
relación
OS O2 S OS O2 S
= ⇒ = , (1.1)
PO QO2 LO M O2
ya que P O = LO, por ser ambos radios de la semicircunferencia AB, y QO2 = M O2 ,
pues ambos son radios de la semicircunferencia CD. Por tanto, deducimos que los
triángulos OSL y O2 SM son semejantes y, de esta forma, OL y O2 M son paralelas.
O2
A C O S D B
π
= 2 sin(2α) ×
O U O V W
2
πr
En efecto, basta observar que el área del semicı́rculo es y el área del triángulo es
2
sin α × U V × U Z sin( π2 − α) × W V × W Z sin α cos α
+ = (U Z 2 + ZW 2 )
2 2 2
sin 2α
= (2r)2 = r2 sin 2α.
4
Aplicando la Proposición 2 y el Lema 3, tenemos que los puntos C, M y X son
colineales, y lo mismo ocurre con M, D e Y . Ası́, por la observación anterior,
L L
X X
Y Y
π
= 2 sin(2α) ×
A C D B A C D B
M M
π
= 2 sin(2α) × A C D B
ABCD
X
=
A C D B
M
1.1. EL ÁREA DEL ARBELO GENERALIZADO 21
L L
T
R
A B A B
D D
T1 T1
T2
R1
S1 S2 S1
T + T 1 + T2 = S1 + S2 S1 = R 1 + T 1
22 CAPÍTULO 1. EL ARBELO Y SU GENERALIZACIÓN
T2
R2
S2
S2 = R 2 + T 2
Entonces
T + T 1 + T 2 = R1 + T 1 + R2 + T 2 ,
luego
T = R1 + R2 = R.
A C D B
Figura 1.6
1.2. LOS CÍRCULOS GEMELOS DE ARQUÍMEDES 23
C1
C2
A B
D
Figura 1.7
En el caso del arbelo generalizado también podemos construir una pareja de cı́rcu-
los que probaremos que son iguales. La construcción en este caso es igual pero cam-
biando la recta LD del caso clásico, por la recta LM utilizada en la construcción del
cı́rculo ΓABCD . Los cı́rculos en este caso se muestran en la figura 1.8.
C1
C2
A C D B
Figura 1.8
r
G
rT
r1
r2
C S
A O1 H O O2 D O3 B
r3
OS O2 S OS rT
= =⇒ = =⇒ OSr3 = rT (OO2 − OS)
OP O2 Q O2 S r3
=⇒ OS(r3 + rT )= OO2 rT
rT r1 − r2
=⇒ OS = OO2 = rT ,
rT + r 3 r T + r3
ya que OO2 = rT − r3 − 2r2 = r1 − r2 . Entonces llegamos a
1.2. LOS CÍRCULOS GEMELOS DE ARQUÍMEDES 25
O1 H 2 − OH 2 = (rT − r1 ) rT − r1 − 2r + 2rT rrT1 −r 2
+r3 ,
(r1 + r3 )(r3 + r2 )
r=
r1 + 2r3 + r2
y
2
d = 2r = 1 1 ,
r1 +r3 + r3 +r2
rT
r'
G'
r1
r2
S
A O1 C O O2 H' D O3 B
r3
O3 H 2 − OH 2 = (O3 H + OH )(O3 H − OH )
= (rT − r2 )(O3 O − 2OH )
26 CAPÍTULO 1. EL ARBELO Y SU GENERALIZACIÓN
r1 − r 2
OS = rT
rT + r 3
y, por tanto,
2 2 r 1 − r2
O3 H − OH = (rT − r2 ) rT − r2 − 2r − 2rT .
rT + r4
Sustituyendo lo anterior en (1.3) queda
(r1 − r1 )
(rT − r2 ) rT − r2 − 2r − 2rT = (r2 + r)2 − (rT − r)2 ,
rT + r3
que se convierte en
(r1 + r3 )(r3 + r2 )
r=
r1 + 2r3 + r2
y
2
d = 2r = 1 1 .
r1 +r3 + r3 +r2
1 r2
Cuando r3 = 0 tenemos que d = r2r 1 +r2
, luego efectivamente es la media armónica
de r1 y r2 y se corresponde con el resultado clásico de Arquı́medes. Cuando r1 = r2
tenemos que r = r1 +r 2
3
que es la media aritmética de r1 y r3 y se corresponde a los
radios de los cı́rculos gemelos del salino que mostramos en la figura 1.9.
C1 C2
A C D B
Figura 1.9
1.3. EL CÍRCULO DE PAPPUS 27
A B
D
Figura 1.10
A C D B
Figura 1.11
Nuestra siguiente proposición nos da el radio del cı́rculo de Pappus del arbelo
generalizado en función de los radios r1 , r2 y r3 .
Proposición 6. Sea r el radio del cı́rculo Pappus del arbelo generalizado FABCD ,
entonces
rT r1 r3
= +1+ .
r r3 + r 2 r1 + r2
28 CAPÍTULO 1. EL ARBELO Y SU GENERALIZACIÓN
rT
P
r1
r2
H
A O1 C O D O3 B
P O12 − P O32 = O1 H 2 − O3 H 2 ,
que en términos de radios equivale a
(rT + r)(r1 − r2 )
OH = .
rT + r3
Aplicando el mismo razonamiento a la primera y segunda ecuación en (1.4) dedu-
cimos que
P O12 − P O2 = O1 H 2 − OH 2 ,
que en función de los radios queda
y
rT + r 1
OH = r − rT .
rT − r1
Finalmente, igualando las dos expresiones para OH
1.3. EL CÍRCULO DE PAPPUS 29
rT r1 r2
= +1+ .
r r2 + r3 r1 + r3
Para el caso del arbelo clásico, cuando r3 = 0, tenemos que
rT r1 r2
= +1+ ,
r r2 r1
es decir, el resultado de la Proposición VI del Libro de los lemas, y para el caso del
salino, cuando r1 = r2 , tenemos
rT 2r1
=1+ .
r r1 + r 3
Capı́tulo 2
En este capı́tulo vamos a ver otras propiedades del arbelo clásico. Comenzamos
introduciendo más cı́rculos con radio igual al de los gemelos de Arquı́medes que se
pueden localizar en el arbelo clásico. Bankoff encontró primero dos cı́rculos iguales
a los gemelos de Arquı́medes, a los que llamó el trillizo y el cuatrillizo. Más tarde,
en 1999, Dodge, Schoch, Woo y Yiu describieron 29 cı́rculos iguales a los cı́rculos
gemelos, a los que se denominan los cı́rculos de Schoch y los cı́rculos de Dodge, y una
familia infinita de ellos a los que se conoce como los cı́rculos de Woo.
Nos centraremos en los cı́rculos de Bankoff y los de Woo. También analizaremos
una cadena infinita de cı́rculos inscritos en el arbelo clásico, conocida como cadena
de Pappus, ya que el primer cı́rculo de la cadena es el cı́rculo de Pappus, y daremos
la relación entre el radio de estos cı́rculos y la altura a la que están. Además veremos
una propiedad que cumplen estos cı́rculos.
Finalmente, en la última sección veremos como demostrar algunas desigualdades
de medias usando el arbelo clásico e introduciremos el arbelo de oro.
Leon Bankoff en [2] encontró dentro del arbelo clásico otro cı́rculo con el mismo
radio que los cı́rculos de Arquı́medes, de ahı́ su nombre: cı́rculo trillizo de Bankoff. El
mismo Bankoff, en un trabajo posterior [6], se preguntó si los cı́rculos de Arquı́medes
son únicamente tres. Veremos que no, que en realidad son cuatro.... y muchos más.
Recordemos que el radio de la semicircunferencia de diámetro AD lo denotábamos
por r1 y el de la de diámetro DB por r2 . Ası́, el radio de la semicircunferencia de
diámetro AB será r1 + r2 .
31
32 CAPÍTULO 2. OTRAS PROPIEDADES DEL ARBELO CLÁSICO
A B
D
2r1 r2
Proposición 7. El diámetro del cı́rculo trillizo de Bankoff es r1 +r2 , el mismo que el
de los cı́rculos gemelos de Arquı́medes.
J
K
I
P
A B
D
HI JP r1 − r 2 x − r2
= =⇒ =
IK PK r1 + r2 r2
2.1. MÁS CÍRCULOS IGUALES A LOS GEMELOS DE ARQUÍMEDES 33
r2 (r1 − r2 )
=⇒ (x − r2 ) =
r 1 + r2
r2 (r1 − r2 ) 2r1 r2
=⇒ x = + r2 = ,
r1 + r 2 r1 + r 2
como querı́amos probar.
En algunas referencias, ver por ejemplo [8], el trillizo de Bankoff se define de la
siguiente forma: Si el cı́rculo de Pappus de un arbelo clásico es tangente a las semi-
circunferencias de diámetros AD y DB en M y N , respectivamente, la circunferencia
que pasa por los puntos D, M y N es el cı́rculo trillizo de Bankoff. Podemos ver esta
construcción alternativa en la figura 2.1.
M
N
A B
D
Figura 2.1
Veamos que las dos definiciones son consistentes, para ello vamos a demostrar el
siguiente lema.
Lema 8. El cı́rculo trillizo de Bankoff descrito inicialmente, pasa por los puntos M
y N que son los puntos de contacto del cı́rculo de Pappus con las semicircunferencias
AD y DB.
Demostración. Supongamos, sin pérdida de generalidad, que r1 + r2 = 1. Con ello, el
radio de los cı́rculos gemelos es r1 r2 y el radio del cı́rculo de Pappus es
r1 r2 (r1 + r2 ) r1 r 2
r= = .
r12 + r22 + r1 r2 1 − r1 r 2
L
A B
O1 D O2
34 CAPÍTULO 2. OTRAS PROPIEDADES DEL ARBELO CLÁSICO
Basándonos en el dibujo anterior, tenemos que el triángulo OO1 O2 , formado por los
centros de los cı́rculos de diámetros AD y DB y el cı́rculo de Pappus, tiene por lados
r1 + r, r2 + r y r1 + r2 = 1, donde r es el radio del cı́rculo de Pappus. Luego el
semiperı́metro del triángulo OO1 O2 es s = 1 + r. Aplicando la formula de Herón, el
área de dicho triángulo cumple
Ahora bien, el área del triángulo también viene dada por A = sR, siendo R el radio
de la circunferencia inscrita. Como M N D es la circunferencia inscrita en el triángulo
OO1 O2 , su radio cumplirá1
A = sR,
(1 + r)r1 r2 r = (1 + r)2 R2
1 2 r2 r2
r 1 r2 r
2
R = = 1−rr11rr22 = r12 r22 ,
1+r 1 + 1−r1 r2
es decir
R = r1 r 2 ,
s-a
s-a
R
R
s-c
s-b R
B C
s-b s-c
1 R(s − a) R(s − b) R(s − c)
A= 2 +2 +2 = sR
2 2 2 2
La demostración de que la circunferencia inscrita divide a los lados en segmentos de longitudes
s − a, s − b y s − c se verá en el Lema 22 del Capı́tulo 3, al desarrollar la prueba del Teorema de
Descartes-Soddy.
2.1. MÁS CÍRCULOS IGUALES A LOS GEMELOS DE ARQUÍMEDES 35
A B
D
A B
D
Figura 2.2
A B
D
Notemos que DY LX es un rectángulo ya que todos sus ángulos internos son rectos.
Ası́ tenemos
∠Y XD = ∠Y LD = ∠XAD
El siguiente lema, nos va a permitir dar una construcción precisa del cı́rculo cua-
trillizo.
Teorema 10. Sean A y B dos puntos de una circunferencia. Si AD y BD son dos segmentos
tangentes a la semicircunferencia desde un punto exterior D y C otro punto cualquiera de la cir-
cunferencia, entonces ∠ACB = ∠DAB. Inversamente, si C es un punto de una circunferencia, D
es un punto exterior y ∠ACB = ∠DAB, entonces AD y BD son tangentes a la circunferencia.
2.1. MÁS CÍRCULOS IGUALES A LOS GEMELOS DE ARQUÍMEDES 37
t
L
M
Y
A B
D
Por el teorema del ángulo semiinscrito los ángulos en la figura son iguales y las
rectas XY y t son paralelas.
Demostración.
L
X
M
A B
D
De la figura anterior podemos deducir que los triángulos ABL e Y XL son semejantes,
en consecuencia tenemos la relación
LM LD XY × LD
= ⇒ LM = .
XY AB AB
Como XY = LD (notar que son diagonales del rectángulo DY LX), deducimos que
LD2
LM = .
AB
Por la Proposición 4, que establece que el área del arbelo clásico es igual a la del
cı́rculo de diámetro LD, se tiene que
2 2 2 2
π AD + DB AD DB LD
− − =π ,
2 2 2 2 2
38 CAPÍTULO 2. OTRAS PROPIEDADES DEL ARBELO CLÁSICO
lo que implica
1 2
(AD + DB) − AD2 − DB 2 = LD2 ,
2
que es equivalente a AD × DB = LD2 . Por lo tanto, concluimos que
AD × DB 2r1 2r2 2r1 r2
LM = = = .
AB 2(r1 + r2 ) r 1 + r2
P4
U7
Q4
P2
U4
V
Q2
U2
U1
U0
A B
D K
2.1. MÁS CÍRCULOS IGUALES A LOS GEMELOS DE ARQUÍMEDES 39
En el caso lı́mite λ = 0 podemos definir el cı́rculo de Woo U0 como aquel que pasa
por D, tiene su centro sobre la lı́nea de Schoch y tiene radio igual al de los gemelos
de Arquı́medes.
A continuación probaremos que cada cı́rculo de la familia de Woo tiene el mismo
radio que los gemelos de Arquı́medes, lo que dará consistencia a nuestra definición de
U0 . Además, daremos un recı́proco de este hecho.
Demostración.
U
C
C P A D K B C Q
r1 r2
r= ;
r1 + r2
C0
A B
D K
DC02 = C0 K 2 + DK 2 .
Como C0 K es el radio del cı́rculo y coincide con el radio de los gemelos de Arquı́medes,
usando el valor de DK dado en (2.1) resulta
2 2
r1 r2 r1 r2 (r1 − r2 )
C0 K = −
r 1 + r2 (r1 + r2 )2
r 1 r2
= (r1 + r2 )2 − (r1 − r2 )2
(r1 + r2 )2
3
2(r1 r2 ) 2
= .
(r1 + r2 )2
Resulta evidente que un cı́rculo centrado en la lı́nea de Schoch por encima del valor
3
2(r1 r2 ) 2
siempre será tangente a dos circunferencias Pλ y Qλ , con λ, λ > 0. Veamos
(r1 +r2 )2
que λ = λ y habremos concluido.
2.2. LA CADENA DE PAPPUS 41
P
U
Q'
C
C P A D K B C Q '
C P λ C 2 − C P λ K 2 = C Q λ C 2 − C Q λ K 2
es decir,
2 2
r1 r2 r1 r2
+ λr1 − (λr1 + DK)2 = + λ r2 − (λ r2 − DK)2 ,
r1 + r 2 r1 + r2
donde hemos usado que el cı́rculo tiene el radio de los gemelos. Ası́,
r1 r 2 r 1 r2
λr1 − DK = λ r2 + DK
r1 + r 2 r 1 + r2
C2
C3
C4 C1
C0
A B
D
Demostración.
m l
C2
C3
C1
C2 '
C1 '
C0
C0 '
A B
D
C5 '
C4 '
m l
C2
C3
C4 C1
C2 '
C1 '
C0
C0 '
A B
D
Donde vemos fácilmente que la altura hn del centro del cı́rculo Cn es n veces el
diámetro de dichos cı́rculos; es decir, hn = 2nRn .
A continuación vamos a determinar el radio de cada uno de los cı́rculos de la
cadena de Pappus en función de los radios de las semicircunferencias AD y DB. Por
simplicidad supondremos que AB = 2 y de esta forma tendremos que AD = 2r1 y
DB = 2r2 = 2(1 − r1 ). La prueba de nuestro resultado se basará en el Teorema de
Descartes-Soddy cuya prueba daremos en el Capı́tulo 3.
Teorema 15 (Teorema de Descartes-Soddy). Si tres circunferencias son tangentes
exteriormente dos a dos, entonces existen otras dos circunferencias tangentes a esas
tres, una de ellas interiormente y la otra exteriormente. Si r1 , r2 y r3 son los radios
de las circunferencias tangentes exteriormente dos a dos y r4 es el radio de una de
las dos circunferencias tangentes a las tres anteriores, entonces se tiene
2
1 1 1 1 1 1 1 1
2 2 + 2+ 2+ 2 = + + ± .
r1 r2 r3 r4 r1 r2 r3 r4
El signo positivo en la expresión del teorema anterior se corresponde al caso en el
que la cuarta circunferencia es tangente exteriormente a las otras tres (es decir, las
tres circunferencias iniciales quedan en el exterior de la cuarta), y el signo negativo
se corresponde al caso en el que la cuarta circunferencia es tangente interiormente a
las otras tres (en este caso las tres circunferencias iniciales quedan en el interior de la
cuarta).
Proposición 16. Sea AB = 2, AD = 2r1 y DB = 2(1 − r1 ), entonces el radio del
n-ésimo cı́rculo de la cadena de Pappus viene dado por
r1 (1 − r1 )
Rn = . (2.2)
n2 (1 − r1 )2 + r1
Demostración. Esta fórmula puede obtenerse de forma iterativa resolviendo la ecua-
ción cuadrática generada por el Teorema de Descartes-Soddy. En efecto, como cada
cı́rculo en la cadena de Pappus es tangente al anterior, al de diámetro AD = 2r1 y al
de diámetro AB = 2, llamando
44 CAPÍTULO 2. OTRAS PROPIEDADES DEL ARBELO CLÁSICO
1 1 1
= r1 , 0 = 1−r1 y n = Rn , n > 0,
√
n+1 = + n − 1 + 2 n − − n .
1 1 r 2 − r1 + 1
1 = + n − 1 = + −1= 1
r1 1 − r1 r1 (1 − r1 )
y, por lo tanto,
1 r1 (1 − r1 )
R1 = = .
1 (r1 − 1)2 + r1
Supuesta la expresión para Rn , se verifica que
1 n2 (1 − r1 )2 + r1 1 n2 (1 − r1 )2 + r1
n − − n = − −
r1 r1 (1 − r1 ) r1 r1 (1 − r1 )
n2 (1 − r1 )2 + r1 1
= −
r12 r1
n (1 − r1 )
2 2
= ,
r12
luego
√
n+1 = + n − 1 + 2 n − − n
1 n2 (1 − r1 )2 + r1 2n(1 − r1 )
= + −1+
r1 r1 (1 − r1 ) r1
(1 − r1 )2 + n2 (1 − r1 )2 + 2n(1 − r1 )2 + r1
=
r1 (1 − r1 )
(n + 1)2 (1 − r1 )2 + r1
= ,
r1 (1 − r1 )
C4 C3
C3 C2
C2
C1
C1
A B A B
D D
r1 (1 − r1 ) 2n k−1
k2 2n(k − 1)
hn = 2nRn = 2n = = .
n2 (1 − r1 )2 + r1 n2
k2 + k−1
k
n2 + k(k − 1)
Ahora, si m y n son distintos, concluimos que
2m(k − 1) 2n(k − 1)
hn = hm ⇐⇒ = 2
m2 + k(k − 1) n + k(k − 1)
⇐⇒ mn2 + mk(k − 1) = m2 n + nk(k − 1)
⇐⇒ mn = k(k−1).
Luego si mn = k(k − 1) los cı́rculos m y n están a la misma altura; es decir, la lı́nea
que une los centros de cı́rculos cuyo orden en la cadena de Pappus sean divisores de
k(k − 1) es paralela a AB.
46 CAPÍTULO 2. OTRAS PROPIEDADES DEL ARBELO CLÁSICO
a) OR = OL = M1 (AD, DB).
b) DL = M0 (AD, DB).
d) DR = M2 (AD, DB).
e) Finalmente,
DB ≤ M−1 (AD, DB) ≤ M0 (AD, DB) ≤ M1 (AD, DB) ≤ M2 (AD, DB) ≤ AD.
R
L
A O1 O D O2 B
AB AD + DB AD − DB
OD = OB − DB = − DB = − DB = .
2 2 2
Aplicando el Teorema de Pitágoras al triángulo DOL, se deduce que
2 2
AD + DB AD − DB
DL = OL − OD =
2 2 −
2 2
√
= AD · DB = M0 (AD, DB)
y b) está demostrado. Para probar c) usaremos que los triángulos DOL y LED son
semejantes, ya que tienen todos sus ángulos iguales. Entonces tenemos la relación
LE LD LD2 AD · DB 2AD · DB
= ⇒ LE = = = = M−1 (AD, DB).
LD OL OL 1 AD + DB
(AD + DB)
2
Para obtener la longitud de DR y probar d), basta aplicar el Teorema de Pitágoras
al triángulo DOR. En efecto,
2 2
AD + DB AD − DB
DR = OR2 + OD2 = +
2 2
AD2 + DB 2
= = M2 (AD, DB).
2
Las siguientes imágenes prueban las desigualdades centrales de e):
R R
L L
E E
A O1 O D O2 B A O1 O D O2 B
R
L
A O1 O D O2 B
AD = AO + OD = RO + OD ≥ DR = M2 (AD, DB)
y
DB = OB − OD ≤ OB − OE = OL − OE = LE = M−1 (AD, DB).
Las igualdades ocurren solo cuando los tres triángulos rectángulos se reducen a un
segmento; es decir, cuando el punto D coincide con el punto O y, por lo tanto, AD =
DB.
0
A B 1 2 3 4
D
r1
sn
s0 =1-r1
s1 s2
Resulta claro que cada uno de los triángulos del diagrama que aparece a continuación
son semejantes.
sn
y
x
s0
r1
De esta forma
s0 y
=
r1 x
y, como y = x − r1 − s0 ,
s0 r1 + s0 r1 + s 0 s0
=1− =⇒ =1−
r1 x x r1
1 r1 − s 0 2r1 − 1
=⇒ = =
x r1 r1
r1
=⇒ x = .
2r1 − 1
50 CAPÍTULO 2. OTRAS PROPIEDADES DEL ARBELO CLÁSICO
Además,
sn z r1
= =⇒ sn = (x − r1 − 2s0 − 2s1 − · · · − 2sn−1 − sn )
r1 x x
r1 (sn−1 + sn )r1
= (x − r1 − 2s0 − 2s1 − · · · − sn−1 ) −
x x
(sn−1 + sn )r1
= sn−1 − , (2.5)
x
A B 1 2 3
D
3
2 1
y, de este modo, √
1 2(1 + 1 − r1 ) r1
= +
P2 r1 1 − r1
2(1 + r1 ) r1 2(1 − r12 ) + r12
= + =
r1 1 − r1 r1 (1 − r1 )
2 − r12 1 + r1 1
= = = 2 ,
r1 (1 − r1 ) r1 (1 − r1 ) r1 (1 − r1 )
donde hemos usado que r12 = 1 − r1 . Ası́, P2 = s2 y las circunferencias Δ2 y Γ2 son
iguales. Denotando por P3 el radio de Δ3 , por el Teorema de Descartes-Soddy, consi-
derando la recta DL como una circunferencia de radio infinito, nos da
2
1 1 1 1 1 1
2 + 2 + 2 = + + ,
r12 r1 (1 − r1 )2 P3 r1 r1 (1 − r1 ) P3
de donde obtenemos
√
1 2(1 + 1 − r1 ) 1 2(1 + r1 ) 1
= − = −
P3 (1 − r1 )r1 1 − r1 (1 − r1 )r1 1 − r1
2 + r1 1
= = ,
(1 − r1 )r1 (1 − r1 )r13
ya que, por ser r12 = 1 − r1 , se tiene que 2 + r1 = r12 . Por tanto P3 = s3 y las circun-
1
ferencias Γ3 y Δ3 son idénticas, lo que concluye la demostración.
Capı́tulo 3
El Teorema de
Descartes-Soddy
El hecho de que una parte del resultado se deba a Descartes y la otra a Soddy es
lo que nos ha llevado a denominarlo Teorema de Descartes-Soddy. Recordemos ahora
el enunciado.
53
54 CAPÍTULO 3. EL TEOREMA DE DESCARTES-SODDY
r1 = s − a, r2 = s − b, r3 = s − c y r4 = r,
x
x
z
r
y
B C
y z
55
C1
C4
R Q
r
C2 B C C3
P
1 1 1 1 1 1
+ + = + +
r2 r3 r3 r1 r 1 r2 (s − b)(s − c) (s − c)(s − a) (s − a)(s − b)
s 1 1
= = 2 = 2.
(s − a)(s − b)(s − c) r r4
C1
A
C2
C3
B P C
R Q
C4
T
r I
B
P C
R Q
ra
Ia
57
Es claro que
ABC = ABIa + ACIa − BCIa ,
1 ra
s·r = (c · ra + b · ra − a · ra ) = (c + b − a) = ra (s − a)
2 2
y
r s−a
= . (3.3)
ra s
Puesto que los triángulos AT I y ARIa son semejantes, usando (3.3), se tiene
AT TI s−a r
= =⇒ = =⇒ AR = s
AR RIa AR ra
De este modo
r1 = AR = s, r2 = BP = BR = AR − c = s − c,
y
r3 = CP = BC − BP = a − s + c = s − b.
1 1 1 1 1 1 b+c−s
− − = − − =
r 2 r3 r3 r1 r1 r 2 (s − c)(s − b) (s − c)s s(s − b) s(s − b)(s − c)
2
s−a s−a 1 1
= = = 2 = 2.
s(s − b)(s − c) r·s ra r4
E1
H4
H3 H2
E4
H1
E2 E3
Las cuatro circunferencias se cortan en seis puntos, que tomados de tres en tres definen
otras cuatro circunferencias, H1 , H2 , H3 y H4 . Si a las circunferencias Ei y Hi les
asociamos los valores i y ηi , respectivamente, de la manera que hemos comentado al
inicio, las fórmulas (3.1) y (3.2) de los Lemas 22 y 23, implican las relaciones
⎧ ⎧
⎪
⎪ 2 3 + 3 1 + 1 2 = η42 , ⎪
⎪ η2 η3 + η 3 η 1 + η 1 η2 = 24 ,
⎪
⎨ + + ⎪
⎨η η + η η + η η
1 2 2 4 4 1 = η32 , 1 2 2 4 4 1 = 23 ,
(3.4) (3.5)
⎪
⎪ + + 4 1 = η22 , ⎪
⎪ η η + η η + η 4 η1 = 22 ,
⎪
⎩
1 3 3 4 ⎪
⎩
1 3 3 4
2 3 + 3 4 + 4 2 = η12 , η2 η3 + η3 η 4 + η4 η2 = 21 ,
Por tanto,
(1 + 2 + 3 + 4 )2 = (η1 + η2 + η3 + η4 )2 ,
59
1 + 2 + 3 + 4 = η1 + η2 + η3 + η4 .
1 + 2 + 3 − 4 = 2η4 .
1 + 2 − 3 + 4 = 2η3 ,
1 − 2 + 3 + 4 = 2η2 ,
−1 + 2 + 3 + 4 = 2η1 ,
[2] L. Bankoff, Are the twin circles of Archimedes really twins?, Math, Mag. 47 (1974), 214–218.
[3] L. Bankoff, The marvelous Arbelos, The Lighter Side of Mathematics, R. K. Guy y R.E Woodrow
editores, (1994), 247–253.
[5] H. P. Boas, Reflections on arbelos, Amer. Math. Monthly 113 (2006), 236–249.
[6] C. W. Dodge, T. Schoch, P. Y. Woo Y P. Yiu, Those ubiquitous Archimedean circles, Math. Mag.
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[9] M. Garder, The diverse pleasures of circles that are tangent to one another, Scientific Amer. 240
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[11] H. Okumura y M. Watanabe, The Archimedean circles of Schoch and Woo, Forum Geometricorum.
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61