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30 Introducción a la modificación 3(
1 de información al respecto, quizá porque su desarollo es posterior.
.tre otras las técnicas para el control del diálogo interno y de autoins-
y terapia _~econducta
.as derivadas de estrategias racionales y de reestructuración cogniti-
JUAN ANTONIO CRUZADO RODRiGUEZ
ntrenamiento en solución de problemas, entrenamiento en inocu-
FRANCISCO J. LABRADOR ENCINAS
y' técnicas de condicionamiento encubierto. El bloque de técnicas MANUEL MUÑOZ LÓPEZ
ipítulo acerca de los entrenamientos en habilidades sociales. Universidad Complutense de Madrid
ítulo del manual se ha dedicado a la presentación de un resumen de
.ntes document;llf>.~ f>n rn"rl;r;"~,,;"'n ".~_~_:~ .L._ ._ J

,curo]
que L a b ra d or, F-'., Cruzado , J. & Muñoz , M. (2006). Manual de técnicas de modificación y terapia de conducta. Madrid:
ilusi Pirámide. (Cap. 1).
«in errro» .amoren este presente y se hayan podido alcanzar lo~
os. La utilidad de la obra, principal objetivo de referencia, será
ector, y aunque esperamos que este juicio en general sea positivo,
1. Introducción
oosible existencia de fallos o lagunas. Serían de ayuda para mejorar
los informes de los lectores que esperamos nos remitan y agradece-
La modificación de conducta tiene como objetivo promover el cambio a través de'
técnicas de intervención psicológica para mejorar el comportamiento de las personas,
inalizar el prólogo sin agradecer a todas las personas que han cola-
de forma que desarrollen sus potencialidades y las oportunidades disponibles en su medio,
-sible la realización de esta obra. En primer lugar a nuestos maes-
optimicen su ambiente, y adopten actitudes, valoraciones y conductas útiles para'
especial al profesor José Luis Pinillos, la primera persona que nos
~Illb iar~~_·_J~Lár:~ª_de 1~_.rD&Qilie asiQI'lg~n
'---o n-la madi ficación-de;corrducta.-énsegUI1.doTtlgar -atados-Tos- que- --- _a9apt.aI"~_ a J-º_qt,J~I1-º-Jll.l(!it~__
-- - diseño y aplicación de métodos
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de intervención psicológica
dt!(;lª_~s_cl
que permitan el con-
_

esta obra, no cabe duda que la calidad de sus trabajo les ha exigido
trol de la conducta para producir el bienestar, la satisfacción y la competencia per-
mpo y esfuerzo importante; nuestro agradecimiento se verá incre- sonal.
importante por el que sin duda recibirán de las personas que con-
Las-denominaciones de terapia de conducta y modificación de conductatlenden a
. También hemos de agradecer a nuestros compañeros y colegas
utilizarse como sinónimos. En el texto presente se usarán indistintamente. Conviene,
, e ideas, por su aliento y comprensión, que tanto nos han ayudado.
no obstante, hacer una puntualización señalando la preferencia de los autores por el
s alumnos, cuyo contacto activo y cotidiano nos ha servido para término de modificación de conducta, ya que con éste ha sido habitual aludir a todo
nuestros conocimientos. Por último, a nuestros amigos y en espe-
tipo de intervenciones tanto en el campo clínico como en otros campos, como el
ilias, a los que hemos robado mucho. tiempo de dedicación para
educativo, industrial, comunitario, deportivo, etc. Por su parte, el término terapia de
conducta se ha utilizado preferentemente para referirse a las aplicaciones en los ám-
bitos de los trastornos psicopatológicos y de salud, aunque sea un término no acepta-
; ibre de 1993.
do por todos los denominados modificadores de conducta. Aun teniendo en cuenta
FRANCISCO J. LABRADOR estas diferencias de matiz, tal corno se ha indicado y en la misma línea que la mayoría
JUAN ANTONIO CRUZADO de los manuales actuales, se utilizarán los dos términos de forma indistinta e inter-
MANUEL MUÑoz cambiable.

2. Desarrollo histórico de la modificación


de conducta

La historia de la modificación de conducta se encuentra adecuadamente expuesta


en los textos de Kazdin (1978), Mayor y Labrador (1984) o Labrador (1990). Por otro
lado, la historia de la modificación de conducta en España puede consultarse en Cruz
(1984) y Buela-Casal, Caballo, Bornas, Tortella y Servera (1993) y sus antecedentes
en Pérez (1991). No es pues el objetivo del presente capítulo tratar de realizar de
32 Manual de técnicas de modificación Y terapia de conducta lñtroducción a la modificación y terapia de conducta 33

nuevo una historia; sino presentar un breve panorama de la evolución de este enfoque 2.2. Surgimiento (1938-1958)
para mejor entender su desarrollo y su realidad actual.
Es evidente que el estado actual y los problemas a los que ha de hacer frente ahora En este período tiene lugar en el contexto teórico,el desarrollo de las grandes
la modificación de conducta sólo son comprensibles analizando su origen y la evo- teorías neoconductistas del aprendizaje: HuI!, Mowrer y Tolman. De todas ellas so-
lución. bresale el modelo de trabajo de Skinner, que aunque pretendidamente ateórico o
La exposición de este desarrollo histórico se dividirá, de forma un tanto arbitraria, como tal defendido por el autor, supone el desarrollo de leyes específicas del compor-
en cinco períodos: 1) antecedentes (1896-1938); 2) surgimiento (1938-1958); 3) consoli- tamiento sobre las cuales asentar las directrices de la intervención. Sus trabajos sobre
dación en la década de los años sesenta; 4) años setenta, y 5) años ochenta, hasta la condicionamiento operante y desarrollos consecuentes, en especial La conducta de
actualidad. los organismos (1938) y Ciencia y conduela humana (1953), suponen unas claras
directrices sobre cómo aplicar los principios del aprendizaje para la modificación y
mejora del comportamiento humano y la solución de trastornos de conducta.
2.1. Antecedentes (1896-1938) De acuerdo con Skiner, la conducta debe ser explicable, predecible y modificable
atendiendo a las relaciones funcionales con sus antecedentes y consecuentes ambien-
Este período se caracteriza a nivel teórico por el desarrollo de las leyes del condi- tales, rechazando las explicaciones basadas en constructos inferidos internalistas como
cionamiento clásico, por Pavlov, y la formulación de la ley del efecto de Thomdike, carentes de utilidad. El desarrollo de una tecnología del comportamiento en el labo-
lo que constituirá el marco de referencia teórico sobre el que posterior:rn:nte se des~- ratorio reclama su aplicación a los problemas sociales. .
rrollará la modificación de conducta. De hecho, 1896 es el año de apancion de la tesis Por otro lado, en el ámbito de la psicología clínica (o de la enfermedad mental) en
doctoral de Thorndike y también el momento de inicio de los primeros trabajos de ese período se viene desarrollando una marcada insatisfacción con los resultados de
Pavlov sobre los reflejos condicionados. Poco después aparecerán las primeras for- los tratamientos tradicionales en vigor. El trabajo de Eysenck (1952), en el que se
mulaciones de Watson sobre el conductismo, o lo que debe ser la psicología desde el señala que la efectividad de las psicoterapias en el tratamiento de las neurosis no era
punto de vista de un conductista. El objeto de la psicología es la conducta y la forma superior a la recuperación espontánea, supone una seria llamada de atención al estado
de estudiarla sigue los pasos desarrollados por Pavlov y Thomdike. de la cuestión. Por otro lado, el psicólogo clínico, que ya dispone de un cuerpo de
En esta primera época ya se llevan a cabo trabajos aplicados siguiendo estas conocimientos importantes para explicar las conductas, normales y anormales, mues-
directrices conductistas, entre ellos destaca por lo conocido el trabajo en el que Wat- tra su rechazo al rol que se le había venido asignando, que reducía sus competencias
son y Rayner (1920). inducen experimentalmente una fobia a un niño pequeño (el caso a labores diagnósticas. Al mismo tiempo, aparece una importante demanda de profe-
del pequeño Albert), que ponía de manifiesto cómo el miedo se podía adquirir por sionales que sean capaces de intervenir con éxito ayudando a las personas que han
medio de un proceso de condicionamiento clásico. No obstante, quizá sea Mary Co- quedado afectadas como consecuencia de los efectos de la segunda guerra mundial.
vert Jones (1924a, 1924b), una discípula de Watson, ~a que deb~ ser considerada Hay muchas personas sobre las que es necesario intervenir con procedimientos que
como primera modi ficadora de conducta, al llevar a cabo el tratamiento de una fobia sean eficaces a corto plazo, pero a esta demanda los procedimientos tradicionales de
a los conejos en un niño (Peter), utilizando una técnica de-condicionamiento directo, intervención, en especial el psicoanálisis, son incapaces de dar una respuesta satis-
que consistía en la presentación gradual del animal acompañada de la inducción de factoria. Se hace necesario el desarrollo de nuevos procedimientos, y los psicólogos
un estado placentero (comida). El procedimiento, similar a la actual desensibiliza- que disponen del cuerpo de conocimientos más amplio sobre las leyes de la conducta
ción sistemática, también incluía aspectos que hoy se consideran de modelado o imi- humana se encuentran en disposición de ofertar estas nuevas formas de intervención.
tación social. Sin embargo, los trabajos de Mary Covert Jones no se consideraron La modificación de conducta surge como una alternativa innovadora, valida y
adecuados para ·obtener el doctorado por su reducido número de casos, y hubo de eficaz, fundamentada en un cuerpo teórico sólido, capaz no sólo de explicar los trastornos
abandonar estas investigaciones. del comportamiento, sino de presentar soluciones eficaces para ellos. Al mismo tiem-
Aunque existen otras aplicaciones interesantes en las que se incluyen procedi- po que nace como un rechazo al estado de cosas reinante en el ámbito de la enferme-
mientos de intervención que recuerdan algunas de las actuales técnicas de modifica- dad mental. Esta doble vertiente de oposición a los enfoques tradicionales y desarro-
ción de conducta, e incluso algunos como el método de la alarma (<<Pipí-stop») para llo de estrategias propias, producto del- estudio e investigación experimental del
el tratamiento de la enuresis desarrollado por Mowrer (1938) que siguen en vigencia comportamiento, es lo que ha marcado el inicio y posterior evolución de este modelo.
en la actualidad, son casos muy esporádicos y aislados en el contexto de la época Pero aunque la mayor parte de los movimientos científicos surgen cuando se ha
marcada por el predominio de los modelos psicoanalíticos y psiquiátricos. Por otro creado un adecuado caldo de cultivo, es cierto que surgen definitivamente en mo-
lado, estas aplicaciones no van a llevar al desarrollo de la modificación de conducta, mentos concretos y gracias a los trabajos de personas asimismo concretas. La modifi-
sino que se observa un parón o estancamiento a finales de los años treinta, como si las cación de conducta no es diferente, y pueden señalarse tres focos principales en su
aplicaciones dejaran de interesar. surgimiento como movimiento organizado:
Introducción a la modificación y terapia de conducta 35
34 Manual de técnicas de modificación Y terapia de conducta

a) Estados Unidos y el desarrollo de la tecnología operante alre~l~dor de la figu- 2. Los trastornos de conducta se describen en términos de relaciones entre los
ra de Skinner. Ya en 1953 Skinner, Solomon y Lindsley uti Izaron P?r vez estímulos, las respuestas y las consecuencias (E-R-C), es decir, se adopta el
rirnera el término «terapia de conducta» para referirse a la aplicación de análisis funcional como base para la explicación de los problemas conduc-
;écnicas operantes a pacientes esquizofrénicos. Poco después surg~n aplic.a- tuales. La naturaleza idiográfica del análisis conductual y los tratamientos
ciones variadas al ámbito clínico (en especial problemas de esquizofrenia, hace que se desarrolle la aplicación de los diseños experimentales dé caso
retraso mental o conductas en general muy deterioradas), a la modificación único.
de la conducta infantil bien en el ámbito clínico, bien en el familiar o el 3. La importancia de la demostración objetiva de la efectividad y rentabilidad
escolar, con posteriores desarrollos a ámbitos no clínicos como el industrial de los tratamientos, qué tratamiento, para qué clase de cliente, con qué clase
de problemas ya qué costo (Paul, 1969), es la pregunta básica que se formula
o el social.
b) Sudáfrica y los tratamientos de trastornos fóbicos y de ansiedad con desensi- en ese momento, cuya resolución ha permanecido como un ideal utópico
bilización sistemática. Wolpe en 1958 publica Psychotherapy by Reciprocal desde entonces.
lnhibition, en el que expone un método de tratamiento psicológico: la dese n- 4. La extrapolación de las conclusiones extraídas del laboratorio al campo apli-
sibilización sistemática de trastornos fóbicos, mostrando unos resultados es- cado.
5. Los programas de tratamiento y los modelos de los trastornos a los que se
pectaculares por su eficacia. - . .
e) En Inglaterra, Eysenck llevo a cabo una extensa crítica de la pSlcoterap~a aplican son muy simples, se manejan pocas variables y los tratamientos tie-
tradicional e impulsó la implantación de técnicas derivadas de la psicología nen reducidos componentes.
experimental del aprendizaje como alternativa. El hospital Maudsley se. con-
virtió en un centro de investigación de técnicas basadas en el aprendizaje, Como ya se ha dicho, el énfasis en esta fase se centra en el campo de la aplica-
trabajos como los de Jones (1956), Meyer (1957) o Yates (1959) son ejem- ción, no en el teórico. En estos momentos hay una disociación entre la investigación
plos de ello. La incorporación posterior al Maudsley de .Rachman (p:oceden- básica en psicología y la aplicación de la modificación de conducta. La psicología
te de Sudáfrica) permitió un intercambio de expenenclas y procedImIentos experimental pasa de centrarse en el aprendizaje y en los modelos de condiciona-
miento a dirigirse a procesos cognitivos (memoria, percepción, atención). Los modi-
muy importante entre estos dos centros.
ficadores de conducta están centrados en las demandas del trabajo aplicado sin pres-
tar mucha atención a la investigación básica.
Las aportaciones teóricas vienen dadas por autores que se han venido denominan-
2.3. Consolidación (1958-1970)
- do bajo la etiqueta de teóricos del aprendizaje social: Bandura, Kanfer, Mischel y
En los años sesenta la modificación de conducta se aplica con gran éxito a proble- "--:".,:---::
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."Staats. Estos autores, aunque trabajan independientemente, enfatizan la importancia
mas que hasta ese momento eran refractarios al tratamiento. Las téc~icas operantes se de aspectos cognitivos, mediacionales o de personalidad en la explicación del com-
aplican con éxito a la implantación del lenguaje, retraso mental, autismo y delmcu:n- - portamiento. Bandura añadió el aprendizaje observacional a los procesos de condi-
cia, al igual que se aplica a problemas en el aula y trasto~os ,de la conducta ~n runos cionamiento clásico y operante en las intervenciones. Kanfer y Phillips distinguieron
normales' se desarrollan nuevas técnicas como la econorrua de fichas y se mejoran los entre la terapia de intervención, en la que el terapeuta tiene un control muy estricto
procedim'ientos ex.istentes. La desensibilización. si~temát¡ca se a.naliza en sus ~ompo- de las variables relevantes, por ejemplo la economía de fichas, que viene a ser una'
nentes se contrasta su eficacia y se crean vanacicnes. Ademas en este penodo se aplicación directa de los principios derivados del aprendizaje animal y la terapia de
desarrollan técnicas de entrenamiento en aserción y habilidades sociales, inundación instigación, en el que el terapeuta tiene un control muy limitado del ambiente del
y prevención de respuesta y se mejoran las técnicas de alivio de aversión y técnicas cliente, en este 'caso el cliente ha de mediar el cambio, siendo el autocontrol un
aversivas. aspecto esencial. A Kanfer se le deben el énfasis en las técnicas de autocontrol y
Las características 'principales de este período son: autorregulación. Igualmente son los desarrollos del conductismo paradigmático y los
repertorios básicos de conducta de Staats y la crítica sobre los rasgos de personalidad
l. El énfasis en sucesos y conductas observables, tratar las conductas desadap- __ llevada a cabo por Mischel. -
tativas directamente, en lugar de supuestos procesos patológicos subya- En resumen, éste es un período en el que proliferaron las aplicaciones, comenza-
centes. La demostración de que la sustitución de síntomas ocurría raramen- ron a publicarse las principales revistas actuales y los primeros manuales de modifi-
te, si es que alguna vez sucedía, contribuyó a avalar más este enfoque. El cación dc conducta, lo que representa un intento de sistematizar el cuerpo de técnicas
cambio conductual cuantificable, objetivo, en lugar del testimonio del tera- o procedimientos disponibles hasta ese momento.
peuta o' cliente, se convirtió en el centro de las estrategias de evaluación y
tratamiento.
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36 Manual de técnicas de modificación y terapia de conducta Introducción a la modificación y terapia de conducta 37
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2.4. La modificación de conducta en los años setenta cia de sus componentes y su eficacia global. En este sentido, se lleva a cabo una
Los años setenta están marcados por la incorporación de variables cognitivas en evaluación crítica de las técnicas cognitivas que tanto habían proliferado en la década
la explicación de los problemas comportamentales y en "él" tratamiento. Se pueden anterior (Latimer y Sweets, 1984; véase revisión de Bragado y Carrasco, 1987) y se
distinguir dos enfoques, por un lado los que consideraban que estos eventos internos insiste en adquirir un mejor conocimiento de su efectividad y sus procedimientos.
están determinados por las mismas leyes E-R que las conductas manifiestas, como A nivel teórico, se cuestionan desde posiciones conductuales la fundamentación de
Cautela, que sobre esta base propuso las técnicas de condicionamiento encubierto. los modelos cognitivos imperantes, la ausencia de definiciones operativas y la circu-
Por otro, autores como Beck (1976), D'Zurilla y Goldfried (1971), Meichenbaum laridad de los conceptos o de gran parte ellos; así como el supuesto de que la activi-
(1977) o Mahoney (1974) consideran que las cogniciones tienen un rol causal en la dad cognitiva determina los estados emocionales y la conducta motora sin excepción
conducta y no se explican exclusivamente por procesos de condicionamiento. Pelechano (Kanfer y Hagerman, 1985; Eysenck y Martin, 1987; Wolpe 1990). En general, se
(I979) señala la distinción entre estos dos grupos como continuistas -aquellos que reconoce la necesidad de incorporar variables cognitivas en la evaluación y el trata-
aplican los modelos de condicionamiento en la explicación y modificación de las miento que permitan mejorar los resultados de las intervenciones. En este sentido,
cogniciones y rupturistas -los que incluyen modelos y técnicas cognitivas específicas. Kanfer y Hagerman insisten en considerar que de la misma manera que el inicio y
En el campo aplicado se caracteriza por la utilización de procedimientos de interven- desarrollos de las técnicas de modificación estaban basadas en la psicología experi-
ción que incluyen técnicas o aspectos cognitivos: inoculación de estrés (Meichenbaum mental del aprendizaje, la moderna psicología del procesamiento de la información
1977), terapia racional-ernotiva (Ellis, 1962), solución de problemas (D'Zurrilla y Gold~ debería fundamentar estrategias cognitivas innovadoras para el cambio conductual.
fried, 1971), y la terapia cognitiva (Beck, 1976). Se enfatiza en las intervenciones el Según estos autores, la disociación creciente entre la psicología básica y la modifica-
entrenamiento al cliente de habilidades de autocontrol, para aumentar la generalización ción de conducta que se dio durante los años sesenta y setenta propició que cuando se
de la~ ~anancias, asi como dotarles de recursos para hacer frente a las si tuaciones pro- hubieron de abordar los tratamientos de trastornos complejos (por ejemplo, depre- .
blemáticas nuevas. Entre las novedades introducidas en algunas de las técnicas se en- sión), que precisaban el uso de variables cognitivas, se utilizasen constructos y técni-
cuentra el u~o de la exposición en vivo, con mayor frecuencia que la imaginaria; así cas con escasa fundamentación teórica, alejados de la psicología experimental (cdis-
como la aplicación del entrenamiento en habilidades sociales más complejas. Es irn- torsiones cognitivas», «esquemas», «creencias irracionales», etc.), y justificados más
p0:tante señalar que tiene lugar una creciente aplicación de las técnicas de biofeedback: por la experiencia clínica que por su base teórica; la fundamentación en la psicología
(vease Labrador, 1984; Carrobles y Godoy, 1987), que ya se había iniciado en los experimental aportaría la solución a muchos de los problemas planteados. La ausen-
años sesenta, y se llevan a cabo evaluaciones de su eficacia (Ray, Rackynski, Rogers cia de base experimental de los métodos de intervención empleados, y su fundarnen-
y Kimball, 1979). tación en experiencia clínica haría de la modificación de conducta una psicoterapia
En estos años tiene lugar una expansión del campo de la modificación de conduc- más, ya que perdería su característica básica, que es su fundamentación científica.
ta a áreas no clínicas, como es el deporte, el control de la contaminación, el ámbito Asimismo, en los años ochenta se llevan a cabo estudios relativos a las variables
laboral o la educación, intervenciones que se llevan a cabo tanto de forma individual que afectan a la eficacia de las intervenciones, así como de los fracasos de las inter-
como grupal y comunitaria. Pero el hecho más sobresaliente es la extensión al campo venciones y sus causas (Foa y Emmelkamp, 1983), se mejoran las técnicas de reduc-
de la salud y la enfermedad, que da lugar al área de la medicina conductual, como un ción de la ansiedad, se reincorporan al enfoque las técnicas de hipnosis, así como las
campo interdisciplinar en el que los psicólogos ejercen una importante función en el técnicas de biofeedback (Shellenberger y Greeen, 1986), entre otras. Se enfatiza la
diagnóstico, la prevención y el tratamiento de los trastornos de la salud. fundamentación teórica adecuada de las técnicas empleadas, así como el estableci-
.Los programas de tratamiento se hacen más complejos, se hacen multicomponen- miento de modelos explicativos de los trastornos que guíen la evaluación y la inter-
tes integrando diversas técnicas, al mismo tiempo que se aplican a patrones conduc- vención de forma más eficaz. Se va dando una importancia progresivamente mayor a
tuales más globales y generalizados que en décadas precedentes (trastornos tales como aspectos del contexto ambiental, se llevan a cabo evaluaciones del medio, se inte-
depresión, obsesiones, etc.). Al mismo tiempo, se enfatiza el rol de las relaciones gran aspectos del medio en los programas de tratamiento, se insiste en preparar la
.~ "terapeuta-cliente.y las 'habil idadéstde!' terapeuta (DeVoge y Beck, 1"979). Por otro generalización al medio. habitual del cliente o la puesta en marcha del programa en el
lado, se da una importancia mayor a las variables de personalidad, se utilizan en la propio ambiente del cliente, las políticas de desinstitucionalización psiquiátricas son
. explicación de los trastornos los estilos atribucionales, patrones de autorreforzarnien- concordante s con este enfoque. Es importante señalar la insistencia creciente entra-
to, autoeficacia o repertorios básicos de conducta. tamientos interdisciplinares cuando así lo requiera la naturaleza del problema;. la
compatibilidad del tratamiento psicofarmacológico y conductual en determinados
'problemas justifica esa aplicación conjunta.
2.5. La modificación de conducta en los años ochenta
Se da especial importancia a la habilidad del terapeuta y a las relaciones terapeu-
En los años ochenta la modificación de conducta está plenamente consolidada. ta-cllente en el entrenamiento de los modificadores de conducta. Se enfatiza la im-
Los programas de tratamiento están más estructurados, se investiga el nivel de efica- portancia del papel activo del sujeto, el aprendizaje de habilidades de autorregula-

lO Ediciones Pirámide !O Ediciones Pirámide


38 Manual de técnicas de modificación y terapia de conducta Introducción a la modificación y terapia de conducta 39

" ..
ción que permitan el mantenimiento de las ganancias en distintas situaciones se con- 6. La evaluación objetiva de la eficacia de los procedimientos de evaluación y
sidera esencial. tratamiento en términos costelbeneficio, así como de sus componentes, que
Se insiste en este período en la importancia de variables organísmicas tanto en la ha de llevarse a cabo de forma continua con los datos obtenidos en la aplica-
explicación de los trastornos como en el tratamiento, se utilizan conceptos de predispo- ción de las técnicas de tratamiento en diversas condiciones, con el propósito
sición psicofisiológica y psicológica, variables de autorregulación y de personalidad. de revisar los propios métodos en función de los resultados.
Lo más característico de este periodo es la expansión de la modificación de con- 7. Es un enfoque centrado en el aquí y ahora, el énfasis se coloca en los deter-
ducta a áreas de salud, ya sea mental o de trastornos psicofisiológicos o fisicos, insti- minantes actuales del comportamiento, la historia pasada es relevante en la
tucionales, prisiones, geriátricos, hospitales, etc.), laborales, deportivas, ambientales medida en que informa de variables que influyen en la conducta presente.
y comunitarias. Estas aplicaciones se hacen tanto de forma preventiva como de trata- 8. La evaluación y el tratamiento han de estar adaptados a cada tipo de proble- I

miento de problemas ya instaurados. rna, las características únicas de cada caso y el contexto concreto en que se J
aplican, ya sea a nivel individual, grupal o comunitario.

3. Caracterización de la modificación de conducta En resumen cabe definir la modificación de conducta (Labrador, 1986 y 1990)
como aquella orientación teórica y metodologica, dirigida a la intervención que,
En la actualidad, modíficación de conducta designa un conjunto muy amplio de basándose en los conocimientos de la psicología experimental, considera qU8 las
técnicas, objetivos de aplicación y enfoques teóricos diferentes que, no obstante, conductas normales y anormales están regidas por los mismos principios, que trata
comparten unas características claves que permiten uaificarlas bajo una misma de- de desarrollar estos principios y aplicarlos a explicar conductas específicas, Y que \
nominación. Estas características definitorias son las siguientes: utiliza procedimientos y técnicas que somete a evaluación objetiva y verificación J

empírica. para disminuir o eliminar conductas desadaptadas e instaurar o incremen-


l. Los procedimientos y las técnicas de intervención deben estar adecuadamen-
te fundamentados en la psicología experimental. Las intervenciones deriva-
das del «folklore clínico» o de teorías no verificadas o verificables no pueden
tar conductas adaptadas. Esta definición pone de relieve las características más fun-
damentales del enfoque: a) la fundamentación en la psicología experimental; b) la
aplicación tanto al campo clínico como no clínico (por la similaridad de principios
J
ser un soporte adecuado para un tratamiento. que gobiernan la conducta normal y anormal); c) la insistencia en la evaluación obje-
2. La conducta normal y anormal se rigen por los mismos principios, ambos tiva, y d) el énfasis en la instauración de repertorios conductuales. De todas estas
tipos de conducta se aprenden y desaprenden en las condiciones del medio características cabría destacar como definitorias sobre todo la fundamentación de los
social. Existen también influencias de factores genéticos, constitucionales o métodos empleados en la investigación psicológica controlada, así como el énfasis en
de predisposición, cuando se comprueba su presencia se les considera como la evaluación objetiva de las intervenciones.
una base estructural sobre las que operan las variables de aprendizaje en la En el presente y en el desarrollo histórico de la modificación de conducta pode-
determinación de la conducta. Las limitaciones de conducta que dependan de mos dístinguir cuatro principales orientaciones: a) el análisis conductual aplicado;
causas orgánicas sólo serán objeto de intervención conductual en función de b) la conductista mediacional; e) el aprendizaje social, y d) el cognitivo-conductual.
aspectos que dependan del aprendizaje.
3. El objeto de la intervención es la modificación o eliminación de comporta-
mientos desadaptados, sustituyéndolos por otros adaptados. El propósito de 4. Orientaciones actuales en modificación de conducta
los tratamientos es producir un cambio conductual. observable y -medible , t
4.1. Análisis conductual aplicado
directa o indirectamente, en cualquiera de las tres modalidades de respuesta:
motoras, fisiológicas y cognitivas. Se basa en la aplicación del análisis experimental de la conducta a los problemas
4. La interdependencia de la evaluación y el tratamiento. El establecimiento de de importancia social, aparece también bajo la denominación de análisis funcional de
los objetivos y la planifición del tratamiento dependen del análisis conduc- la conducta o enfoque operante. Su formulación actual se encuentra en Skinner (1938,
tual, la eváluación de los resultados obtenidos determinará si ha de con ti- 1953). Su principal órgano de expresión es el Journal 01 Applied Behavior Analysis.
nuarse el tratamiento o hay que reformular el programa. De forma que la Las principales características de este enfoque son:
evaluación y el tratamiento son funciones integradas en este enfoque, estan-
do la una en función de la otra. l.Se centra en la definición y medición precisa de conductas observables direc-
5. Es necesario especificar de forma objetiva, clara, precisa y estructurada los tamente.
objetivos, tratamiento y contexto de aplicación, asi como los métodos para 2. La conducta está controlada por el ambiente. El análisis funcional de los
evaluar su eficacia. estímulos antecedentes y consecuentes que controlan la conducta ofrece una
Introducción a la modificación y terapia de conducta 41
40 Manual de técnicas de modificación y terapia de conducta

Las técnicas de tratamiento que se utilizan fundamentalmente se basan en el


explicación suficiente de la implantación y mantenimiento de patrones de 4. condicionamiento clásico: desensibilización sistemática, inundación, recen-
comportamiento, normales o anormales, y posibilita el control de la conducta. dicionamiento orgásmico, detención del pensamiento, etc.
3. El objetivo de estudio es la conducta del organismo individual y el enfoque
metodológico es el análisis experimental de la conducta, centrado en el estu- L principales problemas de este enfoque se encuentran en la falta de objetivi-
dio intensivo de casos únicos, en lugar de comparaciones estadísticas entre dad de los datos utilizados, ya que en la may~ría de los casos se utilizan valo:es
grupos, con la finalidad de realizar una evaluacíón continua del cambio con- bi t' s (como es el caso de las unidades subjetivas de ansiedad en la desensibili-
ductual para probar la relación causal entre las manipulaciones ambientales su Je IVO .. . . éí
.. ) el supuesto de que los procesos mediacionales Siguen las mismas leyes e
y el cambio de conducta. zaClOn , . .. .
aprendizaje que las conductas manifiestas, y la generalización de las ganancias a
4. Las técnicas basadas en este enfoque son las de condicionarniento operante.
'nivel encubierto al mundo real.
5.' El campo de aplicación de este-enfoque es muy amplio, pero se pueden des-
tacar dos áreas preferentes: a) el tratamiento de personas con capacidades
cognitivas limitadas o deterioradas por deficiencia mental' o psicosis, o bien 4.3. Orientación basada en el aprendizaje social
que han estado de forma continuada bajo contingencias de reforzamiento
inadecuadas que mantienen conductas desadaptativas (dolor crónico, proble- Esta orientación considera que la determinación del comportamiento depende de
mas de pareja etc.), y b) la modificación de ambientes sociales o institucio- los estímulos ambientales, físicos y sociales, de procesos cognitivos (percepción,
nales: hospitales, cárceles, aulas, ambientes laborales, etc. interpretación y valoración de los estímulos) y patronesd~ conduc.ta del SUJeto, que a
6. El tratamiento debe evaluarse tanto a nivel experimental como clínico y social. su vez modifica su propio medio. Es decir, en el deterrninisrno reciproco de estos tres
elementos reside la causación de la conducta.
Entre las limitaciones de esta orientación están: la reducción en el tipo de con- Los trabajos de Bandura (1969, 1986), Kanfer (1978), Kanfer y Hagerman (1985),
ductas que puede abordar al considerar sólo las conductas manifiestas, la dificultad Mischel (1973), Staats (Staats y Heady, 1985), entre otros, aun siendo independien-
en mantener el cambio de conductas, pues implica un cambio definitivo en los facto- tes, pueden considerarse bajo la denominación de teóri.cos del aprendizaJe. SOCial.
res ambientales que la controlan, el logro de una efectiva transferencia a otras situa- Todos ellos comparten el punto de vista de que es necesano am¡:>h~!~~~teo_r:c~_~ _
ciones distintas-a las-deltratarniento y lanecesldadde 'entréñárá las pérsóiiasque ____ o --o -Tamoc:fítlcación.-deconduCtapara-Oarcuenta-aeaspectosCügnit¡vos o personafes y
conviven con el sujeto para que manejen adecuadamente las contingencias de refuerzo. condiciones del medio social que influencian la conducta, añadiendo estos conoci-
mientos a los ya aportados por el neoconductismo. . .
. .. _.__ Las-carac teristi ca-s-fu.¡:¡damentaks-.de--esta..o.¡:ientacÍ.óIl-son-Jas-s Igu lentes:
4.2. Orientación conductual mediacional

También se le denomina enfoque E-R neoconductista o mediacional, por el énfa- 1. La regulación de la conducta depende de tres sistemas: 1) los estímulos ex-
sis que pone en las variables intermedias o constructos hipotéticos en la explicación ternos, que afectan a la conducta a través del condicionamiento clásico;
de la conducta. El modelo básico se encuentra en los trabajos de Wolpe, pero los 2) las consecuencias de la conducta que ejercen su influencia a través del
fundamentos teóricos hay que buscarlos en las aportaciones de Pavlov, Hull y Mowrer, condicionamiento operante, y 3) los procesoscognitivcis mediacionales, que
entre otros. Las revistas Behavior Research and Therapy o el Journal 01 Behavior determinan los estímulos a los que se presta atención, la percepción de los
Therapy and Experimental Psychiatry son prototípicas de este enfoque. mismos y la propia influencia que éstos ejercerían sobre la conducta futura.
Los rasgos principales de esta orientación son los 'siguientes: El modelado es un ejemplo de la influencia de factores cognitivos en el apren-
dizaje. .
l. Se da una especial importancia a los constructos hipotéticos, particularmente 2. La influencia del medio sobre el sujeto está afectada por los procesos cogrn-
el de miedo o ansiedad, como procesos mediacionales entre los estímulos y tivos que determinan la percepción o interpretación de aquél y/o variables
las respuestas. del sujeto. . ..
2. Los procesos cognitivos tales como imágenes, la mediación verbal u otras 3. El énfasis en el constructo de autoeficacia, que se refiere a los JUICIOSperso-
semejantes se tienen en cuenta en la teoría y la terapia, pero siempre defini- nales acerca de la propia capacidad para realizar la conducta necesaria para
dos operacional mente .en términos de secuencias estímulo-respuesta. No se obtener un resultado deseado. Las convicciones de eficacia personal mfluyen
les concede un estatus cognitivo o se les rechaza explícitamente. en la iniciación y perseverancia en el logro de los objetivos específicos y en
3. El campo de aplicación de este enfoque se centra especialmente en trastornos el cambio conductual.
relacionados con la ansiedad, fobias, obsesiones, agorafobia, trastornos sexuales 4. El énfasis en la autorregulación y auto control.
y otros trastornos.
42 Manual de técnicas de modificación y terapia de conducta Introducción a la modificacjón y terapia de conducta 43

5. En relación a las técnicas empleadas integra los métodos basados en.el con- puestas emocionales y la conducta m?tora. Mu~hos autores incluidos en este. enfoque
dicionamiento clásico y operante con el aprendizaje vicario y los métodos de utilizan constructos mal operacionalizados, aSI como modelos de causación circula-
autorregulación. Como prototípicos del enfoque debe destacarse los procedi- res: Es necesario estructurar y sistematizar de la manera más rigurosa los procedi-
mientos de modelado, las técnicas de autocontrol y varias de las utilizadas en mientos, dotándolos de una mayor fundamentación teórica y llevar a cabo una ade-
el entrenamiento de aserción y habilidades sociales. cuada evaluación de su eficacia.

Este enfoque se suele considerar como el más prototípico de la modificación de


conducta ya que permite integrar las técnicas de condicionamiento clásico, operante 5. Problemas actuales en modificación de conducta
y vicario con las denominadas técnicas cognitivas.
La modificación de conducta en el presente ha de resolver algunas cuestiones que
son importantes para su desarrollo futuro, todas ellas tienen como referencia una
4.4. Oríentación cognitivo-conductual pregunta básica: ¿cómo mejorar los tratamientos actuales? A continuación se tratan
algunas de las que se consideran más relevantes. Una panorámica más amplia del
Esta orientación parte del supuesto de que la actividad ..cognitiva determina 'estado de la modificación de conducta actual puede consultarse en los textos de La-
el comportamiento. No obstante, dentro de ella existen muchas diferencias al enfo-
brador (1990) o Franks (1990).
car los aspectos cognitivos, ya que unos se centran en estructuras, creencias o supuestos
básicos como principales entidades causales de las emociones y la conducta (Ellis,
5.1. Técnicas cognitívas versus técnicas conductuales
1962; Beck, 1976), otros en procesos tales como solución de problemas, distorsiones
cognitivas, etc. (D'Zurilla, 1986) o contenidos del pensamiento: auto-instrucciones, El desarrollo de métodos de intervención que incidan en aspectos cognitivos que
J
pensamientos automáticos (Meichenbaum, 1977; Beck, 1976). Asimismo, existen im-
portantes diferencias en las estrategias de intervención. A pesar de estas diferencias
se puede señalar las siguientes características comunes a todas ellas:
sirvan para potenciar el cambio coriductual, el mantenimiento y las transferencias de
las ganancias terapéuticas tuvo lugar en los años setenta y continúa en la actualidad.
Corno ya se ha señalado, se han cuestionado los fundamentos teóricos de parte de
J
. .. dichos métodos y hasta su eficacia terapéutica. No obstante, la mejora de los procedi-

.

.
l. El cambio conductual se haya mediado por las actividades ccgmnvas. Es
-ºs:cjr,l¡,ÚdentificacióILyJa alte.racióll-&istemática-de·aspectos-eognitivosdes-
adaptativos producirá los cambios conductuales deseados.
----
__ . mientos de tratamiento conductuales precisa abordar vías a través de las cuales se
-'-. ':~~~"--- pueda-incidir s~bre-la acti vICIad-cognitlva ....'P·orejempr?', los. tratamientos con~uctua=-
._... :. les de exposicion en el caso de los trastornos obsesivos, Incluso con vemtrcuatro
J
2. La aceptación del determinismo recíproco entre el pensamiento, el ambiente '-, ~.:~'. horas de exposición continua, producen una tasa de mejoría del 75 por 100 de los

3.
y la conducta.
La terapia está diseñada para ayudar al paciente a identificar, probar la rea-
lidad y corregir concepciones o creencias disfuncionales. Se ayuda a los clien-
'.......
\~;;'
. 'c<::t'+'
casos tratados, un 25 por 1O.O_no_se.b.eIleLl.C.Ía,-y_O.t~o-2-5...f'(}I'-j..()O-Fe€'ha'Ca-eHffi¡amie
to. Las técnicas de exposición se vienen aplicando desde hace más de treinta años, y
el procedimiento en si está perfectamente estandarizado; si se quiere mejorar estos
J
tes a que reconozcan "las conexiones entre las cogniciones, el afecto y resultados hay que trabajar sobre técnicas cognitivas que potencien los resultados de
la conducta, junto con sus consecuencias, para hacerles conscientes del rol
de las imágenes y pensamientos negativos en el mantenimiento
blema.
del pro-
la exposición, tal como proponen Salkovskis (1989) o Foa y Wilson (1991). La intro-
ducción de métodos que incidan sobre verbalizaciones internas o actividades cogniti-
vas no ha de ser incornpatibleo contradictoria con la base de técnicas de tratamiento
J
4. Las técnicas aplicadas en este enfoque son las de reestructuración cognitiva, conductual más tradicionales, de hecho en el enfoque operante se ha llevado a cabo
solución de problemas, entrenamiento autoinstruccional, etc. En general, en un análisis del control de la conducta por medio de reglas verbales =conducta gober-
la modificación cognitivo-conductual se utilizan manipulaciones ambienta- nada por reglas- (véanse Hayes, 1989; Malott, Whaley y Malott, 1992), que son
les como' en otros enfoques, pero aquí tales manipulaciones representan ensa-
yos de feedback informativos o experimentos que aportan una oportunidad
útiles para mejorar estas técnicas. El problema viene dado si se adoptan los supuestos
de algunos autores denominados cognitivos, relativos a que el sistema cognitivo filtra
J
para que el paciente cuestione, revalorice y adquiera autocontrol sobre con- la percepción, estructura la realidad, semejante a un modelo kantiano, y determina
que
5.
ductas, sentimientos y cogniciones desadaptativas, al mismo tiempo que practica
habilidades entrenadas.
La relación terapéutica es colaborativa y se enfatiza el papel activo del cliente.
las emociones, estados de humor y conducta motora; de lo se deduce que todo
cambio conductual está mediado por esos cambiós cognitivos. Este conjunto de su-
puestos es innecesario. Por otro lado, las variables cognitivas que se introduzcan
J
?eben estar adecuadamente fundamentadas en la psicología experimental; la falta de
Entre los principales problemas que presenta esta orientación, hay que destacar la lnvestigación básica en torno a estas técnicas es un aspecto problemático en este caso
ausencia de una clarificación precisa de las relaciones. entre las cogniciones, las res- (Labrador, 1990). . J
e Edicioro-e Pi,.,., ..•..•;,...
44 Manual de técnicas de modificación y terapia de conducta Introducción a la modificación y terapia de conducta 45

5.2. Análisis funcional versus sistemas de clasificación '. 1 intervención conductual habrá de producir cambios en el problema. Los
comodique a se utilizaban en los -
anos sesenta eran muy srrnp . Ies, preten di ian exp liicar
psicopatológica (DSM-IV o CIE-10) e
mob l oSas complejos con un número muy reducido de variables. En la actualidad, se
Las intervenciones conductuales se fundamentan en el análisis funcional de las .pro em .
• fasis en explicar los trastornos de forma multicausa . I, se mCIincid e en to d os los
conductas problema. A través del análisis funcional se han de determinar las varia- hace en ." . I idi . I
factores que contribuyen a su genesis y mantenImIento,. yson mu u .ImensIOna es, es
bles causales que de forma relevante determinan la conducta problema y que se pue- decir integran aspectos cognitivos, conductuales, fisiológicos y ambientales. Por ello,
den controlar para producir el cambio (Haynes y O'Brien, 1990). Las clasificaciones se requiere trabajos de investigación básica específicos de los problemas concretos
psicopatológicas como la DSM-III, DSM-III-R, DSM-IV o CIE-I O son clasificacio-
encaminados a descubir las variables controlab~es. .. . " ..
nes sindrórnicas, basadas en la topografía, no en el análisis de relaciones causal es, Por otro lado, igualmente se precisa invesugacron en relación a las habilidades
con un carácter meramente descriptivo. Por ello, tradicionalmente los modificadores
del terapeuta Y la relación terapeuta-cliente.. . .
de conducta han rechazado estos sistemas de clasificación. En la actualidad, los mo- La fundamentación sólida en psicología experimenta! de nuestras t~cnIcas es la
dificadores de conducta utilizan las categorías psicopatológicas, al menos con propó- arantía de las posibles innovaciones y la verificación de la eficacia de los tratarmen-
sitos de comunicación, es decir, se habla de tratamiento comportarnental de los tras- tos, en términos de coste/beneficio, la única vía de progreso para las mtervenciones
tornos obsesivos, de fobias, etc. No obstante, ha de tenerse en cuenta que la clasificación
psicológicas.
o el etiquetaje del problema de una persona en ningún caso puede sustituir al análisis
funcional; el decir que una persona tiene una fobia social no nos indica los repertorios
de conducta problemáticos, ni sus causas, ni los objetivos del tratamiento, que pueden
ser muy diferentes en dos personas con la misma etiqueta diagnóstica. En psicopato-
logia estas clasificaciones han de ser útiles como puntos de partida para el desarrollo
EJERCICIOS DE AUTOCOMPROBACIÓN
de modelos explicativos de los síndromes que figuran en las categorías, la genera-
ción de modelos explicativos de los trastornos podría servir para facilitar la evaluación
conductual, predecir el curso y la respuesta a los tratamientos (Haynes y O'Brien, 1. Los sistemas clasificatorios tales como el DSM-IV y el CIE- 10 son perfecta-
1988). Si bien esta proposición es innegable, conviene hacer dos advertencias: 1) exis- mente compatibles con el análisis funcional y sirven para fijar los objetivos
te el riesgo de que el buscar una etiqueta en la que encaje el trastorno actual del y las técnicas de tratamiento . v F
paciente sesgue el análisis conductual dirigiéndole a la confirmación de determina-
2. El análisis conductual aplicado se caracteriza por la aplicación exclusiva de
dos datos y a la ignorancia de otros, así muchos clínicos noveles están más pendientes v
técnicas operantes . F
de etiquetar el problema del cliente que en conocer en qué consiste y cuáles son sus
causas, y 2) no todas las categorías que se utilizan en esas clasificaciones tienen igual 3. Los fundamentos de las técnicas cognitivo-conductuales han sido criticados
validez; algunas clasificaciones como las de los trastornos del sueño o los trastornos por su falta de apoyo en la psicología experimental . v F
de personalidad en la DSM-III-R han sido muy criticadas y no pueden servir de orien-
tación al análisis funcional. 4. Una característica básica de la modificación de conducta en la fundamenta-
ción de sus métodos en la experiencia clínica más que en la investigación
experimental . v F
5.3. Tratamiento individualizado versus estandarizado
S. En modificación de conducta la evaluación y el tratamiento son interdepen-
Cualquier tratamiento conductual ha de estar justificado y apoyado en un análisis dientes . v F
funcional, como tal el tratamiento es individualizado y se ajusta a las necesidades del
caso concreto; un tratamiento estandarizado aplicado meraramente por el ajuste a una 6. En la actualidad una característica de la modificación de conductaes el énfa-
categoría diagnóstica no puede tener ninguna garantía de éxito. sis en variables organismicas . v F

7. La mo dificacfón de conducta es un enfoque terapéutico que tiene aplica-


5.4. Investigación básica ción fundamentalmente a aspectos clínicos, con una aplicación menor a pro-
blemas no clínicos o.. . ..... .. .. . ...............•...................... 0'-
v F
La aplicación de las intervenciones conductuales ha de estar fundamentada en
modelos explicativos de la etiología y mantenimiento de los problemas abordados.
8. En la actualidad en modificación de conducta se hace un mayor énfasis en el
Un tratamiento conductual de las cefaleas, hipertensión, etc., debe basarse en un v F
tratamiento de problemas ya consolidados que en la prevención.
modelo que haga explícito cómo las variables psicológicas influencian el problema y
46 Manual de técnicas de modificación y lerapia de conducte

9.
modificadores de conducta
~~:egorías psicopatológicas

.. . fi
pueden prescindir del conocimiento

i . n de conducta de los métodos de las psicote-


de las
. v F 2 La evaluación conductual:
concepto y proceso
FERNANDO SILVA MORENO
10. La integrac ión enlla modi ~ca:íao de progreso que permitirá mejorar los tra-
Universidad Complutense de Madrid
rapias trad rciona es es un" .
tamientos . v F

LECTURAS RECOMENDADAS

Echeburúa, E. (1993): Modificacion.' d e con d u cta •v psicología clínica. Bilbao, Universidad


del País Vaséo. f d 1.
El concepto de evaluación conductual
. .. a fondo de algunos de los aspectos un amen-
En esta obra se lleva a cabo una revrsion r los fundamentos conceptuales, en espe-
tales de la modificación de. conducta. Se ana ~~:~a de la evaluación conductual y su rel~- "" 1.1. Introducción
l
cial los modelos de condlclOnalTIlen~o, e. pro . omo el propio proceso de intervención
ción con los sistemas nosológicos psiquratncos, aSI e .
desarrollado por el modificador de conducta y su eficacia. 'Goldfried y Linehan (1977, pág. 18) nos citan un texto de Johnson (1946) que
.bien puede considerarse. como precursor de lo que más adelante se llamaría «evalua-
1985 . «Behavior therapy and the information-processing 'éión conductual» y que muestra claramente su inspiración: «Lo que el psiquiatra
Kanfer, F. H., Y Hagerrnan, S. M. ( )'. (d ) Theoretical lssues in Behavior Therapy,
paradigrn», en S. Reiss y R. R, Bootzin e s. , . .' tiene que hacer ( ... ) es lograr que la persona le diga no lo que es, O lo que tiene, sino
Nueva York, Guilford. . . . I <, "10 que hace, y las condiciones bajo las cuales lo hace. Cuando deja de hablar acerca
bl de la introducción de variables cogrutivas en a ...:.':',.:. de qué tipo de persona es, cuáles son sus características sobresalientes, y qué tipo de
En este capítulo se aborda el pro ema T . de cómo se han oriainado los
.. de intervención se hace un ana ISIS ,". ·"'\:.:,enfermedad tiene --<.:uando deja de form¡ ..ilar estos juicios de sujeto y predicado y
evaluación y recrucas e 1 'l' bada en la fundamentación en la pSICO-
I
problemas actua es y s
e propone una a teman va as
, ,. L
'1
ponen alzunos ejemplos 1 ustra-
:,~•. , comienza a hablar en términos de actividad para describir la conducta y sus circuns-
logia del procesamiento de la información. os autores ex " ":.. ':.' tancias-, tanto ella como el psiquiatra comienzan a ver lo que sepcdria hacer espe-
tivos de este enfoque. "síficamente para cambiar a la vez la conducta y sus circunstancias.»
--;'Sin embargo, la evaluación conductual es un capítulo tardío, no sólo en relación
Kaz di111, A .• E (1978)' . Historv., of Behavior Modification,. Baltirnore, University Park Press
. . "::.,.':.::c:ón la evaluación psicológica en general, sino también dentro de los desarrollos de la
(traducción, DDB, 1983), .. d h t
.. '" ":psicología clínica experimental y, más precisamente, de la modificación y terapia de
Este libro recoge pormenorizadamente la historia de la. modificación de con ucta as a
';.;.'conducta, donde originalmente se enrnarca. Por ejemplo, Eysenck y Rachman (1965),
los años setenta y es el texto más completo en esta matena.
:' . Meyer y Chesser (1970) o Wolpe (1969) carecen de indicaciones sistemáticas acerca
.. d I M dificación de Conducta», en M. A, Valle- d~ un análisis conductual. Yates detecta esta carencia, como asimismo observa el
Labrador, F. J. (1990): «Aspectos bas~co: : a( d() )1 Modificacion de Conducta: Análisis de gran avance logrado en pocos años: «En la época en que se escribió Behavior Therapy
. jo, E. G. Femández-Bascal y F. J. a ra or e s. ,
casos Madrid, TEA.' . [es decir, en 1970] (... ) apenas comenzaban a elaborarse en detalle las aitemativas
E~ este capitulo se recoge la historia de la m.odificación de conducta, su caracteriza- viables al diagnóstico psiquiátrico, Como lo prueba el hecho de que en este libro se
ción actual, las áreas de expansión y la problemática actual. dedicó tan sólo un pequeño párrafo al análisis conductual (... ) convenientemente si-
tuado en el capítulo final, llamado "Tendencias Futuras". Hoy, sólo cinco años más
Vallejo, J. A. (1988): Modificación de Conducta: . me t o doloeia
teorta, ". v oplicacitm. Madrid, tarde, no habría la menor difiCultad en dedicar todo un libro al tema del análisis
conductual» (Yates, 1975, págs. 36-37).
Alhambra. '1' d
Sabido es que la proliferación de publicaciones que pueden enrnarcarse dentro de
En este texto se abordan los problemas actu~ IeSSen relación
'd conmodelos
los modelos uti Iza de
especificos os
en modificación de conducta y la metodo logia. e consi eran la evaluación conductual ha sido, durante la década de los setenta, poco menos
trastornos de ansiedad y se discuten sus pros y contras. . .-. qu~ espectacular. Es la época de los manuales clásicos --el primero de los cuales fue
ed¡t~do por Schulte en 1974 con el título de Diagnostik in der Verhalfenslherapie
: (!<D¡agnóstico en la terapia de conducta» )-; es la época del nacimiento de revistas
:ti~~i~~_.~dicionc3 Pirámide

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