Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
J u s t ic ia c o n s t it u c io n a l y p r u e b a
nJCITA EN EL DERECHO CONPARADO
1. Introducción
33
Escobedo v. Illinois, 378, U .S. 478 ( 1964).
Vid. M iranda c. Arizona, 384 U .S 43 6, 47 8-47 9 (1966),
G ilbert A kmuo S ancho
A .-Italia
Sobre los antencedentes, véase por todos, VIG O R ITTl. '‘Prove illecite
e Costituzione”. En R iv. it. djr. wncessnale nen.. 1968, pp. 67 y ss.
G REVI.*7ns^nam eRii; moniti e silenzi della Corte Costituzionale in
tema di intercettazioni telefoniche”. En Giurisp. Costituzionale. 1973,
pp. 337-342. CORDERO. “Prove illecite nell processo perude”. En Riv.
it. dir, processuale, nen.. 1961, k >. 32 y ss. N EVU LO N E. “La prove
vietate nell processo penale nei paesi di diritto latino”. En Riv. it. dir.
4g processuale, pen.. 1966, 3 , pp.'442 y ss.
43 AN G ELO N I, Franco. Le prove illecite, op.cit.. pp. 152 y 185.
Sobre esta jurisprudencia véase el interesante comentario de Lattanzi
y Lupo. Vide LATTAN ZI, Giorgio, LUPO, Ernesto, et al. 11 nuovo
Codice di Procedura Penale. Annotato con le relazioni e con lavori
50 preparatori Milano: Giu&è, 1989, p. 331.
Sobre el problema de la prueba ilícita en Italia, con especial referencia
al proceso penal, desde el ponto de vista de la tutela constitucional.
51 C fr. AN G ELO N I, Franco. Le prove illecite, op.cit.. pp, 148 y 36 6 ss.
Cfr. CO NSO, Giovanni, G REVI, Vittorio, et al. Il nuovo Codice di
Procedura Penale. Delle leggi delega ai decreti delegati. Padova:
CED ÀM , 1990, p. 185. *
B N uevo P roceso P enai, y C onstitución
B.* Alemania
C.> España
Caso BARBERÀ,MESSEGUÉYJABARDO,STEDHde6dediciembre
de 1988.
La tortura para obtener confesiones, testimonios o dictámenes, se
encuentra prohibida en España, por imperativo del artículo 15 de la
Constitución vigente, de acuerdo con el artículo 7 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos. El Código Penal lo
contiene como delito (art. 204 bis).
Diversa ha sido la opinión de la Comisión, en especial, ante la
confesión del imputado, ha dicho “A si, por ejem plo, la confesión del reo
no puede tomarse en consideración m ás que si se ha producido
espontáneamente. Tampoco son adm isibles los procedim ientos de
investigación que privan al sospechoso del control de sus facultades
intelectuales o que limitan su c o n c i e n c i a (lomisión, D .9 .3 7 0 /8 1 ,13
octubre 1983, D.R.35, p. 85.
N uevo P roceso P enal y C onstitución
adm isibilidad de las pruebas como tal, m ateria que, por tanto,
corresponde, ante todo, al Derecho interno”. Según la senten
cia, el Tribunal no podía “excluir en principio y en abstracto
la adm isibilidad de una prueba conseguida ilegalmente como
de la que se trata” y “sólo debía averiguar si el proceso, con
siderado en su conjunto, había sido un proceso Justo...Sin
duda, el Tribunal ha lim itado el alcance de su Sentencia al
referirlo concretamente a los hechos del caso, pero, en nuestra
opinión, no podía eludir el problem a de la ilegalidad de la
prueba.,.Sintiéndolo mucho, no podem os unirnos al punto de
vista de la mayoría, porque, a nuestro entender, el respeto de
la legalidad en la práctica de las pruebas no es una exigencia
abstracta o form alista. P or el contrario, entendemos que es de
la m áxim a im portancia para que el p roceso penal sea
juato...Ningún tribunal puede tener en cuenta, sin que padez
ca la buena administración de justicia, una prueba que no sólo
se haya conseguido por medios incorrectos, sino, sobre todOi
ilegalm ente^. Si lo hace, el proceso no será ju sto en el sentido
del Convenio”.
6. Conclusión