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DOCE TRADICIONES Y DOCE CONCEPTOS PARA EL SERVICIO MUNDIAL

PRÓLOGO

Alcohólicos Anónimos es una comunidad mundial de más de cien mil * hombres y mujeres
alcohólicas que se han agrupado para resolver sus problemas comunes y ayudar a sus compañeros
que sufren a recuperarse de esa antigua y desconcertante enfermedad, el alcoholismo.

Este libro trata de los "Doce Pasos" y las "Doce Tradiciones" de Alcohólicos Anónimos. Ofrece una
clara exposición de los principios por los cuales se recuperan los miembros de A.A. y por los que
funciona su Sociedad.

Los Doce Pasos de A.A. son un conjunto de principios de naturaleza espiritual que, si se adoptan
como una forma de vida, pueden liberar al enfermo de la obsesión por beber y transformarle en un
ser íntegro, útil y feliz.

Las Doce Tradiciones de A.A. se aplican a la vida de la Comunidad en Si misma. Resumen los
medios por los que A.A. mantiene su unidad y se relaciona con el mundo a su alrededor, la forma
en que vive y se desarrolla.

Aunque los siguientes ensayos estaban dirigidos principalmente a los miembros, muchos amigos
de A.A. creen que pueden suscitar interés y tener aplicación fuera de la Comunidad.

Muchas personas, no alcohólicas, dicen que, como consecuencia de practicar los Doce Pasos de
A.A. han podido enfrentarse a otras dificultades de la vida. Opinan que los Doce Pasos pueden
significar más que la sobriedad para los bebedores problema. Los consideran como un camino
hacia una vida feliz y útil para muchas personas, sean o no sean alcohólicas.

* En 1995, se calcula que más de dos millones se han recuperado por medio de A.A.

También hay un creciente interés en las Doce Tradiciones de Alcohólicos Anónimos. Los que se
dedican a estudiar las relaciones humanas empiezan a preguntarse cómo y por qué funciona A.A.
como sociedad. ¿Cómo es posible, se preguntan, que en A.A. ningún miembro pude imponer su
autoridad personal a otro, y que no existe nada que se parezca a un gobierno central? ¿Cómo es
posible que un conjunto de principios tradicionales, que no tienen ninguna fuerza legal, pueden
mantener la unidad y la eficacia de la Comunidad de Alcohólicos Anónimos? La segunda parte de
este libro, aunque destinada a los miembros de A.A., ofrece por primera vez a los interesados una
perspectiva íntima y detallada de la Comunidad.

Alcohólicos Anónimos empezó en 1935 en Akron, Ohio, como resultado de un encuentro entre un
bien conocido cirujano de esta ciudad y un agente de bolsa de Nueva York. Los dos eran graves
casos de alcoholismo e iban a convertirse en los cofundadores de la Comunidad de A.A.

Los principios básicos de A.A., tal como quedan hoy, fueron tomados en su mayor parte de los
campos de la medicina y la religión, aunque algunas de las ideas que tuvieron una importancia
decisiva para nuestro éxito se adoptaron como resultado de observar el comportamiento de la
Comunidad y darnos cuenta de sus necesidades.
Después de tres años de pruebas y tanteos en busca de los principios más realizables que pudieran
servir de base para la Sociedad, y tras muchos fracasos en nuestros intentos de conseguir que los
alcohólicos se recuperasen, tres grupos lograron tener éxito - el primero en Akron, el segundo en
Nueva York y el tercero en Cleveland. Incluso entonces era difícil encontrar cuarenta personas con
una recuperación segura en los tres grupos.

No obstante, la Sociedad incipiente se resolvió a poner por escrito su experiencia en un libro que
por fin se publicó en 1939. En ese momento, contábamos con unos cien miembros recuperados. El
libro se tituló "Alcohólicos Anónimos", y de él tomó su nombre la Comunidad. En sus páginas se
describía el alcoholismo desde el punto de vista del alcohólico, se estructuraron por primera vez a
las ideas espirituales de la Sociedad en los Doce Pasos, y se clarificó la aplicación de estos Pasos al
dilema del alcohólico. El resto del libro estaba dedicado a treinta historias o historiales en los
cuales los alcohólicos hablaban de sus experiencias personales con la bebida y de su recuperación.
Esto estableció una identificación con los lectores alcohólicos y les demostró que lo que les había
parecido casi imposible ahora iba a ser posible. El libro "Alcohólicos Anónimos" se convirtió en el
texto básico de la Comunidad y todavía lo es. Este libro se propone ampliar y profundizar la
comprensión de los Doce Pasos que aparecieron en la obra anterior.

Con la publicación en 1939 del libro "Alcohólicos Anónimos", se puso fin a la época pionera y se
inició una prodigiosa reacción en cadena a medida que los alcohólicos recuperados llevaban el
mensaje a otros más. Durante los años siguientes, decenas de miles de alcohólicos acudieron a
A.A., principalmente como resultado de una constante y excelente publicidad que gratuitamente
divulgaron las revistas y periódicos de todo el mundo. Tanto el clero como la medicina favorecieron
el nuevo movimiento, dándole su aprobación pública y su apoyo decidido.

Esta asombrosa expansión trajo consigo graves dolores de crecimiento. Se había demostrado que
los alcohólicos se podían recuperar. Pero no era nada seguro que tal multitud de personas todavía
tan poco equilibradas pudieran vivir y trabajar juntos con armonía y eficacia.

En todas partes surgían amenazadores interrogantes en cuanto a los requisitos para ser miembro,
el dinero, las relaciones personales, las relaciones públicas, la dirección de los grupos y los clubs y
numerosas incertidumbres más. De esta vasta confusión de experiencias explosivas, tomaron
forma las Doce Tradiciones de A.A. que se publicaron por primera vez en 1946 y fueron ratificadas
posteriormente en la Primera Convención Internacional de A.A. celebrada en Cleveland en 1950. La
sección de este libro que trata de las Tradiciones describe con bastante detalle las experiencias que
contribuyeron a la concepción de las Tradiciones, y dieron así a A.A. su forma, su sustancia y su
unidad actuales.

Al llegar ahora a su madurez, A.A. ha llegado a cuarenta países extranjeros. * Al parecer de sus
amigos, este no es sino el comienzo de su valioso servicio, único en su especie.

Se espera que este libro depare a todo aquel que lo lea una perspectiva íntima de los principios y
fuerzas que han hecho de Alcohólicos Anónimos lo que es hoy día.

En 1955, A.A. ya está establecido en 141 países.


Las Doce Tradiciones (Forma Extendida)

Nuestra experiencia en A.A. nos ha enseñado que:

1. Cada miembro de Alcohólicos Anónimos no es sino una pequeña parte de una gran totalidad. Es
necesario que A.A. siga viviendo o, de lo contrario, la mayoría de nosotros seguramente morirá.
Por eso, nuestro bienestar común tiene prioridad. No obstante, el bienestar individual le sigue muy
de cerca.

2. Para el propósito de nuestro grupo, solo existe una autoridad fundamental - un Dios amoroso tal
como se exprese en la conciencia de nuestro grupo.

3. Nuestra Comunidad debe incluir a todos los que sufren del alcoholismo. Por eso, no podemos
rechazar a nadie que quiera recuperarse. Ni debe el ser miembro de A.A. depender del dinero o de
la conformidad. Cuando quiera que dos o tres alcohólicos se reúnan en interés de la sobriedad,
podrán llamarse un grupo de A.A., con tal que, como grupo, no tengan otra afiliación.

4. Con respecto a sus propios asuntos, todo grupo de A.A. debe ser responsable únicamente ante
la autoridad de su propia conciencia. Sin embargo, cuando sus planes afecten al bienestar de los
grupos vecinos, se debe consultar con los mismos. Ningún grupo, comité regional o individuo debe
tomar ninguna acción que pueda afectar de manera significativa a la Comunidad en su totalidad,
sin haberlo discutido con los custodios de la Junta de Servicios Generales. En cuanto a estos
asuntos, nuestro bienestar común es de máxima importancia.

5. Cada grupo de Alcohólicos Anónimos debe ser una entidad espiritual con un solo objetivo
primordial - el de llevar el mensaje al alcohólico que aún sufre.

6. Los problemas de dinero, propiedad y autoridad nos pueden fácilmente desviar de nuestro
principal objetivo espiritual. Por lo tanto, somos de la opinión de que cualquier propiedad
considerable de bienes de uso legítimo para A.A. debe incorporarse y dirigirse por separado, para
así diferenciar lo material de lo espiritual. Un grupo de A.A., como tal, nunca debe montar un
negocio. Las entidades de ayuda suplementaria, tales como los clubs y hospitales, que suponen
mucha propiedad o administración, deben constituirse en sociedad separadamente, de manera
que, si es necesario, los grupos las pueden desechar con completa libertad. Por consiguiente, tales
instalaciones no deben utilizar el nombre de A.A. La responsabilidad de dirigir estas entidades
debe recaer únicamente sobre quienes las sostienen económicamente. En cuanto a los clubs,
normalmente se prefieren directores que sean miembros de A.A. Pero los hospitales, así como los
centros de recuperación, deben operar totalmente al margen de A.A. - y bajo supervisión médica.
Aunque un grupo de A.A. puede cooperar con cualquiera, tal cooperación nunca debe llegar a
convertirse en afiliación o respaldo, ya sea real o implícito. Un grupo de A.A. no puede vincularse
con nadie.

7. Los grupos de A.A. deben mantenerse completamente con las contribuciones voluntarias de sus
miembros. Nos parece conveniente que cada grupo alcance este ideal lo antes posible; creemos
que cualquier solicitud pública de fondos que emplee el nombre de A.A. es muy peligrosa ya sea
hecha por los grupos, los clubs, los hospitales u otras agencias ajenas; que el aceptar grandes
donaciones de cualquier gente, o contribuciones que supongan cualquier obligación, no es
prudente. Además, nos causa mucha preocupación aquellas tesorerías de A.A. que siguen
acumulando dinero, además de una reserva prudente, sin tener para ello un determinado
propósito A.A. A menudo, la experiencia nos ha advertido que nada hay que tenga más poder para
destruir nuestra herencia espiritual que las disputas vanas sobre la propiedad, el dinero, y la
autoridad.

8. Alcohólicos Anónimos debe siempre mantenerse no profesional. Definimos el profesionalismo


como la ocupación de aconsejar a los alcohólicos a cambio de una remuneración económica. No
obstante, podemos emplear a los alcohólicos para realizar aquellos trabajos para cuyo desempeño
tendríamos, de otra manera, que contratar a gente no alcohólica. Estos servicios especiales pueden
ser bien recompensados. Pero nunca se debe pagar por nuestro acostumbrado trabajo de Paso
Doce.

9. Cada grupo de A.A. debe tener el mínimo posible de organización. La dirección rotativa es
normalmente lo mejor. El grupo pequeño puede elegir a su secretario; el grupo grande, a su comité
rotativo; y los grupos de una extensa área metropolitana, a su comité central, que a menudo
emplea un secretario asalariado de plena dedicación. Los custodios de la Junta de Servicios
Generales constituyen efectivamente nuestro comité de servicios generales. Son los guardianes de
nuestra Tradición de A.A. y los depositarios de las contribuciones voluntarias de A.A., por medio de
las cuales mantienen nuestra Oficina de Servicios Generales de A.A. en Nueva York. Están
autorizados por los grupos a hacerse cargo de nuestras relaciones públicas a nivel global y
aseguran la integridad de nuestra principal publicación, El A.A. Grapevine. Todos estos
representantes debe guiarse por el espíritu de servicio, porque los verdaderos líderes en A.A. son
solamente los fieles y experimentados servidores de la Comunidad entera. Sus títulos no les
confieren ninguna autoridad real. El respeto universal es la clave de su utilidad.

10. Ningún miembro o grupo de A.A. debe nunca, de una manera que pueda comprometer a A.A.,
manifestar ninguna opinión sobre cuestiones polémicas ajenas - especialmente aquellas que
tienen que ver con la política, la reforma alcohólica, o la religión. Los grupos de Alcohólicos
Anónimos no se oponen a nadie. Con respecto a estos asuntos, no pueden expresar opinión
alguna.

11. Nuestras relaciones con el público en general deben caracterizarse por el anonimato personal.
Opinamos que A.A. debe evitar la propaganda sensacionalista. No se deben publicar, firmar o
difundir nuestros nombres o fotografías, identificándonos como miembros de A.A. Nuestras
relaciones públicas deben guiarse por el principio de atracción y no por la promoción. No tenemos
necesidad de alabarnos a nosotros mismos. Nos parece mejor dejar que nuestros amigos nos
recomienden.

12. Finalmente, nosotros los Alcohólicos Anónimos creemos que el principio de anonimato tiene
una inmensa significación espiritual. Nos recuerda que debemos anteponer los principios a las
personalidades; que debemos practicar una auténtica humildad. Todo esto a fin de que las
bendiciones que conocemos nunca nos estropeen; que vivamos siempre en contemplación
agradecida de El que preside sobre todos nosotros.
DOCE CONCEPTOS PARA EL SERVICIO MUNDIAL

PREFACIO

Doce Conceptos Para el Servicio Mundial fue escrito por Bill W. en 1962. En la introducción a la
primera edición, que aparece a continuación de este Prefacio, Bill explica el propósito del libro, tan
pertinente hoy día como lo era en aquel entonces.

Con el paso de los años, tanto el tamaño de la Comunidad como las responsabilidades de sus
entidades de servicio han aumentado enormemente. Por eso, algunos detalles del texto original se
han vuelto anticuados y fueron enmendados en las ediciones posteriores, y algunas adiciones
fueron añadidas entre paréntesis.

De acuerdo con las recomendaciones de un comité ad hoc de la Junta de Servicios

Generales de A.A., la Conferencia de Servicios Generales de 1985 recomendó que futuras ediciones
de los Conceptos se conformen con el texto original de 1962, y que los cambios necesarios de
datos se indiquen en forma de notas al final de cada capítulo. Ciertas anotaciones escritas por Bill
W. en los años posteriores a la publicación original de los Conceptos constituyen la única
excepción: Estas se señalan con asteriscos y aparecen en la misma página que el pasaje al que se
refieren.

La Conferencia de Servicios Generales de 1974 elaboró una “forma corta” de los Conceptos para su
inclusión en el Manual de Servicio de A.A. Aparece ahora incluida en los Estatutos de la Junta de
Servicios Generales, publicados como parte del mismo Manual y precede a la Introducción de los
Doce Conceptos.

Oficina de Servicios Generales

Septiembre de 1985.

INTRODUCCIÓN

Los “Doce Conceptos para Servicio Mundial” que van a ser descritos en este manual son una
interpretación de la estructura de servicio mundial de A.A. Ellos revelan la evolución con la cual
han llegado a su forma actual y detallan la experiencia y el razonamiento en que se apoya nuestro
funcionamiento hoy día. Estos Conceptos, por consiguiente, se dirigen a recopilar el “por qué” de
nuestra estructura de servicio, de manera que la experiencia invaluable del pasado y las lecciones
que hemos sacado de esa experiencia no se puedan perder ni olvidar nunca.

Con razón, cada nueva generación de servidores dentro del mundo de A.A. estarán ansiosos de
hacer mejoras o reformas operacionales. Fallas imprevistas en la estructura actual aparecerán, sin
duda, más tarde. Surgirán necesidades nuevas de servicio y problemas que pueden hacer
necesarios los cambios estructurales. Tales alteraciones deben ciertamente ser efectuadas y estas
contingencias enfrentadas firmemente.
Sin embargo, debemos tener siempre presente que el cambio no necesariamente significa
progreso. Estamos seguros de que cada grupo nuevo de trabajadores en el servicio mundial estará
tentado a ensayar toda clase de innovaciones, que pueden, con frecuencia, producir nada más que
una dolorosa repetición de equivocaciones anteriores. Por lo tanto, será un objetivo importante de
estos Conceptos, prevenir tales repeticiones, poniendo las experiencias del pasado claramente
ante nosotros. Y si se toman caminos equivocados, sin embargo, estos Conceptos pueden entonces
proporcionar medios expeditos para una restitución segura de un equilibrio operacional, que de
otra manera puede llevar años de dificultosos tumbos para descubrir.

Se verán también en estos Conceptos, una serie de principios que han llegado a ser ya
tradicionales en nuestros servicios, pero que nunca habían sido claramente articulados y puestos
por escrito. Por ejemplo: el “Derecho de Decisión” le da a nuestros directores de servicio una
apropiada discreción y libertad; el “Derecho de Participación” le da a cada servidor en el mundo,
una posibilidad de votar, en la medida de su responsabilidad y “La Participación” garantiza aún más
que cada junta de servicio o comité siempre cuente con los varios elementos, talentos y capacidad
que aseguren su funcionamiento efectivo.

El “Derecho de Apelación” protege y anima la opinión de la minoría; y el “Derecho de Petición” da


la seguridad de que las injusticias sean oídas y solucionadas apropiadamente.

Estos principios generales pueden ser, por supuesto, usados con buenos resultados por toda
nuestra estructura.

En otras secciones, los Conceptos cuidadosamente describen esas importantes tradiciones, las
costumbres, las conexiones y los arreglos legales que unen la Junta de Servicios Generales dentro
de una armonía dinámica con sus comités básicos y con las entidades corporativas del servicio
activo — “A.A. World Services, Inc.” y “The Grapevine, Inc.”.

Esta es la naturaleza del marco estructural que gobierna la situación interna de trabajo en la sede
principal de A.A. en el mundo. A través de este manual lo que se conoce hoy como A.A. General
Service Office —G.S.O.— se denomina o conoce con nombres que se usaban antes como: Sede
principal mundial, cuartel general, Oficina de Servicio Mundial, Oficina mundial y Sede principal de
servicios.

Se ha expresado la preocupación de que el retrato detallado de nuestra estructura interna pueda


llegar a convertirse en un evangelio o una tradición tan rígida que sea imposible realizar los
cambios necesarios. Nada puede desviarse más allá del sentido de estos Conceptos. Los futuros
defensores de cambios estructurales, únicamente necesitan exponer con fortaleza sus
recomendaciones, ofrecer una exposición contundente a los custodios y a la Conferencia. Esto no
va más allá de lo que se necesita para la transacción y aprobación de cualquier otro asunto
importante en los quehaceres de A.A. Salvo una o dos excepciones, es de notar que la Carta
Constitutiva de la Conferencia puede ser fácilmente enmendada.

Quizás se deba tener en cuenta otra precaución adicional, cuando el cambio estructural propuesto
va a ser de especial importancia. En tal caso, el cambio, por un período prudente de tiempo, debe
considerarse “experimental”. Al ser aprobado en definitiva, un cambio de esta naturaleza debe ser
inscrito en una sección especial de este manual que se titulará “ENMIENDAS”. Así quedarán
íntegros los Doce Conceptos en su forma original, como constancia de nuestra experiencia. De esta
manera, nuestros futuros trabajadores de servicio podrán siempre ver con claridad, exactamente
lo que sucedió y por qué.

En otros capítulos se hace mucho énfasis en la necesidad de un alto grado de dirección personal,
en la conveniencia de cuidadosos métodos de inducción para todo el personal que llega, y en la
necesidad de las mejores relaciones posibles entre aquellos que trabajan en nuestros servicios. Los
Conceptos tratan de diseñar una estructura en la cual todos puedan trabajar con buena efectividad
y con un mínimo de fricción o roces. Esto se logra relacionando nuestros servidores con su trabajo
y entre ellos mismos, de manera que las probabilidades de conflictos personales se minimicen.

En los servicios de A.A., nosotros hemos tenido que escoger siempre entre la estructura autoritaria
donde un grupo o una persona se coloca con una autoridad desmedida sobre otros, y el concepto
democrático que se basa en controlar y equilibrar, y así previene que la autoridad se desborde. El
primer enfoque es del tipo autoritario o “institucionalizado”. El segundo es el método
“constitucional” de gobiernos y de muchas grandes empresas de negocios en sus niveles más altos.

Conociendo muy bien nuestra propensión a imponernos por la fuerza, es natural e imperativo que
nuestros conceptos de servicios sean basados en el sistema de “controlar y equilibrar”. Nosotros
hemos tenido que afrontar el hecho de que con frecuencia tratamos de agrandar nuestra propia
autoridad y prestigio cuando llevamos las riendas. Pero cuando son otros los que llevan las riendas,
tenazmente resistimos cualquier administración de mano dura. Yo estoy completamente seguro de
esto, porque tengo esas mismas inclinaciones.

Por consiguiente, ideas como las siguientes saturan los Conceptos: “No se debe colocar ningún
grupo o individuo en condiciones de autoridad sin control sobre otros”. “Operaciones diversas,
grandes y activas deben ser agrupadas y administradas separadamente, cada una con su propio
personal, equipo y capital de trabajo”. “Debemos evitar excesiva concentración de dinero o de
influencia personal en cualquier grupo o entidad de servicio”.

“En cada nivel de servicio la autoridad debe ser igual a la responsabilidad”. “La dirección ejecutiva
de dos cabezas debe ser evitada”. Estas y otras estipulaciones similares definen las relaciones de
trabajo y pueden ser amistosas pero además eficientes. Ellas nos refrenarán, muy especialmente
en nuestra tendencia a concentrar dinero y poderío, puesto que esto es casi siempre (aunque no
siempre conscientemente) el motivo básico de nuestra pasión periódica por la “consolidación” de
las entidades de servicio mundial.

Debido a la gran cantidad de temas que tuvieron que ser incluidos, estos Conceptos han sido muy
difíciles de organizar y escribir. Ya que cada Concepto es en realidad “un juego de principios
relacionados”, no ha sido posible utilizar enunciados abreviados como se usan en los Doce Pasos y
en las Doce Tradiciones. Sin embargo estos Conceptos definitivamente representan la mejor
recopilación que yo podría hacer después de veinte años de experiencia en la operación de nuestra
estructura de servicio y en la dirección de los asuntos mundiales de A.A. Como el libro Doce Pasos
y Doce Tradiciones y la Carta Constitutiva de la Conferencia, estos principios de servicio son
también el resultado de largas reflexiones y extensas consultas.
Es de esperar que estos Doce Conceptos se conviertan en un bienvenido suplemento a nuestro
“Manual de Servicio de A.A.” y que resulten ser una guía funcional confiable para trabajar en los
años que están por venir.

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