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1. CONCEPCIÓN.
Es claro que en un curso de Física, aún con su laboratorio, no se puede cubrir todos y cada
uno de los temas relacionados con el contenido del curso. Particularmente hay muchos
aspectos que tienen que ver con el alcance de los temas tratados o con aspectos que se
derivan de ellos. Por ejemplo, muchos de los avances tecnológicos están fundamentados en
los principios físicos estudiados, siendo posible abordarlos a través de artículos en
publicaciones de carácter científico, ya sea a nivel divulgativo o bien de carácter más
especializado. También es posible indagar por tópicos relacionados con los temas de física
tratados y que pueden ser de interés para el estudiante por diversas razones, ya sea que
tengan relación con áreas del conocimiento de su carrera, o que satisface un interés
personal por el conocimiento de un tema, o bien puede ser porque existe el deseo de saber,
profundizar o ampliar el conocimiento sobre algún fenómeno físico de reconocida
importancia. En términos generales se quiere que el estudiante, a partir de la preparación
de una exposición pueda formarse una perspectiva más amplia de la Física y su relación
con la tecnología y con otras ciencias.
A continuación, se dan una serie de pautas que pueden resultar de utilidad para la
implementación de las exposiciones:
Los temas propuestos deben ser viables desde el punto de vista de la accesibilidad de
recursos bibliográficos adecuados. En la medida de lo posible sería conveniente dar
una bibliografía mínima a partir de la cual se pueda abrir el tema.
Los estudiantes pueden escoger el tema; pero procurando que al menos se tome un tema
específico de cada uno de los temas generales.
Igualmente los estudiantes pueden escoger, con una asesoría del profesor, el artículo
que desee.
Se pueden dar unos criterios generales sobre lo que se pretende con la exposición y
darle al estudiante la opción de que presente una propuesta. Esto implicaría de parte del
profesor una revisión cuidadosa de las diferentes propuestas.
En todos los casos la asignación o escogencia de las exposiciones deben hacerse en las dos
primeras semanas de clase.
Se deben programar las exposiciones de manera que puedan tener la duración de una sesión
de laboratorio. Esto es, mínimo 1 hora y 40 minutos.
La evaluación de una exposición se inicia desde la escogencia del tema por parte de
los estudiantes. Desde allí se puede comenzar a censar el interés y el trabajo
realizado en la preparación. El proceso de evaluación termina con la exposición.
Para las exposiciones no se debe exigir un trabajo final escrito.
Un indicador que se puede tener en cuenta para la evaluación, es el grado de interés
y de participación que los expositores obtengan del grupo.
Una nota asignada al grupo con base en plan de trabajo previo a la exposición.
Una nota asignada al grupo, de acuerdo a la estructuración y contenido de la
exposición en conjunto, teniendo en cuenta la componente práctica de la exposición
Una nota asignada individualmente, que refleje el trabajo de cada estudiante, tanto
en la preparación previa como en la exposición.
Al momento de evaluar cada uno de los tres componentes mencionados, se sugiere que el
profesor tenga en cuenta los siguientes criterios, que deben ser de conocimiento de los
estudiantes:
Los estudiantes entregan y le sustentan al respectivo profesor, mínimo con dos semanas
antes de la fecha para la exposición, la propuesta de exposición por escrito (máximo 3
páginas) con el siguiente contenido:
Se tendrá en cuenta: