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Revisión sobre las técnicas de biofeedback y sus aplicaciones

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Montserrat Conde Pastor Francisco Javier Menéndez Balaña


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CONDE Y MENÉNDEZ / ACCIÓN PSICOLÓGICA 2 (2002) 165-181 165

REVISIÓN SOBRE LAS TÉCNICAS DE BIOFEEDBACK


Y SUS APLICACIONES

BIOFEEDBACK TECHNIQUES AND THEIR APPLICATIONS:


A REVIEW

MONTSERRAT CONDE PASTOR Y FCO. JAVIER MENÉNDEZ BALAÑA

Departamento de Psicología Básica II. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Recibido 3-01-02 Aceptado 8-04-02

Resumen Abstract

El surgimiento de las técnicas de biofeed- The emergence of biofeedback techniques


back, ha sido uno de los fenómenos más has been one of the most important phenomena
importantes ocurridos en este siglo en el cam- that has taken place in the last century in the
po de la psicología clínica. No sólo se ha field of clinical psychology. It has been proved
demostrado la posibilidad de aplicar las técni- the possibilities of applying operant techniques
cas operantes al aprendizaje de funciones not only to the learning of autonomous and vis-
autonómicas y viscerales, sino también la posi- ceral functions, but also to apply them for the-
bilidad de aplicar estas técnicas, con fines de rapeutic purposes in many psychosomatic dys-
intervención terapéutica en multitud de tras- functions.
tornos psicosomáticos.
Este artículo pretende ofrecer una visión This article purports to offer a historical and
histórica general sobre los inicios y evolución general perspective of the outset and technical
de las técnicas de biofeeback, hasta la actuali- evolution of the biofeedback, until today by
dad, aportando una revisión bibliográfica sobre means of an intemized bibliographical review of
las diferentes técnicas de biofeedback y sus apli- the main clinical applications in different disor-
caciones clínicas en distintos trastornos: estrés, ders such as stress, migraine, headache, pains,
migrañas, cefaleas tensionales, dolores, hiper- hypertension, sickness of Raynaud, etc.
tensión, enfermedad de Rainaud, etc.

Palabras clave. Biofeedback, respuestas Keywords. Biofeedback, psychophysiologi-


psicofisiológicas. cal response.
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Introducción setenta que darán lugar a la medicina compor-


tamental.
El objetivo fundamental que perseguimos La psicofisiología, en cuanto ciencia que
con esta revisión es dar una visión global de los estudia los correlatos fisiológicos de determina-
aspectos fundamentales del biofeedback desde das conductas, permite estudiar a su vez, de qué
sus inicios hasta la actualidad, centrándonos en forma los factores psicológicos y ambientales,
la repercusión que ha tenido en la psicología clí- inciden en la aparición y desarrollo de ciertos
nica más que en los aspectos conceptuales o trastornos psicosomáticos. Es justamente en el
metodológicos de esta técnica. ámbito aplicado, en el marco de la medicina
El biofeedback o biorretroalimentación comportamental, donde probablemente las téc-
podría definirse como el conjunto de procedi- nicas de biofeedback hayan encontrado sus
mientos cuyo fin es posibilitar que el sujeto, a mayores avances.
partir de la información relativa a la variable
fisiológica de interés, proporcionada de forma Antecedentes de las técnicas
inmediata, puntual, constante y precisa, pueda
terminar consiguiendo la modificación de sus del biofeedback
valores de forma voluntaria, sin precisar la
mediación de instrumentos químicos, mecáni- Las técnicas de modificación de conducta y
cos y/o electrónicos (Olivares et al., 1998). concretamente de las técnicas de biofeedback,
cuya base fundamental es la aplicación de los
Simplificando, podría afirmarse que el bio- principios del aprendizaje humano, podría con-
feedback consiste en ofrecer información sobre siderarse uno de los fenómenos más importan-
el estado de un proceso biológico, de tal forma tes ocurridos en el siglo XX en el campo de la
que cualquier técnica que proporcione informa- terapia de conducta.
ción a una persona sobre su actividad fisiológi-
ca, y a través de ella le permita controlar volun- La aparición del biofeedback no ocurrió de
tariamente esa actividad, podría considerarse una forma repentina, sino progresiva a lo largo
un proceso de biofeedback (Carrobles y Godoy, de un largo período de tiempo. Ya en el siglo
1987). XIX, comenzó a estudiarse la posibilidad de los
sujetos para controlar de forma voluntaria
Todas las técnicas de biofeedback coinciden mediante condicionamiento operante determi-
en último término en tres objetivos fundamen- nadas funciones internas, como el control del
tales: adquirir el control del sistema de respues- ritmo cardíaco, la dilatación pupilar y la piloe-
ta fisiológico por medio de entrenamiento, rección (Tarchanoff, 1885). A comienzos del
mantener el autocontrol del sistema de respues- siglo XX, Bair (1901) inició otra investigación,
ta fisiológico en ausencia de feedback, y final- en la cual consiguió que los sujetos aprendieran
mente conseguir la generalización y manteni- a controlar de forma voluntaria su actividad
miento del autocontrol aprendido. neuromuscular, concretamente el músculo
retractor de la oreja con ayuda de biofeedback.
Aunque el biofeedback es un procedimiento
psicofisiológico, su desarrollo y utilización Merece la pena destacar ciertos estudios que
como técnica de intervención terapéutica, ha tuvieron una importancia fundamental en el
venido condicionada por diversos factores ade- posterior desarrollo del biofeedback. Estable-
más de los avances en psicofisiología, tales ciendo un orden cronológico hay que resaltar
como la investigación animal en condiciona- los estudios de Schultz (1932) en Alemania
miento autonómico, la cibernética, los modelos sobre entrenamiento autógeno y muy especial-
de trastornos psicofisiológicos relacionados con mente los realizados por Jacobson (1938) en
estrés, los factores culturales relacionados con Estados Unidos en su obra sobre relajación
un cambio de paradigma en la concepción de la muscular progresiva. Ambos autores registra-
salud (modelo biopsicosocial), y como conse- ban la actividad electromiográfica de los sujetos
cuencia de lo anterior, el desarrollo de la modifi- para comprobar la eficacia de sus métodos de
cación de conducta a mediados de los años relajación, aunque éstos no recibían informa-
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ción sobre la actividad fisiológica de su organis- ron la posibilidad de condicionamiento operan-


mo, por lo que no se completaba el procedi- te de la respuesta de salivación en perros,
miento de biofeedback. empleando agua para calmar la sed como
refuerzo; los trabajos de Dicara y Miller (1969)
En general se viene considerando la relaja- condicionando cambios bidireccionales en la
ción muscular progresiva, el método de relaja- tasa cardíaca de ratas, y los mismos trabajos
ción por excelencia, sin embargo, se han realiza- pero en monos realizados por Engel y Gottlieb
do posteriormente ciertas revisiones de este (1970).
método, por parte de terapeutas conductuales
como por ejemplo Bernstein y Borkovec (1973), Los esfuerzos de estos primeros años del
los cuales han dado una mayor importancia a la siglo XX hasta el comienzo de la década de los
sugestión y a la percepción de la relajación, que a 70, se centraron fundamentalmente en investi-
la relajación en sí misma. Según el método de gación básica y estudios preliminares que han
relajación progresiva revisado, el entrenador ha sido los que han planteado los principios, fun-
de advertir a los sujetos que la respiración ha de damentos y el marco teórico en el que hoy se
ser profunda, regular y lenta, ayudándoles así, a enmarcan las técnicas de biofeedback. Durante
ser conscientes de la tensión que se origina en el este período se utilizaron los principios que hoy
pecho y/o abdomen durante cada inspiración. sustentan las bases del biofeedback, pero sin
Esta técnica se ha venido utilizando con bastante reconocer explícitamente la importancia que
frecuencia en el tratamiento de la ansiedad y dichos principios iban a tener posteriormente.
otros desórdenes psicológicos y psicosomáticos.
De igual importancia resultó el entrenamiento
autógeno, utilizado también muy frecuentemen- Estudios sobre los estados de conciencia
te en problemas de ansiedad, mediante la combi-
nación de técnicas de relajación y autosugestión. La segunda línea de investigación en los
antecedentes del biofeedback, la aportan las cul-
Podría decirse que existen dos líneas de turas orientales (meditación trascendental,
investigación en los antecedentes del biofeed- yoga, meditación Zen, etc), las cuales han cola-
back, en cuanto a planteamiento metodológico borado de una forma importante en el desarro-
se refiere: una de ellas hace referencia a todos llo y configuración de lo que hoy es el biofeed-
los estudios realizados con condicionamiento back. Gracias a muchos de estos estudios pudo
operante, y en los que se intenta demostrar que comprobarse la posibilidad de controlar algu-
el control operante de algunos procesos viscera- nas funciones cardíacas mediante la práctica
les y glandulares, puede ser conseguido utilizan- del yoga, actividad que se viene realizando
do refuerzos. La otra línea de investigación par- durante milenios en la cultura de la India. Tam-
te de los estudios sobre los estados de concien- bién se comprobó la posibilidad de controlar los
cia, tales como: meditación transcendental, ritmos electroencefalográficos mediante el uso
yoga y meditación zen, realizados en Oriente. de la meditación Zen, el yoga o la meditación
trascendental, fundamentalmente practicada en
Japón. Muchos de estos estudios, ejercieron una
Estudios sobre condicionamiento influencia notable en el desarrollo posterior del
operante biofeedback.

La línea que parte del condicionamiento


operante, no sólo ha demostrado la posibilidad Fases en el desarrollo del biofeedback
de aplicar dichas técnicas al aprendizaje de fun-
ciones autonómicas y viscerales, sino también Históricamente, siguiendo los marcos de
la posibilidad de aplicar estas técnicas, con referencia aportados por Moscoso (1983), y
fines de intervención terapéutica en multitud de teniendo en cuenta los datos aportados poste-
trastornos psicosomáticos. riormente por Hatch y Saito (1990), la evolu-
ción y desarrollo del biofeedback, en cuanto a
En esta línea, son importantísimos los estu- planteamiento metodológico se refiere, podría
dios de Miller y Carmona (1967) que demostra- establecerse en cuatro fases.
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1.a Fase: Nacimiento del biofeedback la conductancia eléctrica de la piel (Crider et al.,
(1960- 1969) 1966; Shapiro y Crider, 1967; Shapiro et al.,
1964). Parecidos resultados se obtuvieron en
Es a principios de los años 60 cuando puede otras investigaciones realizadas aproximada-
establecerse el comienzo de la primera fase en el mente por las mismas fechas, y en las que se
nacimiento del biofeedback, prolongándose a lo demostró la posibilidad de condicionar el
largo de toda la década. número de fluctuaciones espontáneas de la res-
puesta electrodermal con condicionamiento
En estos momentos ya había un reconoci- operante.
miento acerca de la existencia de los nuevos
principios de esta técnica y de los fines que
dichos principios tenían en sí mismos. Esta fase 2.a Fase: Miller y el condicionamiento
estuvo plenamente dedicada a investigación operante de las funciones viscerales
básica, planteándose la posibilidad de que las (1969- 1980)
funciones autonómicas pudieran ser controla-
das por condicionamiento operante, tanto en
animales como en humanos (Miller, 1961, La segunda fase en el desarrollo y evolución
1963). del biofeedback, se inicia con la fundación en
California de la Sociedad Americana de Investi-
De la escuela rusa, son importantes los tra- gaciones en Biofeedback en el año 1969, y com-
bajos de Lisina (1965) sobre el condicionamien- prende desde el inicio de los años 70, prolon-
to de respuestas fisiológicas internas que gándose hasta comienzos de los años 80. En
demostraron que los sujetos humanos podían esta fase el interés se centró fundamentalmente
aprender a controlar de manera voluntaria algu- en aplicar los principios o postulados del biofe-
nas respuestas viscerales; concretamente, los edback como técnica terapéutica, al tratamiento
sujetos adquirían el control de la dilatación de de diferentes trastornos psicofisiológicos, y es a
los vasos sanguíneos del brazo cuando se facili- lo largo de este período cuando se han publica-
taba información sobre los cambios vasculares do más cantidad de estudios sobre este tema.
producidos en los mismos.
Es a finales de los 60 o principios de los 70
También es importante mencionar los estu- cuando el biofeedback toma cuerpo, y puede
dios de Kamiya (1969), quién consiguió que los decirse que está plenamente constituido,
sujetos aprendieran a controlar de forma volun- entrando en un período de expansión en gene-
taria los ritmos alfa en sus EEG, utilizando ral. En estos momentos, fueron fundamentales
como refuerzo señales auditivas y visuales. los estudios llevados a cabo por Miller y su equi-
La utilización del biofeedback para el apren- po en la Universidad de Yale, a quien muchos
dizaje de la actividad fisiológica en las unidades autores consideran el creador o fundador del
motoras en humanos se refleja en los estudios biofeedback.
de Basmajian (1963) y Hefferline y Keenan
El objetivo fundamental que perseguía
(1961), con gran repercusión en las técnicas de
Miller, era demostrar que el condicionamiento
intervención terpéutica y de rehabilitación neu-
operante de las funciones viscerales, no tenía
romuscular.
que depender necesariamente de la actividad
Fueron fundamentales los estudios de Mara- somatomotora (Miller, 1969; Miller y Carmona,
nacci y Horande (1960) en rehabilitación neuro- 1967). Para demostrarlo utilizó agentes quími-
muscular, en los cuales mediante biofeedback cos como el curare, con el objeto de paralizar el
electromiográfico, se consiguieron mejoras sig- sistema músculo-esquelético de las ratas
nificativas en pacientes que habían padecido de (incluida la respiración, la cual mantenía por
trombosis cerebral o bloqueos fisiológicos por métodos artificiales), sin alterar su consciencia,
edema. En esta misma época hay que destacar ni la actividad del cerebro y las vísceras. Condi-
también los excelentes resultados obtenidos por cionaba además las respuestas viscerales de los
Shapiro con seres humanos utilizando contin- animales por medio de una estimulación eléctri-
gencias de refuerzo para incrementar y reducir ca en el «centro del placer» del cerebro. Un gru-
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po era reforzado por aumentar la tasa cardíaca Sobre el biofeedback de la actividad electro-
y otro por disminuirla. Su objetivo era poder ver encefalográfica son fundamentales las investi-
si los cambios aprendidos de respuestas viscera- gaciones realizados por Kamiya y otros, sobre el
les, estaban mediados por respuestas esqueléti- control voluntario del ritmo alfa en humanos, y
cas, o eran aprendizajes directos. Los resultados la asociación de estas ondas con disminuciones
obtenidos, parecían demostrar que los animales de ansiedad (p. ej. Kamiya, 1968; Kamiya, 1970)
eran efectivamente condicionados, y que eran o los trabajos de Carmona (1967) con gatos a los
capaces de aprender a modificar su tasa cardía- que entrenó para aumentar el voltaje del elec-
ca, independientemente de su actividad somato- troencefalograma, utilizando como refuerzo
motora. Sin embargo, hay que señalar, que estos positivo una estimulación eléctrica del hipotála-
resultados, no pudieron ser replicados poste- mo lateral. El biofeedback electroencefalográfi-
riormente por el propio equipo de Miller (Miller, co fue también ampliamente utilizado en el tra-
1978; Miller y Dworkin, 1974), ni por otros tamiento de la epilepsia (p. ej. Sterman y Friar,
investigadores (Hothersal y Brener, 1969) lo 1972; Sterman et al., 1974), con el fin de modifi-
cual supuso en esos momentos, un gran obstá- car los ritmos del electroencefalograma, hacia
culo en el estudio del condicionamiento operan- una mayor producción de ondas alfa.
te de las respuestas autonómicas en animales,
poniéndose por tanto en duda la transcendencia Desde un punto de vista fisiológico, los
de la investigaciones con curare. potenciales corticales lentos, se registran en el
tálamo, e indican la activación de las neuronas
Sin embargo, a raíz de los estudios de Miller corticales superiores del sistema reticular
surgieron numerosos trabajos experimentales ascendente y talámico. Multitud de estudios,
que basados en el principio del biofeedback pre- demuestran que los sujetos humanos son capa-
tendieron demostrar, tanto en animales como ces de adquirir el control de estos potenciales
en humanos, el control voluntario de diferentes corticales con la ayuda de técnicas de biofeed-
respuestas autónomas. Por ejemplo, los trabajos back (Kamiya, 1969; Brown, 1971; Beatty, 1976;
sobre las contracciones intestinales en ratas Mulholland, 1973; Walsh, 1974; Lyneh, Paske-
(Miller y Banuazizi, 1968), sobre el control de la witz y Orne, 1974).
presión sanguínea en humanos (Shapiro,
Tursky, Gershom y Stern, 1969), y en primates Con repecto al biofeedback electromiográfi-
(Plumlee, 1969). co, se puede decir que los trabajos en este perío-
do recogen, en general, pruebas sobre el control
A partir de ese momento, surgieron numero- voluntario de la musculatura estriada, aunque
sas investigaciones utilizando diferentes medi- existen circunstancias, como los accidentes
das fisiológicas y en distintos trastornos. Con el cerebrovasculares o las lesiones por accidente,
fin de ordenar las investigaciones de este perío- ante las cuales el músculo estriado se convierte
do, iremos comentando las más relevantes den- en algo tan dificil de controlar como si fuera
tro de las principales medidas fisiológicas. musculatura lisa. Algunas de las utilidades de
esta técnica fueron por ejemplo, para el trata-
En esta época, la actividad electrodermal miento de algunas parálisis cerebrales (p. ej.
fue la medida psicofisiológica más utilizada en Keefe y Surwit, 1978; Silver y Blanchard, 1978),
los tratamientos con biofeedback en el autocon- hemiplejías (p. ej. Johnson y Garton, 1973),
trol del estrés y en el tratamiento de las fobias dolores de cabeza (Cardona, 1979; Wickramase-
en general (Javel y Denholtz, 1975). También kera, 1972) y trastornos de ansiedad en general
fue muy utilizado el biofeedback de la actividad (Raskin et al., 1973; Reeves y Mealiea, 1975;
electrodermal en el tratamiento de la hiperten- Romano y Cabianca, 1978).
sión esencial, fundamentalmente por el equipo
de Patel (p. ej. Patel, 1977). La mayoría de los El biofeedback de la temperatura, ha sido
trabajos con esta medida mostraron la posibili- fundamentalmente utilizado en desórdenes vas-
dad de control voluntario de las respuestas elec- culares periféricos, como por ejemplo en la
trodermales (Klinge, 1972; Wagner et al., 1974) enfermedad de Raynaud. Esta enfermedad es
y su aplicación en diferentes trastornos psicoló- un trastorno del sistema vascular periférico,
gicos. que generalmente cursa acompañado de dolor, y
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que se caracteriza por vasoconstricción de las 3.a Fase: Crisis del biofeedback
extremidades, fundamentalmente en las manos (1980- 1990)
y en los dedos de los pies, aunque a veces está
también implicada la punta de la nariz y las ore- A comienzo de los años 80, surge lo que podrí-
jas. El tratamiento de esta enfermedad con bio- amos establecer como la tercera fase en el desarro-
feedback de la temperatura tiene como principal llo histórico del biofeedback, prolongándose hasta
objetivo enseñar a los sujetos a incrementar la finales de la década de los 90. Se observa que a
temperatura de las manos. Esto está basado en comienzos de 1984 empieza a disminuir en cierto
la relación existente entre la temperatura y el modo el interés en este campo, dando esto lugar a
flujo sanguíneo, es decir a mayor flujo sanguí- un descenso considerable en el número de inves-
neo mayor temperatura y por tanto menor vaso- tigaciones, y consecuentemente del número de
constricción. En general, la evidencia obtenida publicaciones en revistas científicas, como ha
de los resultados de los distintos estudios, no demostrado el estudio realizado por Hatch y Sai-
pone en duda la efectividad del biofeedback ter- to en el año 1990. Este declive tenía que ver con
mal en el tratamiento de esta enfermedad (Blan- una crisis muy importante dentro del área del
chard y Haynes, 1975; Shappington et al., 1979; biofeedback y que tenía que ver a su vez con la
Surwit et al., 1978; Taub, 1977; Taub y Emurian, pérdida de credibilidad que estas técnicas estaban
1972; Taub y Stroebel, 1978). teniendo en los últimos años en ambientes acadé-
micos, profesionales y sanitarios en los Estados
En cuanto al biofeedback de la tasa cardíaca, Unidos. Esta situación se estaba traduciendo en
la mayor parte de las investigaciones han ido un menor número de investigaciones y publica-
dirigidas al tratamiento de las arritmias cardía- ciones al respecto, en ciertas dificultades para que
cas, llevadas a cabo fundamentalmente por las compañías de seguros incluyeran estas técni-
Engel y sus colaboradores en el tratamiento de cas como tratamientos susceptibles de cobertura
las taquicardias (Engel, 1977; Engel y Bleecker, por las mismas, y en una menor participación en
1974; Johnston y Lo, 1983; Scott et al., 1973; los congresos organizados. Por el contrario, cierta
Weiss y Engel, 1971), y con cierta frecuencia se revitalización del área del biofeedback en algunos
ha utilizado también el biofeedback de la tasa paises europeos unido a otra serie de factores
cardíaca en el tratamiento de los desórdenes de sociológicos y científicos ha supuesto un nuevo
ansiedad (p. ej. Blanchard y Abel, 1976; Gatchel, resurgimiento.
1977; Gatchel y Proctor, 1976; Shepherd y
Watts, 1974). Lo cierto es que existen pocos tra-
bajos en los que se haya utilizado el biofeedback 4.a Fase: Resurgimiento del biofeedback
de la tasa cardíaca, lo que hace necesario inves- y su aplicación en la intervención clínica
tigar más en este campo. (1991- 2002)
Por último, el biofeedback de la tensión
En esta 4ª y última fase, a pesar de las difi-
arterial ha sido utilizado en el tratamiento de
cultades mencionada, existe un cierto resurgi-
uno de los factores de riesgo más importante en
miento en la utilización y sobre todo en el reco-
el desarrollo de enfermedades cardiovasculares:
nocimiento de las técnicas de biofeedback, tanto
la hipertensión esencial. Numerosos estudios,
con fines experimentales como de tratamiento.
aplicando biofeedback de la tensión arterial, han
conseguido disminuciones importantes, entre 4 A pesar de todo, las distintas técnicas de
y 8 mm de Hg tanto en tensión arterial sistólica biofeedback se han ido desarrollado y perfec-
como en diastólica (Blanchard, 1979; Young y cionando con el paso del tiempo. Después de
Blanchard, 1980), o hasta 23 mm de Hg (Ben- haber sido considerado la panacea en sus
son et al., 1971) o un 25% de reducción en ten- comienzos, y habiendo posteriormente caído en
sión arterial diastólica (Elder et al., 1973). A descrédito sobre todo en la década de los años
pesar de ello, otros estudios como los de Patel, 80, en estos momentos podríamos decir que el
han demostrado que utilizando una combina- biofeedback se encuentra en un período de
ción de biofeedback de la tensión arterial junto reconocimiento, considerado y valorado en su
con relajación, la mejoría era superior. justa medida.
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El biofeedback de la actividad electrodermal, más utilizado en el tratamiento de los dolores


continúa siendo utilizado en esta fase, funda- de cabeza migrañosos, como lo demuestra la
mentalmente para reducir el estrés y la ansiedad gran cantidad de estudios publicados en este
general de los sujetos (Cassel, 1985; Denney et sentido, entre los que destacamos como ejemplo
al., 1983; Falkowski y Steptoe, 1983; Gilbert, los siquientes: Blanchard et al., 1997, 1994;
1986; Holmes et al., 1981; Olivares et al., 1998; Chapman, 1986; Engel y Rapoff, 1990; Evans y
Sarkar et al., 1999). Generalmente se admite que Boyer, 2001; Freedman, 1991; Freedman et al.,
en último término, la aplicación más habitual 1991; French et al., 1997; Gallegos y Espinoza,
del biofeedback de la conductancia eléctrica de la 1989; Gamble y Elder, 1983; Gauthier et al.,
piel en terapia de conducta, está dirigida a con- 1994; Glaso et al., 1985; Guarnieri y Blanchard,
seguir estados de relajación en el sujeto (Conde 1990; Holroyd et al., 1989; Labbe, 1995; Liss-
Pastor y Menéndez, 2001 y 2000; De Blas y pers y Ost, 1990; Lisspers et al., 1992; Murphy et
Labrador, 1984; Gallegos y Torres, 1983; García al., 1989; Osterhaus et al., 1993; Rose y Carlson,
Fernández Abascal y Roa Alvarez, 1983; Wolak, 1987; Sarvard et al., 1995; Sedlacek y Taub,
1982). El estudio de Critchlen, Melmed, Featt- 1996; Smith, 1987; Shappington y Fiorito, 1985;
herston, Mathias y Dolan (2001), ha demostrado Steffek y Blanchard, 1991). Se piensa que el ori-
que los ejercicios de relajación acompañados de gen de estos dolores, generalmente unilaterales
biofeedback dieron lugar a cambios significati- y palpitantes, es el resultado de la dilatación y
vos tanto en la actividad electrodermal como en distensión extrema de las arterias craneales, por
la actividad del cerebelo, lo cual demuestra que un aumento del flujo sanguíneo de la cabeza,
los estados cognitivos están en cierto modo inte- aunque el mecanismo mediador exacto, todavía
grados con las respuestas somáticas. En ocasio- no se conoce. En este sentido, el biofeedback
nes se ha utilizado el biofeedback de la actividad termal aplicado al tratamiento de los dolores de
electrodermal para el tratamiento de los dolores cabeza migrañosos, consiste en suministrar
de cabeza, siendo de gran ayuda cuando va información al sujeto acerca de los cambios de
acompañado de técnicas de relajación (Collet et temperatura cutáneos, causados por variacio-
al., 1986; Kroner, 1982; Lance, 1992; Reading, nes en el flujo sanguíneo por debajo de la super-
1984). También se ha utilizado el biofeedback de ficie de la piel. En algunas ocasiones, el biofeed-
la actividad electrodermal en el tratamiento de back de la temperatura ha sido también utiliza-
la hipertensión esencial (Dixit et al., 1994; Khu- do en problemas de hipertensión esencial (Blan-
mar et al., 1992; Nakao et al., 1997; Zhang, 1995; chard et al., 1996; McGrady, 1994) y en casos de
Zurawski et al., 1987), que se fundamenta en la psoriasis (Goodman, 1994; Keinan et al., 1995).
idea de que el control de la actividad simpática Sin embargo, dónde más aplicación ha tenido
del sistema nervioso, puede influir en la dismi- esta técnica ha sido en el tratamiento de la
nución de la hipertensión, debido a la interven- enfermedad de Raynaud (Freedman et al.,
ción de éste en la regulación de la tensión arte- 1984), demostrando la mayor eficacia del bio-
rial. En general se acepta que el principal factor feedback de la temperatura por encima de téc-
que parece explicar el éxito de esta técnica en el nicas tan consolidadas como el entrenamiento
tratamiento de la hipertensión esencial está en la autógeno.
reducción del estrés y/o en la inducción de rela-
jación en el sujeto. El tratamiento con biofeedback de la tasa
cardíaca ha sido también utilizado en todo tipo
Por su parte, el biofeedback electroencefalo- de enfermedades cardiovasculares que a su vez
gráfico se ha incorporado al tratamiento de la tienen relación con aspectos de tipo emocional
epilepsia (Holzapfel et al., 1998; Lubar, 1998; como la ansiedad, la depresión, etc. y con resul-
Uhlmann y Froescher, 2001), y también ha sido tados alentadores (Bhat, 1999).
utilizado como tratamiento en los desórdenes de
ansiedad (Vanathy et al., 1998), en la depresión El biofeedback electromiográfico ha sido
(Earnest, 1999) y en las cefaleas (Byers, 1995). probablemente el más utilizado dentro del
ámbito general del biofeedback. Este procedi-
Por otro lado, el biofeedback térmico o de miento consiste en suministrar al sujeto infor-
temperatura, ha sido con bastante frecuencia el mación sobre los cambios eléctricos que tienen
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lugar en las neuronas motoras y que producen 1987; Tsushima, 1983; Tsushima et al., 1991;
contracción o relajación de las fibras muscula- Villamarin y Bayes, 1990; Young y Blanchard,
res. Uno de los más importantes campos de 1980. En general, casi todos los estudios seña-
investigación y aplicación del biofeedback, fue la lan que reduciendo considerablemente la ten-
rehabilitación de trastornos neuromusculares sión muscular de los pacientes a través de las
con feedback electromiográfico, campo en el técnicas de biofeedback se consigue reducir
que se obtuvieron grandes resultados. Hay estu- igualmente el número y la intensidad de las cri-
dios en los que se ha utilizado esta técnica como sis en las cefaleas tensionales.
procedimiento de rehabilitación neuromuscular
aplicándolo en la rehabilitación de parálisis Otras aplicaciones del biofeedback electro-
faciales (p. ej. Godoy y Carrobles, 1986), o reha- miográfico, fueron por ejemplo las dirigidas al
bilitación muscular en general (p. ej. Basma- tratamiento de la tortícolis (Bertolotti y Colom-
jian, 1988; Basmajian et al., 1985; Beckham et bo, 1992; Chen y Coorough, 1986; Dooley y
al., 1991; Biederman y Inglis, 1990; Bodenha- George, 1988; Duddy y McLellan, 1995; Fernan-
mer et al., 1986; Bogdanov et al., 1990; Fishbain dez y Llamas, 1993; Jahanshahi et al., 1991;
et al., 1988; Gallegos et al., 1992; Ichihara, 1987; Leplow, 1990; McGrady et al., 1983; Sakai et al.,
Koga, 1991; Koheil et al., 1987; Mulder, 1984; 1989; Soga, 1989; Vallejo y Labrador, 1983;
Olson y Malow, 1987; Parra et al., 1987; Simon Wagner, 1986), los dolores de espalda y cervica-
Lopez, 1986; Simon López y Alcalde, 1987; les (Biedermann et al., 1989; Bisset et al., 1985;
Stanwood et al., 1984; Tohya, 1991; Tries, 2001, Bush et al., 1985; Dolce y Raczynski, 1985;
1989; Van Gelder et al., 1990). También ha que- Lechnyr, 1989; Newton et al., 1995; Nouwen y
dado demostrada su eficacia en el tratamiento Bush, 1984; Strong et al., 1989; Stuckey et al.,
1986; Wolf et al., 1989) o aquellas cuyo objetivo
de la hipertrofia muscular de la mano (Deepak y
era reducir la ansiedad o estrés y/o el tratamien-
Behari, 2000), consiguiendo en estos pacientes
to de fobias en general (Berggren y Carlsson,
mejoras significativas.
1984; Blanco et al., 1983; Cassel, 1985; Crebelli
Sin duda alguna, la cefalea tensional ha sido et al., 1983; Elton, 1993; Harrison et al., 1985;
uno de los problemas más ampliamente trata- Hickling et al., 1986; Hurwitz et al., 1986; Ince
dos con biofeedback electromiográfico. Todos et al., 1984; Nadalini y Turola, 1988; Peniston,
los estudios, cuyo fin es el tratamiento de los 1986; Relja, 1984; Rice et al., 1993; Roome y
dolores de cabeza tensionales, parten del princi- Romney, 1985; Sargunaraj et al., 1987; Scan-
pio de que los pacientes con este problema, drett et al., 1986; Streuber et al., 1989; Sun et
muestran un mayor nivel de actividad muscular al., 1986; Taylor, 1995; Taylor y Lee, 1991;) y en
frontal que los sujetos normales en situación de algunas ocasiones para el tratamiento de la
reposo. Se manifiesta con un dolor bilateral, no incontinencia fecal (Musial, Hinninghofen,
pulsátil y su tratamiento suele realizarse entre- Frieling y Enck, 2000) o urinaria (Burgio y
nando a los sujetos a reducir el nivel de tensión Locher, 1999).
del músculo frontal generalmente y en ocasio-
nes del trapecio. Algunos de estos estudios son
los siguientes: Abramowitz y Bell, 1985; Aguirre Conclusiones
et al., 1987; Ahles et al., 1984; Andrasik y Hol-
royd, 1983; Arena et al., 1995; Bischoff y Dahlin- En la actualidad, existe en nuestra sociedad
ger, 1993; Blanchard, 1987; Borgeat et al., 1991; una amplia gama de enfermedades de etiología
Carrobles et al., 1981; Chapman, 1986; Cho y psicosomática, que son fundamentalmente con-
Son, 1988; Cott et al., 1992; Daly et al., 1985; secuencia del estilo de vida o que están asocia-
Fentress et al., 1986; Gada, 1984; Gamble y das en muchas ocasiones, a situaciones de
Elder, 1983; Grazzi y Bussone, 1993; Grazzi et estrés o a conductas inadecuadas; éste es el
al., 1992; Hernandez et al., 1989; Holmes y caso, por ejemplo de la hipertensión esencial,
Burish, 1983; King, 1992; Labbe y Ward, 1990; las cefaleas, algunos trastornos gástricos, etc.
Lacroix et al., 1986; Lee, 1987; McGrady et al., La psicología clínica viene estudiando desde
1997; Passchier et al., 1985; Rokicki et al., 1997; hace tiempo este tipo de trastornos y a conse-
Saldana et al., 1984; Sarnoch et al., 1997; Smith, cuencia de ello, han surgido muchos métodos
CONDE Y MENÉNDEZ / ACCIÓN PSICOLÓGICA 2 (2002) 165-181 173

útiles de modificación de conducta, entre los yographic biofeedback training, trapezius elec-
que se encuentran las técnicas de biofeedback, tromyographic biofeedback training, and pro-
que como hemos visto, han posibilitado el trata- gressive muscle relaxation therapy in the treat-
miento de multitud de trastornos psicosomáti- ment of tension headache, Headache, 35 (7), 411-
419.
cos, con grandes éxitos en muchas ocasiones.
Bair, J. H. (1901). Development of voluntary control.
Los logros obtenidos con estas técnicas, las ha
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convertido en una de las contribuciones más
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Estas técnicas han generado, y seguirán EMG Biofeedback in Rehabilitation, Biofeedback
generando, grandes expectativas en el campo de and Self-Regulation, 13 (4), 275-298.
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psicología de la salud. En este sentido, la inves- post-stroke arm, International Journal of Rehabi-
tigación básica sobre el biofeedback, ha adquiri- litation Research, 8 (1), 89-90.
do una gran importancia dando lugar a una Beatty, E. T. (1976). Feedback-assisted relaxation
profunda y exhaustiva búsqueda de las distintas training as a treatment for duodenal ulcers. Bio-
posibles aplicaciones de estas técnicas en multi- feedback and Self-Regulation, 1, 323-324.
tud de trastornos. Lo cierto es que a pesar de su Beckham, J. C.; Keefe, F. J.; Caldwell, D. S. y Brown,
indiscutible efectividad, hay que tener en cuen- C. J. (1991). Biofeedback as a means to alter elec-
ta que aunque las técnicas de biofeedback sean tromyographic activity in a total knee replace-
promisorias en muchos padecimientos, aún se ment patient, Biofeedback and Self Regulation, 16
ignoran en muchos casos los mecanismos que (1), 23-35.
subyacen al aprendizaje con biofeedback, a Benson, H.; Shapiro, D.; Tursky, B. y Schwartz, G.
(1971). Decreased systolic blood pressure
pesar de que existan muchos modelos que
through operant conditioning techniques in
intentan explicarlo. Sin embargo, aunque las patients with essential hypertension, Science,
limitaciones metodológicas encontradas son 173, 740-742.
importantes, la evidencia sobre la efectividad de Berggren, U. y Carlsson, S. G. (1984). A psychophy-
estas técnicas ha sido suficientemente demos- siological therapy for dental fear, Behaviour Rese-
trada y abre un amplio abanico de futuras posi- arch and Therapy, 1984 Vol 22(5) 487-492.
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