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TRABAJADORES ADOLESCENTES Y APRENDICES

ÍNDICE

Régimen especial de los trabajadores adolescentes. Noción de trabajador


adolescente. Derechos y obligaciones del trabajador adolescente……………….…3
Características particulares de la relación laboral entre el patrono y los
adolescentes según LOPNNA…………………………………………………………7
Perspectiva Internacional de la Protección a los derechos laborales del
Adolescente…………………………………………………………………………….….8
Régimen especial de los aprendices. Noción de aprendiz. Derechos y obligaciones
del aprendiz…………………………………………………………………………...….11
Naturaleza jurídica de la relación laboral entre el patrono y aprendiz.
Funcionamiento del INCES……………………………………………………………
Innovaciones de los beneficios laborales………………………………………..

1
Noción de trabajador adolescente. Derechos y obligaciones del trabajador
adolescente. Régimen especial de los trabajadores adolescentes

La Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en su


artículo 2 define al adolescente como toda persona en edad comprendida entre los
12 y los 18 años, sin embargo el rango de edad no es tan amplio cuando se trata
de adolescentes trabajadores, porque el artículo 96 eiusdem establece como edad
mínima para el trabajo los 14 años, pudiendo el Ejecutivo fijar un límite mínimo
mayor al tratarse de trabajos nocivos o peligrosos; en consonancia con la
LOPPNA, la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras en su
artículo 32 establece una prohibición de trabajar a los adolescentes menores de
14 años con la única excepción que sean actividades artísticas y culturales y de
que exista una autorización del Consejo de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes para ello.

En cuanto a la capacidad de los adolescentes, Domínguez Guillén establece:


“Si bien el menor de edad es en principio ‘incapaz de obrar’ hasta que llegue a la
mayoridad (artículo 18 del Código Civil), el legislador le concede en diversos
supuestos capacidad plena (actúa por sí solo) o limitada (actúa asistido o
autorizado). El legislador atribuye progresivamente capacidad de ejercicio al
menor antes de la mayoridad a medida que adquiere discernimiento, lo cual
comienza a la edad de 12 años, es decir, al ser adolescente”. Efectivamente, cita
la autora aquellos casos en los que el legislador le otorga al menor de edad
capacidad de obrar plena y estos son: otorgamiento de testamento,
reconocimiento filiatorio y en materia laboral.

La LOTTT en su artículo 35 señala que “se entiende por trabajador o


trabajadora dependiente, toda persona natural que preste servicios personales en
el proceso social de trabajo bajo dependencia de otra persona natural o jurídica.
La prestación de su servicio debe ser remunerado”, para entender la condición de
trabajador se deben tener en cuenta los elementos de prestación del servicio,
remuneración, subordinación y ajenidad, por tanto se concluye que el trabajador
adolescente es aquella persona natural, comprendida entre los 14 y 18 años de
edad, que bajo la subordinación de un tercero realizan determinadas labores, que
pueden ser de tipo rural o doméstico, a cambio de una remuneración.

La LOTTT en su Título IV no incluye a los trabajadores adolescentes dentro de


los regímenes especiales, por cuanto es materia de la LOPNNA regular los
derechos, deberes y obligaciones de los trabajadores adolescentes y sus
limitaciones, específicamente en sus artículos 94 al 113 y en los artículos 450 al
491.
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En cuanto a los derechos de los cuales gozan los adolescentes trabajadores, el
artículo 100 de la LOPNNA versa sobre la capacidad laboral del menor de edad y
establece: “Se reconoce a los y las adolescentes, a partir de los 14 años de edad,
el derecho a celebrar válidamente actos, contratos y convenciones colectivas
relacionados con su actividad laboral y económica; así como, para ejercer las
respectivas acciones para la defensa de sus derechos e intereses, inclusive, el
derecho de huelga, ante las autoridades administrativas y judiciales competentes”.
Es decir, que pueden celebrar libremente contratos de trabajo, individuales y
colectivos, asociarse en sindicatos y ejercer acciones derivadas de su actividad
laboral y económica, con los límites que imponen las facultades legales de los
padres.

Derecho a la protección en el trabajo

Por ser el trabajador el débil económico de la relación laboral, los trabajadores


adolescentes fácilmente pueden verse inmersos en situaciones que menoscaben
su condición y pongan en peligro su integridad propiciadas por el empleador, por
ello debe ser sujeto de una protección especial y así lo establece el artículo 94 de
LOPNNA al desarrollar el derecho a la protección en el trabajo: “(…) tienen
derecho a estar protegidos o protegidas por el Estado, las familias y la sociedad,
en especial contra la explotación económica y el desempeño de cualquier trabajo
que pueda entorpecer su educación (…)”, se incluye también su derecho a la
educación que en muchos casos puede verse entorpecido por la ejecución de
jornadas de trabajo. El artículo 97 establece que los trabajadores de menor edad
deben ser amparados mediante medidas de protección y, en ningún caso, éstas
podrán implicar perjuicios adicionales de los derivados del trabajo.

Derecho a la educación

El título del artículo 97 es “armonía entre trabajo y educación” y busca


garantizar que el trabajador menor edad complete su educación obligatoria de
manera continua y tenga acceso efectivo a la misma. Las horas de la jornada
laboral no deben entorpecer el horario escolar o el derecho a la educación que
tienen todos los niños, niñas y adolescentes. Es por eso que el patrono está en la
obligación de velar por el cumplimiento y continuidad de la educación de los
adolescentes trabajadores. En función de erradicar la explotación laboral de los
adolescentes, el Estado debe inspeccionar el cumplimiento de la edad mínima
requerida para el desempeño de cualquier labor, así como las autorizaciones y
supervisiones necesarias para tales fines.

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Derecho a la sindicalización

Los y las adolescentes gozan de libertad sindical y tienen derecho a constituir


libremente las organizaciones sindicales que estimen convenientes, así como, de
afiliarse a ellas, de conformidad con la ley y con los límites derivados del ejercicio
de las facultades legales que corresponden a su padre, madre, representantes o
responsables, todo de acuerdo al artículo 101 de la LOPNNA. Sin embargo, uno
de los derechos individuales de la libertad sindical establecido en el artículo 355
de la LOTTT es el de elegir y ser electo o electa como representante sindical, por
tanto existe la duda ante la ambigüedad de ambas leyes y el reglamento de la
LOTTT de si el adolescente puede o no ser elegido como representante sindical.
El grupo comparte el criterio de Domínguez Guillén cuando analiza este derecho
del trabajador menor de edad, y es que debe regir la regla general de la
capacidad: para ser representante debe el sujeto poseer capacidad plena, y es de
la cual carece el trabajador de menor edad.

Jornada de trabajo

La jornada de trabajo de los y las adolescentes no podrá exceder de seis horas


diarias y deberá dividirse en dos períodos, ninguno de los cuales será mayor de
cuatro horas. Entre esos dos períodos, los y las adolescentes disfrutarán de un
descanso de una hora. El trabajo semanal no podrá exceder de treinta horas. Se
prohíbe el trabajo de adolescentes en horas extraordinarias. Al tratarse de un
adolescente que desempeñe labores domésticas, su descanso no puede ser
menor de dos horas.

Derecho de huelga

El artículo 103 de la LOPNNA establece que los y las adolescentes tienen


derecho de huelga, el cual ejercerán de conformidad con la ley y con los límites
derivados del ejercicio de las facultades legales que corresponden a su padre,
madre, representantes o responsables, en relación con el 486 de la LOTTT y el 95
de la Constitución Nacional.

Derecho de vacaciones

La LOPNNA en su artículo 104, señala que los adolescentes trabajadores y las


adolescentes trabajadoras tienen derecho a disfrutar de un período de veintidós
días hábiles de vacaciones remuneradas, que no podrán acumularse o
posponerse; con la finalidad de garantizar un efectivo aprovechamiento de las
vacaciones por parte del menor de edad.

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Examen médico anual

Los adolescentes trabajadores y las adolescentes trabajadoras deben


someterse a un examen médico integral cada año, con el objeto de identificar los
posibles efectos del trabajo sobre su salud, según lo señala el artículo 105
eiusdem.

Derecho a la seguridad social

Según los artículos 110 y 111 de LOPNNA, los trabajadores adolescentes


tendrán también el derecho a ser inscritos por sus patronos o inscribirse ellos
mismos en el Sistema de la Seguridad Social y gozarán de los mismos beneficios
que establece la LOTTT para aquellos mayores de 18 años: prestaciones
económicas y los servicios de salud que brinda este sistema, siguiendo con lo
establecido con el artículo 86 de la Constitución.

En cuanto a las obligaciones de los trabajadores adolescentes, se encuentra


principalmente la de cumplir con la jornada laboral establecida, respetar y acatar
órdenes del patrono y el deber de lealtad, además de seguir los lineamientos de
seguridad. Deben también inscribirse en el Registro de Adolescentes Trabajadores
y Trabajadoras, que llevará, a tal efecto, el Consejo de Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes y llevar una credencial de trabajador que lo indique como tal y que
tiene una vigencia de un año.

La doctrina incluye obligaciones a los progenitores, representantes legales,


empleadores, terceros y la intervención del Estado por ser los principales
interesados en que ningún derecho o interés del trabajador menor de edad sea
vulnerado durante la prestación del servicio, por lo tanto, deben intervenir en el
caso de que lo sean y de colaborar al restablecimiento del derecho o interés
afectado.

El patrono tiene la obligación de velar porque el trabajador complete su


educación obligatoria y tenga acceso de manera continua a la misma, cumplir las
normas relativas a la edad mínima del trabajador menor de edad, sufragar los
gastos correspondientes al examen médico anual e inscribir al trabajador de
menor edad en el Sistema de Seguridad Social.

Los Tribunales de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes son competentes


para resolver las controversias de los trabajadores adolescentes y del ejercicio de
la jurisdicción para la resolución de los asuntos contenciosos del trabajo de niños,
niñas y adolescentes, que no correspondan a la conciliación ni al arbitraje, según

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el artículo 115 eiusdem. Se aplicarán supletoriamente las normas previstas en la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo

Características particulares de la relación laboral entre el patrono y los


adolescentes según LOPNNA

Registro de adolescentes trabajadores y trabajadoras (art. 98)

En el artículo 98 se señala que para trabajar, todos los y las adolescentes


deben inscribirse en el Registro de Adolescentes Trabajadores y Trabajadoras,
que llevará, a tal efecto, el Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.

Credencial de trabajador o trabajadora (art. 99)

La inscripción en el Registro de Adolescentes Trabajadores y Trabajadoras da


derecho a una credencial que identifique al adolescente como trabajador o
trabajadora, con vigencia de un año y el cual contendrá (art. 99 LOPNNA).

Capacidad laboral (art. 100)

Se reconoce a los y las adolescentes, a partir de los catorce años de edad, el


derecho a celebrar válidamente actos, contratos y convenciones colectivas
relacionados con su actividad laboral y económica; así como, para ejercer las
respectivas acciones para la defensa de sus derechos e intereses, inclusive, el
derecho de huelga, ante las autoridades administrativas y judiciales competentes.

Presunción de relación de trabajo (Art. 106)

Se presume, hasta prueba en contrario, la existencia de una relación de trabajo


entre el o la adolescente y quien se beneficie directamente de su trabajo o
servicios.

Forma de los contratos de trabajo (Art. 107)

Los contratos de trabajo de los y las adolescentes se harán por escrito sin
perjuicio de que pueda demostrarse su existencia mediante otras pruebas.
Cuando esté probada la relación de trabajo y no exista contrato escrito, se
presume ciertas todas las afirmaciones realizadas por los y las adolescentes,
sobre el contenido del mismo, hasta prueba en contrario.

Información contenida en libros obligatorios (Art. 108)

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Se presumen ciertas, hasta prueba en contrario, las afirmaciones y los alegatos
que realicen los y las adolescentes sobre la información que deben contener los
libros y registros que, de conformidad con la legislación del trabajo, debe llevar el
patrono o patrona.

Garantía de protección en las contratistas (Art. 109)

Las personas naturales o jurídicas que se beneficien de las obras y servicios


ejecutados por contratistas, deben garantizar que los y las adolescentes que
trabajen para éstas, se encuentren inscritos o inscritas en el Registro de
Trabajadores y Trabajadoras correspondiente, y gocen de la protección, derechos
y beneficios establecidos en la ley.

Prescripción de las acciones (Art. 114)

Las acciones de los niños, niñas y adolescentes provenientes de la relación de


trabajo, o para reclamar la indemnización por accidente o enfermedad
profesionales prescriben a los cinco años contados, respectivamente, a partir de la
terminación de la relación de trabajo o a partir de la fecha del accidente o de la
constatación de la enfermedad.

Competencia judicial (Art. 115)

Corresponde a los Tribunales de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes el


ejercicio de la jurisdicción para la resolución de los asuntos contenciosos del
trabajo de niños, niñas y adolescentes, que no correspondan a la conciliación ni al
arbitraje.

Aplicación preferente (Art. 116)

En materia de trabajo de niños, niñas y adolescentes se aplicarán con


preferencia las disposiciones de este título a la legislación ordinaria del trabajo.

Perspectiva Internacional de la Protección a los derechos laborales del


Adolescente

A nivel internacional también existe una regulación en esta materia que ha ido
cambiando según la manera que va evolucionando el trabajo de los menores de
edad. En 1919 la Organización Internacional del Trabajo emitió dos convenciones
y dos recomendaciones, referidos a la prohibición de trabajar a niños menores de
14 años en trabajos industriales, se prohibió igualmente el trabajo nocturno para
estos menores. Esta fue ampliada por la recomendación emitida en 1948
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prohibiendo el trabajo a los menores de 18 años en labores nocturnas en el trabajo
industrial.

En cuanto a las recomendaciones se prohibía el trabajo de los menores en


aquellas industrias en las cuales se utilizaba el zinc y el plomo. Ésta marcó la
pauta en lo que es hoy en día la protección internacional de los menores de edad.
La OIT siguió emitiendo recomendaciones en 1920, fijó la edad de 14 años como
edad mínima para los trabajos marítimos, excepto cuando el menor realizara
actividades en el mar dentro del grupo familiar. Mientras que en 1921 la
recomendación permitía el trabajo en labores agrícolas a los menores, pero
siempre y cuando esta actividad no interfiriera con la actividad escolar, así mismo
se acordó que en los trabajos de pintura y en los casos en que se
usaba materiales derivados del bicarbonato de plomo, por el daño que estos
producen a la salud.

En 1946 se adoptó por primera vez la obligación del reconocimiento médico a


los menores para ingresar en las actividades laborales. Esta recomendación es
acogida por nuestro ordenamiento jurídico, sumándoles a esta la necesidad de la
realización de exámenes médicos de manera periódica a los menores de edad.
Aunque estas recomendaciones surgen como consecuencia de estudios técnicos,
realizados por la comisiones que designa la OIT, con la finalidad de fijar
posiciones hacia el futuro, estas no tienen carácter obligatorio, porque su finalidad
es que lo países integrantes de la O.I.T dirijan su ordenamiento jurídico hacia esta
vía mostrada por los estudios técnicos que se han realizado.

De igual forma se toman en cuenta la declaración universal de los Derecho del


Niño (1959), suscrita por la república, las reglas mínimas de las Naciones
Unidas para la Administración de la justicia juvenil o reglas de Beijing (1985), la
Convención Internacional de los Derechos del niño, ésta fue tomada como un
antecedente histórico inmediato para la promulgación de la LOPNNA, la
recomendación 146 y el Convenio 182 de la OIT. Todas éstas entran en el ámbito
nacional como internacional de la regulación de este régimen especial.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 78


señala: "los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán
protegidos por la legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales
respetarán, garantizarán y desarrollarán los contenidos de esta Constitución, la
ley, la Convención sobre Derechos del Niño y demás tratados internacionales que
en esta materia haya suscrito y ratificado la República. El Estado, la familia y
la sociedad asegurarán, con prioridad absoluta, protección integral, para lo cual se
tomará en cuenta su interés superior en las decisiones y acciones que les
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conciernan. El Estado promoverá su incorporación progresiva a
la ciudadanía activa y creará un sistema rector nacional para la protección integral
de las niñas, niños y adolescentes".

Los términos sujetos de pleno derecho, protección integral, prioridad absoluta,


interés superior, incorporación a la ciudadanía activa, entre otros, se identifican
con la doctrina de la protección integral y sus principios rectores, inspiradores del
articulado de la convención, a la cual de la constitución declara expresamente
como instrumento contentivo de una normativa protectora especial dirigida a la
niñez y la adolescencia con jerarquía constitucional.

Todos los tratados, pactos y convenciones relacionados con el tema de


los derechos humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, adquieren jerarquía
constitucional en la medida que sus normas sean más favorables, a tenor de los
dispuesto en su artículo 23, aplicable a la Convención Internacional de los
Derechos del Niño, la cual desde su ratificación se convirtió en normativa vigente
de la República.

Como enuncia la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño,
"el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado
especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del
nacimiento". El niño y el adolescente, por su propia condición, constituyen el
sector más vulnerable de la población, lo que no desmerece en nada su condición
de ciudadanos, titulares de derechos y garantías en igualdad de condiciones que
el resto de la población adulta.

La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, es el principal


exponente del nuevo paradigma protector, y su expresión o manifestación en el
ámbito nacional, la LOPNNA. Así mismo, es relevante el estudio de las normas
que protegen al niño y adolescente trabajador, en vista de que el trabajo
infantil juvenil constituye una de las problemáticas centrales que aqueja a éste
sector de la población, tanto en el ámbito nacional como en el mundial; quienes,
según el artículo 32, párrafo 1 de la CIDN, tienen el derecho reconocido por los
Estados partes "a estar protegidos contra la explotación económica y contra el
desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso y entorpecer su
educación, o que sea nocivo para su saludo para su desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o social ".

Desde el momento de la ratificación de la CIDN, el Estado asume frente a sus


niños y adolescentes la obligación de brindarles protección integral tanto en lo
social como en lo jurídico, mediante la adopción de una serie de políticas y
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acciones„ tales como legislar en concordancia con los nuevos postulados, y crear
las instituciones necesarias en función de su cumplimiento. Este compromiso de
adecuación legislativa señalado específicamente en el artículo 4° de la CIDN, al fin
se ve materializado con la promulgación el día 10 de diciembre de 2007 de la
LOPNNA.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la LOPNNA de una
manera clara prevén ciertos principios tales como:
 Principio de igualdad y no discriminación
 Principio de armonía entre el trabajo y la educación
 Principio de la prioridad absoluta: dicta la necesidad de atender con
prioridad las necesidades y derechos básicos del niño
 Principio del interés superior del niño
 Principio de gratuidad
Régimen especial de los aprendices. Noción de aprendiz. Derechos y
obligaciones del aprendiz

Según el Artículo 302 de la LOTTT: "se considerarán aprendices los y las


adolescentes entre catorce y dieciocho años de edad, que participan del proceso
sistemático de formación, actualización, mejoramiento y perfeccionamiento
científico, técnico y tecnológico en el marco del proceso social del trabajo", son
entonces adolescentes trabajadores que se encuentren recibiendo por cuenta del
patrono, o en coordinación y/o asignación con el Instituto Nacional de
Capacitación y Educación Socialista (INCES), formación sistemática y formal
sobre el arte u oficio en el cual trabajen y del cual no hayan tenido instrucción
formal previamente.

El artículo 30 de la LINCES, define a los aprendices como: “(…) los


adolescentes y las adolescentes, entre catorce y dieciocho años de edad, que
participan, según su vocación y libre elección, en el proceso sistemático de
formación y autoformación colectiva, actualización, mejoramiento y perfección
científica, técnica tecnológica y humanística en el marco del proceso social de
trabajo (…)”.

En tal sentido, serán aprendices a los efectos de la regulación del INCES los
adolescentes con capacidad para trabajar hasta los 17 años, lo que no excluye de
esta calificación de aprendiz, a los efectos de la regulación laboral, quienes tengan
edad mayor, en todo caso mantendrán esta calificación hasta los 18 años a los
efectos de la regulación laboral, pasada esa edad y continuada su formación
concomitante a la relación laboral, serán trabajadores con un contrato de

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formación, según sea el caso, anexo al contrato laboral original, que seguirá
plenamente vigente sin la calificación de aprendiz.

Los aprendices, dentro del régimen laboral, deben ser considerados como un
subgrupo de los trabajadores adolescentes, en consecuencia, les será aplicable a
los aprendices todo el régimen laboral de los niños, niñas y adolescentes con las
salvedades de su condición de formación profesional sistemática del oficio en el
cual trabajen, siempre que no hayan obtenido previamente esa formación formal.

Derechos de los aprendices

 Recibir inducción completa del proceso formativo


 Formación profesional acorde con el programa en el cual está matriculado,
y al crecimiento y desarrollo armónico
 Hacer uso adecuado de los ambientes de aprendizaje (infraestructura,
equipos, herramientas, recursos: didácticos, técnicos, tecnológicos,
bibliográficos) disponibles para la Formación Profesional.
 Disfrutar de los programas institucionales que apoyan su desarrollo durante
el proceso formativo
 Recibir orientación académica y de comportamiento que estimule el
desarrollo personal y promueva la convivencia social
 Estar protegido contra riesgos o accidentes
 Percibir un salario

Deberes de los aprendices

 Cumplir con la jornada laboral


 Acatar las órdenes del empleador
 Respetar al empleador
 Utilizar los elementos de seguridad dispuestos en los ambientes de
aprendizaje
 Seguir las órdenes y lineamientos de seguridad y utilizar la vestimenta de
seguridad provista
 Conservar y mantener en buen estado, orden y aseo las instalaciones
físicas de la entidad de trabajo
 Actuar con honestidad, respeto, responsabilidad, lealtad, justicia,
compañerismo y solidaridad

Naturaleza jurídica de la relación laboral entre el patrono y aprendiz.


Funcionamiento del INCES

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El artículo 2 de la LINCES establece que el Instituto Nacional de Capacitación y
Educación Socialista, es el ente mediante el cual el Estado forma integralmente a
los trabajadores y a las trabajadoras para su incorporación consciente al proceso
social de trabajo; en cuanto a su naturaleza jurídica el INCES es un instituto
público con personalidad jurídica y patrimonio propio adscrito al Ministerio del
Poder Popular con competencia en el Proceso Social de Trabajo. En el artículo 9
señala sus atribuciones, entre las cuales se destacan: formular, dirigir y ejecutar
programas educativos para la formación colectiva e integral, ejecutar y desarrollar
la política nacional en materia de formación y autoformación colectiva, erradicar el
analfabetismo, brindar orientación a los aprendices y las aprendices para explorar
sus aptitudes e intereses en la selección de los planes de estudio y coordinar con
los órganos y entes del Estado la inclusión de los participantes y las participantes
en las actividades socioproductivas.

La Ley establece para las entidades de trabajo que tengan 15 o más


trabajadores un deber de contratar aprendices y formar a un número como mínimo
al tres por ciento y como máximo al cinco por ciento del total de su nómina.

La relación laboral entre el aprendiz y patrono tiene las siguientes


características especiales:

 Deben ser siempre adolescentes


 Estos adolescentes no deben haber obtenido preparación previa en la
materia objeto del contrato laboral y la formación que estén recibiendo
 El patrono que empleen aprendices deberán notificarlo al Consejo de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, señalando sus datos,
ocupación y salario
 El contrato laboral será, en principio, por tiempo determinado: tiempo en
que transcurra el aprendizaje (art. 303 LOTTT)
 Su salario es diferente, a excepción de su labor se realice con las mismas
condiciones que los demás trabajadores, por tanto su salario deberá ser
igual (art. 303 LOTTT)
 La formación debe ser formal y sistemática
 Terminado el tiempo de aprendizaje se pierde la condición de aprendiz y
culmina la relación laboral. Pero ésta puede mantenerse y pasará a ser a
tiempo indeterminado y producirá todos los efectos establecidos en la
LOTTT

Para el caso de despido les será aplicable la regulación de trabajo e


indemnización establecida para contratos por obra determinada o a tiempo

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determinado, consideramos que deben reconocerles, en caso de despido
injustificado, además de la indemnización correspondiente, el costo de la
formación, ya que la misma forma parte del objeto y causa del contrato laboral.

Se considerará como parte de la jornada de trabajo el tiempo requerido para el


aprendizaje correspondiente, siendo entendido que la organización y horario de
estos estudios deberá establecerse de manera que no afecten el desenvolvimiento
ordinario y las normas de trabajo de la empresa, lo cual significa que si el tiempo
de aprendizaje es igual o supera el de la jornada máxima, este tiempo de
formación equivaldrá a su jornada de trabajo, no teniendo el aprendiz obligación
de realizar ningún servicio adicional

Innovaciones de los beneficios laborales


El INCES le permite a los aprendices muchos beneficios, lo cual le permite a
los mismos tener tanto éxito y aceptación en las entidades de trabajo

 Acceso al primer empleo, todo según el artículo 79 de la Constitución


Nacional
 Formación Socioproductiva: se inserta al joven aprendiz en el ámbito
laboral y productivo, cooperativo y solidario, fortaleciendo los valores de
equidad, igualdad y solidaridad
 Certificación en Oficios Calificados del INCES: reconocida a nivel nacional.
 Salario
 Vacaciones: es un derecho que prohíbe posponer su disfrute o su
acumulación.

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