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REGIMEN LABORAL DE LOS ADOLECENTES

La situación económica que atraviesan el Perú y los diferentes países latinoamericanos,


ha originado que los adolescentes se incorporen tempranamente al mercado laboral, en
busca de obtener mayores ingresos que les permitan subsistir y contribuir con el ingreso
de sus familias. Es en esas circunstancias que el Estado, a través de un marco legal, ha
creído conveniente garantizar las modalidades y horarios escolares especiales que
permitan a los adolescentes que trabajan asistir regular mente a sus centros de estudio,
debido a que trabajar a tan temprana edad y estudiar a la vez, puede poner en peligro su
proceso educativo. Debido a lo señalado, el Estado ha reconocido el derecho de los
adolescentes a trabajar, pero con algunas restricciones que tienden a protegerlo, para
que cuando laboren no sean sujetos de explotación económica y su actividad laboral no
importe riesgo o peligro para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual,
moral o social.(Bobadilla Yzaguirre, 2020)

Para la Organización Mundial de Salud, la adolescencia es el periodo comprendido


entre los 10 y 19 años y cabe señalar que está comprendida dentro del periodo de la
juventud, es decir, entre los 10 y los 24 años es la etapa que marca el proceso de
transformación del niño en adulto. Se llama adolescencia, por- que sus protagonistas son
jóvenes que aún no son adultos pero que ya no son niños. Es una etapa de
descubrimiento de la propia identidad (identidad psicológica, identidad sexual) así como
la de autonomía individual.

La normativa peruana, en cuanto al régimen laboral de los adolescentes, ha sido


respetuosa al aplicar puntualmente las normas internacionales que amparan los
derechos laborales en niños y adolescentes en nuestro sistema jurídico, con el objeto
de garantizar el respeto de sus derechos y hacer viable la realización de condiciones de
vida adecuadas para su desarrollo (Valderrama, 2018).

En el Perú, el Código de los Niños y Adolescentes, Ley 27337, acoge este


principio en el título preliminar, artículo IX, lo denomina «interés superior del niño y
del adolescente» y señala lo siguiente: «En toda medida concerniente al niño y al
adolescente que adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y
Judicial, del Ministerio Público, los gobiernos regionales, gobiernos locales y sus demás
instituciones, así como en la acción de la sociedad, se considerará el Principio del
Interés Superior del Niño y del Adolescente y el respeto a sus derechos». El interés
superior del menor es el sustento de la normativa laboral peruana para niños y
adolescentes, y se fortalece con lo descrito por el artículo 23 de la Constitución
Política del Perú de 1993. Este considera a los menores, a la madre y al discapacitado
como objeto de protección especial por el Estado en relación con el trabajo y sus
diversas modalidades. De esta forma, cumple el privilegio de trato al menor.

El marco normativo internacional a través de tratados y convenios ampara los derechos


laborales de los adolescentes. Entre ellos tenemos la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y
Culturales, y la Convención de los Derechos del Niño. Todos estos documentos
normativos destacan sus medidas proteccionistas hacia los menores, y enfatizan que la
Convención de los Derechos del Niño es uno de los documentos normativos con mayor
aceptación en la comunidad internacional y conjuntamente, la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) presentó convenios que son la base de las normas
relativas a los derechos trabajo en el caso de adolescentes, estableciéndose las
reglas para establecer una edad mínima de trabajo, fijada en 15 años. (Bobadilla
Yzaguirre, 2020)

EDAD PARA EL TRABAJO

El empleador, dependiendo de la actividad que realice, podrá con tratar adolescentes a


partir de las siguientes edades:

1. Quince años para labores agrícolas no industriales.

2. Dieciséis años para labores industriales, comerciales o mineras.

3. Diecisiete años para labores de pesca industrial.

Para el caso de las demás modalidades de trabajo, el empleador solo podrá contratar
adolescentes a partir de los catorce años. Por excepción se concederá autorización a
partir de los doce años siempre que las labores a realizar no perjudiquen su salud o
desarrollo, ni interfieran o limiten su asistencia a los centros educativos y permitan su
participación en programas de orientación o formación profesional. Se presume que los
adolescentes están autorizados por sus padres o responsables para trabajar cuando
habiten con ellos, salvo manifestación expresa en contrario de lo mismo. Asimismo, el
convenio internacional relativo a la admisión de los niños en el trabajo agrícola
establece que los niños menores de catorce años no podrán ser empleados, ni podrán
trabajar en las empresas agrícolas, públicas y privadas o en sus dependencias.

FORMALIDADES

Son requisitos para otorgar autorización para el trabajo de adolescentes:

1. Que el trabajo no perturbe la asistencia regular a la escuela.

2. Que el certificado médico acredite la capacidad física, mental y emocional del


adolescente para realizar las labores. Este certificado será expedido gratuitamente por
los servicios del sector Salud o de la Seguridad Social.

3. Que ningún adolescente sea admitido al trabajo sin la debida autorización.

Requisitos formales debe cumplir el empleador para que autoricen la contratación de un


adolescente:

Se deberá presentar una solicitud según formato a la Subdirección de Inspección,


Higiene y Seguridad Ocupacional. Dicha solicitud será presentada por el padre, madre,
tutor o responsable acompañando copia de su documento de identidad, siendo necesaria
la presencia del adolescente en este trámite, a la cual se deberá adjuntar los siguientes
documentos:

1. Copia de la partida de nacimiento, Boleta o Libreta Militar.

2. Certificado médico otorgado por el área de salud, hospital, posta médica o de


EsSalud.

3. Copia del carné escolar, libreta de notas o de la constancia de estudios.

4. Una fotografía tamaño carné del adolescente.

5. Copia del documento de identidad del padre, madre, familiar o tutor.

6. Nombre o razón social y domicilio del empleador (en solicitud).

Según el art. 53 del código de los niños y adolescentes, empleador que contrate
adolescentes deberá llevar un registro especial, en donde debe consignar los siguientes
datos:

1. Nombre completo del adolescente.


2. Nombre de sus padres, tutores o responsables.

3. Fecha de nacimiento.

4. Dirección y lugar de residencia.

5. Labor que desempeña.

6. Remuneración.

7. Horario de trabajo.

8. Escuela a la que asiste y horario de estudios.

9. Número de certificado médico.

Según el art. 60 los adolescentes que trabajan deberán estar provistos de una libreta
otorgada quien confirió la autorización para el trabajo, constando los datos señalados en
el art. 53.

SANCIONES ADMINISTRATIVAS.

Según el artículo 25 del Decreto Supremo N° 019-2006-TR. De producirse una visita


inspectora al centro de trabajo del empleador, y en este se encuentre a un adolescente
trabajando sin la autorización correspondiente se le sancionará con una multa, debido a
que la Administración ha considerado que esta es una falta de tercer grado. En
consecuencia, el empleador por este hecho sería sancionado con una multa de hasta 20
UIT vigentes porque las infracciones muy graves son consideradas por la
Administración con la sanción más alta.

JORNADA Y HORARIO DE TRABAJO

Según el artículo 56 del Código de los Niños y Adolescentes, Ley N° 27337. El


empleador deberá establecer la jornada de trabajo de los adolescentes en función de las
siguientes edades:

1. Los adolescentes entre los doce y catorce años no podrán trabajar más de cuatro horas
diarias ni de veinticuatro horas semanales.

2. Asimismo, aquellos que tengan entre quince y diecisiete años no podrán trabajar más
de seis horas diarias ni de treinta y seis horas semanales.
Según el Artículo 2 del Convenio N° 78 de la Organización Internacional de Trabajo
(OIT) y artículo 57 del Código de los Niños y Adolescentes, Ley N° 27337. En
principio el empleador no podrá contratar adolescentes para que trabajen en horario
nocturno, debido a que está prohibido, entendiéndose por este el que se realiza entre las
7 de la noche y las 7 de la mañana.

El juez podrá autorizar excepcionalmente el trabajo nocturno de adolescentes a partir de


los quince hasta los dieciocho años, siempre que este no exceda de cuatro horas diarias.
Asimismo, el convenio internacional referido a la limitación del trabajo nocturno de los
menores en trabajos no industriales ha establecido que los niños menores de catorce
años que sean admitidos en el empleo a jornada completa o a jornada parcial, y los
niños mayores de catorce años que estén todavía sujetos a la obligación escolar de
horario completo, no podrán ser empleados ni podrán trabajar de noche durante un
periodo de catorce horas consecutivas, como mínimo, que deberá comprender el
intervalo entre las 8 de la noche y las 8 de la mañana. Sin embargo, la legislación
nacional, cuando las condiciones locales lo exijan, podrá sustituir este intervalo por otro
de doce horas que no podrá empezar después de las 8:30 de la noche ni terminar antes
de las 6 de la mañana.

LABORES EXCLUIDAS

El artículo 58 del Código de los Niños y Adolescentes prescribe que el empleador no


podrá contratar adolescentes para que trabajen en el subsuelo, en labores que conlleven
la manipulación de pesos excesivos o de sustancias tóxicas y en actividades en las que
la seguridad o la de otras personas estén sujetas a la responsabilidad del adolescente.

El Promudeh, en coordinación con el sector Trabajo, en coordinación y consulta con los


gremios laborales y empresariales, establecerá periódicamente una relación de trabajos
y actividades peligrosas o nocivas para la salud física o moral, en las que no podrán
ocuparse adolescentes.

REMUNERACION

El empleador no podrá abonar al adolescente trabajador una remuneración inferior a la


de los demás trabajadores de su misma categoría para trabajos similares.

DESCANSOS REMUNERATIVOS Y DERECHOS COLECTIVOS


Los empleadores que contraten adolescentes están obligados a concederles facilidades
que hagan compatible su trabajo con su asistencia regular a la escuela.

De otro lado, el derecho a vacaciones remuneradas se concederá en los meses de


vacaciones escolares. Los adolescentes pueden ejercer los derechos laborales de carácter
colectivo, pudiendo formar parte o constituir sindicatos por unidad productiva, rama,
oficio o zona de trabajo, los que podrán afiliarse a organizaciones de grado superior.

Los adolescentes que realicen una prestación subordinada al empleador tienen derecho a
la seguridad social obligatoria por lo menos en el régimen de prestaciones de salud, que
es de cargo exclusivo del empleador. Además, en tanto se verifica una relación laboral,
se deben efectuar las retenciones y aportaciones correspondientes a uno de los sistemas
de jubilación (ONP o AFP).

REFLEXION

El trabajo dependiente en los menores peruanos es una realidad y va en aumento. Desde


la perspectiva formal lo observamos en las estadísticas del Ministerio de Trabajo: en el
primer trimestre de 2019 formalmente los niveles de autorización para el trabajo de
menores son de 138 autorizaciones a nivel nacional. Por tanto, es de especial interés
centrar la atención en este sujeto de trabajo que tiene consideración de ser
especialmente protegido por el Estado, de acuerdo con el artículo 23 de la Constitución
de 1993 y por el principio de interés superior. Por lo tanto, debemos conocer si las
normas de protección realmente cumplen estos objetivos.(Bobadilla Yzaguirre, 2020)

Los adolescentes son sujetos especiales de protección; por tanto, debe ser también
un derecho esencial para ellos conocer las normas y los derechos que estas
contienen y que los protegen, para que no sean vulnerables al momento de
integrarse al ámbito laboral. Por esta razón, es importante construir nuestros objetivos e
indicadores relacionados con la protección de los derechos laborales de los adolescentes
con vistas de mejorar nuestras normas y proyectarlas según nuestra realidad económica
y social. (Valderrama, 2018)

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

Bobadilla Yzaguirre, M. B. (2020). Normativa laboral para adolescentes en el Perú y la


eficacia normativa. Desde El Sur, 12(1), 127–139. https://doi.org/10.21142/des-
1201-2020-0008
Valderrama, L. (2018). Trabajo infantil y adolescente. Régimen normativo y
fiscalización. Soluciones Laborales, 127, pp. 13-38.

Toyama Miyagusuku, J. y Vinatea Recoba, L. (2013). Guía laboral. Lima, Perú.


Editorial Gaceta Juridica.

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