Está en la página 1de 24

DEBATE DEBATE 7

Siete tesis sobre la educación sanitaria para la


participación comunitaria 1

Seven theses on health education for community


participation 1

Roberto Briceño-León 2

1 Las investigaciones en las Resumen El artículo procura establecer algunos postulados que puedan orientar la educación
cuales se funda el presente sanitaria con el proposito de fomentar la participación comunitaria. Se parte de las teorías de la
trabajo fueron financiadas
por el programa especial en
acción humana para poder establecer las dos corrientes que pretenden explicar la acción o no-
investigación y entrenamiento acción de las personas. Se plantean dos principios de trabajo: es necesario conocer y contar con
en enfermedades tropicales el ser humano, los cuales se expresan en dos premisas: “Sólo conociendo al individuo y sus cir-
TDR, PNUD/Banco Mundial/
OMS.
cunstancias es posible una acción eficiente y permanente en salud”; y “Nadie puede cuidar la sa-
2 Laboratório de Ciencias lud de otro, si éste no quiere hacerlo por si mismo”. Luego se postulan las siete tesis: I – No hay
Sociales, Universidad Central uno que sabe y otro que no sabe, sino dos que saben cosas distintas. II – La educación no es sólo
de Venezuela. Apartado 47795,
Caracas 1040-A, Venezuela.
lo que se imparte en programas educativos, sino en toda la acción sanitaria. III – La ignorancia
rbriceno@dino.conicit.ve. no es un hueco a ser llenado, sino un lleno a ser transformado. IV – La educación debe ser dialó-
gica y participativa V – La educación debe reforzar la confianza de la gente en sí misma. VI – La
educación debe procurar reforzar el modelo de conocimiento: esfuerzo-logro.VII – La educación
debe fomentar la responsabilidad individual y la cooperación colectiva.
Palabras clave Educación Sanitaria; Participación Comunitaria; Salud Pública

Abstract This article attempts to establish some postulates to orient health education aimed at
promoting community participation. Theories on human action serve as the point of departure
for establishing two currents of thought explaining action or non-action by people. Two working
principles are proposed, i.e., that it is necessary to both know and rely on human beings. These
two principles are expressed in two premises: “Only by knowing individuals and their living cir-
cumstances is it possible to take efficient and on-going action in health,” and “No one can care
for someone else’s health if that person does not wish to do so himself/herself.” The author goes
on to raise seven theses: 1. There is no such thing as one person knowing and another not know-
ing; rather, there are two people who know distinct things. 2. Education is imparted not only
through educational programs, but in all health-related action. 3. Ignorance is not a void to be
filled, but a plenitude to be changed. 4. Education should be dialogical and participatory. 5. Ed-
ucation should reinforce people’s self-confidence. 6. Education should seek to reinforce the ef-
fort-achievement model of knowledge. 7. Education should promote individual responsibility
and collective cooperation.
Key word Health Education; Community Participation; Public Health

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


8 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

En las enfermedades metaxénicas, una gran La resistencia de los seres humanos obliga
mayoría de ellas conocidas también como en- a un cambio en los programas y en especial en
fermedades tropicales, intervienen tres facto- la manera de entender la relación de las perso-
res: el parásito, el vector y el ser humano. De nas con el control de la enfermedades y los
los tres factores sabemos relativamente bas- programas de control. Un aspecto importante
tante acerca del parásito o del vector, pero muy a considerar allí es la educación, pero una edu-
poco sobre el ser humano. Y es así a pesar que cación que tenga como objetivo no solo vencer
es el individuo quien sufre la enfermedad, y la resistencia de los individuos, sino incitarlos a
quien puede ser un factor importante en su participar activamente en las acciones de acon-
transmisión, o en su prevención y control. Este dicionamiento ambiental que requiere el con-
es el caso de la malaria, la enfermedad de Cha- trol de las enfermedades metáxenicas. Se re-
gas, la eschistosomiasis, la filariasis, la leish- quiere de una educación que propicie la parti-
maniasis, dengue, cólera y varias otras más. cipación comunitaria, no de cualquier otro ti-
En los ciclos de estas enfermedades las per- po de educación sanitaria (Villarroel, 1993).
sonas son importantes porque es su acción, o
su no-acción, en un medio ecológico determi-
nado, lo que va a permitir la transmisión de la Dos postulados basicos
enfermedad o su control. Es su acción cuando,
por ejemplo en el caso de la eschistosomiasis, Para vencer la resistencia de las personas se re-
el individuo defeca en un río donde luego se quiere entonces un mayor énfasis en el factor
baña o lava sus ropas; o en el caso de la leish- olvidado, en el ser humano (Gillet, 1985). Este
maniasis cuando se introduce en una selva a cambio de óptica implica dos principios que
pasar la noche. O es su no-acción cuando, co- han de guiar cualquier acción sanitaria: a) es
mo en el caso de la enfermedad de Chagas, de- necesario conocer al ser humano; b) es necesa-
ja las paredes de su casa sin frisar, sin enlucir, y rio contar con el ser humano.
permite la presencia de los vectores en su pro-
pio hogar. Conocer al ser humano
Las acciones de control que tradicional-
mente se han aplicado en estas enfermedades Este principio tiene un postulado que pudiera
han estado centradas en el parásito o en el vec- definir así:
tor, pero en comparación muy poco se ha he- Sólo conociendo al individuo y sus circunstan-
cho en relación a los seres humanos. Las accio- cias es posible una acción eficiente y permanen-
nes de tratamiento, prevención o control se te en salud.
han formulado dando muy poco énfasis a las Conocer al Individuo Implica Comprender:
personas. a) Sus creencias: lo que el individuo cree sobre
Hoy en día, y como resultado de estas po- la forma de transmisión o de control es funda-
líticas de control aplicadas por años, de una mental para su acción. Si el individuo cree que
manera repetida y, habría que reconocer, per- la enfermedad se cura con brujería no hará al
severante y eficiente, se produce una triple respecto algo que sea distinto a la hechicería.
resistencia: una resistencia de los vectores a O si el hombre piensa que las pastillas de clo-
los insecticidas, una resistencia de los pará- roquina le darán impotencia, se las arreglará
sitos a la quimioterapia y una resistencia en para no tragarlas. En un poblado africano se
las personas a este tipo de programas autori- observó que clasificaban las enfermedades en
tario y vertical. Las personas en las distintas cinco tipos: las naturales, las causadas por la
zonas endémicas demuestran cansancio frente magia negra, las causadas por los brujos, las
a las inspecciones domiciliarias, al consumo de causadas por los espíritus y las dadas por Dios,
pastillas, al uso de insecticidas, a la toma de de ellas solo el primer tipo podía ser tratado
muestras de sangre, en fin, a todo un conjunto por la medicina occidental, las otras cuatro de-
de acciones que no se les consultan ni expli- bían ser tratadas por la medicina folk o por la
can del todo. Pero, sobre todo, ante un conjun- medicina islámica (Hielscher & Sommerfeld,
to de acciones que no entienden bien ni acep- 1985). La manera en la cual se ubique una en-
tan, sobretodo en condiciones de baja ende- fermedad es extremadamente importante pa-
micidad, pues no se comprende bien ni las ra su tratamiento y el abordaje de prevención
enfermedades – algunas de ellas asintomáti- o control que quiera hacerse. Las creencias son
cas –, ni la necesidad de un control vectorial y importantes porque la realidad es, para los
parasitario para disminuir el riesgo de reinfec- efectos del comportamiento, como la gente
ción y reinfestación en una comunidad (Servi- cree que es; lo cual no necesariamente coinci-
ce, 1993). de con cómo otra persona o como científica-

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


EDUCACIÓN SANITARIA 9

mente demostrada se piense que la realidad es esto pautara los hábitos y los roles de los indi-
de verdad. viduos. La ocupación, puesto que refiere al otro
b) Sus hábitos y roles: las personas hacen acti- microambiente en el cual se despliega la ac-
vidades o dejan de hacerlas habitualmente, y ción cotidiana de las personas y se pasa la otra
esto los expone al riesgo de adquirir la enfer- mayor parte del tiempo diario; y el ingreso,
medad o impide su control, pues los hábitos pues permite conocer las limitaciones o posi-
implican las maneras tradicionales de vivir, son bilidades de acción individual-familiar y de la
lo que las personas hacen porque siempre lo calidad de la vida derivada del consumo posi-
han hecho de ese modo y que, sin pensar, repi- ble (Briceño-Leon, 1993b).
ten, como una verdad que se impone en actos.
Ese es el caso de los hábitos sanitarios de dis- Contar con el ser humano
posición de excretas que dificultan el uso de las
letrinas; o de los hábitos de convivencia y des- Este principio tiene una premisa que pudiera
canso familiar que coinciden con las horas de postular así:
mayor picada de los mosquitos, o los hábitos Nadie puede cuidar la salud de otro, si éste no
de lavado de ropa o recreación en los ríos con- quiere hacerlo por si mismo.
taminados. Algunos de estos hábitos esta rela- Esto quiere decir que las personas deben ac-
cionados con las circunstancias en las cuales tuar para poder garantizarse su propia salud,
se vive; otros, de orden más ritual, están aso- quiere decir que los programas no pueden ser
ciados con las creencias. impuestos a la comunidad, que la comunidad
Pero estos hábitos están asociados con los debe compartir el tipo de programa de salud
roles individuales, en particular con los de edad que se va a llevar a cabo. ¿Y por qué esto debe
y género. Las actividades derivadas de la divi- ser así? Creemos que esto debe realizarse de es-
sión sexual del trabajo afectan notablemente la ta forma por un principio ético y un principio
exposición al riesgo de contraer o no ciertas de eficacia y sostenibilidad de las acciones.
enfermedades, así como a formas de compor- Desde el punto de vista ético, el principio
tamiento diferencial ante el tratamiento o la reside en el respeto por la libertad individual y
prevención. De igual modo la edad condiciona por la capacidad individual de decidir sobre su
los roles y obliga o impide ejecutar ciertas ta- destino y la salud y el riesgo de la enfermedad,
reas o realizar ciertos oficios dentro o fuera del sin embargo hay algunos conflictos a este res-
hogar (Briceño-Leon & Pinto Dias, 1993). pecto, pues está también el principio ético de
c) Sus circunstancias: son las condiciones ma- la protección del otro, de la salud colectiva. Las
teriales reales sobre las cuales se despliega la acciones sanitarias autoritarias pueden justi-
acción o no-acción de los individuos. Son las ficarse muy bien en casos de epidemias, pues
condiciones objetivas de la situación en la cual allí el principio se basa en la protección de un
viven las personas, estas condiciones son de la tercero que lo representaría la colectividad, el
persona, la familia, la comunidad o la sociedad cual debe protegerse y cuyos derechos estarían
en la cual se encuentran. Estas circunstancias por encima de los derechos del individuo. Pero
nos permiten, por ejemplo, comprender en su resulta difícil de sostener la idea de la imposi-
contexto qué está sucediendo con los depósi- ción y protección del individuo sin contar o a
tos de agua, es decir, porque una familia pobre pesar de su voluntad en condiciones no epi-
sin servicio de agua potable debe guardar el lí- démicas. En estos casos, el principio implícito
quido en recipientes que permiten los criade- que ha regido es que el otro es ignorante o mi-
ros de Aedes aegypti; o porque una familia rica nusválido social, y que por lo tanto debe prote-
igualmente planificar las posibles acciones de gérsele aun y a pesar que él o ella no desee pro-
control, tanto las globales como las más indivi- tegerse a sí mismo. Esta razón ha dominado en
duales; no es factible decirle a una población mucha de las orientaciones de los programas
campesina que mejore sus casas cuando esca- verticales de control de enfermedades y se ha
samente tienen para alimentarse, ni decirles sustentado en la existencia de una población
que tomen una pastilla a unas exactas cada seis pobre y analfabeta, o de muy baja educación,
horas, cuando no tienen reloj. que debía aceptar la acción civilizatoria y sani-
Desde el punto de vista social son impor- taria de los programas gubernamentales.
tantes para comprender las circunstancias al- Los programas verticales y autoritarios es-
gunos aspectos básicos: la vivienda y los servi taban históricamente sustentados en la exis-
es el microambiente central donde se desen- tencia de gobiernos igualmente autoritarios.
vuelve la familia y se pasa una buena parte del Pero al cambiar la situación política y social,
tiempo diario; y los servicios de los cuales se establecerse la democracia y los derechos indi-
dispone en la vivienda o sus alrededores, pues viduales y cambiar las condiciones educativas

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


10 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

de la población, no es posible continuar con el actuarán de acuerdo a ello. Y si la explicación


mismo planteamiento autoritario. En estos ca- del comportamiento se centra entonces en las
sos el principio ha sido entonces de tipo pater- circunstancias internas del individuo, lo más
nalista y civilizatorio: debe ayudarse a la pobla- importante es la educación, porque nada hace-
ción, debe hacerse algo por sacarlo de la mise- mos con cambiar las circunstancias si no cam-
ria y la enfermedad, así ellos no deseen hacer- biamos a las personas.
lo. Aquí la crítica puede tener una aspecto filo- Si tomamos, por ejemplo, las interpretacio-
sófico, con qué derecho va uno a hacerle a al- nes que se dan al comportamiento relativo al
guien un “bien” que no desea para sí mismo. uso de las letrinas en las comunidades rurales
Pero tiene también un aspecto más práctico, y y pobres, podremos ver claramente cómo se
es que bien poco pueden durar las acciones enfrentan estas dos teorías. Los partidarios de
realizadas por agentes externos que no logran la primera teoría dicen que no usan letrina en
convocar la voluntad, ni involucrar el esfuerzo su casa pues son familias pobres, y no tienen
de los propios individuos en riesgo o que pade- recursos para proveerse de una disposición de
cen la enfermedad. Solo serán sostenibles las excretas sanitarias; en consecuencia, van a de-
acciones que involucren a los individuos y las fecar al río y se propagan enfermedades. Dicen,
comunidades. Es posible que muchas acciones también, que poco importa la cultura, la edu-
verticales puedan tener una mayor eficacia e cación del hombre, ya que lo fundamental ha
inmediatez, pero la permanencia de estas ac- sido que no se han tenido los medios objetivos
ciones en el tiempo es más frágil, pues los indi- para propiciar los hábitos sanitarios adecuados.
viduos no cooperarán para mantenerlas por- Los partidarios de la segunda teoría propo-
que no las consideran propias o porque se les nen algo distinto, dicen que no es así, que nada
crea un rechazo y una resistencia a continuar se gana con ofrecer o tener la letrina si la per-
aceptándolas. sona, su educación, su cultura, sus hábitos no
Contar con el ser humano implica aceptar se han cambiado; pues si al individuo, inclusi-
el riesgo de la libertad del otro, único funda- ve, se le regala una letrina – como efectivamen-
mento para la construcción de una sociedad te se ha hecho muchas veces–, la persona no la
democrática. va a utilizar. Va a darle otros usos al cuarto, o va
a vender las piezas, pero no la va a utilizar para
defecar, ya que su cultura, sus valores, sus há-
Las teorias de la accion bitos, lo llevan a actuar así y lo que importa son
las circunstancias internas del individuo, no las
Pero, ¿por qué la gente actúa? Hay muy diver- externas.
sas teorías en las Ciencias Sociales; hay diver- Desde otra perspectiva uno pudiera decir
sos enfoques en la llamada teoría de la acción, que para las teorías situacionales lo único im-
y es algo que por años han intentado compren- portante es el presente, pues son apenas aquel-
der sociólogos, psicólogos, politólogos. Pudié- los elementos que intervienen en la situación,
ramos resumir y decir que hay dos grandes cor- tal como está en un momento dado de decisión
rientes teóricas: las que dicen que la gente ac- de la acción, lo que importa. Los aspectos del
túa por las circunstancias, por la situación y las pasado no son importantes si no se encuentran
que dicen que la gente actúa por sus valores o condicionando objetivamente el presente. Al
por sus creencias, (Strmiska, 1979; Boudon, contrario, para muchas de las teorías cultura-
1975, 1979; Weber, 1969). les, el pasado es muy importante, pues son los
Las teorías que postulan que la gente actúa elementos cognitivos o valorativos heredados
por la situación incluyen posturas políticas o aprendidos de experiencias pasadas lo que va
muy distintas, que van desde el marxismo a dominar las decisiones de comportamiento,
(Marx, 1971) hasta el neopositivismo contem- y no los hechos objetivos presentes. Estos he-
poráneo (Popper, 1967, 1981). Sostienen que chos serán evaluados y considerados, pero vis-
son las circunstancias las que hacen que el tos a la luz de la cultura heredada del pasado
hombre actúe de determinada manera, es de- personal y social.
cir, que alguien reaccionará o escogerá su com- Si uno analiza ambas teorías, las dos resul-
portamiento de acuerdo a las circunstancias. tan tentadoras y convincentes. Por eso hoy en
Pero, otras teorías sostienen que lo fundamen- día en las ciencias sociales hay grupos e indivi-
tal son los valores, que la situación tiene poca dualidades intentando, con mucha dificultad,
importancia, que lo más importante es lo que trabajar en una combinación de las dos teorías.
el hombre cree, lo que el individuo piensa, son Se trata de investigadores que están buscando
sus hábitos, sus creencias. Porque si las perso- unas herramientas para poder trabajar con la
nas creen en algo o tiene conciencia de algo, unión de ambas teorías y ver cómo es posible

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


EDUCACIÓN SANITARIA 11

proponer un modelo de transformación del ser una información. Si el inspector habla y dice
humano y sus circunstancias (Strmiska, 1985, algo, ya está realizando una cierta tarea educa-
1989; Briceño-León, 1990). tiva, pero, incluso, si es mudo o, supongamos
Conocer al ser humano y contar con él tie- que se haga el mudo, también en su acción in-
nen derivaciones directas para la teoría de la cesante de búsqueda de los vectores está trans-
acción y los programas de salud y de allí surgen mitiendo una información. La gente entiende
preguntas importantes: ¿cómo se hace enton- un mensaje y piensa: algo tienen que tener es-
ces para conocer al hombre y sus circunstan- tos insectos puesto que tanto los buscan. Tam-
cias manejando dos teorizaciones diferentes? bién es el caso del inspector que llega a una vi-
Cómo saber qué cosas pueden inducir a una vienda y hace un rociado con insecticida y no
persona a actuar y a participar y qué cosas pue- informa o no dice nada, allí hubo un proceso
den inhibir su actuación de acuerdo a cada de comunicación así no se haya planificado o
teoría? ¿Cómo se cree que la comunidad pueda pensado. En algunas comunidades han llegado
asumir responsabilidades y actuar? ¿Cómo im- a pensar que los caracoles deben valer mucho
plementar acciones donde el programa de sa- dinero desde que vienen con tanta persistencia
lud no sea impuesto, sino compartido? a buscarlos. O cuando se ejecutan tareas para
Cuando hablamos de educación para la par- controlar el vector y no solo no se informa o es-
ticipación comunitaria en los programas de sa- timula a las personas para que intenten una
lud, estamos pensando en la manera cómo es acción, sino que, inclusive, se les imponen li-
posible utilizar los conocimientos de las teo- mitaciones para que puedan realizar alguna
rías de la acción individual y social para lograr acción para controlar el vector. En estos casos,
un cambio en el comportamiento de los indivi- sin decirle nada a la familia, ni a los miembros
duos. La educación es una manera cómo los de comunidad, ni estar estas actividades for-
conocimientos que han derivado de la investi- muladas como educativas, se está diciendo mu-
gación científica son utilizados y puestos en cho y se está dando una educación.
funcionamiento para que el ser humano actúe En algunos casos, como hemos podido ob-
o deje de actuar, es decir, participe, de modo tal servar en el trabajo, les llega mucha informa-
de contribuir al control de las enfermedades. ción a las personas a través de los inspectores
sanitarios o de los obreros que aplican insecti-
cida a las viviendas o caracolicida en un río, y
Siete tesis sobre educación las familias ante el temor de la enfermedad re-
para la participacion accionan y hacen su aporte voluntariamente y
espontáneamente. Pero en otros casos, y la-
Proponemos siete tesis sobre la relación entre mentablemente, por la manera como se orga-
educación sanitaria y participación en salud. niza el programa, se le está diciendo al indivi-
No consideramos que son exhaustivas, pero sí duo que él o ella no puede hacer nada, que el-
importantes para comprender lo que sucede los son poco importantes o incapaces para par-
en esta relación y contribuir a una mejor edu- ticipar en el control de los vectores. Y sin de-
cación y participación de las personas. La pro- searlo ni planificarlo, se está dando una mala
ponemos en forma de tesis para facilitar su educación para la participación.
comprensión y su refutación (Popper, 1981). Tómese el ejemplo de dos familias que ana-
lizamos y que vivían en dos casas de tierra cru-
Tesis I da, de bahareque o pau-a-pique, o cualesquie-
La educación no es sólo lo que se imparte ra que sea el nombre que se le dé a este tipo de
en programas educativos, sino en toda la construcción rural que existe a todo lo largo de
acción sanitaria. América Latina. Una de las casas tenía las pa-
redes frisadas, enlucidas, y la otra no tenía el
Pudiéramos decir que hay dos tipos de educa- revoque, este tipo de acabado que impide su
ción sanitaria. La primera es la formal, es la que colonización por el vector de la enfermedad de
uno se imagina cuando piensa en educación: Chagas y otros insectos; una tenía techo de lá-
una conferencia, un folleto, una película, unas mina de metal y la otra de hoja de palma Al lle-
diapositivas... Pero hay otro tipo de educación gar el programa de viviendas sanas a esta co-
informal que se desarrolla en la acción de to- munidad, y con razones muy justificadas des-
dos los días de los programas de control, que de el punto de vista de la transmisión de la en-
se desarrolla cuando se ejecutan los programas fermedad de Chagas, determina que la casa sin
sanitarios. revoque y con techo de palma es donde hay
Cuando un inspector va a una casa a rea- riesgo de transmisión y, en consecuencia, a esa
lizar una inspección entomológica, transmite familia se le incorpora al programa y se le me-

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


12 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

jora la casa o se le sustituye por otra nueva Tesis II


construída por el programa del gobierno de vi- La ignorancia no es un hueco a ser llenado,
viendas rurales sanitarias. Los dos individuos sino un lleno a ser transformado
tenían la misma condición económica, pero
uno con su esfuerzo, con su trabajo y sus ahor- Existe la creencia general que la ignorancia es
ros, había logrado mejorar su casa. Mientras un hueco que debe rellenarse, pues la gente no
que su vecino, que había malgastado su dinero, sabe y debe saber. La educación se entiende en-
y no había colocado ningún esfuerzo en mejo- tonces como un proceso de transmisión de in-
rar su casa, de pronto, un día aparece que le es- formación en el cual se pretende llenar un hue-
tán mejorando, regalando o dando una vivien- co. Desde una perspectiva global esta corriente
da completa y buena. Las razones epidemioló- ha tendido a pensar la educación sanitaria co-
gicas de la decisión pueden ser muy justifica- mo propaganda sanitaria. En el caso de la pro-
das, pero la enseñanza educativa que se entre- paganda sanitaria se presume que hay una
ga allí es bastante negativa, es que se premia a transmisión de información de un lado lleno
quien no mejora su casa, que es mejor no hacer hacia otro vacío, porque se presume que en el
nada por sí mismo (Briceño-León, 1990). otro lo que existe es una carencia de informa-
Lo que deseamos subrayar es que en todas ción (Freire, 1970).
las acciones que se hacen en un programa de Este tipo de pensamiento considera igual-
control se está generando una acción educati- mente que la acción de los individuos deriva de
va y que, en consecuencia, debe tenerse en una ausencia de conocimientos y es así que se
cuenta la dimensión educativa no-intencional ha formado el modelo que conocemos como
de las acciones cotidianas intencionales que CAP (Conocimientos, Actitudes y Prácticas), que
realizan los programas de salud. sostiene que los conocimientos llevan a las ac-
Es menester insistir: no hablamos de inten- titudes y que las actitudes llevan a las prácticas.
ciones, sino de resultados. El programa puede Según esto, el proporcionar la información,
que tenga muy buenas intenciones, pero los re- cambiarán las actitudes de las personas y, pos-
sultados de su acción pueden ser totalmente teriormente, éstas actuarán distinto.
distintos y no sólo por aquello de que el cami- Pero diariamente tenemos evidencias de
no del infierno está empedrado con buenas in- que esto no es así, que la gente actúa por cosas
tenciones, sino porque es muy claro, desde el mucho más complicadas que las simples infor-
punto de vista de la teoría sociológica, que un maciones. Si se quiere un ejemplo bastante co-
asunto es la intencionalidad de los actores y mún y simple es el de los fumadores, no porque
otros los resultados sociales, muchos de ellos un fumador sepa que el cigarrillo hace daño va
indeseados, que se producen cuando una de- a cambiar de actitud y va a dejar de fumar. Cier-
terminada acción se ejecuta (Boudon, 1979). tamente es posible que esto suceda, pero la ex-
Es por eso que, desde el punto de vista so- plicación del comportamiento es mucho más
cial, deben estudiarse los efectos de las accio- complicada y no existe una relación de causali-
nes y no las intenciones de los actores que las dad necesaria entre la información y la conduc-
ejecutan. Dos conclusiones se derivan de esta ta. Quizá para esto solo basta seguir con el
tesis: una conclusión evidente es que deben es- ejemplo y ver la conducta persistente de los mé-
tudiarse las formas de aplicación de las políti- dicos fumadores.
cas sanitarias en general y ver cuál es el tipo de La ignorancia entonces no es un hueco que
mensaje y cuál es el tipo de acción educativa debe ser llenado. El individuo, presumidamen-
que de allí se desprende. Se trata de una suerte te ignorante, tiene muchos conocimientos, tie-
de investigación operacional pero referida a los ne creencias, tiene opiniones, que uno puede
efectos comunicacionales y educativos de las considerar como “malas”, “tradicionales” o “in-
acciones no intencionalmente comunicacio- correctas”, pero que son las que el individuo
nales ni educativas. Y otra conclusión es que tiene y las que guían normalmente su com-
debe prepararse a todo el personal involucrado portamiento. Recordemos, además, que no
en las campañas sanitarias desde el punto de estamos trabajando con niños, sino con adul-
vista educativo y no exclusivamente a aquellos tos que tienen una perspectiva y una visión
que por su función o su asignación de cargo les general del mundo. Se trata entonces de cono-
corresponda esta tarea. cer cuáles son los conocimientos, las creen-
cias y los hábitos que los individuos tienen pa-
ra poder trabajar sobre ellos e intentar gene-
rar una transformación de los mismos en sa-
beres nuevos, creencias modificadas, hábitos
trocados.

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


EDUCACIÓN SANITARIA 13

El objetivo de la educación en esta perspec- El educador, como agente externo, puede


tiva no es entonces el cubrir el vacío de la igno- motivar, pero si la propia gente no quiere cam-
rancia, sino transformar los llenos cognitivos y biar, no quiere educarse, no se va a lograr nada.
conductuales previamente existentes en el in- Y es por eso que insistíamos en la premisa ini-
dividuo. Por ello es muy importante conocer cial: si alguien no quiere hacer algo por su pro-
los saberes y prácticas previas, pues identificar pia salud, otro no puede hacerlo por él o ella.
con claridad la materia prima sobre la cual se El Gobierno puede gastar millones y más mil-
debe desarrollar el trabajo educativo. Trabajar lones de dinero para intentar generar unas ver-
los saberes que en forma de ideas, de prácticas daderas condiciones sanitarias, pero, si la gen-
o de “habitus” (Bourdieu, 1980) se encuentran te no busca su propia salud, no alcanzará todo
en una población implica una acción crítica, el dinero del mundo para lograrlas, porque lo
pero, al mismo tiempo, respetuosa y solidaria. que se hace con una mano se echa a perder con
la otra. Por eso que es importante la participa-
Tesis III ción de las personas y aquí entramos a la tesis
No hay uno que sabe y otro que no sabe, número cuatro.
sino dos que saben cosas distintas
Tesis IV
Si lo previamente dicho es cierto, hay que asu- La educación debe ser dialógica y
mir entonces que tanto los campesinos o los participativa
pobladores de una comunidad suburbana, co-
mo los técnicos de salud o los científicos inves- Si ambos saben, el proceso educativo es enton-
tigadores, conocen algo sobre el mundo, todos ces un proceso de diálogo entre saberes. Un
conocen. Ciertamente un campesino no sabrá proceso de diálogo en el cual ambos se com-
de entomología, pero conoce bastante sobre prometen a escucharse y transformarse. Pero
los insectos; no sabrá de arquitectura, pero sa- un proceso de diálogo es un proceso participa-
be hacerse su casa; ni tampoco conocerá de teo- tivo y la educación debe ser participativa en sí
ría sociológica pero sabe cómo organizarse pa- misma; no es posible enseñar o inducir a la par-
ra cumplir las faenas y roles de su sociedad. No ticipación sin que el proceso mismo sea parti-
sabe lo que cualquier profesor universitario cipativo, debe haber participación de la comu-
puede conocer, pero ese campesino sabe mu- nidad y de los pobladores en todo momento,
chas cosas acerca de la tierra, las semillas o las incluso, desde el inicio o diseño mismo de los
lluvias; o ese poblador urbano tiene saberes programas.
abundantes sobre construcción, la mecánica o Un programa dialógico y participativo en
los modos de organizarse para sobrevivir sin salud implica que todos actúan por igual, aun-
trabajo o defenderse unas veces de los ladrones que con roles diferenciados. No es que uno
y otras de la policía. Sabe mucho sobre otras manda y otro obedece, que uno diseña y el otro
miles de cosas más de las cuales los universita- aplica. Un proceso participativo implica con-
rios somos completamente ignorantes. frontación de perspectivas y prioridades, tan
El proceso educativo entonces no debe ser legítimas y válidas las del agente de salud como
unidireccional, puesto que si los dos saben, los las de la comunidad. Por lo tanto, la idea de la
dos deben decir algo. El proceso educativo es participación comunitaria como mano de obra
bidireccional y ambas partes generan un com- gratis que ejecuta las decisiones de los ministe-
promiso de transformación de sus propios sa- rios de salud queda completamente excluída.
beres. Cuando decimos transformación de am- Pero también hay que cuidar que este es-
bos lo hacemos en toda su significación. Cuan- píritu dialógico y participativo no se confunda
do uno asume una experiencia de trabajo con tampoco con un sometimiento por parte del
una comunidad, una experiencia de trabajo educador. Una consecuencia no deseada de al-
con pobladores del campo o de la ciudad, re- gunas perspectivas igualitaristas de la educa-
sulta que, al final del proceso educativo, esa co- ción ha sido que, en muchas oportunidades, los
munidad o ese grupo de personas se ha trans- educadores se sienten en una posición total-
formado, pero uno mismo también ha cambia- mente inversa a la que previamente se tenía. Si
do mucho. Las visiones que uno tenía sobre el antes la tónica fue la del magister dixit, luego
mundo, los conocimientos que uno tenía y la se ha ido al otro extremo, en el cual se dice que
manera de entender la vida y las formas como el educador es quien no sabe, y se asume una
uno entiende la sociedad también se cambian, actitud sometida, de aceptación de todo lo que
es decir, uno también se transforma. La educa- dice o hace el “pueblo”. “Porque la comunidad
ción es entonces un compromiso para trans- lo dice, es verdad”, – piensan algunos. Y esto no
formar los saberes y el mundo. debe ser así. Una comunicación participativa y

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


14 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

dialógica no puede fundarse en el predominio ción. Si un individuo cree que va a lograr una
de ninguno de los dos extremos. Todos partici- meta cualquiera, hará un esfuerzo especial por
pan, el educador sanitario, el médico y el cam- obtenerla, pero, si, por el contrario, no cree que
pesino o el poblador urbano aportan sus sabe- pueda lograrla, no hará nada. Estas creencias o
res, sus sesgos y su voluntad. Lo que se ha de expectativas pueden tener un origen infantil
buscar entonces es dialogar e intercambiar, es lejano o ser recientes en los individuos. Pero
intentar confrontar los saberes sin dominación siempre surgen de un aprendizaje social, es de-
y sin sometimiento. cir, de la acción y los mensajes verbales de los
Pero en esta perspectiva es muy importante otros individuos (Seligman, 1975).
la negociación entre las partes. Uno pudiera Las acciones que realizamos todos los indi-
decir que hay tres tipos de participación de las viduos se fundan en una expectativa de futuro.
personas en los programas de salud. Una pri- Cuando iniciamos una acción no podemos sa-
mera que es la aceptación de los programas e ber con certeza cuáles serán los resultados, pe-
instrucciones del personal del Ministerio de Sa- ro siempre hacemos una pre-visión de lo que
lud, pudiéramos llamarla participación pasiva. resultará de nuestro proceder. Y es esta previ-
Aunque si bien es muy difícil considerar la a- sión o expectativa de resultado lo que nos lleva
ceptación como participación propiamente di- a comportarnos de una determinada manera.
cha, debemos reconocer que hay una diferen- Sólo si asumimos que los resultados serán de
cia conductual importante entre el rechazo y la acuerdo con lo deseado daremos inicio a nues-
aceptación de una propuesta de acción sanita- tra actividad; si pensamos que no lo vamos a
ria. Aceptar ya implica un trabajo de coopera- lograr, no lo haremos. Lo particular del com-
ción y diálogo. Sin embargo hay otras dos mo- portamiento radica en que, como no es posible
dalidades que son las que pudiéramos consi- saber con absoluta certeza cuál será el resulta-
derar propiamente participación: la activa, que do real, pues es un evento de futuro, nuestras
no solo acepta sino que toma parte de las ta- decisiones se fundan en las informaciones pre-
reas, las ejecuta con o sin supervisión del per- vias que manejamos y en la confianza que ten-
sonal de salud, pero que es en esencia reactiva, gamos en los resultados esperados. Es decir, en
pues responde a la iniciativa de un agente ex- un juicio interno sobre el mundo real.
terno sea éste el ministerio de salud o una or- En muchas oportunidades, y quizá con muy
ganización no-gubernamental. En este caso la buenas intenciones, las acciones que empren-
comunidad no toma iniciativa ni diseña los den los ministerios de salud en su tarea coti-
programas o si lo hace es en el modo y el mo- diana llevan el mensaje implícito que el indivi-
mento que le asigna el agente externo. Como duo o la comunidad no puede hacer nada por
tercera y última modalidad se encuentra la par- que sólo el ministerio puede controlar la ende-
ticipación que se da cuando es la propia comu- mia. El ministerio es quien puede hacer la ins-
nidad la que toma la iniciativa, cuando es la pección entomológica, es quien puede cono-
comunidad la que diseña el programa de ac- cer de la enfermedad, administrar los medica-
ción y le asigna un rol al ministerio de salud o a mentos, aplicar los insecticidas, mejorar las ca-
cualquier otra agencia gubernamental o no. sas o limpiar los ríos. Cuando se actúa de esta
Son escalas distintas de la participación con manera se está socavando la confianza que los
balances distintos de acción y decisión entre la individuos puedan tener en sí mismos y se está
comunidad y el Ministerio de Salud, entre la eliminando la posibilidad de su participación.
Sociedad Civil o las ONG y el Estado. Lo singu- Si la participación de la comunidad en sa-
lar es que cada una de estas modalidades im- lud es, como dice la declaración de Alma-Ata,
plican de alguna manera un proceso de nego- un deber y un derecho, la meta de la educación
ciación, es decir de diálogo y de compromiso y la acción sanitaria emprendida por el Minis-
entre las partes (Briceño-Leon, 1994). terio de Salud, o por los educadores, debe ser
reforzar la confianza de los individuos en bus-
Tesis V car y lograr una efectiva participación en los
La educación debe reforzar la confianza de programas. Confianza en que cada individuo
la gente en sí misma puede y debe hacer algo para mantener su sa-
lud. Pero es posible que el diseño que se tenga
Hay educadores, al igual que muchos padres, de la acción, por autoritaria o paternalista,
líderes o jefes de familia, que crean con su ac- pueda bien y por el contrario desestimular y
ción y sus palabras confianza en la gente. Y hay obstaculizar la participación.
otros que, a la inversa, generan desconfianza.
Esto es muy importante pues la confianza es
un factor fundamental en el éxito de una ac-

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


EDUCACIÓN SANITARIA 15

Tesis VI La acción educativa debe estar acompaña-


La educación debe procurar reforzar el da de logros y debe estar acompañada de lo-
modelo de conocimiento: esfuerzo-logro gros que se obtengan a través de esfuerzos. Lo-
gros obtenidos a partir de trazarse unas metas
Pero la educación no puede ser sólo verbal. El que el individuo pueda cumplir, metas retado-
logro de la confianza no puede ser sólo un acto ras que signifiquen un estímulo a la inteligen-
de creencia individual, pues si así lo fuese y cia, que no sean tan fáciles como para que sean
contra todas las evidencias externas se mantu- considerados bobaliconas, ni tan difíciles co-
viese la confianza, se estaría cercano de la psi- mo para que puedan inducir al fracaso de an-
cosis. Si se quiere que la gente participe, y ac- temano. Si el individuo trabaja, participa y ob-
túe, debe creer que su acción va a tener un re- tiene logros, se refuerza así su idea conectiva
sultado, si no ¿para qué lo va hacer? Ahora del esfuerzo y el logro. Él aprende que puede
bien, lo que derivado de la tesis anterior sería hacer algo por su propia salud, aprende con
un refuerzo de tipo verbal se convierte ahora hechos. Aprende que el trabajo puede llevar a
en un refuerzo de tipo práctico: la gente tiene logros y que su acción puede llevarle satisfac-
que creer que su acción va a tener unos resul- ción y salud (Romero García, 1985).
tados, pero los resultados deben verdadera-
mente existir (Rotter, 1966). Tesis VII
Hay un ya clásico ejemplo de este tipo de La educación debe fomentar la
conexión. Imaginemos una persona que llega a responsabilidad individual y la cooperación
un edificio, toca el botón del ascensor porque colectiva
presume que se va a abrir la puerta y aparece el
ascensor, pero esto no sucede, espera cinco mi- La participación comunitaria no debe signifi-
nutos, diez minutos más y, luego, como su ac- car una disolución de la responsabilidad indi-
ción de llamar al ascensor no tiene resultados, vidual, al contrario, una buena política de estí-
decide irse por la escalera. El segundo día repi- mulo a la participación debe fomentar el inte-
te la misma operación y el ascensor tampoco rés y el compromiso de cada individuo como
llega. El tercer día quizá todavía repite la misma persona con las metas de salud.
operación. Pero ya el cuarto día no presiona el Pero la acción individual no es tan difícil de
botón para llamar al ascensor, sino que se va di- obtener, pues es posible relacionar lo que se
rectamente por las escaleras. La relación que hace con los beneficios obtenidos, difícil es lo-
existía, en su conocimiento previo, que su ac- grar la acción colectiva donde los beneficios se
ción sobre el botón iba a tener unos determi- diluyen entre todo un conglomerado de perso-
nados resultados fue extinguiéndose; puesto nas, y quien participa y se esfuerza puede ob-
que la reiteración de esa acción no se conecta- tener las mismas ventajas del saneamiento am-
ba con el resultado esperado. Esta escisión en- biental que quien nada o muy poco ha hecho
tre esfuerzo y logro es muy común en todas las (Olson, 1965).
comunidades pobres rurales o urbanas de Amé- Hay, al menos, dos tipos posibles de parti-
rica Latina. cipación comunitaria: una participación indi-
En general ésta no-conexión tiene como ori- vidual-familiar y una participación colectiva.
gen el hecho histórico que se desarrollan accio- Desde esta perspectiva entonces la participa-
nes que nunca se han convertido en logros, que ción comunitaria no significa per se acción co-
nunca lograron lo propuesto. Es decir que hu- lectiva, significa que es una acción llevada a ca-
bo esfuerzo pero no logros, es éste quizás uno bo por la sociedad civil como algo distinto de
de los profundos orígenes del conformismo en la acción llevada a cabo por el Estado a través
América Latina. Pero existe también una moda- de los ministerios de salud o algún otro orga-
lidad distinta, un tipo de separación diferente y nismo que emplea personas para realizar ta-
que se ha dado en algunas sociedades que han reas de salud. El hecho de ser individual o co-
tenido abundantes recursos, como sucedió en lectiva es importante, como veremos, para o-
el pasado en Venezuela, y es que la gente obtie- tras dimensiones de la participación, pero no
ne logros, sin esfuerzos, obtiene resultados sin para su carácter comunitario.
haber emprendido acciones previas, los progra- La participación individual-familiar puede
mas sociales o sanitarios, por razones populis- ser, como su nombre lo refiere, una acción lle-
tas o corruptas, ofrecían beneficios que las po- vada a cabo por una persona o por un grupo fa-
blaciones no habían solicitado, no esperaban y, miliar que tiene intereses comunes. En este ca-
muchas veces, tampoco valoraban. En ambos so la relación entre la actividad ejecutada y los
casos se rompe la relación causal esfuerzo y lo- beneficios obtenidos es directa y no se com-
gro, aunque por medios muy distintos. parten inmediatamente con otros individuos o

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


16 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

familias. En la participación colectiva la acción obteniendo iguales beneficios. De acuerdo a


es llevada a cabo entre un conjunto de indivi- esta lógica, un actor racional colocado en estas
duos, pero no existe una relación restrictiva circunstancias debería optimizar su beneficio
entre la acción ejecutada y los beneficios logra- comportándose de manera no-participativa, es
dos, puesto que éstos son de carácter público o decir, no haciendo nada, pues tendría cero cos-
colectivo y no es posible discriminar entre quie- to y algún beneficio, o cero costo y cero benefi-
nes participaron en su consecución y quienes cio. Pero, acontece que, si todos hacen lo mis-
no lo hicieron. mo, es decir nada, también nada obtendrán, y
En el caso de la participación individual- la escuela nunca será construída.
familiar se requiere de un aumento de la res- La única manera de superar esto es a partir
ponsabilidad individual y, si así se desea ver, del fomento de la solidaridad y de la acción vo-
del individualismo. Cada quien debe sentirse luntaria y generosa por un ideal de bienestar
más obligado en el logro de sus propias metas colectivo que no puede estar basado en el cál-
de bienestar y salud. Pero aquí es evidente que culo del actor racional. Y esto sucede y mucho
si la persona no lo hace no va a obtener ningún entre las comunidades pobres; quizá, pudiéra-
beneficio. Un ejemplo muy claro de esto es el mos decir un tanto psicoanalíticamente, por-
mejoramiento de la vivienda para la protección que procuran dar lo que no tienen.
de la enfermedad de Chagas o de la malaria, o La acción educativa aquí tiene un doble pro-
el uso de mosquiteros impregnados. Si la per- pósito: hacer énfasis en el individuo y en su
sona interviene y logra mejorar su casa o utili- responsabilidad individual, hacer énfasis en la
za el mosquitero durante las noches, va a te- relación que existe entre lo que él o ella haga y
ner una nivel de satisfacción y de beneficio de lo que pueden obtener para su propio benefi-
salud inmediato; si no lo hace, no obtendrá el cio. Pero, al mismo tiempo, desarrollar los me-
beneficio. Es posible calcular que a partir su canismos de cooperación y de construcción de
acción individual puede existir un beneficio solidaridad que puedan hacer posible lo que,
marginal aportado a los otros, pues su casa ten- de acuerdo a las premisas del actor racional, no
drá menos triatominos, que dificultaran la e- es factible: la acción colectiva (Glazer & Huber-
xistencia de los mismos en la zona, o los anófe- man, 1993).
les que mueren al entrar en contacto con su
mosquitero, ya no podrán ir a picar a su vecino
que no usa mosquitero, pero éste es un benefi- A manera de conclusion
cio realmente marginal, el grueso del beneficio
es al individuo o la familia que ejecuta la ac- No hay entonces actores privilegiados en la lu-
ción. Por esto la educación sanitaria debe fo- cha por la salud, hay unos que saben más,
mentar ese sentido de responsabilidad indivi- otros que saben menos. Hay unos que tienen
dual que lleve a obtener sus propios logros sa- más responsabilidades y otros que tienen me-
nitarios. nos; hay unos a quienes les pagan, y hay otros
Pero al mismo tiempo debe fomentar la so- a quienes no les pagan, pero todos son respon-
lidaridad, pues si no se convierte imposible la sables del logro de la salud para todos.
participación en obras que sean de carácter co- La educación como arte de usar los conoci-
lectivo. La limpieza de un río, la construcción mientos implica un trabajo que debe delibera-
de un acueducto o de una escuela son obras de damente buscar la participación de los indivi-
uso colectivo donde no es posible – o al menos duos para así lograr y poder sostener las metas
nada sencillo – diferenciar entre quienes con- de salud. Para hacerlo, es necesario conocer al
tribuyeron a su realización y quienes no. Si una ser humano y sus circunstancias y buscar con-
comunidad convoca a reuniones para deman- tar con él o ella para todas las acciones de salud.
dar al gobierno local la instalación de la escue- La educación no puede modificar muchas
la, y posteriormente solicita para que se contri- de las condiciones objetivas, pero si puede lo-
buya con algo de dinero y una buena dosis de grar cambiar la manera como los individuos
trabajo los fines de semana para la construc- encaran las condiciones objetivas. Su acción
ción del local, algunos irán, aportarán y traba- puede ser, intencionalmente o no, positiva en
jarán, otros no. Sin embargo, cuando la obra es- el sentido de favorecer la participación y la res-
té construída, todos podrán enviar sus niños a ponsabilidad individual, o negativa en el senti-
la escuela: los hijos de quienes participaron y do de incentivar la pasividad.
los hijos de quienes no lo hicieron. La lógica Debemos entonces tener conciencia clara
de la acción colectiva es aquí perversa, pues que, sólo con un pueblo trabajando activamen-
quienes no participaron fueron los más benefi- te y con conciencia, es posible hacer realidad
ciados, pues no tuvieron ningún costo y están la idea de salud para todos en el año 2.000. Y

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


EDUCACIÓN SANITARIA 17

que la educación sanitaria puede contribuir a máquinas, es el ser humano, es una sociedad
eso si toma en consideración las siete tesis que forjándose un destino conforme a sus valores,
hemos postulado (Briceño-Leon, 1993a). a sus gustos y a sus posibilidades históricas
Venezuela y los países petroleros enseñan (Briceño-León, 1991).
algo en el mundo. Se cuenta que poco después La salud tampoco se compra con dinero.
del aumento de los precios del petróleo de Con dinero se podrán comprar medicinas, pe-
1973, el Rey Faisal llamó a su Ministro árabe ro no la salud. Por supuesto que cualquier pro-
para preguntarle qué podían hacer con tanto grama sanitario requiere de finanzas, pero las
dinero que les llegaba de la exportación del pe- finanzas no van a garantizar la salud de una co-
tróleo. Su Ministro, muy lacónico, le respondió: lectividad. Es la respuesta imaginativa de los
Majesty, Money can buy everything. trabajadores de la salud y de la comunidad, es
En Venezuela nosotros también creímos el compromiso y el aporte de todos lo que pue-
eso, creímos que se podía comprar todo, que se de lograr y sostener las metas de salud. Y es allí
podía comprar hasta el desarrollo, pero no es donde la educación para la participación co-
así. Pudimos comprar objetos, pero no el de- munitaria cumple un rol fundamental e insus-
sarrollo. Porque el desarrollo no es dinero, ni tituible.

Referencias

BOUDON, R., 1975. La Logique du Social. Paris: Ha- ITURRASPE, F., 1986. Participación, congestión y au-
chette. togestión en América Latina. Caracas: Editorial-
BOUDON, R., 1979. Effects Pervers et Ordre Social. Nueva Sociedad.
Paris: Presses Universitaires de France. MARX, K., 1971. Elementos Fundamentales para la
BOURDIEU, P., 1980. Le Sens Pratique. Paris: Les Edi- Crítica de la Economía Política. (Borrador) 1857 –
tions de Minuit. 1858. Tomo I. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.
BRICEÑO-LEON, R., 1990. La Casa Enferma. Caracas: OLSON, M., 1965. The Logic of Colective Action. Har-
Fondo Editorial Acta Científica Venezolana y Con- vard: Harvard University Press.
sorcio de Ediciones Capriles. POPPER, K., 1967. La Sociedad Abierta y sus Enemi-
BRICEÑO-LEON, R., 1991. Los Efectos Perversos del gos. Tomo II. Buenos Aires: Paidos.
Petróleo. Caracas: Fondo Editorial Acta Científica POPPER, K., 1981. Conjectures and Refutations. The
Venezolana y Consorcio de Ediciones Capriles. Growth of Scientific Knowledge. London: Rou-
BRICEÑO-LEON, R., 1993a. Social aspects of Chagas tedge and Kegan Paul.
disease. in: Knowledge, Power and Practice the ROMERO GARCIA, O., 1985. Motivando para el Tra-
Anthropology of Medicine and Everyday Life (S. bajo. Caracas: Cuadernos Lagoven.
Lindebaum & M. Lock., Ed.), pp.287-300. Berke- ROTTER, J. B., 1966. Generalized expectatives Inter-
ley: University of California Press. nal Versus External Control of Reinforcement In:
BRICEÑO-LEON, R., 1993b. Salud no-rentista y post Psychological Monographs General and Applied.
moderna para el desarrollo humano. Cuadernos (Kimble A., Ed.) pp.1-28. Vol. 80, no 609. The
Médico – Sociales, 64:73-80. American Psychological Association.
BRICEÑO-LEON, R., 1994. Retos y problemas para SELIGMAN, M. E. P., 1975. Helplessness: on Depresion
alcanzar la participación comunitaria en el con- Development and Death. San Francisco: Free-
trol de las Enfermedades Tropicales. Fermentum, man.
8-9:165-176. SERVICE, M. W., 1993. Community participation in
BRICEÑO-LEON, R. & PINTO DIAS, J. C., 1993. Las vector borne disease control. Annals of Tropical
Enfermedades Tropicales en la Sociedad Contem- Medicine and Parasitology, 87:223-234.
poránea. Caracas: Fondo Editorial Acta Científica STRMISKA, Z., 1979. Les Modes de Production en So-
Venezolana y Consorcio de Ediciones Capriles. ciologie. La dialectique et les dialectiques. Paris:
FREIRE, P., 1970. La Concientización. Caracas: Insti- Centre D’Ethnologie Sociale en Psychosociologie.
tuto Agrario Nacional. STRMISKA, Z., 1985. Théories de L’action et Status des
GILLET, J. D., 1985. The behaviour of Homo sapiens, Acteurs. Paris: Centre D’ Ethnologie Sociale et
the forgothen factor in the transmission of tropi- Psychosociologie.
cal disease. Transactions of the Royal Society of VILLARROEL, G., 1993. Tres dimensiones de un mo-
Tropical Medicine Hygiene, 79:12-20. delo conceptual alternativo en educación para la
GLAZER, N & HUBERMAN, B. A., 1993. The outbreak Salud. In: Las Enfermedades Tropicales en la So-
of cooperation. Journal of Mathematical Sociolo- ciedad Contemporánea (R. Briceño-León & J. C.
gy, 17:281-302. Pinto Dias, coord.) pp.81-95. Caracas: Fondo Edi-
HIELSCHER, S. & SOMMERFELD, J., 1985. Concepts torial Acta Científica Venezolana.
of illness and the utilization of health-care serv- WEBER, M., 1969. La Etica Protestante y el Espíritu del
ices in a rural Malian village. Social Science & Capitalismo. Barcelona: Península.
Medicine, 21:469-481.

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


18 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

Debate sobre el articulo de Briceño-León cientização e correspondente ação de incenti-


Debate on the paper by Briceño-León vo à participação das comunidades em progra-
mas ampliados de melhoria das condições ge-
rais de vida e não meramente de prevenção e
controle de determinadas doenças.
Frente a tais considerações, reitero a perti-
nência da análise empreendida por Briceño-
León, à qual acredito ter tão somente uma con-
tribuição complementar, através do recorte de
minhas pesquisas voltadas prioritariamente
Virgínia T. Schall A trajetória da educação em saúde reflete um para crianças e jovens, escolares de primeiro
processo de transformação, permeado por li- grau. Embora o próprio autor afirme estar se
Laboratório de Educação mites e manipulação política de sua prática, o referindo a educação de adultos, como escre-
Ambiental e em Saúde, qual se faz presente na própria nomenclatura ve: “Recorden además, que no estamos traba-
Departamento de Biologia,
Instituto Oswaldo Cruz, desta área, denominada na segunda metade do jando con niños, sino con adultos que tienen
Fiocruz, Rio de Janeiro, século XIX de “educação higiênica” (hygiene una perspectiva y una visión general del mun-
Brasil.
education), com ênfase nos determinantes bio- do”, considero as teses propostas válidas tam-
lógicos da doença associada à revolução bacte- bém para o trabalho com as crianças e jovens.
riana, passando à “educação sanitária” (sani- Em relação a algumas das grandes endemias,
tary education), nos anos 20, com o desenvol- como no caso da esquistossomose, as crianças
vimento da Saúde Pública, enfatizando proces- e jovens representam uma parcela expressiva
sos de prevenção, mas ainda norteada por uma em termos de prevalência, merecendo a aten-
orientação comportamentalista e finalmente à ção dos educadores. Entretanto, tanto progra-
“educação em saúde” (health education), já in- mas educativos quanto os de saúde e controle
corporando os aspectos sócio-econômico-cul- de endemias nem sempre desenvolvem ações
turais, como assinala Rosenstock (1990). As- específicas para esse subgrupo da população
sim, a atual educação em saúde interpreta os que merece ser considerado em em suas espe-
processos de saúde e doença a partir de refe- cificidades e como agentes potenciais de trans-
renciais múltiplos e privilegia práticas partici- formações sociais, agindo no presente, influen-
pativas, considerando que educadores e popu- ciando suas famílias, ou atuando como cida-
lação têm saberes complementares, sendo par- dãos que delinearão os rumos do futuro.
ceiros na luta por melhores condições de vida, Assim, em cerca de 12 anos de pesquisa,de-
transpondo os limites da ação sanitária para al- senvolvimento, implementação e avaliação de
cançar uma ação social transformadora, com- estratégias e materiais educativos voltados pa-
prometida com a promoção da saúde e o bem- ra a promoção da saúde, a prevenção de doen-
estar geral. ças e a preservação do ambiente, tendo como
Nesse sentido, o artigo de Briceño-León se alvo os escolares de primeiro grau, tenho cada
inscreve como uma sistematização necessária vez mais convicção nos princípios norteadores
e esclarecedora sobre a transformação que vem propostos pelo autor. A experiência advinda
ocorrendo no campo da educação em saúde dessas pesquisas conduziu-me a uma trajetó-
nas últimas décadas, ampliada pela incorpora- ria que foi sendo ampliada, a partir de um tra-
ção dos conhecimentos das Ciências Sociais, balho, primeiramente restrito à prevenção de
e que reflete e retroalimenta o próprio movi- uma endemia (esquistossomose – Schall et al.,
mento social comprometido com uma demo- 1987, 1993) até as propostas atuais que privi-
cracia orientada para a liberdade individual, a legiam a promoção da saúde, a valorização de
solidariedade e a igualdade social, o que requer si mesmo, dos outros e do ambiente (Schall,
participação e um processo contínuo de cons- 1995; Schall & Struchiner, 1995). Esta perspec-
cientização. tiva busca a integração entre os aspectos afeti-
Esta transformação implica no questiona- vos e subjetivos da criança (estimular o desen-
mento e a superação: (1) do predomínio de as- volvimento da compreensão das próprias dis-
pectos médicos e biológicos nas explicações posições afetivas, tendências e limites, de mo-
dos processos de saúde/doença, que, à luz da do a construir uma atitude reflexiva e respon-
sociologia e da antropologia médica, passaram sável diante das decisões ao longo da vida) e o
a ser encarados como fenômenos complexos, desenvolvimento do que denomino responsa-
incluindo aspectos sociológicos, econômicos, bilidade sócio-ecológica (uma atitude de consi-
culturais e ambientais; (2) das relações vertica- deração crítica e consciente quanto aos pró-
lizadas e autoritárias dos programas de saúde e prios deveres e direitos, os dos demais e em re-
controle de doenças, substituídos pela cons- lação à natureza).

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


EDUCACIÓN SANITARIA 19

Se já demos um grande passo, sistematizan- liação de um programa relativo à esquistossomo-


do os caminhos e ações adequadas à educação se. Revista do Instituto de Medicina Tropical de
em saúde, necessário e urgente se faz torná-los São Paulo, 35:563-572.
SCHALL, V. T. & STRUCHINER, M., 1995. Educação no
exeqüíveis. Assim, gostaria de reiterar aqui a
Contexto da Epidemia de HIV/AIDS: teorias e
importância da literatura infantil na educação Tendências Pedagógicas. In: AIDS: Pesquisa So-
em saúde para crianças, através de uma estra- cial e Educação (D. Czeresnia, E. M. Santos, R. H.
tégia transdisciplinar que permite mobilizar a S. Barbosa & S. Monteiro, orgs.). São Paulo: Huci-
afetividade dos alunos e o seu envolvimento tec/Rio de Janeiro: Abrasco.
pessoal, contribuindo para uma participação
mais ativa e subjetiva no assunto focalizado,
como também para promover situações de in-
tercâmbio muito fecundas, motivando a busca
de soluções coletivas para os problemas abor-
dados. Além disso, favorece a expressão da ima-
ginação criadora e, respectivamente, “a perspec-
tiva da construção do sujeito que apreende, re-
flete, reconstrói a si próprio e suas relações com Brani Rozemberg A importância do texto “Siete Tesis sobre la
o mundo”, como assinala Burnham (1994:11). Educación Sanitaria” é indiscutível, mapeando
Como afirma a autora: Laboratório de Educação e sinalizando questões com as quais todos nós
Ambiental e em Saúde,
“Desconhecemos a importância da imagem, nos deparamos no trabalho educativo e dan-
Departamento de Biologia,
da fantasia, do sonho em vigília na construção Instituto Oswaldo Cruz, do voz às nossas inquietações e descobertas. O
do sujeito humano e, portanto, não lhes damos Fiocruz, Rio de Janeiro, cuidadoso tratamento dado pelo autor ao tema
Brasil.
lugar nas atividades curriculares. E ainda as- da educação voltada para a participação comu-
sim bradamos que estamos formando a cidada- nitária é muito bem-vindo, considerando-se a
nia...” (Burnham, 1994:12). superficialidade com que são tradicionalmente
Assim, ao planejar a educação em saúde, abordadas (quando o são!) as questões relati-
seja na escola ou em programas para crianças, vas ao elemento humano no âmbito das ações
é preciso dar lugar à expressão afetiva, à refle- de controle de endemias. Cabe-nos parabeni-
xão e à constituição da subjetividade, no sen- zar e agradecer ao autor pela clareza e precisão
tido de possibilitar à criança construir a sua com que sistematizou tais questões num texto
identidade como pessoa e indivíduo social, em que já está sendo utilizado e ao qual se refere
consonância com um projeto de sociedade em antes mesmo de sua publicação.
que a qualidade de vida (e a saúde) dos que a A meu ver o maior mérito do artigo do prof.
compõem seja discutida e transformada para Briceño-León está em explicitar uma preocu-
melhor. pação legítima com questões éticas funda-
mentais relativas à interação entre profissio-
BURNHAM, T. F., 1993. Complexidade, multireferen- nais de saúde e população. Tal preocupação éti-
cialidade, subjetividade: três referências polêmi-
ca fundamenta-se em exemplos da experiência
cas para a compreensão do currículo escolar. Em
Aberto, 12:3-13.
de campo: este lugar privilegiado de onde ela
ROSENSTOCK, I. M., 1990. The Past, Present, and Fu- emerge, ou seja, da prática do relacionamento
ture of Health Education. In: Health Behavior and com a população.
Health Education: Theory, research and practice É no campo, na lida interativa, que somos
(K. Glanz, F. M. Lewis, B. K. Rimer, eds.) pp. 405- levados a confrontar nossos ideais, demandas
420. San Francisco: Jossey-Bass Inc. e expectativas com as do outro, o que nos leva
SCHALL, V. T., 1995. Education, public information,
a rever não apenas conteúdos, métodos e es-
and communication in schistosomiasis control in
Brazil: a brief retrospective and perspectives. Me- tratégias, mas a nós mesmos, questionando pa-
mórias do Instituto Oswaldo Cruz, 90:229-234. ra quê e para quem trabalhamos. No campo,
SCHALL, V. T., JURBERG, P.; BORUCHOVITCH, E.; transformar em ocupação ética. Ou então ela
FÉLIX-SOUSA, I. C.; ROZEMBERG, B. & VASCON- não se transforma: esvazia-se ou cristaliza-se
CELLOS, M. C., 1987. Health education for chil- em uma mímica qualquer que não deve ser
dren: Developing a new strategy. Proceedings of
chamada de educação.
the Second International Seminar on Misconcep-
Não quero dizer, evidentemente, que todo
tions and Educational Strategies in Science and
Mathematics.Vol. II. pp. 390-403. Nova York: Cor- compromisso com uma ética de valores seja ex-
nell University. clusividade do trabalho de campo, mas sim que,
SCHALL, V. T.; GOMES DOS SANTOS, M.; PINTO- na riqueza desta interação com a população –
DIAS, A. G. & MALAQUIAS, M. L., 1993. Educação no ato de escutar, praticar, decidir, responsabi-
em saúde em escolas públicas de primeiro grau lizar-se, rever-se – o apelo ao engajamento é
da periferia de Belo Horizonte, MG, Brasil. I. Ava-
definitivo. Se é isso, o engajamento, o que de-

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


20 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

sejamos para o outro ao promovermos a edu- nopólio e todo o privilégio de educar, fazendo-
cação para a participação comunitária, con- se deste “lugar do educador” o que ele em rea-
vém que o conheçamos nós mesmos: o signifi- lidade já é: o lugar de todos nós. A esse respei-
cado da participação. Invocamos aqui a idéia to, Gadotti (1982) nos fala da reconquista, por
da participação enquanto partilha, como arte cada um, por cada família, por cada grupo so-
de repartir o mundo com o outro, o que certa- cial, do poder de educar-se, da reconquista pe-
mente exige muito mais do que uma economia lo “profano” do seu poder e de sua capacidade
distributiva, exige uma partilha do coração (Ga- de se curar, de educar-se a si mesmo junto com
dotti, 1982). o outro e por intermédio do mundo, como sen-
Como contribuição a este debate sugerimos do a tarefa mais urgente da educação atual.
o aprofundamento da reflexão sobre a tese de
número 1: “La educación no es solo lo que se GADOTTI, M., 1982. A Educação Contra a Educação.
Rio de Janeiro: Paz e Terra.
imparte en programas educativos, sino en toda
ROZEMBERG B., 1995. A Intransparência da Comuni-
la acción sanitaria”. Com ela o autor amplia o cação:crítica teórico-metodológica sobre a intera-
universo da “tarefa educativa” para além da “ta- ção do saber e das práticas médicas e a experiên-
refa educativa intencional”, concluindo pela cia das populações de área rural endêmica de es-
necessidade de “se preparar para a tarefa edu- quistossomose. Rio de Janeiro: Tese de Doutora-
cativa, todo o pessoal envolvido em campanhas do, Escola Nacional de Saúde Pública/Fiocruz.
sanitárias e não apenas aqueles a quem, por sua
função ou atribuição específica, corresponda es-
ta tarefa”.
Acreditamos que esta primeira tese situa e
contextualiza as teses subseqüentes, porque é
nela que se define o quem da educação, o quem
da aprendizagem e do conhecimento. Com a
primeira tese, todas as demais questões traba-
lhadas no texto do prof. Briceño-León – como
a do reconhecimento de saberes distintos, a do Maria Cecília de Em diálogo com o autor:
caráter dialógico da educação comprometida, Souza Minayo Briceño-León nos presenteou, mais uma vez,
a do reforço à auto-confiança, responsabilida- com uma profunda e comprometida reflexão
de e solidariedade – passam a nos envolver a Escola Nacional de que o caracteriza como Cientista Social da área
Saúde Pública, Fiocruz,
todos, e não apenas aos especialistas que cha- de saúde. As sete teses sobre “Educação Sanitá-
Rio de Janeiro, Brasil.
mamos de “educadores”. ria para a Participação Comunitária” descem a
Esta me parece uma questão crucial, pelo fundo o poço onde jorra o líquido saciante da
que a abordei em meu trabalho de doutora- interrelação humana e da comunicação de sig-
mento (Rozemberg, 1995), onde analiso algu- nificados. Espaço de trocas simbólicas, a edu-
mas distorções e mistificações no entendimen- cação, para um antropólogo como ele, trans-
to popular da transmissão da esquistossomose, cende e supera os cânones da transmissão de
alimentadas pela observação da atuação dos conhecimento e os ritos normativos da buro-
guardas sanitários envolvidos nos programas crática intervenção social.
de controle da esquistossomose. As práticas de O autor mostra muito bem – fruto de sua
controle, exóticas do ponto de vista da popula- experiência – o quanto é importante, no pro-
ção, são muito pouco estudadas no que tange cesso educativo, conhecer o ser humano, con-
às suas repercussões no universo das comuni- tar com o ser humano e entender a sua lógica
dades onde ocorrem. O discurso e as práticas própria de pensamento e ação.
de atendimento médico, da mesma forma, mo- Das suas sete teses, as três primeiras são ne-
delam de forma poderosa o pensamento social gativas e críticas. As quatro últimas são propo-
sobre saúde e doença, e portanto urge que os sitivas. O autor denuncia o fracasso da pedago-
atores sociais envolvidos compreendam como gia impositiva; os modelos de investigação e
sua a tarefa educativa que, bem ou mal, já de- ação fundamentados na idéia de que o outro
sempenham. Não para que se sobrecarreguem faz tal coisa “errada” porque é ignorante. Reali-
com novas exterioridades – instituições, titula- za uma crítica relevante ao modelo investigati-
ções – mas para conscientização e aprimora- vo americano denominado CAP (Conhecimen-
mento da qualidade do ato educativo que já se to, Atitudes e Práticas), importado ingenuamen-
está produzindo no seu encontro com o outro. te para nossa realidade. Por fim, chama aten-
Levada às suas últimas conseqüências essa ção para o tipo de educação unidirecional.
tese implica, não a formação de novos especia- Propõe, ao contrário do que questiona aci-
listas em educação, mas abolir-se todo o mo- ma, uma educação dialógica e participativa,

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


EDUCACIÓN SANITARIA 21

que reforce a confiança da população em si desiguais. O desafio é abarcar hoje, na análise,


mesma; que utilize o modelo pedagógico esfor- o mundo real, e de grave interferência social,
ço-resultado a partir de metas passíveis de se- da informação, da informática e da comunica-
rem conquistadas e, por fim, o fomento da res- ção. E nem nos adianta apelar para o argumen-
ponsabilidade individual e da cooperação. to de que na área rural não é assim; qualquer
Nada há a reparar na resposta do Dr. Brice- canto de nosso hemisfério está hoje atingido
ño-León e até sua proposta me reafirma uma pelo raio do rádio, da televisão, do jornal, do ví-
definição que venho usando a partir de um do- deo e do computador.
cumento de sanitaristas americanos sobre o
futuro da saúde pública: “Saúde Pública é aqui-
lo que uma sociedade faz para ser e se manter
saudável”.
Ou seja, neste sentido, a educação sanitária
ultrapassa o conceito médico para ser um fe-
nômeno de socialização de ampla dimensão
que abrange, como atores, todos os segmentos
de uma dita comunidade. A Saúde Pública se
torna assim um conceito de consciência coleti- Adriana Mohr A questão principal proposta pelo autor – edu-
va que estabelece formal e informalmente pa- cação em saúde – é oportuna e de extrema im-
drões e parâmetros de sanidade, de qualidade Departamento de portância para a saúde pública, justificando
Ciências Biológicas,
de vida, de dor, de sofrimento, de tolerância, de plenamente a discussão e a volta a um tema
Escola Nacional de
definição de doença, de morte e de terapeutas. Saúde Pública, Fiocruz, que não é novo, nem desconhecido. No comen-
O que tentarei discutir ao ler o artigo do Dr. Rio de Janeiro, Brasil. tário que se segue, não analisarei o texto de
Briceño é o que para Áurea Pitta, em seu artigo Briceño-León com relação à correção ou perti-
“Sobre os Campos de Saúde e Comunicação” nência de alguns conceitos (tanto biológicos,
(1995), ainda inédito, chama atenção: “necessi- quanto educacionais) utilizados. É minha in-
dade de tomar em sua totalidade os processos tenção, a partir do texto do autor, propor al-
discursivos oferecidos à população dentro de guns pontos de reflexão.
uma matriz significante sobre a construção das Apesar da importância crescente que vem
representações sociais e da própria realidade sendo atribuída à educação em saúde e seu pa-
social e da saúde, que não podem ser analisa- pel crucial nos programas e ações de saúde,
das de forma linear”. Ou seja, a relação peda- há, ainda, muito a ser feito para que as ativida-
gógica no campo da saúde inclui informações, des educacionais nesta área tenham resultados
relações e ações exemplares freqüentemente mais satisfatórios e eficazes.
contraditórias. Mas também envolve o campo Na grande maioria dos casos, os projetos e
ampliado da mídia e da comunicação “lato sen- ações de saúde e suas respectivas ações educa-
su”, onde se conformam e se expressam políti- cionais são concebidos e desenvolvidos por es-
cas institucionais e empresariais e seus inves- pecialistas com escassa preparação e compe-
timento em visibilidades e silêncios e em te- tência na área educacional. Ainda é muito co-
mas comercial e politicamente rentáveis. As- mum a crença de que para fazer educação bas-
sim, além do biológico, do psicológico e do so- ta o conhecimento do que se quer ensinar e um
cial (enquanto condições de produção e re- pouco de prática. Sem dúvida, estes são neces-
produção “stricto sensu”), saúde e doença são sários, mas não suficientes. A questão educa-
construídas pelo sistema de representações e cional envolve, além do domínio dos conheci-
práticas simbólicas, com destaque especial pa- mentos específicos, aspectos psicológicos, so-
ra a Mídia com seu poder de interferir na pró- ciológicos e cognitivos que devem ser conside-
pria realidade. rados com a seriedade e a profundidade que
É importante ampliar o marco referencial sua complexidade exige.
da Educação em Saúde para não incorrermos Dentro desta premissa de especificidade do
no risco de nos curvarmos à razão instrumen- conhecimento necessário às ações educacio-
tal que busca “substituir o público relutante nais, gostaria de chamar a atenção para dois
por público ativo” através de técnicas de rela- pontos em especial: as concepções (ou repre-
ções interpessoais exercidas por profissionais sentações) dos indivíduos sobre assuntos rela-
de ponta, com estratégias de persuasão. cionados à saúde e a problemática da transpo-
Ou seja, minha preocupação aqui é enten- sição didática.
der que a tarefa da saúde pública é muito maior, Há muito se sabe que a simples transmis-
embora inclua relações interpessoais cuidado- são da informação, quase sempre, muito pou-
sas, respeitosas e realmente de troca, ainda que co ou nada significa para o receptor. Para que

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


22 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

um conhecimento seja significativo, ele deve (que se avaliem errados) por outros julgados
ser reelaborado pelo indivíduo, que rearranja, corretos. O objetivo último da ação educacio-
então, seu repertório de conceitos e informa- nal deve ser o de possibilitar e instrumentar ca-
ções com os quais dá sentido aos acontecimen- da indivíduo com conhecimentos básicos e fer-
tos e situações e orienta sua ação. Tal mecanis- ramentas que lhe permitam buscar novos, para
mo está longe de ser simples: nele influenciam, que ele próprio seja capaz de escolher compor-
além dos aspectos cognitivos do indivíduo e da tamentos e caminhos a seguir.
natureza do conhecimento propriamente dito, Ao longo das sete teses, o autor mostra a
fatores de ordem familiar, social, religiosa e complexidade do tema e aponta alguns cami-
afetiva, dentre outros. Rozemberg (1994) abor- nhos. Creio que o desafio primeiro que se colo-
da a questão com relação à esquistossomose. A ca para quem trabalhe na área, não seja a ime-
pesquisa em ensino de ciências, em especial, diata implementação de ações educacionais
tem dedicado grande importância às concep- relacionadas à saúde, e sim uma sólida prepa-
ções dos alunos e sua influência no ensino. Se- ração para colocá-las em prática. Não é mais
ria interessante que se dispusesse igualmente possível continuarmos a encarar amadoristica-
de estudos específicos sobre as concepções li- mente a educação em saúde, precisamos reco-
gadas à saúde, ainda em pequeno número se nhecer a necessidade de (grande e específica)
comparados às ciências naturais em geral (físi- competência para enfrentá-la.
ca, química e biologia). Uma interessante revi-
são crítica destes estudos na última década po- ASTOLFI, J. P. & DEVELAY, M., 1991. A Didática das
Ciências. Campinas: Papirus Editora.
de ser encontrada em Gil-Pérez (1994). Pfundt
GIL-PÉREZ, D., 1994. Diez años de investigación en
& Duit (1994) fazem um extenso levantamento didáctica de las ciencias: realizaciones y perspec-
sobre os trabalhos disponíveis. tivas. Enseñanza de las Ciencias, 12:154-164.
A transposição didática é um conceito uti- PFUNDT, H. & DUIT, R., 1994. Bibliography: Students’
lizado em didática das ciências que auxilia a alternative frameworks and science education.
compreensão e execução do processo de trans- IPN – Institute for Science Education at the Uni-
formação dos conhecimentos de campos es- versity of Kiel. (computer diskette).
ROZEMBERG, B., 1994. Representação social de even-
pecíficos (farmacologia, imunologia, ecologia)
tos somáticos ligados à esquistossomose. Cader-
para o processo de ensino. De acordo com As- nos de Saúde Pública, 10:30-46.
tolfi & Develay (1991), a escola [e eu diria tam-
bém o ensino que é praticado fora dela] não
ensina “saberes em estado puro” e sim conteú-
dos de ensino que resultam de cruzamentos com-
plexos entre uma lógica conceitual, um projeto
de formação e exigências didáticas. Tal tarefa
requer competências especializadas. Assim, o
conhecimento da área de controle de vetores
ou saneamento, por exemplo, não torna neces-
sariamente o indivíduo um especialista no en- Fernando Lolas Las motivaciones aparentes del comportamien-
sino deste assunto. Stepke to no siempre están reelacionadas con las con-
O ensino-aprendizagem relacionado com a secuencias de éste. Asi, por ejemplo, las con-
saúde, seja na escola ou fora dela, deve ser en- Universidad de Chile, ductas “higiénicas” pueden estar más relacio-
carado como uma tarefa muitíssimo mais com- Santiago, Chile nadas con la “etiqueta” social de una comuni-
plexa e profissional do que hoje em dia se faz. dad que con la preservación de la salud. Un
Necessitamos de pesquisas que forneçam ver- cambio conductual beneficioso para este últi-
dadeiras bases à ação prática para deixarmos o mo fin, si no considera la motivación de las per-
arcaico e daninho método de tentativa e erro. sonas en forma amplia, no será exitoso; o no lo
A educação em saúde deve buscar, na área da será en los términos de sus proponentes.
pesquisa em ensino de ciências, na psicologia Los comportamientos suelen estar deter-
social e cognitiva, dentre outras, subsídios que minados por múltiples influencias. Una misma
auxiliem a melhor compreensão de como ocor- conducta puede integrarse a numerosos “siste-
rem a aquisição do conhecimento, as mudanças mas funcionales” y servir, en cada uno de ellos,
conceituais e comportamentais nos indivíduos. a distintos fines. Un pingüino que aletea en el
É essencial, também, que se supere o cará- confin de su territorio puede estar “alejando
ter dogmático e autoritário que muitas vezes intrusos”,”espaciando la tribu”, “desplegando
pode assumir o processo educacional. A verda- agressión” o “protegiendo a los suyos”.
deira educação (em saúde aí inclusa) não deve Aunque se podría objetar la “antropomorfi-
pretender substituir alguns dogmas e regras zación” del vocabulario, ninguna de estas ase-

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


EDUCACIÓN SANITARIA 23

veraciones descriptivas explica nada. Todas po- cos” se masifican y en que, por consiguiente, el
drían ser, a la vez, correctas e incorrectas, úti- sentido y el fin de la educación sufren transfor-
les e inútiles. En la vida corriente, sorprende la maciones.
simpleza con que son considerados los datos
de las ciencias del comportamiento. Existe la
implícita esperanza de que esse abstracto en-
tre, el “ser humano”, se comportará de acuerdo
a un racional y ponderado balance de alterna-
tivas y disyuntivas. Las motivaciones indivi-
duales no siempre conducen a los comporta-
mientos más acordes con el bienestar colectivo
no sus principios son necesariamente extra-
polables al comportamiento grupal. A veces la Dalva A. Mello O texto de Briceño-León, “Siete Tesis sobre la
norma jurídica o la legislación no toma sufi- Educación Sanitaria para la Participación Co-
cientemente en cuenta este hecho. Departamento de Saúde munitaria”, que vem a debate, aponta, a partir
Comunitária, Centro de
Asistimos en la actualidad a encendidos de- da visão dos três elos básicos da cadeia epide-
Ciência da Saúde,
bates en los cuales la argumentación se con- Universidade Federal miológica de doenças metaxênicas, dois postu-
centra en aspectos adjetivos. Especialmente en do Ceará, Fortaleza, lados (“A – Es necesario conocer al ser humano;
Brasil.
lo relativo a la “educación para la salud”, los ex- B – Es necesario contar con el ser humano”) co-
pertos parecen haber olvidado que los mensa- mo básicos ao desenvolvimento da ação comu-
jes son eficaces no por sus emisores sino por nitária pautada em teorias da Ação ou Não-Ação
sus destinatarios. Es, finalmente, el comporta- dos indivíduos em risco de serem infectados.
miento de éstos el que cuenta. De posse dessas teorias, Briceño-León se aden-
Para “desenmascarar lo real” – una de las tra na temática de Educação, elaborando teses
metas de la investigación de la conducta – es sobre “la relación entre educación sanitaria y
menester tomar en cuenta la multidetermina- participación comunitaria”. Analisando essas
ción del comportamiento. Sorprende que una teses, verifica-se que seus conteúdos não são
trivial afirmación no encuentre triviales aplica- novos, parecendo existir certo desconhecimen-
ciones. Puede ser muy valioso recomendar cier- to do autor da extensa literatura científica pu-
tas medidas, y la mayoría de las personas esta- blicada sobre o assunto, inclusive na América
rían de acuerdo en estrictos controles... siem- Latina. Tanto Educação quanto Saúde são dois
pre que, individualmente, no les afectaran. Pue- temas que se definem tendo por base uma ma-
de recomendarse a la población adoptar medi- triz histórica, política, econômica, social e cul-
das preventivas y paliativas muy acertadas en tural, e de acordo com a visão que cada socie-
resguardo de su salud, cuya eficacia se verá ra- dade percebe e adota. Considero que trabalhar
dicalmente neutralizada al implementarlas sin com Educação e/ou Saúde é fazer intervenção
convicción. social na direção de uma praxis que só se torna
El recurso a la “educación”, frecuente en el verdadeira quando “a unidade entre pensamen-
ámbito de la salud, suele confundirse con la im- to e ação permite que cada homem assuma o
plantación del punto de vista del esperto, que papel histórico que está chamado a exercer”
a menudo no considera las motivaciones y ne- (Hurtado, 1993) como cidadão participante.
cesidades de los no expertos y puede terminar Assim a tese I do autor seria refutada nos
siendo autoritaria, sin legitimidad. seus explicativos e conclusões, considerando-
Semejantes condideraciones podrían hacer- se que a questão central não é a de integrar a
se sobre otros problemas y dilemas. Por ejem- Educação em toda a ação comunitária, e sim
plo, entender la agressión, el divorcio o los com- de como se decide o fazer Educação e/ou Saú-
portamientos sexuales no debiera simplemen- de. Para isso, projetos e/ou programas deve-
te consistir en repetir dogmas, vocear deseos o riam ser compartilhados horizontalmente – téc-
imponer dicterios. Entender el comportamien- nicos e população juntos como sujeitos, cida-
to es interpretarlo en un tejido de críticas fic- dãos conscientes – em um processo de engaja-
ciones, como son siempre las ideas de la cien- mento participativo real desde a concepção e
cia. Lo que quiere decir: explorar más alterna- decisão desse fazer, ao planejamento, à execu-
tivas que las aparentes. ção, até a avaliação. As teses II, III, IV, V e VII,
Las tesis de Briceño-León sobre educación não obstante os seus enunciados, pecam por
sanitaria concuerdan con nuestros puntos de falta de conhecimento da obra de Paulo Freire
vista y merecen un amplio examen. (1976, 1980, 1987, 1992 a,b).
Especialmente relevante resultan sus suge- Somente na II encontra-se a menção de um
rencias en una época que los discursos “técni- trabalho desse autor; nela, os comentários são

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


24 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

superficiais e confusos. A abordagem de Paulo pular: Educar para Transformar, Transformar pa-
Freire, como bem salienta Hubley (1988), tem ra Educar. Rio de Janeiro: Vozes.
sido incorporada em países industrializados MACDONALD, J. J. & WARREN, W. G., 1992 – 1992.
Primary health care as an aducational process; a
onde o conceito de “empowerment has beco-
model and a Freirean perspective. International
me common in discussions of health educa- Quarterly of Community Health Education, 12:35.
tion responses to inequalities in health”. São PINTO, A. V., 1982. Sete Lições sobre Educação de Adul-
de autoria de Paulo Freire expressões como tos. Editora Autores Associados & Cortez Editora.
Educação Libertadora, Educação Dialógica,
Método Dialógico, Diálogo Libertador, Proces-
so Dialógico, Pedagogia Problematizadora,
Leitura de Mundo, Via de Mão Dupla, etc. Co-
mo bem destacam Macdonald & Warren
(1992), Paulo Freire é “one of the most influen-
cial educacionists in global terms over last two
decades... His impact is perceptible on the
work of educators, community developers and Fernando Lefèvre Nenhuma das sete teses do professor Briceño-
promoters of community health”. León são, a meu ver, passíveis de refutação, na
A tese VI traz um enunciado que mais tra- Faculdade de Saúde medida em que enunciam proposições aceitas
duz uma visão particular do autor em relação à Pública, Universidade de consensualmente pela maioria daqueles que,
São Paulo, São Paulo,
Venezuela. Porém cunhar a América Latina de Brasil.
de alguma forma, refletem e praticam a Educa-
“conformista” é negar sua história de tantas e ção, no terreno (minado ou movediço) da Saú-
duras lutas por libertação de colonialismos, de Coletiva.
imperialismos, caudilhismos, populismos e Uma afirmação do artigo, contudo, dá mar-
tantos outros “ismos”. As considerações finais gem a que se comece a pensar, não na insufi-
ao texto de Briceño-León voltam-se para a de- ciência ou no eventual equívoco de alguma das
finição sobre Educação como sendo “La Edu- sete teses, mas na fragilidade com que aparece
cación es el arte de usar los conocimientos” (A. a Educação em Saúde em si mesma e, por via
N. Whitehead) e que retoma em suas conclu- de conseqüência, no sentimento de frustração
sões. Para refutar este conceito eu tomaria em- que, como uma sombra má, parece acompa-
prestado o que foi elaborado por Pinto (1982) nhar os praticantes ou “praxicantes” da “mis-
que diz que “A Educação é o processo pelo qual são” educativa no campo da Saúde Coletiva.
a Sociedade forma seus membros à sua ima- A dita frase é: “A educação não pode modi-
gem e em função de de seus interesses”. Por- ficar muitas condições objetivas, mas sim pode
tanto, a Educação é revelada e relevada, como conseguir mudar a maneira como os indivíduos
fator histórico, no sentido que é o decorrer de encaram as condições objetivas”.
um fenômeno no tempo; como fato existencial, Fica, então, a pergunta: estaríamos na mes-
pois refere-se ao modo como o homem se faz ma situação da célebre piada do indivíduo que
ser homem; e como fato social, pois refere-se à fez vinte anos de psicanálise para deixar de fa-
sociedade como um todo. Assim só um povo zer xixi na cama e, ao final do tratamento, con-
que tem acesso à educação e se apropria dela, tinuou a fazer xixi na cama mas agora sabendo
que contribui para a formação de cidadãos por quê?
conscientes, pode transformar realidades, tor- Se a Educação não pode modificar muitas
nando possível realizar o sonho justo, de Saúde (certamente as mais decisivas) das condições
para Todos. objetivas que, no caso da Saúde Coletiva, estão
associadas às nossas precárias condições de
FREIRE, P., 1976. Ação Cultural para a Liberdade e saúde e de (qualidade de) vida, de que adianta
Outros Escritos. Rio de Janeiro: Paz e Terra.
os indivíduos encararem mais objetiva e clara-
FREIRE, P., 1980. Conscientização e Prática. Uma In-
trodução ao Pensamento de Paulo Freire. Rio de
mente as ditas condições? Seria a Educação em
Janeiro: Editora Moraes. Saúde, então, um empreendimento talvez belo,
FREIRE, P., 1987. Pedagogia do Oprimido. Rio de Ja- mas pragmaticamente inútil?
neiro: Paz e Terra. Na verdade, os referenciais teóricos que car-
FREIRE, P., 1992a. Pedagogia da Esperança. Rio de Ja- regam consigo antinomias do tipo: condições
neiro: Paz e Terra. objetivas versus condições subjetivas andam
FREIRE, P., 1992b. Medo e Ousadia. O Cotidiano do
meio envelhecidos e sem muita força explicati-
Professor. Rio de Janeiro: Paz e Terra.
HUBLEY, J., 1988. Health education in developing va, em um mundo que é mais complexo do que
countries. The need for an appropriate technol- se imaginava.
ogy. Health Education Research, 3: 387. De qualquer forma, permanece, entre os
HURTADO, C. N., 1993 – Comunicação e Educação Po- educadores atuando na Saúde Coletiva, um

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


EDUCACIÓN SANITARIA 25

grande sentimento de frustração quando se


consegue, às vezes até em grande escala, a tal
“participação” ou “mobilização” da comunida- João Cláudio O texto se inscreve no campo das ações de saú-
de (mesmo que não se saiba muito bem o que Lara Fernandes de “compreensivas”, em contraposição ao con-
este último termo queira dizer, entre nós) e as ceito de práticas “seletivas”. Estas últimas são
coisas continuam iguais ou senão piores do Posto de Saúde da caracterizadas por sua verticalidade e especi-
Associação dos
que antes. ficidade, e pelo fato de serem decididas e pla-
Moradores e Amigos do
O problema então, me parece, reside – como Bairro Barcellos nejadas externamente às comunidades envol-
a modernidade e a pós-modernidade estão nos Favela da Rocinha – vidas (Rifkin & Walt, 1986). Este modelo ainda
Rio de Janeiro, Brasil.
ensinando – em “mudar de crise”: não é a edu- predomina na área das políticas públicas de
cação que está em crise mas, de maneira muito saúde, consubstanciando nos diversos progra-
mais ampla, todas as “missões salvadoras”. mas sanitários existentes.
Uma das importantes conseqüências desta Entre as conseqüências negativas destas
crise mais ampla para a Educação em Saúde ações verticais destacadas pelo autor, duas me-
seria então a de que não há nada nem ninguém recem ser realçadas: a primeira delas refere-se
“a ser salvo”, mesmo por uma Educação revis- ao aspecto ético, na medida em que elas ne-
ta, comunitária, dialógica, participativa, por- gam um papel propositivo aos usuários, mos-
que a própria idéia de “salvação” – sejam quais trando-se, assim, inadequadas e defasadas em
forem os agentes, individuais ou coletivos, ou relação aos acordos éticos atuais, que valori-
as modalidades desta ação “salvadora” – pare- zam o sujeito e a cidadania enquanto instân-
ce, no fundo, uma “naïvité” de que todos, em cias fundamentais da vida social. A segunda, de
alguma medida, fomos vítimas. cunho mais pragmático, refere-se à falta de sus-
Se não é para “salvar”, para que serve então tentação dessas ações, que geralmente sobre-
a Educação em Saúde, vista, convém assinalar, vivem apenas em função das motivações exter-
de maneira perfeitamente correta pelo Profes- nas, e da verba disponível.
sor Briceño-León? Como alternativa, é proposta então uma ati-
Por mais frustrante que isto possa parecer, tude mais horizontalizada e compreensiva no
a Educação em Saúde – junto com as demais estabelecimento de políticas sanitárias, convi-
“educações” – não “serve” para nada, porque dando-se os diversos atores envolvidos a senta-
“servir” implica, sempre, um ou vários “servi- rem à mesma mesa de discussão, negociação e
dores” (públicos ou privados, não importa) e, planejamento. Devo deixar claro, antes de mais
conseqüentemente, em “missões”, e tudo isso nada, meu alinhamento a esta tendência, que
não existe mais hoje em dia (salvo para os po- me parece mais consistente em relação aos va-
bres de espírito que acreditam que os Estados, lores de promoção da saúde e desenvolvimen-
os Governos, a Mitsubishi, a Microsoft, o Ban- to social, embora, concordando com o autor,
co Econômico, a Bayer, têm alguma “missão” reconheça a utilidade de ações seletivas em si-
que não seja a de preservar a si mesmos e a tuações específicas, como as epidemias. Como
seus interesses mesquinhos). contribuição ao debate, gostaria de destacar
O que sobra, então, para a Educação em dois aspectos desta proposta que me parecem
Saúde? A meu ver, para os que a praticam, o in- bastante importantes para um aprofundamen-
declinável dever de jogar mensagens dentro de to, ainda que, aqui, só possa indicá-los.
garrafas no mar imenso da aldeia global, já que Em primeiro lugar, considero que as dife-
não há mais pastores a conduzir o rebanho hu- renças entre estes dois modelos de políticas sa-
mano, posto que, ou todos somos pastores, ou nitárias não se reduzem a sistemas de governo
todos somos rebanho. mais ou menos autoritários, como o autor pro-
põe (pág. 6). Se assim fosse, esta questão estaria
restrita a países historicamente submetidos ao
autoritarismo, e não é isto o que ocorre, como
podemos observar em projetos como o de La-
redo, nos Estados Unidos, ou North Karelia, na
Finlândia (MacAlister et al., 1991), entre outros,
que embora apresentados como compreensi-
vos, possuíam um nítido perfil vertical. Pare-
ce-nos, antes, que esta discussão refere-se aos
próprios padrões de intervenção do estado, e
situa, como base ideológica à proposição de
políticas verticais, o modelo do wellfare state.
Neste sentido, o debate ganha uma dimensão

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


26 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

muito mais ampla, que transcende a área de MACALISTER, A. L.; PUSKA, P.; ORLANDI, M.; BYE, L.
saúde e pode ser resumida na antiga questão: L. & ZBYLOT, P. L., 1991. Behaviour modification:
principles and illustrations. in: Oxford Textbooks
como conciliar a democracia com planejamen-
of Public Health, 2nd. ed., vol. 3. Oxford: Oxford
to? De fato, se levarmos em conta o postulado
University Press.
de Briceño-León: “Nadie puede cuidar la salud RIFKIN, S. B. & WALT, G., 1986. Why health improves:
de otro, si éste no quiere hacerlo por si mismo”, defining the issues concerning ‘comprehensive
teremos que admitir que o planejamento de primary health care’ and ‘selective primary health
ações de saúde estará na dependência de va- care’. Social Science and Medicine, 23:559-556.
riáveis de difícil previsão, como o desejo de
cuidar da saúde, as quais problematizam e
ameaçam este mesmo planejamento. Ocorre
que poder planejar é uma demanda do estado
wellfariano, e é uma demanda de poder. Daí
que não se pode discutir a participação comu-
nitária sem avaliar as relações políticas exis-
tentes na sociedade e, em particular, entre os
atores envolvidos nos projetos. Não é por aca-
so que a discussão proposta pelo autor aconte- Elli Leontsini I enjoyed reading Roberto Briceño-León’s “Siete
ce no mesmo momento em que se promovem Tesis sobre la Educación Sanitaria para la Par-
mudanças profundas no relacionamento entre Center for International ticipación Comunitaria” and I very much ap-
Community-based
o estado e a sociedade civil, esta última reivin- preciated your sharing of the manuscript with
Health Research, School
dicando uma maior participação na definição of Hygiene and Public me. I think that the author does an excellent job
das políticas públicas. Minha opinião é de que Health, The Johns at discussing several key aspects of Health Edu-
Hopkins University,
ela traduz, na área da saúde, esta conjuntura cation and pointing out their relevance for suc-
Baltimore, U.S.A.
mais geral de transformações, que apontam pa- cessful Community participation in Tropical
ra a definição de um novo papel do cidadão na Disease Control. The article has prompted me
construção de seu bem-estar. to respond with two points which I have found
Existe, portanto, uma tensão entre uma pro- relevant in my own work to achieve commu-
posição participativa e a tendência de controle nity-based control of tropical disease in Cen-
do estado em relação às políticas públicas. A tral America and the Caribbean:
segunda questão que gostaria de indicar refe- a) The importance of conducting social scien-
re-se a um outro tipo de controle fortemente ce formative research prior to implementing the
presente no campo sanitário, que é o método disease prevention program. This research has
científico. De fato, os programas verticalizados a “formative” purpose in that its results will be
de saúde têm uma lógica interna que se com- utilized to inform the program’s design. If the
patibiliza com o conhecimento científico, ao problem as perceived by the community seems
menos na sua versão mais positivista, o qual, to lie with a fundamental belief that, for exam-
através do equacionamento de variáveis é cru- ple, the real cause of malaria is abrupt changes
cial para a confirmação das hipóteses subja- in the hot-cold equilibrium, then the educa-
centes aos projetos e a obtenção dos resultados tion effort should perhaps introduce other po-
previstos, a partir de um método definido. As- tential causes of malaria, such as mosquitoes,
sim, a terceira tese de Briceño-León, que pos- e.g. If the problem, on the other hand, seems to
tula a existência de dois conhecimentos igual- be that the gold miner’s life style, for example,
mente válidos, da população e dos técnicos ex- is incompatible with routines of any kind, in-
ternos, na identificação de problemas e solu- cluding the regular use of a mosquito net or the
ções para a melhoria de suas condições de saú- regular taking of anti-malarial treatment, then
de, introduz um referencial não-científico a es- the program should perhaps look into themes
te processo, que tende a criar impasses em re- that might excite these nomadic individuals
lação à sua efetiva forma de desenvolvimento e enough to adopt a malaria preventing routine
controle metodológico. Também neste caso, in some compatible way or perhaps work more
estamos, em última instância, diante de um with their direct employers to get them to insti-
problema político, na medida em que a hege- tutionalize a feasible measure.
monia do saber científico significa um poder In many instances more than one factors
diferenciado para seus detentores. E é disto operate to create the disease problem, in which
que precisaremos abrir mão, para dar conse- case the program will need to focus on more
qüência ao pensamento do autor, apesar de to- than one fronts at a time. But how will the pro-
da dor epistemológica e limitação política que gram planners know which situation applies? A
isto possa causar. typical program budget often times includes

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


EDUCACIÓN SANITARIA 27

funds for a KAP type survey, which itself alone lacks the geographic element; nevertheless, is a
does not yield the information needed as re- community. I think that we will be at an advan-
spondents might reveal their knowledge but tage if we try to apply Roberto’s Seven Theses
not really their beliefs, and only their reported to each one of such communities separately.
practices rather than the actual ones. Qualita-
tive research such as in-depth interviews with
prospective program beneficiaries, for exam-
ple, or focus groups or observation will alone
or in combination with a KAP Survey elicit the
beliefs, habits and circumstances that Roberto El autor responde
describes so well in the article. Research, how- The author reply
ever, often produces a negative set of reactions
among Ministries of Health which consider it
too theoretical or abstract to be useful, prob-
ably because some times it has actually been
that way. Social science research in particular,
is often perceived as an unnecessary luxury, ei-
ther due to unfamiliarity with the research
methods or due to negative past experiences
where the fruits of research were never linked Quisiera en primer lugar agradecer los comen-
to a program. If used appropriately, this is the tarios que he recibido sobre mi artículo. Todos,
only tool that we have, though, to understand sin excepción, fueron de grata y estimulante
the problems research included in tropical dis- lectura. Mi respuesta será más una reacción,
ease control programs. Furthermore, I think un comentario a los comentarios, que una res-
that this kind of applied research should not puesta propiamente dicha. Será así pues en al-
just be a one-time try but it should be conduct- gunos casos no veo que exista una respuesta
ed periodically during the life of the program in posible y en otros casos no es necesaria una
order to assess the latter’s progress and among respuesta, ya que son valiosos aportes a una
its beneficiaries. perspectiva y busqueda común que comparto
b) The second point I want to make has to do con los comentaristas.
with the definition of community. Often times
the word “community” 1) denotes one geo-
graphically defined; and 2) assumes a single ¿Es la educación una botella lanzada al
social class represented by the residents of an mar de la aldea ?
area. This might still be true for a rural setting
type community of farmers, for example, who En un mundo gobernado por la televisón por
do in fact live next to each other and all own sim- satelite e internet, podemos pensar la educa-
ilar sized lots. With the rapid urbanization tak- ción como una tarea superflua; o superflua al
ing place at the outskirts of formal Latin Ameri- menos para quienes aspiran o sueñan con el
can cities, however, such a definition of com- camio social. No creo que asi lo sea. la educa-
munity is often inadequate. Residents might live ción no es superflua en ningún caso. Quizá no
next to each other, but are away all day, work- es lo suficientemente eficaz como se deseara;
ing in greatly diverse jobs, holding diverse lev- quizá ha sido un engaño en relación a las pro-
els of education and belonging to more than mesas, pero no pienso que sea banal.
one social class. As a consequence they are not La educación, toda educación, cumple la
the “one happy family” that we public health ex- función primera de reproducir la sociedad, de
perts often assume. This calls for diversifying of asegurar su manteniento. La función ideológi-
our health education and community participa- ca conservadora necesaria para toda sociedad,
tion strategies according to each of the groups sea esta capitalista o comunista, tradicional o
within a single geographical area. One strate- moderna, se ve institucionalizada por la edu-
gy might be develop appropriate community- cación (Bourdieu & Passeron, 1970, 1971). Pero,
based programs but based at the work place, paradójicamente, la educación ofrece las her-
for instance. We need a strategy for factory ramientas para el cambio de la sociedad. Por
workers, another for people working in banks, supuesto, la mayor o menor propensión al cam-
offices or stores, yet another for middle class bio que pueda expresar la eduación dependerá
women working inside the home, one for busi- de los niveles de conflicto o consenso de la so-
ness owners, one for school children, for ado- ciedad, de la voluntad de los actores o de las
lescents and so on. This kind of “community” imperfecciones del sistema educativo mismo.

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


28 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

La educación no es la tabla de salvación, los cambios que se dan en la actualidad deri-


tampoco es una herramienta despreciable. La van del reconocimiento de la incapacidad del
realidad cognitiva y conductual que surge de Estado de resolver innumerables demandas de
los procesos educativos es muy superior a lo la sociedad y la obligación y necesidad de la so-
propuesta educativa misma, De allí la dificul- ciedad civil de buscar salidas por sí misma.
tad en establecer las relaciones entre educa-
ción y desarrollo, entre educación y cambio so-
cial, o, entre educación y reproducción de una La dificil idea de comunidad y participa-
sociedad (Albornoz, 1992). Es esta una parado- cion comunitaria
ja esencial de los procesos sociales e individua-
les, donde la realidad supera las determinacio- Concuerdo con la idea de los difícil que es defi-
nes previas. Nietzche sostenía que el hombre nir el concepto de comunidad. La sociedades
era un ser determinado en sus valores morales se han hecho más complejas y los grupos so-
y no podía salirse de las cadenas de la deter- ciales o las clases más variadas. Ciertamente,
minación moral, pero, paradójicamente su vi- ni la población rural o urbana, ni los pobres o
da misma refutaba esta sentencia (Habermas, los ricos, son categorías homogéneas. Con la
1976). No creo que la educación sea una botel- idea de comunidad nosostros queremos seña-
la lanzada al mar, aunque tampoco sea la única lar, en una dicotomía simple, a la sociedad ci-
salida al cambio social, a la salud o al desarrol- vil; mostrarla como algo diferente al Estado y
lo. Es una imporante herramienta para orien- su actuación. En este orden de ideas participa-
tar el futuro. ción comunitaria es entonces la acción de per-
sonas e instituciones que son distintas al Esta-
do y sus funcionarios. Dos individuos repar-
Los cambios en la educacion ciertamen- tiendo información sobre el dengue o el cólera
te se corresponden con los cambios en en una esquina son completamente distintos
la sociedad en su significado social si uno es un empleado
pagado por el gobierno y el otro no lo es; la ac-
Lo que estamos viviendo son cambios impor- ción es la misma, su sentido social no. La parti-
tantes entre la sociedad y el Estado. Ese no es cipación es la acción de la sociedad civil, y esto
un fenómeno singular de América Latina, sino puede ser de personas, familias, organizacio-
del mundo en general. La transición demográ- nes o empresas. Por eso cuando uno se refiere
fica, los límites del crecimiento económico y el a participación de la comunidad está refiriédo-
aumento de las conquistas sociales han obliga- se a estrategias diversas. Pero tienen de comun
do, y cada día lo harán más, a redefinir el rol del que son distintas a la acción del Estado y que el
Estado y el de la sociedad civil. Las versiones Estado puede con su política reprimir o contri-
que esto puede tomar son diversas, por una la- buir a una mayor presencia de la sociedad ci-
do esta la propuesta neoliberal, donde al Esta- vil. Claro, la sociedad civil también puede re-
do lo substituye las empresas y el mercado. Por clamar una mayor presencia y acción con inde-
otro, las propuestas incipientes donde el Esta- pendencia de la voluntad política del Estado,
do lo substituye una organización más comple- y esto es deseable, pero esto requiere un nivel
ja de la sociedad, de las comunidades, de los avanzado de organización y conciencia que no
individuos, de la normativa y el consenso. se tiene de antemano, pues si se tuviese la si-
Mis “Siete Tesis” se ubican en la perspectiva tuación social sería diferente y no tendríamos
de un Estado que no puede seguir siendo y sin- porque discutir sobre este asunto.
tiendose omnipotente, ignorando al individuo Para algunos la participación es el triunfo
y las comunidades, ignorando los saberes y las del neoliberalismo, al significar una disminu-
organizaciones populares, creyéndose el po- ción de la importancia relativa del Estado, para
seedor de la verdad sanitaria. Pero también re- nosotros no es así, es un crecimiento en el po-
chazan la propuesta de un Estado que se lava der de la población, de la organización de la so-
las manos y se irresponsabiliza. Consideramos ciedad civil, de mayor responsabilidad y poder
que el Estado que no puede abandonar sus res- en manos de la gente, es el posliberalismo.
ponsabilidades en el campo de salud y las polí-
ticas sociales, pero reconocemos su incapaci-
dad de dar respuestas completamente satisfac- Cambios en el sentido de la educacion
torias. Si bien fue cierta la frase de Engels se-
gún la cual el Estado era la expresión del reco- Compartimos la idea que se requiere de cada
nocimiento de la sociedad que tenía conflictos vez una mejor formación en las técnicas edu-
que no podía resolver; uno pudiera decir que cativas, pero creemos que esto no es todo. Se

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


EDUCACIÓN SANITARIA 29

requiere de una perspectiva para la educación bios se ha aprendido a conformarse, a no tener


en la cual todos somos responsables, no solo esperanzas (Seligman, 1975). Otra interpreta-
los educadores. Parafraseando una famosa sen- ción más compleja, y que no puedo desarrollar
tencia uno pudiera decir que así como la salud aquí por razones de espacio, es un sentido va-
es demasiado importante para dejárla en ma- lorativo de la vida y de la acumulación diferen-
nos de los médicos, la educación es demasiado te. Pero, si asumimos que es la primera posibi-
importante para dejarla en manos de los edu- lidad, una de las labores educativas importan-
cadores. La educación es un hecho y una res- tes es devolver a estos grupos la esperanza, y
ponsabilidad de todos. para hacerlo proponemos fomentar la partici-
pación de ellos en acciones modestas pero exi-
tosas, para aumentar su confianza y su capaci-
Freire: su vision academica y popular dad de lucha por una vida mejor.

Me sorprende que no se sienta la influencia de


Paulo Freire en mis Tesis. Pero quizá es así. Lo La investigacion y el conocimiento del
que no puede aceptar es que se afirme que des- receptor
conozco la obra de Freire, puesto que no es
verdad, ya que le doy gran importancia teóri- Para muchos la investigación es un lujo. Para
ca y lo he utilizado prácticamente. A partir de nosotros es una necesidad y una obligación éti-
1968 participé en el grupo que organizó la más ca. Coincido con varios de los comentaristas
importante experiencia que tuvo lugar en Ve- sobre la importancia de conocer al receptor del
nezuela para la utilización de la metodología proceso comunicacional. Es importante incluir-
Freire para alfabetización campesina, (Freire, lo desde el principio para poder elaborar las
1969a, 1969b, 1970a), fui uno de los que adap- políticas educativas. La dificultad es que, co-
tamos la serie del Concepto Antropológico de mo el comportamiento es multicausal y uno no
Cultura para ser utilizado a nivel urbano en los puede investigar todo, nunca puede tener la
ranchos, las favelas, de Caracas. En 1970 fundé, seguridad que las propuestas sean eficaces. Pe-
junto con otros colegas el Centro de Publica- ro, con todas las limitaciones que sobre nues-
ciones Paulo Freire y, en ese año, importé a Ve- tro conocimiento debamos reconocer (Popper,
nezuela desde Uruguay los primeros libros de 1972), sabiendo que nuestros saberes son limi-
la Pedagogía del Oprimido (Freire, 1970b), el tados y nuestra ignorancia infinita, es posible
cual ya había leído en una versión mecanogra- proponer estrategias que se adecuen a los dis-
fiada en el Icira en Santiado de Chile. Pero en- tintos grupos sociales y que puedan mejorar su
tonces, ¿ por qué no se siente su presencia en participación su responsabilidad y su control
las Tesis cuando yo creo que sí está? Quizá la del proceso de conservación o recuperación
diferencia radica en que, para mi, la obra de de su salud. Debemos sin embargo admitir que
Freire se ha ubicado siempre fuera de la escue- muchas veces la investigación ha sido un lujo
la y de la academia, en una pedagogía y acción académico, alejada de los problemas reales y
no-escolar en el trabajo con los campesinos, propios, y más preocupada por los temas de
con los obreros, los desempleados. moda de las revistas internacionales. Ese tipo
de investigación de moda tiene su lugar en la
vida científica, pero su importancia debe ser
El conformismo latinoamericano menor, pues debe priorizarse aquella que res-
ponde a las grandes necesidades de las mayo-
Ciertamente mi idea del conformismo está mar- rías, con todo lo ambiguo que esta caracteriza-
cada por la experiencia de la Venezuela rica y ción pueda resultar.
petrolera. Pero el conformismo no existe solo
en Venezuela, sino en toda América Latina. Y
esta idea no quiere desconocer las luchas po- La educacion y los cambios sociales, o
pulares, sino destacar un hecho cultural y de ¿Quien hace la historia?
comportamiento que ha sido reportado en nu-
merosos estudios (Memmi, 1968; Jones, 1984; Si la educación no sirve para cambiar las con-
Chaui, 1986). ¿Cuál puede ser el origen de este diciones objetivas, afirma uno de los comenta-
comportamiento? Hay muchas hipótesis, una ristas, para qué habría de servir. Creo que la
de ellas es el fracaso de gran parte de esas lu- educación no sirve para modificar las condi-
chas populares por la acción del poder. El con- ciones objetivas, la realidad social, sirve para
formismo podemos entenderlo como una es- ayudar a los individuos a tener conocimientos,
pecie de desesperanza aprendida: es decir, de saberes y conciencia sobre la realidad social y a
tanto recibir golpes al intentar producir cam- partir de allí poder cambiarla, si lo desean y lo

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996


30 BRICEÑO-LEÓN, ROBERTO

pueden lograr. La historia es un resultado aza- CHAUI, M., 1986. Conformismo e Resistência. São
roso de multiples determinaciones, pero una de Paulo: Editora Brasiliense.
ellas es la voluntad y organización de los indi- FREIRE, P., 1969a. ¿Extensión o Comunicación? Santi-
ago: Icira.
viduos, de los que quieren que cambie y los que
FREIRE, P., 1969b. La Educación como Práctica de la
desean que permanezca. La educación es una Libertad. Montivideo: Terra Nueva.
forma de intervención de las ideas y la mente FREIRE, P., 1970a. La Concientización. Caracas: Insti-
sobre la realidad. No es el único factor, pues tuto Agrario Nacional.
existe la resistencia de la tradición y del poder, FREIRE, P., 1970b. Pedagogia del Oprimido. Mon-
pero es un elemento en la constitución de los tivideo: Terra Nueva.
contrapoderes o de los cambios en el poder. De HABERMAS, J., 1976. Connaissance et Intéret. Paris:
Editions Gallimard.
nuestra modesta experiencia pensamos que si
JONES, S. R. G., 1984. The Economics of Conformism.
es posible que las personas y las relaciones so- Oxford: Basil Blackwell.
ciales cambien, pero no es fácil, las personas MEMMI, A., 1968. L’Homme Dominé. Paris: Petite
pueden no desear cambiar, o desearlo pero no Bibliothèque Payot.
emprender acciones para lograrlo, o empren- POPPER, K. R., 1972. Conjectures and Refutation: The
derlas y fracasar por fallas propias o por salir Growth of Cientific Knowledge. London: Rout-
ledge and Kegan Paul.
derrotadas en la lucha con los poderes consti-
SELIGMAN, M., 1975. Helplessness. On Depression, De-
tuídos. Pero así es la historia, y hay que volver-
velopment, and Death. San Francisco: Freeman.
lo a intentar o ¿Hay algún otro camino demo-
crático y libertario?

La etica de la esperanza

La educación para la participación comunita-


ria no pretende ser una misión salvadora, la he
pensado siempre como algo más modesto, co-
mo una contribución, un paso más en un largo
camino. Tampoco se trata de rebaños ni de pas-
tores, se trata de compartir el destino. Todos es-
tamos dentro del mismo barco. Pero no todos
somos iguales, (unos somos más iguales que
otros, diría el escritor inglés), pero el barco sí
es el mismo. Por eso es que algunos pueden y
deben tomar el rol de propiciadores o estimu-
ladores. La situacíón de América Latina se vuel-
ve cada día de mayor segregación social y se ha
ido constituyendo una suerte de apartheid so-
cial, donde los privilegiados creen que están
aislados y separados, pero no es verdad, todos
estamos en el mismo barco. Por ello estas fae-
nas no son una ingenuidad, son la voluntad de
forjar un futuro y un destino común y mejor. Es
compartir el corazón y las esperanzas.
En las paredes de México o de Lima, pue-
den leerse de modos distintos unos graffitti
que expresan un sentimiento y una necesidad
que compartimos: ¡Basta de realidades! ¡Que-
remos ilusiones! ... Ese es el clamor de nuestra
América.

ALBORNOZ, O., 1992. Sociology and the Third World


Perspective. New Delhi: Wiley Eastern Limited.
BOURDIEU, P. & PASSERON, J., 1970. La Reproduc-
tion. Eléments pour une Théorie du Système D’en-
seignement. Paris: Les Editions de Minuit.
BOURDIEU, P. & PASSERON, J., 1971. Les Héritiers.
Les Étudiants et la Culture. Paris: Les Editions de
Minuit.

Cad. Saúde Públ., Rio de Janeiro, 12(1):7-30, jan-mar, 1996

También podría gustarte