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Como todas las regiones de la neocorteza, la corteza motora primaria tiene seis
capas y a diferencia de las áreas sensoriales primarias, es agranular; esto es, no
tiene una capa granular con muchas células. En vez de eso, la capa mas distintiva
de la corteza motora primaria es la de salidas descendientes (capa 5), que
contiene las células gigantes de Betz. Estas células piramidales y otras neuronas
de proyección de la corteza motora primaria contribuyen hasta con el 30% de las
fibras del tracto corticoespinal. El resto de las fibras provienen de la corteza
premotora y el área motora suplementaria (~30%), la corteza somatosensorial
(~30%) y la corteza parietal posterior (~10%).
Fig. 4. Las capas de varias regiones de la corteza cerebral. Notese que aunque en
todas las regiones hay seis capas, estas no tienen el mismo grosor y las grandes
células piramidales se encuentran en la capa V de la corteza motora primaria.
A. La vía motora
Las clasificación de las vías motoras hecha por Hans Kuypers (1925-1989) está
basada en el patrón de terminación de las vías descendentes del cerebro e
identifica tres grupos de sistemas. El grupo A lo forma la vía ventromedial del
tallo cerebral, que incluye los tractos tectoespinales e interstitioespinal y que se
inician en el cerebro medio, los tractos vestibuloespinal lateral y medial, y las
proyecciones reticuloespinal y bulboespinal que se inician de la formación
reticular del bulbo y la protuberancia. Estas vías descienden en el funiculi ventral
y ventrolateral de la médula espinal y terminan en las láminas VII y VIII, la parte
ventromedial de la zona intermedia de la substancia gris de la médula espinal,
formando un sistema de control para los movimientos de la cabeza, cuello, tronco
y la parte proximal de las extremidades; una subdivisión importante de este grupo
incluye aquellas vías involucradas en el control de la respiración.
Fig. 5. Distribución de los tractos corticoespinales y las fibras del grupo A
(ventromedial) y B (dorsolateral) en el tallo cerebral (Kuypers, 1981).
Otro grupo de vías (C) influyen sobre funciones motores y otras de la médula
espinal y fueron llamadas 'sistema motor emocional'. El componente medial es
un sistema difuso de vías que se origina en la parte baja del tallo cerebral (tracto
rafeespinal), el tegmentum bulbar ventromedial, el locus coeruleus y el
subcoeruleus, y terminan en el cuerno dorsal a todos los niveles espinales. Estas
vías usan los neurotrasmisores serotonina y noradrenalina, ejerciendo el primero
una gran influencia sobre los reflejos espinales.
Todas las vías adquieren su nombre por los lugares donde se inician y donde
terminan (como el metro), por lo que la vía motora primaria se denomina también
corticoespinal, ya que empieza en la corteza y termina en la médula espinal.
Específicamente, empieza en la circunvolución precentral, que está
inmediatamente anterior al surco central.
Si hacemos un corte a través del surco central podemos ver que hay diferencias
sutiles entre las circunvoluciones pre y post-central. Aunque todas las áreas de la
corteza cerebral tienen seis capas de células, desde la capa I, más superficial y sin
células, hasta la capa VI profunda, cada una de ellas tiene componentes celulares
ligeramente diferentes y su grosor varía con el área cortical. Así, la
circunvolución postcentral, también conocida como corteza somatosensorial
primaria, tiene una capa IV muy aparente (en todas las areas corticales la capa IV
generalmente recibe información somatosensorial). En cambio, la circunvolución
precentral de la corteza motora no recibe muchas entradas sensoriales, por lo que
la capa IV no es muy clara, pero como la capa V es responsable de mandar
información hacia el tallo cerebral y más abajo, es muy prominente en esta
porción de la corteza.
Por otro lado, las vías corticoespinal y corticobulbar están presentes en todos los
mamíferos, pero en diferentes extensiones y actúan en paralelo con los sistemas
del tallo cerebral. En los animales mas simples (edentados, marsupiales y
lagomorfos) la sobreposición en las áreas donde termina el tracto corticoespinal
se restringe a las vías rubroespinales. En cambio, en otros mamíferos, que
incluyen roedores, carnivoros y primates, hay proyecciones mucho mas extensas
del tracto corticoespinal, ya que llegan a todos los niveles de la médula espinal e
inervan todas las regiones de la substancia gris, incluyendo las motoneuronas en
el cuerno ventral.