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Creencias Mágico - Religiosas Warao

La visión que los Warao tienen del mundo, se basa en un delicado equilibrio entre el hombre, la
naturaleza y los seres sobrenaturales, según este principio, cada vez que el hombre interviene en
la naturaleza, es necesaria una compensación, que ha de ser ofrecida por los espíritus, estas
compensaciones implican sacrificios humanos simbólicos.

En torno a los seres sobrenaturales existe todo un universo de principios que rigen muchas de las
acciones diarias de los Warao. Estos seres están provistos de sexo, razón y voluntad, pueden ser
positivos, negativos o neutros, dependiendo de su actitud hacia los seres humanos. La parte
espiritual de estos seres es denominada “jebu”, mientras que su parte corporal se llama
“kanobotuma” que significa nuestros antepasados.

Los “jebu” están presentes en todos los objetos y aspectos de la vida, y muchos controlan parcelas
específicas del mundo material. Así, algunos habitan y controlan las aguas, otros administran las
tormentas, mientras otros protegen los árboles.

El principal y más poderoso de todos es el “Jebu Kanobo” (nuestro abuelo), que reside en la piedra
sagrada que custodian los “Wisiratu”, los shamanes más importantes. Los instrumentos sagrados
más importantes utilizados en sus rituales, como la maraca grande, denominada “marimataro o
jebumataro”, deben su poder a los “jebu benignos” que se alojan en los pequeños fragmentos de
cuarzo que la hacen sonar; llamadas “kareko”. Estos cuarzos son capaces de ahuyentar a los “jebu
malignos” menos poderosos que suelen causar enfermedades.

Entre los relatos religiosos Warao, recogidos por especialistas, un aspecto común es la explicación
de la aparición del hombre, los animales, las plantas y todo lo presente en el entorno ambiental de
estos indígenas a partir de otro elemento que se transforma hasta dar origen a un nuevo, es así
como interpreta el Warao la vida y la tierra, como una constante cadena de transformaciones, en
donde cada elemento se convierte en otro.

En este sentido, según la tradición oral, la palma de temiche surgió del cuerpo de la mujer, los
hombres eran pájaros antes de ser hombres, entre otros. Se registran también varios relatos
religiosos Warao que hablan de un grupo de deidades que guiaron a este pueblo desde Trinidad
hacia las tierras deltanas.

Las investigaciones basadas en las tradiciones orales, evidencian que los Warao existe el concepto
de la vida después de la muerte, según esta comunidad, después de morir se transforman en
“jebu”, si se trata de shamanes ocuparán un lugar más privilegiado en comparación con los Warao
comunes, pues han de convertirse en “jebu mayores” e irán al lugar que les corresponde según el
tipo de actividad que desarrollaban en vida. Así, el chamán “joarotu” irá después de morir hacia el
oeste, al lugar donde se encuentran las victimas de sus maleficios, mientras que el chamán
“bajanorotu”, el que cura a través de canciones, y los Warao que ocuparon cargos relacionados
con las actividades de este desarrollo, como el fabricante de curiaras, el experto cestero y el
fabricador de chinchorros, irán todos al noroeste.
Ahora, en forma de “jebu”, el Warao que muere continúa presente entre los vivos y generalmente
su presencia puede acarrear tormentos, tristezas, como es natural, ante la pérdida o pánico. Se
sabe que en muchos casos, se le ha atribuido al “jebu” de algún Warao la muerte de otro, sobre
todo si era cercano a él. Son comunes los relatos sobre apariciones de muertos a personas que
han actuado con maldad o que han hecho alguna fechoría. También se cree que el “jebu” de
cualquier Warao podría obligar a su familia a abandonar su casa o al menos cambiar su chinchorro
de lugar.

La mayoría de las actividades diarias de los Warao tienen una carga religiosa, cada una de las áreas
de la religión Warao está a cargo de una persona que normalmente se ha entrenado hasta
perfeccionar sus conocimientos y dominio de la actividad, estas personas tienen un nombre
derivado de la función religiosa que ejercen:

Naja a rima: guardián de la lluvia.

Danna a rima (o daunona arima): guardián de las flechas sagradas.

Isimori arotu: dueño del clarinete sagrado.

Dakotu arotu: dueño de las canciones.

Kanobo a rima: guardián de la piedra sagrada.

Joarotu: dueño del maleficio de joa.

Bajanarotu: dueño del maleficio de la bajana.

En cuanto a las actividades que desarrolla cada una de estas personas, sobresalen las figuras
shamánicas del “Wisiratu”, el “Joarotu” y el “Bajanarotu”, los curanderos, cada uno de los cuales
se encargan de eliminar un mal diferente.

El “Wisiratu” figura esencial en toda la comunidad, que trata las enfermedades ocasionadas por la
introducción de los “jebu” en el cuerpo del paciente, aunque alcanza rango de autoridad, su
principal rol es el de curar. Sin embargo, tiene también el poder de infligir, voluntaria o
involuntariamente, males a las personas a través de los “jebu”, a los cuales puede hacer entrar en
el cuerpo. El cargo de “Wisiratu” no es propiedad de ninguna persona en particular.

El individuo que escoge esta actividad crece y perfecciona las herramientas del oficio a través del
ejercicio, hay varias etapas en este cargo, desde la fase de aprendizaje hasta llegar a una
ceremonia formal que se realiza en algunas comunidades para ratificar en él a quien lo detenta.
Cuando ha alcanzado el máximo desarrollo del arte, el “wisiratu” puede basar a ser “Kanobo a
rima”, lo que lo responsabilizaría de la protección y correcto uso del “Kanobo”, la piedra sagrada,
donde reside el “jebu principal”: el “Kanobo Kobenajoro o Karosima”.
El “Bajanarotu” se encarga de curar las afecciones físicas que resultan de la intromisión de un
objeto material en el cuerpo de la víctima, mal que recibe el nombre de “bajana”, también puede
provocar dolencias, una práctica asociada al principio de la compensación.

El “Joarotu” se encarga de erradicar las “joa”, afecciones generadas por la introducción de


sustancias de plantas y animales. Estos últimos shamanes tienen la función de restablecer el
equilibrio natural ante alguna falta; esto puede lograrlo ocasionando una enfermedad a quien ha
cometido alguna transgresión.

Desde la colonización, la cultura occidental se ha introducido en el Estado Delta Amacuro


fundando diferentes misiones religiosas con la finalidad de brindar a los Warao cambios sociales y
lingüísticos, para “civilizar a los indígenas”.

Sin embargo, la etnia Warao ha mantenido sus creencias y cultura viva, es así que cerca de las
casas, es frecuente la presencia de pequeños templos o “kuaijanokos” construidos para venerar al
gran “jebu principal“. Allí se depositan las maracas sagradas y la fécula del moriche como ofrenda
que se convertirá en yuruma para las fiestas rituales. Los Warao le dan una gran importancia a lo
sagrado.

Según la mitología, “Kuai-mare o Jebu-Betere”, el “jebu principal” es un espíritu con forma de


Warao que siempre anda con la cara tapada para no provocar vientos, huracanes o terremotos,
pero que una vez al año se levanta y provoca las grandes crecientes del río. Otro fenómeno
también asociado con el Jebu por su carácter cíclico y misterioso es la menstruación de la mujer, a
quien se le recluye en casas especiales durante este período.

María V. Rodríguez

http://www.eumed.net/libros-gratis/2012a/1157/creencias_magico_religiosas_warao.html

Religión de los indígenas venezolanos del pasado.

religion-de-los-indigenas-venezolanos-2Aunque en Venezuela, antes de la llegada de los


españoles, existía una gran diversidad de aborígenes, los extranjeros se dedicaron a la
esclavización y muerte de los nativos para dominarlos, logrando una reducción considerable de su
población total.

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Por otro lado, la misión evangelizadora que se tomaron los sacerdotes y jesuitas venidos de
España para convertir a los indígenas a la religión católica, hizo que la religión de los indígenas
venezolanos tuviera muchas lagunas y espacios en blanco, dando lugar a la transculturización en
Venezuela.

A esto también se debe anexar el hecho de que las diferentes tribus que habitaban las tierras
venezolanas tenían una autonomía una de otra, lo que se traduce a que la religión de los indígenas
venezolanos no era general, sino que podía variar según el grupo.

Pero a pesar de estas condiciones poco favorables para el estudio de la religión de los indígenas
venezolanos, lo que si se conoce es que eran politeístas, es decir, su creencia religiosa se basaba
en una serie de dioses que se encargaban de controlar los diferentes elementos naturales además
de ser los creadores de la tierra y el hombre.

Además de esto, la artesanía venezolana y el arte indígena venezolano se encuentra fuertemente


ligado a la presencia de deidades.

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Deidades de la religión de los indígenas venezolanos.

La religión de los indígenas venezolanos se basa en la mitología de una serie de sentimientos y


tradiciones que se remontan a muchos años atrás, representándose los dioses con los elementos
naturales.

Entre los principales dioses en los que se basa la religión de los indígenas venezolanos se
encuentran:

Tamoryayo.

Este es el Dios creador que se encontraba viviendo en las nubes, según la creencia de los
integrantes de la tribu de los Yupka. Se dice que este dios un día bajo a la tierra para cambiar de
sitio el firmamento y colocarlo en el lugar donde está ahora.

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Luego de esto creo al primer Yupka, pero luego de un tiempo que este anduvo solo el dios
Tamoryayo le envió con un pájaro carpintero el mensaje de si quería compañía, a lo que respondió
sí.

El pájaro se fue en busca del árbol Manüracha o Caricai, que botaría sangre al ser cortado. El
Yupka cortó el árbol en dos y a continuación se convirtieron en dos mujeres. Tomo a una para
hacerle cosquillas y con su risa entro su alma al cuerpo. Haciendo lo mismo con la otra, las nombro
Yoripa, luego las preño y comenzaron a nacer los Yupka.religion-de-los-indigenas-venezolanos-3

Ches.

Este es un dios andino, señor de los cultivos. Esta es la deidad que se invoca cuando se quiere
conocer el futuro de una cosecha, al cual se le rendía sacrifico para que el cultivo resultara
productivo.

Además de esto, era conocido por el ser el responsable de dar el bien y el castigo, soliendo habitar
en los páramos y las lagunas.religion-de-los-indigenas-venezolanos-4

Arco.

Es una deidad acuática, teniendo una actitud que podría describirse como dual, pues a la vez que
era un creador también era un destructor. Podía curar pero también ocasionar algunas
enfermedades.

Se le solía vincular con Ches y los arco iris, además de identificarse como un ave del
páramo.religion-de-los-indigenas-venezolanos-5

Odosha.

Se le conoce por ser un espíritu maligno, siendo dueño del bosque, del viento, demonio de la
montaña y señor del ensueño. Este siempre se encuentra a la espera de clavar una espina en la
lengua de aquellos que salen en la noche y no hacen caso de su silbido de advertencia.

Bajo su mando se encuentran unos demonios que se denominan Suamo, que son los dueños de los
animales salvajes que comen gente. Todos ellos habitan en las alturas de los tepúes
guayaneses.religion-de-los-indigenas-venezolanos-6

Kuaimare.
Este era el dios principal de las creencias religiosas de los indígenas venezolanos pertenecientes a
la tribu de los Waraos. Su nombre quiere decir “El Feliz que Habita Arriba”.

Es de color negro con cabello largo, de ojos grande, orejas largas, siendo una tan larga que llega a
la región oriental y la otra llega a la región occidental. Sus zarcillos brillan tanto como el oro y la
plata.

Se viste con una túnica de tela fina que flota en el aire y produce la brisa encargada de agitar el
agua de los ríos. Al caminar produce movimientos en la tierra. Además es el creador de los
espíritus buenos y malos.

http://hablemosdeculturas.com/religion-de-los-indigenas-venezolanos/

Creencias y Costumbres de los Indigenas de


Venezuela

viernes, 5 de febrero de 2016

Los Caribes

Parte de sus costumbres creaban utensilios de conchas (gubias, hachas) la mayor parte de estos
eran de madera u otro material no perecedero; no usaban trajes, gustando de adornase con
pintura y plumas; sus habitaciones se encontraban en boca de cuevas cerca de los ríos o el mar,
aunque también al aire libre; enterramientos directamente en la tierra de las cuevas, los cráneos
presentaban aplastamientos frontales.

Las creencias religiosas de los caribes estaban fundamentadas en el culto a la muerte. La principal
ceremonia espiritual era el funeral del cacique, cuyo cuerpo era cremado y las cenizas depositadas
en urnas junto a sus objetos personales, constituidos, en gran parte, por armas y joyas. Junto a él
eran enterrados los esclavos y las concubinas favoritas del cacique, ya que los caribes creían
profundamente en la vida después de la muerte.
Adoraban al Sol, la Luna, las estrellas y algunas fuerzas de la naturaleza, lo mismo que a animales
como la serpiente y el jaguar. Para ellos, cada actividad cotidiana estaba relacionada con alguna
fuerza que desconocían y veneraban. Los sacerdotes, conocidos como chamanes, mohanes o
pinches, tenían gran influencia entre las tribus. Eran magos y médicos a un mismo tiempo.
Utilizaron plantas naturales para narcotizar a los enfermos y trataron ciertas enfermedades con
yerbas medicinales y tabaco.

http://creenciasycostumbresindigenas.blogspot.com/2016/02/los-caribes.html

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