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MEMBRANAS EPIRRETIANAS

Integrante: Jimmy Jiménez.

Las membranas epirretinianas (MER) se caracterizan por la proliferación de tejido


fibrocelular anómalo sobre la superficie interna de la retina. Se pueden clasificar como
idiopáticas o secundarias, siendo las idiopáticas más prevalentes. Su fisiopatología no es
del todo conocida, pero existe una relación cronológica con la aparición de
desprendimiento de vítreo posterior (DVP) y, en que su incidencia aumenta con la edad.
Por tanto, más del 90% de los pacientes con MER idiopático son mayores de 50 años,
algunos estudios más recientes destacan la posibilidad de factores étnicos y la cirugía de
cataratas parece ser un factor causal importante.

Respecto a su patología, las membranas idiopáticas, en su mayoría de las veces se


encontraran células dispuestas en monocapa con escaso colágeno. En cambio, en las
membranas secundarias su proliferación celular se realiza en varias capas con abundante
colágeno.

Existen contradicciones en la literatura en cuanto al origen de las células que componen


esta membrana (hialocitos, glía de retina, células gliales del nervio óptico, pericitos y las
células del epitelio pigmentario). Se dice que las células del epitelio pigmentario pueden
diferenciarse bajo la influencia del vítreo y secretar factores quimiotácticos para las
células gliales (astrocitos, células de Müller). Con lo anterior, se piensa cada vez más que
las células de Müller desempeñan un papel importante en la formación de esta
membrana epirretiniana.

Pueden aparecer en asociación con diversas patologías oculares (enfermedades


vasculares retinianas, tumores intraoculares, enfermedades oculares inflamatorias,
traumatismos oculares, desprendimientos de retina, uveitis) o tras cirugías oculares.

Según su etiología en las MER idiopáticas se postulan dos orígenes tras DVP:

Origen retiniano: El DVP tiene lugar luego de que el vítreo licuificado ingresa en el espacio
subhialoide y separa la corteza del vítreo posterior de la retina, el cual causaría roturas en
la MLI, permitiendo migración celular hacia la superficie interna de la retina.

Origen vítreo: Además del DVP completo, podemos encontrar una licuefacción del gel
vítreo sin separación viteorretiniana, denominándose DVP anómalo. Si durante el DVP la
corteza vítrea se divide, se denomina vitreosquisis. Esta otra hipótesis sostiene que la
membrana epirretiniana es resultado de un DVP anómalo con vitreosquisis, dejando la
capa externa de la corteza del vítreo posterior adherida a la macula.
Cabe destacar que, entre los pacientes con MER idiopático, se encuentra un DVP
completo en 80 a 95% de los casos. Si el DVP es parcial, el hialoide posterior puede
permanecer unido a la MER. Finalmente, en casos raros, el vítreo permanece bastante
adherido a la retina, incluida la mácula.

Respecto a su diagnostico, las membranas idiopáticas a menudo son asintomáticas,


descubiertos durante un screening de fondo de ojo. Las membranas pueden causar un
síndrome funcional macular más o menos marcado, que asocia una disminución de la
agudeza visual, la metamorfopsia (frecuentemente es la primera queja del paciente) y un
escotoma central relativo, inclusive diplopía. En general, la incomodidad visual que siente
el paciente es variable.

La detección de anomalías de la interfaz vitreo-macular subclínicas ha aumentado


considerablemente debido al examen actual de OCT del polo posterior.

Fig 1.- Membrana epimacular, sección de OCT horizontal. Nótese el engrosamiento macular, con desaparición
de la depresión foveolar.
Fig 2.- A.OCT (sección horizontal) que muestra la membrana (flecha). B. Fotografía en color que muestra el
punto amarillo foveal correspondiente al levantamiento retrofoveolar (flecha). C. Imagen de
autofluorescencia que muestra una hiperautofluorescencia correspondiente al punto amarillo y al
levantamiento retrofoveolar (flecha).

Fig 3.- Tracción vitreo-macular, sección de OCT horizontal: hialoides posterior parcialmente separado (flechas
rojas) y está engrosado e hiperreflectante al lado del techo de la fóvea (flechas blancas), donde persiste un
cierre y genera tracción. Una mácula engrosada y quística.
Fig 4.- Arriba; Se produjo una contracción macular, imágenes tomadas con IR (infrared) y OCT preoperatoria.
La membrana es muy gruesa y extremadamente contráctil, causando una constricción del polo posterior y una
desaparición total de la depresión foveolar con desorganización de las capas internas de la retina; Abajo: IR y
OCT postoperatorio: los vasos retinianos se encuentran en su trayectoria fisiológica y la depresión foveolar es
nuevamente visible.
Fig 5.- Membrana epimacular idiopática antes y después de la cirugía: izquierda: aspecto preoperatorio en
retinografía en luz verde y azul, angiografía y OCT; derecha: aspecto postoperatorio: observe la disminución
de la distorsión vascular, el agrandamiento del pigmento xantofílico y la disminución del grosor foveal. Sin
embargo, la apariencia no ha vuelto a la normalidad. La agudeza visual pasó de 4/10 en preoperatorio a 8/10
en postoperatorio.

Referencias

1.-Dupas B, Tadayoni R. Membranes épirétiniennes maculaires. EMC –Ophtalmologie 2012;9(4):1—17.

2.-Stevenson W., Prospero Ponce C., Agarwal D., Gelman R., Christoforidis J. Epiretinal membrane: optical
coherence tomography-based diagnosis and classification. Clinical Ophthalmology. 2016;10:527–534.

3.-Kičová N, Bertelmann T, Irle S, Sekundo W, Mennel S. Evaluation of a posterior vitreous detachment: a


comparison of biomicroscopy, B-scan ultrasonography and optical coherence tomography to surgical findings
with chromodissection. Acta Ophthalmol. 2012 Jun;90(4):e264-8.

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