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CAPÍTULO 3

Marco Operacional

3.1 Transcripciones y Adaptaciones para Batería de Ritmos del Folklore


Chileno

A continuación, se presentan una serie de ritmos del folklore chileno


adaptados para batería con el fin de que sean utilizados fácilmente por los
interesados. Para ello, se plantea la siguiente metodología de trabajo:
1. En primer lugar, se hará una breve reseña del ritmo en cuestión,
procedencia musical y soporte en que se presenta su ejecución.
2. Luego se procede a separar las fórmulas resultantes en motivos e incisos
rítmicos, es decir, individualizando los elementos rítmicos principales en
caso de estar repartidos en más de un instrumento de percusión,
3. Para finalizar, se propone un patrón rítmico para ser ejecutado en la
batería, orquestando en ésta, las diferentes fórmulas rítmicas obtenidas
previamente.

Los ritmos (en su mayoría derivados de formas dancísticas) se agrupan


de acuerdo a las zonas geográficas de Chile. De cada una se toman las
expresiones musicales más representativas contenidas en los ritmos más
conocidos o típicos. Estos son:

A. Zona Norte:
1. Cacharpaya
2. Cachimbo

1
3. Carnavalito
4. Huayno
5. Morenada
6. Takirari.

B. Zona Central:
1. Guaracha
2. Polca
3. Refalosa
4. Sajuriana
5. Tonada.

C. Zona Sur:
1. Música Mapuche (Una Rogativa; Un Nguillatún)
2. Costillar
3. Pericona
4. Rin
5. Sirilla
6. Vals Chilote

D. Isla de Pascua:
1. Sau-Sau
2. Tamuré

E. La Cueca

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3.2 Recomendaciones para el Estudio de los Ritmos Folklóricos Chilenos
en La Batería.

Para abordar el estudio y la ejecución de cada ritmo, se recomienda seguir


los siguientes pasos, en orden a conseguir los mejores resultados en cada una
de las adaptaciones de estos ritmos a la batería.
1) Trabajando con metrónomo, ejecutar a un pulso muy lento cada una de las

diferentes voces o motivos rítmicos del ritmo en cuestión (q =40 –cuando el

pulso está indicado en negras como unidad de pulso y e = 40 –cuando el

pulso este indicado en corcheas como unidad de pulso). Esto se hace a


modo de ejercicio de lectura y es recomendable realizarlo en el tambor
(caja).
2) Una vez solucionado el problema de la lectura de cada una de las voces, se
procede a trabajar en cada instrumento por separado la voz que le
corresponde. Se recomienda partir por las voces más agudas (platillos con
baquetas), seguir con las intermedias (caja, toms) y finalmente las graves
(bombo) y con hi-hat con el pie cuando aparezca. Es preciso recordar la
importancia de una técnica adecuada, la cual facilitará la ejecución de cada
instrumento.
3) Una vez solucionado el problema de la lectura rítmica en los diferentes
instrumentos que conforman el set de batería, se trabajan los ritmos en
pares, de todas las formas posibles, por ejemplo: Hi-Hat – Caja; Hi-Hat –
Bombo; Bombo – Caja, etc.
4) Habiendo conseguido el trabajo de disociación, se comienza a acelerar el
pulso en forma gradual hasta llegar al pulso mínimo sugerido en la
adaptación.

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5) Es imprescindible mantener una ejecución relajada, por lo tanto, se debe
cuidar la postura y el manejo segmentado del cuerpo. Nunca la tensión debe
ser un mecanismo para conseguir ejecutar algún patrón o ritmo.
Es importante considerar que las transcripciones de los ritmos chilenos que
aquí se presentan están filtradas desde una aproximación académica a lo que
normalmente puede ser ejecutado por los intérpretes populares, autodidactas o
por aprendizajes de transmisión oral. Por el uso y la práctica que poseen estos
ritmos (folklóricos), resulta sumamente complejo transcribir en forma literal cada
uno de los ellos, ya que estos son interpretados la mayoría de las veces, sin
considerar perfeccionismos técnicos propios de la formación de músicos en
escuelas, academias o conservatorios. Por ejemplo:
Lo que podría ser una variación del tormento o rasgueo de guitarra en la cueca,
se podría expresar teóricamente desde la siguiente formulación:

,
pero lo que realmente se tocaría es:

, lo que resulta mucho más difícil de


leer, por lo tanto, se hace necesario interpretar las formas de ejecución popular
y expresarlas en fórmulas más acorde a las necesidades de este estudio.

La nomenclatura usada en las adaptaciones a la batería será la siguiente:

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3.3 Zona Norte

3.3.1 La cacharpaya

Perteneciente a la familia del género huayno, su origen es precolombino. Se


baila preferentemente en valles, precordillera y altiplano de la I y II región
(Tarapacá y Antofagasta). La Cacharpaya goza de plena vigencia social.
Su texto tiene forma variable, aunque predomina la cuarteta octosilábica con
estribillos intercalados.
Posee un metro rítmico binario de 2/4, con intercalación de compases de
3/4. Instrumentos que tradicionalmente han intervenido en su ejecución son:
siku, zampoña o laka, tarkas, lichiguayos, quenas, mandola y bombo. También,
en algunas ocasiones, se acompaña de bronces como trompetas, trombones,
bombardinos, además de bombo, caja y acordeón. En algunos casos se
interpretan solos de quenas sin propósitos coreográficos. Los bailarines cantan
al bailar en estilo responsorial.

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3.3.2 El cachimbo

Danza Tarapaqueña de pueblos y quebradas. Nace en el pueblo de


Tarapacá (I Región) en las primeras décadas del 1800. El Cachimbo fue
impuesto en Pica, donde le dan el significado de "persona alta que baila con
arrogancia". Su área de expansión es reducida: pueblos, valles y quebradas al
interior de Iquique. Sobrevive en fiestas de los Santo Patronos, carnavales y,
esporádicamente, en fiestas familiares. El acompañamiento instrumental incluye
la zampoña, piano, guitarra, violín, mandolina y banjo en múltiples
agrupaciones, según la ocasión en que se baile. Actualmente predominan
bandas de aerófonos: trompetas, flautas, tubas, saxos y otros, con percusión de
bombo, caja y platillos. Usa un patrón rítmico de 6/8 y 3/4. La tonalidad es
mayor y menor.

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3.3.3 El carnavalito

Danza de origen boliviano y relativamente reciente, común en el norte


argentino y bailada también en el norte de nuestro país. Se baila no solamente
durante el carnaval sino que es preferida en todas las fiestas del calendario, en
las que se realizan bailes de conjunto.
Es una danza muy vivaz del norte chileno, y de otros países de América del
Sur.
Su ritmo es binario y su patrón rítmico recuerda los rasgueos agudos del
charango. Se suele tocar a dos "quenas" en distancia de terceras, acompañado
de "Bombo indígena".
Hay versiones también con bronces e instrumentos de percusión mayor
(Cajas, bombos, platillos).

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3.3.4 El Huayno

El término deriva de la voz quechua wayñu (floreo) y representa la devoción


popular hacia la cultura de la tierra, siendo una fuente de inspiración para una
gama enorme de compositores tanto de música clásica, popular y folclórica.
Geográficamente esta danza se ubica en la llamada zona altiplánica de
nuestro continente, que comprende la parte occidental de Bolivia, centro y sur
del Perú, noroeste de Argentina y norte de Chile.
En nuestro país, esta danza se cultiva en las regiones I, II y la nueva región
XV, con el nombre de trote. Con todo, el Huayno no pertenece a una sola
nación sino más bien a una zona geográfica determinada, el altiplano.
Los instrumentos más característicos para acompañar el Huayno son
guitarras, quenas, zampoñas y el charango. Se escribe en 2/4 y se privilegian
las tonalidades menores junto con el uso de la escala pentáfona. Rítmicamente
presenta un patrón muy básico, compuesto por una corchea seguido de dos
semicorcheas (galopa).

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3.3.5 La Morenada

La Morenada es una danza cuyos orígenes se remontan a la Colonia. Sobre


su lugar de nacimiento existe una abierta polémica. Lo cierto es, sin embargo,
que este baile tenía y tiene una fuerte raigambre en las poblaciones aymaras
del altiplano paceño y orureño desde hace más de tres siglos.
La danza de los morenos es una sátira como la mayor parte de las danzas
creadas con el objetivo de censurar, criticar y ridiculizar los sufrimientos de los
hombres. Los esclavos negros marchaban al compás de una música ejecutada
por instrumentos aerófonos. Esta manifestación motivó a los andinos a recrear
la danza de los morenos. Esta hipótesis ha servido, durante bastante tiempo,
para explicar el origen de la danza de la Morenada.
El patrón es binario y muy marcado en el bombo. Los bronces tienen una
fuerte participación y dictan la pauta para el acompañamiento de los demás
instrumentos de percusión. Puede ser ejecutada en 4/4 o 6/4.

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3.3.6 El Taquirari

El Taquirari (o Takirari) tiene su origen en los llanos selváticos bolivianos y


su presencia temprana estaría ubicada en el siglo XIX cuando el guerrillero
cruceño Cañoto luchaba contra los españoles y tocaba en su guitarra melodías
emparejadas con el trote del caballo.
Puede relacionarse la aparición del Taquirari con el desarrollo de la cultura
criolla del oriente de Bolivia. Se cree que su nombre proviene de la palabra
moceña “takiríkire” que significa flecha.
El Taquirari tiene una clara influencia de los bailes indígenas de la región,
caracterizados por su movimiento y alegría.
Pese a sus variaciones rítmicas, el Taquirari también es considerado la
canción romántica del oriente, sobre todo, si se toma en cuenta sus letras casi
siempre dirigidas a enamorar a la mujer o al varón.
Su estilo es característico del área andina, no sólo por los instrumentos
utilizados en él (bronces), sino también por su coreografía. Musicalmente, este
ritmo consiste en un patrón rítmico binario de cuatro golpes, confiado
usualmente a la percusión, donde el peso cae sobre los dos últimos (en el
bombo).

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3.4 Zona Central

3.4.1 La Guaracha

Heredada de ritmos colombianos y cubanos, tuvo gran difusión a contar de


finales de los años ’40, manteniéndose tan vigente como la cueca o el corrido.
Existe siempre polémica sobre si la Guaracha ha de ser considerada parte
de los ritmos folklóricos de Chile, dado su origen foráneo. En este estudio se
incluye puesto que es un ritmo que ha sido adoptado como propio por los
chilenos, no sólo en la ciudad sino también en el campo, considerándoselo uno
de los ritmos más populares.
Es un baile con movimientos cadenciosos. Los brazos se mueven al compás
de la música.
La instrumentación más común es guitarra y acordeón, agregándose a
éstos en la actualidad (sobre todo al ser tocada en fondas y ramadas de ciudad)
el bajo eléctrico y la batería.

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3.4.2 La Polca (Polka)

Heredada de Europa Central, la Polca sin lugar a dudas se ha folclorizado.


Tiene un tono festivo donde el hombre toma de la cintura a la mujer y ésta el
hombro de su pareja, mientras que ambos se toman la mano que queda libre,
estirándola hacia adelante.
Posee un ritmo muy marcado en 2/4. Al momento del estribillo, la música se
torna más ágil.
La instrumentación usual consiste básicamente en guitarras y sonajeros. Los
cantantes acompañan con las palmas.

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3.4.3 Refalosa

Danza de paso resbalado a la que también se le llamó zamba refalosa,


caracterizado además por el exagerado contoneo y movimiento de la cintura de
la mujer. Debido a su paso saltado, su vivacidad y sus diseños coreográficos,
es probable que sea una derivación de la zamba o de la zamacueca. Llegó a
Chile proveniente de Perú hacia 1835. Tuvo gran popularidad en el siglo XIX,
compitiendo en este sentido con la zamacueca junto al Aire, la Palomita, el
Maicito y el Minero, todos bailes decimonónicos que poco han perdurado en el
tiempo. Predominando en la zona de Santiago y sus alrededores, tuvo
presencia entre Coquimbo y Chiloé. Fue una danza típica de tertulias y, sobre
todo, de chinganas y centros mineros, junto a la sajuriana y la cueca.
Es ejecutada con guitarra y, dependiendo del lugar geográfico, se agregan
otros instrumentos como acordeón y bombo.
Su metro es binario de división ternaria.

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3.4.4 La Sajuriana

Traída de la Argentina por el ejército Libertador, la Sajuriana se entronizó en


los salones aristocráticos. Pronto el pueblo la hizo suya dándole el sello de
vivacidad y gallardía actual. La sajuriana tiene unas denominaciones muy
variadas: sinjuriano, sanjuriana, sanjuanina, sajuria, etc., según distintas
regiones. En Chile se le agregó zapateo y escobillado, utilizándose la guitarra
en el acompañamiento.
Las parejas bailan separadas, enarbolando sus pañuelos de arriba hacia
abajo viceversa, improvisando cada bailarín la cadencia de sus movimientos.
El patrón rítmico se organiza en 3/4 para la primera sección y 6/8 para la
segunda. En el acompañamiento se utiliza la guitarra y a veces el arpa. Se
acompaña además con las palmas. La tonalidad usada es mayor.

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3.4.5 La Tonada

En el contexto de la historia de la música popular chilena, el caso de la


tonada es uno de los más interesantes desde el punto de vista social y musical.
Puede ser clasificada según la ocasión en que se cante: como serenata
(esquinazo), como una alabanza o bendición para a los novios (parabién), como
romance o “corrido”, o, finalmente, como canción para los tiempos del
nacimiento de Cristo (villancico). En la segunda década del siglo XX la tonada
ingresó a los espacios de la música de concierto y formó parte del repertorio de
los diversos grupos de música popular de la ciudad, produciendo cierta
movilidad musical del campo a la ciudad, proceso casi paralelo a la evolución
de las clases sociales en el Chile de la primera mitad del siglo XX.
Desde el punto de vista musical, la tonada campesina proviene,
posiblemente, de formas arábigo-andaluzas. Es una canción folclórica cuya
alternancia y superposición métrica (6/8 y 3/4) le confieren una particular
riqueza rítmica, muy similar a la de la cueca chilena. Su acompañamiento se
hace, por lo general, con guitarras o arpa y su forma estrófica puede ser de
distintos tipos.

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3.5 Zona Sur

3.5.1 La Música Mapuche

La música Mapuche no se rige por los cánones formales estrictos, sino que
está basada primordialmente en esquemas melódicos y rítmicos que provienen
de una tradición ancestral, trasmitida oralmente de Padres a Hijos y en su
música aparecen fundidas la poesía, la danza, la representación dramática, las
creencias mitológicas, la medicina empírica y una visión cosmológica religiosa
que rige el universo.
El repertorio musical Mapuche incluye canciones para voces solas o
acompañadas de instrumentos. Especialmente importantes son los cantos de
los Chamanes o Machis que, en unión con la danza, se encuentran en las
ceremonias agrarias tales como El Lepún, en rogativas cómo el Nguillatún y
ceremonias mágico-religiosas de curación o Machitún.
En este estudio se trabajará un canto-danza chamánico (Nguillatún) de una
machi y una rogativa.
Los instrumentos usados en estos ceremoniales son el Kultrún, la Trutruca,
las Pifilkas, el Trompe y las Cascahuillas.

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3.5.2 El Costillar

“Procedente de la provincia de Chiloé, no existen antecedentes que


determinen certeramente la danza o especie que le diera origen. Sólo se puede
decir lo que se vislumbra a través de su práctica; una costumbre muy antigua, la
de bailar o reunirse alrededor de una figura de carácter totémico del juego o del
árbol.” 1 Es una danza de destreza y obstáculo que toma aires de competencia.
Los textos son cuartetas o coplas de la tradición, con la intercalación de un
estribillo. A medida que la danza se va desarrollando, se van repitiendo las
coplas y se va acelerando el pulso, hasta que uno de los danzantes bote el
obstáculo.
La danza está en patrón rítmico de 2/4, siendo acompañada de guitarra
rasgueada. Es también acompañada en ocasiones de bombo chilote y
acordeón. Su tonalidad mayor.

1
Loyola, M. Bailes de tierra en Chile. Valparaíso: Eds. Universitarias de Valparaíso: Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso, 2004 (Valparaíso : Litografía Garín). 250 p.
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3.5.3 La Pericona

Este baile popular chilote es una danza de dos parejas sueltas, con pañuelo,
interdependientes. Habiéndose desarrollado inicialmente en Argentina y
Uruguay, su nombre original proviene del título que antaño se daba a quien
dirigía el baile, “pericón” o “perico”, y que en Chile fue llamado comúnmente
“bastonero”. Esta danza llegó a Chile a comienzos del siglo XIX con el Ejército
de San Martín y se conoció como pericona en Chiloé desde más o menos 1835.
Se baila en todas las fiestas profanas de Chiloé y en algunos otros sectores del
sur de Chile. La pericona era para los chilotes la mejor de las danzas, la más
popular y la preferida, siendo frecuente en fiestas campesinas de Ancud y
Castro.
En términos de estructura, la pericona está formada por una seguidilla de
cuatro y siete versos.
Su metro es 6/8 con la negra con punto muy marcada, al igual que las
subdivisiones.
Se usan guitarras, bombo chilote, acordeón y sonajas o cascabeles.

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3.5.4 El Rin

El Rin es una danza de dos parejas en cuarto, suelta y tomada, sin pañuelo,
que se baila en la isla grande de Chiloé hacia donde llegó en el siglo XIX
probablemente de manera directa desde Europa, ya que en Francia existe una
danza similar conocida como la bourré parisina. Se bailaba principalmente en
fiestas recreativas comunitarias y familiares.
De función eminentemente recreativa, su música se acompaña de guitarra,
rabel (que fue paulatinamente reemplazado por el acordeón) y bombo chilote.
Su metro es binario y su división binaria.
El rin, como baile tradicional, ha perdido vigencia social. En términos
musicales, sin embargo, su ritmo ha perdurado gracias a clásicas
composiciones de música chilena como las de Violeta Parra “El rin del angelito”,
“El albertío” o “Run run se fue p’al norte”.

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3.5.5 La Sirilla

Esta danza fue recopilada por Clorinda Gallardo y Margot Loyola en Curaco
de Vélez, Chiloé, hacia 1962. Es conocida también como seguidilla, seguirilla o
segrilla. De origen hispano, brotó en Castilla en el siglo XV. Su presencia en
Chile se hizo evidente desde comienzos del siglo XIX, perfilándose como una
música de teatro. Era frecuente en la animación de fiestas y presentaciones
escénicas, y entre sus intérpretes destacaban agrupaciones femeninas.
Su nombre tiene un curioso origen. Este estilo fue adoptado en sus danzas
por las “mujeres de seguida”, nombre asumido por las prostitutas que seguían a
los soldados en sus campañas. De esa “seguida” viene el nombre “seguidilla”.
Se bailaba de a dos parejas sueltas, sin grandes desplazamientos pero con
gran importancia del zapateo.
Su métrica es sobre la base de cuatro versos, dos heptasílabos y dos
pentasílabos. Es similar en su figuración al Costillar.
Para su ejecución se utilizan guitarras, acordeón y bombo chilote.

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3.5.6 El Vals Chilote

Es uno de los bailes más conocidos en la isla grande. Si bien es de origen


europeo, se ha adaptado y folclorizado desde la zona central de Chile hasta el
sur, específicamente la Isla de Chiloé, donde es, claramente, el baile más
popular.
Esta danza considera las características del típico vals en que el hombre y la
mujer bailan enlazados. Sin embargo, su característica personal es que se
pronuncia con mayor intensidad los saltos y la forma de abrazar a la pareja.
De la misma manera, la ejecución es más marcada en cuanto a su
acentuación al comienzo de cada compás. Su métrica es 3/4 y la
instrumentación característica es guitarra, acordeón y bombo chilote.

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3.6 Isla de Pascua

3.6.1 Sau Sau

El Sau Sau llegó a la isla por el año 1939 y se dice que dos polinésicos
provenientes de Tahíti enseñaron a los isleños esta danza de ritmo alegre y
sensual. El Sau Sau se baila y canta en reuniones familiares caracterizado por
su ritmo alegre y festivo. La pareja de baile es suelta e independiente. Realizan
movimientos suaves y ondulantes con brazos, manos, dedos y caderas. El baile
dura mucho tiempo, y dentro de las tradiciones de la Isla, es muy mal visto
interrumpir la danza. Pero se anuncia el fin, cuando los instrumentos empiezan
a acelerar el ritmo.
Los instrumentos usados en la ejecución de esta danza son la guitarra y el
ukelele. Ocasionalmente se agregan instrumentos de percusión como la
Kahuaha (quijada) y el Pahu (un tipo de bombo pequeño).
El metro es binario de división binaria. Su tonalidad, mayor.

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3.6.2 El Tamuré

En la década de 1960 se hizo popular en Isla de Pascua el Tamuré. Casi tan


popular en el continente como el Sau Sau, este baile de origen tahitiano es
mucho más agresivo, incluso acrobático, con fuertes movimientos pélvicos que
pretenden hacer evidente el acto amoroso.
Musicalmente también es más agresivo que el Sau Sau. Predomina la
percusión y su pulso es más rápido. Existen piezas sin canto ni instrumentos
armónicos o melódicos, sólo percusivos.
Los instrumentos de percusión que más se utilizan son el Te’oere (tronco
ahuecado) y el Pahu. Se acompañan también con Ukelele y Guitarra.
Su metro es binario de división binaria. Su tonalidad, mayor.

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3.7 La Cueca Chilena

Declarada Baile Nacional de Chile el 18 de septiembre de 1979, la Cueca es


la protagonista de las celebraciones y festividades criollas. Su origen no está
claramente definido, ya que investigadores la vinculan a culturas como la
española, africana, peruana, así como también a la chilena. Incluso, los bailes
de la zamba, la zambacueca, zamacueca y cueca chilena parecen ser
esencialmente las mismas danzas, pero evolucionadas de acuerdo a sus
variantes regionales. Sin embargo, una teoría muy aceptada es la que dice que
la cueca habría surgido de nuestros vecinos peruanos y que de allí habría
derivado a nuestras tierras. A pesar de haber sido declarada “oficialmente” baile
nacional hace relativamente corto tiempo, se baila en nuestro país desde
aproximadamente 1824.
Según la zona geográfica en que se baile, la cueca presenta algunas
variaciones. Estas están dadas por la vestimenta de los bailarines, en su
personalidad y actitud en la danza. En las zonas sureñas son más tímidos,
llenos de picardía en la zona central urbana, incitantes en las regiones
campesinas y elegantes en la capital.
Se acompaña con guitarra, acordeón, pandero (y/o tormento), arpa y los
golpes de manos al compás del ritmo. En versiones urbanas del baile (cueca
Chora o Brava) se encuentra también el uso del bajo eléctrico y la batería.
Su metro es 6/8. La tonalidad puede ser mayor o menor.

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