Giorgio de Chirico

(Bolos, Grecia, 1888 - Roma, Italia, 1978) Pintor italiano. Nacido en Grecia de padres
italianos, estudió a partir de 1906 en Munich, donde conoció la filosofía alemana.

En 1910 se trasladó a París, donde trabó amistad con Paul Valéry y Guillaume
Apollinaire; sin embargo, no se interesó por las diversas corrientes de vanguardia que se
desarrollaban en la capital francesa y se mantuvo ajeno a ellas durante toda su vida.

Fue entonces cuando comenzó una búsqueda autónoma de soluciones pictóricas, que no
tardó en desembocar en un empleo peculiar de arquitecturas y maniquíes para definir un
espacio intemporal y solitario que resulta extraño y misterioso; las arquitecturas
(Melancolía otoñal) no cumplen la función de definir el espacio, sino la de acentuar el
vacío y la soledad; los maniquíes (El gran metafísico, Héctor y Andrómaca) representan
al hombre-autómata contemporáneo.

En el transcurso de la Primera Guerra Mundial, después de ser llamado a filas en 1915,

fue herido en 1917 e ingresó en el hospital militar, donde conoció al pintor Carlo Carrà;
con Carrà enunciaría los postulados de la pintura metafísica, corriente artística de corta
duración, pero la más fecunda y original en la carrera de Giorgio de Chirico, y según los
surrealistas, precursora de su propia corriente artística.

La década de 1920 fue para el artista la de los caballos solitarios en playas salpicadas de
elementos clásicos. Posteriormente, su obra perdió interés, pero por entonces ya había
abierto un camino de búsqueda que siguieron muchos otros pintores.

NATURALEZAS MUERTAS.

FRUTAS CON TEMPLO 1957.

A partir de la década de los cuarenta, las naturalezas muertas están inspiradas en modelos
renacentistas y barrocos, representa la vida silenciosa de los objetos, esbozos expresivos, ha
observado detenidamente a los maestros antiguos. Chirico introduce junto a la fruta, estatuas,
templos clásicos, etc, como capturando la memoria del tiempo.

Son paisajes naturalistas pero pese a ello irreales, hay una sensación de espacio desubicado,
como un eco remoto de las cosas, esa inspiración clásica, testimonio de un pasado que admira.

CABALLOS Y CASTILLOS.

Del mismo modo están estos ecos remotos, caballeros errantes, castillos lejanos,…

MUNDO CLÁSICO Y GLADIADORES.

el tema aparece en 1927, el artista enriquece este tema, los gladiadores son héroes destinados
a morir, en los cuadros de Chirico se convierte n en una escenografía teatral, se representa
ambigüamente la realidad y la ficción, están inmersos en sugestivas atmósferas que surgen de
la memoria y nostalgia de la antigüedad del Mediterráneo. es de la misma época que los
caballos lanzados al galope en pasiajes que evocan el mundo clásico.
INTERIORES METAFISICOS.

El tema nación durante la Primera Guerra Mundial en Ferrar, donde con uniforme de soldado
de Chirico creó composiciones en las que una perspectiva acelerada implica los elementos
arquitectónicos de una habitación, en el centro hay un conjunto de instrumentos de dibujo y
objetos incongruentes. Empieza a aparecer la figura del maniquí.

La abertura de una ventana o el cuadro dentro del cuadro ofrece escenarios con paisajes
arqueológicos y naturales, fábricas y plazas. Los objetos de la puestaen escena ( cajas de
colores, galletas, cartabones, reglas de dibujo, telas y caballetes) forman costelaciones en
visiones que simulan habitaciones del pensamiento. Es uno de lso temas más pimportantes de
De Chirico y uno de sus más enigmáticos. Plantea la reflexióón binomio interior - exterior,
encontramos también el tema de los muebles en el valle, sillones, sillas y armarios aparecen
reunidos en medio de la naturaleza.

EL RETORNO DE ULISES.

El mito es de la época de 1968-1976 , Ulises navega en un mar-alfombra es una habitación

similar a la de los interiores metafísicos del periodo de Ferrar (1915-1918), con un templo
clásico iinsertado en la pared de la izquierda. Junto a un sofá de aspecto cotidiano, la cortina
del oráculo ya no es de un negro funesto sino que es de un azul descolorido, coulta el gran
desconocido. A la derecha, una ventana se abre a una escena lejana de un templo homérico
como recuerdo de infancia en Grecia.