• El Derecho –minero es parte del Derecho Administrativo, toda vez que se rige por Ley Especial, o Ley expresa, en ese sentido atendiendo a la singularidad de la materia, se rigen supletoriamente por la Ley del Procedimiento Administrativo General, Ley Nº 27444, en aquellos aspectos no previstos y en los que no son tratados expresamente de modo distinto. • En ese sentido, las autoridades administrativas al reglamentar los procedimientos especiales, cumplirán con seguir los principios administrativos, así como los derechos y deberes de los sujetos del procedimiento, establecidos en la indicada Ley. • Siendo así, sin perjuicio de la vigencia de otros principios generales del Derecho Administrativo, los principios del Derecho Minero son: 1. Principio de legalidad.- Las autoridades administrativas deben actuar con respeto a la Constitución, la ley y al derecho, dentro de las facultades que le estén atribuidas y de acuerdo con los fines para los que les fueron conferidas. 2. Principio del debido procedimiento.- Los administrados gozan de todos los derechos y garantías inherentes al debido procedimiento administrativo, que comprende el derecho a exponer sus argumentos, a ofrecer y producir pruebas y a obtener una decisión motivada y fundada en derecho. La institución del debido procedimiento administrativo se rige por los principios del Derecho Administrativo. La regulación propia del Derecho Procesal Civil es aplicable sólo en cuanto sea compatible con el régimen administrativo. 3. Principio de impulso de oficio.- Las autoridades deben dirigir e impulsar de oficio el procedimiento y ordenar la realización o práctica de los actos que resulten convenientes para el esclarecimiento y resolución de las cuestiones necesarias. 4. Principio de razonabilidad.- Las decisiones de la autoridad administrativa, cuando creen obligaciones, califiquen infracciones, impongan sanciones, o establezcan restricciones a los administrados, deben adaptarse dentro de los límites de la facultad atribuida y manteniendo la debida proporción entre los medios a emplear y los fines públicos que deba tutelar, a fin de que respondan a lo estrictamente necesario para la satisfacción de su cometido. 5. Principio de imparcialidad.- Las autoridades administrativas actúan sin ninguna clase de discriminación entre los administrados, otorgándoles tratamiento y tutela igualitarios frente al procedimiento, resolviendo conforme al ordenamiento jurídico y con atención al interés general. 6. Principio de informalismo.- Las normas de procedimiento deben ser interpretadas en forma favorable a la admisión y decisión final de las pretensiones de los administrados, de modo que sus derechos e intereses no sean afectados por la exigencia de aspectos formales que puedan ser subsanados dentro del procedimiento, siempre que dicha excusa no afecte derechos de terceros o el interés público. 7. 1.7 Principio de presunción de veracidad.- En la tramitación del procedimiento administrativo, se presume que los documentos y declaraciones formulados por los administrados en la forma prescrita por esta Ley, responden a la verdad de los hechos que ellos afirman. Esta presunción admite prueba en contrario. 8. 1.8 Principio de conducta procedimental.- La autoridad administrativa, los administrados, sus representantes o abogados y, en general, todos los partícipes del procedimiento, realizan sus respectivos actos procedimentales guiados por el respeto mutuo, la colaboración y la buena fe. Ninguna regulación del procedimiento administrativo puede interpretarse de modo tal que ampare alguna conducta contra la buena fe procesal. 9. 1.9. Principio de celeridad.- Quienes participan en el procedimiento deben ajustar su actuación de tal modo que se dote al trámite de la máxima dinámica posible, evitando actuaciones procesales que dificulten su desenvolvimiento o constituyan meros formalismos, a fin de alcanzar una decisión en tiempo razonable, sin que ello releve a las autoridades del respeto al debido procedimiento o vulnere el ordenamiento. 10. 1.10. Principio de eficacia.- Los sujetos del procedimiento administrativo deben hacer prevalecer el cumplimiento de la finalidad del acto procedimental, sobre aquellos formalismos cuya realización no incida en su validez, no determinen aspectos importantes en la decisión final, no disminuyan las garantías del procedimiento, ni causen indefensión a los administrados. En todos los supuestos de aplicación de este principio, la finalidad del acto que se privilegie sobre las formalidades no esenciales deberá ajustarse al marco normativo aplicable y su validez será una garantía de la finalidad pública que se busca satisfacer con la aplicación de este principio. 11. 1.11. Principio de verdad material.- En el procedimiento, la autoridad administrativa competente deberá verificar plenamente los hechos que sirven de motivo a sus decisiones, para lo cual deberá adoptar todas las medidas probatorias necesarias autorizadas por la ley, aun cuando no hayan sido propuestas por los administrados o hayan acordado eximirse de ellas. En el caso de procedimientos trilaterales la autoridad administrativa estará facultada a verificar por todos los medios disponibles la verdad de los hechos que le son propuestos por las partes, sin que ello signifique una sustitución del deber probatorio que corresponde a éstas. Sin embargo, la autoridad administrativa estará obligada a ejercer dicha facultad cuando su pronunciamiento pudiera involucrar también al interés público. 12. 1.12. Principio de participación.- Las entidades deben brindar las condiciones necesarias a todos los administrados para acceder a la información que administren, sin expresión de causa, salvo aquellas que afectan la intimidad personal, las vinculadas a la seguridad nacional o las que expresamente sean excluidas por ley; y extender las posibilidades de participación de los administrados y de sus representantes, en aquellas decisiones públicas que les puedan afectar, mediante cualquier sistema que permita la difusión, el servicio de acceso a la información y la presentación de opinión. 13. Principio de simplicidad.- Los trámites establecidos por la autoridad administrativa deberán ser sencillos, debiendo eliminarse toda complejidad innecesaria; es decir, los requisitos exigidos deberán ser racionales y proporcionales a los fines que se persigue cumplir. 14. Principio de uniformidad.- La autoridad administrativa deberá establecer requisitos similares para trámites similares, garantizando que las excepciones a los principios generales no serán convertidos en la regla general. Toda diferenciación deberá basarse en criterios objetivos debidamente sustentados. 15. Principio de verdad material.- En el procedimiento, la autoridad administrativa competente deberá verificar plenamente los hechos que sirven de motivo a sus decisiones, para lo cual deberá adoptar todas las medidas probatorias necesarias autorizadas por la ley, aun cuando no hayan sido propuestas por los administrados o hayan acordado eximirse de ellas. En el caso de procedimientos trilaterales la autoridad administrativa estará facultada a verificar por todos los medios disponibles la verdad de los hechos que le son propuestos por las partes, sin que ello signifique una sustitución del deber probatorio que corresponde a éstas. Sin embargo, la autoridad administrativa estará obligada a ejercer dicha facultad cuando su pronunciamiento pudiera involucrar también al interés público. 16. Principio de participación.- Las entidades deben brindar las condiciones necesarias a todos los administrados para acceder a la información que administren, sin expresión de causa, salvo aquellas que afectan la intimidad personal, las vinculadas a la seguridad nacional o las que expresamente sean excluidas por ley; y extender las posibilidades de participación de los administrados y de sus representantes, en aquellas decisiones públicas que les puedan afectar, mediante cualquier sistema que permita la difusión, el servicio de acceso a la información y la presentación de opinión. 17. Principio de simplicidad.- Los trámites establecidos por la autoridad administrativa deberán ser sencillos, debiendo eliminarse toda complejidad innecesaria; es decir, los requisitos exigidos deberán ser racionales y proporcionales a los fines que se persigue cumplir. 18. Principio de uniformidad.- La autoridad administrativa deberá establecer requisitos similares para trámites similares, garantizando que las excepciones a los principios generales no serán convertidos en la regla general. Toda diferenciación deberá basarse en criterios objetivos debidamente sustentados. 19. Principio de predictibilidad.- La autoridad administrativa deberá brindar a los administrados o sus representantes información veraz, completa y confiable sobre cada trámite, de modo tal que a su inicio, el administrado pueda tener una conciencia bastante certera de cuál será el resultado final que se obtendrá. 20. Principio de privilegio de controles posteriores.- La tramitación de los procedimientos administrativos se sustentará en la aplicación de la fiscalización posterior; reservándose la autoridad administrativa, el derecho de comprobar la veracidad de la información presentada, el cumplimiento de la normatividad sustantiva y aplicar las sanciones pertinentes en caso que la información presentada no sea veraz. 2. Los principios señalados servirán también de criterio interpretativo para resolver las cuestiones que puedan suscitarse en la aplicación de las reglas de procedimiento, como parámetros para la generación de otras disposiciones administrativas de carácter general, y para suplir los vacíos en el ordenamiento administrativo. II.FUENTES DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO Y POR CONSIGUIENTE DEL DERECHO MINERO 1.3. Las disposiciones constitucionales. 1.4. Los tratados y convenios internacionales incorporados al Ordenamiento Jurídico Nacional. 1.5. Las leyes y disposiciones de jerarquía equivalente. 1.6. Los Decretos Supremos y demás normas reglamentarias de otros poderes del Estado. 1.7. Los demás reglamentos del Poder Ejecutivo, los estatutos y reglamentos de las entidades, así como los de alcance institucional o provenientes de los sistemas administrativos. 1.8. Las demás normas subordinadas a los reglamentos anteriores. 1.9. La jurisprudencia proveniente de las autoridades jurisdiccionales que interpreten disposiciones administrativas. 1.10. Las resoluciones emitidas por la Administración a través de sus tribunales o consejos regidos por leyes especiales (Consejo de Minería.- que es la última y máxima instancia administrativa en el procedimiento minero), estableciendo criterios interpretativos de alcance general y debidamente publicadas. Estas decisiones generan precedente administrativo, agotan la vía administrativa y no pueden ser anuladas en esa sede. 1.11. Los pronunciamientos vinculantes de aquellas entidades facultadas expresamente para absolver consultas sobre la interpretación de normas administrativas que apliquen en su labor, debidamente difundidas. (Consejo de Minería). 1.12. Los principios generales del derecho administrativo. III.- INTRODUCCIÓN AL DERECHO MINERO: • La Constitución Política del Perú de 1993 en su Artículo 66º, establece que los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La concesión otorga a su titular un derecho real, sujeto a dicha norma legal. • En el caso del Sector Minero, la Ley especial corresponde al Texto Único Ordenado de la Ley General de minería, aprobado mediante D.S. Nº 014-92-EM. • El Estado evalúa y preserva los recursos naturales, debiendo para ello desarrollar un sistema de información básica para el fomento de la inversión; norma la actividad minera a nivel nacional y la fiscaliza de acuerdo con el principio básico de simplificación administrativa. • El aprovechamiento de los recursos minerales se realiza a través de la actividad empresarial del Estado y de los particulares, mediante el régimen de concesiones • El Estado protege y promueve la pequeña minería y la minería artesanal, así como la mediana minería, y promueve la gran minería. • La concesión minera obliga a su trabajo, obligación que consiste en la inversión para la producción de sustancias minerales. • La industria minera es de utilidad pública y la promoción de inversiones en su actividad es de interés nacional. • Son actividades de la industria minera, las siguientes: cateo, prospección, exploración, explotación, labor general, beneficio, comercialización y transporte minero. • El ejercicio de las actividades mineras, excepto el cateo, la prospección y la comercialización, se realiza exclusivamente bajo el sistema de concesiones, al que se accede bajo procedimientos que son de orden público. Las concesiones se otorgan tanto para la acción empresarial del Estado, cuanto de los particulares, sin distinción ni privilegio alguno. EL ESTADO Germán bidart campos señala hasta cuatro enfoques para estudiar el estado Sociológico, deontológico, jurídico y político El estado es como la sociedad o la nación organizada jurídicamente y representada por una autoridad. Elementos del estado El poder, la población y el territorio La soberanía como signo externo del estado Para relacionarse con los otros estados soberanos, el estado es un ente independiente igual jurídicamente a los otros estados soberanos, que no reconoce superiores, solo iguales. Distinción entre territorio y propiedad El territorio es el elemento geográfico del estado. Propiedad Es el derecho o facultad de toda persona para tomar posesión de una determinada cosa. Es un derecho universal o erga omnes El estado como único titular del territorio En este contexto es preciso señalar que en el Perú solo el estado puede ser titular del territorio, cuya extensión refleja el ámbito y el límite de su jurisdicción espacial. Dominio y propiedad Para Puig Brutau el término propiedad indicaba toda relación de pertenencia o titularidad, y así resulta posible hablar, por ejemplo, de propiedad intelectual e industrial. En cambio el dominio hace referencia a la titularidad sobre un objeto corporal. Propiedad = Cuestión Económica Dominio = Cuestión Jurídica SUELO El suelo "se identifica con terreno superficial, predio solar, tierra firme, etc." El subsuelo es todo aquello que se encuentre debajo del sobresuelo, superficie o suelo. Separación entre suelo y subsuelo Esta separación legal también la hace el Inc. 1 del Art. 885° del Código Civil, al hacer una distinción entre el suelo, el subsuelo y el sobresuelo, confiriéndoles la calidad de inmuebles a cada uno de ellos. La marcada diferencia que existe entre el suelo y el subsuelo; entre los sistemas o métodos de explotación del uno y del otro, y en fin, las características de Todo yacimiento minero, determina, como es lógico, regímenes jurídicos distintos. En lo que atañe a los países iberoamericanos, desde épocas remotas se consagró la desvinculación del suelo y del subsuelo, hasta definir una doble propiedad inmueble. Arrancó esta concepción jurídica de los fundamentos mismos del llamado Derecho Minero español, de Juan de Solórzano, citado por el profesor Ots Capdequí, Además, el Art. 954° del Código Civil señala que "la propiedad del predio se extiende al subsuelo y al sobresuelo, comprendidos dentro de los planos verticales del perímetro superficial y hasta donde sea útil al propietario, el ejercicio del derecho". La propiedad del subsuelo no comprende los recursos naturales, los yacimientos, los restos arqueológicos, ni otros bienes regidos por leyes especiales. Sobreposición de derechos En nuestra regulación jurídica existen, simultáneamente, dos derechos reales sobrepuestos sobre una misma extensión: 1. La propiedad civil de un particular sobre un predio determinado que no comprende la riqueza minera 2. Un derecho real, derivado de una concesión que otorga el derecho a extraer el recurso minero Utilidad pública e interés nacional Texto único ordenado quinto título preliminar “La industria minera es de utilidad pública y la promoción de inversiones en la actividad minera es de interés nacional”. Este enunciado se refiere a todo lo que interesa al bien colectivo. El desarrollo de la industria minera es factor fundamental para asegurar el crecimiento del país. Regímenes legales distintos Debemos concluir que el suelo y subsuelo no deben confundirse desde una perspectiva jurídica o técnica, existiendo un régimen distinto para cada uno de ellos. Tanto como en el ámbito civil como en el minero. Yacimiento Lugar donde naturalmente se hallan minerales. Mina La doctrina tradicionalmente considera tres acepciones: 1) Excavación por medio de pozos, galerías, socavones o tajos abiertos para la extracción o explotación de minerales. 2) Lugar donde se acumulan o encuentran los minerales por obra de la naturaleza que vendría a ser sinónimo de yacimiento. 3) Derecho otorgado por el Estado para la explotación de un depósito minero, o sea concesión. Concepto eminentemente jurídico. En el ámbito técnico económico se considera “mina” al conjunto de operaciones e instalaciones en la superficie y en el subsuelo para la explotación de un yacimiento. Minerales Materia inorgánica compuesta por elementos químicos formados por un proceso geológico. SISTEMAS DE DOMINIO ORIGINARIO DE LAS MINAS El Dominio Originario es todo aquel que pertenece, desde su origen, a una persona (Estado o particulares) y no reconoce titular anterior, a diferencia del Dominio Derivado que reconoce la preexistencia de otro titular. ¿A quién pertenece originariamente as minas? Con respecto al Dominio Originario, tenemos tres soluciones: a.- Atribuye el Dominio Originario al propietario del terreno superficial. b.- Declara que los yacimientos, originariamente, no pertenecen a nadie ni al Estado. c.- Atribuye el Dominio Originario a la colectividad representada por el Estado. Sistema de accesión o sistema fundiario El propietario del terreno superficial también los es de las sustancias minerales que se encuentre en el suelo y en el subsuelo de la propiedad. Sistema de las cosas de nadie o res nullius De acuerdo a este sistema de ocupación, quien ocupa o descubre un yacimiento e inicia su explotación se convertirá en su titular o propietario. Es decir, que es opuesto al sistema Res Nullius y se basa en el principio de que el que posee el dominio de la mina es quien la descubre y la trabaja. Sistema dominialista Las características comunes a estos sistemas son: 1.- Separan como elementos diferentes, con regímenes legales propios, el yacimiento de la superficie. 2.- Declaran que los yacimientos originariamente pertenecen al Estado. Estos sistemas varían en cuanto el ejercicio de la actividad minera por parte del Estado y/o los particulares. Sistema dominialista - Socialista: Por este Sistema, el Dominio Originario de los yacimientos pertenece al Estado y se separa la superficie del recurso mineral, son bienes distintos con régimen legal propio para cada uno. En este sistema, el Estado ejerce un dominio eminente de los yacimientos y es el único que podrá ejercer actividad minera. Sistema Dominialista - Regalista: Por este sistema, los yacimientos originariamente no pertenecen a nadie, pero el Estado tiene sobre todas las cosas ubicadas en el territorio, una especie de dominio eminente o radical que debe distinguirse de su dominio patrimonial. Por este dominio, el Estado se reserva el derecho de regular el destino de la riqueza minera, la que, si bien no le pertenece, cae bajo su control en virtud de la soberanía y, en mérito de ella, la administra, la distribuye o la concede. CLASIFICACION DE LOS BIENES DEL ESTADO Los bienes de uso público Se incluyen aquí aquellos bienes naturales que son definidos en la ley con unas determinadas características, como los ríos, torrentes o riveras del mar; y aquellas obras del hombre afectados al uso público de forma directa, como calles, plazas, caminos, canales, puertos o puentes. Además el artículo 7 de la ley 11/1998 de 24 de abril, de telecomunicaciones establece el espectro radioeléctrico como un bien de dominio público. Los servicios públicos Los destinado directamente al cumplimiento de fines públicos de responsabilidad de las entidades locales, tales como las casas consistoriales, palacios provinciales y, en general, edificios que sean de las mismas, mataderos, mercados, lonjas, hospitales, hospicios, museos, cementerios,… y en general cualesquiera otros bienes directamente destinados a la prestación de servicios públicos o administrativos. Bienes dedicados al fomento de la riqueza nacional Se dice que pertenecen privativamente al estado los bienes que están afectos al fomento de la riqueza nacional, y pone como ejemplo las minas, mientras no se otorgue su concesión a un particular. La ley de minas de 21 de julio de 1973 en su artículo 2 establece: “todos los yacimientos de origen natural y demás recursos geológicos existentes en el territorio nacional, mar territorial y plataforma continental, son bienes de dominio público, cuya investigación y aprovechamiento el estado podrá el estado asumir directamente o ceder en la forma y condiciones que se establezcan en la presente ley y demás disposiciones vigentes en cada caso.” DOMINIO EMINENTE DEL ESTADO Las atribuciones que tiene el estado para ejercer como soberano, el dominio supremo sobre todo el territorio nacional, y establecer los gravámenes y cargas que las necesidades públicas requieran, ya sean impuestos, expropiaciones, limitaciones o prestaciones. UBICACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES MINEROS Y PETROLEO DENTRO DE LOS BIENES DEL ESTADO Estando en la categoría de dominio público, inalienable e imprescriptible, no se les puede calificar como de uso público, porque su explotación o utilización no es libre y requiere de la cesión. Sería un bien dedicado al fomento de la riqueza nacional