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Psiquis

Del entrenamiento autógeno de


Schultz a la psicoterapia autógena de
Luthe (I)
J.L. González de Rivera

Psiquis, 1982; 3 (1): 16-21

Resumen «autohipnotic psychoprophilactic rest» and has


evolved to Luthe's autogenic therapy. The autogen-
El entrenamiento autógeno de Schultz deriva de
ic method of mental concentration is very effective
los «ejercicios de reposo autohipnótico psicoprofi-
in bringing physiological changes, which are attrib-
láctico» de Vogt, y ha dado origen a la terapia au-
uted to a central effect on neurovegetative equilib-
tógena de Luthe. Las modificaciones fisiológicas
rium. This paper advances the hypothesis that pas-
inducidas por los ejercicios mentales básicos de los sive concentration has a «filter effect» on the affect-
métodos autógenos son atribuidos por estos auto-
ive components of stored stressful experiences. De-
res a efectos centrales sobre el equilibrio neurove-
creased cortico-limbic activity reduces the excita-
getativo. Según la hipótesis avanzada en este tra-
tion of the diencephalic ergotropic zone, with rela-
bajo, el estado psicológico de concentración pasi-
tive trophotropic predominance and production of
va se acompaña de un efecto filtro sobre los com-
the physiological changes typical of the autogenic
ponentes afectivos de registros mnémicos traumá-
state. The pyschological manifestations of the auto-
ticos, subliminalmente activos sobre la conciencia. genic state are cathegorized as: 1) basic affective
Los concomitantes fisiológicos y metabólicos del
state; 2) hipersensitivity to internal states and 3)
estado autógeno son secundarios a la reducción de
autogenic discharges.
impulsos cortico-limbo-hipotalámicos, desactiva-
ción de zonas ergotrópicas diencefálicas y predo-
minio trofotrópico relativo. Los fenómenos subjeti- El entrenamiento autógeno: Desarrollo
vos del estado autógeno se clasifican en: 1) tono Los orígenes del entrenamiento autógeno hay
afectivo básico; 2) hiperreceptividad de estados psi- que buscarlos en los estudios sobre el sueño y la
cofisiológicos; 3) descargas autógenas. hipnosis realizados por los famosos neuropatólo-
gos y neurofisiólogos alemanes Oscar Vogt y K.
Abstract Brodmann durante los años 1900.
Vogt observó que ciertos pacientes son capaces
From Schultz autogenic training to Luthe's de llegar por si mismos a un estado hipnoide, me-
autogenic therapy (Part I) diante concentración en sensaciones de peso y ca-
lor, que parecen estar asociadas con este estado. La
Schultz's autogenic training derives from Vogt's práctica regular de ejercicios mentales de este tipo

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tenía un efecto notable en reducir la sensación de nales motoras, sensoriales o psíquicas durante el es-
fatiga, y la tensión nerviosa, por lo que Vogt deno- tado autógeno, llevó al desarrollo de los métodos de
minó a esta técnica «reposo autohipnótico profilác- neutralización y abreacción autógena (Luthe, 1971).
tico». Asimismo, basándose en los fundamentos gene-
Schultz, un neurópsiquiatra alemán, basándose rales de los ejercicios básicos, ha sido posible crear
en estos trabajos de Vogt, trata de desarrollar un ejercicios específicos de órganos, fórmulas de orien-
método de hipnoterapia que elimine la pasividad tación fisiopatológica o psicopatológica específicas
del paciente y su dependencia en el terapéuta. La para un enfermo determinado o para un tipo deter-
concentración sobre sensaciones de peso y calor en minado de enfermos (Schultz, 1969; Luthe, 1970).
las extremidades llega a inducir en sus pacientes un El entrenamiento autógeno, que Luthe prefiere
estado de relajación profunda, que parece sin em- llamar Terapia Autógena (Luthe, 1969, 1970, 1971)
bargo diferente al estado de hipnosis. La práctica y que nosotros consideramos de hecho como un
repetida de los ejercicios aumenta la habilidad del verdadero método de psicoterapia que aprovecha
paciente para inducir en si mismo este estado pecu- fenómenos y técnicas de naturaleza psicofisiológi-
liar, la relajación es cada vez más profunda, y los ca (G. de Rivera, 1975), es hoy día empleado ex-
beneficios terapéuticos parecer ser acumulativos. tensamente en el tratamiento de diversas condicio-
A causa de estos factores, Schultz decidió nes neuróticas y psicosomáticas, con frecuencia
llamar a su método «Entrenamiento Autógeno» asociado con otras técnicas, como terapia del com-
(Schultz, 1928) haciendo así hincapié en la natura- portamiento, hipnosis, biofeedback, psicoanálisis y
leza autoinducida del fenómeno, esto es, indepen- psicoterapia de orientación psicoanalítica.
dientemente del terapista, y en la necesidad de una El empleo del entrenamiento autógeno se ha ex-
práctica regular de los ejercicios en orden de obte- tendido del campo de la clínica al de la industria,
ner un cierto beneficio terapéutico. los deportes, la enseñanza, y el ejército, especial-
El estado inducido mediante la práctica del en- mente en Japón y Rusia, donde los astronautas re-
trenamiento autógeno se denominó «estado autóge- ciben enseñanza en el método, en orden de dismi-
no», que ha sido estudiado desde entonces por di- nuir sus necesidades metabólicas y aumentar sus
versos autores. Las características fisiólogicas del poderes de recuperación (Luthe, 1975).
estado autógeno serán discutidas más adelante. La enseñanza del entrenamiento autógeno se
Otro importante concepto introducido por Schultz efectúa de manera oficial en el Instituto Oskar
es el de la concentración pasiva, la actitud mental Vogt, en la Universidad de Kyushu, Japón, y en el
imprescindible para la práctica del entrenamiento centro médico del profesor Wolfgang Luthe, en
autógeno, y a la que la mayoría de los sujetos son Montreal, Canadá.
capaces de llegar casi sin explicaciones previas, de En muchos países, sobre todo en Alemania, el
una manera instintiva. Este tipo de concentración entrenamiento autógeno es enseñado extensamente
es muy diferente de la concentración voluntarística con carácter extracurricular, y el Comité Interna-
o activa empleada a diario para la resolución de to- cional para la Enseñanza del Entrenamiento Autó-
das nuestras empresas, y sin embargo no tiene nada geno (ICAT), creado en 196 1 , supervisa, coordina
que ver con el abandono de la imaginación ni con y organiza la enseñanza en esos centros extraofi-
la distractibilidad fácil de las mentes perezosas. Las ciales.
características y el concepto de la concentración
pasiva serán discutidas más adelante. Entrenamiento autógeno:
Schultz introdujo asimismo varios refinamien-
Bases neurofisiológicas
tos técnicos, tales como las diversas posturas de
entrenamiento, y sobre todo, las fórmulas autóge- Setenta años después de que Claude Bernard es-
nas. tableciera sus famosos postulados sobre el «milieu
Al principio, las fórmulas autógenas se aplica- interieur», Cannon demostró las interrelaciones fun-
ban solamente a los fenómenos de sensación de pe- cionales multidimensionales de este principio regu-
so y calor en las extremidades, cuya asociación con lador, que el denominó homeostasis (Cannon, 1932,
el estado autógeno había ya sido observado por Os- 1935). Los estudios experimentales de Hess, años
car y Vogt, introduciéndose más tarde los ejerci- más tarde, correlacionaron los mecanismos homeos-
cios de concentración sobre la función cardiaca, la táticos generales con la organización funcional del
respiración, los órganos abdominales y la cabeza. sistema nervioso autónomo y el diencéfalo. (Hess,
(Schultz, 1931). 1954). Según estos estudios, existen en el diencéfa-
El descubrimiento del fenómeno de descarga au- lo dos zonas anatómicas y funcionales, que regulan
tógena, esto es, la producción de descargas neuro- diferentes y complementarios aspectos de la ho-

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meostasis del medio interno, y de cuyo equilibrio de los fenómenos típicos del estado autógeno, por
depende el buen funcionamiento del organismo y lo que otros factores independientes de la relaja-
su adaptación frente al stress. ción muscular han de jugar un papel en la induc-
La zona ergotrópica o dinamógena comprende ción del estado autógeno. Mi hipótesis sobre los
la parte posterior del hipotálamo y núcleos de ma- mecanismos de acción de la concentración pasiva,
teria gris en el mesencéfalo y romboencéfalo ante- independiente de la teoría de los impulsos propio-
rior, y está relacionada con la excitación en gene- ceptivos musculares (que no son sino uno más de
ral, y con aquellos mecanismos que acompañan fi- los fenómenos presentes durante el estado autóge-
siológicamente a la actividad motora del organis- no), relaciona el estado de concentración pasiva
mo y al trabajo físico, correspondiendo en gran con el estado de «libre aceptación». Consiste este
medida con las actividades del sistema nervioso fenómeno, concomitante de la concentración pasi-
simpático. va, en la renuncia a la discriminación axiológica de
La zona trofotrófica o endofiláctica comprende los diversos estímulos, tanto internos como proce-
principalmente la porción rostral del hipotálamo, el dentes del exterior. Mediante esta suspensión del
área preóptica y supraóptica, parte del septum, y juicio crítico, todas las percepciones parecen tener
está en íntima relación con mecanismos protecto- el mismo significado, y nada es considerado como
res, de recuperación y de eliminación (defecación, peligroso para la integridad de la supervivencia.
vómito). Los múltiples contenidos mnémicos de origen
Hess considera el sueño como un medio de pre- traumático o estresante, perpetuamente activos so-
servar y restaurar las energías nerviosas, y como bre la consciencia de modo más o menos reprimi-
una expresión típica de la actividad trofotrófica. do, son desprovistos de su connotación destructiva
Los cambios fisiológicos observados en huma- por el efecto filtro del estado de concentración pa-
nos durante el estado autógeno son similares a los siva. En términos neurofisiológicos, podríamos de-
observados por Hess en sus animales de experi- cir que hay una reducción generalizada de los im-
mentación después de estimular la región trofotró- pulsos corticales hacia el hipotálamo posterior, vía
pica del hipotálamo (Luthe, 1963), y parecen co- el sistema límbico, y por lo tanto una desactivación
rresponder, en el plano del comportamiento, a la si- relativa de la zona diencefálica ergotrópica.
tuación opuesta de la «Reacción de lucha o huida» Según esta teoría, la sensación afectiva general
de Cannon, esto es, por una disminución generali- durante el estado autógeno correspondería a la ha-
zada de la reactividad del sistema simpático. bitual en un ser humano ideal para quien ninguna
Fenómenos fisiológicos similares parecen obte- vivencia posea caracteres traumáticos o psicológi-
nerese mediante la práctica de otros métodos de camente estresantes.
concentración pasiva, y Benson propone denomi-
nar al fenómeno «Respuesta de relajación», consi- Cambios fisiológicos en el
derándolo como una respuesta de integración hipo-
estado autógeno
talámica, de signo opuesto a la respuesta de alerta
o «fight and flight response» de Cannon (Benson, Numerosos estudios han sido realizados sobre
1974). las diversas variables fisiológicas que parecen ser
Las señales propioceptivas enviadas por la mus- afectadas durante la práctica de los ejercicios autó-
culatura estriada tienen un efecto estimulador de la genos, y cuyas alteraciones parecen ser caracterís-
porción posterior del hipotálamo, a través de la es- ticas del estado autógeno. A continuación se pre-
timulación de la formación reticular ascendente, y senta una breve discusión de estas variaciones.
por tanto una acción dinamógena o ergotrópica Actividad neuromuscular: Desde el comienzo
(Gellhorn, 1974). de su aplicación clínica se ha considerado el estado
La acción trofotrópica del entrenamiento autó- autógeno como asociado con la relajación muscu-
geno, y de otras formas de relajación y concentra- lar. Esta puede comenzar de una manera refleja, in-
ción pasiva, puede ejercerse mediante una reduc- cluso antes de comenzar la repetición de las fórmu-
ción de estímulos aferentes, propioceptivos sobre las autógenas, una vez que la postura de entrena-
todo, ya que la relajación muscular es un fenómeno miento adecuada ha sido adoptada por un sujeto
siempre presente en el estado autógeno. La reduc- con larga experiencia. (Luthe, 1970).
ción de estímulos aferentes disminuye automática- Algunos estudios miográficos, aunque confir-
mente la actividad retículo-cortical y por tanto la mando el fenómeno de relajación muscular en ge-
excitación del área ergotrópica. (Luthe, 1970). Sin neral, ponen de manifiesto la existencia en algunos
embargo, los métodos de relajación muscular es- sujetos de reacciones paradójicas de aumento de
tricta (por ejemplo, Jacobson) no producen muchos tensión (von Siebenthal, 1952).

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hecho un aumento de la presión sistólica (Luthe,


TABLA 1 1970). Es posible que pequeños errores técnicos,
intrusión de pensamientos desagradables o ansió-
Estadios de sintonización entre los sistemas
genos y desviación hacia el estado de somnolencia
ergotrópico (E) y trofotrópico (T).
sean responsables de estas reacciones paradójicas,
Estadios 2 y 3 corresponden a estados patológicos.
pero por el momento no es posible descartar la po-
(González de Rivera, 1980)
sibilidad de que ciertos individuos presenten una
ESTUDIO 1 2 3 reactividad anormal durante la práctica de los ejer-
cicios autógenos.
Estimulación Sistema E (T) Sistema E (T) Sistema E (T)
Aumento de
reactividad Sistema E (T) Sistema E (T) Sistema E y T Función cardiaca
Inhibición de
En el estado autógeno se produce una reducción
reactividad Sistema T (E) Sistema T (E) Ausente
Respuesta a la significativa de la frecuencia cardiaca, de un valor
estimulación medio del 5-10% del valor de reposo (Luthe, 1970).
del otro Presente y Ausente Presente, exa- Una mayor reducción es obtenida durante la apli-
sistema apropiada gerada e ina- cación del tercer ejercicio básico, pudiendo llegar
propiada
hasta el 25% (Binswanger, 1960), aunque Schultz
desaconseja el empleo de fórmulas especificamen-
La relajación muscular no se limita a los miem- te destinadas a reducir el ritmo cardiaco, por consi-
bros objeto de la fórmula autógena, sino que, una derarlo perjudicial. Según este autor, no es correcto
vez que el sujeto ha adquirido práctica en el méto- emplear una fórmula introduciendo la idea de len-
do, se extiende a la musculatura del tronco, y llega titud en el latido cardiaco, como hacía Binswanger,
a ser generalizada. Asimismo, aunque los fenóme- sino que la fórmula apropiada para el tercer ejerci-
nos de relajación se presentan primeramente con el cio básico sería «El corazón late tranquilo y regu-
ejercicio del peso, la relajación muscular parece no lar» (Schultz, 1969).
estar en dependencia solamente del contenido ver-
bal de la primera fórmula, puesto que se presenta Función respiratoria
en todos los ejercicios, y parece ser un concomi-
Una disminución de la frecuencia respiratoria,
tante de la concentración pasiva. (Luthe, 1970; Ar-
junto con un aplanamiento de la curva pneumográ-
can, 1971).
fica ha sido demostrado por diversos autores (Jus,
1963; Arcan, 1971). La reducción en la frecuencia
Circulación periférica y temperatura de la piel
respiratoria se situa en el término medio del 15%
Ya Schultz consideró que la sensación subjetiva sobre la frecuencia de reposo. (Polzien, 1963).
de calor que acompaña a la práctica del segundo En una investigación más detallada sobre los di-
ejercicio tenía una base orgánica funcional, consis- versos factores que caracterizan el ritmo respirato-
tente en un aumento de la circulación periférica en rio, Luthe (1970) describe resultados demostrando
las extremidades, con aumento real de la tempera- una disminución marcada del ritmo respiratorio (la
tura de la piel (Schultz, 1931 ). Posteriormente, frecuencia respiratoria), un aumento de la duración
otros autores han confirmado experimentalmente el de la inspiración y de la expiración y un aumento
aumento del flujo sanguíneo de las extremidades y de la proporción inspiración (tiempo) / expiración
el aumento de la temperatura de la piel, especial- (tiempo).
mente durante el segundo ejercicio. (Arcan, 1971:
Ikemi, 1965; Polzien, 1963). El aumento de tempe- Conductividad eléctrica de la piel
ratura en la superficie del brazo parece ser, por tér-
Numerosos investigadores, citados por Luthe,
mino medio, de 1 a 2°C.
1970, han puesto en evidencia el aumento de la re-
sistencia eléctrica de la piel durante el estado autó-
Presión arterial
geno, aumento que es gradual desde el comienzo
Durante la práctica de los tres primeros ejerci- del ejercicio, y que llega a su estado estacionario
cios se produce una disminución del 5 al 25% en la en un plazo de tiempo de 5-10 minutos después del
presión sistólica y diastólica en la mayoría de pa- comienzo, volviendo rápidamente a las cifras nor-
cientes sufriendo de hipertensión. (Polzien, 1959). males después de la terminación.
Sin embargo, estudios en sujetos normotensos En ocasiones, algunos sujetos presentan varia-
muestran que los cambios en presión arterial son ble e inconstante disminución de la conductividad
inconsistentes, y que algunos sujetos presentan de eléctrica de la piel, y ello ha sitio atribuído a la in-

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TABLA II 1971 ).
Es preciso hacer notar, de acuerdo con Geiss-
Efectos de la estimulación de los sistemas
man, que a diferencia del trazado característico del
ergotrópicos y trofotrópicos
sueño, las ondas theta durante el estado autógeno
(Modificado de Gellhorn, 1974)
no son generalizadas, y además que a pesar de las
ERGOTROPICO TROFOTROPICO frecuencias lentas superimpuestas, durante el esta-
Sistema nervioso Aumento de la Aumento de la acti - do autógeno se produce un aumento efectivo de la
autónomo actividad simpática vidad parasimpática abundancia de ondas alfa, contrariamente a lo que
EEG Desincronización Sincronización ocurre en el sueño.
Tono Muscular Aumentado Disminuido Ambos tipos de sujetos presentan ocasionales
Sistema endocrino Elevación de: Elevación de
interrupciones de ritmo beta, más o menos genera-
adrenalina. nora- insulina lizadas, ambos tipos de trazado pueden coexistir en
adrenalina. corticos- el mismo sujeto, por lo que es posible que depen-
teroides, tiroxina dan no de características propias del sujeto, sino de
Comportamiento Excitabilidad, Inactividad, apatía, la existencia de diferentes fases o estadios en el es-
hiperactividad, cansancio, sueño tado autógeno.
hiperreactividad
De especial interés son las observaciones de
emocional.
Rohmer e Israel, en 1957, quienes describen tres ti-
pos de fenómenos paroxísticos presentados por al-
tromisión de pensamientos ansiógenos o de descar- gunos de sus sujetos normales durante la práctica
gas autógenas somáticas, como por ejemplo, dolor del entrenamiento autógeno:
agudo en el corazón, sensación de vértigo, etc.
Tipo I: Puntas aisladas, con frecuencia genera-
(Luthe, 1970).
lizada.
Tipo II: Mezclas complejas de ondas lentas y
Electroencefalograma en puntas, o puntas y alfa o theta.
el estado autógeno Tipo III: Cortos trenes de ritmo lento, theta o
delta, con frecuencia generalizado.
Varios autores han descrito modificaciones ca-
racterísticas de la actividad eléctrica superficial ce- El interés de estos fenómenos paroxísticos radi-
rebral durante el estado autógeno (Rohmer, 1957; ca en que posiblemente representan el sustrato neu-
Geissmann, 1962, 1963 y 1965; Luthe. 1970; Ar- rofisiológico del fenómeno denominado «descarga
can, 1971 ). autógena». que es frecuentemente descrito por los
El primer fenómeno observable durante el co- pacientes en entrenamiento autógeno como expe-
mienzo del estado autógeno es un aumento de la riencia subjetiva, pero cuyas manifestaciones obje-
cantidad de frecuencia alfa, y una tendencia a una tivas son raramente observadas.
cierta constancia del ritmo dentro de la frecuencia
alfa.
Fenómenos subjetivos en
Según la concentración en fórmulas autógenas
progresa diferentes sujetos parecen reaccionar de
el estado autógeno
distinta manera, unos con aún mayor aumento de la La mayoría de los sujetos debidamente entrena-
cantidad de ondas de ritmo alfa. aparición de trenes dos experimentan durante el estado autógeno una
de ondas alfa en canales no occipitales, en ocasio- sensación difícil de describir verbalmente, caracte-
nes incluso en los canales frontales, y aumento de rizada por un tono general de satisfacción y bien-
la frecuencia del ritmo alfa, aproximadamente 1 ó estar. Esta sensación persiste durante un tiempo
2 ciclos por segundo más que el ritmo alfa del suje- indefinido, desde unos segundos hasta varias horas,
to antes de comenzar el ejercicio autógeno. después de la terminación de los ejercicios.
Otros sujetos presentan una progresiva desapa- Es preciso distinguir entre el tono afectivo bási-
rición del ritmo alfa, previa paulatina disminución co experimentado durante el estado autógeno de
de su amplitud, y una tendencia a la preponderan- ciertos fenómenos más o menos paroxísticos que
cia de ondas theta. El análisis computerizado de las se presentan en algunos sujetos en diferentes estu-
frecuencias en este último grupo que la desapari- dios de su entrenamiento, y que Luthe propone de-
ción del ritmo alfa es más aparente que real, debido nominar «descargas autógenas» (Luthe, 1964).
a la disminución de la amplitud del ritmo alfa, a las El tono afectivo básico ha sido poco estudiado,
oscilaciones de la línea de base y a la superimposi- y son raras las descripciones, incluso anecdóticas,
ción de ondas lentas (Geissmann, 1965; Arcan, sobre el mismo. En nuestro estudio sobre los fenó-

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menos subjetivos del estado autógeno cuyos resul- gramas del traumatismo (físico o emocional) de
tados resumimos a continuación, no parece existir eliminar el componente emocional de dichos engra-
correlación entre la intensidad y las diversas face- mas, restaurando así los trastornos funcionales cu-
tas del tono afectivo básico, por un lado, y el tipo o yo origen radicaría en el traumatismo en cuestión.
gravedad de psicopatología. La aparente correla- En la mayoría de los pacientes, los síntomas o
ción entre inteligencia y educación e intensidad y descargas autógenas desaparecen después de un
riqueza de matices del tono afectivo básico es pro- cierto número de sesiones de relajación autógena.
bablemente un artefacto causado por las mayores Descargas complejas parecen ser raras en sujetos
habilidades expresivas de los individuos con mayor siguiendo solamente los ejercicios básicos, pero se
inteligencia y educación. presentan regularmente en pacientes siguiendo el
El 86% de los sujetos manifestaron la experien- método de abreacción autógena. (Luthe, 1972).
cia durante el estado autógeno de una sensación de Un tercer tipo de fenómeno subjetivo, que en
bienestar y felicidad «diferente» de la sensación de ocasiones dificulta el progreso terapéutico, consiste
bienestar experimentada en el estado vigil habitual. en el aumento de la capacidad perceptiva de esta-
Sin embargo, 62% de los sujetos afirmaron haber dos internos, tanto físicológicos como cognitivos y
experimentado similar sensación con anterioridad emocionales. El recuerdo de las actividades del
en alguna ocasión, aunque la mayoría de ellos no día, la constatación de sensaciones dolorosas o de
pudieron precisar con detalle las circunstancias de incomodidad física, incluyendo hambre, sueño,
la tal ocasión. etc., obedecen a este fenómeno. Algunos pacientes
Un 52% de los sujetos manifestaron la expe- ansiosos pueden experimentar, por la misma razón,
riencia de sensaciones de abandono, desinterés y li- una paradójica acentuación aparente de su estado
bertad interior, de no sentirse dominados e influen- de angustia al comenzar un ejercicio. Típicamente,
ciados por los determinantes habituales de sus re- esta sensación desaparece cuando, al progresar el
acciones. Probablemente en relación con este últi- ejercicio, el estado básico de relajación reemplaza
mo aspecto del tono afectivo básico es la sensación progresivamente al de angustia. (G. de Rivera,
descrita por 40% de los sujetos de que sus preocu- 1980).
paciones y temores habituales no tenían razón de
ser.
Inducción al estado autógeno
Sensación de estar en contacto con algo más
grande que uno mismo, de participar en alguna ma- El estado autógeno se define como el estado es-
nera con una dimensión desconocida de la existen- pecial de la consciencia y de las constantes fisioló-
cia fue un fenómeno descrito por 18% de los suje- gicas en el que existe un predominio relativo de las
tos, en su mayoría pertenecientes al grupo con ma- funciones trofotrópicas del organismo, de una ma-
yor sofisticación intelectual. nera generalizada, y que es autoinducido mediante
Independientemente del estado autógeno, pero ejercicios de concentración mental en fórmulas
íntimamente relacionado con él, es la sensación de verbales con cierto contenido de significación fi-
un aumento de energía disponible, inmediatamente siológica, manteniendo al mismo tiempo contacto
después de la terminación del ejercicio autógeno, y mental con las zonas corporales afectadas por la
una mayor resistencia a la fatiga, descrita por 30% fórmula. Entendemos en este contexto la concen-
de los sujetos. tración pasiva, como un tipo de actividad mental
A diferencia del tono afectivo básico descrito radicalmente diferente del empleo voluntarístico de
por los pacientes, que posee características en ge- las facultades de atención y percepción, al cual se
neral agradables y placenteras, las manifestaciones debe la mayor parte de nuestra actividad durante el
denominadas descargas autógenas son, en general, estado vigil habitual. La concentración pasiva re-
desagradables. quiere una actitud no directiva de la voluntad, una
Siguiendo a Luthe (1964), las descargas autóge- indiferencia por el objetivo que la concentración
nas son los fenómenos de naturaleza sensorial, mo- parece perseguir, una focalización de la atención
tora, propioceptiva, autonómica, visual, auditiva o más en el proceso de concentración en si mismo
psíquica, que se presentan durante el estado autó- que en la finalidad perseguida.
geno, y que tienen poca o ninguna relación con el Lo contrario es cierto de la concentración acti-
contenido funcional de la fórmula autógena. va, mediante la cual la atención se focaliza en una
El significado de estos fenómenos parece estar meta, y el proceso de concentración en si ocupa un
en relación con la experiencia traumática del suje- lugar marginal en el campo de la atención. (Vallié-
to, y la descarga representa, según Luthe, un inten- res, 1972). El contacto mental consiste en la pro-
to espontáneo de las neuronas que retienen los en- piocepción de la región anatómica a la que la fór-

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mula autógena hace referencia. Esta percepción no utilización del método autógeno para la desensiti-
requiere ningún esfuerzo voluntario ni de la ima- zación in vivo de pacientes fóbicos (González de
ginación, sino que se produce de forma automática Rivera, 1974).
durante la repetición de la fórmula autógena si la En la modalidad habitual básica de iniciar el en-
apropiada actitud de concentración pasiva es man- trenamiento autógeno se requiere pues una reduci-
tenida. da estimulación ambiental, una posición de reduci-
Las condiciones ambientales son relativamente da tensión muscular, con los ojos cerrados, y un es-
importantes, especialmente para los sujetos poco tado anímico relativamente plácido. Esto último,
experimentados. El objetivo principal de la mani- requisito imprescindible para un óptimo aprendiza-
pulación ambiental previa al comienzo de la relaja- je del método, puede ser obtenido incluso en los
ción autógena es la disminución de estímulos que pacientes más trastornados merced a la actividad y
pudieran interferir en el proceso de concentración. actitud psicoterapéutica del médico, circunstancia
Por eso, Schultz (1969) recomienda utilizar una ha- que justifica la opinión expresada por algunos au-
bitación tranquila, con temperatura agradable y en tores de que una relación psicoterapéutica positiva
penumbra. En sujetos bien entrenados, estas condi- es esencial para la buena marcha del tratamiento
ciones revisten menos importancia, ya que la com- (Langen, 1969; Wolf, 1973).
mutación autógena llega a poder ser realizada, con Aunque cada uno de los ejercicios básicos pare-
la debida experiencia, en las más extremas circuns- ce inducir peculiares variaciones en las caracterís-
tancias de hiperestimulación exterior (Luthe, 1970). ticas básicas del estado autógeno, (Schultz, 1969),
Lo mismo ha de decirse de la postura. Las tres cada ejercicio induce las modificaciones fisiológi-
posturas básicas de entrenamiento, descritas por cas y psicológicas características de este estado al-
Schultz (1969), están destinadas a disminuir la ten- terado de la conciencia (alterado, no anormal), y
sión muscular necesaria para mantener el tono pos- probablemente las peculiaridades descritas con ca-
tural, y hacer así más fácil el mantenimiento de la da ejercicio no son sino expresión de diferente efi-
concentración pasiva. Sin embargo, en sujetos con ciencia de ciertas fórmulas relativamente a otras en
larga práctica, es posible el tránsito voluntario al la inducción de los fenómenos primitivos conside-
estado autógeno incluso en situaciones que requie- rados como específicos (Luthe, 1970).
ren una cierta actividad muscular (Luthe, 1969; Existe un consenso general entre los diversos
Gonzalez de Rivera, 1981 ). autores de que el primer ejercicio es el que de una
Una vez asumida la postura apropiada, en orden manera más simple induce la conmutación autóge-
a eliminar la estimulación óptica, los ojos deben na, y que las variaciones observadas dentro del es-
cerrarse antes de comenzar el ejercicio. Este requi- tado autógeno dependen más de los diversos esta-
sito, como los anteriores, puede llegar a ser elimi- dios progresivos de la concentración pasiva que del
nado después de larga práctica. contenido específico de la fórmula, aunque las dis-
La actitud emocional, o mejor dicho, el estado tintas fórmulas tienen mayor eficiencia para indu-
de reactividad afectiva, motivado por percepciones cir los cambios fisiológicos específicos indicados
externas o por memorias de sucesos o fantasías de- en su contenido verbal. (Luthe, 1975).
sagradables o excitantes, tiene también su impor- En este sentido, quizá la diferencia más impor-
tancia al principio de la práctica del método autó- tante entre la relajación autógena yotros métodos
geno, hasta el punto de que es desaconsejable para de concentración pasiva radique en el contacto men-
los principiantes practicar sus ejercicios cuando se tal o concentración en las sensaciones propiocepti-
hallan bajo los efectos de una fuerte tensión emo- vas, además de la repetición mental de la fórmula.
cional. Sin embargo, según el paciente progresa en
su uso del método, la conmutación autógena llega
Referencias
a ser realizable incluso cuando fuertes emociones
perturban el estado afectivo durante el período vi- La lista completa de citas bibliográficas apa-
gil inmediato. Esta propiedad nos ha permitido la recerá al final de la segunda parte de este trabajo.

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