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Además del aprendizaje vicario también se hace mención del reforzamiento vicario, el cual
significa experimentar los beneficios del reforzamiento a través de la observación de un modelo
que está siendo reforzado
Por otro lado también tenemos el castigo vicario, que se refiere a experimentar, a través del
aprendizaje por observación, los efectos del castigo administrado a modelos o por los modelos
mismos. Del mismo modo en que un observador puede ser estimulado a copiar la conducta
reforzada de un modelo, así también la conducta de un modelo que produce consecuencias
negativas puede disminuir en el observador. Aprendemos con frecuencia observando los errores
de los demás.1
Albert Bandura decía que casi todos los fenómenos que se presentan en forma de experiencia
directa también se pueden presentar de manera vicaria; es decir, observando a otras personas y las
consecuencias que les acarrean
1
Teorías de la personalidad, segunda edición. Nicholas Dicaprio, 1986.p 488
En los tres medios de comunicación el modelo provocaba acciones agresivas de intensidad
distinta a la de los menores que no habían observado los modelos.
Desinhibición
Las investigaciones han demostrado que las conductas que una persona suele suprimir o inhibir se
exhibirán con más facilidad ante la influencia de un modelo (Bandura, 1973).
Este fenómeno, llamado desinhibición, se refiere al debilitamiento de una inhibición o su
restricción cuando se tiene contacto con un modelo.
Por ejemplo, las personas en tumulto son capaces de empezar un disturbio, romper vidrios, gritar
y actuar de forma física y verbal, pero no se atreverían a hacer lo mismo estando solas.
Es más probable que se deshagan de sus inhibiciones contra la conducta agresiva cuando ven a
otras comportarse así.
Bandura analizó la esencia del aprendizaje por observación y descubrió que se rige
por cuatro mecanismos conexos: los procesos de atención, los procesos de retención,
los procesos de producción y los procesos de incentivos y motivación
Procesos de atención
Algunas variables influyen en los procesos de atención.
En el mundo real, o en el laboratorio, nos fijamos y respondemos más antes algunas situaciones y
personas que ante otras.
Así, cuanto más nos concentremos en la conducta de un modelo, tanto mayor será la probabilidad
de que lo copiemos.
Se ha comprobado también que los famosos, los expertos y las personas que muestran seguridad
y atractivo personal son objeto de mayor atención e imitación que los modelos que no cuentan
con esos atributos.
Algunos de los modelos más eficaces de la cultura occidental actual aparecen la televisión.
Los espectadores suelen fijarse en ellos incluso sin recibir reforzamiento alguno.Cuanto más
desarrolladas estén nuestras capacidades cognoscitivas y cuanto más conocimiento poseamos de
la conducta modelada, tanto mayor será la atención que prestemos al prototipo y tanto mejor
percibiremos la conducta.
Procesos de retención
Para retener aquello en lo que nos hemos fijado, debemos codificarlo y representarlo de forma
simbólica.
Estos procesos internos de la representación simbólica y de la formación de imágenes son de
índole cognoscitiva.
La información referente a la conducta de un modelo se retiene en dos formas: mediante un
sistema interno de representación de imágenes o mediante un sistema verbal.
En el primer caso, formamos imágenes vívidas y fácilmente recuperables mientras observamos
nuestro ejemplo.
Este fenómeno explica nuestra capacidad para recordar la imagen de la persona con la que
salimos la semana pasada o el lugar que visitamos el verano anterior. En el aprendizaje por
observación nos formamos una imagen mental de la conducta del modelo y la empleamos como
base para imitarla en el futuro.
Autorreforzamiento y autoeficacia
El autorreforzamiento es tan importante como el reforzamiento aplicado por otros,
particularmente en el caso de los niños mayores y adultos.
Establecemos normas personales de conducta y de logro.
Nos recompensamos cuando las cumplimos o rebasamos nos castigamos cuando no las
cumplimos.
A veces, el reforzamiento autoadministrado es tangible (un nuevo par de tenis o un automóvil
último modelo), otras veces es emocional (el orgullo o la satisfacción que procura un trabajo bien
hecho).
El castigo autoadministrado se expresa por medio de la vergüenza, la culpa o la depresión por no
habernos portado como quisiéramos.
En el aspecto conceptual, el autorreforzamiento se parece a lo que otros teóricos llaman
conciencia o superyó, pero Bandura niega que sean idénticos.
Autoeficacia ("creer que uno puede")
La medida en que cumplimos nuestras normas de conducta determina nuestra
autoeficacia.
Cuando cumplimos y mantenemos las normas del desempeño mejora nuestra autoeficacia, pero
disminuye cuando no las cumplimos.
. Bandura decía que las personas tratan de controlar todo lo que afecta su existencia. Al influir en
los ámbitos que controlan, les resulta más fácil realizar el futuro deseado y evitar el no deseado(
Las personas que tienen poca autoeficacia se sienten indefensas e incapaces de controlar hechos.
Creen que todo lo que hagan será en vano.
Cuando encuentren un obstáculo y su primer intento por resolver un problema falla, desisten de
inmediato.
Quienes tienen muy poca eficacia ni siquiera tratarán de encararlo porque están convencidas de
que todo será inútil. Se preguntan porque siquiera habrían de intentarlo.
La autoeficacia deficiente puede destruir la motivación, disminuir las aspiraciones y afectar las
habilidades cognoscitivas y la salud física.
En cambio, las personas que poseen esa cualidad en alto grado se creen capaces de afrontar con
éxito sucesos y problemas.
Como creen que superarán los obstáculos, perseveran en las tareas y con frecuencia su
rendimiento es excelente.
Tienen más confianza en sus capacidades y rara vez dudan de ellas.
Consideran que los problemas son un reto en vez de una amenaza y no cesan de buscar nuevos
desafíos.
Una gran autoeficacia aminora el miedo al fracaso, eleva las aspiraciones, mejora las habilidades
de resolución de problemas y el pensamiento analítico.
Fuentes de información sobre la autoefi cacia. Nuestra opinión sobre nuestra autoefi
cacia se basa en cuatro fuentes de información: el desempeño previo, las experiencias
vicarias, la persuasión verbal, y la activación fi siológica y psicológica.
La fuente más importante de nuestros juicios sobre nuestra efi cacia es el desempeño
previo. Las experiencias exitosas constituyen una señal directa de nuestro nivel
de dominio y de competencia. Los logros anteriores demuestran las capacidades y
fortalecen los sentimientos de autoefi cacia. En cambio, los fracasos anteriores la disminuyen,
sobre todo cuando son constantes durante la niñez.
Las experiencias vicarias -ver que otros obtienen buenos resultados- fortalecen la autoeficacia,
sobre todo cuando las personas que observamos tienen habilidades similares a las nuestras.
La autoeficacia mejora con la persuasión verbal, la cual consiste en recordar a otros que tienen la
capacidad necesaria para conseguir lo que quieran.
Seguramente es la fuente más común, y muchas veces proviene de los padres de familia, los
maestros, el cónyuge, el entrenador, los amigos y los terapeutas que dicen: "Puedes hacerlo".
Adolescencia
Las experiencias de transición durante la adolescencia implican afrontar nuevas exigencias y
presiones, que van desde un mayor interés por el sexo hasta la elección de universidad y una
ocupación.
Bandura señala que, en esta etapa, el éxito suele depender del nivel de autoeficacia alcanzado en
los años de la niñez.
Edad adulta
Bandura, dividió la adultez en dos periodos: adultez joven y madurez.
En la adultez joven se realizan ajustes como matrimonio, procreación y avance profesional. Se
requiere mucha autoeficacia para que esas experiencias sean exitosas.
Las personas que tienen poca autoeficacia no están en condiciones de encararlas correctamente y
es probable que no logren adaptarse.
Los años de la madurez también provocan estrés cuando la persona reevalúa su carrera, su familia
y su vida social.
Cuando confrontamos nuestras limitaciones y redefinimos nuestras metas, también debemos
reevaluar nuestras habilidades a efecto de descubrir nuevas oportunidades para aumentar la
autoeficacia.
Vejez
Es difícil evaluar la autoeficacia en la senectud.El deterioro de las capacidades físicas y
mentales, el retiro del trabajo activo y el
aislamiento de la vida social obligan a efectuar una nueva autoevaluación.
Si la persona cree que no puede hacer algo que le gustaba y que hacía bien, quizá ni siquiera lo
intente ya.
Modificación de la conducta
Tal como la Tx conductista de Skinner, la de Bandura se centra en los externos, como las
conductas inadecuadas o destructivas, con la idea que éstas se aprenden igual que todas las
demás.
Temores y fobias
En un estudio clásico de la fobia a serpientes, Bandura y cols. eliminaron el miedo
intenso que sentían unos sujetos adultos (Bandura, 1969).
Éstos vieron una película en la cual un grupo de niños, adolescentes y adultos iban
estableciendo poco a poco un contacto más estrecho con uno de estos reptiles.
Al principio, los modelos de la película tocaban serpientes de plástico, después serpientes vivas y,
por último, dejaban que una grande les reptara por el cuerpo.
Los sujetos fóbicos podían detener la película siempre que las escenas les parecieran demasiado
aterradoras.
Poco a poco consiguieron vencer el miedo a estos animales.
La participación guiada es una técnica que implica observar un modelo en vivo y después
participar con él.
En el modelamiento encubierto se pide a los sujetos que imaginen a un modelo en una situación
que les provoque miedo o les parezca amenazante.
Todo ello sin ver nada.
Esta técnica se emplea para tratar la fobia a las serpientes y la inhibición social.
Los fóbicos dudan de su autoeficacia en las situaciones que les provocan miedo y no confían en
su capacidad para enfrentar la fuente del miedo.
Una vez que se liberan de sus temores, amplían su entorno y mejoran su autoeficacia.
Ansiedad
Miedo a un Tx médico. Se han empleado procedimientos similares para disminuir tanto el miedo
a la hospitalización que sienten los adultos, como el temor a los Tx dentales.
Un estudio se refería a un procedimiento médico considerado tan estresante, que más de 80% de
los Px se negó inicialmente a someterse a él o lo abandonó (Allen y cols. 1989).
Los sujetos que habían visto el video de un modelo mientras se sometía al Tx y que describía
cómo había afrontado la angustia, propendían más a terminarlo con menor ansiedad, y con una
hospitalización más corta.
Ansiedad frente a los exámenes. Se entregó a los sujetos una lista de sílabas sin sentido para que
las memorizaran y después se evaluó su capacidad para retenerlas.
Los resultados demostraron que los sujetos que sufrían mucha ansiedad frente al examen fueron
los más influidos por el modelo que hablaba de los mecanismos de afrontamiento.
Obtuvieron una puntuación mucho más alta en la retención que los sujetos que sentían mucha
ansiedad y que habían sido expuestos a las otras dos condiciones.
Cuestiones éticas en la modificación de la conducta
La modificación de la conducta no se lleva a cabo sin que el cliente se dé cuenta.
En efecto, sin la conciencia y la autorregulación ningún programa conseguiría cambiar una
conducta o reaprenderla.
Dicho de otra manera, no tendría éxito a menos que el sujeto sepa cuales comportamientos van a
ser reforzados.
Es más, los clientes deciden lo que quieren cambiar y nadie los controla absolutamente.
Las personas acuden al terapeuta para eliminar determinados temores y ansiedades que inhiben su
capacidad para funcionar bien en la vida o para encarar problemas.
Bandura aclara que la relación cliente-terapeuta es un contrato entre dos individuos que dan su
consentimiento y no una relación entre un siniestro controlado y una simple marioneta.
Muchas técnicas se basan en la obra de Bandura y constituyen una alternativa popular frente al
psicoanálisis y otros Tx.
Las normas internas del desempeño, que inciden en la autoeficacia, se establecen en la niñez, al
igual que una serie de conductas ideales.
Sin embargo, dichas experiencias se pueden desaprender más adelante sustituyéndolas con otras
conductas y normas de desempeño.
No somos esclavos de los reforzadores que recibimos en los primeros años de vida.
Dado que algunas conductas tienen origen en la experiencia, cabe inferir que Bandura acepta la
singularidad de la personalidad.
Asimismo, la meta suprema y necesaria de la vida implica establecer normas realistas de
desempeño a fin de mantener un nivel adecuado de autoeficacia.