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Comienza con alguna técnica de relajación que ya conozca. Puede ser tomando 3
respiraciones profundas y tomar consciencia de tu respiración, mientras mentalmente
vas chequeando todo tu cuerpo y a su vez relajándolo a través de la respiración.
Una vez sientas que ya estás relajado, cierra tus ojos e imagina a un río cuya agua fluye
cada vez más rápido y se extiende a lo lejos, arrastrando consigo diferentes hojas,
imagínate cómo estás sentada al borde del río observando el agua y las hojas que van
cayendo sobre él.
Ahora piensa en algún pensamiento o una emoción que hayan estado presentes
frecuentemente esta semana. Vamos a observar a ese pensamiento o a esa emoción,
¿en qué parte de tu cuerpo lo ubicas? Si quieres puedes darle la forma y el color que
desees a esta emoción o a este pensamiento. Ahora quiero que siguiendo con los ojos
cerrados y en plena atención en esta visualización me digas en voz alta, como si de una
narración de una película se tratase qué ves, qué forma, qué color tiene ese
pensamiento o emoción.
Ahora quiero que visualices una hoja verde flotando en el río. Toma esa esfera o aquello
que tu hayas visualizado y deposítalo sobre esa hoja y observa cómo la corriente la
arrastra cada vez más y más lejos, hasta que la veas desaparecer por completo. Mientras
se pierde de tu vista, siente cómo la emoción o el pensamiento que hayas elegido , te va
abandonando y cómo lo dejas ir.