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PRINCIPIO 10-90

Este principio nos hace mención que el 10% de nuestra vida está relacionado con
lo que nos pasa y el 90% de la vida se relaciona en como reaccionamos.
¿Qué quiere decir esto? Que las personas no tienen control sobre el 10 por ciento
de lo que te sucede. Existen ciertos factores en la vida cotidiana que no se pueden
controlar, tales como el aumento del tráfico, que algún instrumento en la oficina se
descomponga, entre muchas otras situaciones. Sin embargo, si se es posible
regular, el 90 por ciento de una situación como las descritas anteriormente, con las
reacciones que se tienen ante ese 10 por ciento.
Covey (1989) nos pone un ejemplo de esto último:
“Pongamos un ejemplo: estás desayunando con tu familia. Tu hija tira una taza
de café y mancha tu camisa de trabajo. Tú no tienes control sobre lo que acaba
de pasar. Lo siguiente que suceda será determinado por tu reacción. Tú
maldices y regañas severamente a tu hija porque te tiró la taza encima. Ella
rompe a llorar. Después de regañarla, te enfadas con tu esposa y la criticas por
colocar la taza demasiado cerca del borde de la mesa. Y sigue una batalla
verbal. Tú gritando subes arriba a cambiarte la camisa. Cuando bajas te
encuentras a tu hija demasiado ocupada llorando terminándose el desayuno y
no está preparada para ir a la escuela. Ella pierde el autobús.”
Una vez que se analiza el caso con detenimiento Covey (1989) nos invita a pensar
en cómo debieron desarrollarse las situaciones controlando el temperamento y
pensando mejor las cosas antes de decirlas:
“El café te mancha. Tu hija está a punto de llorar. Tu gentilmente le dices, “está
bien cariño; solo necesitas tener más cuidado la próxima vez”. Después de
cambiarte la camisa coges tu maletín, regresas abajo y miras a través de la
ventana y ves a tu hija tomando el bus. Ella se da vuelta y te dice adiós con la
mano.”
Este tema se relaciona estrechamente con la Administración del tiempo, pues
al controlar las emociones es posible analizar con objetividad todas las
situaciones que sucedan, por consiguiente, se tomarán mejores decisiones y
finalmente todo radicará en un ahorro de tiempo que a larga será sumamente
beneficioso.
Planificador de tiempo
Según Vázquez (2013) si se desea planear el tiempo de manera óptima y así usar
cada instante disponible del día de manera eficiente se debe de tomar uno
minutos antes de empezar el día para catalogar cada una de las actividades que
se realizarán durante este y finalmente cuando el día acabe analizar si las
actividades se realizaron satisfactoriamente o se requiere mejorar ciertos
aspectos.
Ante esta premisa Vázquez realiza un comentario en el cual menciona la
importancia de usar un “Planificador o agenda” física o electrónica para concentrar
la información de eventos, actividades, horarios, prioridades, planes y secuencias.
Vázquez (2013) menciona que los elementos clave para la elaboración de un
Planificador de tiempo tenga éxito son:
 Utilizar un solo sistema de administración de tiempo
 Utiliza siempre el planificador
 Eliminar “papelitos” sueltos
 Establecer un estilo al planificador
Vázquez igualmente menciona algunos pasos para crear una Planificador
eficiente, que ayude con la tarea de aprovechar al máximo las horas del día.
1. Definir los objetivos por día. Revisar las tareas del día y determinar cuáles
se necesitan realizar y cuáles se pueden posponer.
2. Dividir los objetivos en tareas manejables. Hacer una lista realista de las
tareas por hacer.
3. Fijar prioridades. Valorar la importancia de la tarea para el día. Se puede
usar la matriz del tiempo para este propósito.
4. Administrar las tareas en el tiempo disponible. Ordenar cada tarea según su
importancia.
REFERENCIAS
Covey, S. (1989) The seven habis of highly effective people. Estados Unidos.
Editorial Free Press.
Vázquez, A. (2013) Planificadores y agendas: herramientas para el trabajo.
Universidad Tec Virtual del Sistema Tecnológico de Monterrey.

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