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PSIENCIA.

REVISTA LATINOAMERICANA DE CIENCIA PSICOLÓGICA 7(1) 88-102


PSIENCIA. LATIN AMERICAN JOURNAL OF PSYCHOLOGICAL SCIENCE

CONFERENCIAS TRANSVERSALES
TRANSVERSAL LECTURES

EL MITO DE LA “REVOLUCION” COGNITIVA CC 2015 · www.psiencia.org


THE COGNITIVE “REVOLUTION” MYTH

doi: 10.5872/psiencia/7.1.0106
José Dahab
Universidad de Buenos Aires
jdahab@hotmail.com

Resumen: En la psicología contemporánea, hallamos la vigencia de los modelos teóricos y de las téc-
nicas comportamentales, tanto en áreas de investigación como en áreas aplicadas. A pesar de dichas
evidencias, existen trabajos de historia de la psicología en los cuales se postula que en la década del
50, ha existido un fenómeno histórico al cual se ha denominado, “revolución cognitiva”. Esta supuesta
revolución implicaría predominantemente una crítica al paradigma conductual casi en su totalidad, más
que a hipótesis puntuales y específicas. Los exponentes de dicha revolución –más allá de sus produc-
ciones científicas- han llevado a cabo historizaciones sobre supuestos acontecimientos que han ocurrido
dentro de la profesión. En términos generales, se ha planteado que el paradigma conductual había sido
superado y sustituido a partir de dicha revolución. Las evidencias actuales muestran que 60 años más
tarde, no sólo no se ha producido tal sustitución, sino también que el paradigma conductual tiene un es-
pacio importante en psicología experimental y en muchas áreas de psicología aplicada. En el presente
artículo, revisaremos las evidencias que cuestionan la existencia, alcance y significado de la llamada
“revolución” cognitiva.

PROBLEMAS METODOLÓGICOS EN LA riamente la sustitución de modelos previos. De


CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA DE LA PSI- hecho, en la psicología contemporánea, -más
COLOGÍA. allá de los “ismos”-, somos testigos de una sana
integración de ambos paradigmas bajo el ala de
Entre las décadas del 60´ y 80´ se difundió la idea la metodología científica.
de que en la psicología había ocurrido la llamada A diferencia de lo anunciado hace varias dé-
“revolución cognitiva”. Ella implicaba predomi- cadas por los cognitivistas “no - integrativos”, ob-
nantemente una crítica al paradigma conductual servamos en la actualidad a una fuerte presencia
casi en su totalidad más que a hipótesis puntua- de los aportes del conductismo y de las teorías
les y específicas. Se popularizó incluso una su- del aprendizaje.
puesta “crisis del conductismo” originada por la En los autores “cognitivistas”, observamos
emergencia de dicha “revolución”. Muchos auto- dos tipos de posiciones frente a este debate his-
res cognitivistas – Gardner, Chomsky, Miller, etc.- tórico: una rupturista y una continuista.
no se han limitado a investigar sobre procesos Rupturista, por parte de los “cognitivos-pu-
cognitivos, sino también a escribir sobre historia ros”, que considera en términos generales que
de la psicología; de algún modo habría “autopro- el paradigma conductual es un estadio previo del
clamado” tal “revolución”. Desde posturas aún paradigma cognitivo, superado, por este último.
más extremas se anunció incluso la “muerte o Continuista, por parte de autores “cognitivos-
caída” de los modelos conductuales y su sustitu- integracionistas”, que contempla una síntesis
ción por el cognitivismo. entre ambos paradigmas bajo el ala del método
El principal paradigma cuestionado por los de- científico en psicología. (nuestra posición adhiere
fensores de los modelos cognitivos puros ha sido a esta perspectiva en consonancia con los traba-
el conductual, más precisamente, las teorías del jos de Ellis, Beck, Bandura, Seligman, Mahoney
aprendizaje asociativo. Si bien es cierto que se y demás autores integracionistas)
produjo un aumento de los trabajos de investiga- Es necesario distinguir la “producción de con-
ción en psicología cognitiva -y no desdeñamos tenidos” por parte de los autores cognitivos, en
sus aportes a la psicología científica-, no parece tanto científicos, de su “construcción” de la histo-
correcto que este paradigma haya reemplazado ria de la psicología, especialmente aquellos que
al conductual. El surgimiento de nuevas líneas postulan una ruptura o sustitución del paradigma
de investigación y aplicación no implica necesa- conductual por el paradigma cognitivo. No es el
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objetivo del presente artículo cuestionar la pro- rizaciones. En otras palabras, desde dentro del
ducción científica de dichos autores, sino revisar conductismo ya había una apertura superadora
la metodología utilizada en el modo de construir de las limitaciones del primer conductismo wat-
parte de la historia de la disciplina durante el si- soniano. De hecho, en este período, ya se per-
glo pasado. El término “revolución cognitiva” ha filaban diferentes “tipos” de conductismos, tales
sido acuñado por autores de corte cognitivo casi como el conductismo metodológico (Hull, Tolman,
de modo simultáneo a su producción de conteni- Guthrie), el conductismo radical (Skinner), el in-
dos. George Miller (2003), por ejemplo, dentro de terconductismo (Kantor), el conductismo biológi-
la posición rupturista, escribe un artículo donde co (Lashley), etc. O’Donohue y Kitchener (1999)
recuerda detalles de la revolución cognitiva, titu- llevaron a cabo un inventario de más de 10 tipos
lando a un apartado de dicho artículo “El Final de conductismos que muestran desde sus oríge-
del Conductismo”. En una parte, versa así: “El nes la pluralidad, evolución y debate del paradig-
conductismo fue una emocionante aventura para ma conductual. (Pérez Álvarez, 2003). Por ello,
la psicología experimental, pero a mediados de homologar el conductismo watsoniano al neo-
los años cincuenta era evidente que no podría conductismo deja fuera la transición, evolución y
tener éxito”. pluralidad que presentaba el conductismo.
Como dijimos previamente, en términos gene- Resumiremos a continuación algunos indica-
rales, la revolución cognitiva implicaba la sustitu- dores históricos publicados los cuales muestran
ción del conductismo por el cognitivismo, aunque la relación entre conductismo y procesos encu-
hoy no se observan evidencias en la comunidad biertos. En cada caso, hemos consultado las
científica de lo pregonado por dicha historización. fuentes originales de los autores citados. Por
Incluso historiadores de la psicología (e.g. Lea- cuestiones de espacio, no podemos extender-
hey, 2005) relativizan la existencia y el alcance nos en detalle en los temas estudiados por los
de la revolución cognitiva. Revisaremos a con- mismos. Nos limitamos a reseñar la apertura de
tinuación las evidencias que cuestionan la auto- los científicos conductistas a reformular y ampliar
proclamada “revolución”. los supuestos primarios del primer conductismo
watsoniano. Sugerimos al lector interesado, con-
TRANSICIÓN DESDE DENTRO DEL CONDUC- sultar las fuentes.
TISMO (1920-1950) Iván Pavlov, en 1923, al menos 3 décadas
antes de 1950, ha postulado que el organismo
Hemos revisado las fuentes originales de autores humano, a diferencia de otras especies, contaba
conductistas y hallamos evidencias que mues- con un “segundo sistema de señales”; dicho sis-
tran que, más que una revolución cognitiva, ya tema, por supuesto, hacía referencia al lenguaje.
existía una evolución desde dentro del conduc- Pavlov también investigó el “aprendizaje sin eje-
tismo. Hay indicadores históricos previos a 1950 cución” cuando estudiaba el condicionamiento de
que muestran que el conductismo no ha negado tipo inhibitorio. Esto demuestra que la noción de
la existencia de los pensamientos e imágenes aprendizaje no se limitaba ingenuamente sólo a
mentales; en términos generales, su propuesta la conducta observable. De hecho, en las teorías
ha sido estudiar la conducta desde la metodo- del aprendizaje, cobra especial protagonismo el
logía científica no especulativa. Varios autores concepto de ASOCIACION, el cual continúa vi-
neo-conductistas, a diferencia de la primera posi- gente hoy día. Es más, en diversos trabajos de
ción adoptada por John Watson, postulaban teo- investigación en Psicología Cognitiva y Neuro-
rizaciones que incluían variables organísmicas. ciencias, se consideran los procesos asociativos
Dichas variables del organismo incluyen pensa- y se utilizan claves conductuales para el estudio
mientos, representaciones de los estímulos, im- de la cognición.
pulsos, mapas cognitivos, etc. En la década de 1920, Edward Tolman estudia
Las críticas por parte de autores cognitivos, los mapas cognitivos y destaca la idea ya seña-
homologa el primer conductismo watsoniano lada más arriba, de que puede haber aprendizaje
(1913) al Neoconductismo (Skinner, Hull, Guthrie, sin ejecución motora. Dentro de esta perspecti-
Eysenck, Tolman, etc.). Por lo menos dos déca- va, se han estudiado fenómenos tales como la
das antes de 1950, varios autores conductuales “inhibición latente”; los mismos implicaban la
han ampliado la noción E-R a E-O-R, incluyendo formulación de teorías que no se limitaban sólo
las variables organísmicas e internas en sus teo- a la observación de secuencias entre estímulos

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y respuestas, sino también la apertura a la in- no todos los sujetos tienen el mismo grado de
vestigación de procesos internos tales como re- “condicionabilidad”. Este autor postula que hay
presentación de estímulos, estado motivacional diferencias individuales que predisponen a que
del sujeto, etc. Howard Gardner y demás autores los sujetos tengan mayor facilidad para aprender
cognitivos, rescatan los trabajos seminales de determinadas conductas. Este investigador uti-
Tolman, distinguiéndolo de los demás autores del lizó test psicométricos, basados en preguntas e
conductismo. ítems puntuales, que indagaban sobre elemen-
Emparentado en la línea del condicionamiento tos internos de la conducta. Por ejemplo, sus test
clásico, Clark Hull ha investigado procesos inter- incluían preguntas tales como: “¿se considera
nos tales como los impulsos y la motivación. Hull usted una persona sociable?”, “¿dice siempre la
es uno de los exponentes del neo-conductismo, verdad?”, “¿a veces no dice todo lo que siente?”.
movimiento que ha defendido la importancia de Este tipo de preguntas intentan indagar de qué
estudiar las variables organísmicas que mediati- modo la persona piensa, siente y se comporta.
zan entre estímulo y respuesta. Ya en la década El uso de estos test amplía las limitaciones del
del 30´, la psicología estímulo-respuesta mutaba método observacional, permitiendo investigar
hacia el E-Organismo-R. –directa o indirectamente- no sólo la conducta
Varios autores conductistas remarcaron el motora, sino también las diferencias de persona-
peso de los elementos “mediacionales” entre lidad y su relación con la conducta y procesos
estímulo y respuesta. Además, muchos inves- encubiertos.
tigadores del paradigma del condicionamiento El problema principal no ronda en torno a si
clásico dieron especial atención a variables emo- debían considerarse o no las reglas, las ideas y
cionales. Salvo algunas excepciones, la mayoría las representaciones en sí mismas, sino en cómo
de los autores conductuales adhieren a los 4 su- encontrar la forma de poder estudiar tales no-
puestos básicos del encubiertalismo: homoge- ciones con rigurosidad metodológica. De hecho,
neidad, interacción, continuidad y transferencia; parte del conductismo ha aceptado teorizaciones
entre las conductas manifiestas y los procesos sobre las mismas, siempre y cuando ellas es-
encubiertos. Desde esta perspectiva, el estudio tuviesen apoyadas por investigaciones experi-
de “la mente” no es en sí mismo un problema, mentales. El concepto de “asociación” implicaba
siempre y cuando las teorizaciones sobre la mis- teorizaciones sobre procesos (hoy llamados cog-
ma se apoyen en investigaciones científicas y no nitivos) como la atención, la memoria y el apren-
en metáforas o teorizaciones especulativas. dizaje. Por otra parte, desde Pavlov a la fecha,
John Dollard y N. Miller han sido los princi- el conductismo se ha interesado por las bases
pales exponentes del llamado “Grupo de Yale”. neurales del condicionamiento y el aprendizaje.
Estos autores han publicado un libro denominado En relación a la crítica del cognitivismo hacia
Personalidad y Psicoterapia, donde plantean hi- el conductismo, dice Eysenck (1977):”,… “los psi-
pótesis que intentan explicar elementos internos cólogos cognoscitivos afirman la prioridad de los
del comportamiento patológico. En el prólogo del aspectos cognoscitivos sobre otros aspectos de
mismo comentan que “años antes del inicio de la adaptación en el hombre. Su afirmación,[…]se-
la segunda guerra mundial” (1939), ya dictaban ría que la teoría del condicionamiento simple, se
en sus clases la relación entre conceptos menta- refiere a estímulos simples, por ejemplo, timbres,
les, psicodinámicos y las teorías del aprendizaje campanillas, luces, y en cambio el condiciona-
asociativo. Nótese que tal intento de integración miento humano, si en efecto existe, utiliza como
era llevado a cabo por los neo-conductistas diez estímulos situaciones y conceptos significativos
años antes del surgimiento de la “revolución cog- que están muy alejados de las sencillas sensacio-
nitiva”. nes pavlovianas y exigen la integración mediante
En 1947, Hans Eysenck publica una obra de- procesos cognoscitivos. Podemos concordar de
nominada “Estudio científico de la personalidad”; inmediato en este punto, y en efecto se recordará
en la misma se detallan las investigaciones lleva- que Pavlov insistió en la importancia del segundo
das a cabo utilizando test para evaluar dimensio- sistema de señales, que en esencia es lo que es-
nes de personalidad, tales como el Neuroticismo tos críticos denominan “procesos cognoscitivos”;
y la Extraversión. También Eysenck (como Hull, sin embargo, es dudoso que el conocimiento de
Tolman, etc.) amplía las limitaciones del mode- ese hecho importe mucho en el campo de la teo-
lo E-R, estudiando las variables del organismo. ría. En relación con los fines expositivos, es mu-
En términos generales, Eysenck plantea que cho más fácil referirse a estímulos simples; pero

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incluso en las tareas de laboratorio con animales conductismo mediacional adhieren directa o in-
se ha trabajado mucho con estímulos complejos directamente a la continuidad, homogeneidad,
y compuestos, y no hay dificultades insuperables interacción y transferencia entre las conductas
que impidan la extensión de este trabajo al com- observables y las conductas encubiertas. En este
portamiento humano. Esta crítica no exige una sentido, la conducta siempre incluyó a la “cog-
reestructuración profunda de nuestra teoría; solo nición”, por ende el término cognitivo-conductual
reclama cierta reformulación más atenta de algu- es, de algún modo, redundante. Por eso, dentro
nos aspectos”. del neo-conductismo, no se asume el significado
Entre la década de 1920 y de1950, las no- de la revolución cognitiva. (Morris, 1998)
ciones del primer conductismo watsoniano eran La importancia de las reglas en el control de
reformuladas por modelos más amplios, los cua- la conducta ha sido formulada por Skinner 4 años
les destacaban la interacción entre los procesos antes de la publicación de la crítica formulada por
biológicos y ambientales. De todos modos, hasta Noam Chomsky al libro de Skinner, (Conducta
el propio Watson ha ampliado sus formulaciones, Verbal, 1957). Este hecho muestra que la noción
dedicando en su libro “Conductismo” (1930), dos de reglas y la importancia del pensamiento y el
capítulos al “pensar” y al “sentir”. Si bien su po- lenguaje, ya estaban barajadas antes de la críti-
sición es bastante diferente a la posición cogni- ca de Chomsky hacia el paradigma conductista.
tivista posterior a 1950, ya había un interés in- Gardner incluye la crítica de Chomsky a Skinner
cipiente dentro del paradigma conductual en la como uno de los hitos principales del advenimien-
cuestión de los elementos internos o encubiertos to de la “revolución cognitiva”, pero omite que ya
del comportamiento. en Skinner la noción de reglas fue previamente
En 1953, B.F. Skinner - también neo-conduc- planteada.
tista- en su obra Ciencia y Conducta Humana, Lo notorio es que la crítica de Chomsky repre-
analiza y teoriza sobre diversos elementos de la sentaba una crítica casi a la totalidad del conduc-
conducta, tales como pensamientos, imágenes tismo. De hecho, tal crítica es considerada desde
mentales, emociones y respuestas psicofisiológi- la postura rupturista, no sólo como una refutación
cas. Lejos de ser indiferente a tales elementos del libro de Skinner, Conducta Verbal, sino como
encubiertos, los considera parte de la conducta. un “giro histórico”, representativo de la supera-
Su conductismo radical, considera el comporta- ción del conductismo por el cognitivismo. Más
miento “de raíz”, donde las imágenes mentales allá de las limitaciones de la posición de Skinner,
y los pensamientos también forman parte de la hoy, pasados 55 años de la crítica de Chomsky,
conducta. las evidencias arrojan que existen tratamientos
Un punto de especial relevancia es que en de estimulación verbal - en pacientes con autis-
dicha obra, Skinner destaca la importancia de mo, trastornos generalizados del desarrollo y dé-
las reglas y el lenguaje en el condicionamiento ficit en habilidades verbales y sociales- basados
y control de la conducta. Este autor, expresa que en las conceptualizaciones de Conducta Verbal.
las reglas están compuestas por la internaliza- También, abordajes clínicos contemporáneos
ción de las contingencias. Las reglas, en sí mis- como la Terapia de Aceptación y Compromiso
mas, al ser aprendidas, pueden ejercer efecto en y la Psicoterapia Analítica Funcional consideran
la conducta, más allá de los estímulos presentes dicha obra de vital importancia. En áreas de in-
en el ambiente. El comportamiento gobernado vestigación, la teoría de los marcos relacionales
por reglas, implica que no siempre es necesaria estudia la relación entre reglas, eventos privados
la exposición directa a los estímulos para que se e influencias ambientales.
produzca el condicionamiento y aprendizaje. Por En 1958, en su libro “Psicoterapia por Inhibi-
ejemplo, todos nosotros sabemos que algunas ción Recíproca”, Joseph Wolpe considera que
serpientes son peligrosas, aunque nunca nos en la práctica clínica se presentan casos de an-
halla mordido ninguna. También podemos pen- siedad y fobias provocados por errores de con-
sar o imaginar una serpiente y sentir respuestas cepto que tienen los pacientes. El autor plantea
fisiológicas de ansiedad. Tanto los pensamientos expresamente que es necesario corregir los mis-
como las imágenes mentales tienen íntima rela- mos para que pueda haber una mejora en dichos
ción con la regla aprendida sobre la peligrosidad casos. Por ejemplo, si una persona cree que la
de las serpientes. ansiedad puede provocarle un desmayo, el psi-
Tanto Skinner como los representantes del cólogo puede, mediante psicoeducación correc-

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tora, modificar este temor. Por otra parte, fuera del conductismo, casi todos
Wolpe, un autor emparentado con el conduc- los autores científicos utilizaban la observación
tismo, también está abierto a la revisión y modi- directa, tales como Piaget, Kolher, Cannon, etc.
ficación de los pensamientos de los pacientes. La insistencia del conductismo en llevar a cabo
Además, ha demostrado que la Desensibiliza- observaciones controladas respondía a una nece-
ción también es eficaz si el paciente imagina sidad de orden metodológico frente a la prolifera-
el estímulo temido. Notemos como el uso de ción de teorías especulativas, más que a un deseo
imágenes mentales destierra el prejuicio que de ignorar otros métodos de evaluación. Por otra
los autores conductuales han sido indiferentes parte, antes de 1950 no se contaba con los avan-
a los elementos encubiertos de la conducta. Ya ces computacionales y las técnicas de exploración
en la década del 50´ el paradigma conductual neuropsicológica (resonancia magnética, tomo-
había dejado de ser hace tiempo una psicología grafía computada, etc.) que permitiesen evaluar
estímulo-respuesta (E-R), evolucionado hacia en detalle variables organísmicas y cerebrales.
un modelo más complejo tal como E-O-R-C (es- La segunda afirmación que realiza Gardner es
tímulo, organismo -bases biológicas y procesos que (b) “los interesados en una ciencia del com-
mediacionales-, respuesta y consecuencias). portamiento debían centrarse exclusivamente en
La perspectiva mediacional continúa vigente la conducta, esquivando con el mayor de sus em-
hoy día. peños, temas tales como la mente, el pensar o la
imaginación y conceptos como los de plan, deseo
¿REVOLUCIÓN O EVOLUCIÓN? o propósito”
La frase de Gardner omite el trabajo de varios
Una de las obras principales donde se enuncia autores, que han intentado abrir la llamada caja
la existencia de la “revolución cognitiva” es en negra; y más que esquivar o ser indiferente a los
el libro de Howard Gardner, publicado en 1985, elementos internos del comportamiento, el con-
denominado “La nueva ciencia de la mente: His- ductismo ha propuesto estudiarlos bajo el ala del
toria de la revolución cognitiva”. No es el objeti- método científico. En términos generales, si se
vo del presente artículo desdeñar la producción formulaban teorías que planteaban la existencia
de Gardner en tanto científico, sino sus escri- de planes, mapas cognitivos, representaciones y
tos al “construir” la historia de la psicología. De demás constructos y variables intervinientes, es-
modo general, Gardner enuncia ciertos aconte- tás debían ser operacionalizadas para poder ser
cimientos históricos en la psicología de la época evaluadas y medidas científicamente. Nótese la
que derivaron en el descrédito del paradigma diferencia de significado entre esquivar “por ca-
conductual como condición necesaria para el pricho” el estudio de lo mental, de la necesidad
nacimiento de la nueva ciencia de la mente, esto metodológica de operacionalizar los constructos
es, la “revolución cognitiva”. Gardner sitúa -año mentales para evitar la proliferación de teorías es-
más, año menos- esta revolución a mediados de peculativas.
la década del 50´. El lector avezado puede pensar con derecho
Gardner plantea (1985, p.27) en las primeras propio que si bien el conductismo no ha esquiva-
páginas de su libro, dos afirmaciones sobre el do ingenuamente el estudio de elementos internos
conductismo: de la conducta, tampoco ha hecho énfasis en los
mismos. Por supuesto, se admite que las imá-
“Los conductistas enunciaron dos proposiciones cone- genes mentales y los pensamientos no han sido
xas”: (a) “los investigadores conductistas […] debían
limitarse a los métodos públicos de observación, que
muy investigados por los primeros conductistas;
cualquier hombre de ciencia fuera capaz de aplicar y no obstante, el panorama fuera del conductismo
cuantificar”. tampoco era alentador. En dicha época, ninguna
corriente de la psicología (ni el psicoanálisis, ni la
Esta afirmación es parcialmente cierta, debido a gestalt, ni el estructuralismo, ni la introspección)
que diversas líneas del conductismo han estudia- habían desarrollado estudios científicos rigurosos
do la conducta no sólo mediante la observación de envergadura. La psicología científica y el con-
directa de la misma, sino a partir de otros indica- ductismo estaban en sus “inicios”.
dores, “indirectos”, por ejemplo, respuestas orga- Como ya hemos planteado, existe una diferen-
nísmicas no observables, medidas psicofisiológi- cia significativa entre considerar que el conductis-
cas, respuestas de los sujetos a test, el estudio del mo esquiva o es indiferente a los aspectos inter-
aprendizaje sin ejecución, reportes verbales, etc. nos de la conducta observable y sostener que el

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conductismo hacía foco en la ejecución motora. neurociencias y la revolución cognitiva. Gardner


Recordemos también que el conductismo partió plantea que los científicos cognitivos consideran
de la premisa epistemológica propia de la ciencia: la importancia de los estudios interdisciplinarios,
para poder estudiar científicamente la conducta especialmente de disciplinas tales como la filoso-
es necesario poder contar con datos observables fía, la psicología, la antropología y las neurocien-
(medidos de modo directo o indirecto que ava- cias. Y anuncia textualmente: “me referiré a todas
len o refuten las hipótesis formuladas). Por otra estas disciplinas como ´ciencias cognitivas´”. En
parte, en sus primeras investigaciones era bas- las primeras páginas de su libro, Gardner agrupa
tante complejo (y lo sigue siendo hoy día) estu- a diversos campos de la ciencia, en un apartado
diar científicamente las respuestas motoras, los denominado “Definición y alcance de la ciencia
pensamientos e imágenes mentales y las emo- cognitiva”. Por ende, todas las disciplinas citadas
ciones; todo de modo simultáneo en los experi- forman parte “ahora” de la nueva revolución cogni-
mentos psicológicos. Es muy difícil, en solo dos tiva; nosotros no hemos hallado indicadores histó-
décadas pretender la “total” explicación científica ricos que muestren que representantes de dichas
de la conducta, las emociones, los planes, el pen- disciplinas adhieran a formar parte de la supuesta
sar, las imágenes mentales, etc. El conductismo y revolución cognitiva.
la psicología científica eran disciplinas muy jóve- En relación a este punto, Gardner “relaciona” y
nes. De hecho, hasta la década de 1950 ninguna ubica a Karl Lashley y Donald Hebb en el grupo de
corriente en psicología ha aportado experimentos neurocientíficos que han propiciado el debate pre-
con la rigurosidad metodológica suficiente sobre vio para el nacimiento de la revolución cognitiva.
pensamientos e imágenes mentales. Si para la Dice Gardner (pag.42): “en ámbitos más distantes
psicología en general el estudio científico de ta- comenzaron a aparecer libros significativos para
les procesos encubiertos ha sido una dificultad los debates que se sucedían en las incipientes
en dicha época, es razonable que para el primer ciencias cognitivas. Por ejemplo, […] en el cam-
conductismo también lo fuese. Entonces, el con- po de la neuropsicología, Donald Hebb describió
ductismo adolecía de limitaciones como todas las la evolución del sistema nervioso de manera tal
demás teorías y escuelas en psicología. de explicar muchos aspectos de la percepción vi-
Más allá de las limitaciones de toda la psico- sual y esclarecer los procesos de aprendizaje y
logía científica de la época, el neo-conductismo desarrollo, y la subsiguiente declinación de la inte-
(previo a la década del 50´) siempre consideró en ligencia” (Hebb, 1949)”. Gardner comenta que los
sus postulaciones que la noción de “Conducta” trabajos de Hebb y otros autores propiciaron el de-
incluye no solo los elementos motores y obser- bate germinal del advenimiento de la nueva cien-
vables de la misma, sino también las respuestas cia de la mente, es decir, la psicología cognitiva.
emocionales y los pensamientos. Lo que sí ha de- Lo curioso, es que esta conexión que lleva a
fendido el conductismo de modo taxativo es que cabo Gardner entre los trabajos de Hebb y la nue-
para poder realizar inferencias sobre procesos in- va ciencia cognitiva no concuerda con lo expresa-
ternos, era necesario partir de datos observables do por el propio Hebb, quien remarca que el deba-
y medibles, directa o indirectamente. Por ende, el te ya existía dentro del propio conductismo. Unos
paradigma conductual ha evolucionado desde sus 30 años más tarde, más precisamente en 1980, 5
inicios y ha reformulado sus supuestos epistemo- años antes que la publicación de la obra de Gard-
lógicos, prácticamente desde sus inicios. ner que data de 1985, Donald Hebb escribe – en
Desde la década de 1920, el paradigma con- el libro de Bunge “El Pro-blema Mente-Cerebro”-,
ductual ha evolucionado al compás de la psicolo- un epílogo que titula “Un Enfoque Conductual”,
gía científica y experimental, ampliando gradual- donde dice:
mente su objeto de estudio e integrando nuevos
métodos de evaluación y medición. “yo me considero un conductista, habiendo sido conven-
cido sobre todo por George Humphrey (Thinking, [Pen-
samiento] 1951) de que el conocimiento introspectivo es,
LA UTILIZACIÓN DE LA METODOLOGÍA CON- a lo sumo, ilusorio, y yo recalco que hay conductistas y
DUCTISTA Y LOS PRINCIPIOS BÁSICOS DE conductistas. Estoy orgulloso de alinearme junto con Las-
APRENDIZAJE EN NEUROCIENCIAS hley y E. Tolman, los cuales se llaman a sí mismos con-
ductistas y combaten el conductismo en sentido estricto.
Los términos “mente y conciencia” casi desaparecen de
Volviendo al libro de Gardner, este autor, plantea la psicología durante veinte o treinta años en los últimos
que hay una relación entre los descubrimientos en tiempos debido a sus connotaciones dualistas; pero la
concepción correspondiente de procesos cognitivos con-

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trolados permaneció vigorosamente activa. El propio Las- en este punto y admitimos que el conductismo
hley estaba dispuesto a utilizar los términos, pero otros adolecía de limitaciones, de la misma forma que
prefirieron hablar de “variables intervenientes”, “respues-
tas sustitutas” o “procesos mediadores”. El problema no todas las corrientes en psicología de la época;
desapareció. Durante los años treinta y cuarenta se desa- pero nótese como la crítica a la estrechez del pri-
rrollo la controversia “contiuidad-no continuidad” entre los mer conductismo watsoniano, ya estaba plantea-
que, siguiendo todavía a Watson, negaban que compren- da por Lashley y otros autores, desde dentro del
sión y el pensamiento jugaran un papel en el aprendizaje
del animal (teoría de la continuidad), y los que afirmaban conductismo. Los indicadores históricos, mues-
que sí lo jugaban, que estaban encabezados por Tolman tran una evolución, no una revolución propicia-
y Lashley. El problema era si la actividad cognitiva podría da por el advenimiento de la nueva ciencia de la
afectar a la forma de la curva de aprendizaje (Teoría de la mente.
discontinuidad). El debate finalizó con un artículo de Paul
Meehl y Kenneth MacCorquodale, de 1951, una demos- Según Gardner (pag.26), “Lashley pronunció
tración pacificadora de que la expectativa (una variable el discurso más iconoclasta y memorable, titula-
mental) no era en realidad incompatible con la posición do “El problema del orden serial en la conducta”,
neowatsoniana de C. Hull” donde puso en tela de juicio la doctrina (o dog-
ma) que había dominado el análisis psicológico
Basta con leer esta cita textual de Hebb para en las últimas décadas y estableció todo un nue-
pensar que el conductismo estaba abierto des- vo esbozo de programa de investigación. En los
de hace muchos años al estudio de los procesos términos de mi propio análisis, Lashley identificó
encubiertos (denominados, según la moda y la algunos de los principales elementos componen-
jerga actual, cognitivos). tes de una ciencia cognitiva, al par que fustigó a
Como podemos apreciar, el debate existía las fuerzas que habían impedido su surgimiento
profusamente desde dentro del propio conductis- hasta ese momento”. […]; el artículo de Lashley
mo. La relación que hace Gardner entre la obra cristalizó una creciente conciencia, que la adhe-
de Hebb -neuropsicológo, quien se considera a sión a los cánones conductistas estaba volviendo
sí mismo un conductista- y los posteriores desa- imposible el estudio científico de la mente.
rrollos de psicólogos cognitivos, es discursiva, no Según “Lashley, estas secuencias de con-
fáctica. Gardner asocia la neuropsicología con- ductas deben estar planeadas y organizadas de
ductual de Hebb con los autores cognitivos. Por antemano”.[…] hay planes globales muy amplios,
el contrario, tanto por las palabras de Hebb como dentro de los cuales se orquestan secuencias de
los hechos acontecidos arrojan que hubo (y hay) acciones cada vez mas densas o tupidas […] el
un profuso debate y evolución, desde dentro del sistema nervioso contiene un plan o estructura
propio conductismo. general dentro del cual pueden introducirse uni-
Por otra parte, es reivindicador que tanto en dades individuales de respuesta, en forma inde-
Neurociencias como en Psicología Cognitiva pendiente de la retroalimentación específica del
científica (no en su vertiente especulativa), se uti- medio. La conducta no deriva de incitaciones
licen claves conductistas en varias de sus inves- ambientales, sino que procesos que tienen lugar
tigaciones. Hebb remarca también dicha utilidad: en el cerebro la preceden de hecho y dictami-
John O´Keefe y L. Nadel en su libro “El hi- nan de qué manera un organismo lleva a cabo un
pocampo como mapa cognitivo” (1978), utilizan, comportamiento complejo. Para expresarlo más
las relaciones conductistas incorporadas en la simplemente Lashley llegó a la conclusión de que
idea teórica de Tolman para establecer las bases la forma precede y determina toda conducta es-
neurológicas de su idea. Su existencia, aunque pecífica: la organización no es impuesta desde
sea una formulación tipo caja negra, facilita sin afuera, sino que emana del interior del organis-
ninguna duda la investigación neurofisiológica. mo”.
Existen más ejemplos. A lo largo de este libro nos Lashley, es uno de los principales referentes
encontramos con ejemplos de formulaciones que de lo que se ha llamado el “Conductismo Biológi-
precedieron históricamente a sus traducciones co”; al igual que Hebb y demás autores cuestio-
en conocimiento específicamente neurológico”. naban la postura ambientalista extrema. Lo que
Gardner le asigna un preponderante valor his- llama la atención es que en el texto de Gardner
tórico al simposio de Hixon (Instituto de Tecnolo- se omite una de las principales ideas del conduc-
gía de California,1948) como un desafío al con- tismo frente a la psicología especulativa: la ínti-
ductismo. Gardner comenta que Karl Lashley ha ma relación entre biología, procesos cerebrales y
criticado en dicho simposio las limitaciones del conducta. Tanto Pavlov, como Watson y autores
paradigma conductual. Hasta aquí, coincidimos neo-conductistas como Skinner, Hull, Wolpe, etc.

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han postulado desde siempre, la existencia de vlov investigaron los procesos asociativos y la
respuestas incondicionadas y de pautas innatas relación entre la conducta y el ambiente, llevaron
de comportamiento. Pavlov mismo consideraba a cabo estudios controlados del comportamiento.
que no todos los sujetos tienen el mismo grado Es muy difícil estudiar científicamente la conduc-
de condicionabilidad. Y también Eysenck, que ta de modo “totalizante”, es decir, en su nivel mo-
habiendo estudiado las bases biológicas de las tor e incluyendo también los pensamientos, las
diferencias individuales, planteaba cuestiona- emociones, las imágenes mentales y los planes
mientos a la postura ambientalista extrema. de la conducta, de modo simultáneo. La riguro-
Por ende, no se observa que la frase que cita sidad metodológica del conductismo implicaba
Gardner de Lashley represente un “vacío bioló- estudiar gradualmente diferentes elementos del
gico” del conductismo. Nosotros observamos en comportamiento. Para mantener su perspectiva
estas frases de Lashley, -como en demás autores científica, la evolución del conductismo hacia el
conductistas-, simplemente un intento ya iniciado estudio de los procesos encubiertos debía ser
en la década del 30, de abrir “la caja negra”; en necesariamente gradual.
términos vulgares, si se nos permite, interpreta- Como dijimos antes, las críticas de Chomsky
mos la postura de Lashley, más como una revo- y otros autores rupturistas, no han distinguido en-
lución “biológica” frente al conductismo watsonia- tre los supuestos epistemológicos de los diversos
no, que como una revolución cognitiva. tipos de conductismos y el primer conductismo
Gardner (pag.28), habla de un “imperio” con- watsoniano. Tampoco han rescatado la enver-
ductista entre las décadas del 20 y del 50, cuan- gadura, influencia y rigurosidad metodológica de
do dice: las teorías del aprendizaje asociativo. Excepto
hacia Tolman, la revolución cognitiva invalidaba
“No obstante, cabe sostener que se pagó un precio de- la totalidad del paradigma conductual.
masiado alto por la adhesión estricta al conductismo.
En tanto duró su imperio – o sea durante las décadas
Gardner (pag.49) reseña que G. Miller, Pri-
de 1920, 1930 y 1940, solo fue posible aproximarse con bram y Galanter (1960) en su libro Planes y es-
dificultades a las cuestiones vinculadas a la naturaleza tructura de la conducta “anunciaron el fin del con-
del lenguaje, la planificación humana, la resolución de ductismo corriente, con su desacreditado arco
problemas, la imaginación, etc.; […] el artículo de Lashley
cristalizó una creciente conciencia, por parte de muchos
reflejo…”.
científicos sensatos, de que la adhesión a los cánones Independientemente de la producción científi-
conductistas estaba volviendo imposible el estudio cien- ca de George Miller y otros autores, es notoria la
tífico de la mente” forma de anunciar taxativamente acontecimientos
que aún no habían acontecido. Llama la atención
Desde el punto de vista histórico, entre las dé- que los psicólogos cognitivos rupturistas conside-
cadas de 1920 y de 1950, había bastante pro- ren que el surgimiento de nuevas líneas de inves-
tagonismo del psicoanálisis, de la Gestalt y de tigación, implicara necesariamente la ruptura con
la perspectiva Piagetiana. Y en el marco de la la totalidad de paradigmas predecesores.
investigación científica, en dichas décadas, ya Mario Bunge, (Filosofía de la psicología,
había un cuestionamiento al primer conductismo 1988) quien adhiere a una concepción monista
de Watson. Por otra parte, en el ámbito de la psi- de la psicología, realiza un análisis crítico y ecuá-
cología clínica en los Estados Unidos, para esas nime del conductismo, el mentalismo y el cogni-
épocas, había también bastante peso del psi- tivismo; y dice: “desde la emergencia del cogni-
coanálisis. Y fuera del ambiente universitario de tivismo y la gramática generativa, a finales de la
dicho país, el conductismo tenía poca influencia década del cincuenta, se tendió a pasar por alto
en Europa y era prácticamente desconocido en los grandes méritos del conductismo, y el apaleo
Latinoamérica. La aseveración de Gardner acer- del conductismo se convirtió en un deporte inte-
ca del predominio conductista es históricamen- lectual de moda. Es así como Chomsky (1959) y
te cuestionable. Ni el conductismo reemplazó al Davidson (1974) han sostenido que el conductis-
psicoanálisis y a la introspección, ni el cognitivis- mo es estrecho y chato, como hemos afirmado
mo reemplazó al conductismo. (Pérez Alvarez, nosotros, sino también inadecuado. Ni siquiera
2003). se ha salvado el condicionamiento clásico ni el
El paradigma conductual y sus múltiples ver- operativo. Ni siquiera se ha conservado la hipóte-
tientes era demasiado nuevo y adolecía de las sis de que, para saber cualquier cosa, debemos
mismas limitaciones que las demás corrientes de aprenderla. Y han proliferado los entes mentales
la psicología. Por ejemplo, cuando Skinner o Pa-

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desencarnados. Sostenemos que ha sido una re- y experimental, aunque admite la supervivencia
acción excesiva y oscurantista contra las limita- del mismo en contextos aplicados, especialmen-
ciones del conductismo ortodoxo y ha arrojado al te en las técnicas de modificación de conducta
bebé junto al agua del baño. Para nosotros, lejos utilizadas en el ámbito clínico. Chomsky, Simon,
de estar mal orientado, el conductismo es insu- Newell, Miller, Neisser, etc. son autores que han
ficiente, y habría que ampliarlo y profundizarlo”. formado parte de la supuesta revolución. Desde
Y con respecto a Lashley -que en el simpo- la perspectiva rupturista, para la emergencia de
sio de Hixon, según Gardner, emitió un discur- la misma, era necesaria la superación –casi en
so “histórico” y decisivo hacia las limitaciones su totalidad, exceptuando los trabajos de Tol-
del conductismo- Bunge refiere que este autor, man- de los logros del paradigma conductual y
en su obra, ha ampliado el conductismo a partir de todos sus supuestos.
de su labor como neurocientífico. Bunge destaca Desde una posición más ecuánime, Gardner
la labor de Lashley, en un capítulo de su libro, comenta (1985): “creo que el entusiasmo que
denominado “Conductismo”. La labor de Lashley generó la psicología cognitiva en los años que
y Hebb, estaba más cerca del conductismo que siguieron a su nacimiento (o renacimiento) fue
del cognitivismo. Según Bunge, “una posibilidad comprensible, pero quizás excesivo; por ende,
para la (evolución) del movimiento conductista, no es de sorprender que algunos de los que se
consistía en mantenerse fiel a la actitud cientí- llenaron de júbilo ante la defunción del conductis-
fica del conductismo ortodoxo, mientras trataba mo, muestren bastante menos exaltación frente a
de ampliar su problemática y su metódica y de los resultados en últimos 25 años.”
dotarla de un núcleo teorético gracias a una es- Décadas más tarde, se observa que no hay
trecha alianza con las neurociencias. Esta fue la evidencias de la defunción reseñada en la obra
vía que siguió Lashley: la de la biopsicología o de Gardner; la misma no aconteció, ni en el ám-
psicobiología (Lashley, 1941) bito experimental ni en el aplicado. La historiza-
Hoy día neurocientíficos como Joseph Ledoux ción ha sido prematura, no ha esperado el deve-
(con sus investigaciones sobre el papel de las nir de los acontecimientos. Por el contrario, en
estructuras del sistema límbico en el condiciona- los últimos 50 años hubo una gran cantidad de
miento de respuestas emocionales), Kandel (ha- trabajos de investigación básica inspirados tanto
bituación), Ohman (procesamiento no consciente en el condicionamiento clásico como en el condi-
de la amenaza), etc., también utilizan métodos y cionamiento operante. Michael Domjam, (2007)
nociones del condicionamiento clásico y el ope- efectuó una revisión de bases de datos especia-
rante como parte de sus investigaciones. lizadas, Psycinfo y Medline, que llevan registro
Por cuestiones de espacio, hemos dejado de de los trabajos de investigación publicados en
lado otros autores conductistas que también es- revistas científicas. Ambas muestran un aumento
taban abiertos a la inclusión de procesos encu- estable en el número de artículos publicados so-
biertos en el paradigma conductista. Como ve- bre teorías del aprendizaje, desde 1970 a 1999
mos, la transición hacia el estudio de procesos (véase la figura 1). Comenta el autor que limitó la
encubiertos se produjo desde dentro del conduc- búsqueda a las palabras, “Aprendizaje animal”.
tismo, ya en la década del 30´, mucho antes de la Estos datos indican que la investigación basada
llamada revolución cognitiva. en el paradigma conductual y en las teorías del
A continuación, mostraremos las evidencias aprendizaje asociativo, continúa siendo prolífica
de los últimos 60 años, que muestran la vigencia e influyente.
del conductismo y de las teorías del aprendiza- Asimismo, Domjan resalta que gran parte de
je asociativo, tanto en investigaciones básicas las investigaciones en neurociencias se nutren
como en áreas aplicadas. del paradigma conductual.
Este nivel de producción de trabajos científi-
EVIDENCIAS CONTEMPORÁNEAS cos, en las áreas de condicionamiento y apren-
dizaje, ponen en tela de juicio la supuesta “caída
Vigencia de los modelos de condicionamiento o crisis” de los modelos conductuales, anunciada
y aprendizaje en la investigación básica: Pe- fallida y prematuramente por autores “cognitivos-
ríodo 1960-2012 rupturistas”.
Independientemente de los trabajos en psico-
En su libro, Gardner señala la caída del con- logía cognitiva, las investigaciones conductuales
ductismo en las áreas de investigación básica

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Número de
publicaciones

Figura 1. Número de artículos publicados sobre teorías del aprendizaje, desde 1970 a 1999.

continuaron con bastante vigor en los últimos 60 tuales), a Bitterman, cuya línea de investigación
años. B. R. Hergenhahn, en su libro introducción a es la psicología comparada y los procesos bási-
la historia de la psicología (pág. 454. Sección “El cos de aprendizaje y a Donald Hebb, neurocientífi-
Conductismo Hoy”), plantea: “el abrumador inte- co autor que en 1980, se define a sí mismo, como
rés en psicología cognitiva hoy se opone a todas conductista. Es decir, Hergenhahn cita 3 críticos
las ramas del conductismo excepto a la de Tol- del conductismo ortodoxo (Seligman, Bitterman y
man. Investigaciones actuales indican que algu- Hebb), que han criticado los principios del condi-
nas respuestas de animales se pueden modificar cionamiento…desde adentro del paradigma. Des-
más fácilmente que otras y que la configuración conocemos porque razón, se tiende a confundir a
genética del animal determina la modificabilidad la autocrítica desde dentro del paradigma conduc-
de una respuesta (ver Seligman, 1970). Además, tual con el advenimiento de la psicología cogniti-
los investigadores han descubierto que no se pue- va, cuando la producción de dichos autores está
den aplicar los mismos principios de aprendizaje a íntimamente cercana a la tradición comportamen-
todos los animales (ver Bitterman, 1965) y que go- tal. De todos modos, más allá de la ambigüedad
biernan principios diferentes en el aprendizaje del del párrafo de Hergenhahn, él mismo redime más
niño y del adulto (ver Hebb, 1959, Piaget, 1966, abajo al conductismo hoy:
1979). Todos estos descubrimientos están provo-
“[…] sin embargo, un legado importante del conductismo
cando el abandono o la revisión de los principios y del neoconductismo todavía caracteriza a la psicología.
del conductismo”. Los psicólogos generalmente están de acuerdo ahora en
Nótese que en este párrafo de Hergenhahn, se afirmar que el contenido de la psicología es la conducta
presentan datos paradójicos. Excepto Piaget, cita manifiesta. Hoy la psicología cognitiva es muy popular,
pero incluso los psicólogos que estudian los sucesos cog-
a Seligman (quien investigó junto a Maier, la Des- nitivos utilizan la conducta para clasificar esos sucesos.
esperanza Aprendida, un fenómeno descubierto En ese sentido, la mayoría de los psicólogos experimen-
en el marco de las teorías del aprendizaje asocia- tales hoy día son conductistas”.
tivo y muy estudiado por investigadores conduc-

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A diferencia de la historización comentada por la técnicas conductistas aplicadas por sí solas, in-
posición rupturista hacia el conductismo, los ma- dependientemente de la incorporación adicional
nuales contemporáneos de psicología general y de de procedimientos cognitivos. Reseñamos a
varios textos sobre aprendizaje asociativo, e in- continuación algunos ejemplos:
cluso sobre aprendizaje, memoria y cognición, Los procedimientos basados en la exposición
incluyen capítulos exhaustivos sobre el condicio- son los más citados en las guías de tratamientos
namiento clásico y el operante, no sólo para la eficaces. Tal técnica forma parte de casi todos
explicación de la conducta animal, sino también los tratamientos psicológicos de pacientes con
del comportamiento humano. Si el lector desea ansiedad y conductas de evitación. En la ago-
observar el vasto espacio dedicado a las teo- rafobia y en las compulsiones, la exposición ha
rías del aprendizaje asociativo en la psicología mostrado excelentes resultados. En muchos ca-
experimental actual puede consultar las siguien- sos, la exposición en sí misma, no solo logra la
tes fuentes: Anderson, Aprendizaje y Memoria modificación del comportamiento observable y
(2001); Froufé, Aprendizaje asociativo (2004); el cambio emocional, sino también produce un
Feldman, Psicología (1995); Morris, Psicología cambio en los pensamientos catastróficos que
(1997); Domjan, Principios de aprendizaje y Con- tienen los pacientes.
ducta (2011), etc. La desensibilización, sea imaginaria o “in
vivo”, sigue siendo desde 1958 hasta la fecha el
Vigencia de la aplicación de técnicas conduc- tratamiento recomendado para las fobias. Recor-
tuales: guías de tratamientos eficaces demos que Wolpe ha sido el autor que ha siste-
matizado esta técnica e insistió en la importancia
Dijimos que los autores cognitivistas rupturistas, de las imágenes mentales para la modificación
anunciaron erradamente la caída del conductis- de la ansiedad y las conductas de evitación. Para
mo en el ámbito de la investigación, pero reco- mostrar cómo es necesario aplicar técnicas con-
nocían la supervivencia del mismo en el campo ductuales, citaremos un ejemplo de un caso clí-
aplicado, específicamente en el marco de la Te- nico de una mujer con fobia a las palomas. Se
rapia Conductual. La división entre investigación intentó en primera instancia, aplicar reestructura-
básica y aplicaciones clínicas no se observa ción cognitiva, para que la paciente comprendie-
en el paradigma comportamental. El cognitivis- se que no habría consecuencias perjudiciales si
mo rupturista planteaba que el conductismo, al ella se exponía a un grupo de palomas; dicha in-
“desdeñar la mente”, había fracasado; es decir, tervención no ha reportado eficacia. En las sesio-
sólo podía explicar parte de la conducta animal nes de reestructuración cognitiva la paciente nos
y las investigaciones básicas no podían extrapo- comenta que: “yo sé que el contacto con las pa-
larse coherentemente para explicar, predecir y lomas no me producirá la muerte, ni infecciones,
controlar el comportamiento humano. Nada más ni me atacarán, ni van a ocurrir consecuencias
errado. Actualmente, es notoria la aplicación en perjudiciales… pero no puedo acercarme a ellas.
clínica psicológica de muchas técnicas deriva- Si me pagan 10 mil dólares para cruzar una plaza
das principalmente del condicionamiento clási- llena de palomas, tampoco lo haría”. Consideran-
co y operante. De hecho, en el análisis teórico do que las técnicas cognitivas no modulaban la
sobre la eficacia de las técnicas conductuales respuesta emocional ante el estímulo, se decidió
hay permanentes debates y referencias hacia las aplicar desensibilización. Al cabo de unos meses,
teorías del aprendizaje asociativo. (Vila Castelar la paciente había logrado superar su fobia y darle
[2004]), en su libro Tratamientos Psicológicos, la de comer a las palomas mientras estas picotea-
perspectiva experimental, sintetiza la íntima re- ban el alimento en su propia mano.
lación entre psicología experimental y psicología Con este ejemplo, no intentamos desdeñar la
clínica). Por otra parte, con un simple vistazo a utilidad de los procedimientos cognitivos. Noso-
las guías de tratamientos eficaces alcanza para tros los aplicamos con asiduidad. Lo que desea-
revelar la vigencia de las técnicas conductuales mos recalcar es que no siempre reportan eficacia
en el abordaje de los desórdenes psicológicos. para el abordaje de determinados cuadros, sin la
Si bien, como psicólogos clínicos, aplicamos de necesaria aplicación de técnicas conductuales.
modo integrado los procedimientos conductuales En varios casos, se logra modificar la conducta,
y los cognitivos –y admitimos la utilidad de estos sin analizar detenidamente representaciones,
últimos para el abordaje de varios trastornos-, planes, ni estructuras mentales.
en muchos casos, se observa la eficacia de las El manejo de la activación con técnicas con-

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ductuales como la respiración abdominal, la refo- de los efectos perjudiciales del tabaquismo en la
calización atencional y las visualizaciones, forma salud. Sin embargo, el ser consciente de dichos
parte del tratamiento contemporáneo del trastor- peligros no es condición suficiente para la modi-
no por pánico, uno de los motivos de consulta ficación del comportamiento. Diversas corrientes
más frecuentes. Dicen los pacientes: “sé que no en psicología han planteado que el conductismo
voy a morir, ni enloquecer, ni me voy a asfixiar o ha desestimado la conciencia y la cognición; ya
desmayarme…pero me siento muy mal en esos hemos visto más arriba que esta afirmación es
momentos…”; también en estos casos, las técni- cuestionable. Lo que estamos mostrando aquí
cas cognitivas reportan eficacia aunque de modo es que el conductismo clínico no plantea que la
parcial. De hecho, autores cognitivos integracio- conciencia no sea importante, sino que hay tras-
nistas como Aarón Beck y Albert Ellis, señalan tornos donde la conciencia no conduce al cambio
en sus obras la necesidad de aplicación de técni- conductual. Por ello, es necesaria la intervención
cas conductuales para el aumento de la eficacia mediante otro tipo de técnicas, que superen la
terapéutica. ineficacia de los procedimientos puramente ver-
Las técnicas derivadas del condicionamiento bales.
operante (moldeamiento, reforzamiento, extin- El modelado, un procedimiento de amplio
ción, etc.) son muy recomendadas para el abor- espectro, se destaca como herramienta en per-
daje de pacientes con déficits en habilidades so- sonas con déficits de habilidades específicas y
ciales, trastornos generalizados del desarrollo, sociales. El modelado es una técnica conductis-
psicosis, entre otros desórdenes. Para la depre- ta que se aplica con bastante frecuencia. Dicha
sión, la asignación gradual de actividades resulta técnica ha sido investigada por Albert Bandura,
muy eficaz. Esta técnica se denomina también, autor cognitivo-integracionista, quien ha formula-
“activación conductual”. Hay estudios que mues- do la noción de “interaccionismo recíproco”, entre
tran que en el tratamiento de pacientes depresi- conducta, cognición y ambiente”.
vos, aplicando este procedimiento por sí sólo, se Las técnicas cognitivas de modificación de
ha observado la misma eficacia que cuando se pensamientos incluyen “experimentos conduc-
implementan técnicas cognitivas y conductuales tuales”, ingrediente muchas veces crítico para la
aplicadas conjuntamente. eficacia de la reestructuración. Autores integra-
La terapéutica de las disfunciones sexuales cionistas como Beck, Ellis, Seligman, entre otros
incluye un componente de aproximación y ejecu- recomiendan el uso de técnicas conductuales
ción graduales, elementos característicos del pa- pues ellas aportan a la modificación pensamien-
radigma conductual. En pacientes con eyacula- tos.
ción precoz, William Masters y Virginia Johnson, El condicionamiento clásico y operante han
han diseñado un procedimiento denominado reportado eficacia en una gran cantidad de tras-
basado en ejercicios de estimulación graduada tornos, donde la conciencia y la reformulación no
denominado stop-start. Para el incremento del es suficiente para la modificación de la conducta.
deseo sexual femenino, se indica el automoldea- Como ya hemos planteado, en los trastornos ge-
miento, procedimiento sugerido por Lo Picollo. La neralizados del desarrollo, en la modificación de
eficacia de estos procedimientos está relacionada tics y hábitos nerviosos, disfunciones sexuales,
predominantemente a los ensayos de exposición adicciones, la postergación y demás problemas
graduada y de estimulación sensorial progresiva, clínicos, la aplicación de técnicas conductuales es
no a la discusión de pensamientos automáticos. de vital importancia.
Estas técnicas también son recomendadas por Las aplicaciones conductuales se implementan
las guías de tratamientos eficaces. también en áreas educativas, laboral, comunitaria,
El abordaje de comportamientos ejecutados etc. En la prevención de accidentes en la industria,
en exceso, como tabaquismo, juego patológico y se implementa la retroalimentación grupal para la
adicciones en general, incluye una amplia gama modificación de conductas de riesgo y el reforza-
de procedimientos de corte conductual; el control miento de comportamientos seguros. Un fenóme-
de estímulo, la extinción y el reforzamiento de no observado de particular interés es que muchas
conductas incompatibles, son procedimientos in- veces, los trabajadores de la empresa responden
eludibles en tales trastornos. A modo de ejemplo, satisfactoriamente las encuestas de seguridad,
citamos estudios epidemiológicos que plantean pero cuando se exponen en sus instalaciones de
que 3 de cada 10 cardiólogos fuman. Nadie duda- trabajo, emiten conductas inseguras durante su
ría que los médicos son plenamente conscientes jornada laboral. La perspectiva conductual plantea

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que ser consciente de los riesgos no implica que de autores conductistas; quizá han consultado
la ejecución del comportamiento sea segura. Por fuentes erradas, que confunden la pluralidad del
ejemplo, no es posible inferir el autocuidado del paradigma conductual con el primer conductismo
trabajador a partir de sus respuestas escritas a un de Watson. Desde allí, señalan a la aparición del
cuestionario sobre operaciones y uso de elemen- cognitivismo como la “solución” de las limitacio-
tos de protección. Es necesaria la observación y nes del conductismo.
evaluación de la conducta en el momento de su Tal vez la confusión se origina a raíz de que
ejecución. Una vez evaluada la misma, se podrá algunos representantes de corrientes o escue-
implementar el reforzamiento y la retroalimenta- las en psicología escriben sobre acontecimien-
ción para modificar la misma. El ser consciente tos que supuestamente están ocurriendo o han
de los planes de ejecución laboral, el conocer la ocurrido en la historia de la psicología, pero sin
información sobre los riesgos, etc., no es condi- apelar a los métodos propios de esta rama de
ción suficiente para la prevención de conductas de estudio, vale decir, técnicas bibliométricas, en-
riesgo. La perspectiva conductual ha mostrado ser cuestas a profesionales, consultas de las fuen-
eficaz en la prevención de accidentes. También en tes originales, revisión pormenorizada de docu-
este caso, se observa que la cognición por sí sola mentos, inventarios de revistas especializadas,
no es una muestra de la conducta que el trabaja- etc. La popularidad o las moda de determinada
dor ejecutará en la instalación. corriente en psicología no implica que la misma
En la actualidad, las guías de tratamientos efi- posea necesariamente mayor apoyo empírico,
caces recomiendan la aplicación de procedimien- sea más eficaz y por ende, sustituya a las que
tos conductuales para el tratamiento de varios la precedían. Existen teorías mentalistas espe-
cuadros psicopatológicos. Finalmente, no está de culativas, que gozan de enorme popularidad en
más remarcar que en lo que concierne a investi- la psicología; ello no implica que los paradigmas
gaciones clínicas controladas, la mayor cantidad predecesores, pierdan poder explicativo y predic-
de trabajos científicos provienen del paradigma tivo. Es como creer que “toda” la física de Newton
conductual. Muchas técnicas han surgido de las ha sido superada por la física de Einstein; como
teorías conductistas desdeñadas por los exponen- dice Kuhn (1962), “la mayoría de los ingenieros
tes de la revolución cognitiva. Estos indicadores todavía usa la mecánica newtoniana con mucho
actuales harían dudar del alcance e influencia de éxito e incluso muchos físicos aún la emplean en
la posición rupturista. La vigencia de los aportes algunas aplicaciones determinadas”.
del conductismo en los trabajos de investigación Consideramos pues que hay un error cuando
básica, en el ámbito aplicado y en las neurocien- se afirma que con la “revolución cognitiva” ha re-
cias, cuestionan tal sustitución. emplazado al paradigma conductual. La divulga-
ción de tales afirmaciones dogmáticas conduce
EL MITO DE LA REVOLUCIÓN COGNITIVA a que psicólogos novatos interpreten de modo
sesgado la evolución de la psicología. Particular-
Como dijimos previamente, 60 años más tarde mente en nuestro medio, esto ha derivado en que
de la enunciada revolución cognitiva, en la psico- muchos psicólogos desconozcan los aportes del
logía de hoy se observan los siguientes fenóme- Conductismo por considerarlos, erróneamente,
nos en la disciplina: anacrónicos. Las críticas erradas hacia los apor-
- Vigencia de la investigación experimental tes del conductismo en áreas de investigación y
conductual. áreas aplicadas, genera un efecto negativo en la
- Vigencia de la aplicación de técnicas con- formación de los psicólogos. Al menos en nuestro
ductuales. país, muchos estudiantes, graduados y profesio-
- En el campo de la investigación como en nales en psicología, no acceden al conocimiento
áreas aplicadas, se observa una integración, no de los principios del aprendizaje asociativo y las
una ruptura o sustitución. técnicas de modificación conductual derivados de
- En algunas aplicaciones la integración de los mismos a raíz de considerar al conductismo
métodos cognitivos y conductuales es necesaria, como “estrecho o simplista” y como un paradigma
aunque en otros, la incorporación adicional de precario y superficial, que ha sido superado por
métodos cognitivos, no incrementa la eficacia de los modelos mentalistas. Las historizaciones par-
las técnicas conductuales per-se ciales no son inocuas: afectan a los contenidos
Aparentemente, los autores rupturistas NO de los planes de estudio y alejan “a priori” a los
han leído detenidamente las fuentes originales estudiantes y graduados de la enorme riqueza y

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complejidad del paradigma conductual; se refuta ciones de dudosa metodología. El avance de las
a las teorías y técnicas del aprendizaje asociati- disciplinas científicas está marcado por los tra-
vo a partir de modas o pseudorevoluciones, sin bajos o productos de los científicos, tanto en la
haber leído sobre las mismas. Lamentablemen- investigación como en campos aplicados. En la
te, muchos estudiantes y psicólogos desconocen actualidad, más allá de las revoluciones discursi-
procesos complejos tales como asociación de vas, los acontecimientos muestran la vigencia de
estímulos, discriminación perceptual, contingen- las teorías y técnicas del paradigma conductual
cia, claves configuracionales de los estímulos, y el uso del método científico que lo caracteriza.
condicionamiento semántico, representación de De más está recordar que la investigación
estímulos, tiempos de latencia, memoria procedi- básica nutre a la psicología clínica y su cono-
mental, etc.; cuyo conocimiento resulta esencial cimiento favorece la efectividad de los procedi-
para la formación profesional. mientos conductuales que se aplican en Terapia
De modo esperable a toda postura científica, Cognitivo-Conductual. Por ello, creemos que el
el paradigma conductual no es una cosmovisión paradigma conductual no puede ser ignorado por
dogmática y admite sus limitaciones. En cuanto los psicólogos. La autentica integración que ca-
tal, ha evolucionado al compás de los descubri- racteriza al modelo cognitivo-conductual requiere
mientos científicos. Por razones de espacio, solo el conocimiento pormenorizado de los procesos
hemos señalado unos pocos autores con espe- básicos de aprendizaje y modelos de condiciona-
cial valía histórica; a diferencia de la posición miento. Las evidencias resuelven la controversia
rupturista, nosotros adherimos y observamos entre los paradigmas: los aportes del paradigma
una necesaria integración entre modelos conduc- conductual continúan siendo relevantes hoy día,
tuales, cognitivos y bases biológicas, bajo el ala tanto en la psicología científica como en las neu-
del método científico. Tal movimiento aún conti- rociencias, a 60 años, de la llamada, revolución
núa en el presente. cognitiva.
Han pasado 5 décadas y no se observa lo
pregonado por los autores cognitivos-rupturistas REFERENCIAS
cuando escribieron, fallida y prematuramente,
la “historia de la psicología”. Leahey, uno de los Bunge M., & Ardila R. (1988). Filosofía de la Psi-
principales especialistas en historia de la psicolo- cología. México: Ed. Siglo XXI.
gía, cataloga expresamente a la “revolución cog- Cautela J. (1969): Técnicas de Condicionamiento
nitiva” como un mito: “los científicos cognitivos Encubierto. Bilbao: Descleé de Brower.
prefieren hablar de revolución porque el término Dahab J., Minici A., & Rivadeneira C. (2011): Im-
les proporciona un mito del origen, una explica- portancia del pensamiento y el lenguaje en
ción de sus comienzos que les permite legitimar la aplicación de las técnicas conductuales.
su práctica científica (...) pero no hubo ninguna Revista de Terapia Cognitivo Conductual y
revolución: el comportamentalismo prosiguió con Ciencias del Comportamiento. Disponible en:
un nuevo lenguaje, un nuevo modelo y nuevos http://cetecic.com.ar/revista/el-mito-de-la-re-
intereses dirigidos a un fin ya conocido: la des- volucion-cognitiva
cripción, predicción y control de la conducta” Dollard J. y Miller N. (1977). Personalidad y Psi-
(Leahey, 1981, 1992). coterapia. Bilbao: Ed. Descleé de Brower.
El paradigma conductual, ha evolucionado Domjan M. (2007). Principios de aprendizaje y
al compás de los descubrimientos científicos. conducta. Madrid: Paraninfo.
Como toda disciplina, posee aciertos y limitacio- Eysenck H. (1947). Estudio científico de la perso-
nes y considera a la crítica como motor para el nalidad. Buenos Aires, Argentina: Paidós.
avance de la ciencia. Tales críticas son bienve- Eysenck H. (1977). Usted y la neurosis. Porqué
nidas si provienen de una perspectiva basada en falla su analista. Buenos Aires, Argentina:
el hallazgo de investigaciones científicas y no de Anesa.
escritos de psicología especulativa. La vigencia Gardner H. (1985). La nueva ciencia de la mente.
de modelos teóricos y las técnicas derivadas de Historia de la revolución cognitiva. Barcelona:
los mismos debe ser avalada por estudios cien- Paidós.
tíficos llevados a cabo en las áreas aplicadas y Hebb, D. (1980). “Un enfoque conductual”. Epí-
de investigación. No debería estar sujeta a mo- logo de M. Bunge: El problema mente-cere-
das, anécdotas, opiniones subjetivas o historiza- bro. México: Siglo XXI.

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