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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Centra de Venezuela

Facultad De Humanidades

Escuela de Filosofía

“La Nada como un modo de Ser”

Alumno:
Flores, José Gregorio
CI: 20955184
Desde el Ser hasta la Nada:

Sartre luego de remarcar la importancia de romper con la dualidad del ser y el

parecer. De destacar que el propio fenómeno tiene ser ya que este se refiere a sí

mismo y las demás apariciones. Define al Ser en sí de la siguiente manera: el ser

es. El ser es en sí. El ser es lo que es. Ahora ¿cómo podemos asociar la nada como

un modo de ser? Para responder a esto hay un paso previo a considerar. Esto es la

Nada, y para llegar a ella seguiremos a Sartre en su pensamiento.

Sartre en un principio nos cuenta que, se podría pensar que el ser en si no puede

dar respuestas negativas, que la experiencia in mediata no puede revelarnos un no

ser. Por ejemplo, si pienso que tengo dos latas de refrescos en mi refrigerador, pero

al revisar solo consigo una lata, no se podrá decir que la experiencia me ha revelado

el no ser de las dos latas. La experiencia solo me revela el ser de una lata de

refresco, por lo cual la negación del no ser de las dos latas es imputable a mí,

aparece en un acto de juicio entre el resultado esperado y el resultado obtenido. Por

lo tanto, la negación sería una cualidad del juicio y la nada tendría su origen en estos

juicios negativos, tomando una función proposicional tipo “x no es”. De aquí esta

deriva que el ser es pura positividad y no contiene su negación. ¿se puede aceptar

esta concepción?

Sartre se hace la siguiente pregunta, la negación, como estructura de la

proposición judicativa ¿está en el origen de la nada o, la nada como estructura de

lo real, es el origien y fundamento de la negación? Es indudable que el no ser

aparece en los límites de la expectativa humana, por lo que sería necio negar que
la negación aparece sobre el fondo de una relación entre el mundo y el hombre.

Pues, el mundo no descubre sus no seres si alguien no los ha puesto previamente

como posibilidad. La negación, no es solamente una cualidad del juicio, es cierto

que se puede formular como un juicio interrogativo, pero no es un juicio, es una

conducta pre judicativa. Si, por ejemplo, interrogamos a un técnico de computadores

por el motivo de que nuestro computador no funcione, este a su vez interrogara a la

computadora (ya que el que interroga por el ser no necesariamente interroga a una

persona) sobre las causas de su mal funcionamiento, lo que se espera no es un

juicio sino un desvelamiento del ser sobre el cual se puede hacer un juicio. Lo que,

a su vez, si se espera un desvelamiento del ser, también está preparado para la

posible eventualidad del develamiento de su no ser. Entonces esta interrogación

involucra que haya un entendimiento pre judicativo del no ser, y esto no es más que

es una relación entre el ser y no ser.

En el caso de que la interrogación sea de un hombre a otro, se mantiene esa

compresión judicativa del no ser, sobre el fondo del ser. Consideremos la

destrucción, ya que esta se asemeja a la estructura de la interrogación: el hombre

es el único que destruye, tal vez nos parezca que un huracán o un volcán destruyen,

pero estos lo que hacen es una redistribución de materia. Si un volcán desaparece

una ciudad, es un juicio donde debió haber un observador que retuviera el pasado

para compararlo con el presente en la forma del ya-no. Si este observador no estuvo

en ese pasado y llego en el presente donde el volcán sepulto la ciudad y quedo

como una isla abandonada, la visión de esta isla es su ser. Entonces para que haya
destrucción es necesario una relación trascendental del hombre con el ser, y este

ser debe ser captado como destructible, esto es nihilazcion.

Pero para que el ser pueda ser nihilizado este debe ser descubierto como frágil,

es decir, la posibilidad de no ser para un ser dado en ciertas circunstancias sin

olvidar que esto ocurre por intermedio del hombre, la destrucción nuevamente

presupone una comprensión pre judicativa de la nada, ahora se puede observar que

aunque la destrucción es por medio del hombre, esta es un hecho objetivo; el vaso

lleva dentro de él, la fragilidad y cuando se destruye es un acontecimiento

irreversible y absoluto que solo se puede comprobar. Ya no es y ahora su ser es

otra cosa. Pero ahora preguntemos - considerando un juicio negativo – si este hace

aparecer en el seno del ser el no ser, o se limita a fijar un descubrimiento anterior.

Analicemos el siguiente caso utilizado por Sartre: debo asistir a una cita con una

compañera en una cafetería, esta siempre es puntual, pero, al llegar no la consigo.

¿hay una intuición de la ausencia de mi compañera? Puede que parezca absurdo

hablar de una intuición de la nada – la ausencia de mi compañera es una nada –

pero la conciencia popular dará cuenta de esta intuición, por ejemplo, cuando

decimos “vi que no estaba” “vi que no había”. Ahora, siempre la nihilizacion de una

forma va sobre un fondo, este fondo está constituido por plenitud de ser (las mesas,

las personas, las paredes) que es nihilizado por mi atención(ignorado), este fondo

constituye una condición necesaria para que aparezca la figura principal (mi

compañera). Nihilizo todo lo que miro en busca de mi compañera, esta está ausente

de todo el lugar, mientras este fondo nihilizado es donde la figura de su ausencia

resalta y destaca. De modo que lo ofrecido a la intuición es una especie de


deslumbramiento de nada, es la nada cuya nihilizacion llama a la forma y es la forma

que como una nada se desliza en la superficie del fondo. Entonces el fundamento

del juicio “mi compañera no está” es la captación intuitiva de una doble nihilzacion.

Esto basta para mostrar que el juicio de la negación esta sostenido por el no ser,

en este caso por la doble nihilizacion. La nada entonces debe infestar el ser, no

puede ser una simple categoría, esta debe ser responsable de la fragilidad del ser.

¿pero de dónde viene? ya debería poder vislumbrarse la nada como un modo de

ser. Desde que comenzamos nuestro análisis en la cuestión del ser, nos volvimos

sobre esta como un tipo de conducta humana, y al interrogarla nos ha remitido a la

nada como su origen y fundamento. Entonces, para que podamos interrogaron

sobre el ser, necesario que la nada se de en alguna manera.

La nada no se puede concebir fuera del ser, pero la nada no puede ser producidas

por el ser en sí; esta noción del ser como plena positividad no contiene la nada como

una de sus estructuras, entonces la pregunta que aparece es si la nada no puede

concebirse ni fuera del ser, ni a partir del ser, y si, siendo no ser esta no puede

nihilizarse, la nada ¿de dónde viene?

La nada no puede nihilizarse, ya que, para hacerlo, es necesario ser. La nada no

es, entonces debe existir un ser (que no es el ser en sí) el que tenga la propiedad

de nihilizar la nada, que la soporte en su propio ser. Como remarca Sartre “un ser

por el cual la nada advenga a las cosas”. Este ser no puede ser pasivo respecto a

la nada, no puede recibir la nada de otro ser porque presentaría una regresión al

infinito. Este ser no puede mantenerse indistinto ante la producción de la nada, el

ser por el cual la nada adviene al mundo debe nihilizar la nada en su ser. Entonces
le ser por el cual la nada adviene al mundo debe ser su propia nada, y no como

actividad nihilizadora(que esta debe partir de un ser) sino como un fundamento

ontológico. Pero entonces, ¿quién es este peculiar ser? Pues este ser es el hombre.

Cuando este se interroga a un ser sobre su ser o su modo de ser, siempre está

la posibilidad abierta que se devele como una nada, entonces toda interrogación

supone que existe un retroceso nihilizador con respecto a lo dado, y este ser

convierte en una simple presentación, que oscila entre el ser y la nada. Entonces

aquí observamos como el hombre tiene la posibilidad de desprenderse de las series

causales que constituye al ser, el hombre cuando interroga lo hace en una doble

nihilizacion; nihiliza lo interrogado colocándolo en un estado neutro entre el ser y no

ser, y a su vez se nihiliza respecto a lo interrogado para poder extraer de su ser la

posibilidad de un no ser. Vemos entonces como la nada nihiliza el mundo, esta nada

es el hombre, y aquí conseguimos como esta nada es un modo de ser, ya que este

ser hace surgir y desplegar la nada en el mundo, y mientras lo hace, se afecta a si

mismo de no ser, lo que lo hace indeterminado en cada instante de tiempo y a su

vez libre.

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