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Propulsor iónico

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Para propulsor, véase propulsor (desambiguación).

Prueba de un propulsor iónico


Un propulsor iónico o motor iónico es un tipo de propulsión
espacial que utiliza un haz de iones (moléculas o átomos con carga
eléctrica) para la propulsión. El método preciso para acelerar los
iones puede variar, pero todos los diseños usan la ventaja de la
relación carga-masa de los iones para acelerarlos a velocidades
muy altas utilizando un campo eléctrico. Gracias a esto, los
propulsores iónicos pueden alcanzar un impulso específico alto,
reduciendo la cantidad de masa necesaria, pero incrementando la
cantidad de potencia necesaria comparada con los cohetes
convencionales. Los motores iónicos pueden alcanzar una eficacia
de combustible un orden de magnitud mayor que los motores de
cohete de combustible líquido, pero restringidos a aceleraciones
muy bajas por la relación potencia-masa de los sistemas
disponibles.
El principio del propulsor iónico data de los conceptos desarrollados
por el físico Hermann Oberth y su obra publicada en 1929, Die
Rakete zu den Planetenräumen. El primer tipo de motor iónico,
conocido como propulsor iónico de tipo Kaufman, se desarrolló en
los años 1960 por Harold R. Kaufman, trabajando para la NASA y
basados en el Duoplasmatrón.

Índice

1T D E E V M 6 S 6 D 6 S 6 A 6 H 6 D 6 GD
6 AC V1 R1
2 3 4 5 6 7 8 9
i i n m i i . E . e . M. r . a . a . Oe. Eo é 0 e 1
p s e p d s 1 R2 e 3 A4 t 5 y 6 w 7 C s8 H m a f
o e r u a i T p R e a n Ea Fp s e
s ñ g j ú o S T m b r - a e r
o í e t n p 1 i u r 1r t e
g a i e a s s o a a n
e u l s c a l c m c
n t e l i b i
e i 1 o ó i a
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c
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g
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a
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Enlaces externos Tipos[editar]
Existe varios tipos de motores iónicos en desarrollo: algunos son
utilizados, mientras que otros aún no han sido probados en naves
espaciales. Algunos de los tipos son:
• Propulsor coloidal
• Propulsor iónico electrostático
• FEEP
• Propulsor a efecto Hall (HET).
• Propulsor helicoidal de doble capa (HDLT).
• Propulsor inductivo pulsante (PIT).
• Propulsor magnetoplasmadinámico (MPD).
• Motor de magnetoplasma de impulso específico variable
(VASIMR).
Diseño general[editar]
En su diseño más sencillo, un propulsor iónico electrostático, los
átomos de argón, mercurio o xenón son ionizados mediante la
exposición de electrones provenientes de un cátodo. Los iones son
acelerados al pasarlos a través de rejillas cargadas.
También se disparan electrones al haz de iones que sale de las
rejillas como iones cargados positivamente que dejan el propulsor.
Esto mantiene a la nave espacial y el haz del propulsor
eléctricamente neutrales. La aceleración utiliza una masa muy
pequeña, con un impulso específico (Isp) muy alto. En los años
setenta y ochenta, la investigación de la propulsión iónica empezó
utilizando cesio pero se vio que producía erosión en las rejillas, por
lo que se comenzó a utilizar principalmente gases nobles.
Energía utilizada[editar]
Esquema de un motor iónico
Un factor importante es la cantidad de energía o potencia necesaría
para hacer funcionar el propulsor, en parte por la ionización de los
materiales, pero principalmente para acelerar los iones a
velocidades muy altas para que tenga un efecto útil. Las
velocidades de salida habituales suelen ser de 30 000 m/s, que es
mucho mayor que los 3000 a 4500 m/s que obtiene un cohete
convencional. Esto también sirve para reducir la cantidad de
propelente necesario.
En los motores iónicos, la mayor parte de la energía se pierde en la
salida a velocidades altas y afecta a los niveles de empuje. Como
resultado, el empuje total obtenido a partir de cierta cantidad de
energía es inversamente proporcional a la velocidad de salida (ya
que el consumo de energía por kilogramo de propelente es
proporcional a la velocidad de salida al cuadrado, pero el empuje
por kilogramo de propelente solo es proporcional a la velocidad de
salida, según la ecuación del cohete de Tsiolskovski). Por tanto,
aumentar la cantidad de movimiento de la salida de iones diez
veces necesitaría gastar cien veces más en energía. En
consecuencia, se sacrifica entre el impulso específico y el empuje,
siendo ambos inversamente proporcionales a una cierta cantidad de
energía.
Un propulsor iónico utilizando un acelerador de partículas puede ser
diseñado para alcanzar una velocidad de salida cercana a la
velocidad de la luz. Esto le proporcionaría un impulso específico al
motor de unos 30 millones de segundos (casi un año), pero daría
inevitablemtente un empuje insignificante debido al poco flujo de
propelente.
La velocidad de salida de los iones cuando son acelerados dentro
del campo eléctrico puede ser calculado con la fórmula:
v
i
=
2
V
Q
m
i
{\displaystyle v_{i}={\sqrt {2VQ \over m_{i}}}}

Donde
v
i
{\displaystyle v_{i}}
es la velocidad del ion acelerado,
Q
{\displaystyle Q}

es la carga del ion,


m
i
{\displaystyle m_{i}}

es la masa del ion y


V
{\displaystyle V}

es la diferencia de potencial del campo


eléctrico.
Empuje[editar]
En la práctica, las fuentes de energía pueden proporcionar algunas
decenas de kilovatios, dando un impulso específico de
3000 segundos (30 kN•s/kg), consiguiendo una fuerza muy
modesta, del orden de décimas o centésimas de un newton. Los
motores de mayores dimensiones necesitan fuentes de energía
más grandes. Un propulsor iónico suele acelerar una nave espacial
entre 0,000098 m/s² a 0,0098 m/s² (entre un milésima y una
cienmilésima parte de la aceleración de la gravedad). La fuerza que
ejerce este motor es equivalente a la fuerza que ejerce una hoja de
papel sobre la palma de una mano. Esto quiere decir que su
velocidad inicial es diminuta pero gracias a que en el espacio no
hay fricción, puede llegar a alcanzar grandes velocidades durante
un periodo indeterminado de tiempo. Actualmente estos motores se
usan en satélites para mantener su órbita.1
Vida útil[editar]
Debido al empuje bajo, la vida útil del propulsor iónico se convierte
en una característica importante. Los propulsores iónicos pueden
funcionar durante un período largo para permitir que la pequeña
aceleración obtenga una velocidad útil.
En el diseño más sencillo, un propulsor iónico electrostático, los
iones a menudo golpean la rejilla, erosionándola y finalmente
provocando una avería. Las rejillas de dimensiones reducidas
disminuye la posibilidad de estas colisiones accidentales, pero
también reduce la cantidad de carga que pueden manejar,
reduciendo el empuje.
Misiones[editar]
De todos los propulsores eléctricos, los motores iónicos han sido
considerados, de forma comercial y académica, los más apropiados
para misiones interplanetarias y maniobras en órbita. Se ha visto a
los propulsores iónicos como la mejor solución en misiones que
necesite una diferencia de velocidad muy alta y se disponga de un
período largo para conseguirlo.
SERT[editar]
La primera nave espacial que utilizó esta tecnología fue la SERT I,
fabricada en el Space Electric Rocket Test, y lanzada el 20 de julio
de 1964,2 seguida de la SERT II, lanzada el 3 de febrero de 1970.3 4
5

Deep Space 1[editar]


La NASA desarrolló un propulsor iónico denominado NSTAR para
utilizarlo en misiones interplanetarias. El propulsor se probó con la
sonda espacial Deep Space 1, lanzada en 1998. Hughes había
desarrollado el Sistema de Propulsión Iónica de Xenón o XIPS para
mantener en órbita a los satélites geoestacionarios.
SMART 1[editar]
Durante décadas, la Unión Soviética utilizó un propulsor de efecto
Hall para mantener la órbita en su estación espacial MIR.
La Agencia Espacial Europea utilizó el mismo tipo en su sonda
SMART-1, lanzada en 2003. La sonda completó su misión el 3 de
septiembre de 2006 en una colisión controlada con la superficie de
la Luna.
Artemis[editar]
El 12 de julio de 2001, la Agencia Espacial Europea fracasó en el
lanzamiento del satélite de comunicaciones Artemis, no alcanzando
la órbita requerida. El suministro de propelente del satélite era
suficiente para transferirlo a una órbita semiestable y durante los
siguientes 18 meses se utilizó el sistema de propulsión iónica para
su transferencia a una órbita geostacionaria.6
Hayabusa[editar]
La sonda Hayabusa de la Agencia Japonesa de Exploración
Aeroespacial, que se lanzó en 2003 y se acercó con éxito al
asteroide (25143) Itokawa, permaneció en sus inmediaciones
durante algunos meses para la recogida de muestras e información,
estando propulsada por cuatro motores iónicos de xenón. La sonda
dispone de una rejilla de material compuesto que es resistente a la
erosión.7
Dawn[editar]
La sonda Dawn fue lanzada el 27 de septiembre de 2007 para
explorar el asteroide Vesta (al que llegó el viernes 15 de julio de
2011) y el planeta enano Ceres (al que llegó en Abril del 2015, tras
partir de Vesta en el 2012). Para alcanzar sus objetivos utilizó tres
motores iónicos herederos del motor de la Deep Space 1,
realizando un recorrido en forma de espiral. La sonda terminó su
misión el 1 de noviembre de 2018, según comunicado del JPL.8
GOCE[editar]
El 17 de marzo de 2009 la Agencia Espacial Europea lanzó su
satélite Explorador de la Circulación Oceánica y del campo
Gravitatoro o GOCE (de sus siglas en inglés Gravity field and
steady-state Ocean Circulation Explorer) que utiliza un propulsor de
iones para contrarrestar los efectos del rozamiento con la atmósfera
causados por la baja altura de su órbita.
AEHF-1[editar]
El satélite militar estadounidense AEHF-1, lanzado en 2010,9
emplea ―al igual que el satélite europeo Artemis― propulsión
iónica para mantenerse en órbita terrestre, a través de un propulsor
de efecto Hall.
Desarrollo[editar]
En 2003, la NASA probó en tierra una nueva versión de su
propulsor iónico denominada High Power Electric Propulsion o
HiPEP. El propulsor HiPEP difiere de los modelos anteriores en que
los iones de xenón son creados utilizando una combinación de
energía de microondas y campos magnéticos. La ionización se
consigue mediante un proceso llamado resonancia electrón
ciclotrón o ECR. En el ECR, se aplica un campo magnético
uniforme en la cámara que contiene el gas xenón. Hay presentes
una pequeña cantidad de electrones libres en la órbita del gas
alrededor de las líneas del campo magnético en una frecuencia
fijada, denominada frecuencia de ciclotrón. La radiación de
microondas se realiza con la misma frecuencia, suministrando
energía a los electrones, que luego ionizan más átomos de xenón
mediante colisiones. Este proceso crea de forma muy eficiente un
plasma en gases de densidad baja. Se planeó usar el HiPEP en la
misión Jupiter Icy Moons Orbiter, pero fue cancelada en 2005.
Se han considerado otros propelente para los motores iónicos. Se
ha investigado el uso de fulerenos para este propósito,
específicamente el C60 o buckminster-fulereno, debido en parte a su
sección transversal de mayor tamaño para el impacto de electrones.
Esta propiedad le da mayor eficacia que los diseños basados en
xenón de impulso específico menor a 3000 segundos (29 kN•s/kg).
Comparación del impulso específico de
distintas tecnologías[editar]
Impulso específico de varias tecnologías de propulsión
Velocidad de escape
Motor
efectiva (m/s) espe
Turbofan motor a reacción
29 000
(actual V es ~300 m/s)
Transbordador Espacial Cohete Acelerador
2500
Sólido
Oxígeno líquido-hidrógeno líquido 4400
Propulsor iónico 29 000
VASIMR10 11 12 30 000-120 000 300
Propulsor de iones de cuadrícula de doble
210 000
etapa13
Véase también[editar]
• Propulsión espacial
• Cohete nuclear eléctrico
• EmDrive
• VASIMR
• Propulsor de iones de cuadrícula de doble etapa
Propulsión por radioisótopo de positrón

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