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Esquema visual
Nace en un ambiente de
sangrientas guerras. Vivió en
Francia. Tuvo gran influencia
de Galileo, a quien conoció en
Italia. La necesidad de una
nueva ciencia que deje atrás la
filosofía antigua y medieval
(Carta dedicatoria).
Junt
filósofo
Hobbe
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a. Para
iencia es
ía es un
paz.
Fue ado de ateı o y
herejı a por s ideas. Distinto de los
animales que sí
tienen un consenso
espontáneo, basado
en un apetito
natural (6
diferencias).
El hombre es egoísta,
violento y capaz de
hacer lo que sea para
satisfacer sus
intereses. Cada
hombre es distinto
del otro. El hombre
no está unido a los
demás por un
consenso espontáneo
sino que tiene que
tiene que ser un
acuerdo
convencional,
Es inteligente someternos a un acuerdo y un autoridad.
Es conveniente para su supervivencia. Obedecer al
gobierno nos libra del estado de naturaleza.
hu m an id ad no ha dejado siempr e ha
¿Acaso el orden en la hi sto ri a de la
alguien afuera? Dario Z.
¿Y si el
gobernador es
un lobo? Paul
(merlí)
¿Acaso obedecer es
el fin del hombre?
¿Cómo entendemos
la libertad?
[En el estado de naturaleza,] cada hombre permanece solitario, en su miedo a perder
de manera violenta su vida, en cualquier momento. El hombre puede superar tal situación
a) Los instintos son el deseo de evitar la guerra continua, para salvar la vida, y la
b)La razón se entiende aquí no como un valor en sí, sino como un instrumento apto
Nacen así las leyes de naturaleza, que no son más que la racionalización del egoísmo,
las normas que permiten satisfacer el instinto de autoconservación. Hobbes escribe: «Una
ley de naturaleza (lex naturalis) es un precepto o una regla general descubierta por la
razón, que prohíbe al hombre hacer aquello que resulte lesivo para su vida o que le quite
los medios para preservarla, y omitir aquello que le sirva para conservarla mejor. »
La séptima
prescribe q
las vengan ue en La novena y pre
z as ( o c as
tigos)
La octava ley prescribe que no se ribe
no s e t eng e todos s h
a en cuen manifieste odio o desprecio hacia bres
mal recibid t a el reozn a s
o en el pa los demás, a través de palabras, dema s
sino el bie s ado, o ias a e
n futuro; os
observar e el no gestos o actos; la infracción de por naturaza;
sta ley da
lugar a esta ley recibe el nombre de infrao n de ea
la crueldad y
. contumelia. es el oro.
Las ocho leyes restantes prescriben el uso compartido de las cosas indivisibles, la regla
testimonios.
El poder absoluto
Estas leyes, empero, no son suficientes por sí mismas para constituir la sociedad, ya que es
preciso que también exista un poder que obligue a respetarlas; los “pactos sin la espada
que imponga que se respeten” no sirven para lograr el objetivo deseado. Por consiguiente,
según Hobbes es preciso que todos los hombres encarguen a un único hombre (o a una
asamblea) su representación.
sus soberano, sino los súbditos entre sí. (El pacto social propuesto por Rousseau
tendrá un carácter muy distinto…). El soberano permanece fuera del pacto, es el único
depositario de las renuncias a los derechos que poseían antes los súbditos y, por lo tanto,
el único que conserva todos los derechos originarios. Si también el soberano entrase en el
pacto, no podrían eliminarse las guerras civiles, ya que muy pronto aparecerían diferentes
indivisible y absoluto. Se trata de la teoría más radical del Estado absolutista, que no se
deduce del derecho divino (como había ocurrido en el pasado), sino del pacto social
antes descrito.
Puesto que el soberano no entra en el juego de los pactos, una vez que ha recibido en sus
manos todos los derechos de los ciudadanos, los detenta de manejar irrevocable. Se halla
por encima de la justicia (porque la tercera regla - al igual que las demás- se aplica a los
concentrarse en sus manos. La Iglesia misma debe estarle sometida. Por lo tanto, el
BIBLIOGRAFÍA: