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La Ingenieri A de Suelos en Las VI As Terrestres PDF
La Ingenieri A de Suelos en Las VI As Terrestres PDF
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La p r e s e n t a o ú n v o is p o s o ú n e m c o n m u t o s c
SON P K T C I M O 0C L (O T O R . M n o u n a M W t 0> n t A
p u o * k r re m c o u c x m o n w s m » . w to v w rt m a ú n
S S T i l M O U É T O O O . E lE C Tn O M O O O M C C lM C O tN O irre N O O
E L K JTO C O n A D O . LA Q fU M C tO N O O M J O U t f t S t r t U A O f
flCCUPf RACIÓN V A U IA C C N A IK W T O OC m K M M A O O x ), S N
C O K S E N TO IB flO POR E S C O TO DÉl ECTTOR.
O e c o o s reservados:
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IS8N 968-18 0054-0
20.1
d e re ch o s d e autor
Prefacio
P o r F rajscu N . H v u m •
* Ingeniero Consultor. Anterior Jefe del Laboratorio dei Departamento de Carretera! del
Ertado de California. U 4 A .
de la rienda de los suelos. Sin embargo, los suelos tienen muchas propiedades
peculiares que estimularon a varios hombres de diversas épocas a dedicar toda
la vida a su estudio.
En la actualidad es un requerimiento de todo ingeniero competente que se
dedique a las vías terrestres el estar familiarizado con la obra de aquellos hom.
bres que se han dedicado al estudio de la utilización de los suelos desde varios
puntos de vista. Ixn conocimientos anuales sobre los materiales que componen
la corteza terrestre se han ido acumulando lenta y celosamente gracias al aporte
de diversos grupos de técnicos, tales como los ingenieros agrónomos, los quí
micos de suelos. los especialistas en cerámica, los geólogos, los ingenieros de
minas y de las diversas ramas de las ingenierias civil y militar, que intervinie
ron personalmente en la construcción de presas, canales, ferrocarriles, control
de erosión, aeropuertos, cimentaciones de edificios, etc.
Considérese de nuevo el desarrollo de un proyecto para una carretera im
portante. Es preciso coordinar los esfuerzos y conocimientos de nuevos grupos
de especialistas. Los que preparen las especificaciones y detalles del proyecto
deben asimilar y tomar en cuenta toda la información preliminar proveniente
de reconocimientos aéreos y terrestre*, seguidos por investigaciones y resultados
de trabajo de laboratorio. En la misma forma, deberá tenerse en cuenta una
estimación del “ sistema de cargas", es decir, del número y peso de los vehículos
que, según se espera, constituirán el tránsito que habrá sobre la obra. Después
de preparar los planos y las especificaciones, intervienen los asesores legales
que deben revisarlos, puesto que el contrato para construir la totalidad o una
parte de un proyecto determinado es un documento legal y, en última instan
cia. las interpretaciones legales usualmente tienen precedencia sobre considera
ciones u opiniones puramente ingenieriles en el caso de que surgiera una con*
troversia entre el contratista y el ingeniero. En un Departamento de Carreteras
bien concebido, todos los planos y especificaciones de cualquier proyecto, los
deben examinar y revisar conjuntamente los ingenieros de construcción y los en
cargados de su futura conservación. Obviamente es esencial que existan la de
bida cooperación y trabajo de equipo.
Cualquier estudio de Mecánica de Suelos constituye un intento para esta
blecer un conocimiento ordenado de los factores que definen e! comportamien
to de los suelos y su capacidad para resistir cargas. Para aprovechar plenamente
los beneficios de semejante ordenación teórica, además, se necesita establecer
claramente los requerimientos de construcción. Es igualmente importante que
el contratista y todos los elementos de la construcción ejecuten debidamente lo
dispuesto. En esta etapa, surge nuevamente la necesidad de un buen trabajo
de conjunto, así como res|ieto y comprensión, por parte de todos los que for-
men el equipo, en cuanto a los objetivos, ideas y funciones de los demis
miembros.
Se han mencionado a numerosos especialistas que participan en la prepa
ración del proyecto y en la ejecución de la obra, pero todavía hay otro impor
tante "especialista” o grupo de ellos. M e refiero al hombre que controla los
fondos disponibles. Según un viejo y trillado refrán, Mcon suficiente tiempo y
dinero cualquier imbécil puede hacer cualquier cosa” . Independientemente de
que la expresión sea debatible o no, en cualquier caso, la misión particular del
ingeniero es construir una obra satisfactoria, considerando las limitaciones de
tiempo y de dinero existentes.
Este libro viene de una tierra que ofrece una imperecedera evidencia de la
capacidad del hombre para superar los problemas planteados por los suelos,
tanto en obras modernas como en otras muy antiguas. Las pirámides y templos
que se construyeron en México hace mucho tiempo han resultado tan impre
sionantes y duraderas como cualquier otro monumento legado por los construc
tores de la antigüedad, en cualquier parte del mundo. México posee una amplia
variedad de tipos de suelos, grandes oscilaciones en el régimen de lluvias y
condiciones muy diversas de agua subterránea. Alfonso Rico y Hermilo del Cas
tillo, han tenido oportunidades únicas para aplicar la Mecánica de Suelos, gra
das a sus cargos en la Secretaría de Obras Públicas de México. Han tenido
que enfrailarse a problemas de suelos en carreteras, puentes, aeropuertos y otras
Prefacio 7
Sa c r a m e n t o . C a l i j o r n ia
r derechos de autor
Prólogo 11
México, D. F
echos de a
Contenido Volumen I
Prefacio, 5 A Suelos saturados, 77
B Suelos no saturados, 84
Prólogo» 9 C Aplicación de los resultados de las
pruebas triaxiales a los proble
Capítulo 1 Breve» nociones de mecánica de mas prácticos, 86
suelos ......................................... 17 D Resistencia mixima y residual de
las arcillas, 89
M Introducción, 17
1*2 Naturaleza y origen de loa suelos, 18 Referencias, 91
1-3 Relaciones gravimétricas y volumétri
cas de los suelos, 18 Capítulo 2 Clasificación de suelos desde el
1-4 Características y estructuración de las punto de vista de las vías tenes-
partículas minerales, 20 tres .............................................
1*5 Cranulometría de los suelos, 24
1-6 Plasticidad, 27 II-l Generalidades, 93
1*7 El mecanismo de la contracción de los 11-2 siiiern» de clasificación de “ suelos”
suelos finos por secado» 29 utilizado en la S.O.P., 94
1*8 Permeabilidad, 31
A Sistema unificado de clasificación
1*9 Los concepto» de esfuerzo efectivo y
de suelos (versión SOP), 95
esfuerzo neutral, 34
1*10 Relaciones esfuerzo deformación, 35 a Suelos gruesos, 95
M I Compresibilidad de suelos granulares, b Suelos finos, 96
38 c Identificación de los suelos, 98
A Compresibilidad en compresión B Clasificación de los fragmentos
isotrópica, 39 de roca, 99
B Compresibilidad en compresión
II-3 Clasificación de las rocas, 101
confinada, 39
C Compresibilidad en compresión A Lincamiento» generales, 101
triaxial, 41 B Textura, 103
C Estructura, 104
M2 Compresibilidad de suelos cohesivos,
43 II-4 Rocas comunes» 105
A Consolidación, 43 A Rocas ígneas comunes, 105
B Asentamientos y expansiones, 56 B Rocas sedimentarias comunes, 107
C Consolidación secundaria, 61 C Rocas metamórficas comunes, 110
1*13 Introducción al problema de la resis Referencias, 111
tencia al esfuerzo cortante de los sue
los, 62 Capítulo 3 E l terreno de cimentación. Explo
A Generalidades y teoría de falla, ración de suelos ........................
62
III-1 Introducción, 113
B Naturaleza de la resistencia al es*
111-2 Generalidades acerca del terreno de
fuerzo cortante en suelos granula
cimentación, 113
res y cohesivos, 64
m-3 Asentamientos en el terreno de cimen
C Pruebas para la determinación de
tación, 117
la resistencia al esfuerzo cortante
111-4 Mejoramiento del terreno de cimen
de los suelos, 67
tación, 122
I-I4 Resistencia al esfuerzo cortante de los III-5 El agua en el terreno de cimentación,
suelos granulara, 71 126
1-15 Resistencia al esfuerzo cortante de los I1I-6 Terreno de cimentación constituido
suelos cohesivos, 77 por arenas limpias, 127
14 Contenido Volumen /
rech
Contenido Volumen / 15
V-7 Muros en celosía o muros criba, 258 A Taludes en ardllas saturadas nor
V-8 Rellenos de muros de retendón, 259 malmente consolidadas. 312
V-9 Ademes, 261 B Taludes en suelos |xtrcialmente
V-10 La tierra armada. 265 saturados. Condidón al fin de la
construcrión, 313
Anexo V-A Ejercicios de aplicadón, 268 C Problemas que implican procesos
V-A.I Ejemplo de aplicación del de descarga, 313
método gráfico de Cul- D Condidón de flujo estableado.
mann a rellenos ‘ ‘friccio 313
nantes", 268 E Condidón de vaciado rápido, 313
V-A.2 Cálculo de un muro de re* F Deslizamientos con superficies de
tención con diversas varian falla preexistentes, 314
tes. 271 VI-5 Métodos de cálculo de estabilidad de
V A .3 Propordonamiento de un taludes, 315
caso de tierra armada, 274
Taludes en arenas limpias, 315
Referenrias, 275 Falla rotarional. Método sueco,
316
Capítulo 6 Estabilidad de taludes.................. 277 Análisis de estabilidad en super
ficies de falla no circuíales, 326
VI-1 Introducdón, 277
Falla traslarional, 328
VI-2 Tipos de fallas más comunes en los
Método de la cuña, 329
taludes de las vías terrestres, 281
VI-6 Terraplenes sobre suelos blandos, 331
A Fallas relarionadas a la estabili
Vl-7 Algunas ¡deas para fijar la inclina
dad de las laderas naturales, 282
ción de cortes no calculados en las
A l Deslizamiento superficial vías terrestres, 333.
(Creep). 282 VM Factores que producen fallas de esta
A-2 Fallas asociadas a procesos bilidad de laderas y taludes, 334
de deformadón acumulati Vl-9 Identificación de problemas de esta
va. 284 bilidad de taludes en el campo, 342
A-3 Flujos. 286 VI-10 Prevenrión de fallas, 344
A-3.a Flujos en materiales V I. 11 Métodos correctivos'para fallas en la
relativamente secos, deras y taludes, 318
287 A Métodos de elusión, 349
A-S.b Flujos en materiales B Métodos de excavación, 352
húmedos, 287 C Abatimiento de taludes, 353
B Fallas relarionadas a la estabili D Empleo de bermas y escalona-
dad de taludes artitidales, 289 mientos, 355
E Empleo de materiales ligeros, 357
B-l Falla rotarional. 289 F La consolidadón previa de suelos
E-2 Falla trasladonal, 293 compresibles, 357
B-3 Fallas con superfide com C Empleo de materiales estabilizan
puesta. 293 tes, 357
B-4 Fallas múltiples, 293 H Empleo de estructuras de reten
C Denumbes y caído*. 295 dón, 358
D Otros tipo* dé fallas, no directa I Empleo de pilotes, 360
mente asociadas a la i esistenria al J Empleo de contrapesos al pie de
«fuer/© cortante dé fotf suelos. la falla, 361
m . .. ~ K Anclajes, 361
E Fallas por 299 L Uso de explosivos, 362
F Falla ñor défta macióíi eft 1 » hom- M Empleo de vegetadón, 362
bros Je ios
terraplétíéi, 300 N Corrección de fallas de otros ti*
pos, 364
VI-3 Algunas ideas acerca tíb U estabilidad
O Otros métodos correctivos, 364
de taludes de suelo? t&lduale* $00
VI-4 Ciertos asj)Crtiw dé l«* paiámetros de
Anexo V l-A Ejercicios de aplicación, 369
resistencia al esfuerzo cortante a con
siderar en el cálculo numérico de la V l-A .l Cálculo del factor de se
estabilidad de laderas naturales y ta guridad para un talud
ludes. 306 ‘'cohesivo*' con terreno de
dateri erecl
16 Contenido Volumen i
Breves nociones de
mecánica de suelos
M INTRODUCCION
Para tos fines de este libro se entiende por “ Vías cioso y, en lo posible, "científico". Es sabido que la
terrestres" las carreteras, los ferrocarriles y las aero- ingeniería moderna ha desarrollado ramas cuyos ob
pistas que constituyen los elementos básicos de la in jetivos son precisamente el aprender a manejar de la
fraestructura de una red nacional de transportes. Den mejor manera posible, ingenierilmente hablando, los
tro de la denominación deben caber tanto la más suelos y las rocas con que se construyen las vías te
moderna autopista como el más modesto camino ru rrestres. Estas ramas son la Mecánica de Suelos y la
ral. y lo mismo la pista que dé servido a aviones de Mecánica de Rocas, estrechamente auxiliadas por la
retroimpulso en un gran aeropuerto que la sendlla Geología aplicada. N o es, pues, de extrañar, dejando
púta destinada al tráfico de pequeñas avionetas. a un lado aspectos de planeadón y trato y algunos
la s vías terrestres así definidas se construyen fun de índole económica y social, que d proyecto y la
damentalmente de tierra y sobre tierra. Desde liace construcrión de las vías terrestres sean a fin de cuen
ya bastante tiempo, la técnica moderna ha reconoci tas una cuestión de aplicadón juiciosa de normas de
do la influencia que sobre una estructura de esta na Mecánica de Suelos y de Mecánica de Rocas.
turaleza tiene el terreno que le sirve de apoyo, en Hov. la Mecánica de Suelos y la de Rocas se han
tendiendo por tal no sólo al suelo o roca que exista diversificado tanto, que constituven dos ramas inde
en el lugar, pasivamente considerado, sino a todo un pendientes, con metodología y objetivos propios, den
conjunto de condidones que comprenden desde la tro del conjunto de las espedalidades de la Ingenie
constitudón zninerológica, la estructuradón del suelo, ría; aunque siu fronteras están estrechamente entre
la cantidad y estado del agua contenida y su modo lazadas. tanto como lo están los suelos y las rocas,
de fluir, hasta toda una agrupadón de factores aje cuya distindón a menudo es muy difícil, la Mecánica
nos al concepto tradicional de suelo, pero que defi de Suelos y la de Rocas forman cada vez más tíos
nen en el tiempo su comportamiento, tales como los campos separados que exigen a sus respectivos espe
factores dimátícos, los económicos, los que se refie cialistas toida su dedicadón personal
ren al “ uso de la tierra" en actividades que poco o El presente libro trata de las aplicadones que tie
nada tienen que ver con la tecnología de las vías te ne la Mecánica de Suelos en el proyecto y en la cons-
rrestres, etc. Sin embargo, ha sido hasta épocas mu truedón de las Vías Terrestres; la Mecánica de R o
cho más red entes cuando los ingenieros han com cas sólo interviene, cuando se traslapan los métodos
prendido que el uso de los materiales, que se ofrecen de ambas disdplinas y las soludones sean comunes
en general en amplia variedad en la naturaleza, den o bien, cuando la diferendadón entre ellas sea prác
tro d d cuerpo de la estructura, no es indiferente o ticamente imposible.
arbitrario, sino selectivo, y que aun utilizando los La aplicación de la Mecánica de Suelos a un cam
mismos materiales para produdr una secdón dada, po cualquiera exige un conodmiento previo de tal
pueden obtenerse secdones estructuralmente muy dis disaplina, que a propósito se ha considerado fuera
tintas según el uso que se haga de los materiales de los alcances de este libro. Afortunadamente exis
dentro de la secdón, tanto en lo que se refiere a ten muchos, algunos muy buenos, con los que el lec
su posidón en ella, como a las condidones en que tor podrá suplir esta deficiencia. Sin embargo, con
se coloquen y a los tratamientos mecánicos o aun fines de unificadón de pensamiento y aun de nomen
químicos que se les dé. clatura, este primer capítulo está dedicado a la pre-
La construcción de las vías terrestres implica en sentarión de ideas básicas sobre Mecánica de Sue
tonces el uso de los suelos, pero un uso sdectivo, jui los, de las que después se hará intenso uso.
Material protegido por derechos de
17
18 Breves nociones de mecánica de suelos
1-2 NATURALEZA Y ORIGEN OE LOS SUELOS el transcurso del tiempo, toda la metodología de tra
bajo de la Mecánica de Suelos, incluyendo los méto
Los sucios son conjuntos de partículas minerales, dos de prueba e investigación en el laboratorio, que
producto de la desintegración mecánica o de la dev han jugado tan importante papel en el desenvolvi
composición química ele rocas preexistentes. El con* miento de la disciplina, fue mostrando una inclina
junto de panículas presenta dos propiedades esencia ción hacia los suelos transportados que fue dejando
les que no pueden ser olvidadas por quienes preten a los residuales relativamente marginados del fffogre-
dan comprender su comportamiento ingenien!. so de la especialidad. Y si es cierto que los suelos
a) El conjunto posee una organización definida transportados abundan en la naturaleza, sobre todo
y propiedades que varían "vectorialmente". En ge en zonas apropiadas para la deposición, geológica
neral, en los valores de las propiedades, verticalmen- mente hablando, también es cierto que los suelos re
te ocurren cambios mucho más rápidos que horizon siduales no lo son menos y que en estructuras como
tal mente. las carreteras o k » ferrocarriles dclien aparecer con
b) La organización de las partículas minerales es particular frecuencia. En los últimos años, esto lo
tal que el agua, que como se sabe está presente en entendieron claramente muclios investigadores, cuyo
todo suelo en mayor o menor cantidad, puede, si interés se refleja cada vez más en las publicaciones
hay la suficiente, tener "continuidad", en el sentido de obras especializadas que ya, con relativa frecuen
de distribución de presiones. El agua no ocupa hue cia, tratan de suelos residuales; pero los autores de
cos aislados, sin intercomunicación; puede llenar to este libro se preguntan si en el momento presente
dos los poros que dejan entre sí las partículas mine baila tener “ interés" por los suelos residuales, inte
rales y que se intercomunican, de manera que el agua rés que se refleje en su estudio con las ideas teóricas
forma una masa continua que contiene al mineral a que se ha llegado estudiando suelos transportados
en su seno. y con la metodología de laboratorio que se ha «Ies-
Los suelos pueden ser residuales o transportados, arrollado para estos suelos. Parece lógico pensar que
según se les eiuueutre en el mismo lugar en que se no sean esenciales las diferencias en comportamiento
han generado o en lugar diferente. El transporte por entre los suelos residuales y transportados, pero tam
aire y agua y la sedimentación en esos dos medios bién parece lógico sentir que tales diferencias justifi
constituyen el mecanismo usual que da lugar a un quen algunos cambios en las actitudes mentales ante
suelo transportado. Es evidente que la estructuración los suelos residuales y en las metodologías experi
y la “ distribución interna" de las propiedades tienen mentales, incluyendo diseño de pruebas y equipos.
que ser completamente diferentes en un suelo resi El ingeniero que aplica Mecánica de Suelos a
dual que en un suelo trans|x>nado. En el primero, Vías Terrestres debe tener presentes las ideas ante
el ataque mecánico y la desintegración química tien riores, por lo menos como un motivo para ejercer
den a producir un resultado final que en estructura crítica sobre las conclusiones a que lo lleve la Me
y disposición recuerda, aunque sea lejanamente, a la cánica de Suelos actual, especialmente si trata con
roca madre. Los suelos transportados y depositados suelos residuales. Esta labor crítica pennitirá. por
en aire o agua generan estructuras que están regidas otra parte, ir descubriendo deficiencias, diferencias y
únicamente por los mecanismos propios de la depo nuevos enfoques. Algunos países son particularmen
sición y en nada por la disposición, características y te pródigos en suelos residuales ligados a problemas
condiciones iniciales de la roca originaL constructivos en obras de ingeniería. La Unión Sud
Cabe aquí un comentario de carácter general que africana. el Brasil y algunas zonas de los Estados
pocas veces se valora por completo en las aplicacio Unidos han expresado ya con frecuencia su preocu
nes de la Mecánica de Suelos. En una medida sin pación por la escasez de conocimiento enfocado espe
duda mayor que lo deseable, la Mecánica de Suelos cíficamente a suelos residuales. En México también
actual se refiere sobre todo a los suelos transporta abundan. Seguramente su existencia será más común
dos. Empezó por el interés que plantearon diversos en regiones de clima tropical, en donde la actividad
problemas de índole general c importante, sobre todo de la erosión y, sobre todo, el poder de las acciones
del tipo de cimentaciones en ciudades grandes y con químicas de aguas caigadas de agentes en solución,
subsuelos particularmente difíciles; se desarrolló por producto de una intensa vida vegetal, hacen que el
las ideas que fueron surgiendo de los laboratorios y efecto de descomposición y ataque "in situ" pueda
de las experiencias de campo de quienes afrontaban ir siendo más rápido que la capacidad de transporte
tales problemas. En general, tales ciudades cataliza* de los agentes naturales.
doras del interés por la Mecánica de Suelos existen
en valles o planicies de costa, en los que, por razón
natural, ios suelos son transportados y no residuales, M RELACIONES CRAVIMETRICAS Y VOLUM ETR I
más propios de zonas onduladas o montañosas. Como CAS DE LOS SUELOS
consecuencia, se estudiaron sobre todo suelos t r a s
portados y se fueron conociendo sus propiedades, que En los suelos se distinguen tres fases constituyen
a menudo se confundieron con las propiedades de tes: la sólida (partículas minerales), la líquida (ge
los suelos en general, aun cuando lógicamente las neralmente agua) y la gaseosa (generalmente aire).
de los suelos residuales hayan de ser d iferen te En Entre estas fases es preciso definir un conjunto de
Relaciones gratñmétricas y volumétricas 19
W m Z'/,..ráse soco 21
vt
( 1*6 )
dei
20 ¡IrcTtcs nociones de mecánica de suelos
M ie lototalmente saturado basta conocer dos concep tica es la equidimensional, en la que las tres J¡.ten
tos independíenles para, a i función de ellos, poder siones de la partícula son comparables. Se origina
establecer fórmulas para otros; en este caso, las por la acción de los agentes mecánicos desintegrado
fórmulas mis usadas son: res y sólo por excejición corresponde a partícu
las que hayan sufrido algún ataque químico; puesto
tt> S , (19) que los agentes mecánicos en general no actúan con
preferencia por ninguna dirección en especial, es na
S, + c S, (1 + w) tural que su producto final tienda a la forma esfé
Yw (l'O) rica. Sin embargo, existen a veces efectos que repre
\+e I + S. w yw
sentan alguna acción que se ejerce preferentemente
1.a deducción de estas fórmulas, así como de las en una dirección determinada; ejemplo de lo ante
que se mencionan a continuación, referentes a rela rior son las formas redondeadas características de
ciones volumétricas v gravimétricas, puede verse en gravas y arenas que han sufrido el ataque de ríos
la Reí. 1. o del mar.
En el caso de suelos parcialmente saturados (es En los granos gruesos de los suelos, las fuerzas
decir, con |»ane de sus vacíos ocupada por aire) se de gravitación predominan notablemente sobre cua
precisan tres cantidades independientes para definir lesquiera otras que pudieran ejercerse entre las par
a otra dada. Las relaciones más usuales a que puede tículas; por ello todas las partículas gruesas tienen
llegarse son: un comportamiento similar.
En los suelos finos, producto en general del ata
e G w = xo S, (M I) que químico de las aguas a las rocas o a otros sue
los, la forma de los com|x)ncntcs tiende a ser aplas
1+ w tada, por lo que los minerales de arcilla adoptan
Y. = ( 1- 12)
TT7 en general la forma laminar, en que dos dimensio
nes son incomparablemente más grandes que la ter
Atención especial debe darle al cálculo de los pe cera; como excepción, algunos minerales de arcilla
sos volumétrico* de los suelos situados bajo el nivel poseen forma acicular, en la que una dimensión es
freático. En tal caso, el empuje hidrostático ejerce mucho más grande que las otras dos.
influencia en los pesos, de acuerdo con las leyes de Como consecuencia de la forma de sus minerales
la boyanria (Principio de Arquíntedes). El peso es y «le su tamaño, generalmente muy pequeAo. en los
pecífico relativo de la materia sólida sumergida vale: suelos muy finos ejercen acción importantísima fuer-
ras de tipo diferente a las gravitacionales; ello es
S*. S, - 1 (1-15) debido a que en estos granos la relación entre el
área de su superficie y su peso (superficie específi
y el peso volumétrico sumergido de los sólidos: ca) alcanza valores de consideración, cobrando mu
cha significación las fuer/as electromagnéticas des
Y*, - T, - 1 (I- H ) arrolladas en la suiieríicie de los compuestos minera
les. I a estructura interna de las arcillas puede con
Es decir, un metro cúbico de suelo sólido desalo cebirse en forma elemental según las ideas que se
ja un metro cúbico de agua: luego sufre un empuje exponen a continuación. En las referencias S y 4
ascendente de 1 ton, que es el peso de dicho metro podrán encontrarse algunos estudios que permitirán
cúbico de agua. al lector ahondar un poco más en la cuestión funda
Para el peso volumétrico de la masa del suelo se mental de la físico-química de tas arcillas, tema al
obtienen las fórmulas (Ref. ! ) que se concede cada día mayor importancia en la
Mecánica de Suelos y que resulta de fundamental
S .- 1 utilidad para explicar el comportamiento macroscó
Y* Y» (M 5 )
1 + S,w pico de las formaciones férreas que el ingeniero en
cuentra en su actividad diaria.
I-a superficie de cada partícula de suelo posee
carga eléctrica negativa, por lo menos en sus partes
5 ,-1 planas (por el contrario, parece liaber evidencia de
Ym (1-16)
S. concentraciones de carga positiva en las aristas). La
intensidad de la carga depende de la estructuración
y composición de la arcilla. Así, la panícula atrae
1-4 CARACTERISTICAS Y ESTRUCTURACION a los iones positivos del agua que la rodea (H + ) y a
D E LAS PARTICULAS MINERALES cationes de diferentes elementos químicos existen
tes en la misma, tales como Na+, K+, Ca++, Mg++,
La forma de las partículas minerales de un suelo A1+++, Fe+++, etc. L o anterior conduce, en pri
es de importancia primordial en su comportamiento mer lugar, al hecho de que cada partícula individual
mecánico. En los suelos gruesos la forma caracterís de arcilla se ve rodeada de una capa de panículas
echos de
Características y estructuración de partículas minerales 21
de agua orientadas en forma definida y ligadas a lante, otros efectos, tales como el movimiento Brow-
su estructura (agua adsorbida): cuando la partícu niano, que contribuyen a minimizar el efecto natu
la atrae cationes de otros elementos químicos, éstos ral de la gravedad terrestre.
atraen a su vez a otras moléculas de agua orienta* Se denomina estructura de un suelo al arreglo o
das. por lo «pie el espesor de la película de agua disposición que adopten sus partículas minerales. Es
adsorbida por el cristal de arcilla es función no sólo obvio que la estructuración que tenga un suelo dado
de la naturaleza del mismo, sino también del tipo de juega un papel fundamenta] en su comportamiento,
los cationes atrafdo*. especialmente en lo que se refiere a resistencia, com
Dada la superficie especifica a veces enorme de presibilidad y permeabilidad.
los cristales de arcilla, las fuerzas eléctricas de su* El problema de la estructuración de los suelos es
perficie juegan un papel mucho más importante que netamente distinto en los suelos gruesos (de fonna
la acción gravitacional. equidimensional) y en los finos (generalmente de
Lo anterior se refleja, en primer lugar, en las forma laminar). En los primeros, la aglomeración
formas estructurales que los suelos finos pueden de partículas se produce únicamente por acción gra
adoptar cuando se depositan en un medio apropia vitaciónal; los granos de arena o grava se disponen
do. Las estructuras sumamente abiertas, con gran como las canicas dentro de una caja. El mecanismo de
predominio de vacíos de que después se hablará, sólo estructuración es fácil de concebir (no se olvide que
son concebibles si se toman en cuenta las ideas ante el hombre vive en un mundo gravitacional, en
riores. Además, entre los cristales propiamente dichos que los mecanismos de tales fuerzas le resultan com
del suelo fino, las capas de adsorción proporcionan pletamente familiares) y, dado el tamaño de los
un contacto sui genera que ayuda a entender y ex granos de que se habla, cualquier hipótesis de es
plicar propiedades macrofísicas familiares al ingenie tructuración es inmediatamente verificable a simple
ro, tales como plasticidad o resistencia al esfuerzo vista.
cortante. Por el contrario, en los suelos finos, las fuer*
Las propiedades mecánicas de una arcilla podrán zas que definen la estructura son fundamentalmen
cambiar, por lo tanto, si se hacen variar los cationes te de naturaleza electromagnética, mucho m is difíci
contenidos en sus compiejos de adsorción, de mane les de concebir y, además, existe la dificultad adicio
ra que variando éstos puedan tenerse propiedades nal de que cualquier hipótesis de estructuración «pie
mecánicas diferentes en la arcilla original. Por cier se haga no puede ser verificada a simple vista, dado
to, estas ideas abren posibilidades (jara el trata el pequeño tamaño de los cristales, por lo que no es
miento físico-químico de muchos suelos a la escala in- de extrañar que el problema de la estructuración de
genieril: desgraciadamente estos métodos no han sido los suelos finos resulte difícil, controvertible y, en
suficientemente desarrollados en la práctica. En ge general, mucho más complicado que el de los suelos
neral, los cationes pueden disponerse según su efec gruesos; los métodos de investigación de la estructu
to benéfico decreciente en la resistencia de las ar ra de los suelos finos, tales como el uso de micros
cillas, de acuerdo con la lista: (N H <) + , H+, K+, copios electrónicos, difracción de ondas, etc, son to
Fc+++, A I+++. Mg++, Ba-H-, Ca++, Na+. Li+. dos de naturaleza indirecta y están sujetos a la inter
En resumen, puede concluirse que es la forma de pretación del especialista, por lo que no resulta raro
las |iartículas minerales que constituyen el suelo la que existan muy variadas corrientes de pensamiento
que determina primordialmente la preponderancia en torno a este problema.
de las fuerzas gravitacionales o de las electromagné La estructura típica de un suelo grueso (análo
ticas entre los cristales, de donde, a su vez. quedan ga a la de un agrupamicnto de canicas en una caja)
determinadas la estructuración en general del suelo recibe el nombre de estructura simple, y su compor
y la naturaleza del contacto entre las partículas in tamiento mecinico queda fundamentalmente defini
dividuales. En los suelos gruesos (forma equidimen- do por la compacidad. Terzaghi ha ]>ropuesto el con
sional) se tiene área mínima cubriendo peso máxi cepto de compacidad relativa para medir tal condi
mo de la partícula (recuérdese que se demuestra que ción. La compacidad relativa es determinablc en la
la esfera es el área mínima que cubre un volumen boratorio (referencia 5)
d ado); es, por tanto, natural que en estos suelos la
actividad gravitacional sea claramente predominante.
En suelos finos, las formas especiales de sus minerales
causan que en las partículas haya un área muy gran
de coexistiendo con un peso relativamente muy pe
queño; es sabido que la carga eléctrica neta del En donde:
cristal se concentra en su superficie y depende de
ella, por lo que es natural en estos cristales de los *= relación de vacíos correspondientes al es
suelos finos que la actividad eléctrica de su superfi tado más suelto, obtenida vertiendo al material den
cie predomine por mucho sobre las fuerzas gravita- tro de un recipiente, sin ninguna compactación pos
dónales. Cuando las partículas son suficientemente terior.
pequeñas y los suelos se forman por deposición en e = relación de vados correspondiente al esta
un medio continuo, existen, como se veri m is ade do más compacto del suelo, obtenida al someter la
22 Breves nociones de mecánica de suelos
(o ) (b )
E n form oclon Yo fo rm ad a
lema de cristales de ardlla; la tendencia a la flocu» cede no constituye una serie de posibilidades reales
lación aumenta principalmente cuando hay un elec en la naturaleza, sino simplemente algunas hipóte
trólito en el agua que rodea a los cristales de ardlla sis de estructuración de que hoy se habla. Muchos
o cuando se eleva la temperatura. Las figuras 1*5 y investigadores aceptan alguna de las explicadones
1-6 muestran disposidones típicas de estructuras flo anteriores, pero no otras, de manera que no existe
culadas y dispenas, respectivamente. pleno acuerdo al respecta
También debe advertirse la posibilidad de que se
Debe notarse que d conjunto de estructuras para conjuguen las formas anteriores, dando lugar a un
los suelos finos someramente descrito en lo que ante variado número de combinaaones.
I-S GRANULO M ETR IA DE LOS SUELOS cánicas de un suelo fino está descrita por la distri
bución granulométrica de dicho suelo. En mucho
Se denomina distribución granulométrica de un mayor medida de lo que sucede en suelos gruesos, el
sucio a la división del mismo en diferentes fraccio conocimiento de la distribución granulométrica re
nes. seleccionadas por el tamaño de sus partículas sulta estéril en el caso de los suelos finos.
componentes; las partículas de cada fracción se ca Demostrándose una vez más la fuerza de la tra-
racterizan porque su tamaño se encuentra compren «lición y la costumbre, todavía es común en la actua
dido entre un valor m ixim o y un valor mínimo, en lidad que muchas especificadones referentes al uso
forma correlativa para las distintas fracciones, de tal o rechazo de tos materiales para la construcción de
modo que el máximo de una fracción es el mínimo Vías Terrestres contengan preceptos granulométricos
de la que la sigue correlativamente. La separación en mayor o menor grado. Esta situación ha de verse
en fracciones se hace sencillamente por mallas, cuan* como indeseable pues, debe insistirse, no es casi nun
do es posible el cribado; pero en suelos de grano muy ca el tamaño de las panículas de un suelo fino el
j>cqueño, que forman grumos, deben adaptarse pro que define su comportamiento mecánico, y una nor
cedimientos bastante más complicados para separar ma de aceptadón o rechazo basada en Cal criterio
las partículas individuales y ello da lugar a resulta* corre el riesgo de aceptar lo malo y rechazar lo que
dos mucho mis confusos, en los que, como se verá, sería mejor. Por ejemplo, una ardlla caolinftica, re
para lograr las fracciones constituyentes ha de recu lativamente inerte ante el agua y que para muchos
rriese a hipótesis no muy satisfactorias, llegándose a usos resultarla perfectamente aprovechable, puede te
resultados finales basunte dudosos. ner una distribución granulométrica análoga a una
En suelos gruesos (gravas, arenas y limos no plás ardlla montmoriloníiica, quizá con materia orgáni
ticos), de estructura simple, la caracerística más im ca, sumamente activa, que constituye en casi todos
portante para definir su resistencia es la compaci los casos un suelo que debe rechazarse para su uso
dad; la angulosidad de los granos y la orientación en la construcción de vias terrestres.
de las partículas juegan también un papel impor Una de las razones que han contribuido a la di
tante, aunque menor. Evidentemente, cualquier aná fusión de las técnicas granulométricas es que, en der-
lisis por mallas no da ninguna información sobre to sentido, la distribución granulométrica proporcio
estos aspectos. l a compresibilidad de estos suelos, na un criterio de clasificación. Los conoddos térmi
por otra parte, aunque también depende fundamen nos ardlla, limo, arena y grava tienen tal origen y
talmente de su estructuración y compacidad, se ve un suelo se clarificaba como arcilla o como arena
influida en bastante mayor grado por la granulóme- según tuviera tal o cual tamaño máximo. La nece
tría, según ha puesto de manifiesto la investigación sidad de un sistema de Clasificadón de Suelos no es
moderna, como se verá más adelante. Han resulta discutible, pero el ingeniero ha de buscar uno en que
do decepcionantes los esfuerzos realizados hasta el el criterio de clasificación le sea útil, es dedr, en el
presente para establecer alguna correlación entre la que se clasifique a los suelos de acuerdo con sus
curva granulen!¿trica y la permeabilidad de los sue propiedades ingeníenles fundamentales y no según
los (referencia 2 ). el tamaño de sus panículas, que poco significa.
Se ha dicho que los suelos gruesos con amplia De todos modos, como en mudias cuestiones de
gama de tamaños (bien graduados) se compactan aplicarifa de sus técnicas, el ingeniero actual en vías
mejor, para una misma energía de compactadón, que terrestres hace un uso todavía relativamente frecuen
los suelos muy uniformes (mal graduados). Esto sin te de las curvas granulométricas, se exponen a con
duda es cierto, pues, sobre todo con vibrado, las par tinuación algunos detalles sobre tales métodos.
tículas más chicas pueden acomodarse en los huecos Siempre que se cuente con suficiente número de
entre las partículas más grandes, adquiriendo el con puntos, la representadón gráfica de la distribudón
junto una mayor compacidad. Sin embargo, la re granulométrica debe estimarse preferible a la numé
lación entre granulomctría y fadlidad de compacta rica en tablas.
dón no ha podido pasar de una correladón cualita La gráfica de la distribudón granulométrica sue
tiva tan vaga como la que queda enunciada, por lo le dibujarse con porcentajes como ordenadas y ta
cual en estudios para compactadón de suelos poco maños de las partículas como absdsas. Las ordena
o ningún provecho puede obtenerse de la curva gra- das se refieren a porcentaje, en peso, de las partícu
nulométrica de los suelos gruesos. Mucho más difí las menores que el tamaño correspondiente. La re
ciles de establecer son las propiedades mecánicas de presentadón en escala semilogarítmica (eje de abs
interés ingenieril de los suelos finos tradidonalmen* dsas en escala logarítmica) resulta preferible a la
te llamados cohesivos (ardllas y limos plásticos). simple representadón natural, pues en la primera
Dependen de un número mucho mayor de concep se dispone de mayor amplitud en los tamaños finos
tos que las de los suelos gruesos y, so pena de caer y muy finos, que en escala natural resultan muy
en confusión, tal estudio no puede ser abordado en comprimidos, usando un módulo práctico de escala.
esta etapa de la presentación de conceptos de la me La forma de la curva da idea inmediata de la dis
cánica de suelos. Baste dedr (y el lector tendrá oca tribudón granulométrica del suelo; un suelo cons
sión de comprobarlo más adelante) que ninguna de tituido por partículas de un solo tamaño estará re
las circunstancias que definen las propiedades me presentado por una línea vertical (pues el 100% de
Granulometria de los suelos 25
T o m o ñ o i r mm. ( E t c . lo g a r ít m ic o )
Figura 1-7. Curva* granulométríou «1c alguno» lucio». Á ) Arma muy uniforme de Ciudad Cuauhtcmoc. México.
B) Sucio bien graduado. Puebla. México. C) Arcilla del Valle de México (curva obtenida con hidró
metro). Ü ) Arcilla del Valle de México (curva obunida con hidrómetro).
mu partículas, en peso, es de menor tamaño que cual D lt : llamado por Hazen diámetro efectivo; es el
quiera mayor que el suelo posea): una curva muy tamaño tal que sea igual o mayor que el 10%, en
tendida indica gran variedad en tamaños (suelo peso, del suelo.
bien graduado). En realidad, la relación (1-18) es un coeficiente
En la Fig. 1-7 se muestran algunas curvas granu- de no uniformidad, pues su valor numérico decrece
lométricas reales. cuando la uniformidad aumenta. Los sucios con
Como una medida simple de la uniformidad de C„ < S se consideran muy uniformes; aun las are
un suelo. Alien Harén propuso el coeficiente de uni nas naturales muy uniformes rara vez presentan
formidad C« < 2.
Como dato complementario, necesario para defi
C .-2 S <M8) nir la uniformidad, se define el coeficiente de cur
*'1#
en donde: vatura del suelo con la expresión
io i ai
Dm sc define análogamente que los D }„ y D M an Los tamaños menores del suelo exigen una inves-
teriores. Esta relación tiene un valor entre I y 3. en tigadón fundada en otros principios. El método del
suelos bien graduados, con amplio margen de ta hidrómetro (densímetro) es hoy, quizá, el de uso
maños de partículas y cantidades apreciables de cada más extendido y el único que sc verá con cierto
tamaño intermedio. grado de detalle. Como tocios los de este grupo, el
A partir de las curvas granulométricas aumenta método sc l>asa en el hecho de que la velocidad de
tivas descritas, es posible encontrar la curva corres* sedimentación de partículas en un líquido es función
pondiente a la fundón de su tamaño. El método fue propuesto indepen
dientemente por Coklschmidt en Notuega (1926) y
d por Bouyoucos en los Estados Unidos de América
7 d ito g D ) (1927).
Debido a lo importante de los errores que afecta
ban a las pruebas originales, d método no satisfizo
p es el porcentaje, en |>eso,- de las partículas me a muchos espedalistas, por lo que, en épocas poste
nores que un cierto tamaño, y D el tamaño corres riores. el Public Road Adminislraíion de los Estados
pondiente; la curva anterior, que sc dibuja en es Unidos encomendó al doctor A. Casagrande la in-
cala serai logarítmica, suele denominarse el histogra- vestigadón de tales errores, para su eliminación y
ma del suelo y representa la frecuencia con que en necesaria corrección. Como resultado de sus estudios,
ese suelo sc presentan partículas entre cienos tama* Casagrande propuso el hidrómetro aerodinámico, ca
ños. El ¿rea bajo el histograma es 100, por represen librado en pesos espcdfícos relativos (en lugar de su
tar la totalidad de las partículas del suelo. En la primitiva calibración en gramos de un suelo estan
Fig. 1-8 aparece un histograma de un suelo en el darizado, por litro), y algunos cambios radicales en
que predominan partículas de tamaño próximo a el procedimiento de la prueba, con el objeto de eli
1 mm. minar los errores principales; obtuvo también fórmu
I xk valores más altos del histograma correspon las para las correcciones necesarias en ciertos pasos,
den a zonas muy verticales de la curva acumulativa cuyos errores no pudieron eliminarse al cambiar el
primeramente vista, y los valores más bajos a zonas procedimiento.
con tendencia a la horizontalidad. Actualmente el La ley fundamental de que se hace uso en el pro
uso de histogramas no está muy extendido en los cedimiento del hidrómetro es debida a Stokes, y pro
laboratorios. porciona una rdación entre la veloddad de sedimen-
También sc han representado las curvas granu tarión de las partículas del sudo en un fluido y el
lométricas en escala doblemente logarítmica, con la tamaño de esas partículas. Esta relarión puede esta
ventaja, para algunos usos, de que en este caso, en blecerse empíricamente, hadendo observadones con
muchos suelos naturales la forma de las curvas se microscopio, o bien con procedimientos teóricos. Si
acerca notablemente a una línea recta. guiendo estos últimos. G. G. Stokes en 1850 obtuvo
Bajo el titulo de Análisis Mecánico quedan com una reladón aplicable a una esfera que caiga en un
prendidos todos los métodos para la separadón de fluido homogéneo de extensión infinita. Aun con
un suelo en diferentes fraedones. según sus tama esa limitación importante (pues las partículas reales
ños. De tales métodos existen dos que merecen acen de suelo se apartan muchísimo de la forma esférica)
dón especial: el cribado por mallas y el análisis de la ley de Stokes es preferible a las observaciones em
una suspensión del suelo con hidrómetro (densí píricas. Aplicando esa ley sc obtiene el diámetro equi
metro). valente de la partícula, que es el diámetro de una
El primero ic usa para obtener las fracciones esfera, del mismo Ss que el suelo, que sedimenta con
correspondientes a los tamaños mayores del suelo; la misma veloddad que la partícula real; en par
generalmente se llega así hasta el tamaño correspon tículas equidimensionales, este diámetro es aproxi
diente a la malla N* 200 (0.074 mm). La muestra de madamente igual al medio diámetro real, pero en
suelo se hace pasar sucesivamente a través de un partículas laminares el diámetro rea] puede ser basta
juego de tamices de aberturas descendentes, hasta el cuádruple del equivalente; caite notar que en par
la malla N * 200; los retenidos en cada malla se pesan tículas muy finas esta forma es la más frecuente.
y el porcentaje que representan respecto al peso de Esta es una razón más para que dos curvas ganulo-
la muestra total se suma a los porcentajes retenidos tricas iguales, correspondientes a dos suelos di
en todas las mallas de mayor tamaño; el comple ferentes, no indiquen necesariamente la similitud de
mento a 100% de esa cantidad da d porcentaje de ambos. Uno podría ser una ardlla muy franca con
suelo que es menor que el tamaño representado por estructura flocu lenta y el otro una harina de roca,
la malla en cuestión. Así puede tenerse un punto de comportamiento similar al de una arena.
de la curva acumulativa correspondiente a cada aber
tura. El método se dificulta cuando estas aberturas La ley de Stokes tiene la forma
•on pequeñas y, por ejemplo, el cribado a través de
las mallas N? 100 (0,149 mm) y N? 200 (0.07 mm)
suele requerir agua para facilitar el |>ato de la mues „ ! S Z 2 t ( £ Y (i-20)
tra (procedimiento de lavado). 9 -n ' 2/
Plasticidad 27
agua podrá altan/ar «fuer/o% de tensión muy im proceso de evaporación, irá disminuyendo el radio
portantes dentro del sucio, cuando las partículas mi de curvatura de los meniscos y aumentando, por lo
nerales estén muy próximas, lo que sucede sobre todo tanto, el esfuerzo de tensión en el agua (expresión
en los sucios muy finos, de acuerdo con la regla de 1-27) y, correspondientemente, los esfuerzos capila
que los huecos entre las partículas gruesas son gran* res de compresión actuantes sobre la estructura sólida
des, en tanto que entre las partículas muy finas (ar del sudo que, por este efecto, sc comprime. U eva
cillas) son pequeñísimos. poración seguirá disminuyendo el radio de curvatura
De lo anterior resulta evidente que sc puede obte de los meniscos y comprimiendo la estructura del
ner un menisco totalmente desarrollado siempre que suelo, hasta un punto en que la tensión capilar sea
el conducto capilar sea lo suficientemente largo como incapaz de producir mayor deformación; en tal mo
para permitir que la columna de agua se eleve hasta mento comenzará la retracción de los meniscos hacia
la altura máxima de ascensión capilar. Si el tubo es d interior de la mas*j de suelo. Macrof'siramente ese
más corto, la ascensión capilar queda restringida y momento está señalado jx>r el cambio de tono del
se formará un menisco de un radio tal que sc resta suelo, de la apariencia húmeda a seca. Este momen
blezca el equilibrio hidráulico, con un esfuerzo de to corresponde al Limite de Contracción, pues aun
tensión en el agua menor que el máximo posible, que la evaporación continúe ya no disminuirá el vo
correspondiente a una columna de agua también me lumen del suelo, tx>r haber llegado d agua a su
nor que la máxima posible. tensión máxima, a la que corresponde la máxima com
Si el conducto capilar sc encuentra en posición presión capilar sobre la estructura del suelo. Nótese
horizontal, como es el caso del que aparece en la que en el límite de contracción el suelo sigue satura
Fig. M 2. sc formarán gradualmente en sus extremos do si estaba saturado al comienzo del proceso de la
los meniscos, debido a la evaporación del agua. En evaporación, pues aunque dicha evaporación le ha he
cada extremo la curvatura del menisco aumentará cho perder agua, esta pérdida está exactamente com
hasta la máxima, que corresponde a la forma semies pensada por la pérdida de volumen de vacíos causada
férica, como ya se dijo; al mismo tiempo, el esfuerzo por la compresión capilar; un gramo de agua eva
de tensión en el agua aumentará hasta su valor porada corresponde a un era1 de contracción volu
máximo correspondiente al diámetro del conducto métrica.
capilar de que se trate. Si continúa la evaporación
del agita, los meniscos se retraerán hacia el inte
rior del conducto, conservando su curvatura y man 1-8 PERMEABILIDAD
teniéndose, por lo tanto, invariable la tensión a i el
agua. Se ve, pues, que en un conducto capilar hori Generalmente el agua fluye a través de los suelos
zontal el esfuerzo de tensión en el agua es el mismo por gravedad. El régimen del flujo se dice que es
en toda la longitud, a diferencia del tubo vertical, en laminar cuando las lincas de flujo permanecen sin
donde, como se indicó, los esfuerzos siguen una ley juntarse entre sí, excepción hecha del decto micros
de s’ariación triangular. cópico de mezcla molecular; cuando las líneas de flu
En el caso del conducto de la Fig. 1-12, al formar jo sc entremezclan y dan lugar a turbulencias carac
se los meniscos aparecerán en toda su periferia fuer terísticas se dice que d flujo es turbulenta
zas de tensión (Fr), causadas por las atracciones en Para velocidades bajas, d flujo de agua a través
tre las moléculas del agua y las paredes. A estas de los suelos es laminar, pero al aumentar la velod
fuerzas de tensión en el agua corresponderán, por dad más allá de un cierto límite, sc hace turbulento.
reacción, las fuerzas de compresión (F t) que se mues Si de un régimen turbulento sc desea regresar al ré-
tran; por efecto de estas fuerzas, el conducto capilar
tenderá a cerrarse y a acortar su longitud. En toda
la masa de agua entre los meniscos existen tensiones;
por lo unto, existirán sobre las paredes del conduc
to, como reacción, esfuerzos de compresión que tien
den a cerrarlo. Como resultado del efecto anterior,
una masa compresible, atravesada por tubos capila
res sometidos a evaporación, se contraerá volumé
tricamente.
Con las consideraciones expuestas en los párrafos
anteriores, siempre complementadas por la Rcf. 1S,
es po&ible comprender el mecanismo de contracción
de los suelos finos, asi como las razones para el
misma
Un sucio saturado exhibe primeramente una su
perficie brillante, debido a la presencia del agua que
llena sus poros por completo. A medida que comien
za la evaporación, en los extremos de los canalículos
sc irán formando meniscos cóncavos; al continuar el
32 Breves nociones de mecánica de suelos
Q * Av (1-29) A
Con lo anterior, la relación entre la veloddad de do para usarse corno dren, y con permeabilidad me
filtración y la veloddad de descarga resulta ser:
nor que I0-7 ----- un suelo puede ser considerado
*eg
i»i ■* - v 0*51) prácticamente impermeable.
1.a permeabilidad de los suelos está influida por
las siguientes características de los mismos:
En rigor, la veloddad de filtradón tampoco es
una velocidad "real**, puesto que el suelo no es como a) La relación de vacíos.
sc muestra en el esquema de la Fig. 111, sino que el b ) El tamaño de sus partículas.
flujo ocurre a través de uiu serie de canalículos irre* c) La composición mineralógica y físico-quími
guiares y sinuosos entre las partículas del suelo. Tan ca del suelo.
to la veloddad de descarga como la veloddad de d) La estructura.
filtradón son simplemente elementos de cálculo que e) El grado de saturadón.
permiten llegar a resultados correctos dentro de las f ) 1.a existencia de agujeros, fisuras, etc.
consideraciones que han servido para las respectivas
definiciones. También depende en forma importante de la tem
l a ley de Darcy es, como se ha dicito, estricta* peratura del agua.
mente experimental, por lo que su validez no puede En la referencia 2 sc discute de un modo bastante
ir tnás allá de las condiciones específicas que hayan completo la reladón entre el coefidente de permea
presidido el conjunto de experiencias que le dieron bilidad de un suelo fino y su reladón de vacíos, y se
nadmiento; desde este punto de vista, es un 1techo llega a la condusión de que el primero es directa
afortunado que Darcy haya experimentado flujos de mente proporcional al cuadrado de la segunda.
agua a través de filtros de suelo, utilizando una gran N o se ha podido esublcccr una reladón confiable
variedad de tipos de suelo y de gradientes hidráuli entre el coeficiente de permeabilidad y la curva gra
cos, pues esto luce que sus resultados sean aplicables nulométrica de un suelo. Para arenas finas. Alten
a los problemas prácticos de la Mecánica de Suelos. Hazen obtuvo ya en 1892 su famosa Teladón:
En ta referencia 16 se presenta una justificación más
adecuada que la simple intuidón para la utiliiadón * “ C D»# (1-52)
de la ley de Darcy en Mecánica de Suelos y se discu*
ten sus límites de validez con base en la reladón
an
conocida como el Número de Reynolds; en la refe donde k está e n ----- y O . es el diámetro efectivo
rencia 2 se da otro análisis de los límites de validez *eg >•
de la le)- de Darcy, con base en un criterio diferente. del suelo (el 10% en peso, del mismo, es de ese ta
1.a conclusión en ambos casos es que la ley de Darcy maño o menor), expresado en an. A despecho de su
resulta aplicable al flujo de agua a través de suelos popularidad, la expresión (1-S2) debe verse simple
que son más finos que las arenas medias o gruesas, mente como una burda manera de establecer sólo el
para casi cualquier gradiente hidráulico imaginable orden de magnitud d d coeficiente de permeabilidad
en un problema práctico. en arenas de tamaño mediano a grueso (con ellas
En la mendonada referenria 2 se discuten y deta trabajó Hazen para obtener su reladón), y nunca
llan los diferentes métodos para medir el coeficiente como algo que substituya a las pruebas de laborato
de permeabilidad del suelo. rio cuando sc requiera una predsión razonable. El
La permeabilidad de los sudos es uno de los va valor de la constante C varió entre 41 y 146 en las
lores que admiten mayores variaciones, según el tipo pruebas de Hazen, y un valor de 120 suele mencio
de material de que se trate. Varía entre límites un narse como un promedio accpuble para el manejo
amplios como 10 ó 100 cm/seg en gravas limpias, de la fórmula. En la referenda 2 se mendonan al
hasta 10-* ó 10-* cm/seg en arcillas homogéneas mont- gunas otras expresiones más complicadas, pero de
moriloníticas o bcntoníticas, situadas abajo de la zona efectividad aún más dudosa, para reladonar el coe
de intemperismo. La permeabilidad típica de las arc fidente de permeabilidad con d tamaño de las par
an tículas del suelo.
ñas limpias puede ser del orden de l0-*-10-* — ■, 1.a composición mineralógica de las ardllas in
ero fluye mucho en la permeabilidad de los suelos, a
llegando a valores de I0-* ----- en arenas muy finas; causa de las atmósferas de adsordón que sc forman
®eg
los limos y depósitos de morrena gladar pueden to en torno a los cristales de mineral, adheridas muy
an fuertemente a éstos y que contribuyen a dificultar
ner permeabilidades u n bajas como 10-M0*4 ----- . el flujo de agua.
La estructuración de los sudos también afecta su
En general las ara lias tienen permeabilidades me
permeabilidad. En suelos muy fino», con minerales
nores que 1(H ----- . Con permeabilidades menores de forma laminar, d hecho de que exista una estruc
tura floculada o dispena es importante, pues en el
que l(H un suelo debe considerarse inapropia segundo caso se tienen permeabilidades mucho mayo
res en la direcdón paralela a las caras alineadas de
54 Breves nociones de mecánua de suelos
las panículas, produciéndose así una fuerte anisotro- otra manera cu cada uno de los tres <oin|»onentes.
A , • a r t a ém v s t i o »
P" i t N r M O K C IM
p «f » l (« M i l » .
» a , » c a r g a lo m a d a
p ar al oa u o.
r*s o rt*
(o ) (b )
f igura M i , Distribución de lo» cíectos de una carga exterior en una masa de suelo.
Relaciones esfuervt*ie¡ormaciAn 35
M0 RELACIONES E3FUERZO-DEFORMACION
o, empleando la notación de esfuerzos
Probablemente una de las características ingeníe
j ■ 5 + ii —— (**53) nles más representativas de un material, desde el
A punto de vista de definir su comportamiento en re
lación con las necesidades y los usos del ingeniero,
La ecuación (1*33) juega un papel fundamental es el conjunto de datos de un proceso indtadón-
en la Mecánica de Suelas Moderna y sc denomina la respuesta que constituye lo que usualmente sc llama
ecuación del esfum o efectivo. En ella figuran el es la relación o relaciones esfuerzo-deformación.
fuerzo total, c , ya definido, y los esfuerzos o y u, de En efecto, al tratar con un material de construc
nominados esfuerzos efectivo y presión de poro, ción, el ingeniero está fundamentalmente preocupa
respectivamente. El primero representa la parte del es do por dos aspectos básicos, en torno a los que ¡ H ie d e
fuerzo total que es tomada por la fase sólida del dedrse que giran todos los demás. Estos son, en pri
suelo, transmitiéndose entre los granos de la misma, mer lugar, la resistencia del material a los esfuerzos
l a segunda representa la presión a que está some a los que se someta, problema que lleva aparejado
tida el agua en los vacios del suelo: a causa de la el concepto de falla del material y que en forma
incapacidad del agua para tomar esfuerzos cortantes, breve sc comentará más adelante. En segundo lugar
la presión u sc denomina frecuentemente presión preocupa la deformabilidad del material expresada
neutral. en reladón a los esfuerzos que sc le apliquen, tanto
En la fórmula (1-33) aparece también la relación cu lo que sc refiere a la intensidad o nivel de los
esfuerzos, como a la manera en que sc ejerzan, in
cluyendo su veloddad de aplicación. Esta última gama
N = ■£. <I-M) de comportamiento es lo que el ingeniero describe
en forma primaria por medio de una reladón es
denominada (elación del esfuerzo neutral. Como quie fuerzo-deformación. Si los suelos fueran homogéneos,
ra que en los suelos el área de contacto entre los isótropos y linealmente elásticos, sería posible des
granos sobre un plano horizontal dado es muy pe cribir su comportamiento esfuerzo-deformadón ha
queña en comparadón con el área total cubierta por ciendo uso del módulo de Young (£ ) y de la reladón
la placa de área A , se sigue que la reladón N valdrá de Poisson, obtenidas de una prueba única y sencilla,
muy aproximadamente I. Tomándola como tal (y tal como una simple prueba de extensión, en que sc
esto sc hace normalmente en la Mecánica de Suelos), estirase una barra del materia), midiendo las tensiones
la ecuación (1-33) puede escTÍbitse sencillamente. aplicadas y las deformaciones longitudinales y tranv
36 Breves nociones de mecánica de suelos
venales multantes. Con las constantes elásticas seria nándolo en el interior de un anillo de bronce. De
posible, en el material ideal, calcular la relación en* esta manca la deformación axial define exactamente
trc los esfuerzos y las deformaciones para otros tipos la deformación volumétrica. En esta prueba la rela
de prueba que representasen otras condiciones reales ción entre el esfuerzo normal lateral y el normal ver
distintas de la tensión simple. tical es el valor de que con el nombre de cocfi-
Los suelos no son materiales en que se cumplan ciente de esfuerzo o presión de tierra en reposo, jue
las hipótesis anteriores. Independientemente de que ga un papel importante en la Mecánica de Suelos
en un caso paiticular pueda resultar útil usar valo Aplicada. En las formas comunes de consolidómetro
res de módulo de la elasticidad o de la relación de sólo se mide el esfuerzo normal vertical y la defor
Poisson, debe tenerse muy presente que estos valores mación axial (también vertical), pero en la referen
no son constantes de un sueto, sino cantidades que, cia 18, por ejemplo, se describe un tipo de aparato
en el mejor de los casos, describen aproximadamente que permite medir también los esfuerzos normales
el comportamiento de un suelo para un estado de laterales.
esfuerzos dado y que cambiarán, quizá radicalmente, La deformación vertical se mide por medio de
si cambia el estado de esfuerzos o si los esfuerzos se ex tensómetros, en tanto que el esfuerzo normal ver
aplican de diferente manera. Por eso. cuando en re tical se conoce controlando las cargas que se aplican
lación con los suelos se mencionan las constantes a] aparato, las que se reparten homogéneamente so
clásticas anteriores, debe tenerse en cuenta que no bre el área conocida del espécimen.
representan nada m si mismas, fuera de la condición La prueba de consolidación fue originalmente
particular para la que se ha medido o calculado. desarrollada por Tcr/aghi.
El monto de deformación causado en el suelo por S. Prueba triaxial. Es la más común y versátil
los esfuerzos depende de su composición, de su rela de las pruebas que se realizan para conocer las rela
ción de vados, de la historia anterior de esfuerzos ciones esfuerzo-deformación de los suelos. También
aplicados al suelo y de la manera como se le apli r* la prueba mis útil de laboratorio oara conocer su
quen los nuevos esfuerzos. Para la gran mayoría de resistencia, por lo cual se detallará m is adelante cuan
los problemas prácticos, el mejor método para cono do se hable de esta característica fundamental de los
cer las características esfuerzo-deformación es medir suelos. Baste por el momento decir que en ella se
directamente en una prueba de laboratorio o de mide la deformación axial de un espécimen cilin
campo las deformaciones que producen esfuerzos lo drico de altura aproximadamente igual a 2 ó 5 veces
más similares posibles a los que actuarán en la masa el diámetro de su base, mientras se aplican a tal
de suelo afectada por el problema real que se estudie. espécimen un esfuerzo normal vertical conoddo y
Existe en la realidad ingcnieril una enorme varie esfuerzos laterales (presión confinante) iguales en
dad de maneras de aplicar esfuerzos y de producir, todas las direcciones horizontales. El espécimen es
por consiguiente, deformaciones al suelo. Tan gran primeramente sometido a la presión de confinamien
variedad de circunstancias no puede representarse to. dada usualmente por agua a presión dentro de
por una sola prueba de laboratorio, so pena de per la cámara triaxial; después se incrementa el esfuerzo
der representatividad y, evidentemente, no puede as vertical hasta que el espécimen falla (esfuerzo des
pirarse a diseñar en cada caso la prueba más repre viador) .
sentativa a que sea dado llegar. Entre estas dos La prueba de compresión simple es una variante
actitudes extremas, el ingeniero trata de lkgar a una de la prueba tiaxial. en la que la presión confinante
solución racional de su inquietud haciendo uso de inicial exterior es nula, por lo que no requiere ha
varias pruebas de laboratorio, que representen dife cerse en la cámara triaxial. Es análoga a la prueba
rentes condiciones entre las que queden comprendí* de compresión hecha en cilindros de concreto.
das aquellas que son mis familiares a la práctica in En la prueba triaxial puede conocerse el esfuer
genien I. zo aplicado utilizando un vástago de carga con pesos
Las principales pruebas de laboratorio de que se conocidos (prueba con esfuerzo controlado) o bien
hace uso para determinar características esfuerzo- puede medirse el esfuerzo empleando una báscula
deformación de los suelos, son las siguientes: hidráulica y presionando el vástago sobre el espéci
1. Prueba de compresión hidrostática o isótropa. men a una velocidad conocida (prueba de deforma
Es útil para el estudio de deformaciones volumétricas ción controlada). La deformación axial se mide uti
únicamente; en ella se aplica a un espécimen de sue lizando extensómetros.
lo un estado de esfuerzos hidrostáücos, es decir, es Actualmente existen otras muchas variantes en lo
fuerzos de compresión iguales, actuando en todas que se refiere a la manera de hacer fallar el espéci
direcciones. Esta prueba no es muy usual en la prác men; la que más se usa, además de la someramente
tica ingenien!. descrita, es aquella en la que el esfuerzo vertical
2. Prueba de compresión confinada o prueba de normal se mantiene constante y se aumenta la pre
consolidación. Se ejecuta en un aparato denominado sión de confinamiento hasta que el espécimen falla
consolidómetro o odómetro (Reí. 17). Se aplican al deformándose hada arriba; a esta variante se le de
suelo (un espécimen cilindrico de poca altura en nomina prueba triaxial de extensión y se utiliza para
comparación al área) esfuerzos normales verticales, simular los esfuerzos de empuje lateral en una masa
en unto se impide toda deformación lateral confi tle suelo.
Relaciones esfuerzo-deformación 37
CO M PR ESION C O M P R E S IO N C O M P R E S IO N
PRUEBA IS O T R O P A C O N F IN A D A T R IA X IA L P R U E B A D IR ECTA
( consolldom atro)
u u *
ere
CONDICIONES t t ffl »- <T« 11
B A S IC A S coNsmnt m m
~CUANDO SC
NO HAY MOVtMtrNTO APLICA f e
HORIZONTAL N CONSTANTE CUANDO
ttr f SC A P L IC A !
P R IN C IP A L M E N T E D IS T O R S IO N P R IN C IP A L M E N T E
V O LU M ETR IC A V O L U M E T R IC A , Y O ISTO R SIO N
PERO CON ALGO O E VO LU M ETR IC A Y ALGO DE
D IS T O R S IO N V O L U M E TR IC A
T IP O OE
DEFORM A
CION
l__ __
4. La prueba directa de esfuerzo cortante. En fuerza rasante al marco superior móvil, de manera
esta prueba, un espécimen de altura pequeña en com que sc obliga la falla del espécimen en el plano que
paración a su ¿rea transversal se coloca dentro de define la unión entre las partes Oja y móvil del dis
una caja con dos secciones, la inferior fija y la supe positiva
rior susceptible de ser movida horizonulmente. Se En la Fig. 1-16 se muestran esquemáticamente las
da al espécimen carga vertical sobre la cara superior diferentes condiciones de esfuerzos, deformaciones y
del dispositivo, para producir un esfuerzo normal utilización de las pruebas que se han mencionado.
vertical conocido. La falla se produce aplicando una Esta figura está inspirada en la referencia 18.
En general, las curvas esfuerzo-deformación que
se obtienen de las puebas someramente descritas más
arriba corresponden a alguno de los dos arquetipos
esquemáticamente presentados en la Fig. 1-17.
La curva llena de la parte a) de la figura es re
presentativa de los materiales llamados de "falla frá
g il", cuyo comportamiento esfuerzo-deformación se
caracteriza porque después de llegar el esfuerzo a un
máximo bien definido, hasta el cual se llegó en for
ma aproximadamente lineal, desciende rápidamente
al aumentar la deformación. Los mata ¡ales con este
tipo de falla resisten a los esfuerzos con pequeñas
deformaciones, hasta llegar al esfuerzo máximo (re
sistencia máxima), a partir de cuyo límite su capa
cidad de resistencia desciende rápidamente, en tanto
la deformación aumenta hasta la ruptura eventual;
estos materiales son confiables en tanto no se alcanza
su resistencia máxima, pero en tal punto sufren lo
Figura 117. Tipo* de falla considerados en loa iodos. que para fines prácticos es un verdadero colapso.
Material protegido por derechos de
38 Breves nociones de mecánica de suelos
En la parte b ) de la Fig. M 7 se muestra la curva la porosidad alcan/a el valor de 45.6%. Por su parte.
esfuerzo-deformación típica de los materiales de “ falla Lambe y Whitman (Ref. 19) presentan un caso en
plástica", en los que al llegar a un esfuerzo límite que una arena con relación de vacíos de 0.605 tenía
se produce la fluencia plástica del material bajo es comportamiento frágil, en tanto que con relación de
fuerzo constante c igual al limite; en estos materiales vados de 0.834 su comportamiento era netamente
la falla no está bien definida, pero lo interesante plástico. Respecto a las arcillas pueden hacerse co
desde el punto de vista práctico es que un material mentarios similares, si bien en este caso son más los
de "falla plástica*' movilizará su resistencia a medida factores que intervienen, según habrá ocasión de dis
que aumente el esfuer/o que se le aplique, de inane- cutir más adelante.
ra que al llegar al esfuer/o máximo (resistencia má
xima) el material ya no es capaz de movilizar mayor
MI COMPRESIBILIDAD DE SUELOS
resistencia y. de hecho comienza a deformarse bajo
GRANULARES
esfuer/o constante (a no ser que haya alguna res
tricción exterior que impida tal deformación, como
jxxlrfa ser el hecho de que la masa de suelo que La compresibilidad de suelos granulares ha mereci
hubiese alcanzado la resistencia límite esté rodeada do relativamente menos atención que la que se ha
por otras masas de suelo con menores esfuerzos ac otorgado a los suelos cohesivos. |»or lo menos hasta
tuantes. que al estar sometidas a menores deforma hace pocos años. I)e hecho, estal>a en la mente de
ciones impiden la deformación de la masa en fluen muchos ingenieros prácticos la idea de que los sue
los granulares no presentaban |>roblemas muy serios
cia) hasta la eventual ruptura, generalmente prece
dida por una zona de ‘'endurecimiento*', en la cual de deformación; éstas eran siempre muy pequeñas y
ocurrían en forma casi instantánea, generalmente al
el material suele movilizar resistencias mayores que
aplicarse las primeras cargas durante el proceso de
la de fluencia, al sometérselo a deformaciones próxi
construcción.
mas a la ruptura. Ijo inquiríame es. desde el punto
de vista práctico, que un material de “ falla plástica” Es posible que este panorama simplista sea aún
hoy correcto si se aplican al suelo granular esfuerzos
continuará movilizando su resistencia máxima aun
de nivel muy bajo. Un criterio como el anteriormen
que se siga deformando bajo el esfuer/o límite, lo
te citado quizá pueda aún tenerlo un ingeniero que
cual puede tener repercusiones muy importantes en
construya «mentaciones que transmitan al suelo gra
el comportamiento estructural del material, que, por
nular cargas moderadas, sobre todo si, como es usual
así decirlo, continuará resistiendo por completo tras
en estas técnicas, toma la dedsión de mejorar la ca
lo que se podría considerar su falla; a diferencia de
lidad del suelo cuando su compaetadón natural es
los materiales de "falla frágil” , en los que sobreviene
baja.
un verdadero colapso, acompañado de gran pérdida
Sin embargo, la ingeniería moderna ha impuesto
de resistencia, cuando sufre cualquier deformación
otros usos a los suelos granulares. Como respaldos de
adicional a la correspondiente al esfuer/o límite.
las grandes presas que ahora se construyen o consti
Es muy variable el intervalo de deformación que tuyendo los grandes térra jdenes que las modernas
sea capaz de absorber un material de “ falla plástica” carreteras exigen, es cada ve/ más frecuente y lo será
en fluencia bajo esfuer/o límite antes de endurecerse aún mis en el futuro, que los suelos granulares, for
y romperse. En las referencias 19 y 20 Lambe y mados a veces por partículas muy gruesas (pedra-
Whitman presentan varias curvas esfuerzo-deforma plenes y enrocamientos) trabajen sometidos a niveles
ción reales, obtenidas en pruebas directas o triaxia de esfuerzos hasta ahora completamente inusuales. En
les; en ellas puede observarse que existe una varie efecto, los enrocamientos de más de 150 m en presas
dad amplia de formas, aun cuando en esencia todas de tierra son ya bastante familiares, y en caminos y
ellas puedan identificarse con uno de los dos arque ferrocarriles es ya común construir pedra plenes de
tipos mostrados en la Fig. 1-17. 50 a 60 m de altura. Tanto por ra/ones de los mate
La relación esfuerzo-deformación de un material riales que se explotan normalmente en zonas de te
no es una característica constante, sino que varía con rreno quebrado, en las que lógicamente se dan estos
diversas circunstancias dentro del mismo material. grandes terraplenes, como por razones de natural
En general, el comportamiento plástico corresponde preferencia por parte de los ingenieros, casi por lo
a las arenas sueltas y a las arcillas blandas, con conte general los terraplenes altos de las vías terrestres se
nido de agua relativamente elevado, en tanto que el construyen con suelos en que los fragmentos de roca,
comportamiento frágil es propio de arenas compac las gravas y las arenas forman la parte prinripal, la
tas y arcillas duras. N o existe un límite preciso de que define el comportamiento mecánico. El inge
compacidad a partir del cual todas las arenas pasen niero de Vías Terrestres no es entonces ya ajeno a los
del comportamiento plástico al frágil, sino que hay problemas de comportamiento de materiales granu
diferencias en estus límites al analizar distintas are lares bajo esfuerzos relativamente altos, en los que
nas. Por ejemplo, Skempton y Bishop (Reí. 21) re pueden presentarse problemas serios de compresibi
portan el caso en que una arena con porosidad ini lidad. Las deformaciones experimentadas por un ele
cial de S7.5% exhibe un comportamiento frágil daro, mento de suelo granular son el resultado de las
el cual pasa a ser plástico, igualmente claro, cuando deformaciones propias de las partículas que lo com-
Compresibilidad en compresión ron finada 39
Figura I-I8. Compmibilidad n i p n ir h » de «ompn-vén confinada de sarias atrnat « ijr t u i muy ¡alloa
ni»ele» de esfuerzo (R e f. 19).
f-sITlSIg/c^
* * s|,76t/n?
1000
X (W M i K M M O f M M
O C fn w iw U w rim y m w
O írtM H M tM M állM M t
O tW t «ll| lk N f MM
4 ( ( M I K l| » U w f X » i < i
tf^ C lM M M lM ItM * M
bajo, aumenta grandemente en altos niveles. Los da de la producción de finos a causa de la ruptura
esfuerzos críticos para los que se produce el compor de las partículas: ésta es grande cuando la granulo-
tamiento plástico de las arenas y, por consecuencia, metría es uniforme y mucho más pequeña si la curva
sus grandes deformaciones, serán menores cuanto granulométrica es tendida. La producción de finos
mayor sea el tamaño de las partículas, y éstas sean también crece con la angulosidad de las partículas y
más angulosas, cuanto más suelto y uniforme sea el con la presión efectiva, e igualmente es mayor cuanto
suelo y cuanto menor sea la resistencia de las partícu más suelto es el material.
las individuales. La Fig. 1*19 (Reí. 22) presenta una relación en
Desde luego es cierto que los niveles de esfuerzo tre las características de compresibilidad de varios
a que se refieren las investigaciones citadas por Lambe materiales granulares, representadas por lo que los au
y Whitman (por mencionar un solo ejemplo de toda
tores definen como módulo cdométrico (E m = —
la evidencia experimental que ya va habiendo) son
inusualmente altos en relación a la práctica inge- donde mv es el módulo de variación volumétrica,
nieriL Estos datos se mencionan, más que natía, como tal como se define en la referencia 17, en la forma
norma de criterio. acostumbrada en la literatura estadunidense), corre
Como ya se ha dicho, la deformación de suelos lacionándolo con el peso específico seco correspon
friccionantes en compresión confinada va acompaña diente a diversos grados de compactadón.
En la Fig. 1*20 aparecen los resultados obtenidos 1.98 T/mS. £1 material 5 fue otro gueiss granítico
al medir la compresibilidad de lies materiales nom con granulomeuía inás uniforme que el 2 y con un
brado» 1. 2 y S (Reí. 24). peso volumétrico de 1.62 lon/m"; no se reporta su
£1 material 1 est i formado por fragmentos de resistencia a la compresión sin confinar.
basalto, |voducto de trituración. Los fragmentos eran Puede verse en la Fig. 1-20 que las curvas rela
sanos, con una resistencia a la compresión sin con* ción de vacíos-presión de cámara presentan las carac
lig terísticas de las de los suelos preconsolidados (ser
lin a r s u p erio r a 1,000 ----- y e l peso v o lu m é tric o seco sección 1-12). En la misma figura se aprecian los
r cm 3
valores del coeficiente de compresibilidad ar para los
del espécimen fue de 2.1*1 ™ . £1 material 2 fue un tres materiales (ver la misma sección 1-12, adelante);
es de notar que los valores del coefidente de com
gneiss granítico, producto de explotación con explo presibilidad son sufidentemente importantes como
sivos; las partículas presentaban capas delgadas de para justificar asentamientos grandes en terraplenes
esquisto; su resistencia a la compresión sin confinar altos, dentro de la práctica actual de las vías terres
luj tres.
fue de 740 — y tenfa un peso volumétrico seca de
cm3
la de C1 Infiernillo (Ref.
ech
Compresibilidad de suelos cohesivos 43
•M *0 • 0<
TA M A Ñ O » ■ ■ » . I t i c U« l TA M A Ñ O , ai i* . It«c lo »)
o. A n te s de lo pruebo. b .D e s p u e s de lo pruebo.
Resultados como lot anteriores estin contra la posición granulométrica y en las propiedades me
actitud tradicional, aún más común en la tecnología cánicas del material, muy especialmente en la com
de las vías terrestres de lo que fuera de desearse, de presibilidad. La Fig. 1*22 muestra las curvas de
que los pedraplenes tienen un comportamiento "no composición granulométrica de los tres materiales
ble", independientemente de tus dimensiones y de de enrocamiento estudiados por Marsal y sus colabo
como se construyan. De hecho, Marsal y sus colabo radores, a los cuales ya se ha hecho referencia un
radores (Ref. 26) han encontrado para el caso de poco más arriba (Ref. 24), antes y después de ser
la Presa del Infiernillo de 148 m de altura (Fig. probados en la cámara triaxial gigante, llegando a
1*21) que los respaldos de enrocamiento han sufrido presiones de confinamiento de 25 kg/cm*.
asentamientos del mismo orden que los del corazón Es de notar muy especialmente la degradación
impermeable arcilloso, construido con materiales de subida por el material N ? 3 (de granulometría muy
los que tradicionalmente se consideran compresibles. uniforme), aunque el fenómeno es claramente per
Un problema fundamental y estrechamente rela ceptible en los tres materiales. Parece claro que a
cionado con la compresibilidad de los suelos granu mayor uniformidad de la granulometría original se
lares de grano grueso bajo cargas importantes y que tiene mayor rotura de granos.
ha sido puesto de manifiesto por la investigación Marsal propone como medida de la rotura de
moderna, es el que se refiere a la ruptura de las par granos un número, representado por B, que se obtie
tículas y su contribución a la deformación total (Rcfs. ne como sigue. Una vez que se dispone de la curva
24 y 25). El fenómeno produce cambios en la com- granulométrica del material antes y después de la
prueba triaxial, es posible comparar los porcentajes
retenidos en ambos casos y obtener sus diferencias;
se consideran positivas las diferencias en que el por
centaje de la granulometría original es mayor y ne
gativas en caso contrario. Pues bien, la suma de las
diferencias positivas es precisamente el valor de B
buscado. Es evidente que la diferencia a i cada por
centaje retenido representa la fragmentación que ha
tenido lugar en esa fracción del suelo. En la Fig. 1-23
(Ref. 24) se relaciona el coeficiente B de rotura de
granos con el valor de la presión de confinamiento
utilizada en la cámara triaxial, en diferentes pruebas.
A Consolidación
Co«uolid¿<nrtrm nruraáliro*
tipo Geotcc
Detalle dd tonwWirtftiwma
mación ra/rmblc. realizando la prueba de compre Fig. 1-24 se aplican cargas a la muestra, repartién
sión confinada o de consolidación unidimensional dolas uniformemente en toda su área con el disposi
(párrafo 1-10} sobre esperímenes representativos del tivo formado por la esfera metálica y la placa colo
suelo, extraídos en forma tan inalterada como sea cada sobre la piedra porosa superior. Un externó-
posible. Se puede asf calcular la magnitud y la velo metro apoyado en el marco de carga móvil y ligado
ddad de los asentamientos probables debidos a las a la cazuela fija, permite llevar un registro de las
cargas aplicadas. deformaciones en d suelo. Las cargas sc aplican en
Desde luego es derto que en las pruebas de lal>o- incrementos, permitiendo que cada incremento obre
ratorio hechas con muestras pequeñas se produce la por un espado de tiempo sufidente para que la ve
consol i dadón en tiempos muy cortos, en compara loddad de deformarión se reduzca prácticamente a
dón con el tiempo en que el estrato real de ardlla cera
se consolidará bajo la carga de la estructura. De En cada incremento de carga sc hacen lecturas en
hecho, en la aplicadón de las teorías a la práctica de el cxtensótnctro, para conocer la deformación corres
la Mecánica de Sucios se supone que todas las cons pondiente a diferentes tiempos. Los datos de estas
umes de consolidadón son las mismas en el proceso lecturas sc dibujan en una gráfica que tenga pot
rápido de laboratorio que en el mucho más lento abscisas los valores de los tiempos transcurridos, en
que tiene lugar en la naturaleza. Si éste es el caso o escala logarítmica, y como ordenadas las correspon
no, no sc sabe en la actualidad. Es posible que lo dientes lecturas del exteiuómctro, en escala natural.
anterior sea uno de los factores que influyan en el Estas curvas se llaman de consolidadón y se obtiene
hecho observado de que los asentamientos predichos
sean mayores que los reales.
Una prueba de consolidadón unidimensional es
tándar sc realiza sobre una muestra labrada con for
ma de dlindro de pequeAa altura en comparadón
al diámetro de la secdón recta. La muestra se coloca
en el interior de un anillo, generalmente de bronce,
que le proporciona un completo confinamiento la
teral. El anillo se pone entre dos piedras porosas,
una en cada cara de la muestra: las piedras son de
sección circular y de diámetro ligeramente menor
que el diámetro interior del anillo. El conjunto se
coloca en la cazuela de un consolidómetio (Fig.
1-24). El consolidómeiro mostrado en dicha figura
es del tipo “ de anillo flotante", hoy prinapalmcnte
usado y asi llamado porque se puede desplazar du
rante la consolidadón del suelo. Figura I-2V. Forma típica de la curva de cornolidación en
Por medio del marco de carga mostrado en la arcillai ((aera de escala).
46 Breves rtotiones de mecánica de suelos
<W
Figura 12*1. Forma ilp iu de compraibilidad « i suelo» cnmpinibln. » ) Rrprcarnuád» aritmétira, b ) Rcpm eaUdóo aerai-
logarítmica.
una para cada incremento de carga aplicado. En la te a cero; en esta etapa se tiene una recuperación del
figura 1*25 se muñirá la forma típica (fuera de es espécimen, si bien ¿ t e nunca llega de nuevo a su
cala) de una de estas curvas. relación de vados inicia!; el tramo C de la figura
Una vez que el suelo alcanza su máxima deforma* 1-26.6 corresponde a esta segunda etapa, con el es
ción bajo un incremento de carga aplicado, su reía* pécimen llevado a carga final nula, como es usual.
ción de vacíos llega a un valor menor evidentemen El tramo A de la curva de compresibilidad suele
te que el inicial, y que puede determinarse a partir
de los dalos iniciales de la muestra y las lecturas del
ex tensómetro. Así. para cada incremento de carga
aplicado se tiene finalmente un valor de la relación
de vacíos y otro de la presión correspondiente ac
tuante sobre el espécimen. En suma, de toda la prue
ba, una vez aplicados todos los incrementos de carga,
se tienen valores para constituir una gráfica en cuyas
abscisas se ponen los valores de la presión actuante,
en escala natural o logarítmica, y en cuyas ordenadas
te anotan los correspondientes de e en escala natu
ral. Estas curvas se llaman de compresibilidad y de
ellas se obtiene una en cada prueba de consolidación
completa. En la figura 1*26 se muestran, fuera de
escala, las formas típicas de estas curva».
Generalmente en una curva de compresibilidad
se definen tres tramos diferentes. El A (Fig. 1-26.6)
es un tramo curvo que comienza en forma casi hori
zontal y cuya curvatura es progresiva, alcanzando su
máximo en la proximidad de su unión con el tramo
B. El B es por lo general un tramo muy aproxima*
dam n tc recto y con él se llega al final de la etapa
de carga de la prueba, al aplicar el máximo incre
mento de carga, al cual corresponde la máxima pre
sión sobre la muestra. A partir de este punto es
común en la prueba de consolidación someter al es
pécimen a una segunda etapa, ahora de descarga,
en la que se le sujeta a cargas decrecientes, permane
ciendo cada decrcmento el tiempo suficiente para que Figura 1-27. Cuna* de compresibilidad para do* procesos de
la velocidad de deformación se reduzca prácticamen carga y descarga consecutivo*.
Material protegido por derechos dí
Com flexibilidad de suelos cohesivos 47
u « p r o t ó n en «I a g u o « n e x c a s o de lo
h id ro tto 'ü e a .
a un solo ciclo de carga y descarga, como es usual como se muestra en la Fig. 1-29, la distribudón ¡ni
en una prueba normal de consolidación unidimen dal de presiones en el agua será lineal (línea 1-2
sional y se obtenga una gráfica del tipo que aparece de la Fig. 1-29). N o habrá en d fluido ninguna ten
en la Fig. l-26.fr, hay evidencia experimental sufi dencia a moverse, si se despreda el peso propio de
ciente para concluir que las presiones correspondien los pistones y resortes o si se considera que el dispo
tes al tramo A ya han sido aplicadas al suelo en otra sitivo llegó al equilibrio en el comienzo del experi
época, mientras que las correspondientes al tramo B, mento. Si se aplica bruscamente una carga P al pri
son de magnitud mayor que las soportadas anterior mer pistón, en el primer momento el fluido deberá
mente. soportarla totalmente, generándose en él una pre
A fin de obtener una concepción objetiva del sión en exceso de la hidrostática. que se transmite
proceso de consolidación unidimensional de suelos con igual valor a cualquier profundidad. El nuevo
finos, se estudiará en primer lugar un modelo mecá diagrama de presiones en el fluido será ahora la
nico propuesto por Terzaghi, que es una modifica línea 5-4 de la Fig. 1-29. N o existe aún ningún gra
ción de un modelo originalmente sugerido con otros diente hidráulico que tienda a producir un movi
fines por Lord Kelvin. miento del fluido, si se exceptúa el orificio supe
Considérese un cilindro de área de sección recta rior, que está en las condiciones antes analizadas
A, provisto de un pistón sin fricción, con una peque para el caso de una sola cámara. l a diferencia de
ña perforación en él, tal como aparece en la Fig. 1-28. presiones en dicho orificio {P }A ) crea un gradiente
A l pistón lo soporta un resorte unido al fondo hidráulico que produce un flujo del fluido, hada
del cilindro y éste está totalmente lleno de un flui afuera de la primera cámara; tan pronto como se
do incompresible. Si se coloca sobre el pistón una inicia esc flujo, la presión en el fluido de la primera
carga P, manteniendo el orificio cerrado, es eviden cámara disminuye, transfiriéndose simultáneamente
te que el resorte no puede deformarse nada y, así, una parte de la carga al resorte, l a reducción de la
toda la carga P estará soportada por el fluido. presión del fluido en la primera cámara causa, por
Pero si se permite que el fluido salga por el ori diferencia con la segunda, un desnivel de presiones
ficio, abriendo éste, también es evidente que habrá en el segundo orifido, por lo cual el fluido tenderá
una transferencia gradual de carga del fluido al re a pasar de la segunda a la primera cámara. Como
sorte; en efecto, entre el interior y el exterior del consecuenda, disminuye también la presión del flui
cilindro, en el orificio, habrá en un principio una do en la segunda cámara, transmitiéndose así la ten
diferencia de presión igual a P\A, que genera el gra dencia al flujo a las cámaras inferiores. E! fin del
diente necesario para que el fluido salga por el ori proceso será, obviamente, el momento en que la pre
ficio, permitiendo la deformación del resorte, que sión en el fluido vuelva a la condición hidrostática,
tomará carga de acuerdo con la ley de Hooke. La estando la carga P totalmente soportada por los re
velocidad de transferencia depende del tamaflo del sortes.
orificio y de la viscosidad del fluido. Es claro que En cualquier instante (¿) después de la aplica-
si se permite al resorte una deformación suficiente dón de la carga (/*), la distribución de presiones
mente grande, se logrará que la totalidad de la car del fluido y los resortes, u y p respectivamente, es
ga P quede soportada por él. volviendo el fluido a la que se indica con la línea quebrada que aparece
sus condiciones anteriores a la aplicación de P. en la ya citada Fig. 1-29, Nótese que en cada cáma
Si en lugar de un cilindro con su resorte se con ra la presión en el fluido sigue una ley lineal y que
sidera ahora una serie de cilindros comunicados las discontinuidades en la presión, representadas por
A*
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Figura 1-50. Estrato (le sudo de extensión infinita sometido a un proceso de coosolidatídn unidimensional.
Compresibilidad de suelos cohesivos 49
los tramos horizontales, se producen solamente en los Esta ecuación expresa el progreso del fenómeno
orificios. Conforme el tiempo pasa, la línea quebrada de la consolidación unidimensional, con flujo ver
se desplaza continuamente hada la izquierda. tical.
Si el volumen de las cámaras sc considera muy La ecuación (1-37) tiene solución matemática
pequeño y el número de ellas muy grande, el mo bajo la forma de la ecuación diferencial (Ref. 17):
delo se acercará a la condición que prevalece en los
suelos. La línea quebrada que representa la distri *< » + « ) ü í f „ l l n-39)
bución de presión en un número pequeño de cáma r- 3** di
ras tenderá a convertirse en una curva continua a
medida que el número de cámaras aumente. (Curva que se ha llamado ecuación diferencial del p ro c es o
de trazo discontinuo en la Fig. 1-29.) de consolidación unidimensional con flujo de agua
En el suelo, la estructuración de las partículas sólo vertical, pues sc planteó y dedujo bajo tales
sólidas puede considerarse representada por los re hipótesis.
sortes del mode'o. el agua intersticial libre por el En ella:
fluido incomprensible de las cámaras y los canalícu k, es el coeficiente de permeabilidad del suelo.
los capilares por los orificios de los émbolos. e, es la relación de vacíos del suelo (antes de ini
Considérese ahora un estrato de suelo de exten ciarse el proceso de consolidación).
sión infinita según un plano horizontal y de un es a, es el coeficiente de comprensibilidad del suelo.
pesor, H , tal que pueda considerarse despreciable la
presión debida al peso propio del suelo y del agua de Af
del mismo, en comparadón a las presiones produci + (1-40)
das por las caigas aplicadas. (Fig. 1-30.) dp Ap
Sc supondrá que el agua sólo puede drenarse por
la frontera superior del estrato, al cual sc considera Este coefidente expresa el cambio de la reladón
confinado inferiormente por una frontera impermea de vados para un incremento dado de la presión
ble. El estrato ha estado sometido a una presión efectiva; es la pendiente de la curva de compresibi
durante el tiempo suficiente para consolidarse total lidad (Fig. 1-26). A partir del coefidente a¥ se de
mente bajo esa presión. Considérese que en las con fine:
diciones anteriores se aplica al estrato un incremen
to de presión Ap. La presión total sobre el estrato " " " 7 + 7 <M 1 >
será p2 = + Ap. Inmediatamente después de
aplicar el incremento de carga, éste se soporta ínte llamado coeficiente de variadón volumétrica, que ex
gramente por el agua intersticial, que adquirirá por presa la compresibilidad del suelo, rdarionindola
lo tanto una fxesión en exceso de la hidrosútica (a lo con el volumen inirial (Ref. 17).
largo de todo el espesor H ) , igual a Ap, como se Finalmente, la expresión
muestra en la Fig. 1-30. 6.
A l cabo de un tiempo l habrá escapado cierta can
é ± 4 - t . < m í>
tidad de agua por la suj>erf¡cie superior y, conse ar ym
cuentemente, parte del exceso de presión hidrostá- define el llamado coeficiente de consolidación del
tica se habrá transferido a la estructura sólida del suela
suelo (A¿j). La distribución de la presión entre la Para llegar a una soludón manejable, la ecua-
estructura del suelo y el agua intersticial (p « pt + d ón (1*39) ha de resolverse para las condidones ini
+ A& t w, respectivamente) queda representada por ciales y de frontera del problema particular de que
la curva l = i en la misma 1-30.6. sc trate.
Es evidente que La soludón que se mendona en lo que sigue con
sidera que la presión Ap que produce la consolida-
A p — A p 4- u (1-36)
dón de un estrato de espesor H , es constante en
todo el espesor (la soludón es también aplicable a
y la ecuación anterior es válida en cualquier instan
una repartidón triangular de la presión). Dicha so
te, t y a cualquier profundidad, z. En un instante
ludón es (Ref. 17):
posterior, i -f di, la nueva distribución de presiones
aparece también en la Fig. 1-30.6. En esta figura se W ■* OB
puede ver que tanto la presión Ap, en la estructura
del suelo, como la ti, en el agua intersticial, son fun n» 0
ciones de la profundidad, z, y el tiempo t. Puede
escribirse i 4 # r(2 n + 1 )* z “|
« = / o (1-37) { (2n + 1) * L 2
Por lo tanto, (2n + l ) » * * C r i
Ap »- Ap - u - Ap - /(z, í) (1-38) « 4H1 I (1-43)
50 Breves nociones de mecánica de suelos
ce i.o ii
(b)
lid*ción. 4) Trazado arit
mético. 6) Trazado acml-
logarítmico.
Jerech
Compresibilidad de suelos cohesivos 51
Relación teórica V (% ) — T
[- T— -
n
U ( % ) = 100 V (% ) T
¿ - * (2 n 4- 1)
n~ 0 0 0. 000
10 0.008
15 0.018
(2n 4- l ) * i « 3
(M 6) 20 0.031
4
25 0.049
30 0.071
La expresión (I-46) establece la relación entre el 35 0.096
grado de consolidación de! estrato y el factor tiem 40 0.126
po, y es la expresión conclusiva de la Teoría de la 45 0.159
Consolidación Unidimensional de Tenaghi. 50 0.197
A partir de la expresión ( I -46), dando valores a 55 0.238
T y calculando la correspondiente de V , resulta la 60 0.287
relación anotada en la tabla l-l y representada en 65 0.342
la Fig. 1-51. 70 0.405
La Tenrfa de la Consolidación Unidimensional, 75 0.477
que desemboca en la relación expresada en la ecua 80 0.565
ción (1-46), en la tabla 1-1
o en la Fig. 1-31,
está 85 0.684
obtenida bajo las siguientes hipótesis (Ref. 17): 90 0.848
a) El suelo se deforma en una sola dirección, 95 1.127
por ejemplo la vertical. 100
b ) El flujo del agua ocurre sólo en la dirección
vertical.
c) Es válida la ley de Darcy. t a hipótesis (c ) probablemente se ajusta 1Mistante
d) E! suelo está totalmente saturado. a lo que sucede en los suelos finos cohesivos.
e) El agua y las partículas minerales del suelo Las hipótesis (d ) y (e ) seguramente no inducen
son incompresibles, al ser consideradas individual errores muy graves en las aplicaciones de la teoría a
mente. suelos muy finos (arcillosos) situados bajo el nivel
/) La variación en espesor del estrato es lo sufi freático (como suele ser e! caso de los suelos trans
cientemente pequeña como para que un valor dado portados y depositados en zonas lacustres, fluviales o
de la variable z pueda suponerse constante durante marinas); sin embargo, hay dudas sobre lo que pue
todo el proceso de consolidación. dan deformarse y romperse los cristales de suelo, bajo
jt) a B es constante en el estrato. las altas presiones que en realidad actúan entre sus
h ) El coeficiente de consolidación, C „ es cons puntos de contacto.
tante durante todo el proceso de consolidación. La importancia de las hipótesis sólo puede juz
i) En el momento en que se hace una aplicación garse comparando las predicciones de la teoría que
práctica de la Teoría de la Consolidación al cálcu las contiene, con las observaciones reales; de hecho,
lo de un asentamiento, obteniendo los parámetros en este caso particular, los resultados de la T eoría
de comportamiento del suelo (por eiemplo, el C¥) de de la Consolidación ha demostrado muchas veces
una prueba de compresión no confinada efectuada su excelencia para predecir el comportamiento de la
en el laboratorio, se acepta que estos parámetros tie mayoría de las arcillas, dentro de la aproximación
nen en el fenómeno real los mismos valores que en ingenieriL
la prueba, lo que equivale a aceptar la plena rcprc- En la Ref. 17 se presentan ligeras variantes de la
sentatividad de la |>rucba y a despreciar todos los teoría aquí expuesta para el caso de distribuciones
efectos de escala entre prueba y realidad. de la presión exterior dentro del estrato diferente de
El conjunto de las hipótesis anteriores señala el la uniforme, que es la que se ha considerado.
campo de aplicabilidad de la Teoría de Terzaghi. Ya Se vio que el factor tiempo se definía como
se comentó que las hipótesis (a ) y (b ) son razonables
en estratos de gran extensión y mucho menor espe T _ * 0 + 0 t
sor, pero naturalmente no se puede hablar de flujo (1-47)
\*eriical únicamente, si la masa de suelo en consoli
dación bajo carga tiene dimensiones de! mismo or
den en las tres direcciones del espacio; inciden tai Esta ecuación puede escribirse:
naente, puede señalarse que en la Ref. 17 se estudia
la extensión de la Teoría de la Consolidación a ca a, Y . H *
t - (1-48)
sos de flujo bi y tridimensional. * ( ! + *)
ech
52 Breves nociones de mecánica de suelos
:: v “.v,
t
f
M o lin o tfo j«e t o fio
d*i ogwo • H
r
i
2H
i
lY 'V w
/.V i-y.. . M o••n••t o ••'••• - • « 5
p «r m « o b l«
Figura 1-32. Esquema* que ilustran d concepto de espesor efectivo que gobierna el tiempo de consolidación.
Compresibilidad de suelos cohesivos 53
U %
L in e a t e ó r ic a del O %
O %
T r a m o de
c o n s o lid a d o ^
prim aria
50%
1 0 0 %
Lín T r a m o de c o n s o li»
secun —
talmente, lo que las curvas de consolidación se apar primaria. De los varios métodos propuestos para ello,
ten de la íonna teórica ofrece una medida simple se menciona a continuación uno debido al doctor
para calificar lo que esc suelo se aparta de un com A. Casagrande que requiere el trazo de la curva de
portamiento estrictamente apegado a la Teoría de consol ¡ilación en forma semilogarítmíca (Fig. 1*33).
Terzaghi. En trazado semilogarítmicó, la curva de consoli
Por lo tanto, si el suelo se apega a la teoría será dación presenta la ventaja de que en ella se define
posible lograr que las dos curvas coincidan total por un tramo recto, generalmente muy preciso, la
mente. a condición de modificar la escala de las cur liarte en donde la consolidación secundaria1 ya se
vas prácticas en la proporción conveniente. hace notable. Esto permite definir, por simple ins
F.n realidad, ningún suelo sigue estrictamente la pección, la zona en que la consolidación primaria
curva teórica, y para comparar una curva observada se completa; prácticamente hablando, esta zona es la
con la teórica, debe, en primer lugar, definirse en correspondiente a la transición entre la parte incli
qué punto de la curva de consolidación se supondrá nada de amplia curvatura y el tramo recto final (véa-
el 0% y el 100% «le consolidación, para ajustar la i » la Fig. 1-33). Empíricamente se ha observado
escala U (% ) con la de lecturas micrométricas. (A. Casagrande) que un punto fA ) obtenido como
la intersección del tramo recto de compresión secun
Si el suelo contiene algo de aire o si la muestra
daria-y de la tangente a la parre curva en su punto
no se ajusta perfectamente al anillo, existirá una de
de inflexión, represenra tolerablemente la línea prác
formación rápida inmediatamente después de la apli
tica divisoria entre la consolidación primaria y la
cación del incremento de carga. Observando las lec
secundaria, es decir, el 100% de consolidación pri
turas del micrómetro no puede definirse si las pri
maria.
meras deformaciones se deben a esos ajustes rápidos
Como el efecto secundario se presenta desde e)
o representan ya el inicio del fenómeno de consoli*
principio de la prueba, realmente no es posible fijar
dación. Afortunadamente, la curva de consolidación
un punto específico en el cual el efecto primario ter
para la primera mitad del proceso es prácticamente
mine y aquél empiece. Por lo tanto, hasta cierto
una parábola y puede determinarse un 0% "teórico''
punto, la definición anterior de) 100% de consolida
por la aplicación de una propiedad simple de tales
ción es arbitraria. En la primera parte del desarro-
curvas.
Más diUril es la determinación del punto teóri > Esu rotwoHdadón ae ddine má« adelante en ene inUmo
camente corres|»ndicnte al 100% de consolidación párrafo/
■••■■••■•■■•■a
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m . 'i i a N i N i i
B N iV M IN a H S Í
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aiMtlIMBlft?*
0.28 O.S 0.75 ifi uta
lio de la curva de consolidación, el efecto secunda torio es totalmente inapropiada para efectuar las de
rio no es aún muy notorio y por esta razón se en bidas construcciones. D. W. Taylor ha desarrollado
cuentra que la relación parabólica, ya mencionada, un método alternativo para el cálculo de los coefi
es conecta dentro de una aproximación razonable. cientes de consolidación que da buen resultado en
La linea del 0% de consolidación puede ahora en* muchos casos en que falla el anteriormente descrito.
contraríe como sigue (Fig. 1*33). El método exige el trazado de la curva teórica en
Escójase un tiempo arbitrario, i » tal que el pun unos ejes en los que se usan como ordenadas los va
to correspondiente, B, en la curva observada esté lores de V (% ) y como absdsas los valores de v / T
situado, de un modo notorio, antes del 50% de con (Fig- 134.a).
solidación. Obténgase el punto C, correspondiente a La curva teórica resulta una recta hasta un pun
un tiempo f (/4 y determínese la diferencia de orde to cercano al 60% de consolidación, como debe suce
nadas, a, de los dos puntos. der teniendo en cuenta que es aproximadamente pa
Puesto que entre esos dos puntos hay una relación rabólica en ese intervalo.
de abscisas de 4 y puesto que se advierte que son De la tabla de valores, ya obtenida. U (% ) — T ,
puntos de una parábola, se sigue que su relación de puede determinarse que la abscisa de la curva es 1.15
ordenadas ha de ser de y f i = 2. Es decir, el origen veces la correspondiente a la prolongación del tramo
de la parábola está a una distancia a arriba de C. recto, para una ordenada de 90% de consolidación.
Es aconsejable repetir esta construcción simple va Esta característica se usa en la curva de consolida
rías veces, partiendo de puntos diferentes y situar ción obtenida en el laboratorio, para encontrar el
el 0% de consolidación a una elevación promedio de 90% de consolidación. En la Fig. 1-34.6. se muestra
las obtenidas. una forma típica de curva real en representación de
En la Fiir. 1-33 puede vene en la parte derecha lecturas micrométricas —\/t- Prolongando el tramo
la escala U (% ) trazada a partir de los límites en recto puede tenerse una línea trazada con suficiente
contrados. Es así evidente el modo de encontrar el precisión. A continuación trácese otra recta con sus
tiempo necesario para que la muestra de suelo al* absdsas 1.15 veces corridas hada la derecha, respec
canco, por ejemplo, el 50% de consolidación. (Este to a la anterior. Esta segunda línea corta a la cur
valor del tiempo, juega un papel de interés en va de consolidadón de un punto al que correspon
cálculos que se detallarán posteriormente.) de d 90% de consolidadón primaría. Nótese que
Nótese que toda la construcción anterior depen la prolongadón del tramo recto de la curva de labo
de, en principio, de que puede situarse la escala ratorio corta el origen de ordenadas en un punto
U (% ) en las diferentes ctuvas de consolidación, o que debe considerarse como el 0% de consolidadón
sea de poder determinar en éstas el 0 y el 100% de primaría y de este punto debe partir la segunda recta
consolidación primaria. Esto, a su vez, depende de mendonada.
que la forma de la curva de consolidación se ape Usando esta construcción conviene calcular el C,
gue a la curva teórica, de modo que se definan los con la expresión
quiebres y las inflexiones necesarias. Desgraciadamen
te esto no siempre sucede en la práctica y muchas ... 0.848 H * _
C ,— - 2 . H * — — (1-52)
veces la forma de las curvas obtenidas en el labora- **0 <M
chi
Compresibilidad de suelas cohesivos 55
P r t s l o n , kg / c m 2
Presión» kg/cm*
Figón W7. Influencia de la carga de prrcomolidaddn en el
Figu ra IJ S . D eterm inación de la carga de p reco m o li dación. cálculo de aientimicnto*.
56 Breves nociones de mecánica de suelos
muy notable por las expansiones u otras deforma* asentamiento total que un estrato arcilloso sufrirá al
dones menores de la muestra. De ahí se sigue que redbir una solidtadón exterior y el análisis de la
si el suelo está totalmente consolidado bajo una pre evoludón de ese asentamiento con el tiempo, ambas
sión actual (P|. usualmente el peso propio del ma cosas igualmente importantes para el ingeniero de
terial sobrevadente). la consolidación adicional bajo vías terrestres. La magnitud del asentamiento total
un incremento de carga Ap cualquiera puede calcu* es de importanda obvia; baste dedr que su cálcu
larse con la expresión sendlla lo podrá indicar, por ejemplo, cuánto se hundirá un
terraplén cimentado sobre arcilla blanda o cuánto se
hundirá el puente al que tal terraplén sirve de acce
so, según se elija para éste uno u otro tipo de cimen-
tación, de todos los que puedan usarse.
en donde H es el espesor total del estrato de suelo. La evolución del asentamiento con el tiempo es
Puede verse en la Fig. 1*36 que en el trazado semi- el otro dato impresdndible del ingeniero que ha de
logarítmico el monto del asentamiento total bajo un preocuparse por hundimientos; es radicalmente dife
incremento de presión A , es menor cuanto mayor es rente el efecto de un asentamiento de 30 cm (por
la presión efectiva inidal (p t) . mendonar una cifra) sobre una estructura rígida, tal
Si el máximo espesor de tierra sobreyacente que como un puente, si se produce en forma relativamen
el suelo haya soportado a lo largo de su historia geo te rápida, o si ocurre en un lapso de varios años.
lógica se hubiese erosionado parcialmente, el asenta En el ejemplo del puente y el terraplén de acceso
miento debido al incremento de carga resultará mu* antes menrionado, no bastaría al ingeniero conocer
cho menor, independientemente del hecho de que la los asentamientos totales de ambas estructuras para
curva de compresión virgen permanezca inalterada. comprender su interacrión; necesitará, además, cono
Por ejemplo (Fig. 1*37). si un estrato de ardlla ha cer cómo ocurre el movimiento de ambas estructuras
soportado alguna vez un colchón que le haya comu* a lo largo del tiempo; sólo así podrá llegarse a ideas
nicado una presión de 3 kg/cm3. que después se haya claras en cuanto a elección del tipo de cimentación
reduddo a I kg/cm3 por erosión y posteriormente conveniente, previsión de reniveladones o elevado*
aumentado hasta 2 kg/cm3 por la construcrión de nes de partes del puente, etc.; muchas veces el cono
una estructura, la compresión bajo la estructura ten cimiento de que una parte fundamental del asenta
drá lugar siguiendo la ley entre B y C, de la curva miento de un terraplén de acceso ocurrirá en un lap
de compresibilidad del suelo; esto produce A f. Por so breve, por ejemplo dentro del tiempo de construc
lo contrarío, si el suelo sólo se hubiese consolidado rión de un camino, permitirá llegar a soluciones muy
bajo su carga actual 1 kg/cm3, la ley seguida hubiese simples y seguras para establecer una buena inter
sido la que ocurre entre D y E, que conduce a la acción entre estructura de acceso y puente, tal como
compresión A._.. mucho mayor. Este ejemplo debe ter podría ser decidir que el terraplén de acceso se cons
suficiente para comprender la importanda del con truyese con suficiente anterioridad respecto al puen
cepto carga de preconsolidadón, en el análisis de te, elegiendo ya para éste un tipo de cimentación no
asentamientos. susceptible de sufrir asentamientos.
El asentamiento total primario de un estrato de
ardlla de espesor H , debido a un proceso de conso
B Asentamientos y expansiones
lidación unidimensional con flujo vertical, inducido
La aplicadón más útil de la Teoría de Consoli* por una sobrecarga Ap, actuante en la superficie del
dación unidimensional y de las ideas expuestas sobre mismo, puede determinarse a partir de los datos de
compresibilidad de suelos cohesivos es el cálculo del una prueba de consolidadón y del esquema de la
Fig. 1-38.
Si A í representa la disminudón de espesor de una
muestra de suelo, cuyo espesor total era ¿ = 1 + e0,
siendo e0 la relarión de vacíos inicial, puede expre
sarse el cambio de altura del elemento por la ex
presión
^ " T T 5 * “ ■“ >
! «
——-— dx (1*54)
I 4- e*
ae utor
58 Brevet nociones de mecánica de suelos
valor de C , para cada incremento de carga. Es así señalarse y es conveniente discutir, con base en idea-
posible dibujar una gráfica de C, contra la presión ]i/.aciones, algunos conceptos que no son evidentes,
media aplicada en ese intiemento, obtenida como pero que pueden servir de base |>ara analizar con
media aritmética de las presiones inicial y final. Para buen criterio un caso real.
un estrato real, sujeto a una sobrecarga Ap, se toma* Considérese, primeramente, un suelo de superfi-
rá como C¥ el valor medio de los correspondientes a d e horizontal, arcilloso y homogéneo, antes de ser
la zona de la curva cubierta por ese Ap. descargado. Para fadlidad de exposición se supone
Obtenido el Cv del suelo, la ecuadón (1*45) pue que el nivel freático coincide con la superfide del
de aplicarse en la forma terreno. El estado de esfuerzos neutrales, efectivos y
totales será el que se muestra con las líneas puntea
t = (1*58) das de la F ig 1-40. Supónganse ahora que se efectúa
una excavarión instantánea de profundidad h y de
extensión infinita. La presión total remosida será
Ahora. H es el espesor efectivo del estrato de sue XmJ* y. consecuentemente, el diagrama de presiones
lo. calculado según las condiciones de drenaje en la totales se redudrá en esa cantidad; como el estado
forma ya expuesta; Cv es el coeficiente de consolida de esfuerzos efectivos en la masa d d suelo no puede
d ón del suelo, redén calculado, dentro del intervalo cambiar instantáneamente, el agua que satura al sue
de presiones que representa la sobrecarga aplicada lo tomará la descarga, disminuyendo el diagrama de
al estrato. Así, dando valores a T , por ejemplo los esfuerzos neutrales también en la magnitud ymh.
que figuran en la labia (1*1), pueden tenerse y ta Como quiera que la presión original del agua a la
bularse los valores del tiempo en que el estrato al profundidad h era y j i , la nueva presión a esa pro
canza los grados de consolidadón correspondientes fundidad, después de la excavarión instantánea, será:
a esos factores tiempo. Como el asentamiento va sien
do propordonal al grado de consolidadón. pueden
r vj i — T mh = f m
A
en definitiva tabularse los valores de) asentamiento
que corresponden a distintos tiempos, según evolu-
dona el fenómeno de consolidadón. o sea que aparece en el agua una tensión igual a la
Esta última tabla obtenida puede dibujarse en es presión efectiva a la profundidad h, que en este caso
cala aritmética o en trazo seinilogarítmico, con el es el peso específico sumergido del suelo por dicha
tiempo en escala logarítmica, como abscisa. Se tiene profundidad.
así una curva de asentamiento previsto y su evolu* Debe notarse que, por ser la excavarión de exten
dón con el tiempo. sión infinita y por ser la nueva ley de presiones en
En muchos problemas prácticos, principalmente el agua lineal y paralela a la original, esta nueva
en lo que toca a aquellos casos en que el suelo es distribución de presión es hidrostática y, por lo tan
descargado, como por ejemplo en una excavarión, es to, de equilibrio, por lo que el agua no fluirá en
de interés poder determinar las expansiones que tie ninguna direcrión; por ello, el anterior estado de
nen lugar por la descarga efectuada. El problema es presiones neutrales, efectivas y totales se mantendrá
esencialmente pareado al del cálculo de asentamien en el tiempo y corresponderá tanto al momento ini
tos y. hasta cierto punto, con las ideas antes expues cial de la excavación, como a cualquier tiempo sub
tas se podría desarrollar un procedimiento similar secuente. I^as presiones efectivas, que se mantienen
para llegar a la meta propuesta. Sin embargo, la ex en el suelo, no permitirán, en este caso, ninguna
pansión presenta algunas pecub'aridades dignas de expansión.
Figón MOl Distribución de «fu en n » v n t io ln bajo el (onda de una excavación de extensión infinita.
Material protegido por derech
Asentamientos y expansiones 59
Figura 1-41. Distribución de rtfurrzo* «trticakt bajo el fondo de una excavación de rxttmidn infinita, con un manto acuttm.
de autor
60 Breves nociones de mecánica de suelos
descargándola después a partir de ese valor hasta p3 en el que se tenia una masa de suelo arcilloso homo
como mínimo, en el tramo de descarga de la curva géneo.
de compresibilidad así obtenida podrá determinar En las obras reales no se tienai. naturalmente,
se la variación Le correspondiente al suelo en la excavaciones de extensión infinita. I.as ideas ante
descarga efectuada. Procediendo en forma análoga riores. sin embargo constituyen la base del criterio
para otras profundidades se podrá dibujar la curva para discutir las excavaciones finitas, más o menos
(A e/ (l + <•„) ] — z, de influencia de los bufamien- idealizadas. En la Fig. 1-42 se muestra el caso de
los, la cual cubre un área que, a la escala correspon una excavación finita realizada en un medio arcillo
diente, mide el bufamiento total del «ir a to finito. so homogéneo; el nivel freático se considera a una
El bufamiento en el tiempo t podrá determinarse profundidad a partir de la superficie. En este
estudiando la evolución de la expansión con el tiem caso, el efecto de la excavación no será uniforme en
po, en la misma forma a i que previamente se estu todo el manto a i lo que a disminución de presiones
dió la del asentamiento primario. totales se refiere, sino que esta disminución habrá
Los conceptos av, m, y C¥ de la Teoría Unidimen de ser estimada en los diferentes puntos usando la
sional de la Consolidación tienen sus correspondien Teoría de Boussincsq. por ejemplo. En una prime
tes concepto) análogos ar„ m „ y C „ para la descarga, ra aproximación podrá afirmarse que lo que dismi
que pueden usarse en los misinos casos y en forma nuye la presión neutral en cada punto de la masa
análoga a la discutida. será lo que disminuya la presión total (recuérdese
En cuanto a la masa semiinfinita colocada bajo el primero de los dos casos de excavación infinita
el acuífero, su bufamiento total será, teóricamente, arriba tratados); por ello, la presión neutral dismi
infinito, por lo que sólo tiene sentido práctico calcu nuirá más en las zonas centrales de la excavación y
lar el bufamiento para un tiempo finito l. en los niveles próximos al fondo, y estas disminucio
Nótese que el punto clave para que la expansión nes serán cada vez menores según se alcancen los
pueda tener lugar está en el hecho de que el acuí- bordes de la excavación (o fuera de ella) y según se
fero mantenga su presión neutral; si por algún mé profundice en la masa de arcilla homogénea. Esto da
todo artificial, esta presión se abale al valor f mh, origen a un flujo de agua del extaior hacia el cen
(Fig. M I ) el proceso de expansión no podrá tener tro y de las zonas profundas hacia el fondo de la
lugar. Esto se puede realizar en la práctica por me excavación (Fig. M 2 ) .
dio de poros en que se bombee la cantidad adecuada Por lo tanto, la masa de suelo bajo la excavación
de agua del acuífero; así se logrará convertir este se expandirá más en el ceniro del fondo de ésta, y
caso en otro, análogo al primeramente tratado en esta la expansión irá disminuyendo hacia la periferia. Se
sección, en que no existía ningún acuífero. gún ya se dijo, en depósitos naturales de ardlla por
Si en el caso ahora analizado el acuífero fuese lo general la permeabilidad es mayor en la dirección
un sistema hidráulicamente cerrado, es decir, que ca horizontal que en la vertical, por lo que el flujo ra
reciese de una fuente de agua (por ejemplo, el caso dial hacía la excavación influye más en la expansión
de una lente arenosa de extensión finita), la pre que el vertical, proveniente de zonas profundas, lia
sión neutral en el estrato arenoso bajaría instantá de hacerse notar en forma muy predominante que
neamente al salir el agua y el proceso de expansión d simple hecho de efectuar la excavación en la masa
no se verificaría (en realidad por ser el agua incom arcillosa disminuyó las presiones neutrales bajo día
presible teóricamente, bastará que salga cualquier y si se llama nivel freático al lugar geométrico de
cantidad de agua, por poca que sea. para aliviar la los puntos en que la presión neutral es nula (con
presión neutral en el estrato de arena); este caso se origen de presión en la atmosférica), este nivel se
vuelve así similar al primero tratado en esia sección. habrá abatido por sf mismo aún más abajo que el
fondo de la excavación al efectuar esta.
Si bajo d fondo de la excavación hay estratos
permeables de gran extensión que funcional como
cxomscion oe
Mnl frWttc»^ abasterimientos de agua, éstos harán que el proceso
exrtNSiON fihita de expansión sea mucho más rápido (revísense las
ideas correspondientes al segundo caso de excavación
rm » n m
infinita discutido). Para reducir a un mínimo la ve
ft«J* n M
locidad de expansión en el fondo de una excavación
se ha recurrido en la práctica a lo que resulta obvio
tras haber discutido los casos de excavarión de exten
sión infinita; en primer lugar se han usado tablesta
cados más o menos profundos en los bordes de la
excavación, lo cual impide el flujo radial y permite
sólo el vertical, mucho más lento; en segundo lugar
se ha recurrido al uso de pozos de bombeo y otros
»N »
métodos (electrósmosis. por ejemplo) para abatir las
F igu ra 1-4Z. Esqurtna d r l flu jo d e agua h ada una excavación
presiones neutrales en puntos específicos y en las zo
d e e x ir o t ió n fin ita. nas próximas a ellos, a fin de constituir una verda-
Consolidación secundaria 61
C Consolidación secundaria
La consolidación consta en realidad de dos fenó
In4t«« dt menos superpuestos y mezclados. El primero es el
que se ha descrito con algún detalle en páginas an
Figura M I Correlación entre el (ndke de expamión y el teriores de este apartado y consiste en la transmisión
límite Uquido en suelo* (¡nos (Ref. 28). de la carga exterior, originalmente tomada por el
agua de los poros, a la estructura sólida del suelo; esta
transmisión va acompañada de una disminución de
dera pantalla de depresión en tom o a la excavación volumen y de la correspondiente pérdida de agua in
que intercepte el (lujo horizontal. Corno quiera que tersticial que se drena a través de las fronteras permea
estas excavaciones normalmente son provisionales y bles del estrato. Esta es la consolidación primaria.
sc construyen para existir durante un tiempo relati Pero es evidente que el proceso de disminución vo
vamente breve, se logra asi que en ese tiempo la ex lumétrica, al ir acompañado de un aumento de pre
pansión no alcance valores de consideración. sión efectiva, exige la aparición de otra fuente de
£1 hecho de que en suelos permeables, como las deformación, debida ahora a efectos discretos de re
arenas y las gravas, se tenga que recurrir literalmen acomodo de partículas minerales, para adaptarse a
te a abatir el nivel freático para poder efectuar una la nueva estructura más cerrada. Este proceso recibe
excavación en seco, ha hecho pensar frecuentemente el nombre de consolidadón secundaria y no es to
que esto debe lograrse también en arcillas, sin tomar mado en cuenta para nada en la teoría de consoli
en cuenta que, en estos materiales, el nivel freático dación unidimensional de Terzaghi.
baja por sf mismo cuando se excava. En las etapas iniciales de la consolidadón prima*
Las excavaciones reales no son instantáneas, sino ría, casi toda la carga exterior es tomada por el agua
que se efectúan en un espacio de tiempo. Esto no intersticial y ha ocurrido poca deformación volumé
invalida los razonamientos anteriores; lo que sucede trica en la estructura sólida; es entonces natural que
es que los abatimientos de presión neutral ocurrirán se noten poco los efectos de deformación por reaco
según la descarga se efectúa. modo. consistentes quizá en pequeños deslizamientos
Una idea de la expansión de los suelos puede ob relativos, giros y vuelcos de unas partículas respecto
tenerse calculando su Indice de expansión, definido a otras; por ello la consolidadón secundaría será poco
por la expresión perceptible en las etapas tempranas de la consolida
dón primaría. Por el contrarío, en las eupas finales
del proceso primario de consolidadón, mucha de la
c— r< k * « o -6 » presión exterior ha sido ya transmitida a las partícu
las minerales en forma de presión efectiva y ha te
y relacionado con la prueba de consolidación hecha nido ya lugar gran parte de la deformación volumé
en edómetro (consolidómetro). Asi definido, el índi trica que ha de produdne; por esta razón, será mu
ce de expansión es una medida de k> pendiente que cho más relevante la componente de deformadón por
resulta la curva de compresibilidad en el intervalo de reacomodo relativo de las partículas minerales al
descarga, durante el cual el suelo se expande. Pue adaptarse a la nueva estructura más cerrada. I j con
den obtenerse series de curvas de expansión en el solidadón secundaría sc hará más y más imporunte,
consolidómetro si se carga una serie de especímenes relativamente hablando, a medida que el proceso
a diferentes presiones verticales efectivas y se descar piimarío avance; de hecho, en las últimas eupas del
gan después de consolidados bajo ules presiones. Esas proceso primario la consolidadón secundaria puede
curvas tienden a ser paralelas en la representación ser de capital im porunda y también puede darse el
usual de la curva de compresibilidad, de manera que caso de que el suelo continúe sometido al proceso se
el coeficiente de expansión resulu variar muy poco cundario mucho tiempo después de que el proceso
con la presión efectiva bajo la cual el suelo sc haya primario haya terminado, por lo menos para todo
consolidado antes de expanderse. En la figura 1-43 fin práctico.
62 Breves nociones de mecánica de suelos
N o existe hasta este momento una teoría que per el ingeniero desearía; por ejemplo, los esfuerzos de
mita calcular la deformación que un suelo pueda su tensión, por mencionar el mismo esfuerzo ya citado,
frir por consolidación secundaría, en el sentido y con juegan a vece* papel no despredable en el agrieta
la confiabiliibid con que la teoría de Ter/aghi pue miento de obras de tierra y, de hecho, hoy sc siente
de permitir la valuación del asentamiento primario. en ocasiones que se ha ido demasiado lejos en el ol
Se han hecho muy importante* investigaciones de la vido de la tensión como un esfuerzo digno de ser in
boratorio y algunos intentos para llegar a un mode vestigado en reladón con los suelos. Pero el hecho
lo matemático de comportamiento; las referendas 29 esenrial permanece: el ingeniero hace trabajar al sue
y 30 pueden mencionarse entre las muchas dispo lo sobre todo al esfuerzo cortante, por lo que es ló
nibles. gico que sea la resistenda a este esfuerzo la que in
Existe evidencia experimental que permite con terese también de preferencia.
cluir que el proceso de consolidación secundaria que* En segundo lugar, ocurre que la resistenda de los
da representado por una recta en una gráfica de suelos a otros tipos de esfuerzos, como los de com
deformadón de una muestra en el consolidómetro, presión {pura, naturalmente), es tan alta, que tam
contra tiempo de prueba, en escala logarítmica (cur poco la resistenda es de interés práctico, pues los
va de consolidadón). Este hecho explica la diferen- suelos sometidos a compresión en cualquier caso real,
da de forma entre la curva de consolidación teórica fallarían por esfuerzo cortante antes de agotar su re
(Fig. 1-31) y la obtenida típicamente en el labora sistenda a la compresión propiamente dicha.
torio (Fig. 1-25), que adopta la forma recta en las En tercer lugar, es posible que el interés casi ex-
etapas finales del proceso primario, cuando la con dusivo de los ingenieros de suelos por la resistenda
solidadón secundaria se hace predominante. al esfuerzo cortante esté muy fomentado por el he
La consolidadón secundaría es más importante cho de que la Teoría de Falla más umversalmente
dondequiera que la primaría sea más corta, tal como usada en la Mecánica de Suelos sea una teoría de
sucede en los especímenes de laboratorio, en los sue esfuerzo cortante. Para comprender esta afirmadón
los orgánicos, en los estratos delgados o en estratos es preciso definir lo que se entiende por una Teoría
con gran abundancia de lentes de arena que propor- de Falla y todavía, yendo más al origen de los con
cienen drenaje. Muy especialmente, la consolidación ceptos, reflexionar sobre lo que ha de entenderse por
secundaría es importante en depósitos de turba, en falla, una de las palabras de uso más común por los
que la consolidación primaría puede ocurrir en for ingenieros, pero en rigor de las de más confuso sig
ma casi simultánea con la aplicadón de la carga. nificado.
Por lo tanto, en el caso de un terraplén construido
En términos generales, no existe aún una definí-
sobre un depósito de turba, en el que interese cono
dón umversalmente aceptada del concepto de falla;
cer el progreso del asentamiento ocurrido una vez
puede esta palabra significar el prindpio del com
terminada la estructura, se necesitará prestar aten-
portamiento inelástico de un material o el momento
dón espedal a la consolidadón secundaria, pues a
de la ruptura del mismo, por sólo citar dos interpre
ella se deberá la casi totalidad del asentamiento que
taciones muy comunes. Muchas veces el concepto falla
sc produzca a lo largo del tiempo.
está induso ligado a factores económicos y aun esté
ticos o de preferenria personal, a un grado tal que
es común que varíe radicalmente de unos espenalis
MS INTRO DUCCIO N A L PROBLEMA DE L A RE
tas a otros, de unos campos de la ingeniería a otros
SISTENCIA A L ESFUERZO C O R TA N TE D E LOS
SUELOS
o de un país a su vecino, de acuerdo con sus respec
tivos recursos o nivel de riqueza; piénsese, por ejem
plo. en tratar de definir lo que haya de entenderse
A Generalidades y teoría de falla
por falla de un pavimento.
En Mecánica de Suelos, la resistenda al esfuerzo Es derto que, a despecho de estas complejidades,
cortante constituye la característica fundamental a la no sude ser muy difícil en cada caso particular y
que se liga la capacidad de los sudos para adaptarse dentro de las condidones socioeconómicas del mis
a las cargas que actúen sobre ellos, sin fallar. mo, que un grupo de especialistas involucrados lle
Esto es debido a varías razones. En primer lugar, gue a una ddinidón razonable de falla para ese caso,
la resistencia de los suelos a ciertos tipos de esfuer y es derto también que esto es particularmente posi
zos diferentes del cortante, como ios de tensión» por ble cuando se trata de definir d comportamiento de
ejemplo, es tan baja que generalmente no tiene gran un material en una prueba concreta de laboratorio
importancia para el ingeniero. Por lo común las es o en una estructura concreta que haya de erigirse.
tructuras en que el ingeniero liace intervenir al sue- Por d io no es utópico pensar que en un caso dado
lo son de tal naturaleza que en ellas el esfuerzo cor pueda existir entre los especialistas responsables un
tante es el esfuerzo actuante básico y de la resistenda criterio unificado sobre lo que ha de entenderse por
a él depende primordial mente el que la estructura falla en ese caso.
no falle. Naturalmente que en estas estructuras ocu Pero aun en tan favorables drcumtandas surgirá
rre con frecuenda que esos otros esfuerzos diferen la pregunta de si el conjunto de normas de proyecto
tes del cortante intervienen a veces más de lo que o protección adoptadas garantiza d que una derta
Generalidades y teoría de falla 63
estructura no fallará. Y esta pregunta lleva a la ne* terio de Mohr-Coulomb, en el cual se emplea la ecua
resillad de responder a otra: ¿cuál es la causa de la ción 1-62 como representarión matemática, pero aban
falla de un material?, pues es claro que si no se de donado la idea original de Coulomb de que e y <f>
fine por qué fallan los materiales, no podrá decirse sean constantes del suelo, y considerándolas varia*
si un materia] concreto fallará o no. en una sitúa* bles en el sentido que se verá posteriormente. Se
ción determinada. advierte pues que la teoría de falla mis usada aun
La respuesta a esta fundamental pregunta es una en la actual Mecánica de Suelos atribuye la falla de
teoría de falla (Refs. 31 y 32). éstos al esfuerzo cortante actuante; resulta entonces
En la Mecánica de Suelos actual, la teoría de lógico que. en tal marco de ideas, la resistencia al
(alia más utilizada es lo que podría considerarse una esfuerzo cortante de los suelos resulte el parámetro
combinación de dos teorías clásicas algo diferentes. fundamental a definir en conexión con los prohle*
La primera, establecida en 1773 por Coulomb (Ref. mis de resistenria y falla.
33), dice auc un material falla cuando el esfuer/o La teoría de falla de Mohr*Coulomb permite, en
córrame actuante en un elemento plano a través de general. Pegar a resultados bastante satisfactorios en
un suelo alcanza el valor las aplicadones de la Mecánica de Suelos a los pro
blemas prácticos, pero indudablemente no es una
x( » e + 9 ran ^ (1-62) teoría perfecta en el sentido de que no permite pre
donde decir todas las fallas observadas ni explica toda la
evidencia exnerimental disponible. Quizá la explica
x¡ = esfuerzo cortante actuante, final o de falla, ción de estas deficiendas estribe en que esta teoría
c = cohesión del suelo supuesta constante por posee una defidenda básica, si se acepta que la falla
Coulomb. Resulta ser la resistencia del sue de un material se produce como consecuencia del es
lo bajo presión normal exterior nula. tado de esfuerzos que actúe en su interior. En efec
to. es sabido que dicho estado de esfuerzos puede
v = esfuerzo normal actuante en el plano de
describirse a final de cuentas por tres parámetros
falla.
independientes, por ejemplo los tres esfuerzos prin
¿ = ángulo de fricción Interna del suelo, tam*
cipales ff|, <r, y oy. en general, un estado de esfuer
bién supuesto constante por Coulomb.
zos no puede describirse por completo con menos de
tres parámetros independientes. Pues bien, la teoría
La otra teoría de falla es debida a Mohr (Ref. 34) de Mohr-Coulomb relaciona la falla con el esfuerzo
y establece que. en general, la falla por deslizamien
corlante actuante, el cual se relaciona con la diferen
to ocurrirá a lo largo de la superficie particular en cia de los esfuerzos principales máximo y mínimo
la que la relación del esfuerzo tangencial o cortante \x, = / ( ( ? , — {Ti)], pero no toma en cuenta el es
al normal (oblicuidad) alcance un cierto valor má
fuerzo principal intermedio, o?. De esta manera la
ximo. Dicho valen1 máximo fue postulado por Mohr teoría de falla no puede aspirar a cubrir en forma
como una fundón tanto del acomodo y forma de las
completa todos los casos de falla reales, por no to
partículas del suelo, como del coeficiente de fric* mar en cuenta en su totalidad las causas de la falla.
ción entre ellas. Matemáticamente la condidón de
La ex perimen radón actual parece indicar que el
falla puede establecerse
valor del esfuerzo a2 en la falla influye en derta
medida en los parámetros de resistenaa c y £ que
xf — 9 tan ¿ (1*65)
puedan obtenerse en el laboratorio, si bien proba
blemente esta influencia es moderada. También se
Originalmente Mohr estableció su teoría pensan
acepta que la falla de los materiales reales está in
do sobre todo en suelos granulares, en tanto que
fluida por cómo varíe a lo largo del proceso de
Coulomb propuso la ecuación 1-62 como criterio de
carga que conduce a la falla. Se considera fuera d d
falla para suelos cohesivos «pie comprenden a los
alcance de este libro una discusión más a fondo
suelos granulares como un cato particular, en d que
de estos temas, la cual puede encontrarse en obras
la resistencia al esfuerzo cortante es cero para un es
más especializadas, como por ejemplo las Ref*. 32,
fuerzo normal actúame nulo; esto equivale a par
35 y 36.
ticularizar la ecuación 1-62 del caso c • 0. En rigor
la dtfcrcnda esencia] entre la teoría de Mohr y la
de Coulomb estriba en que para el primero el valor
í
de ¿ no debe ser necesariamente constante. En tan
to que en una representación con esfuerzos norma
les en el eje de abscisas y tangenciales en el eje de
ordenadas, la ecuadón 1-62 quedará representada por
r
una linea recta, la 1-63 quedará representada por una
línea curva, que sólo como caso particular podrá
ser recta.
P
La Mecánica de Suelos actual suele utilizar como
criterio de falla lo que se acostumbra llamar el cri Figura H i Concepto mecánico de la (ficción.
64 Brexfs nociones de mecánica de suelos
ios pequeños y permitiendo que entre cada uno trans- dado en la naturaleza; si el suelo es prcconsolidado
curra el tiempo suficiente para que se disipe cual* pueden desarrollarse razonamientos análogos. En efec*
quier presión neutral que se origine en la zona ve* to, considérese la misma muestra anterior, pero fuer
riña a la superficie de falla, la resistencia de la ar temente consolidada por una presión y,, de gran
cilla quedará dada por la expresión magnitud. Si ahora sc descarga rápidamente la mues
tra, quitando la fuerza P que producía la y „ la ar
i => (ff| + tan ^ =• a* tan ¿ cilla tenderá a expanderse; como la muestra no pue
de tomar instantáneamente el agua necesaria para
Pues, en todo momento, 7, y Ay, son efectivas y
ello, aun en el supuesto de que existiese en el exte
no existen presiones neutrales en el agua.
rior disponible, el agua intersticial quedará sometida
Por otra parte, si F se anlicase rápidamente, en
a un estado de tensión tal que proporcione a las par
las roñas verinas a la «unerfírie de falla aoarecerian tículas minerales una presión suficiente para mante
nretiones neutrales rauodas ñor la tendencia al cam
ner el mismo volumen; obviamente, esta presión
bio de volumen bajo la deformarión tangenrial. En
debe ser la misma que actuaba antes sobre la arcilla
arcillas normalmente consolidadas esta tendencia es desde el exterior, es decir:
«iempre baria una disminución, por lo que los es-
filenos que anareren m el agua son nresiones, que
ti, ®
disminuyen los esfuerzo* efectivos. Si ti rcore«enta
a éstas presiones neutrales en el momento de la falla,
Si inmediatamente después de retirar la carga P.
la resistencia de la arriPa quedará dada por: la muestra se lleva a la falla, aplicando F rápidamen
1= (y, + Ay, — u) tan ^ *= (y , — u ) tan 4, te, la deformación tangencial en el plano de falla
ocasionará, según se dijo, una perturbación de la es
La resistencia al esfuerzo mr»an*e ha variado tructura sólida y la presión del agua intersticial, u,
plemente porque cambió la velocidad de aplicación consecuencia de ello, disminuye la tensión ti3 existen
de F. t e de acuerdo con lo dicho en el párrafo anterior.
El valor de u deoende grandemente de la sensi En este caso la resistencia al esfuerzo cortante podrá
bilidad de la estructura del suelo: bajo la deforma* escribirte, teniendo en cuenta que la presión total
rión que está teniendo lugar en la prueba, una es es nula, por haber retirado P y que u¡ « —c x
tructura sensible se degrada, tendiendo a disminuir como:
más su volumen, por lo que u sc hace mayor que en
el caso de una arcilla muy poco sensible a la defor i ° (0 — u3 — u) tan ¿ = (y, — u) tan 4
mación.
Esta es la resistencia que se interpreta histórica
SÍ. por el contrario, la prueba te efectúa estando
impedida la salida del agua de las piedras porosas mente como “ cohesión** de las arcillas, por ocurrir a
esfuerzo exterior nulo y que, según se ve, en realidad
hacia el exterior, el esfuerzo Aa, nunca podrá llegar
a ser efectivo, pues la arcilla no puede materialmen es también fricción consecuencia de la preconsolida*
rión (historia previa de consolidación) adquirida por
te consolidarse; por lo tanto, el esfuerzo Ay, no de
la arcilla a causa de la acción de y,. Si no existe nin
jará de ser neutral (A i, = ti,). A l aplicar F tam
guna fuente de agua exterior de donde absorber, no
poco se disiparán las presiones neutrales que pueda
generar la deformarión tangencial y ello aunque F se importa el tiempo que se deje transcurrir desde la
remoción de la carga P hasta la falla de la muestra
aplique lentamente (se supone que la salida del agua
por aplicación rápida de F. I -a resistencia permane
esta idealmente impedida, cosa muy difícil, por no
cerá la misma. Debe observarse que si las facilidades
decir imposible de lograr en un aparato de corte
de drenaje son nulas; es decir, si no existiera posi
directo). Suponiendo que la presión neutral origi
bilidad para la muestra de ganar o perder agua, cual
nada por la deformación tangencial sea también u
quiera que sea el decrcmento o incremento de pre
(en realidad es un poco menor), la resistencia al es
sión exterior, toda esa presión adicional la tomará el
fuerzo cortante de la arcilla será ahora, teniendo pre
agua, y al aplicar la fuerza F rápidamente, el mate
sente que Ay, t= ut:
rial tendría exactamente la misma resistencia debida
s = (ffj + Ay, — Uj — ti) tan ^ a» (*, — u) tan ^ a la preconsolidadón bajo 9 t; es decir, d material
se comportaría como puramente cohesivo. Por otra
de nuevo diferente a las dos anteriores, nada más parte, si el suelo tiene fadlidad para absorber agua
que a causa de un cambio en la condición de drenaje y se deja transcurrir el tiempo para que esto suceda,
de la muestra. después de haber removido P , la muestra se expen
Esta misma resistencia sc podría haber obtenido derá y gradualmente irá disipándose la tensión en el
si Ay, y F fuesen aplicadas rápidamente, una tras agua y por lo tanto el esfuerzo efectivo, liasta que,
otra, aun con drenaje libre, pues en tal caso no se finalmente, el esfuerzo efectivo será prácticamente
daría tiempo a que te disipase ninguna presión neu nulo y, por ende, la resistenda del material se habrá
tral en los poros del suelo. reducido prácticamente a cero.
Todos los razonamientos anteriores pueden consi Q aro es que todos los razonamientos anteriores
derarse aplicables a un suelo normalmente consoli pueden aplicarse a estratos de ardlla depositados en
Pruebas para ¡a determinación de la resistencia al esfuerzo cortante de los suelos 67
“ o» + p
ñ
De donde
Ai M
mit
(1-68)
•(hM
( f T )
Obsérvese que el valor de C es una constante del
aparato, calculable de una vez por todas.
Es frecuente que H = 2D, con lo que
C - — (1-69)
6
echos de a
72 Breves nociones de mecánica de suelos
A continuación se analizarán algunas conclusio En el caso de las arenas cementadas podrá tener
nes que pueden considerarse de interés y que se des* se una ley como las anteriores, según sean sueltas o
prenden de los resultados de pruebas de laboratorio compactas; la diferencia estriba en la resistenaa que
y experiencias de campo en relación a la resistenda exhibirá la arena bajo presión normal exterior nula,
al esfuerzo cortante que pueden desarrollar los suelos por efecto de la cementación (ordenada en el ori
granulares. gen) , lo que hace que la resistencia en estas jmiebas
En primer lugar existe considerable acuerdo en quede mejor expresada por una ley del tipo ( 1-66) ,
que, en lo que a las aplicaciones prácticas se refiere, pudiéndose calcular e y ^ de las pruebas triaxiales
resulta licito expresar la resistenaa al esfuerzo cor efectuadas y teniendo en cuenta que c representa un
tante de los suelos granulares por medio de una efecto de cementación antes que cualquier clase de
ecuación análoga a la 1-04. según la cual cohesión.
Las ideas anteriores permiten obtener expresio
s = ó tan £ (l-**4) nes manejables para la resistencia al esfuerzo cor
tante de las arenas, en forma aproximada y apropia*
en la que s representa la resistencia del suelo o, lo da para niveles de esfuerzos relativamente bajos.
que es lo mismo, el máximo esfuerzo cortante que Cuando éstos aumentan, el anterior panorama sim
éste soporta sin falla (t MJ . plista se complica, según se discutirá más adelante.
En la figura 1-49 se muestran las envolventes de Es evidente que es el efectivo el esfuerzo que
falla, obtenidas en pruebas triaxiales convencionales, debe tomarse en cuenta en la aplicación de las ante
realizadas a niveles de esfuerzos relativamente bajos riores leyes de resistencia en arenas. Si la arena está
para tres arenas, una suelta, otra compacta y una saturada, podrán aparecer por carga exterior o por
tercera, cementada. Se marcan los puntos correspon flujo presiones en el agua, u. En tal caso, si, como
dientes a cada prueba, que indican la combinación es frccncnte en la práctica, la presión normal con
particular de esfuerzo normal y esfuerzo cortante que haya de entrarse en la fórmula 1-64 se calcu
máximo con que se produjo la falla en el punto. En la como esfuerzo total, es decir a partir del peso es-
el caso de la arena suelta, se observa que se define |ietf fico del suelo saturado, y * , que involucra el peso
una envolvente de falla que es prácticamente una del suelo y del agua contenida, deberá escribirse la
Unea recta que jki.su | »r el origen; lo que es lo mis ecuación 1-64 en cualquiera de las dos formas.
ino, el material satisface una ley del tipo de la ecua
ción 1-64 y el ángulo de fricción interna de la arena s an ó tan ¿ = (ff-u) u n ¿ (1*70)
) puede obtenerse precisamente del conjunto de
pruebas. donde o representa el esfuerzo efectivo y 9 al total,
En el caso de la arena compacta, los puntos re según se han definido anteriormente. La experien*
sultantes definen en realidad una linea curva, no á a de laboratorio ha demostrado que el valor de ^
muy diferente de una recta que pase por el origen, cambia relativamente poco entre la arena seca y la
con el ángulo de inclinación ^ . Para fines prácticos arena saturada; el verdadero cambio en la resistencia
de la arena estriba en la aparición de la presión neu
es razonable asimilar la curva a una recta que cum
tral intersticial u, que si es importante puede redu
pla con las condiciones de la ley (1-64) y en tal
cir la resistencia en forma substancial. Si la arena
caso podrá calcularse de las pruebas d ángulo f
estuviera "seca", a la profundidad z dentro de la
(estado compacto), necesario para poder aplicar la
masa se tendría, para fines de resistencia, una pre
ecuación (1-64) a los problemas de campo.
sión normal.
brá perdido toda su resistenda, pasando a compor de presentarse el efecto de resistenda nula con desas
tarse como un fluido pesado. Esta condición está li trosas consecuencias (licuadón).
gada no sólo a la causa que provoque u, como po La tensión capilar puede introdudr diferencias
dría ser el Oujo de agua, sino a características de la en la resistenda al esfuerzo cortante de la arena, res
propia arena; en arenas finas y uniformes o en limos pecto al estado seco. En las arenas húmedas pueden
sin cohesión, la permeabilidad es relativamente baja desarrollarse meniscos entre los granos y generarse
y cualquier presión neutral que se desarrolle tendrá altos esfuerzos de tensión capilar en el agua, a los
dificultades para disiparse, siendo estos suelos los que corresponderán fuertes compresiones entre loe gra
que presentan más riesgo de disminuir o anular su nos, lo que equivale a un aumento de la presión
resistenda por este concepto. Las arenas gruesas y efectiva y, por lo tanto, de la resistencia. Este es el
las gravas pueden llegar a la condición de resistenda efecto de cohesión aparente debida a la capilaridad,
nula sólo si el flujo es suficientemente grande. responsable de que xuudtos trentes de arena parcial
Cuando las arenas se deforman bajo esfuerzo cor mente saturada se mantengan prácticamente con ta
tante, su volumen cambia; si la arena está saturada, lud vertical. Naturalmente este no es un efecto per
tal cambio debe ir acompañado de una nueva distri manente. y si el ingeniero confía en él, se enfrentará
budón del agua en los vacíos. Si la permeabilidad a una falla casi segura cuando la arena pierda el
del suelo es alta o los cambios anteriores ocurren agua por evaporación o cuando se sature por cual
muy lentamente, sólo aparecerán presiones neutra quier razón.
les muy pequeñas sin mayor influenda en la resiv Como ya se dijo, la ley de resistenda al esfuerzo
tencia; pero si los cambios son muy rápidos o la cortante de los suelos granulares puede aproximarse
permeabilidad es relativamente baja se podrá llegar a una línea recta (ecuadón 1-64) de un modo bas
por efecto acumulativo a grandes presiones neutra tante razonable en la práctica, siempre y cuando los
les, quedando la resistencia muy afectada. esfuerzos normales actuantes en el plano de falla y
Los suelos compactos se expanden al deformarse, en el instante de la falla se mantengan a bajo nivel.
según ya se dijo, lo cual tiende a producir tensiones N o hay una frontera específica para definir alto o
¡nierstidalcs, con valor límite igual a la máxima ten bajo nivel de esfuerzo; en la Ref. 49 Lambe y W'hit-
sión capilar del suelo; este efecto produce un aumen mam mencionan experimentos en que ese limite se
to temporal en la resistencia del suelo. definió entre valores que quizá puedan situarse en
En las arenas sueltas, la deformadón bajo cortan tre 5 y 10 kg/cm3, dependiendo mucho, como quedó
te produce disminudón de volumen y el agua gene estableado, de la comparidad del suelo granular.
ra |jresión neutral. El valor límite de u es ahora la Cuando el nivel de esfuerzo normal en la superfide
presión de confinamiento del suelo (<ra) y el mínimo de falla se combina con la corapaddad de manera
esfuerzo efectivo a que puede llegarse es: que se tienen envolventes de resistencia más curvas
(a un grado que la aproximarión a la recta se haga
a " i <r*u con una falta de precisión que se considere indesea
ble) , puede proeederse de alguna de las tres maneras
Cuando la arena se deforma por corlante, las pre siguientes. Eu primer lugar puede trabajarse con la
siones neutrales se desarrollan al principio sólo en envolvente curva obtenida en las pruebas, lo que se
la zona de deformación; depende de la permeabili guramente complica cualquier cálculo que haya de
dad y de las condidones de movimiento interno del hacerse con base en tal envolvente. En segundo lu
agua el que la presión neutral se mantenga o se pro gar, puede aproximarse a una linea recta solamente
pague por la masa de arena. Este debilitamiento del la parte de la envolvente curva comprendida entre
suelo m is allá de la tona inidalmente deformada los valores extremos de la presión normal en el pla
transmite las condidones de falla y contribuye a ge no de falla que se considere actuarán en el problema
nerar mis presiones neutrales en el agua, de manera espedfico que se está analizando; esto llevará segu
que puede tender a producirse un verdadero meca ramente a la obtenrión de una ley de resistenda del
nismo de falla progresiva. A estos fenómenos están tipo de la ecuadón 1-66, pues la prolongación de la
ligados muchos deslizamientos de tierra importantes. aproximarión recta puede cortar al eje v por arri
Cargas relativamente pequeñas pueden generar ba del origen; naturalmente que el valor de c asi
condidones de falla por desarrollo de presión neu obtenido tiene poco que ver con el concepto de cohe
tral, en condiciones apropiadas, cuando la carga ac sión ya discutido y no debe verse más que como un
túa repetidamente en forma más o menos cíclica. parámetro de cálculo. En tercer lugar puede traba
Cada aplicadón de caiga produce un incremento en jarse con la ecuación 1-64, pero considerando en día
la presión neutral; si las condidones de granulome a <> variable y dependiente de la presión de confina
tría y permeabilidad no permiten que ésta se disipe miento en la falla [£ * * • / (o * )), si bien este método
antes de la siguiente aplicadón, se tendrán las con se considera poco cómodo para los cálculos prácticos.
didones propinas para el desarrollo de una falla. Abandonando el examen d d panorama general
Este es el caso que puede llegar a presentarse bajo que hasta ahora se ha tratado, se concluirá este breve
una rimentarión de una máquina que transmita vi análisis sobre la resistenda al esfuerzo cortante de
braciones; también es el caso de explosiones y tem los sudos fraccionantes, tal como se considera que
blores de tierra durante o después de los cuales pue puede encontrarse por experimentación de laborato-
74 Breves nociones de mecánica de suelos
&
río, haciendo algunas consideraciones sobre Va in yor a menor reladón de vados o mayor com paridad
fluencia en los resultados de las pruebas de algunos relativa iniciales. La Fig. 1-51 (Ref. 49) ilustra esta
de los factores que influyen en dicha resistencia, los tendencia para una arena particular. En la figura se
cuales han sido mencionados al principio de éste y muestra también d valor de f c ángulo de fricción
en párrafos precedentes. d d materia] partícula-partícula en el sentido mecá
Se considerará en primer lugar el efecto d d es nico del término, d cual es naturalmente indepen
fuerzo confinante Oj utilizado en la prueba. Ya se diente de la compaddad inicial.
ha dicho que dicho esfuerzo es fundamental para de* La relación de varios ¡nidal de un sudo dado
finir la resistencia adicional que muestra el sudo parece, en cambio, no tener infiuenda en d valor
granular por efecto de acomodo; cuando el esfuerzo
confinante aumenta, la componente de resistencia por
efecto de acomodo disminuye; a causa de que las par
tículas se alisan en los puntos de contacto e incluso
se rompen. Esta tendencia sc muestra claramente en
la Fig. 1-50. presentada por Marsal en la Ref. 24.
La figura presenta resultados para los tres mate*
ríales de enrocamiento ya mencionados en el párra
fo 1*11. Aparecen dos seríes de pruebas; a la izquier
da, con presiones de confinamiento relativamente ba
jas (hasta 1 kg/cm3) , las hechas en el aparato tri
axial con muestras de US cm de diámetro y 250 an
de altura, y a la derecha, las realizadas en el aparato
triaxial gigante, con presiones de confinamiento has
ta de 25 kg/cm*. En ambos casos es notable la ten
dencia señalada de disminución del decto de acomo
do con el aumento de 9t.
Las pruebas de la izquierda se hicieron sobre es
pecímenes secos, en unto que las de la derecha so
bre especímenes saturados; d cambio de inclinación
y tendencia de las líneas obtenidas indica d d ec
to de la saturación sobre la resistenda al esfuerzo
cortante de los suelos granulares (para ver esto, tén
gase en cuenta que la escala en que se ha dibuja
do es logarítmica). La reladón de vados inicial
o la compiddad ¡nidal influye decisivamente en
la resistenda al esfuerzo cortante, siendo ésta ma
Resistencia al esfuerzo cortante de ios suelos granulares 75
del ángulo de fricción correspondiente a la resisten* ponen los suelos granulares reales, se sigue que las
d a residual o última de dicho suelo, asi como um- diferencias grandes que se observan en ¿ para una
poco en la reladón de vados con que se llegue a ese reladón de vados inicial dada, han de deberse al
estado residual, en d cual el suelo se deforma a vo efecto de acomodo de los granos.
lumen constante y con esfuerzo desviador también La compoddón granulométrica d d sudo granu
constante. Este ángulo de resistenda residual es ma lar afecta su ángulo de friedón interna de dos ma
yor que y aparece señalado en la Fig. 1*51 para la neras. En primer lugar afecta la reladón de vados
arena particular que en ella se trata. que te alcanza con una energía de compactadón
En la Fig. 1-52 (Reí. 49) se muestra la reladón dada, si se compacta d sudo, como es u n frecuente.
entre el ángulo de friedón interna, ^ y la reladón de
vados ¡nidal en varios suelos granulares.
Puesto que los valores de fo. que definen el efec
to de friedón partícula contra partícula únicamente,
varían relativamente poco entre partículas de dife
rentes tamaños de los distintos minerales que com-
o
<
ta l- 1 ■- i—
OS 0.4 M 0* 0.7 o.a
R E L A C IO N D E VACIOS IN IC IA L
C im a n triaxial empleada para el estudio de gratas y figura l<Jt Valoras d d ángulo ¿ va. reladón de vados ini
fragmentos de r o o (vista Interior). cial en vatios todos granulara (següa Ref. 49).
7G Breves nociones de mecánica de suelos
M A T E R 1 A L O R IG E N
Bosotto ( M o t a r ia l !) X T r it u r o d o
G n e ls s ( M aterial 2) O D o « ( p lo m o s
G n e ls s ( M o te rlo l 3) a D a e x p lo siv o s
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y segundo, afecta, según se ve en la Fig. 1*52, al va* presión confinante. o*, aumenta la ruptura de los
lor de ^ que se alcanza con una relación de vados granos.
¡nidal dada. Para un problema práctico específico Entre los fenómenos que afectan la ruptura. Mar-
(por ejemplo, la construcdón de un terraplén), el sal menciona la presión de confinamiento, la distri
efecto de la composidón granulométrica del suelo budón granulométrica. el tamaño medio y la forma
puede estudiarse haciendo series de pruebas triaxia de las partículas, la reladón de vacíos y, desde lue
les y determinando ^ para varias granulometría*. go, la naturaleza y sanidad de los granos.
compactando siempre la arena con la misma energía. l a razón por la que la ruptura ocurre en mayor
El procedimiento más común para determinar <f> grado al aumentar el esfuerzo de confinamiento, a-v
en el lugar es por medio de correladones con resul- se cree que radica en las altas fuerzas que actúan en
tados de pruebas de penetración, razón por la cual los puntos de contacto entre las partículas; éstas au
el estudio de tales correladones es tan importante. mentan con el tamaño medio y con el coeficiente de
Más adelante se insistirá sobre este importante as uniformidad. Marsal (Ref. 50) ha comparado estas
pecto. fuerzas intergranulares para una arena típica y un
Finalmente; parece conveniente puntualizar algo enrocamiento, ambos bajo una presión de confina
sobre la influencia ya tratada del fenómeno de la miento de I kg/cm9, y llegó a la condusión de que
ruptura de granos en la resistenda al esfuerzo cor son alrededor de dos millones de veces mayores en
tante de los suelos granulares. A medida que el coefi- el enrocamiento que en la arena común, lo cual ex
dente B de ruptura aumenta, puede notarse una dis plica muchas de las diferencias de comportamiento
minudón de la resistenda en todos los materiales encontradas entre esos materiales en la práctica; este
investigados por Marsal (R ef. 24). A l respecto son hecho señalado por Marsal no debe ser olvidado por
de interés los datos contenidos en la Fig. 1>5S. En ingenieros que trabajen con enrocamientos, sea en
esa figura puede vene también cómo al aumentar la lo relativo a resistenda o a compresibilidad.
Resistencia al esfuerzo arriante de los suelos cohesivos 77
u -o +
I* Etapa 2 * Etapa
Cámara* triaxiales.
manteniendo constante el esfuerzo lateral, dado
por el agua. En la Tig. 1-56 (Ref. 51) se muestra una
trayectoria típica de esfuerzo en el plano de corte
varias pruebas, con esfuerzos crecientes, que sea una
máximo (para tener datos comparables a los de la
línea recta que pase por el origen (Fig. 1-57).
Fig. 1-55).
El ángulo ¿ se denomina ángulo de resistencia o
Las pruebas de la Fig. 1*56 se hicieron aplicando
de friedón interna del suelo cohesivo y suele variar
al espécimen un esfuerzo ff, con agua v un esfuerzo
entre 20° y 30°. Los valores más altos suelen estar
normal o%, mayor que ff,. lo que equivale a producir
asociados a arcillas con valores de índice de plastici
en la primera etapa una consolidación anisótrooa
dad entre 5 y 10 y los más bajos* a índices mayores
(ffi > <7.. = er,). lo cual también es práctica común
de 50 ó 100, lo que verifica d efecto de la repulsión
en los laboratorios. A continuación se aplicó al espé
cimen un esfuerzo desviador <r,, igual a la carga de
precnnsolidarión del suelo, variando la presión de la
cámara a un valor Kac y permitiendo la consolida*
dón del espécimen bajo esos esfuerzos: asf sc obtuvo
el estado de esfuerzos efectivos representado por el
círculo 2. En seguida y ya sin variar el esfuerzo de
cámara ff, ■* Aftr,, se pasó a la segunda etapa de la
prueba, aplicando al suelo un esfuerzo vertical, por
el vástago, ff. para obtener el círculo S.
La trayectoria de esfuerzos para el plano de corte
máximo es ahora 1-2-3, diferente de la mostrada en
la Fig. 1-55 para el caso de la prueba de consolida
dón, lo cual es lAgico si se piensa que en aquel caso
existe un rígido confinamiento lateral, que no se
tiene en el caso de la prueba triaxial.
Cada día se hace un uso más extenso de los re
sultados de la consolidadón triaxial, que suelen ex
presarse en gráficas esfuerzo vertical-deformación ver
tical (o asentamiento).
En general, existe la tendencia a pensar que los
resultados de la consolidadón triaxial pueden ser
más apropiados para describir el asentamiento de es
tratos gruesos de ardllas o limos plásticos, pero to
davía está muy extendido el uso de la consolidadón
convencional para definir la compresibilidad de todo
tipo de sudos cohesivos.
Como un resultado de la consolidadón triaxial,
durante una prueba lenta (drenada) se reducen en
!* muestra tanto el espariamiento entre las partícu
las, como el contenido de agua; por tal motivo se
hacen más fuertes los nexos entre las partículas, en
forma proporcional al esfuerzo confinante y, por ello,
la resistenda aumenta propordonalmente al esfuerzo
confinante efectivo; a esta situadón corresponde una Banco can cámara triaxial y aparato m edidor de
envolvente de resistenda, obtenida en una secuela de p m M a de p o ra
Suelos saturados 79
Figura 1-57. Linea de falla de arcillas uturadas y normalmente consolidada» en prueba lenta.
entre partículas y «leí agua adsorbida sobre los ne d o ). Naturalmente que en este último caso e y +A
xos entre los cristales, pues a altos Índices de plasti- habrán de obtenerse haciendo una aproximadón a
cidad se tienen las condiciones mis desfavorables en una línea recta en la envolvente curva, por lo que
tales conceptos. no puede considerarse que signifiquen más que pa
Cuando una arcilla se carga en la cámara triaxial rámetros de cálculo sin un significado teórico prenso.
con esfuerzos menores que su carga de prcoonsol¡da La resistenda drenada de un suelo cohesivo, tal
ción (?| < 9t) , aun cuando pueda haber tendencia como se obtiene en una prueba lenta, representa la
a la expansión con absorción de agua, sus partícu resistenda que el suelo desarrollará cuando quede
las no vuelven a su espaciamiento original y la rela sometido a cambios de esfuerzos, de manera que d
ción de vacíos no alcanza tampoco el valor original, sudo llegue a ««solid a rse por completo bajo los
anterior a la consolidadón bajo 9e Por lo anterior, nuevos; esto implica las condidones de drenaje apro
las fuerzas atractivas entre las partículas no se redu piadas y el transcurso del tiempo sufidente. Repre
cen tanto como podrían hacerlo y, en consecuencia, senta la resistenda que se alcanzará en un caso real
la resistenda a esfuerzos menores que la carga de a largo plazo en condidones ordinarias en que no
preconsolidadón ya no es proporcional al esfuerzo existe un impedimento espedal a la consolidadón
efectivo de confinamiento, sino algo mayor; esto hace del suelo bajo los esfuerzos que se le apliquen. La
que la envolvente de resistenda (Fig. 1-57) se aparte resistenda drenada también debe usarse en la reso-
de la recta y se desarrolle sobre ella para valores del lución de los problemas prácticos que se haga con el
esfuerzo aplicado menores qae ae Naturalmente que método de los esfuerzos efectivos, el cual se describe
esc tramo no recto de la envolvente representa d con detalle más adelante y en el que se determinan
comportamiento en cuanto a resistenda en prueba las condidones de falla a partir de los esfuerzos tota*
drenada. De esta manera, la resistenda de una arci les y de la presión neutral; es particularmente útil
lla en prueba drenada puede representarse por la en los problemas en que ocurran cambios compli
expresión cados en las condidones de carga y en los movimien
s = 9 tan ¿ (1-64) tos del agua en el subsuelo.
2. Prueba rápida consolidada. Condición con con
para valores de la carga arriba de la carga de prc- solidadón y sin drenaje.
consolidadón (condición de sudo normalmente con En esta prueba se establece más marcadamente
solidado), y por la expresión que en la lenta la distinción entre la primera etapa,
con consolidadón bajo los esfuerzos aplicados usual-
i » c + ? tan $A (1-66) mente en condidón hidrostática (9j *= aa «= Oj),
pero a ve<xs en alguna condidón anisótropa, y la se
para valores de la carga menores que la carga de gunda etapa, de falla, en la que se carga al espéri-
preconsolidadón (condidón de suelo preconsolida- rnen con un esfuerzo desviador aplicado sin permitir
Material protegido por derechos de
80 fíreves nociones de mecánica de suelos
drenaje y. por lo unto, ton consolidadón adicional. tiene lugar en ardllas muy sensibles y que afecta in*
A medida que ve aplica el esfuer/o desviador se va eluso su capaddad de resistir las presiones hidráuli
desarrollando presión neutral en el agua intersticial, cas en la cámara, correspondientes a la primera etapa
por lo que durante toda la segunda etapa de la prue de la prueba (que son efectivas en la segunda); así,
ba los esfuerzos efectivos ya no serán iguales a los el agua no sólo ha de tomar todo el esfuerzo des
totales, sino que se verán disminuidos vertical y late viador, sino que se ve obligada a cooperar para resis
ralmente por el valor de dicha presión neutral. tir la presión hidrostática.
En la figura 1-58 se muestra la distribución de los Una ccuadón general para representar la presión
esfuerzos totales y efectivos en esta prueba. neutral es:
El esfuerzo principal total mayor en la falla es
Ah = A (Affj — Affa) (1*71)
cr, «= ff, - f // y el total menor es Es fundamental
para la comprensión de la prueba el valor que alcan En esta reladón A es un coeficiente de presión
ce la presión neutral, u, que se desarrolle en la eta de poro que describe el efecto del cambio de la di fe-
pa de carga axial. En arcillas normalmente consoli renda entre los esfuerzos principales (Reís. 47, 52
dadas, el valor de u defiende sobre todo de la sensi y 53). Para muchas arcillas saturadas no consolida
bilidad de la estructura; es dedr, de la facilidad con das A vale aproximadamente I. Para ardllas fuerte
que ésta se degrada con la deformación bajo cor mente sobreconsolidadas o mezclas compactas de are
tante. $t el suelo sc comportara de un modo perfec na y ardlla, d aumento de esfuerzo cortante descrito
tamente elástico sc tendría
por la diferencia A ~ produce un aumento
K de volumen similar al que ocurre en las arenas com
pactas cuando se deforman en cortante. Para tales
Um 5 suelos A < 0. En las arcillas ligeramente sobrecon-
según se hace ver en la Ref. 47. En realidad existen solidadas A varía de 0.25 a 0.75. En las arcillas sen
en el suelo efectos plásticos que apartan su compor sibles, como se vio, A podrá tener valores mayores
tamiento del puramente elástico; las pérdidas de que I. En cada caso, el valor correcto de A habrá de
estructuración hacen que dicha estructura transmita ser determinado en pruebas en que se mida la pre
al agua lo que ella deja de tomar como presión efec sión neutral en el instante de la falla incipiente.
tiva. En suelos de sensibilidad baja y media sc han Si se hacen varias pruebas rápidas-consolidadas
medido en la falla presiones neutrales comprendidas con esfuerzos crecentes a varios espedmenes de un
K mismo suelo, será posible dibujar círculos de Mohr
entre —— y // al finalizar la etapa de carga de una en un diagrama t — c y obtener la envolvente de
resistenda del suela Esto puede hacerse ahora de
prueba rápida consolidada, en tanto que en suelos dos maneras: una inmediata* a partir de los esfuerzes
altamente sensibles sc puede llegar a 1.5 //. A prime totales, que el operador conoce en todo momento de
ra vista (Midiera parecer paradójico obtener u > la prueba y en la falla en particular, y otra a partir
es dedr, que en la segunda etapa de la prueba el de los esfuerzos efectivos, para trazar la cual será pre
agua desarrolle en la falla presiones mayores que el ciso conocer la presión neutral, cuando menos en el
esfuerzo vertical total aplicado, pero la paradoja se instante de la falla indpicnte. Esto puede hacerse
desvanece al tomar en cuenta la desintegración par hoy con bastante fadlidad, pues u se puede estimar
d a l de la estructura sólida por la deformadón que por métodos teóricos (Ref. 47), o en pruebas en que
O* o»
u=o -4-
|t Etapa 2 * Etopo
(Da consolidoclón) (De folio)
Fisura I-5H. Distribución «le « f u e r a » to tal» y efectitoa en prueba de compresión triaxial ripida consolidada.
rech
Suelos saturados 81
se mida la presión neutral directamente en la cá bajo el peso de una estructura y que después queda
mara triaxial (Ref. 52). La Fig. 1-59 muestra las en sometido a un rip id o incremento ele esfuerzos por la
volventes obtenidas en ambos casos. Razonando igual construcción de una estructura que pueda añadirse
que en el caso de la prueba drenada, puede com o por la acrión de una carga viva acddental. Suele
prenderse la razón por la que las envolventes son emplearse para representar las condidones de rimen*
rectas por arriba de la caiga de preconsolidadón, a(, tariones de terraplenes en que la construcrión dura
abajo de la cual, el suelo exhibe una resistencia algo más que d tiempo requerido por el sudo para al
mayor que la correspondiente a la envolvente recta. canzar una consolidadón significativa.
A l efectuar pruebas con medición de presión neu
tral, puede concluirse que es bastante correcto supo 3. Prueba rápida.—Condidón no drenada.
ner que los círculos de esfuerzos efectivos son tangen £n esta prueba tanto d esfuerzo de confinamien
tes a la línea de talla obtenida en pruebas drenadas. to. dado con la presión del agua en la cámara, como
Si para el trabajo se adopta el criterio de los es el esfuerzo desviador, se aplican de manera que no se
fuerzos totales, la ley de resistencia del suelo arriba permite ninguna consolidadón del espédmen; esto
de la carga de preconsolidadón puede ponerse como se logra cenando la válvula de salida de la cámara
hada la bureta y/o aplicando los esfuerzos con rapi
x « 9 tan +m (1-63) dez sufidente. La reladón de vados de la muestra y
su contenido de agua permanecen en prindpio inva
y <*>„ recibe el nombre de ángulo aparente o de resis
riables y se desarrollan presiones neutrales en el in
tenda no drenada del suelo; es en rigor sólo un pará terior d d espéamen.
metro de cálculo, cuyo verdadero significado teórico
Si la muestra proviene de la profundidad z y y
es. por lo menos, muy d ifíd l de establecer.
es su oeso especifico, representa un suelo que estaba
En términos de esfuerzos efectivos, la resistenda
consolidado a la presión yz. Si se somete la mues
para el intervalo normalmente consolidado puede es
tra a esa presión dentro de la cámara en la primera
tablecerse en la prueba ripida-consolidada por la ex
etapa de U prueba, teóricamente la estructura sólida
presión
del suelo tomará toda la caiga y el agua de la mues
j *■ (<r — u) un <f> = c tan <¿> (1*64) tra pasará a un estado de presión nula a partir de
la tensión que hubiera desarrollado al ser extraído
también del tipo de la ecuadón (1*64), usando d el espédmen de su. lugar natural Por otra parte, si
ángulo de resistenda. obtenido de la envolvente la presión que se ejerce con el agua es más grande
de esfuerzos efectivos, tal como se obtendría con prue que la que d suelo tenía en la naturaleza, todo el
bas lentas. exceso lo tomará en teoría el agua contenida en la
£1 ángulo sude ser del orden de ¿/2. muestra, sin que se modifique el grado de consolida
La prueba rápida-consolidada representa las con* dón del espédmen ni la magnitud de los esfuerzos
didones de un suelo que primeramente se consolida efectivos, y d io sin que cambie la reladón de vados.
82 Breves nociones <lc mecánica de suelos
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r i ( « n 1-60. Distribución de < »
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ba d f c o a p id ió o
2* Efopo triaxial lápida.
£
+
3
| t E top o 2* E tap a
relaciona con la relación de vado» por la curva de la muestra en la prueba aquí tratada (7 „), denomi
compresibilidad. Como resultado de lo anterior, la nado resistenda del suelo a la compresión simple, sea
resistencia no drenada de una arcilla saturada aumen el mismo p * de prueba rápida. Sin embargo, la prue
ta cuando disminuyen la relación de vacíos y/o el ba de compresión simple no es una triaxial rápida;
contenido de agua. En suelos normalmente consoli el método de prueba es fundamentalmente distinto
dados una gráfica de relación de vacíos o el conteni v en ningún caso es lícito usar los dato* de esa prue
do de agua contra la resistenda no drenada es apro ba para completar envolventes obtenidas con pruebas
ximadamente una línea recta. rápidas. Es muy normal que qm resulte un poco me
nos que p " pero en aplicaciones prácticas sencillas
4. Prueba de compresión simple. puede considerársele como igual.
Según ya se dijo, esta prueba se realiza aplicando En la Fig. 1-63 aparecen los círculos de esfuerzos
un esfuerzo axial a un espédmen. sin la etapa pre totales (IV v efectivos (10 correspondientes al ilu
via de presión hidrostática. Prácticamente sólo existe tante de falla incipiente en este tino de prueba V su
la etapa de carga, que conduce el suelo a la falla; posición relativa a la línea de resistencia en pruebas
sin embargo, en vías de simplificación, podría consi triaxiales. Debe notarse que la (¡gura se dibuja con
derarse como primera etapa el estado inicial de la la suposidón de que la carga de preconsolidadón del
muestra, sin esfuerzos exteriores. En esta primera suelo es yz.
etapa (Fig. 1-62) los esfuerzos totales son nulos y el La resistencia del suelo a la compresión simple
agua adquiere la tensión de preconsolidadón (yz) se ha usado como medida de la sensibilidad de la
que el suelo tuviere en la naturaleza; esta tensión estructura de un suelo a la deformadón. comparan
del agua comunica a la estructura sólida los esfuer
do en un mismo suelo el valor de a., a i los estados
zos efectivos necesarios para que la muestra manten inalterado y rcrnoldcado. La pérdida de resistencia
ga su volumen.
entre amitos estados se toma como la medida indi
En la segunda etapa es llevada a la falla con la
cada. Se define a*( la sensibilidad de un suelo como
aplicadón del esfuerzo axial (q u) , que mide su re
sistenda en este tipo de prueba, originando a la vez
una presión neutral adicional u«. Los esfuerzos efec * </„ (remoldcado)
tivos que aparecen al final de la prueba, en el ins
tante de la falla, se muestran en la misma Fig. 1-62
y valen B Suelos no saturados
cr = 9 — u
Material protegido por derechos de ai
Suelos no saturados 85
Intervalo d e O " q u e in te re sa
en e l problem a
donde a es el nfuer/c efectivo, ff el total y ti la pre Cabe un enfoque similar |»ra expresar el aumen-
sión neutral. En los suelos parcialmente saturados to de la presión en el agua y en el aire al aplicar un
suele haber dos Huidos en los poros, los cuales pue incremento al esfuerzo desviador que se ejerce sobre
den estar en equilibrio a presiones que difieren con una muestra de suelo; ahora
siderablemente en uno y otro a causa de la tensión
superficial. Bishop (Ref. 54) ha propuesto para re A u. = A , (Aff, - Aff,)
presentar al esfuerzo efectivo en este caso una expre
sión del tipo Aum — Aw (Aff, — Aff,) (1*75)
echos de
86 litares nociones de mecánica de sítelos
c interpretación que las pruebas lentas normales (es cunstandas a que d suelo va a estar expuesto en la
dedr, pruebas en que la presión neutral sea nula en obra de que sc trate.
tocia etapa significativa), pues ello implicarla «les* Es condidón previa indispensable que el ingenie
truir las tensiones capilares y para lograr tal fin es ro analice con buen criterio las diferentes etapas por
preciso saturar la muestra. Si sc desea trabajar con las que el suelo atravesará durante la vida de la obra
esfuerzos efectivos, para obtener la envolvente corres y ello desde el primer instante de su construcción;
pondiente lo que se hace es saturar la muestra y su sólo asi podrá juzgar rorreetámeme las condiciones
poner que tal proceso no produce cambios significa críticas para las que el diseño ha de ser efectuado;
tivos en d valor de este criterio resulta conserva debe tenerse muy en cuenta que no es de ningún
dor en los análisis prácticos, pues la resistenda suele modo raro que esas condiciones críticas sc presenten,
disminuir con la saturadón. en lo que se refiere a la masa del suelo afectada,
En suelos no saturados es común la prueba con largo tiempo después de erigida la estructura en es
drenaje, pero a humedad constante, en que se man tudio. Se comprende que también es indispensable
tiene a la muestra sin cambios de humedad y se al ingeniero, con vistas a normar su criterio, un co
controla la presión d d aire en lo que sea preciso nocimiento amplio y meditado del perfil de suelo en
para lograr tal lin. En este tipo de pruebas basta me estudio, de sus propiedades básicas y de las condicio
dir la presión neutral cu el agua de los vados para nes de drenaje que se presentarán en el transcurso
conocer la proión intersticial. del tiempo. l.as condidones de preconsolidadón de
tas envolventes de resistenda de los sudos no sa ben ser espedalmente investigadas, pues ellas ten
turados en prueba rápida (sin drenaje) se acercan drán gran influencia en el comportamiento general.
más y más a la forma correspondiente a tos suelos
En el momento presente existen dos criterios para
saturados, a medida que el grado de saturadón au la determinación práctica de la resistenda al esfuer
menta. como es lógico que suceda. En la Ref. 47 pue zo cortante de los suelos.
den verse resultados de laboratorio en corresponden-
1) El criterio de los esfuerzos efectivos.
da con la afirmación anterior.
Un caso de fundamental importanda de suelos En este criterio se razona que es este tipo de es
no saturados, por cierto de gran interés para el in fuerzos el que realmente define al esfuerzo corlante
geniero especialista en vías terrestres, es d correspon del suelo. Conocido el esfuerzo efectivo que actuará
diente a suelos compactados. Existe ya bastante in entre las partículas del suelo en un derto punto de
formación en tomo a este tema, pero no setá tratada la masa, bastará multiplicar este valor por la tan
en este lugar, sino en el capitulo correspondiente a gente d d ángulo de friedón interna obtenido en
suelos compactados, en páginas subsecuentes de esta prueba lenta (línea L ), para obtener la verdadera
obra. resistencia al esfuerzo cortante de que dispone et sue
lo en tal punto. Este criterio presenta pocas dificul
tades de índole teórica para su comprensión; es el
C Aplicación de los resultado* de las pruebas que lógicamente sc desprende de todo lo que sc ha
triaxiales a los problemas prácticos venido estudiando en el cuerpo de este capítulo, en
reladón con la resistenda al esfuerzo cortante de los
En la práctica, cuando el ingeniero necesita co suelos. En la figura 1-65 está someramente descrito
nocer las características esfuerzo-deformación y resis el criterio de los esfuerzos efectivos para interpretar
tencia de un suelo dado, con vistas a la obtendón de la resistenda al esfuerzo cortante de los suelos a par
datos para diseño de una obra particular, recurre tir de los resultados de las pruebas triaxiales.
por lo general a las pruebas de compresión triaxial. El primer requisito para la aplicadón del méto
De inmediato surge entonces la pregunta de cuál o do consiste en conocer la envolvente de resistencia
cuáles de esas pruebas ha de realizar para el |iro- del sudo obtenida en reladón a los esfuerzos efec
blema en cuestión y qué interpretadón ha de dar a tivos, tal como por ejemplo resulta de una serie de
los resultados obtenidos. pruebas lentas, trazando los dreulos de falla de cada
El criterio para la elección de las pruebas resulta uno y dibujando a partir de ellos la línea L , tangen
obvio después de analizar las varias disponibles; en te a todos. (En general, la linea L quedaría definida
cada caso deberá hacerse aquella prueba o pruebas teóricamente con un círculo trazado en el intervalo
que mejor refleje o reflejen en el laboratorio las cir- normalmente consolidado, pero dadas las incorrec
ciones inherentes al trabajo de laboratorio, es reco
mendable obtener, por lo menos, dos o tres círculos
de falla y trazar como línea L la recta que más se
aproxime a la tangente común.) En la presa de la
figura se desea calcular la resistenda d d suelo en d
elemento mostrado, para fines de estudio de la esta
bilidad del talud de aguas arriba. En la misma figu
ra aparece la línea L que se supone ya obtenida. En
Flgui.i H S . Obtención d e la resistenda al etfuerxo cortante lo que sigue se considera que el material que cons
del suelo trabajando con « f a e n e s efectivos. tituye la presa es saturado y normalmente consolida-
Aplicación de los resultados de las pruebas triaxiales a los problemas prácticos 87
«lo, persiguiendo así fines didácticos. Si c es la pre de manera que las presiones por el vástago tampoco
sión total sobre el elemento y ti la presión neutral son ya esfuerzos principales, ion el consiguiente error
en el mismo en el ilutante de la (alia, el esfuerzo en la interpretación de la prueba, ]x>r medio de la
efectivo, que obra en la estructura del suelo, será teoría de Mohr, que así los considera.
í «■ — u y la resistenda del elemento será simple Se ve pues que la obtenrión de la línea /. por
mente la ordenada de la linca /. correspondiente a medio de pruebas lentas, que además son dilatadas
tal <r. y costosas, pudiera no ofrecer una garantía sufidente
El criterio anterior, aparentemente tan sencillo, en todos los casos particulares.
tiene serios inconvenientes prácticos aun en el mo En el momento presente puede intentarse la ob
mento píeseme. Entre éstos hay que mencionar los tenrión de la línea L en el laboratorio con base en
que emanan de la necesidad de obtener la línea L en pruebas triaxiales diferentes de la lenta, por ejemplo
el laboratorio, para considerar posteriormente otros rápidos-consolidadas. Para ello se dispone de abun
que surgen aún después de obtenida la línea, en eta dancia de equipos que permiten medir la presión de
pas [josteriores de la aplicación práctica del método. poro que se desarrolla en el espédmen en el ilutante
Para obtener la linea L en el laboratorio podrían de la falla, con lo cual, conoddo el esfuerzo desvia*
hacerse pruebas lentas y aparentemente con ello se dor total, es fácil obtener el esfuerzo efectivo actuan
daría una solución simple y satisfactoria al proble te en dicho momento. Sin embargo, en la actualidad
ma; la realidad sin embargo no es tan halagüeña; las los medidores tle la presión de poro son costosos y
pruebas lentas son las más largas en duración y, por de manejo relativamente delicado, por lo que no es
lo tanto, las más costosas, por lo que una solución todavía común verlos en acrión en muchos laborato
basada exclusivamente en tu realización no puede rios de Mecánica de Suelos, especialmente en los de
considerarse desprovista de dificultades prácticas. In pie de obra.
dependientemente de esta razón económica y de tiem Finalmente, existen medios teóricos jura estimar
po de ejecución, las pruebas lentas presentan dificul la presión de poro en el instante de la falla en un
tades inherentes a su propia naturaleza, de las que espédmen sometido a una prueba rápida consolida
se discutirán únicamente dos en lo que sigue. En pri da. Hay métodos debidos a Skempton, Henkel y Juá*
mer lugar, se tiene en el laboratorio un problema no re7-Badillo jura cubrir tal fin (Ref. 47). En condu-
del todo resuelto en lo relativo a la membrana im- sión, puede decirse que ya empieza a haber métodos
|>enneablc que aísla los especímenes en las cámaras confiables para la obtenrión de la linea l., sea en el
triaxiales; membranas muy delgadas cuya rigidez no laboratorio o con ayuda de métodos que no pueden
influye en el estado de esfuerzos del espécimen, al considerarse aún de uso popular; esto permite espe-
cabo del tiempo dejan pasar y cuando están en jue- rar que en un futuro cercano el método de los es
go presiones relativamente elevadas, como sucede en fuerzos efectivos pueda aplicarse con mayor facilidad
las pruebas lentas, pequeñas cantidades de agua que que en la actualidad, por lo menos en lo que a este
bastan para introducir eriores de consideración en primer requisito se refiere.
los resultados; membranas suficientemente gruesas Una vez obtenida la línea /. queda en pie un im
como para garantizar una completa impermeabili portante problema para la aplicación del método de
dad, por su mayor rigidez influyen de un modo sig ios esfuerzos efectivos a los problemas prácticos. En
nificativo en los resultados de las pruebas triaxiales. efecto, considérese la situación indicada en la figu
Este efecto es notable en las pruebas lentas, aunque ra 1-65. Una vez obtenida la línea L , para realizar un
es despreciable en otras pruebas triaxiales, pues en análisis será preciso conocer el estado de esfuerzos
las primeras el agua puede estar sometida a presio efectivos en todos los puntos de interés dentro de la
nes más grandes y los tiempos de exposición de la masa d d suelo en estudio; en el caso concreto de
membrana a la propia agua son también mucho ma la Fig. 1-65, en los puntos de la superficie de desliza
yores. Una segunda dificultad práctica en la realiza miento supuesta. Este es un problema no resuelto
ción de las pruebas lentas de laboratorio, que puede hasta hoy, pues se comprende que si no ha podido
conducir a errores importantes en sus resultados, diluadarsc del todo el estado de esfuerzos efectivos,
emana del hecho de que, en la prueba lenta, el cv en el Interior de un espédmen dentro de una cáma
pécimcn sufre deformaciones notablemente más gran ra triaxial sometida a un control de prueba, menos
des que en otras pruebas triaxiales, bajo presiones de podrá detallarse tal estado de esfuerzos en las gran
vástago también mayores; estas deformaciones tien des masas de suelo que involucra cualquier obra real;
den a hacer que el espécimen disminuya en longitud asi pues, aun disponiendo de la línea L en la prácti
y, por asi decirlo, que aumente en diámetro, con la ca se tendrá la dificultad adidonal de no conocer los
consecuencia de que se establece una restricción por esfuerzos efectivos que actúan en los diferentes pun
fricción entre las bases del espédmen, en las que el tos de la masa de suelo que interesa estudiar. Algu
suelo tiende a desplazarse lateralmente y las piedras nas institudones dedicadas a la construcción de pre
porosas que naturalmente permanecen fijas en re sas de tierra superan esta dificultad y diseñan sus
lación a la tendencia anterior, esta restriedón por obras de acuerdo con el método de esfuerzos efecti
(riedón poducc esfuerzos cortantes en las bases del es vos, a base de una prediedón de los esfuerzos efec
pécimen que entonces dejan de ser planos principales. tivos que te desarrollarán en la obra durante la
88 Breves nociones de mecánica de suelos
construcción. Colocando píczómctros para medir la Es obvio que una estructura ha de diseñarse fun
presión de poro mientras la construcción avanza, damentalmente para las que hayan de resultar las
pueden determinar si sus predicciones van resultando etapas críticas de su vida. En estructuras edificadas
correctas o si han de hacerse modificaciones al diseño sobre suelo o con suelo es muy común que las etapas
a la luz de las mediciones efectuadas. Este método es más críticas ocurran en los momentos inidalcs de su
práctico únicamente para instituciones que poseen vida o a muy largo plazo. Constituye una interesante
suficiente experiencia en el campo, respaldada por norma de criterio analizar, en primer lugar, dichos
amplios archivos en los que figuren presas construi momentos de la vida de la estructura, con lo que en
da! similares a la que se encuentre en ataque. muchos casos de la práctica se conseguirá definir de
A pesar de todas las dificultades reseñadas, cuya un modo claro la etapa crítica para la que ha de efec
importancia no debe subestimarse, especialmente en tuarse el proyecto y atendiendo a la cual habrán de
obras de menor aliento y posibilidades que la presa realizarse, correspondientemente, las investigaciones
de tierra, no es arriesgado afirmar que los futuros de laboratorio.
progresos de la Mecánica de Suelos harán que el cri Considérese, por ejemplo, un edificio que vaya a
terio de los esfuerzos efectivos esté destinado a ser el ser construido sobre un terreno arcilloso franco. Se
más ampliamente usado, por ser el más racional y gún progresa d proceso de consolidadón induddo
el que hace un uso más adecuado de las ideas básicas por el edifido, la resistencia d d suelo aumenta. La
que rigen en el campo de la resistencia al esfuerzo condidón crítica corresponderá entonces a las etapas
cortante de los suelos. iniciales de la vida de la obra. Por ser la ardlla muy
2) El criterio de los esfuerzos totales. impermeable, los procesos de consolidadón serán len
En este segundo modo de trabajar se utilizan di* tos y, comparativamente, el tiempo de construcción
rectamente los esfuerzos totales usados en las pruebas de la estructura dcsprcdablc. Por dio, el momento
triaxiales; es decir, sc hace uso de las envolventes crítico será cuando la carga d d edifido se complete.
L o R , según el problema específico que se tenga. En este caso es obvio que una prueba en que el es
Puesto que cada una de las pruebas da valores de re fuerzo desviador se aplique rápidamente representa
sistenda muy diferentes para el mismo sudo, por va las condidones de campo; la prueba rápida satisface
riar las dreunstandas en que se hace la prueba, sc esa condición.
sigue que ésta sólo setá representativa si sus propias Por el contrario, si el edificio fuese a ser construi
dreunstandas de trabajo duplican de un modo sufi* do sobre una arcilla igual a la anterior, pero con
dentemente aproximado las dreunstandas a que es abundantes intercaladones tic arena que proporcio
tará sometido el sudo en el prototipo; en consecuen nen drenaje rápido y ef¡dente, puede pensarse que
cia, es en este segundo método donde el ingeniero el suelo se consolida al unísono ron el progreso de
tiene que ser más cuidadoso y experimentado en la la construcción de la estructura, por lo cual la prue
elección del tipo de prueba o pruebas que vaya a ba lenta sería ahora la adecuada para la determina*
efectuar. dón de la resistenda al esfuerzo cortante. Si la es
N o existe una regla fija única que permita esta tructura que se desea construir es un terraplén (Fig.
blecer qué pruebas deberán hacerse en cada caso y 1-66), por ejemplo para un camino o un bordo de
son d criterio y la experiencia del proyectista los que protecdón, y se requiere investigar las condidones
han de diluddar tan fundamental problema. Para d d tcrTcno que lo ha de soportar, debe tenerse en
ayudar al lector a formar su propio criterio a este cuenta que el peso del terraplén incluirá un proceso
respecto, en lo que sigue se hacen algunos comenta de consolidadón en el suelo, si éste es arcilloso y, por
rios de carácter general. tanto, su resistenda al esfuerzo cortante tenderá a
aumentar con el tiempo. Si el terraplén se construye
rápidamente y el terreno arcilloso tiene drenaje di*
ffd l, el instante más crítico será el inicial de la vida
de la obra, antes de que sc produzca la consolidadón
del suelo y, por ello, lo que se dijo para el caso aná
logo del edifido conservará su validez. Si el sudo sc
consolida tan aprisa como avanza la construcción de
la obra, la prueba lenta sería la correcta para la ob-
tención de los datos de proyecto.
Las cosas variarán radicalmente si en el mismo
suelo se desea hacer una cxcavarión, por ejemplo
para la ciraentadón de una estructura. En ese caso,
sobre todo si las condidones del sudo fadlitan d fe*
nómeno, sc inducirán expansiones en la masa d d sue*
lo por la descarga efectuada y, por ello, la resisten*
F ig ó n 140. Variación de b m in e a d a al «fu e r z o cortante
d a al esfuerzo cortante tenderá a disminuir con el
« a ua corte y un terraplén en d mismo sudo tiempo. Ahora la condidón crítica del sudo estará
arcilloso. en los momentos finales d d proceso de expansión,
Resistencias máxima y residual de las arcillas 89
que corresponderán a etapa* avanzadas de )> vida de ria seguir usando los símbolos c y ^ para los paráme
la obra. La prueba lenta o la rápida-consoüdada se tros de resistencia, pero naturalmente sometiéndolos
rían obviamente las recomendables para la represen a la interpretación moderna. En este sentido han de
tación de esta situación, ser también interpretados los símbolos c y ¿ cuando
Una vez seledonado el tipo o tipos de pruebas aparezcan en las páginas subsiguientes de esta obra.
triaxiales de las que lian de obtenerse los datos de Como quiera que las pruebas triaxiales actualmente
resistencia del suelo para proyecto, lo que se hace usadas representan circunstancias extremas para el
hoy en la gran mayoría de los laboratorios es realizar suelo en estudio, algunos especialistas en estas mate
vanas pruebas de tipo escogido, obteniendo el circu rias, cuando se enfrentan a un caso real gobernado
lo de Mohr de falla en cada una y trazar a ojo la reo por circunstancias intermedias entre las adoptadas
ta (en el tramo normalmente consolidado) envolven para las pruebas prefieren dibujar sus propias envol
te de esos circuios. En el tramo preconsolidado las ventes simplemente interpolando entre las dos repre
envolventes se trazan a mano siguiendo las formas ya sentativas de comportamiento* extremos. Este proce
discutidas en este capítulo y siendo tangentes a los der ha de estar siempre respaldado por amplia expe
círculos. Una vez obtenida así la envolvente aproxi riencia, pero en esc caso conduce a la obtención de
mada del suelo en ese tipo de prueba, es costumbre dalos mis realistas que ninguna prueba por separado.
seleccionar dentro de ella el tramo que corresponde
al intervalo de presiones en el que se vaya a mante D Resistencias máxima y resklua! de las arcillas
ner al suelo en la obra particular de que se trate y
trazar, de ser factible, una recta que represente con Considérese una ardlla preconsolidada sometida
suficiente precisión a la envolvente en el tramo. Esta a una prueba de corte simple o prueba directa en
recta, sobre todo en suelos preconsolidados o no sa la cual se permita en todo momento drenaje libre
turados, seguramente no pasará por el origen de co (características correspondientes a una prueba len
ordenadas. y su ecuación matemática será de la forma ta) ; supóngase también que se trata de una prueba
d ' deformación controlada, con velocidad suficiente
i ■ a + a ta n a (1 * 7 8 ) mente lenta para que se disipen las presiones de
poro y en la que se midan los esfuerzos necesarios
con a y a como parámetros definidores de la resisten para producir las deformaciones que se provocan.
cia del suelo en la prueba particular efectuada y den Conforme el desplazamiento aumenta y la muestra
tro del intervalo de presiones considerado (a es la de arcilla precon'olidada se deforma angularmente,
ordenada en el origen y a el ángulo de inclinación aumenta la carga tangencial y, por tanto, el esfuer
respecto a la horizontal de la recta en cuestión). N ó zo cortante, pero para una presión normal efectiva
tese que la ecuación 1-76 es de la misma forma que dada y aplicada a la muestra existe un límite defini
la Ley clásica de Coulomb. Sin embargo, resulta ya do para el esfuerzo cortante que la muestra puede
inútil discutir las diferencias esenciales de concepto e resistir; a este límite, que hasta ahora se lia venido
interpretación entre ambas; a y a ya no tienen un manejando en este capítulo con el nombre de resisten
sentido físico característico como propiedades inhe cia al esfuerzo cortante de la arcilla, se le llamará
rentes al suelo, sino que solamente son elementos de ahora resistencia máxima. Si la prueba continúa, pro
cálculo. Por la fuerza de la tradición histórica y la vocando mayores desplazamientos angulares, dismi
simple costumbre, algunos autores lian llamado a "a " nuye la fuerza tangencial aplicada (y el esfuer/o cor
la “ cohesión aparente del suelo” en las condiciones tante actuante). En la práctica, la prueba se suspen
de su obtenrión y a “ a” el “ ángulo de fricción apa de una vez que la resistencia máxima ha quedado
rente". Incluso es usual en las obras sobre la mate bien definida; sin embargo, si la prueba continúa,
R E S IS T E N C IA AL
CSfU CR ZO CORTANTE
Figura 1-97. Resistencia máxima y residual y característica de resistenda al «fu e r z o cortante de una arcilla prrcnmolidtda.
90 Breva nociones de mecánica de suelos
se observa que, según el desplazamiento crece, la re Independientemente de Lis razones que puedan
sistencia de la arcilla disminuye; pero esta disminu aducirse para explicar la disminución de resistencia
ción también tiene un límite, el cual, una ve/, alcan de las ardllas cuando se sobreasa su resistenda má
zado, se conserva, aun cuando el desplazamiento an xima, hay evidencia de tal disminución, especialmen
gular crezca a valores grande», del orden de varios te cuando las ardllas son prcconsolidada*. Entonces,
centímetro* a la escala de la prueba, y existe eviden si por cualquier razón sc sobrepasa la resistencia má
cia de campo de que en la arcilla esta resistencia se xima en un punto cualquiera de la masa de arcilla,
conserva para desplazamientos del orden de metros. la resistencia en «licito punto descenderá; esto con
Si de esta manera sc realizan diferentes pruebas, duce a una redistribución de esfuerzos, como conse
usando en cada una distinta presión normal efecti cuencia de la cual sc sobrecargan las zonas veri na*,
va. se obtendrán resultados similares a los antes des con lo que es posible que la resistenda máxima se
critos, aunque naturalmente sean distintos en cada sobre|>ase en otros puntos próximo*. Así se conciI>e
caso los valores finales de la resistencia exhibida por la inidadón de una falla progresiva y, en el lími
la ardlla. A esta resistencia final, más allá de la má te, la resistenda a lo largo de toda una superficie de
xima. sc le llama resistenda residual (Ref. 40). En falla decrecerá al valor de la resistencia resiilual. Sin
la |iartc (a) de la figura 1-67 se muestra la relación embargo, son tan grandes los desplazamientos nece
esfuer/o cortante-desplazamiento, tal como ex usual sarios para que la resistenda residual llegue a des
obtenerla en una prueba como la descrita. Ahí puede arrollarse, que esta condidón sólo debe considerarse
verse también el cambio en contenido de agua su para fines de proyecto o cálculo, en general, cuando
frido por d espédmen durante la prueba. la ardlla haya sufrido deslizamiento sobre una su
En la parte (6) de la misma figura se han trazado perficie de falla existente de antiguo o citando exis
las envolventes de falla obtenidas llevando los resul ta en ella un estado de creep más o menos genera
tados de diferentes pruebas a un plano de esfuer lizado.
zos normales efectivos sobre el plano de (alia contra Skempton señala también que la presencia de
las resistendas máximas y residuales obtenidas en gran número de pequeñas fisuras, grietecillas y otros
esas pruebas. Puede observarse que dichas envolven acddcntcs similares en la masa de arcilla, constituye
tes resultan prácticamente líneas rectas, pudiéndose otro caso en que la resistencia residual debe consi
por ello escribir para la resistenda máxima derarse como la de proyecto para un análisis más
realista.
tf ** c + a tan ^ (1*66)
N o existe una prueba estándar para determinar
y para la resistenda residual: en los laboratorios la resistenda residual de las ar
dllas, pero el propio Skempton descril>e cu la refe-
s, = cr + c tan p, (1-77)
renda que se comenta, una realizada para un caso
Los resultados de las prueba» que sc han realiza concreto en la que sc usó un aparato de resistenda
do han demostrado que invariablemente cr es muy al esfuerzo cortante directo. Tras produdr al espé
pequeña, pudiendo por ello despreciarse. Por tanto, dmen un desplazamiento del orden de un centíme
para el uso de la resistenda residual puede escri tro en un cierto sentido, sc regresó la parte desli
birse zante a su posirión original, produciendo de nuevo
s, = a tan (1-78) el mismo desplazamiento y continuando así la prue
ba hasta que la resistenda de la arcilla llegó a un
También se ha observado que es menor que el valor final constante, que se consideró la resistencia
ángulo En algunas arcillas esa diferencia es de residual. El inconveniente de la prueba fueron los
sólo 1 ó 2 grados, pero se han registrado ardllas en seis días que duró, pues se realizó permitiendo en
que esa diferencia ha llegado a ser de 10°. todo momento la disipación de presiones de poro.
Las razones para explicar las diferencias anterio El propio Skempton comenta que esta técnica no es
res, siguiendo a Skempton (Ref. 40), podrán ser las perfecta, y sugiere que una mejor prueba sería aque
siguientes: primeramente se lia constatado que en lla que produjese un desplazamiento continuo en un
ardllas fuertemente preconsolidadas hay expansiones solo sentido, sin regresar; indica también que los
cuando se deforman bajo esfuerzo cortante, sobre aparatos de resistencia a) corte anulares pudieran
todo después de sobrepasar su resistenda máxima; resultar apropiados. Otros autores han sugerido la
por tanto, una parte de la disminudón de resis ennvenienria de usar pruebas de torsión.
tencia puede achacarse al incremento de contenido La disminución de resistencia del valor de la re
de agua que sc produce como consecuencia. En se- sistencia máxima al valor de la resistenda residual
¡rundo lugar actúa el desarrollo de franjas ddgadas no sólo ocurre en las ardllas ¡ireconsolidadas, sino
dentro de la masa general de la ardlla, en las que también en las ardllas normalmente consolidadas,
las partículas de forma laminar se orientan en la di- aunque en este último caso la diferencia entre am
recdón del desplazamiento, y es razonable suponer bas resistencias es de menor cuantía. En el caso de
cuc la resistenda de un conjunto de tales partícu las ardllas normalmente consolidadas la disminución
las orientadas al azar sea mayor que cuando se en en el ángulo de friedón interna se atribuye prind*
cuentran paralelamente acomodadas. pálmente al efecto de orientadón de las partículas.
92 Breves nociones de mecánica de suetos
16. Juárez Badilio, E. y Rico, A. Mecánica de Suelo». 36. Scott. R F. y Hon-Yim Ko. StresvDeformation and
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Research Conferenee on Shear Strength of Cohesive Soil Properties in the Triaxial Test, Edward Arnold,
Soib, Colorado, I,td.. Londres.
CAPITULO
Clasificación de suelos
desde el punto de vista
de las vias terrestres
IM GENERALIDADES mente engorroso y complicado. Probablemente, lo
menos que puede esperar un técnico de un sistema
Dentro del campo particular de las vías terrestres, de clasificación es que sirva para normar su criterio
los suelos se presentan con una variedad y comple respecto al suelo en cuestión, antes de que adquiera
jidad prácticamente infinitas. Asi, cualquier intento conodmientos m is profundos y extensos de las pro
de sistematización científica, acompañado de la co piedades d d mismo; así, al usar el sistema será po
rrespondiente tendencia generalizadora, debe ir pre sible, entre otras cosas, obtener criterios para saber
cedido por otro, en que se procure clasificar a los en qué direcciones es conveniente profundizar la in
suelos del modo más completo posible. vestigación.
De hecho, los sistemas de clasificación de suelos A pesar de su sendllez. los criterios de clasifica
son tan antiguos como la propia Mecánica de Sue ción puramente granulométricos resultan hoy poco
los, pero por el escaso conocimiento que sc tenia apropiado*, porque la correlación de la distribución
sobre los suelos, los sistemas que aparecieron en un granulométrica con las propiedades fundamentales
principio estaban basados en características poco re (resistenda, compresibilidad, relaciones esfuerzo-de
levantes (olor, color, textura, etc.) o muy difíciles formación, permeabilidad, etc.) resulta demasiado in
de correlacionar con las fundamentales: estos siste segura y sujeta a excepciones y casos especiales.
mas están hoy superados y no conviene dedicarles ul
Apenas hay duda de que en el momento presente
terior atención. el sistema más efectivo de dasificadón de sudos es
La granulometría ofrece un medio sencillo y evi el propuesto por A . Casagrande (Ref. 1) y conocido
dente para clasificar suelos. En verdad, basta dividir
con el nombre de Sistema Unificado de dasificadón
un suelo en sus fracciones granulométricas para te de Suelos. En la Ref. 2 puede verse una descripdón
nerlo “ clasificado” , si previamente k conviene en dar
detallada de tal sistema y del trabajo experimental
una denominación particular a las distintas fraccio que condujo a A. Casagrande a su formuladón.
nes, según queden comprendidas en una determina
El sistema dasifica a los suelos finos prindpal
da gama de tamaños. Los sistemas de clasificación
men te con base en sus características de plastiddad,
granulométrica, tan populares en el pasado, tuvieron
cuya correladón con las propiedades mecánicas bási
esa génesis u n simple, y los términos grava, arena,
cas es consistente y confiable, según se comentó en
limo y arcilla aún tienen para muchos ingenieros un
el capítulo I de este libro. Los suelos gruesos, mayo
significado relacionado únicamente con el tamaño de
las partículas constitutivas de esos suelos o frac- res que la malla N * 200 (0.074 mm de abertura), se
clasifican sobre todo con criterio granulométrico, si
dones.*
bien son cuidadosamente tomadas en cuenta también
Es evidente que un sistema de dasificadón de
las características de plasticidad de su fraedón fina.
suelos debe agruparlos de acuerdo con sus propieda
N o está claramente definido el tamaño máximo de
des mecánicas básicas, por ser éstas lo que interesa
los suelos que quedan comprendidos en el Sistema,
para las aplicaciones ingeníenles. A la vez, el crite
pero como han de jxxler ser cribados, frecuentemen
rio clasificador ha de ser prejxinderantemente de
te se fija en forma arbitraria en 7.6 cm (3 " ). El Sis
naturaleza cualitativa, puesto que un sistema que in
tema Unificado nadó como medio para clasificar sue
cluyera relaciones cuantitativas resultaría excesiva-
los finos únicamente (menores que la malla 200, con
t Loa autores tapetan que del Capitulo 1 haya podido coa- 0.074 mm de abertura), y después fue extendido has
duirae que en la Mecánica de Suek» moderna ae hacen in ta induir gravas y arenas. Para el ingeniero de Vías
tervenir mucho» m i» faetom pan distinguir una arena de Terrestres tiene aún la defiaenda de que éste ha de
una ardlla, por ejemplo. manejar en muchos casos fragmentos de roca, de ta-
M atería! protegido por derechos de
94 Clasificación de suelos desde el punto de vista de las xHas terrestres
maño más o menos grande, que quedan fuera del se usa para formaciones rocosas más o menos conti
sistema original. Los técnicos mexicanos han venido nuas o masivas.
usando el Sistema Unificado de Clasificación de Suc El “suelo” sc subdivíde en suelos de partículas fi
ios desde hace muchos años, siempre con resultado nas o “ finos” y suelos de partículas gruesas o ''grue
satisfactorio, y su familiaridad con él Ies ha ido in sos''. Los “ finos” son aquellos cuyas partículas ton
duciendo a hacerle pequeñas modificaciones de or menores que la malla N * 200. y los “ gruesos” son los
den secundario, dictadas en cada caso por la conve que sc retienen a i la malla N* 200 y pasan la malla
niencia práctica. También lo han complementado tic 7.6 cm (3 " ). Los “ finos” comprenden los suelos
con un sistema |>aia clasificar los fragmentos de roca orgánicos, limos y arcillas. Los suelos orgánicos son
(mayores de 7.6 cm) que con tanta frecuencia han los que contienen una cantidad apreciable de mate-
de ser manejados en la ingeniería de Vías Terrestres. ria orgánica, y un material fino orgánico es limo o
De esta manera, la Secretarla de Obras Públicas, or arcilla, según sus características de plasticidad, como
ganismo oficial que resume la práctica ingenieril me se describe más adelante. Los suelos en que predo
xicana en el campo de las Vfas Terrestres, ha forma mina mucho la materia orgánica quedan en un gru
do su propio Sistema de Clasificación de Suelos, po denominado “ turba” .
Fragmentos de Roca y Rocas, que es el que en tér Los “ gruesos” comprenden los grupo* denomina
minos generales ac expone en este Capitulo (Ref. S). dos arena y grava, siendo la frontera entre ellos la
malla N* 4.
H 2 SISTEMA DE CLASIFICACION OE "SUELOS* Los “ fragmentos de roca” se subdividen en “ chi
UTILIZADO EN LA S.O.P. cos", “ medianos” y “ grandes” . Los fragmentos chicos
son aquellos que se retienen en la malla de 7.6 an
Para fines de clasificación, los materiales que (5*) y su dimensión máxima es menor de 30 cm. l os
constituyen la corteza terrestre se agrupan en S di fragmentos medianos son aquellos cuya dimensión
visiones: “ suelos” , “ fragmentos de roca” y “ rocas” . máxima está comprendida entre 30 cm y 1 m. Los
El término "suelo” se aplica a todas aquellas par fragmentos grandes son aquellos cuya dimensión má
tículas de material menores de 7.6 cm (S”) . El tér xima es mayor que de I m.
mino “ fragmentos de roca” se aplica a los fragmen Cada uno de estos grandes grupos tiene un sím
tos mayores de 7.6 cm (3*) y que no forman parte bolo genérico, dado por una o más letras alusivas
de una formación rocosa masiva. El término “ roca” (Ref. 2). En la tabla ]I-1 se resumen los grupos que
TABLA D-l
Oastfkadóe de B a tn iila pairan y lucio*
DIMENSIONES DE LAS
DIVISIONES 8UB-OM OONES GRUPO SNBOLO PARTICULAS 0 FRAGMENTOS
ALTAMENTE
1
1
1
1
1
1
1
TU » • A
ORGANICOS
ORGANICOS 0
c < M A L L A 4 » 200
EXTRUSVAS ftts
INTRUSIVAS
CLASTICAS *se
intervienen en el Sistema de Clasificación de la Se* dades afines (líneas A y B ). En la Fig. 1I-I aparece
cretaría de Obras Públicas de México (SOP). lu gráfica de referencia, denominada carta de plasti
cidad. en la forma en que se usa en la Secretaría de
Obras Públicas de México, la cual difiere ligeramen
A. SISTEM A U N IF IC A D O DE CIJVSIFICACION te de la originalmente presentada por A . Casagrande.
DE SUELOS (Versión S.O.P.) El sistema unificado abarca tanto a los suelos
gruesos como a los finos, distinguiéndolos por el cri
I.a base del Sistema Unificado de dasificadón bado a través de la malla 200; las partículas gruesas
de Suelos es la Carta de Plasticidad, resultado de son mayores que dicha malla y las finas, menores.
una investigación realizada por A. Casagrande en el Un suelo se considera grueso si más del 50% de sus
laboratorio (Reís. I y -I). En esta investigación se partículas son gruesas, y fino, si más de la mitad de
vio que, si se sitúan los suelos en un sistema coorde sus panículas, en peso, son finas. (Véanse las tablas
nado que tenga el Limite U quido en el eje de las 1M. 11*2 y 11-3.)
abscisas y al Indice Plástico en el de las ordenadas, Se describirán en primer lugar los diferentes gru
su agrupamiento no ocurre al azar sino que se agru pos de suelos grueso*.
pan de manera que en cada zona de la carta se si
túan suelos con características de plasticidad y pro
piedades mecánicas e hidráulicas cualitativamente de a. SUELOS GRUESOS
finidas; del mismo modo que los suelos vednos po
seen propiedades similares, los alejados las tienen di El símbolo de cada grupo está formado por dos
ferentes. Con base en esta observadón, Casagrande letras mayúsculas, que son las ¡nidales de los nom
pudo establecer en la gráfica fronteras que separan bres ingleses de los suelos más típicos de ese grupo.
a los materiales finos en diferentes grupos de propie El significado sc especifica a continuarión:
LIMITE LIQUIDO
W p n n-1 Cuta de plasticidad tal cono te uu en b Secretarla de Obtas Públicas de México.
Material oroteaido p
96 Clarificación de suelos desde el punto de vista de las vías terrestres
Gravas y suelos en que predominan aquéllas. Sím lo referente a su contenido de partículas finas, pero
bolo genérico C (gravel). no cumplen los requisitos de graduación indicados
Arenas y suelos arenosos. Símbolo S (sand). para ser considerados como bien graduados. Dentro
de estos grupos están comprendidas las gravas unifor
Las gravas y las arenas se separan con la malla mes, tales como las que se depositan en los lechos
N* 4, de manera que un suelo pertenece al grupo de los ríos, las arenas uniformes, de médano y pla
genérico G si más del 50% de su fracción gruesa yas, y las mezclas de gravas y arenas finas, prove
(retenida en la malla 200) no pasa la malla N* 4, nientes de diferentes estratos obtenidos durante un
y es del grupo genérico S en caso contrario. proceso de excavación.
Las gravas y las arenas se subdividen en cuatro
tipos: S) Grupos GM y SM
1. Material prácticamente limpio de finos, bien En estos grupos el contenido de finen afecta las
graduado. Símbolo W (well graded). En com características de resistencia y esfuerzo-deformación
binación con los símbolos genéricos, se obtie y la capacidad de drenaje libre de la fracción grue
nen los grupos G W y SW. sa; en la práctica se ha visto que esto ocurre para
2. Material prácticamente limpio de finos, mal porcentajes de finos superiores a 12% en peso, por
graduado. Símbolo P (poorly graded). En lo que esa cantidad se toma como frontera inferior
combinación con los símbolos genéricos, da de dicho contenido de jwrtlculas finas. La plastici
lugar a los grupas G P y SP. dad de los finos en estos grupos varía entre "nula"
S. Material con cantidad aprcciablc de finos no y "media” ; es dedr, es requisito que los límites de
plásticos. Símbolo M (del sueco rao y mjala). plasticidad localicen a la fracción que pase la malla
En combinación con los símbolo* genéricos. <la N* 40 abajo de la línea A o bien que su índice de
lugar a los grupos G M y SM. plasticidad sea menor que 6%. En su sistema. Casa-
4. Material con cantidad apreciable de finos plás grande fijó este último número en 4%. Cuando el
ticos. Símbolo C (clay). En combinación con porcentaje de finos está entre 5 y 12% deberá usan
los símbolos genéricos, da lugar a los grupos se un símbolo doble, por ejemplo GW -GM, para in
GC y SC. dicar una grava bien graduada con finos no plásti
cos, en porcentaje comprendido entre 5 y 12%.
A continuación se describen los grupos anteriores
a fin de proporcionar criterios más detallados de 4) Grupo* GC y SC
identificación, tanto en el campo como en el labo
ratorio. Por las mismas razones expuestas para los grupos
G M y SM. el contenido de finos de estos grupos de
1) Grupos GW y SW suelos debe ser mayor que 12% en peso. Sin embar
go. en estos casos, los finos son de media a alta plas
Estos suelos son bien graduados y con pocos fi ticidad; es ahora requisito que los límites de plasti
nos. o limpios por completo. La presencia de los cidad sitúen a la fracción que pase la malla . V 40
finos que puedan contener estos grupos no debe pro arriba de la linea A, teniéndose además la condi
ducir cambios apreriabtes en las características de re ción de que el índice plástico sea mayor que 6%
sistencia de la fracción gruesa, ni interferir con su (7% en el sistema original de Casagrande).
capacidad de drenaje. Los anteriores requisitos se ga- Cuando un material no se ubique claramente den
rantizan en la práctica, especificando que en estos tro de un grupo, deberán usarse también símbolos
grupos el contenido de partículas finas no sea mayor dobles, correspondientes a casos de frontera. Por
de un 5% en peso. En el laboratorio la graduación ejemplo, el símbolo GW-SW se usará para un mate
se juzga por medio de los coeficientes de uniformi ria] bien graduado, con menos de 5% de finos y for
dad (C J y curvatura ( Q ) . Para considerar una gra mada su fraedón gruesa por iguales proporciones de
va bien graduada se exige que su coeficiente de uni grava y arena.
formidad sea mayor que 4, mientras el de curvatura
debe estar comprendido entre I y 5, En el caso de
las arenas bien graduadas, el coeficiente de unifor b. SUELOS F IN O S
midad será mayor que 6, en tanto que d de curva
tura debe estar entre los mismos límites anteriores. También en este caso el Sistema considera a los
suelos agrupados, formándose d símbolo de cada gru
2) Grupos GP y SP po con dos letras mayúsculas, elegidas con un crite
rio similar al usado para los suelos gruesos, lo que
Estos suelos son mal graduados; es dedr, son de da lugar a las siguientes divisiones:
apariencia uniforme, o presentan predominio de un
tamaño o de un rango de tamaños, faltando algunos I.iinos inorgánicos, de símbolo genérico M (del
intermedios; en laboratorio deben satisfacer los re sueco mo y m jala).
quisitos señalados para los dos grupos anteriores, en Arcillas inorgánicas, de símbolo C (clay).
Suelos finos 97
Limos y ardllas orgánicas, de símbolo genérico O tos cólicos, d d tipo del Loes», con 25% < L L <
(organic). < 85%, usualmentc aparecen también en este gru|x>.
Un tipo interesante de suelos finos que cien en
Ciada uno de estos tres tipos de suelos se subdi- esta zona son las ardllas del lipo caolín, derivadas
vide en dos grupos, según su limite liquido. Si éste de (os feldespatos de rocas graníticas; a pesar de que
es menor de 50%, es dedr, si son suelos de compre el nombre de arcillas está muy difundido para estos
sibilidad baja o media, se añade al símbolo genérico suelos, algunas de sus características corresponden a
la letra I, (low compressibility). y por esta cornbi- limos inorgánicos: por ejemplo, su resistenda en es
nación se obtienen los grupos M U C L y O L Los tado seco es relativamente baja y en estado húmedo
suelos finos con límite liquido majvr de 50%, o sea muestran cierta reacción a la prueba de dilatancia;
de alta compresibilidad, llevan tras el símbolo gené sin embargo, son suelos finos y suaves con un alto
rico la letra H (high compressibility), y así se tie porcentaje de partículas tamaño de ardlla, compara
nen los grupo* M H, CH y OH. ble con el de oirás ardllas típicas, localizadas arriba
Debe notarse que las Iciras L y H no sc refieren de la línea A. En algunas ocasiones estas arcillas caen
a baja o alta plastiridad, pues esta propiedad dd en casos de frontera M L-CL y MH-CH, dada su pro
suelo, como se ha dicho, ha de expresara: a i fun ximidad con dicha línea. (Véase la tabla 11*2.)
ción de dos parámetros (I,L e Ip ), mientras que en la s tierras diatomáceas prácticamente |>uras sue
el caso actual sólo interviene el valor del limite lí len no ser plásticas, por más que su límite líquido
quido. Por otra parle, ya se hizo notar que la com pueda ser mayor que 100% (M H ). Sus mc/clas con
presibilidad de un suelo es una fundón directa d d otros suelos de partículas finas son también de los
límite liquido, de modo que un sudo es más com grupos M L o MH.
presible a mayor límite liquido.
También es preciso tener en cuenta que el tér
S) Grupos OL y OH
mino compresibilidad, tal como aquí se trata, se re
fiere a la pendiente del tramo virgen de la curva de
I j s zonas correspondientes a estos dos grupos son
compresibilidad y no a la condidón actual del suelo
las mismas que las de los grupos M L y M H , respec
inalterado, pues éste puede estar parcialmente seco
tivamente, si bien los orgánicos están siempte en lu
o p r e r o n s o l id a d o .
gares próximos a la línea A.
Los suelos altamente orgánicos, usualmcnte fibro
Una pequeña adirión de materia orgánica coloi
sos, tales romo turbas y suelos pantanosos, extrema
dal hace que crezca el limite líquido de una arcilla
damente compresibles, forman un grupo indepen
inorgánica, sin aprcriablc cambio de su índice plás
diente de símbolo Pt (del inglés Peal, turba).
tico; esto hace que el suelo se desplace hacia la de
Los distintos grupos de suelos finos ya menciona
recha en la Carta de Plasticidad, pasando a ocupar
dos se describen a continuación en forma más de
una posidón más alejada de la línea A.
tallada.
En estos grupos se encasillan las arcillas inor En la mayoría de los suelos turbosos las pruebas
gánicas. El grupo C L comprende a la zona sobre de límites pueden ejecutarse después de un completo
la línea A, definida por L L < 50% e Ip > 6% remoldeo. El límite líquido de estos suelos suele es
(Ip > 7% en el sistema originalmente propuesto tar entre 300 y 500%. quedando su posidón en la
por A. Casagrande). Carta de Plastiddad notablemente abajo de la lí-
El grupo C H corresponde a la zona arriba de la i..‘a A ; d índice plástico normalmente varía entre
línea A , definida por L L > 50%. En este grupo CH 100 y 200%.
se encasillan las arcillas formadas por descomposición Sirailarmente al caso de los suelos gruesos, cuan
química de cenizas volcánicas, tales como la bento- do un material fino no cae claramente en uno de
nita o la arcilla del Valle de México, con límites lí los grupos, sc usarán para él símbolos dobles de fron
quidos de hasta 500%. tera. Por ejemplo, MH-CH representará un suelo
fino con L L > 50% e índice plástico tal que el ma
terial quede situado prácticamente sobre la línea A.
2) Grupos ML y MH
El Sistema Unificado de ■Clasificación de Suelos
El grupo M L comprende la zona bajo la linca A, no se concreta a ubicar al material dentro de uno
definida por L L < 50%, y la porción sobre la lí de los grupos enumerados, sino que abarca además
nea A con Ip < 6%_ (I p < 4% en el sistema origi una dcscripaón del mismo, tanto alterado como in
nal). El grupo M H corresponde a la zona debajo de alterado. Esta descripdón puede jugar un papel im
la línea A , definida por L L > 50%. portante en la formación de un sano criterio técnico
En estos grupos quedan comprendidos los limos y, en ocasiones, puede resultar de fundamental im-
típicos inorgánicos y limos arcillosos. Los tipos co portanda para poner de manifiesto características
munes de limos inorgánicos y polvo de roca, con qu » escapan a la mecánica de las pruebas que sc rea
L L < 50%, sc ubican en el grupo M L. Los depósi lizan. Un ejemplo típico de d io es la compacidad.
98 Clasificación de sucios desde el punto de insta de las vías terrestres
En general, en los suelos gruesos deben propor las, forma y composidón mineralógica. Para distin
cionarse los siguientes datos: nombre típico, porcen guir las gravas de las arenas puede usarse el tamaño
tajes aproximados de grava y arena, tamaño máximo 14 cm como equivalente a la malla N ° 4, y para la
de las partículas, angulosidad y dureza de las mis* estimación del contenido de finos basta considerar
mas, características de su su|ierfide, nombre toca! y que las partículas de tamaño correspondiente a la
geológico, además de cualquier otra información per malla N * 200 son aproximadamente las más peque
tinente, de acuerdo con la aplicadón ingenien! que ñas que puedan distinguirse a simple vista.
se va a hacer del material. En lo referente a la graduación d d material, se
En lo» suelos gruesos en estado inalterado, se aña requiere bastante experiencia para diferendar los
dirán datos sobre estratificación, compaddad, cemen suelos bien graduados de los mal graduados median
tación, condiciones de humedad y características de te un examen visual. Esta experiencia se obtiene
drenaje. comparando graduaciones estimadas con las obteni
En los suelos finos, se propordonarán. en gene das en laboratorio, en todos los casos en que se ten
ral, los siguientes datos: nombre típico, grado y ca ga oportunidad de hacerlo. Para examinar la frac-
rácter de su plastiddad, cantidad y tamaño máximo dón fina contenida en el suelo, deberán ejecutarse
de las partículas gruesas, color del suelo húmedo, las pruebas de identificación de campo de suelos fi
olor, nombre local y geológico, aparte de cualquier nos que se detallarán más adelante, sobre la parte
otra información descriptiva pertinente, de acuerdo que pase la malla N * 40; si no se dispone de esta
con la aplicadón que se vaya a hacer del material. malla, d cribado puede substituirse por una separa-
Respecto del suelo en estado inalterado, deberá dón manual equivalente.
agregarse información relativa a su estructura, estra En ocasiones puede ser importante juzgar la in
tificación, consistencia en los estados inalterado y re- tegridad de las partículas constituyentes de tos sue
moldeado, condiciones de humedad y características los, en cuyo caso será predso un examen especial
de drenaje. mente cuidadoso. I,as partículas procedentes de rocas
ígneas sanas se identifican fácilmente; las partículas
intemperizadas se reconocen por las decoloradones y
c. ID E N T IF IC A C IO N DE SUELOS la relativa fadlidad con que se desintegran.
o ío s sucios, la reacción se hace menos rápida. Con límite plástico se a lea n » muy rápidamente. Claro es
ten i<los ligeros de arcilla coloidal imparten algo de que para que las observaciones anteriores tengan sen
plasticidad al suelo, por lo que la reacción en estos tido será necesario comenzar todas las pruebas con
materiales sc vuelve más lenta; esto sucede en los li los suelos muy aproximadamente en la misma con
nios inorgánicos y orgánicos ligeramente plásticos sistencia, de preferenda cerca del límite líquido.
(M U O L ). en arcillas muy limosas (CL-M I.) y en Resistencia en estado seco. Una alta resistenda
muchas arcillas de tipo caolín (M U M L-CU M H y en seco es característica de las ardllas del gni|>o CH.
MH-CH). Una reacción extremadamente lenta o nula Un limo inorgánico sólo posee muy ligera resisten
es típica de arcillas situadas arriba de la linea A cia, pero puede distinguirse por el tacto al pulveri
(C U C II) y de arcillas orgánicas de alta plasticidad. zar el espécimen seco. Ua arena fina se siente granu
£1 fenómeno de la aparición de agua en la su lar, mientras que el limo típico da la sensación sua
perficie de la muestra es debido a la compactación ve de la harina.
de los suelos limosos y, aun en mayor grado, de los Los limos M L o M H exentos de plastiddad no
arenosos, bajo la acción dinámica de los impactos presentan prácticamente ninguna resistenda en esta
contra la mano; esto reduce la reladón de vacíos del do seco y sus muestras se desmoronan con muy poca
material, expulsando al agua de ellos. £1 amasado presión digital; el polvo de roca y la tierra diaiomá-
posterior aumenta de nuevo la relación de vados y cea son ejemplos típicos. Una resistenda en estado
el agua se restituye a esos vados. I jo s suelos ardllosos seco baja es representativa de todos los suelos de baja
no sufren esos efectos bajo cargas dinámicas, por lo plasticidad localizado» bajo la línea A y aun de al
cual no producen reaedón. gunas arcillas inorgánicas muy limosas, ligeramente
sobre la línea A (C L ). Las resistendas medias defi
Tenacidad. La potencialidad de la fraedón coloi
dal arcillosa de un suelo se identifica por la mayor nen generalmente a las ardllas del grupo C U o, en
ocasiones, a otras de los grupos CH, M H (ardllas
o menor tenaddad del rollito al acercarse al límite
tipo caolín) u O H , que se localicen muy cerca de la
plástico y por la rigidez de la muestra al romperse
línea A. La mayoría de las arcillas C H tienen resis
finalmente entre los dedos. La debilidad del rollito
tencias altas, así como las C U localizadas muy arriba
en el límite plástico y la pérdida rápida de la cohe
de la linea A. Los materiales O H con altos límites
rencia de la muestra al rebasar este límite, indican
líquidos y próximos a la linea A también exhiben
la presencia de arcilla inorgánica de baja plastiddad
grandes resistendas. Por último, resistendas muy al
o de materiales tales como arcilla del tipo caolín; las
tas son típicas de ardllas inorgánicas del grupo CH.
anillas orgánicas sc sienten muy débiles y esponjosas
localizadas en posidones muy elevadas respecto a la
al tacto, en el límite plástico.
línea A.
Cuanta más alta sea la posición del suelo respec Color. En exploraciones de campo el color del
to a la linea A (C L. C H ), más rígido y tenaz será suelo suele ser un dato útil para diferendar los dife
el rollito cerca del limite plástico, y más rígida tam rentes estratos y para identificar tipos de suelo, cuan
bién sc notará la muestra al romperse entre los de do se posee experienria local. En general, existen
dos, abajo del límite plástico. En suelos ligeramente también algunos criterios relativos al color; por ejem
sobre la línea A . tale» como ardllas glaciales (C U plo, el color negro y otros de tonos obscuros suelen
CH ). los rollito* son de media tenacidad cerca de su ser indicativos de la presenda de materia orgánica
límite plástico y la muestra comienza pronto a des coloidal. Los colores claros y brillantes son más bien
moronarse en el amasado, al bajar su contenido de propios de suelos inorgánicos.
agua. Casi sin exeepaón. los suelos que están deba Olor. Los suelos orgánicos (O H y O L ) tienen
jo de la línea A (M U M H . O L y O H ) producen por lo general un olor distintivo, que puede usarse
rollitos poco tenaces cerca del limite plástico; en el para identificación; el olor es particularmente inten
caso de suelos orgánicos y micáceos, muy abajo de so si el suelo está húmedo, y disminuye con la expo-
la linea A. los rollitos sc muestran muy débiles y es sidón al aire, aumentado, por el contrario, con el
ponjosos. También en lodos los suelos bajo la lí calentamiento de la muestra húmeda.
nea A, excepto los O H próximos a ella, la masa pro
ducto de la manipulación entre los dedos, posterior
al rolado, se muestra suelta y se desmorona fádl- B. C LA S IFIC A C IO N DE LOS FR AG M E N TO S DE
mente, cuando el contenido de agua es menor que el ROCA
correspondiente al límite plástico. Los fragmentos de roca son todos aquellos cuyo
Cuando se trabaje en lugares en que la humedad tamafio es mayor que 7.6 exu (5*) y no forman par
ambiente sea casi constante, el tiempo que transcu te de una formadón rocosa.
rra hasta que se alcance el límite plástico será una
medida relativamente tosca del índice plástico del a. D IV IS IO N DE LOS FR A G M E N TO S
suelo. Por ejemplo, una ardlla C H con L L = 70%
Los fragmentos de roca se subdividen en:
e Ip = 50% o una O H con L L = 100% e Ip « 50%
prensan mucho más tiempo de manipuladón para 1) Fragmentos chicos (Fe). Aquellos cuyo tamaño
llegar al límite plástico que una arcilla gladal del está comprendido entre la malla de 7.6 cm (3 ") y
tipo C U En limos poco plásticos, del grupo M U el 30 cm de dimensión máxima.
100 Clasificación de suelos desde el punto de vista de las vias terrestres
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Lin ca m ien tos generales para clasificar las rocas 101
y alta, de acuerdo con la m agnitud d el esfuerzo ne- I I-S CLASIFIC AC IO N DE LAS ROCAS
cesario para separar los fragmentos; debiendo indi*
carse, cuando sea posible, si el tip o de cementación A. L I N E A M I E N T O S G E N E R A L E S P A R A C L A S I
es p o r carbonatos, por silicatos, p o r alum ínalos o por F IC A R L A S R O C A S
óxidos d e fierro. Queda entendido q u e ya una ce
mentación alta está en el lím ite de lo qu e se podría La clasificación de las rocas q u e aparece en este
considerar una roca sedimentaria. £1 grad o de ce capítulo (tablas U-4, 11-5' y 11-6) está basada en las
mentación deberá estimarse en una muestra repre características que pueden ser observadas directam en
sentativa del m aterial q u e se haya dejado sumergida te en el campo sin ayuda del m icroscopio; en conse
en agua cuando menos 24 horas. cuencia, para clasificar una roca se deben tom ar en
cuenta, com o factores principales, su com posición
m ineralógica y su textura.
10) Condiciones de humedad
En la tabla II-7 se presenta una lista d e los prin
Las condidones d e humedad deberán indicarse cipales minerales qu e constituyen las rocas y sus ca
con los términos: seco, poco húmedo, m uy húmedo racterísticas físicas más importantes, com o una ayu
y saturado. da para su identificación. Asim ism o, en el texto se
describen las texturas y tipos de rocas más comunes.
Para clasificar una roca se sugiere seguir el p ro
11) Características de drenaje
cedim iento q u e a continuación se indica:
Las características de drenaje de un depósito se
refieren a la facilidad con la qu e un depósito de 1. U na vez qu e se ha exam inado cuidadosamente
m aterial puede drenarse en e l caso de qu e llegu e a una muestra de la roca, deberán definirse, en
saturarse. Las características de drenaje deberán cali el orden q u e se indica, los tres aspectos funda
ficarse con los adjetivos: nulas, malas, medias y mentales siguientes: tip o de textura, m inera
buenas. les q u e la constituyen y gru p o a q u e pertenece
Estas características dependen tanto de las p rop ie (ígnea, sedim entaria o m eta m ó ríica ).
dades hidráulicas de los materiales constituyentes 2. C on la anterior inform ación se entra a la ta
com o d e la topografía y la naturaleza de las form a bla correspondiente II-4, II-5 ó II-6, para de
ciones geológicas circundantes. term inar la clase de roca de q u e se trata.
TABLA 11-4
CO M PO SIC IO N Y C L A S IF IC A C IO N D E RO CAS IG N EA S O R IG E N N A TU R A LE Z A
PRINCIPALES R 0 C A S
ERUPCIONES V IT R E A OBSIDIANA
MINERALES
EXTRUSIVAS INTRUSIVAS TRANQUILAS PERU TA
QUE FORMAN
(Grano tino d (Grano g ru ñ o )
LAS ROCAS PIEDRA POMEZ *
porflrÍHca )
RETINITA (Plcdro P « )
Go p yrighte d material
Clasificación de sucios desde el punto de vista de las iñas terrestres
TABLA 0-5
ROCAS SEDIMENTARIAS
A G E N T E S E D I M E N T O S E D I M E N T 0
0 R l 6 E N
TR A N S P O R TA D O R S U E L T O C O N S O L I D A DO
AGUA GRAVA
(A R IS T A S R EDONDEADAS) CONGLOM ER ADO
M
GRAVA
(A R I S T A S AGUDAS) BRECHA
E
ARENA A R E N IS C A
C L IM O U M O L IT A
A R C IL L A A R G IL IT A
A
V IE N T O M EOANOS A R E N IS C A
N LO ESS
V
1
H IE L O GRAVAS A N G ULO SA S
ARENA
C ► T IL IT A
L IM O
0 A R C IL L A
0 R | G E N N A T U R A L E Z A S E D I M E N T O C O N S O L I D A D O
CALCAREA CAUZA
0 D O L O M IT A
A R A G O N IT A
U T R A V E R T IN O
CALCAREA A R C IL L O S A M ARGA
1
SI U C O S A PEDERNAL
M
G E Y S E R IT A
i
S A L IN A E V A P O R IT A S !
S A L GEM A
YESO
BORAX
o T E O U E S Q U IT E
C R 1 STA U L L O
o CALCAREA CAUZA
CORAL
n
C O Q U IN A
G C R E T A (S A S C A B )
A
S IU C O S A D IA T O M IT A (T IZ A R )
N
I CARBONOSA TU R B A
L IG N IT O
V
H ULLA
0 A N T R A C IT A
Copyrighted material
Textura de las rocas 103
T A B L A H-6
ROCAS METAMORFICAS
R O C A O R I G I N A L P R O D U C T O MET A MORFICO
ARENISCA CU A R CITA
C A LIZ A M A RM O L
L U TITA PIZAR RA
BA SIC AS E SQ U ISTO S , S E R P E N T IN A , E T C .
G R A N IT O , D IO RITA Y CONGLOMERADO GNEISS
3. Habiéndose deleminado el nombre de la roca, traste con el lustre de vidrio de las rocas de textura
se consulta la descripción correspondiente, con vitrea. L a mayor parte de las corrientes de lava tie
el fin de comprobar su clasificación. nen textura afanitica; en algunas, la corriente ha
alineado a los pequeños granos minerales que dan
a la roca una apariencia bandeada o fluida!.
B. T E X T U R A DE LA S R O C A S 4) Granular. (Fanerítica.) Constituida por cris
tales lo suficientemente grandes para verlos e iden
La textura de una roca está representada por el tificarlos sin la ayuda de una lente o de un micros
orden, la orientación, el tamaño, la forma y el en copio. H ay rocas en las que el tamaño m edio puede
lace de las partículas que la constituyen y que se
variar desde 0.5 mm hasta más de 1 cm; las rocas
observan a simple vista o con la ayuda de una lente
granulares comunes, como el granito, tienen granos
de poco aumento. Quedan excluidas las innumera-
de tamaño de 3 a 5 mm en promedio.
[ bles texturas que, aunque formadas en los mismos
5) Porfiritica. Compuesta de dos tamaños dife
principios, sólo son visibles al microscopio a través
rentes de los minerales, que dan a la roca una apa
¡de una lámina delgada de la roca.
riencia moteada. A causa de que en pequeños cuer
pos intrusivos o en las lavas la textura porfiríüca es
a. Texturas comunes de las rocas la más común, ha sido atribuida a un cambio en la
ígneas velocidad de enfriam iento mientras el magma esta
ba en cristalización. El proceso de deformación pue
Las diferencias en el grado de cristalización y en de explicarse imaginando un gran cuerpo de magma
el tamaño de los cristales determinan la textura de subterráneo que puede enfriarse hasta una tempera
; una roca ígnea; ambos factores están controlados tura a la que comiencen a cristalizar uno o más m i
jen primer lugar por la velocidad de enfriamiento, nerales; como el enfriamiento es lento, los cristales
[aunque pueden tener intervención la constitución de estos minerales crecen hasta adquirir un tamaño
química del magma y su contenido de materiales vo considerable. Si cuando el magma está casi a medio
látiles. cristalizar se abre una grieta en el techo de la cá
1) Piroclástica. Constituida por partículas de vi- mara, parte del magma con sus cristales suspendidos
¡drio volcánico, trozos pequeños de pómez, fenocris puede escapar para ir a formar una corriente de lava
tales y fragmentos de roca volcánica, cementados. Las en la superficie. L a porción todavía líquida del mag
[partículas de vidrio y la pómez pueden alterarse en ma se enfría rápidamente en la superficie del terreno
[parte, convirtiéndose en arcillas. Las rocas piroclás- y rodea a los cristales grandes, llamados fenocris
[ ticas son el producto de explosiones volcánicas. tales, de una pasta fundamental de cristales afaní-
2) Vitrea. Constituida esencialmente de vid rio ticos. Los fenocristales se formaron bajo la tierra, la
•volcánico. Pueden estar diseminados en el vidrio pe pasta fundamental afanitica se form a en la superfi
queños fenocristales de feldespato o de otros mine- cie. Esa lava tiene una textura afanitica porfiritica.
írales. El adjetivo “ porfirítico” se usa para calificar la tex
E l vid rio puede ser espumoso, lleno de minúscu tura que prevalece en la pasta fundamental. Las ro
las burbujas que forman una textura vitrea pumí- cas que tienen una textura granular porfiritica
tica. (grandes cristales en una pasta fundamental de gra
3) Afanitica. Constituida principalmente por d i no fino) son comunes en los cuerpos intrusivos. La
minutos cristales (menores de 0.5 mm) con residuo textura vitrea porfiritica aparece en algunas corrien
¡vitreo entre los cristales, o sin él. Aun cuando los cris- tes de lava y en los fragmentos de pómez de las rocas
itales pueden observarse a simple vista, no es posible piroclásticas. Otras condiciones diferentes a las de
íidentificarlos sin la ayuda del microscopio. Su pre un cambio de la velocidad de enfriam iento rara vez
sencia da a la roca un lustre pétreo u opaco, en con pueden producir rocas porfiríticas.
Clasificación de suelos desde el p u n to de vista de las vías terrestres
b. Texturas comunes de las rocas debido al paralelismo casi perfecto de cristales m¡| tamaño de i
sedimentarias croscópicos y ultramicroscópicos de minerales lain¡: ducir el espe
nares, principalmente mica. Algunas i
Las diferencias entre la naturaleza de las partícu
4) Granoblástica. N o foliadas o débilmente foi estructura er
l a constituyentes y la manera en que están unidas,
liadas. Compuesta de granos minerales que se inter) rales) y este
determinan la textura de una roca sedimentaria.
penetran mutuamente y que cristalizaron simultánea! La diatot
1) Clástica. Constituida por fragmentos de ro mente. Los minerales son lo suficientemente grande!
cas, partículas minerales o conchas, cuyo conjunto tan pequeño
como para ser identificados con facilidad sin el usj con un fuer
ha sido cementado. Pueden hacerse distinciones pos
de microscopio y son todos del tipo equidimensio frotado entr
teriores acerca del tamaño de las partículas y del
nal, tales como el feldespato, el cuarzo, el granate i duce un lige
grado de desgaste de los fragmentos individuales. la piroxena.
2) Orgá nica. Constituida por acumulaciones de lín, además
5) Felsitica córnea. N o foliada. Los granos mil parte, una ]
detritus orgánicos (conchas, residuos, huesos, etc.), nerales son por lo común microscópicos o ultramicrosl que la diatoi
en los cuales las partículas orgánicas individuales es- cópicos, aunque unos cuantos pueden ser visibles; s|
tan tan bien conservadas (ni rotas, ni desgastadas Las lutit;
rom pen en fragmentos de ángulos muy agudos cotí
notablem ente), que los rasgos orgánicos dominan en a formacione
superficies dé fractura curva.
la textura de la roca. margosas. Ej
3) Cristalina. Constituida por cristales que han alteran fácil:
sido precipitados de soluciones y entrelazados ínti después, se c
C. E S T R U C T U R A DE L A S RO CAS
mamente por mutua interpenetración durante su suelos sumar
crecimiento. La roca debe su coherencia a este enla- Í miento del "
Es la serie de rasgos morfológicos megascópicaj
zamiento de cristales y no a la presencia de un ce de las rocas, debidos a oquedades, deformaciones tí Hay que
mentante, como en el caso de las texturas clásticas discontinuidades. prendidas en
y orgánicas. Cuando los minerales que forman una roca ígne¡! cia es la misi
se presentan en forma de cristales grandes, visiblef espesor. Con
c. Texturas comunes de las rocas a simple vista, como en el caso de un granito o de¡ distinción co
una diorita, lo más seguro en que se trate de una! hacen eferve:
metamórficas
roca intrusiva. ellas del cari
Las diferencias en la orientación o alineamiento Cuando la roca ígnea es de textura vitrea, afani! Cuando s
de los cristales y el tamaño de los mismos, determi tica o porfiritica, seguramente se trata de una rotí la estructura
nan la textura de una roca metamórfica. H ay dos extrusiva. Algunas veces estas rocas presentan en t ficación.
grupos generales de texturas. Las texturas foliadas, campo una estructura fluidal. Los basaltos presentan El gneis
en las cuales los minerales laminares o en forma de con frecuencia una estructura rugosa o acordonada das, que sepe
hoja, como la mica y la clorita, están casi todos ali las riolitas, la apariencia fluidal que les ha dado s] es, hay unas
neados paralelamente unos con otros, de tal manera nombre y esto se puede observar aun en el ejemplo feldespato, e
que la roca se divide fácilmente a lo largo de los de mano, pues los cristales, principalmente los d roto paralela
cruceros casi paralelos, bien orientados, de sus par cuarzo, están alineados en la dirección de la corrietl textura corre
tículas minerales constituyentes. Las texturas no fo te. Otras veces, la riolita, la andesita y la dacita prí das. Esto es
liadas, constituidas ya sea de minerales equidimen- sentan una estructura en fajas de distinto color. o| dkx destacar
sionales o de minerales laminares orientados al azar, señal de la fluidez de la lava de que procedieron. dorita, la m:
lo que hace que la roca se rompa en partículas Las rocas sedimentarias de textura clástica ns tura, que cas
angulosas. presentan dificultad para su identificación cuanóa* los gneises, y
1) Gnéisica. Toscam ente foliada; las hojas indi su grano es grueso, a partir de la arenisca. Sin eaj pequeños.
viduales tienen un espesor de 1 mm o más, pudien- bargo, se da el caso de que una arenisca de gran* La fisilidz
do llegar a varios centímetros. muy grueso puede ser confundida con un conziorre- extrati ficaciór
Las hojas o láminas pueden ser rectas, aplanadas, rado fino; entonces se le da este último nombn ninas que n
onduladas o dentadas. D ifieren comúnmente en su (tam bién se le ha llamado arenisca conglomera tica | sal de los es
composición; por ejem plo, los feldespatos pueden al L a identificación de las rocas sedimentarias i ■ a esquistosi
ternar con minerales obscuros. Los granos minerales textura clástica, de grano fino, puede presentir z- ¿irse fárilme
son gruesos y fáciles de identificar. guna dificultad. Desde luego, la mayoría de las roca Sama pizarro
2) Esquistosa. H ojas muy finas que forman ban de este tipo están dispuestas en capas delgadas a zarras de div
das delgadas paralelas, a lo largo de las cuales la tratos delgados), pero hay algunas, como las cali3* »p lm en
roca se parte o divide con facilidad. Los minerales margosas, que se presentan en bancos gruesos. C o m es planos de
individuales se ven distintamente; los minerales son do están sometidas a presiones, tanto anas cccb» Entre las
principalmente laminares o en forma de bastonci otras sufren trastornos en su posición o rigin a l M raa nota el i
llo, principalmente la mica, la clorita y la anfibola. se supone horizontal y presenta indinaciooes. coi cío de bs cal
Pueden estar presentes, pero no en forma abundante, vaturas, pliegues sencillos y complicadas, q _ - aJe*j ald ta , que f
algunos minerales equidimensionales, como el feldes ñas veces conservan aun en ejemplares de mai>:-_ 14 acn grandes
pato, el granate y la piroxena. este ú ltim o caso, hay que atender no sólo a la ~ei trátales gran
3) Apizarrada. Foliación muy fina en hojas pla tura de la roca, sino también a su estructura. EsJ 3 c :c de gra
nas, casi rígidam ente paralelas, de fácil separación es importante, pues puede haber casos en t p e A i de colores,
Rocas comunes 105
tamaño de un ejemplar de mano no alcance a tra mol negro contiene carbón grafitico y proviene de
ducir el espesor de la capa de roca en el campo. calizas que contienen originalmente carbón finamen
Algunas calizas de origen orgánico presentan una te dividido. En ejemplares de mano estas calizas ne
estructura en bancos gruesos o en grandes masas (co gras han sido confundidas a veces con basalto.
rales) y esto no aparece en un ejemplar de mano. Cuando se trata de carbonatos o de rocas que los
La diatomita (tiza) está formada por carapachos contienen, la aplicadón del áddo clorhídrico hace
tan pequeños que sólo pueden verse al microscopio que se desprenda el anhídrido carbónico (C O j) que
con un fuerte aumento; pero el polvo del material los forma, lo que se efectúa con efervescenda, que
frotado entre los dedos y muy cerca del oído pro es mayor mientras mayor es la concentración del á d
duce un ligero ruido que lo hace distinguir del cao do y, desde luego, el contenido de carbonato en la
lín, además de que al tacto es diferente. Por otra roca que se analiza.
parte, una poca de agua hace ver inmediatamente Es suficiente una concentradón al 10%, lo que
que la diatomita no es plástica. tiene la ventaja de que cuando se trata del carbona
Las lutitas (lodos endurecidos) abarcan no sólo to doble de calcio y de magnesio (dolomía o dolo
a formaciones arcillosas y limosas, sino también a las mita). o de calizas dolomíticas, estas rocas no hacen
margosas. Expuestas a la intemperie, estas rocas se eftrvcscenda o la hacen muy débil con el áddo di
alteran fácilmente, se agrietan primero, se rompen luido. Entonces se obtiene con la navaja un poco de
después, se deshacen y dan lugar a la formación de polvo del ejemplar y así se logra la efervescenda y
suelos sumamente plásticos. Recuérdese el comporta la identificación.
miento del “choy'’ en el norte del país.
Hay que advertir que las margas están aquí com 11-4 ROCAS COMUNES
prendidas en las lutitas, en general, pues su aparien
cia es la misma cuando se presentan en capas de poco
espesor. Con el ácido clorhídrico se puede hacer la
A. ROCAS IG NEAS CO M UNES
distinción con facilidad, pues solamente las margas
hacen efervescencia con él, debido a la presencia en
a. Rocas extrusix/as pirocláslicas
ellas del carbonato de calcio.
Cuando se trata de rocas metamórficas foliadas,
1) Toba. La toba volcánica es una roca piro-
la estructura tiene mucha intervención en su identi*
dástica de grano fino compuesta de fragmentos me
ficación.
nores de 5 mm. La mayor parte de los fragmentos
El gneis presenta una estructura en fajas o ban
son fenocristales rotos y fragmentos de lava solidifi
das, que separan a los minerales que lo forman, esto
cada; otros constituyentes comunes son partículas de
es, hay unas fajas de cuarzo, otras de mica, otras de
vidrio volcánico, ya sean esquirlas microscópicas lla
feldespato, etc. Si el ejemplar que se examina está
madas escamas o corpúsculos espumosos de pómez.
roto paralelamente a una de esas fajas, presentará la
También pueden estar presentes partículas de la roca
textura correspondiente a cada una de dichas ban
basal sobre la cual se apoya el volcán. Generalmente
das. Esto es más notable en los esquistos, pues en
las tobas son rocas poco resistentes, aunque algunas
ellos destacará sobre todo el mineral abundante (la
se encuentren lo sufidentemente bien consolidadas
cloríta, la mica, etc.) y puede no notarse su estruc
como para soportar cualquier dmentadón o para ser
tura, que casi siempre es muy plegada, más que en cortadas con taludes verticales. Muchas tobas se en
los gneises, y los cristales de los minerales son más
cuentran entre los peores materiales en cuanto a la
pequeños.
tendenda al deslizamiento; la ardlla montmoriloní-
L a fisilidad de las pizarras es independiente de la tica es un constituyente de la bentonita, mineral co
estratificación, esto es, se dividen fácilmente en lá mún de las tobas y su presenaa debe tomarse siem
minas que no tienen reladón con la posición origi pre como señal de peligro.
nal de ios estratos. Así como en los esquistos se lla Esta roca es muy abundante en toda la Sierra
ma esquistosidad a la propiedad que tienen de divi Madre Occidental, generalmente intercalada con la
dirse fádlmente en láminas cortas y delgadas, se vas riolliicas.
llama pizarrosidad a la propiedad que tienen las pi 2) Brecha volcánica. En la brecha volcánica do
zarras de dividirse en hojas o láminas más o menos minan como componentes fragmentos de más de
amplias, en una direcdón independiente de la de 5 mm. En general, los fragmentos de lava son más
los planos de estratificación. abundantes que en la toba; las partículas de vidrio
Entre las rocas metamórficas no foliadas merece y la pómez pueden ser escasas. La escoria (tezontle)
una nota el mármol, en el que el carbonato de cal abunda en algunas brechas. La escoria puede for
d o de las calizas de que procede está convertido en mar grandes bloques angulares, bombas estriadas de
calata, que forma cristales de todos tamaños, desde 2 a 15 cm de largo con la forma de un huso o lá
muy grandes hasta muy pequeños. El mármol de grima, por haber sido lanzadas al aire cuando toda
cristales grandes, triturado, se utiliza para la fabri- vía estaban fundidas.
cadón de granito artifidal; el de grano fino, blanco 5) Lapilli. Es un material fragmentario formado
o de colores, sirve para fines ornamentales. El már por partículas sueltas de unos 2 cm, constituidas de
106 Clasificación de suelos desde el punto de vista de las vias terrestres
lava espumosa y que fueron eyectadas por volcanes. misma reladón a la riolita que la que tiene la gra-
Se usa mucho en construcción de carreteras, ya que nodiorita con el granito (véase más adelante).
es excelente material para base y para revestimiento, La riolita y la dadta se encuentran como co
mezclado con algún cementante. rrientes de lava y como pequeñas intrusiones.
Es muy frecuente encontrar este material en co 3) Andesita. La andesita es una roca afanítica
nos volcánicos cineríticos, casi siempre en explota y frecuentemente porfirítica, que se parece a la da
ción. dta, pero que no contiene cuarzo. El feldespato pla
Algunas brechas volcánicas sc forman como las gioclasa constituye el fenocristal más común, pero
tobas, pero otras son partículas de corrientes de lodo pueden estar presentes la piroxena, la anfíbola o la
volcánico. Se ha visto que cuando han caído lluvias biotita. La mayoría de las andesitas presentan estruc
intensas en las laderas de fuertes pendientes de un tura bandeada, pero no tan notable como las rioli
cono volcánico, se han producido deslizamientos tas. El color de las andesitas varía del blanco al ne
como aludes de detritus pirodásticos sin consolidar. gro, aunque la mayoría son de color gris obscuro o
Se han formado otras corrientes de lodo por nubes gris verdoso. La andesita es abundante en corrientes
procedentes de erupciones explosivas a través de crá de lava y también en fragmentos en la brecha vol
teres lagos. Los detritus volcánicos pueden viajar va cánica, particularmente en cordilleras rematadas por
rios kilómetros como corrientes en los valles. volcanes, como la de Los Andes (de donde deriva
4) Obsidiana. La obsidiana es un vidrio natu su nombre), las Cascadas y los Cárpatos. La andesita
ral formado principalmente por magmas de compo también forma pequeñas masas intrusivas.
sición riolítica, dacitica o andesítica. Es lustrosa y
La Sierra de Pachuca está constituida por ande
se rompe con superficie conchoidal. I-a mayor parte sitas en sus dos terceras partes inferiores. La cum
de las obsidianas son negras a causa de que tienen bre, o sea la tercera parte superior, está constituida
diseminados granos de magnetita y minerales ferro- por dadtas. Las vetas minerales del Distrito Minero
magnesianos, pero pueden ser rojas o grises por la de Pachuca y Real del Monte "arman" en andesitas.
oxidación del hierro, provocada por los gases mag- Gran parte del contorno de la cuenca del Valle de
máticos calientes. Los fragmentos delgados de obsi México está constituida por andesitas; la Sierra Ne
diana son casi transparentes. Se les encuentra a lo vada, el Ajusco, las Sierras de Las Cruces y Monte
largo de las orillas de las intrusiones y raras veces Alto son todas andesíticas. El gran abanico de ori
forman pequeñas masas intrusivas. gen fluvio-gladal que cubre las faldas de las sie
La mayor parte de las obsidianas intrusivas tie rras del sur de la dudad de México, está formado
nen un lustre opaco parecido al de la pez, y a esa por material andesítico pirodástico (arenas y gravas)
variedad se le llama piedra pez. retransportado. El mismo material se encuentra al
5) Pómez. La pómez es espuma de vidrio, ca oriente de Texcoco, así como en las "lomas" de Cuer-
racterizada por un color gris blanco y llena de mi navaca. Mor., y en el Estado de México en los mon
núsculas burbujas. Las burbujas son tan numerosas tes de Ocuilán, en Manilalco y en Malinaltenango.
que la pómez flota en el agua. La pómez abunda en
4) Basalto. El basalto es una roca afanítica de
forma de fragmentos en las tobas y en las brechas.
un color gris o negro; la mayor parte de los basal
Forma también corrientes distintas, o más común
tos no son porfíricos, pero algunos contienen feno-
mente, corona corrientes de obsidiana y de riolita y
cristales de plagiodasa y olivino.
se gradúa hada abajo hasta confundirse con la lava
El basalto es la lava más abundante en el mundo
no espumosa.
y está muy esparcida en forma de grandes mesetas
que cubren miles de kilómetros cuadrados. Aunque
b. Rocas extrusivas. ÍMvas forma típicamente corrientes de lava, el basalto es
también común en pequeñas masas intrusivas.
1) Riolita. La riolita tiene una pasta fundamen El basalto es muy abundante en la República,
tal afanítica salpicada de fenocristales de cuarzo o espedalmente en el Valle de México y sus alrededo
de feldespato de potasio. El color de la riolita varía res. Se le encuentra en casi todos los estados.
ampliamente, pero en general es blanco o amarillo
claro, gris o rojo. La mayor parte de las riolitas tie
nen una estructura bandeada, es decir, muestran una c. Rocas intrusivas
serie de capas alineadas, que se formaron cuando el
magma fluía pastoso antes de solidificarse. 1) Granito. El granito, que se caracteriza por
La máxima manifestarión de las riolitas y sus una textura granular, tiene como sus dos minerales
tobas se halla en las cumbres de la Sierra Madre más abundantes el cuarzo y el feldespato, y en con
Occidental, que comprende zonas de los estados de secuencia, la mayoría de los granitos son de color
Nayarit, Zacatecas, Sinaloa, Durango y Chihuahua. daro. En la mayoría de los granitos también están
También es abundante en el centro del país. presentes la biotita y la hornblenda, o una de ellas.
2) Dadla. La dadta es semejante a la riolita, Abunda en las costas del Océano Pacífico, en la
con la excepción de que es la plagioclasa la que pre Sierra de Chiapas, en el batolito de Acapulco, en
domina, en vez del feldespato de potasio. Tien e la Guerrero, y los de Michoacán y jalisco. En los dos
Rocas sedimentarias comunes 107
extremos de la península de Baja California, región pio. Esos gabros, con tamaño de grano intermedio
de El Cabo en el sur y Sierra de Juárez, Kukapás y entre el basalto y el del gabro normal, se llaman
Rumorosa, en el norte. En algunas regiones de los doleritas o diabasas.
estados de Sonora y Sinaloa, en donde está muy al Se conocen en M éxico algunos lugares donde apa
terado, recibe el nombre de Tucuruguay y presenta rece el gabro sano. En el Estado de San Luis Potosí,
la apariencia de una arena gruesa pobremente ce en la presa La Ventilla; en el Estado de Hidalgo,
mentada. cerca de Tlalch in ol; en el camino Pachuca-Huejutla;
Técnicamente, el término granito está reseñado en el Estado de Sinaloa, en algunos cortes del Ferro
a aquellas rocas ígneas granulares, cuarcíferas, que carril Chihuahua-Pacífico. En el Estado de Baja Ca
tienen el feldespato potásico como mineral predomi lifornia, con m otivo de algunos cortes en el camino
nante. Aquella en la que predomina la plagioclasa Tijuana-Ensenada se ha encontrado un gabro, a ve
se llama granodiorita (compárese con la riolita y la ces cavernoso, pero resistente, a pesar de una alte-
d adta citadas con anterioridad). Generalmente la radón profunda causada por una larga permanen-
granodiorita puede distinguirse del granito por las á a bajo las aguas del mar.
estrías finas que caracterizan a una de las superficies 4) Pen d olita , piroxenita y serpentina. En al
de crucero de la plagioclasa. gunas regiones son comunes las rocas de textura
Se la encuentra con frecuencia en las mismas zo granular, casi enteramente compuesta de minerales
nas que el granito. ferromagnesianos, sin feldespato. Si la roca tiene d i
Los levantamientos geológicos muestran que el vino, como constituye predominante, se llama peri-
granito y la granodiorita se encuentran en grandes dotita; si está constituida totalmente por piroxenas,
cantidades en la corteza terrestre. Forman grandes se llama piroxenita.
masas intrusivas a lo largo del núcleo de varias cor A las peridotitas y piroxenitas alteradas se les
dilleras, así oomo en otras áreas que han sufrido una llama serpentinas. En virtud de que la serpentina
erosión profunda. Son típicamente rocas continenta está compuesta casi por completo de minerales se
les y nunca han sido encontradas en islas océanica6 cundarios que no se solidificaron directamente del
aisladas ni lejos de las masas continentales. magma, se clasifica a menudo oomo roca metamór-
Algunos granitos son de origen metamórfico, en fica en vez de ígnea. La serpentina forma láminas
vez de ígneo. intrusivas, diques y otras pequeñas masas intrusivas.
5) Pórfid o. El término antiguo de pórfido se
2) D iorita . La diorita es una roca granular com
usa aquí de modo indefinido. Es común aplicarlo a
puesta de plagioclasa y menores cantidades de mine
las rocas ígneas intrusivas de grano fino, de textura
rales ferromagnesianos. De éstos los más comunes son
porfírica, en las cuales los fenocristales constituyen
la hornblenda, la biotita y la piroxena. En general
el 25% o más de su volumen. L a pasta fundamental
las masas de diorita son de menor tamaño que las
puede ser afanitica de grano grueso o fanerítica de
de granito o de granodiorita.
grano fino. Se antepone la palabra pórfido el nom
La diorita se presenta en grandes masas, como al
bre de la roca cuya composidón y textura se ajustan
sur de Zitácuaro (Cerro de L a Coyota) y en muchos
a la pasta fundamental.
lugares de la Sierra Madre Occidental y de las cos
Para distinguirlo del adjetivo porfirítioo, e l nom
tas del Océano Pacífico. En el gran batolito de Acá*
bre de “ pórfido” no debe ser aplicado a las rocas
pulco, a los lados de la carretera es común ver con
porfiríticas que tengan una pasta fundamental de
frecuencia diques de diorita que atraviesan la masa
grano grueso, o a corrientes de lava porfiritica que
del granito. En el cruce del río Aguacatillo se ve un
contengan unos cuantos fenocristales diseminados. La
contacto de granito con diorita. L a pequeña penín
primera debe llamarse diorita porfiritica y la última
sula de L a Quebrada es una intrusión de diorita en
andesita porfiritica, si tiene la misma composidón
granito.
que la diorita y la andesita.
8) Gabro. El gabro es una roca granular com El pórfido de granito, el pórfido de granodiorita
puesta principalmente de plagioclasa y piroxena y, y el pórfido de la diorita, forman diques cerca de
por lo común, con pequeñas cantidades de otros mi las masas de granito y de granodiorita. El pórfido
nerales ferromagnesianos, especialmente olivino. Si de riolita, el pórfido de dadta y el pórfido de ande
los minerales ferromagnesianos predominan sobre la sita son comunes en los cuellos volcánicos y en otras
plagioclasa, de modo que la roca sea de color obscu pequeñas masas intrusivas.
ro, generalmente es correcto llamarla gabro, aunque
la distinción microscópica con la diorita reside en la
identificación de la plagioclasa, que no es determi* B. R O C A S S E D IM E N T A R IA S C O M U N E S
nable a simple vista.
El gabro se encuentra distribuido tanto en gran a) Conglomerado. El conglomerado es grava ce
des como en pequeñas masas. Es especialmente co mentada. La grava es un depósito sin consolidar
mún en diques y láminas intrusivas delgadas, de compuesto prindpálm ente de fragmentos arrastrados
grano fino. En la mayoría de estas pequeñas intrusio por los ríos. Estos fragmentos pueden ser de cual
nes, los granos minerales son tan pequeños que son quier dase de roca o de mineral y de cualquier ta
difícilm ente reconocibles sin la ayuda del microsco maño. L a mayor parte de los conglomerados, espe-
108 Clasificación de suelos desde el punió de vista de las vias terrestres
rfalmente los que han sido depositados por ios ríos, Todas contienen cantidades apreciables de ard
tienen mucha arena y otros materiales finos que lle lla. Las grauvacas son comúnmente de color gris obs
nan los espacios entre las gravas. Algunos conglome curo, verde obscuro y aun negro. Como las arkosas.
rados de playa que han sido lavados cuidadosamente, indican erosión y depósito rápido sin mucho intem
contienen poca arena. perismo químico.
Se le encuentra formando grandes masas en el Las areniscas forman unidades litológicas impor
Estado de Guerrero, en las zonas de Chilapa y Tía* tantes que ocupan extensiones considerables. A flo
pa bastante alterado por intemperismo. En el norte ran areniscas en la zona de Ciudad Altamirano, en
del país también es frecuente encontrarlo ocupando Guerrero; en la Sierra Madre Occidental, interestra-
grandes extensiones. En masas pequeñas se le en tificada con lutitas; en la planide cosiera del Golfo,
cuentra en todas partes. en la zona norte del Istmo y en masas menores en
b) Brecha. Las brechas sedimentarias se parecen toda la República.
a los conglomerados, excepto en que la mayoría de d) Lutita. Estrictamente, el término lutita se re
los fragmentos son angulosos en vez de redondeados, fiere a una roca que tiene una estructura físil, la
sin que exista una frontera definida entre dichas ro minada o finamente estractificada, así como una com
cas. Por la forma angulosa de sus fragmentos cons posición esendalmente arcillosa, aunque puede tener
tituyentes es evidente que los componentes de las cantidades importantes de limo, arena, materia orgá
brechas sufrieron un desgaste y transporte relativa nica y carbonato de calcio.
mente pequeños antes de ser depositados. Hay otras Las lutitas se acumulan en muy diferentes me
clases de brechas que no son sedimentarias, como las dios. Puesto que la carga prindpal que los grandes
volcánicas y las de falla. ríos llevan al mar está compuesta de lodo y arena
Las brechas son abundantes en las áreas monta fina, no es sorprendente que la lutita sea la roca se
ñosas que han estado sometidas a movimientos tec dimentaria marina más abundante; también puede
tónicos intensos. endurecerse hasta convertirse en lutita el lodo depo
c) Arenisca. La arenisca es arena cementada. La sitado en los deltas, en el fondo de los lagos y en
arena, por definición, consiste de partículas de un las planides que estuvieron a los lados de antiguos
diámetro comprendido entre 4.76 mm (malla N « 4) ríos divagantes.
y 0.074 mm (malla N* 200). La dasificadón de las rocas de este grupo para
La arena sc acumula en diferentes medios. Algu fines de ingeniería geológica exige la separadón en
nas son depositadas por los ríos, otras son acumu tre los tipos laminados y no laminados, debido a la
ladas por los vientos para formar médanos, otras son importanda que tiene la posidón de la estratifica-
extendidas por las olas y las corrientes a lo largo de d ón con respecto a la direcdón en que actúan las
las playas o en aguas de poca profundidad en las fuerzas a que se les somete.
plataformas continentales; otras son transportadas Las ardllas y los limos pasan a lutitas a través
por corrientes turbias a lo largo de pendientes sub de un proceso de consolidadón, siempre con elimi-
marinas hasta el fondo del mar. nadón de agua. Las lutitas formadas por consolida
Se reconocen tres variedades principales de are ción vuelven a constituir lodos cuando se les somete
nisca. a procesos alternados de saturadón y deshidratadón.
1) Arenisca de cuarzo. Compuesta principalmente Las lutitas bien cementadas son bastante más resis
de granos del mineral cuarzo, aunque puede conte tentes a esos cambios.
ner pequeñas cantidades de otros minerales. Es una roca que abunda en el territorio nadonal,
2) Arkosa. Es una arenisca rica en feldespato. Pue principalmente en el Este y el Sur. Frecuentemente
de contener casi tantas partículas de feldespato par se presenta con cantidades subordinadas de carbo
cialmente ¡ntemperizado como de cuarzo, o aún más. nato de calcio.
La mayor parte de las arkosas han sido formadas e) Marga. La marga es una roca formada por ar
por la erosión rápida de rocas ricas en granos de cilla y carbonato de caldo en propordones aproxi
feldespato, tales como los granitos y los gneises y madamente iguales. Sus propiedades son semejantes
por el depósito rápido de esos detritus erosionados, a las de la lutita, pero es todavía más intemperizable.
sin que el feldespato haya tenido tiempo de que el Si predomina la ardlla, se dice que se trata de
intemperismo lo convirtiera en ardlla. una lutita calcárea, y si predomina el carbonato de
S) Gravvaca. Es una "arena suda" cementada, que caldo, es una caliza arcillosa.
contiene grandes cantidades de arcilla y fragmentos f) Caliza. La caliza está compuesta de carbonato
de roca, a los que se agregan cuarzo y feldespa de caldo (CaCOa) con impurezas que pueden ser ar
to. Varías grauvacas contienen muchos detritus pi- dlla, limo, arena, materia orgánica, etc
roclásticc con diferentes grados de alteradón; otras Las calizas de origen orgánico son rocas comunes
contienen gran cantidad de fragmentos pequeños de y se presentan en gran variedad, a causa de las mu
pizarra, rocas verdes y otras rocas metamórficas; en chas clases de restos de que están formadas. Entre
ocasiones son rocas con abundanda de minerales fe- las más comunes están; la caliza coralígena que con
rromagnesianos. tiene una trama de depósitos de coral pero también
Ce
Rocas silicosas de grano fin o 109
s de arci. incluye conchas de otros animales, especialmente fo N o es muy abundante esta roca en la República;
r gris obs- raminíferos, moluscos y gastrópodos; la caliza de al sin embargo, se puede señalar la presencia de caliza
gas constituida principalmente por calcita precipita dolomítica explotable en Teapa, T a b . Esta roca tam
is arkosas,
da por algas y bacterias; la caliza de foraminíferos, bién existe en el cañón de Petaquillas, Gro.
ho intern
compuesta principalmente de diminutas conchas de i) Rocas silicosas de grano fino. Son comunes las
foraminíferos; la coquina, compuesta principalmente rocas compuestas casi enteramente de sílice de gra
as impor-
de conchas grandes, de moluscos y gastrópodos, y la no fino, pero rara vez forman grandes masas; las
>les. Aflo-
creta, que consiste principalmente de láminas y espi más comunes se describen a continuación;
íirano, en
nas microscópicas de calcita, llamadas cocolitos. 1) Pedernal. El pedernal es una roca dura, de gra
interestra-
iel Golfo, Las calizas clásticas están compuestas de fragmen no tan fino que la superficie de fractura aparece
enores en tos rotos y desgastados de conchas o de cristales de uniforme y lustrosa. Los nodulos y lentes de peder
calcita. nal son comunes en las calizas y las dolomitas; el
La caliza precipitada químicamente se está for pedernal es muy duro y de color negro, amarillento
¡ta .se re- y blanco, principalmente.
mando en la actuálidad en mares calientes de poco
t físil, la
fondo, en manantiales termales y en lagos salados. 2) Diatomita. Es una roca blanca compuesta casi
una cora-
El trabajo de la precipitación orgánica es, no obs enteramente de conchas silicosas de plantas micros
ede tener
tante, difícil de separar del de los agentes bioquím i cópicas llamadas diatomeas.
eria orgá-
cos y orgánicos. N o todas las rocas silicosas de grano fino son de
origen orgánico. Se cree que algunas han sido pre
Las calizas que presentan una estratificación grue
;ntes me- cipitadas por manantiales termales submarinos de
sa y que están poco deformadas, proporcionan con
5 grandes aguas silicosas. Otras se han formado por el reem
diciones excelentes para cimentaciones o cortes; las
y arena plazamiento de madera, caliza, lutita u otros mate
de estratificación delgada, deformadas y fracturadas,
i roca se- riales por soluciones silicosas. La madera petrificada
pueden introducir serios problemas en las cimenta
:n puede es un ejem plo común.
ciones y presentan condiciones muy desfavorables por
ido depo- j) Rocas carbonosas. Turba y carbón. La turba es
su baja resistencia al esfuerzo cortante y por las fil
gos y en un conjunto de restos de plantas ligeramente des
traciones de agua que permiten.
antiguos compuestas. Puede encontrársele en procesos de acu
Por lo demás, se le considera como un m agnífico mulación de pantanos y lagos de poco fondo en cli
material de construcción. mas templados y aún en laderas empinadas en re
ipo para
ición en- La caliza forma la masa general de la Sierra M a giones húmedas. El carbón es el resultado de la
>ido a la dre Oriental y se le encuentra aflorando a lo largo compresión y una descomposición más completa del
¡tratifica- de toda esa sierra. Se le encuentra formando grandes material de plantas en antiguas turberas que fueron
:túan las masas en el sur del país; constituye la totalidad de sepultadas por sedimentos posteriores,
la Penr'nsula de Yucatán, y se presenta en casi todos k) Evaporitas o depósitos de sal. Las evaporitas va
los Estados de la República. rían mucho en su composición y textura. En la ac
a través
>n elimi- g) Travertino. El travertino es otra roca formada tualidad están siendo formadas por evaporación de
onsolida- por carbonato de calcio impuro, que se deposita al aguas saturadas de minerales disueltos.
s somete aflorar manantiales termales. Es toscamente crista 1) Halita. Cuando el agua del mar se evapora
ratación. lina y por lo común está llena de pequeños agu completamente, se precipitan varias sales, siendo la
lás resis- jeros irregulares por donde ha circulado el agua que sal gema (N a C l) la más abundante.
ia formó. Se le conoce también como sillar de agua, 2) Yeso. En la naturaleza es mucho más abundan
íacional, por su uso en maniposterías toscas y en ornamen te que la sal gema el sulfato de calcio, que se pre
itemente tación. senta tanto en la forma hidratada, yeso (C aS 04-
z carbo- Esta roca abunda en el Estado de Puebla, en la 2H20 ) , como en la forma de mineral anhidro, que
región de Valsequillo hasta Tehuacán. En Viesca, se llama anhidrita (C aS 04) .
por ar- del Estado de Coahuila, hay también yacimientos 3) Caliche. El caliche es un depósito por evapo
aproxi- abundantes de travertino. En el Estado de N u evo ración de aguas incrustantes que se presenta en for
nejantes León se le llama sillar de agua y se le usa para cons ma de costras superficiales o de capas intercaladas
erizable. trucción. con suelos, principalmente en zonas semiáridas. Su
h) Dolomita. La dolom ita es una roca compues composición es C a C 0 3 mezclado con los componen
trata de
nato de ta principalmente de mineral del mismo nombre: do tes del suelo y tiene utilidad en algunos casos en que
lomita (carbonato doble de calcio y de m agn esio); se puede emplear como cementante.
se parece a la caliza y se transforma gradualmente
rbonato
en ella por cambios en la cantidad de calcita en la
l ser ar-
roca; generalmente es necesario hacer pruebas m i C. R O C A S M E T A M O R F IC A S
croscópicas y químicas para determinar en la roca
omunes
las cantidades relativas de los minerales calcita y do a) Cuarcita. R oca muy dura, granoblástica, de tex
las mu-
lomita. L a dolomita hace una efervescencia suave en tura sacaroide, constituida predominantemente por
. Entre
el HC1, y para que sea mayor este efecto debe ras granos de cuarzo entrelazados. La cuarcita difiere
ue con-
parse con una navaja y aplicar el ácido al polvo. de la mayoría de las areniscas en que se rompe a
ambién
110 Clasificación de suelos desde el p u n to de vista de las vias terrestres
través de los granos y no alrededor de ellos. El color e) Micaesquisto. Roca esquistosa constituida p%re Menchaca,
varía del blanco hasta el negro, pasando por crema, cipalmente por muscovita, cuarzo y biotita, en prjuárez Badillo
rosado, rojo y gris, pero la mayoría de las cuarcitas porciones variables; puede predominar cualquiera ¿ción incluye 1
son de color claro. estos minerales. Las variedades más comunes son ¿distinguido ge
La cuarcita se foma por el metamorfismo de la cas en muscovita. publicación, d
arenisca de cuarzo. Es una roca metamórfica amplia El esquisto de mica es una de las rocas metámose Ia anterior
mente esparcida. ficas más abudantes. Com o la pizarra, la mayoría ¿SOP tal come
L a arenisca con cemento de sílice ( “ cuarcita” se ellas se ha formado de lutitas y tobas, aunque alg¿publicación f
dimentaria) es d ifícil de distinguir de la cuarcita me ñas se derivan de la arkosa, de la arenisca arcillo^iningo Sáncht
tamórfica, puesto que las dos se rompen a través de de la riolita o de otras rocas. El esquisto represen¿cázar Padilla,
los granos. Mediante el uso del microscopio petro un metamorfismo más intenso que el de la pizarr, A todas es
gráfico la distinción no es muy difícil, pues por lo f) Esquisto de anfíbola. Roca esquistosa consdtii,que han conti
común el cemento es fácil de distinguir de los gra da principalmente por anfíbola y plagioclasa, co¡*n*ento cr*
nos de arena originales. L a cuarcita metamórfica cantidades variables de granate, cuarzo o biotit; Públicas, los
también puede distinguirse de la arenisca cementa Es un derivado metamórfico común del basalto, deígl°sar a(luí e*
da con sílice, por m edio de las rocas asociadas con gabro, del esquisto de clorita y de rocas relacionad^
ella en el campo, pues la verdadera cuarcita está aso con éstas.
ciada con otras rocas metamórficas y la arenisca con Las pizarras y los esquistos de sericita, con gr¡
otras rocas sedimentarias. duación imperceptible de unas a otras, se encuentra:
b) Mármol. Roca granoblástica de grano fino o en los Estados de H idalgo, Puebla y Veracruz, en 1¿
grueso, compuesta principalmente de calcita o de do barrancas profundas cercanas a los linderos de esj
lomita, o de ambas. Varios mármoles presentan una entidades (barrancas de Huayacocotla y Vinazco)i
alteración bandeada de porciones claras y obscuras; en el camino de Vizarrón a Jalpan (Estado de Qu|
otros presentan estructuras de brecha atravesada por ré ta ro ), donde, por razones paleontológicas en é
vetillas de calcita. primer caso y estratigráficas en el último, se les tó
El mármol es formado por el metamorfismo de la atribuido una edad Jurásica.
caliza y la dolomita; si proviene de la dolom ita, co En los Estados de M éxico y Michoacán (Tlalpu
múnmente contiene silicatos magnesíferos, tales como jahua, Jungapeo, la mayor parte del terreno dond¡
piroxena, serpentina y anfíbola. se desarrolla el sistema hidroeléctrico M iguel Alemán
c) Pizarra y filita. Rocas con grano muy fino, ex Ixtapan de la Sal, etcétera) se han encontrado gran
cepcionalmente bien foliadas. A causa de su exce des manifestaciones de pizarra sericítica, con aparien
lente foliación se dividen en hojas delgadas. Los gra cia de esquistos en muchos lugares. A estas forma
nos minerales son tan pequeños que sólo se identifi dones se les ha atribuido una edad Triásica.
can con el uso del microscopio o de rayos X . La g) Gneis. Roca gnéisica de grano grueso con leu
pizarra es opaca en las superficies de crucero, la fi tes o capas distintas de diferentes minerales. Es di
lita es brillante y de grano grueso y contiene algunos composición mineral variable, pero el feldespato e
granos minerales de suficiente tamaño para ser iden especialmente abundante. Otros minerales comune
tificadas a simple vista. L a pizarra y en menor ex en el gneis son el cuarzo, la anfíbola, el granate í
tensión la filita, por lo común presentan restos de la mica.
rasgos sedimentarios tales como la estratificación, así Los gneises se encuentran entre las rocas metí
como de gravas y fósiles. mórficas más abundantes. Pueden derivarse de vaj
Abundan las pizarras y las filitas. L a mayoría rias rocas diferentes: granito, granodiorita, lutita, rio;
fueron formadas por el metamorfismo de las lutitas, lita, diorita, pizarra y esquisto, entre otras.
pero otras se han derivado de las tobas o de rocas Los gneises abundan en las zonas de la Repúblil
de grano fino. ca donde se presentan grandes masas de granito!
cuando aquellas rocas se han derivado de éstas (zff,
d) Cloritoesquisto. Roca verde de grano muy fino,
ñas en los Estados de Oaxaca, Guerrero y MichoaJ
esquistosa o apizarrada. Generalmente es una roca
c á n ). T am bién se les ha encontrado, sin relacióre
suave, de, tacto graso y fácil de pulverizar, compues
aparente con los granitos, en el cañón de Tomellírj
ta de clorita, plagioclasa y epidota; pero todas, ex
y en la Sierra de Ixtlán del Estado de Oaxaca.
cepto la clorita, pueden estar presentes en granos
En algunos lugares muy restringidos de esas zm
demasiado pequeños para ser identificados. Pueden
ñas se han encontrado también esquistos micáceos]
tener restos de las estructuras volcánicas originales,
tales como fenocristales y escoria.
N O T A D E LO S A U T O R E S :
Los esquistos de clorita son comunes. A menudo
se les llama esquistos verdes o, si su folicación es muy Muchos han sido los especialistas de la Secreta
débil, piedra verde, debido al color de la clorita. La ría de Obras Públicas que han contribuido a la adop
mayoría se ha formado por el metamorfismo del ba ción del Sistema de Clasificación SOP, incluido en
salto o de la andesita y de sus correspondientes to este capítulo. Los trabajos de todos ellos han dado
bas, pero algunas se han derivado de la lutita dolo- lugar fundamentalmente a dos publicaciones alusi
mítica, de gabro y de algunas rocas ferromagnesianas. vas. Una, de 1965, por los ingenieros Luis M. Aguí
Referencias 111
Cuida priji rre M enchaca, M an u el Bustam ante Velasco, E u la lio REFEREN C IAS
ta, en pt0| Juárez B a d ilio y Juan J. C orrea Rachó. Esta p u blica
ilq u ie r a (j. ción incluye la clasificación d e rocas que rea lizó el 1. Casagrande A. Classification and Identification of
nes son r¡) distinguido geólogo G o n za lo V iv a r Sifrú. L a segunda Soils. American Society o f Civil Engineers. Transac-
publicación, de 1970, es prácticam ente una ad op ción tions. Vol. 113, 1948.
2. Juárez Badilio, E. y Rico, A. Mecánica de Suelos.
s metamótf de la anterior y con tien e el sistema de clasificación
Tom o I. Fundamentos de la Mecánica de Suelos. Ca
Tiayoría di SOP tal com o se usa en la actualidad (1 971). Esta
pítulo V II. Eds. de la Facultad de Ingeniería de la
nque algJ publicación fue preparada por los ingenieros D o
U.N.A.M. México, D. F„ 1969.
a arcillosa mingo Sánchez Rosado, A lfo n s o R ic o y L u is Bal-
3. Sistema de clasificación de Materiales Pétreos y Sue
represent¡ cázar Padilla. los. Publicación Técnica de la Secretaría de Obras Pú
la pizarra A todas estas personas, así com o a muchas otras blicas. México, 1970.
i constituí que han con tribu ido en fo rm a anónim a al estableci 4. Juárez Badilio, E. y Rico A. Mecánica de Suelos.
>clasa, coi miento del criterio co lectivo de la Secretaría de O bras Tom o I. Fundamentos de la Mecánica de Suelos. Ca
o biotita. públicas, los autores agradecen la oportu n id ad de pítulo VI. Eds. de la Facultad de Ingeniería de la
'asalto, del glosar aqu í el resultado fin a l de su trabajo. U .N.A.M . México, D. F„ 1969.
:lacionada¡
con gra-
incuentran
ruz, en las
os de esas
V i nazco);
0 d e Que-
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se les ha
1 (Tlalpu-
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se d e va-
lutita, rio-
Repúbli-
; granito,
éstas (zo-
/ Michoa-
i relación
Tom ellín
xaca.
5 esas zo-
micáceos.
i Secreta-
i la adop
:lu id o en
han dado
nes alusi-
M . Agui-
LISTA DE MINERALES
C arb o natos, Su lfato s, Cloruros y Oxidos, Comunes. TABLA H j- 7
C A LC IT A - Carbonato de " Dientes de perro", o— Tres cruceros muv per 3 2.72 Generalmente incolora, blanca o amarilla,
c a lc io , Ca C 0 3 cristales aplanados, con fe c to s, en ángulos obli o de cualquier color debido a impurezas.
excelente crucero; granu cuos. aue dan o los fraa Transparente u opaca; la variedad trans
lar, con c r u c e r o , tam — mentos formas rombo parente -muestra muy fuerte doble retrae
bie^n en masas de grano — édricas ción (p.e. 1 punto, a través d é la c a lc i t a ,
demasiado fino para ver aparece como 2 ) . Lustre vitreo u opaco,
el crucero con claridad. h ierve fácilmente con acido clorhídri
co trío, diluido.
DOLOMITA.- Carbonato Los c ris ta le s , de caras Tres cruceros perfectos 3 .5 - 4 2.9 Color variable , pero generalmente bloncq
de calcio y de magnesio, rómbicas m uestran en ángulos oblicuos co- Transparente o translúcida. Lustre vitreo
Ca Mg (C 0 3 ) 2 buen crucero .También como la c a lc ita . o aperlado. Pu lverizad o , hierve le n ta
se presenta en m asas mente con el acido clorhídrico diluido, -
de grano fino. pero los cristales grandes no.
Y E S O - S u lf a t o hidratado C rista le s tab u lares, y Un crucero perfecto que 2 2.2—2.4 Incoloro o blanco por im purezas, otros
de c a lc io ,C a S 0 4 *2H20 masas g ran u lares,terro da la'minas flexibles del co lo res. T ran sp are n te u o p aco .L u stre -
sas, fibrosas y aún con gadas. Otros 2 son me v itr e o , a p e rla d o o sedoso.Las lamillas*
crucero. nos p e rfe c to s. de crucero son fle x ib le s, pero no elás
ticos como las de la mica.
f
H A L IT A - (S a l de roca). C ristales cúbicos ( Flg.- Crucero cúbico excelen 2-2.5 2.1 Incolora o blanca; pero por impurezas ,
Cloruro de sodio,N aCI. 2 - 6 ) Masas granulares. te ( 3 cruceros en ángulo p resen ta d iversos co lo res. E l co lo r pue
recto entre sí). de estar distribuido sin uniformidad en el
c ris ta l. T ran sp aren te o translúcida. Lus
tre vitreo. Sabor salado.
OPALO.-Sílice hidratada, Am orto. Generalmente, Ninguno. Fractu ra con- 5-6.5 2.1-23 Color variable en alto grado, a menudo en
con 3 % a 1 2 % de agua : en vetas o en masas — choidal fajas u ondulado. Translúcido u opoco,—
S i0 2 nH20 No tiene una - irregulares que m ues Lustre parecido al de la cera.
estructura interior geomé tran una e s tru c tu ra —
trica definida,por lo tanto, hondeada. Puede ser-
es un mineraloide ,no un - terroso.
verdadero mineral.
CALCEDONI A-(Cuarzo - C ristale s demasiado Ninguno. Fractura con — 6 -6.5 2 .6 El color es por lo común blanco o gris cío-*
criptocristalino). Bioxldo — pequemos para ser vi choidal ro , pero las impurezas le pueden dar
de silicio, S i 0 2 sibles. A veces con ban cualquier color. S e distinge del cp alo —
w u c i U JJU I U
CUARZO .-(Cristal de - Cristales prismáticos de Ninguno 0 apenas nota 7 2.65 Generalmente incoloro 0 blanco, pero —
ro ca ) Bióxido de silicio, seis caras. Terminados ble Fractura conchoidal. puede ser amarillo, rosado, pardo ahumado
Si Og por 6 caras triangulare^ translúcido, v aun nearo. Transparente u
También macizo opaco . L u s tre vitreo 0 graso.
M A G N ET IT A r Combina Cristales bien formados, Ninguno. Fractura concho^ 55-6.5 5-5.2 Negra Opaca. Lustre metálico 0 submeta-
ción de oxidos ferroso de 8 caras; generalmen- dal 0 d isp areja. IScg. Raspadura neqra Fuertem ente a tra í
y férrico Fe 3 0 4 te en agregados com — Puede partirse en forma do por un im án.La m agnetita es un mi
pactos, 0 granos disemj que parece crucero. neral im portante d« hierre.
nados 0 sueltos en la are
na
HEM ATITA.-Oxido ferri Sumamente variada ; Ninguno, pero algunos 5-6.5 4.9- 5.3 Color gris de acero, pardo rojizo, rojo 0
co, F e 2 0 3 compacta,granular, fibro ejem p lares fibrosos 0 negro de hierro. L u stre metálico 0 terro
/
sa ;o terro sa, m icáceo ; m icáceos se p a rte n co so. Raspadura característica roja parduzca
rara vez en cristales mo si tuvieran crucero ; La hematita es el mineral de hierro mas
bien formados. fractura desigual 0 astillada importante.
“ LIM ONITA":El estudio - Masas compactas 0 t e Ninguno. Fractura con 1-5.5 34-4 Color am arillo, pardo 0 negro. Lustre t e
* >. rro sas; puede presentar choidal 0 te rro s a .
microscopico muestra que rroso opaco, que la distingue de la hema
el matera! llamado limo estructura fibrosa radial tita. Raspadura c a ra c te rístic a parda —
nita no es un soio mineral. amarillenta. Mineral común de hierro.
La mayoría de las"limo
n itas" es la variedad,en
cristales muy finos ,del
mineral GO ETHITA que-
contiene agua absorbi
da.Oxido férrico h id ra
tado,con cantidades me
nores de otros elementos
Aproximadamente:
Fe 2 0 3 * H2 0
HIELOrOxido de hidroge Granos irreg u lares; paji Ninguno. Fractura co n 1.5 0 .9 Incoloro, blanco 0 azul .Lu stre vitreo.Fun
no h 2o llas irregulares en fo r choidal. de a 0 o C. por lo tanto, es líquido a la -
ma de fle c o s , con sim e tem peratura del cuarto. Bajo de peso es-
tría e x a g o n a l, macizo. / »*
peci f ico.
BIO T IT A r(Mica negra). Un - Cristales como escamas Perfecto en una direc 2.5-3 27-3.2 Negra o parda obscura. Transli/cida u opaca
silicato complejo de potasio, delgadas, generalmente ción que da laminillas Lustre aperlado o vitreo. Raspadura blanca
fierro,aluminio y magnesio, de 6 lados, y en masas delgadas, flexibles. o verdosa.
de composicio'n v a ria b le ,— escamosas foliadas.
pero aproximada.:
K(M g,Fe )3 AlSi 3 0l0 (0 H )2
PIROXENAÍ O ).Un grupo de Generalmente en crista Dos cruceros en ángulo 5—6 3 . 2 —3 .6 Por lo común el color es verdoso o negro.
soluciones sólidas de silica les cortos, prismáticos, casi recto. Lustre opaco o vitreo. Raspadura gris ver
tos, principalmente de sili de 8 c a ra s ; ángulo Crucero no siempre bien dosa.Se_ distinque de \q anfíbola jdot ej_ cru
catos de Ca,Mg y Fe con entre caras alternas de desarrolla do : la fractu cero a . 9 0 ° y _1_q $ cristales de 8 caros y
cantidades variables de otros cerca de 9 0 ° También ra,en algunos ejempla - por el hecho de que la mayoría de los cris
elementos.Variedades masco en masas compactas y res, desigual o conchoi- tales son cortos y muy duros en vez de
muñes: augita e hiperstena. en granos diseminados. dal. prismas largos v delgados como en la —
an f íbola.
A N FIBO LA rUn grupo de sili Cristales lar_gos, prisma- Dos buenos cruceros - 5-6 2 .9 - 3 .2 Color negro o verde claro, o aun incolora.
catos complejos, en solucion ticos, de 6 ca ra s; que se encuentran en Opaca. Lustre v ítreo intenso en los superfi
sólida,principalmente de Ca, también en m asas irre ángulos de 5 6 ° y 124° cies de crucero. Se distingue de la piroxena
M g,Fe y Al.Composicion se guiares o fibrosas,con por la d iferen cia en el ángulo del crucero
mejante a la piroxena,pero cristales que se entre y por la forma del cristal. La anfíbola tiene
contiene un poco de idn de lazan, y en granos dise mucho mejor crucero y mayor lustre que
hidroxilo (OH) La variedad minados. la piroxena.
mas común de las anfíbolas
es la hornblenda.
OLIVINO r Silicato de hierro Ger.t ralrr.ur.te en granos Tan débil que es raro 6.5-7 3 .2 - 3 6 Varios tonos del verde, también amarillento
y de magnesio, como de vidrio y en — verlo : Fractura conchoi opalescente y parduzco cuando esta algo
( Fe, Mg)2 S i0 4 agregados granulares. dal. alterado Transparente o translúcido. Lustre
vitreo Se parece al nmr-»^ ----- - - -
f r a g m e n t o s , pero tiene un color_ verdoso
característico a menos que este alterado.
CAPITULO
El terreno de cimentación.
Exploración de suelos
III-l INTRODUCCION
Las terracerías que requiere una obra vial trans Las rocas ígneas, por su dureza, pueden presentar
miten esfuerzos al terreno natural bajo ellas; esos problemas de costo de excavadón muy elevado; por
esfuerzos, a su vez, producen deformadones que se lo general permiten taludes verticales o muy próxi
reflejan en el comportamiento estructural de las mos a la vertical, cuando están razonablemente sa
mendonadas terracerías; de ahí la necesidad de estu nas, y como apoyo de un pavimento requieren de la
diar el terreno de apoyo o cimentación, objeto de colocadón de una capa de suelo intermedio en los
este capítulo. Además, existen factores independien cortes, para eliminar las irregularidades que quedan
tes de la superestructura de la obra vial, aunque a tras el proceso de conformadón.
veces influidos por ella, como el agua por ejemplo, En las rocas sedimentarías es frecuente una du
que producen efectos en el terreno de cimenta reza mucho menor que en las ígneas, lo que se tra
ción que también se reflejan en el comportamiento de duce en una mayor fadlidad de excavación; en este
la misma obra, por lo cual han de ser asimismo estu grupo abundan las rocas deleznables, espedalmente
diados. Finalmente, la interacdón del terreno de ci las de estructura aglomerada. En este grupo merecen
mentación y la superestructura de la obra vial afecta mendón especial las calizas, muy comunes en Méxi
de tal manera al comportamiento conjunto, que es co, entre las que se encuentran todos los tipos de
de extrema importanda el estudio de los métodos a comportamiento, pues mientras las de grano fino son
dísposidón del ingeniero para modificar las condi duras y permanentes, las de grano grueso son blan
dones del terreno de dmentadón cuando sean des das y deleznables. Las lutitas y las margas suelen ser
favorables, convirtiéndolas en más propicias; tales relativamente fádles de excavar; con Erecuenda son
métodos también requieren atendón. poco estables ante el agua; al igual que los yesos y
Se entiende por terreno de dmentadón la parte rocas similares, pueden ser expansivas al absorber
de la corteza terrestre en que se apoya la estructu agua y esto las hace peligrosas en los lechos de los
ra de la obra vial y que es afectada por la misma; su cortes y como materiales de relleno en muros de re
función es soportar a dicha obra vial en condidones tendón. Finalmente, conviene hacer notar que las
razonables de resistencia y deformación. aguas que han fluido a través de rocas margosas, ye
sos o anhidritas pueden ser muy peligrosas, pues en
su recorrido se cargan de sales cálcicas que pueden
in-2 GENERALIDADES ACERCA DEL TERRENO descomponer el cemento de los concretos utilizados
DE CIM EN TAC IO N en las diferentes estructuras de la obra vial. En las
rocas sedimentarías relativamente sanas es también
Los terrenos de dmentadón pueden estar consti frecuente poder construir taludes seguros muy próxi
tuidos por roca o por suelos. En general, la roca no mos a la vertical.
plantea problemas como terreno de dmentadón pro Los esquistos y las pizarras son quizá las rocas
piamente dicho, pues la obra vial le comunica es metamórficas más frecuentes en la tecnología de las
fuerzos que suelen ser de muy baja intensidad en vías terrestres; son fádles de excavar, hasta el grado
comparadón con la resistenda del material. La alte* de que muchas veces no requieren explosivos y bas
rabilidad de la formadón rocosa, por la acdón de tan los medios mecánicos para su extraedón. A l te
agentes mecánicos o químicos, tampoco desempeña ner planos de foliadón muy marcados en la mayor
un papel que deba ser fuente de inquietudes espe parte de los casos, estas rocas rompen a lo largo de
ciales desde el punto de vista de apoyo. dios, por lo que su echado es muy importante cuan-
GRANATE r Un grupo de sili Generalmente en crista Ninguno. Fractura con- 6.5-7.5 3 .4 - 4.3 Generalmente rpjo, pardo 0 amarillo , pero
catos en solucioVi solida, que les equidimensio nales, choidal 0 desigual. puede presentar otros colores. T ra n sp a
tienen una foVmula general bien formados ; pero — rente u opaco. Lu stre resinoso 0 vitreo.
con proporciones variables también macizo y gra-
de diferentes elementos - lunar.
i /
metálicos.La variedad mas
común cotiene Ca,Fe y Al —
pero los granates pueden con
tener varios elementos mas.
S IL L IM ANITA r (Fibrolita ). En cristales largos, del Paralelo a lo largo, 6-7 3.2 Gris f blancoPverde arisco incoloro ; cristales
#
Si Meato de aluminio , gados, 0 fibroso. pero raras veces se nota. prismáticos delgados, 0 en masas de fibras
A l2 5 í 0 5 aterciopeladas . Raspadura blanca 0 inco
lora.
KIANITA o CIANITA.-( Dis Cristales largos em fo r Uno, perfecto, y otro ape 4-7 3.5-3 7 Incoloro,blanco r 0 de un color azul claro dis
tena). Silicato de aluminio, ma de hoja de cuchillo. nas notable, paralelos a tintivo. Puede ser rayada con la navaja en
A I2 S i 0 5 la ma^xima dimensión de sentido paralelo al crucero, pero en el —
cristal, y una partición transversal es mas dura que el acero.
muy tosca a través de
los c ris ta le s .
1
STAUROLITA Silicato de Cristales prismáticos — Muy poco notable 7-7.5 3.7 Pardo rojizo, pardo amarillento 0 negro
Fe y A l! Fe(O H ) 2 (AI2 Sí 0 5 ) 2 robustos y en gemela- parduzco. Por lo general, en cristales bien
ciones en forma de cruz formados, de mayor tamaño que los mine
rales de la m atriz en que viene.
EPIDOTA Un grupo compl.fi C ristale s cortos, de 6 Un crucero bueno , en — 6-7 3.4 Color característico verde amarillento
jo de silicatos de Ca, Fe,A I c a ra s To aruoos de cris* algunos ejemplares,un (verde pistache). L u stre v itre o .
Ca 2 (A I,F e ) 3 (S ¡0 4 )3 (OH) ta le s ra d ia n te s y en segundo crucero , poco
m asas com p actas y - notable, hace ángulo de
g ranulares. 115° con el primero.
C LO RITA. Un grupo comple Comunmente en masas Un crucero perfecto,que 1- 2 .5 2 .6-3 Verde yerba 0 verde negruzco, Translú
jo de silicatos hidratados foliadas 0 escam osas; da la m in illas delgadas, cido u o p aco . Raspadura verdosa. Lustre
de Mg y Al,que contienen puede presentarse en — flex ib les,p ero no elás vitreo muy fácilmente desintegrable.
Fe y otros elementos e n — c ris ta le s tabulares de ticos.
pequeKa cantidad. 6 caras que parecen mica
S E R P E N T IN A Un aruoo- Foliada 0 fibrosa; gene P o r lo común , un solo 2 .5 - 4 2.5-2.65 Tacto suave: alaunas veces araso. Color
complejo de silicatos hidrg ralmente maciza. cru ce ro , pero puede ser verde puerro 0 verde nearuzco.aue varía
tados de Mg.aprox. en prismas. Fractu ra — a rojo parduzco, amarillo, etc. Lustre resi
H4^g3 S i 2 O9 generalmente conchoi- noso 0 graso. Translucido u opaco. Raspa -
dal 0 a s tillu d a . dura blanca.
MINERAL FORMA CRUCERO DUREZA DENSIDAD OTRAS P R O P IE D A D E S
TALCO.- S ilic a to hid rata En escamas pequePlitas Un crucero perfecto que 1 2 .8 Blanco,blanco plateado o verde manzana
do de Mg, Mg3 (0H )2 S i 4 0 , 0 y en masas suaves com forma escamas y peda- muy suave,con tacto graso.Lu stre aperla
pactas. ceria chica. do en las superficies de crucero.
KAOLINITA.-Sillcato hidra Por lo común, en masas Los c ris ta le s son siem 1- 2 2 .2 -2 . 6 Color blanco, pero puede estar manchado
tado de Al, H4 AI2 S i 2 09 - terrosas, suaves compac pre tan pequeños que - por im purezas. Tacto graso.Se adhiere a
Representante de 3o 4 - tas. el cru cero solo es visi la lengua y se vuelve plástico cuando —
m inerales semejantes co ble al microscopio. se moja" Huele a a r c illa " ante el aliento.
munes en las arcillas.
/
M inerales meitálicos (m enas ), im p o rtan tes. (Vease también la lista de m inerales de Fe en la hoja b ),
G A L E N A r S u lfu ro de plo Son comunes los c ris ta Tres cruceros cúbicos 2.5 7 .3 -7 6 Color gris plateado. Lustre metálico. R a s
les cúbicos,pero predo p erfecto s, a 9 0 °e n t r e padura gris p latead a o negra grisáceo.
mo , Pb S.
minan las masas granu si. Es el principal mineral (m ena) de plomo.
lares, de grano grueso
a fino. i ranslucído
E S F A L E R IT A r Sulfuro de Es común en c ris ta le s , Seis cruceros perfec- 3.5-4 3.9-4 2 E l color varí- - '^ * ¿ * 2 2 o adam antino,
^raspadura blanca am arilla palida o parda.
Es el principal m ineral de cinc.
P IR IT A r C 'E I oro de los - C ris ta le s bien formados
/ Ninguno. Fractura d e si 6-6.5 4 9 - 5 .2 Color amarillo de latón pálido.Opaco. Lus —
tontos"), Sulfuro de hierro* comunmente cúbicos,con gual. *
Fe S 2 caras e s tria d a s j tam tre metálico.Raspadura
/
negra verdosa o
parduzca. Fragi 1.No es fuente de hierro.
bién en masas granu
lares. Se usaba en la fabricación de acido S u l
fúrico. En general acompaña a m inerales
de d iferen tes metales.
CH A LC O PIRITA o C A LC O En masas compactas o Ninguno. Fractura desi 3.5-4 4.1-4.3 Amarillo dorado o bronceado. Por oxida -
P IR IT A - Su lfu ro de hierro disem inadas; rara v e z - gual. cion, azul morado, rojizo irid is ce n te . R a s
y cobre* C u F e S 2 en cristales en forma padura negra verdosa. Se distingue de la
de cuna. # $
pirita por ser mas intenso el am arillo y
por su menor dureza. Mineral común de
cobre.
CH ALCO C ITA o CALCOCI- M aciza; rara vez en cris In d fs tin to , rara vez 2.5-3 5.5-5.8 Grís negruzco o gris de a c e r o ; por lo —
T A (C ob re lu cien te).Su l — tales de forma tosca - observable. general oxidado en azul o verde. Raspadu
furo cu proso, Cu2S mente exagonal. Puede ra gris oscura. Muy pesada. Lu stre me
oxidarse y adquirir su tálico. Mineral importante de cobre.
p erficialm en te tonos -
de azul y verde.
COBRE.- (Cobre nativo). Hojas dobladas y retor Ninguno. 2.5-3 8 .8-8.9 Color de cobre característico pero casi
Elemento químico, Cu cidas y en forma de siempre manchado de verde.Sumajinente dúctil
alam bre: araño* anin«-
PIRITA:- Su lfu ro de hierro diseminadas ; rara vez - gual. ción, azul morado, rojizo irid isce n te . R a s
y cobre» C u F e S 2 en cristales en form a padura negra verdosa. S e distingue de la
• 9
de cuña. pirita por ser mas intenso el am arillo y
por su menor dureza. Mineral común de
cobre.
C H A LC O C IT A o CALC O CI- M aciza; rara vez en cris- In d istín to , rara vez 2.5-3 5.5-5 . 8 Gris negruzco o gris de acero ;por lo —
T A ( C o b r e lu cien te ).Su l — tales de forma tosca — obser vable. general oxidado en azul o verde. Raspadu
furo cu proso, Cu2S mente exagonal. Puede ra gris oscura. Muy pesada. L u stre me —
oxidarse y adquirir su talico. Mineral importante de cobre-
p erficialm en te tonos -
de azul y verde.
’
MINERAL FORMA CRUCERO DUREZA DENSIDAD OTRAS PR O PIED A D ES
COBRE.- (Cobre nativo). Hojas dobladas y retor Ninguno. 2.5-3 8 .8-8.9 Color de cobre característico pero casi —
Elemento químico, Cu cidas y en forma de siempre manchado de verde.Sumamente dúctil
alam bre: araños aolas- y maleable Excelente conductor del calor y
tados o redondeados. de la electricidad. Muy pesado.
O R O r Elem ento químico, Au Macizo o en planchas Ninguno. 2.5-3 15.6-19.3 Color amarillo de oro característico, y. en-
delgadas /también en* raspadura. Extremadamente pesado.
granos aplastados o la* Muy ma l e a b l e y dúctil
minillas. Son muy raros
los cristales distintos.
PLATAr- Elem entó químico, En granos aplastados y Ninguno. 2.5-3 10 -l 1 Color y raspadura blanco de p lata, pero —
Afl. en escamas;raras veces puede presentar en la superficie color
en forma de alambre,o gris o negro. Su mámente d úctil y maleable
en cristales en forma Muy pesada.Lustre metdlico de espejo, on
de agujas irregulares. superficie limpia.
CA SITERITA :- Bióxido de es Cristales prismáticos - Ninguno, frac tura cur 6-7 7 Parda o negra.Lustre adamantino. Raspadura
taño, S n 0 2 de 4 caras,bien form a va o irregular. blanca o amarillo pálido. Principal mineral
dos,terminados en pirá de estaño.
mide^ cristales pueden
enlazarse para formar-
gemelos en forma de -
rodilla,también en ma
sas arriñonadas, como
cantos de río.
URAN IN 1T A.- (Pechblenda) Cristales regulares de Ninguno ; fractu ra con- 5-6 6.5-10 Color negro o negro parduzco. Lustre subme-
Oxido de uranio, U 0 2 a 8 caras,o cúbicos ; choidal o desigual. talico, resinoso, u opaco. Principal mineral
u3 o e . maciza. productor de uranio , rad io , etc.
C A R N O T IT A r Vanadato de Polvo terroso. No aparente Muy A prox. Color brillante amarillo canario. Es mine
potasio y uranio, suave 4.1 ral de vanadio y uranio.
K2 (U 0 2 ) 2 ( V 0 4 ) 2 8 H20
I
114 E l terreno de cimentación. E xp lora ción de suelos
do aparecen en cortes y laderas. Son rocas bastante O tro efecto del flu jo del agua en el terreno d e c¡. costo SU uso i
deleznables y como producto de alteración final pro mentación es la tubificación, producida cuando el las vías terres
ducen, arcillas muy inestables, a veces en tiempos agua se infiltra a través del suelo de cimentación go de tubific:
dentro de la vida útil de la obra. con su gradiente hidráulico superior al crítico, de nómeno pued
Los terrenos de cimentación constituidos por sue manera que haya arrastre de partículas (R ef. 1 ). La La licuacic
los también suelen proporcionar apoyo suficiente condición de tubificación no es muy peligrosa en el cas y espectaci
para las vías terrestres, aunque existen algunas con terreno de cimentación de terracerías, puede afectar de suelo que
diciones que plantean grandes problemas de provec más bien a los terraplenes, siendo un factor que se nómeno. En
to y construcción. Algunas de éstas se detallan por debe considerar en su estabilidad (como tal será tra lativamente si
separado en páginas subsecuentes de este caoífulo y tado en un capítulo subsecuente de este lib r o ), pero! dinámica rápi
constituyen quizá las contingencias más grandes a pudiera presentarse en ocasiones, por ejemplo al bro-1 rante un sisme
que ha de enfrentarse el ingeniero de obras viales, a tar el agua en un lado de un terraplén, cuando exisi que crecen a
tal grado que éste deberá considerar siempre como ta un embalse en el otro lado. Los suelos más sus-f disiparse por
la mejor solución a estos problemas el cambio de ceptibles a la tubificación son los friccionantés finos, estructura del
trazo que lo aleje de ellos. Sin embargo, ha de insis- permeables, sin cementación, con índice plástico mei nes del agua
tirse en que son excepcionales los casos en que el ñor de 10%; los suelos que además de cumplir lo¡l los granos de
terreno de cimentación constituido por suelos plan requisitos anteriores son ligeros ‘(arenas pumíticasl al esfuerzo cor
tea problemas realmente difíciles y costosos de resol por ejem plo) resultan particularmente afectables pon mos a cero; en
ver, pero por la gravedad que pueden im plicar han de el flu jo de agua. En la tabla I I I - l (Ref. 1) se detallé comporta comí
ser detectados en la etapa de estudios previos al pro la susceptibilidad a la tubificación de los distintos! de las cargas i
yecto, para que se les evite cuando sea posible o para suelos: génesis de las :
que se les tome en cuenta con todo cuidado y sean ratura sobre c
biéndose prodi
objeto de estudios muy esoeciales y a veces muy ex T a b la I I I - 1
tensos, cuando el trazo obligue al ingeniero a avo de la superesti
carse a ellos, por consideraciones de superior con en decenas y a
Susceptibilidad de los Suelos a la T u b ificación
veniencia. co pueden cita
como consecuei
Los suelos friccionantes (gravas, arenas y limos Gran resistencia a la 1. Arcillas muy plásticas (Ip y o Jáltipan en ’
no plásticos o las mezclas en que ellos predominan) tubificación. > 15% ), bien compactadas. '
Los suelos s
por lo general tienen capacidad de carga suficiente 2. Arcillas muy plásticas (Ip n |
y características de compresibilidad que no provocan v 15% ), deficientemente com ñas sueltas (pi
pactadas. compactar la e
problemas de asentamientos de importancia.
Resistencia media 3. Arenás bien graduadas o ma presiones que g
Las arenas o limos muy sueltos pueden plantear la tubificación cías de arena y grava, con con-'
(en ellas se rec
problemas de erosión y de asentamiento brusco, por tenido de arcilla de plasticidad
media (Ip \ 6 % ), bien comí
disipación de j
colapso rápido de su estructura simple, cuando está depósitos de li
pactadas.
sometida a cargas de alguna importancia; según se
4. Arenas bien graduadas o me {ármente peligr
desprende de lo dicho en el capitulo I de esta obra, cías de arena y grava, con cok El único mi
estos colansos suelen estar asociados a movimientos tenido de arcilla de plasticidad
la licuación, sej
en el agua del subsuelo, sea saturación por flu jo de media (Ip > 6%), deficientes'
mente compactadas. ra, consiste en
agua que se in filtre de la superficie o ascensos del
5. Mezclas no plásticas, bien gn utilizando para
nivel freático por cualquier razón. Sin embargo, este duadas y bien compactadas, ti' tos usuales en !
efecto no es muy im portante b ajo las terracerías, grava, arena y limo con Ip trucción de caí
pues éstas absorben con facilidad los m ovimientos re < 6%- •
sultantes; naturalmente que el efecto anterior es mu Baja resistencia a la 6. Mezclas no plásticas, bien gni.
tubificación. duadas y deficientemente cott,
cho más peligroso cuando el terreno de cimentación
pactadas, de gTava, arena y lio
soporta alguna de las estructuras rígidas qu e suelen con Ip < 6%.
construirse en una vía terrestre. 7. Arenas limpias, finas, uniformé
En ocasiones, las fuerzas hidrodinámicas produci (IP < 6 % ), bien compactada!
8. Arenas limpias, finas, unifo|
das por un flu jo ascendente del agua, al vencer el peso mes (Ip 6%) deficientemet
de las partículas, provocan efectos de boyancia que te compactadas.
hacen que el suelo pierda total o casi totalmente su
capacidad de carga, con los consiguientes efectos para
la obra vial. Este problem a será poco frecuente y
no de temer tan pronto como la altura de los terra L a tubificación de los terrenos de cimentación « P
plenes sobre el terreno sea de alguna significación, más frecuente cuando en éstos hay estratificación rf
pero puede desempeñar algún papel en la cama de errática, con mantos permeables, susceptibles de ací
ciertos cortes. L a solución al caso consistirá siempre lerar el fenómeno. J ; ^
en cortar el flujo o en reducir su gradiente a niveles Los filtros graduados, de los que se hablará
convenientes; por fortuna, la situación es calculable páginas posteriores de este libro, constituyen el m?
por métodos teóricos, por lo que el ingeniero podrá jo r m edio de evitar el fenóm eno de la tubificadópoblemas de licua<
contar con orientación. en el terreno de cimentación, aunque por razones «*lenes bajo un sisn
Generalidades acerca del terreno de cimentación 115
III-S A S E N T A M IE N T O S E N E L T E R R E N O
D E C IM E N T A C IO N
x z
+ — a — — (x — b )
a r,2 v '
r, . x 2z , r0 z
3 + — a + — In — + — (x — b )
a a rj r.,2
z z-
— a —— (3-1)
u a r ,2
Figura III-2. Distribudón de esfuerzos bajo una carga trape
cial de longitud infinita (trapecio rectángulo).
En la Fig. III-3 se incluye la solución gráfica para
Cj de las ecuaciones (3-1) realizada por J. O. Oster-
puedan estimar con la teoría de Boussinesq (en com berg, que perm ite calcular el esfuerzo <rz en los pun Los movimiem
binación con la Teoría de la Consolidación) asenta tos que se indican. con el problei
mientos de una aproximación plenamente satisfacto Para calcular los valores de az bajo el centro de! piloteado.
ria para el ingeniero. terraplén, supuesto de longitud infinita, bastará muí
0. 40
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C0
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Copyrighted material
120 E l terreno de cim entación. Exploración de suelos
V AL ORE S OE m
Figura m-5. Esfuerzos verticales inducidos bajo Q por una carga triangular de longitud
finita (triángulo rectángulo).
siguiendo todos los pasos señalados en el apartado B en las aeropistas los asentamientos diferenciales pro
del párrafo 1-12 del capítulo I de esta obra. pician encharcamientos peligrosos tras las lluvias; na
Resulta muy difícil estimar cuál pueda ser el or turalmente que este efecto ocurre también en carre
den de asentamiento perm isible que se deba consi teras, aunque en m enor proporción.
derar en una vía terrestre construida sobre suelos En resumen, no es posible dar una regla fija para
blandos. En primer lugar, hay que tener en cuenta definir la política de proyecto de una vía terrestre
que el asentamiento total del terraplén puede no te en lo referente a asentamientos. E l ingeniero deberá
ner excesiva importancia (excepto en ciertos casos, definir los valores admisibles en cada caso particu
tales como terraplenes de acceso a estructuras rígidas lar, partiendo de la importancia del problem a y de
que no se asienten o en zonas inundables), en com cualesquiera otras consideraciones. En M éxico, se tie
paración con los asentamientos diferenciales, o sea nen casos en que asentamientos superiores a 1.0 m
los movimientos diferenciales que tengan lugar a dis no han producido daños de consideración a una au
tancias significativas. Por la naturaleza de su trán topista que se extiende a lo largo de varios kilóme
sito, una carretera suele ser más tolerante con los tros en una antigua cuenca lacustre ( camino directo
asentamientos diferenciales qu e un ferrocarril; pero, M éxico-Puebla), pero se trata de una formación de
por otra parte, los equipos modernos permiten cal subsuelo muy homogénea y, así, los grandes asenta
zar la vía con facilidad y rapidez, aumentando el es mientos totales no producen efectos diferenciales
pesor de balasto lo necesario para reconstituir el ali muy importantes. Casos como éste pueden ser preve
neamiento inicial, en tanto qu e en una carretera las nidos si inicialm ente se dota al camino de una sobre-
renivelaciones han de hacerse generalmente con mez elevación apropiada. Pero aun en estos casos relati
clas asfálticas, que constituyen la parte más costosa vamente favorables el asentamiento excesivo produce
de su sección. En un aeropuerto, los requisitos de serios problemas en terraplenes de acceso, alcanta
alineamiento suelen ser muy rígidos en este aspecto, rillas, etc.
pues los asentamientos diferenciales, al hacer vibrar Com o ya se d ijo y es bien conocido por los espe
las aeronaves, impiden una lectura conveniente de cialistas en M ecánica de Suelos de todos los campos, Otro ejemplo
los instrumentos de que depende el piloto. Además, b estructura
la evolución de los asentamientos con el tiempo es
Asentamientos en el terreno de cimentación 121
Otro ejemplo del efecto del asentamiento de los terraplenes de acceso a un paso a desnivel;
la estructura tenia fuertes pendientes de acceso para disminuir la altura de las terraplenes.
Copyrighted material
122 E l terreno de cimentación. Exploración de suelos
m ucho más d ifícil de determinar con precisión que 2. L a sobreelevación de la rasante. Se trata aho
el m onto del asentamiento propiamente dicho. Ello ra de sobreelevar inicialmente la rasante del terra
se debe a varias razones, pero quizá la principal sea plén, de manera que quede en el nivel requerido
la dificultad de determinar apropiadamente las capas después de producirse el asentamiento. L a efectivi
drenantes (y, por lo tanto, el espesor de las ca dad de la solución depende de que el terreno natu
pas compresibles), de cuya correcta consideración ral soporte la sección sobreelevada.
tanto dependen los resultados del cálculo (ver párra 3. Construcción previa de terraplenes. En este
fo 1-12 del capítulo 1 de esta o b r a ). Esta circunstan caso se construye el terraplén con suficiente antici
cia es desafortunada, pues muchas decisiones im por pación a las obras de pavimentación, permitiendo
tantes del ingeniero de vías terrestres se basan en la qu e ocurra el asentamiento durante ese lapso dispo
correcta determinación del tiempo en que tendrán nible; después se conformará la corona, para pavi
lugar los asentamientos. De esta manera, las reco mentar una estructura que ya no se deformará. En
mendaciones de construcción de terraplenes sobre te ocasiones, la falta de resistencia del terreno de ci
rrenos blandos, previamente a la del resto de la obra mentación puede obligar a completar la sección
vial, de manera que al concluir ésta ya se hayan definitiva por medio de sucesivos recargues, aprove
producido los asentamientos que pudieran ser per chando la resistencia que se genere como consecuen
judiciales, que constituyen soluciones tan limpias y cia de la consolidación. Naturalmente que el núme
apropiadas para muchos casos, han de manejarse fre ro de recargues necesariamente tendrá que ser bajo,
cuentemente en un aura de peligrosa incertidumbre. y el últim o tal, que produzca asentamientos que no
Y a se d ijo en el párrafo 1-12 del capítulo I de sean de significación. La solución es muy ventajosa
esta obra cuales son los medios teóricos de que dis sobre todo en accesos y pasos a desnivel, pero está
pone el ingeniero para realizar los cálculos que se lim itada por la disponibilidad de tiempo.
acaban de comentar. 4. E l uso de drenes verticales de arena. Siendo
el proceso de asentamiento un proceso de consolida
ción, todos los procedimientos que aceleren esta ú l
m-4 MEJORAMIENTO DEL TERRENO tima servirán para que aquellos se produzcan con
DE CIMENTACION mayor rapidez, dando oportunidad a que ocurran
durante el proceso de construcción, con lo que la es
tructura permanecerá prácticamente libre del pro
N o se repetirá bastante que el terreno de cimen
blema durante su vida de servicio. Además, la acelera
tación suele ser suficientemente bueno, tanto en lo
ción de la consolidación sirve también para aumentar
que se refiere a resistenda como a compresibilidad,
la rapidez de generación de resistencia al esfuerzo
para soportar a las vías terrestres en condiciones nor
cortante consecuencia del proceso. Los drenes ver
males, pues las presiones a él comunicadas son rela
ticales de arena son un acelerador comprobado de
tivamente bajas y la estructura del terraplén se suele
los procesos de consolidación, cuya influencia en és
adaptar muy bien a pequeños movimientos que pue
tos puede ser establecida teóricamente (R ef. 7 ). Son
dan producirse. Los problemas señalados y los mé
perforaciones verticales rellenas de material permea
todos de mejoramiento que ahora se mencionarán
ble, de pequeño diámetro y de longitud suficiente
se presentan normalmente en áreas restringidas y no
para que sus efectos alcancen a la totalidad del man-
pueden verse como de utilización común, por su alto
costo.
Los principales métodos que se han seguido para
mejorar las condiciones del terreno natural, ya sea
en lo referente a resistencia o a compresibilidad, son
los siguientes:
1. E l uso de materiales ligeros. Se trata de con
seguir, dentro de distancias de acarreo tolerables,
bancos de materiales de bajo peso específico para la
construcción de los terraplenes, a fin de lograr así
que se reduzcan al máxim o tanto las presiones co
municadas al terreno natural como la geometría de
la sección que se construya, pues no debe olvidarse
que el problema de asentamientos suele estar ligado
al de falta de resistencia, de modo que si el terra
plén se hace con materiales pesados requerirá talu
des muy tendidos, bermas, etc, que podrán reducir
se y quizá eliminarse con el uso de materiales lige
ros; siendo el hundimiento menor a menor ancho de
terraplén, esta últim a ganancia repercutirá favora
blemente en el asentamiento final a que se llegue. Croquis de una instalación de drenes verticales de arena.
Mejoramiento del terreno de cimentación 123
id radial zado su drenaje. Esta norma resulta quizá exagera las coronas de los terraplenes son muy anchas en
lo cual se da para países que disponen de menores presupuestos comparación con las de las carreteras.
zómetros, para la construcción de una obra dada; en México, 11. Escalonamiento de laderas naturales. En te
en toda por ejemplo, se ha utilizado poco la substitución de rrenos naturales con pendiente transversal fuerte
de arena, terrenos malos por suelos estables baio terraplenes existe el peligro de que los terraplenes se deslicen
eabilidad v la experiencia indica que cuando el esoesor del ladera abajo, aun cuando los materiales involucra
en la di- terreno natural es in ferior a 4 ó 5 m es posible obte dos no sean demasiado malos. El escalonamiento del
de arena ner un comportamiento favorable a menor costo con terreno de cimentación en form a apropiada a la geo
el empleo de algún otro de los métodos descritos. metría del terraplén y a la topografía de la zona es
fecto que Cuando el esoesor de terreno malo es superior a quizá el m étodo que más se ha usado en M éxico
1 er sobre 4 ó 5 m, es universalmente reconocido que el costo para com batir este tipo de problemas. Los escalones,
jemplo al de la substitución de materiales se hace prohibitivo. de huella horizontal y peralte vertical, proporcionan
jilotes de En resumen, la substitución de materiales debe verse al terraplén apoyo horizontal, eliminando la compo
como una alternativa más a disposición del ingenie nente de su peso a lo largo de la superficie de con
ro, que podrá sopesarse para ser empleada sólo cuan tacto con el terreno natural y, por lo tanto, la causa
suele ser;
do resulte ser la más económica o conveniente des de la posible falla. Los escalones deben tener peral
.ta la ma- í
con quej pués de un cuidadoso balance. te apropiado y huella suficiente para las maniobras
siguiente, [ 7. Tratamiento fisico-quimico del terreno com del equ ipo de construcción. E l proyecto deberá in
un cuida- í presible. Aun cuando estas técnicas están todavía en dicar al detalle la forma y las dimensiones de los
eta consi-! sus comienzos, se sabe que al añadir ciertas substan escalones, siendo deseable que toda su sección se alo
cias al suelo se producen en éste intercambios ióni je en terreno firme.
la carga j
cos entre sus partículas minerales y las materias di 12. Construcción de rellenos sobre apoyo irregu
niento de j sueltas en el agua intersticial, de manera que se lar en roca. A l hacer cortes en roca es muy común
modifican los nexos estructurales, m ejorando la re que, como consecuencia del proceso de excavación
iterial del I
sistencia del suelo y disminuyendo su compresibili con explosivos, la cama del camino quede rispida y
cimenta-1
dad. En cada caso se hará necesario un análisis físi llena de aristas irregulares y agudas. En este caso
i del peso j
co-químico del suelo, a fin de definir la substancia ha de colocarse entre esa roca y el pavimento una
a presión'.
o substancias que producirán los efectos más favora capa de suelo del suficiente espesor y apropiada resis
0 d e l ma-
bles; éstas pueden incorporarse al suelo haciéndolas tencia, oara impedir que las irregularidades señaladas
1 más fac-
circular por su interior disueltas en agua. En M éxi se reflejen en el propio pavimento. Este es un caso
eralmente |
co se han realizado diversos estudios para la aplica ilustrativo de aquellos en que el mejoramiento del
ejores re-
ción de estas técnicas, pero nunca han llegado a terreno consiste en la substitución de un apoyo muy
n turbas.
usarse en las obras, debido a su alto costo. firm e por otro de suelo, aparentemente de peor ca
o natural
,n el caso 8. Calcinación del suelo. Consiste este método lidad. L a lección que se extrae de esto es que los
longitud en calcinar literalmente hablando la estructura del problemas de interacción entre superestructura y te
d un pro suelo, con elevadas temperaturas provenientes de la rreno de cimentación en una obra vial son tan com
beta, pre- combustión de gases. En algunos casos se han repor plejos que con frecuencia la norma de mejoram ien
tado disminuciones notables de la compresibilidad to adoptada es contradictoria, en el sentido de que
te, la que
resulta desventajosa desde uno o varios de los pun
lo en su i y, por consiguiente, de los asentamientos. El método
y se relie- j debe considerarse en etapa experimental.
tos de vista que intervienen; lo importante es enton
para pro- ¡ 9. Colocación de entramados de ramas, palmas y ces resaltar el aspecto fundamental que se pretende
otros materiales similares bajo el terraplén. Consis mejorar, balanceando convenientemente las virtudes
: lo ante-
te este método en fabricar una verdadera balsa de y defectos de la norma de m ejoramiento adoptada.
\ la cons-
;rto de la | enramado bajo el terraplén, que reparte la carga y 13. Compactación. Frecuentemente se mejora la
proporciona una especie de Dotación al conjunto de parte superior del terreno de cimentación con un
la superestructura. E l método se ha usado con exce proceso de compactación posterior al desmonte, des
;dimiento
lentes resultados en diversos países, pero en México hierbe y desenraizado; el tratamiento es frecuente
ue puede
se carece de una experiencia concluyente al respecto. sobre todo en aeropistas y suele ser somero, alcan
antes de
10. La colocación de bermas o el uso de taludes zando 85 a 90%, en relación a cualquier estándar
muy tendidos. Con ello se logra uniform izar las pre usual.
?. En este ] siones transmitidas al terreno bajo el terraplén, con 14. Anclaje de bloques de roca fracturada. En
) ésta: si j lo que se uniformizan también los asentamientos, laderas rocosas inclinadas y cuando los planos de
esible, re- reduciendo los diferenciales. Por otra parte, convie fracturamiento son desfavorables a la obra vial, se
íejor cali- ne no olvidar que el asentamiento total es mayor ha recurrido al anclaje de los bloques de roca con
ístado de cuanto mayor es el ancho del área cargada, por lo varillas de acero introducidas en perforaciones pre
solución que las medidas objeto de este apartado tenderán a vias selladas posteriormente con concreto o lechada
e se pre- hacer crecer dichos asentamientos totales; natural de cemento, de modo que literalmente se cosen los
> mayores mente, la bondad de estas medidas estará supedita fragmentos cuya situación sea peligrosa.
material da al balance de estos factores contradictorios. Estos 15. R elleno de grietas. C on frecuencia la super
é garanti métodos carecerán de sentido en aeropistas, donde ficie del terreno de cimentación aparece agrietada.
126 E l terreno de cimentación. Exploración de suelos
Cuando ello suceda, la causa del agrietamiento debe III-5 EL AGUA EN EL TERRENO
rá investigarse siempre, pues el fenómeno puede ser DE CIMENTACION
indicio tanto de la existencia de un estado de falla
incipiente relativamente fácil de corregir, por ejem Del agua que cae sobre el terreno natural en el
plo en una ladera inclinada, como de un verdadero lugar en que se construirá una vía terrestre, parte
estado de deslizamiento superficial generalizado o de escurre por la superfide, parte se infiltra en él y
un estado de tensión importante, del tipo descri parte se evapora. La relación entre el agua que es
to por Juárez Badillo, como ejemplo, en la Referen curre y la prcdpitadón total es el coeficiente de
cia 13. escurrimiento del terreno; éste es variable según el
La causa del agrietamiento deberá ser eliminada tipo de suelo, su pendiente, tipo de vegetadón y
como un requisito indispensable para la corrección otros factores.
del agrietamiento. Podrá haber casos en que el cam El agua que corre sobre la superfide del terre
bio de trazo constituya la mejor soludón, pues como no, lo erosiona y, más tarde o más temprano, se in
se ha dicho, el agrietamiento puede estar asodado corpora a alguna corriente superficial.
a fenómenos de gran escala y correcrión dificilísi La que se infiltra a través del suelo, lo penetra
ma y muy costosa: pero en los casos sendllos, una hasta ser detenida por una capa impermeable y sa
vez eliminada la causa del agrietamiento puede re tura la zona suprayacente a esa capa formando el
sultar muy conveniente rellenar las grietas previa nivel freático, que se mantendrá a un nivel más o
mente formadas con arcilla, suelo-asfalto o algún menos constante en tanto no haya una modificación
material similar, con características plásticas. Las substandal en el régimen hidráulico de la zona.
grietas abiertas pueden ser peligrosas, pues al relle Cuando el agua freática aflora o es muy poco pro
narse de agua generan empujes hidrostáticos que funda, da lugar a terrenos pantanosos. Cuando el
pueden agravar cualquier tendenda a la inestabili agua freática está a relativa profundidad, pero el te
dad preexistente. rreno sobre ella es fino y con potendal capilar ele
Como puede verse, ninguno de los métodos pro vado, aquélla puede ascender a importantes alturas
puestos (R ef. 12) para mejorar las características de y puede llegar a perjudicar a las terracerías y a los
resistenda o compresibilidad del terreno de rimen- pavimentos. Se mencionan a continuadón los efec
tadón de un terraplén constituye una solución uni tos prinopales a que dan lugar los cambios en el
versa!, de manera que en cada caso en que se haga agua freática y capilar dentro del terreno de am en
realmente indispensable mejorar tales condidones tad ón.
será predso analizar todas las dreunstandas particu 1. A l cambiar el contenido de agua de los sue
lares, a fin de escoger la soludón o combinación los cambian sus propiedades mecánicas más impor
de soluciones más convenientes. De hecho, algunos de tantes, tales como la resistencia al esfuerzo cortante,
los métodos propuestas son contradictorios, en el sen que disminuye notablemente en suelos ardllosos o
tido de que si bien resultan favorables para algún con apredable contenido de finos cuando aquél au
aspecto del problema, pueden resultar desfavorables menta, y la compresibilidad, que crece cuando el
para otros. Así, la elecdón del criterio a seguir en suelo fino adquiere agua. En suelos arenosos, espe
nalmente en los cementados con substancias solu
cada caso no está subordinada a reglas fijas, sino que
bles, la invasión de agua puede producir cambios
es materia de ju id o del proyectista. Afortunadamen
te, tanto el monto de los asentamientos, como su drásticos en la estructuradón y, por lo tanto, en la
resistenda; también en este caso disminuye la resis
evolución con el tiempo (si bien ésta con menor
tenda por las fuerzas boyantes que se ejercen sobre
predsión) son calculables por los métodos teóricos
los materiales bajo el nivel freático. T od o lo ante
que proporciona la Mecánica de Suelos (véase ca
pítulo 1) . rior se refleja en los asentamientos produddos en los
terraplenes, en la posible falla de éstos, en las de-
Este cálculo, por derto, exige un eonodmiento
formadones que puede sufrir la capa subrasante, etc.
mucho más detallado de las propiedades del sub
2. Los movimientos y variaciones en el agua fre
suelo del que puede lograrse con los procedimientos
ática y sus efectos no son nunca uniformes, por lo
normales actualmente en uso para la exploradón del
que producen ¿reas de diferentes comportamientos
terreno de dmentación para carreteras y aeropistas,
en el terreno de cimentadón.
por lo que, cuando se trabaje en áreas de suelos
arcillosos blandos que presenten problemas especia 3. Los cambios en contenidos de agua propician
les, la exploradón ha de ser también de tipo espe cambios de volumen perjudidales en suelos expan
cial, incluyendo la obtendón de muestras inaltera sivos.
das; como consecuenda, el programa de pruebas de 4. En suelos susceptibles a las heladas ( R e í 14)
laboratorio tampoco podrá ser rutinario y deberá la existenda de agua es particularmente peligrosa,
comprender la realización de pruebas de compresión debido a los cambios de volumen y resistenda que
simple y triaxiales, para determinadón de resisten se producen con el congelamiento periódico.
d a al esfuerzo cortante, y de pruebas de consolida 5. La acdón del agua en el pavimento puede
dón, para definir las características de compresibi produdr efectos destructivos diferentes de los aso-
lidad. dados a los cambios de volumen o de resistenda de
T erren o de cimentación constituido p or arenas limpias 127
los sucios, tales como el bombeo o la separación de de 2 ó 3 m de altura pueden recorrer decenas de
la película de asfalto de las partículas de agregado centímetros por hora, durante una tormenta violen
en las carpetas o en las bases asfálticas. ta. U n médano de 10 m de altura fácilmente puede
Además de esos efectos, el agua que corre super desplazarse un metro por año. L o anterior debe
ficialmente produce erosiones en la obra vial y en orientar el criterio del ingeniero en cuanto a la mag
el terreno de cimentación que son siempre indesea nitud del problema que enfrenta.
bles. Es indispensable el drenaje superficial de estas U n médano representa hasta cierto punto una
aguas. acumulación de arena a volteo, de manera que es
Muchos de los métodos de tratamiento del terre de esperar que el talud del frente de avance se en
no de cimentación que ofrecen mejores resultados, cuentre con inclinación muy próxim a al ángulo de
independientemente de los enlistados en páginas an equilibrio lím ite; en su parte posterior, el médano
teriores de este capítulo, están relacionados con la tiene un talud mucho más tendido, consecuencia de
eliminación del agua del interior de los suelos. Es su génesis y modo de avance b ajo la acción de los
tas son las técnicas de subdrenaje que desempeñan vientos dominantes. Cualquier corte practicado en el
un papel fundamental en la ingeniería de las vías frente de avance tendrá siempre mayor inclinación
terrestres y que, sin duda, están destinadas a desem que el ángulo d e equ ilib rio lím ite de arena, por
peñarlo en forma más importante cada vez. lo que no será estable y producirá invasión de mate
Cuando se coloca un terraplén sobre el terreno rial sobre la cama del corte, independientemente de
natural se modifica el régimen hidráulico, en el sen que este fenómeno pueda retrasarse con respecto al
tido de que se im pide la evaporación del agua en momento de la construcción, si la arena tuviera co
un área que antes era de libre exposición; por esta hesión aparente por efecto de la tensión capilar.
causa el nivel freático tenderá siempre a ascender en Desde luego es cierto que la estabilidad general del
el terreno natural bajo los terraplenes. Además, en el médano no se verá afectada básicamente por el cor
terreno natural puede existir agua, sea propia del te. por lo que, en general, los volúmenes caídos no
lugar o proveniente de un flu jo que la traiga desde serán importantes, pero lo continuo del fenómeno y
otra parte. los peligros oue im plica para el tránsito hacen des
Los métodos de subdrenaje del terreno de cimen aconsejable el efectuar cualquier dase de corte en
tación deben verse como técnicas fundamentales en médanos. De esta manera el trazo de la vía terrestre
su tratamiento y mejoramiento, pero n o serán ex deberá desarrollarse siempre en terraplén o, por lo
puestos en este lugar, sino en un capítulo especial menos, a nivel de las dunas de mayor elevadón. La
más adelante, pues son comunes a problemas de es regla anterior puede conducir a costos prohibitivos
tabilidad de taludes, em puje de tierras y, en gene y en algunas ocasiones el ingeniero deberá confor
ral, a todos los aspectos de la tecnología de las Vías marse con que su trazo ocurra a nivel de los méda
Terrestres. nos más móviles, pero cuidando de no cortar los de
altura superior. N o debe pensarse que al evitar los
cortes y realizar un trazo en terraplén se resuelven
m-6 TERRENO DE CIMENTACION CONSTITUIDO todos los problemas que acarrea el cruce de una zona
POR ARENAS LIMPIAS de médanos. E l terraplén representa siempre una
barrera a los vientos y al m ovim iento general de la
El caso de interés especial que será tratado en arena; sin un estudio detallado, resulta muy d ifía l
esta sección, corresponde al cruce de una vía terres decir cual pueda ser el efecto que produzca esa ba
tre por una zona de médanos. Si bien esta localiza rrera, pero en ocasiones podrá ser muy desfavorable.
ción no es muy frecuente y probablemente deba evi H a sido práctica común defender las carreteras
tarse en cuanto sea posible, existen casos de locali trazadas a través de zonas de médanos con vegeta-
zación forzada que una vez ocurridos han sido fuen d ó n apropiada plantada en dirección de donde avan
te de problemas muy costosos y de d ifícil solución. za la arena. Las plantadones pueden hacerse en for
H ay también algunas reglas de aplicación casi for ma masiva o en líneas sensiblemente paralelas a la
zosa y algunos métodos de corrección de problemas vía terrestre; su efecto puede complementarse con
que pueden rendir buenos resultados; a todo ello bordos y empalizadas y grupos de árboles y arbustos.
se enfoca someramente la atención de este párrafo. Las especies deberán seleccionarse con un estudio
En la R ef. 15 se hace un análisis correspondien agronómico que trasriende los límites de este traba
te a un caso real que sirve para resumir las princi jo, pero el ingeniero debe contar con las plantas pro
pales precauciones que es necesario observar en es pias de la región como un excelente punto de par
tos casos. tida en tales estudios.
En términos generales el m ovim iento de los mé Las propiedades mecánicas de las arenas de mé
danos, que es la principal fuente de problemas para dano y playa presentan características de interés y
la vía terrestre, varía inversamente con su tamaño, han sido objeto de estudios específicos. En la R ef. 16,
de manera que un gran médano, de por ejem plo por ejemplo, se presentan datos y conclusiones im
100 m de altura, puede avanzar tan poco como un portantes, en que se demuestra la influ en da de la
par de centímetros por año, en tanto qu e médanos historia de esfuerzos en las características actuales.
128 E l terreno de cimentación. Exploración de suelos
III-7 TERRENO DE CIMENTACION CONSTITUIDO del asentamiento producido sí crece con ella, de ma
POR ARCILLAS MUY BLANDAS Y TURBAS nera que una sobrecarga producirá en menos tiem
po el asentamiento final a que llegaría el terraplén
En general, todos los depósitos de suelos blandos no sobrecargado); si estos métodos son antieconómi
y turbas susceptibles de causar serios problemas tie cos en un caso dado, deberá pensarse en obras de pa
nen tres condiciones en común: son zonas Dianas, vimentación provisional, sobreelevaciones, etc., pues
tienen mal drenaje superficial y están formados por el terraplén se hundirá en la etapa de operación de
suelos muy finos u orgánicos. la obra.
E l primer requisito para superar este tipo de oro- La magnitud y la naturaleza del problema que
blemas es. naturalmente, el detectarlos y ello debe se pueda tener en cada caso quedan fuertemente in
suceder en la etapa de proyecto, antes de que se fluidas por algunas características que conviene men
produzcan costosos daños a la vfa terrestre y en mo cionar a continuación.
mentos en que el ingeniero conserva toda su liber 1. Las dimensiones del terraplén. Su altura y an
tad de acción, incluyendo la capacidad de estudiar cho influyen mucho en la solución que haya que
un cambio de trazo que lo aleje de la zona que se adoptarse. Un terraplén alto y estrecho se hunde por
revele como critica. Para esto es de singular ayuda desplazamiento mucho más que otro bajo y ancho,
la fotointerpretación de fotografías aéreas. Pero una por lo cual en los primeros puede ser mucho más
vez que por cualquier razón se decida a arrostrar efectivo un procedimiento de construcción a base de
los peligras y altos costos que significa cruzar una desplazar el material de cimentación.
zona de suelos blandos u orgánicos, el ingeniero debe
2. Características de la cimentación. Influyen so
comprender que casi todos los métodos de proyecto
bre todo el perfil de resistencia del suelo blando y
y construcción de que dispondrá requieren de un
su espesor.
buen conocimiento de las características de compre
3. Materiales de construcción. Los criterios del
sibilidad y resistencia de los suelos sobre los que se
construirá la vía, así como de los que se utilizarán ingeniero se ven muy influidos por la disponibilidad
y el costo de los materiales con que hará su terra
en la formación de la misma. Así, este es un caso
plén. Por ejemplo, si no hay material granular a
que debe verse como especial en lo que se refiere a
distancia prudente no podrá pensarse en colocación
exploración de suelos y pruebas de laboratorio, en
bajo agua a volteo. La utilización de materiales li
el que se justificará el uso de los métodos más
geros, como tezontles o cenizas volcánicas, sólo será
delicados para obtener muestras inalteradas y el
posible cuando las distancias de acarreo sean ade
desarrollo de programas completos de pruebas de la
cuadas, pero, por otro lado, la posibilidad de em
boratorio, que incluyan pruebas de consolidación y
pleo de tales materiales abre oportunidades de uti
triaxiales.
lizar muchas soluciones que de otra manera estarían
La exploración deberá hacerse separando muy
vedadas.
claramente las dos etapas tradicionales (Ref. 17):
4. E l programa de construcción. Los requeri
primeramente se realiza un muestreo preliminar, con
mientos de programa influyen mucho en los méto
procedimientos sencillos y económicos que propor
dos de proyecto que puedan intentarse. En este sen
cionan muestras alteradas para clasificación de sue
los y, después, se hace la investigación definitiva, tido, es importante el momento en que haya de
construirse el pavimento definitivo, como también
con métodos delicados y mucho más costosos, capa
lo es el que haya o no disponibilidad de tiempo
ces de proporcionar muestras inalteradas. La orien
para construcción por etapas, uso de sobrecarga, etc
tación que se obtenga en la primera etapa, que debe
llevarse hasta que se puedan formular perfiles de 5. Localización. Las condiciones topográficas del
suelos razonablemente confiables, será fundamental lugar, sean naturales o creadas por el hombre como
para planear la segunda con un costo de tiempo y consecuencia de otras obras, también influyen mu
dinero óptimos. cho en los métodos que puedan seleccionarse para
resolver un problema dado. Por ejemplo, la existen
L a información que se recabe sobre el terreno de
cia de población impone severas restricciones al uso
cimentación deberá arrojar luz suficiente para estu
de explosivos, o el disponer de un derecho de vía
diar los siguientes problemas principales (Ref. 18):
estrecho, al uso de bermas o a la formación de ondas
de lodo.
1) Estabilidad del terraplén.
En la tabla 121-2 se resume brevemente el con
2) Asentamiento del terraplén. junto de métodos para cimentar terraplenes en terre
nos muy blandos.
En genera], será deseable que todo el asentamien Antes de proceder a una somera descripción de
to significativo ocurra durante la construcción de la los métodos arriba mencionados, conviene reseñar
obra, pero esto no suele lograrse sin usar aceleran brevemente las propiedades principales de los suelos
tes del proceso de consolidación, tales como drenes de cimentación muy blandos, asi como de los méto
de arena o sobrecargas (en rigor el tiempo de asen dos más confiables para obtener tal información
tamiento no depende de la carga, pero la magnitud (Refs. 19 y 20).
Terreno de cim entación constituido p o r arcillas muy blandas y turbas 129
i i 11 irir*"— T"""« i i i m i i
- • TUR*A riSMU- PEflMEWUM» OCTOIWttM OI NUCIAOECOMOUMOM
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C o p y rig h te d material
130 E l terreno de cim entación. E x p lo ra ció n de suelos
Sólo p i
L oca liza ción R esisten cia al es fu erz o C o n ten id o natu ral
ba o suele
R e fe r e n c ia d e la tu rba co rta n te (T / m * ) d e a gu a ( % )
que los tei
un requisi
Andersen y Hempstock (R ef. 21) Canadá (Alberta) 0.50-1.25 700-1400 tirar sin ri
Casagrande, A . y L. (R ef. 22) E.E.U.U. (Mass.) 0.50-1.85 230- 750
de la exea
0.35-2.90 400- 800
1.35 400- 550
rreo de di
0.35-0.95 250- 380 suele qued
5.00 (i) 110 dos; el sue
Dücker (R ef. 23) Alemania (Holstein) 0.10-5.00 (i) 400- 800 La exc;
Fraser (Ref. 24) Irlanda del Norte 1.40-2.80 680-1450 medida qu
Hardy y Thomson (R ef. 25) Canadá (N.O.) 0.50-3.00 470- 760
Canadá (Alberta)
anchura ci
Lea y Brawner (R ef. 19) 0.55-1.50 No hay dato
Margason y Fraser (R ef. 26) Irlanda del Norte 1.70 790 padas mas;
Moos y Schneller (R ef. 27) Suiza 0.50-1.50 220-1460 turos prob
R ipley y L eon off (R ef. 28) Canadá 1.00-2.25 100-2100 La pro
Smith (R ef. 29) Inglaterra 0.35-1.80 N o hay dato
la remoció
Tresidder y Fraser (Ref. 30) Escocia 0.35-9.35 400-1600
riable y de
W ard (R ef. 31) Inglaterra, Gales 0.65 800-1000
10 m de e;
Es un
servarse el im portante efecto de secado p rop io de los en ellas muy rápidam ente (Refs. 19, 32, 33, 34, 35,
da del su(
suelos turbosos. L a m ayoría de los resultados de prue 36, 37 y 38). L a consolidación secundaria ocurre so
compresibi
bas de veleta se concentran en la parte m edia de la bre todo cuando la p rim aria term inó y generalmente
se usa com
figura (parte sombreada) y muestran una preconso- sigue una ley lineal (recta) cuando se d ibu ja el asen
constructiv
lidación substancial por secado aun a las mayores tam iento contra el tiem po (este últim o en escala h>
profundidades. g a rítm ic a ); la consolidación secundaria puede ser
B Despla;
A causa de la perm eabilidad relativam ente alta mucho más im portante qu e la prim aria y durar mu
de las turbas, la consolidación prim aria se produce chos años, viéndose afectada por la descomposición
Cuando
de la m ateria orgánica durante la vida de la obra
terreno de
(R efs. 36, 38 y 39). L a predicción del asentamiento
R esisten cia al Esfuerzo C ortan te , en Tn./m? en las turbas por los m étodos normales de la Mecá
nica de Suelos es incierta, com o consecuencia de lo
anterior y aún lo es más la de la evolución de los
asentamientos con e l tiem po. L a teoría de Terzaghi
probablem ente no sea aplicable a las turbas; las cau
sas más importantes de e llo son el drenaje horizon
tal que ocurre en estos suelos, la anisotropia que pre
On
sentan en lo relativo a la perm eabilidad y el escaso
sentido que puede tener determ inar en turbas d
100% de consolidación p rim aria (R ef. 19).
Si el suelo blando es inorgánico, es de esperar
que si la hom ogeneidad d e las arcillas es razonable,
pueda aplicarse la teoría d e T erzagh i para el cálcu
lo del asentamiento y aun para el de su evolución
con e l tiempo, si bien esta ú ltim a se determinará coi
mucha m enor precisión.
P o r las razones anteriores, sobre todo en turbas,
los resultados de cualquier calculo de asentamiento
o evolución de éstos no serán confiables en grado so
ficien te para servir de base a un proyecto importante;
éste es un caso en que puede rendir m agníficos frfr
tos la instrumentación de terraplenes de prueba, ^
chos preferentem ente a escala natural (R e f. 4 0 ).
Figura IU-7. Resistencia al esfuerzo cortante vs. profundidad,
en turbas (Mediciones con veleta en el lugar)
Se comentarán ahora brevem ente los método
(R ef. 20). constructivos que se agruparon en la tabla III-2 . I
Desplazamiento p o r el peso del terraplén con o sin sobrecargas 131
Figura 1II-8. Colocación de un terraplén por desplazamiento de un suelo blando, con uso de sobrecarga.
132 E l terreno de cim entación. Exploración de suelos
sobrecarga
Figura IU-9. Desplazamiento de turbas por barrenación en el frente de avance (Ref. 20).
M étodo de New Hampshire 133
Plataforma
de areno
S o b re c a rg o
turba
S o b ra c o rg o co lo ca d a s o b r a las
c a rg a s on ta s d a la o x p lo s iá n .
i • •• • (c )
w§ w j i j . j fl i 8 * d u i \\T * m '■ ii h i m
Figura UMQ. Método alemán para barrenadón en d frente de avance (Ref. 20).
t i) vlato|ionflif«4i«tl
Perfil
,| ' C0«M01Ó*Ó - . !
( I ) s a e o ie n A - A . « n tN 4e lo eapleaK»n fe ) Seoolon
Si la colocación del terraplén produjo ondas de ber hasta 100 kg de explosivo en grandes espesores
lodo importantes a sus lados, puede ponerse una se de suelo blando o 25 kg en espesores pequeños.
gunda hilera de barrenos a unos 3 m de la anterior, Independientemente del método que se utilice ¡
como se ve en la Fig. I I I - l l ; esta segunda hilera debe para incrustar el terraplén en el terreno blando, sur
hacerse explotar una fracción de segundo después ge la cuestión de cuál deba ser el ancho del relleno
que la primera, pues la experiencia ha probado que que se coloque para evitar deformaciones posteriores
se tiene la máxima eficiencia cuando las hileras prin del terraplén, que se traducirían en asentamientos y
cipales explotan encontrando resistencia a ambos la agrietamientos, sobre todo en sus bordes. En la Ref.
dos. L a parte (c ) de la Fig. I I I - l l muestra la posición 20 L. Casagrande proporciona reglas semiempíricas
final a que debe llegar el terraplén. para establecer tal ancho, que se comentan con refe
Se ha visto ventaja en este método cuando el cuer rencia a las figuras 111-13 y 111-14.
po del terraplén se construye con material granular Cuando el terraplén se esté incrustando sin la
muy grueso o incluso con enrocamiento, pues el ayuda de una sobrecarga temporal de suelo, el mé
terraplén se asienta en form a más homogénea que todo para determinar el ancho de la excavación por figura I II - 1
cuando está constituido por materiales más finos, in producir se describe en la Fig. 111-13.
cluyendo arenas, y además, los suelos más gruesos se A partir de A , sobre el hombro del terraplén, di
arquean m ejor sobre, las pequeñas bolsas de material bújese una línea con un talud 1.25:1 hasta su inter
blando que de cualquier form a pudieran quedar atra sección en el punto C 0 con el estrato duro, bajo el
padas. suelo blando que se desea desplazar. L a vertical C 0 D0 siguiente,
Naturalmente (Fig. I I I - l l . c ) que el material que fija el ancho de la excavación en el suelo blando. El III-14.
se utilice para la configuración final del terraplén talud del terraplén definitivo se ha dibujado en la A par
puede ser cualquiera apropiado y debe colocarse com Fig. 111-13 con la inclinación 2:1 y su cero (B ) coin con talud
pactado en la forma usual. cide aproximadamente con el punto D 0, pero queda bre el sue
ligeramente fuera de la zona de relleno, de manera la excavai
B-2.4. £1 método alemán. que no hay peligro de que se deform e substancial se reflexii
mente el pie del talud. Sin embargo, si la relación con la pe
Este método fue desarrollado en conexión con la h/d es muy grande, que es el caso ilustrado en la pre con t
construcción de la red alemana de autopistas entre Fig. 111-14, la misma construcción anterior conduce suelo blar
los años de 1934 y 1940 (Refs. 44, 45, 46 y 47). L im a un punto B muy alejado y a la derecha de D 0, con Cuand
piada la cobertura vegetal, se construye el terraplén lo que una parte importante del terraplén final que miento ar
sobre el suelo blando en toda su longitud, como se daría sobre suelo muy blando, sometida a deforma vación qu
muestra en la Fig. 111-12. A continuación se coloca ciones. Esta situación puede resolverse ampliando el terraplén,
bajo el terraplén una gran cantidad de cargas, las ancho de la excavación, de modo que D 0 coincida la que de
cuales se hacen explotar simultáneamente en toda la aproximadamente con B, construyendo una berma suelo bla
longitud y ancho del mismo. Esta importante explo como ilustra la figura o dando al terraplén un talud emplear t
sión es muy efectiva para destruir la resistencia del más parado, hasta que B quede cerca de D 0, obte rraplén;
suelo blando, de modo que el terraplén se asienta nido según la construcción. quier ma
fácilmente hasta la posición final mostrada en la Cuando el terraplén se incruste con ayuda de una peso.
Fig. III-12.C. sobrecarga temporal de suelo, el m étodo propuesto
Los explosivos pueden disponerse en 4 o más hi por L. Casagrande para determinar el ancho de la C Trata:
leras bajo el terraplén y en cada barreno puede ha zona excavada y rellenada se determina con la regla mente
La re
’ Torropl or» onfoo di l« o x pi o ol o n excavaciÓ!
/T#rropi«n duront» lo oxpl ooion
/ /Altura o rl f in ol 4*1 t or r ap lo n
/
Alt ur a o rl finol dot Ur ro p lo n
/ftooonto do provooto
So b raco rgo U m p o ro l ( o r * n o ft g r o » o ).
b - 4 0 I20im.<>omoror)
S u t lo b la n d o p r M u c to 1
d i lo • ! C « v 0 C l ¿ a X
siguiente, también en reladón con las Figs. III-13 y ción de terreno malo por otro de m ejor calidad, con
111-14. duce muchas veces a movimientos de tierra excesi
A partir del punto A, se traza ahora una línea vos, procedimientos de construcdón imprácticos y
con talud 0.7:1, determinándose asi el punto C so costos altos. L a adopdón de un criterio simplista, por
bre el suelo duro. L a vertical CD define el ancho de el cual los métodos de substitudón se empleen en
la excavadón en suelo blando. Ahora pueden hacer forma sistemática, impedirá, además, discriminar co
se reflexiones similares a las anteriores en reladón rrectamente aquellos casos en que el terreno de d -
con la posición relativa de los puntos B y D, siem mentadón es realmente de los que no conviene usar.
pre con el criterio de que no quede apoyada sobre En muchas ocasiones tratamientos sencillos del terre
suelo blando una parte substandal de terraplén. no natural permitirán utilizar suelos que con un cri
Cuando la relación h/d es muy chica, el procedi terio más rigorista serian desechados a gran costo.
miento anterior puede condudr a un ancho de exea- Cuando se piense en tratamientos para m ejorar
vadón que exceda, en mucho, el área cubierta por el las condidones del terreno natural es preaso pensar
terraplén. En tal caso será la posidón del punto B siempre tanto en resistenda como en asentamiento.
la que determine el ancho, si bien para espesores de En ocasiones el mejoramiento de las condidones de
suelo blando muy grandes seguramente convendrá estabilidad puede lograrse simplemente por el em
emplear bermas estabilizadoras a ambos lados del te pleo de bermas calculadas como se indica en el capi
rraplén; estas bermas pueden construirse de cual tulo correspondiente a estabilidad de taludes. En
quier material, pues su única fundón es ejercer un otras ocasiones, un abatimiento de rasante que dis
peso. minuya la altura de los terraplenes puede resolver
problemas que de otra manera resultarían muy d ifí
C Tratam iento del terreno natural, fundamental* ciles. De la misma manera, puede manejarse la pen
mente p o r requerimientos d e estabilidad. diente, dando la m ínim a del tramo en la zona en
que se espere el asentamiento máximo, para que al
La remoción del terreno de cim entadón por presentarse dicho asentamiento el efecto diferendal
excavación o desplazamiento, que implica la substitu sea mínimo.
o 15 ■. paagyor)
íSlótkmdoi
duro
Su» sotrecorfo Figura 111-14. Determinación del ancho mínimo de
Coa Mlncoryi relleno para h/d, grande (R ef. 20).
136 E l terreno de cim entación. Exploración de suelos
Las virtudes de la construcción anticipada son ob a no ser que pueda aprovecharse en otras secciones guramente
vias y no se considera preciso insistir sobre ellas; la de la vía, en cuyo caso podrá haber una parcial re. pió) que i
condición es su compatibilidad con el calendario de cuperación de su costo, o que la sobrecarga se roa- pleo poste)
las obras. Tam bién se ha m encionado ya la ventaja neje como una sobreelevación, impuesta de tal ma dación esti
que puede tenerse en la construcción por etapas y en nera que, tras producirse el asentamiento, quede la es entonce
el uso de materiales ligeros en el terraplén, subordi altura requerida en el terraplén. margen de
nado naturalmente a su disponibilidad. En ocasiones, cuando el espesor del terreno blan a emplear.
En ocasiones puede mejorarse mucho la situación do es muy pequeño, puede recurrirse a compactarlo Finalrm
de un terreno de cimentación utilizando drenaje in con el empleo de equipos muy pesados, a fin de el¡. establecer >
terceptor ladera arriba de los terraplenes. En este minar los asentamientos posteriores b ajo el peso del resulte el
sentido las trincheras y zanjas de subdrenaje, los dre terraplén; este m étodo podrá usarse también si el dos anteric
nes de penetración transversal e, inclusive, los pozos terreno de cimentación tiene espesores chicos de are Los autore
de drenaje por bombeo constituyen los recursos más na suelta. El m étodo es poco efectivo en arcillas muy que los in
empleados. El agua en el subsuelo, al fluir a sus tra blandas o en turbas, y lo será más a m edida que el en el pasa
vés desarrolla fuerzas de filtración y ‘ presiones que terreno natural posea más partículas del tamaño de que en alg
hacen disminuir la resistencia al esfuerzo cortante. En la arena o de la grava. plicados hi
donde tales condiciones existen, se hace indispensable yor sencilli
Generalmente, un terraplén que ha de apoyarse
una exploración cuidadosa, determinando las condi los terraplf
en suelos blandos o en turbas presenta condiciones
ciones del agua del subsuelo y sus movimientos. no de los
críticas tanto en lo referente a estabilidad como a
asentamientos; como ya se ha dicho, ambas condicio limpieza n
D Tratam iento del terreno natural, fundamental nes han de ser analizadas y pudiera ser que la nor déos. Es fi
mente por requerimiento de asentamiento. ma idónea bajo un punto de vista, 110 lo fuera tanto miento tot¡
o resultase mal, bajo el otro, por lo que el caso ha gra paliars
La elección de un criterio de trabajo para redu que la sobi
de ser juzgado con un criterio general, que contem
cir los efectos de los asentamientos depende del m on nitud nece
ple el conjunto de factores que intervienen simultá
to y la velocidad de los mismos, de la uniformidad quier otro
neamente, si bien destacando, en el m om ento de deci
y continuidad del terraplén y el terreno de cimenta camino dii
dir soluciones, aquellos factores que influyan prepon-
ción, de la existencia de singularidades, tales como zona laqust
derantemente.
terraplenes de acceso a puentes y pasos a desnivel y, madamente
L a tecnología de los drenes de arena ha S do men
finalmente, de las características de la vía terrestre ce en punt;
cionada en páginas anteriores, por lo que no se insis
y del nivel de exigencia que al respecto se tenga. terreno nat
tirá aquí sobre ella.
Siempre debe tenerse en cuenta que asentamien yo del crit
tos uniformes, aun cuando sean relativamente gran Como conclusión para definir convenientemente sional, segi
des, no perjudican seriamente al terraplén en la la construcción de terraplenes sobre suelos muy blan
finitiva cua
mayoría de los casos. La construcción por etapas cons dos o turbas, conviene realizar algunas reflexiones magnífico <
tituye un m agnífico recurso en casos en que se pre adicionales.
tructivos uí
senten problemas serios de asentamiento diferencial En primer lugar, hay que destacar la necesidad aquí tratad
y en donde no sea posible m anejar sobrecargas eco de detectar estos problemas desde las etapas iniciales
nómicamente; en lo referente a asentamiento, la del proyecto. U n cambio de línea puede ser la solu III -8 T E R I
construcción por etapas suele consistir en posponer ción más lim pia del caso, y en otros lugares podrán
L a cons
la pavimentación definitiva hasta que la vía terres aplicarse soluciones económicas a condición de que
nadas pued
tre haya alcanzado su equ ilibrio final. se disponga del tiem po suficiente para que desarro
Cuando el terreno de cimentación es suficiente llen sus efectos.
mente resistente, puede dar muy buen resultado, des Los diversos métodos brevemente tratados en lo
de el punto de vista de asentamientos, el uso de so que antecede no son de aplicación general; en cada
brecargas, en forma de altura de tierra adicional a caso habrá que analizar algunos de ellos (o todos)
la altura normal del terraplén. E l peso de sobrecarga para elegir el más económico y conveniente. A veces,
requerido depende de la relación tiempo-asentamien la solución idónea resultará de la combinación de
to y del espesor del estrato compresible, de la altura varios métodos.
del terraplén y del tiempo disponible, de acuerdo N o existe un criterio rígidamente establecido para
con el programa de construcción. L a sobrecarga au fijar el factor de seguridad con que debe aplicarse
menta el asentamiento que se produce por unidad cada método de los mencionados y este es un asunto
de tiem po y puede quitarse después de que se pro que se debe definir en cada caso particular. Los pro
duzca el asentamiento que corresponde a la altura blemas más serios de construcción sobre suelos blan
final del terraplén. dos no suelen perm itir factores muy altos, por razo
Cuando sea muy grande el espesor de suelo com nes de costo; por otra parte, ha de tenerse en cuenta
presible o muy alto el terraplén por construir, pue que una falla en un tramo de terraplén edificado so
de suceder que una sobrecarga cuyo efecto sea signi bre material muy blando o turba puede tener muy
ficativo necesite mover cantidades de tierra tan gran serias repercusiones, pues con el rem oldeo interno
des que resulte antieconómica; el material empleado que acompaña al colapso muchos de estos materiales
en la sobrecarga requiere de doble pago por manejo, sufren tal pérdida de propiedades mecánicas (ya se
Terraplenes en laderas inclinadas 137
guramentc con valores deficientes desde un princi mente existen dos circunstandas geológicas desfavo
pio) que se hace muy difícil o casi imposible su em rables en las laderas de pendiente más o menos pro
pleo posterior. El estudio de laboratorio sobre degra nunciada. En primer lugar, la frontera entre la zona
dación estructural por remoldeo, por cierto no fácil, más intemperizada y los materiales más sanos tiende
es entonces indispensable para definir un criterio de a seguir la pendiente de la ladera, lo que produce
margen de seguridad en las soluciones que se vayan una tendencia al deslizamiento a lo largo de dicha
a emplear. frontera. En segundo lugar, la presenda del terraplén
Finalmente, ha de insistirse en la necesidad de modifica los movimientos naturales de las aguas su-
establecer claramente en cada caso lo procedente que perfidales y profundas; la acumuladón del agua en
resulte el empleo de alguno o algunos de los méto la base del terraplén aumenta el peso volumétrico
dos anteriores, cuando ello implica un costo elevado. de su material y disminuye su resistenda al esfuerzo
Los autores de este trabajo tienen la impresión de cortante, incrementando así el peligro de deslizamien
que los ingenieros de vías terrestres han exagerado to. Aun cuando el agua no se manifieste en su super
en el pasado la importancia de estos problemas, y ficie, humedece las superfides críticas de posible des
que en algunos casos ciertos proyectos costosos y com lizamiento abajo y aguas arriba del terraplén.
plicados hubieran podido realizarse con mucha ma De esta manera, el control del agua de infiltra-
yor sencillez y economía, simplemente construyendo dón debe redbir una atendón especial cuando se
los terraplenes sobre terrenos muy blandos con algu construyan terraplenes en laderas inclinadas, aten
no de los métodos convencionales, ejecutado con la diendo además al hecho de que el régimen de agua
limpieza necesaria para no producir fallas y remól interna varía mucho de una a otra época del año, de
deos. Es fundamental tener presente que el asenta modo que es posible que no se manifieste ningún
miento total no es necesariamente muy dañino, si lo signo de flujo interno en el momento de realizar los
gra paliarse lo suficiente el diferencial, de manera estudios correspondientes.
que la sobreelevación inicial del terraplén en la mag Usualmente no es fád l o posible evitar las lade
nitud necesaria, pueda evitar la aplicación de cual ras en pendiente en la localizadón de caminos y fe
quier otro método más costoso. La construcción del rrocarriles, por lo que en general los problemas que se
camino directo México-Puebla en su cruce por la planteen han de afrontarse y resolverse allí donde
zona lacustre del ex Lago de Chalco (10 km aproxi se presenten. Además de las precauriones de drenaje
madamente) , llevada a cabo por el método de avan y subdrenaje, que se detallarán en el capítulo corres
ce en punta de flecha, con desplazamiento pardal del pondiente, el uso de escalones de liga, tales como los
terreno natural, constituye un buen ejemplo en apo que aparecen esquemáticamente representados en la
yo del criterio anterior. Una pavimentadón provi Fig. IIM 5 , se ha revelado como una práctica muy
sional, seguida de reniveladón y pavimentación de conveniente y generalmente indispensable en laderas
finitiva cuando la vía se estabilice finalmente, es un cuyo talud exceda 4:1.
magnífico complemento de los procedimientos cons Las dimensiones de los escalones de liga deben
tructivos usuales cuando se aplican a los problemas establecerse para cada caso particular, pero él ancho
aquí tratados.
(huella) debe ser sufidente para permitir la opera
ción del equipo de construcción, lo que suele reque
IIL8 TERRAPLENES EN LADERAS INCLINADAS
rir por lo menos 2.50 m. Los escalones de liga logran
La construcdón de terraplenes en laderas indi la transmisión de las cargas del terraplén a planos
nadas puede constituir un problema difídl. General horizontales; para complementar su efecto benéfico
será muy conveniente y a veces indispensable que m-10 EXPLO RACIO N DE SUELOS EN VIAS
queden alojados dentro de terreno relativamente fir TERRESTRES
me, por lo menos bajo las capas más alteradas.
En las vías terrestres se utilizan esencialmente los
mismos métodos de exploración y muestreo de sue
111*9 DESMONTE Y DESPALME DEL TERRENO los que son comunes a todos los campos de aplica
NATURAL ción de la Mecánica de Suelos. Así, atendiendo a tal
circunstancia, no sería necesario tratar el tema en
Como fase previa a las operaciones constructivas este libro, dado que puede consultarse en la litera
propiamente dichas, la construcción de terracerías tura tradicional que existe sobre Mecánica de Sue
suele exigir una limpieza a fondo del terreno natu los. De hecho, este es el criterio con que se abordará
ral, que se denomina desmonte, en lo que se refiere el presente párrafo, en el cual no se tratarán los te
a la eliminación de vegetación, incluyendo árboles, mas referentes a métodos de exploración, tipos de
y despalme cuando se refiera a la eliminación de una muestreadores, técnicas de muestreo, etc. Estos pun
capa superficial del terreno. tos podrán consultarse en general en las Refs. 17,
48 y 49 y en aplicaciones particulares a las vías te
El desmonte tiene ios siguientes objetivos: rrestres en las Refs. 8, 9 y 50. Sin embargo existen
algunas ideas para definir criterios generales que sí
1. Perm itir la operación de la maquinaria de
construcción en zonas boscosas. resulta conveniente discutir, si bien someramente, en
lo que sigue.
2. Perm itir la liga adecuada entre los terraple
nes y el terreno de cimentación.
A Estudios geológicos y fotointerpretadón.
3. Elim inar materiales no deseables, tales como
hierbas, arbustos o árboles, en cortes y préstamos. Los mapas geológicos constituyen una informa-
4. Evitar la caída posterior de árboles o ramas a d ó n básica invaluable para el proyecto de las vías
la vía terrestre, al quedar aquélla* muy cerca de los terrestres. Con trabajo de campo o con fotointerpre
taludes de los cortes. En la remoción de arbolado en tadón de pares estereoscópicos de aerofotografías
esta zona, deberán cortarse los árboles sin desenrai pueden determinarse los tipos de formadones de sue
zados, a fin de no aflojar la cobertura de terreno en los y rocas, así como sus límites y secuencias, lo cual
el coronamiento de los cortes. propordonará la primera idea en reladón con las
5. Aumentar la visibilidad en curvas horizonta propiedades mecánicas de los suelos existentes en la
les, sobre todo en terreno plano con vegetación in zona en que se proyecta la vía terrestre, lo mismo
tensa. que la primera inform adón sobre problemas de es
6. Evitar el efecto del desarrollo de raíces que tabilidad. P o r los mismos procedimientos es posible
afecten posteriormente la superficie de rodamiento, definir las estructuras geológicas de interés, tales
especialmente en terraplenes muy bajos o en seccio como fallas, trayectorias de juntas y fisuras, desliza
nes prácticamente a pelo de tierra. mientos de tierras anteriores, etc. U n estudio geoló
7. Evitar problemas de comportamiento poste gico que induya un mapa geológico con sufidente
rior en los terraplenes al pudrirse los troncos o raí detalle es, entonces, el primer paso obligado en el
ces atrapados en o bajo ellos. proyecto de una vía terrestre. L a elaboración de estos
Es práctica común preparar el terreno natural an estudios debe verse invariablemente como económi
tes de la construcción, eliminando un cierto espesor ca e imprescindible.
de su superficie. Este despalme sude llevarse a pro Las técnicas de la fotointerpretadón (R ef. 51) se
fundidades no mayores de 30 cm y frecuentemente han incorporado más y más al conjunto de estudios
menores que esta cantidad. Cubre los siguientes ob para proyecto qu e la m ejor experiencia va viendo
jetivos: como obligatorios. Estas técnicas permiten acelerar
1. Evitar movimientos en los terraplenes, pues la notablemente la produedón de inform adón y aho
cobertura vegetal superficial generalmente es un ma rran un gran número de recorridos de campo. Los
terial esponjoso y compresible, que puede afectar a principales datos que es posible obtener de estudios
los terraplenes de baja altura. de fotointerpretadón son los siguientes:
2. Elim inar suelos inadecuados para la construc 1. Características sodales y económicas de la zona
ción en préstamos de materiales o en cortes en casos por la que se desarrollará la vía terrestre, incluyendo
de compensación longitudinal. pobladones, industrias, cultivos, minería, y un le
3. Elim inar materia orgánica vegetal susceptible vantamiento de las obras de ingeniería existentes en
de causar problemas por crecimiento posterior, bajo la región.
terraplenes de escasa altura. 2. T op ografía de la zona, induyendo facilidades
Los volúmenes que se muevan por desmonte o de acceso.
despalme deben ser tomados en cuenta de alguna ma 3. Datos climáticos y relacionados con el dim a,
nera en los cálculos del diagrama de masas del pro tales como vegetadón, humedad, etc.
yecto, pues el desperdicio que estas operaciones re 4. Factores hidrológicos, tales como corrientes im
presentan, alcanza a reflejarse en los volúmenes totales portantes, longitud y localización de puentes y la
de movimientos de tierras por considerar. configuradón precisa del drenaje regional.
E xploración directa de suelos y rocas 139
nos helicoidales u otros métodos análogos de explora mas arbitrarias, con mayor apoyo en la costumbre que
ción preliminar (Ref. 17). La profundidad de explo en la técnica estricta.
ración debe ser tal que se supere el espesor de los sue En los cortes o terraplenes en que por su altura,
los meteorizados superficiales y se llegue a los mate riesgos implicados en la falla, materiales involucrados
riales de que dependerán a fin de cuentas las condi o cualquier otra razón valedera, se considere necesario
ciones de estabilidad; en la práctica estos requerimien realizar un estudio espedal de detalle, los métodos ex
tos se cumplen generalmente explorando profundida plorati vos serán los comunes a todos los campos de
des del orden de 1 m ó 1.50 m, aun cuando profundi la Mecánica de Suelos o de Rocas, mismos que se co
dades algo mayores suelen quedar dentro de las posi mentan brevemente en el punto 3 de este párrafo.
bilidades económicas. Naturalmente que el pozo a Casos espedaies serán siempre los túneles y los te
d élo abierto constituye el mejor método que se puede rrenos blandos y compresibles sobre los que haya que
emplear. En ocasiones, la inspección de pozos existen construirse terraplenes. En el primer caso deberá ob
tes» cortes naturales, zanjas, etc proporciona excelen tenerse una informadón muy completa sobre los ma
te complemento a estos métodos de exploradón so teriales en los que se excavará el túnel Ésta por lo
mera. común se obtiene por una combinadón de estudios
£1 espadamiento de los puntos que se exploren geofísicos (generalmente geosísmicos para el análisis
con estos métodos sendllos no puede ser objeto de de las formadones geológicas y de resistividad eléctri
ninguna regla y ha de ser fijado en cada caso por el ca para exploradón de agua en el subsuelo) y son
ingeniero encargado de los estudios geotécnicos, nue deos por rotadón que cubran ampliamente todo el
vamente auxiliado por el geólogo. Muchas instituao- espesor de cobertura. En el caso de suelos blandos las
nes fijan un espadamiento mínimo que se debe respe exploradones son las usuales en la técnica de dmen-
tar y frecuentemente se mendona para tal fin la tadones, induyendo la necesidad de obtener muestras
distanda de 500 m. Huelga dedr que se trata de ñor- inalteradas para pruebas triaxiales y de consolidadón;
en este caso cobran cada día mayor importanda los
métodos de determinadón de resistenda al esfuerzo
cortante in situ, tales como la veleta, mencionada en
el capítulo I de esta obra; por su fádlidad de opera-
d ón y su relativa economía, estos dispositivos se pres
tan para conocer el cambio de resistenda al esfuerzo
A . »
cortante a lo largo del tiempo, realizando investiga-
dones periódicas, o para conocer rápidamente las va-
* riadones de resistenda de unos lugares a otros a lo
largo de la obra viaL
2. Investigadón de bancos de materiales.
Como ya se ha indicado, los métodos exploratorios
para este caso, que por otra parte son también de la
práctica común, se tratarán en el capítulo espedfico
¿ * i
relativo a bancos de materiales.
3. Estadios d e dm entadón para puentes y otras
estructuras.
Los estudios de dmentadón para puentes y otras
Tipo* de brocas oo— Cfc estructuras que requieran trabajos de exploradón se
142 E l terreno de cimentación. Exploración de suelos
según criteri
ción más bí
suelos expío
tros son ace
tencia, comp
ciso alcanzai
Pero al peí
puentes, el i
característicc
posibilidad i
do éstas se 1
temente aml
cialmente, a
baja compre
Cuando
Máquina de exploración de suelos montada en un chalán. ga a pensar
ción deberá
incluyendo \
precisamente en una zona (cauces de ríos) que suele te, en el ca;
ser sumamente heterogénea y expuesta a cambios posibles estr;
muy importantes de los suelos, aun en distancias muy
La profu
pequeñas. L a cantidad de trabajo de exploración que
afectada poi
sería preciso hacer para producir un perfil de suelos
se aplican 1
“ seguro” probablemente no compensará los riesgos
mente con <
de algún error ocasional, especialmente teniendo en
los esfuerzos
cuenta que la construcción de la cimentación estará
ducen a un
siempre en manos de un ingeniero, que podrá detec
fundidad de
tar los errores cometidos y corregir sus efectos.
plorarse sisi
Una regla práctica común es cubrir la sección
rocosas sana
transversal del cauce con sondeos espaciados a 20 ó
25 m, lo que quizá es un buen margen si no existen L a prese
Un tipo más elaborado de máquina de exploración de suelos.
circunstancias especiales; en cauces muy anchos o en suele exigir
los que se sepa que •existen condiciones muy homo para realiza
géneas, los espaciamientos anteriores podrán am cia; para 1;
fundamentan, como se detalla en el capítulo alusivo,
pliarse un poco. usarse los m
en los mismos datos y tipo de información que son
En puentes es muy común el empleo de cimenta de tubos de
comunes a todos los campos de la Mecánica de Sue
ciones profundas, por medio de pilotes o de cilin cuales existe
los, por lo que los métodos de exploración y mues
dros, por lo que con frecuencia los sondeos han de modelos y ti
treo serán también los conocidos para aquellos casos,
ser también relativamente profundos. En general, Mención
que se detallan en las referencias mencionadas al co
conviene que los trabajos de perforación estén al terminar las
mienzo de este párrafo.
cuidado de ingenieros responsables, para poder esta rillas y otras
En el caso de puentes, son muy populares los mé
blecer en cada caso las profundidades de exploración grande que
todos exploratorios a base del uso de penetróme-
tros. Por ejemplo, la prueba de penetración estándar estudio de e
(Refs. 17, 49 y 52) ha probado muy extensamente tos problem
su popularidad y utilidad en este tipo de trabajos. do más que
Los penetrómetros cónicos, estáticos o dinámicos, se lista, auxilia
usan también con mucha frecuencia. les; también
El espaciamiento óptimo de los sondeos en los encargado d
cauces de los ríos no es fácil de establecer con reglas da experiem
demasiado fijas. Si el momento de hacer la explora Los mur
ción se conoce la distribución del puente que se va raciones var
a construir, podrá lograrse que los sondeos coincidan más elaborac
con los apoyos previstos; pero si, como es frecuente, ta tendencia
no se dispone de un anteproyecto del puente al ha dón de tai
cer la exploración, será necesario cubrir el cauce de Huelga deci
tal manera que con base en los sondeos pueda lle produdr m
gar a elaborarse un perfil de suelos razonablemente tarse.
preciso. A l manejar éste, el ingeniero constructor de
berá estar consciente de que dicho perfil implica ne 4. Expl<
cesariamente mucha extrapolación de información y Muestras de exploración en roca. Se tratar
Requerimientos de muestreo 143
>cgún criterios razonables. Naturalmente, la cimenta relativa a los problemas generales del control de ca
ción más barata es la superficial, por lo que si los lidad de las obras viales.
suelos explorados y muestreados en los primeros me
tros son aceptables desde el punto de vista de resis
C Requerimientos de muestreo.
tencia, compresibilidad y permeabilidad, no será pre
ciso alcanzar grandes profundidades de exploración.
Como es sabido, la naturaleza de las muestras que
Pero al pensar en una cimentación superficial en
se deben obtener fija en buena parte el método de
puentes, el ingeniero no deberá olvidar dos aspectos
exploradón que se ha de utilizar. La tabla III-4
característicos de estos problemas: la socavación y la
(Ref. 48) establece tan importantes reladones.
posibilidad de inundación de las excavaciones, cuan
do éstas se hacen bajo el nivel freático, pues frecuen
temente ambos fenómenos impiden cimentar superfi D Métodos de exploración indirecta. Métodos
cialmente, aun en terrenos de buena resistencia y geofísicos.
baja compresibilidad.
Cada día es mayor el uso que se hace de los mé
Cuando la naturaleza del terreno detectado obli
todos geofísicos en el campo de las exploradones in
ga a pensar en cimentaciones profundas, la explora geníenles en general y de las vías terrestres en par
ción deberá cubrir toda la profundidad involucrada, ticular. En estas últimas, tales métodos de explora
incluyendo un espesor suficiente del estrato resisten
dón pueden rendir excelentes frutos por su capaci
te, en el caso de pilotes de punta o cilindros o de
dad para explorar grandes extensiones a un costo
posibles estratos compresibles bajo pilotes de fricción.
relativamente bajo y con una predsión que con mu
La profundidad significativa, o sea aquella que es cha frecuenda resulta sufideme.
afectada por la cimentación abajo del nivel en que La Geofísica (Ref. 53) es una den d a que gene-
se aplican las cargas, puede determinarse razonable raímente permite reladonar parámetros físicos del
mente con el criterio de que es aquella en la cual subsuelo puestos en evidenda por la geología super
los esfuerzos aplicados al suelo por el cimiento se re fid a l o no, y establecer las características geológicas
ducen a un 10% del valor prevaleciente en la pro del espesor estudiado; a veces permite explicar y
fundidad de desplante; esta profundidad deberá ex comprobar algunas teorías sobre la constitudón del
plorarse sistemáticamente, excepto en formaciones globo terrestre.
rocosas sanas. Un fenómeno que se pueda medir en la superfi
d e y que se correladone de una manera u otra con
La presencia de suelos blandos y compresibles
la estructura subterránea puede ser la base de un
suele exigir la obtención de muestras inalteradas
método geofísico de prospección.
para realizar pruebas de consolidación y resisten
Los métodos que más se utilizan en la actualidad
cia; para la obtención de tales muestras deberán
son los siguientes:
usarse los métodos de perforación con muestreadores
de tubos de pared delgada hincados a presión, de los
— Magnético
cuales existe actualmente una amplísima variedad de
modelos y tipos.
— Gravimétrico
Mención especial merecen los estudios para de
terminar las condiciones de dmentadón de alcanta — Radiactivo
rillas y otras obras de arte, cuyo número suele ser tan
grande que desafía ya la posibilidad práctica de un — Geotérmico
estudio de exploradón detallado para cada caso. Es
tos problemas suelen resolverse igualmente utilizan — Sísmico
do más que nada el criterio de un ingeniero especia
lista, auxiliado por métodos exploratorios elementa — Eléctrico
les; también ahora será indispensable que el hombre
encargado de realizar tales estudios posea la adecua De estos métodos, los dos últimos son, los mu
da experienda y preparadón. cho más usados en las tecnologías conectadas con
el proyecto y la construcdón de vías terrestres. A
lo s muros de retendón pueden requerir expío-
continuación se reseñan brevemente los métodos ri-
radones variables, desde las más sendllas hasta las
tados, enfatizando un poco más en los dos últimos.
más elaboradas, según el caso. En general, existe cier
E l lector de esta obra encontrará más detalles en las
ta tendenda a descuidar los aspectos de la dmenta
d ón de tan importantes y complejas estructuras. Reís. 17, 48, 49 y 53, cuyas listas de referendas y bi
bliografía le propordonarán el material sufidente
Huelga dedr que esta tendenda ha contribuido a
para un estudio especializado.
producir muchas fallas que hubieran podido evi
tarse. M étodo magnético. Es el más antiguo de todos
los métodos geofísicos. Consiste en determinar el va*
4. Exploraciones con fines de control de calidad. lor del campo magnético terrestre en diferentes pun
Se tratará brevemente en la parte de este libro tos, correladonándolo con las formadones geológicas
^opyrighted materia
144 E l terreno de cim entación . Exploración de suelos
El método sísmico por reflexión m ide el tiempo te alineados respecto a dicho punto. La distancia
que invierte una onda en hacer el trayecto entre el desde el punto de explosión hasta el geófono rn¿s
origen de las oscilaciones y el geófono, después de alejado debe ser de 3 a 12 veces la profundidad que
reflejarse en una superficie de contacto entre dos se desee explorar. En la Fig. I I I - 16 se muestra esque.
formaciones de naturaleza distinta. El procedimien máticamente la disposición de los geófonos sobre un Ma
to, muy sencillo en teoría, requiere de aparatos muy perfil en estudio y el tipo de gráfica que se obtiene
complicados y de la ubicación del centro de pertur y ha de interpretarse.
bación a cierta profundidad. La com plejidad de los Sólo se utiliza el tiempo en que llega a cada ge¿.
aparatos se debe a la necesidad de registrar la onda fono el impulso inicial. U n a gráfica como la de la
de regreso cuando la superficie del suelo aún está Fig. III-16.a se obtiene si los estratos sucesivamente
en movimiento. E l método sísmico por reflexión fi más profundos transmiten ondas con velocidades cre L im o s
gura entre los que rinden resultados más precisos, cientes. Los geófonos más próximos a la explosión
por lo que es muy utilizado en prospección petrolí reciben ondas transmitidas sólo a través de la capa
fera, pero por su complicación se usa muy poco para de cobertura superficial; los intermedios las reciben
resolver problemas de ingeniería civil. refractadas a través de la frontera superior de la ar Ardllas
El método sísmico por refracción se basa en el cilla y devueltas a la superficie, en tanto que los geó
hecho de que una onda elástica que atraviesa una fonos más alejados reciben ondas que se han refrac
frontera entre materiales diferentes se refracta hacia tado en la frontera inferior de la arcilla con la roca.
Boleos
el plano de dicha frontera cuando entra a un mate Por la curva de la Fig. III-16.a se pueden deducir
rial que transmite la onda con velocidad mayor que las velocidades en cada estrato, a partir de las cuales
la que tenía en el m edio original, y se refracta hacia pueden determinarse las profundidades a que apare
un plano perpendicular a la frontera cuando la ve cen las distintas fronteras.
locidad de propagación es menor en el material a Nótese que el método de refracción sísmica sólo
que entra que la que tenía en el m edio por el que se puede usar cuando la velocidad de propagación de Granitc
se venía propagando. Los geófonos se colocan a dis las ondas va creciendo en los estratos sucesivamente
tancias variables del punto de explosión, generalmen más profundos; no puede determinarse la presencia
Riolita
Basalto
Tobas
0
I ESPACIAMIENTO DELOS GEOFONOS
I
Calizas
J*— Distancio de disporo, 3 o 12 veces la profundidad explorada------ H
Arenisc
Aglomf
Conglo:
Lutita
T a b la III-5
V elocidad de propagación d e ondas elásticas en suelos y rocas.
SUELOS
i
Boleos y gravas — 02-0.4 Arable
ROCAS IGNEAS
Copyrighted material
H8 E l terreno de cimentación. Exploración de suelos
Reslstividod * p - 2 T r d - f
Uiliamperímelro ( I) B o t e r ía s
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Po tencio'm etro (V )
Córrete Córrete
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M é to d o s de e x p lo r a c ió n in d ire c ta . M é t o d o s g e o fís ic o s 149
B o t e rio _
Electrodo de corriente
Electrodo de corriente.
3 Electrod os de potencio!
T A B L A 111-6
Resistividades eléctricas de lo* sucios y rocas más com unes
R a s i s t lv ld o d , a n oh.m.
10
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C o lla » m a c izo
Oronito m ocizo
o r o n lt o «o lo o r lia d o
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Al*l4dta
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150 E l terreno de cimentación. Exploración de suelos
de las rocas ígneas sanas es mucho mayor que la de y en la gran mayoría de los casos todos ellos necesi
los suelos saturados sueltos; sin embargo, algunos de tan verificarse y correlacionarse con los resultados
pósitos sedimentarios secos pueden tener resistivida de exploración directa jx>r medio de sondeos. Pero
des bastante altas. En general, la resistividad depende así, rinden un m agnífico servicio, pues permiten cu
principalmente de la cantidad y salinidad del agua b rir grandes extensiones a costo relativamente bajo,
contenida en el subsuelo y, en menor grado, de la m odo tendría que hacerse.
composición mineralógica de los suelos y de las rocas. ahorrando mucha exploración directa que de otro
Existen dos variantes principales de los métodos En vías terrestres sus máximos servicios tienen lu
geofísicos eléctricos, el de resistividad propiamente gar en túneles, grandes cortes y búsqueda de agua.
dicho y el de caída de potencial. Las propias características de los métodos geofísi
E l método de resistividad consiste en producir cos en uso señalan sus respectivos cam|)os de aplica-
un campo eléctrico en el terreno oor m edio de dos bilidad óptima. Puesto que la resistividad es muy
electrodos de corriente (Fig. 111*17). sensible al agua contenida en los vacíos, este m éto
M idiendo la corriente v la diferencia de tensión do será muy apropiado para estudiar condiciones de
entre dos electrodos de potencial puede medirse la porosidad o permeabilidad o para la búsqueda de
resistividad en un punto situado entre los electrodos agua. Las condidones estructurales de una forma-
de potencial y a una profundidad igual a la distan d ó n se describen m ejor en reladón al m ódulo clás
cia entre éstos. Si se dibuja la resistividad contra el tico de deformación de la misma, obtenible por el
espadamiento entre los electrodos de potendal pue método sísmico en función de las velocidades de pro-
den adquirirse indicaciones preliminares sobre la na pagadón de las ondas longitudinales y transversales
turaleza del subsuelo; la evaluación detallada de (R ef. 53), por lo qu e los métodos sísmicos son los
aquélla es mucho más complicada y ha de ser reali más idóneos cuando se quieren conocer las condicio
zada por especialistas en la aplicación del método. nes mecánicas de las formaciones. El método sísmico
En el diagrama simple aue se ha mendonado, apa y el eléctrico proporcionan con bastante precisión
recen generalmente cambios bruscos en la curvatura las fronteras entre diferentes estratos, si bien la exac
cuando el espadamiento entre los electrodos alcanza titud del método eléctrico es superior, aparte de no
un valor igual a la profundidad en que exista un tener este último los inconvenientes ya mencionados
depósito con resistividad diferente de la del mate* que aparecen cuando estratos blandos subyacen a es
rial suprayacente. tratos duros. Se ha dicho que el m ejor método geo
En el método de la caída de potendal se colocan físico sería aquel que determinara las fronteras de
los electrodos ríe corriente muy aleiados (5 ó 10 ve estratificadón por el m étodo eléctrico y las caracte
ces la profundidad que se desea explorar) y se hacen rísticas mecánicas de las formadones por el método
las medidas cerca de uno de tales electrodos. En la sísmico; naturalmente, en las aplicadones a las vías
Fig. 111*18 se muestra esquemáticamente el disposi terrestres y en aras de la sendllez y economía es co
tivo necesario. mún utilizar un solo m étodo para cada estudio dado.
Se usan tres electrodos de potencial alineados con
el electrodo de corriente y se mide la caída de po
tendal entre A-B y B*C. L a distanda R se va varian REFERENCIAS
do, en tanto se mantiene constante el valor b, espa
dam iento entre los electrodos de potencial, general 1. Juárez Badillo, £. y Rico, A. Mecánica de Suelos.
mente del orden de R/S. Tomo II. Teoría y Aplicadones de la Mecánica de
Sc dibuja la reladón entre las caídas de potendal Suelos. Capítulo XI. Edidones de la Facultad de In
medidas y el valor de R ; un cambio brusco de cur geniería de la U.N.A.M. México, D. F.
2. Juárez Badillo, E. y Rico. A. Mecánica de Suelos.
vatura en ese diagrama indica la presenda de un
Tom o II. Teoría y Aplicadones de la Mecánica de
suelo cuya resistividad difiere del suprayacente; natu
Suelos. Capítulo II. Edidones de la Facultad de In
ralmente que los resultados han de ser interpretados
geniería de la U.N.A.M. México, D. F.
por un espedalista.. 3. Capper, P. L. y Ca&sie, W. F. The Mechanics of En-
Este método da indicaciones bastante aceptables gineering Soils. Capítulo 6. E. y F.N. Spon. K).
sobre estratos inclinados y, en ciertos casos, es más 4. Rutledgc. P. C. Resultados de la investigación sobre
preciso que el de resistividad eléctrica, pero produce compresión triaxial Publicadón original de Water-
inform adón menos diferenciada en casos de estratifi- ways Experiment Station, traducida por R. J. Marsal
cadón horizontal, que es la más frecuente, d e tal y M. Mazarí en Contríbudones de la Mecánica de
manera que el método de resistividad suele preferir Suelos al Diseño y Construcdón de Presas de Tierra.
se para fines de ingeniería d v il y exploradón co Secretaría de Recursos Hidráulicos. México.
nectada con las vías terrestres. 5. Jürgenson, L. The Application of Theories of Elas-
ticity and Plasticity to Foundation Problems. Contrí-
En la tabla I I I -6 se presenta una relación de las
butions to Soils Mechanics. Boston Sodety o f Civil
resistividades que corresponden a los tipos más co Engineers.
munes de suelos y rocas. 6. Cray, H. Charts to Facilítate The Delermination of
Ninguno de los métodos geofísicos reseñados tan Stresses under Loaded Areas. Civil Engineering. Ju
brevemente en lo que antecede puede utilizarse sólo nio.
R eferencias 151
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Arroy. Vicksburg, Miss. U.N.A.M. México.
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CAPITULO
Compactación de suelos
Rodillo de piedra que parece haber sido osado por los Otra vista del rodillo maya de compactación.
antiguos mayas para compactar ras caminos.
requerir un tiempo de ejecución demasiado largo al tratar de definir las propiedades mecánicas de los
para controlar un proceso de compactación que suelos compactados.
avance de manera normal. Por otra parte, ciertas ex L a compactadón ha figurado entre las técnicas
periencias (Proctor y otras, Refs. I y 2 ), realizadas de construcdón desde las épocas más remotas de que
en los primeros años de la aplicación de las técnicas se tiene notida, si bien en la antigüedad su aplica-
modernas de compactación, indicaron que existe una d ón no era ni general ni sistemática. Los métodos
correlación que en aquella época se juzgó muy con* de apisonado por el paso de personas o animales se
fiable (pero a la cual posteriormente se encontraron utilizaron en épocas muy lejanas, como por ejemplo
algunas desviaciones significativas) entre las propie* en la construcdón de grandes obras hidráulicas en
dades fundamentales arriba enumeradas y el peso vo diversas partes de Asia. En las fotografías que acom
lumétrico seco a que llega el material compactado, pañan a este párrafo se muestra un antiguo rodillo
de manera que puede decirse que a mayor peso vo de compactadón (según la autorizada opinión del
lumétrico seco se alcanza una situación más favo historiador Silvanus G. Morley) que usaron los an
rable en el suelo compactado. Debido a que la prue tiguos mayas para la construcdón de la importante
ba de peso volumétrico es fácil y sencilla de realizar, red de caminos que unía los prindpales centros ce
se hizo costumbre controlar la compactación deter remoniales de lo que hoy son el estado de Yucatán
minando el peso volumétrico seco de los materiales y el territorio de Quintana Roo. Tales caminos apa
compactados. recen también ilustrados en fotografías que se inclu
Sin embargo, la correlación entre las propiedades yen en estas páginas. Este rodillo se encontró sobre
fundamentales y el peso volumétrico seco no es tan el camino que unía los centros de Cobá y Yaxuná;
segura y simple como para permitir la aplicación medía originalmente 4 m (hoy está fragmentado en
ciega de la norma anteriormente mencionada, dicta dos pordones), con un diámetro de 65 cm y un peso
da exclusivamente por la comodidad; de hecho, esta aproximado de 5 ton, por lo cual es probable que
aplicación, realizada sin tener en cuenta las peculia su empleo requiriera de 15 hombres. Por derto que
ridades y objetivos de cada caso o la confíabilidad al ver tal implemento de construcción no se puede
de la correlación, es quizá la fuente más común de dejar de pensar en la extendida afirmadón de que
los errores que se cometen en las aplicadones prácti los antiguos mayas desconocían el uso de la rueda.
cas de las técnicas de compactación. El desarrollo de las modernas técnicas de com
Asf, el aumento de peso volumétrico es meramen pactadón tuvo lugar en los últimos años del siglo
te un medio, pero no un fin en si mismo. Donde el pasado y en los primeros del presente, prína pálmen
mejoramiento de las propiedades fundamentales está te en los Estados Unidos. En 1906 apareaó el rodillo
directamente ligado al aumento del peso volumétri pata de cabra de Fitzgerald, de 2000 kg de peso,
co, el uso de la sencilla correlación que se menciona punto de arranque de estos utensilios (Ref. 4 ).
proporciona magníficos resultados; pero en algunos En 1928 y 1929, O. J. Poner desarrolló en la D i
casos la correlación se vuelve muy eirá tica o incluso visión de Carreteras de California las investigadones
llega a invertirse, en tanto que en otros» algunas básicas de laboratorio que permitieron el in id o de
otras variables desempeñan un papel fundamental la aplicadón razonada de las técnicas de compacta
(Ref. 3 ). En general, son mucho más complejos los d ón a la construcdón de carreteras (Ref. 5 ); sus
problemas ligados a cuanto pueden mejorarse las ca métodos fueron en gran parte popularizados por
racterísticas fundamentales de los suelos compacta Purcell (Ref. 6) . En 1933, Proctor comenzó a produ-
dos cuando éstos son finos, razón por la cual las ar d r los importantes trabajos que hideron posibles
dllas suelen ser los materiales que más se investigan muchas de las técnicas de uso actual (Refs. 1, 2 y 7 ).
Variables que afectan el proceso de la compactación de los suelos 155
Vota de mi antiguo maya. Otra vista d d m im o camino maya. Nótense las hileras esterna»
de piedra gruesa confinando el material central más fino.
Con posterioridad a estas épocas, ha sido explosi zar la influenda particular de cada uno se requiere
vo el desarrollo de equipos de compactación y se disponer de procedimientos estandarizados que re
han investigado bastante las propiedades de los sue produzcan los procesos de compactadón de campo
los compactados y las técnicas de campo y de labo en el laboratorio, en forma representativa (hasta
ratorio; de todo ello habrá un breve testimonio en donde ello sea posible). D e esta manera, pasan a
páginas subsecuentes de este capítulo. primer plano de interés las pruebas de compactadón
En rigor, la compactadón es uno de los varios de laboratorio y los estudios que en éste han de ha
medios de que hoy se dispone para mejorar la con* cerse en tom o a tales procesos. Comoquiera que los
dición de un suelo que haya de usarse en construc procesos de campo involucran costos altos, en gene*
ción; es, además, uno de los más efidentes y de apli ral los estudios para proyecto habrán de hacerse con
cadón más universal. La tabla IV-1, que se presenta base en el trabajo de laboratorio; esta afirmadón no
a continuación, permite situar a la compactadón la invalida el hecho de que en la técnica actual se
dentro del conjunto de métodos de mejoramiento haga un uso cada vez más extenso de terraplenes de
de suelos que hoy pueden aplicarse. prueba, en que se investigan modelos a escala natu
ral para obtener normas de proyecto. Los estudios
T A B LA IV-1 de compactadón en laboratorio también desempe
Métodos de mejoramiento d e suelos ñan un papel muy importante en el control de cali
dad de los trabajos.
Confinamiento (suelos friccionan- Así pues, los procesos de compactadón han de es
tes) tudiarse con referencia a las técnicas de campo y a
. Consolidadón previa (suelos finos todo un conjunto de técnicas de laboratorio; pero
Ffoico, ardIlwos)
además de los dos puntos de vista anteriores existe
Mezclas (suelo con suelo)
L V ib r o flo ta d ó n
un tercero, relativamente descuidado hasta épocas re
cientes y es el que se refiere a la investigadón de las
Métodos
' Con sal propiedades que es posible obtener en los suelos
Con cemento compactados. Este tercer punto de vista, convenien
Químicos
Con asfalto
(estabilizaciones) temente reladonado con los otros dos, completará el
Con cal
Con otras substancias cuadro en la forma en que el ingeniero requiera
para establecer un criterio adecuado.
Mecánicos Compactadón En este capítulo, los tres puntos de vista del pro
blema de compactadón se analizan en forma relati
vamente separada, para destacar criterios del modo
Por lo general, las técnicas de compactadón se más diferenciado que sea posible.
aplican a rellenos artifidales, tales como cortinas
para presas de tierra, diques, terraplenes para cami
nos y ferrocarriles, bordos de defensa, muelles, pavi IV-2 VARIABLES Q U E AFECTAN E L PROCESO DE
mentos, e tc En ocasiones se hace necesario compac LA COM PACTACION D E LOS SUELOS
tar el terreno natura], como en el caso de las amen-
tadones sobre arenas sueltas. Así, la compactadón Como es natural, un suelo se puede compactar de
de suelos es, ante todo, un problema constructivo, de varias maneras, y en cada caso se obtendrá un resul
campo. tado diferente; por otra parte, una misma forma de
La efiden da de cualquier proceso de compacta compactación dará resultados distintos si se aplica a
dón depende de varios factores y para poder anali diversos suelos; por último, si una misma forma de
156 Compactación de suelos
compactación se aplica a un suelo determinado, po por impactos dados con un pisón; de hecho, resulta
drán lograrse resultados muy diferentes si de un caso daro que para tal caso queda dada por la expre
a otro se varían ciertas condidones de las prevale* sión:
dentes en dicho suelo. E. = ^ L (4-,)
Las afirmaciones anteriores justifican la condu-
sión, obvia para quienquiera que tenga cualquier donde:
grado de familiaridad con estos problemas, de que E . — energía especifica
los resultados de un proceso de compáctadón de N = número de golpes del pisón compactador
penden de varios factores, unos que atañen al tipo por cada una de las capas en que se acomo
de sufelo, otros relativos al método de compactadon da el suelo en el molde de compactadón.
que se emplee y,, por último, varios más que se re n = número de capas que sc disponen hasta lle
fieren a determinadas dreunstandas que en ese mo nar el molde.
mento pudieran prevalecer en el suelo con .que se W 8 peso del pisón compactador.
trabaja. Estos factores suelen denominarse Jas “ varia h = altura de caída d d pisón al aplicar los im
bles” que tigen el proceso de compactación; Las pactos al suelo.
prindpales de éstas se reseñan a continuación. V — volumen total del molde de compactadón,
1. La naturaleza del suelo. . Es claro que la cla igual al volumen total del suelo compactado.
se de suelo con que se trabaja influye de manera
dedsiva en el proceso de compactadón; de hecho, a En las pruebas de laboratorio en que se compacta
lo largo de este capítulo habrán de diferendarse las el suelo con la aplicadón de presión estática, en
técnicas que se empleen y los resultados que se ob principio la energía específica se puede evaluar de
tengan predsamente con base en el tipo de suelo. manera análoga en términos del tamaño del molde,
Prevalece aún la distindón usual entre suelos finos el número de capas en que se dispone el suelo, la
y gruesos o entre suelos arcillosos y friccionantes, presión que sc aplique a cada capa y el tiempo de
pero en el análisis de los procesos de compactadón aplicadón. Sin embargo, en este caso la evaluación
es muy común que tal distinción sc detalle bastante no resulta ya tan sencilla y la energía espedfica se
más. tipificando los suelos de acuerdo con las nor ve afectada por la deformabilidad del suelo y por el
mas establecidas en el capitulo 2. tiempo de aplicadón de la presión.
2. E l método de compactación. En el laborato* En el caso de las pruebas en que se realiza la
río resulta bastante fá d l clasificar los métodos de compactadón por amasado es aún más compleja la
compactadón en uso en tres tipos bien diferenaa- evaluación de la energía específica, pues cada capa
dos: la compactadón por impactos, por amasado y de suelo dentro del molde se compacta mediante un
por aplicadón de carga estática. A reserva de deta derto número de aplicadones de carga con un pisón
llar algo más estos métodos, baste por el momento que produce presiones que varían gradualmente des*
la afirmación de que producen resultados diferentes de cero hasta un valor máximo, y luego se invierte
tanto en la estructuradón que adquiere el suelo el proceso en la descarga. La energía de compacta
como, en consecuenda, en las propiedades del mate d ón no se puede cuantificar de un modo sencillo,
rial que se compacta. Además, ya se comienzan a pero puede hacerse variar a voluntad si se introdu
utilizar algunos dispositivos de laboratorio para com cen cambios en la presión de apisonado, en el nú
pactar por vibradón, si bien su uso está menos ex mero de capas, en el número de aplicaciones del pi
tendido que el de los otros tres métodos. són por capa, en el área del pisón o en el tamaño
Resulta bastante más d ifíd l diferenciar de un del molde.
modo análogo los métodos de compactadón de cam El concepto de energía específica conserva su ple
po. Es común describir éstos con base en el equipo no valor fundamental cuando se relaciona con pro
mecánico que se emplee en el proceso, y así se habla cedimientos de compactadón de campo. En el caso
de la compactación con rodillo liso, con rodillo neu del uso de rodillos depende principálmente de la
mático, con equipo vibratorio, etc. Se supone que los presión y el área de contacto entre el rodillo y el sue
métodos de laboratorio reproducen las condidones lo, del espesor de la capa que se compacte y del nú
del proceso de campo, pero en muchos casos no es mero de pasadas del equipo. Tampoco es sencillo eva
fád l establecer una correspondenda clara entre el luar la energía de compactadón en términos abso
tren de trabajo de campo y las pruebas de laborato lutos en un caso dado, pero si se varían los factores
rio, en el sentido de contar con que estas últimas re mendonados es posible hacerla cambiar, con lo que
produzcan en forma suficientemente representativa se obtienen términos de comparación entre dos tre
todas las condidones del suelo compactado en el nes de trabajo diferentes.
campo. En páginas subsiguientes de este capítulo se po
3. La energía especifica. Se entiende por ener- drá ver la gran influencia de la energía de compac
gíá específica de compactadón la que se entrega al tadón en los resultados que se logran. Puede decirse
suelo por 'unidad dé volumen, durante el proceso que la energía específica de compactadón es una de
mecánico' de ¡qíié se trate. las variables que mayor influenda ejercen en el pro
:E v'ri¡u f fádl ¿"vaTtiár lk ‘energía específica en ¡uria ceso de compactadón de un suelo dado, con un pro-
prueba de laboratorio en que se compacte aí siitfío cedimiento determinado.
Variables que afectan el proceso de la compactación de los suelos 157
4. E l contenido de agua del suelo. Ya en los pri hace menor que la interna. Se tienen entonces con
meros estudios de Proctor se puso de manifiesto que didones diferentes en los grumos del suelo con un
el contenido de agua del suelo que se compacta es mismo contenido de humedad; en el primer caso, en
otra variable fundamental del proceso. Proctor ob que se agregó agua, la presión capilar entre los gru
servó que con contenidos crecientes de agua, a partir mos es menor por el exceso de agua, en comparación
de valores bajos, se obtenían más altos pesos espe con el segundo caso, en que la evaporación hace que
cíficos secos para el material compactado, si se usa los meniscos se desarrollen más. Por lo tanto, en el
la misma energía de compactadón; pero observó primer caso será menor la ligazón entre los grumos y
también que esta tendenda no se mantiene indefini una misma energía de compactadón será más eficien
damente, ya que cuando la humedad pasa de cierto te para compactar el suelo que en el segundo caso.
valor, disminuyen los pesos específicos secos logra Naturalmente que los razonamientos anteriores se
dos. Es decir, Proctor puso de manifiesto que para ven influidos por el tiempo que se deje pasar entre
un suelo dado y usando determinado procedimiento la incorporadón del agua y el momento en que se
de compactación, existe un contenido de agua de aplique la energía de compactación, pues si el lapso
compactadón, llamado el óptimo, que produce el má es largo, se permite la incorporación uniforme del
ximo peso volumétrico seco que es dable obtener con agua a los grumos del suelo, con la consecuente dis-
ese procedimiento de compactadón. minudón de su humedad superfidal y el aumento
En relación a un proceso de compactación de de las presiones capilares. El contenido de sales tam
campo, dicho contenido de agua es el óptimo para bién influye, así como la naturaleza de la ardlla.
el equipo y la energía correspondientes. En los laboratorios es común que se proceda a
L o anterior puede explicarse en términos genera partir de un suelo relativamente seco; se incorpora
les si se toma en cuenta que en los suelos finos arci agua según avanza la prueba y se deja pasar el tiem
llosos, a bajos contenidos de agua, ésta se encuentra po suficiente tras la incorporación (24 h o algo
en forma capilar, produciendo compresiones entre asi), para permitir la distribudón uniforme del
las partículas constituyentes del suelo, las cuales tien agua.
den a formar grumos difídlmente desintegra bles, 6. E l contenido de agua original del suelo. Se
que dificultan la compactadón. El aumento en con refiere este concepto al contenido natural de agua
tenido de agua disminuye la tensión capilar y, por lo que el suelo poseía antes de añadirle o quitarle hu
tanto, el aglutinamiento de sus grumos, lo que hace medad para compactarlo, en busca del contenido óp
que aumente la efidenda de la energía de compac timo o cualquier otro con que se hubiere decidido
tación. Empero, si el contenido de agua es tal que realizar la compactadón.
hay exceso de agua libre, al grado de casi llenar los En los procesos de campo el contenido de agua
vacíos del suelo, se impide una buena compactadón, original no sólo ejerce gran influencia en la respues
puesto que el agua no puede desplazarse instantá ta del suelo al equipo de compactadón, sino que
neamente a resultas del efecto mecánico que se esté también gobierna en gran parte el comportamiento
aplicando. Esto es más cierto en los sucios más finos. ulterior de la masa compactada. Aunque por lo ge
El contenido de agua del suelo es otra de las va neral sólo pueden lograrse cambios relativamente pe
riables fundamentales del proceso de compactadón. queños al humedecer o secar el suelo extendido en
5. E l sentido en que se recorra la escala de hu la obra, es muy aconsejable buscar siempre condicio
medades al efectuar la compactación. Este aspecto nes de humedad natural que no se aparten mucho
afecta sobre todo a las pruebas de compactadón que de la óptima para el proceso de compactadón que
se realizan en el laboratorio, en las que es común vaya a usarse.
presentar resultados con base en gráficas yd — w En los procesos de laboratorio, el contenido na
(peso volumétrico seco vs. humedad). Estas curvas tural de agua del suelo tiene especial influenda en
son diferentes si las pruebas se efectúan a partir de las compactadones que se logren con una cierta ener
un suelo relativamente seco al que se va agregando gía, a humedades menores que la óptima, sobre todo
agua o si se parte de un suelo húmedo, que se va cuando se procede a compactar el suelo inmediata
secando según avanza la prueba. Las in vestigacion es mente después de la incorporadón del agua. Este
experimentales comprueban que en el primer caso fenómeno se comprende si se toma en cuenta la ex-
se obtienen pesos espedí i eos secos mayores que en plicadón que se ofrece en el punto 5 anterior, pues
el segundo, para un mismo suelo y con los mismos en un suelo originalmente bastante seco, el agua que
contenidos de agua; este efecto parece ser particular* se añada producirá mayor diferencia inmediata en
mente notable en los suelos finos plásticos con conte tre las condidones de humedad interna y externa de
nidos de agua inferiores al óptimo. La explicación los grumos que en otro que originalmente hubiese
del fenómeno podría ser qüe cuando el suelo está estado más húmedo; por ello, es de esperar que los
seco y se le agrega agua, ésta tiende a quedar en la pesos volumétricos secos que se obtengan sean mayo
periferia de los grumos, con propensión a penetrar res cuando los contenidos originales de agua del sue
en ellos sólo después de algún tiempo; por otra par lo sean menores.
te, cuando el agua se evapora al irse secando un sue 7. La recompactación. En muchos laboratorios
lo húmedo, la humedad superficial de los grumos se es práctica común usar la misma muestra de suelo
158 Compactación de suelos
para la obtención de puntos sucesivos de las pruebas agua del suelo en la compactación que de él se ob
de compactación; ello implica la continuada recom- tiene, con un derto procedimiento. Juntando estos
pactación del mismo suelo. Se ha visto que esta prác dos aspectos, que consideró básicos, estableció la cos
tica es inconveniente en lo absoluto, toda vez que tumbre, que también ha subsistido hasta ia actuali
la experimentación ha demostrado, sin género de dad, de representar la marcha de un proceso de com
duda, que si se trabaja con suelos recom pactados los pactadón por medio de una gráfica en la que se
pesos volumétricos que se obtienen son mayores que haga ver el cambio de peso volumétrico seco al com
los que se logran con muestras vírgenes en igualdad de pactar al suelo con diversos contenidos de agua, uti
circunstancias, de modo que con suelos recompactados lizando varias muestras del mismo suelo, cada una
la prueba puede llegar a dejar de ser representativa. de las cuales propordona un punto de la curva.
A l parecer, una explicación sencilla de este efecto Comoquiera que diferentes procesos de compacta
radica en la deformación volumétrica de tipo plástico d ón producen al mismo suelo compactadones dis
que causan sucesivas compactaciones (Reís. 8 y 9 ). tintas, un mismo suelo podrá tener diversas curvas
8. La temperatura. La temperatura ejerce un im de compactadón, correspondientes a los diferentes
portante efecto en los procesos de compactadón de modos de compactarlo que puedan usarse, sea en el
campo, en primer lugar por efectos de evaporadón campo o en el laboratorio.
del agua incorporada al suelo o de condensadón de Una representación tal como la anterior — io)
la humedad ambiente en el mismo. Además, {Hiede recibe por antonomasia el nombre de curva de com-
llegar a ejercer algún efecto en la consistenda y pactación, pero no constituye el único medio gráfico
manejabilidad de los suelos con que se trabaja. de representar los resultados de un proceso de com
9. Otras variables. Además de las mencionadas, pactación; simplemente es el modo más usual de re-
existe todo un conjunto de variables que afectan a presentación de los que hoy se utilizan, aunque po
las pruebas de compactación de laboratorio y cam dría haber otros; de hecho, en páginas subsecuentes
po, tales como el número y espesor de las capas en de este capítulo se utilizarán algunas otras formas
que se dispone o se tiende el suelo, el número de gráficas para representar o analizar algunas condido
pasadas del equipo de compactadón sobre cada pun nes de interés en los procesos de compactadón. En
to o el número de golpes del pisón compactador en la Ref. 10 se ofrece una representadón triangular
cada capa, e tc Todos estos factores y su efecto se bastante objetiva, aunque no impuesta por la cos
detallarán al describir los procesos de compactadón tumbre.
de campo o las diferentes pruebas de laboratorio. Sea cual fuere el procedimiento de compactación
En todo proceso de compactación existe una efi que se siga, la forma de la curva de compactación
ciencia con la que la eneigía se aplica; su papel es será parecida a la que se muestra en la Fig. IV-1.
fundamental, pero su cuantificación muy difícil. La curva muestra un máximo absoluto, alguna
vez acompañado de otro secundario, de menor valor.
£1 peso volumétrico seco correspondiente al máximo
IV-3 LA CURVA DE COMPACTACION absoluto redbe el nombre de peso volumétrico seco
máximo; la humedad con la que tal máximo se con
Como ya hemos visto, de acuerdo con la Historia sigue se denomina humedad óptima y representa el
los procesos de compactación comenzaron a desarro contenido de agua con el cual el procedimiento de
llarse en el campo, como técnicas de construcdón.
Fue hasta que se trató de estudiar de un modo más
riguroso los efectos de tales técnicas y de establecer
procedimientos de control de calidad y verificadón
de resultados en el campo cuando naderon las prue
bas de compactadón de laboratorio, al prinripio sólo
con base en la original desarrollada por Proctor, y
después con base en toda una serie de pruebas, va
riantes más o menos cercanas a la primera, que se
desarrollaron por el afán de ir logrando en el labo
ratorio mayor acercamiento a los procesos de campo,
que paralelamente se ampliaron con toda una serie
de equipos nuevos producidos por una tecnología
cada vez más conocedora y exigente.
Como ya se dijo, Proctor visualizó la correladón
entre los resultados de un proceso de compactadón
y el aumento del peso volumétrico seco del material
compactado, y estableció la costumbre, que aún hoy
se sigue, de juzgar los resultados de un proceso de
compactadón con base en la variadón de peso vo
lumétrico seco que se logre; también comprendió el
fundamental papel que desempeña el contenido de FSgara IV-1. Curva de compactadón típica.
Procesos de compactación de campo 159
T Por d e f in ic ió n :
fT
d Vm i te
e *w Sj (Suelo saturado)
Ss*w Figura IV-2. Esquema de un
suelo saturado y
_______ _ rw (4 -3 ) deducción de la
lf w S* w
fórmula (4-S).
compactadón que sc esté usando produce la máxima 4 ). En rigor esta forma es típica de las pruebas di
eficiencia, por lo menos si ésta sc juzga por el peso námicas que se aplican a materiales suficientemente
volumétrico seco que se logre. permeables como para que no se desarrollen presio
La Fig. 1V-1 puede construirse, ya sea en el labo nes de poro en el interior del suelo durante el pro
ratorio o en el campo, a partir de parejas de valores ceso de compactadón. La explicación de la forma pu
Ym ~ w> los cuales se pueden obtener, como ya se diera ser como sigue: Cuando el contenido de agua de
dijo, si se aplica el procedimiento de compactación la arena aumenta un poco, se desarrollan fuerzas ca
de que se trate a diversos especímenes del mismo sue pilares entre los granos, que dificultan su acomodo y
lo con diferentes contenidos de agua. La curva y4 — la eficiencia de la compactadón baja: con más agua
— xo puede entonces dibujarse a partir de los valo esas fuerzas desaparecen y el proceso se hace más efi
res anteriores aplicando la fórmula ciente. Una curva como la de la Fig. IV-3 no define
en forma clara ni el peso volumétrico seco máximo ni
la humedad óptima; pero, por otra parte y desde un
punto de vista práctico, que es el único en que tienen
vigenda los conceptos anteriores, el asunto no tiene
cuya obtención es inmediata al aplicar las definicio
nes de yd y xo. Esta es la fórmula 14 del capítulo 1 demasiada ¡mportanda, pues existen otras pruebas
de esta obra y allí fue deducida. de laboratorio aplicables a arenas limpias o a mezdas
Tam bién aparece en la Fig. JV-1 la curva corres de arenas y gravas sin finos en que estos materiales
pondiente al 100% de saturación del suelo en cada exhiben curvas en la forma usual; además, tales prue
caso. Como ya se dijo, la condición de un suelo com bas son más satisfactorias desde el punto de vista de la
pactado en circunstancias normales es la de un suelo representatividad de los procesos de campo que se
no saturado, razón por la cual la curva de compac usan con tales materiales (pruebas de compactación
tación se desarrolla por abajo de la curva de satura con vib ra d ón ).
ción; si se comparan las dos es posible saber cuál
tendría que ser el contenido de agua que saturase a IV-4 PROCESOS D E COM PACTACION DE CAMPO
una muestra que sc compactara a determinado peso
volumétrico. La curva de saturadón se puede obte La energía que se requiere para compactar los
ner si se calculan los pesos volumétricos secos que suelos en el campo se puede aplicar mediante cual
corresponderían al mismo suelo supuesto, saturado quiera de las cuatro formas que adelante se enume
con el contenido de agua correspondiente a una der- ran, las cuales se diferencian por la naturaleza de
ta abscisa de la curva, aplicando la fórmula
* = 7 r h ; T« <«>
que corresponde a suelos saturados y cuya obtendón
es sendila a partir del esquema que se presenta en
la Fig. IV-2.
Como se verá, muchas de las curvas de compacta
d ón que se obtienen en el laboratorio se realizan en
pruebas en que el espédmen se compacta por capas
dentro del molde y por medio de golpes aplicados
con un pisón estándar, con una energía también pre
fijada. Cuando una prueba de tal naturaleza (prue
ba dinámica) se realiza en una arena sin contenido Figura IV-S. Curva de compacudón obtenida en prueba di
de partículas de arcilla, la curva de compactadón námica en arenas limpias y gravas arenosas
adquiere la forma que aparece en la Fig. IV-5 (Ref. (Reí. 4).
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160 Compactación de suelos
\ /
' T T tí gía de compactadón a un suelo, sino que simple
i 1 / VASTAGO*
mente son las soluciones comerciales e industriales
_L M
que hasta el momento se han desarrollado para re
© ©
■
solver el problema.
F F
Superfide original 4£-
del terreno.
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Procesos de compactadón de campo 161
En todos los casos que se muestran, el vástago do al suelo suprayacente. El proceso puede llegar a
aplicó la misma presión y con la misma ley a lo lar un límite en el cual el rodillo “camina" sobre el
go del tiempo. La mayor eficiencia del vástago pla suelo y transmite todo su peso a través de los vásta
no, así como la del que está ligeramente biselado se gos, pero sin que haya contacto entre el tambor y el
revelan en la forma más regular, de la zona más suelo propiamente dicho. Alguna vez se ha especi
compactada y el mayor volumen representado por ficado este límite como norma sencilla para control
tal zona. de compactación de la capa, pero en suelos con con
En la Fig. IV -6 (Ref. 11) se muestra esquemática* tenido de agua relativamente alto o cuando se usan
mente el resultado de una investigación particular rodillos pesados puede suceder que el tambor no
que se realizó para estudiar el efecto de la forma de deje de estar en contacto con el suelo, aunque el
la sección recta del vástago y de su área transversal. número de pasadas se incremente de manera arbi
Es notable la mayor eficiencia del vástago más gran* traria (Refs. 12 y 13).
de, así como la superioridad de la sección cuadrada Por lo general, se considera adecuada la operación
sobre la redonda. Más adelante» en este mismo párra cuando el vástago penetra del 20 al 50% de su lon
fo, se completará esta información (ver Fig. IV -9 ). gitud, lo que depende de la plasticidad del suelo;
L a presión que ejerce el rodillo pata de cabra al así, para una arcilla blanda se busca hacer penetra
pasar con sus vástagos sobre el suelo no es uniforme ciones menores que para una arcilla arenosa, a fin
en el tiempo; los vástagos penetran ejerciendo pre de evitar que se adhieran al vástago cantidades con
siones crecientes, las cuales llegan a un máximo en siderables del suelo y se reduzca el rendimiento del
el instante en que el vástago está vertical y en su equipo.
máxima penetración; a partir de ese momento la pre En cualquier caso, según ya se dijo, siempre se
sión disminuye hasta que el vástago sale. Además, la produce una cierta penetración de las patas del ro
acción del rodillo es tal que hace progresar la com dillo.
pactación de la capa de suelo de abajo hacia arriba; El rodillo pata de cabra produce entonces dos
en las primeras pasadas las protuberancias y una resultados muy deseables en los terraplenes de suelos
parte del tambor mismo penetran en el suelo, lo que finos compactados, que son una distribudón unifor
permite que la mayor presión se ejerza en el lecho me de la energía de compactadón en cada capa y
inferior de la capa por compactar; para que esto una buena liga entre capas sucesivas.
ocurra el espesor de la capa no debe ser mucho mayor La Fig. IV-7 (R ef. 13) ilustra cualitativamente
que la longitud del vástago. A esta peculiar manera el efecto de la energía de compactadón y del conte
de compactar se le denomina acdón de “ amasado” nido de agua del suelo en un proceso de compacta
y en ¿pocas recientes ha sido tomada en cuenta en d ón de campo con rodillo pata de cabra, si bien la
algunos equipos de compactadón de laboratorio, a forma de tales curvas, obtenidas para energías de
fin de lograr mayor representatividad en pruebas compactadón crea entes, es general para cualquier
que se realizan sobre suelos que se compactan con tipo de rodillo o compactador. Con el uso de un mis
rodillos pata de cabra. mo equipo, todo incremento en la energía de com
Los rodillos más usuales tienen vástagos de 20 pactadón hace que aumente el peso volumétrico seco
a 25 cm de longitud y se usan para compactar capas máximo y disminuya el contenido de agua óptimo.
de suelo suelto de alrededor de 30 cm de espesor. L a Fig. IV -8 (Refs. 13 y 14) analiza otro aspecto
Como ya se dijo, al aumentar el número de pasadas importante de la compactación con rodillos pata de
del equipo la parte inferior de la capa va adquirien cabra. Se trata ahora de presentar el efecto del nú
do mayor resistencia, lo que impide la penetración mero de pasadas de un rodillo de tipo medio sobre
del rodillo y de sus vástagos, que así van compactan diferentes tipos de suelos.
162 C om pactación de suelos
Tabla IV-2
Rodillos pata de cabra. Efecto de la presión de cont icto en el peso volumétrico seco máximo (R ef. 13)
Grado de compactación
Presión de contacto Area de contacto obtenido, respecto a la
T ip o de suelo N p de pasadas
kg/enfl cm? prueba P roctor estándar
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Procesos de compactación de campo 163
X
V
170 M contacto equivalente a 7.4 kg/cm 2 con el tambor del
'8
c
t
\ 43.75 « L
K
(3125
rodillo vad o y 14.1 kg/cm* con el tambor lastrado.
14
Estando el tambor lastrado se hideron pruebas con
S I
8 165 suelos limo-arenosos y areno-limosos, que acusaron
12 18 24 6 12 IS 24
£ No. de posodos Na de pasadas 52 y 40% en peso, respectivamente, de tamaños que
pasan por la malla N? 200; con el tambor va d o sólo
Figura IV-9. Compactadón con rodillo "pata de cabra". Efec se efectuaron pruebas con un suelo limo-arenoso. El
to d d área de contacto de las patas en el peso
porcentaje de compactadón se refiere al peso volu
volumétrico seco y en el contenido de agua óp
timo de campo (Rcfs. 18 y 15). métrico seco máxim o obtenido mediante el método
A A S H O modificado.
A l examinar las curvas que componen la Fig. IV-
no debe ser inferior a 8 kg/cm2, si el área de contac
10 puede observarse que en estos suelos (predomi
to del vástago no es mayor de 75 ó 90 cm3.
nantemente arenosos) el porcentaje de compactadón
P o r otra parte, si bien el peso volumétrico seco decrece poco hasta una profundidad de más o me
máxim o no depende de la presión de contacto, si nos 25 cm, cuando se compacta con el rod illo lastra
aumenta con la presión de contacto el contenido de d o (presión de contacto 14.1 kg/cm2) ; en cambio,
agua con que se obtiene tal máximo. cuando se ocupa el rodillo va d o (presión de contac
to 7.4 kg/cm3) se observa una marcada disminudón
La Fig. IV-9 amplía la inform adón de la tabla del peso volumétrico seco aproximadamente abajo de
1V-2; en ella se muestra el efecto del área del vástago los 10 cm de profundidad.
en el peso volumétrico seco m áxim o y en el conté-
En la práctica usual, los rodillos pata de cabra
nido de agua óptim o de compactación, siempre con
suelen quedar dentro de los limites espedficados
el empleo de rodillos pata de cabra.
para sus diversos detalles en la tabla IV-S (R ef. 16).
Para un número dado de pasadas, el incremento
del área de contacto trae consigo un aumento del
T a b la IV-S
peso volum étrico seco que se obtiene (ver también
la Fig. 1V-6, qu e complementa la inform adón sobre R o d illo s pata d e cabra
el área con la forma de la secdón recta ); asimismo, Eapecificaciones comunes
el aumento del área de contacto permite redu dr el
número de pasadas que se necesitan para alcanzar Ancho del ta m b o r................................. 1.22 a 1.98 m
Diámetro del ta m b o r............................ 1.02 a 1.83 m
determinado resultado. Se ve, pues, la convenienda
Número de patas o vástagos ................64 a 144
—a la que tienden los rodillos modernos— de hacer Atea de la sección recta de la pata . . . . 88 a 185 cm2
lo más grande posible el área de la sección recta de Longitud de la pata .............................. 18 a 46 cm
los vástagos, para lograr la máxima productividad, a Peso del rodillo vado .......................... 1.6 a 7.0 ton
condición de que se sobrepase la presión mínima ne Peso del rodillo lleno de a g u a ............ 25 a 115 ton
Presión de contacto, vado ................... 52 a 80 kg/cra2
cesaria. Presión de contacto, lleno de agua . . . . 8 a 55 kg/cm*
I.- Sw lo kme-orwoM, pr««ltfn dtc*r#xlo El porcentaje de cubrimiento por pasada que pro
20 ■f 4> I4 .I kg/cm?
2- Su*¡o a tfo - pr«W«<J« centoctí
porcionan los rodillos pata de cabra (dos aplicadones
_j_d* 14 I kf/cm! sucesivas por el mismo punto) se encuentra por lo
3l- SiMto I mo-orf«oto, privón deconiocic general entre el 4 y el 12%, bastante menor a los de
1 [ dt 7.4 kg/cm?
otros equipos de compactadón. Si se aumenta el nú
mero de vástagos se aumenta el porcentaje de cubri
miento, pero se disminuye la presión de contacto,
8
<-> por lo qu e e l número de vástagos de los equipos co
g
merciales ha de establecerse sopesando estos factores
en forma conveniente. N o debe perderse d e vista la
tal necesidad de una separadón mínima de vástagos que
10 20 SO 40 SO «0 permita conservar siempre lim p io el rodillo, hecho
PRCFJNO SAP BAJO LA SUPERFIC E COMPACTADA, « . que se relaciona directamente con e l rendimiento del
Figura IV-10. Efecto de la compactadón con rodillo ''pata de
equipo de compactadón.
cabra” en reladón con la profundidad dentro Es im pórtam e hacer notai que, al compactar ios
de la capa compactada (R ef. 16). suelos, los rodillos pata de cabra dejan en ellos un
pyrighted
164 Compactación de suelos
porcentaje de vados mayor que los otros equipos de propulsado, con 2 pares de tambores de 18S cm de
compactadón (rodillos lisos, neumáticos, de rejillas ancho cada uno, dispuestos en tándem; corresponde
y segmentados); esta dreunstanda puede ser perju también a un espesor de capa de 23 cm.
dicial y puede evitarse si se combinan diversos equi Los rodillos pata de cabra rinden sus mejores re
pos de compactadón al compactar suelos cohesivos. sultados en suelos finos. La concentradón de presión
£1 rendimiento de los rodillos pata de cabra está que producen los vástagos se ha revelado como muy
influido notablemente por la forma en que opera útil para la rotura y disgregación de los grumos que
el equipo; por ejemplo, si los vástagos penetran en se forman en las ardllas homogéneas por acción de
los mismos agujeros durante varias pasadas sucesivas, fuerzas de naturaleza capilar entre sus partículas. En
el rendimiento del equipo se reduce; para evitar que suelos finos no homogéneos, con diferentes rangos de
esto ocurra el operador debe procurar hacer un lige tamaños, la acaón de las patas de cabra también es
ro cambio en el recorrido del rodillo. Para un equi muy benéfica para romper y disgregar las diferentes
po de características determinadas, el máximo rendi
miento posible de operadón puede calcularse burda
mente aplicando la siguiente expresión:
En la que
Rodillo pata de cabra superpesado, de alta capacidad, con auto-propulsión, equipado con 4 tambores iguales,
cuyos diámetros y anchos son de 152.4 cm. Está provbto de 120 patas tronoxónicas por tambor, teniendo
cada pata 23 cm de longitud y 61.4 cm- de área de contacto» Su velocidad de operación alcanza hasta
8 km/hora.
partículas y para unir entre sí las distintas capas de mezdas de arenas, limos y ardllas, con abundanda
material compactado, pues al quedar distorsionada de finos. La superfide del dlindro la constituye una
la superficie de cada capa, se compacta junto con la parrilla o malla fabricada con barras de acero, que
siguiente, lo que elimina la tendenda a la lamina- forman una cuadrícula. Suelen lastrarse con bloques
dón. En ardllas blandas francas, además de que tie de concreto o arena húmeda. Por lo común se fabri
ne la posibilidad de eliminar grumos, el rodillo pata can con alto peso (más de 14 ton, lastrados) y ele
de cabra resulta muy conveniente por la acdón de vadas presiones de contacto (arriba de 20 kg/cm*).
amasado, ya descrita. En épocas redentes incluso se El rodillo segmentado también se ha utilizado so
ha combinado la acdón de los rodillos pata de cabra bre todo con materiales que requieren disgregadón,
con la vibradón, para incrementar la concentradón pero su uso se está extendiendo a varios tipos de
de fuerzas sobre áreas pequeñas y favorecer el poder sudos, incluso las ardllas no muy plásticas. Cada
rompedor y mezdador de estos equipos. Se han des cilindro suele estar formado por tres ruedas adosa
arrollado también dos tipos de compactadores que das, de aro interrumpido, lo cual forma la segmen-
pueden considerarse como variantes del rodillo pata tadón que da su nombre al equipo.
de cabra tradidonal: el rodillo de rejillas y el seg
mentado. B Compactadón por presión. Rodillos lisos y
El rodillo de rejillas se ha venido utilizando con neumáticos
éxito en materiales que requieren disgregadón, pero
en realidad ha dado buen resultado en una gran va B-l Rodillos lisos. Se dividen en dos grupos: remol
riedad de suelos, incluyendo ardllas homogéneas o cados y autopropulsados. Los primeros constan gene-
C o p y rig h te d
168 Compactación de suelos
14
Arcillo pkfstico 1 y
2 -
8 i* 1 ^
2
§ 17 T r
3 A rcillo arenosa
//
r
§ 15 8 6 24 32 i li 24 3
NUM ERO D E PA SAD A S NUMERO C E PA SA D A S
^22
£ 1 . ^ 2 r■ — Carga/rueda Presido infodo E sp e so r
g 2.1 / C u rv o
Tn. Kg/cm *
capas sueltas
cm.
3 /
*7 1 10.15 10.0 3 0 .5
2.0
2 5 .0 6 .3 305
1.0 -f- — L G ro v o - oreno-c rclllo — 3 1 .3 5 2 5 230
Figura IV-14. Compactadón con rodillo neumá
tico. Efecto d d número de pa
sadas y de la presión de inflado
'« ó 32 en d peso volumétrico seco de
NUMERO D E R A SA Q A S diversos suelos (Refs. 13 y 18).
la h u ella se produ cen concentraciones q u e hacen apa superior. E n la F ig . IV-14 se ilustra e l e fe c to del
recer presiones h orizon tales ad icion ales q u e ayudan n ú m e ro d e pasadas y d e la presión d e in fla d o en el
al asen tam ien to d e Jas partículas d e suelo y a su peso v o lu m é tric o seco o b te n id o para varios suelos
m ezclado; así, la elección d e la presión d e in fla d o (R e fs . 13 y 1 8 ).
se ha d e hacer con base en varios factores, a algu n o N ó tese q u e la fo rm a d e las curvas es la m ism a
d e los cuales se hará referen cia más adelante. para los tres suelos y q u e en todos los casos es in sig
E l acabado su p erficia l d e las capas com pactadas n ific a n te e l in crem en to d e peso v o lu m é tric o seco
con ro d illo s neu m áticos su ele tener la rugosidad su a rrib a d e 16 pasadas. Esto n o o cu rriría si e l con te
fic ie n te para g a ra n tiza r una buena lig a con la capa n id o d e agua fu era in fe r io r a l ó p tim o , pues se ha
observado q u e en tal caso el peso v o lu m é tric o seco
HUMEDAD* U O POR CIENTO aum enta aun cu an do se in crem en te m u ch o e l núm e
1040
| 1 r o d e pasadas. A l observar la fig u ra se d edu ce tam
Q 1760
b ién la gran in flu e n c ia d e la p resión d e in fla d o en
el proceso d e com pactación.
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E tv E n la F ig . I V - 15 (R e f. 4, ta m b ién c ita d o en la
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R e f. 19) se presenta o tr o im p o rta n te aspecto reía*
1600 t iv o a los prob lem as prácticos d e com pactación . Es
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PRESION D E INFLADO OE L A L L A N T A KQ/cm? PRESION OE MFLAD0, k^cm*
figura IV-15. Efecto de la presión de inflado, d d número de Figura IV-16. Compactación con rodillo neumático. Relación
pasadas y de la humedad de compactadón — entre presión de inflado y peso volumétrico seco
Rodillo neumático (Ref. 4). máximo (Refs. 13 y 18).
Copyrighted material
Procesos de com pactadón de campo 169
375
/ / //
capa potente, para asi garantizar el que se exige en
los inferiores. La gráfica también permite ver la in
fluencia del espesor de la capa en la selección del
equipo de compactadón y en la eficiencia y el costo
50 y 7 de la operadón. Se observa que la elección del espe
o CAPAOC15ca. sor de la capa no es arbitraria, sino que resulta estar
? / ----- CAPAOESOcai íntimamente ligada al equipo disponible, la hume
/ / ----- CAPADEeocn
dad de compactación, etc. Para un equ ilibrio eficaz,
623
1440 1520 1600 1680 1760 1040 todos estos factores suelen requerir d d uso de terra
PESO ESPECIFICO SECO, Kg/m J plenes de prueba en que se realicen las investigado-
nes previas necesarias.
Figura JV-18. Influencia del «p e s o r de 1a capa y el contenido
de agua en la compactadón. Rodillos neumáti
cos (Refe. 4 y 19).
L a Fig. IV-19 (R ef. 16) complementa hasta d e r
bajos de compactación. L a razón principal, obvia to punto la inform adón de la figura anterior. En
mente, es que las energías de compactación son dis ella se ilustra la forma en que el esfuerzo de com
tintas en ambos casos. pactación afecta al suelo a distintas profundidades.
En la tabla IV-5 se
muestran las características Tabla IV-5
más comunes de los rodillos neumáticos.
Rodillo* neumáticos Especificaciones comunes
Influyen en el rendimiento de los compactadores
de rodillos neumáticos la carga por rueda, la presión
de inflado, el ancho del rodillo, el porcentaje de cu
Ancho total del equipo .............. ...152 a SOS cm
brimiento por pasada, el traslape entre pasadas y la Tamaño de la llanta .................... 730 X 15 a SO X 40 ptg
velocidad del compactador. Aunque cada caso puede Espaciamiento entre ruedas, centro
ser diferente de los demás, en la tabla IV-6 se anotan, a centro .................................... 45.6 a 76.2 cm
a manera de ilustración, los rendimientos promedio Peso total del rodillo .....................6 a 110 ton
Carga por rueda ............................ 0.6 a 27 ton
de varios rodillos neumáticos que se obtuvieron al Presión de in flado ...................... .. 1.76 a 10.6 kg/cm2
compactar una arena arcillosa hasta alcanzar un 95% Presión de contacto..................... .. 15 a 85 kg/cm2
del peso volumétrico seco máximo determinado por Area de contacto ........................ .. 480 a S.7S0 cm*
medio de una prueba Proctor estándar:
Rodillo neumático tipo remolcado, con 4 llantas, peso máximo de 100 toa y presión de Inflado de 35 a
105 kg/cm*.
T ab la IV-6
Rendimientos promedio de rodillos neumáticos
La Fig. IV-20 muestra los rendimientos máximos En limos poco plásticos también son efidentes los
de un rodillo neumático pesado, con una carga por rodillos neumáticos.
rueda de 11.4 ton, una presión de inflado de 10.6 B-3 Comparación de resultados entre rodillos neumá
kg/cm3 y un ancho de 3.05 m, al compactar una capa ticos y pata de cabra. Con frecuenria no es posible
de material de 23 cm; se considera un cubrimiento distinguir los campos de aplicadón práctica de los
completo por pasada, para un ancho de capa com rodillos neumáticos y de los de pata de cabra, según
pactada igual al del rodillo, por lo que la gráfica ha quedado ya estableado, de manera que en nume
debe considerarse ideal, en forma análoga a otras rosos casos, para muchas organizaciones la elecdón de
gráficas similares que se han presentado en este ca uno u otro equipo es casi cuestión de costumbre o
pitulo para distintos tipos de rodillos. de preferencia particular. Se ha dicho con frecuenda
A medida que el suelo se compacta, su resisten que del mecanismo de compactación del rodillo pata
d a a la penetradón va aumentando, por lo que a de cabra se puede esperar una compactadón más
veces resulta conveniente emplear al prindpio equi uniforme que la que es posible obtener con rodillos
pos que transmitan presiones de contacto relativa neumáticos; y como la uniformidad es una caracte
mente bajas, y utilizar en las etapas finales de la rística altamente deseable, en el pasado esa opinión
compactadón otros que puedan transmitir presiones inclinaba a muchos constructores a preferir los rodi
mayores. Existen rodillos neumáticos autopropulsa llos pata de cabra en los casos de duda. Sin embargo,
dos provistos de un dispositivo espedal que permite los datos cuantitativos disponibles no corroboran tal
al operador variar la presión de inflado de las llan opinión, sino la contraria; es dedr, se inclinan en
tas hasta derto límite, sin interrumpir el proceso de favor del rodillo neumático. Estos datos se ilustran
compactadón; los cambios de presión se efectúan con en la tabla IV-7, tomada en la Ref. 13. En ella se ve
una compresora conectada a las llantas. En la actua que, con una misma presión de inflado, crece la uni
lidad hay equipos de este tipo que pueden variar la formidad que se logra con los rodillos neumáticos al
presión de inflado de 2.1 a 7 kg/cm2, lo que permite aumentar la carga por rueda, y que, en el caso de
aumentar la efiaenda de un proceso y abatir sus los rodillos pata de cabra, se insinúa una ligera ven
costos. Estos equipos se utilizan sobre todo en la taja en favor del vástago de forma prismática (tipo c
compactadón de la capa subrasante. de la Fig. IV -4 ).
Los rodillos neumáticos se usan prindpalmente Tabla IV-7
en los suelos arenosos con finos poco plásticos, en los
Variación del peso volumétrico seco con la profundidad
que no existen grumos cuya disgregación requiera
en una capa compactada
grandes concentradones de presión, como las que
I. Rodillo pata de cabra
producen los rodillos pata de cabra; en estos suelos Espesor de la apa compactada: 15 cm.
resulta efidente la aplicación de presiones uniformes
en áreas mayores, lo que induso evita que se produz Relación entre el peso volum étrico seco me
can zonas sobrefa ligadas en el material compactado. T ip o de suelo dio en el tercio in ferior y el peso volum é
trico seco medio en el resto de la capa
Rodillo apisonador autopropulsado, que tiene una forma de pata apisonadora, especialmente rfimmafla para
trabajar a velocidades hasta de 24.1 km/hora.
Además de este hecho, cuyo conocimiento no pa d. En suelos con grandes guijarros, las llantas
rece estar suficientemente extendido, se sabe de otras neumáticas permiten una distribudón de esfuerzos
ventajas de uno de estos tipos de rodillos sobre el más uniforme, en tanto que el tambor rígido del rodi
otro. llo pata de cabra suele puentearse sobre sus vástagos
entre tales guijarros, dejando prácticamente sin com
a. En suelos residuales, el rodillo pata de cabra
pactar el sudo intermedio.
logra mayor uniformidad y es más eficiente que el
neumático, debido a que la concentración de presión
C Compactación por impacto
que producen sus patas permite desintegrar fragmen
tos de roca intemperizada. En los procedimientos de compactadón por im
b. Por razones que ya se han mencionado, el pacto es muy corta la duradón de la transmisión del
rodillo pata de cabra produce una mejor unión en esfuerzo. Los equipos que pueden clasificarse dentro
de este grupo son los diferentes tipos de pisones,
tre capas sucesivas que los rodillos neumáticos.
cuyo empleo está reservado a áreas pequeñas, y cier
c. Los rodillos neumáticos pueden compactar ca tas clases de rodillos apisonadores (tamper) semejan
pas más gruesas y a mayor velocidad que los rodillos tes en muchos aspectos a los rodillos pata de cabra,
pata de cabra. Además de la ventaja económica que pero capaces de operar a velocidades mucho mayores
esto implica, el mayor espesor de capa permite in que estos últimos, lo que produce un efecto de im
cluir materia] grueso de mayor tamaño. pacto sobre la capa de suelo que ae compacta.
Los pisones pueden ir desde los de tipo más ele a) La frecuencia, esto es, el número de revolucio
mental, de caída libre y accionados a mano, hasta nes por minuto del oscilador.
aparatos bastante más complicados movidos por com b) La amplitud, generalmente medida por una
presión neumática o por combustión interna. Sobre distancia vertical en casi todos los equipos comerciales.
todo por razones de costo, en todos los casos su em c) $1 empuje dinámico que se genera en cada im
pleo está limitado a determinadas partes de la 'es pulso del oscilador.
tructura vial, tales como zanjas, desplante de cimen d) La carga muerta, es dedr, el peso del equipo
taciones, áreas adyacentes a alcantarillas o estribos de compactación, sin considerar el osdlador propia
de puentes, cobertura de alcantarillas, etc y en don mente dicho.
de no puedan usarse otros equipos de compactación f ) La forma y el tamaño del área de contacto del
de mayor rendimiento, por razones de espacio o por vibradór con el suelo.
temor al efecto de un peso excesivo. f)\ La estabilidad de la máquina.
Los pisones de caída libre pueden ser desde sim Además existen otras características de gran in-
ples mazas unidas a un mango y accionadas por un fluenda referentes al suelo por compactar. De muchas
hombre, hasta mazas de 2 ó 3 ton que se izan con de ellas se hablará en lo que sigue, pero conviene des
cables y se dejan caer desde uno o dos metros de tacar ahora el contenido de agua del suelo y su na
altura. Estos modelos pesados, accionados por una turaleza propiamente dicha. En el caso de la vibración,
máquina apropiada, se han usado con éxito en la para obtener la máxima eficiencia de compactadón, el
compactación de grandes fragmentos de roca. contenido de agua óptimo del suelo suele ser bastante
Los pisones neumáticos o de explosión se levan menor que el que el mismo requeriría para ser com
tan del suelo por la reacción que ellos mismos gene pactado por otro procedimiento.
ran al funcionar contra el propio suelo, lo que basta Quizá la ventaja prindpal de la aplicación de la
para elevarlos 15 ó 20 cm. Se les considera apropia vibración a las técnicas de compactación estriba en la
dos para compactar suelos cohesivos, pero pueden posibilidad de trabajar con capas de mayor espesor que
resultar convenientes en otros tipos de suelos. las que es común usar con otros compactadores; esto
Actualmente se fabrican pisones con pesos desde aumenta el rendimiento del proceso y reduce el costo
30 hasta 1,000 kg. Pisones de media tonelada han pro de la operadón. Por ejemplo, en suelos del tipo G W
ducido excelentes compactadones con 5 ó 6 cubri o GP, la compactación por vibración puede conseguir
mientos sobre capas de 20 a 25 cm; se han reportado con fadlidad el mismo resultado en capas de 60 cm
rendimientos del orden de 200 a 250 m*/h. que el que se lograría con el uso de rodillos neumá
Los rodillos apisonadores (tamper) operan a ve ticos muy pesados en capas de 20 ó 30 cm de espesor.
locidades de 20 ó 25 km/h, y ello, unido a la forma, Ya se ha hablado de la práctica estadounidense de
las dimensiones y la separación de sus patas, hace compactadón de capas de 1.20 m, si bien usando ro
que su efecto sobre el suelo sea básicamente el de dillos vibratorios de peso excepcional.
una compactación por impacto. Todavía no se han Los procedimientos de compactación de campo
estudiado suficientemente los resultados obtenidos al combinan siempre la vibración con la presión; la vi-
usar estos rodillos, pero parece que su mejor rendi bradón utilizada sola resulta poco efidente. La pre
miento se logra en suelos finos con abundante con sión es necesaria para vencer los nexos interparticula
tenido de grava y guijarros o en suelos finos residua res que se producen tanto en los suelos gruesos como
les que contengan fragmentos de roca parcialmente en los finos.
intemperizados.
En los suelos gruesos, la vibración es conveniente
porque reduce por instantes en forma considerable
D Compactación por vibración la fricción interna de los granos. La presión estática
Para la compactación por vibración se emplea un debe vencer esta fricción en todo su valor, por un
mecanismo, bien sea del tipo de masas desbalanceadas mecanismo en el que incluso aumenta mucho la re
o del tipo hidráulico pulsativo, que proporciona un sistencia al deslizamiento de los granos, precisamente
efecto vibratorio al elemento compactador propia por el aumento en la presión normal. En el movimien
mente dicho. La frecuencia de la vibración influye de to vibratorio que un suelo friedonante sufre bajo el
manera extraordinaria en el proceso de compactación, compactador por vibradón, se produce una orienta-
y se ha visto que su intervalo de variación óptimo dón de las partículas en el momento en que tienden a
puede estar comprendido entre 0.5 y 1.5 veces la fre separarse y una fuga de las partículas más finas hacia
cuencia natural del suelo, lo que lleva al aparato a los huecos entre las partículas más grandes.
frecuencias prácticas del orden de 1,500 a 2,000 ciclos En diversas pruebas (R ef. 20) se ha llegado a apre
por minuto, si bien existen en el mercado equipos co ciaciones cuantitativas de la reducción de la fricción
merciales cuya frecuencia alcanza hasta 5,000 ciclos interna que se consigue por un proceso vibratorio; ésta
por minuto. El elemento compactador propiamente ha llegado a ser de 15 veces en arenas y de 40 er. gra
dicho lo constituyen reglas, placas o rodillos. vas. A este efecto reductor de la friedón se suma la
Hay varios factores inherentes a la naturaleza de presión del compactador, con sus cargas de compre
la vibración que influyen de manera substancial en sión y esfuerzo cortante, las que además de mejorar
resultados que rinde el equipo; los principales son: el acoplamiento entre las partículas y aumentar la
Procesos de compactación de campo 175
posibilidad del relleno de huecos, contrarrestan las De hecho esta idea ha conducido a métodos prác
fuerzas de tensión capilar que pueden existir entre los ticos para la compactación de arenas gruesas, gravas
granos de arena. También esta aparente cohesión por y fragmentos de roca. Otras veces se “arma" la capa
capilaridad se ha cuantificado en forma experimental por compactar dándose las primeras jasadas con un
(R ef. 20); las presiones para vencerla son del orden contenido de humedad bajo (se usa para tal armado
de 0.5 a 1 kg/cm- en gravas y arenas, y de 4 a 7 la cohesión aparente que da la capilaridad) y se aña
kg/cm2 en arcillas compactadas al 90% del peso volu de agua a medida que se dan las pasadas subsecuentes,
métrico seco máximo correspondiente a la prueba Proc con lo que se busca eliminar los efectos de capilaridad.
tor modificada. La Fig. 1V-21 ilustra el efecto favorable que pue
Las fuerzas de cohesión aparente son menores cuan den tener los métodos vibratorios de compactación
to mayor sea el tamaño de las partículas predominan en un caso particular dado.
tes en el suelo, de manera que en gravas y fragmentos La figura se refiere a un proceso de compactación
de roca no son muy relevantes. Ello no obstante, se que se realizó en Inglaterra para la autopista Lanca-
ha visto que el contenido de agua del material que se shire-Yorkshire, en el que se compactaron pedraplenes
compacta juega un papel importante también en estos con tamaño máximo de 60 cm, con 90 cm de espesor
suelos; este punto se discutirá con mayor detalle cuan* de capa, con el empleo de rodillos neumáticos de 50
do se trate de la compactación de pedraplenes, más ton y rodillos de rejilla de 13.5 ton, como representa
adelante en este mismo capítulo. Puede anticiparse tivos de los métodos estáticos de compactación, así co
que cuando se compacta un suelo muy grueso con mo rodillos vibratorios de 8 y 5 ton para aplicar vi
vibración se propicia la salida rápida del agua durante bración a los pedraplenes. Es de notar la gran ventaja
el proceso, si ésta existiera en cantidad importante, de la vibración en este proceso.
lo que conduce a la conclusión práctica de que las
gravas y los fragmentos de roca podrán compactarse
exitosamente con contenidos de agua muy bajos.
Si el suelo grueso (arena y grava) contiene una
cantidad apreciable d e finos y su contenido de agua
es alto, la compactación por vibración puede dificul
tarse notablemente. Desde el punto de vista de la com
pactación por métodos vibratorios convendrá siempre
que dicho contenido de finos no exceda el 10%
(Ref. 21).
Cuanto más uniforme sea la arena o la grava,
más difícil será compactar intensamente la parte su
perficial del suelo. De hecho, un espesor quizá del or
Mt 0E PASADAS
den de los 10 cm tendrá menor compacidad que zonas
más profundas, pero este hecho carece usualmente de Figura 1V-21. Ilustración de la eficacia de la compactadón
una importancia especial; si sobre la capa compactada por vibradón (Ref. 20).
vienen otras, al compactar éstas se resolverá la situa En la Fig. 1V-22 (R ef. 20) se puede apreciar lo
ción. En el caso de las carreteras, la última capa de que influye la frecuencia de vibración en los procesos
una base se compactará con la carpeta o con la capa de compactación. Se presentan datos de un rodillo
de revestimiento. La compactación de los suelos grue vibratorio de 5 ton de peso que compacta una capa
sos uniformes con métodos vibratorios pueden mejo de 60 cm de espesor de un suelo gravo-arenoso. La
rarse humedeciéndolos en forma intensa y dando las misma figura ilustra el efecto de disipación de la com
pasadas finales a alta velocidad; también ayuda el dar pactación con la profundidad, para el mismo caso par
las últimas pasadas con vibraciones de pequeña ampli ticular.
tud. N o está claro por el momento el papel del agua En lo que se refiere a los suelos finos arcillosos
en estos casos, pero su acción densificante podría rela que se compactan por vibración, se ha visto una in
cionarse con el humedecimiento de las aristas de las fluencia muy grande del contenido de agua; las ar
partículas gruesas, que propicia su aplastamiento bajo dllas poco húmedas exigen grandes energías de com
i as altas presiones que se producen en los contactos pactación y los equipos que las compacten han de
entre los granos en los suelos uniformes, en los que ejercer adidonalmente grandes presiones. El compacta-
cada partícula se apoya en sus vecinas a través de pocos dor ha de vencer las fuerzas internas que aglutinan los
puntos, en los que se producen altas presiones (capí granos de arcilla, lo que exige presiones adicionales
tulo I ) . a la vibración del orden de 8 kg/cm2, tal como más
El papel del agua es en cambio muy claro cuando atrás se ha comentado. Este requerimiento hace que
se compactan con vibración suelos gruesos en los que el espesor de las capas que pueden manejarse sea mu
existan presiones capilares importantes entre sus gra cho menor que en el caso de arenas y otros suelos fric
nos; el añadir agua disminuye la tensión capilar y cionantes, así como que la compactación haya de dar
propicia el acomodo de los granos. se con equipos pesados pata de cabra o neumáticos.
176 Compactación de suelos
Peso del rodillo: 5Th. 2 4 0 0 rpm que adquieren en el laboratorio en una prueba
1 1 A A S H O modificada, del tipo de la que más adelante
0-10 c» tProfundld id)
2.4 se describe en este mismo capitulo.
Se ha visto que la vibración puede disminuir la re
2.3 sistencia al esfuerzo cortante de las arcillas, probable
20-3 Oí*.
mente al producir una degradación estructural (capí
2.2 tulo 1) gradual y permanente. El efecto es tanto más
notorio cuanto más sensible sea la arcilla. L a Fig. IV-
2.1 23 (R ef. 22) hace ver claramente estos efectos en un
caso particular; la resistencia al esfuerzo cortante se
0 4 10 m idió con pruebas de veleta.
N* OE PASADAS
1.0
y
A rci lia Contenido de agua: 34 %
2 8 00 rpm M
\ M T U r r r ■ a9 ■ Antes de lo vibración
Í*4 *0 -!K) cu
Jt 0.8
Tros lOmin. de vibración
m
§23 , e 0.7
40-9 0 a .
«- —
2 21 o
u 06
o
> 21 0.5
• Tras 1 hr. de vibración
8 m
í 20 M
1 2 3 4 S 7 1 • 0.4
N« De PASADAS e ^ Durante le vibración
03 >— "
o
Figura IY-22. Influenciade la frecuencia del vibrador en un w
c
proceso de compactadón (Ref. 20). • 0.2
m
capaces de dar la presión requerida adicional a la vi* W
br ación. M
tx.
01
N o están del todo definidos los mecanismos a tra
vés de los que la vibración actúa en las arcillas hú
0 10 6 20
medas, en condición más o menos plástica, pero parece V elo cida d de rotacio'n de la v e le ta , Vseg.
ejercer un efecto favorable al hacer variar la visco
Figura IV-23. Variación de la resistencia al esfuerzo cortante
sidad de las substancias coloidales, fenómeno que se
de una ardlla con vibradón (Ref. 22).
ha detectado en masas de ard lla en vibración. Las ar
dllas húmedas pueden compactarse con energías mucho
menores que las más secas y con equipos que ejerzan Los limos y los suelos limosos pueden compactarse
una presión adidonal también mucho menor. Por otra adecuadamente por métodos vibratorios cuando su
parte (R e f. 21) se ha visto qu e en las ardllas blandas contenido de agua es próxim o al óptim o y cuando los
homogéneas, en las que puede ser relativamente fácil espesores de capa no son excesivamente grandes.
alcanzar una derta compactadón, puede hacerse muy U n o de los equipos vibratorios de m i» extenso
difícil elevar el nivel del proceso en forma substan uso es e l manual de placa, en el que ésta es acrio-
cial. Se ha dicho (R e f. 21) que puede llegar a ser nada por un operador que utiliza un mango o ma
imposible hacer llegar en el campo y con cualquier nera!; si se opera de m odo efidente, puede avanzar
equipo vibratorio a una ard lla blanda homogénea a unos 10 m por minuto. Las placas vibratorias tam
pesos volumétricos secos superiores a un 90% de los bién pueden montarse en un bastidor a l qu e remol-
CopyríghlE
Procesos de compactación de campo 177
Compactadores vibratorios de placa La Fig. 1V-24 (R e f. 22) muestra los valores de las
Especificaciones comunes presiones dinámicas que ejercen a diferentes profun
didades algunos de los equipos vibratorios actualmen
Peso total del compactador ............ ..70 a 6,000 kg
Peso de cada unidad vibratoria . . . . 70 a 204 kg te en boga.
Area de contacto de la p la c a ......... ..1,540 a 13,900 cm-
Presión de contacto de la placa — 0.04 a 0.43 kg/cm2 Puede verse el comportamiento de los equipos en
Amplitud de la vibración . ............ ..2.0S a 12.7 mm el intervalo de presiones 0.5-1.0 kg/cm3, como se d ijo
Frecuencia ........................................ ..420 a 2.800 ciclos minuto
Ancho de la taja com pactada......... ..38 a 380 cm necesario para romper la tensión capilar en los suelas
Veloddad de operadón ................... ..0.05 a 26.0 km/hora friccionantes y en la zona de más altas presiones, que
requieren las arcillas. En el caso de los rodillos lisos
P rtsio 'n d in á m ic o , k g / c m *
C o W ri9ht(* , m a {e r| a ,
178 Compactación de suelos
A los métodos de vibración en el campo le son Las curvas continuas se refieren al equipo con vi*
aplicables muchos de los conceptos que se han venido bradón, en tanto que las discontinuas dan datos de
manejando para otros tipos de compactadores; por la compactadón con equipo que no utiliza ese re*
ejem plo, la información básica contenida en la Fig. IV- curso. Puede verse que es menor el contenido de
7 es válida, así como también lo es la que se refiere al agua que d suelo requiere cuando se usa la vibra
efecto del número de pasadas, muy relevante al prin d ó n que cuando se emplea el mismo sistema pero
cipio y mucho menos eficiente posteriormente. sin vibración, como ya se d ijo antes.
C o n v i b r o c i o 'n
G ra v a - a re n a - a r e l lia
s f 2200
4 6 6 10 12
CONTENTO 0 E HUMEDAD, % CONTENIDO 0 6 HUMEDAD, % CONTENIDO D E HUMEDAD, %
Figura IV-26. Com pactadón d e los contenidos de agua óptim os del sucio en com pactadón con ro d illo liso,
con o sin vib rad ón (R e f. 16).
Copyrighted material
Procesos de compactación de cam po 179
En la tabla IV-9 se muestran las características Los rodillos pata de cabra con aditamento vibra
más comunes de los rodillos lisos vibratorios. torio generalmente son de tipo remolcado y se reco
miendan para compactar suelos finos arcillosos. Ade
T a b la IV-9 más de otras ventajas que ya se mencionaron, su uso
Compactadores lisos vibratorios permite utilizar mayor espesor de capa.
Especificaciones comunes La combinación de los rodillos lisos y neumáticos
es por lo común a base de ruedas con llantas en el
Diámetro del r o d illo ............................... 55 a 122 cm
Ancho del rodillo .....................................61 a 185 cm eje trasero y rodillos lisos en el delantero. Suele ser
Peso total del rodillo .............................. 0.2 a 13 ton un equipo autopropulsado y tener un aditamento
Velocidad de avance ............................... a 6 km/h que le permite alzar cualquiera de las dos clases de
Frecuencia de vibración .......................... 1,050 a 5,000 rpm
Amplitud de v ib ra ció n ............................ Del orden de 1 mm tambores que posee, de manera que en realidad pue
de operar con tres modalidades diferentes. Por esta
razón, el equipo goza de amplia difusión entre las
Entre estos datos tiene especial importancia la ve* empresas constructoras.
locidad de avance del rodillo, pues influye mucho en En ocasiones esta combinación se hace aún más
la energía de compactación, por ser independiente versátil dotándola de un vibrador, por lo general
de la frecuencia. adaptado al rodillo liso.
El compactador neumático vibratorio por lo ge* El rodillo liso también se puede combinar con
ñera 1 es de tipo remolcado y encuentra su m ejor apli* placas o plataformas vibratorias; esto los convierte
cación en suelos arenosos bien graduados, arenas li en equipos muy eficientes para compactar pequeños
mosas e, incluso, en arenas arcillosas. Es más eficien fragmentos de roca, gravas y mezclas de estos suelos
te que los rodillos lisos cuando aumenta el contenido con arena, y permite manejar capas de mucho mayor
de finos del suelo friccionante, pues en este caso lo espesor que las que es posible compactar sólo con
gra transmitir sus efectos a mayor profundidad. rodillo liso.
Cópyrighted m
180 Compactación de suelos
Los rodillos lisos también se usan combinados ploración general que se realice a lo largo de la línea,
con rodillos lisos vibratorios, y en ocasiones incluso con objeto de producir el estudio geotécnico del pro
se añade a esta combinación un eje con rodillos seg yecto, y por la exploración particular que se efectúe
mentados. Estos equipos suelen tener mecanismos ele en los bancos de donde se extraerán los materiales.
vadores, que permiten levantar cualquier rodillo, lo Para tales fines deberán recabarse muestras represen
que hace aún más versátil al conjunto. tativas y completas (40 ó 50 k g ), a fin de realizar
con ellas las necesarias investigaciones de laboratorio.
IV-5 A L G U N A S IDEAS U T IL E S EN L A EJECUCION
D E LO S T R A B A JO S D E C O M P A C T A C IO N EN L a humedad natural del suelo en el campo es un
EL C AM PO . G R A D O DE C O M P A C T A C IO N dato importante. T am bién lo será la información que
se logre al obtener curvas de compactación, siguien
Desde luego, el primer requisito para quien aspi do el procedimiento de laboratorio que se estime re
re a realizar un buen trabajo de compactación es co produce m ejor las condiciones de campo; de ello se
nocer razonablemente bien los suelos que se vayan a hablará en un párrafo posterior de este mismo ca
compactar; esto ha de lograrse por medio de la ex pítulo.
S..V
m
Copyrighted mate
AJ »!.-»_ 7 los trabajos de compactación en el campo 181
Algunas ¡deas útiles en la ejecución J 1 r
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lisos vibratoria
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C om pactador compuesto d e ro d illo liso y ro d illo neum ático. Presión d e in fla d o de las llantas, hasta 7.0 kg/cm -;
carga por cm de ancho d e l ro d illo liso, de 21.4 a 95.5 kg; velocidad de operación hasta de 16.1 km/hora.
3 rodillos lis*
e l cual pue¿
1 equ ip o en 01
e 2 rodillos tí*
R o d illo neumático vib ratorio de tipo pesado, con un solo e je y dos llantas, rem olcado por un tractor d e oruga.
182 Compactación de suelos
Tabla IV-10
Una indicación sobre elección de equipos de compactación
TAMPER AUTOPROPULSADO
0
USO VIBRATORIO PE SA D O
PESA00
REM OLCADO
<z
SU CS1
£
L IG E R O
VIBR AT O RIO , P E SA D O
u
AU TO PRO PU LSADO
CABRA
DE C A B R A
<Üí
DE C A B R A
< “ o
1 CDUi
REM OL CADO
5. < o.
oe o
UI ° ©
N E U M A T IC O
N EU M A TIC O
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OE
S IM B O L O
< a o
TAMPER
S
PATA
PATA
PATA
Q 11 “
co 2 ®
□ >
BASE G R A N U L A R LIM P IO 1 1 3 2
SUB-BASE GRANULAR CON POCOS FMOS 1 1 1 1 2 2 2
ROCA 2 2 1 2
GW, GP, SW A R E N A , G R AV A 2 2 1 1 2 2 2
SP A R E N A U N IF O R M E 1 1 2 2 3
CUER PO O E L
TERRAPLEN S M ,G M A R E N A S 0 GRAMAS LIM O SA S 1 1 4 4 3 3 2 2 2
M L .M H L IM O S 1 1 2 2 3 3 2
GC. SC A R E M S O G R A A S ARCILLOSAS 1 1 2 2 3 3 2
CH, C L ARCILLAS 1 1 2 2 3 3
Copyrighted m í tterial
Algunas ideas útiles en la ejecución de los trabajos de compactación en el campo 183
sin fragmentaciones que limiten el panorama global. mejor represente el proceso de compaciación de cam-
Es obvio que el lector deberá colocarse hasta cierto po y que garantice un nivel de compactación sufi-
punto en guardia contra este tipo de información de ciente para poder asegurar el comportamiento desea-
carácter tan general y condensado; una tabla como la do al material en el campo. H a de comentarse, por
IV -11 puede ser una excelente norma de criterio, pero cierto, que con frecuencia los ingenieros olvidan el
desde luego no exime al ingeniero encargado de una aspecto de representatividad de la prueba de labora-
obra particular de la obligación de hacer todos los torio que utilizan y les basta ampararse en una prue-
estudios de detalle que se requieran para definir cía- ba suficientemente enérgica como para confiar en que
ramente las condiciones concretas a que haya que se están estableciendo niveles de compactación lo
enfrentarse. bastante altos como para obtener en el campo un
Como ya se dijo, en un proyecto específico suelen material de buen comportamiento, independiente-
fi jarse los requerimientos de compactación estable- mente de que rara vez o casi nunca se investigan las
ciendo un cierto peso volumétrico seco que se debe características finales de ese material. Este es quizá
alcanzar con el equipo que se utilice. A su vez, el va- el error más común o la deficiencia más grave en re*
lor de este peso proviene por lo general de un estu- lación con el manejo práctico de las técnicas de coni
dio de laboratorio en el que se realizan pruebas de pactación; los autores de este libro esperan que
compactación al suelo que haya de manejarse; de en* atando el lector haya terminado la lectura de este
tre todas las pruebas disponibles se elige aquella que capítulo, especialmente de la parte que sc refiere a
Tabla IV -11
Peso vo
lumétri Características como
co seco Permrabili- Característi Caracte Caracte pavimento provisional
Compresi
Sím Características de máx. tí lidad y ca- cas como rísticas rísticas
bilidad y
bolo compactibilidad pico ractcristicas material de como sub- como c/revesti- enrola
expansión
( Proctor de drenaje terraplén rasante base miento miento
estándar ligero asfáltico
tonfm *)
GW Buenas. Rodillos 1.9 a 2.1 Práctica Permeable. Muy estable Excelente Muy Regular a Excelente
lisos vibratorios, mente Muy buenas buena mala
rodillo neumáti nula
co. Respuesta
p e rc e p tib le al
bandeo con trac
tor.
GP Buenas. Rodillos 1.8 a 2.0 Práctica Permeable. Estable Buena a Regular Pobre Regular
lisos vibratorios, mente Muy buenas excelente
rodillo neumáti nula
co. Respuesta per
ceptible al ban
deo con tractor.
CM Buenas. Rodillos 1.9 a 22 Ligera Semipermea Estable Buena a Regular Pobre Regular a
neumáticos o pa ble. Drenaje excelente a mala pobre
ta de cabra lige pobre.
ros.
GC Buenas o regula 1.8a 2.1 Ligera Impermeable. Estable Buena Regular Excelente Excelente
res. Rodillos neu Mal drenaje a buena
máticos o pata
de cabra.
SW Buenas. Rodillos 1.7 a 2.0 Práctica Permeable. Muy estable Buena Regular Regular a Buena
neumáticos o vi mente Buen drenaje a mala mala
bratonos. nula
SP Buenas. Rodillos 1.6a 1.9 Práctica Permeable. Razonable Regular a Mala Mala Regular a
neumáticos o vi mente Buen drenaje mente esta buena mata
bratorios. nula ble en esta-
do compac
to.
Copyrighted material
184 Compactación de suelos
SC Buenas o regula- 1.6 a 2.0 Ligera a Impermeable, R azonable Regular a Regular Excelente Excelente
res. Rodillos neu media M al drenaje mente esta buena a mala
máticos o pata ble
de cabra.
Cabe m
Ligera a Impermeable, Regular a No debe Mala
se hace en
pactación, t
ML Buenas a malas. 1.5 a 1.9 Mala estabi Mala
Rodillos neumá media M al drenaje lidad si no mala usarse
ticos o pata de está muy tos. D e hec
cabra. compacto para evalúa
en el ca m f
CL Regulares a bue- 1.5 a 1.9 Media Impermeable. Buena Regular a No debe Mala Mala suelto, tal <
ñas. Rodillos pa N o drena mala usarse
un grado d
ta de cabra o
neumáticos de sufrir r
4-5; otro m
OL Regulares a ma- 1.3 a 1.6 Media a Impermeable, Inestable. Mala No debe N o debe N o debe de tener ui
las. Rodillos pa alta M al drenaje Debe evitar usarse usarse usarse último se c
ta de cabra o se su uso A, se d iría <
neumáticos.
diciones de
grado de o
MH Regulares a ma- 1.1 a 1.6 Alta Impermeable. Inestable. Mala N o debe M uy mala Muy mala
las. Rodillos pa Mal drenaje Debe evitar usarse complétame
ta de cabra o se su uso con todo le
neumáticos. su com por t.
sido parcial
CH Regulares a ma- 1.3 a 1.7 Muy alta Impermeable. Regular. Mala o No debe M uy mala N o debe su resistenc
las. Rodillos pa N o drena Vigílese la muy mala usarse usarse general, ad«
ta de cabra. expansión
estado suelt
Algunas
OH Regulares a ma- 1.0 a 1.6 Alta Impermeable. Inestable. Muy N o debe N o debe N o debe
las. Rodillos pa No drena
terior, han
Debe evitar mala usarse usarse usarse
ta de cabra. se su uso dir la c o m f
po, la que
Pt N o debe usarse Muy alta Regular o N o debe N o debe N o debe N o debe N o debe definida po
mal drenaje usarse usarse usarse usarse usarse
las propiedades de los m ateriales compactados, pueda que compactan, verificando por eje m p lo su resisten C
com prender que para estar seguro de contar con un cia, su com presibilidad o que poseen una adecuada
proyecto adecuado no basta con em plear un estándar ley de esfuerzo-deform ación) pudiera ser que el equi
de compactación “ alto” , basado en un estudio de la po en el cam po obtuviese un suelo con propiedades donde
b ora torio que utilice una prueba de compactación de distintas y quizá poco adecuadas, para el m ism o peso
alta en ergía específica. L a prueba pudiera no ser re volum étrico. X# *
a máx es
presentativa del m odo de compactación que se u ti D e todos modos, el peso volu m étrico en el campo n
lice en el campo, de m anera qu e aun cuando los sue se fija con base en una prueba de laboratorio. Como u
los compactados en el la b ora torio con aquel procedi consecuencia de la diferencia esencial qu e existe en , es
dmin
m iento tuviesen las propiedades adecuadas (y pocos tre ambos procesos de compactación y tam bién como n
son los ingenieros que investigan a fondo cuáles son consecuencia de todos los problem as qu e en el cam Yd es
las propiedades de verdadero interés de los suelos po pudieran presentarse, casi siem pre sucede que el c<
Algunas ideas útiles en la ejecución de las trabajos de compactación en el campo 185
peso volumétrico que a fin de cuentas se obtiene en Esta otra relación tiene la ventaja de no caer en
ia obra no es idéntico al peso volumétrico seco m áxi la ambigüedad del grado de compactación, pues aquí
mo de la prueba de laboratorio que sirvió de base al un material totalmente suelto tiene 0% de compac
tristicas cotm¡ estudio. La diferencia entre ambos valores, tradicio- tación relativa, pero hay el inconveniente de que no
i to provisión,| nalmente se mide a través del concepto grado de existe un procedimiento estándar para determinar
e/trata compactación. Se define como grado de compactación
miento de un suelo compactado en la obra a la relación, en
asfáltico porcentaje, entre el peso volumétrico seco obtenido
por el equipo en el campo y el máximo correspon En suelos friccionantes, algunas instituciones han
diente a la prueba de laboratorio que fundamentó utilizando el concepto de compacidad relativa (expre
Regular ¡ sión 1-17 del capítulo 1 de esta obra) para establecer
el estudio.
mala
El grado de compactación de un suelo es: y m edir la compactación de campo; ello tiene el mis
mo inconveniente, pues tampoco existe una prueba
estándar para determinar la compacidad relativa.
Excelente
Gc (% ) = 100 (4-5)
De cualquier manera, el concepto grado de com
pactación sigue siendo el método más usual para fi
Cabe mencionar que a pesar del amplio uso que jar el requisito de compactación que ha de lograrse
se hace en la actualidad del concepto grado de com en el campo. Así, por lo general éste se expresa con
Mala
pactación, éste dista mucho de estar exento de defec una frase como ésta: “ Compáctese este material hasta
tos. De hecho, casi podría decirse que es inadecuado el 95% del peso volumétrico seco máximo obtenido
para evaluar la calidad lograda por un cierto equipo en tal prueba de laboratorio, como m ínim o."
en el campo. Un m aterial A , en estado totalmente
Mala suelto, tal como se deposita en la obra, puede tener
un grado de compactación del orden de 80%, antes En consecuencia, el trabajo de un equipo de com
pactación en el campo suele planearse para lograr el
de sufrir ninguna compactación, según la fórmula
grado de compactación especificado en la forma más
4-5; otro material B, en las mismas condiciones, pue
económica.
No debe de tener un grado de compactación de 60%. Si este
usarse último se compacta hasta alcanzar el mismo 80% de
A, se diría que ambos suelos están en las mismas con
El grado de compactación que se fije para un pro
diciones de compactación, si se aplica el criterio de
yecto dado debe ser realista en el sentido de no im
grado de compactación. Sin embargo, la realidad es
la Muy mala poner requerimientos excesivos, sea con relación a las
completamente distinta, pues A está en estado suelto,
propiedades que se deban obtener o al equipo dispo
con todo lo que ello im plica en lo que se refiere a
nible y la importancia de la obra que se vaya a eje
su comportamiento mecánico, en tanto que B ya ha
cutar; lo contrario causa continuos problemas de
sido parcialmente compactado, con lo que aumentó
ajuste en el campo, que entorpecen la marcha de las
No debe su resistencia, disminuyó su compresibilidad y, en
usarse obras.
general, adquirió características diferentes a las del
estado suelto.
Algunas instituciones, tomando en cuenta lo an
No debe N o puede prefijarse el grado de compactación
usarse
terior, han adoptado una relación diferente para me
que se vaya a exigir en cada caso; éste es un asunto
dir la compactación que alcanza el suelo en el cam
en que el ingeniero debe emplear su criterio, ade
po, la que se denomina compactación relativa y está
cuándolo a cada proyecto.
No debe definida por la expresión
usarse
L a Secretaría de Obras Públicas de México, por
ejemplo, tiene la norma de no compactar el cuerpo
• su resisten- C. R . (% ) = 100 (4-6)
de las terracerías a menos del 90% en ningún caso,
na adecuada
y exige por lo general el 95% en una porción supe
que el equi-
rior de los terraplenes y el 100% en la capa subra-
propiedades donde
sante y en las diversas capas del pavimento; estos gra
mismo peso dos de compactación se refieren a las pruebas de
y
¿máx es el m áxim o peso volumétrico seco obte compactación de laboratorio que específicamente uti
en el campo nido en la prueba de laboratorio qué se liza la Secretaría de Obras Públicas, las que se co
itorio. Como utilice. mentarán más adelante. L a tabla IV -12 que aparece
ue existe en- es el m ínim o peso volumétrico seco del a continuación está tomada de la R ef. 23 y repre
imbién como mismo material. senta más bien una guía sobre los grados de compac
e en el carn- es el peso volumétrico seco del material tación que son usuales en las obras, que números fi
acede que el compactado en la obra. jos que se puedan aplicar indiscriminadamente.
186 Com pactación de suelos
Copyrighted
Algunos problemas especiales de com portación en el campo 189
Es frecuente que en trabajos de terracerías los es cuales han de construirse dentro de los requerimien
pesores óptimos de capa fluctúen entre 20 y 30 cm, tos especiales que estas obras imponen según su tipo,
cuando no se usan equipos vibratorios y que en ge los que se detallarán más adelante, en el capítulo
neral permiten capas de mayor espesor. correspondiente.
La liga entre capas sucesivas debe ser debidamen
te garantizada. Es aconsejable que las capas sean ho c) Compactación en los bordes de los terraplenes
rizontales, sobre todo en lugares de pendiente trans
versal importante, para tener mejor resistencia a cual A medida que la construcción de un terraplén
quier tendencia al deslizamiento. Siempre que haya progresa en altura, se va presentando el problema de
duda sobre la capacidad de una superficie terminada la compactación en sus taludes, por el doble motivo
para ligarse en forma conveniente con la capa que de que el equipo de compactación no puede orillar
sigue, deberá escarificarse ligeramente la superficie se demasiado durante su operación y por la falta de
de la capa compactada antes de tender la siguiente. confinamiento lateral que se tiene en las zonas de
borde. El problema suele resolverse dando un sobre-
ancho a ambos lados del terraplén (quizá sean sufi
IV-6 A L G U N O S P R O B L E M A S ESPECIALES D E cientes SO ó 40 cm eu cada lado), el cual se puede
C O M P A C T A C IO N EN E L C A M P O recortar y afinar al fin de la construcción.
En terraplenes muy bajos el problema anterior
Se mencionan brevemente algunos problemas de puede justificar la adopción de taludes suficiente
naturaleza especial relacionados con el problema mente tendidos como para que sobre ellos circule el
de compactación en el campo: equipo de compactación. Las obras complementarias
de drena ie y las de protección con forestación u
otros medios pueden ayudar mucho a paliar los efec
a) Compactación de zonas difíciles, inaccesibles para
tos de una mala compactación en los taludes.
los equipos convencionales
Estas condiciones se presentan con cierta frecuen d) Compactación de las primeras capas de un
cia y pueden demandar desde el uso ineficiente de terraplén sobre terrenos blandos
equipos en distancias cortas hasta el empleo de equi
pos y métodos especiales de rendimiento reducido, a Cuando un terraplén se va a construir sobre un
los que ya se ha hecho mención en páginas ante suelo de cimentación muy blando, suele presentarse
riores. el problema de falta de apoyo suficiente para una
En la construcción de carreteras suele presentarse buena acción del equipo de compactación sobre las
este problema, muy agravado, en el fondo de cañadas primeras capas de base. El desmonte y despalme
profundas y angostas, en que no se justifican los ca adecuados del terreno natural, seguidos de un orea
minos de acceso al fondo de las mismas por los pe do, cuando ello es posible, puede ayudar a resolver el
queños volúmenes que hay que compactar. Una prác problema; si no es ése el caso, podrá construirse en
tica común en tales casos es rellenar a volteo el fon toda la zona de desplante una plantilla de trabajo,
do hasta un nivel a partir del cual pueda trabajarse preferentemente de material granular fino, con 20 ó
mecánicamente. Si se tiene cierto cuidado en la ope 30 cm de espesor; al compactar dicha capa se mejo
ración de relleno y no se abusa de ella en cuanto a rará también la parte más superficial del suelo na
altura de material colocado a volteo, este método no tural, mejorando las condiciones de conjunto. La
causa necesariamente efectos perjudiciales; el caso se plantilla de trabajo podrá ser bastante más potente
complica cuando en el fondo de la barranca existe cuando exista agua permanente, pues en tal caso de
una obra de drenaje, lo cual es común; dicha obra, berá sobresalir algo del agua; si ésta tiene tirantes
por su parte, impone condiciones al material que la de importancia, ya será económico pensar en la cons
rodea y la sobreyace. En el fendo de barrancas y de trucción de pedraplenes u otro tipo de soluciones.
presiones es común también, en el caso de carreteras
En relación con el problema presentado en el pá
y ferrocarriles, que el material colocado lo constitu
rrafo anterior ha de tenerse en cuenta que los suelos
yan tamaños más o menos gruesos, incluyendo mu
arcillosos blandos muchas veces poseen una costra
chas veces fragmentos de roca. Las técnicas de com
relativamente más firme, producto del secado por
pactación de estos materiales son las que correspon
evaporación; la remoción de esta capa o su debilita
den a los pedraplenes.
miento contribuirá siempre a hacer más difíciles las
condidones de trabajo.
b) Zonas próximas a puentes, alcantarillas, muro*
de retención, etc e) Suelos friedonantes que se toman “ movedizos”
Ya se ha mencionado el buen resultado que pro La experienda ha demostrado que algunos sue
porcionan los equipos de compactación manuales en los, tales como limos no plásticos, arenas muy finas
estos casos. Un caso especial lo constituyen los col o polvo de roca, cuando se compactan en zonas de
chones de protección de las obras de drenaje, los nivel freático alto atraen agua por capilaridad hasta
190 Compactación de suelos
su superficie y se vuelven movedizos, con pérdida apropiados para la compactación deberán determi
casi total de su resistencia. El mismo efecto puede narse en un estudio de expansión. Es fundamental
presentarse en tales suelos si se compactan con un el control de la humedad de compactación durante
excesivo contenido de agua. A l presentarse el proble el proceso.
ma, es muy fácil secar estos suelos por escarificación O tro tanto puede dedrse de los suelos que exhi
y oreo, si se logra elim inar la fuente de agua que los ben rebote elástico, por ejem plo bajo el paso de
ha saturado, pero es en este punto en donde pueden cargas en movimiento; este efecto, que conduce a la
surgir problemas casi insolublcs; en áreas pequeñas destruedón rápida de un pavimento, por ejemplo, es
el problema se puede eliminar con la colocación de mucho más notable cuando el suelo se compacta más
una capa de material granular grueso que rompa la allá de un d erto límite, que deberá determinarse
capilaridad e impida la subida del agua; en otros también con base en estudios especiales.
casos podrá abatirse el nivel freático por medio de
subdrenes laterales de zanja. Cuando todo lo ante IV-7 COM PACTACION DE PEDRAPLENES
rior no sea posible, deberá procurarse no alterar al (Refs. 20 y S0>
terreno natural y usar sobre éste materiales gruesos
Ya se ha mencionado en otras partes de esta obra
apropiados, modificando el proyecto cuando sea ne
cómo el desarrollo moderno de las vías terrestres, con
cesario.
mayores requerimientos de pendiente y curvatura,
provoca la necesidad de construir terraplenes de altura
0 Problemas derivados de sobrecompactación
cada vez mayor. Como consecuencia natural de la ne
La creencia común de que cualquier aumento en cesidad práctica de utilizar los materiales en el sitio,
el peso volumétrico seco de un suelo por compacta es también muy común que esos terraplenes hayan de
ción va acompañado por un mejoramiento general ser construidos con fragmentos de roca y suelos grue
de sus condiciones la desmienten en forma drástica sos. De esta manera la construcción de pedraplenes de
algunos casos, frecuentes en la práctica, en los que, gran altura es cada vez más frecuente y es de esperar
por el contrario, puede llegarse a condiciones franca que en el futuro sean cada día más numerosos y más
mente desfavorables por compactar los suelos más altos. Com o se expresó en el capítulo 1 los suelos
allá de un cierto límite. N o es posible mencionar to gruesos y los fragmentos de roca dan lugar a muy se
dos los casos de sobrecompactación perjudicial, pero rios problemas de compresibilidad cuando están su
algunos de los más comunes son los siguientes: jetos a los altos niveles de esfuerzos que suponen los
1. Suelos en que la sobrecompactación produce actuales pedraplenes altos; seguramente deben vigi
un cambio estructural que los hace inadecuados. Qui larse estos problemas en estructuras cuyas alturas so
zá el caso más tipico es el de los tezontles (espuma brepasen los 20 ó 30 m.
de basalto) que se utilizan como terraplenes ligeros Ya se d ijo también que en épocas redentes ha tenido
sobre suelos compresibles blandos. La sobrecompac un gran impulso la tecnología de la construcción de
tación rom pe los fragmentos porosos, produciendo pedraplenes; ello es debido a los aportes de la expe
una granulometría mucho más variada y abundante riencia de la construcción de grandes presas. Esta ex
cantidad de finos, todo lo cual puede hacer llegar al periencia es muy valiosa cuando se extrapola a carre
material fuertemente compactado a pesos volumétri teras, pero ello no quiere decir que la extrapoladón
cos incluso más altos que los de cualquier material pueda hacerse ciegamente, pues entre ambos casos exis
térreo convencional que se hubiere usado, haciendo ten diferendas que no deben ignorarse, que probable
perder por completo la ventaja de su utilización. mente aún no se endenden del todo y que ameritan
2. Materiales expansivos o con rebote elástico. investigación especializada en el campo de las vías
Los materiales expansivos son fuente de problemas terrestres. Baste señalar, como un ejemplo, que en el
muy graves, sobre todo donde las condiciones climá caso de las presas los enrocamientos suelen hacerse con
ticas conducen a cambios significativos en el conte materiales muy seleccionados y muy limpios, en tanto
nido de agua en diferentes épocas del año. Tam bién que en las carreteras existe el im perativo económico
lo son cuando la construcción se efectúa durante la de utilizar materiales mucho más alterados y con por
época de secas y el suelo absorbe humedad en la sub centajes nada despreciables de -uelos finos.
secuente estación lluviosa. Si estos suelos se compac Obviamente los fragmentos de roca se han usado
tan en exceso, se expandirán mucho y generarán pre* siempre en las vías terrestres y existe una definida ten
siones de expansión muy grandes al humedecerse tras dencia de los ingenieros interesados a considerarlos
la compactación; por el contrario, si se compactan como un material inerte, del que no es posible esperar
con un contenido de agua apropiado y sólo hasta un serios problemas de comportamiento. En gran medida
lim ite justo, las expansiones se podrán reducir al esto fue d erto y debe entenderse que las preocupacio
mínimo; para tal fin, e l requisito de compactadón nes que motivan este párrafo se relacionan no tanto
en general no tendrá nada que ver con el peso volu con el uso del material en sí, cuanto con el hecho de
métrico seco máximo o la humedad óptim a de cual que la altura de los modernos pedraplenes impone ni
quier prueba de laboratorio que se use como prueba veles de esfuerzo que hace que muchas situaciones ac
de control. Ahora, la humedad y el peso volumétrico tuales difieran de las pasadas no en forma cuantita-
Pruebas de compactación en el laboratorio 191
(iva, sino cualitativa, tal como se hizo ver en forma centran mucho los esfuerzos, propiciándose la rotura
general en el capítulo I. de granos y el flujo plástico de la roca, todas causas
La práctica usual en la construcción de carreteras de deformación. Correspondientemente, un enroca
acepta que la base del pedraplén se forme rellenando miento bien graduado debe resultar menos deforma-
el fondo de la barranca, sin tratamiento previo de ble.
éste, con enrocamiento a volteo, hasta obtener una La rotura de granos puede comenzar a niveles de
superficie de trabajo lo suficientemente amplia como esfuerzo relativamente bajos y se ha visto en prue
para que puedan operar los equipos de construcción. bas triaxiales con presiones de confinamiento menor
Sin duda resulta mejor la práctica de desmontar y des que 5 kg/cm2. En el capítulo I se ha insistido sufi
palmar el terreno natural, eliminando alguna forma cientemente sobre lo que significa en el comporta
ción de suelo de baja resistencia que pudiese romper miento de los suelos granulares, tanto en compre
la homogeneidad del apoyo; esto no puede lograrse sibilidad como en resistencia.
en construcción bajo agua (ver Ref. 31, con un caso La compactación de los enrocamientos tiene una
muy interesante de construcción en estas condiciones). influencia muy marcada tanto en su compresibili
En muchas ocasiones la masa del pedraplén sobre dad como en su resistencia y ello es válido tanto para
la base no recibe ningún tratamiento mecánico espe los enrocamientos limpios como para los relativa
cial, el que se reserva cuando mucho para una capa mente más contaminados. La granulometría ejerce
de mejoramiento de material más fino y, desde luego, también una influencia notable en los resultados de
para la subrasante y las capas de pavimento. Esta prác la compactación de estos materiales y, para la misma
tica debe abandonarse en lo que se refiere al cuerpo energía de compactación, el materiaJ bien graduado
del pedraplén, en beneficio del buen comportamiento adquiere una compacidad mayor que el uniforme.
de la estructura. Sin embargo, no siempre es fácil de obtener una buena
La colocación de fragmentos de roca a volteo pro composición granulométrica, sobre todo en el caso
duce una masa suelta totalmente segregada y muy en que la roca provenga de la explotación de macizos
compresible. Las observaciones realizadas con terra con explosivos, a no ser que el fracturamiento natural
plenes de prueba (Ref. 32) y los resultados de ensa de la roca induzca la obtención de un material bien
yos recientes (Ro£s. 33 y 34. Ver también los temas graduado. Las mezclas de grava y arena de río tienen
alusivos a compresibilidad de suelos granulares en el por lo general buena granulometría y granos sanos,
capítulo 1 de esta obra) han modificado de manera por lo que constituyen excelentes materiales. Otro
fundamental el criterio de los ingenieros sobre los hecho que favorece la colocación de un material con
problemas conectados con la construcción de estas granulometría adecuada es el evitar la segregación
estructuras.
de los fragmentos durante las maniobras de transpor
Es probable que el primer esfuerzo que deba
te y tendido en el pedraplén; a ello contribuye el li
hacerse en la investigación futura se refiera a una
mitar la altiva de caída al mínimo posible y el uso
clasificación adecuada de los materiales para enroca- de precauciones especiales de tendido. La segregación
miento y en las pruebas índice que sirven de norma
es poco significativa en materiales de granulometría
a tal clasificación y que permitan distinguir los ma uniforme.
teriales limpios de los contaminados, los gruesos de los
finos, etc. En México se considera un enrocamiento La compacidad de los materiales de enrocamiento
limpio el que está formado por fragmentos de roca y después de compactados no es fád l de medir. Cuando
pequeñas cantidades de finos mayores que la malla los fragmentos no son muy grandes se utiliza el con
No. 4, siendo mínimo el contenido bajo dicha malla. cepto de compacidad relativa (expresión 1-17 del ca
pítulo 1) .
Tentativamente, se ha dicho que un enrocamiento
que contiene más de 5% de material menor que la Lx>s enrocamientos se compactan actualmente con
malla No. 4 es contaminado. Es material grueso el rodillos vibratorios de 10 a 15 ton. de peso, cuando
mayor de 6 mm y fino el menor. N o existen pruebas son relativamente láminos y no están formados por
estándar universalmente aceptadas para catalogar la fragmentos muy grandes, de más de 30 cm. Los enro
fracción gruesa de los pedraplenes (mayor de 6 mm) camientos más gruesos o los de escasa altura, forma
y en México se han adoptado para ello las normas dos por material muy bien graduado, pueden compac
tradicionales para juzgar la sanidad de los agregados tarse con un tractor pesado, con mínimo de 4 pasadas.
de concreto, a las que se añade un estudio sobre el Los enrocamientos contaminados, con más de 15%
tipo de roca, forma de los fragmentos, características de material fino plástico, se han compactado exito
de la meteorización, etc La fracción fina se juzga en samente con rodillos neumáticos muy pesados, de 50
México con el Sistema Unificado de Clasificación de ton o aún más.
Suelos. El espesor de las capas de pedraplén depende del
Como se vio en el capítulo 1, la granulometría tamaño máximo de los fragmentos de roca. Los frag
es una propiedad importante en el comportamiento mento s de menos de 30 cm suelen disponerse en ca
de los enrocamientos. Ya se dijo que en un material pas de 50 cm de espesor en estado suelto. En el caso
uniforme (Cu < 10) los contactos entre los granos de los grandes fragmentos, este espesor puede aumen
ocurren a través de pocos puntos, en los que se con tar hasta un metro o más.
192 Compactación de suelos
Es una norma muy recomendable para la cons a construir, llegando como lím ite al absurdo tota] A part.
trucción de grandes pedraplenes el seleccionar cuida de hacer algo para aprender a hacerlo (absurdo, na prueba, la
dosamente al material producto de la excavación de turalmente, en el caso de que se habla, pero no en riendo otr
un corte o del préstamo de roca, separándolo en dos relación a otras actividades humanas). en uno de
tipos, uno de ellos con fragmentos menores de 30 cm A sí planteado el problema, las pruebas de co®.
y el otro, con los fragmentos mayores. Esta clasifica pactación de laboratorio se justifican sólo en térmi A Pri
ción ha de hacerse en el frente de trabajo. Conviene nos de su representatividad de los procesos de campo B P rt
colocar la parte más fina en el centro del pedraplén, que reproducen. Y esta representatividad ha de set C Prr
dejando los fragmentos grandes para las zonas adya llevada a sus últimas consecuencias, so pena de caer D Pru
centes a los taludes. en un despropósito y llegar a estudiar detenida y
£ Pru
L a experiencia ha demostrado que es una práctica acuciosamente en el laboratorio un proceso que no
recomendable para reducir la compresibilidad de los tenga nada (o no tenga mucho) que ver con el pro.
ceso de compactáción de campo que se supone que A Prueba
pedraplenes el humedecimiento del material al co
locarlo. Este .hecho está corroborado por investiga reproduce; este divorcio podría llegar a tener conse
cuencias graves en cuanto a las conclusiones prácti Todas
ción de laboratorio, donde se ha visto que al hacer pan de las
cas que se adopten y, desde luego, las tendría al des
pruebas de compresibilidad a los materiales gruesos
viar fuera de sus cauces justos y razonables el criterio
y someterlos en un momento dado a un humedeci
de aquellos ingenieros que juzgaran el proceso de 1. El s
miento intenso, se produce en ese m om ento un au
compactación a través del laboratorio de manera úni de un mo
mento drástico y muy rápido en la deformación. De
ca o principal. pruebas a
esta manera, la práctica del humedecimiento condu
ciría a producir la deformación del pedraplén durante En rigor, actualmente se hacen dos usos principales la capa.
la construcción, evitando que se presentase posterior de las pruebas de compactación de laboratorio. En el
mente. Las razones de ese aumento rápido de defor- primero, se compactan los suelos para obtener datos
2. En i
m abilidad con el humedecimiento no están del todo para proyecto de estructuras de tierra; esta información
te dicha s<
dilucidadas, pero se han relacionado con cierto re se refiere a resistencia, deformabilidad, permeabili
molde un
blandecimiento de las aristas y picos de los fragmen dad, susceptibilidad al agrietamiento, etc. En este
distribuido
tos de roca, que toleran menos, cuando están hume caso, la representatividad de la prueba, en el sentido
altura de (
decidos, las concentraciones de esfuerzo que en ellos de que se produzca en el laboratorio un suelo con las
a otras. El
se producen. mismas propiedades mecánicas que después se obten
por capa l
Según la inform ación disponible en la actualidad, drán al compactar los materiales en el campo, es
el agua debe incorporarse a razón de 300 ó 400 lt/m3. obviamente esencial. Pero hay un segundo uso de las
U n pedraplén importante debe ser siempre ins pruebas de compactación, que es el que de ellas se 3. En i
trumentado (ver el capítulo alusivo en el T o m o I I hace en las operaciones de control de calidad; en este de calcular
de esta o b ra ), para conocer su comportamiento y caso, la prueba funciona fundamentalmente como un de la expi
adquirir experiencia para otras obras futuras. índice comparativo del peso volumétrico de laborato mero de g
rio y de campo y la similitud de propiedades mecá número de
IV -8 PRUEBAS DE COM PACTACION EN nicas entre ambos es mucho menos importante, sién del molde,
EL LA B O R A T O R IO dolo por consecuencia cualquier idea de “ representa de caída y
tividad” referente a la prueba. L o esencial de un ín
Los procesos de compactación de campo son en dice de comparación es que sea siempre el mismo.
general demasiado lentos y costosos como para repro 4. En i
Y a se comentó con relativa extensión el conjunto
ducirlos a voluntad, cada vez que se desee estudiar ximo de p
de factores que afectan a un proceso de compacta
cualquiera de sus detalles; no proporcionan un modo eliminan 1
ción; es obvio que todos deben contemplarse al esta
práctico de disponer de una herramienta de análisis, la prueba,
blecer una prueba de laboratorio. Como existen tan
estudio e investigación, tal como lo requiere el pro especificaci
tos modos de compactar suelos en el campo, es tam
blem a de la compactación de suelos, con sus muchas la prueba.
bién razonable pensar que no se logrará tener una
complicaciones y complejidades. Así, la tendencia a sola prueba, con una única técnica estandarizada,
desarrollar pruebas de laboratorio que reproduzcan
que pueda representarlos a todos. Así, es lógico pen El valoi
fácil y económicamente aquellos procesos debió de
sar que haya pruebas de compactación de varios ti ba puede i
ser obvia para cualquiera que se interesara (e inte
pos. L a energía de compactación influye mucho tam reproducir
rese) en racionalizar las técnicas de campo y en co bién en los resultados del proceso, y hoy los equipos tación de
nocer más un proceso tan difícil e importante. de campo la aplican en formas muy variadas, de ma cada organ
Las mismas razones inducen a las pruebas de la
nera que también habrá variantes en las pruebas por suelos coro
boratorio a ser base de estudios para proyecto y fuen
este concepto. prueba pat
te de información para planear un adecuado tren de
A u n cuando otros factores actúan como variables pecificacioi
trabajo de campo; la alternativa sería o establecerlo
que afectan el proceso de compactación, sólo los an Desde luej;
sobre bases únicamente personales, fundadas en la
tes mencionados han sido utilizados para diferenciar de los suel
experiencia anterior, pero sin ningún estudio para el
nes de con
caso, o desarrollarlo en un modelo a escala natural, pruebas de laboratorio, por lo menos las más co
munes. seables en
verdadera duplicación de la estructura que se vaya
Pruebas de compactación en el laboratorio 193
A partir de 1933, en que Proctor desarrolló su en otra, resulta irracional el uso de un solo patrón
absurdo tota]
(absurdo, na. p r u e b a , la primera históricamente, han ido apare de laboratorio para todas las posibles situaciones de
, pero no en ciendo otras muchas; todas ellas pueden agruparse campo (R ef. 13).
en uno de los siguientes apartados:
;bas de coij. Algunas de las pruebas dinámicas que han alcan
31o en térmi- A. Pruebas dinámicas zado mayor difusión son la prueba Proctor estándar
sos de campo 2J Pruebas estáticas (que es la que originalm ente propuso P ro c to r), la
id ha de set C Pruebas por amasado prueba Proctor (A A S H O ) estándar (con cuatro va
pena de caet D Pruebas por vibración riantes) , la prueba Proctor (A A S H O ) m odificada
r detenida E Pruebas especiales o en proceso de desarrollo
(con cuatro variantes), la prueba E-10 del U.S. Bu-
jceso que no reau o f Reclamation, la prueba de impactos de Cali
r con el pro. fornia (en sus dos variantes) y la prueba británica
supone que \ Pruebas dinámicas estándar (B. Std.-1377. 1948).
tener conse
Todas las pruebas dinámicas hoy en uso partici
siones prácti- Las características principales de algunas de estas
pan de las siguientes características comunes:
¡ndría al des- pruebas se presentan en la tabla IV-13 (R ef. 4 ). .
les el criterio
l proceso de 1. El suelo se compacta por capas en el interior
A l final de la tabla IV-13 se añadió la variante
manera úni- de un molde metálico cilindrico, variando de unas
Proctor S.O.P., por m edio de la cual la Secretaría de
pruebas a otras el tamaño del m olde y el espesor de
Obras Públicas suele controlar los trabajos de com
js principales la capa.
pactación de terracerías en materiales finos.
atorio. En el
)btener datos
2. En todos los casos la compactación propiamen
i información | Además de las anteriores, merece mención la va
te dicha se logra al aplicar a cada capa dentro del
, permeabili- riante de prueba de compactación dinámica estipu
molde un cierto número de golpes, uniformemente
etc. En este I lada por el Departamento de Carreteras del Estado
distribuidos, con un pisón cuyo peso, dimensiones y
en el sentido de Texas (E E .U U .), similar hasta cierto punto a la
altura de caída cambian de unas variantes de prueba
suelo con las prueba A A S H O modificada.
a otras. El número de golpes de pisón que se aplica
ués se obten-
por capa también cambia en las diferentes pruebas.
1 campo, esf Las pruebas A A S H O estándar y A A S H O m od ifi
lo uso de las cada se detallan en su procedimiento en el anexo
e de ellas se 3. En todos los casos, la energía específica se pue IV-a de este capítulo. Ambas existen en 4 variantes,
idad; en este de calcular con bastante aproximación con el empleo generadas con el criterio que se indica a continua
nte como un' de la expresión 4-1, quedando definida por el nú ción. En primer lugar se utilizan dos tipos de molde,
de la b ora l» I mero de golpes por capa del pisón compactador, el
uno con diámetro de 10.16 cm (4 ") y otro con diá
idades mecá-1 número de capas en que el suelo se dispone dentro metro de 15.24 cm ( 6 " ) ; la razón de esto es que el
>rtante, sien- del molde, el peso del pisón compactador, su altura primero es el molde clásico establecido por Proctor
“ representa- de caída y el volumen total del molde. y que perdura por la costumbre, en tanto que el se
ai de un ín- gundo es un tamaño que se introdujo después debi
I mismo. do a la conveniencia de realizar pruebas de valor
el conjunto •' 4. En todos los casos se especifica un tamaño má relativo de soporte (V R S ) en el material compacta
'e compacta- ximo de partícula que puede contener el suelo, y se do, sin extraerlo del m olde; para estas pruebas, tí
larse al esta- eliminan los tamaños mayores por cribado previo a picas de la tecnología de pavimentos y que se deta
existen tan- la prueba. Con frecuencia se establece también una llarán en el capítulo alusivo, el molde de 4" resulta
npo, es tam- especificación relativa al reuso del material durante pequeño y se utiliza el de 6 " (técnica del Cuerpo de
la prueba.
á tener una Ingenieros de los Estados Unidos. Ref. 41). En se
itandarizada, gundo lugar se utilizan dos tipos de granulometrías,
lógico pen El valor de cada una de las variables de la prue uno hasta el tamaño m áxim o de la malla N ? 4 y otro
de varios ti- ba puede hacerse cambiar según convenga, a fin de hasta el tamaño m áxim o de 3/4"; esto es con el ob
mucho tam- reproducir en cada caso las condiciones de compac jeto de dar mayor representatividad a la prueba y
los equipos tación de campo, pero se ha hecho costumbre que abarcar una mayor variedad de materiales.
idas, de nía- cada organismo (o grupo de ellos) de los que usan
pruebas por suelos compactados, fije según su experiencia una El método por impactos de California, que se des
prueba patrón y que de sus resultados deriven las es cribe en el anexo IV -b dé este capítulo, en realidad
no variables pecificaciones para la compactación en el campo. es anterior a la propia prueba original de Proctor en
sólo los an- Desde luego que, como las propiedades mecánicas su utilización como m étodo de control de compac
. diferenciar de los suelos compactados dependen de las condicio tación de campo. En esencia es similar a las pruebas
las más co- nes de compactación, y las propiedades que son de normalizadas por la A A S H O , si bien la energía espe
seables en cierta estructura no necesariamente lo son cífica es distinta, com o consecuencia de las diferen-
194 Compactación de suelos
Tabla IV-13
Características de las pruebas de compactación por impactos de uso más generalizado
N? de
Molde Peso Altura Reuso
Tratamiento del de golpes
del Energía
Np
Prueba Diámetro Altura del de capas por
material
martillo caída
capa suelo especifica
kg cm
cm cm kg cm — — — cm3
Compa
Variante B Cribado por la malla
de 3/4" en estado hú 7.30 '91.44 4.530 45.72 10 20 no 35.40
diferencias
medo
maño de la;
Británica Secado al horno o al compactació
estándar aire y cribado p/malla 10.16 11.68 2.492 30.48 3 25 sí 6.05 usa pisones
3/4" quisito de
energías d if
Secado al aire y cri
Variante bado por la malla 10.16 11.68 2.490 30.48 3 30 si 6.65 se disminuy
Proctor de SOP Núm. 4 los finos a i
a la expan
un procedir
limpias.
cias anotadas en la tabla IV-13. E l Departamento de dar 30 golpes por capa en vez de 25. Esta norma se Una de h
Carreteras de C alifornia la utiliza para control de introdujo hace más de 35 años y obedeció a que en to a las pru
compactación de campo y la ha m antenido en uso tonces se creyó que era más fácil obtener una buena ba en decir
durante muchos años, apartándose un poco de la ten repartición de los golpes por capa si se daba un nú talmente en
dencia casi universal en los EE.UU., en favor de las mero mayor; la razón para apartarse de la práctica finamiento i
pruebas Proctor, normalizadas por la A A S H O , quizá común podrá parecer hoy excesivamente sutil o, in lo colocado
por no desaprovechar la experiencia de muchos in cluso, inadecuada, pero el hecho es que la Secretaría la posibilida
genieros de campo, que al cabo de los años se va “ ca de Obras Públicas ha desarrollado sus últimos 35 suelo, haciéi
librando” en el uso de una cierta prueba; la anterior años de experiencia con base en esta prueba y ésta el campo, d
es quizá la principal razón por la que muchas insti es la causa única de que se siga utilizando. menor. Con
tuciones mantienen en uso pruebas que en realidad El Departamento de Carreteras del Estado de Te de los cereb
difieren poco de otras y cuyo uso no añade nada xas ha desarrollado otra prueba de impactos que, tudiado esto
substancial a la tecnología que se emplea. como se dijo, tiene interés particular (Ref. 36). El moldes conv
Otro tanto sucede en la Secretaría de Obras Pú hecho esencial está en la mecanización de la prueba, ma de cilini
blicas de México, que utiliza para suelos finos una por lo demás básicamente similar a la Proctor un cilindro
prueba tipo Proctor cuya única variación notable (A A S H O ) modificada; m ediante la mecanización se miento de 1¡
respecto a la prueba A A S H O estándar consiste en trata de elim inar la influencia del operador. Existen en el campe
Pruebas de compactación en el laboratorio 195
OfSniaudONMAMJUMCmCA
la prueba Proctor (AA S H O ) estándar (Ref. 15). aire en los vacíos. A u nqu e los cambios de volumen 1600
más pequeños ocurren con contenidos de aire muy
altos, estos suelos cuando se saturan, son' los que lle 1500
gan a los menores pesos volumétricos y a los mayores 0
contenidos de agua. 12 1400
a.
L a forma de las curvas de compactación obteni
das se considera “ regular” cuando presenta el con 1300
torno parabólico •que se muestra en muchas de las
figuras presentadas, pero muchos suelos lateríticos,
1200. -
las arenas uniformes (ver Fig. IV-3) y ciertas arci
llas coloidales altamente plásticas exhiben con fre
T o n /m .
ión ob teni
sta el con
chas de las
laterí ticos, RELACION ENTRE EL PESOVOLUMETRICO SECO MAXIMO ESTANDAR
áertas arci- 3 4 5 6 7 8 10 20 30 40 50 Y EL CORRESPONDIENTE A LA PRUEBA MODIFICADA, EN %
:n con fre-
E N E R G I A E S P E C IF IC A , Kg-cm /cm S Figura IV-33. Relación entre los pesos volumétricos estándar
i muy irre- y modificado (AASHO).
ar también Figura IV-32. Variación de peso volumétrico máximo con la
>r ejemplo, energía de compactación para diferentes tipos una vez más. L a investigación que se presenta corres
1a irregular de suelos (Ref. 39). ponde a un caso particular, pero destaca convenien
•) estándar tadón con base en la prueba modificada, en tanto temente las tendencias generales.
i la prueba que con otros es más fácil lograrlo. La explicación
al hecho se ve clara al comparar las diferentes incli B Pruebas estáticas
i, tal como naciones de las curvas en la gráfica.
, se puede En la Fig. 1V-33 se presenta otra comparación de Con relación a la Fig. IV-3 ya se comentó que en
tríeos secos interés entre las pruebas Proctor (A A S H O ) estándar suelos friedonantes es muy común que las pruebas
tetados con y Proctor (A A S H O ) modificada hechas para 43 sue dinámicas produzcan una curva de compactación con
a figura se los diferentes. El máximo de la curva de compacta una forma inadecuada para la determinación de un
>s pesos vo- dón Proctor (A A SH O ) estándar oscila entre el 85 peso volumétrico seco máximo y una humedad ópti
a cada sue- y el 97% del máximo correspondiente a la prueba ma. También se d ijo que para este tipo de suelo
roduce una modificada; el tipo del suelo es el factor prinapal existen otras pruebas de compactación en las que
logarítmica para definir la relación entre ambas pruebas. Es no usualmente se define una curva de compactación de
resalta una table el acercamiento que ocurre entre los resultados forma típica, adaptada a los fines que se persiguen.
n los resul- de las dos pruebas en materiales granulares. Una de éstas es la prueba de compactación está
efecto que | Para finalizar la información que se ofrece en tor tica, que introdujo O. J. Porter y que alcanzó su for
de la ener- no a las pruebas dinámicas, en la tabla IV-14 se pre ma definitiva alrededor de 1935. En ella se compacta
O estándar sentan resultados de compactación en varios tipos de al suelo colocándolo dentro de un molde dlíndrico
cuenta que suelos correspondientes a varias pruebas y a diversos de 15.24 cm (6 ") de diámetro; el suelo se dispone
nilogarítmi- equipos de compactadón de campo. La tabla está en tres capas, acomodándolo con 25 golpes de una
reíos la efi- tomada de la Ref. 37 y en ella se ve claramente la varilla con punta de bala, lo que no significa una
: compacta- diferenaa grande que se puede obtener para un mis compactación intensa, pues la varilla es ligera y la
opera a ro mo suelo, tanto en peso volumétrico seco máximo altura de caída, que no está especificada, es la míni
como en contenido óptimo de agua, al aplicar dife ma utilizable por el operador para una manipula-
en muchos rentes métodos de compactación; la relatividad de d ó n cómoda. L a compactación propiamente dicha se
de compac- los dos conceptos anteriores resalta como evidente logra al aplicar al conjunto de las tres capas una pre-
198 Compactación de suelos
Tabla IV 14
Com paración de pesos volum étricos m áxim os y humedades óptimas obtenidas con distintas pruebas
de laboratorio y varios equipos de cam po
T ;i p o d e S u e l o Mezcla de arena,
grava y arcilla Suelos
Arcilla franca Arcilla limosa Arcilla arenosa Arena
Tipo de P.V.S. Humedad P.V.S. Humedad P.V.S. Humedad P.V.S. Humedad P.V.S. Humedad
prueba máx óptima máx. óptima máx. óptima máx. óptima máx. óptima l
T/M3 % T¡M3 % T/M3 % T/M3 % T/M3 %
3
Británica están
4
dar 1.560 26 1.670 21 1.850 14 1.940 11 2.080 9
5
Proctor
6
7
(AASH O ) modi»
ficada 1.810 17 1.930 14 2.050 11 2.080 9 2.220 7
8
R odillo liso de' 9
1.520 ' 21 1.770 17 1.830 16 2.060 10 2.150 8
2.5 ton
10
R odillo liso de
7.5 ton 1.670 20 1.780 16 1.860 14 2.120 8 2.220 7 11
R odillo neumá 12
tico 1.575 25 1.670 20 1.780 19 2.040 11 2.020 7
13
R odillo pata de
cabra (vástago b 14
de Fig. IV-4) 1.720 16 1.860 14 1.910 12 2.080 6
15
R odillo pata de
cabra (vástago a 16
de Fig'. 'IV-4) 1.720 15 1.850 14 1.920 12 2.060 5
17
Plataforma vi
bratoria manual
de 450 kg 1.720- • 17 1.760 15 1.860 13 2.050 10 2.180 7
sión de 140.6 kg/cm2, la cual se mantiene durante un nulométricos importantes durante la prueba, lo que
minuto. Los detalles de la prueba se incluyen en el contribuye a poner en entredicho su representati Com parack
anexo IV-c de este capítulo; se menciona allí la m o vidad.
dalidad adoptada por la Secretaría de Obras Pú bli Hubo una época en que se pensó que una prueba
cas, que ésta utiliza con frecuencia para controlar los estática representaría bien al efecto de un rodillo
trabajos de compactación de campo con suelos pre liso, cuando era costumbre usar estos equipos en sue Suelo
dominantemente friccionantes (prueba Porter S O P ). los friccionantes; de ahí vino la idea de que, mien
Com o se ve, la prueba de compactación estática tras las pruebas dinámicas representaban m ejor I
es tan antigua como las dinámicas; si bien no se ha procesos de compactación en arcillas, las estáticas eran 1. SP
2. SW-SM
extendido tanto como éstas ni es de aplicación tan más apropiadas en arenas y gravas. Independiente
3. SW-SM
universal, tiene en su favor de igual manera el fac mente de que esta afirmación se basaba en una in 4. SM-SC
tor de tradición y costumbre. Además, la prueba clá tuición nunca comprobada, hasta donde llega el co 5. C L-M L
sica estática estaba ligada con la prueba de valor re nocimiento de los autores de este libro, la idea carece 6. CH
lativo soporte (C .B .R .), muy usada en pavimentos, hoy de base, pues, como se dijo, los suelos friccio 7. CH
y ésta es, quizá, otra razón de su supervivencia en nantes se compactan en el campo con el empleo de
la tecnología de muchas instituciones. otros sistemas.
Es bastante dudoso, pero está relativamente poco En la Ref. 39 A gu irre Menchaca presentó los re
estudiado, que una prueba estática tenga un buen sultados de un estudio comparativo sobre los logros
índice de representatividad respecto a cualquier pro de la prueba estática en relación a los de las pruebas
ceso de compactación en el campo. L a aplicación de dinámicas. El estudio abarcó 17 suelos, desde gravas
presión, que de por sí no es un método eficiente para hasta arcillas de alta plasticidad. La tabla IV-15 mues 8. GW-GN
compactar suelos friccionantes (que es a los que mu tra las características principales de los 17 suelos que 9. GW-GN
10. GM
chas veces se les aplica la ..prueba estática), no con se estudiaron.
U. GM
sidera ni la vibración ni ninguno de los métodos mo En la tabla IV - 16 se muestran los pesos voluffl^ 12. GW-GC
dernos de compactación de estos suelos en el campo; tríeos secos máximos obtenidos y las humedades óp 13. GW-GC
además, hay razones para pensar que la aplicación timas correspondientes a cada una de las pruebas rea
de una presión estática puede producir cambios gra- lizadas a los diferentes suelos. Nótese que en los sufr
Pruebas de compactación en el laboratorio 190
T ab la IV-15
T ab la IV-16
Com paradón de resultados entre las pruebas estática y dinámicas. Resumen de pesos volumétricos secos máximos
y humedades óptimas. Arenas y suelos finos
Vd V Y«i w w XV
Td w VJ
1. SP 1555 17.1 1556 17j0 1645 16.8 1630 153 1640 15.4
2. SW-SM 1640 16.8 1645 15.0 1720 14.0 1730 153 1765 12J2
3. SW-SM 1785 14.7 1792 14.3 1800 123 1910 JOo 1900 12.0
4. SM-SC 1830 14.0 1850 13.7 1900 115 1912 12.0 1940 113
5. CL-ML 1558 22.0 1610 19.8 1745 153 1675 173 1740 16.7
6. CH 1312 31.8 1380 30.4 1713 18.9 1510 25.4 1540 243
7. CH 1290 32.2 1320 32.4 1630 21.8 1450 26.1 1515 233
Gravas
£-4 E -6 P M í M -6
Copyrighted material
200 Compaclación de suelos
T a b la IV-16 (Continuación)
14. CC 1892 12.6 1916 12.0 2098 10.4 2077 93 2072 8.8
15. CC 1895 11.0 1887 11.6 2052 10.1 2020 9.6 2018 93
N o to : Los valores anotados en las columnas correspondientes a pesos voluméuicos máximos (y j¡ y humedad óptima {u<)
representan el promedio de 5 ensayes.
Los «alores de y d están en kg/m3 y los tle ir, en porcentaje.
los finos se usó el molde de la prueba miniatura de P o r último, en las arcillas de alta plasticidad los
Harvard (m olde de 2* de diám etro), pero al suelo resultados obtenidos con la prueba Porter superan en
se le hizo una prueba con impactos de un pisón. forma notable (hasta en un 10% ) a los de la prueba
Las principales conclusiones del estudio estriban Proctor (A A S H O ) modificada, según lo muestra la
en establecer que en las arenas gruesas y gravas, lim Fig. IV-36.
pias o con finos no plásticos, los resultados de la En la Fig. 1V-37 (R ef. 59) se presenta el resulta
prueba Porter SOP son similares a los obtenidos para d o de otra comparación entre las pruebas de com
los mismos suelos con la prueba Proctor (A A S H O ) pactación Proctor SO P y Porter SOP, variantes que
estándar (ver Fig. IV -3 4 ). utiliza la Secretaría de Obras Públicas, de M éxico, y de
En las arcillas de mediana plasticidad, en las are las qu e ya se ha hablado. En la Figura aparecen dos
nas finas con cualquier dase de finos, en las arenas correlaciones. L a primera entre el cociente y «i Proctot
gruesas con finos plásticos y en las gravas con finos sobre Porter y un número que se obtiene al mul
plásticos, los resultados de la prueba estática son tiplicar el índice plástico del suelo por su porcen
comparables a los de la prueba Proctor (A A S H O ) taje de partículas menores que la malla N * 200. La
modificada, tal como se ve en la Fig. IV-35. segunda correlación se establece entre la misma rela
ción de pesos volumétricos y el equivalente de arena
de los suelos (prueba utilizada en la tecnología de
los pavimentos que se detallará en el capitulo alu
sivo).
Copyright
Pruebas de com ¡utcltirión en el luboralorio 201
En la prueba "miniatura" el efecto de amasado sea el que produzca los espedmenes más representa
se logra al presionar un émbolo de área especificada tivos de los suelos a los que en el campo se aplican
contra la superficie de las diversas capas con las que métodos de compactación con rodillo pata de cabra
se constituye la muestra dentro de un molde, el cual o rodillo neumático.
tiene las dimensiones necesarias para formar un es En el anexo IV-d de este capítulo se detalla el
pédmen apropiado para la realización de pruebas método de compactadón por amasado de Hveem.
triaxiales convencionales; en cualquier aplicación se
transmite al émbolo una presión constante, lo que se
consigue cuando se le adapta un resorte calibrado, D Compactadón por vibración
que permite saber el momento en que se aplica tal
presión. En el anexo IV-d de este capítulo se descri Las pruebas de compactadón con vibradón han
be en detalle la prueba, que sólo se puede realizar interesado a numerosos investigadores en los últimos
en suelos con tamaño máximo de 2 mm, lo que por años (Ref. 43). Muchas de ellas utilizan un molde
otra parte no es un inconveniente grave pues, como Proctor montado en una mesa vibratoria; se estudia
es natural, su campo de aplicabilidad se circunscribe el efecto de la frecuenda, la amplitud y la acelera-
a suelos arcillosos.
dón de la mesa vibratoria, así como la influenda de
Hveem (Ref. 42) desarrolló un compactador me las sobrecargas, de la granulometría del suelo y del
cánico de laboratorio que, sin el operador, forma es contenido de agua. Schaffner (Ref. 44, también ci
pecímenes por medio de un verdadero proceso de tado en la Ref. 43) estudió la compactadón de are
amasado, independientemente de la influencia del nas secas en mesas de vibración. La Fig. IV-38 mues
operador, aun cuando no hay suficientes publicacio tra resultados típicos; puede verse cómo disminuye
nes sobre resultados y conclusiones, que permitan de la reladón de vados con la aceleradón y cómo se
finir la representatividad del compactador (o por lo obtuvieron los máximos pesos volumétricos con fre-
menos no son conocidas por los autores de este libro cuendas del orden de 6 000 r.p.m.
en cantidad suficiente) , toda la intuición ingenieril
Resultados análogos han sido reportados por Se-
inclina a pensar que este método de compactadón
lig (Ref. 44), quien encontró que los máximos pesos
volumétricos se obtienen con aceleradones compren
didas entre lg y 2g y que cuando crece la presión que
se ejerce sobre la arena, se requiere una aceleradón
mayor para alcanzar un cierto peso volumétrico.
Ortigosa y Whitman (Ref. 46) encontraron que
con aceleradones arriba de 2g el peso volumétrico
disminuye otra vez por efectos de la sobrecompacta-
dón, pero si la arena está saturada o húmeda, el
peso volumétrico sigue subiendo aun con acelerado
nes superiores a 3 g (Ref. 47).
FRECUENCIA EN rps
, Op ,
ESPECIMEH.
y para estudiar la degradación estructural de los ma que se pueda obtener sobre resultados comparativos ?.2®
teriales bajo un cierto tipo de carga dinámica. de pruebas de laboratorio y procesos de campo.
Es de esperar que en un futuro próximo se dispon Algunas comparaciones de tal tipo se presentan a
ga de información mucho más completa sobre este continuación.
sistema de compactación.
A Comparación de resulados de pruebas de labo. 200
ratorio con los obtenidos en los procesos de com.
pactación con rodillo pata de cabra
IV-9 CRITERIOS PARA L A SELECCION DE PRUE
BAS DE LABO RATO RIO . COMPARACION DE
L a Fig. IV-41 (Refs. 13 y 58) indica que la cur.
RESULTADOS OBTENIDOS EN EL LABORA
va de campo con rodillo pata de cabra corresponde
TO R IO Y EL CAMPO
a grados de saturación ligeramente mayores que los
correspondientes a una prueba de impactos en el la.
A riesgo de caer en la reiteración, conviene ahora
boratorio (Proctor, A A S H O , estándar). En la misma
hacer una breve recapitulación de los criterios prác
figura se ve una curva correspondiente a una prueba
ticos para elegir una determinada prueba de labora
de amasado (Harvard m iniatura), bastante más pró-
torio que haya de servir como base de proyecto o
xima a la curva de campo. El proceso de compacta
como norma de control de calidad en un proceso
ción a que se refiere la figura se realizó con 12 pa
de compactación; comoquiera que tales criterios sólo
sadas de un rodillo pesado sobre un suelo arcilloso
se basan en la representatividad de las pruebas, se
colocado en capas de 23 cm de espesor en estado Fig u ra IV-42.
insistirá aquí algo en la presentación de información
suelto.
sobre resultados comparativos de procesos de com
La Fig. IV-42 (Refs. 12 y 13) muestra informa
pactación en el campo y en el laboratorio; también
ción análoga correspondiente a los materiales finos
se completarán y sistematizarán algunos datos, sobre
de las tres presas que se citan. El proceso de campo
los cuales ya aparecieron algunos comentarios en pá
se hizo con rodillo pata de cabra pesado y el mate diferencias i
ginas anteriores de este capítulo. pactación p<
rial fue una arcilla tendida en capas de 20 cm de
El problema de la selección de la prueba de labo
espesor suelto. estas última
ratorio apropiada puede expresarse en términos sen
Los datos de las Figs. IV-41 y IV-42 deben com tienen en p
cillos, pues se trata de elegir la prueba que por re
pararse con los de la Fig. IV-43 (Refs. 13 y 15), que 2. Para
producir la relación entre pesos volumétricos y con
presenta resultados análogos, pero con un rodillo óptimos de
tenidos de agua y la estructura del suelo en el cam
pata de cabra ligero. Nótese que en este último caso con la que s
po, permita estudiar el efecto de las condidones de
se invierten las posiciones relativas de las curvas de Proctor, qui
compactadón en los suelos particulares que vayan a
óptimos de campo y de laboratorio. Una presión del Las curvas
usarse, con el fin de definir en forma radonal las
rodillo del orden 25 kg/cm2 distingue al equipo lige tipo Harvar
condiciones en que se lleve a cabo el proceso de com
ro del pesado para los efectos que aquí se discuten. las curvas d
pactación de campo (R ef. 13).
En el caso de los suelos finos, con pruebas de Los datos en las Refs. 12, 13, 14 y 15 se resumen Por desg
amasado se logra la máxima aproximadón a la es en la Ref. 13 en las siguientes conclusiones. relación a e
tructura del suelo que se vaya a compactar; esto se 1. Para presiones entre 8 y 18 kg/cm2 la línea
de óptimos de la compactación de campo queda lige 24
ha comprobado por comparación de propiedades me
cánicas (Ref. 57). L a compactadón por impactos es ramente a la izquierda de la correspondiente a una
menos apropiada y menos representativa, pero es pro prueba de impactos tipo Proctor. Son mayores las
bablemente aceptable en la tecnología de Vías T e 22
rrestres, sobre todo con fines de control de calidad; (.90
la mayor parte de las diferendas con respecto a la
Proctor es tondar / í — 'K Comjocloctón de campo
compactadón de campo quedan seguramente dentro
\ *á
¿¿20
i/)
de las variadones y desviaciones de los procesos cons * 180 8
tructivos prácticos (Ref. 13). o GC
O
UJ
D e esta manera, la selección de la prueba patrón i/i
de laboratorio se reduce a escoger la energía de com 8 170
3
pactadón que mejor reproduzca la reladón entre el s >
h
UJ
peso volumétrico y los contenidos de agua que se 2 \ Harvard m iniatura 9
espera en el campo. Nótese que se recomienda siem g 1.60 \\ i SOpisonodas de 9 kg. en
UJ
O.
oda una de 10 copos)
pre el uso de una pueba de amasado o, cuando me «Q
nos, dinámica, y se considera poco apropiado utili it
zar una prueba estática, cuya representatividad, como 150,
10 15 20 25
se dijo, es mucho más problemática. CONTENIDO DE AGUA DE COMPACTACIÓN, %
"
S
:os en el la- O
o O 10% 0E VACIOS CON AIRE
!n la misma > 1.60 ■
Preso
una prueba Q . \
</) Trento'n
te más pró- «í
EL Presión rodill s 34 kg/cm? 5 10
i. 60
e compacta- 10 15 20 HUMEDAD, %
con 12 pa- CONTENIDO DE AGUA, % Figura IV-44. Comparación de curvas de compactadón de cam
:1o arcilloso po (rodillo “ pata de cabra” ligero) y de labo
• en estado F ig u r a IV-42. Comparación de curvas de compactación de cam ratorio (prueba británica estándar) (Refs. 14
po (rodillo “ pata de cabra” de alta presión no
y i5)-
minal) y de laboratorio (Proctor estándar para
ra informa- material que pasa la malla Núm. 4) (Refs. 12
ríales finos compactadores por amasado, que por cierto se u tili
y In
> de campo zan más ahora.
y el mate- diferencias entre las curvas de campo y las de com En la Fig. IV-44 (Refs. 14 y 15) se comparan las
20 cm de pactación por amasado tipo miniatura Harvard, pues curvas de compactación de campo de los cuatro sue
estas últimas quedan a la derecha de las que se ob los que se indican, con los valores obtenidos en el
deben com- tienen en pruebas dinámicas. laboratorio por medio de la prueba británica están
y 15), que 2. Para presiones de 18 a 35 kg/cm2 la línea de dar (muy similar a la Proctor, A A S H O , estándar). El
óptimos de la compactación de campo casi coincide proceso de campo se llevó a cabo con un rodillo pata
un rodillo
último caso con la que se obtiene en una prueba de impactos tipo de cabra ligero (8 kg/cm2 de presión de contacto),
Proctor, quedando ligeram ente a la derecha de ella. con 64 pasadas y 75 cm2 de área de contacto del vás
¡ curvas de
Las curvas de amasado correspondientes a pruebas tago. Desde luego se mantiene la tendencia señalada
presión del
tipo Harvard miniatura prácticamente coinciden con en párrafos anteriores, pero se ve que no es consis
rquipo lige-
las curvas de campo. tente la relación entre los pesos volumétricos m áxi
¡e discuten,
mos que se obtuvieron en campo y en el laboratorio
se resumen Por desgracia no hay suficiente inform ación con
relación a especímenes producidos con otros tipos de para los cuatro suelos. Obsérvese que la Fig. IV-44
es.
se refiere a la misma investigación que la Fig. IV-43.
a2 la línea
240 L a inform ación comparativa entre los resultados
queda lige- |- Grava -arena arcilla
de los procesos de compactación de campo con ro
;nte a una 2 Arcilla arenosa
3 Arcilla limosa dillo pata de cabra y los de pruebas de laboratorio
íayores las \\\ ' W \ V 4 Arcilla plástico
\ se complementa con los datos que se ofrecen en la
220
\ ^ Fig. IV-45 (R ef. 15). Las pruebas dinámicas que se
V \ 2
\ \ \\ Proctor modificado comparan son la Proctor (A A S H O ) modificada (1 ),
\ N
o \ V \\ f' la estándar (3) y una prueba de impactos con energía
t campo
200 * \
intermedia (2 ); la línea de óptimos que se obtuvo
8 o\ 2 v \ con base en las tres pruebas representa las condicio
cc
nes de compactación que puede esperarse al emplear
180 en el laboratorio tal tipo de pruebas, en el rango de
*3*/T
2.001-----
1.80-----
NI.
£
1.60 -----
c
|2
10
o 2 .2 0 -------
O
ui
(0 _______
o
u
X 2 . 0 0 --------
ui
2
D
J
Figura IV-47. Comparación de curvas de compactación de O
Figura IV-45. Comparación entre los resultados de un proce >
campo (rodillo neumático) y de laboratorio
so de compactación de campo con rod illo "pata
(Proctor estándar) (R ef. 13). O l 80----
de cabra” y pruebas dinámicas (R ef. 15). 10
UJ
Q. ___
de óptim os a que se refiere el párrafo anterior al au
d o de compactación de cam po con base en una prue | 2.40’ -----
mentar la energía de compactación. En la Fig. IV-49
ba de laboratorio escogida sin realizar previam ente X
se muestra la influencia del tip o de suelo en estos <
un estudio para determ inar la relación entre ambos 2
aspectos.
métodos de compactación.
C om o se ve, en los procesos de compactación con
B Comparación de resultados de pruebas de labora rodillos neumáticos ía curva de óptim os se localiza 220 ------
torio con los obtenidos en los procesos d e com a la derecha de la obtenida con pruebas dinámicas,
pactación con rod illos neumáticos para un am plio rango de presiones de inflado en los
rodillos. Es razonable pensar qu e las pruebas de ama
Las Figs. IV-46 y IV-47 (R ef. 13) hacen ver que sado reproduzcan m ejor las curvas de campo de los 2.00 -------
para un suelo dado la línea de óptim os de los proce rodillos neumáticos que las dinámicas, pero es segu
0
sos de campo con rod illos neumáticos con presiones ro que n o será grande la diferencia entre ambos ti
de in flad o comprendidas entre 2.80 y 10.50 kg/cm2 pos de pruebas. Figura IV-49.
queda siempre a la derecha de la línea d e óptim os
correspondiente a pruebas dinámicas de laboratorio.
IV-10 PROPIEDADES M ECANICAS DE LAS ARENAS
C O M PAC TAD AS da al esfu
dijo, una c
Si, por ejem plo, en un aparato de corte directo tico” , tal cc
se prueba una arena suelta para obtener su resisten- Para produ
esfuerzos ta
2j00
NOTA-los números indican ba, una ar
la presiín de inflo— fuerzo-defoi
2
X5-i6\,
do ■n kj/cm? y el
número de pasadas ce en dich;
creciente p
190 'o|Q5-8\0 0
>\ V ° vez que se
\ w * \ % éste puede
o
o
Laboratorio
\\\ \6.3-l v
6\ cP crecer (con
cc V ^63-8 y
•— ya que esta
ÜJ 2 \ f¡5.3-4\
s \ \ \
Z> i.eo \ \ plicarse en
6 pacta es pi
1-Proctor modi ¡coda \
O -8 los granos,
Figura IV-46. Comparación de curvas de compactación de cam CO
2 Intermedia 3 Ve53.5-4
po (rodillo neumático) y de laboratorio (Proc K 3-Proctor están dor ' do unos sol
tor estándar) para una arcilla arenosa ( L L = 1 8 , 1.70 roto la tra
L P = 16) (R ef. 13). 15 20 25
CONTENIDO DE AGUA, % cilita mucli
rio, en arei
Figura IV-48. Comparación de curvas de óptimos de camp®
L a Fig. IV-48 (Refs. 13 y 15) indica qu e dismi e inestable
(rodillo neumático) y de laboratorio (impactos
nuye la diferencia en la posición de las dos curvas tipo Proctor) (Refs. 13 y 15). pero éste i
Propiedades mecánicas de los suelos finos compactados 207
Gopyrighted materi
208 Compactación de suelos
mentó que se obtenga podrá tomarse en cuenta en pulsión entre los estratos positivos de las dobles ca- donde Gw y
un proyecto, pues la susceptibilidad a la falla pro pas eléctricas de cada partícula. Las fuerzas de repu], pecífico reí;
gresiva y lo irregular de cualquier distribución real sión son función exponencial de la distancia entre mite dibuja
de esfuerzos harán que la falla se produzca a nive partículas y aumentan al disminuir la concentración va correspo
les de esfuerzos menores que la resistencia máxima. ue electrólitos. Las fuerzas de Van der Waals son in. Ya se di
L a compresibilidad de las arenas compactadas dependientes de la concentración de electrólitos. rápidamenti
también disminuye mucho respecto a la de las are L a Fig. IV-51 (R ef. 13) muestra dos arreglos ex timo, pero
nas sueltas. A este respecto, el lector debe consultar tremos de las partículas sólidas, entre los que puede agua arriba
el capítulo 1 para tener muy presentes los problemas variar un suelo arcilloso real. Fig. IV -7 ).
de compresibilidad de arenas y suelos gruesos a altas L a estructura queda determinada por dos facto-
presiones. res principales, que son la magnitud relativa de las c. En la
Un efecto que merece más atención de la que se fuerzas de atracción y repulsión de las partículas y Cuando
le ha dedicado hasta el presente es la degradación el m onto de la deform ación angular que el suelo desarrollo d
estructural que sufren muchos suelos gruesos, por el haya sufrido. A mayor repulsión y mayor deforma ción de ion»
proceso de compactadón, lo que se traduce en cam ción angular corresponde un mayor grado de orien den pequen
bios importantes en su granulometría, de manera que tación de las partículas. esfuerzos e f
la que se obtiene en el campo no es la misma que se Se analiza a continuación, siempre según la Ref. cía, se tend
obtuvo en el laboratorio. Aparte de los cambios en 13, el efecto de las condiciones de compactación en formación y
resistencia y compresibilidad que esto puede produ las variables que gobiernan el comportamiento me Si aumei
cir (los que tal vez no serán de excesiva importan cánico (peso volumétrico seco, grado de saturación y zas de repu)
cia en la mayoría de los casos prácticos excepto, tal grado de orientación de las partículas). Las condi con lo que
vez, en las bases de los pavimentos flexibles) pueden te ciones que se consideran son el contenido de agua, formación,
nerse efectos substanciales en los contenidos óptimos la energía de compactación, el procedimiento de com iguales, un
de asfalto en materiales de bases tratadas con este pactación, el método de preparación del suelo y la de agua su
material o de carpetas. Es claro que el efecto será proporción y características de la fracción no arci alcanzará ui
más notable cuanto más deleznables sean las partícu llosa. tación. Con
las del material que se compacta. En la R ef. 39 el grado de
A g u irre . M enchaca presenta curvas granulométricas 1 Efecto del contenido de agua variar la en
de materiales gruesos compactados en el laboratorio gía habrá n
por diferentes procedimientos; en algunos casos los a. En el peso volum étrico seco de las partí»
efectos de la degradación estructural son bastante
Y a quedó debidamente establecido en páginas an
importantes (p or ejem plo, de 9% de m aterial menor 2 Efecto d»
teriores de este capítulo. El máxim o peso volumétri
que la malla 200 en condición original a 18% des
pués de la com pactación). co seco se alcanza con el contenido de agua óptimo a. En el
(Fig. IV - 1 ).
En la Fi¡
va de comp
IV-11 PROPIEDADES MECANICAS DE LOS SUELOS b. En el grado de saturación. Al aumentar
FINOS COMPACTADOS trico será tai
Este efecto también se puede ver en la curva de
de agua del
E l estudio de las propiedades de los suelos finos compactación. Para cualquier par de valores y¿ — w,
que se aplic
compactados requiere un análisis previo de la in G w puede calcularse con la expresión
perior al óp
fluencia de las variables de compactación que condi angular, per»
cionan las propiedades mecánicas de dichos suelos; a que un si
(4-7)
estas variables son su relación de vacíos (o peso vo ss Tw — 'id deformable
lumétrico seco), su grado de saturación y la estruc tanto, fase f¡
turación que adquieren sus partículas sólidas. Mu
cha de la inform ación que se presenta a continuación b. En el
procede de la excelente R ef. 13; se puede encontrar
Durante
información complementaria en las referencias 53, 54,
de agua de
55, 56 y especialmente en la 60.
manera que
Ya se ha hablado en el capítulo 1 de esta obra
menta la ene
de la interacción entre las fases sólida y líquida de
peso volumé
un sistema agua, aire y arcilla. Se vio que cada cris
Cuando e
tal de arcilla parece comportarse como si tuviese una
perior al ópt
carga eléctrica negativa, atrayendo una atmósfera de
tación result;
iones positivos (doble capa eléctrica).
Además de esa interacción existe otra de partícu c. En la
la a partícula, debido a fuerzas de acción a distan Figura 1V-51. Estructuras extremas de un suelo arcilloso: 3)
cia; estas fuerzas se componen de una atracción elec alto grado de orientación de partículas; b) bajo La energi
tromagnética (fuerzas de Van der W aals) y una re grado de orientación de partículas (R ef. 13)' reducir su ve
Propiedades mecánicas de los suelos finos compaclados 209
dobles ca. i0jjde G w y w están en jx»rcentaje y Ss es el peso es P o r tanto, el aumento de la energía de compactación
¡ de repu], pecífico relativo de los sólidos. L a expresión 4-7 per produce una orientación adicional de las partículas
ncia entre mite dibujar en el diagrama de compactación la cur de arcilla, que es una función creciente del conteni
centración va correspondiente a cualquier grado de saturación. do de agua; si el suelo tiene una humedad superior
ais son in. Ya se d ijo que el grado de saturación disminuye a la óptima, todo aumento de la energía de compac
ólitos. rápidamente para contenidos de agua abajo del óp tación se empleará en acercar al suelo a la condición
rreglos ex- timo, pero que es casi constante para contenidos de de dispersión extrema que se muestra en la Fig.
que puede a«ia arriba de dicho límite (ver, por ejemplo, la lV-51a.
Fig. IV-7).
dos facto- 3 Efecto del método de compactación
c. En la estructura.
iv a de las
articulas v Cuando el contenido de agua es bajo, se limita el Desgraciadamente no es posible comparar los d i
e el suelo desarrollo de la doble capa eléctrica y la concentra versos métodos de compactación que se utilizan al
r deforma- ción de iones es muy alta. A esta situación correspon mismo nivel de energía de compactación, pues, como
' de orien- den pequeñas repulsiones entre las partículas y altos ya se explicó, éste no puede cuantificarse con preci
esfuerzos efectivos por capilaridad; como consecuen sión en cada caso y se ve afectado por factores im
An la Ref. cia, se tendrá un suelo con alta resistencia a la de ponderables que influyen en la eficiencia de los pro
ctación en formación y bajo grado de orientación de partículas. cesos. L o que se hace es comparar los procedimientos
liento me- Si aumenta el contenido de agua, crecen las fuer que llevan al suelo al mismo peso volum étrico seco
turación v zas de repulsión y disminuyen los esfuerzos capilares, y con el mismo contenido de agua. En tales condi
Las condi- con lo que se reduce la resistencia del suelo a la de ciones, se espera que la diferencia de propiedades
> de agua, formación. Con método y energía de compactación del suelo que pueda obtenerse se deba únicamente
to de com- iguales, un suelo compactado con m ayor contenido a una diferencia en las estructuras, la cual sería atri-
suelo y la de agua sufrirá mayores deformaciones angulares y buible sólo a diferencias en la magnitud de las de
i no arci- alcanzará una estructura con mayor grado de orien formaciones angulares inducidas por el m étodo de
tación. Con un mayor contenido de agua, aumenta compactación.
el grado de orientación de las partículas. Si se hace En el laboratorio, a mismo peso volum étrico y
variar la energía de compactación, con mayor ener mismo contenido de agua, el máximo grado d e orien
gía habrá más tendencia a lograr mayor orientación tación de las partículas se logra por amasado y
de las partículas. el m ínim o por compactación estática. En la R ef. 63,
láginas an- de la que se reproduce la Fig. IV-52, se presenta una
volumétri- 2 Efecto de la energía de compactación interesante investigación en la que se hace ver que
ua óptimo con compactación estática una arcilla conserva una
a. En el peso volumétrico seco.
estructura completamente floculada en toda la curva
En la Fig. IV-7 ya se mostró cómo cambia la cur
va de compactación al variar la energía específica.
Al aumentar la energía, el aumento de peso volumé
trico será tanto mayor cuanto menor sea el contenido
t curva de
de agua del suelo; cualquier incremento de energía
« Td - vi,
que se aplica a un suelo con contenido de agua su
perior al óptim o se utiliza en producir deformación
angular, pero no reducción de volumen; esto se debe
(4-7) a que un suelo con contenido de agua alto es más
deformable y tiene bajo contenido de aire y, por
tanto, fase fluida menos compresible.
b. En el grado de saturación.
Gw =80 %
L
3
o
-Peso ■
Re!, o
toda la curva. En una prueba de compactación por
de are na y arcilla poco
impactos, una estructura inicialmente floculada a con plástic a
5 20
tenidos de agua muy bajos, se va tornando dispersa a a 13.7
0 5 10 15 20
medida que la curva de compactación progresa con CONTENIDO DE AGUA, %
SO
humedades crecientes, alcanzándose una estructura to
talmente orientada sólo con humedades mayores que Figura IV-53. Curvas correspondientes al óptimo contenido de
la óptima, ya en la rama húmeda de la curva. agua de un mismo suelo para compactación pot Figura IV-55.
Es evidente que de lo anterior pueden extraerse impactos (tipo Proctor) y por amasado (tipo
Harvard miniatura) (Ref. 13).
conclusiones que trascienden en mucho al aspecto me
ramente académico de la investigación. A estructuras
dim iento de compactación de laboratorio en que la Como se i
tan diferentes en el suelo han de corresponder propie
fracción retenida en una m alla (muchas veces la de la permeabili
dades fundamentales también muy diferentes (ello se
3/4") se substituye por el mismo peso de material el cuadrado i
comprobará en las páginas siguientes). Por otra par
que pasa por dicha malla y lo retiene la N? 4; si tal La variac
te, casi todos los procesos de compactación de campo
m étodo se aplica, se obtienen resultados que pudie dad del suel<
más usados, excluyendo la vibración, desgraciada
ran desviarse significativamente de lo que ocurra en tipo que se r
mente no incluida en la investigación anterior, inclu
el campo. En la Fig.
yen en mayor o menor grado efectos de amasado, en
tanto que la compactación estática del laboratorio no 5 Efecto de la preparación de la muestra del grado de
puede considerarse representativa de ningún método arcillas comp
Com o ya se ha indicado, los dos factores que más cho grado di
actual de campo. De esta manera, puede ya intuirse
influyen son el reuso y el logro de una homogénea el efecto de
que una prueba de compactación estática no podrá
distribución del contenido de agua. tropía (dismi
considerarse representativa de ningún proceso de com
Se analizan a continuación las propiedades más partículas), ;
pactación de campo y, por ende, el uso de una prueba
importantes de los suelos finos compactados. rante 21 días
estática de laboratorio para estudio de suelos con fi
nes de proyectar una estructura de tierra deberá cues A Permeabilidad La estruc
tionarse seriamente. la permeabili
L a permeabilidad de un suelo compactado, como
En el campo, el rodillo pata de cabra produce Refs. 13 y 6
sus otras propiedades mecánicas, depende de su rela
mayor orientación de las partículas que el neumá
ción de vacíos (o su peso volumétrico seco), de su
tico.
estructura y de su grado de saturación.
Una diferenda bien conocida entre las pruebas
de laboratorio por amasado y por impactos es que lil
5
el lugar geométrico de los óptimos corresponde a gra GC o>
Lü o
dos de saturación mayores en el primer caso que en CL V)
lü V,
el segundo. Q. E icr7
En la Fig. IV-53 (R ef. 13) se propordon a el or z 5
ID
den de magnitud de dicha diferencia en el caso de C
una arcilla arenosa poco plástica y bien graduada;
en suelos más plásticos la diferenda puede ser mayor.
1
\ l Contei ido de COMPACTACION 0£ CAMPO
I0*1 tfptimo— (Feuweqtilidod fcwizonM)
cc
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5 l\k “ Compacto»oon estático
O. « 1
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COMPACTACIONOELABORATORIO.
s «- 5 V j (Permeobilidod horizontal)
G por am o ¡ o d o - j - " ’*
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C 0N TEM D 0 0 E AGUA %
IS 20 26 COMPACTACION DE CAMPO
(Permeobilidod vertical)
COmhUÍTaCBWDE LABOMTÜ
—f - ,(Permeobiidod m t icofl
Qhte rial
212 C o m p a c ta c ió n de suelos
í
las partículas, sin que cambie su distancia mínima En segundo lugar, bajo presiones pequeñas,
to de vista del
por aumento del grado de orientación. coeficiente de com presibilidad del suelo compacta^!
L a segunda componente sólo opera cuando ocu en el lado seco es m enor que el del suelo que % más peligrosos
La Fig. 1\
rre una compresión en el suelo, y es irreversible, dada compactó en el lado húmedo, pero esta situación gi
la com plejidad estructural de un suelo compactado, invierte bajo presiones grandes. Esto se debe a que compresibilida
bajo poca presión ocurren cambios insignificantes arena arcillosa
de manera que las expansiones pueden atribuirse casi
el grado de orientación de las partículas de las dos de un lado di]
exclusivamente a la primera componente (R ef. 13).
formación cori
Si se compactan dos muestras de un suelo arci muestras, y al ser m ayor en la muestra 2 la distanci;
m ínim a entre partículas, la resistencia que oponen res para suelo
lloso con los mismos métodos y energías y al mismo
para aproximarse es más grande en esta muestra que Una vez q
peso volum étrico seco, pero em pleando en un caso
en la 1 ; bajo grandes presiones, en la muestra 1 (de parte de la esi
una humedad menor que la óptim a y en el otro ma
lado seco) ocurren deformaciones volumétricas debi una serie de c
yor, se obtiene un comportamiento en procesos de
das al aumento del grado de orientación de las par ciones de satu
carga en que se mida la deform ación volumétrica,
tículas por colapso, que no tienen lugar en la mués más o menos
como el que se muestra en la Fig. IV-58.
tra 2 . sobre los que
En prim er lugar, la muestra que se compactó en
que son m uy
el lado húmedo (muestra 2 ) exhibe una curva de B ajo presiones muy altas ambas muestras llegan
rio, incluso cu
compresibilidad con la forma típica regular que co a la misma relación de vacíos, pues en las dos se
rresponde al tipo de suelo de la prueba (arcilloso), Las circun
llega a una estructuración similar.
en tanto que la muestra 1 , compactada del lado bios son (R e í
En la muestra compactada en la rama seca es mu
seco, presenta una curva de compresibilidad que se sión debido a
cho mayor la expansión libre que tiene lugar al per
diría compuesta de dos curvas convencionales. En el aumento er
m itir a las muestras absorber agua (Fig. IV-58a).
suelos que se compactaron por amasado, se ha obser pansión, depe
Esto se debe a que la distancia m ínim a entre par
vado que la presión a la que aparece la transición, agua de co m j
con variación brusca de pendiente, es ligeramente
tículas es mucho m enor en la muestra compactada
en el lado seco; por tanto, las repulsiones netas resul
miento (en h
menor que el esfuerzo de com pactadón (R ef. 64). deben esperar
tan también mucho mayores. L a expansibilidad crece
A l parecer el aumento del coeficiente de compresibi con la energía de compactación. 28
lidad (pendiente abrupta) se debe al predom inio de
Resulta d ifícil decir si un suelo que se compacte C0NTENI000E
la tendencia a la aproximación de las partículas con DE LA EXPAN
de un lado del óp tim o tendrá m ejor o peor compor 26
aumento del grado de compactación.
tamiento, en lo que se refiere a compresibilidad, que
otro que se compacte en el lado opuesto. En cada
24
caso la decisión al respecto debe basarse en las carac
terísticas del terraplén en que se usará el suelo. La
compresibilidad es m enor del lado seco (Fig. IV-59) O
CL
22 HUMEDADC
LA SATUi
pero la compactación del lado húmedo producirá un 2 VOLUMEN (
<
material más flexible, capaz de adaptarse m ejor a ° 20
I
^ 1.85
i
v>
§1 7 5
PRESION OE CONSOLIDACION
(Escola aritmética)
b) Curvas relación devacíos-presion
►equeñas, 4
to de vista del agrietam iento, en general son tam bién compactados aproxim adam ente en su hum edad óp ti
compacta^
más peligrosos los suelos compactados del lado seco. m a y bajo cargas de 10 m de te rra p lé n ), y finalm en
aelo que $
te la contracción causada por dism inución d e l conte
situación % La Fig. IV-59 (R e f. 28) muestra las curvas de
n id o de agua. L a F ig. IV-60 (Refs. 3 y 60) muestra
compresibilidad obtenidas en dos muestras de una
debe a qu(
arena arcillosa, cada una de las cuales se com pactó los cambios en contenidos de agua q u e pueden ocu
iíficantes en
de un lado diferente de la hum edad óptim a; esta in rrir en el suelo fin o compactado (la figu ra refleja un
; ele las doj
formación corrobora lo expuesto en párrafos anterio caso p a rtic u la r); la expansión está relacionada con
la distancia
res para suelos arcillosos en general. el grado de orien tación de la estructura de la arci
ju e oponen
Una vez que el suelo ha sido compactado com o lla. E l m áxim o peso volum étrico seco qu e el suelo
nuestra qu{
parte de la estructura del terraplén, se inicia para él conserva en cu alqu ier circunstancia se ob tien e cuan
estra 1 (de|
una serie de cambios en contenido de agua y condi do se compacta cerca del contenido de agua óptim o
kricas deb¡.
correspondiente al m étodo y energía de compacta
de las par. ciones de saturación, cambios de volum en y cambios
más o menos transitorios en estados de esfuerzos, ción que se usen.
en la mués
sobre los qu e existe poca in form ación cuantitativa y
que son m uy difíciles de reprodu cir en el laborato
stras llegan
rio, incluso cualitativamente.
. las dos se
Las circunstancias que más in flu yen en esos cam
bios son (R e f. 3) el aum ento de esfuerzo y com pre
s e c a es mu-
sión debid o al suelo que va siendo colocado encima,
u g a r a l per*
el aumento en contenido de agua y compresión o ex
g . IV -58 a ).
pansión, dependiendo esto ú ltim o del contenido de
e n t r e par-
agua de compactación y de las presiones de confina
•co m p actad a
miento (en la R ef. 65 Bishop y H en kel señalan que AMASADO
n e t a s resul-
deben esperarse expansiones aun en suelos arcillosos
i l i d a d crece
ESTATICA
AUMENTALA ^ AUMENTALA
»e com pacte CONTENIO*50EAGUADESPUESv FLOCUlAaONH* ^ DISPERSION
DELA EXP A N S K )N J _ ^ \ AMASADO
í o r compor- A ....... .
j i l i d a d , que
o. En cada
:n l a s carao
i 13
HUMEDAD DE COMPACTACION
17
íl s u e lo . La INCREMENl\. ^ •1
X ^ A. 1
F i g . IV-59), HUMEO/) DDESPUES DE .
LA SA ruRACiON a 1
r o d u c ir á un 1
VOLUME NCONSTANTE-/^ 1
se m e jo r a 1
1
1
e n terraple-
1
a l t u r a s pue- 1
^INCREMENTODEHUMED¿ol|§? 1
§P0R SATURACION^W^ AMASADO 1
ís d e e l pun- 1
CONST^^pr 1
o HUMEDA! INICIAL.
¡
5
AMASADC ES ATICA
------
~"E5tS*hca
¡¡ HUMEDAD DE COMPACTACION, !%
10 12 14 16^ 18 20
HUMEDAD DE COMPACTARON, % :: 1
PESOVOIlUMETRICOMAXIMC EN LA 1
PRUEBA 13R0CTDR(AASHO» MOOlFICÁOi 11
£ 1.96 •1 k 1
\ 1
o l! \ 100! /ooes ATI RACION
¡¡ 1
# I# 1
11 * >
V
•i
\
11
/
\
11
✓
\
■i
^ .
" y
é COMPACTACION REILATIVA =95%
1 1 >
• COMPACTACION ESTATICA
0 COMPACTACION PORAMASADO
Iü0 ----------1--------- .--------- 1 _
HUMEOAD DE COMPACTACION, % 12 13 14 15 16 17 18
HUMEDAD DE COMPACTACION, %
compactación figura IV-60. Influencia de la humedad de compactación y
la estructuradón del suelo en las características Figura IV«61. Expansión y contracción de una arcilla arenosa
rena arcillosa
de expansión de una arena arcillosa (Refs. 3 compactada estáticamente y por amasado (Refs.
Y «>). 3 y 60).
214 Compactación de suelos
E l potencial de expansión también varía según es función de la relación de vacíos, del grado de sa
el m étodo de compactación que se emplee. En la turación y de la estructuración del suelo. En conse-
Fig. IV-61 (Refs. 3 y 60) se indica la expansión y la cuencia, estos últimos tres parámetros gobiernan las
contracción de una arcilla arenosa que se compactó características esfuerzo-deformación y de resistencia de
por amasado y con compactación estática; las m edi las arcillas compactadas.
ciones se hicieron en muestras con el mismo peso vo En los suelos finos compactados suelen desarro,
lumétrico seco, del lado seco y húmedo del contenido liarse presiones neutrales negativas, una vez que lj
de agua óptim o de compactación. compactación ha sido terminada. Estas presiones ne
L a Fig. 1V-62 (Refs. 3 y 28) muestra que el po gativas dependen fundamentalmente del grado de sa-
tencial de expansión también es función de la ener turación del suelo (Ref. 63). Investigación de labo
ratorio parece comprobar que el estado de presiones c
gía de compactación, y que crece con ésta. Se presen
neutrales evoluciona muy rápidamente durante e in
tan datos de una arcilla sometida a compactación
mediatamente después de la compactación y que el
estática bajo diferentes presiones. Es de notar que se
estado de presión negativa que se alcanza con esa
define una ley de relación lineal bastante franca. C
rapidez es relativamente independiente del tiempo que
E l potencial de expansión también depende mu después transcurra, naturalmente en tanto no cam
\
cho del método de compactación. En general es ma- bien condiciones ambientales externas que, por ejem
yor cuando se usan métodos estáticos que cuando se plo, den al suelo compactado oportunidad de ab
compacta por amasado, y esta diferencia aumenta a sorber agua. Las presiones negativas desarrolladas en Figura 1V-6Í
mayor energía de compactación que se emplee y a ma el agua son mayores a menor grado de saturación
yor peso volumétrico que se obtenga. inicial y hacen que, correspondientemente, sea tam
bién mayor la resistencia del suelo compactado y me
nor su deformabilidad. Hay indicios experimentales con un co
C Resistencia al esfuerzo cortante (Ref. 63) para pensar que cuanto mayor sea la velo cada caso
cidad de deformación a que se sujete un suelo com Cada mué
L a resistencia al desplazamiento relativo de las pactado menor es su respuesta resistente y también pida y la
partículas de un suelo arcilloso depende del esfuer su deform abilidad; este efecto de la velocidad de de punto def
zo normal efectivo y del valor, medio de la distancia formación se hace menos notorio a grado de satura agua-peso
mínima entre sus partículas; la resistencia aumenta ción decreciente. El efecto se debe obviamente a la de igual r
cuando dicho valor m edio disminuye. tensión superficial desarrollada en el agua. figuras.
L a distancia mínim a entre las partículas depende Tam bién es de pensarse que las presiones neutra En el <
de la relación de vacíos y el grado de orientación de les negativas que se desarrollen en el suelo compac ron sin sat
las partículas, y el esfuerzo normal efectivo corres tado serán mayores cuanto mayor sea la energía de ra de 4 kj
pondiente a una cierta condición de esfuerzos exte compactación. que quedó
riores depende de la presión neutral que, a su vez, pactación.
1 Comportamiento en prueba rápida (sin consoli ñera aprec
dación y sin d ren aje). de compa
diente del
Puesto que el grado de saturación influye mucho tiva indep
en las propiedades de los suelos compactados, la el aire en
respuesta de una misma muestra en prueba triaxial todas se 11
rápida dependerá de si se la ensaya con el grado de aplicar la
saturación que adquiere cuando se compacta o de si muestras e
se la satura a volumen constante antes de probarla. esfuerzo d<
En el prim er caso, la resistencia es función de la pre En la 1
sión de confinamiento en la cámara, pues la com tras que se
presibilidad del aire hace que la relación de vacíos finamientc
varíe con tal presión; en el segundo caso, el compor no se disi
tamiento del suelo es independiente de la presión de muestra. I
cámara (ver capítulo 1 de esta obra, en su parte alu aumentar
siva) . bién al di:
En las Figs IV-63 y IV-64 (R ef. 13) se indica el En las
comportamiento típico de los suelos arcillosos com muestran :
pactados a los que se prueba con el grado de satura lia limosa
ción con el que resultaron después de la compac también e
tación. rando al <
En ambas figuras se muestran líneas de igual re se permitii
sistencia a la compresión en prueba triaxial rápida. ración, y
Figura IV-62. Reladón entre la presión estática de compacta
ción y la presión de expansión en una arcilla Se prepararon numerosas muestras de un mismo sue con el usi
(Refs. 3 y 28). lo, una arcilla limosa, y cada muestra se com pacto rentes.
Propiedades mecánicas de ios suelos finos compactados 215
V
1.95
i f m *.
£ 1.88
/ 04 L
V - >
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1.81
3.7 \ \
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1.74
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Voioreskfe(0¡-Clímax.,enkg/cm* to
167 3
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CTS =4 kg/cm* Valores c eíO J-O ’jJn >*
160
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1
12 14 16 16 19
160
CONTENIDODEAGUA OE COMRftCTACICN, % 14 16 18 19
Copyrighted material
216 Compactación de suelos
Inferior a l o'ptimo
(dependió
Superior q|0W
c si el suel
£ voluniétri
o
lu 1.80 C om f
CO (con <
En lo
esta resisi
1.65
ración pi
O R e siste n cia definid a com o e i e s fu e rz o
> caso, no
O
necesario para una deform ació n de 2 0 ®/o
co 4 2 0 2 4 2 0 2 4 mas que
lo » * l k g /c m ? CONTENIDO DE AGUA, % CONTENIDO DE AGUA.%
a! 1.5010 14 18 22 Algún
Figura IV-68. Efectos d e procedimientos de compactación en ma humi
HUMEDAD DE COMPACTACION, %
la resistencia en prueba rápida (saturación prfr ta con el
v ia de muestras compactadas a mismos y
Figura IV- 66. Líneas de resistenda a la com presión en prueba co en la
con com pactación estática y de amasado ( Ref. 60).
rápida, con saturación p revia (resistencia para después (
deform ación grande) _ (R efs. 13 y 60).
un caso como el esfuerzo que produce el 5% de dón del
deformación unitaria y en el otro como el esfuerzo presiones
Este comportamiento de las muestras previamen
te saturadas también se puede apreciar en las curvas que produce el 20%. Se mantiene el mismo efecto de A mis
esfuerzo-deformación de especímenes con igual rela la estructuración, casi idéntica a la que se llega en la resistei
ción de vacíos, pero compactados uno del lado seco grandes deformaciones; pero en las pequeñas varía cuanto m
y otro del húmedo en la curva de compactación. La en forma considerable la susceptibilidad de los sue compresil
Fig. IV-67 (R ef. 13) muestra un par de curvas de tal los a la alteración estructural. Esto tal vez se debe que se ol
tipo; se puede ver la mayor rigidez de la estructura a las diferentes fuerzas interpartículas que se desarro tamente
menos orientada, y cómo las resistencias tienden a llan en la fracción arcillosa; cuando éstas son fuer que cond
igualarse en las deformaciones grandes, en el m o temente atractivas se tiende a estructuras muy flocu
mento en que llega a ser similar el grado de orien 3. Comí
ladas, y cuando son de repulsión, a dispersas. Es ló
tación de ambos especímenes. dació
gico pensar que los máximos efectos de los métodos
El efecto de la estructuración en la resistencia de compactación y de la deformación bajo cortante Tam t
hace también que muestras compactadas por diferen se tengan en aquellos suelos en que el balance de las sa la resi
tes procedimientos, pero llevadas hasta el mismo peso fuerzas interpartículas no sea ni de intensa atracción, la poca
volum étrico seco con el mismo contenido de agua, ni de intensa repulsión. para pres
tengan resistencias muy diferentes en prueba rápida, De la inform ación anterior es posible concluir en es simila
en las mismas condiciones de ensaye, sobre todo cuan términos generales que la resistencia no drenada de previa.
do el contenido de agua de compactación es superior un suelo fino no siempre está ligada al peso volu La Fi
al óptim o y la resistencia se define para valores pe métrico, de manera que puede resultar peligroso aco tos conji
queños de la deformación. Sin embargo, los efectos gerse con exclusividad al criterio de que a mayor peso de la pre
del m étodo de compactación son muy diferentes en volumétrico obtenido “ m ejor" compactación lograda. un suelo
los diversos suelos. T o d o ello se ilustra en la Fig. Puede verse cómo la resistencia puede ser práctica zaron sin
IV-68 (R ef. 60). mente independiente del peso volum étrico y en esos A un
En esa figura se muestra una comparación de los casos la lucha por m ejorar éste resultará un dispendio tante, la
efectos de las compactaciones estática y por amasado inútil (independientemente de que al hacer aumentar volumétr
en la resistencia de 3 suelos diferentes, definida en dicho peso volum étrico pueda perjudicarse mucho al logran la
suelo, por ejem plo en su estabilidad ante el agrieta tud. A p
miento o en su futura estabilidad ante la absorción de bilidad c
a g u a ). Otros casos podrá haber en que el aumento compacte
del peso volum étrico se refleje poco en el aumento de miento c
resistencia y aun en los casos atrás detallados en que mayor p
a mayor peso volum étrico se tiene una resistencia no tiva, la i
drenada netamente creciente, debe observarse que en cer el cc
grados de saturación que vayan acercándose al 100%* volumétr
la resistencia crece cada vez menos con el peso volu*
métrico o aun disminuye al aumentar éste. D Resií
Debe concluirse también la importancia funda
Se trc
mental del m étodo de compactación en la resistencia
Figura IV-67. Relaciones esfuerzo-deform ación en prueba rá los suelo
no drenada. Vease (Fig. IV-68) cómo hay casos en que
p id a (con saturación p revia a volum en cons efectos d
si un suelo se compacta con un m étodo estático a
tante) de muestras compactadas a mism o peso Esta
volum étrico con d iferen te contenido de agua
un cierto peso volum étrico y con un determinado
partícula
(R e f. 13). contenido de agua, la resistencia alcanzada puede ser
r
y
(9.3)
A
2, Comportamiento en prueba rápida consolidada 9\ (IL5
(con consolidación y sin dren aje). 1.90 i
/
s s
En lo que se refiere a estabilidad de terraplenes, \
L° e
"
esta resistencia sólo interesa en condiciones de satu 180 (85^
ració n previa del suelo compactado y, en cualquier
o
caso, no tiene gran importancia práctica en proble (79)
mas que se relacionen con las vías terrestres.
i
l OE AGUA,% 1.70
Algunas investigaciones indican que para una mis
tg/cm? Líneas de igual re■sistencia
ts* -
*3*
O
ma humedad de compactación la resistencia aumen
m
mpactación en o a la compresión
saturación pr& ta con el peso volum étrico; a mayor peso volum étri >
o 1.60
lis m o s y d y V) co 10 12 14 16 18 20
co en la compactación, resultará mayor este concepto
isado (Ref. 60). m
después de la consolidación, al comenzar la aplica CONTENIDO OE AGUA DE COMPACTACION, %
e el 5% de ción del esfuerzo desviador, resultando así menores
3 el esfuerzo presiones neutrales y mayor resistencia.
- 2.00
mo efecto de A mismo peso volum étrico seco de compactación, g \
: se llega en la resistencia crece con la humedad de compactación; I7 \ v e
o \ w .
güeñas varía cuanto más alta es la humedad de compactación, más 116.8) v (21)
1.90 \ 0
1 de los sue- compresible es el suelo y mayor el peso volumétrico N
vez se debe que se obtiene después de la consolidación, inm edia (16.6)
0 s
O \
e se desarro- tamente antes de aplicar el esfuerzo desviador, lo O S' S Ssft75)
as son fuer- que conduce a mayores resistencias. 1.80
¡ muy flocu- o
o
lersas. Es ló- 3. Comportamiento en prueba lenta (con consoli . a; (6.6)
dación y con d re n a je ). o
los métodos 1.70
ajo cortante Tam bién en este caso para fines prácticos intere Línea i de igual resistencia
&
00
O
tlance de las sa la resistencia en condiciones de saturación, si bien ig /cm? a la ompresion
sa atracción, la poca experiencia de que se dispone indica que, L60
para presiones de consplidación superiores a 1 kg/cm2, 10 12 14 16 18 20
concluir en es similar la resistencia lenta con y sin saturación CONTENIDO DE AGUA DE COMPACTACION, %
drenada de previa.
Figura IV-69. Efectos de las condiciones de compactación y de
. peso volu- La Fig. IV-69 (Refs. 13 y 67) muestra los efec la presión efectiva en la resistencia drenada,
digroso acó- tos conjuntos de las condiciones de compactación y sin saturación previa (Refs. 18 y 67).
mayor peso de la presión confinante en la resistencia drenada de
ión lograda, un suelo arcilloso compactado. Las pruebas se reali tructura y por la magnitud de las fuerzas electromag
ser práctica- zaron sin saturación previa. néticas entre partícula y partícula. En las arcillas sue
:o y en esos A un contenido de agua de compactación cons le haber partículas tan pequeñas como para emigrar
tn dispendio tante, la resistencia en prueba lenta crece con el peso por los poros, si están en suspensión; así, para una
er aumentar volumétrico seco, por el menor espaciamiento que misma permeabilidad, un suelo arcilloso sería tanto
se mucho al logran las partículas al aumentar esta últim a magni más susceptible a la tubificación cuanto mayores fue
i el agrieta- tud. A peso volum étrico seco constante, la compresi ren las fuerzas de repulsión entre sus partículas.
ibsorción de bilidad del suelo crece con el contenido de agua de
el aumento Esta idea parece confirmarse cuando se analizan
compactación y por esta razón disminuye el espada-
aumento de las fallas por tubificación de muchas presas (R ef. 13).
miento de las partículas en el instante de la falla, a
idos en que mayor peso volumétrico, de manera que, en defini L a compactación del lado seco del óptimo produ
sistencia no tiva, la resistencia en prueba lenta aumenta al cre ce bajo grado de orientación y alta permeabilidad.
arse que en cer el contenido de agua de compactación (a peso Si en tal caso ocurre flujo y se lava el suelo con agua
se al 100%, volumétrico constante). con baja concentración de sales, aumentarán las fuer
I peso volu- zas de repulsión entre las partículas, favoreciéndose
e. Q Resistencia a la erosión interna el arrastre de las mismas. Si la compactación se hace
icia funda-
Se trata de analizar someramente la resistencia de del lado de las humedades mayores que la óptima se
i resistencia
los suelos finos compactados a la tubificación y otros tiene, por efectos contrarios, m enor susceptibilidad a
asos en que
efectos de las fuerzas de filtración. la tubificación.
■ estático h
eterminado Esta resistencia depende de la trabazón entre sus Es ob vio que la emigración de partículas de ar
i puede ser partículas, determinada por la geometría de la es- cilla no se contrarresta con filtros.
218 Compactación de suelos
Si la mué;
ratorio tiene
se desmorone
secado puede
peratura no
disgregúese el
las originales
desechando e
mantener en
terial grueso
Molde de compactación. N? 4) que ti
r Pisones con guía. que se reteng
Regla metálica para enrasar.
I’ iobita para manejo del agua.
zar mediante
Cápsulas para medir humedad. Críbese ui
Balan/a. gregado por
8. Espátula. retenido de 1
9. Charola y cuchara.
10. Vaso para manejar el suelo. pasó la malla
ll. Mano para disgregación. y reemplácese
Base fija para hacer la prueba. pase la malla
Tómese el m;
no se utilice
Los números indican el orden de selección (1, el mejor). Datos de la Ref. 11. Para el m
tra de suelo
te 5 kg.
IV-a.3 Procedimiento de prueba gún un plano vertical por el centro de la sección
El proced
transversal. Tómese una muestra representativa de
M étodo A una de las caras del corte y determínese el contenido 1) Mézcl'
de agua del suelo. de agua comc
1) Si es necesario, séquese la muestra al recibir 7) Desmorónese el resto del material hasta que tos abajo de
la en el laboratorio, hasta hacerla manejable; el se vüelva a quedar en condiciones de pasar por la ma 2) Fórme
cado se puede hacer al aire o con algún horno cuya lla N? 4, lo cual se juzgará a ojo. Añádasele sufi en el molde
temperatura no exceda de unos 60°C. Después, dis- ciente agua para aumentar su humedad en 1 ó 2 hasta obtene
gréguese el material sin rom per sus partículas. puntos y repítase todo el procedimiento. Continúen 18 cm. Sígase
2) Críbese el suelo por la malla N? 4 (4.76 mm) se estas determinaciones hasta que disminuya o no se detalló pat
y elimínese el retenido. cambie el peso húmedo del suelo compactado. Este
3) Selecciónese una muestra representativa de últim o aspecto funciona satisfactoriamente en mu
unos 3 kg. chos casos, pero cuando la recompactación altere la
4) Incorpórese a la muestra la cantidad de agua granulometría o en arcillas muy plásticas, en las que
suficiente para ponerla cuatro o seis puntos (en por es muy d ifícil incorporar agua, deberá evitarse el
centaje) bajo la humedad óptim a esperada. reuso del material y se preparará una nueva mues
tra para cada prueba de compactación; en estos ca
5) Divídase la muestra en el número de porcio
sos, la humedad debe d iferir de un espécimen a otro
nes que se requiera, según las capas que vayan a dis
en dos puntos de porcentaje aproximadamente. Las
ponerse en el m olde de 10.16 cm (4 ") de diámetro;
muestras deben colocarse en recipientes cerrados, en
en el caso presente serán 3 capas. E l m olde tendrá
los que permanecen doce horas antes de probarlas.
instalada su extensión y deberá llegarse a un espesor
total compacto de unos 13 cm. Compáctese cada capa
con 25 golpes del pisón, distribuyéndolos uniform e M étodo B
mente y con altura de caída de 30.48 cm (1 2 "). Du
rante la operación el m olde deberá apoyarse en una L a muestra se selecciona como en el caso del Mé
base rígida. Después de la compactación, remuévase todo A , pero ahora deberá pesar unos 7 kg.
la extensión del m olde y enrásese el suelo compacta E l procedimiento de prueba será el mismo que se
do, utilizando la regla metálica. Pésese el conjunto describió para el método A , excepto que se utilizará
y réstese la tasa del molde, para tener el peso húme un m olde de 15.24 cm (6 ") con extensión y que el
do del material. Divídase entre el volumen del m ol suelo se colocará en 3 capas iguales, hasta un espe
de, para obtener el peso volumétrico de la masa del sor total compactado de la muestra de unos 13 cm;
suelo (r,„) • se darán a cada capa 56 golpes uniformemente distri
6) Retírese el m aterial del molde, sin desmoro buidos en su superficie, con 30.48 cm (12") de altura
narlo y divídase el espécimen en dos porciones, se de caída.
r
compactan
peso volun
método pr
diante un
de 3/4" q
aplica.
iV-b.l Ec
El equ
el siguient
Aparati
tipo C;
co, un
bras) y
rilla m
Una b
cúbico
Una b;
mos y
Un hoi
peratui
to diez
Una ir
Charol
Cuchar
Espátu
IV-b.2 Pi
La pre
C O M P A C T A C IO N PO R IM P A C T O S . se indica :
(PR O C T O R A A S H O M O D IF IC A D A ).
1) Coi
par
gar,
Se presenta en 4 modalidades (A, B, C y D ) , cuya de 45.7 cm (18"). En las variantes B y D varía úni
20 ]
descripción es idéntica a las correspondientes de la camente el número de golpes por capa, que es de 56.
se (
AA SH O estándar. L a mayor energía de la prueba L a razón de la especificación de este nuevo tipo
2) Dis
modificada se logra a base del peso del martillo, que de pruebas radica, naturalmente en un intento de
se
ahora es de 4.530 kg (10 ± 0.02 Ib) y de la altura representar en el laboratorio las condiciones de com
has
de caída, especificada en 45.72 cm (18" ± 1/16"). pactación actuales en el campo, de un modo más
secc
En el método A se coloca el suelo en 5 capas y realista.
3) Det
se dan 25 golpes por capa. En el B se coloca el sue
la i
lo también en 5 capas y se dan 56 golpes por capa. Anexo IV-b
En el C, el número de capas es de 5 y el de golpes 4) Di\
pas«
por capa es de 25. Por último, en el D se usan 5 ca Prueba de compactación dinámica. C ÍO !
pas con 56 golpes por capa. Método de California por
Recientemente (1970) la misma institución AASHO, can
ha establecido una prueba intermedia, también di Este método de prueba sirve para determinar el cuy
námica, con energía comprendida entre la estandar peso volumétrico máximo y la humedad óptima en cen
y la modificada (del orden de 17 kg-cm/cm3) . La suelos no estabilizados o estabilizados con productos vez
prueba se hace también en 4 variantes, las A y C no asfálticos que se emplean en la construcción de estí
con molde de 10.16 cm (4") y las B y D con molde terracerías. El método consiste en dividir una mues apr
de 15.24 cm de diámetro (6 "). En las variantes A y tra inicial por medio de cuarteo en porciones más met
C se utilizan tres capas, con 25 golpes por capa de pequeñas, con las cuales se preparan especímenes de aju
un martillo de 4.54 kg (10 I b ), con altura de caída prueba con diferentes contenidos de agua que se cim
Prueba de compactación dinámica. Método California 223
registró de la prueba, que se incluye al final 3) E l peso volum étrico seco, mediante la siguien.
de este anexo. te fórmula, anotando su valor en la columna | jV-b.5 Obte
de la hoja de registro.
4) Sáquese el espécimen del molde, teniendo cui
Obténgase
dado de no perder material; determínese su
ia s ig u ie n t e 1
peso húmedo en kilogramos w x, con aproxi
mación de un gramo y anótese este valor en
en donde En ur
la columna c de la hoja de registros. 1)
el pui
5) Córtese el espécimen longitudinalm ente y ob Y peso volum étrico seco del espécimen, en toman'
téngase una fracción representativa de m il gra kilogramos por metro cúbico. seco y
mos aproximadamente; determínese el peso
IV-, = peso seco del espécimen, en kilogramos, 2) Unans
W m de dicha fracción, con aproximación de
pondií
un gramo y anótese su valor en la columna k C = factor obtenido de la tabla IV -b .l y que máxin
de la hoja de registro. corresponde a la lectura que se hizo en métric
6) Séquese hasta peso constante la fracción antes el vástago. medad
citada y pésese con aproximación de un gra
mo, anotando su valor ( en la columna 1 4) Cuando la muestra de suelo contenga más del
de la hoja de registro. diez por ciento en peso de partículas mayo
lV-b.6 Prec;
res de 3/4", obténgase el peso volumétrico
7) Repítase el procedimiento en las muestras de seco máximo corregido mediante la siguiente
prueba restantes. A l efectu
fórmula:
guientes pre
100 (1000) 1) N o ei
IV-b.4 Cálculos X i Y a algi!
Ys R y dm/ m o boratc
Calcúlese y regístrese para cada espécimen lo si 2) La m
guiente: en donde la hu
espéci
1) El contenido de agua, por m edio de la fórmu (y dm)c = peso volum étrico seco m áxim o corre que e
la que se indica a continuación, anotando su gido del espécimen, en kilogramos por por ir
valor en las columnas n y g de la hoja de re metro cúbico. se en
gistro.
X = m aterial que retiene la malla de 3/4",
3) Las c
en porcentaje. espéci
Wm- W,
w = — -------- i 100 para
Y = material que pasa la malla de 3/4".
en porcentaje. ción.
Tabla IV-b.l
IV-b.5 Obtención de la curva de compactación Factor C para el cálculo de |*sos volumétricos
D A T O S D E P R U E B A
LECTURA EN PESO DEL ESPECIMEN, EN Kg PESO PESO % PESO PESO PESO
FACTOR VOLUMETRICO VOLUMETRICO ESPECIFICO ESPECÍFICORELATIVO VOLUMETRICO
EL PISON HUMEDAD SECO HUMEOOENKg/m? SECO EN Kg/m» HUMEDAD RELATIVO CORREGIDO CORREGIOO
a b C d e t g h 1 i
r COEFICIENTE
d e s c r ip c ió n :
c á lc u lo s : r - be u - — 100 - -
y»X . % Y DE l_A MUESTRA
Z rt
€l O P E R A D O R ________
__ • v- lOOOi
1 IOOO FECHA DE PRUEBA
Pruebas de compactación estáticas 227
Anexo IV-c
Copyrigh
228 C o m p a c ta d ó n de sucios
b ) El pe
Compactación estática. Se muestra la exudación del espécimen. siguit
Copyrighted material
232 Compactación de suelos
serve; se debe buscar q u e no sea mayor qu e pisón, m an ten ien d o siempre la presión del aire plenes.
0.64 cm (1 /4 "). en 0.7 k g /c m 2 (10 lb /in 2) . 1970.
A pliqúese 100 veces el pisón al espécimen. 19) Levántese y límpiese el com pactador. Renué. 11 . Road í
Si antes de las 100 aplicaciones aparece agua vese el collar m etálico y colóquese u n disco de ben H
lib re en la base del m olde, deténgase el pro hule en la p arte superior del espécimen, el 12. Hilf, J.
ceso de inm ediato y anótese el núm ero de ap li cual q u ed a ah o ra preparado p ara el proceso ing Re
caciones. de com pactación propiam ente dicho, que se 13. Marsal
arcillos
10) Si la superficie del espécim en queda irregular describe en los párrafos 6 a 9.
compat
después de la com pactación, enrásese. ría de
14. Williai
P rocedim iento cuando se requieren canastillas. IV-B-d.4 Precauciones. of Soil
Resear
11) Constrúyanse las canastillas de acuerdo con 1) L a colocación del m aterial en el m olde debe dres, 1
las siguientes etapas. ser uniform e. L a falta de u n ifo rm id ad se re 15. Johnso
fleja de inm ed iato en la energía necesaria para Board.
a) Tóm ese un pedazo de papel ranurado y co- producir la exudación. Soils.
16. Ramos
lóquesele alrededor del bloque de m adera 2) Las partículas gruesas deben distribuirse uni
campo
cilindrico, con los extrem os a tope. form em ente en toda la lo n gitud del alimenta minari
b) Con la tela adhesiva (masking tape) pé- dor, p ara evitar segregaciones. de Ob
guese el disco de bronce al fósforo al pa 3) Es m uy im p o rta n te acomodar b ie n la canas 17. Highu.
pel, de m anera que no queden tapados los tilla a m ano antes de com enzar las operacio ments,
orificios del disco. nes de com pactación. Si se em pieza la compac 18. Lewis,
tación sin q u e el conjunto esté perfectamente Pneun
12) Colóquese el molde en el collarín exterior con asentado en la base del collarín q u e sostiene Boletíi
mango, habiendo pegado a la placa del mismo al molde, es fácil desgarrar las tiras de papel Londr
u n disco de hule y colóquese u n disco de p a adhesivo q u e u n en a la canastilla con el disco 19. Juárez
pel M anila dentro del m olde sobre el disco de bronce. Tomo
d e hule. Suelos
13) Deslícese un a canastilla d en tro del molde, has Facult
ta que el borde superior de la misma sobresal 20. Llama
ga aproxim adam ente 2.54 cm (1") del borde Capí ti
REFERENCIAS rrenos
superior de dicho m olde. D el mismo m odo
Asocia
coloque el collar m etálico en la canastilla has 1. Proctor, R. R. Fundamental Principies of Soil Com- 21. AB \
ta q u e su borde inferio r quede aproxim ada paction. Engineering News Record. III. Agosto y sep of so
m ente 2.54 cm (1") b ajo el borde superior de tiembre, 1933. Suecií
aquélla. Deslícense ah o ra sim ultáneam ente la 2. Proctor, R. R. Design and Construction of Rolled 22 Forssl
canastilla y el collar m etálico hasta que el dis Earth Dams. Engineering News Record. 1933. Resul
blicac
co perforado de bronce al fosforo (pegado al 3. Altschaefel, A. G„ y Lowell, Jr, C. W. Compaction 23. Sower:
fondo de la canastilla) descanse sobre el disco Variables and Compaction Specification. Purdue Uni- cónica
de ca rtu lin a y el borde superio r del collar m e versity Engineering Reprints. Junio, 1969. dez) i
tálico coincida con el b o rd e superior del molde. 4. Foster, C. R. Fie Id Problems: Compaction. Capítulo 24. Hveer
14) A jústese el m olde de m a n era que quede u n a 12 del Libro Foundation Engineering, editado por ture ■
ho lg u ra de aproxim adam ente 3 m m ( 1 / 8 ") en G. A. Leonards. McGraw Hill Book Co., Inc. 1962. Annu;
5. Porter, O. J. Method of Delermining Relative Com 1957.
tre el borde inferior del m olde y la base del
paction and Shinkage of Soil Materials and Research 25. Juáre¡
m olde exterior con m ango; esto se logra desli
Department. California División of Highways. Agos Tomo
zando el m olde y el collar q u e contiene; a to r to, 1930. de Su
níllese el dispositivo. 6. Purcell, C. H. Grading Methods and Grading Equip- Ingen
15) Colóquese en posición el em budo y sitúese el ment. Road Builders Association. Bulletin N» 17. 1931- 26. Skemj
conjunto sobre la mesa giratoria, en la cual se 7. Proctor, R. R. Description of Field and Laboratory and 1
asegurará. Methods. Engineering News Record. Vol. III, N? 10. 27. Juáre;
16) Llévese a cabo el paso 3. Septiembre, 1933. Tome
17) Echese a an d ar el com pactador y ajústese la 8. Tamez, E. Algunos factores que afectan a la prueba de de Su
presión del aire a 0.7 k g /c m 2 (10 lb /in 2) , lo compactación dinámica. Congreso sobre suelos para fi la Fa
q u e equivale, aproxim adam ente, a 11.25 k g / nes de Ingeniería. Comité D-18 A.S.C.E.—Sociedad Me 1969.
cm 2 (160 lb /in 2) de presión en el pisón. xicana de Mecánica de Suelos. México, 1957. 28. Wilso
9. Holtz, W. G., y Lowitz, C. A. Compaction CharacterU- ties. ¡
18) C on la espátula hágase pasar la m itad del m a
tics of Gravelly Soils. Congreso sobre suelos para fines tion.
terial del alim entador al molde, repartiéndo de Ingeniería. Comité D-18, A.S.C.E.—Sociedad Mexi
lo. H ágase b ajar al pisón sobre el m aterial y 1952.
cana de Mecánica de Suelos. México, 1957. 29. Marss
dense 10 aplicaciones del mismo. Elévese el pi 10. Jiménez Salas, J. A. Tierras y rocas compactadas como camie
són, introdúzcase la o tra m itad del m aterial materiales de construcción. Capítulo I de la publica genie:
en el m olde y vuélvase a aplicar 10 veces el ción Compactación de Terrenos, Terraplenes y Pedra- Públi
234 C om p a cta ción de suelos
49. Pettibone, H. C., y Harclín J. Research on Vibratory 61. Jiménez Salas, J. A., y De Justo, J. L. Geotecnia y q .
M áxim um Density Test for Cohesionless Soils. Ame mientos. T om o I. Capítulo 7. E ditorial Rueda. l^a.
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Publication N? 377. 1964. 62. Mitchel, J. K., Hooper, D. R , y Campanella, R. q
50. Especificaciones A STM . Designación D-2049-69. 1969. Permeability o f Compacted Clay. Jo u rn al of Soil
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56. Reséndiz, D. On the Strength of Claying Soils: A En las \
Stress-Deformation and Strength Characteristics ol
Study of the Shearing Resistance Mechanism at the Compacted Clays. 2» Parte. Harvard Soil Mechantes turas de reí
Structural Level. Instituto de Ingeniería, Publicación Series N? 65. H arvard, Mass., 1962. mas que se
126. México, 1965. 68 . Yoder, E. J. Principies of Pavement Design. John Wi- aparece la s
57. Casagrande, A., Hirschfeld, R.- C., y Poulos, S. J. In ley and Sons, Inc. 1967. ciñas deben
vestigation of Stress—Deformation and Strength Cha 69. Casagrande, A., y Shannon, W. L. Research on Stress que el talu<
racteristics of Compacted Clays. H arvard Soil Mecha Deformation and Strength Characteristics o f Soil and ma, pero co
nics Series LXX. Harvard, Mass. 1963. Soft Rocks under Transient Loadings. H arvard Soil uso de estn
58. Casagrande, A., y Hirschfeld, R. C. Investigation of Mechanics Series N° 31. Harvard University Mass., estas estruct
Stress—Deformation and Strength Characteristics of 1948.
Compacted Clays. Harvard Soils Mechanics Series LXI. rriles, son r
70. Whitman, R. V. T h e Behavior of Soil under Tran
H arvard, Mass. 1960. sient Loadings. Memorias del IV Congreso Internado- decir, de tip
59. Estudio de una correlación entre pruebas de compac nal de Mecánica de Suelos e Ingeniería de Cimenta- de escasa ali
tación estática y dinámica. R eporte no impreso ela dones. Vol. I. Londres, 1957. de manera
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bajo la dirección de Jesús Alberro, Investigador. Mé gth of R em olded Soils. Purdue Jo in t Highway Re poco al ma:
xico, D. F., 1966. search Project. P urdue University. Lafayette, Indiana. certidumbre
60. Seed, H . B., Mitchel, J. K., y Chan, C. K. The Stren 1958. de tierra cc
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ce on Shear Strength of Cohesive Soils. ASCE. U ni Loading on Strength o f Clays and Shales at Constant las estructu
versidad de Colorado, EE.UU. 1960. Water Contení. Geotechnique. Vol. II. 1951. común (se
no debe ex<
de construii
mensiones, <
delicados, d
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Con bas'
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7eotecnia y Q.
il Rueda. tya.
panel la, R. q
al o f Soil Me-
: e . X C I, SMl C A P IT U L O
Tensoes Neu-
duráis dos So-
de Ingeniería
Obras Públj.
sibility o f Par.
1 o f Soil Me Empuje de tierras
DE. L X X X IX ,
T riaxial Test,
>2.
n on Compac- V-l IN T R O D U C C I O N a n a liza n con cu id a d o la p re v is ió n y el p resu pu esto
>. 1961. fo rm u la d o s para d ic h a s o lu c ió n se ob serva q u e só lo
westigation o¡ se h a con sid erad o escu etam en te la erecció n d e la es
racteristics oj En las V ía s T e r re s tr e s se usa., m u c h o las estruc
turas d e re te n c ió n p a ra resolver n u m erosos p ro b le tru ctu ra d e reten ción , p e ro sin tom ar en cu en ta para
ioil Mechanics
mas q u e se p resen ta n con frecu en cia. De co n tin u o n a d a ese co n ju n to d e regla s d e l arte; p o r e je m p lo ,
ign. John Wi- aparece la situ a c ió n en q u e dos masas d e tierra ve n o se ha hecho n in g u n a p re v is ió n para la con stru c
cinas d eb en m a n ten erse a d ife r e n te n iv e l; es cierto c ió n d e filtro s en el re s p a ld o d e l m u ro, d r e n a je d e l
arch on Stress que el talu d es la so lu ción típ ic a p a ra este p ro b le r e lle n o , etc., o n o se h a to m a d o n in g u n a p re ca u c ió n
:s of Soil and ma, p ero con fre c u e n c ia ha d e recu rrirse ta m b ié n al p a ra p re v e r co n d icion es especiales de c im e n ta c ió n ,
H arvard Soil uso de estructuras d e reten ción . L a m a y o r pa rte de q u e p u d ie ra n ser necesarias. C o n tales o m isio n es, el
iversity Mass.,
estas estructuras, constru id as en carreteras y ferro ca m u r o d e reten c ió n g a n a el concu rso e c o n ó m ic o , p e ro
Las teorías de que se dispone actualmente para el mecánico y con los campos de aplicabilidad de las
cálculo de las obras de retención de tierras tienen de teorías de empuje de tierras disponibles. Según el
fectos graves y son inciertas en el sentido de que mu primer criterio, las estructuras pueden ser "rígidas*'
chas veces es muy difícil definir en la práctica si se o flexibles, según su deformabilidad ante las presio
están cumpliendo las condiciones de aplicabilidad en nes ejerddas por el relleno; por lo general una es
la medida necesaria. No hay ninguna teoría de apli tructura queda dentro de uno u otro grupo según el
cadón universal y su utilidad para un caso dado de material que la forma. £1 concreto y la manipostería
pende siempre de condidones de la estructura y del dan lugar a estructuras del tipo rígido, cuando se
relleno que no son fádles de prever, tales como la disponen en muros de espesor considerable. Desde
deformabilidad de la estructura, vertical y horizon luego que la palabra “rígido", impuesta por la cos
talmente, las condidones del relleno, por ejemplo en tumbre, se refiere simplemente a estructuras cuyo ni
lo relativo a saturadón o evoludón de su resistenda vel de cedenda ante la presión es bajo, hablando en
al esfuerzo cortante con el tiempo, etc Así, se han términos relativos; más adelante habrá ocasión de
de manejar varias teorías de empuje y diversos tipos detallar los límites de esta expresión y su signifi
de estructuras de retendón. De ello se tratará de dar cado en los mecanismos de generación de la pre
una idea somera en las páginas que siguen, si bien sión de tierras, que es muy relevante.
centrada exdusivamente en aquellas estructuras que
Las estructuras flexibles son aquellas que, por su
son de uso común en el campo de las vías terrestres.
secdón y materiales constitutivos, tienen una alta de
Los casos más comunes de utilizadón de estruc
formabilidad; las más representativas son las tables
turas de retendón en tal campo, son los siguientes:
tacas de madera, acero o concreto, de las que no se
tratará en esta obra, por ser poco usadas en la tecno
1. Confinamiento de terraplenes, sea porque no
se dispone de espado para su derrame, como logía de las vías terrestres.
ocurre con frecuenda en zonas urbanas, o por Las estructuras de retendón se dasifican, según
que tales derrames resultarían demasiado lar un segundo criterio, de acuerdo con el término de
gos, angostos e inseguros y difídles de cons vida que se les señala, y pueden ser permanentes o
truir, como suele suceder en secdones en bal provisionales. La estructura de retendón permanente
cón sobre laderas de pendiente fuerte. típica de las vías terrestres es el muro de concreto o
manipostería. Las obras provisionales se denominan
2. Confinamiento de accesos a puentes, pasos a ademes o entibaciones y suelen construirse de madera
desnivel, alcantarillas y otras estructuras. Se o de acero, cuando hayan de soportar fuertes empu
trata de evitar taludes con derrame importan jes; en las vías terrestres se usan principalmente para
te, sea por no haber espado para ellos, para detener las paredes inestables de las excavadones,
no invadir cauces y zonas inconvenientes o para cimientos de puentes, en túneles y, con menos
por ahorro en el movimiento de tierras. frecuencia, para detener paredes de excavaciones que
3. Retendón de masas de tierra inestables en sí se hacen para alojar obras especiales de drenaje de
mismas; en este caso, el elemento de retendón grandes dimensiones, conectadas con problemas de
se utiliza como soludón al problema de ines estabilidad de taludes. Las obras provisionales tienen
tabilidad. una previsión de vida corta, o sea el tiempo que tar
de en construirse la obra prindpal, y este hecho ha
Las estructuras de retendón suelen dasificarse de brá de reflejarse en su diseño y construcción, pero
acuerdo con dos normas de criterio, las que, a su sin que ello implique desinterés por sus problemas,
v tt, tienen mucho que ver con su comportamiento pues con frecuenda es mucho lo que depende de su
buen comportamiento.
En este capítulo se tratarán preferentemente los
muros de retendón, obras permanentes de tipo rígi
do, por ser las que más se usan en las vías terrestres,
pero se dará alguna atenrión a las formas de adema
do de mayor utilizadón.
Se tratarán primeramente las teorías dásicas de
presión de tierras y algunos métodos empíricos para
la valuadón de ese concepto; después se darán nor
mas para definir la aplicabilidad de los diferentes
métodos a los distintos problemas prácticos. También
se detallarán algunas reglas de "arte", de las que,
como se dijo, muchas veces depende el éxito o el fra
caso de una soludón determinada. De los ademes se
hablará por separado, pero se exduirá el caso de los
túneles, que serán objeto de un estudio espedal en
Ua maro de w tn rifa a ana a n d a » . esta obra.
Teorías clásicas de empuje de tierras 237
X*
i -
4—
Figura V-L Esfuerzos actuantes sobre un elemento de suelo Figura V-2. Estados plásticos en el Diagrama de Mohr. (Sue
en reposo. los friccionantes.)
Copyrighted i
238 E m puje de tierras
En cl estado plástico activo (Fig. V-2), evidente Considérese un muro cuyo relleno se supone ori
mente se tiene: ginalmente en “reposo*'. Dicho muro podrá física
mente ser llevado a la falla de dos maneras. Una por
empuje del relleno cediendo la estructura hada su
frente; otra, por acción de algún empuje exterior, in
crustándose el muro en el relleno y deformándose
Se ve entonces que hada su espalda.
Rankine pensó que, bajo el empuje del relleno,
el muro cede y se desplaza, lo que disminuye la pre
* - = T T = 's 2 (45° - ♦ /.) (5-3) sión del relleno a valores abajo del correspondiente
al "reposo”; esto hace que la masa de suelo desarrolle
su capaadad de autosustentadón, por medio de los
expresión que da el valor del coeficiente activo de
esfuerzos cortantes que se generan. Si el muro cede
presión de tierras. lo suficiente, la presión horizontal puede llegar a ser
De manera análoga, en el estado plástico pasivo la activa, valor minimo que no se puede disminuir
se tendrá: aun cuando el muro ceda más a partir del instante
de su apariaón.
h = E± = N é (5-4) Así, se podría razonar que, con que se proyectase
pv un muro para resistir la presión activa, se garantiza
ría su estabilidad, siempre y cuando el muro pudie
y resulta: se ceder lo suHdente como para que, en última ins-
tanda, se desarrolle dicha presión activa.
Kp = N t = tg* (45° 4- f / 2) (5-5) De manera análoga se podría razonar para el caso
en que el muro se desplace hada su respaldo bajo
para el coeficiente pasivo de presión de tierras. una fuerza exterior sufidente como para que llegue
Estos dos casos de estados plásticos tienen una co a desarrollarse la presión pasiva, en cuyo caso se po
rrespondencia con la realidad ingenieril que los hace drá diseñar la estructura contando con la máxima
de interés práctico. resistenda del suelo.
*i* = cr, + q
* - ¡4 *!t
y el horizontal en:
La expresión 5-7 da el empuje total activo que
ejerce un relleno de superfide horizontal contra un = <r* + A<r8
muro de respaldo vertical, en un suelo puramente
friedonante. Por tanto, podrá ponerse
En forma análoga, para el estado plástico pasivo,
a partir de la fórmula 5-5 se llega al valor del em 1 cr, + Acr,
puje pasivo total: Nf <r, + q
= (5-8) de donde
Jopyrighted material
2*10 E m puje de tierras
Obsérvese con atención que en las fórmulas 5-11 y Todas estas fórmulas se aplican con frecuencia en
5*12 el campo de aplicación se restringe a relleno con la práctica de la construcción de muros de retención
superficie horizontal. Para el caso de relleno inclina de mamposteria o en la práctica de la construcción
do pueden obtenerse expresiones análogas (Ref. 1). de muros de retención de mamposteria y de concre*
Otro caso de interés práctico es aquel que se tie to reforzado, por lo cual es de fundamental impor
ne cuando parte del relleno horizontal arenoso tras tancia recapitular las condiciones de su aplicabilidad.
el muro está en condición sumergida. Si H es la al Estas son, por supuesto, las hipótesis que afectan a
tura total del muro y H |r es la altura de arena no la Teoría de Rankine y se destacan a continuación:
sumergida, medida a partir de la corona (Fig. V-3),
la presión vertical del relleno en un punto bajo el 1. Los estados '‘plásticos”, tanto activo como pa
nivel del agua será: sivo, se desarrollan por completo en toda la
masa del suelo. Ya se comentó que esta hipó
tesis se realiza de manera razonable en los mu
(5*13)
ros reales, que pueden deformarse lo suficien
Así, la presión que ejerza horizontalmente la are te para ello siempre y cuando el proyectista
na bajo el nivel freático será: no tome precauciones especiales para restrin
gir los movimientos de la estructura como cuer
po rígido. £1 tipo de movimiento necesario
^ = = o (5-M) para que se pueda desarrollar un estado “plás
Né tico0 es un ligero giro del muro en torno a su
base, en el sentido conveniente.
Además, en este caso, sobre el muro y bajo el ni* 2. Cuando la superficie del relleno es horizontal
vel freático se ejercerá la presión hidrostática y si el respaldo del muro es vertical, como im
plícitamente se ha considerado hasta ahora, el
y wz' (5-15) muro debe ser “liso"; es decir, debe ser nulo
el coefidente de friedón entre él y el suelo de
Por consiguiente, el empuje total activo está dado relleno. Cuando la superfide del relleno es un
por: plano inclinado a un ángulo 0 con la horizon
tal, se ha de admitir que el muro es rugoso,
£ = -J — v H * + — v H ./ f- + - i - V f í a + con tal coeficiente de fricción con el suelo, que
11 2N+ 1 1 N f 1 1 a 2Nf 1 2 las presiones resultantes sobre el respaldo ver
tical resulten indinadas al mismo ángulo 0.
1
(5*16)
A-2 Teoría de Rankine en suelos cohesivos
Nótese que en este caso, a pesar del hecho de En suelos puramente “cohesivos", para la aplica
que la arena esté sumergida hace disminuir el va dón práctica de las fórmulas que se obtienen a con-
lor de y a y7» el empuje sobre el muro aumenta de tinuadón es necesario tener muy presente que la
manera notable, pues al efecto hidrostático del agua “cohesión” de las ardllas no existe como propiedad
no lo afecta ningún término reductor del tipo l / N f . intrínseca, sino que es propiedad drcunstandal, ex
Se pueden obtener fórmulas análogas a las 5-13 a puesta a cambiar con el tiempo, sea porque la ardlla
5*16 para el caso pasivo y para los casos de relleno se consolide o porque se expanda con absoraón de
no horizontal agua. Por ello, en cada caso es necesario tener la se
Si sobre los efectos ahora considerados existe la guridad de que no cambie con el tiempo la “cohe
sobrecarga uniforme q, su influencia deberá superpo sión” de que se haya hecho uso en las fórmulas de
nerse. Este es el caso que aparece dibujado en la proyecto. Desde luego que esta garantía es, por lo
Fig. V-3. menos, muy diffdl de obtener.
C o p y rig h te d materia]
Teorías clásicas de empuje de tierras 241
Considérese un elemento de suelo puramente “co estados plásticos en el diseño de muros de retención.
hesivo” a la profundidad z. Al igual que en cl caso Las fórmulas para las presiones activas se pueden re
de los suelos friccionantes, si la masa de superficie lacionar con el empuje de suelos sobre muros, en
horizontal de suelo está en “reposo”, la presión ho tanto que las pasivas sc relacionan con los casos
rizontal sobre el elemento, sometido a la presión ver en que los muros presionan al relleno tras ellos.
tical yz, será K 0yz. En este caso el valor de K 0 de Desde este punto de vista¿ como en el caso de
pende del material y de su historia previa de es suelos friccionantes, sé pueden obtener fórmulas para
fuerzos. los empujes totales activo y pasivo integrando en la
En la Fig. V-4 se representa/ en el círculo 1» al altura H del muro las respectivas presiones horizon
estado de esfuerzos del elemento antes mencionado. tales. El procedimiento para ello es cl ya descrito y
También ahora, si se permite deformación late los resultados que se obtienen son:
ral, el material puede llegar a la falla de dos modos.
En el primero se permite que el elemento se defor
me lateralmente, por disminución de la presión ho E „ - Í TH’ - 2 cH (5-19)
rizontal, hasta el valor mínimo compatible con el
equilibrio; este nuevo estado de esfuerzos se repre
senta con el círculo 2 y corresponde al estado “plás ^ = | vH » + 2«K (5-20)
tico” activo, en el cual (ver Fig. V-4) las presiones
valen:
Estos empujes son horizontales y pasan por el
centroide del área de presiones.
La horizontal,
pA = y z - 2 c Debe notarse que las fórmulas 5-19 y 5-20 única
La vertical, mente serían aplicable» si fuera horizontal la super
Pv m Yz (5*17) ficie del relleno tras el muro y si los estados plásti
cos correspondientes se desarrollaran por completo
pv es el esfuerzo principal mayor y pA el menor, en el relleno.
en el círculo de falla 2 tangente a la envolvente s — c, La fórmula 5-19 proporciona un procedimiento
que se obtuvo en prueba sin drenaje. sencillo para calcular la máxima altura a que puede
El otro modo de alcanzar la falla en el elemento llegarse en un corte vertical de material “cohesivo’'
situado a la profundidad z consiste en aumentar la sin soporte y sin derrumbe. En efecto, para que üh
presión horizontal hasta que, después de sobrepasar corte vertical que carezca de soporte se sostenga sin
cl valor yz, alcance un esfuerzo tal que haga que el fallar, la condición será EA = 0, lo que, según la ex
nuevo círculo de esfuerzos (círculo 3) resulte tam presión 5-19 conduce a:
bién tangente a la envolvente horizontal de falla. En
este momento se tiene el estado “plástico” pasivo y - yH* - 2cH - 0
las presiones alcanzan los valores: 2
La horizontal,
p , = yz + 2 c H. = - (5-21)
La vertical, Y
/>r = TZ El valor H c suele denominarse altura crítica del
material “cohesivo”. La fórmula 5-21 da valores un
y p , es el esfuerzo principal mayor. poco altos de la altura estable real y en caso de que
También ahora puede establecerse la misma in se use en la práctica deberá ser afectada por un fac
terpretación práctica respecto a la generación de los tor de seguridad de 2, como mínimo.
La Teoría de Rankine aplicada a suelos cohesivos
Ti debe ser objeto de una discusión de.carácter funda
mental. En efecto, como ya se mencionó, tal como se
ha interpretado en el pasado, la "cohesión” no. es un
elemento de cálculo confiable, sino un. parámetro
cuya variación con el tiempo es grande y difícil de
prever y que por lo general tiende a disminuir su va
lor inicial. Como regla general, en obras de retención
el proyectista no debe confiar en ella, por sugestiva
que le parezca a primera vista. Siempre hay la posibi
lidad de que un relleno se sature de agua con má( o
menos rapidez; una excavación siempre induce un
flujo hacia sus bordes. Así, en cualquier caso, al final
Figura v-4. Estado* plásticos en di diagrama de Mohr. (Sue
de cuentas el material “cohesivo” tiende a disminuir
los cohesivos.) su resistenda y un proyecto que se base en la resis-
242 Em puje de tierras
2c Las ex{
r¡zontales 1
Como sien
tienen inte
ra H del 1
214 E m p u je de tierras
relleno y en tre suelo y suelo respectivam ente. E l va de trab a jo q ue se p ro p o n e tien e qu e desembocar en Si, ademá:
lor num érico del ángulo 8 evidentem ente está acota u n procedim iento de tanteos, en el que se dibujen opresión 5-3
do, de m odo q u e diferen tes cuñas, se calcule el em p u je correspondien.
te a cad a u n a y se llegue así a u n a aproximación
0 < 5 < <£ razo n ab le para el valor m áxim o, producido por u
c u ñ a “ crítica”. c
E n efecto, 8 = 0 corresponde al m u ro liso y es in D ebe notarse q u e si el p la n o de falla qu e se esco
concebible u n valor m enor para u n á n g u lo de fric ge coincide con el resp ald o d el m uro, el empuje co- Debe not;
ción. P or o tra p arte, si 6 > <p, lo cu al e n prin cip io rre sp o n d ie n te a esa cu ñ a será, evidentem ente, nulo, y
entre el m u r
es posible, la falla se presentaría en la in m e d ia ta ve si el p la n o de falla q u e se e lija form a u n ángulo ¿
a la fórm ula
cindad del respaldo del m uro, p ero e n tre suelo y sue con la horizontal, el em p u je tam b ién es nulo; en efec
lo; este caso es p rácticam ente igu al a q u e el desli to, en este caso (ver Fig. V-7), la fuerza F resulta ver
zam iento ocurriese en tre m u ro y suelo, p o r lo q ue tical h acia arrib a; com o W es vertical hacia abajo, lj
Ea -
el m áxim o valor práctico q u e se p u e d e to m a r en ú n ic a posibilidad de e q u ilib rio será IV = F y E = 0.
cuenta para 8 es precisam ente <j>. S iguiendo indicacio P a ra cuñas con p lan o situ a d o en tre esas dos posicio,
nes de T erzaghi, el valor de 5 pu ed e tom arse en la nes extrem as, el em p u je so b re el m uro no es cero; De mane:
práctica como luego deb e existir u n m áx im o , qu e resulta así geo de Rankine
m étricam en te acotado. E ste m áx im o es al q u e ha de T am bién
é 2 a p ro x im arse por el m éto d o d e tanteos arrib a descri fórmula 5-31
- < 6 < - , (5-29) to. E n la Ref. 1 se reseñ an algunos m étodos que per- sión 5-9 de
2 3
m i ten llegar a u n valor d el em p u je m áxim o adecúa- Teoría de C
En la Ref. 8 se recom ienda tom ar 8 ig u a l al á n do p a ra los proyectos práctico s gráficam ente, lo que el empuje s
gulo de fricción residual del suelo fric cio n an te que e lim in a los tanteos. relleno.
constituya el relleno. Este es el án g u lo d e fricción E n el caso de u n re lle n o “friccionante” limitado Histórican
q u e se establece en el m aterial después d e u n a de p o r u n plano, a u n q u e sea in clin ad o y de u n muro pasivo de es
form ación considerable, cuando la rela ció n de vacíos de resp ald o p lano p u ed e d arse u n tratam ien to mate do a este ca
alcanza u n valor in d e p en d ie n te de la rela ció n d e va m ático a las hipótesis de C ou lo m b y llegar a una lares a las f
cíos inicial, el cual se m antiene co n stan te p a ra u lte fó rm u la concreta .para el e m p u je m áxim o. Esta fórmu la fórmula j
riores deform aciones. El valor del án g u lo d e fricción la se p resen ta a co n tin u ació n : cambiando <
residual es m ayor q u e el de sim ple fricción m ecáni el signo de
ca en tre las p artícu la s de la arena y e n u n proceso sulta:
co n tinuado de deform ación refleja esta p ropiedad , Ea = -Y
m ás el grado d e encaje q u e se p roduce e n tre los gra
nos con u n a n u la variación total de volum en.
COS2 (<f> — oj) £, = \y H 2
I sen (8 + </>) sen (<f> — 3)
C onsiderando el eq u ilib rio de la c u ñ a se ve q u e eos- w eos (8 + oj) 1 +
se debe cerrar el polígono dinám ico co n stitu id o por j cos (8 + w) cos (oj — P)
W , F y E. Com o W es conocida en direcció n y m ag C0S2(jJ COS ( ( i
cos
EÁ = I r e
I sen (8 + </>) sen (</> — [})
eos 8 1 +
cos 8 cos p
Si, además, el relleno es horizontal 0 = 0 y de la ción del empuje pasivo. Terzaghi y Peck evalúan ese
expresión 5-31 se obtiene: error hasta en un 30% si 8 = 0 , teniéndose valores
más bajos para menores ángulos 8. En el caso del
c o s 2</>
J <M2>
a 2
empuje activo la inQuenda del valor del ángulo 6 es
/s e n (A + 8 ) s e n 6 1 2 mucho más pequeña y suele ignorarse en la práctica.
[ l + V ' eos 6
importanda, fuera de la seguridad en la determina una interesa: sin embargo, debe notarse que se ha
tedi
E l método empírico de Terzaghi 247
de la inseguridad, por lo que su uso no es recomen var y aún más de predecir; de él depende el desarro
dable. llo de valores bajos del empuje, como en el caso ac
tivo, o mucho más altos, como los que corresponden
al estado de reposo, si la cedenda del muro se impi
C Otros métodos de cálculo fundados en las
de efectivamente.
teorías clásicas En todas las teorías dásicas se requiere que toda
En los tratados alusivos aparecen diversos méto la masa de suelo esté en equilibrio limite y que la
dos de cálculo que se fundan más o menos directa resistenda del mismo se exprese en términos de
mente en la aplicación de las teorías clásicas de Ran la teoría de falla de Mohr-Coulomb (capítulo 1); hay
kine o de Coulomb. Por ejemplo, en la Ref. 1 se po diferendas en la hipótesis relativa a la forma de la
drán ver métodos gráficos para aplicar el método de superfide de falla. En la Ref. 4 se mendonan otros
Coulomb a rellenos friccionantes, lo que simplifica métodos y teorías de empuje de tierras que pueden
mucho el trabajo de cálculo. En la misma referencia ser de interés en algunos casos particulares.
se incluye el método del círculo de fricción y el de Se debe considerar factible el cálculo de las pre
la espirad logarítmica, útil para evaluar el empuje pa siones de tierra con un razonable grado de seguri
sivo en rellenos con cohesión y fricción. En estos mé dad, cuando las teorías clásicas se aplican en condi
todos ya no se considera limitada por un plano la dones apropiadas de deformabilidad de la estructu
cuña de falla del relleno sobre el muro; en la propia ra, pero debe entenderse también que en la práctica
Ref. 1 aparece una discusión sobre este tema de tan hay varios factores que limitan mucho la precisión
to interés en los resultados de los cálculos. de los cálculos; uno es la valuadón del ángulo de
friedón entre el muro y el relleno, que no es sólo
una propiedad del material, sino que depende tam
D Comentarios sobre las teorías clásicas
bién de la naturaleza y la direcdón de los movimien
En párrafos anteriores ya se han comentado bre tos relativos; puede variar a lo largo del respaldo del
vemente las principales hipótesis a que obliga el uso muro. El valor de este ángulo ha sido detalladamente
de las teorías de Rankine y Coulomb. Conviene aña estudiado por Rowe y Peaker (Ref. 10) y por Sdio-
dir desde ahora que en ninguna de ellas se considera ficld (Ref. II). En todas las teorías dásicas se supone
cualquier efecto del agua que se pudiera acumular de manera implícita que la resistenda al esfuerzo
en el relleno, de manera que tales efectos, si existen cortante se moviliza por completo y en forma uni-
(y siempre será razonable pensar que puedan llegar
a existir, de un modo u otro) habrán de considerarse
de manera independiente» superponiéndolos a los em
pujes del suelo ‘'seco”, tal como se hizo en cl análisis
que se presenta en la sección A-l de este párrafo. Sin
embargo, se debe tener en cuenta que no es conve
niente proyectar un muro de retención para soportar
empujes hidrostáticos, porque esto conduce a seccio
nes muy robustas y» por tanto, caras en comparación
con el muro necesario para soportar el suelo *'seco”;
por ello, resultará siempre más ventajoso eliminar la
posibilidad de que se produzcan tales empujes hi
drostáticos» lo cual se puede lograr por lo general a
base de un drenaje apropiado» según se detallará algo
más en páginas siguientes de este capítulo. Si se usa
tal drenaje se justifica el proyecto del muro para so
portar sólo empujes de suelo, pero si se usa esta con
dición de proyecto sin aquél» es probable que sobre
venga la falla de la estructura, pues cl empuje hidros-
tático llegará a actuar y su valor dista mucho de te
ner influencia despreciable.
El conocimiento de las condiciones de frontera es
esencial para estimar las presiones sobre estructuras
de retención; tales condiciones deben representar el
procedimiento de construcción y la interacción entre
suelo y estructura, en vez de ser simples condiciones
analíticas, tales como "muro rígido", "muro liso" o
"muro rugoso". Por ejemplo, de todo lo dicho en los
párrafos anteriores se desprende la importancia que
para un muro de retención tiene el movimiento re
lativo respecto al relleno, el cual es difícil de obser
248 Em puje de tierras
un 2% de su altura para que se desarrolle por com- teriores por acomodo de la arena bajo los efecto» di*
pleto la resistencia pasiva en arenas compactas y has námicos del tránsito.
ta un 15% en las sueltas. Otra condición importante que de manera implí
De lo anterior se deduce que es razonable pensar cita sc acepta al aplicar las teorías clásicas a los mu
que en muros de mam(>ostería o concreto se puedan ros de retención es que los parámetros que definen
desarrollar las deformaciones necesarias para lograr la resistencia al esfuerzo cortante del relleno poseen
empujes muy próximos al activo de Rankine, a no valores definidos, que se pueden determinar con la
ser que se restrinja la deformación de las estructuras suficiente aproximación. Para cumplir esta condición
de algún modo o que se trate de muros muy rígidos se deberá seleccionar el material de relleno y anali
y de gran sección cimentados directamente sobre zar sus propiedades en el laboratorio; además, será
roca sana. preciso cumplir toda una serie de requisitos de colo
Incluso, si el empuje actuante sobre el muro fue* cación, de manera que en el relleno se reproduzcan
ra mayor que el valor del empuje activo utilizado en las condiciones supuestas en el estudio para el pro
un diseño práctico, el muro no correría un peligro yecto. Por ejemplo, si el relleno se coloca simplemen
serio; ello significaría simplemente que el terreno de te a volteo tras el muro, se obtendrá una estructura
apoyo en la base del muro está resistiendo mucho ción heterogénea en la que la resistencia no puede
más de lo necesario, con mínima deformación; mu ser prcdicha en forma confiable en sus valores me
cho antes de romperse, cl muro cederá lo necesario dios, además de que sería imposible anticipar los
para que se movilice la resistencia al corte del terre cambios que tal resistencia pudiera experimentar a
no y se llegue al valor activo, mínimo. La resistencia lo largo del tiempo.
del relleno de un muro de retención siempre se mo En general, las teorías clásicas no toman en cuen
vilizará mucho antes de que cl terreno de cimenta ta para nada los cambios que se puedan presentar en
ción llegue a su resistencia máxima; así, será razo la condición del relleno por variaciones climatéricas
nable diseñar el muro para resistir sólo el empuje estacionales, los que suelen ser importantes, sobre todo
activo y adoptar un factor de seguridad juicioso en en lo referente a la posibilidad de saturación o dese
la valuación de la capacidad de carga del terreno, cación; ya se ha dicho que las teorías clásicas tam
que es la magnitud más difícil de evaluar de todas poco toman en cuenta ningún efecto de la presión
las que se manejan en estos problemas. hidrostática que se desarrolle en el agua contenida en
Se ha de cuidar que no se restrinja artificialmente el relleno.
la rapacidad del muro para ceder, pues en tal caso
sí podrán crecer en forma considerable los empujes
actuantes; por ejemplo, en aleros de estribos de puen E L M E T O D O E M P IR IC O D E T E R Z A G H I PA R A
tes calculados con el empuje activo, en los que el re E L C A L C U L O D E EMPUJES C O N T R A M U R O S
lleno se coloca posteriormente, se debe dejar holgura DE R E T E N C IO N
suficiente entre el muro y las vigas y demás piezas
rígidas del puente, para que pueda haber la necesa Este método (Refs. 1 y 15) fue desarrollado por
ria cedenria. Terzaghi para proporcionar un elemento para traba
La Fig. V -ll (Ref. 14) muestra dos casos típicos jos de rutina, tales como ios muros que normalmen
en los que se crea una restricción a la cedenria natu te se construyen a lo largo de las vías terrestres. Para
ral de los muros. ellos resultaría antieconómico e impráctico realizar
Tschebotarioff (Ref. 14) comenta los dos casos todos los estudios previos que eliminaran las incerti-
que se presentan y recomienda usar en ambos un dumbres que emanan de las variaciones estacionales
valor del coeficiente de empuje de tierras próximo y de las otras fuentes comentadas anteriormente. El
al de reposo; un valor de K m 0.5 sería apropiado método se basa en análisis de estabilidad de muros
para un relleno arenoso, en el que asimismo se debe reales, de los que sólo unos cuantos hablan fallado.
rá recomendar una compactación no muy severa du Seguramente proporciona una estimación conservado
rante la colocación, por lo menos en la inmediata ra de los empujes, pero aún así constituye, quizá, el
vecindad del respaldo del muro, sin llegar a un es método más apropiado al alcance del ingeniero de
tado tan suelto que pueda provocar problemas pos Vias Terrestres, con tal de que los muros en estudio
ited
250 E m p u je de tierras
se en c u en tre n d en tro del cam po de aplicab ilid ad d el El m étodo p ro p u esto se aplica en c u a tro casos
m étodo, p o r desgracia restrin g id o a m uros de escasa m uy frecuentes e n la práctica, en lo q u e se refiere a En la
a ltu ra (de unos 7 m, com o m á x im o ). la geom etría del rellen o y la condición de cargas. permiten
E l p rim e r paso p ara la aplicación del m étodo es para la a
trib a e n encasillar el m a teria l d e relleno con el q u e 1?L a su p erficie d el relleno es p lan a, inclinada o ción de 1
se h a de tra b a ja r en uno de los siguientes cinco tipos: n o y sin so brecarga alguna. del tipo c
2? L a su p erficie d el rellen o es in c lin ad a, a par. berá n o ta
I . Suelo g ran u la r grueso, sin finos. tir de la c o ro n a d el m uro, h asta u n cierto ni plea p a ra
II. Suelo g ran u la r grueso, con finos limosos. vel, en q u e se to rn a horizontal. Las e:
III. Suelo residual, con cantos, bloques de p ie 3? L a su p erficie d el rellen o es h o rizo n tal y sobre nan el va
d ra, gravas, arenas finas y finos arcillosos en ella ac tú a u n a sobrecarga u n ifo rm em e n te re El em puj
c a n tid a d apreciable. p artid a. del p añ o
IV. A rcillas plásticas blan d as, lim os orgánicos o 4° L a su p erficie d el rellen o es h o rizo n tal y sobre E n el
arcillas limosas. ella ac tú a u n a sobrecarga lineal, p ara lela a la V, el vale
V. F ragm entos de arcilla d u ra o m edianam en te corona d el m u ro y u n ifo rm em en te distribuida. reducir ei
d u ra , protegidos d e m o d o q u e el agua prove
se obteng.
n ie n te de cualq u ier fu en te n o penetre e n tre P ara el p rim e r caso d e los a rrib a m encionados, el
los fragm entos. problem a se p u e d e resolver ap lican d o las fórmulas
ontal y ver-
vertical que
muro, en el
-¿•fíl-* -——1
----- ”
n —
0
VALORES OE LARELACION
SU ELO T IP O 4 SU ELO T IP O 5
2700
2400
31
2100 _ 611-
Kh
1800
Talud 3.1 Porc molt ¡alMC itstel ipo los
1500 — cdlc ulosit tftclti ¡ancón un vo-
lordteHquc es 1.20n. m«r or -
aue ll rH L
1200
/
900
600 JP \
f/.
K,= 0
/ 6‘ _
300 /
ninar el em- 0.
on superficie 0 02 0.4 0£ 0.8 LO 0 02 04 0.6 0.8 LO
ghi (Refs. 1 VALORES DE LARELACION H/H
Figura V-13. Gráficas para determinar el empuje de rellenos en terraplén, con remate (Refs. 1 y 15).
252 E m p u je de tierras
:1 agua tras del m uro, hum edeciendo el suelo en una zona que, e) DREN INCLINADO f) DISPOSICIONCONTRA g) RELLENO EXPANSIVO
obviamente, conviene m antener en seco. Esta condi CONGELACION.
shielo.
(1) OREN CONTINUO HORIZONTAL UNIENOO LOS TUBOS OE SALIDA CON DRENES
e debe con- dón se puede corregir si en vez de cada una de las VERTICALES EN E L RESPALD O DISPUESTOS EN TRE LOS TUBOS.
:omo ya se hileras de tubos de salida se colocan drenes corridos (2) DREN CONTINUO HORIZONTAL CON DESCARGA LA T ER A L, EN VEZ DE TUBOS
de m aterial perm eable que ab arquen toda la longi DE SALIDA. PU ED E TEN ER DRENES VER T IC A LES INTERMEDIOS.
>yectar una
táticos, ade- tud del m uro, cuyas descargas se disponen hacia fue Figura V-15. Sistemas de drenaje en el respaldo de un muro
ra del m uro, donde el agua no tenga efectos nocivos. de retención y en su relleno (R ef. 7).
insistirá en Los sistemas más elaborados de drenaje en el relleno
mulé en el incluyen capas continuas de m aterial permeable que continua cubriendo todo el respaldo, preferentem en
n en tubos cubren todo el respaldo del m u ro o que incluso se te en u n a sola capa (esta preferencia se relaciona con
) suficiente construyen en el interior del relleno, en disposicio las razones de facilidad de construcción y de costo)
Imente obs- nes que logren dirigir el flujo de m anera que el efec o en dos o tres capas, cuando ello sea necesario, de
den de los to de las fuerzas de filtración sea m ínim o o desapa acuerdo con la discusión que más ad elan te se hace.
paralelas en rezca (Ref. 1 y 17). En la Fig. V-15 se presentan es
Las partes (e), (f) y (g) de la figura m uestran siste
íto vertical quemas de las diferentes disposiciones de drenaje, en
mas de d ren aje más complicados y, por tanto, más
m, aun en grado ascendente de com plicación, hasta llegar a las
disposiciones que m odifican la form a de la red de costosos, q u e se em plearán cuando sea im prescindi
•pongan las
flujo a través del relleno, nulificando el efecto de las ble cam biar favorablem ente la dirección del flujo o
irse la con-
: del muro, fuerzas de filtración, según se describe en las dos re im pedir q ue ciertas zonas del relleno p u ed an absor
ir la salida ferencias m encionadas en últim o lugar. ber agua.
ir u n buen Como ya se dijo, el dispositivo (a) solamente será Todos los sistemas anteriores se d eben proyectar
ción de las útil en rellenos formados por m aterial granular sin para im pedir la acum ulación del agua detrás del
onales, con finos, m uy permeable. El dispositivo que se m uestra m uro y el desarrollo de presiones hidrostáticas; sólo
edacería de en la parte (b) tampoco se podrá usar cuando el relle los tres últim os ten d rían u n efecto benéfico en cuan
locación de no tenga finos susceptibles de contam inar las bolsas to a la dirección del flujo y el efecto de las fuerzas
ate. En ge- de m aterial perm eable y, en general, sólo será conve de filtración. L a disposición de los drenes tam bién
te en el re- niente en rellenos de alta perm eabilidad en qu e el influye en la subpresión que debe ser tom ada en
nsese, como agua pued a movilizarse con m ucha facilidad hacia cuenta para el cálculo del em puje en condición de
m uy baja las bolsas de m aterial perm eable y hacia los tubos de flujo establecido (Ref. 1 y 17); en cada caso deberá
esarrollo de salida. L a parte (c) recoge la idea que ya se m encio analizarse dicha influencia para ad o p ta r la disposi
ían sin que nó del d ren horizontal q u e u n e las entradas de los ción de drenes más ventajosa.
iese efectos tubos de salida (o que substituye a éstos, cuando se En rigor, el problem a del proyecto detallado del
lización del eliminan) y que descárgan lateralm ente afuera del drenaje de u n m u ro de retención p articip a en el pro
permeabili- muro; a veces su efecto se com plem enta con u n sis blem a general de diseño de filtros y, en estos, aspec
tema discontinuo de drenes verticales adosados al res tos, queda com préndido dentro del cap ítu lo especial
bos de salí paldo y colocados en posición interm edia respecto a m ente dedicado a estos temas, q u e aparece más ade
an para di- los tubos de salida. La parte (d) de la figura m uestra lante en este m ism o libro; es por ello q u e no se dirá
'acidad p°r esquemáticamente la disposición más común y p or lo nada aq u í sobre los materiales q u e se usan como
cho impor general más conveniente de los drenes en el relleno drenantes, ni del cálculo de los drenes propiam ente
tas muros de un m uro de retención; éstos se disponen en form a dichos.
254 E m puje de tierras
El proyecto de un drenaje para un m uro de re tubo colector perforado en la base del m an to con fj.
creciente, Jla
tención, como el de cualquier otro filtro, h a de h a cil salida p ara el agua a ambos extrem os del muro
cia a corto
cerse bajo requerim ientos contradictorios. Se tra ta Las características del tubo perforado se detallan en
muro está r
de colocar un m aterial lo suficientem ente perm eable el capítulo aludido.
tencia m eno
como p ara que en él el agua circule librem ente y se
exceda el va
elim ine con facilidad, sin acum ularse; pero u n m ate
tante con df
ria l con tales características tam bién será tan poroso V-5 CONSIDERACIONES RESPECTO AL CALCULO
más fuertem
como p ara que el agua que penetre a él pueda arras DE MUROS DE RETENCION
que se re q u
trar al m aterial fino que en tre en suspensión cuando
causa de im
se atraviese el m aterial que se vaya a proteger; desde No se p retende detallar en esta sección los pasos
parámetros c
este p u n to de vista convendría qu e el m aterial dre que suelen seguirse para llegar al proyecto completo
correspondie
n an te fuese cerrado y, por tanto, de baja perm eabili de un m uro de retención. La Ref. 7 puede • cubrir diciones d e e
dad. El requisito de perm eabilidad y el de filtro son este requisito en lo que se refiere a la aplicación de
la expansión
tan contradictorios que difícilm ente se logra satisfa las teorías clásicas, con gran can tid ad de detalles y cerse p ru eb a
cerlos con u n a sola capa de m aterial; es preciso recu consideraciones; la Ref. 18 recoge m uchas de las nor ciente, y p a r
rrir a u n filtro de dos o tres capas, con requisitos gra- mas prácticas de diseño y resultará de g ran utilidad se debe emp:
nulom étricos bastante rígidos, dispuestas en orden para el ingeniero q u e afronte u n pro b lem a particu nentes, n o di
creciente de tamaños, que vayan del relleno hacia el lar. En esta sección más bien se desea com entar, con
susceptibles
m uro. L a capa del dren próxim a al relleno (que se base sobre todo en la Ref. 16, algunos aspectos de
Se h a vis
supone contiene abundantes finos) ha de ser sufi interés que se deben considerar p ara lograr u n buen
cientem ente fina como para filtra r los arrastres q u e lia tiene gra;
proyecto de m uros de retención.
traiga el agua; entonces no será lo bastante perm ea cientes de e:
Los análisis usuales que se basan en las teorías valores d e 1 ;
ble como para garantizar u n drenaje libre, por lo clásicas consideran q u e el relleno desarrolla su resis
que el agua pasará a u n a segunda capa, de granos fuerzos h o ri/
tencia m áxim a al esfuerzo cortante y ap lican un fac cales actuani
de m ayor tam año, que será filtro de la anterior, pero tor de seguridad substancial al dim ensionam iento del
quizá a ú n no suficientem ente perm eable; en este ú l lación en tre
m uro y a la posibilidad de que éste se p u ed a deslizar duplicar a L
tim o caso seria precisa u n a tercera capa y así sucesi o volcar (caso a c tiv o ). Se han realizado intentos más
vam ente. ñas, con vale
elaborados pero n o más realistas, con base en la uti laterales resii
Lo an terio r im pone u n a tecnología dem asiado r í lización de las ecuaciones de K ótter (Ref. 19). El carga corresj
gida y “delicada” para lo que suele considerarse prác método de la C u ñ a de Coulomb es ventajoso porque valer a u n v
tico en las Vías Terrestres. Sin d uda se justifica en perm ite tom ar en cuenta con facilidad factores como sufrido carg;
los m uros que por su altu ra o por alguna otra razón la fricción en tre el m uro y el relleno, el efecto del breconsolida»
especial presenten peligros fuera de lo común, pero flujo del agua en el relleno (Ref. 20) y la influencia
siem pre será preferible proyectar mantos drenantes N o h ay d
de sobrecargas variadas.
form ados p o r una sola capa, con m aterial único q u e solidadas y e
C uando se usan rellenos friccionantes, formados tivas m ayore
se fab rique con un mismo proceso y que se parezca por materiales gruesos y permeables en los que prác
lo más posible o coincida con algún otro m aterial Más adelanti
ticam ente n o se producen presiones de poro en con tación en el
qu e de cualquier m anera se deba fabricar para otros diciones de resistencia no drenada, p or lo general se
fines (por ejemplo, con el m aterial de sub-base del horizontales
utiliza el ángulo de resistencia m áxim a en condicio compactaciór
p av im en to ). nes con drenaje en el análisis lím ite de los muros; dación.
E n el capítulo que en este lib ro se dedica al sub si el m ovim iento del m uro está algo restringido se
dren aje se verán los criterios generales, casi todos de E n arcill;
pueden escoger valores del ángulo de resistencia algo
base granulom étrica, que la experiencia actual ha ido das es difícil
menores. Es p ro b ab le que las condiciones de falla
im poniendo para el diseño de m ateriales constituti ñera p o r efe
con deform ación p lan a que prevalecen en el proto
de la sobreo
vos d e capas drenantes; por lo general estos criterios tipo signifiquen u n increm ento de varios grados res
conducen a mantos de dos o tres capas. En el mismo ingenieros d
pecto al ángulo o b ten id o en el laboratorio, aun con pleen rellene
capítulo se m encionan algunas experiencias m exica pruebas drenadas. N o parece tener im p o rtan cia para
nas q ue perm iten utilizar u n a sola capa drenante en indefectiblen
el caso que se h ag an las pruebas triaxiales con esfuer
m uchos casos, probablem ente con suficiente garantía nos perm ite ;
zo vertical creciente o con esfuerzo lateral decre
y, desde luego, con grandes ahorros en trabajo y poro, q u e a<
ciente.
costo. mineral y h a
En arcillas es m ucho más com plicada la selección sea m enor q
C u ando el drenaje de u n m uro de retención se del ángulo de resistencia que se aplica p ara el cálcu fuerzos efecti
haga con u n m anto adosado al respaldo, el espesor lo a base de análisis lím ite. En estado activo, cuando apropiado la
del m ism o será tal que se garantice su continuidad decrecen los esfuerzos normales totales prom edio, las biará este esi
d en tro del procedim iento constructivo; por lo gene arcillas sobreconsolidadas tienden a expanderse y llar presión <
ral esto se logra con u n espesor m ínim o de 30 cm las presiones de poro dism inuyen. P ara arcillas no presión sobr<
en m uros bajos, pudiéndose aum en tar la dim ensión sensibles, con relación de sobreconsolidación compren sión sobre el
hasta 50 cm en muros más altos. L a descarga del dida entre 1 y 3, el cambio de volum en n o es muy lateral efecti’
m anto d ren a n te se puede hacer de preferencia con im portante, de m an era que son sim ilares las resisten s°bre él podi
tubos de salida a través del m uro, o disponiendo u n cias drenada y n o d ren ad a con presión de cám ara de variaciones e
Consideraciones respecto al cálculo 255
creciente, habiendo poca diferencia entre la resisten la ardlla podrá expanderse. aplicando presiones ere-
cia a corto y a largo plazo. Si el movimiento del dentes sobre el muro, que podrán dañarlo.
muro está restringido deberá considerarse una resis Si el muro se coloca contra la cara de un corte en
tenda menor que la máxima, de manera que no se ardlla sobreconsoiidada debe esperarse que ocurran
exceda el valor a! que el esfuerzo se mantiene cons los mecanismos arriba descritos y que la infiltración
tante con deformación credente (creep). En ardllas del agua en el relleno, independientemente del dre
más fuertemente sobreconsolidadas, los movimientos naje, elimine tensiones de poro y elimine también en
que se requieren para alcanzar el estado activo son las ardllas expansivas los esfuerzos de tensión que
causa de importante dilatadón, lo que hace que los pudiera haber en el esqueleto mineral a poca pro
parámetros de resistenda pueden disminuir hasta los fundidad; así se desarrollarán expansiones que produ
correspondientes a la resistenda drenada en tales con cirán grandes presiones, aunque el muro sea capaz
didones de expansión. Para estimar la importancia de de ceder en forma moderada.
la expansión en la pérdida de resistenda deberán ha Los materiales más propensos a la expansión son
cerse pruebas triaxiales con presión de cámara decre las lutitas con alto índice de plastiddad y sin ce-
ciente, y para estimar la resistencia a largo plazo que mentadón entre sus minerales. En estos materiales
se debe emplear para el cálculo de estructuras perma los muros se habrán de diseñar aun para presiones
nentes, no deberá contarse con valores de la cohesión, mayores que la de reposo.
susceptibles de disminuir con el tiempo. Casi todos los ingenieros experimentados que han
Se ha visto que la sobreconsolidadón de la ard construido muros de retendón están de acuerdo en
lla tiene gran importanda en los valores de los coefi- que la evaluadón de la presión lateral es menos im
dentes de empuje de tierras (Refs. 16 y 21); para portante que el aspecto del drenaje del relleno o
valores de la sobreconsolidadón entre 3 y 5, los es una buena estimadón de las condidones de dmen
fuerzos horizontales son iguales a los esfuerzos verti tadón. En la Ref. 22 se analizan numerosos casos de
cales actuantes (K = 1) y para valores de dicha re fallas de muros y se conduye que dos terceras partes
lación entre 15 y 20, los esfuerzos horizontales pueden de ellas corresponden a estructuras cimentadas en
duplicar a los verticales actuantes (K = 2). En are ardllas; el otro terdo eran muros con relleno ard-
nas, con valores inidales de K0 de 0.35, los esfuerzos lloso o con relleno de naturaleza no reportada.
laterales residuales que se producen al ocurrir la des Con frecuenda se recomienda el empuje activo
carga correspondiente al estado activo pueden equi como la base de diseño cuando se tienen rellenos
valer a un valor de K0 entre 0.6 y 0.9, si la arena ha granulares tras muros de gravedad o en cantilever d-
sufrido cargas previas que lleven su reladón de so mentados en suelo, sea por superfide o con pilotes
breconsolidadón a un valor comprendido entre 2 y 5. de punta. Para muros en cantilever cimentados en
No hay duda de que en muchas ardllas sobrecon roca o para cualquier clase de muro sobre pilotes de
solidadas y en lutitas existen presiones laterales efec fricción se suele recomendar el uso de presiones su
tivas mayores que las presiones verticales actuantes. periores a la activa. La presión correspondiente al
Más adelante se tratará la influencia de la compac estado de reposo se utiliza en el cálculo de muros de
tadón en el posible desarrollo de fuertes presiones gravedad amentados en roca o sobre pilotes. Como
horizontales residuales; desde este punto de vista, la ya se dijo, cuando el relleno es de ardlla sobrecon-
compactadón parece ser una forma de sobreconsoli solidada no se considera apropiado diseñar a base del
dadón. emmije activo calculado con el valor máximo de la
En ardllas fuertemente consolidadas o compacta resistenda no drenada; es usual que la resistenda se
das es difídl distinguir la presión lateral que se ge tome entre alguno de los siguientes valores: los pará
nera por efectos de expansión, de la que proviene metros de resistenda no drenada en la cercanía del
de la sobreconsolidadón o compactadón. Todos los valor limite o residual; los parámetros de resistencia
ingenieros de experiencia aconsejan que no se em drenada, preferentemente prescindiendo de la cohe
pleen rellenos de ardlla, pero a veces se han de usar sión aparente, o un valor dél ángulo de la resistenda
indefectiblemente. La colocadón usual de los relle que quede comprendido entre el máximo correspon
nos permite a veces que éstos desarrollen tensiones de diente a la resistenda drenada y el residual.
poro, que actúan como compresión en el esqueleto Los muros de estribos de puentes y estructuras de
mineral y hacen que la presión lateral sobre el muro cruzamiento se deben calcular con un empuje mayor
sea menor que la que corresponde al estado de es que el activo; esto depende de qué tan importante
fuerzos efectivos en el relleno; pero aun con drenaje sea la restriedón a la rotadón o traslación que se
apropiado la infiltración de agua en el relleno cam tenga, la cual existe siempre en mayor o menor gra
biará este estado de presiones y se llegará a desarro do. Ya se mendonó la norma de proyecto aconseja
llar presión de poro, con lo que se eliminará la com ble para muros con restriedón completa en su cabe
presión sobre el esqueleto mineral, llegando la pre za y relleno arenoso; las Refs. 16 y 23 mencionan
sión sobre el muro a ser igual o superior a la presión algunos casos en que las condiciones particulares de
lateral efectiva; entonces, si el muro cede, la presión interacción suelo-estructura (ahora referidas a las
sobre él podrá aliviarse temporalmente, pero con las restriedones de movimiento en el muro) propidan
variaciones estadonales y en espedal con las lluvias, el desarrollo de presiones mayores que la activa.
25 6 Empuje de tierras
En suelos sobre terreno arenoso, o no se producen lo largo del m uro, deberán considerarse para el dise.
asentamientos perceptibles o éstos ocurren durante ño de distintas secciones de la estructura. En gene,
el p eríodo de construcción; por el contrario, cuan ral los asentamientos suelen estar asociados a desplo.
do el m uro está sobre arcilla, le pueden sobrevenir
mes del m uro de retención qu e pueden hacer variar
im portantes asentamientos por consolidación duran
las presiones del rellen o y la relación suelo-estructura
te m ucho tiempo. En este ú ltim o caso se recom ienda ll DESLIZAMIENTO
en form a no prevista.
qu e la resultante de las fuerzas exteriores actuantes
sobre el m uro pase cerca de la m itad de la base, para En la Fig. V-16 se presentan esquemáticamente los
m antener los asentamientos uniformes y evitar ries tipos más comunes de m uros de retención que se
gos de vuelco. Los muros tienen relativam ente poca u tilizan en las vías terrestres.
resistencia a los asentamientos diferenciales en su En la F ig. V-17 se muestran los tipos más comu /
sentido longitudinal, por lo q u e si hubiese d iferen nes de fa lla susceptibles de presentarse en muros de
cias de im portancia en el terreno de cim entación a retención.
V-6 C ALC U
Se trata <
que se pued
placas o mu
(a) fundidad. L
están básicai
En la Fi¡
cas de ancla
En el pa;
tencia pasiva
según un d
muestra mar
terio se com
para la arei
fricción entr
de lo anteri
empuje pasi
(b) (e) Fig. V-18 sir
tos realizado
(Ref. 14), q
realistas del
lados experi
resistencia d
TRAVESAROS fundidades ’
LARGUEROS de ancho b
está contenii
La resistí
de ancho pi
CARADELMURO
CONTRAFUERTES
Nota: Las celdas se
rellenan con suelo.
(c) (d)
Figura V-16. Tipos de muros de retención, a) Muros de gravedad de mani SECCIO
postería o concreto simple, b) Muro en cantilever, c) Muro con
contrafuertes, d) Muro de celosía, e) Muro de semigravedad (con figura V-18.
pequeña cantidad de acero de refuerzo) (Ref. 18).
Cálculo de muertos de anclaje 257
para e l dise.
•a. E n gene,
los a des pío.
hacer variat
lo-estructura
, DESLIZAMIENTO i ) FALLA SUPERFICIAL POR d )ASENOUtENTOVOVUELCO
IIX CORTANTE.
icam ente lo¡
:ió n que se
; más coinu-
n m uros de
V-6 CALCULO DE MUERTOS DE ANCLAJE Figura V-19. Coeficiente de empuje pasivo para placas de
anclaje en arena (R ef. 14).
Se trata en esta sección de las norm as de proyecto
que se pueden utilizar en relación a la resistencia de (5-38)
E p ~ 2 YH 2 K p
placas o m uertos de anclaje colocados a cierta pro
fundidad. Las recom endaciones que se proporcionan
están básicamente contenidas en la R ef. 14. d onde los valores del coeficiente K p deberán tomarse
En la Fig. V-18 se m uestra un dispositivo de pla de la gráfica de la Fig. V-19 en función de la rela-
cas de anclaje colocado en arena.
ción — . E n este sentido la gráfica se estima confiable
En el pasado solía considerarse solam ente la resis
tencia pasiva desarrollada en la altura h de la placa, p ara valores de la relación com prendidos entre 1.5
según un diagram a convencional como el q u e se y 5.5. En las aplicaciones de estos resultados tam bién
muestra m arcado con flechas en la Fig. V-18; este cri deberá tom arse en cuenta q u e las experiencias de
terio se com plem entaba eligiendo bajos valores de kp H am burgo se realizaron con arenas de com pacidad
para la arena y adoptando u n valor 6 = 0 p ara la m edia con ángulo de fricción <j>= 32.5°.
fricción entre la placa y la arena. Como consecuencia L a resistencia de placas separadas de ancho b = h
de lo anterior, los valores que se o b tenían p ara el se puede calcular con la fórm ula:
empuje pasivo eran excesivamente conservadores. La
Fig. V-18 sirve tam bién para describir los experim en
tos realizados en el In stitu to Franzius de H annover Ep = l- y W K < pb (5-39)
(Reí. 14) , que perm iten m anejar valores m ucho más
realistas del em puje pasivo, de acuerdo con los resul Los valores de K 'p deberán tomarse tam bién de
tados experim entales. Las pruebas se refieren a la la gráfica de la Fig. V-19, trab ajan d o confiablem ente
resistencia de u n a placa continua a diferentes pro en tre los mismos límites.
fundidades y a la de u n a serie de placas cuadradas Las fórm ulas 5-38 y 5-39 se pueden usar sin fac
de ancho b = h. L a conclusión de los experim entos to r de seguridad en obras provisionales o con 1.5 ó
está contenida en la Fig. V-19 (Ref. 14). 2 en obras im portantes de carácter definitivo.
La resistencia de u n a placa con tin u a p o r unidad P ara el caso de m uertos d e anclaje colocados en
de ancho puede calcularse en la fórm ula arcilla puede considerarse la solución propuesta p o r
B rinch H ansen (Ref. 24, qu e se cita en la Ref. 14).
¡V,
L a Fig. V-20 m uestra el caso de u n m uerto de ancla
b= je de sección rectangular colocado en u n a arcilla plás
■ ó -:/ :
tica. Se supone que la arcilla no cam bia su volum en
Co-b)
y fluye en torno al m uerto, ofreciendo u n a resisten
V < _L cia s = c a tal m ovim iento; las líneas en p u n to y raya
y ; ¡ \ b =h
q ue aparecen en la figura in d ican las superficies de
deslizam iento consideradas.
L a resistencia to tal por u ilid ad de ancho del
SECCION VERTICAL P LA N TA
m uerto o b ten id a por H ansen fue:
Figura V-18. Resistencia a placas y muertos de anclaje en
arena (R ef. 14). P = 11.4 c h (5-40)
258 E m p u je de tierras
bido al e
siendo y e
las demás
la Fig. V-S
mitad de 1
travesaños
sión latera
se desarro!
Figura V-20. Superficie de deslizamientos en
torno a muertos de anclaje en ar antes de t
cilla. a) Consideraciones teóricas último ya
según J. B. Hansen (Ref. 24) portancia.
b) Resultados experimentales se deberán a:
gún Mackenzie (R ef. 25).
sión y de
también p
do nde c es la resistencia considerada al suelo por V-7 MUROS EN CELOSIA O MUROS CRIBA que se ejei
cohesión. za A debe
E n la R ef. 25 se d etallan los estudios experim en Y a se m ostró en la Fig. V-16 el tipo característico tante. Las
tales realizados p o r M ackenzie en m odelos a escala de m u ro al q u e se refiere la presente sección y que flexión, cc
de m uertos colocados en dos clases d iferentes de ar se d en o m in a m u ro c rib a o, quizá más propiamente, bre ellas i
cilla. E n estas pru eb as el valor de y h fu e m uy pe m u ro s en celosía o m u ro s en parrilla de gravedad. •0.5 y a • 0
q u eñ o e n co m paración con el valo r 2c (fórm ula Se construyen con piezas prefabricadas de concreto ción entre
5-18), razón p o r la que, posiblem ente, las deform a arm a d o o especiales de acero. Las piezas se disponen vale a 6 =
ciones en to rn o al m u e rto fueron com o las qu e se fo rm a n d o celdas p aralelep ip éd icas que posteriormen en ambos
m u estran en la p a rte b d e la Fig. V-20, y la resisten te se rellen an con suelo. L a Fig. V-22 (Ref. 14) Los m
cia to ta l m e d id a p o r M ackenzie fue m e n o r q u e la ob m u e stra u n detalle de estas estructuras, con vista en tud la de
ten id a teóricam ente por H ansen; M ackenzie obtuvo: p la n ta y perfil. diferencia
E l ancho b del m u ro se d eterm in a analizando al plomes y
P = 8.5 c h (5-41) c o n ju n to como u n m u ro d e retención com ún de gra que sería
vedad, bajo la acción del peso propio, el em puje y El ma
Puede verse e n las gráficas de la Fig. V-21 qu e la las reacciones del terren o . Las dim ensiones de las ser friccio
resistencia com pleta (2 c h) de la cu ñ a fre n te al m uer piezas prefabricadas se escogen de m anera q u e / ^ 2 e dón se lo
to sólo fue efectiva p a ra u n a relación H / h = 1 , o sea (Fig. V -22); de o tra m a n e ra se saldría, si el relleno je general
cuando el m u e rto tocaba la superficie del terreno; es de m aterial g ran u la r. Los largueros B deben calcu Dentrc
p a ra valores crecientes de la relación H / h , la resis larse p a ra resistir flexión, com o vigas d e claro a so colocar cc
tencia to ta l re su lta m e n o r q u e la q u e p u ed e calcu b re dos apoyos; la fuerza q u e produce la flexión, de- su posteri
larse a p a rtir d e las ecuaciones 5-18 ó 5-20, y su valor el riesgo ■
está acotado al q u e indica la ecuación 5-41, como normalme
lím ite inferior. Los valores experim entales q u e se
m u estran en la Fig. V-21 se p ueden u sa r para pro
yecto, con u n razo n ab le factor de seguridad, q u e sue
le estim arse en 3 com o m ínim o (Ref. 14).
I—
A ti
i
S SECCION HORIZONTAL
A ti E -E
-YV-
Figura V-21. Resistencia de muertos en arcilla (Refs. 24 y 25). Figura V-22. M u ro en criba (R ef. 14). Muro de
r
n iero no conoce con precisión las propiedades mecá Figura V-23. Relación entre la energía de compactación y ij
nicas de los rellenos que se em plean y éstas se esta presión lateral residual para una arcilla limosa
blecen a juicio p ara los fines del cálculo; esta prác con w — 14%. Prueba por impactos (Ref. 28),
tica sólo se debe considerar admisible en m uros bajos
con relleno de b u en a calidad, a cubierto de errores y sobre u n a arcilla areno-limosa (CL-ML) con LL =
graves en la apreciación. = 41% e Ip = 14%, de la cual se realizó parte en el
Si h ubiera que usar rellenos francam ente arcillo laboratorio y parte en el campo. L a investigación
sos deberá contarse, como ya se comentó, con que el de lab o rato rio se hizo utilizando com pactación estáti
m aterial pierda su cohesión, pasando a com portarse ca y p or im pactos en u n cilin d ro de 10 cm de diáme
como u n fluido con el mismo peso volum étrico que tro, provisto de u n dispositivo p ara m edir la presión
el suelo. lateral; se usaron varias hum edades de compactación dón es el in
Se suele exigir q u e el relleno de u n m u ro de re com prendidas entre el estado seco y la hum edad óp grado de co:
tención que se coloque después de construido éste tim a de cada prueba. Las pruebas de campo se rea el relleno.
(lo que constituye u n caso frecuente) se disponga en lizaron haciendo mediciones directas en u n m uro de
capas horizontales o con ligera pendiente descendente escasa altu ra. V-9 A D E M E
a p a rtir del m uro y hacia el interior del relleno. Se En el laboratorio se vio q u e prácticam ente no se
considera aceptable u n espesor de capa del ord en de desarrollaron presiones residuales en las arenas, en Las exea-
20 ó 30 cm (su elta), si bien pudiera ser necesario tanto q u e fueron im portantes en las arcillas. La Fig. pueden cons
usar capas más delgadas (de unos 10 cm) en los ca V-23 m uestra las presiones residuales desarrolladas caso sus p ar
sos en que se desee evitar u n intenso trab ajo de com en función de la energía de com pactación, para el do que sea <
pactación, según las ideas que se exponen más ade caso de pruebas por impactos. los dentro (
lante. L a com pactación de los rellenos aum enta, en Los resultados en p rueba de com pactación está con frecuenc
principio, la resistencia al esfuerzo cortante de los tica y dinám ica indicaron q u e las presiones residua demasiado e
mismos; dism inuye así la presión de tie rra y hace les son m ucho mayores cuando se com pacta del lado de tender le
d ism inuir tam bién la posibilidad de asentam iento. seco y dism inuyen en form a n otable cuando la hume por falta de
P o r o tra parte, h ará descender la perm eabilidad y d ad de com pactación se acerca m ucho a la óptima;
este hecho p udiera tener efectos contradictorios. U n sin em bargo, au n en ese lím ite las presiones fueron
relleno no com pactado se asentará tras el m uro y im portantes en la arcilla.
esto, como ya se com entó, puede afectar la dirección L as Figs. V-24 y V-25 m u estran los resultados de
y la m agnitud del em puje de tierras, haciéndolo cre las m ediciones de campo q ü e se hicieron en u na are
cer extraordinariam ente. na de río y en arcilla lim osa, respectivamente. De
P or todo lo an terio r se podría pensar q u e la com nuevo se puede ver q ue las presiones laterales resi
pactación reporta únicam ente ventajas al relleno. Por duales son m ucho más pequeñas en el caso de las
desgracia ése no es siem pre el caso. C uando el relle arenas.
n o se com pacta en form a severa tras el m u ro suelen E n vista de lo anterior, se puede decir que la
producirse deform aciones excesivas en la estructura, com pactación del relleno tras u n m uro de retención
a u n cuándo se tom e la precaución obvia de que el es u n p u n to qu e se debe m an ejar con cuidadoso cri
eq u ipo pesado de com pactación no circule m uy pró terio. T a l vez sea necesaria la com pactación sufi
x im o al respaldo. Independientem ente de lo anterior, ciente p ara q ue el relleno n o se asiente por su peso
se h a visto, además, qu e después de la com pactación propio o cualquier otro efecto, pero se h a de dar te
perm anece en el suelo del relleno por lo m enos par niendo siem pre en m ente el ev itar q ue se desarrollen
te de las presiones horizontales que se desarrollaron presiones laterales residuales q u e increm enten fuerte
en el m om ento del proceso. G. F. Sowers et al. (Ref. m ente los em pujes de tierras.
28) h an estudiado con detenim iento la inten sid ad y Si el relleno se construye antes que el m uro de figura V-25.
el efecto de estas presiones residuales. R e p o rtan los retención, parece probable q u e las presiones residua
resultados de u n a investigación sobre varias arenas les serán m ucho menores q ue si el orden de construc-
r
Ademes 261
0 25
ON
actación y 1¡
arcilla limosa
tos (R ef. 28), I
cíales de subdrenaje que se construyen para estabili* carga de los vecinos y propidando asi mecanismos de
zar grandes masas de tierra, son los casos más comu falla progresiva. £n los muros de retendón tiene al
nes de utilización de ademes en las vías terrestres; gún sentido hablar de la resistenda al esfuerzo cor
se excluyen los túneles, caso especial de ademado tante del relleno como un conjunto; en un ademado,
que no se trata en esta sección. el procedimiento de excavación, las varladones lo
Tanto la teoría como la experiencia indican que cales del suelo, los pequeños errores en alineamiento,
para el caso de ademes provisionales no es posible el tiempo, la temperatura y tantos otros factores tie
sostener la hipótesis de una distribución lineal tri nen una influenda tan marcada en las presiones ac
angular de la presión de tierra, del tipo de la que tuantes que casi es imposible pensar, por lo menos
se maneja cuando se hace uso de las teorías clásicas. por el momento, en una teoría que permita llegar a
Ya se mencionaron los trabajos de Terzaghi en mo valores realistas de la presión (en las Refs. 1 y 29 se
delos de estructuras de retención con relleno de are podrán ver algunos esfuerzos teóricos para la evalua
na, para investigar el efecto del movimiento de la ción de presiones laterales en ademes).
estructura en la presión; se vio que cuando el muro En consecuenda, los métodos prácticos de cálcu
gira en torno a su base la hipótesis de distribución lo de ademes que hoy suelen utilizarse son más bien
lineal de presión concuerda razonablemente con las de naturaleza empírica. En general, se trata de ex
presiones medidas, pudiéndose considerar cl empuje traer conclusiones de carácter todo lo general que se
como una fuerza aplicada en el tercio inferior de la considere posible de algún problema importante, en
altura del diagrama triangular. Este tipo de movi el que se hayan realizado trabajos de instrumenta-
miento es el que ocurre normalmente en un muro de dón y medición de las presiones actuantes (Ref. 31);
retención. Taylor (Ref. SO) complementó estos es se obtienen así conjuntos de curvas de distribudón
tudios haciendo girar al muro en tomo a su cabeza; de presión y se puede trazar la envolvente de tales
en tal caso encontró que la distribución lineal tri curvas, lo que propordonará una norma conservado
angular se aparta definitivamente de la presión me
ra de diseño para el caso medido. En printipio será
dida, obteniéndose una distribución parabólica, con
más problemática la extrapolación de tales envol
máximo aproximadamente al centro de la altura del
ventes a casos diferentes del especifico que las pro
elemento de retención, de modo que el empuje final
dujo, y la posibilidad de extrapolar dependerá no
resultante es notoriamente mayor que el que corres
sólo de la representatividad del caso medido, sino
pondería a un análisis con las teorías clásicas.
también del éxito que se haya tenido en el estable-
Este útimo tipo de movimiento es precisamente
el que por lo general se debe esperar en el ademe de amiento de las condusiones y del criterio que presi
una excavación. Lo usual es que se vayan colocando da el trazado de la envolvente.
puntales a medida que la excavación progresa, por Las primeras medidones en arenas a gran escala
lo que la cedencia del terreno va estando más restrin se realizaron en el ferrocarril subterráneo de Berlín
gida en la parte superior de la excavación que en la en 1936 (Spilker, Ref. 31) y en el de Nueva York,
inferior. Esta es una diferenda fundamental entre un en la misma época (White y Prentis, Ref. 32); de
muro de retención y un ademe. Otra es que un muro estos estudios se obtuvo básicamente la idea de que
de retendón es una unidad estructural y falla como las presiones tenían una distribudón uniforme o tri
tal, en tanto que un ademe puede fallar individual angular. A condusiones similares llegó Klenner en
mente, casi pieza por pieza, produciendo cada miem 1941 (Ref. 31 y Fig. V-26) para el caso de arenas, a
bro que se rompe (por ejemplo un puntal) la sobre partir de estudios hechos en Berlín y Munich.
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_ARTiCULAOON
0.7 H
- m csio n
i
MM
0¿H /
02 y H
Figura V-26. Envolvente de presiones de tierra en ademes que retienen arena (R ef. S I).
Ademes 263
Cu = Resistencia de la arcilla en
prueba no drenada.
Figura V-28. Envolventes de presiones de tierra en ademes que retienen artillas suaves y
medias (R ef. 31).
264 Em puje de tierras
y.10 L A 1
H = A ltu r a del corte
En épo
= Peso volumétrico del suelo
„n nuevo i
La presión ma'xima de diseño
varía entre 0.2 JH y 0 .4 $ H .
Figura V-29. Envolvente de presiones de tierra en ademes que retienen arcilla dura (Ref. 31).
liado y análogo de este tip o de falla. El procedim ien En la Ref. 1 se trata som eram ente el concepto
to propuesto por B jerrum y E ide se m uestra en la del “arq u eo ” de suelos, m encionado p or Terzaghi,
Fig. V-30. muy ú til p ara im aginar los mecanismos de redistri
Las Refs. 40, 41, 42, 43, 44 y 45 se consideran de bución de esfuerzos que se presentan en los ademes,
interés especial para el lector que desee profundizar por ejem plo en tre las partes de suelo apuntaladas y
en el tem a que se trata en esta sección. C onviene des sus vecinas, m ás libres.
tacar el interés especial de la Ref. 31.
CORTE ESQUEMATICO
L = L o n g itu d de lá excavación
Cu= R esistencia del suelo en prueba
no d re n a d a .
q = S o b re c a rg a
NUMERO DE ESTABILIDAD, Nc
TIRASDEREFUERZO
si concepto
r Terzaghi,
de redistri-
los ademes,
a) Muro de Retencio'n de tie rra armada
unialadas y
c).
fo n d o (R efe
266 Em puje de tierras
Las Refs. 46 y 47 son contribuciones com pletas Estos estudios han tenido lugar en Francia en las ideas q i
de los autores del nuevo sistema, en las que se deta forma casi única, hasta donde llega el conocí, e| caso co m
lla el uso del mismo y se d an sus principales aplica m iento de los autores de este libro. brio de la c
ciones y las técnicas de cálculo. peso W, co
La tierra arm ada es u n a asociación de tierra y ele De los análisis y estudios anteriores parece con. acdón R , re
m entos lineales capaces de soportar fuerzas de ten cluirse qu e existe riesgo de q u e se presente una falij dón a lo 1
sión im portantes; estos últim os elementos suelen ser de cualquiera d e los tres tipos siguientes: en direcciór
tiras m etálicas o de plástico. El refuerzo de tales tiras fuerzas de i
d a al conjunto una resistencia a tensión de la que el 1. U n a falla en la cual la tierra arm ada colapsj horizontal,
suelo carece en sí mismo, con la ventaja adicional de como u n conjunto, sin deform ación importan iígono d in á
qu e la m asa puede reforzarse única o principalm ente te d e n tro de sí misma. Esta falla puede ocurrir valor de T .
en las direcciones más convenientes. La fuente de por deslizam iento o volcadura y es análoga a mero neces;
d o n d e em ana esta resistencia a la tensión es a fin la de u n m uro de retención convencional que la A-C, p er
de cuentas la fricción in te rn a del suelo, puesto que falle por las mismas causas. sentarse.
las fuerzas que se producen en la masa se transfieren Para p r
2. Falla p o r deslizamiento de la tierra en rela
del suelo a las tiras de refuerzo por fricción. Tmáx. e n tre
ción a las tiras de arm ado, acompañada de
E n la Fig. V-31 se m uestra esquem áticam ente u n u n a desorganización d en tro del cuerpo de tie dso hacer
m uro de retención hecho con tierra arm ada y se rra arm ada. fuerzas d e
ilu stran algunas de las posibles aplicaciones de este propone q i
m aterial. 3. F alla p or ro tu ra de las tiras de refuerzo, que guiar, con
L a estabilidad de un m u ro de retención q u e se parece estar asociada a m ecanismos de falla tensión ceri
construya con tierra arm ada debe com prender p rin progresiva. ce el esfuei
cipalm ente dos clases de análisis. E n prim er lu g ar el tiras de ref
general del elemento como u n conjunto, que no será En lo referen te a com portam iento de estructuras dón vertic;
diferente del de un m uro convencional del tipo de reales, cabe el com entario hecho p o r los autores de de tensión
gravedad. E n segundo lu g ar h ab rá que hacer u n an á estas técnicas (Refs. 46 y 47) de q u e existe una ra tro de long
lisis de estabilidad interna, principalm ente encam i zonable concordancia entre los resultados del análi H a de
n ado a definir la longitud de las tiras de refuerzo y sis teórico y del com portam iento de los modelos con do, toman<
su separación horizontal y vertical para garantizar el de los p rototipos construidos. dirección i
q ue no se produzca el deslizam iento del m aterial té- U n p u n to im portante q u e se d eb e considerar es presión n o
rreo respecto a las tiras. A dem ás será necesario verifi sin d u d a la elección del m aterial térreo q u e haya de cada p o r e’
car otros aspectos secundarios, pero muy im p o rtan usarse. H asta el presente siem pre se h a escogido en mal total
tes, tales como el riesgo de corrosión en el caso de tre los de n atu raleza friccionante y se estima que por 2 vece
tiras m etálicas o proporcionam iento de algún elem en falta investigación en el uso de m ateriales puramente el suelo, c
to frontal, que al cu b rir la superficie expuesta del cohesivos. Sin em bargo, se h an construido estructuras las tiras p
m uro de retención im pida la fuga de la tierra entre con contenido de finos que pasaron la m alla N? 200 al suelo. I
las tiras de refuerzo. El d ren a je se deberá p lanear del orden de 10 y 20 %, usando m ateriales naturales, la fuerza
con las mismas ideas q u e en los muros convencio sin procesos especiales de fabricación. cuenta del
nales. La Fig. V-32 perm ite establecer u n procedimiento lineal del
H asta ahora se h an hecho tres tipos de estudios propuesto p o r Schlosser y V idal (Ref. 46) para eva papel. L a
diferentes en relación con la tierra armada. luar la estab ilid ad interna de la m asa de tierra ar dón m ás <
mada. en la d in
1. Estudios con vistas a elaborar métodos de d i Se recom ienda para la masa d e tie rra arm ada una factor 2 q
seño. P or lo general se ha procurado aplicar al sección pró x im a a la rectangular, en la q ue el ancho las tiras y
caso la m etodología disponible, con aplicación (en perfil) sea del orden de la a ltu ra del muro. arrolla tai
de las teorías tradicionales del em puje de La superficie A-C lim ita u n a c u ñ a de tierra ar inferior d<
tierras. mada, cuyo eq u ilib rio se puede analizar extendiendo L a estz
da puede
2. Estudios de modelos bidim ensionales en el la de R an k ir
boratorio, en los q u e la tierra se ha represen venrionalf
tado por medio de b arritas metálicas de lo n presenta i
g itu d relativam ente g rande en com paración
con su diám etro. Las tiras de arm ado se h an
hecho con el mismo m aterial usado en los pro
totipos. Se trata principalm ente de modelos
cualitativos y en ellos se estudiaron, sobre
todo, los tipos de falla susceptibles de pre
sentarse.
3. M ediciones en prototipos construidos p ara re Figura V-32. Análisis de la estabilidad interna de una masa
solver problem as específicos de vías terrestres. de tierra armada (R ef. 46).
La tierra armada 267
= =
iÜ Ü Ü iÜ g}•'
r
0
ah: Figura V-SS. Otro método para »n»i>nr u
estabilidad interna de la tie
rra armada (Ref. 46).
268 Em puje de tierras
tie rra en el frente del m uro parecen lo suficiente 5 = ángulo de inclinación del empuje, con reb
m ente fuertes como' p ara producir u n a fuerte restric 2
cion a la norm al al m u ro = - cp = 20 °.
ción a la deform ación lateral del conjunto y, por 3
tanto, parece difícil poder garantizar que el coefi Y = peso volum étrico del relleno = 1.8 T/ms
ciente de em puje de tierras llegue al valor m ínim o. 0 = lo prim ero que puede calcularse es el &.
Se h a propuesto utilizar K 0, correspondiente al esta guio de inclinación del em puje, con relación
do de reposo, por lo m enos en la parte superior del a la vertical = 65° 30'. Se obtiene gráfica,
m uro, pues en la inferio r actúan esfuerzos cortantes m en te en la Fig. V-A. 1 .1.
horizontales mayores, bajo los que el suelo puede de
form arse más. El m étodo perm ite llegar fácilm ente al valor mi
Es im portante definir cuál debe ser el ángulo de xim o del em p u je que ejerce u n relleno arenoso con
fricción que se considere en tre las tiras de refuerzo tra u n m uro. Es general y se aplica a u n relleno de
y el m aterial friccionante que constituye el suelo. form a cu alq u iera; su descripción se refiere a la Fi?
P ara fom entar el desarrollo de la m áxim a fricción V-A. 1.1.
se h a recurrido al uso de m ateriales finam ente corru P or el p u n to A , de la base del m u ro se trazan la
gados, que han dem ostrado que fallan a lo largo de línea <p y la 0; la prim era form an d o u n ángulo de 30°
superficies ligeram ente fuera de la tira, d en tro del con la h o rizontal y la segunda a u n ángulo de 65° 3(y
m aterial friccionante, com portándose éste com o soli con la an terio r.
d ario de la tira entre las corrugaciones. De esta m a A continuación, se escogen diferentes planos hi
n era es razonable considerar en este caso u n ángulo potéticos de deslizamiento A b lt A b 2. . . etc. El peso Vei
de fricción igual al de resistencia del m aterial fric de las cuñas d e deslizam iento se calcula multipli-
cionante. E n cambio si la tira es lisa, el valor del cando su área p o r el peso específico 1 .8 T /m 3, déla
ángulo de fricción entre ella y el m aterial friccionan- arena q u e constituye el relleno (considerando una
1.8 T /w
;e es el %
con relación
ene gráfica.
il valor mi
irenoso con-
i relleno de
re a la Fig,
se trazan la
guio de 30°
d de 65° 30'
planos hi-
:tc. El peso
!a multipli-
T/m3, de la
arando una
al al plano
'm
’m
tro de gra
en un pu
empuje E
Si hay
tí , p a ra 1
do E' -
como se i
tercio sup
tersección
por q, co
ción con
perficie c
por qi ( í
El mé
el cálculo
lleno arei
son idénti
debe aho:
horizontal
Vertical
V-A.2 CA
Figura V-A-1.2. El método de CO
Culmann cuan
do existe una
sobrecarga li
Se p rt
neal. 10 m de :
desplanta!
rraplén s
pactada,
de C ulm ann pun tead a; desde luego la línea cc" se xim ación, siguiendo las reglas que se d etallan en la <¡> = 30°,
h a trazado paralela a la “línea q>”. Fig. V-A. 1.3.
Ss = 2.4
El p unto de aplicación del em puje m áxim o tam Si no hay sobrecarga lineal una paralela a la
bién se obtiene gráficam ente y con suficiente apro superficie de deslizam iento crítica A b p o r G, cen-
2. Cal
cor
el
do
per
3. Cal
ran
res]
b (H + H ,)
W = — --------- -- y /, C = el; C '= (H + H t) c
V-A.2 CALCULO DE UN MURO DE RETENCION
1 método de CON DIVERSAS VARIANTES
ulmann cuan- % P ara P = 52° 30'
o existe una
)brecarga 1¡-
Se pretende constrüir un m uro de concreto de
eal. 10 m de altu ra para soportar u n terrap lén de 12 m, 9.20 (10 + 2)
desplantado sobre terreno resistente y plano. El te W = 1.8 = 99.4 T o n
rraplén se construirá con una are n a lim osa com
pactada, cuyas características son c = 1 T o n /m 2, C = 1 X 15 = 15 T o n
tallan en la <¡> = 30°, y¿ = 1 800 kg/m 3, y m = 2 000 k g /m 3 y
Ss = 2.4 (Fig. V-A.2.1). V = (10 + 2) X 1 = 12 T o n
xalela a la
por G, cen 1. C alcular el em puje del relleno sobre el m uro Con estos valores y las direcciones de las fuerzas
por los m étodos de Coulomb, R a n k in e y T e r R y Ea se construye el dinám ico, donde se define la
zaghi considerando el relleno seco. m ag n itu d de Ea.
2. C alcular el em puje del relleno sobre el m uro Ea = 20 T o n s/m
considerando u n nivel freático a 5.8 m sobre
el desplante del m uro, u tilizando el méto de otros tanteos se o b tien en los siguientes valores:
do de R a n k in e y considerando el m uro im
perm eable.
p Ea
45° 18 T o n /m
O
O
19 T o n /m
52° 30' 20 T o n /m
55° 20 T o n /m
b. M étodo de R a n k in e
Ea = — yd (H + H , y - ~ ^ = (H -f H ,)
2N+ y /N j,
272 Em puje de tierras
E„ = \ kb +
10 n
2 m
por lo que:
- s —
En “ i 600 (10 + 2)* * 43,200 Kg/m 1.8 + 0.25
y^ t. * - 1 ^ “ 1 = 2 .0 5 0 - 1 -
E„ *=» 43.2 Ton/m = 1.05 Ton/m*
Copyrighted material
E jercicios de aplicación 273
3. C álculo d el e m p u je considerando flu jo esta
b lecido h acia u n filtro vertical adosado al res
0.2 p a ld o d el m u ro .
2.6 X 3
Figura V-A-2.3. Esquema de cálculo U' = 3.6 T o n /m
lo u n nivel
e d e l muro.
2, el empuje
, (H +
, H 22
is = 2.4
274 Em puje de tierras
Con los valores de U, U ', W , CL, C L' y las direc 1. Se analiza la falla en la cu al la estructura dc
ciones de ía reacción R y del em puje Ea, se construye tie rra arm ada sufre u n colapso como conju nt0
el dinám ico de la parte (b) de la figura, con lo que
qu ed an definidas las m agnitudes de la reacción R y Las ecuaciones de eq u ilib rio de fuerzas y momen
del em puje Ea; el resultado es: tos p u ed en escribirse:
R = 80 T o n s/m
W = y ( a + b)
r , i
= — W +
6 Pe'
~~L~
Ea = 28 T o n s/m De donde
L2 i r 6 Pe 1
P e = ( b - a) a = — w —
4. Comentarios. 12 l L
El Fs o
1 0 .0 0 m fuerzo corta
será:
E n la ol
el esfuerzo
zontales a 1 .
Figura V-A-3.1. Condiciones y datos de la & un sistema <
///V W /W /// NW/Z/WV// V\\/// \\\ // / \\ \ / / / \ \ \ J / / \ \ \ // / \V \
tructura de tierra armada. figura.
R e fe re n c ia s 275
estructura dt
no conjunto.
aS y momen.
6 Pe] w
W +
L
6 Pe
W
~L~
ü
Figura V-A-3.2. Análisis en conjunto.
W = iSHi L
r,. = t fA Í A H + -
'/2 K qKH|2
9 = Y-W,
Ti
(m) (Ton/m )
$3 REFERENCIAS
1 0.148
3 0.412
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sidad d
CAPITULO
Estabilidad de taludes
posible er
ríestres.
Probab
das en la
de taludes
minación
cálmente
dón gené:
masiados
del proble
riantes, ti<
dudable q
dón de q
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estudio y
nifiesta d<
estudio s(
también,
se debe a
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Los pi
laderas n:
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cunstanci;
y de su 1
ticas q ue
influencie
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de forma
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tales, def:
figuraciói
subterrán
ladera o
sus condi
Asi p
en lo qu
deras nat
ríales q u
Figura V M . Variación del vo naturalez
lumen con la in
cia el m(
clinación del ta
INCLINACION DEL T A L U D lud. de ambif
marión )
d a o el
un tipo
p u r a m e n t e ilu s tr a tiv o s , se s u p o n e u n co rte e fe c tu a d o Además, la exp an sió n de la inversión pública en
otro; ser;
e n u n a la d e r a n a t u r a l c o m p u e s ta co n in c lin a c io n e s las vías terrestres perm ite afirm ar q ue la cantidad de
mando e
d e 6 0 ° y 3 0 ° ; e l c o rte se e fe c t ú a c o n in c lin a c ió n S3 d in ero q ue p u ed e defenderse con u n correcto crite
rimen tal(
( v a r ia b le ) y se p re s e n ta n lo s re s u lta d o s c o rre s p o n rio de estabilidad d e taludes aum entará cada año a
D entt
d ie n t e s a v a r ia s a ltu r a s . E n te r r e n o p la n o , el p o rc e n p a rtir de las cifras actuales, ya dignas de toda consi
deración. en las v
t a je d e c o s to c o r r e s p o n d ie n te a m o v im ie n to d e tie
cortes y 1
r r a s p u e d e b a ja r h a s ta u n 4 0 % y e n este v a lo r, a d e Así, debe verse com o u n a necesidad de orden na-
estructur
m á s , i n f l u i r á m u y p o c o l a in c lin a c ió n d e cortes y te cional el desarrollo d e criterios prácticos y seguros
mente ci
r r a p le n e s , q u e s e r á n d e e sc a sa a lt u r a . p a ra lograr q u e se fije la inclinación más escarpada
Introducción 279
posible en los cortes y terraplenes de las vías te- se puede controlar; en los cortes, como ya se mencio
irestres. nó (capítulo I I I ) , no existe esa posibilidad. Es obvio
Probablem ente muchas de las dificultades asocia que tales condiciones de formación h an de imponer
bas en la actualidad a los problem as de estabilidad variantes en la naturaleza de los m ateriales con que
¡je taludes radican en que se involucra en tal deno se haya de trabajar, en su hom ogeneidad y en su
minación a demasiadas cosas diferentes, a veces rad i disposición, que h an de reflejarse fundam entalm ente
calmente distintas, ya que dentro de la denom ina en la estructura final a que se llegue y en todos los
ción genérica estabilidad de taludes se incluyen de aspectos de su com portamiento.
masiados aspectos, de m anera que el estudio directo Otro aspecto que genera confusión d entro de la
del problema, sin diferenciar en forma clara tales va concepción del problem a “estabilidad de taludes” es,
riantes, tiene que conducir a cierta confusión. Es in a juicio de los autores de este libro, el q ue emana
dudable que en lo anterior está contenida la afirm a de la extraordinaria complejidad y m ultiplicidad de
ción de que los taludes son estructuras muy comple lo que ha dado en llamarse “falla del talu d ”. Desde
jas, que presentan muchos puntos de vista dignos de luego, no existe un consenso universal en lo que debe
estudio y a través de los cuales la naturaleza se m a entenderse por tal; la gran mayoría de las fallas de
nifiesta de muchas formas diversas. Esto hará que su taludes se definen en términos de derrum bes o colap
estudio sea siempre complicado, pero parece cierto sos de toda índole, que no dejan d u d a en pensar
también, que una parte de las dificultades presentes que ha ocurrido algo que pone en serio entredicho
se debe a una falta de correcto deslinde de las dife la función estructural; o en térm inos de movimien
rentes variantes con que el problem a de estabilidad tos excesivos, al grado de ser incom patibles con la
se puede presentar y se debe afrontar. concepción ingenieril del com portam iento del talud
Los problemas relacionados con la estabilidad de y con la función p ara la que fue construido. Inde
laderas naturales difieren radicalm ente de los que se pendientem ente de que en las concepciones anterio
presentan en taludes construidos por el ingeniero. res de “falla” existen gran cantidad de elementos de
Dentro de éstos deben verse como esencialmente dis interpretación subjetiva, casos de frontera, etc., en los
tintos los problemas de los cortes y los de los terra que puede ser muy difícil pronunciarse en un mo
plenes. Las diferencias im portantes radican, en pri mento dado, los autores piensan q ue no está ahí la
mer lugar, en la naturaleza de los materiales involu verdadera fuente de confusión en el concepto “falla”
crados y, en segundo, en todo un conjunto de cir de los taludes. Esta radica, más bien, en la gran va
cunstancias que dependen de cómo se formó el talud riedad de fenómenos que por lo general se involucran
y de su historia geológica, de las condiciones climá en el concepto; u n a falla rotacional, qu e afecte al
ticas que privaron a lo largo de tal historia y de la cuerpo entero del talu d y su terreno de cimentación,
influencia que el hom bre ejerce en la actualidad o puede com prom eter su función estructural tanto como
haya ejercido en el pasado. Esta historia y génesis u n corrimiento traslacional de u na g ran parte de la
de formación de laderas y taludes, la historia de estructura o como el deslizamiento lento y superfi
esfuerzos a que estuvieron sometidos y la influen- cial de una ladera natural. E n todos los casos ha
da de condiciones climáticas o, en general, am bien habido “falla” o h a habido problem a, según la no
tales, definen aspectos tan im portantes como la con menclatura usual y p ara resolver el problem a o corre
figuración de los suelos y las rocas, o el flujo de aguas gir la falla el ingeniero ha de acudir a u n tratado
subterráneas a través de los suelos que forman la en que los problem as o las normas correctivas quizá
ladera o el talud, el cual influye decisivamente en se presentan en form a indiscrim inada, sin considerar
sus condiciones de estabilidad. que una falla rotacional es algo fundam entalm ente
Así pues, en prim er lugar habrá que distinguir, distinto a u n movim iento traslacional, que tienen di
en lo que a tratam iento y m anejo se refiere, las la ferentes modos de ocurrir y que h an de ser concebi
deras naturales de los taludes artificiales. Los m ate dos y tratados de m odo totalm ente distinto en m u
riales que constituyen ambos tipos son diferentes en chos casos. Es urgente, pues, diferenciar los múltiples
ición del vo- modos por los q ue u n talud puede llegar a no cum
naturaleza y disposición, y tam bién cambia en esen
n con la in-
:ión del ta- cia el modo en que influyen todas las circunstancias plir la función q u e se le haya asignado o a u n even
de am biente, clima e historia geológica desde su for tual colapso, viendo cada modo como u n problema
mación y durante su existencia. Lo que la experien distinto, en génesis, planteam iento y solución.
cia o el conocimiento científico vayan enseñando de La naturaleza y homogeneidad de los materiales
pública en un tipo de formación, no será “per se” aplicable al constitutivos son básicos para plantear y definir el
rantidad de otro; será preciso distinguir ambos casos, para ir for problema de la estabilidad de u n talud en cualquiera
•recto ente mando el conjunto de conocimientos teóricos y expe de sus m últiples aspectos. El ingeniero, como es en
rimentales idóneo para cada uno. él usual, analiza estos problemas tratando de extraer
cada año a
toda consi- D entro de los taludes artificiales también existen los suficientes conocimientos de carácter general como
en las vías terrestres diferencias esenciales entre los para poder establecer u n modelo m atem ático en el
2 orden na- cortes y los terraplenes. Estos últim os constituyen u n a que analizar la estabilidad sea u n a sim ple cuestión
5 y seguros estructura que se construye con u n material relativa de lápiz y papel y aplicación de tal o cual procedi
s escarpada mente controlado o que, por lo menos en principio, miento m atem ático o secuencia de cálculo algebraico.
280 Estabilidad de taludes
L legar a u n buen m étodo de cálculo es u n a m eta y, del suelo adecuados al caso; en torno a esto habrá En lo!
naturalm ente, un a buen a m eta, pues así se h a b ría lo algunos com entarios en páginas subsecuentes. A $u re co m en d
grado u n procedim iento de trabajo u n ta n to al m ar vez, el po d er h ab lar de parám etros d e resistencia del ser audac
gen de las peculiaridades individuales de cada caso, suelo q u e form a el talud im plica u n requisito mín¡. trucción
cayendo en el terreno de las fórmulas y las leyes mo en lo q u e se refiere a la n atu raleza de los mate, tránsito q
generales. En este terreno, u n principiante puede h a ríales constitutivos y su disposición, de m anera qne lo genera
cer cálculos tan seguros (si el m étodo m atem ático de pu ed a hab larse de hom ogeneidad o de u n a estratig. rante la
análisis lo es) como h a ría u n viejo ingeniero car cación bien conocida y bien definida. Esta condición Es cierto
gado de fracasos y de experiencia, fiado en su sentido suele cum plirse en los terraplenes de las Vías Terres- produce i
ingenieril. En cuanto esto se logre, la ingeniería de tres, como consecuencia del ejercicio de la capacidad los muy c
taludes saldrá del dom inio del “arte” o del oficio y de selección de m ateriales del q u e se h a hablado' puede ser
se transform ará en ciencia. E n la mecánica de suelos pero m uchas veces no se satisface en los cortes y en lio econói
aplicada a estos problem as se han hecho intentos las laderas naturales, debido a la an arq u ía (por lo ha de ser
m uy m eritorios en tal sentido; algunos de ellos, que menos aparente) con q ue se d isp o n en los materiales que mucl
se analizarán en páginas subsecuentes de este libro, y a las variaciones que en ellos ocurren en corto tre muy escai
son merecedores de gran crédito, por haber dem ostra cho. Si se com bina esto con la im posibilidad que se corregidos
do ser de gran u tilid ad tras muchos años de aplica tiene de realizar u n a exploración de gran detalle en to más el
ción general. todo corte o ladera que interese a la vía terrestre, se un princi
Sin embargo, no existe u n método general de an á llega a la conclusión de q u e en u n a b u en a parte de y ello sin
lisis aplicable a todos los taludes. L a afirm ación an los cortes y laderas reales será im posible pensar en las correci
terior se puede discutir en dos sentidos. E n prim er aplicar racionalm ente u n m étodo m atem ático de cálcu empiezan
lugar, ha de reconocerse que el m étodo tradicion al lo q ue sea representativo del pro b lem a en estudio. desarrollo
y todavía más com ún de análisis estructural no es Desde luego que h ab rá casos en que, por su a decirse)
aplicable a taludes. T a l m étodo, con el que se diseña especial im portancia, conjugada con condiciones ra volúmenes
u n a viga por ejemplo, exige conocer las cargas exte zonables de hom ogeneidad, convendrá realizar las ñera que
riores que actúan sobre la estructura, para, a p a rtir necesarias exploraciones, m uestreo y pruebas de labo para estos
de ellas, determ inar los esfuerzos internos que, por rato rio q u e p erm itan d efinir los parám etros de resis inclinaciói
últim o, se com pararán con la resistencia del m ate tencia p ara aplicar el m étodo' d e análisis teórico que temente f
rial, dentro del marco de u n a teoría de falla previa sea ap ro p iad o ; pero sigue en pie el hecho de que es matices. 1
m ente aceptada. Este m étodo común, se insiste, no prácticam ente im posible el conocim iento de las pro tráfico y
es aplicable a los taludes, po r la sim ple razón de piedades mecánicas de los suelos en detalle en cada te tam bié
que no existe n in g ú n procedim iento m anejable en p u n to de la vía terrestre, p o r lo m enos con el grado te más c<
la práctica para d eterm inar el estado de esfuerzos in de ap roxim ación suficiente com o p ara perm itir un bajo y me
ternos en los puntos de la m asa de suelo, a p a rtir de proyecto basado en métodos teóricos en cada corte o tabilidad
las cargas exteriores q u e actúen; este problem a no terraplén. Com o ya se indicó en el capítulo III (pá Así pu
está todavía resuelto por la mecánica del m edio con rrafo I I I - 10), dependerán de u n g ru p o de especialis jarse al c
tin u o o por las m atem áticas aplicadas. De esta m an e tas, con base en estudios exploratorios someros y en por estudi
ra, los métodos de cálculo p ara definir la estabilidad técnicas de laboratorio elem entales, las recomenda la inclinai
d e los taludes han de tener o tra orientación. Casi to ciones de la inclinación de la m ayor p arte de los cor terraplene
dos los más populares son m étodos de análisis lím ite tes y los terraplenes. Las recom endaciones se basan cho cobra
en los que, como p rim era etapa, se establece u n m e en la experiencia anterior, en el conocim iento de los masivo, qi
canism o cinemático de falla, extraído n atu ra lm e n te m ateriales y, necesariam ente, en los lincam ientos de dones pr(
d e la experiencia, con base en el cual se analizan las u n a p o lítica general establecida p o r la institución pretación
fuerzas tendientes a pro d u cirlo (fuerzas m o to ra s), que proyecta. especial u
las cuales se h an de com parar, por algún procedi E n los países económ icam ente desarrollados las de los tah
m iento, con las fuerzas capaces de desarrollarse y q u e políticas a q u e se h a hecho referencia suelen ser muy elevar el i
tienden a que el m ecanism o de falla no se produzca conservadoras, y es bueno y razonable qu e así sea, po encarg
(fuerzas resistentes). Así pues, todos los m étodos de ya q u e en esas naciones los volúm enes de tránsito y, especialist;
cálculo en boga están ligados a un m ecanism o cine en general, todos los factores q ue definen el índice cas e ing
m ático de falla específico, p o r lo que sólo serán ap li de servicio d e la vía terrestre son ta n altos que justi estas labo
cables a aquellos problem as de estabilidad en qu e la fican cu alq u ier costo de construcción con tal de que nieros en<
falla sea del tipo que se considera. la o b ra vial n o sufra interrupciones posteriores por im p o rtan t
A dem ás de lo anterior, existe otra razón p o r la fallas o derrum bes; además, en dichos países la me- el especial
cual no puede contarse con u n método general de canización de la construcción perm ite grandes movi tenga ocas
análisis aplicable a todos los casos; de hecho, por esta m ientos d e tie rra en form a relativam ente económica haciendo
razón h ab rá muchos casos prácticos de estabilidad de y expedita, en tan to que las labores de afinam iento y T odo
taludes a los que en b u en a ley no sea aplicable n in lim pieza o ab atim ien to de los taludes qu e llegaran a ferrocarril
g ú n m étodo teórico de análisis. En efecto, la aplica fallar después de la construcción exigirían el empleo sión se coi
ción de cualquier m étodo teórico de análisis im plica de u n a m ano d e o b ra costosa y sólo p erm itirían una ocupan, a
q ue se puedan utilizar los parám etros de resistencia mecanización lim itada. tudio mui
Tipos de fallas más comunes en los taludes 281
En los países en desarrollo, por el contrario, las no es aconsejable trabajar con información somera;
recomendaciones de los ingenieros de campo suelen por otra parte, estas obras no suelen presentar gran
ser audaces, buscando minimizar los costos de cons des problemas de cortes y terraplenes.
trucción y teniendo en cuenta los bajos niveles de De las páginas anteriores se desprende que por lo
tránsito que tendrá la obra. Este criterio conduce por común no es factible la aplicación de los métodos
lo general a un cierto número de Callas, tanto du matemáticos de análisis de estabilidad de taludes en
rante la construcción como en épocas subsecuentes. las vías terrestres, sea por razones de falta de homo
Es cierto que las interrupciones de tránsito que esto geneidad de los materiales constructivos, que harían
produce no son tan graves en estos países como en poco representativos los resultados de cualquier mues
los muy desarrollados, por lo que una política audaz treo y estudio de laboratorio, o bien por las razones
puede ser conveniente en las áreas de escaso desarro que emanan del número de las estructuras que se es
llo económico; pero no cabe duda de que la audacia tudien; pero se insiste en la necesidad de detectar
ha de ser cuidadosamente regulada, pues se ha visto desde la etapa de estudio previo aquellos casos por
que muchas vías terrestres proyectadas con taludes alguna razón especiales que sean merecedores de es
muy escarpados, de supuesto bajo costo, después de tudios detallados; dentro de éstos quedan, como es
corregidos todos sus problemas, resultaron de un cos natural, prácticamente todos los casos de reconstruc
to más elevado que si se hubieran proyectado desde ción de taludes fallados.
un principio con un criterio algo más conservador,
y ello sin contar con los trastornos y dilaciones que
las correcciones y reconstrucciones implican. Además, VI-2 TIPO S DE FALLAS M AS C O M U N E S E N LO S
empiezan a aparecer en muchos países en vías de T A L U D E S D E LAS VIAS TERRESTRES
desarrollo (México es un buen ejemplo de lo que va
a decirse) ciertas arterias principales en las que los Se presentan a continuación las fallas más comu
volúmenes de tránsito son ya muy elevados, de ma nes de los taludes en las vías terrestres. En primer lu
nera que un criterio audaz ya no resulta aconsejable gar, se distinguen las que afectan principalmente a
para estos casos. La política que fíje las normas de las laderas naturales de las que ocurren sobre todo
inclinación de los taludes debe ser, pues, lo suficien en los taludes artificiales.
temente flexible para tomar en cuenta todos estos En todo momento se deberá tener en cuenta que
matices. Los ferrocarriles, por la naturaleza de su no se intenta tratar temas conectados con la mecánica
tráfico y sus características especiales, probablemen de las rocas; por lo tanto sólo ocasionalmente se tra
te también se deben proyectar con criterios bastan tarán fallas en taludes constituidos por ellas; se con
te más conservadores que los caminos de tránsito sidera que el estudio de los taludes en roca está fuera
bajo y medio, por lo menos en lo que se refiere a es de los alcances de esta obra, que requiere conoci
tabilidad de taludes. mientos y metodología específicos y que deberán bus
Así pues, se insiste una vez más en que debe de carse dentro de aquella especialidad.
jarse al criterio de ingenieros de campo, auxiliados No es fádl diferenciar todos los tipos de fallas
por estudios someros y rápidos, la recomendación de de taludes merecedores de ser recordados por los in
la inclinación de la inmensa mayoría de los cortes y genieros de amplia experiencia en el tema; más difí
terraplenes de las obras viales. Reconociendo tal he cil aún puede ser el intento de clasificar racional
cho cobran gran importancia los métodos de estudio mente tales fallas; dicha tarea se intenta en las pá
masivo, que permitan definir a bajo costo las condi ginas siguientes de este párrafo, pero es seguro que
ciones prevalecientes en grandes áreas; la fotointer- el ensayo de agrupación a que se llegue resultará in
prefación y la geofísica deben verse como armas de completo a los ojos de muchos especialistas, quienes
especial utilidad para definir las normas de proyecto deberán completarlo con su propia experiencia y su
de los taludes. De la misma manera será importante propio criterio.
elevar el nivel profesional de los ingenieros de cam
Los factores de que dependen la estabilidad de
po encargados de estos problemas, procurando que las masas de tierra se pueden agrupar como se mues
especialistas en mecánica de suelos, mecánica de ro
tra en la tabla VI-1, inspirada muy de cerca en la
cas e ingenieros geólogos competentes desempeñen
Ref. 1.
estas labores en estrecha colaboración con los inge
nieros encargados de la localización. También será
importante organizar los trabajos de tal manera que T A B L A VI-1
el especialista que dio las recomendaciones iniciales
tenga ocasión de verificarlas durante la construcción, Factores de que depende la estabilidad
haciendo los ajustes necesarios. de los taludes en suelo
Todo lo antes dicho es aplicable a carreteras y
a. Factores geomorfokSgicos
ferrocarriles, pero las aeropistas, en las que la inver
sión se concentra mucho más en relación al área que a.] Topografía de los alrededores y geometría del talud.
ocupan, aceptan naturalmente una densidad de es Distribución de las discontinuidades y estratifica-
tudio mucho mayor, de manera que en su proyecto aciones.
282 Estabilidad de taludes
b. Factores internos No están claras todavía las causas por las que una
b. 1 Propiedades mecánicas de los suelos constituyentes. ladera natural particular pueda entrar en un creep
b2 Estados de esfuerzos actuantes. másico, a causa del cual una costra superficial, cuyo
c. Factores climáticos y, concretamente, el agua superfidal espesor puede ser en este caso de varios metros, co
y subterránea.
mienza a moverse lentamente ladera abajo. Se ha ha
Al considerar las diferentes fallas que pueden exis blado de una “resistencia fundamental” (Refs. 2 y 4)
tir en los taludes naturales y artificiales también que representaría un límite tal que, si los esfuerzos
será necesario distinguir las que ocurren en suelos actuantes quedan abajo de él, la parte superficial de
residuales, en suelos transportados o en materiales la ladera permanecerá en reposo, y que si los esfuer
que han sufrido un proceso de compactación duran zos actuantes lo sobrepasan, se producirá el creep
te su puesta en obra. masivo. Aparte de ello existirá en el material de la
De hecho se dedicará una atención especial al ladera la resistencia al esfuerzo cortante máxima, en
problema de los suelos residuales en un párrafo pos el sentido convencional; si los esfuerzos actuantes lle
terior. gan a sobrepasar este último valor, se producirá un
“deslizamiento de tierras" rápido, del tipo de los que
se describen más adelante.
A Fallas ligadas a la estabilidad de las laderas
naturales Aun cuando no están del todo definidos los con
ceptos de resistencia fundamental o las causas del
Se agrupan en esta división las fallas que ocurren creep, parece cierto que este movimiento se produce
típicamente en laderas naturales, aun cuando de un bajo niveles de esfuerzos actuantes bajos, muy infe
modo u otro también pudieran presentarse de mane riores a los que corresponden a la máxima resistencia
ra ocasional en taludes artificiales. al esfuerzo cortante de los suelos; esto ha sido esta
blecido por Griggs (Ref. 4) y por Bishop (Ref. 5),
A-l Deslizamiento superfidal asociado a falta de quien al realizar pruebas triaxiales drenadas en arci
resistencia por baja presión de confinamiento llas comprobó que los esfuerzos necesarios para pro
(Creep). ducir deformaciones muy lentas a largo plazo eran
únicamente una fracción de la resistencia máxima
Se refiere esta falla al proceso más o menos con de la arcilla. También parece razonable pensar que
tinuo y por lo general lento de deslizamiento ladera
el mecanismo superfidal de estos deslizamientos esté
abajo que se presenta en la zona superficial de algu
relaaonado con la baja resistenda al esfuerzo cor
nas laderas naturales. En aras de la economía del tante que tienen los materiales de la ladera en la
lenguaje se utilizará en lo que sigue la palabra ingle
zona superfidal, en la que son muy bajos los esfuer
sa “creep" para referirse a ella, si bien eventualmen
te se podrá usar la expresión "deslizamiento super zos normales efectivos actuantes.
ficial". En la tercera Conferenda Terzaghi, que se vol
verá a mencionar en páginas siguientes de este ca
£1 creep suele afectar a grandes áreas y el movi pítulo, Bjerrum propone otro mecanismo que pudie
miento superficial se produce sin una transición brus
ra contribuir, por lo menos en algunos casos, a movi
ca entre la parte superficial móvil y las masas inmó mientos superfidales de laderas formadas por ardllas
viles más profundas. No se puede hablar de una su
sobreconsolidadas o lutitas. Según su idea, al meteo
perficie de deslizamiento. £1 creep suele deberse a
rizarse estos materiales y por consiguiente debilitarse
una combinación de las acciones de las fuerzas de sus nexos fisicoquímicos interparticulares, se liberan
gravedad y de otros varios agentes. La velocidad
dertas cantidades de energía de deformaaón acumu
de movimiento ladera abajo de un creep típico puede lada y recuperable, como consecuenda de lo cual se
ser muy baja y rara vez excede de algunos centíme
tros por año (Ref. 2).
En rigor debe hablarse de dos clases de creep, se
gún ha señalado Terzaghi (Ref. 2): el estacional,
que afecta sólo a la corteza superficial de la lade
ra que sufre la influencia de los cambios climáticos en
forma de expansiones y contracciones térmicas o por
humedecimiento y secado, y el masivo, que afecta a
capas de tierra más profundas, no interesadas por
los efectos ambientales y que, en consecuenda, sólo
se puede atribuir al efecto gravitacional. £1 primero,
que en mayor o menor grado existe siempre, produ
cirá movimientos que podrán variar con la época del
año; el segundo se manifestará por movimientos prác
ticamente constantes. £1 espesor de la capa superfi
cial a la que afecta el creep estacional es sumamente
bajo y su dimensión máxima puede estimarse en un
metro (Ref. S). Creep en ladera natural.
r
les bastant
acción cas
Muchas ve
sitos con c
didones, 1:
una inclin
equilibrio
el interior
deslizamiei
importan t<
tiempo qu
los materi;
al esfuerzo
deformaeic
ñas dentr<
creep prof
y Ter-Step
Figura VI-3. Signos del deslizamiento superficial.
desarrollar
ta en aquí
existan co
En tali
mientos, escalonamientos, ro tu ra de muros, de bar n o evitarse el problem a, los cortes y terraplenes de durante h
das y de cualesquiera estructuras longitudinales que la vía terrestre estarán en continuo m ovim iento, con acumulad'
puedan existir. todos los inconvenientes de capacidad de servicio y suelo y la
T odos estos signos exteriores ayudan a localizar aspecto que esto representa, con elevados costos de ralizada ei
creeps al ingeniero experim entado que los busque conservación y con el riesgo, siempre inm inente, de pensar q u
con acuciosidad, pero el auxilio más im portante en q u e se produzcan fallas de todo tipo, originadas por formación
este aspecto proviene, una vez más, del uso sistemá el propio deslizam iento superficial. tante en e
tico y cuidadoso de los pares de aerofotografías y de de falla ;
su fotointerpretación. A un para ojos no muy aveza (ver párr;
dos, el creep resalta fácilmente d u ra n te estos estudios A-2 fallas asociadas a procesos de deformación acu lógico qu<
por la peculiar configuración q u e adquiere la ladera mulativa, generalmente relacionadas con perfi las zonas (
que está deslizándose, sim ilar al aspecto de un líqui les geológicos desfavorables tes, ocasio
do muy viscoso en m ovim iento. Es difícil que aun la pagación
vegetación y otros inconvenientes de la sim ple explo Se refiere este títu lo al tipo de fallas q u e se pro de insistir
ración superficial alcancen a disim ular el fenómeno ducen en las laderas n atu rales como consecuencia de se puede
en la fotografía aérea vista con estereoscopio. procesos de deform ación acum ulativa, p or la tenden resistencia
Localizado el creep, no se debe vacilar en cam cia de grandes masas a moverse ladera abajo. Este siderar co
biar el trazo de la vía terrestre, evitando sus proble tip o de fallas quizá es típico de laderas n atu rales en les avanza
mas, pues no existe por el m om ento, ya se dijo, n in depósitos de ta lu d o en otras formaciones análogas pítulo I ) .
gún rem edio confiable contra este tipo de falla. De en cuanto a génesis geológica, formadas p o r materia U na v
ocurrir ur
m "■
Formación típica de depósitos de talud adosados a una Vista panorámica de una falla por deslizamiento lento * Otra vista
depósito de talud, sobre una superficie previamente formad*. superficie <
plataforma de roca ígnea masiva (zona de fallas de la autopista
(Autopista
Tijuana-Ensenada).
Tipos de fallas más comunes en los taludes 285
O tra vista d d efecto de la deformación lem a sobre una Apariencia d e la superficie de falla tal com o se v e en la roña
superfide de falla previamente formada. d d pie en una de las grandes fallas de la autopista Tijuana-
(Autopista Tijuana-Ensenada.) Ensenada.
286 Estabilidad de taludes
Ar
Lii
grieta
terrazas
NAF.
Roca intsmperizada
suelo, etc.
Roca sana
pizarra intemperizada
Lento a rápido
(«)
Un flu jo dt
guir a ép<
movimiem
liosos fisu
capas delg
(Ref. 12).
profundas
te, no pu<
de resister
Figura VI-6. Flujos en materiales húmedos (Refs. 8 y 9).
Los flt
chas veces
cobertura
taje apreciable, del orden de un 50% por lo menos, En otras ocasiones los flujos de tierra ocurren con zar en mu
de gravas, boleos o fragmentos de roca, embebidos independencia de cualquier otro deslizamiento ante
mente con
en la matriz de suelo más fino, tal como es común rior. En tal caso son movimientos cuya velocidad
que pasa
que suceda en los depósitos de talud o en muchas puede variar entre límites muy amplios y que se
importanc:
laderas de suelo residual. refieren sobre todo a materiales plásticos húmedos o
cadenar a
Los flujos de tierra (en materiales térreos no de a suelos friccionantes muy finos. Por lo general la verdaderas
masiado húmedos) se desarrollan típicamente en el falla sigue a aumentos significativos en el contenido cluir fenói
pie de los deslizamientos de tipo rotacional en el cuer de agua de los materiales y al desarrollo de presio
Los flt
po del talud, que se describen más adelante, y nes importantes en esa agua. En el caso de suelos
dón de re
a veces ocurren en forma extraordinariamente rápi plásticos el flujo puede continuar en forma lenta du
fina de tal
da, como m ovim iento secundario del deslizamiento rante largo tiempo. En arcillas muy sensibles se han fragmento;
que tuvo lugar primeramente (R ef. 10). Estos flujos registrado flujos a contenido de agua constante, por ladera aba
de tierra por lo común retienen mucha de la vegeta disminución de la resistencia al esfuerzo cortante de
ción original, así como la estratigrafía y aspecto ge bida a la degradación estructural por deformaciones
neral de la formación en la que ocurrió el desliza tangenciales (R ef. 3 ). B Fallas
miento primario. Los flujos de tierra en suelos granulares finos son artifici
típicos de formaciones costeras y se asocian general
mente a la erosión marina y a fluctuaciones repeti B-l Falla
das de la presión de poro debidas a la ascensión y
el descenso del n ivel del agua con las mareas (Ref. Se des
11). Se originan con procesos análogos a la licuación. prácticame
En los flujos de lodo, el deslizamiento ocurre en des y que
materiales finos con muy alto contenido de agua. La con desliz
falla produce una com pleta perturbación estructu falla curvé
ral. L a forma típica del deslizamiento es análoga al po del tal
avance de un glaciar y la velocidad de desplazamien tadón. Se
to puede variar desde unos pocos centímetros por ma cuandc
año (casos reportados en la Ref. 9) hasta la corres esfuerzos (
pondiente a deslizamientos catastróficos (R ef. 8 ). En material/ i
flujos lentos es común que en la velocidad del movi cada caso
m iento influyan mucho las variaciones estacionales se tratará
del clima, en tanto que los flujos rápidos suelen se- este capítu
Un flujo en materiales húmedos.
T ip o s de fallas más comunes en los taludes 289
Muy rápido
guir a épocas de violenta precipitación pluvial. Los sistencia que se supone superada al producirse una
movimientos lentos suelen ocurrir en materiales arci falla rotacional es generalmente la resistencia m áxi
llosos fisurados o finam ente interestratificados con ma, en el sentido que se utiliza en e l capítulo I de
capas delgadas de arena con alto contenido de agua esta obra./Ásí pues, en el in terior del talud existe
(Ref. 12); ocurren a lo largo de superficies n o m uy un estado de esfuerzos cortantes que vence en forma
ido
profundas y con inclinación m edia que, naturalm en más o menos rápida la resistencia al esfuerzo cortan
te del suelo/' a consecuencia de ello sobreviene la
te, no puede apartarse mucho del valor del ángulo
de resistencia residual del suelo. ruptura d el mismo, con la form ación de una super
ficie de deslizamiento, a lo largo de la cual se pro
Los flujos de lodo m uy rápidos se presentan m u
duce la fallay7Estos m ovimientos son típicos de los
chas veces en laderas de las que se ha rem ovid o la
cortes y los terraplenes de una vía terrestre.
cobertura vegetal por alguna razón y suelen com en
urren con N o se excluye la posibilidad de que existan fenó
zar en muy modestas proporciones, creciendo rápida
snto ante* menos de creep profundo (R e f. 6) en la fase inicial
mente con un poder de transporte del suelo sobre el
velocidad de una falla de esta naturaleza, pero su importancia
que pasa que parece fuera de proporción con su
y que se práctica será ahora más pequeña. D e hecho, se puede
importancia inicial; de esta manera se pueden desen
oimedos o afirm ar qu e aun los deslizamientos más rápidos de
cadenar auténticos ríos de lodo, capaces de causar
general la tierra van siem pre precedidos de movimientos, agrie
verdaderas catástrofes. Sin duda su génesis debe in
contenido tamientos y, en general, de señales de que la relación
cluir fenómenos de licuación de suelos.
de presio- esfuerzo-resistencia está evolucionando desfavorable
Los flujos de detritus se producen por dism inu
de suelos mente en el in terior del talud.¿En este sentido, es
ción de resistencia al esfuerzo cortante de la m atriz
lenta du- típica la form ación de grietas en la corona del talud.
fina de tales formaciones; la masa m óvil se rom pe en
les se han En cam bio, es probable que en e l desarrollo de
fragmentos cada vez menores a m edida que avanza
tante, por estas fallas desempeñen un papel muy im portante
ladera abajo.
irtante de- los mecanismos de falla progresiva qu e puedan tener
irmaciones lugar a lo largo de la futura superficie de desliza
miento.
B Fallas relacionadas a la estabilidad de taludes
; finos son artificiales
n general-
ties repetí- IM Falla rotacional
scensión y
reas (Ref. Se describen ahora los m ovimientos rápidos o
licuación, prácticamente instantáneos que ocurren en los talu
ocurre en des y que afectan a masas profundas de los mismos,
: agua. La con deslizamiento a lo largo de una superficie de
i estructu- falla curva que se desarrolla en el interior del cuer
análoga al po del talud, interesando o no al terreno de cim en
plazamien- tación. Se considera qu e la superficie de falla se for
íetros por ma cuando en la zona de su futuro desarrollo actúan
la corres- esfuerzos cortantes qu e sobrepasan la resistencia del
.ef. 8 ). En m aterial/ L a resistencia que se debe considerar en
del movi- cada caso particular es una cuestión im portante que
stacionales se tratará por separado en páginas subsecuentes de C am in o destru id o p o r una gran fa lla rotacion a l (cam ino
suelen se- este capítulo; por el m om ento, basta decir que la re T o lu c a -M o re lia ).
290 Estabilidad de taludes
a) F alla d e base.
Desde luego las fallas rotacionales de form a circu lares con los cortes y terraplenes que él construye,
lar ocurren por lo común en materiales arcillosos son también comunes en -laderas naturales de mate
homogéneos o en suelos cuyo comportamiento mecá riales homogéneos y finos (muchas veces en las fo r
nico esté regido básicamente por su fracción arcillo madas por arcillas sobreconsolidadas); cuando las la
sa. En general afectan a zonas relativamente profun deras son muy tendidas, las superficies de falla
das del talud, siendo esta profundidad mayor (ha pueden desarrollarse con poca profundidad (parte e
blando sólo del mismo, sin considerar el terreno de de la Fig. V I-7 ). Las fallas rotacionales circulares
¿mentación) cuanto más escarpado sea aquél. Aun pueden ser de cuerpo de talud o de base; las prime
que el ingeniero asocia las fallas rotacionales circu- ras se desarrollan sin interesar al terreno de cimen
tación, en tanto que las segundas se desarrollan par
cialmente en él.
A l ocurrir las fallas circulares pueden afectar a
masas muy anchas, en comparación con las dimensio
nes generales de la falla, en cuyo caso dan lugar a
verdaderas superficies cilindricas, o pueden ocurrir
en forma concoidal, con un ancho pequeño compa
rado con su longitud (Fig. V I- 8 ). En esta figura se
muestra también una perspectiva de una falla típica,
la que se aprovecha para introducir la nomenclatura
usual).
El agrietamiento señala
el contorno de la concha
b) Falla concoidal.
Agrietamiento
la forma
Falla rotacional. la falla
Talud principal
o escarpio
) blando
m ñ á s tr.t.
*♦ firme
Agrietamiento
Superficie de falla
Agrietamiento
a a l a citen. interviene oportunam ente; este mismo efecto se pre por lo común de arcillas blandas o de arenas finas
:1o a a r c illa senta a veces en los costados de la falla. o lim os no plásticos sueltos. C on mucha frecuencia,
t u le s n o R i la d eb ilid ad del estrato está ligada a elevadas presio
iz a c ió n , por nes de p oro en el agua contenida en las arcillas o a
i c a u s a s que g.2 Falla traslacional. fenóm enos de elevación de presión de agua en estra
r i l e n estrilo tos de arena (a cu ífero s ). En este sentido, las fallas
í s d e cortes, : Estas fallas por lo general consisten en m ovim ien pueden estar ligadas tam bién al calendario de las
fra g m e n ta - tos traslacionales importantes del cuerpo del talud tem poradas de lluvias en la región.
S ). sobre superficies de falla básicamente planas, asocia Las fallas del m aterial en bloqu e (parte a
de la
3 es siem p re das a la presencia d e estratos poco resistentes locali F ig. V I-9 ) muchas veces están asociadas a disconti
te s e puede zados a poca profun didad bajo el talud. nuidades y fracturas de los materiales qu e form an
io s e n parte [*La superficie de falla se desarrolla en form a pa un corte o una ladera natural, siem pre en añadidura
>ta a h o r a se ralela al estrato d éb il y se remata en sus extremos al efecto del estrato d éb il subyacente.
u e c o n v ie n e por dos cantiles, por lo general formados por agrie Las fallas de una franja superficial (p a rte de c
g ú n s e verá tamiento. la Fig. V I-9 ) son típicas de laderas naturales form a
por fallas, Los estratos débiles que fomentan estas fallas son das por materiales arcillosos producto de m eteoriza
d e lo s ma- ción de las formaciones originales. Se suelen p rovo
i b l e e n sue- car por el efecto de la sobrecarga impuesta por un
terraplén construido sobre la ladera. En estas fallas
de la falla el m ovim ien to ocurre casi sin distorsión (R e f. 13).
lo que ten-
íg en iero no
B-3 Fallas con su perficie compuesta
Formación i
(carretera P
C Derrumbes y caídos
rren en ca
se asocian
cuanto más
tienden a
16.)
V I-11) sue-
ientos rota-
de las últi-
; arcilla so
lía de Lon
j a s con in-
lias forman
Formación en dolomitas fragmentadas que propician caídos.
. «a ?
Un gran derrumbe en un corte para ferrocarril. (Vía e
Viborillas, Villa de Reyes.) errea
U n caído de fragmentos de roca.
2% Estabilidad de taludes
I
Tipos de fallas más comunes en los taludes 297
terrestre quede durante mucho tiempo expuesto a la ferenciales puedan ser particularmente grandes. Sin
acdón de agua en sus dos taludes, con tirante dife embargo, es d ifíd l concebir que un caso de este tipo
rente y desnivel Importante, de manera que pueda de agrietamiento se presente en forma peligrosa y sis
establecerse un flujo con gradiente hidráulico sufi temática. El agrietamiento longitudinal respecto al
cientemente alto para generar problemas de tubifi- eje de la obra vial es mucho más frecuente o, por lo
cadón. En el apéndice que figura al final de este menos, mucho más frecuentemente perceptible; ocu
libro (párrafo A - l l ) se establece el orden de magni rre sobre todo por movimientos diferendales de los
tud de los valores del gradiente hidráulico que han hombros del terraplén y su parte central. Se mani
de presentarse para que llegue a constituirse un pro fiesta por la aparidón de dos familias de grietas si
blema de tubificadón; en el mismo apéndice se dan métricas respecto al eje d d camino, ubicadas en los
normas para cuantificar dicho gradiente a partir de hombros, incluso en las zonas extremas de la parte
la red de flujo que se trace a través del terraplén. usualmente pavimentada; estas grietas continúan en
En el capítulo I I I de este libro se insistió en lo forma casi ininterrumpida durante decenas o cente
mucho que influye en el riesgo de tubifleadón la nares de metros. Muchas veces esta forma de agrieta
naturaleza de los materiales que forman el terraplén. miento constituye un problema importante a cuya
La tabla II I - l resume mucho de la experienda esta solución ha de avocarse el ingeniero, tanto por la
dounidense al respecto.
magnitud de las grietas que se forman, como por
L a tubificación comienza cuando hay arrastre de el avance que d fenómeno pueda ir teniendo con el
partículas de suelo en el interior de la masa por tiempo, hasta provocar la eventual destruedón del
efecto de las fuerzas erosivas generadas por el flujo terraplén en conjunto. Todavía se discute cuál pue
de agua. Una vez que las partículas empiecen a ser da ser la génesis de los más importantes fenómenos
removidas van quedando en el suelo pequeños cana de agrietamiento longitudinal que se han reportado,
les, por los que el agua arcula a mayor veloddad, pero parece ser que son causa importante los movi
con mayor poder de arrastre, de manera que el fenó mientos diferendales por distinto grado de secado en
meno de tubificadón tiende a crecer continuamente tre los materiales cercanos a los hombros y taludes
una vez que comienza, aumentando siempre el diá
metro de los canales que se van formando en el inte
rior del terraplén. Otra característica curiosa del fe
nómeno es que, comenzando en el talud aguas abajo,
progresa hacia atrás, es dedr hada el interior del te
rraplén. El lím ite del fenómeno es el colapso del
bordo, al quedar éste surcado por huecos de diáme
tro sufidente para afectar la estabilidad por dismi-
nuaón de secdón resistente.
Un factor que contribuye mucho a la tubiñeadón
es la insufidenda de compactadón en el terraplén,
cuando ésta afecta a suelos susceptibles (tabla I I I - l ) .
Esta insufidenda de compactadón es común, sobre
todo, en la vedndad de muros o superficies rígidas,
tales como ductos o alcantarillas.
Teniendo en cuenta que las alcantarillas son lu
gares en donde es común que exista tirante de agua
Y en tom o a los cuales es d ifíd l compactar los sue
los, se puede afirmar que constituyen los puntos crí
ticos de la vía terrestre en lo que al problema de tu
bificadón se refiere. Alrededor de ellas se deberá
vigilar muy espedalmente la susceptibilidad de los
materiales que se empleen.
En tercer lugar se debe hacer referenda a las fa
llas por agrietamiento que tienen importanda espe
cial en el caso de terraplenes.
Es seguro que en los terraplenes de las vías terres
tres se puedan presentar agrietamientos tanto en el
sentido transversal como en el longitudinal. Los pri
meros ocurrirán por asentamiento diferendal a lo
largo del eje del camino y sólo serán de considera-
dón en el caso de terraplenes construidos sobre sue
los blandos, por ejemplo en zonas de transidón con
terreno de dmentadón de mejor calidad o en luga Agrietamiento longitudinal anterior a la pavimentación d d
res en que, por alguna razón, los asentamientos di raarino Eacáic e g iChf f m aL
298 E s ta b ilid a d d e talud es
100
90
80
70
60
50
401
30
20
10
Suelo blando 0
Nivel freático original
peta mucho más impermeable, si bien ésta deberá rraplenes agrietados se hayan compactado con con
contribuir a la intensidad del fenómeno. tenidos de agua bastante más bajos que la humedad
El conjunto de suposiciones que se han hecho óptima de campo.
para este caso hipotético constituye, por cierto, el Narain (R ef. 22) reportó que si se compactan
conjunto de circunstancias que suelen presentarse aso las arcillas a la humedad óptima de campo se aumen
ciadas a los problemas de agrietamiento longitudinal. ta substancialmente su flexibilidad, en relación con
Por otra parte, es cierto que el agrietamiento lon una compactación hecha con contenidos de agua 2%
gitudinal también suele aparecer en lugares en que ó 3% abajo de dicho óptimo de campo; aumentos
el terreno de cimentación es predominantemente ar subsecuentes del contenido de agua parecen tener
cilloso, blando y compresible. L a sucesión de lluvias poca influencia. Tam bién se afirm a en el mismo es
y sequías produce fuertes cambios volumétricos en tudio que no existe una buena correlación entre las
este suelo, que se manifiestan en elevaciones y des deformaciones que producen agrietamientos en un
censos de su nivel. N o está claro el papel que este terraplén y las que se obtienen al hacer una prueba
fenómeno pueda desempeñar en la formación de las típica .de compresión y expansión en el laboratorio,
grietas longitudinales y éste, es uno de los varios pun de manera que éste no es un índice confiable para
tos que requieren investigación adicional en torno a juzgar las posibilidades de agrietamiento.
este importante problema. En contrapartida, se han- En el capítulo I V de este libro se mencionan al
observado grietas longitudinales en terraplenes for gunos datos de interés para establecer la influencia
mados por material susceptible a cambios volum étri de la compactación en la flexibilidad del terraplén
cos por secado, pero cimentados en terreno de natu que se obtenga.
raleza más bien granular, probablemente poco pro
pensos a cambios de volumen; en estas zonas, el agrie
E Fallas por licuación
tamiento longitudinal parece ser menos intenso.
Es indudable que la naturaleza de los materiales
Los fenómenos de licuación consisten en la pér
que forman el terraplén y sus condiciones de com
dida rápida de resistencia al esfuerzo cortante, tem
pactación deben tener enorme influencia en el des
poral o definitiva (Ref. 18). T a l pérdida conduce
arrollo de las grietas. L a Fig. VI-13 (Ref. 21) mues
al colapso a cualquier estructura vial edificada sobre
tra la zona en que caen las •curvas granulométricas
o hecha de un material que entre en licuación.
de los suelos aparentemente más susceptibles al agrie
Ya en el párrafo 1-14 del capítulo I se menciona
tamiento; aunque la evidencia de que se dispone
ron las dos causas a que puede atribuirse esa pérdida
dista de ser completa, parece que las arcillas inorgá
de resistencia: por incremento de los esfuerzos cor
nicas con índice de plasticidad menor que 15 y con
tantes actuantes y desarrollo correspondiente de pre
graduación dentro de la zona marcada en la Fig. V I-
sión de poro o, el que es el caso que realmente inte
13 son más susceptibles el agrietamiento sobre todo
partes ceñ resa en este momento, por desarrollo rápido de ele
cuando se compactan del lado seco, que otros suelos
idas y hú- vadas presiones en el agua intersticial, quizá como
más finos o más gruesos. Las arcillas con índice de
1 efecto de consecuencia de un sismo, una explosión, etc. Esta
plasticidad mayor que 20, aunque sean más finas que
pueda pre- segunda causa se asocia a un colapso estructural rá
las anteriores, aguantan mucha más deformación sin
)r una car pido del suelo, cuyos vacíos, saturados de agua, tien
agrietarse.
den a reducirse, desarrollándose presiones en aquélla.
Se han significado por su susceptibilidad al agrie
L a licuación casi instantánea ha ocurrido en ar
tamiento los suelos residuales con partículas gruesas
cillas saturadas muy sensibles y en arenas finas suel
de roca blanda, que se pulverizan durante la com
tas, sobre todo en condición saturada.
pactación. Estos suelos con frecuencia quedan compac
Com o ya .se explicó en el párrafo III-2 del capí
tados del lado seco, por la dificultad que hay para
tulo I I I , los suelos granulares más susceptibles a la
incorporarles agua. Es común encontrar que los te-
licuación son los finos, de estructura suelta, satura
dos. Estas características describen a las arenas finas
y uniformes y a los suelos finos no plásticos, o sus
mezclas. Las arenas sueltas con D 10 < 0 . 1 mm y coefi
ciente de uniformidad Cu < 5 y los limos con índice
< de plasticidad menor que 6 son los materiales más
V)
< peligrosos, tanto formando parte del cuerpo del te
CL
UJ rraplén, como en el terreno de cimentación.
o Las fallas por licuación en arcillas se han repor
tado siempre (Refs. 23 y 24) asociadas a arcillas ma
s?
rinas emergidas por la recuperación isostática de los
continentes y lavadas con posterioridad, con lenta
substitución del agua salada originalmente contenida
DIAMETRO OE LA PARTICULA (mm) en sus poros por agua dulce, lo que provoca inter
Figura VI-13. Granulometría de los suelos más susceptibles cambios catiónicos (pérdida de iones sodio) que pro
de agrietamiento. pician la disminución de la resistencia al esfuerzo
T
300 E s ta b ilid a d de ta lu d e s
cortante y un gran aum ento en su sensibilidad. Esta a rtificia les ), algunas peculiaridades que son dignas de
m enor resistencia conduce a un m enor m argen de se com entarios por separado. Recientem ente se ha pu.
guridad en los t a l u d e s q u e se form an en estos suelos, b licad o la m uy com pleta R e f. 25, y fue con base en t
que fallan sin causa aparente. En la falla, la arcilla ella, com o principal punto de enfoque, com o se or
se rem oldea hasta llegar a la condición de un líq u i denaron los comentarios qu e siguen.
do, estado que se conserva de manera perdurable, En conexión con la estabilidad de los taludes en
pues la falta de iones en el agua im p id e la reestruc los suelos residuales existen tres conceptos que des
turación. em peñan un papel m uy im portante; estos son el per.
Ya se m encionó en este mismo capítulo cóm o pue fil de m eteorización, las estructuras heredadas y, na
den ocurrir fenóm enos de licuación en arenas y sue turalm ente, el efecto del agua subterránea.
los granulares secos por desarrollo de presiones de E l p erfil de m eteorización es la secuencia de ca
aire; en realidad esta es una form a de licuación pas d e materiales con diferentes propiedades que se
de gran interés, poco estudiada hasta este momento. ha form ado en el lugar d on d e se la encuentra y que
sobreyace a la roca n o meteorizada. En realidad en
F Falla por deform ación en los hom bros lo qu e sigue será preciso considerar también ciertos
de los terraplenes perfiles de suelos no propiam en te formados “ in si tu”,
sino con m ayor o m enor grad o de transporte, tales
Consiste esta falla en la deform ación progresiva com o los perfiles en depósitos de talud, de piemonte,
y acumulativa de los hombros del terraplén, que se coluviales, etc.; la razón es que el comportamiento
desplazan verticalm ente hacia abajo, produ cien do una de estos perfiles y sus condiciones de estabilidad son
sección redondeada o escalonada en la corona. A ve tan similares a los de los suelos residuales que no
ces, entre la zona desplazada y el resto del terraplén resulta conveniente su separación.
aparece una grieta en la dirección paralela al eje de E l p erfil de m eteorización se forma tanto por
la vía, la cual puede llegar a ser el in ic io de un des ataque mecánico com o p or descomposición química.
lizam iento de tierras. P u ede variar en form a considerable de un sitio a
L a exploración realizada en carreteras en funcio otro, sobre todo por variaciones locales en el tipo y
namiento que padecen esta falla, ha eviden ciado des estructura de la roca, topografía, condiciones de ero
plazamientos verticales de 30 y 40 cm, a veces sin sión, régim en de aguas subterráneas y variaciones lo
que se produzca ninguna ruptura en los materiales cales de clima, especialm ente en régimen e intensi
afectados. L a falla parece estar asociada a terraplenes dad de lluvias.
construidos con com pactación deficiente y formados En casi todas las rocas metámórficas e ígneas in
por suelos finos plásticos, en zonas con m al drenaje trusivas, el p erfil de m eteorización com prende una Si
superficial, pero con frecuencia se presenta en sec capa de suelo residual, una de roca m eteorizada y la
ciones cuya estabilidad general no está en entredicho. roca fresca, poco m eteorizada. Croquis de tales per
Independientem ente de lo mucho que falta por in files se muestran en la F ig. VI-14.
vestigar y dilucidar en torno a esta falla, por otra
Si
M uchos de los problem as ingenieriles de las vías (F
parte bastante común, parece ser que se trata de un
terrestres que atraviesan suelos residuales provienen d
proceso de deform ación acum ulativa lig a d o a la ac
de la capa de transición de roca meteorizada, com
tuación de los esfuerzos existentes en la frontera del
pren dida entre la capa superior de suelo y la inte
talud, que tiende a deform arse descendiendo en la
rio r de roca más sana. Es d ifíc il establecer los lím i
parte superior y expandiéndose en la inferior. R
tes entre las distintas zonas del perfil de meteoriza
Para la explicación de esta falla se ha invocado
ción, y al respecto existen algunos criterios em píri R
a veces el efecto de las cargas del tránsito, cuya rueda
cos; p or ejem plo, la capa de suelo residual y de roca
exterior supuestamente haría ceder al terreno por
m eteorizada se han separado con base en el momen
falta de con finam iento en el lado opuesto. L a apari
to en qu e se obtienen recuperaciones de un 10% en
ción de este tip o de fallas en bordos no sujetos en
los corazones de roca, al usar exploración rotatoria,
ningún tiem po a la acción de tránsito, así como
en tanto que el porcentaje sube al 75% para distin
modernas investigaciones sobre deform ación de te
g u ir la capa interm edia de la roca sana basal.
rraplenes con el uso de la técnica del elem ento fin i
L a Fig. V I - 15 muestra algunos perfiles de meteo original, j
to, parecen indicar, sin lugar a dudas, que la génesis
rización típicos en rocas sedimentarias comunes. Se En las roe
del problem a estriba en el estado general de esfuer
pueden observar algunas diferencias substanciales con es común
zos interiores de la estructura y no en nin gú n efecto
respecto a los perfiles en rocas ígneas y metamórfi- te todos le
externo.
cas. P o r ejem plo, en la parte ( a ) de la figura se mues
cuente en
tra un p e rfil típico de rocas carbonatadas (calizas,
caliza que
VI-3 ALG UNAS ID E A S ACERCA DE LO S PRO BLE dolom itas, mármoles, etc.) en el que se ve que la
mente irre
M A S D E E S T A B IL ID A D D E T A L U D E S E N SUE cubierta de suelo residual puede ser ahora m uy va
cilla (R e f
L O S R E S ID U A L E S ria b le en espesor y calidad. Este suelo procede de la
que su tra
solución de la roca orig in a l y con frecuencia es arci
Los suelos residuales presentan, en lo qu e se re lloso, pero puede ser arenoso y conglomerático; por En las
fiere a la estabilidad de sus taludes (naturales y aun lo gen eral presenta un porcentaje ínfim o de la roca sidual (ar<
A lg u n a s ideas de los p r o b le m a s de esta b ilid a d 301
dignas de A veces c o D e r t u r a de
suelo t r a n s p o r t o d o ,
se ha py. í P i e d r a s y fragmentos
»n base en i de r o c a )
)mo se or-
y// a
taludes en
I S u e lo R e s id u a l
. m '/ / y y \
s que des- •r,
son el per-
idas y, na*
vY. 0 ,
ic ia d e ca
cles q u e se
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e a l i d a d en
ié n ciertos
II R o ca M e t e o r iz a d a .
5 “ in s itu ” ,
D orte, tales
p ie m o n te ,
o r ta m ie n to
o ilid a d son
III R o ca no M efeo rlzo d a
les q u e no
nes de ero- M e t e o r i z a d dn
S U E LO
iaciones lo* DESCOMPUESTO
1 e intensi- M AD U R O I. S u e lo R e s id u a l
! ígneas in-
Suelo R e sid u al M aduro
>rende una ■dP- ' - Ú - o • • •c k
>rizada y la Roc a muy
M e t e o r iz a d a
2 tales per-
O : •; &
Suelo Residual Jo v e n .
de las vías (P re s e n ta e s tru c tu ra C D : 0 “0 '
; provienen de la ro c a m a d re ) R oca p oc o
-o-- III
M e t e o r iz a d a
izada, com- •V - -
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Skemj
laderas n
das sólo
A. Sumidero con Residuos B Sum idero de C. Sumidero In c ip ie n te que no t
Arreolodos en formo Cóncova Colapso. con Arcilla B landa resistenci
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Los problemas de estabilidad son comunes en la resistei
las situaciones A yC, cuando las roeos que
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0 .- P E R F IL EN ROCAS CARBONATADAS Un Cc
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C - PERFIL EN LUTITAS
Cobvld
L a mayor parte de los problemas de estabilidad L a forma más típica de ruptura de laderas en lu-
en suelos residuales producto de la meteorización de tita es el deslizamiento poco profundo que se india
rocas metamórficas e ígneas ocurren en la capa de sue con A en la parte (c ) de la Fig. VI-15; tal deslizamien
lo residual superficial por fenómenos relacionados to suele estar aparejado a un nivel freático anormal
con incrementos de presión de poro (flujos por llu mente alto en la lutita fisurada subyacente. El desli
vias) , o en la capa intermedia de roca meteorizada zamiento de tipo B de la misma figura está asociado
por influencia de diaclasas y fracturas heredadas de a pequeñas capas débiles o muy permeables Ínteres-
la roca original. En estos perfiles es muy común que tratificadas con lutita, situación muy común, por
existan fuertes fluctuaciones estacionales de los ni cierto. El deslizamiento C de la misma figura estará
veles piezométricos en las distintas capas que los típicamente asociado a una capa de arcilla muy blan
forman. da y poco resistente. Es común que deslizamientos
Los problemas de estabilidad más comunes liga del tipo B ó C se hagan progresivos o sucesivos. Al
dos a las calizas y otras rocas carbonatadas emanan desarrollarse deslizamientos profundos, acompañados
de los sumideros, de la fracturación intensa y de las de pequeños movimientos, aumenta la permeabilidad
frecuentes intercalaciones de arcillas blandas (parte de la masa fallada y la posibilidad de filtraciones,
( b ) de la Fig. V I-1 5 ); en estas formaciones es común pero por lo general permanecen las mismas condicio
que se definan zonas de intensa concentración de nes de flujo para el agua detrás y debajo de la masa
flujo. deslizante; si la masa deslizante no colapsa, cualquier
Algunas ideas de los problemas de estabilidad 303
medida que favorezca el drenaje de esas aguas bene Henkel (R ef. 31) ha estudiado teóricamente la
ficiará mucho la estabilidad del conjunto. inclinación que pueden tener en condiciones estables
Skempton (Refs. 29 y SO) ha hecho ver que las estos perfiles, llegando a conclusiones similares a las
laderas naturales en lutitas y arcillas sobreconsolida- que se han mencionado para las lutitas solas, de ma
das sólo serán estables para ángulos de inclinación nera que el ángulo de inclinación lím ite resulta com
que no excedan mucho de la mitad del ángulo de prendido para la ladera natural entre la mitad y el
resistencia residual y que, desde luego, no sobrepa valor completo del ángulo de resistencia que pueda
san este últim o valor. Puede haber variaciones im atribuirse al material a través del cual vaya a pre
portantes a tales límites por distribuciones particu sentarse el deslizamiento. A este respecto ha de no
lares de la presión de poro dentro de la masa. Desde tarse que en muchas ocasiones será e l residual el án«
luego el lím ite anterior es teórico y, como ya se dijo, guio de resistencia que se deba considerar en los per
en la práctica será relativamente común encontrar files de lutitas interestratificadas con areniscas.
laderas naturales estables con ángulo de inclinación La Fig. VI-16 muestra algunos perfiles típicos de
del orden del ángulo de resistencia residual o, in lutitas y areniscas, así como los problemas de estabi
cluso, ligeramente mayores. Si el tipo de falla que lidad de taludes que con más frecuencia se pueden
se considera en la ladera es de los que dependen de generar.
la resistencia máxima, el ángulo de inclinación máxi Se ven en la figura los tipos de deslizamiento (A
ma estable, en el sentido de Skempton, estará en el y B ) que son más comunes en estos perfiles y que
orden de la mitad del ángulo de resistencia máxima están siempre asociados a estructuras heredadas, aber
del suelo, ligado a esfuerzos efectivos, es decir, tal tura de diaclasas en la arenisca por aumento de pre
como se obtiene en una prueba lenta, con consolida sión de poro, zonas de debilidad asociadas a la- es
ción y drenaje. tratificación, problemas derivados de la expansión
Un caso especial de secuencia geológica que por de las lutitas o rupturas y erosiones debajo de los
su frecuencia tiene particular interés en muchos pro bloques de la arenisca.
blemas conectados con suelos residuales lo constituye Com o ya se dijo, el agua subterránea y su flujo
aquel en que aparecen las lutitas interestratificadas desempeñan un papel fundamental en la estabilidad
con areniscas. Las areniscas son muchas veces más fir de los suelos residuales. U n excelente resumen de los
mes que las lutitas, pero son también mucho más sistemas de flu jo de tales aguas está contenido en la
permeables y permiten la difusión del agua de fil R ef. 32.
tración. Los sistemas de flujo subterráneo suelen recordar
Los perfiles de arenisca y lutita intercaladas pue a los de flu jo superficial que los sobreyacen y que
den variar mucho por plegamiento y por el diferente reconocen a los valles principales y los grandes ríos
grado de fisuración y fracturamiento a que aquél como lugares de descarga, pero cuando hay variacio
pueda dar lugar. nes importantes en la permeabilidad de formaciones
N lW f p M J M t t t r i M M
la o w í w t t l
I
Figura VMS. Perfiles de meteorizadón tiplees y
, *»■ 7 .. r» ■1 , ■Ht|*c0|4) problemas de estabilidad en lutitas
interestratificadas con arenisca (Ref.
c) Copos de orsnieca cubiertos con coliVien 25).
^opyrighted material
304 Esta bilid a d de taludes
0 cálculo
relativam ente profundas, los sistemas de flu jo pue dos están relacionados con defectos estructurales he
dos. T a l
den hacerse m u y com plejos y d ifíciles de defin ir para redados por los suelos residuales actualm ente pre.
laridad c
el ingeniero, aun con el a u x ilio de la geología. Es sentes. Las Refs. 33, 34, 35 y 36 citan casos de interés
sobre toe
seguro qu e el estado más crítico se tenga en grandes en este sentido.
de tener
cortes en qu e exista una cobertura d e suelo altamen L a peligrosidad d e las discontinuidades se incre
luego qu
te m eteorizado e im perm eable coexistiendo con la m enta cuando se encuentran rellenos de suelos arci
del suele
tendencia natural del agua a a flo ra r en el frente del llosos. En general la resistencia al esfuerzo cortante
agua en
corte; este caso es especialm ente desfavorable cuan dism inuye cuando aum enta el grado d e meteoriza-
Dado qu
do, los suelos residuales o rocas m eteorizadas, en for ció n del m aterial com ponente. L a F ig. V I-1 7 (Ref.
curvas qi
ma parcial b a jo la cobertura im p erm eab le conservan 25) muestra este fen ó m en o en especímenes de roca
de este i
estructuras heredadas con o rien ta ción adversa. C on m eteorizada en g ra d o creciente (en las curvas se se
mente se
frecuencia se desarrollan presiones im portantes en las ñalan los valores d e l ín d ice de susceptibilidad en
zos con t
zonas d e roca parcialm ente m eteorizada, en las que cada c a s o ); los especím enes corresponden a fragmen
produce
no es raro qu e el n ivel piezom étrico se eleve aun por tos “ intactos” , es decir, n o representan la resistencia
encima d el n iv e l natural del terreno. d el conjunto, afectada d e estructuras heredadas.
Las estructuras heredadas consisten en diaclasas, En realidad el p ro b lem a básico estriba en estimar
exfoliaciones, juntas, grietas, fallas y otros defectos la resistencia del con ju n to, tom ando en cuenta la es
estructurales q u e muestra el suelo com o herencia de PA1
tructura y la con d ición d e los m ateriales “ in situ".
los que tenía la roca original. Su in flu en cia es tal L a inform ación d isp o n ib le al respecto es p oco consis
que con frecuencia la resistencia a l corte del m ate tente, pues procede d e m étodos diferentes, tales como
ria l “ in tacto” n o puede considerarse en absoluto re pruebas de la b o ra to rio en muestras q u e contienen
presentativa de la del conjunto. E n m ayor o m enor irregularidades, referidas en ocasiones a esfuerzos to
grado, casi la totalidad de los deslizam ientos profun tales y en otras a efectivos, pruebas directas de campo Tipo i
o s
Rocas
metami
Gneiss
Esquist
Filitas
Filitas
Rocas :
Granitf
0 c á lc u lo s r e a l i z a d o s s o b r e d e s l i z a m i e n t o s y a o c u r r i de e y <¡> e x t r a í d o s d e d i c h a s e n v o lv e n t e s , e n e s p e c ia l
turales he-
dos. T a l p arece q u e la d ire c c ió n lo c a l d e la ir r e g u cuando hayan de co m p a ra rse lo s re s u lta d o s o b te n i
nente pre.
la r id a d o fr a c tu r a d esem p eñ a un p a p e l im p o r ta n te , d o s p o r d ife re n te s in v e s t ig a d o r e s , p ara poder lle g a r
; de interés
sobre t o d o s i e l d e s liz a m i e n t o a l o l a r g o d e e l l a h a a c o n c lu s i o n e s de c a r á c t e r g e n e r a l. En e ste s e n t id o
je te n e r lu g a r re m o n ta n d o o d e s c e n d ie n d o ; d esd e lo s v a lo r e s d e l á n g u l o d e r e s i s t e n c ia r e s i d u a l s o n p a r
;s se incre- lu ego q u e t a m b i é n i n f l u y e e l g r a d o d e m e t e o r i z a c ió n
t i c u la r m e n t e ú t i l e s p o r e v ita r la a n t e r io r p lu r a lid a d
suelos ard» ¿e l s u e l o o la ro ca y, fin a lm e n te , la p re s e n c ia de
d e re s u lta d o s. S in h a c e r a u n la d o to d a s la s lim it a
zo cortante agu a e n la ir r e g u la r id a d y su esta d o de p r e s io n e s .
meteoriza- c io n e s s e ñ a la d a s , l a t a b l a V l - 2 r e c o g e , c o n b a s e e n l a
D ado que lo s e n v o lv e n te s de r e s is t e n c ia s u e le n ser
ri-17 (Ref. cu rv a s q u e se a p r o x im a n a lín e a s re c ta s (c a p ít u lo 1
R e f. 2 5, a lg u n a in fo r m a c ió n g e n e r a l q u e p u d ie r a re
íes de roca de e s te lib r o ), la e n v o lv e n te de tr a b a jo que fin a l
s u l t a r ú t i l c o m o n o r m a d e c r it e r i o , p e r o q u e n o e v i
jrvas se se- ta r á e l e s tu d io p a r t ic u la r d e c a d a c a so e n q u e h a y a n
m e n te s e o b t e n g a d e p e n d e r á d e l i n t e r v a l o d e e s f u e r
bilid ad en de a n a li z a r s e la s c o n d ic i o n e s de e s ta b ilid a d de un
zos c o n q u e s e h a y a n e je c u ta d o la s p r u e b a s , l o c u a l
a fragmen* p ro d u ce s e ria s c o n fu s io n e s al i n t e r p r e t a r lo s v a lo re s c o rte d a d o o d e u n a la d e r a n a t u r a l e s p e c ífic a .
resistencia
sdadas.
en estimar T A B L A VI-2
lienta la es*
PARAM ETRO S T IP IC O S D E R E S IS T E N C IA AL ESFUERZO C O R T A N T E D E SU E LO S R E S ID U A L E S
5 “ in situ”.
Y R O C A S P A R C IA L M E N T E M E T E O R IZ A D A S (C O N BASE EN LA R E F . 25)
poco consis-
tales como
i contienen Parámetros de resistencia
¡sfuerzos to*
is de campo Tipo de roca Intensidad de la c , cohesión. <¡>uf dnSul°
u Criterio para la Referencia
o suelo meteorización ( Esfuerzos de resistencia 0 (esfuerzos <¡)r obtención
totales) ( esfuerzos efectivos) (residual)
totales)
kg/cm2 — — —
Rocas
metamórficas 1
Rocas ígneas
T A B L A VI-2. (Continuación).
ha sido cc
ción sus cc
Parámetros de resistencia lo puede i
rrafo se a
Tipo de roca Intensidad de la cu. cohesión. 4>u> dnSul° Criterio para la
tante nece;
Referencia
o suelo meteorización (Esfuerzos de resistencia A (esfuerzos 4>r obtención todas las
totales) (esfuerzos efectivos) (residual)
se concibe
totales)
resistencia
kg/cm2 — — — ante los e
10 2 45° — Pruebas de corte damental
15 1 41° — directo en el lugar que ha de
Relativamente sano Pruebas de corte di
se ha viste
29°-32°
Parcialmente meteori recto en el laboratorio 25. rio o de
zado 2/°-31° ' Se vio tar
Meteorizado 26°-33° tante de ]
Muy descompuesto 0 25°-34° 35° tipifique s
Suelo residual 28°
tancial. Cc
Diorita Descompuesta 0.1 30° Pruebas rápidas conso facilidad a
lidadas 36
u otro mé
Parcialmente meteori
zada 0.3 22° 38 dicará el ¡
las condic:
Riolita Descompuesta — .— 30° — 25
caso los p
Rocas en tales rc
sedimentarias criterios c
Marga Sana > 40° 23°-32° Pruebas lentas y rápi 42 pruebas d
Medianamente meteo das consolidadas lización pi
rizada — — 32°-42° 22°-29° sentad vi de
Altamente meteorizada 25°-32° • 18°-24°
las condic:
Arcilla (Lon Meteorizada — — 19°-22° 14° Skempton te su vida
dres) No meteorizada 23°-30° 15°
En m i
Materiales de Arcilla negra fisurada 10.5° Pruebas rápidas conso 38 condicione
relleno de Arcilla negra no fisu lidadas para pode
grietas rada : 14.5°
ladera” p<
Suelos y corresponc
minerales
solo suelo
Arena cuarzosa — — — 30°-35° — 25 mente las
Caolinita aun las <
— — — 12° —
poseerán
llita — — — 6.5° 43
— tura secur
Montmorilo- que cuesti
nita — — — 4 ° - ll° — ducir las
Muscovita 17°-24° 44
ley sencill
— — — —
Com o
Mica hidra
tada — — — 16°-26° _ los cortes
bres ligad
nes, como
sentido h;
máticos y
VI-4 R E F L E X IO N E S EN TO RNO A LOS PARAM E
En los
T R O S D E R E S IS T E N C IA A L E S F U E R Z O COR
tancia qu
T A N T E A C O N S ID E R A R E N E L C A L C U L O NU
los proble
Probablem ente la m ejor manera de diseñar talu M E R IC O D E L A E S T A B IL ID A D D E LA D ER A S
con la est
des en suelos residuales es con el ejercicio de un cri N A T U R A L E S Y TALUD ES
naturales
terio basado en experiencia previa, que tenga en
condición
cuenta el perfil de meteorización, la naturaleza de Es evidente que el ingeniero tiene necesidad de
de compr
las estructuras heredadas y el régim en local de aguas calcular de alguna manera la estabilidad de una la
suelos col
subterráneas. Es d ifícil im aginar una exploración su dera natural o de un talud, tanto para fines de pro
llosas y oí
ficientem ente completa y un programa de pruebas yecto como para revisar una situación comprometida
cia de qui
de laboratorio lo bastante racional para perm itir un en un caso real. En el proyecto, el talud existe en el
suelo a la
diseño fundamentado exclusivamente en el cálculo. papel, en tanto que en el problem a de revisión ya
rio con n
Reflexiones en torn o a los parámetros de resistencia al esfuerzo cortante 307
¡ja sido construido y poder conocer con aproxim a vamente cuando aumenta la firmeza del suelo. Esto
ción sus condiciones de estabilidad mediante el cálcu ha llevado a muchos investigadores a proponer el
lo puede tener una urgencia dramática. En este pá uso de un factor empírico de reducción de la resis
rrafo se comenzará a dedicar atención a esa im por tencia no drenada del suelo, cuando ésta haya de
tante necesidad de cálculo. Puesto que prácticamente usarse en los análisis de estabilidad.
Referencia todas las fallas susceptibles de análisis matemático Skempton (R ef. SO) introdujo en 1963 el concep
se conciben hoy como ligadas a una deficiencia de to fundamental de la diferencia entre la resistencia
resistencia al esfuerzo cortante de la masa de suelo máxima y la resistencia residual de los suelos. H izo
ante los esfuerzos cortantes actuantes, se torna fun ver que la resistencia que se desarrollaría en una
damental la determinación de los parámetros con masa deslizante podría no ser tan alta como la resis
que ha de expresarse esa resistencia. En el capítulo I tencia máxim a convencional a lo largo de toda la
se ha visto cómo existen varias pruebas de laborato superficie de falla. Por otra parte, en la mayoría de
25
rio o de campo para determinar tales parámetros. los casos quizá esa resistencia no disminuiría tanto
Se vio también cómo la resistencia al esfuerzo cor como para alcanzar en todos los puntos de la super
tante de los suelos, lejos de ser una constante que ficie de falla el valor residual, aun cuando éste ofre
tipifique su comportamiento, es una variable circuns ciese una buena frontera para lim itar las condicio
tancial. Combinando las ideas anteriores se llega con nes de estabilidad. Skempton no ofreció un método
facilidad a la conclusión de que antes de aplicar uno satisfactorio para predecir la resistencia media que
36 u otro método matemático de análisis (a ello se de realmente se moviliza entre los valores límites máxi
dicará el siguiente párrafo) convendrá discutir algo mos y residual; con frecuencia estos valores están
38
las condiciones en que han de determinarse en cada muy separados.
25 aso los parámetros de resistencia que se consideren Bjerrum (R ef. 46) enfatizó la significación de los
en tales modelos matemáticos, para definir tanto los fenómenos físico-químicos estructurales en los meca
criterios de obtención de la resistencia, como qué nismos de falla progresiva. Los suelos más peligrosos
42 pruebas de laboratorio hayan de realizarse, qué uti para la estabilidad de una ladera natural o un talud
lización pueda hacerse de sus resultados y qué repre parecen ser las arcillas fuertemente sobreconsolida-
sentatividad pueda atribuirse a éstos en relación con das con nexos estructurales muy fuertes, cuando han
las condiciones a que estará sometida la obra duran estado sometidas a meteorización, pues en este pro
Skempton te su vida útil. ceso parece liberarse mucha de la energía de los
En muy pocas laderas naturales se encontrarán nexos, desarrollándose fuertes tendencias a la expan
38 condiciones de homogeneidad de materiales como sión; paradójicamente, Bjerrum señaló que las mis
para poder aspirar a expresar la “ resistencia de la mas arcillas fuertemente sobreconsolidadas son los
ladera” por medio de los parámetros de resistencia materiales más seguros cuando no están sometidos a
correspondientes a una condición particular de un ningún proceso de meteorización.
solo suelo. La excepción la constituirían casi única En 1966, Bishop (Ref. 5) hizo ver que la resis
25 mente las laderas formadas por arcillas suaves, pues tencia de campo de un talud natural era mucho más
aun las arcillas duras, aparentemente homogéneas, próxima a la que se obtiene en pruebas de campo de
poseerán siempre en condición natural una estruc gran escala que a la que se deteminaría a partir
43 tura secundaria de fisuramiento, agrietamiento, etc., de pruebas de laboratorio con muestras pequeñas; Bis
que cuestionará fuertemente cualquier intento de re hop dio a sus conclusiones validez general a pesar de
ducir las complejidades de la naturaleza a una sola que las obtuvo trabajando con arcillas de Londres,
44
ley sencilla. material que posee una fuerte estructura secundaria
Como ya se ha dicho, en los taludes artificiales por fisuramiento; existe bastante evidencia que co
los cortes participan de la mayoría de las incertidum- rrobora la tendencia generalizadora de Bishop.
bres ligadas a las laderas naturales; en los terraple U n muy interesante conjunto de experimentos
nes, como también se dijo, suele tener mucho más fue realizado por Patton (R ef. 47) en 1966, sobre
sentido hablar de homogeneidad, de modelos mate rocas sintéticas con grietas y fisuras de geometría
máticos y de cálculos numéricos. controlada. Una de las conclusiones del experimento
OS PA R A M E
En los últimos años se ha reconocido la im por fue que para un material dado la deformación a la
U E R Z O COR
tancia que el concepto de falla progresiva tiene en que ocurre la resistencia máxima depende de la pre
:a l c u l o n u
los problemas de resistencia de los suelos en relación sión normal; a bajas presiones normales, la deforma
D E LADERAS
con la estabilidad de taludes en general y de laderas ción necesaria es pequeña; este valor crece para pre
naturales en particular (R ef. 45). El estudio de esta siones normales intermedias y vuelve a disminuir
condición ha aumentado sobre todo la posibilidad para presiones normales aún mayores. La Fig. V I- 18
necesidad de
de comprender el comportamiento de laderas con (R ef. 45) es una confirmación experimental de los
ad de una la-
suelos cohesivos firmes, lutitas suaves, pizarras arci resultados anteriores obtenida por Conlon en arcillas
fines de prfr
llosas y otros materiales análogos. Existe hoy eviden reales del Canadá, en las que realizó pruebas de cor
comprometida
cia de que la relación de la resistencia de campo del te directo en especímenes obtenidos con tubo de pa
d existe en el
suelo a la resistencia que se obtiene en el laborato red delgada de 12.5 cm de diámetro. Las pruebas se
le revisión ya
rio con muestras sin drenaje, disminuye significati realizaron invirtiendo varias veces el sentido de la
308 Estabilidad de taludes
|
— N o es fácil establecer cuál pueda ser el mecanis
I itfíailn 4 mo de detalle que desencadene un proceso de falla
progresiva en una ladera natural o en un talud. Con
seguridad tales mecanismos están hoy lejos de una
— --- rÍH y/c T
comprensión adecuada. Sin embargo, en la Ref. 46
Bjerrum ofrece un análisis muy sugestivo de las
— U¿¡ ima. — ---- — —
condidones en que se puede presentar la falla pro
gresiva en una ladera en materiales arcillosos sobre-
| 5,5 caJ*
consolidados o lutitas; como quiera que es hoy um
— "ÍTü WW —
~h versalmente admitido que los procesos de folla pro
— — —- gresiva son muy frecuentes en laderas y taludes y
■N Zt K«. como tales procesos modifican en forma radical las
r v ia*7 i* i condidones de resistenda, respecto a aquel modelo
*la* 1 1 tradicional de un talud con una superfide de folla
■\ M«0 eSKo/ca *
i— única, circular, a lo largo de toda la cual actúa la
I»— resistencia máxima del suelo, se cree conveniente pre
¿ fe a
" H 1--- sentar las ideas básicas del análisis de Bjerrum, aun
z 4 • • 10 <2
reconodendo que es d ifíd l que propordone un ele
DEFORMACION HORIZONTAL, EN MM.
mento de análisis cuantitativo que pueda utilizarse
Figura VMS. Reladón entre la resistencia
al esfuerzo cor en una oficina de proyecto actual. Se trata, una vez
tante y la deformadón para muestras de arcilla
más, de ofrecer al lector elementos para la forma
inalterada, según ConIon (Ref. 45).
d ón de un criterio, antes que métodos de cálculo de
detalle, los que probablemente han de desarrollarse
deformación, para tratar de llegar a la resistencia
todavía un tanto al margen de estas importantes cues
residual.
tiones.
La teoría permite establecer (Ref. 45) que en el
caso de una falla rotacional la parte superior de la Considérese una pordón de una ladera estable,
con indinadón a respecto a la horizontal (Fig. VI-
masa deslizante con seguridad se deforma lo sufi
ciente como para permitir esperar, con base en in 19). Si se considera el equilibrio de la pordón
formación del tipo de la que se presenta en la Fig. O A A 'O ', se podrá conduir que los esfuerzos actuan
tes serán dos presiones laterales de tierra E a cada
V I-18, que se sobrepase la resistencia máxima del ma
lado, iguales entre sí, y un esfuerzo cortante debido
terial y se alcancen valores próximos a la resistencia
a las fuerzas gravitacionales, actuante en todo el pla
residual. En las porciones centrales del arco de fa
no O A , igual a:
lla, donde la presión normal es máxima y, en conse
cuencia, también serán importantes las deformacio
t = yz sen a cos a (6-1)
nes necesarias para que se desarrolle la resistenda
máxima seguramente se alcanzará la resistencia máxi
que se obtiene al dividir la fuerza en la direcdón
ma del suelo. En la porción inferior de la superficie
O A (yz sen a ) entre el área unitaria del elemento
de deslizamiento es probable que se desarrollen las
deformaciones necesarias para que la parte central proyectada en la misma direcdón ( -------) . La ladera
llegue a la resistencia máxima, de manera que quizá cos a
la resistencia que se desarrolle en dicha parte inferior será estable si t es menor que la resistenda máxima
tenga un valor intermedio entre la máxima y la re del material constituyente. Supóngase ahora que se
sidual. practica un corte vertical hasta la profundidad z en
Las anteriores ideas llevaron a Conlon a propo la secdón 0 *0 . Esta o cualquier perturbadón análo
ner una sugestión muy original (Reí. 45), consisten ga causará una redistribudón de esfuerzos en el blo
te en dividir el arco de falla en tres porciones a cri que O A A ' O si A A ’ es una secdón sufidentemente
terio, asignando a la superior el valor de la resisten alejada como para que los esfuerzos laterales que
cia residual del suelo, a la intermedia el de la resis actúan sobre ella no cambien, el equilibrio de todo
tencia máxima y a la porción inferior, el de la re el bloque sólo se puede mantener si el esfuerzo t
sistenda que resulte de la reladón esfuerzo-deforma- aumenta hasta neutralizar, E, ahora desequilibrado.
d ón del suelo obtenida bajo la presión normal que Este t adicional no se distribuirá uniformemente
se pueda considerar promedio en dicha pordón in en O A ; la parte b de la figura ofrece una posible
ferior, con el criterio de elegir la resistenda que co distribudón. N o sólo una excavadón producirá una
rresponda a la deformadón necesaria para que se redistribudón de esfuerzos como la que aquí se pos
desarrolle la resistenda máxima en la pordón central. tula; quizá pudieran existir muchas causas para
Es probable que las reflexiones anteriores repre tal fenómeno. E l nuevo esfuerzo x actuante puede
senten un nivel de refinamiento en los trabajos difí ser ya mayor que la resistenda máxima del ma
cilmente compatible con la tecnología de las vías te terial; en tal caso se produdrá una folla local por
rrestres. Se presentan más que nada con fines de esfuerzo cortante a partir de O , la cual se extenderá
ilustradón de criterio. hasu un punto en que los esfuerzos cortantes vuel
Reflexiones en to m o los parámetros de resistencia al esfuerzo cortante 309
van a quedar por debajo de la resistencia máxima rá desarrollándose. En última instancia, podría decir
del material, lo cual, en la Fig. VI-19 se supone que se que eso dependerá en definitiva de la diferenda
ocurre en P x. E — E f (parte (e ) de la figura), donde E , representa
L a falla local en el bloque O P 1P 1,Of causará un el empuje lateral que es capaz de dar el bloque des
relajamiento de los esfuerzos cortantes a lo largo de pués de haber sufrido la falla progresiva. E r depen
O P ít como consecuencia del cual disminuirán los es derá del valor de la resistenda residual del suelo y
fuerzos laterales internos en el bloque 0 P iP i' 0 ' t por d e la in d in a d ó n de la superfide de falla que se
lo que la arcilla dentro de dicho bloque tenderá a vaya formando y, sobre todo, de lo que se reduzcan
expanderse hada la excavación (parte (c ) de la figu los esfuerzos laterales interiores como consecuenda
r a ), deslizándose a lo largo de la red én formada su* de la reduedón de los esfuerzos cortantes actuantes
p erfíd e de folla O P x; como consecuenda de este pro en el plano de folla que se vaya formando.
ceso se produdrá un m onto de deform adón capaz de De esta manera se pueden tener las condidones
red u d r la resistenda disponible en O P t desde el va* propicias para que se vaya formando una superfide
lo r máxim o al residual. D e todo lo anterior se dedu de falla casi paralela a la ladera, progresando el fe
ce que si el equ ilibrio ha de mantenerse, ocurrirá un nómeno ladera arriba. Si la resistenda residual es
importante aumento en los esfuerzos cortantes ac importante o la ladera muy tendida se llegará con
tuantes en el plano O A , ladera arriba de P x. rapidez a un momento en que E r sea lo sufidente
L a siguiente etapa del proceso se obtendrá inves men te grande como para llegar al equilibrio.
tigando el equilibrio del bloque P x B B 'P J . Ahora los D e lo anterior se deduce que, según este mecanis
esfuerzos cortantes a lo largo del plano P XB serán los mo, la folla progresiva sólo se puede desarrollar si
gravitadonales originales, más el incremento que se existe alguna discontinuidad en la masa de ard lla
haya produddo como consecuenda del mecanismo de la ladera, tal como la excavadón que se ha ejem-
anterior. Si este valor de x es mayor que la resisten*
d a m áxima del material, la falla progresiva continua*
{tlificado, que cause el prim er desequilibrio e inicie
as deformadones necesarias. Esta discontinuidad
310 Estabilidad de taludes
puede ser un corte, como se supuso, o puede ser pro El caso (a ) corresponde a un terraplén; después de 1-
vocada por erosión al pie de la ladera o por una la construcción aumentan los esfuerzos principales
formación mucho más suave intercalada en algún m áxim o y mínimo. El caso ( b ) corresponde a una ex-
lugar. cavación o un corte practicado en un suelo homogé.
Según se desprende de lo anterior, en general el neo; ahora tiene lugar un disminución grande del
riesgo de falla progresiva aumentará cuando aumente esfuerzo principal menor (c 3) , lo que trae consigo CN
la relación entre los esfuerzos laterales internos y la cierta reducción en el esfuerzo principal mayor des
resistencia máxima del material o entre la deforma pués de la construcción.
ción lateral y la deformación correspondiente a di Por lo general, los parámetros de resistencia al es 1-
cha resistencia máxima; estas relaciones podrían pro fuerzo cortante se obtienen de alguna de las pruebas
porcionar un criterio de laboratorio para juzgar el de resistencia que se han descrito en el capítulo I;
riesgo de falla progresiva. el uso de las pruebas triaxiales debe verse hoy como
Para que haya falla progresiva, la arcilla debe general. Es regla en todas las pruebas que en el la-
mostrar un grande y rápido descenso de resistencia boratorio se debe tratar de reproducir las condicio
con la deformación, después que se haya movilizado nes de campo. Así, resulta de la mayor importancia
la resistencia máxima, de manera que la resistencia el análisis de qué consolidación o qué tipo de dre
O-
de que se disponga en la zona ya fallada no baste naje se tendrá en el campo; este mismo criterio de
para restringir las deformaciones posteriores necesa representatividad debe defin ir si el tipo de carga con
rias para desplazar la zona de concentración de es que se hace la prueba corresponde a compresión
fuerzos cortantes hacia la parte no fallada de la arci axial o a extensión axial o a algún otro tipo.
lla; así, la relación entre la resistencia máxima y la
residual será un buen índice para juzgar la posibi
En relación con los problemas de estabilidad de [
taludes, los resultados de cualquier prueba de labo
lidad del desarrollo de una falla de importancia y ratorio suelen expresarse en términos o de la resis
ésta será más probable en aquellos materiales que tencia existente en el terreno natural o en un terra
exhiban una ley esfuerzo deformación del tipo frágil. plén ya construido, a la que se suele llamar resisten
Desde el punto de vista de la resistencia por lo cia “ in situ” ; o de los esfuerzos totales actuantes en
común se presentan dos condiciones diferentes en los el plano de falla, en el instante de la falla; de los
cortes y terraplenes de las vías terrestres (Fig. V I-2 0 ). esfuerzos efectivos actuantes en el plano de falla, en
el instante de la falla o de los esfuerzos efectivos ac
tuantes en el plano de falla después de un periodo
de consolidación (R ef. 4 8 ).
En numerosas ocasiones la resistencia “ in situ” se
V i j (G i) o
obtiene con veleta, lo que equivale desde muchos
t r (<rs>c
puntos de vista a la realización de una prueba rápi
CONDICION ORIGINAL da; también se puede obtener con pruebas de com orientado
presión simple, y, naturalmente, con pruebas triaxia
de estrati
les. En este último caso, para duplicar las condicio En es<
nes de campo en la cámara, el espécimen se debe den afror
consolidar a los mismos esfuerzos principales mayor
tales o ei
y m enor que actúan en el campo, pero, como se ex discutidos
plicó en el capítulo I, por lo general se utiliza una de este lil
presión de cámara en la que son iguales los esfuerzos ces ser, ct
verticales y horizontales. Se acepta hoy que una pre raímente
a ,- T « r r a p l é n sión de cámara de un 75% de la presión norm al ver plantee y
l tical de campo representa razonablemente bien las se desee <
condiciones de la obra. Si en la cámara triaxial el es mentó crí
pécimen se prueba sin drenaje, se obtendrá en estas En el
/ condiciones la resistencia rápida del suelo bajo la analizar 1
/
/ presión actuante en el campo; si la prueba es con como situ
CONDICION ORIGINAL
drenaje, con tiempo suficiente, se obtendrá la resis estén, lo <
tencia ligada a los esfuerzos efectivos. te se desp
En el capítulo I se discutieron las características eventual :
más importantes de las pruebas de resistencia al es a subdren
fuerzo cortante, así como la forma de presentación de zones de
los resultados en el plano de M ohr (ejes <r — t ) . de presioi
En la R ef. 9 se presentan observaciones de interés ras, sobre
sobre la variación de resistencia por efectos de mues de los su
treo, tamaño de la muestra y efectos de a n is o tropía. fuerzo coi
Figura VI-20. Casos típicos de aumento o disminución de que se refieren al cambio de resistencia que mues ner de pr
esfuerzos con el tiempo. tra el espécimen según se le labre con su eje vertical dad se de
Reflexiones en lo m o a los parámetros de resistencia al esfuerzo cortante gj ,
después de
principales
e a una ex-
»lo homogé-
grande del
rae consigo
mayor des-
tencia al es-
las pruebas
capítulo 1;
e hoy como
ue en el la-
as condicio-
importancia
jp o de dre-
. criterio de
le carga con
compresión
tipo,
tabilidad de
iba de labo-
de la resis-
en un terra-
nar resisten-
actuantes en
falla; de los
de falla, en
efectivos ac-
un periodo □ A r c illa de San Francisco
O A rc llla de W e llan d
“ in situ” se
Figura VI-21. Efecto de la orientación del espécimen sobre la resistencia no drenada (Ref. 9)
:sde muchos
prueba rapi-
bas de com- llas francas y blandas a otros tipos de suelos arcillo
orientado de diferente manera respecto a los planos
ebas triaxia- sos, pero con contenido de arenas o lim o s), pruebas
de estratificación del suelo (Fig. V I-2 1 ).
las condicio de compresión simple o pruebas triaxiales sin conso
En esencia, los problemas de estabilidad se pue
nen se debe lidación y sin drenaje (rápidas). Así, el análisis de
den afrontar con base en el criterio de esfuerzos to
pales mayoi estabilidad típico en la tecnología de las vías terres
tales o en el de los esfuerzos efectivos, que fueron
como se ex- tres se hará con base en esfuerzos totales.
discutidos con suficiente amplitud en el capítulo I
: utiliza una Sin embargo, con frecuencia surgen situaciones en
de este libro. L a cuestión fundamental resulta enton
los esfuerzos
ces ser, cuándo usar uno u otro criterio, lo cual natu las que un corte o un terraplén de una vía terrestre
pie una pre- ha de ser analizado bajo condiciones dinámicas de
ralmente dependerá del tipo de problem a que se
norm al ver-
plantee y del m omento de la vida de la obra en que agua en alguna forma. En tales condiciones los esfuer
ate bien las se desee conocer las condiciones de estabilidad (mo zos efectivos con seguridad serán distintos de los to
;riaxial el es- tales y la presión de poro existirá y ejercerá un pa
mento crítico o etapa crítica de la o b r a ).
idrá en estas pel, siendo entonces necesario distinguir el criterio
En el caso de las vías terrestres es muy común
ielo bajo la de análisis de estabilidad (en términos de esfuerzos
analizar la estabilidad de los taludes considerándolos
ueba es con efectivos o totales).
como situados sobre el nivel freático, bien porque lo
idrá la resis-
estén, lo cual es frecuente o bien porque simplemen Además, cuando se hace un corte o se construye
te se desprecie el efecto del agua e incluso el de un un terraplén ocurren cambios con el tiempo en las
;aracterís ticas
eventual flujo; como se verá en el capítulo relativo presiones de poro de los materiales involucrados. A l
itencia al & a subdrenaje, esto últim o se hace sobre todo por ra hacer un corte, por ejemplo, varían las presiones neu
jsentación de zones de economía, pues naturalmente la existencia trales en el suelo adyacente, de manera que la re
¡ cr — t ) . de presiones neutrales impone condiciones más seve ducción en los esfuerzos principales que im plica el
íes de interés ras, sobre todo a la resistencia al esfuerzo cortante corte por lo común conduce a un descenso momentá
:tos de mues- de los suelos. En tal situación, la resistencia al es neo en las presiones de poro del material vecino
: anisotropía> fuerzo cortante de los suelos arcillosos se suele obte (R ef. 9 ). Con el paso del tiempo, la presión de poro
a que mués- ner de pruebas de veleta (cuyo campo de aplicabili- se ajusta hasta valores de equilibrio con las con d id o
u eje vertical dad se desvanece con rapidez según se pasa de arci nes de flu jo que se presenten y con el nuevo perfil
312 E s ta b ilid a d de talud es
del terreno. Esta condidón final se llama condición En suelos permeables, como arenas y gravas, el tales coi
a largo plazo, a diferencia de la inicial, correspon periodo de ajuste de la presión neutral es mínimo y que se <
diente al corte recién hecho (se acepta que el tiem en general todos los problemas de estabilidad se en no d ren
po de construcción es muy breve en comparación al cuentran entre los de largo plazo, pero en arcillas análisis i
que requieren los cambios de presión que se han este periodo puede ser de años. En añadidura a to esfuerzos
m en cion ado). Por lo general en un terraplén tam das las consideraciones hechas hasta ahora, el inge
bién existe una diferencia entre la condición inicial niero deberá d efin ir en cada caso particular si las
y la condición a largo plazo. Terraplenes construidos condiciones más críticas de su obra corresponden a Ú) Ter
con materiales arcillosos o sobre arcillas normal o li la etapa inicial o a la situación a largo plazo, para C or
geramente sobreconsolidadas suelen tener en la con elegir las pruebas de laboratorio aplicables y los mé
dición inicial la situación más crítica, pues el paso todos de análisis de estabilidad que se deban usar. En e
del tiem po trae consigo efectos de consolidación, que A continuación se mencionan en forma breve las ratorio c
aumentan la resistencia. condiciones de análisis más comunes en cortes y te po podr
Entre la condición inicial y la condición a largo rraplenes de víás terrestres, y se comenta én cada caso compact
plazo suele haber una etapa de adaptación de las el tipo o tipos de análisis que se pueden hacer: tenido d
presiones neutrales. La Fig. VI-22 (Refs. 9 y 49) ilus procurai
tra cualitativamente los cambios que se pueden tener sea si mi
en las presiones de poro y en las condiciones de es A) Taludes en arcillas saturadas normalmente con condició
tabilidad de un talud de una excavación en arcilla solidadas. Casos de terraplenes sobre laderas ar se a uní
homogénea; se muestra el caso en que para esa ar cillosas homogéneas, terraplenes construidos so tendrá e
cilla A = 0 y A ■= 1 (ver párrafo 1-15, inciso A , del bre suelos blandos, terraplenes de arcillas en se le asi
capítulo I de esta o b r a ). En la parte inferior de la condición saturada prueba
figura con relativa frecuencia las condiciones de es cará el <
tabilidad muestran un trazo algo distinto con un m í En estos casos, es seguro que la condición inicial tampocc
nimo absoluto, a partir del cual experimentan una representará la etapa crítica, pues cualquier consoli prueba
m ejoría continua en forma asintótica a la línea que dación adicional que se produzca, según el tiempo p id a ). I
se muestra. pasa, traerá consigo un aumento en la resistencia. En base en
poro qu
l \ ^ N A F O R IG IN A L falla lo
ALTURA P IE Z O M E T R IC A
IN IC IA L ~ ^NAF F IN A L con esfi
S U P E R F IC IE P O T E N C IA L DE FALLA el espé<
ALTURA P IE Z O M E T R IC A -^
F IN D E L A E X C A V A C I O N . A L T U R A P I E Z O M E T R I C A . A = I ra conv
campo.
F IN D E L A E X C A V A C IO N . A L T U R A P I E Z O M E T R I C A . A : 0
E Q U IP O T E N C IA L
C) P ro
Cas
nea
EXCAVACION de
R A P ID A
R ED IS T R IB U C IO N DE LA , PR E S IO N D E PO RO D E
___ P R E S I O M D F PORO ^ 1^ EQUILIBRIO ^
u , P R E S IÓN I 1^ ( F L U J O E S T A B L E C ID O ) Com
DE PO RO -------- N A F O R IG IN A L las conc
EN P
NAF F IN A L
serán la
se debei
esfuerzo
T IEM P O con bas<
gar, por
Si la
pío en
CONDICIONES ja r u n <
IN IC IA L ES
co rte si:
M EJO R A M IE N T O
D E L A S CONDICIONES
k(Md
ETODO D E ES F U E R ZO S
[TOTALES, 0 / 0 )
r LARGO P L A Z O
proyecto
nes a c
D E E S T A B IL ID A D en cu en
A=O (M ETO D O DE
ESF U ERZO S E F E C T IV O S ) ev o lu cic
A=I
T IE M P O D) Co:
Se ti
Figu ra VI-22. Cambios en la presión de poros y en las condiciones de estabilidad de una excavación en arcilla
(R e f. 9 y 49). to a co r
r
gravas, el tales condiciones, serán apropiados los parámetros y en condiciones tales como para que pueda consi
mínimo y que se determinen con una prueba no consolidada derarse que se ha establecido el flu jo a su través
ad se en- no drenada (prueba rá p id a ), pudiéndose hacer un (véase el apéndice de este libro, para todos los con
n arcillas análisis con base en una resistencia cu o, <j>u = o y ceptos relacionados con flujo interno de a g u a ). En
lura a to- esfuerzos totales. estas condiciones será posible contar en general con
, el inge. la red de flu jo correspondiente al caso, para el régi
ilar si las men establecido, de la cual se podrá obtener la pre
ponden a i$) Terraplenes en suelos parcialmente saturados. sión neutral en cualquier punto del corte o del terra
lazo, para Condición al fin de la construcción plén. Se puede hacer un análisis en condiciones de
y los mé- régimen establecido por dos métodos en apariencia
;ban usar. En este caso, para obtener un resultado de labo distintos, pero que coinciden exactamente a fin de
breve las ratorio que sea representativo de la condición de cam cuentas. Se podrá analizar la estabilidad si se consi
artes y te- po podrá procederse como sigue. Primero se deberá deran los pesos totales de suelo y el efecto de las fuer
cada caso compactar el espécimen al peso volumétrico y con zas de filtración o se podrá trabajar con los pesos su
hacer: tenido de agua que vaya a tener en obra el material, mergidos del suelo que se encuentre en tal condición,
procurando que el procedimiento de compactación más el peso del agua en la dovela, más las presiones
sea similar en los dos casos (capítulo I V ) . En esta del agua, las cuales se pueden obtener de la red de
nente con condición no saturada el espécimen deberá someter flujo. En ambos casos será preciso obtener los pará
taderas ar- se a una presión de cámara similar a la presión que metros de resistencia en una prueba con consolida
truidos so- tendrá en el campo, de acuerdo con la posición que ción y con drenaje (prueba le n ta ).
arcillas en se le asigne dentro del terraplén; en esta etapa de la La razón por la que ambos métodos de análisis
prueba no se permitirá drenaje. En seguida se apli rinden igual resultado es que la resistencia que se
cará el esfuerzo desviador hasta la falla, sin perm itir usa es la misma en ambos casos y que el sistema del
:ión inicial tampoco drenaje. Estas son las condiciones de una peso total de la tierra, más las fuerzas de filtración,
ier consoli- prueba sin consolidación y sin drenaje (prueba rá es estáticamente equivalente al sistema de los pesos
el tiempo pida) . El análisis de estabilidad se puede hacer con sumergidos más todo el conjunto de fuerzas de agua
stencia. En base en esfuerzos totales. El efecto de las presiones de y su peso.
poro que se desarrollen durante la consolidación y la La condición de régimen establecido no es una
falla lo toma en cuenta automáticamente el análisis condición común en los análisis de estabilidad para
con esfuerzos totales (R ef. 48), a condición de que las vías terrestres, pero algunos cortes y terraplenes,
el espécimen de laboratorio reproduzca de mane por su especial importancia o por las consecuencias
. a= i ra conveniente las condiciones de compactación de de su falla, deberán analizarse para esta condición,
campo. especialmente si la situación geológica la hace pre
. A*0 visible.
C) Problemas que implican procesos de descarga.
Caso de cortes practicados en arcillas hom ogé
neas, considerando la posibilidad de presencia E) Condición de vaciado rápido (R e f. 50)
de agua
Esta es una condición aún más rara en laderas y
Com o ya se dijo (párrafo I-15.C del capítulo I ) , taludes relacionados con las vías terrestres, en el sen
las condiciones críticas correspondientes a este caso tido de que se presenta poco y se investiga todavía
serán las que prevalezcan a largo plazo, por lo que menos. Sin embargo, pudiera considerarse necesario
se deberá utilizar un método de análisis basado en analizar la condición en algunos terraplenes impor
esfuerzos efectivos, estimando las presiones neutrales tantes que se construyan a través de llanuras de inun
con base en las condiciones reales del agua en el lu dación de ríos, vasos de presas, márgenes de ríos y
gar, por ejemplo a través de una red de flujo. lagos, etc.
Si la excavación fuese provisional, como por ejem Para reproducir en el laboratorio las condiciones
plo en el caso de los taludes de una cepa para alo de un vaciado rápido “ instantáneo” se puede proce
jar un cimiento, se podrá considerar la resistencia al der como sigue (R ef. 48). Prim ero se compacta el
corte sin consolidación y sin drenaje y efectuar un espécimen con el peso volumétrico, el contenido de
proyecto con base en esfuerzos totales y en condicio agua y el procedimiento de compactación de campo.
nes a corto plazo, pero en este caso ha de tenerse Después, se satura y, colocado en la cámara triaxial,
en cuenta que es corto el tiempo necesario para que se le aplica un esfuerzo <r3 igual a la presión de cam
evolucione la resistencia desfavorablemente. po cuando el terraplén está bajo el agua en un má
ximo tirante y, al mismo tiempo, se le aplica un es
fuerzo vertical igual a dos veces ese valor. Con
D) Condición de flu jo establecido ello se trata de representar las condiciones de conso
lidación del material en su vida anterior al momento
Se trata ahora de un corte o un terraplén expues del vaciado. De manera que en la primera etapa de
n arcilla
to a condiciones de flu jo interno el tiempo suficiente la prueba triaxial el espécimen se consolida en con
314 Estabilidad de taludes
diciones un tanto diferentes a las hidrostáticas usua un nivel tal que la resistencia disponible será siem.
yl-5 ME
les (cr1 = 0 3 ) , utilizando un estado de esfuerzos en pre la residual, la cual constituirá la base invariable DE
que «Tj = 2a3. A continuación, en la segunda etapa de los cálculos. <
de la prueba, el espécimen se lleva a la falla sin per A pesar de que todas las condiciones arriba men
Se tra
m itir drenaje adicional. cionadas se analizan de vez en vez en la tecnología
lo de qu
Estas condiciones equivalen en esencia a la reali de las vías terrestres, ha de insistirse en que la ma
talud en
zación de una prueba con consolidación sin drenaje yoría de los cálculos que se hacen en ese campo con
yecto, o
(rápida consolidada). L a Ref. 50 incluye una discu sideran al suelo en condición sin flujo, utilizando la
construid
sión para justificar el uso de esta prueba; otra, qui resistencia de una prueba rápida, con los parámetros
algún mi
zá un poco más refinada, aparece en la R ef. 48. que de ella se obtengan y utilizando el criterio de
Antes
esfuerzos totales.
se verá, l
Para completar la inform ación contenida en lo s
base a n
F) Deslizamientos con superficies de falla párrafos anteriores, se presenta a continuación la ta
neidad e
preexistentes bla VI-3, comunicación personal de Skempton y Hut-
cunstanci
chinson complementaria del trabajo de estos autores
les, que
En estos casos se ha de considerar siempre que que recoge la Ref. 9. Se refiere a cortes y laderas
el ingeni
han ocurrido o están ocurriendo deformaciones de naturales en arcilla.
Será ]
me difer
TA B LA VI-3 en aquél
(Según Skempton y Hutchinson, 1969) condicioi
método :
P A R A M E T R O S DE RESISTENC IA P A R A PROBLEM AS DE E STAB ILID AD DE T A LU D E S
más prol
Y LAD ERAS N A TU R A LE S EN A R C IL L A S
primer li
a constri
Cortes Laderas naturales de cierta
Tipo de suelos y,
falla Arcilla Condiciones
Condiciones Estabilidad Estabilidad a necesario
a largo a 100 años 1 000 años
iniciales
plazo N o t<
párrafo ’
Suave, normalm ente
consolidada, intacta x,* cu c, 4, presen tai
vir de b.
Deslizamiento
Ligeramente s o b re -
convencional
más com
consolidada, intacta c, <£ c,
sión, etc.
Rígida intacta C, sea porq
Rígida fisurada f, X,’ cu r, c, $ c^ o , (j, c^O, (j) —^ (j)r mos no <
sentan a
Muy fisurada y agrie C^o,
tada todo int<
En 1<
Deslizamien Todos los casos
V 4>r Cr* <t>r Cr> <¿>r cálculo 1
to con super
ficie de folla lias se p
preexistente
A T alu
Un t
Clave: temente estudiados y deben dejarse a criterio del estable, i
proyectista; su génesis radica en los análisis comen
cu = parámetro de resistencia máxima, no dre tados en diferentes puntos de este párrafo. El hecho
nada. es que hoy existe algo de discrepancia entre los cálcu
los de estabilidad que se hacen con base en la tec
c, <¡> = parámetros de resistencia máxima, dre
nada. nología de laboratorio y los que se realizan revisando
las condiciones de taludes fallados; algunos de éstos
cn <¡>r — parámetros de resistencia residual. al ser revisados resultan tener condiciones de seguri
x = factor de reducción por condiciones de prue dad muy satisfactorias, en tanto que laderas estables,
ba, anisotropía, etc. si se estudian con base en pruebas de laboratorio,
resultan en condiciones de falla. Esto indica, sin lugar
/ = factor de reducción por fisuramiento.
a dudas, el papel que desempeñan las irregularida
r = factor de reducción dependiente del tiempo. des del suelo, las dificultades para obtener buenas
muestras inalteradas, los problemas que aún se tie
Los valores específicos de los factores de reduc nen en la técnica de laboratorio y los errores al esta
ción que se mencionan en la tabla no están suficien blecer los efectos del flu jo interno del agua.
r
de seguri-
A r e n a l i m p ia .0 , á n g u lo de
as estables,
fric c io 'n in te rn a .
aboratorio,
t, sin lugar
regularida-
íer buenas
lún se tie-
res al esta-
Figura VI-23. Taludes en arenas limpias.
316 Estabilidad de taludes
Si el talud de arena limpia está sumergido en talud; de hecho, no existe hoy ninguna soludón a
agua o si la arena está húmeda, los razonamientos tan fundamental cuestión que parezca prometedora,
anteriores son válidos, tomando como referencia el tal como se comentó en la introducción a este capí
ángulo <f> efectivo de la arena (en el caso de la arena tulo, razón por la cual no se pueden usar los méto
seca, el ángulo <$> que se utilizó para razonar era tam dos de cálculo de modelo más tradidonal en proble
bién electivo, pero en aquel caso la distinción entre mas de ingeniería, que allí se bosquejaron.
esfuerzos totales y efectivos era irrelevante, por tra Con base en trabajos suyos y de sus colaboradores
tarse de una arena seca). La expresión del factor de (Petterson y otros), Fellenius (Ref. 51) propuso la
seguridad es la misma (6*2). superficie dreular como forma apropiada de la su
Las arenas finas húmedas con facilidad podrán perficie de falla para muchos casos de deslizamiento
presentar tensiones en el agua, sobre todo en la parte en el cuerpo del talud. La superficie de falla es
próxima al borde del talud, donde la evaporación un dlindro, cuya traza con cl plano del papel es un
deja sentir su efecto al máximo. Esa tensión capilar arco de dreunferenda. En rigor, la adopdón de esta
aumenta los esfuerzos efectivos entre los granos de hipótesis define la falla que en este capítulo ha sido
arena y como consecuencia ésta podrá formar indi* llamada rotadonal. La propuesta de Fellenius y su
nadones mayores, correspondientes a un ángulo efec grupo de trabajo en el Real Instituto Geotécnico
tivo de friedón mayor que* el realmente disponible. Sueco se popularizó extraordinariamente; cubre de un
El ingeniero deberá estar siempre alerta a esta situa modo muy sendllo el punto 1 de las tres etapas de
ción, que no podrá aprovechar nunca, pues la ten trabajo que atrás se enumeran. A la sazón, los avan
sión capilar podrá desaparecer por cualquier causa ces generales en d campo de la Mecánica de Suelos
(por ejemplo, si la arena se seca al progresar la eva hicieron posible abarcar el punto 2 de un modo cada
porarían'o se humedece más por lluvia o flujo) y en vez más razonable. Pronto surgieron gran cantidad
tal raso el exceso de esfuerzo efectivo por ella indu- de procedimientos para cubrir el punto 3, arrancan
d d o se disipará y la arena empezará a caerse, si la do de uno original del propio Fellenius y, de este
indinadón del talud fue más escarpada que el ángu modo, la hipótesis de falla dreular se entronizó en la
lo <f> de la arena, según su granulometría, compad- Mecánica de Suelos Aplicada. Hoy suele denominar
dad y angulosidad (ver capítulo I ) . se método sueco a cualquier procedimiento de cálcu
lo de estabilidad de taludes que haga uso de la hi
pótesis de falla circular, aunque, de hecho, esta
B Falla rotacional. Método sueco hipótesis puede manejarse de varios modos (varian
do d punto 3, sobre todo, pues hay bastante acuerdo
Los métodos de análisis lím ite disponibles para en cuanto a la utilizadón de la ley de resistenda de
calcular 1a posibilidad de que se desarrolle un desli Mohr-Coulomb). N o se pretende presentar aquí to
zamiento de tipo rotadonal en el cuerpo de un- ta dos los procedimientos de cálculo hoy en uso, en el
lud, al igual que prácticamente todos los métodos de fondo casi siempre muy parecidos, sino sólo los bási
cálculo de estabilidad de taludes, siguen tres pasos cos para manejar los diferentes tipos de suelos en las
fundamentales: dreunstandas más comunes en la práctica.
.28 r -
Esto es particularmente cierto en terraplenes
cimentados' sobre suelos arcillosos muy blan .26^
dos o turbas. .24 —
.22 —
Figura VI-25. Grietas de tensión en la corona de un talud. los trabajos de T a ylor (Refs. 55 y 56).
M étodos de cálculo de estabilidad de taludes 319
cu (disponible)
F s = -----«— i ---- r— (6-9)
cu (necesaria)
atural, so-
de índole
tivo enea-
('ectista de
lentos que
nétodo de
Fig. VI-24. o- Caso en que el estrato resistente incluye
ibajos que a todo el terreno de cimentación. tor de profund idad, D, y factor de alejamiento, n.
Refs. 3 y
lo se reco-
lanadas de Figura VI-27. Círculo de falla en talud en material "cohesivo” cuando en el terreno de dmentadón hay un estrato
resistente (Refs. 55 y 56).
320 Estabilidad de taludes
I z 0.14
“kE
Figura VI-28. Gráficas de Taylor para determinar el número
de estabilidad y el factor de alejamiento en
dreulos 'tangentes a un estrato' resistente (Refs.
5S y 56).
4
FACTOR 0C O.
B-2 E l m étodo sueco aplicado a taludes cuya ley de tengan en una prueba sin consolidadón y sin drena
resistencia se exprese como s — cm + <r tan j e (triaxial rápida o una prueba de campo o labo
ratorio equ ivalen te).
Se trata ahora del caso de un análisis que se haga E l método de cálculo que se describirá es el méto
con esfuerzos totales para suelos situados sobre el do de las dovelas, sugerido por Fellenius (R e f. 51) y
nivel de aguas freáticas. En tales casos, se dispone en ampliamente popularizado en los análisis prácticos.
general de los parámetros de resistencia que se ob L a descripción se hará con base en la Fig. VI-30.
al
Métodos de cálculo de estabilidad de taludes 321
> \*
niento en DOVELA
II
nte (Refs. efecto conjunto de las cuatro fuerzas laterales es nulo No W.1 N.1 T.1 s.1 s.i L.i
y que, por lo tanto, esas fuerzas no ejercen ningún
papel en el análisis; de hecho ésta fue la hipótesis
de Fellenius en el procedim iento de cálculo original
que presentó, que equivale a considerar que cada do
vela actúa independiente de las demás y que las com
ponentes N ¡ y T ¡ equilibran al peso W ¡ de la dovela
i-ésima (Fig. V I-3 0 ).
Figura VI-32. Aplicación del Método Sueco a taludes en sue rial. W corresponde a la parte sumergida y se debe
los estratificados. calcular con y 'm. La componente zbyw representa el
r
ico se po.
menos o
el primer (
a el que
b il; en el
:strato re
taría mu-
lya ley de
r tan cp
que haya
ides sitúa-
itico o so
0 de aná-
zos efecti-
axial con
consolida
r e se rea-
1 el plano
2 presenta
itico sigue
n conside-
as dovelas,
lio que se
:1 material
erial sobre
tuantes en
iquis gene-
le falla su-
leben efec
(c)
tuantes en
) y, final- Figura VI-33. Aplicación del Método Sueco al caso de un talud con flujo y parcialmente bajo el N.A.F. Análisis con pre
siones de poro y esfuerzos efectivos.
eos corres-
>arte (c ) de
tas que ac- peso del agua incluido en la parte sumergida de la Si el N.A.F. está colocado bajo 0¡, la presión de poro
(d ) repre-
dovela. Si toda la dovela estuviera bajo agua, como en 0, es h yw, siendo h la altura a la cual subiría el
de que son agua en un piezómetro colocado en 0;. Si la presión
la dovela j que se muestra en la parte (a ) de la figu
cales de la
ra, se debería considerar en el último término de la de poro se debe a la capilaridad (tensión en el agu a),
in original
expresión (6-13) el peso de toda el agua sobre ella. se deberá considerar como negativa en todos los aná
is. lisis que siguen.
La presión total del agua en 0¡ está dada por el
de la figu-
piezómetro señalado y vale: El momento motor valdría:
sumersión
i por flujo
ut — ZYw + u (6-14) M m = 2 (1 ^ ! + W + z b y j) R sen a (6-15)
ela t-ésima,
donde zyw es la presión hidrostática correspondiente pero como bajo el nivel freático el agua debe estar
diga habrí
a la posición del nivel freático y u es una presión en equilibrio, se debe tener:
neutral en exceso de la hidrostática, causada, por
dovela, que
ejemplo, por flujo. Este exceso de presión se debe co X zbyw R sen o l — i/2 yw d2a (6-16)
nocer para que sea posible efectuar el análisis, bien
sea por medio de una red de flujo, por pruebas tri donde el segundo miembro de la ecuación (6-16) re
(6-13)
axiales o por mediciones de campo. El primer méto presenta el efecto del empuje hidrostático del agua
do se comenta en el apéndice de este libro (ver lo al pie del talud. Así, en definitiva, el momento mo
situada so-
tratado en conexión con la Fig. A -1 0 ); el segundo tor debe valer:
m del mate-
se trató someramente en el capítulo I, y el tercero se
i y se debe describirá un poco en el capítulo dedicado a instru M m = Z (W i + W ) R sen a = R x T ,
spresenta el mentación de campo, en el volumen I I de esta obra. (6-17)
324 Estabilidad de taludes
de manera que el momento m otor depende de lo que a la elección del factor de seguridad m ínim o a con 0bteners<
podría considerarse el peso efectivo de la dovela, cuya siderar en el proyecto, caben las reflexiones ya he explican
componente en la dirección del deslizamiento se de chas, pero teniendo en cuenta que ahora la condición Una
nomina T¡. de carga considerada es más severa (o más realista), los mom
El momento resistente dependerá de la resisten por lo que será de esperar un menor margen de in. cer en la
cia al esfuerzo cortante que realmente se desarrolle certidumbre. die, y el
en la base de la dovela. Dicha resistencia se podrá Conviene tabular los cálculos en form a análoga a quedado
calcular si se multiplica el peso total de la dovela la indicada en la tabla VI-4. niente re
Como ya se señaló en el párrafo V I-4 de este ca tice el tr
(W - l + W + zbyw) por cos a, lo cual proporcionará
pítulo, el anterior no es el único m edio de realizar
la fuerza normal total N ¡. Dicho valor de N ¡ d ivid i
el análisis de estabilidad en este caso. Tam bién se
do entre L { proporcionará la presión normal total en
puede hacer si se utilizan los pesos totales del suelo B-4 Pro
la base de la dovela, cr¡.
y las fuerzas de filtración que el agua ejerce sobre mél
Es evidente que la presión normal efectiva, a¡,
las paredes de las dovelas; en este caso, la resistencia
será:
al esfuerzo cortante del suelo ha de extraerse tam- Si se
ó, = ff¡ - zyw - u = - uT bién de una envolvente de esfuerzos efectivos, del tierra lai
tipo de la que se obtiene con pruebas triaxiales con a alguna
valor con el cual .habrá que entrar en la envolvente consolidación y con drenaje. que se ol
de resistencia al esfuerzo cortante con base en esfuer La Fig. VI-34 muestra cuáles serían las fuerzas donan q
actuantes a considerar en cada dovela al utilizar este comete c
zos efectivos, para obtener s¡, resistencia al esfuerzo
procedimiento de cálculo. 10 ó 15?
cortante a considerar en la base de la dovela.
En prim er lugar se considerará el peso W de la 48 se mei
El momento resistente valdrá, por lo tanto:
dovela, calculado a partir del y m del suelo. En segun grandes
do lugar se tendrán las fuerzas E y S, en ambas caras factor de
Mr = X s ,L { R (6-18) laterales de la propia dovela; en una aplicación del laterales
método sueco en su versión más simple, estas fuerzas justifica
E l factor de seguridad ligado al círculo será: se considerarán sin efecto. T am b ién habrá que to Por últin
mar en cuenta las fuerzas de agua U 1 y U 2 en los la bío pued
£ s¡ L ¡
F = (6-19) dos de la dovela y U B en la base. A pes
X T, Si no hay flu jo de agua y ésta está en condición justifica '
hidrostática, las fuerzas de agua serán únicamente de procei
Por lo demás, habrá que realizar un procedimien las respectivas que resulten de los empujes hidrostá- hasta ahe
to de tanteos para llegar a determinar el círculo crí ticos en los lados y la subpresión hidrostática en la ta ningúi
tico ligado al factor de seguridad mínimo. Respecto base, pero si hay flu jo de agua, estas fuerzas han de las dovel;
1-61—
1 1.2
f
w
o
m
¡I 1.0
0
J
í
0.8
0.6
obtenerse en ia red de flujo, con los métodos que se llo teórico, se dtará aquí sólo un método refinado
explican en el apéndice de este libro. debido originalmente a Bishop, que más tarde fue
U na vez establecidas las fuerzas en cada dovela, objeto de una sim plificadón y en el que las fuerzas
los momentos resistentes y m otor se pueden estable laterales se consideran horizontales. E l detalle gene
cer en la forma usual para cada dreu lo que se estu ral d d método podrá consultarse en las Refs. 59 y
die, y el m étodo de cálculo se desarrolla como ya ha 60. La presentadón que aquí se ilustra procede de
quedado establecido en páginas anteriores. Es conve- la Ref. 61.
niente realizar algún tipo de tabulación que sistema E l factor de seguridad del talud resulta expresa
tice el trabajo. do por la ecuadón:
Z [cb, + (W , - b p ,) tan
B-4 Procedimientos más refinados para aplicar el p _________________________________ M t ( « )
método sueco. * Z ( W $tn á)t
(6-20)
Si se toma en cuenta el efecto de las fuerzas de donde:
tierra laterales en las dovelas esto puede conducir
a alguna ganancia en la exactitud de los resultados b, es el ancho de la dovela i-ésima, m edido en la
que se obtengan. En la R ef. 3, Terzaghi y Peck men direcdón horizontal.
cionan que para superfides dreulares el error que se c, $ son los parámetros de resistenda al esfuerzo
comete con el método original tal vez no exceda de cortante en términos de esfuerzos efectivos.
10 ó 15% y queda del lado conservador. En la R ef.
48 se m endona que en el caso de presas de tierra con Wf es el peso total de la dovela i-ésima.
grandes respaldos de enrocamiento, el aumento en
u, es la presión neutral media en la base de la
factor de seguridad al tomar en cuenta las fuerzas
dovela.
laterales puede ser tan grande como un 30%, lo que
tan o* tan ¿ \
justifica ya el análisis refinado, por razones de costo.
P or último, en la Ref. 58 se m endona que este cam
( 1+ ----- - y ----- — í (6-21)
Dovelo i-ésimo.
- V A L O R E S D E O t ---------------- » >
G o p yrig h te d material
326 Estabilidad de taludes
¡a deslizante
nales y tan-
no. b) Fuer-
por la va-
falla, y su
ninos de c
itro incóg-
5n de N y
i tres ecua-
:raa no es-
acterísticas
rual el mé-
erminen el
: la mejor
s incluidas
xlrá encon-
de falla no
D Falla traslacional
La expresión (6-31) proporcionaría el valor del
factor de seguridad ligado a la superficie de falla en El modelo matemático de este tipo de falla se Don<
estudio si se conocen los parámetros de resistencia ilustra esquemáticamente en la Fig. VI-38. fuerzos
al esfuerzo cortante del suelo en términos de esfuerzos deberá (
efectivos y las presiones de poro en la base de la siones ei
dovela, pero despreciando el efecto de las fuerzas ner de i
laterales de tierra £ y S. El f;
falla pu
Si se desea tomar en cuenta el efecto de estas
fuerzas se podrá hacer una suma de fuerzas en la
dirección vertical, en el polígono dinámico de la Fig.
VI-37c:
En 1
prudent
W t - f W + zbyw+ Aj = ( z y j . i + uL¡ + N ¡) eos a +
1.5.
Debe
— (cL¡ -j- N ¡ tan <p) sen a (6-32) los piar
F. Figura VI-38. Superficie de falla correspondiente a una fcfl*
de traslación. de tierr:
M étodos de cálculo de estabilidad de taludes 329
El estrato débil que se señala suele estar en la ridad mínimo, en el caso de la Fig. VI-38, pues cual
naturaleza formado por arcillas blandas o arenas más quier movimiento del punto b hacia la derecha o del
o menos finas, sobre todo si estas últimas están so c hacia la izquierda aumenta la fuerza F con los mis
metidas a subpresiones que disminuyan los esfuerzos mos empujes de tierra. Si b ó c se mueven hacia la
(6-33) efectivos y rebajen la resistencia al esfuerzo cortan parte inclinada del talud, F disminuye como función
te; el riesgo de este tipo de fallas es particularmente lineal de H , pero el empuje activo disminuye como
crítico en laderas inclinadas, con el estrato débil función de d2 (si b se mueve hacia la izquierda) el
« tomarse guardando una inclinación similar. em puje pasivo aumenta también como función de d2
Si el talud forma parte de un terraplén construi (si c se mueve a la derech a), de lo que fácilmente
do sobre una ladera natural o un terreno de cimen puede deducirse un factor de seguridad mayor que
tación cualquiera, la condición más crítica será la el correspondiente al caso que se muestra en la figura.
inicial si el estrato débil es de arcilla; en este caso los
ia por la parámetros de resistencia se obtendrán de una prue
E E l método de la cuña
ba triaxial sin consolidación y sin drenaje y el aná
i-33) a la lisis se podrá hacer con base en esfuerzos totales. En Se trata de un método para analizar la estabilidad
este mismo caso, pero con un estrato débil formado del cuerpo de un talud, en principio aplicable a los
por arena bajo el nivel freático, quizás sometido a mismos casos que cubre el método sueco a través de
subpresión, se ha de efectuar un análisis con base en
su hipótesis de falla circular; sin embargo, por la na
lí,.(a) esfuerzos efectivos, haciendo intervenir la fuerza U,
(6-34) turaleza de las superficies de falla que ahora se ma
subpresión total que se obtiene como el área del dia nejan (superficies planas), en los cálculos prácticos
grama de subpresiones. el método de la cuña se ha ligado más bien a las fa
Si el talud está formado por un corte excavado llas traslacionales, considerándose que el caso típico
en una ladera natural, la condición crítica será, como para su aplicación es el de un terraplén construido
ya se dijo, la correspondiente a largo plazo y el aná sobre un terreno de cimentación que incluya un es
lisis por esfuerzos efectivos será el conveniente. trato muy blando cercano a la superficie (o quizá en
■ aproxima
En términos generales el procedimiento de cálcu la propia superficie, como podría ser el caso de zonas
dos miem-
lo se puede plantear como se indica a continuación. de meteorización intensa en suelos residuales mucho
•áfico de la
La cuña b f e c se moverá hacia la izquierda a más duros a mayor profundidad) o el de un terra
U (<*)• La causa del empuje de tierra en el plano bf; puede
cié de falla plén de suelo construido sobre un terreno de cimen
aceptarse que este empuje sea el activo. Las fuerzas tación duro y resistente.
■ al Fs mí-
resistentes son el efecto de un empuje pasivo en el En el método, la superficie de deslizamiento po
plano ec y la resistencia al esfuerzo cortante a lo lar tencial o real se representa por dos o más segmentos
íberá intro-
go de la superficie de deslizamiento cb ( F ) . Los em de recta, por ejem plo como se muestra en la Fig.
: los valores
pujes de tierra podrán evaluarse con los métodos in VI-39.
odos a que
dicados en el capítulo V. Se definen así cuñas dentro de la masa deslizante
ores. En la
En un análisis con esfuerzos totales (terraplén (I y I I en el caso de la fig u ra ). L a resistencia al es
s será sufi-
construido sobre un terreno que contiene un estrato fuerzo cortante a lo largo de la superficie de desliza
: 0. La con-
débil arcilloso), la fuerza F será simplemente igual m iento se debe expresar en función de los paráme
í (6-34) es
a cu • cb. En un análisis con esfuerzos efectivos, la tros de resistencia aplicables.
fuerza F será: Existen en el equilibrio de las dos cuñas cuatro
conceptos mecánicos desconocidos ( E , N N 2 y a ) y
F = c • cb + ( W — U ) tan <p (6-35) una quinta incógnita que es el factor de seguridad
correspondiente a la superficie de falla escogida. En
de falla se Donde c y q) deben expresarse en términos de es efecto, para una geometría dada y unos parámetros
fuerzos efectivos. L a fuerza U , subpresión total, se de resistencia dados deben quedar definidas unas con
deberá obtener como el área del diagrama de subpre diciones de estabilidad para la masa deslizante, las
siones en el plano cb, el cual a su vez se podrá obte que han de reflejarse en un factor de seguridad de
ner de una red de flujo, por ejemplo. terminado.
El factor de seguridad que indique el riesgo de Para resolver el problema se tienen dos ecuacio
falla puede escribirse como: nes de equilibrio de fuerzas en cada cuña, por lo que
éste está indeterminado.
Fs = (6-36) A l hacer el diagrama del cuerpo libre de la cuña
I ó de la I I aparecen sobre ella las siguientes fuer
zas (se toma como referencia la cuña I ) :
En los diseños prácticos probablemente no será
prudente aceptar un factor de seguridad menor que
U na fuerza C, = — A B (6-37)
1.5. F
Debe notarse que en este caso la consideración de
los planos fb y ec para el cálculo de los empujes U na fuerza T v que depende del valor de N ,, de
te a una
de tierras y de la fuerza F conduce al factor de segu los parámetros de resistencia y del propio valor de F s.
330 Estabilidad de taludes
H ipótesis: M uc
0 E =onq. tg rencia ;
truidos
mencior
ción co
TERRENO MUY R ESIST EN TE Los números indican el
existen
orden de construcción del _
a- dinámico de la cuña H .
tán fuei
raer prt
C C D
cálculo
con su i
suele co
En r
cial evil
descensc
cortante
a un co
Nota: cia se re
C3 es hacia probleir
abajo en el dinámico La 1
de la cuña I y hacia lisis quí
arriba en el de la E. ya sufic
La m isí
carga a
lución t
dentro i
titativar
el tiem ¡
la resis t
arrollar;
embarg<
Figura VI-39. M étodo de la cuña. lugar.
Terraplenes sobre suelos blandos 331
tiempo las deformaciones laterales se invirtieron ocu La Fig. VI-44 proporciona datos de magnitud, dis
rriendo hacia la parte central bajo el terraplén; tal tribución y evolución con el tiempo de los asenta
parece que la disminución de volumen por consoli mientos del mismo terraplén de prueba. Los datos se
dación, máxima bajo el centro de la estructura, fue obtuvieron al utilizar el torpedo de asentamientos
lo suficientemente importante como para invertir el desarrollado por Wilson, que también se describirá
sentido de la deformación lateral. en el capítulo posterior alusivo.
riencia del Departamento de Geotecnia de la Secreta sos constructivos que más comúnmente causan pro
ría de Obras Públicas de M éxico. Por la elaboración blemas:
de esta tabla merecen crédito especial los señores in
genieros R aú l V. Orozco Santoyo, Santiago Barragán 1. M odificación de las condiciones naturales de
Avarte y Juan M. Orozco y Orozco. flujo interno de agua al colocar rellenos o ha D io rita
zona y la incidencia de problemas de estabilidad en mantos subyacentes de suelo más duro o roca.
la misma. 8. Incremento de cargas hidrostáticas o niveles
En este caso se trata de inform ación recolectada piezométricos bajo la superficie de un corte al
a lo largo de más de 2 años en tres fallas de la auto cubrir la cama del mismo con una capa im
pista Tijuana-Ensenada (R ef. 7 ). Las tres fallas son permeable.
T a b la VI-5
Talu des recomendados en cortes
íada pre.
i los tres r
es masas i TALU D RECO M END ABLE
T I P O DE M A T E R IA L O B S E R V A C IO N E S
3.
Hasta 5 m D e 5 a 10 m De 10 a 15 m M ayor de 15 m
itados la
y
. La pri. t
1 4
í
1A A T
os de no-
icena del
Granito sano y masivo.
y l •1 / 11 Descopetar a 1/2:1 la par
Jai
te intemperizada si la hay.
/ k r :n
/ I li/r.t / 1 /im:i
isarrollan / j J
J i-J
>rero has-
incremen-
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/¿¡J. / T
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L_y
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disposición de los bloques.
De modo
ámente a ti i1 1 H
Granito exfoliado, grandes
i i^ / N o se considera recomen
yZ Á y /
que han ,
hasta que
bloques empacados en are
na.
J--7T
1 y /
/ i Á*.\
dable la construcción de
berma en el cambio de ta
lud.
is últimas
ace obvia •W 1
y el régi-
Granito exfoliado, grandes
í
j | t
''7t
/ / 1
1 Wl
!
Se recomienda construir
banqueta con el objeto de
i
T I1 y '
; resumen bloques empacados en ar i 1 /H *e recibir eh ella los peque
cilla arenosa. / / M ños desprendimientos que
/ • /
en tos, así \A /
A / H/2 / IM .1 normalmente se presentan.
f\n.\ ] 5a. /
/ [ _ - X—
x>rciona a 1
1
/ / !' ^ r * tí
perizadón del granito es
arena fina, limosa 0 arci
los proce- Granito totalmente intem-
perizado (tucuruguay).
1
9
1
1
* / i y y/ /
/
/
/
s \
llosa, se recomienda pro
yectar banqueta de 1 m
/ 1/ 1
•
. 1 y de 3 m para cortes ma
H 1 yores.
/ZM.l
relleno, a i í
| ii / A r 4 T\ ¡/ //f
1 1
'
— 1\ / \ Se recomienda amacizar si
/\/ /r
de estrati- Andesita fisurada, sin 1/ u .\ j guiendo los planos de fi$u-
alteración.
✓ ¡
✓ 1
Xh /
1
1 ramiento.
to delgado 1— V “ V
nara como
atos de ar*
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yr i
j //T
í
1 ✓ v i :i/ Se puede construir berma
r
de 4 m al cambiar talud si
u orienta*
iltración al
Andesita fracturada y poco
alterada.
j
A
V Ínw /
i
1 / /vr.\ H
/i
/ . [ _ / •
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/
&
j ;
T 1 la parte inferior del corte
no contiene arcilla en las
fracturas y éstas están ce
el flu jo in rradas.
V v
1 i i
do cortes o
r corte, de
t suelo por í
i !1/ / / ayh i!/ / f f j ; y , / T
Se recomienda descopetar
con talud 1:1 la parte su
amiento de perficial más alterada. Si
Andesita fracturada y ' / u
Tiba, sobre
uro o roca.
alterada.
!
j
T Am
j 1 | existe flujo de agua de
berá proyectarse un sub
s o niveles / 1
Á/2:1 h
'W -L drenaje adecuado.
un corte al
la capa im-
v ------------- ¿
T abla VI-5
(Continuación)
Tobas
Diabasa sana ¡jo c o
riolític
Se recomienda amacizar. desí tic
fracturada.
das.
'X 1/4. 1 H
_L
Arenisi
Si los fragmentos están em te cen
Kasalto fracturado en pacados en arcilla firme sin ción m
bloques, de todos tamaños. que existan flujos de agua. tal o a
/2:i , H
fr C on glo
/ T/ i
Corrientes basálticas inter Se recomienda definir el contacto entre el basalto y las rocas |>irocIásticas para bien cei
caladas con rocas piroclás- darle a cada uno su talud correspondiente. Las rocas piroclásticas requieren silicosa
ticas y tezontles. ✓ i: i PM ocLAsnooi talud de 1:1 si se encuentran sueltas o de 3/4:1, si se encuentran compactos
o son materiales muy gruesos.
N o construir contracunetas
parte Lutita dura y resistente, si no son bien impermea
:1 frac- con echado casi horizontal, bles. Descopetar a 3/4:1 la
i tenso, poco fracturada. parte su p rior más intem-
tempe- perizada.
N o construir contracunetas
si no son bien impermea
están Lutita suave de resistencia
bles. Descontar 1:1 la par
o em- media muy fracturada.
te superficial más intem|>e-
> limo rizada.
agua.
iosas se
r al pie Arenisca poco cementada, Descopetar 1:1 la parte su
anqueta muy alterada con flujos de perficial muy ¡ntemperi-
lasta de agua. zada.
ara cor-
m.
Si la matriz arcillosa se
encuentra saturada o so
e grano metida a fuertes cambios
Conglomerado pobremente
se pro- de humedad, se recomien
cementado con matriz arci
smas re da para cortes mayores de
llosa.
para el 10 m construir banqueta
¿ticas. de I m y bermas de 4 m
a la mitad de la altura.
de agua
omienda
Calizas sanas con estratifi
e 4 m a cación fina horizontal o a Descopetar 1:1.
tura, im-
favor del corte.
Tabla VI-5
(Continuación)
Contracuneta impermeabi
Aglomerado medianamen lizada, para cortes mayores
te compacto con finos no de 10 m construir banque
plásticos. ta de 1.0 m en el pie del
3 / 4:1
talud.
i
I Descopetar 1:1 la parte su
perior más intemperizada,
Arenas limosas y limos si son materiales fácilmente
compactos. erosionables deberá proyec
Kr* 1/2.W H tarse talud de 1:1 y prote
ger con pasto.
Contracuneta im p e rm e a
ble. Descopetar a 1:5:1 a
Arenas limosas y limos la parte más intemperi/.a-
poco compactos. da. Para cortes mayores de
15 m proyectar banqueta
de 3 m al pie del talud.
Tabla VI-5
(Continuación)
i i
1
1
j s s /' r i 4| S¿ Z T T
H/2
Arenas limosas y limos ¡ i / / Descopetar la parte
muy compactos (tepetate). i / ] \/¡ superior suelta.
! /V r V v h i ¡U4A H/2
A/4:i ^
/ 'U -J _ A J 1 U - i
t í i /f T
i S Ah i h /2 S/iA.1 H/2
Arcillas poco arenosas
firmes (homogéneas).
j
i __ __
sf ~
r i
1
•//
/ /
//Z.l
/X
- +
'
H/2
1 /
/
rJv~
zw ~ +
H/2
Descopetar 1:1 la parte in
tem |>erizada. Si existe flujo
de agua proyectar subdre
\S fn:\ m naje.
S¡___ / JL k j “ ' W - L u - i-
i i i . i
i 1 * Para cortes mayores de
Arcillas muy suaves expan i j s " / ^ H
15 m proyectar berma a la
sivas y compresibles. i # S\V4:i i i S H / yS\5.\ I mitad de la altura bien
i H drenada.
j e / I L
¡ 4 / - L
Arenas limpias poco o Su ángulo de fricción interna con banqueta de 1.00 m Cubrir los taludes
nada compactas. en la base. con pasto.
impermeabi-
rtes mayores
uir banque-
i el pie del
impeimeabi-
corte mayor
ectar l>eriiia
mitad de la
corte mayor
eutar el an*
la |>arie su*
iteni|)er¡zada,
.es fácilmente
el>erá proyec-
1:1 y prote-
im perm ea-
ar a 1:5:1 a
intemperiza-
ís mayores de
lar banqueta
: del talud.
340 E s ta b ilid a d d e taludes
I 969 I 9 70
LLUVIAS ESTIAJE LLUVIAS ESTIAJE
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Km. 12 __________Km. 1 5 + 5 0 0 ___________ Km . 1 6 + 8 0 0
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o
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o
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M
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Q_
CO
UJ
o
En general, las causas de los deslizamientos pue bio en las condiciones exteriores del talud. Deben
den ser externas o internas. ligarse siempre a una disminución de la resistencia
Las externas producen aumento en los esfuerzos al esfuerzo cortante del suelo constitutivo. El aumen
cortantes actuantes sin modificar la resistencia al es
to de presión de poro o la disipación de la cohesión
fuerzo cortante del material. El aumento en la altura
son causas de esta clase.
del talud o el hacerlo más escarpado, son causas de
este tipo, como también lo son la colocación de cual En la tabla VI-7 (R ef. 8) se presentan los facto
quier tipo de sobrecarga en la corona del talud o la res que más comúnmente contribuyen a elevar los
ocurrencia de sismos. esfuerzos cortantes actuantes en una ladera o un
Las causas internas son las que ocurren sin cam talud.
Tabla VI-5
(Continuación)
H a s ta 5 m D e 5 a 10 na D e 10 a 15 m M a y o r d e 15 m
1 1
A t t n u limosas y Unto*
|
1 ! / H V i— y i / M **
Descopetar la parte
muy compacto* (tep etate)-
j t e S /U 1 A-J m / H i / ¡ i m .i n n
superior suelta.
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X /
* A * \ M
i * « Descopetar 1:1 la porte i »
A rtíllas poco a r e n o »»
firmes ( í i a m r i m i ) . [
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| hL t ' \ ~
temperizada. S» existe flujo
de agua proyectar suhdrc-
naje,
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* Para cortes mayores de
Arcillas muy suaves expan*
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l /•
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m
19 m proyectar berma a la
m itad de la altura bien
A ffi -i drenada.
tír* i U USjS H
o diorius. i <? jT * bien drenada.
(altura m áxim a 16 ris)
- L
A rm as limpias p oco o Su ángulo d e fricción interna con banqueta de 1.00 m C ubrir los taludes
nada cosapactas. en te bate. con paito.
Copyrighted material
342 Estabilidad de taludes
„na interpretación cualitativa y aun subjetiva del es cionalmente aceptados y de uso común para cuanti
tado de la estabilidad de un talud y del riesgo de su ficar la magnitud de las deformaciones que pueda
jalla. En páginas subsecuentes de este mismo párrafo sufrir un terraplén form ado por materiales compac
¡e darán algunas ideas prácticas para ayudar al co tados. Un interesante método de cálculo para tal fin
rrecto enfoque de ese método de trabajo. aparece en la Ref. 83.
e la
Claro está que resultaría muy deseable el estable Las condiciones de estabilidad de un talud depen
d
cimiento de algún método teórico, seguro y confiable, den en general de factores propios de los materiales
para juzgar si una ladera o talud específico está en constitutivos, tales com o su naturaleza, estructura, es
e la re- condición crítica o para evaluar el riesgo de su desli- tratigrafía, condiciones de meteorización, y de todo
ricción. ¡amiento catastrófico. Podría pensarse que si el talud un conjunto de circunstancias externas al propio ta
le la ha sido "calculado” , al conocer su factor de seguri lud o ambientales, como la topografía de la zona, el
dad se tendría una medida cuantitativa inmediata de clima, la vegetación, etc. Las condiciones de régimen
su condición. Independientemente de que en las vías hidráulico superficial e interno son vitales. El con
terrestres muchos taludes no pueden calcularse, una junto de todos los factores que influyen arroja al
confianza excesiva en el método de medición anterior problema un número tal de variables que lo con
implicaría una fe en los resultados de los métodos vierte en uno de los más complejos que afronta el
los es-
Les. de cálculo, difícilm ente aceptable a la luz de las in- ingeniero dedicado a las vías terrestres. El au xilio de
certidumbres, ya comentadas, dentro de las que di la fotointerpretadón, cuyo detalle queda fuera del
chos métodos se han de aplicar. El factor de seguri alcance de este libro, debe verse como fundamental
dad de cálculo se debe verificar o calibrar de acuer para el encasillamiento correcto de todos los elemen
los facto- do con inform ación que provenga del talud ya cons tos de juicio provenientes del campo.
disminu- truido. E l m odo de lograr esto es lo que hoy se echa El problema de reconocer e identificar desliza
le los ma- de menos, independientemente de que existan alen mientos tiene dos aspectos importantes (R ef. 8 ). El
tadoras tentativas al respecto, alguna de las cuales se primero se refiere a identificar el deslizamiento en
menciona en lo que sigue. sí mismo, para saber si han ocurrido u ocurrirán mo
Se trata de encontrar alguna relación teórica en vimientos que sean indicio de inestabilidad. E l se
tre la condición del talud y algún resultado de labo gundo aspecto, igualmente importante, se refiere a
disminuir
ratorio'fácil de obtener y de interpretar. La condi identificar y clasificar el tipo de deslizamiento que
leras
dón del talud se habrá de expresar con base en su está ocurriendo o que sea susceptible de presentarse.
comportamiento, que se obtiene de un conjunto con En el caso de una vía terrestre de nueva construc
[ateríales. tinuo y suficientemente detallado de mediciones de ción, una vez que se adquiera una idea general de
ampo, resultado a su vez de un programa de instru las condiciones de estabilidad de una zona por me
mentación de campo adecuado y cuidadoso; este as dio de mapas geológicos y fotointerpretación, será
pecto se tratará en un capítulo especial dentro de preciso visitarla para inspeccionar las condiciones so
esta obra. bre el lugar. En tal inspección se deberá proceder
En las Refs. 81 y 82 se presenta un intento para siempre yendo del panorama general a los detalles
sico-quím ica.
relacionar la condición de un talud en cuanto a su particulares. Se deberá conceder especial atención a
estabilidad con los resultados de pruebas de labora la inclinación de las laderas y sus cambios, relacio
torio, de compresión simple o triaxiales, en que se nándolos con las variaciones de materiales que in di
estudia la deformación de los suelos bajo cargas me que la geología superficial. Se buscarán muy especial
las debidas nores que las correspondientes a la falla convencio mente signos específicos, tales como manantiales, ve
nal; de esta manera es posible conocer la velocidad neros, encharcamientos y, desde luego, grietas; todos
de deformación de los suelos en diferentes condicio los signos del deslizamiento superficial son im portan
ión por libe
nes de prueba. En las referencias mencionadas se es tes, pues es muy conveniente la detección de esta cla
ral bajo los
tablece un método que permite cuantificar el riesgo se de falla en las etapas más tempranas del proyecto.
de la falla y aun el momento en que ésta se produ-
Sin embargo, es claro que en la gran m ayoría de
tirá, si tal es el caso, en función de las velocidades de
los casos será muy d ifícil prever la existencia de fu
D E ESTA deformación en pruebas de laboratorio y de los tiem
turos deslizamientos y fallas, y el ingeniero deberá
MPO pos que transcurran hasta la falla de los especíme
limitarse a extremar sus precauciones en aquellos lu
nes. Independientemente de lo “ refinadas” que estas gares en que exista una secuencia de materiales dig
is fallas de ideas pudieran parecer a los ingenieros acostumbra na de desconfianza. Algunas de éstas son:
cación con dos a proyectar y construir vías terrestres en el mo
:riterio del mento presente, no cabe duda de que representan 1. T o d a clase de formaciones de roca o suelo du
ionalmente líneas de investigación cuya utilidad puede ser muy ros, que sobreyacen a rocas muy fragmentadas,
interpreta grande en un futuro próximo. suelos blandos o materiales muy intemperi-
marco de N o siempre la falla de un talud ha de ligarse a zables.
insisten so- un deslizamiento catastrófico; una deformación exce
y manifes- siva pudiera atacar a las bases de funcionalidad es 2. Laderas de arcilla blanda o lutitas, sobre todo
las aguas, tructural en forma suficiente como para producir una si en otras zonas de la ladera se detectan fallas
almente, a falla práctica. N o existen tampoco métodos conven o si están fisuradas.
344 Estabilidad de taludes
TABLA VI-9
L a habilidad para ver y reconocer pequeños agrie
Figura VI-47. Planta típica de agrietamiento en un desliza
tamientos e interpretarlos es uno de los mayores do
miento de tierra (Ref. 8).
nes que le es dado poseer a un ingeniero dedicado a
este tipo de problemas. Se le debe cultivar, calibrar
y desarrollar cuidadosamente. Puede orientar mucho ni más económico. El hecho de que a veces sea pre
para conocer el mecanismo cinemático de la falla allí ciso afrontar riesgos en aras de una localización for
Caldo* y derrum Roca Roca suelta, grietas Normalmente casi En general filos de G en era lm en te no Superficie irregular La base comúnmen Si e l caído es pe
bes. probables detrás de vertical, irregular, roca limpios. está bien definida. con fragmentos de te enterrada. Si está queño tiene un ta
la línea de falla, liso, roca de aspec El material caído roca. Si es muy visible presenta ge lud irregular de de
] ) Caída de rocas. aspecto irregular ca to fresco. Roca jun- forma un montón grande y si tiene neralmente las ra tritos. Si la caída
racterizado por sis teada. de rocas cerca del árboles o materia zones de la folla, ta de rocas es grande
temas de juntas. cscarpio. les de colores con les como roca sub el p ie puede tener
trastantes, cl mate yacente débil o es un contom o redon
rial puede indicar tratos socavados por do.
dirección del mo cl agua.
vim iento radial des
d e e l cscarpio. Pue
de contener depre
siones.
2) Calda de suelos Suelos Grietas detrás d e la Casi vertical. Sue Con frecuencia casi G en era lm en te no Irregular. Como e l de arriba. Im g u la r.
(Derrumbes). línea d e folla. lo húmedo. Super verticales. está bien definida.
fic ia lm e n te m u y El material caído
agrietado. forma un montón
de rocas cerca del
cscarpio.
Deslizamiento Numerosas grietas, Indinado, lim pio, Las estrías en los La parte superior La parte del suelo N o rm a lm en te se Con frecuencia una
la mayoría de ellas cóncavo hacia e l des* flancos d el escar* del material falla que sc mueve sc d esa rro lla n bufo- zona de flujo de
1) Circular Suelo cóncavas hacia e l liza miento, común* pk» tienen gratules d o consena partes rompe y disgrega. miento* transversa tierra con forma lo
deslizamiento. mente alto. Puede componentes verti del terreno natural Grietas longitudina les y grietas sobre bulada, material ro
presentar estrías y cales cerca de la antes d e follar. Se les, bufamiento. Ge la base. Zona de dado encima y en
zanjas en la super cabeza y notables producen al pie del neralmente- sc des levantamiento, au terrado. Los árbo
ficie. que van de la componentes hori talud principal en- arrollan encharca- sencia de bloques les están tendidos o
corona a la caben. zontales cerca de la charcamientos. T o miento* justo arri individuales gran en varios ángulos
La parte superior base. La altura de da la cabeza de ba de la base. des. Los árboles in mezclados entre el
del talud tras la los flancos decrece folla está surada dinados cuesta aba- material del pie.
folla puede ser ver hacia la base. El por grietas y los Jo.
tical. flanco del desliza árboles en la zona
m iento puede ser caída apuntan ce
más a lto q u e las rro arriba.
superficies origina*
Copyrighted m
2 ) Traslacional Roca o suelo La m ayoría de las Casi vertical en la Los flancos latera R elativam ente in Compuesto general N i base, ni zona de Deslizante sobre la
grietas son casi ver parte superior; en les muy bajos, grie alterada. N o hay mente de una o va levantamiento. superficie del te
ticales y tienden a la parte in ferior tas verticales. Las rotación. rias unidades inal rreno.
seguir el contorno casi plano y con grietas generalm en teradas excepto por
d el talud. transición gradual. te divergen cuesta grietas de tensión.
abajo. Las grietas presen
tan poco o ningún
desplazamiento ver
tical.
3) Deslizamiento de Roca Roca suelta, grietas Generalmente esca Irregular. Muchos bloques de Superficie r u g o s a G e n e r a lm e n te no A c u m u la c ió n de
roca entre los bloques. lonado de acuerdo roca. con muchos b lo hay una verdadera fragmentos de roca.
con el espacia m ien ques. Algunos b lo base.
to de juntas o pla ques pueden estar
nos de estratifica en su posición o ri
ción. Superficie irre ginal, pero más ba
gular en la parte jas si el m ovim ien
superior y ligera to fue de trasla
mente inclinada en ción lenta.
la parte baja; pue
de ser casi plana o
compuesta de de
rrames de rocas.
F lu jo de m aterial
seco:
1) F lu jo de frag Roca Igu a l que en las Igu al que en las Igu al que en las No hay cabeza. Superficie ir r e g u N o hay base. Compuesta de len
mentos de roca. caídas de roca. caídas de rocas. caídas de roca. lar de fragmentos guas. Puede desli
de roca mezclados, zarse siguiendo lí
derramados hacia neas de cauce na
abajo en abanico. tural.
Muestra valles y
lomas transversales
lobuladas.
2) F lu jo de arena. Suelo N o hay grietas. Forma de em budo D e s a r r o lla d o s en Generalmente sin M ontículo GÓnico N o hay base. N o hay pie o éste
cuando alcanza el una curva continua cabeza. de arena igual en es un am plio aba
ángulo de reposo. a partir de la co volumen a la par nico poco percep
rona. te vaciada de la tible.
cabeza.
.. j
2) F lu jo de arena. Suelo JNo nay grietas. r u i i u a uc ciuuuuv/
cuando alcanza el una curva continua cabeza. de arena igual en es un am plio aba
ángulo de reposo. a p artir de la co volum en a la par nico poco percep
rona. te vaciada de la tible.
cabeza.
2) F lu jo de tierra. Suelo Puede haber algu Cóncavo hacia el Curvos, lados em C o n s is t e común R oto en muchos N o hay base. Extendido en lóbu
nas grietas. deslizamiento. En pinados. mente en un b lo pedazos pequeños. los.
algunos casos es que hundido. Húmedo, muestra
casi circular. El des la estructura del
lizam iento ocurre a flujo.
través de un estre
chamiento.
3) F lu jo de arena, Suelo Pocas grietas. Inclinado, cóncavo Frecuentemente los Generalmente bajo E l cuerpo se ex N o hay base. Extendido en lóbu
o lim o. hacia el desliza flancos ' convergen agua. tiende como flu i los.
miento, puede ha en la dirección del do.
ber variedades de m ovimiento.
formas en el con
torno (casi recta,
tendencia a arco
circular o form a de
botella.)
348 Estabilidad de taludes
Frecuencia de
Uso uso exitoso
general Posición del tratamiento
Efecto en la estabilidad ¿vieivao uc irataTriicriiu
, , ,
(O
en el deslizamiento Sus mejores aplicaciones y
del deslizamiento Preven Correc Derrum Desliza (2)
limitaciones
ción ción be miento Flujo
NO SE A F E C T A . I. M étodo para eludirlo.
A . Relocalización. X X 2 2 2 Fuera de los lím ites del des Es el m ejor m étodo si es económico.
B. Construcción de via lizamiento.
ducto. X X 3 3 3 Fuera de los lím ites del des A plicable en trechos cortos de laderas in
lizam iento. clinadas.
SE A U M E N T A L A R E IV . Estructuras de conten
S IS T E N C IA A L DESLI- ción.
2 A M IE N T O . A . A p oyo en la base.
1) R ellen o de roca. X X N Base y pie. Roca sana o suelo firm e a razonable pro
fundidad.
2) R ellen o de tierra. X X N Base y pie. Cuando en contrapeso en el pie da resis
B. Muros de retención tencia adicional.
comunes o en celo
sía. X Base. Masas en m ovim iento relativam ente pe
queñas.
C. Pilotes.
1) Fijos en la super
ficie de desliza
m iento. X N N Base. Se incrementa la resistencia en la superficie
2) Sin fija r a la su de deslizamiento en el m onto de la fuerza
perficie de desliza requerida para hacer fallar a los pilotes.
miento. N N Base.
1) Cementación o tra
tam iento quím ico.
a ) En la base. X 3 3 3 Base y pie. Suelos no cohesivos.
b ) En toda la masa
deslizante. X N 3 N En toda la masa deslizante. Suelos no cohesivos.
2) Congelam iento. X N 3 3 En toda la masa deslizante. Para prevenir m ovim ientos temporales en
masas relativam ente grandes.
3) Electroósmosis. X N 3 3 En toda la masa deslizante. Endurece al suelo al reducir el contenido
de agua.
B. Uso de explosivos. X N 3 N En la m itad in ferior del des Masa cohesiva relativam ente superficial su-
lizamiento. prayaciendo a una masa de roca
Superficie de deslizamiento fragmentada;
los explosivos pueden también perm itir
que se drene el agua de la masa deslizante.
Clave:
(1 ): 1. Frecuente.
2. Ocasional.
3. Raro.
N . N o se considera aplicable.
(2) : R elativa a la masa deslizante o potencialmente deslizante.
352 Estabilidad de taludes
la cual se fijan en la ladera los apoyos del lado inte mente, al igual que las nuevas condiciones de dre
rior de la estructura que constituye la vía, dejando naje.
volado el lado exterior, apoyado a trechos sobre co La remoción de materiales suele dar lugar a solu
lumnas cimentadas en formaciones sanas. La condi ciones bastantes permanentes, cuando se cuidan en
ción para el exitoso empleo de esta solución será, forma conveniente los aspectos de drenaje en la exca
en primer lugar, el buen apoyo de hs columnas y, en vación que se efectúe. Son métodos mejores para
segundo, que se altere realmente poco la ladera al prevenir que para corregir, pues los costos unita
colocar los apoyos del lado interior de la vía. rios de los movimientos de tierra relativamente gran
Los métodos de elusión de fallas no contribuyen des que implican son menores en construcciones nue
a estabilizarlas; ésta, más el alto costo que por lo vas que en trabajos de reparación.
general tienen, son sus principales limitaciones. La
Cuando una remoción se hace de manera adecua
influencia del costo suele ser determinante en fallas
da, debe mejorar las condiciones de drenaje en la
pequeñas, pero se disminuye mucho cuando la zona
zona. El método se puede usar prácticamente en toda
inestable es muy amplia, pues en tal caso, los costos
clase de deslizamientos, pero es eficiente sobre todo
de cualquier método correctivo tienden a crecer. en los de tipo rotacional. Dejando a un lado consi
deraciones de costo, que puede ser alto en fallas gran
B. Métodos de excavación des, su principal desventaja estriba en que el mate
rial que se excava se ha de desperdiciar y esto pu
Estos métodos aparecen mencionados en la tabla diera ser difícil y peligroso en algunos casos, aparte
VI-10 en una graduación bastante amplia, desde ex de la repercusión que tales maniobras tendrán en
cavaciones menores hechas sólo en la cabeza de la el costo de la solución. También contribuye a incre
falla, hasta la remoción total del material inestable. mentar esto último el hecho frecuente de que la ex
El abatimiento de taludes y el empleo de bermas cavación tenga que empezar en la parte más alta y
son métodos que requieren de excavación cuando se progresar ladera abajo. Conviene mencionar como
construyen cortes, y de rellenos, en terraplenes; estos otro posible inconveniente, el que muchas veces al
métodos se tratarán por separado en la presente dis- remover material y disminuir las fuerzas motoras
sertación. también se pueden causar disminuciones en las fuer
La remoción de material en la cabeza de la falla zas resistentes; esto puede ser cierto sobre todo cuan
o en todo el cuerpo de la misma, hasta llegar a la do se trata con suelos friccionantes, en que la resis
remoción total, es un método que en la práctica sólo tencia al corte depende de la presión normal.
se puede aplicar en fallas ya manifestadas; rara vez se La Fig. VI-48 muestra esquemáticamente el pro
pueden conocer con tanto detalle las futuras fallas cedimiento por el cual se estabilizó la falla del km
en una zona de inestabilidad potencial como para 16 + 800 de la autopista Tijuana-Ensenada, por la
que resulte prudente proceder a remover materiales remoción de 40000 m3 de material de talud en su
en gran escala. Las remociones en la cabeza buscan cabeza.
reducir las fuerzas motoras y balancear la falla; las Una solución mixta, que combina remoción de
remociones totales eliminan la causa de raíz, si bien material y relocalización es el abatimiento de la ra
en ellas se puede plantear el problema de la inesta sante de un camino para disminuir pesos del terra
bilidad de los taludes de la excavación que se pro plén sobre zonas de suelos débiles o con superficies
duce, los que deben estudiarse siempre cuidadosa de falla previamente formadas.
F ig u ra V I-48. E s ta b iliz a c ió n de una fa lla p o r rem o ción de m a te ria l en su cabeza; km 16 -j- 800 de la a u to p ista T iju a n a -
En se n ad a .
r
afirmar i
un abatii
cada cas(
muy vari
El ab
de constr
quier bei
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debe ser
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zón natu;
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C D. Empl
F ig u ra VI-49. A b a tim ie n to d e talu d es en te rra p le n e s.
Se dei
mismo m
seguridad en comparación al costo de las obras por cie de falla haya de desarrollarse en zonas más pro que se ac
realizar. fundas del corte, lo que probablemente es benéfico, Fig. VI-51
La parte (b ) de la Fig. VI-49 muestra el abati pues en ellas el suelo tendrá en general una resis El use
miento del talud de un terraplén en el que se su tencia mayor, por menor alteración, menor disipación bilidad d
pone que el círculo crítico es por el pie del talud. de esfuerzos previos por expansión y mayor presión las expres
Como quiera que este tipo de falla se presentará normal actuante (esta última condición afectará sólo
más bien en suelos en que prevalezca la componente a la parte friccionante de la resistencia). También
friccionante de la resistencia, es de pensarse, en térmi en este caso se ha de insistir en que no es posible
nos de lo antes discutido, que la solución sea ahora
más efectiva, por lo menos en principio. La longitud
de la superficie de falla también tiende a crecer.
En la parte (c ) de la misma Fig. VI-49 se ve el
efecto del abatimiento del talud en una falla tras
lacional, que consiste, en primer lugar, en alargar la
longitud de la superficie de falla sobre el estrato
débil que se ha supuesto; en segundo lugar, el peso
del relleno podrá incrementar la resistencia al es
fuerzo cortante en dicho estrato, si éste es de natu
raleza friccionante.
La Fig. VI-50 muestra un croquis análogo, pero
que se refiere ahora al abatimiento de un corte. En
este caso existe una diferencia respecto al terraplén
y es que se llega al abatimiento por excavación y no
por relleno, lo que en principio podría considerarse
más favorable, pues es posible que ello produzca de
por sí una reducción en las fuerzas motoras. Abatir F ig u ra VI-50. M e ca n ism o p o r e l c u a l, a b a tir un co rte bene
un talud tiende a hacer, en este caso, que la superfi fic ia m u ch as veces su e s ta b ilid a d .
M étod os mecánicos para corregir fallas en taludes 355
afirmar a p r io r i cuánto beneficiará a la estabilidad cho, en muchos casos, la construcción de bermas equi
un abatimiento dado; el efecto se ha de calcular en vale mecánicamente a un abatimiento del talud. Así,
cada caso y la eficiencia de la solución puede ser caben al empleo de bermas muchos de los comenta
muy variable. rios hechos para el abatimiento de taludes. Un talud
El abatimiento de un talud exige procedimientos con bermas también es diferente del original y ten
de construcción cuidadosos, so pena de perder cual drá otro circulo crítico, que se deberá determinar
quier beneficio mecánico que pudiera obtenerse de analizando la nueva sección.
la solución. En el caso de terraplenes, el abatimiento La berma tiende a hacer que la superficie de falla
debe ser objeto de un proyecto previo, que incluya se desarrolle en mayor longitud y más profunda, lo
el correspondiente cálculo y la construcción se ha de que produce los efectos ya discutidos para el abati
hacer de abajo hacia arriba, compactando lo necesa miento. Además, el peso del material que se coloque
rio los rellenos y ligando la nueva parte del talud podrá aumentar la resistencia al esfuerzo cortante del
con la original, de manera que no se tengan solucio terreno de cimentación en su parte friccionante. En
nes de continuidad en el conjunto. Esto suele reque suelos cohesivos seguramente el efecto más interesan
rir el escalonamiento de la sección original, y el tra te de la berma es descomponer el talud en dos, cada
bajo por capas en el relleno que se coloque, traba uno de menor altura, lo que repercute mucho en la
jando en plataformas con las dimensiones necesarias estabilidad general.
para el manejo del equipo de compactación. En el No se puede dar una regla que permita fijar a
caso de cortes, también será preciso proyectar por p rio ri las dimensiones más convenientes para una ber
anticipado el abatimiento, el cual se deberá construir ma en un caso dado. Su sección idónea habrá de
de preferencia de arriba hacia abajo. Ahora, por ra calcularse por aproximaciones sucesivas, habiéndose
zón natural, suelen ser menos peligrosos los proble fijado previamente el proyectista un factor de segu
mas en lo referente a lograr úna sección homogénea. ridad deseable para el talud en cuestión. Una buena
Si en el abatimiento se usaran explosivos, lo que su base para el inicio de los tanteos suele ser darle a la
cederá en cortes en roca, se deberá tener cuidado de berma la mitad de la altura del terraplén que se de
evitar el abuso de éstos, para lograr frentes enteros sea estabilizar y un ancho del orden del de la corona
m wL y resistentes. de dicho terraplén.
En accesos a puentes y pasos a desnivel se usan a
veces bermas frontales, desarrolladas según el eje de
D. Empleo de bermas y escalonamientos la vía.
Observando la Fig. VI-51 se antojaría que la ma
Se denominan bermas a masas generalmente del nera ideal de estabilizar el terraplén sería con otro
mismo material del propio talud o de uno similar terraplén paralelo convenientemente ubicado, de ma
is más pro que se adosan al mismo, para darle estabilidad (ver nera que tuviera todas las ventajas de la berma di
ís benéfico, Fig. V I-5 1 ). bujada, pero sin el inconveniente de aumentar el
una resis- El uso de la berma tiende a incrementar la esta momento m otor por el peso del material que queda
• disipación bilidad del talud por razones un tanto similares a a la derecha de la vertical por el centro del círculo
yor presión las expresadas para el abatimiento de taludes; de he crítico (02) . Naturalmente que tal intuición es en
fectará sólo
. También
es posible 02
n c o rte bene-
F
iguraV
I-
51. E fe c to d e u n a b e rm a .
S56 Estabilidad de taludes
o). E s c a l o n a m i e n t o en m a t e r i a l e s c o h e siv o s.
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Métodos mecánicos para corregir fallas en taludes 357
encía esté- El escalonamiento queda definido por el ancho cánica, con peso volumétrico comprendido por lo ge
de los escalones, la distancia vertical entre ellos y por neral entre 0.8 y 1.2 ton/m3, ha sido muy utilizado
una solu. el ángulo de los taludes intermedios. para estos fines. Otros materiales, casi siempre de ori
El que los taludes de los respectivos escalones sean gen volcánico, resultan también apropiados; entre
entos típi. paralelos o se construyan con inclinación variable de ellos figuran muchas arenas pumíticas.
y otro en penderá mucho de la condición del material consti Ya se mencionó también (capítulo IV ) que el
ite. Puede tutivo del corte. Escalones de inclinación variable, uso de materiales ligeros debe comprenderse clara
en arcilla como los de la parte (b ) de la Fig VI-52, son conve mente cuando se compacten los terraplenes, pues mu
una com- nientes cuando el material tiene una capa superior chos de ellos se degradan estructuralmente por com
■, pues en alterada, pero su condición mejora claramente con la pactación muy enérgica y pierden su característica de
terminante profundidad. materiales ligeros.
ierán tener Es importante la función que pueden cumplir los Otras soluciones en esta línea, tales como la subs
ue puedan escalones para proteger el corte contra la erosión del titución de parte del terraplén por tubos o cajones
dependien- agua superficial, pues reducen la velocidad ladera huecos de concreto, resultan por lo común muy cos
cohesión y abajo y el gasto de escurrimiento. Para ello es preciso tosas, por lo que su uso es limitado.
todo para que los escalones estén adecuadamente conformados;
:r caídos y la mayor parte de las veces basta con que el escalón F. La consolidación previa de suelos compresibles
pero a ve- tenga una ligera inclinación hacia el corte, pero en
terrenos muy erosionables pudiera llegar a convenir Esta solución, a base de precarga, ha sido ya tra
bién a los
que se invirtiera su inclinación, haciéndola hacia la tada suficientemente en el párrafo III-2 del capítulo
ladera y construyendo una cuneta impermeable en II I de este volumen, por lo que no se cree necesario
esa parte interna, que garantice la rápida elimina- insistir aquí sobre ella.
ción de las aguas. Si la posible infiltración del agua La consolidación previa del terreno de cimenta
de lluvia fuera muy de temer, se podría llegar a la ción se puede lograr también por alguno otro de los
precaución extrema de impermeabilizar toda la hue métodos mencionados en el párrafo III-4 del mismo
lla de los escalones. capítulo I I I ; en general en aquel capítulo se tratan
Como ya se dijo, el escalonamiento cumple tam una serie de métodos de mejoramiento del terreno
bién la función de detener pequeños derrumbes y de cimentación, todos los cuales pueden verse como
caídos que puedan llegar a presentarse en los diver métodos de mejoramiento de la estabilidad de los
sos taludes. En ocasiones esta condición, además del terraplenes que pudieran construirse sobre ese terre
costo, gobierna su ancho. no de cimentación.
Tampoco existen reglas fijas para proyectar el
escalonamiento de un corte y éste deberá ser propues G. Empleo de materiales estabilizantes
to para cada caso particular. En el caso de suelos con
Un aspecto de esta solución es el añadir al suelo
cohesión y fricción, el perfil del escalonamiento debe
alguna substancia que mejore sus características de
ser tal que se llegue a una inclinación razonable para
resistencia. Por lo general este tipo de solución es
todo el corte considerando un talud simple que pro
más factible en terraplenes. Las substancias que más
medie a todos los escalones. La altura y el ancho de
normalmente se han añadido al suelo para el fin que
los escalones, aparte de la condición anterior y del
se busca son cementos, asfaltos o sales químicas. Sin
costo, muchas veces se deben fijar por las considera-
embargo, en la práctica estos procedimientos resultan
dones ya mencionadas de prevención contra la ero
caros, por lo que su uso es limitado.
sión superficial del agua y la detención de derrum
En general se trata de añadir cementación artifi
bes. Es común que la huella de los escalones dismi
cial a los granos del suelo. La mayor parte de los
nuya hacia arriba, lo mismo que su peralte.
procesos de inyección química que se han intentado
utilizan mezclas químicas en que predomina el sili
E. Empleo de materiales ligeros cato de sodio, a partir del cual pueda formarse un
gel silícico para rellenar grietas, intersticios o vacíos
Esta solución es aplicable únicamente en terraple en el suelo. Se ha dicho que estos métodos sólo se
nes, por razones obvias, y sólo será eficiente sobre sue pueden aplicar a suelos arenosos con diámetro efec
los puramente cohesivos, tales como arcillas blandas tivo de un décimo de milímetro como mínimo. La
o turbas, pues en terrenos de cimentación friccionan mayor parte de los reportes que hay en la literatura
tes la ventaja del poco peso se neutraliza mucho por sobre estas técnicas se refieren a tratamientos tem
la poca presión normal que se produce, lo que a su porales.
vez da lugar a que el terreno responda con baja re En forma muy excepcional se ha empleado el tra
sistencia. En el capítulo I I I ya se mencionó también tamiento térmico para estabilizar deslizamientos de
esta solución, por lo que no se juzga necesario insis tierras. El método fue descubierto por Litvinov (Ref.
tir mucho en ella ahora. Basta decir que lo que se 84). En esencia es un método de calcinación, en el
busca es la reducción de las fuerzas motoras, em que se inyectan al suelo gases a más de 1 000° C.,
pleando en el cuerpo del terraplén materiales de bajo para endurecerlo. Pueden lograrse radios de acción
peso volumétrico. El tezontle, espuma basáltica vol de 2 ó 3 m en torno al tubo de inyección (Fig. VI-53).
358 Estabilidad de taludes
para me-
cuya resistencia sea predominante o puramente cohe titas, impidiendo la abertura de grietas y fisuras por
le compo-
siva, en los que, como en repetidas ocasiones se men- expansión libre.
donó, la estabilidad es una función muy sensible de En general los muros de- retención altos y largos
la altura. son muy caros, de manera que es difícil que compi
Las estructuras de retención tienen la ventaja ge tan con otras soluciones alternativas. Requieren de
neral de exigir poco espacio para su erección. El vo todo un conjunto de obras auxiliares, tales como
lumen de la excavación para su cimentación depende subdrenaje, ademado, desagües, etc., que se han de
mucho de la naturaleza del suelo existente en el lu atenderse cuidadosamente y que elevan en forma con
f otras es-
gar y ésta es, por cierto, una de las circunstancias siderable el costo total.
i corregir
que con más cuidado se deben sopesar antes de deci Los muros en celosía pueden tener ventajas adi
lo o para
dir la utilización de la solución que se comenta, pues cionales en relación a los muros de retención co
r. De he-
un terreno de cimentación débil puede producir mo munes, ligadas por lo general a la rapidez de su
en la pre-
vimientos muy indeseables en el muro, los que en erección y a su facilidad para soportar asentamientos.
combinación con ‘los propios de la falla pueden con Difícilm ente soportan grandes empujes.
)lución es
- abunda- facilidad llegar a generar situaciones incontrolables. Dentro de este grupo se tratarán también méto
npleo han Uno de los usos más comunes de los muros de dos de recubrimiento que incrementan la estabilidad
ín por la retención para estabilizar taludes es el que se hace del talud a base de proteger los materiales contra
le su uso. cuando no hay espacio suficiente para pensar en el efectos de erosión e intemperismos. En esta línea de
abatimiento, la cual es una situación no rara en acción quedan comprendidos los recubrimientos con
jue la es-
terraplenes. manipostería seca, manipostería, gunites, concretos
superficie
Otras veces los muros de retención se usan con lanzados, losas delgadas de concreto (muchas veces
ontiene al
éxito para confinar el pie de fallas en arcillas y lu sujetas con anclaje), riegos asfálticos, etc. Merecen
:stabilidad
a muros
n el terre-
de la so-
niento ha
estructura
nental im-
is, cuando
bilidad de
•uctura de
a demasia-
into; si las
«d en poco
del muro
io es fuer-
baste para
yen por lo
íes que no
terreno de
tdas. Tam-
lar visibili-
os más efi-
P
rote
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erd
e-V
alle
s.
materiales
360 Estabilidad, de taludes
SUEH
fe?
Figura Y
constiti
marse <
los efec
quema
En
lotes c
ellos.
J. Em
P ro te c c ió n co n tra ero sió n . Esca lo n e s m am posteados.
La
primer
I. Empleo de pilotes toras e
como
El pilotaje constituye seguramente la solución alguno:
más controvertible entre las que son usuales para es resister
D e sp ren d im ien to d e u n recu b rim ie n to de “ G u n ite ” p o r presió n tabilizar mecánicamente deslizamientos en laderas y cente,
d e l ag u a a cu m u la d a . F . C . V ib o rilla s - V illa d e R eye s.
taludes; sin embargo, se han reportado algunos éxi Un;
tos espectaculares, logrados a costos comparativamen (de pn
te bajos. En casi todos los casos de éxito se instalaron peso) ■
comentarios las soluciones a base de riegos de recu dos y tres hileras de pilotes, y algunas veces su uso ga sufi
brimiento (asfálticos, concretos lanzados, etc.), que ha sido reportado como solución más bien restrictiva, le imp<
con frecuencia han fracasado por haberse hecho sin en el sentido de que se instala una hilera de pilotes sicas p
o dos para frenar un movimiento y se van instalando solució
ninguna consideración del flujo de agua en el cuerpo
hileras sucesivas, a medida que el material se adapta El
del talud; si el agua se acumula tras la película que
a la restricción y los movimientos vuelven a comen ficientí
se coloca, se rompe la unidad entre ésta y el material
zar; en tales condiciones, existen fallas que se han de la
y la solución falla por desprendimiento. Cuando se
estado piloteando a lo largo de 20 años. una aj:
sospeche la existencia de flujo interno, se deberán
Es probable que el método sólo sea apropiado en autopis
tomar las precauciones correspondientes de subdre deslizamientos superficiales; los profundos generan de esta
naje, por alguno de los métodos que se detallan en fuerzas muy grandes, que con dificultad resisten los de un
el capítulo alusivo. pilotes; además, tales fuerzas harían avanzar al suelo
Respondiendo a criterios similares, se usan mallas entre los pilotes, aun suponiendo que éstos resistie
de acero o de plástico, para detener derrumbes y sen. En abundamiento de lo anterior debe pensarse
caídos. La malla se ancla en la corona del corte y se que en los deslizamientos superficiales los pilotes re
sujeta al talud de éste con grapas o anclaje. sultarán cortos, aun cuando se anclen lo necesario;
Muchos problemas de estabilidad se han resuelto en cambio, en los deslizamientos profundos se habrán
con el uso de falsos túneles. Se trata de secciones en de utilizar pilotes muy esbeltos.
túnel de concreto reforzado a las que se dota de un El anclaje es evidentemente esencial; pilotes poco
anclados serán arrancados y volcados, movimiento
techo suficiente de suelo, de manera que cualquier
que, por cierto, provocará alteraciones en la superfi
derrumbe posterior no dañe a la estructura. La con
cie de falla con posibles resultados contraproducen
dición de su uso es que el túnel falso no quede in
tes. No existen reglas fijas en cuanto a longitud de
volucrado en la zona de falla, por lo que difícilmen
anclaje, la cual se deberá fijar en cada caso.
te pueden adaptarse a la solución de grandes masas La solución sólo se puede intentar en roca o ma
con superficie de deslizamiento definido; más bien teriales duros, pues los suelos blandos fluirán fácil
su utilización está ligada a zonas de caídos, derrum mente en torno al pilote reduciendo mucho su efi
bes o flujos. El túnel falso es caro, pero ofrece una ciencia. Cuando la fricción a lo largo de la superficie C o ntrap
solución radical. de falla potencial sea muy importante, el pilotaje lun 12
Métodos mecánicos para corregir fallas en taludes 361
al
362 Estabilidad de taludes
esta obra. Basta mencionar en este lugar que algunos ra que con seguridad los pequeños espacios entre
problemas muy importantes de estabilidad de talu ellos se sellarán al depositarse material muy f¡no
des y laderas se han resuelto con técnicas de anclaje arrastrado en el flujo de agua. Los deslizamientos
en suelos con costos muy razonables; conviene fijar muy profundos quedan fuera del alcance del método
la atención en esta solución, haciéndola entrar en el por la violencia de las explosiones necesarias para po
conjunto de las analizadas. nerlo en práctica.
Una variante de los métodos de anclaje que se Los explosivos se pueden usar también en derruía-
ha usado poco en las vías terrestres, pero que con bes y caídos, pero no como método de corrección,
seguridad es merecedora de mayor preferencia por sino de remoción.
parte de los proyectistas, es la utilización de tirantes Es probable que el aspecto más sugestivo del uso
de anclaje en estructuras de retención, especialmente de explosivos sea su costo, que suele ser muy infe
cuando éstas han de cimentarse en suelos poco resis rior al de otras soluciones, al grado que aun suele
tentes, con presiones de contacto mayores que la ca ser ventajoso económicamente un programa que in
pacidad de carga; en retenciones a base de pilotes, cluya varias aplicaciones sucesivas del procedimiento
id s f iíá
el anclaje de éstos puede dar muy buenos resultados a lo largo de varios años.
cuando el estrato resistente en que se afianzan no Estab iliza
V illa C aí
ofrece suficiente garantía de que los pilotes no lo pe
netren lateralmente. M. Empleo de vegetación
Los anclajes suelen consistir en cables de acero duce er
unidos a muertos y sólidamente ligados a la estruc Se trata ahora de un método preventivo y correc es muy
tura de retención. Por razones que se comprenden tivo de fallas por erosión. Los movimientos de tierra aislada
con facilidad, su uso será más sencillo en terraplenes que acompañan a la construcción de cortes y terra dón y i
que en cortes. rraplen
plenes producen inevitablemente una destrucción muy
tación i
indeseable de la cobertura vegetal, dejando a los sue
los expuestos al ataque de agua superficial y vientos. ddad a
L. Uso de explosivos Se acepta que la vegetación cumple dos funciones Es r
importantes; en primer lugar, disminuye el conteni la forn
La superficie de falla sobre la cual ocurre un des do de agua en la parte superficial, y en segundo, da que est
lizamiento es muchas veces lisa y pulida; el caso tí consistencia a esa parte por el entramado mecánico La
pico de este fenómeno es el de masas de suelo cohe de sus raíces. Comoquiera que las plantas o el pasto dráulic
sivo que deslizan sobre mantos de roca o suelos mu toman el agua que necesitan del suelo en que cre suelos
cho más duros. Este tipo de contactos constituyen cen, se pueden plantear varios criterios para selec getales.
también una superficie potencial de deslizamiento. cionar el tipo de especies más conveniente en un Del
En tales situaciones, se ha recurrido a veces a caso dado; desde luego, el uso de plantas propias de duce e
utilizar explosivos para romper y hacer rugoso un la región será en principio recomendable y evitará 2 ó 2.Í
contacto de tal naturaleza; se proporciona así una fracasos posibles en la adaptación al ambiente de es bustos.
mejor liga friccional a los dos materiales en contac pecies importadas, fracasos que son difíciles de pre Un
to. La eficiencia del método se aumenta si a cierta ver para un ingeniero civil; pero hay especies que lizable:
profundidad de la superficie de falla existen mantos toman demasiada agua del suelo y otras que toman alcana
drenantes a los que la explosión comunique con di mucho menos, produciendo grados muy diferentes de especia
cha superficie, a la que entonces se proporciona dre abatimiento en los contenidos de agua superficiales. maner;
naje. En suelos arcillosos, seguramente pueden convenir
En la utilización de este método deberá cuidarse más las primeras, al garantizar una corteza de sue
el manejo de los explosivos, pues de otra manera se lo más resistente, pero en suelos arenosos un secado
corre el riesgo de que la explosión acelere el desliza intenso en la superficie hace a los materiales más ero-
miento sobre cualquier superficie previamente for sionables y ello no es conveniente.
mada o lo genere, sobre una superficie potencial. Cuando se trata de arbolado en los coronamien
Se ha dudado mucho sobre la permanencia de tos de los cortes o como barreras contra invasión de
una corrección por medio de explosivos y el punto arena, las consideraciones anteriores no son muy vá
se discute con frecuencia, sin que exista un entendi lidas y el criterio debe quizá circunscribirse al uso
miento claro al respecto. Parece que la mayoría de de las especies locales que tengan mejores posibili
los especialistas opina que para que el método sea dades de adaptación al lugar específico de que se
exitoso es preciso que exista una formación dura trate.
abajo de la superficie de falla. También conviene La experiencia ha probado que es más efectivo
mencionar que en todos los casos en que se ha usado para defender taludes la plantación continua de pas
el método se ha reportado un asentamiento impor tos y plantas herbáceas, en vez de la plantación de
tante en los meses siguientes a su puesta en práctica. matas o áreas aisladas. Comoquiera que el costo de
Es cuestionable cualquier ventaja de drenaje que se ambas soluciones también es diferente, la actitud del Estábil:
pueda obtener mediante el uso de explosivos; los ingeniero debe quedar condicionada a la feracidad V illa <
fragmentos resultantes no forman un filtro, de mane de la región; hay zonas en que la forestación se pro- con ps
Métodos mecánicos para corregir fallas en taludes 36‘
1 derrum-
orrección,
o del uso
nuy inte-
aun suele
a que in*
edimiento
\
Villa Cardel-Veracruz. Se utilizaron plantas aisladas de nopal.
duce en forma casi natural e inevitable; otras en que Figura VI-58. Efecto de la cobertura vegetal en el contenido
i y correc- es muy difícil el crecimiento vegetal. La plantación de agua superficial de suelos con arcilla.
i de tierra aislada incrementa mucho la posibilidad de infiltra
is y terra-
ción y escurrimiento. Por otra parte, en el caso de te
cción muy rraplenes muy altos ha dado buen resultado la plan nicas que se han desarrollado recientemente para pro
a los sue- tación de arbustos en hileras, para hacer perder velo piciar el crecimiento de especies vegetales en terrenos
y vientos, cidad al agua que escurra. inapropiados, en zonas áridas, donde mueren las plan
funciones Es muy importante el efecto del pasto para evitar tas que se coloquen casi inmediatamente después de
*1 conteni- la formación de grietas de contracción en los suelos nacer.
gundo, da que estarían expuestos de no existir tal cobertura.
El riego de las plantaciones que se efectúe, cuan
mecánico La Fig. VI-58 (Ref. 84) muestra el equilibrio hi do es abundante y prolongado, debe verse como in
0 el pasto dráulico que tiende a establecerse con el tiempo en deseable desde el punto de vista doble de la econo
1 que ere- suelos arcillosos cubiertos por diferentes especies ve mía y la conservación. Para evitarlo se ha recurrido
para seleo getales.
a colocar costras de arcilla y tierra vegetal sobre ta
ite en un Debe notarse cómo el contenido de agua se re ludes construidos, con suelos que no ofrecen de por
propias de duce efectivamente hasta profundidades del orden de sí soporte adecuado a la vida; estas costras conservan
: y evitará 2 ó 2.50 m, llegando a 3.00 m en cobertura con ar
la humedad en mayor grado, lo que favorece la vege
ente de es bustos.
tes de pre* tación. Análogos fines se han perseguido en ocasio
Un estudio detallado de las especies vegetales uti- nes al colocar sobre los taludes una delgada capa de
pecies que lizables en cada lugar y región se considera fuera del
que toman riego asfáltico o con otras substancias; al impedir la
alcance de este libro y deberá encomendarse a un
ferentes de evaporación, por lo menos inicialmente, se propicia
especialista en cada caso importante. De la misma
iperficiales. el crecimiento de una cobertura vegetal densa, que
manera, no se juzga necesario analizar todas las téc-
i convenir en los años venideros pueda defenderse por sí sola.
iza de sue*
un secado
es más ero*
oronamien*
nvasión de
>n muy vá-
irse al uso
es posibili*
de que se
íás efectivo
nua de pas-
intación de
el costo de
actitud del Estabilizaciónd el taluddeu n corte c
o nv egetac ión.Carretera
a feracidad Villa C ard e
l-Ve
racruz . Ob
sérv
ese el m ejor resultadoo b tenido
ción se pro- c
onp
asto
. Estabilización convegetacióndel taluddeungran terraplén.
364 Estabilidad de taludes
pistas, prolongaciones de las existentes, calles de ro cido por el terraplén sobre el terreno de cimenta
daje y, en general, grandes terraplenes conectados ción. Para ello se utilizó un principio de compen
con las ampliaciones y servicios del Aeropuerto In sación masiva, construyendo el pavimento en una sec
ternacional de la ciudad de México, que precisamen ción excavada, de manera que el peso del material
te se encuentra en esa zona, en la que existen gran
des espesores de materiales muy compresibles (Fig.
V I-60).
£1 aeropuerto es ya antiguo y originalmente sus
pistas fueron construidas un tanto al margen de las
técnicas que hoy se han ido imponiendo en todas
partes. El resultado de tal proceder se puede ver
muy objetivamente en una dramática fotografía que
figura en estas páginas; respecto a ella se puede co
mentar que, al ocurrir los máximos asentamientos en
el centro del terraplén, se pierde la pendiente trans
versal, formándose zonas de drenaje imposible, lo
que propicia encharcamientos y hace a las pistas in
operantes por su peligrosidad; la solución que se dio
en este caso durante años fue a base de renivelacio
nes muy costosas con concreto asfáltico, hasta llegar
al extremo que puede apreciarse en la fotografía.
D eform aciones e a una d e las pistas d d A erop u erto
L a idea básica del proyecto que se comenta es In tern acion al d e México. O bsérvense las ren iv d a d o o cs
aproximar a cero el incremento de presiones produ coa concreto asfáltico.
366 Estabilidad de taludes
I
i 1. Derrx
t
i
i í En e
rirse a ;
ción, ab
naje sup
i dos de i
; dicho, si
atacable;
se consti
gadas d<
magnitu
brimient
alambre,
Figura VI-61. Sección estructural de las prolongaciones de las pistas en el aeropuerto de la ciudad de México (Ref. 89).
Los ;
este ti pe
En e
removido se igualase con el de la pista superimpues- Como se ha visto, existen gran variedad de solu bes se p
ta. Esta, cuya sección estructural aparece en la Fig. ciones para prevenir o corregir fallas de taludes. Al ser una
VI-61, utiliza materiales ligeros (grava pumítica, lo pensar esto debe todavía tenerse en cuenta que se material
calmente llamada tezontle, con peso volumétrico de han dejado para un capítulo posterior de esta obra
0.8 T/m 3) . todas las soluciones basadas en el drenaje o en el 2. Desh
El lecho inferior de la sección está constituido subdrenaje, que por cierto constituye quizá la prin
por una losa delgada de concreto simple apoyada so cipal metodología para resolver este tipo de proble Los
bre una capa de arena en el fondo de la excavación. mas. Así pues, para un caso dado, se ofrecerán en ge mente s
El objeto de esta losa es proporcionar un apoyo ho neral al ingeniero varias alternativas en principio lizamien
mogéneo a la sección, repartir los esfuerzos transfe
atractivas; por otra parte, quizá, varias de las solu
ridos en forma uniforme y favorecer la compensa
ciones posibles se vean a primera vista no apropia
ción del conjunto. Es muy interesante notar que en
das al caso. Surgirá así la necesidad de realizar un
ambos lados de la pista se dejaron secciones con gra
va de peso volumétrico normal, con el objeto de ni estudio selectivo, en el que es común que se elimi
velar los asentamientos del conjunto, evitando los nen algunas de las alternativas consideradas; el enfo
diferenciales. que de este estudio selectivo deberá ser todavía de
Los resultados de esta sección en cuanto a pre naturaleza eminentemente técnica. El resultado final
venir asentamientos diferenciales se pueden ver en la serán unas cuantas soluciones posibles, todas ellas téc
Fig. VI-62, en la que se reportan datos de nivelación nicamente recomendables; la selección final se hace
en los primeros 4 años de uso de la estructura. Cabe con base en consideraciones de preferencia, entre las
comentar que desde entonces a la fecha (1972), los que las económicas suelen ser preponderantes, sin que
movimientos que se observaron han quedado en el dejen de desempeñar su papel las que se refieren a
orden de aproximación de los aparatos para medir rapidez de ejecución y aun a la estética. En especial,
los, por lo que pueden considerarse despreciables. muchas veces la solución queda impuesta por la ne
cesidad de terminar la obra correctiva en un momen
to dado, por ejemplo cuando la vía haya de ser
abierta al tránsito, o antes del comienzo de una tem
porada de lluvias, etc. Pero, debe insistirse, suele ser
el costo, en la más amplia acepción ingenieril, el que
determina la obra que definitivamente se recomiende.
No todas las soluciones propuestas son apropiadas
para todos los tipos de fallas de laderas y taludes.
Aun hablando de deslizamientos de tierras, no todas
las soluciones comentadas pueden considerarse acon
sejables para los diferentes tipos de fallas. Indepen
dientemente de que es muy difícil generalizar en
estos materiales, se hacen a continuación algunos co
mentarios relacionando los diferentes métodos correc
A N C H O D E L A P I S T A
tivos mencionados con los tipos de fallas para los cua
Figura VI-62. Asentamientos observados en una sección trans les han dado los mejores resultados, según la expe
versal de la prolongación en las pistas, en el riencia disponible. Distintas
aeropuerto de la ciudad de México (Ref. 89).
retención
1
r
Con
cas de
solverá
DATOS
4 í
to resist
b) j
querido
de n ) ,
Fig. VI-:
terreno
CIMENT
ANEXO VI-A
Ejercicios de aplicación
Solución
VI-A.2 EJEMPLO DE U N ANALISIS CON T A N T E O S
a ) El círculo crítico deberá ser tangente al estra
to resistente y con centro en la vertical media. Calcular la estabilidad de un muro de contención,
según una superficie de deslizamiento cilindrica cir
b ) Para determinar el número de estabilidad re cular. Datos: Ancho de la cimentación 2b = 4 m,
querido ( N e) y la posición del círculo crítico (valor altura del muro desde la superficie de desplante
de n ) , se trabaja en el gráfico de T a y lo r de la H = 8 m, ancho al nivel del piso 3.4 m, ancho en la
Fig. VI-28, con los valores de D y B. corona 1.4 m, profundidad del cimiento h = 2 m,
ESTRATO DE
MATERIAL COHESIVO
6
n H - I . SRI.
DHM.Sb.
TERRENO 0E
C IM E N T A C IO I.
F ig u r a V I- A - I. C ír c u lo c r ític o c o rre s p o n
ES TR A TO R E S IS TE N TE d ie n te a l e je m p lo p ro p u e s to .
369
370 Anexo ['/-A Ejercicios de aplicación
A F X FE 6.2 X 8.0 „ .
A » = ------ --------= — --------- — 24.8 m2
2 2
Copyrighted material
r
{$tá uniformemente distribuido en la superficie de Los datos de los cálculos de la primera curva de
28.1 ni desplante y que el centro de gravedad de todas las deslizamiento con centro en O x se dan en la tabla
dovelas 2, 3, 4 y 5 está aplicado en su centro. VI-A.2.1.
sa en rá
TABLA VI-A.2.1
m
TO TA L: 683 578
ivela (mo Valor del radio R 2 = 15.7 m; longitud del arco 578 + 29.6 - 1 • 15.7
F s = ------------------------- = 1.53
tor de: de deslizamiento L 2 = 29.6 m. 683
El coeficiente de seguridad del segundo arco de
deslizamiento es igual 10. Ahora se colocará al centro del arco de falla
2 m más arriba según la misma vertical (Fig. V I-
rozamien- A .2.3), obteniéndose el punto 0 3.
!45 ton/m
para cada
:ne ningu-
peso pro-
nétrico es
n/m3) , su
ira simpli'
del muro F ig u ra V I- A 2 .3 . T e rc e r ta n te o .
37 2 A nexo VI-A Ejercicios de aplicación
Los datos de cálculo para la tercera curva de deslizamiento se muestran en la tabla V I-A .2.3. v e rtic a l,
gu ridad
T A B L A VI-A.2.3 can l ° s «
se ubiqu
N o de la A rea de la dovela Peso de la dovela
punto O
Brazo del m om ento IV . b.
i i
II*.l tan 0II .»
dovela A ., m2 W i ton b., m ton • m ton a tu valor de
X
El valor del radio R s = 17.6 m; la longitud del guiente es necesario buscar los valores del coeficiente
arco de deslizamiento es L 3 = 31.6 m. de seguridad con centro de giro abajo de los anterio
El coeficiente de seguridad para el tercer arco es: res. Por lo tanto el centro. ( ) 4 se colocará dos metros
abajo del O x segn la misma vertical y de este modo
se obtiene el cuarto arco de deslizamiento (Fig.
726 + 31.6 • 1 • 17.6
V I-A .2.4 ). El va
De la misma manera que en el caso del primer del arco
arco de deslizamiento, se calculan todos los elemen El cc
11. El valor del coeficiente de seguridad aumenta tos necesarios para determinar el coeficiente de segu de desliz
al aumentar la altura según la vertical; por consi ridad (tabla V I-A .2.4).
T A B L A VI-A.2.4
El valor del radio es R 4 = 12.4 m; la longitud Por consiguiente la superficie de deslizamiento ci
del arco de deslizamiento es L 4 = 26.1 m. lindrica para el menor coeficiente de seguridad tiene
El coeficiente de seguridad para el cuarto arco es: lugar según el centro de giro 0 lf siendo el coeficien
te de seguridad F s = 1.38. E l va
del arco
453 + 26.1 • 1 • 12.4
F s = ------------------------- = 1.80 12. Después que se ha encontrado la zona de va
486 lores mínimos del coeficiente de seguridad según una
vertical, se investiga el cambio del coeficiente de se Se probará el punto 0 5 a la izquierda del punto
guridad en la dirección horizontal; para esto se bus O x (Fig. V I-A .2.5) y se calculará el coeficiente de se
can los arcos de deslizamiento cuyos centros de giro guridad según el quinto arco de deslizamiento, efec
se ubiquen en una horizontal que pasa a través del tuando el cálculo de una manera análoga a los ante
punto Oj, que es el centro de giro que dio el mínimo riores. Los datos se clan en la tabla V I-A .2.5.
valor del coeficiente de seguridad según la vertical.
TA B LA VI A.2.5
los menos
este modo T O TA L: 486 403
:nto (Fig.
El valor del radio es R s = 13.1 m; la longitud El Fs crece hacia la izquierda, por lo que se inves
leí primer del arco de deslizamiento es L 5 = 23.8 m. tigarán valores de la zona a la derecha del centro O v
ds elemen-
El coeficiente de seguridad .para el quinto arco Colóquese el punto 0 6 a la derecha de O j, en dos
e de segu- de deslizamiento es: metros (Fig. VI-A.2.6) y realícense los mismos cálcu
los que se hicieron en los arcos de deslizamiento an
403 + 23.8-1 • 13.1
F, m ------ — ------ = 1.47 teriores (tabla V I-A .2.6).
486
TA B L A VI-A.2.6
amiento ci-
T O T A L: 626 683
ridad tiene
:1 coeficien-
El valor del radio es R e = 15.0 m; la longitud El coeficiente de seguridad para el sexto arco de
del arco de deslizamiento es L 9 — 31.8 m. deslizamiento es:
zona de va-
: según una 683 + 31.8-1 • 1.15
F . = -------------------------= 1.85
626
O ficie de
con los
a) 1
b) \
Debi
blecido,
se muesi
(pa — 4o y cu — 4 ton/m‘- y tiene un peso volumé y se presenta aquí el análisis correspondiente al círcu
trico aproximado de 1 600 kg/m3. La geometría del lo de falla crítico, que en este caso corresponde a
talud por analizar se muestra en la Fig. V I-A .3. uno que pasa por el pie del talud. Dovel.
En este caso, se aplica el criterio de esfuerzos to La tabla VI-A.3 puede utilizarse con el objeto de
tales y el método de cálculo propuesto por Fellenius mecanizar el procedimiento de cálculo. 1
2
TABLA VI-A.3
3
T.
N. s.1 j. . L. 4
W. 1
Dovela N° Ni
(toó) (ton) (toA) = (ton/m2) (t o n )'
i 5
E = 70.27 I = 138.23
Después de dividir en dovelas la masa de suelo La fuerza resistente puede calcularse en cada do
considerada, de acuerdo con la supuesta superficie vela como el producto .í ¡L, (recuérdese que se con dondi
de falla, puede calcularse el volumen de suelo en sidera una profundidad unitaria).
W
cada dovela, si se considera una profundidad unita Finalmente el factor de seguridad se calcula:
ria normal al plano analizado; este volumen será nu N
méricamente igual al área. El peso de cada dovela K íL í 138.23
puede calcularse y se anota en la columna (PF,). F = = 1.91 L
ir ,
La reacción a W ¡ debe descomponerse en las di
recciones normal y tangencial a la superficie de des
El talud propuesto podría considerarse estable
lizamiento en cada una de las dovelas; estas dos com
respecto al círculo considerado.
ponentes se anotan en las columnas (N ¡) y (T,)
respectivamente.
La componente (N ¡) genera un esfuerzo normal
VI-A.4 ANALISIS CON FALLA CIRCULAR Y
a la superficie de deslizamiento que, según se dijo
ESFUERZOS EFECTIVOS
en este capítulo, puede tomarse con suficiente apro
ximación como:
Sea una sección de un camino en balcón como la
N¡ que se muestra parcialmente en la Fig. VI-A.4.1. Di
cha sección está sujeta a un flujo de agua desde la
dera arriba. El material que se encontró después de
Este esfuerzo se anota en la columna (a ¡ ) . Ahora haber realizado los trabajos de campo y de labora
se puede encontrar el esfuerzo resistente que tiene torio fue una arcilla firme, la cual tiene un peso vo
lugar en la superficie de deslizamiento que correspon lumétrico saturado de 2.0 ton/m3 y una resistencia
de a cada dovela, de acuerdo con la ley de resistencia: al esfuerzo cortante en prueba drenada cuyos pará
s¡ = 4 + (¡i tan 4o (ton/m2) metros son c = 0.5 ton/m2 y <f¡ = 30° y cuya grá
fica se muestra en la Fig. VI-A.4.3. Efectúe el análi
Este resultado se anota en la columna (s ¡). sis de estabilidad del talud, suponiendo una super
Análisis con falla circular y esfuerzos efectivos 375
(¡cíe de falla cilindrica que pase por el pie del talud, En seguida, trácese un circulo de falUt que pase
con los siguientes criterios: por el pie del talud.
Debido a que el talud está sujeto a un flujo esta Divídase a la zona de falla en dovelas. Para este
blecido, sc requiere elaborar la red de flujo tal como caso se tienen siete. Hágase un cuadro donde se con
se muestra en la Fig. VI-A.4.I. centren todos los cálculos como sigue:
T A B L A VI-A.4.1
Ni
Dovela Vi &'i i úi < * ¡ - ui = ai s.i *i 1 *1 * 1
mu in ton/ni m L , = ’‘ (Oit/m-/m tou/m-/m (on/m3 ton/m ton/m ton/m
ion/m*/m
2 - 35.80~ 26JO 4.5 535 3.6 225 1.75 738 372 243
— — — — — — — — 52.19 — 663
1 2 » , »
52.19
donde:
z;
W, m peso del material de la dovela, considerándolo totalmente saturado,
resistencia al e
sfu
erz
o cortante obtenidade la gráficadela Fig.VI-A.4.2.
Lt fuerza tangencial re
sis
tente
.
W'xoui peso del material saturado de la dovela arriba de la línea de saturación, más el peso sumergi
do de la dovela abajo de la línea de saturación, más la subpresión (que es el exceso de la pre
sión hidrostática obtenida de la red de flujo para esa dovela multiplicada por la longitud
de la dovela en su base) (suma algebraica).
Tjoul fuerza tangencial actuante, componente de W Totel obtenida gráficamente de la Fig. VI-A.4.1.
F. Factor de seguridad.
Copyrighted material
376 Anexo V I-A E je rc ic io s de a p lic a d on
W,
N¡
Li
(Ton/m.1 )
Figura VI-A-4.2. Ley de resistendas en términos de esfuerzo efectivo.
Análisis con falla circular y esfuerzos efectivos 377
T A BLA V I A .4 .2
y,*-
✓
’T,
100 donde:
400
W¡ = peso del material de la dovela, considerándolo totalmente saturado.
TABLA VI-A.4.3
X? de Cuadro Ah I. R / - Ah I R
V I-A .5
XVI 0.9 . . . 2.1 X 0.2 20.30 7.65
507.70
TABLA
en donde:
4 6 7 8 9 11 12 13 14 15 16
c o l. 1 2 3 5
(1 4 ) — ub (1 5 ) ta n ^ 17 18
b a l / a ta n a c ta n cb ub w i W' w 1 + W
’) + (16) (1 7 ) a
(to n / m ) to n m \
(
Dovela (m ) (tn ) (m ) (m ) (g ra d o s ) (io n iii“ ) (Io n n i) (to n lm ) (to n / m ) (to n / m ) (to n / m ) (to n / m )
(to n / m )
m /
1 — 14.8 - 9 .1 — 14 — 0.249 3.5 32.2 0 21.6 21.6 — 10.6 — 6.63
7 245 — 76.8
— 0.75 — 3.13
2 9 .4 17.9 — 75 - 1 2 .9 U 0.194 4.7 74.2 0 73.0 73 — 1.2
10.3 3.95 70.7
3 9.4 17.9 1.9 - 3 .1 11 0.194 0.5 0.625 4.7 83.6 0 100.1 100.1 165
15.0 2685
4 10 17.9 11.6 6.9 11 0.194 5 114.0 20.7 125 145.7 31.7 19.8
24.8 444
5 9.2 17.9 21.3 17.0 11 0.194 4.6 109.4 33.6 110.3 143.9 345 21.6
26.2 469
6 10 25.1 \1S) 40 0.839 5 86.0 14.0 55 69 -17 — 10.6
29.2 - 5 .6 -140.6
P R IM E R T A N TEO
19 20 22 23 24 25 26 27 10 28
c o l. 21 29
(2 2 ) (1 8 )
ti (2 6 )
ub tan (2 0 ) — cb (2 1 ) tan a F (1 4 ) -f- (2 4 ) (2 5 ) • / M, (a )
S|
F M . (a )
(a )
to n m \ / to n m \ / to n m \
(
/ to n m \
(ton/m ) (ton/m ) (ton/m ) (ton/m ) (to n/m -) (to n / m -)
m / ( — ) V m )
68.4 6 3.8 12.4 10.32 154.22 2620 1.07 11.9 438 2450
3070
40.9 34.1 103.1 1753 1.09 8.6 -129 1610
2020 53.7 48.7
SEG U N D O TA N TEO
2 (2 8 )
F =
I (1 9 ) - Z (2 9 )
23 24 25 26 27 28 29
(22) (1 8 ) (2 6 ) P r im e r ta n te o :
t) + (2 4 ) (2 5 ) . / (a )
F (a ) (a )
*i F = 1.2 ;
/ to n m \ / to n m \ / to n m
(to n / m ) (to n / m ) 949.7
V m / \ m / \ m F = = 0.20
6103.2 — 1579
Mr2 —
SUPERFICIE DE F A L L A
ti — n
\ m
en don
miento
esfuerz<
dio del
Los valores de / y l en la tabla son positivos TABLA VI A.6.1
El i
cuando quedan a la derecha del punto 0 de la figu
ra, en el caso de este análisis de estabilidad. Para Profundidad Resistencia al corte LL LP
calcular Aí¡ (a) se utilizó la figura VI-35 del texto. (m ) (to n / m ^) (% ) (% ) IP
En vista de que para hallar el Fs en la fórmula
2 2.74 225 130 95
6-34 se tiene que proceder por tanteos, se llevaron a
4 2.25 242 129 113
cabo 2 de ellos en la tabla. En el primero se supuso para el
6 1.80 251 146 105
un F , = 1.2. y se obtuvo un F s = 0.2. En el segun 8 1.92 248 138 110 igual a
do tanteo se utilizó un F.* 1 = 0.7 y' se halló un F *2
, = 10 2.05 301 190 111 Rea
12 2.12 272 147 125
drculo:
= 0.5. Es muy probable que en un tercer intento se 14 1.87 290 179 111
segurid
obtuviera un F , = 0.6; es decir, el talud es inestable
16 1.93 248 126 122
en las condiciones dadas.
18 1.95 253 146 107
20 2.11 274 168 106
M é to d o de la cuña 381
T A B L A VI-A.6.2
V I A.7 M E T O D O DE L A CUÑA
Dovela W (ton) * (m ) ir •x
D eterm inar, por el método de la cuña, el factor
2 135 7.25 97.9 de seguridad con que se encuentra un terraplén de
3 7.25 25 19.3 10 m de altura y talud de 1.5:1, desplantado sobre
4 4.16 -1 .3 3 - 5 .6
un manto de roca resistente (Fig. V I-A .7.1) y cons
truido con una arena arcillosa, cuyos parámetros de
resistencia determ inados en prueba lenta son: <jt =
M m = I W •x = 111.6 ^ = 27°, c = 0.6 ton/m2; el m aterial se había colo
cado com pactándolo hasta alcanzar un peso volum é
trico y,„ = 1 800 kg/m3.
Mr , = s.L.r. = 0.61 X 2.00 X 22.66 X 11.2 = 309.3
D ATOS
(~ ) h = 10 m
o i
20 en donde L = longitud de la superficie de desliza
T a lu d 1.5:1
miento supuesta donde se desarrolla la resistencia al
F I CA esfuerzo cortante (s) . Ym = 1 800 kg/m3
) 95
) 113
3
para el caso del círculo 1 de fa lla supuesto el F s, es
105
8 110 igual a 2.76.
9 111 R ealizando el análisis en form a similar para los
7 125
círculos 2 y 3 se obtuvieron los siguientes factores de
9 111
seguridad: F Si¡ = 1.38; F ¡3 = 1.46.
6 122
6 107
8 106
irá dado
el desli-
eje nor-
alla con-
n al des-
0 por la
1 desliza-
anda al
n otor se
is, como
al se en-
al peso
tar agrie-
5S
., =1
.2T
/m*
ARCILLA BLANDA
del mo- s=
c=2T
/m?
ssistencia
_
___
__I 2
.76
a con la _
___
__2 1.3
8
:ión 0.61 ______ 3 1.46
Figura V
I-A-
6. Geometría de la sección y análisis deestabilidad.
382 Anexo VI-A Ejercicios de aplicación 1
F ig u ra VI-A -7.2. A n á lis is d e esta b ilid a d .
tan ¿ r
Se acepta la hipótesis de que la inclinación del = tan- = 15c
empuje E entre cuñas es igual a: L9
c 0.6
tan C = — = — = 0.315
= tan- m Fs 1.9
C, = b X Cm = 14.8 X 0.315 = 4.66 ton/m
Se procede por tanteos, dividiendo el terraplén C., = d X C m = 15.0 X 0.315 = 4.74 ton/m
en las dos cuñas que se muestran en la Fig. V I-A.7.2
C3 = h X Cm = 10.0 X 0.315 = 3.15 ton/m
y haciendo variar el ángulo a hasta determinar el F s
mínimo que permite que se cierre el polígono diná h X a 10 X 10.9
mico. Wi = 1 800 = 98 ton/m
Con las fuerzas que intervienen en el equilibrio
de las dos cuñas, para un cierto valor de a y supues h X d 10 X 15
1 800 = 135 ton/m
to un F s, se forma el polígono dinámico de la Fig.
VI-A.7.3.
Aproximando, el valor del factor de seguridad
para que el polígono dinámico se cierre es de F s =
= 1.95.
Efectuando tanteos similares para diferentes valo
res de a se obtiene:
T A B LA V I- A .7
40° 2.1
4 2 ° 30' 1.95
45° 2.0
50° 22
V I- A .8 FA LLA T R A S L A C IO N A L
8 9 11 12 13 14 15 16 17 18
col. 1 2 5 4 5 6 7
c un ^ cb ub W w x + W* (14) - ub (15) u n $ (? ) + 00) (17) a
b a l / a Un a « 'l
if ton m
Dovela (m) (m) (m) (m) (grado») (ton m>) (loti/m ) (io n /n i) (to n /m ) (to n /m ) (to n /m ) (to n /m ) (to n /m ) (to n /m ) 1
k m
PRIM ER TA N TEO
col. 19 20 21 22 25 24 25 26 27 10 28 29
(20) - cb
(22) ( 18) (26)
Dovela O4). 1 u& u n $ (21) U n ¿ (14) + (24) (25) . / f| (a) u
F
«i M , (a) « * ía >
ton m
(
ton m \ ton m \ / ton m
(ton/m) (ton/m)
)
(ton/m ) ' (ton/m ) (to n / m - )
( m ) i m /
(to n /m -) ^
in ) \ “i
-5 2 0 20.1 16.6 - 4 .1 4 -5 .4 5 18.15
-5 4 7 46.4 41.7 8.10 6.75 79.75
-1 6 5
-1 0 5 0
0.84
1.07 75
45 —91.4
66.1
— 196
-9 6 3
190.2 52.2 475 9.21 7.67 107,77 -5 5 4 1.07 8.9 ^51.0 -3 1 2
1690 71.5 66.5 125 10.74
12 156.44 1080 1.07 11.4 415 -1 0 1 0
5070 68.4 63.8 12.4 1052 15422 2620 1.07 115: 438 2450
2020 55.7 48.7 40.9 54.1 105.1 1755 1.09 8.6 — 129 1610
I = 6105.2
2 *= »* 949.7 1579
SEGUNDO TANTEO
2 (2 8 )
F =
25 24 25 26 * Z 09)-I<29)
(22) 27 28
(18)
29
(26)
•l (14) - f (24) (25) . / M , (a ) Prim er u n tco :
Ai i (a ) Ai i (a )
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la Sesión hecha por el Laboratorio de Mecánica de
Sólidos de la Escuela Politécnica de París, Francia.
PLAN!
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minucic
APENDICE
(
d Vx dv.
dx dx dz\ dx dy
0Z La ecuación A-3 describe matemáticamente al flu
jo en la región considerada e implica todas las hipó
En la expresión anterior, el primer miembro re tesis enlistadas arriba, más la de aplicabilidad de la
*X
presenta el gasto que entra al elemento y el segundo, ley de Darcy.
el que sale. En los problemas prácticos de la mecánica de
Reduciendo términos semejantes, suelos, es muy frecuente que el flujo en una sección
de la región considerada, transversal a su eje longi
dvx dvz , , ,
tudinal, sea idéntico al que se tiene en cualquier
----- dx dy dz + —— dx dy dz + •—— dx dy dz = 0
tridim en- 0x 7 dy 7 dz / otra sección: éste es el caso, por ejemplo, en terra
plenes de tierra de eje largo en comparación a su
de donde altua. Así, pueden ignorarse los efectos en los bordes
íoy para de la región de flujo y, de esa manera, el problema
JK dVy dvi
de agua + + = 0 (A -l) de flujo puede estudiarse bidimensionalmente como
dx dy dz
contenido todo él en el plano X-Y. En estas condi
una re- ciones, la ecuación A-3 puede escribirse en una for
gua), de La ecuación anterior juega un papel importante
ma más simplificada como:
;pipédico en la teoría de flujo, de agua y se conoce con el nom
se mués- bre de Ecuación de Continuidad.
d2h d2h
Es conveniente establecer aquí un breve resumen + k, = 0 (A-4)
de las hipótesis que implica la aceptación de la ecua dx 2 dy‘¿
el agua
ción de continuidad, tal como ha sido deducida. Es
s x„vyy que es la ecuación fundamental para el análisis de un
respecti- tas son:
flujo bidimensional en una región de flujo dada.
por hipó- 1? El régimen es establecido. Si el suelo a través del cual ocurre el flujo en es
i de nin- tudio es además isótropo en lo referente a la permea
2? El suelo está saturado.
:stas com- bilidad, entonces:
3? El agua y las partículas sólidas son incompre
iten cual-
sibles en sí mismas.
namiento kx = ky = k
4? El flujo no modifica la estructura del suelo en
ninguna forma.
(ver Fig. y la ecuación A-4 aún puede simplificarse, obtenién
agua son dose la ecuación A-5 para representar matemática
Si ahora se supone válida la ley de Darcy, podrá
5 II estas mente el problema
escribirse para la velocidad de descarga del agua a
través del elemento.
dsh d2h
= V 2h = 0 (A-5)
dh dx2 dy2
v — —k
di
La A-5 es una ecuación diferencial muy conocida
Lo cual, expresando al gradiente hidráulico a tra y estudiada, por describir matemáticamente muchos
vés de sus tres componentes, da lugar a: fenómenos físicos de gran importancia práctica, apar
te del flujo de agua a través de los suelos. Se la co
3h noce con el nombre de ecuación de La place. Una
v r = —k
función que satisface la ecuación de Laplace, como h
en la A-5, se dice que es armónica.
Dado lo estudiada que está la ecuación de La-
¡ del cual (A-2)
= ~ k’ W place y sus soluciones generales y particulares, re
or agua y sulta muy afortunado que ella sea precisamente la
is partícu- dh que describa los problemas ingenieriles de flujo de
suelo son dz agua; sin embargo, en rigor la ecuación A-5 repre
el flujo, senta una situación particular, en la que el suelo es
tiene que En las ecuaciones A-2 se ha supuesto el caso más isótropo en lo relativo a su permeabilidad (implica
¡tablecido. general en que el suelo se considera anisótropo en lo también la particularidad de que el flujo sea bidi
gasto que referente a su permeabilidad, con una permeabili mensional, pero en realidad esta suposición se ajusta
jo el pro- dad kx en la dirección del eje X-X', otra de valor ky a la mayoría de los casos prácticos, por lo que su
icidad del en la dirección del eje Y-Y' y, finalmente, otra kz en carácter limitativo es usualmente despreciable). Des
la dirección del eje Z-Z'. de luego, la anisotropía en el suelo es una condición
390 A péndice
frecuente; baste considerar que muchas ele las estruc L a ecuación A -8 expresa el gasto en forma dife se sigue
turas de tierra a través de las cuales interesa estudiar rencial en el flujo bidimensional en un suelo isótro
el flujo se construyen compactando por capas, pro po, que es el caso práctico más frecuente, según se
cedimiento que, lógicamente, conduce a permeabili indicó más arriba.
dades horizontales bastante mayores que las que se
obtienen para el flujo en la dirección vertical. Así,
se plantea una situación de incomodidad y tal pa A 3 SOLUCION DE LA ECUACION DE LAPLACE
rece que sea la ecuación A-4 y no la A-5, más sen
cilla, la que haya de usarse en las aplicaciones. A for Ateniéndose al caso del flujo bidimensional, si Com
tunadamente existe un artificio matemático de tra se observa la ecuación de Laplace (A-5) y se define tienen 1
bajo que va a permitir estudiar todos los problemas una función: familiar
de flujo como si ocurrieran a través de suelos isó pleja. E
<f> — — k h 4* c
tropos. Este artificio, que se conoce con el nombre ecuacioi
de teoría de la Sección Transformada, se estudia más
(esta función es la conocida como función potencial
adelante en este mismo Apéndice y permite estudiar
de velocidades), puede concluirse de inmediato que
cualquier suelo anisótropo en relación a su permeabi
dicha función cumple;
lidad, como si fuera isótropo. Con esta teoría, la
ecuación A-5 cobra toda su importancia práctica en
el sentido más general como la ecuación básica que + (A-9)
dx* dy*
satisface el flujo de agua a través del suelo.
La solución general de la ecuación de Laplace
Así la función <f> (x, y) = cte es una solución de Sum
está constituida por dos grupos de funciones que
la ecuación de Laplace. Esta solución representa una
son, a su vez, susceptibles de una interpretación geo
infinidad de funciones, según sea el valor de la cons
métrica muy útil, según la cual ambos grupos de fun
tante c que intervenga. D e inmediato puede darse
ciones pueden representarse dentro de la zona de flu
una interpretación geométrica a esta solución, pues
jo en estudio como dos familias de curvas ortogonales O *
la expresión <j> (x, y) = cte puede representar a una
entre sí. La solución general que satisfaga las condi Laplace
familia de curvas que se desarrollan en la región
ciones de frontera de una región de flujo específica
plana en la que ocurre el flujo, obteniéndose una Ade
constituirá la solución particular de la ecuación de
curva específica de la familia para cada valor de la de fum
Laplace para esa región específica.
constante que se tome. tación
Conviene ahora obtener con base en la misma Considérese ahora una función iJj ( x , y) = cte senten <
figura A-l una expresión que proporcione el gasto llamada función de flujo y definida de modo que = cte)
que pasa a través del elemento en el tiempo dt. T e ortogon
niendo en cuenta que el gasto puede expresarse como terseccii
3*
el producto del área de la sección por la velocidad vr = (A -10)
dy dx ocurre
del flujo, se tiene:
En
Puede demostrarse que una función «]/ así defini una de
9h dh
dq = « , — — dy dz + ky dx dz + da satisface también la ecuación de Laplace, de modo
dx que se cumple
dh
(A-6) (A - ll)
+ K - z — dx dy
dz dx2 dy-
Si el suelo es isótropo en lo referente a la permea En efecto, sea la función de flujo ij> (x , y) = cte,
bilidad, la ecuación A -6 queda: definida en cada punto de la región por las expre
siones Con
dh , , dh , , , d h
—— dy dz + — — dx dz + — — dx
x dy ^ 9^ . 94* tenerse
9* dy 9z (A-10)
dy ’ Vy 9x
(A-7)
En el flujo bidimensional. Teniendo en cuenta que
<f> = — kh + c
(A-8)
di = k{ f r dy+ y que
dh
En la ecuación A -8 el elemento de la figura A -l v = — k-
dx
se considera plano y contenido todo él en el plano
X-Y; se le supone un espesor unitario normal al pla
no del papel, de manera que las áreas normales a b dk
las direcciones del flujo son dx • 1 y dy • 1 . V’ = ~ k - W
Solución de la ecuación de Laplace 391
(£)"
dx es claro el sentido físico de las curvas de la familia
9<t> <j) — cte. A través de la región plana de flujo estas
curvas unen puntos de la misma carga hidráulica.
dy Por esta razón, estas curvas reciben el nombre de
líneas equipotenciales.
3*
Se analizará ahora el sentido físico de las curvas
dx
( ± ) =- = de. Obsérvese la Fig. A-2.
\ dx$ / d'l' Considérese la trayectoria del agua que pasa por
dy P (x, y ) ; en dicho punto el agua posee una veloci-
392 Apéndice
En
meterá
coordei
en otn
La
en un
de escr
Copyrighted material
r
En ella se tienen permeabilidades kx ?¿ ky. Se so hubiera podido llegarse a otra sección isótropa en la
meterá la región de flujo a una transformación de que se modificarían las dimensiones horizontales,
coordenadas en la que la coordenada y se transforme pero no las verticales.
en otra y', tal que Considérese ahora el gasto dado por la ecuación
A-6.
(A-l 5) ¡.d h .d h dh
ijr2 a
dq = kz —— dy dz + « v—— dx dz -f- k, —— dx dy
n dx ' y dy 3z
La ecuación A-4 describe el flujo bidimensional (A-6)
x en un medio anisótropo general; dicha ecuación pue
de escribirse como
cas d e flujo. A l considerar el caso bidimensional la ecuación
a2h , B 2h _ anterior se reduce, según puede visualizarse fácilmen
las líneas (A-4) te, a:
a* 2 a?2
:ntro de la
dh dh
is de flujo dq = kx dy + ky dx (A-l 9)
Teniendo en cuenta la transformación A -15, pue dx dy
área para
de, por otra parte, escribirse:
Dntinuidad
ipótesis de Si se aplica aquí la transformación A-15 se obtie
dh _ dh dy' dh dy' ne, teniendo en cuenta la relación A-l 6:
ya que
;stas líneas dy dy' dy dy
fecto, éstas dh
+ kv
ese punto J— (A-l 6) dq = kx a/
jlicas dife- 1 ky
y también pues
92h d2h
FORMADA (A-17)
~df~ w dy, = ^ iy
, a la que
al caso de Si estas relaciones se llevan a la ecuación A-4 es Por consiguiente, arreglando términos, se llega a:
en el que crita arriba, se tiene:
lujo en la dq = y / k jry ( - g - dy' + - 0 - dx ) (A-20)
ja para el kx a2h kx a2h _
esa reduc- kv dx2 k~ dy B
*
: y sus so- Esta ecuación debe compararse ahora con la (A-8)
lujo a tí a- lo que se reduce a que proporcionaba el gasto en el medio isótropo.
Teoría de Las ecuaciones A-20 y A -8 se refieren evidente
rtificio de ------ 32/l 0A=- Y722
&h +X --------= h7, (A-18) mente al mismo gasto, al que realmente esté pasando
sformación dx2 dy'2 v por la sección en que ocurre el flujo. A l comparar
tpel las di ambas ecuaciones se ve que la permeabilidad en la
de manera Así pues, tal como se anunció, la transformación sección transformada equivalente a la combinación
¿tropa con de coordenadas A - l5 ha permitido reducir la ecua de permeabilidades de la sección real es:
jo que in- ción A-4 a la forma que se presenta en la A-18, que
¡cción pro- es la ecuación de Laplace correspondiente al caso isó (A-21)
tropo. Naturalmente que la transformación de coor
denadas no ha de hacerse sólo en las ecuaciones, sino
O sea que en la sección transformada, al conside
también física y realmente en la secdón bajo estu
rarla isótropa, deberá usarse un valor de la permeabi
dio. Así, la zona de flujo original de la Fig. A-4.a
lidad igual a la media geométrica de las permeabili
se transforma para todos los cálculos subsecuentes en
dades reales; así, en la sección transformada podrá
la región transformada de la Fig. A-4.6 (en la Fig.
I (a)
hacerse cualquier cálculo referente a gasto, obtenien
A-4 se ha supuesto que kx/k — 10-1) ; las dimensio
do el mismo resultado que si se manejase la sección
nes verticales se modifican todas según la ley A-15,
anisótropa y en forma mucho más sencilla.
en tanto que las dimensiones en la dirección hori
zontal no se modifican. La Teoría de la Sección Transformada permite
no volver a preocuparse por los suelos anisótropos,
Es evidente y se deja como un sencillo ejercicio
cuya teoría de flujo como ya se dijó, es, molesta y
al lector, que con la transformación
complicada en sus desarrollos. Cuando un suelo ani
0.317 H (b) sótropo se presente en un caso práctico, se transfor
mará previamente y se le aplicará la teoría de suelos
rm ada. isótropos.
394 Apéndice
T ra z o de la red de f lu jo 395
A y A' j una solución que formaría una mancha uniforme Si n¡ es el número total de canales de flu jo que
son dife- en todas las regiones de flujo; a este modo de pro tiene la red y ne el núm ero de caídas de potencial
por las ceder le faltaría todo valor práctico, pues las solucio que hay en toda la zona de flujo, teniendo en cuen
>erficie); nes obtenidas en los diferentes problemas serán uni ta las dos convenciones que se han seguido para cons
toma el formemente inútiles. Para aspirar a una solución clis- truir la red de flujo, podrá escribirse:
ejemplo, criminativa, que sepa diferenciar un problema de
ulica to flujo de otro, será preciso no trazar todas las líneas
ta repre- de flujo y equipotenciales posibles; en cambio, se
A<7 =
la hori-
ní
trazarán sólo unas cuantas, seleccionadas con un cier (A-23)
2 es una to ritmo útil y conveniente. El problema no es nue h
i ilustra- vo y lo reconocerán de inmediato los lectores fami Ah =
contacto n.
liarizados con la representación gráfica de otros cam
a través pos vectoriales de variable escalar, como el campo
íea equi- donde q y h son el gasto total y la carga perdida en
eléctrico por ejemplo, o la representación de una to
total, en toda la zona de flujo.
pografía con curvas de nivel. L a solución que con
i 1-3. El Así, la ecuación A-22 podrá escribirse:
viene dar en el caso de problemas de flujo es aná
linea de loga a la dada en esos otros casos: fijar; como se ha
roca im dicho, un ritmo para dibujar solamente algunas de n< a
q = kh- — - (A-24)
línea 1-8 las infinitas líneas posibles. La convención más con
ablecerse veniente es la siguiente:
o el con- En la expresión A-24 puede notarse que, puesto
ermeable a) D ibujar las líneas de flujo de manera que el que q, k, h, n¡ y ne son constantes para una red de
gasto que pase por el canal formado entre flujo dada, la relación a/b debe serlo también. Así,
¿presados cada dos de ellas sea el mismo (A q). si han de satisfacerse las dos condiciones que se ha
de línea decidido cumplir, la relación entre el ancho y el lar
b) D ibu jar las líneas equipotenciales de manera
la región go de todos los rectángulos curvilíneos de una red
que la caída de carga hidráulica entre cada
adas esas de flujo debe ser la misma; es decir, todos los rectán
dos de ellas sea la misma (A /;).
ue la re gulos curvilíneos deben ser semejantes y, recíproca
sisten al- mente, el hecho de que se cumpla esta condición de
nteras de Supóngase que se ha trazado la red de flujo cum
semejanza implica que se están satisfaciendo automá
emano y, pliendo los dos requisitos anteriores, de manera que
ticamente las dos condiciones impuestas a la red al
} primer un fragmento de ella, el limitado' por las líneas de
comienzo de esta sección. Nótese también que el úni
flujo y y por las equipotenciales <j>¡ y <j>¡ es tal
co requisito que ha de cumplirse respecto a la rela
como el que se muestra en la Fig. A-6.
zo de la ción a/b, para satisfacer las dos condiciones que fijan
b u jar las Según la ley de Darcy, el gasto A q que pasa por
el ritmo de las líneas de flujo y equipotenciales, es
que cum- el canal vale
que sea constante; por lo demás, la relación a/b,
nplimien- podrá ser cualquier constante. Se antoja así, en aras
, Ah
; simple- A q — ka ------ (A-22) de la sencillez y la elegancia, fijar el valor de a/b pre
tos teóri- b
cisamente como la unidad, que es incuestionablemen
ra es una te la constante más sencilla. Si esto se hace, los rectán
nciales la pues el área media del rectángulo curvilíneo normal gulos curvilíneos se transforman en cuadrados curvilí
al flujo es a (se considera un espesor unitario nor neos, de manera que la red dibujada cum plirá la
mal al plano del p ap el), A/j es la caída constante del condición de que por cada canal pase el mismo gasto
potencial hidráulico entre <¡>¡ y <f>¡ y b es la distancia y de que entre cada dos líneas equipotenciales hava
media recorrida por el agua. la misma caída de potencial, simplemente si las figu
ras definidas por esas líneas son cuadrados. Evidente
mente el cuadrado es la figura más sencilla y conve
íeas equi- niente, con la ventaja adicional de que permite veri
: que por ficar lo bien dibujada que una red esté al golpe de
pasar en vista, lo que no sucedería con los rectángulos, pues
una equi- al variar el tamaño de ellos no se puede decir, sin
t de flujo tomar medidas, si se conservan sus proporciones o
idráulica. se han dibujado diferentes, con el correspondiente
0 llevaría error.
Si se acepta para siempre en adelante que todas
u rn a d e las
las redes de flujo serán de cuadrados, como no se es
: no se ha
5n es que, pecifique otra cosa, la ecuación A-24 podrá escribirse:
la a través
e y no se
fig u ra A-6. Una p o rc ió n de una re d de flu jo . O b te n c ió n de
1 e n suelos.
la fó rm u la p a ra e l c á lc u lo del g asto .
396 Apéndice
íeralmente a ). b ).
nilera pue-
ulo de n„
resultado,
desea que
len con el
cambiando
:n sea por
). No debe
mpleta en
locales pu-
i muy pe-
>acio en la
introducir
:utirán con
as.
en contac- c). d).
unca es ni
F ig u ra A-7. E je m p lo s d e redes d e flu jo .
ie manera
t superficie
irgo, como
superficies de presión, que corresponde a la presión atmosférica A-8 CUADRADOS SINGULARES
: se tengan (Fig. A-8) . Entonces dos puntos de esa superficie
puntos de cortados por dos equipotenciales sucesivas estarán se Hay ocasiones en que dentro de las redes de flu
tenciales. parados verticalmente por una distancia Ah que tie jo las circunstancias geométricas de la región de flu
ne que ser igual a la caída hidráulica entre esas dos jo fuerzan las cosas de manera que se produce una
:onveniente equipotenciales, puesto que por ser igual la carga de singularidad, dando así lugar a cuadrados en la red
se dibujen pesión, la diferencia de carga tiene que traducirse que quedan aparentemente fuera de la regla común.
sten nume- sólo en pérdida de posición. Comoquiera que entre La parte a) de la Fig. A-9 presenta un caso muy
lejar trazos todas las equipotenciales que cortan a la superficie común que, por otra parte, ya se presentó en las
ubieran re- libre hay la misma pérdida de carga, se sigue que redes de la Fig. A-7.
entre todos los puntos en que dichas equipotenciales La frontera superior del fragmento que se repro
es de flujo cortan la superficie libre debe haber la misma dife duce de la región de flujo es una línea equipotencial,
rencia de posiciones o caída de alturas, precisamente en tanto que la inferior lo es de flujo. Ambas líneas
igual a Ah. Este hecho está gráficamente expresado son paralelas, por lo que el cuadrado extremo, de
en la Fig. A-8. at b1 a la izquierda, es un cuadrado abierto de for
r ma singular. Es de notar que de la línea de flujo
que parte de ax a la izquierda pasa el gasto A q, mis
mo que pasa p>or los restantes canales de flujo de la
de flujo la red; si se subdivide en mitades el cuadrado singular
o, en gene- (líneas por los puntos a2 y b2 de la figu ra), por cada
untos estén subdivisión pasará el gasto Aq/2. Si se siguen las
superficies subdivisiones hacia la izquierda podrán obtenerse los
cumplirse, canales por los que pasa la cuarta parte, la octava
i que debe parte, etc., del gasto; puede verse que esos canales
tienden a ser similares hacia la izquierda, en tanto
erta al aire, que el gasto que pasa por ellos disminuye rápida
lisma carga mente. De lo anterior se deduce que la velocidad de
filtración del agua en la zona permeable disminuye
398 A p én d ice
A-9 Ci
Ci
Ah<
de una
presión
través
ble de
á fluje
mentac
b 3 d 2 LINCA f En 1
IMPERMEABLE se ana'
b ).
dos caí
se con;
cialmei
lar las
Supe
dinámi
se dib
línea s
ben t<
perten*
Figura A-9. Cuadrados singulares.
c ). hace p
tiene i
presiói
hacia la izquierda monótonamente, de manera que los siguientes puntos de vista: L a teoría con la que agua e
se acerca asintóticamente a cero. L o anterior pue se ha llegado a la conclusión que se estudia ha sido nula,
de elevarse al grado de regla general, de m odo que ello te
elaborada según la hipótesis de régim en laminar en
puede decirse que cuando una línea de flujo y una cumpl:
el agua y de validez de la ley de Darcy. Esta hipóte
equipotencial son paralelas por una singularidad de sis exige a su vez, según se ha venido insistiendo, ba (C;
una red, en su intersección (punto oo) se reduce a jas velocidades en el agua que fluye; así, esa teoría
cero la velocidad con que el agua se infiltra. no es aplicable a un punto en el que las velocidades Lu
En la parte b ) de la Fig. A-9 se presenta otra sin crecen en form a importante, por lo que no ha de ser ve en
gularidad bastante común en muchas redes. En el aceptada literalmente la conclusión de que la velo punto
punto A concurren una línea de flujo y una equi cidad se hace infinita. L a conclusión que sí puede dicha
potencial, que son colineales; es decir, forman entre extraerse es que en las vecindades de A las velocida Co:
sí un ángulo de 180°, en vez del usual de 90°. T a m en el
des del agua aumenta mucho y el flu jo se concentra,
bién ahora si se subdivide el canal original, en el ble, bí
razón por la cual zonas de este tipo serán zonas crí
que pasa el gasto A q, se obtienen dos canales por de cal
ticas desde el punto de vista de erosiones, arrastres,
cada uno de los que pasa A^/2. La subdivisión pos los pu
etcétera, cuando estén a la salida de la red y el ma
terior permite obtener canales por los que irá pasan recibei
terial no tenga confinamiento.
do la cuarta parte, la octava parte, etc., del gasto. portan
En la Fig. A-9.c se presenta otra singularidad fre
Pero ahora la situación es diferente a la que se tuvo estruel
cuente en las redes de flujo. Ah ora una línea equipo otro li
en el caso a). Si se observa la Fig. A-9.6 se verá que
tencial y una de flujo se cortan a un ángulo a que
la sección de cada canal va siendo bastante menor
es menor de 90°. Puede verse en este caso que al
que la mitad de la -anterior, en tanto que el gasto
que pasa por ella es precisamente la mitad del que hacer las subdivisiones se tiene cada vez un gasto
pasaba por el canal antes de la subdivisión; en con equivalente a la mitad del anterior pasando a través
secuencia, al acercarse al punto A , la velocidad de de una sección que es m a yor q u e la m ita d de la an
infiltración del agua en el suelo debe ir aumentando. terior ; así la velocidad de filtración va disminuyendo
De hecho, esa velocidad aumenta monótonamente monótonamente cuanto más cerca se esté de A, de
hacia A, de manera que en ese punto es, teóricamen manera que en dicho punto se llega a la velocidad
te, infinita. L o anterior también es regla general y cero. L o anterior también es regla general; es decir,
puede decirse ahora que si una línea de flujo y una cuando una equipotencial y una línea de flujo se
equipotencial se unen a un ángulo mayor que 90° cortan por singularidad en la red de flu jo a un án nf = :
(y 180° no es más que un caso particular), en el gulo a < 90°, en el punto de intersección la veloci
punto de unión el agua tiene una velocidad de in dad de filtración del agua vale cero. E l valor a < 90°
filtración infinita. incluye a cero, como se vio al discutir el caso de la
A l considerar el hecho teórico de que la velocidad Fig. A-9.a, que es entonces un caso particular del
en el punto A es infinita, deben tenerse en cuenta que ahora se discute.
C álculo de las presiones hidrodinámicas 399
ecuación A-34:
T e n ie n d o en cuenta el v a lo r de y 'm en la práctica,
ha = m h p (A-36) se dedu ce que para qu e haya tu bificación al n ivel D¿,
supuesto el crítico, es preciso que
Substituyendo este v a lo r en la ecuación A-35, se
tiene: ic = 1 (A-41)
práctica,
úvel Da,
(A-41)
El subdrenaje en las vías terrestres
Acularse
ión con
snfoque,
ocer del
). VIM INTRODUCCION pequeña, de tal suerte que puede afirmarse que, de
jando a un lado regiones excepcionalmente secas,
Todos los ingenieros que tienen que ver con pro cualquier suelo la posee en cualquier parte; cantida
VDICE blemas de estabilidad de masas de tierra en carrete des adicionales de agua ya no modifican la interac
ras, ferrocarriles o aeropistas tienen la sensación fuer ción mecánica entre los granos. Por otra parte, es un
e Suelos. temente arraigada de que el agua juega un papel hecho experimental que la relación entre lluvia y
js I y II. muy importante en los derrumbes, deslizamientos o fallas existe tanto en regiones húmedas, en que los
U.N.A.M. flujos a que tienen que enfrentarse con tanta fre contenidos de agua de los suelos son relativamente
cuencia. Esta sensación resulta evidente, hasta casi altos, como en las más secas, en las que sí pudiera in
94. John convertirse en instinto, puesto que la correlación en vocarse un efecto de humedecimiento.
tre época de lluvias e intensidad de las mismas con Así pues, parece que los mecanismos de actuación
las fallas es infalible, se repite año con año y, ade del agua hay que buscarlos en fenómenos de otra na
más, las señales del efecto del agua que es posible
turaleza y, por cierto, éstos abundan. En prim er lu
ver después de Ta falla son tan claras, que todo in
gar, si los vacíos del suelo están parcialmente llenos
geniero llega a percibir que aquel elemento, cuando
de aire y el contenido de agua del suelo aumenta
de este no se controla con las necesarias precauciones puede
substancialmente, se elim ina parte de la tensión su
ecializada ser uno de sus principales enemigos.
perficial en el interior de la masa, la cual proporcio
Sin embargo, paradójicamente, los verdaderos me
naba al conjunto una cohesión aparente que contri
canismos a través de los que el agua actúa sobre la
low Nets. buía a la estabilidad (ver capítulo I, de esta o b r a ).
estabilidad son poco comprendidos. Es relativamente
En segundo lugar, el aumento del contenido de agua
frecuente que hombres que sienten que el agua in
’.ributions del suelo se refleja en un aumento de su peso, lo cual
ingineers. fluye y que, inclusive, se preocupan de aplicar todo
puede tener repercusiones en la estabilidad general
un conjunto de precauciones contra sus malos efec
de la masa. En tercer lugar, un flujo de agua puede
r through tos, según el dictado de la costumbre o las reglas del
afectar la estabilidad de una masa de suelo al disol
“arte” , malinterpreten notoriamente los modos por
ver cementantes naturales que pudieran existir; éste
iraw Hill los que el agua actúa, o aun los ignoren.
es el caso típico de los loess, en los que frecuente
Terzaghi (R ef. 1) ha señalado que muchos inge
mente los granos se encuentran cementados por car
Addison. nieros a cargo de obras importantes, cuando se ven
bonatos de calcio solubles.
forzados a explicar la influencia del agua en la esta
bilidad de las masas de tierra, hablan de su efecto En añadidura a los tres efectos anteriores, el agua
hn Wiley
lubricante. Com o el propio Terzaghi señala, esta ex que penetra en una masa de suelo y fluye a su tra
plicación es inaceptable por dos razones. En primer vés tiene un cuarto efecto que suele ser, con mucho,
. s. f ., y
ms. John lugar el agua actúa como antilubricante y no como el que más influye en su estabilidad. Este es la ele
lubricante en la inmensa mayoría de los contactos vación del nivel piezométrico que tiene lugar como
icción de entre los minerales que más comúnmente forman los consecuencia del flujo, la que, a su vez, trae consigo
dráulicos. suelos; por ejemplo, el coeficiente de fricción entre un aumento en las presiones neutrales del agua en
dos superficies de cuarzo seco oscila entre 0.17 y 0.20, el suelo, con la correspondiente disminución de la
ng. Capí- pero si el cuarzo está húmedo, el coeficiente de fric resistencia al esfuerzo cortante del mismo.
Editado ción se eleva a algo comprendido entre 0.36 y 0.41. El nivel piezométrico de una cierta masa de sue
Co. 1962. En segundo lugar, la cantidad de agua que se requie lo es el lugar geométrico de las elevaciones que al
hn Wiley re para producir una lubricación completa entre las canzaría el agua en un conjunto de piezómetros ins
partículas de cualquier suelo es sorprendentemente talados en dicha masa. Si h es la elevación piezomé-
403
404 E l subdrenaje en las vías terrestres
trica en un determinado punto de la masa, la pre la arcilla de Londres difícilm ente se encuentra lade je g u n d o ,
sión de poro del agua en ese punto valdrá: ra natural cuya inclinación exceda al talud 6:1. E| ggua ha
efecto de los cambios estructurales progresivos y de sin que «
u = hfm (7-1) la degradación de la resistencia en el material cons el desarr
titutivo de una ladera o un talud es probablemente La m
La resistencia al esfuerzo cortante del suelo en muy importante muchas veces, pero siempre resulta terránea
ese punto será (capítulo I ) : muy difícil de anticipar; la parte que los cambios en saturado
el contenido de agua o el flujo puedan tener en tales poro no
s = c + (o* h yw) tan <¿> = c + efectos constituye uno de los factores más difíciles de del agua
+ (o* — u ) tan <f> (7-2) establecer cuando se analiza la influencia del agua, Apen
pero sin duda éste no debe ser de los de menor im términos
portancia. po de h
La expresión (7-2) ilustra claramente la disminu
ción en resistencia que se tiene con cualquier aumen Finalmente, dentro de la breve revista que se ha el según-
to de h. hecho de las razones por las cuales el agua puede doso que
afectar la estabilidad de una masa de tierra, convie cedimien
Cada época de lluvias suele traer consigo una
ne citar el vaciado rápido (R ef. 3 ), la licuación y san sus f
elevación de h y, correspondien temen te, un desc enso
todo el conjunto de fenómenos a través de los que difícil la
del factor de seguridad de la ladera o el talud; estos
puede producirse tubificación y erosión interna. En sultados
cambios periódicos pueden no tener ninguna influen
los capítulos alusivos de esta obra se ha hecho ya re el agua
cia importante en las condiciones de estabilidad con
ferencia a estos fenómenos. fácilmen
sideradas dentro del marco de la vida útil de la es
L a actitud de los ingenieros en relación al agua caso, sól
tructura, a no ser que el proceso continuado de au
que se infiltra en el subsuelo y afecta sus obras pue vías tern
mento y disminución de los esfuerzos actuantes y el
de expresarse por uno de los dos siguientes criterios: geniero
opuesto en la' resistencia produzcan un descenso gra
dual e irreversible de la resistencia o que un aumen 1. Mantener el agua alejada de las zonas en que obstáculc
to excepcional del contenido de agua haga disminuir puede hacer daño. Es se
también excepcionalmente el parámetro cohesión. De 2. Controlar el agua que entre a las zonas peli da del a
gradaciones de la resistencia con el tiempo han sido grosas por métodos de conducción y eliminación, ras de ti
mencionadas en el capítulo V I de esta obra. Skemp que reciben el nombre genérico de métodos de sub eliminaci
ton (R ef. 2) ha hecho una singular aplicación cuan drenaje (para distinguirlos de los encasillados bajo fáciles p<
titativa de estas ideas al caso de la arcilla de Londres; la denominación de métodos de drenaje, que se refie te, en fo
de acuerdo con un análisis estadístico y con el cálcu ren al control de las aguas superficiales). que sea
lo, un talud vertical de esta arcilla con 6 ó 7 metros Frecuentemente se utilizan soluciones en que se piarse to
de altura se sostiene durante varias semanas, pero un combinan de alguna manera los dos criterios señala ¡ante se
talud 2:1 de la misma altura permanece incólume dos. Los dentellones, los delantales impermeables, las
durante 10 ó 20 años y uno 3:1, siempre dentro de pantallas de inyección, etc., son estructuras que pue
las mismas condiciones, puede permanecer 50 años den servir de ejem plo al primer criterio. Este capí 1 VII-2 A<
sin falla. El propio Skempton ha señalado que en tulo se referirá más bien a obras concebidas con el
E l aj
usualmei
gar, pue
; forma d<
| agua de
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nos y la
los sedir
más abu
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que el £
canes es
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de que
sido sun
perficial
L a c;
E fecto d e la falla de drenaje lateral en un camino.
da deter
r
todo a través de grietas formadas al enfriarse, frac puede variar desde cero hasta dentos de metros, en
turas causadas por deformación y en las soludones zonas particularmente áridas y de relieve abrupto.
de continuidad entre derrames lávicos sucesivos. Bajo la zona de aireadón está la de saturadón, en la
Las rocas ígneas cristalinas y las rocas metamórfi que los poros del suelo están llenos de agua. L a fron
cas suelen ser las menos abundantes en agua y la tera entre las dos zonas es el nivel freático, lugar
que se encuentre procederá de sus fracturas. geométrico de los puntos en que la presión del agua
Las ardllas y los suelos ardllosos son capaces de es la atmosférica. B ajo el nivel freático, la zona de
almacenar enormes cantidades de agua, según se ha saturadón puede extenderse centenares de metros, si
comentado constantemente en esta obra. bien conteniendo cada vez menos agua al aumentar
L a Fig. VII-1 (R ef. 5) muestra esquemáticamen la profundidad, pues los vacíos se van cerrando por
te las diversas formas en que el agua puede estar en el peso de las masas suprayacentes.
e l subsuelo. Ocasionalmente se forman zonas locales de satu
Cerca de la superficie está la zona de aireación, radón sobre estratos impermeables, dando lugar a
en la que los poros del suelo contienen aire y agua; un nivel freático suspendido (Fig. V II-1 ). Tam bién
esta agua se denomina vadosa y constituye el conte puede suceder que el nivel freático subyazga a un
nido de agua de los suelos, en el sentido de la M e estrato impermeable, formando un estrato confinado,
cánica de Suelos. El espesor de la zona de aireadón donde es probable la presenda de agua artesiana, a
T r a n s p ir a c ió n
N.A.F S u s p e n d id o
F o r m a c io n im p e rm e a b le
Ar r o yo F o rm a c ió n permeojíte^
■ N. A. F. */ Regi onal •
For maci ón per meabl e . . f \ *• * .* ' • *. '
La I
duce a ]
rado en
que el í
D o ik
superfici
artesian;
AF MINIMO
r
Figura V I 1-6. PerfiJ geológico
d e un estrato ar
tesiano.
L a Fig. VII-6 muestra un perfil típico que con reproduce algunas de las condiciones que más común
duce a la aparición de artesianismo. U n pozo perfo mente conducen a la aparición de manantiales en
rado en tal acuífero sería un pozo artesiano en el laderas naturales.
que el agua brotaría por sí misma. Las flechas indican el lugar de aparición proba
D onde el nivel de aguas freáticas intercepta a la ble de agua. U n indicio de aparición de agua suele
superficie del terreno o donde puede aflorar agua ser también la existencia de plantas y árboles prefe
artesiana se produce un manantial. La Fig. V I 1-7 rentemente concentrados en una zona.
JMI0ER0
a s de los
i en la s -
¡n formo-
por
410 E l subdrenaje en las vias terrestres
¡lizan hoy
le plástico
-azones de
es predo-
írales, del
eriales na-
i práctica-
oración a
:onvenien-
nto tanto
resistencia
ntes en la
su mani- Falla de un m u ro de reten ción p o r
aratas. Su la fa lta d e m a terial drenante en el
tubos ma respaldo.
nualmente
6n de las
ro en for
je en ellos
Jes deben
ue se han
0 de base
jS requeri- Su uso debe tender a evitarse en las vías terrestres una p artícu la cuyo tam año sea e l D 85 d el su elo p o r
>s so pena por razones de costo y de facilidad de construcción; proteger, se acepta con base en la e x p e rie n c ia q u e
relaciona- tod o el suelo p o r p ro teg er será d eb id a m en te r e te n i
pero esto no siempre es posible, según se comentará
tecnología d o en su posición. En otras palabras, se con sid era
en lo que sigue.
ira el des- to lera b le q u e un 15% en peso d e l suelo p o r p ro te g e r
Se analizarán ahora los principales conceptos y
a elección, tenga tam año m en or q u e los vacíos qu e d e je n e n tre
conclusiones relativos al diseño de filtros, tratando
miares uti- sí las partículas d el filtro .
por separado los dos requerimientos qu e han queda
do consignados en párrafos precedentes. Investigaciones d irigid a s p o r T e r z a g h i y C asagran
mponen a
de (R e f. 9) han establecido la sigu ien te r e g la - p ara
1 granulo-
relacion ar al m aterial d e filt r o con el m a te ria l p o r
)tros, muy
A. Prevención de la erosión interna y d e la proteger:
en la ma-
tubificación
taminacio-
D 1S d el filtro D 1S d el filt r o
n requerí- ^ 4 ó 5 ^ /y j\
La primera regla para evitar la tubificación y la D 85 d el suelo D 15 d el suelo
x»sibilidad
erosión interna es que las partículas del suelo no
ación gra-
queden expuestas a espacios abiertos cuyo tamaño
dentes del A l cu m p lir la p rim era d e las desigualdades a n te
sea mayor que ellas mismas. En la R ef. 8 se hace un
riores se acepta qu e se ev ita la m igra ció n d e las p a r
muy interesante estudio de la influencia de grietas y
V de esta tículas finas d el m a teria l p o r p ro te g e r hacia los h u e
fisuras en el subsuelo rocoso profundo, que condicio
•.erimientos cos d el m aterial filtran te.
nan la forma del relieve superficial, al fugarse a su
L a segunda desigualdad in clu id a en la fó rm u la
través cantidades apreciables de suelos más finos (li
1 filtro en (7-1) garantiza, según la ex p erien cia , la su ficien te
mos, arenas, gravas, etc.) suprayacentes a aquellos
i ser sufi- p e rm ea b ilid a d al filtr o c o m o para q u e n o se d esarro
accidentes.
s finos de llen en é l fuerzas de filtra c ió n de im p orta n cia o p r e
La segunda regla a tomar en cuenta es el sellado
siones de p o ro indeseables.
de cualesquiera grietas, juntas de construcción, con
l filtro de- j tacto entre materiales diversos, etc., que pueda haber Los trabajos m encionados en la R e f. 9 fu e ro n v e
para que en los elementos estructurales de que se haga uso en rificados p o r investigación ex p erim en ta l lle v a d a a
saria para el drenaje general, tales como ductos y alcantarillas; cabo p o r e l U.S. A r m y C orp s o f E n gin eers (R e f .
»u través y por una grieta mal sellada pueden ocurrir in filtra 10) y p o r el U.S. Bureau o f R ecla m a tio n (R e f. 1 1 ).
merar pre- ciones muy serias bajo gradientes hidráulicos muy ele C om o consecuencia d e tales estudios su rgieron a lgu
vados, como consecuencia de las cuales llegan a for nas norm as adicionales para p reven ir la m ig ra c ió n
os pueden marse grandes socavones que hacen in ú til la presen d el suelo p o r p roteger al filtro . E l U.S. A r m y C orp s
:nte a que cia de cualquier filtro. o f Engineers seleccionó al n ú m ero 5 en la p a rte in
ás de una A continuación se presentan algunos criterios con term edia d e la fórm u la (7-1) com o v a lo r a usar y
or permea- cretos, de tipo granulométrico con base en la expe estableció, además, la sigu ien te norm a a d icio n a l:
suelo p°r riencia.
o gradúa- Si los vacíos en los filtros son suficientem ente pe D so d el filtr o
atro capas- queños para im pedir el movimiento a su través de
” , .-------- r ^ 25 (7 -2 )
D so d el suelo
412 E l subdrenaje en las vias terrestres
por proteger. Este requerimiento en cuanto a coefi del filtro puede obtenerse simplemente de la propia
ciente de permeabilidad deberá complementarse do Ley de Darcy:
tando al filtro de una descarga suficientemente libre
hidráulicamente hablando, pues es relativamente co
mún que instalaciones de filtros muy costosas y efi k~ w **>
cientes queden parcialmente anuladas por salidas de
Generalmente habrán de hacerse varios tanteos
fectuosas, en las que se ponen obstáculos al agua.
con varios valores de A, hasta obtener una combina*
Este problema merece particular atención en capas
dón de la permeabilidad y el espesor del filtro que
drenantes bajo pavimentos o en capas rompedoras de
sea satisfactoria.
capilaridad, que se detallan más adelante; en estos
1.a fórmula (7-7) puede también manejarse par
casos los problemas de salida pueden ser graves.
tiendo de valores de permeabilidad que correspondan
A veces la capacidad hidráulica de un dren puede a los materiales de filtro disponibles en un caso dado
incrementarse bastante recurriendo a un filtro de y viendo qué espesores (A ) de filtro han de dispo
más de una capa y en la Ref. 16 se presentan algu nerse.
nas estimaciones de costo que demuestran que en al La estimadón de los gradientes hidráulicos exis
gunos casos un filtro de varias capas puede resultar tentes en el filtro es muy difícil, pues en la expre
más económico que uno formado por una sola, por
este concepto. Este es un punto en el que no convie sión general í = si bien L puede conocerse (es la
ne establecer criterios apriorísticamente o fundados
longitud de toda la trayectoria de descarga del agua
en prejuicios, sino que en todos los casos de duda
en el dren), en cambio el valor de h suele ser des
deberá hacerse un análisis de la capacidad de des
conocido.
carga de varios proyectos alternativos de filtro, uti
La Fig. VII-8 muestra dos redes de flujo típicas
lizando los métodos que proporciona la teoría de
para un flujo vertical de agua ascendente, desde un
flujo de agua, tal como se expone en el Apéndice o
estrato permeable con una ligera carga artesiana, has
como aparece en la Ref. 15. En la misma referencia
ta la corona de una terracería, en la cual se ha colo
se presenta un trabajo debido a A . Casagrande y
cado una capa drenante horizontal; el agua se des
W . L. Shannon (originalmente contenido en la Ref.
aloja por dos subdrenes dispuestos lateralmente.
17) en el que se estudia concretamente el proceso
de drenaje de una capa horizontal, tal como pudiera
ser una base en una carretera o una aeropista; se
contempla un caso de flujo no establecido. Este estu
dio presenta un modo de cálculo que puede dar muy
útiles normas de criterio en muchos casos prácticos.
En términos generales la capacidad de elimina
ción de agua de un dren puede establecerse hacien
do uso de la Ley de Darcy o haciendo un análisis
por medio de redes de flujo; algunos métodos en
uso común combinan ambas herramientas.
Para la aplicadón de la Ley de Darcy ha de co
nocerse la permeabilidad de los suelos que se desea
drenar (k ), bien sea por pruebas de laboratorio o
por pruebas de campo. Esto suele ser la parte más di
fícil de la aplicadón del método, pues en muchos
casos no se tienen tales valores y en la tecnología de
las vías terrestres quizá no se pueda pensar en obte
nerlos en una gran cantidad de situadones prácticas:
En tales casos, la permeabilidad ha de ser estimada,
lo que constituye un trabajo difícil, expuesto a fuer
tes errores; a este respecto pudieran ser útiles las
normas contenidas en la Ref. 18, en la que se dan
criterios, si bien inseguros, para estimar el coefi
ciente de permeabilidad a base de información gra
nulométrica.
Los gradientes hidráulicos medios en el suelo
por proteger y en el material del filtro (i) han de ser
estimados también para poder calcular el gasto que
el dren puede eliminar y, de la misma manera, ha
de poderse disponer de las áreas, normales al flujo
(A ), en que ambos materiales estén en contacto. Figura VII-8. Redes de flujo vertical en mantos permeables
Estimados los datos anteriores, la permeabilidad horizontales (Ref. 7).
414 E l subdrenaje en las vias terrestres
El caso presenta un problem a de flu jo a través dades que delaten escasez de algún tamaño interme Indep
de suelos estratificados, con estratos de diferente na dio. Con el mismo objeto se recomienda que el ma expuestas
turaleza. Este problema se analiza detalladamente en terial filtrante se coloque con cierta humedad, si terio par
la R ef. 19. Si se denomina k¡ al coeficiente de permea bien cuidando no adoptar una que perjudique la fa- jnconven
bilidad del material de filtro y ks al coeficiente de cilidad de lograr una buena compactación. bilidad
permeabilidad del suelo por proteger, en la solución propio r
del problem a incluida en la referencia mencionada, lar exce;
se demuestra que debe cumplirse: E. Disposición de las perforaciones en tuberías van apai
situados
Como se ha dicho, es muy común que en los sis número
temas de subdrenaje haya tubería perforada, embebi pió se r<
da dentro del material filtrante. El objeto del tubo las norm
En donde b es el ancho y c el largo de los rec es evidentemente proporcionar una fácil y rápida do tan f
conducción al agua y el objeto de las perforaciones ¡ultado i
tángulos que constituyen la red de flujo en el mate
es permitir el acceso del agua al interior del tubo. carretera
rial de filtro, supuesto que en el material de terra-
L a Fig. V II-9 muestra la forma más recomendable nar el n
cería (de espesor 0.5D en la Fig. V II-8), que en este
de disponer las perforaciones. las carai
caso es el suelo por proteger, la red de flu jo está
constituida por cuadrados de lado a. N o conviene perforar la parte superior del tubo, por lo t¡
pues ello favorecería la entrada de partículas finas diera u t
L a construcción de la red de flujo en estos casos
del material de filtro; tampoco conviene colocar per Naturali
puede hacerse complicada y aun imposible, si la re
foraciones en la parte más baja del tubo, pues se pro pero en
lación de las permeabilidades de los dos medios es
piciaría la salida del agua captada, cuando su velo sultado :
grande. Si la red puede trazarse, la ecuación (7-8)
cidad disminuya o cuando se tenga un gasto bajo. gido de
sirve para calcular la perm eabilidad necesaria en el
En ocasiones se ha dejado entre secciones de tubería métricas
material de filtro, bien sea dando unas ciertas d i
sin perforar uniones abiertas, utilizadas como alter sos reale
mensiones al filtro y trazando diversos tanteos de
nativa de las perforaciones. Esta práctica debe verse terial di
b
red, con diferentes relaciones — , hasta llegar a un como inadecuada, pues favorece mucho los dos in instituci
c
convenientes que se acaban de anotar. mente d
caso que proporcione una permeabilidad adecuada
En la mayor parte de las instalaciones de subdre experier
para el filtro, o bien comenzando con una relación
naje se utiliza tubería de 10 a 20 cm de diámetro; dación (
k,
— conveniente de acuerdo con los materiales dispo- frecuentemente. el tubo es de concreto, pero pudie go d e qi
ran usarse otros materiales, si así lo sugiriera una se prop
nibles y viendo qué espesor resulta para la capa dre conveniencia económica. En algunas instalaciones es por dos
nante, después de acomodar en ella la red de flu jo peciales, de magnitud tal que llega a producir gran la const
que resuelve el problema. T e n id a la red y las per des gastos, pudieran llegar a ser necesarios tubos de se in clu
meabilidades de los dos materiales puede calcularse diámetros mucho mayores.
el gasto que la capa es capaz de drenar. Las perforaciones, sujetas a las reglas que han
quedado establecidas, suelen tener diámetros del or
den de 5 a 10 mm.
D. Requerim ientos de segregación M alla
capas <
del ter
grande
a la fo
b — Algunos c u rv o s granulom étricas típ ic as y sus correspondientes p e rm e a b ilid a d e s — agua n
aproxim adas. (R ef. 16) capas
i Exi
1
de ser
La Fig. V I I - 1 1 muestra en forma esquemática la una subrasante convencional (cama del co rte), debe ceptor;
utilización de capas, permeables para control de in verse como inconveniente, pues todo suelo colocado la asee
filtración proveniente de la parte superior del pavi bajo la capa drenante tenderá a saturarse, perdiendo inferic
mento y de ascensión de agua proveniente de capas resistencia y ganando capacidad de deformación, por capa c
inferiores, en las que se supone existe una subpresión. lo que el conjunto del pavimento y capa drenante implic
En la parte a de la figura (flujo descendente) podrá tener un mal comportamiento a despecho de existei
como capa drenante se ha utilizado la subbase, for su calidad, al quedar flotando sobre una capa sa bre to
mada por los materiales adecuados. Puesto que se turada. capa í
acepta que no habrá flu jo ascendente está justificado A veces una capa permeable de material grueso que s<
formar la cama del corte con una subrasante que no se coloca en la parte inferior de un pavimento o aun VII-3
tenga calidad especial. en el cuerpo o la parte interior del terraplén, con la se col
En la parte b de la figura se considera un flujo finalidad de interrumpir un proceso de ascensión agua ;
que asciende por subpresión en una roca fracturada. capilar que, de otra manera, terminaría por perjudi constii
Ahora la capa drenante se ha identificado con la car la capa subrasante, la subbase y aún, quizá, la deje .g
subrasante que forma la cama del corte. L a práctica base de dicho pavimento. Estas son las capas rompe tenga
relativamente frecuente de convertir en este caso en doras de capilaridad, cuya función es impedir el ac pilar
drenante también a la subbase, colocándola sobre ceso del agua, pero no drenarla; no son propiamente dora
M étodos de subdrenaje en vías terrestres 417
CARPETA CUNETA
CUNETA
'e te r a s
en cm/seg
capas drenantes. Se trata de poner al m aterial fin o desarrollando para ello los meniscos necesarios en la
del terraplén en contacto con el aire en los huecos zona en que los canales capilares queden en contacto
grandes entre las partículas gruesas, para dar ocasión con aire; para esta condición no sería conveniente,
a la form ación de los m eniscos necesarios para q u e el en principio, que el material de la capa rompedora
Jodes — agua no continúe su ascenso, quedando libres d e ella fuera un auténtico filtro, pues estos materiales tienen
capas de suelos colocadas por encima. todavía una altura capilar que puede ser apreciable.
Existe una diferencia importante entre como ha El razonamiento anterior llevaría a pensar que el
de ser proyectada la capa permeable según sea inter- material ideal para una capa rom pedora de capila
e ) , debe ceptora y eliminadora de un flu jo o rompedora de ridad sea la piedra en fragmentos, relativamente
colocado la ascensión capilar de agua que provenga de niveles grandes y de tamaño uniforme, pero resulta arriesga
erdiendo inferiores. En el primer caso, deberá disponerse la do pensar que cualquier material que se coloque en
:ión, por capa contando con un flu jo de agua a su través. Esto una sección estructural de una vía terrestre tenga una
drenante implica las pendientes transversales necesarias, la sola finalidad y funcione con un único mecanismo.
jecho de existencia de los colectores de tubo perforado y, so El material que se acaba de mencionar trabajaría
capa sa- bre todo, implica que el material constitutivo de la demasiado m al ante un posible flujo, por lo que no
capa sea un auténtico filtro, respetando en todo lo es usual que los ingenieros se inclinen a su uso, de
il grueso que sea posible las normas señaladas en la sección manera que en las capas rompedoras suelen verse
to o aun VII-3 de este capítulo. P o r el contrario, si la capa materiales bastante mejor graduados.
i, con la se coloca para romper el potencial capilar de un Las capas permeables en que se piensa en este lu
ascensión agua ascendente, lo conveniente será que el material gar serán las destinadas a captar flu jo de agua que
perjudi- constitutivo sea granular grueso muy permeable, que desciende de la superficie del pavim ento y acota
quizá, la deje grandes huecos en contacto con el material que mientos, que proviene de los lados de los cortes o
s rompe- tenga potencial capilar; de esta manera, el agua ca que ascienda por subpresión. Algunos de sus aspectos
lir el ac- pilar no podrá ascender a través de la capa rom pe serán análogos a los de una capa rom pedora de ca
píamente dora y quedará confinada en las capas inferiores, pilaridad en que el agua sigue otras leyes.
418 E l subdrenaje en las vias terrestres
o.
05x10 05 R i o 0.5x10
PERMEABILIDAD DEL SUELO, C»/M0
b.
C o pyrigh t»
r
Como y a se ha dicho, es muy común que la capa una faja de pavimento de 300 m de longitud y 1 m
(ver Fig.
permeable diseñada por los procedimientos anterio de ancho.
bilidacles res sea bastante ineficiente en lo que se refiere a E l eje de ordenadas a la izquierda, en ambas fi
desalojar gastos importantes. En aeropuertos suele guras, muestra la infiltración acumulativa en el
> se relá suceder que esta capacidad quede bastante por abajo pavimento, en m3/día.
de la cantidad de agua que pueda estimarse haya de La tabla VII-3 (R ef. 22) muestra infiltraciones a
telo valo-
ser drenada de acuerdo con la precipitación en el través de una carpeta que pueden removerse de un
lugar y esto obliga a la utilización frecuente de mate pavimento, según en éste se coloque o no una capa
ar capas riales excepcionalmente permeables (R ef. 21). Aun permeable eficiente bajo la subbase convencional del
lema co- que se procura que los pavimentos sean relativamen mismo. La infiltración se da en cm de precipitación
:ometrías te estancos, de manera que la mayor parte del agua
i comen-
por hora.
de precipitación sea eliminada por escurrimiento su
mpedora perficial, gracias al bom beo transversal con que se
cm, con Tabla V II-3 (R ef. 22)
Ies dota, el hecho es que ningún pavimento es total
bría que
mente impermeable, de manera que una parte del
elo bajo Relaciones de infiltración teóricas (según redes
agua llovida se infiltra .a través de la carpeta; a ésta
igu a por de flu jo ) que pueden ser drenadas de las
ha de añadirse la que penetra por los acotamientos,
ibrá que capas de un pavimento
frecuentemente bastante más permeables y la que
duración
pudiera provenir del flu jo a través de los suelos ve Relación de infiltración
eralmen-
cinos, como las masas que rodean los cortes, por teórica que puede ser dre
la capa. nada
ejemplo. Ya se mencionó, también, el caso frecuente
de agua ascendente por capilaridad o subpresión. La cm
)tener la
valuación de la cantidad de agua que en un lapso ~h
'iltro. dado pudiera requerir ser drenada es muy compleja.
Los especialistas en pavimentos o la investigación Materia 1 de subbase Permeabi- Sin capa Con capa
correspondiente de laboratorio podrían arrojar al sobre la capa permea- lidad permeable permeable
ú guna luz sobre la relación de infiltración a través de ble. cm cm cm
ACOTAN
de 7.5 cm de e s p e s o r .------- -
K= 12 cm/seg puede eliminar 5.5 mVdía
MATERIA
Capa de 30 cm de espesor.
S
3.5 * I0"zcm/seg
O
<
Capa de90cm de espesor. —
K= 3 5 x I0 '3cm/seg
O Capa de 30 cm de es p es o r.-------
<
oe K= 3.5 x icr\m /seg
Figura VJ
B. Dre
no ta:
Las dos figuras tienen-
0.00 03
0.3 escala logarítmica en am bos- En 1
ejes. montañi
L = LO N G IT U D DE L A CAPA DRENANTE, m.
según 1,
P E N D IE N T E TRAN SVERSAL, 2 % .
nivel fr
rreno, s
Figura VII-13. Capacidad de
do en t;
descarga de ca funda j:
pas drenantes Capa de 7 .5 cm. de espesor.-------- de los <
(Refs. 16 y 22). K= 12 cm/seg puede eliminar 135mtydía
de 30 cm. de e s p e s o r.---------
- 0.5 * I0'^cm/seg
0.0003
0.3
Ls L O N G IT U D DE L A C A P A D R E N A N T E , m
P E N D IE N T E TRAN SV ERSAL, 5 %
b-
CARPETA
o r . --------
ir 5.5 mVdía
K= 3.5 cm/seg
■esor. - -
sor. —
e s o r.-------
TERRENO NATURAL
SELLO
CARPETA
N.A.F ORIGINAL
BASE Y SUBBASE
N.A.F CON DRENAJE
DREN LONGITUDINAL
DREN LONGITUDINAL
Tubo de concreto
V a ria b le
0.60 mm D IM E N S IO N E S EN. M E T R O S 0.6
Figura VII-X7. Sección transversal de un subdrén longitudinal de zanja, se
gún la práctica mexicana. (Secretaría de Obras Públicas.)
o.í
o.<
nerse tres o m ás zanjas, c o m o p o d r á ser el caso en c ie n te d e m a te r ia l d e f ilt r o en el fo n d o d e la zanja h'/d
a:
las a m p lia s secciones d e las au top istas m odernas o c o m o para g a ra n tiz a r u n a p la n tilla estab le, q u e per
en las aerop istas; en estos ú ltim o s casos, es co m ú n m ita d a r al tu b o p e n d ie n te s p erm an en tes y p a ra pro OJ
c o m b in a r la a cció n d e estos d ren es lo n g itu d in a les te g e rlo ; es fre c u e n te con stru ir, en este caso, la plan
con in te rc e p to re s transversales, d e los q u e se h ablará o.
t illa con un c o n c re to p o b re.
p o s te rio rm e n te . L a s zanjas h a n d e ser profu n das y
L a F ig. V I I - 1 8 (R e f . 22) m uestra redes d e flu jo
p ró x im a s si ex is te su b p resión d e agu a b a jo la sec
ció n d e la v ía terrestre. típicas hacia d ren es lo n g itu d in a les d e zan ja.
E l r e lle n o p erm ea b le d e b e rá colocarse com p ac L a F ig. V II- 1 9 (R e f. 22) p ro p o rc io n a u n a rela
tá n d o lo c o n ven ien tem en te, segú n y a se com entó. c ió n en tre la p r o fu n d id a d de las zanjas y la carga F ig u ra
C u a n d o e l terren o en q u e se construyan sea b la n h id rostática q u e p u e d e gen erar el agu a en la zona
d o y h ú m ed o , d eb erá cu idarse d a r u n espesor su fi c o m p ren d id a e n tre dos zanjas paralelas, b a jo la vía
r
V SUBBASE
\JE
: naje
AL
terrestre. La gráfica se ha calculado a partir de redes agua entre las dos zanjas de drenaje con la profun
de flujo y constituye una solución teórica. didad de dichos subdrenes, lo cual es un dato inte
Se reproduce un caso en que bajo un pavimento resante de alto valor práctico.
existe un espesor de suelo d, quizá material de terra- Cuando la subpresión sea alta, consideraciones
cería y bajo él una fuente de agua, en la que ésta como las contenidas en la gráfica de la Fig. V II-19
tiene una subpresión equivalente a la carga h; como llevan a subdrenes muy próximos o muy profundos.
consecuencia, se desarrolla un flujo ascendente. Para En tales casos suele resultar óptima la combinación
I la geometría presentada, la parte b de la Fig. V II-19 de subdrenes longitudinales con capas permeables in
permite relacionar la máxima carga que afecta al tegradas al pavimento de la vía terrestre, pues estas
últimas contribuyen mucho a disipar las presiones
h ' = MAXIMOEXCESO
que puedan desarrollarse en el agua.
De hecho existe fuerte discusión entre los inge
nieros dedicados a estas actividades- entre las virtu
des comparativas de las capas permeables y las de
los drenes longitudinales de zanja. Algunos se incli
nan por la utilización sistemática de las capas permea
bles, aun para captar los flujos provenientes de los
taludes de los cortes; se fundan para ello en la pro
tección completa que dan las capas en toda la su
perficie de apoyo del pavimento y en razones de cos
la zanja to, pues si la capa se integra al pavimento en su
que per- función estructural podría ser, muchas veces, más
para pro- barata, por el costo que significan las excavaciones
la plan- de las zanjas longitudinales, a poco duro que sea el
terreno en que hayan de hacerse. Los partidarios del
subdrén longitudinal le achacan seguridad de ope
de flujo ración y esta estructura tiene a su favor más tradi
ción y mayor número de experiencias.
una reía Los autores de este libro piensan que ambas so
la carga luciones tienen su específico campo de aplicación,
Figura VII-19. Gráfica que relaciona la profundidad del sub
la zona drén y la carga hidrostática que se puede ge que depende mucho de la geometría de la sección
jo la vía nerar entre dos subdrenes (R ef. 22). de la vía, de las trayectorias de flujo de agua, de la
424 El subdrenaje en las vías terrestres
1.5% 1% i/ 1% 1 .5 %
¿ ¡ m í » ____ . l - - - ' i BASE/ ^ TAXEO 1
/ P E R F IL ORIGINAL DEL TERRENO
SUfr-BASE D R E N A J E D E TORMENTA
SUBDREN IN TERCEPTOR
25-30 m 2 5 -3 0 ■ 60.00 m
PERFIL ORIGINAL D EL TERRENO IC A R P E T A IM P E R M E A B LE TRINCHERA
A ____ I.SV» — 2 % 1% f i% L V!\U¿ — I.S'% -----
^ DR EN Á J E 'ffE fÓtfME N TA
BASE S U B IA S E
S U B D R E N IN T E R C EPTOR
I
Métodos de subdrenaje en vias terrestres 425
Dren de penetración
transversal
426 El subdrenaje en las vías terrestres
C om o todos los demás métodos de subdrenaje, L a lo n gitu d necesaria es uno de los factores más
los drenes de penetración transversal no son una pa difíciles de defin ir, sobre todo en áreas en que, com o
nacea de uso universal. Deben instalarse solamente es frecuente en las vías terrestres, no haya suficiente
después de realizar las investigaciones necesarias para inform ación proveniente de program as detallados de
garantizar su efectividad y la economía del m étodo. sondeos. C uando se aplican en un talud de un corte
Esta investigación puede consistir en sondeos, inspec de nueva construcción, puede tenerse una idea bas
ción visual de la zona, estudios geológicos o análisis tante aproxim ada de la lon gitu d requerida dibu jan
de la estabilidad de un talud antes o después de una do un p e rfil del talud con los círculos de desliza
falla o en una com binación de los estudios an terio m iento probables; los drenes deben cubrir con am
res. Se trata de d e fin ir la secuencia geológica de los plitud las masas de suelo susceptibles de deslizarse.
materiales, la existencia y nivel de agua y de deter U n criterio sim ilar puede usarse cuando se desee es
minar, siquiera sea cualitativamente, la mala in flu en tabilizar con drenes de penetración transversal un
cia de ésta. Muchas veces los primeros drenes insta talud ya construido que em piece a moverse o mues
lados son verdaderos tanteos exploratorios, sobre todo tre otros signos de inestabilidad. Cuando exista o se
en zonas en donde no existen sondeos previos. La sospeche que exista una superficie de falla formada,
efectividad queda condicionada a que el agua sea la form a qu e se conozca de ésta o qu e pueda razona
causa principal de problem as de estabilidad y a que blem ente atribuírsele, orientará de inm ediato tanto
se localice de tal m anera que el nivel freático o la la disposición com o la lon gitu d de los drenes nece
ión trans-
línea de corriente superior del flu jo puedan ser in sarios. C uando se desee estabilizar una ladera b ajo
i zona en
terceptados por los drenes. N o deben instalarse cie un terraplén, los drenes deberán llevarse a lon gitud
'evemente
gamente, simplem ente porqu e exista una condición suficiente para cubrir toda la zona susceptible de
de 50 ó
peligrosa en cuanto a estabilidad, inclusive si se ve entrar en conflicto. L a Fig. V II-2 3 presenta croquis
de 100 m.
que el agua subterránea juega un cierto papel. que ilustran gráficam ente los criterios anteriores en
0 en que
Los drenes de penetración transversal deben ins form a general.
Decto.
talarse de manera qu e puedan ser objeto de un man C uando se instalan los drenes transversales sin
¡netración
tenim iento durante la conservación norm al de la vía equ ip o especializado, lo cual es común en países en
. y/o aba-
terrestre. Este m antenim iento consiste en su lim pieza desarrollo, se suele recurrir a equipos convencionales
tensiones,
interior, incluyendo el destapar sus perforaciones. de perforación, que requieren de la inyección de can
uier otro
Para ello existe la m aquinaria apropiada, general tidades bastante grandes de agua. L a difusión de esta
m, usual-
mente a base de cepillos con cerda metálica, integra agua a presión en la masa de suelo puede producir
as fuerzas
dos a máquinas de acción mecánica. Esta necesidad condiciones transitorias pero m uy críticas en la esta
obliga muchas veces a la construcción de túneles o b ilid ad general. En la R ef. 28 se describe muy deta
n son los lladam ente el equipo de perforación utilizado p or el
grandes tubos que proporcionen acceso a la boca de
, especial-
los drenes. D epartam ento de Carreteras de C aliforn ia, que no
aplén. Se
La efectividad de un conjunto de drenes de pe utiliza agua de perforación. En M é x ic o se han insta
>grar bue- lado varias veces drenes de penetración transversal
netración transversal puede medirse registrando las
en masas
variaciones de elevación del espejo del agua en pozos con e q u ip o convencional; la experiencia parece ser
1terna, su que si se ejerce un cuidadoso con trol sobre las op e
de observación estratégicamente dispuestos en la zona
pequeña,
drenada. raciones y sobre el agua inyectada es posible superar
)s cortos;
del otro
•aciami en
riamiento
[uis de su
ección en
JO SIN DRENES
JO CON DRENES
Es c<
nes estai
E. Poz<
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gía de \
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- 0.60
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costoso
servacic
CARRETERA
riesgo i
ocasion
fondo i
este pn
costoso,
plicarse
a dond
que pr
las agu
c .- Corrección de una falla existente
las malas consecuencias de dicha inyección, pero des ble, con agua libre y en tal caso el gasto drenado
de luego se debe considerar siempre preferible no !
podrá ser impresionante; pero también podrá ocu i
utilizar agua de perforación. rrir que los drenes se instalen en formaciones arci
Las dos formaciones en donde es probablemente llosas impermeables, en que logren muy eficientemen
más difícil instalar drenes transversales son las are te abatir las presiones de poro y en que contribuyan
nas finas limosas y los suelos que contienen grandes mucho a la estabilidad, pero colectando cantidades
boleos y fragmentos de roca; la primera por su ten de agua mínimas. El dren transversal lleva la pre
dencia a derrumbarse y formar cavidades durante la sión atmosférica hasta donde penetra y establece una
perforación y la segunda por las dificultades prove zona de influencia con presión creciente hacia la pe
nientes de la dureza y la heterogeneidad, que restan riferia, que produce un beneficio en un cierto volu
eficiencia a la operación y elevan los costos. men de suelo. Dentro de esa zona de influencia, el
Debe entenderse claramente que el objetivo fun agua tiende a fluir hacia el dren, pero la c a n t i d a d
damental de los drenes es abatir las presiones neutra que llegue depende ante todo de la permeabilidad
les en las masas de suelo cuya estabilidad interesa. de la formación. Se ha dicho que en los suelos en
El éxito no necesariamente puede medirse por la que es más interesante abatir la presión de poro pue
cantidad de agua que los drenes colecten. Pudiera den ser masas de arcilla y en ellos difícilmente po
suceder que se interceptase un acuífero muy permea drán esperarse grandes gastos.
Métodos de subdrenaje en vias terrestres 429
Es común que el gasto colectado tenga variacio hacerlo por medio de drenes de penetración trans
nes estacionales. versal. Naturalmente que será muy difícil lograr una
conexión física entre el pozo y el dren transversal,
dadas las imprecisiones de la perforación, pero esta
E. Pozos de alivio limitación quizá no es importante, pues los drenes
transversales pueden captar mucha del agua que tien
Aunque son relativamente escasos en la tecnolo da a acumularse en los pozos y. desde luego, impe
gía de vías terrestres, los pozos de alivio constituyen dirán la generación de presiones neutrales de im
un modo útil de resolver algunos problemas especí portancia.
ficos. Son perforaciones verticales del orden de 0.40 £n el caso de la figura, los pozos se han colocado
— 0.60 m de diámetro, dentro de las cuales se coloca en dos pantallas, con dos hileras en cada pantalla y
un tubo perforado de 10 — 15 cm de diámetro. £1 se ha dispuesto también una doble línea de drenes
espacio anular que queda entre ambos, se rellena con transversales para drenaje.
material de filtro. Los pozos se han construido hasta La Fig. V I 1-25 (Ref. 26) muestra un procedi
de 20 m de profundidad. Se colocan de forma tal miento ingenioso desarrollado por el Departamento
que capten los flujos perjudiciales, o sea ladera arri de Carreteras del Estado de Washington para propor
ba de la zona que se desee proteger. Su misión prin cionar drenaje a los pozos de alivio. Se trata de un
cipal es abatir la presión en el agua existente en ca sifón, cuya única limitación es la profundidad en
pas profundas del subsuelo, a las que no es econó que puede operar, al igual que todos los sifones.
mico o posible llegar por excavación; no suelen ser En la figura se muestran dos alternativas de di
muy efectivos desde el punto de vista de eliminar seño, una metálica y otra con tubo de concreto per
toda el agua contenida por el suelo. forado. £1 sistema puede también usarse en otras
Los pozos deberán tener un sistema que elimine estructuras de drenaje que se comentarán posterior
el agua que drenen, de otro modo sólo serán un ali mente, tales como trincheras estabilizadoras o gale
vio transitorio, pero con el tiempo, al llenarse de rías filtrantes.
agua, se restituirán los niveles y estados de presiones £1 espadamiento entre los pozos de alivio es un
que existían antes de colocarlos. £1 bombeo es, qui factor muy importante, tanto por lo que se refleja
zá, el medio más obvio para lograr tal fin, pero es en la efectividad del sistema, como en su costo. Los
costoso y complica mucho las maniobras de la con espaciamientos comprendidos entre 5 y 10 m son co
servación normal de la vía, por lo que se corre el munes, como también lo es formar la pantalla con
riesgo de que se descuide o abandone. £n algunas dos hileras próximas traslapadas.
ocasiones se ha construido una galería uniendo el £1 método de los pozos de alivio tiene en su con
fondo de los pozos, a modo de un pequeño túnel; tra el costo, que suele ser alto; no es fácil que se
este procedimiento, salvo casos especiales, también es justifiquen económicamente allí donde la perforación
costoso, sobre todo por lo que pueden llegar a com sea dificultosa o, sobre todo, donde el pozo haya de
plicarse las obras de conducción, para llevar las aguas ser ademado, antes de colocar su relleno.
a donde sean inofensivas. La Fig. VII-24 ilustra el La Fig. V1I-26 permite calcular la capacidad de
que probablemente es el mejor medio de eliminar un pozo de alivio para colectar agua, proporcionando
las aguas que colecten los pozos de alivio. Se trata de al mismo tiempo el gasto que ha de ser drenado. Co-
!
30
uT 20
o* 15
< 10
«i
ui 8
4
o
Figura VII-24. Pozos de alivio com binados X 6
con drenes transversales d e
penetración.
UJ
| °
i oc
I °
1
TUBO
0.9 i
360 c -
36
3.6
036 jL
3.5*
rresponde a cálculos teóricos hechos con base en re F. Capas permeables profundas con rem oción
des de flujo. L a parte a de la figura se refiere a un de material F ig u
flujo horizontal que se dirija hacia el pozo desde el
terreno circundante, que se supone saturado. D p es Cuando bajo la zona en que se colocará un terra
El lí
el diámetro del pozo y D t el del tubo perforado; la plén, existe una capa saturada de suelo de mala ca
del mat<
diferencia es el espesor de filtro. La gráfica permite lidad y de espesor relativam ente pequeño (no más
prohibí t
calcular el factor de forma de la red de flujo en de 3 ó 4 m) y debajo de esa capa hay materiales de
importa
torno al tubo perforado, en función de la relación mucha mejor calidad, puede pensarse en rem over to
de los diámetros del tubo y del pozo. Calculado d i talmente el suelo m alo en una faja bajo el camino
cho factor de forma, ei gasto por elim inar será: por construir y en la longitud necesaria. L a Fig.
VII-27 esquematiza una instalación de tal tipo.
Q m kh Ff L (7-10) L a excavación para la remoción podrá recubrirse
con una capa de 50 cm o un metro de m aterial de
donde k es el coeficiente de permeabilidad del ma filtro, disponiendo la correspondiente tubería perfo
terial de filtro colocado; h, la carga hidráulica que rada de captación y un sistema de desfogue. Poste
produce el flu jo (que en general habrá de ser esti riormente, la excavación se rellenará con material
mada) y L es la profundidad del pozo. de buenas características, debidamente compactado.
La parte b de la Fig. VII-26 muestra otra gráfica L a capa drenante colocada evita que el relleno
de interés, referente ahora al gasto que se colecta compactado sufra en el futuro los efectos adversos
en el fondo de un pozo de alivio, cuando el drenaje del agua. Adicionalmente, el sistema perm ite que el
se hace por una galería conectada a dicho fondo o terraplén se apoye a fin de cuentas en terreno fir
por un dren transversal que aflore en esa zona del me, por lo que la solución debe verse com o mixta,
pozo de alivio. El gasto se da en términos de la per entre mejoramiento de terreno de cimentación y sub
meabilidad del filtro y del diámetro del pozo. drenaje.
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Construcción de otra gran trinchera estabi-
lizadora en la autopista Tijuana-Ensenada. fr >.* V " S¡>* ’ ’I■ :"' W
Excavaciói
¿R H H * d V • . ■? ■ - * s •■» i • * '
CAPA DRENANTE
chera de tubos transversales que eliminen sus aguas El fondo de la trinchera deberá tener el ancho
y que deberán alojarse en zanja o en túnel; final suficiente para perm itir la operación eficiente de En
mente, hay ocasiones en que los problemas de des equipo de construcción, lo cual se logra con unos mejora
fogue son tan complicados y conducen a soluciones 4 m. Los taludes de la excavación deberán ser es no de
tan caras que se ha recurrido a elim inar el agua tables durante la construcción, pues el relleno poste
rior elim ina el problem a a largo plazo. Comoquiera L.
captada por la trinchera por m edio de bombeo. Los
que es común que las trincheras se ubiquen donde
autores de este libro no conocen, ningún caso en que
hay mal material, los problemas de estabilidad de 2.
haya tratado de drenarse el fondo de una trinchera
taludes en la excavación no son raros; la rapidez
estabilizadora por medio de drenes de penetración
de la construcción suele ser un buen aliado para su
transversal, pero ésta parece ser una posibilidad que perarlos y en casos extremos se recurre a la construc
pudiera resultar útil en algunas ocasiones; en tal ción por franjas del ancho conveniente, que se van
caso no sería necesaria la tubería perforada y proba rellenando antes de abrir la siguiente.
blemente convendría construir el fondo de la trin El material que rellena la trinchera debe ser de
chera con un sistema apropiado de pendientes y so buena calidad, generalmente proveniente de présta
bre una plantilla más rígida e impermeable, que de m o de banco y debe colocarse con una apropiada
bería ser atravesada por los drenes. compactación por capas.
Métodos de subdrenaje rn vias terrestres 433
En realidad, una trinchera estabilizadora suele para que no sea de falla cualquier superficie
mejorar la estabilidad de un terraplén o de su terre hipotética de deslizamiento que pueda trazar
no de cimentación de varias maneras. se a través de dicha trinchera.
1. Realizando la función drenante que ha que Así pues, la función de cualquier trinchera esta
dado descrita. bilizadora es doble. El subdrenaje que proporciona
2. Realizando un proceso de substituaón de ma mejora desde luego las características mecánicas del
terial, en el cual, se apoya el conjunto terra suelo ladera abajo, al cortar físicamente al flujo y
plén-trinchera en un suelo más firme (parte b también las mejora ladera arriba, abatiendo las pre
de la Fig. V I1-28) o se modifican las condicio siones en el agua en una importante zona de influen
nes de estabilidad de tal modo que cualquier cia. Además, el mejoramiento de las características
posible superficie de deslizamiento resulta tan mecánicas del suelo que se substituye en el relleno
larga y tan profunda que hace irrealizable la crea una restricción mecánica a la falla, que puede
falla (por ejemplo, parle a de la Fig. V1I-28). ser muy importante en muchos casos.
La calidad del material de relleno de la trin Como ejemplo de esta dualidad de acciones pue
chera debe ser lo suficientemente buena como de mencionarse la importante trinchera estabilizado-
Copyrighted material
r
a Pe r f i
b .— Sección de la trinchera
F igu ra VII-29. T rin ch era d e enrocam iento en el km 15 —f- 050 de la autopista T**
uana-
Ensenada, M é x ic o (R e f. 30). ^
I
M é to d o s de s u b d re n a je e n vías terrestres 435
estabili- que se manifestaron en la zona de la carretera T i del km 15 + 050 durante y después de su construc
a estabi- juana-Ensenada que ya se ha mencionado tantas ve ción. Son de notar los enormes movimientos que tu
ces (Refs. 30 y 31). Por razones emanantes de la topo vieron lugar durante el período constructivo, pese a
alla pre- grafía de la zona (parte a de la figura) se utilizó que la excavación se realizó por secciones de no más
contacto una solución que podría describirse como algo m ixto de 10 m de ancho cada una, rellenando cuidadosa
2 lutitas. entre un respaldo de enrocamiento, cuyo efecto esta mente todas las anteriores antes de abrir la siguiente.
dón, así bilizador radica en su peso y una trinchera estabili Es de notar también la extraordinaria respuesta de
i del ca- zadora, con efecto drenante. La gran excavación efec la zona a la solución, la cual se mantiene hasta la
llenar la tuada se rellenó con enrocamiento de alta calidad y fecha (noviem bre de 1973). El comportamiento se
ísistenda se colocaron las correspondientes secciones filtro, para describe con base en los desplazamientos horizontales
10 el me- impedir la impermeabilización del relleno. y verticales de tres puntos, representativos de mu
ón, que L a Fig. V II-3 1 muestra, ejemplificando los dos chos, situados sobre la corona de la autopista. L a v i
mío sor- casos anteriores, el comportamiento de la trinchera sión de los desplazamientos ocurridos hace ver la im-
r
70
50
30
20
15
10
7 C o n s tn
estabili
5 Tiju an
3
nar 1;
que s
LINEA 0E CORRIENTE SUPERIOR
1 H. <
C
proft
a ell;
DE LO S P U N T O S DE C O N T R O L DE L A L I N E A K.
KM 15 0 5 0 . A UT OP I S T A TIJUANA-ENSENADA p re v e
cil el
Figura V II-31. Comportamiento de la trinchera del km 15 -¡-
en o
-f- 050 de la autopista Tijuana-Ensenada, du
rante y después de la construcción (Ref. 30) Figura VII-32. Requerimientos de filtros inclinados (R ef. 7).
La t<
M ¿todos de subdrenaje en vías terrestres 43/
lele tener
pueden
restre; en
I, normal
tadas por
29) pen-
idoras en
las de es-
nones de
> m bajo
a resulta
jilizadora
:ste libro,
uramente
mente la
Construcción de la trinchera
estabilizadora de la Figura VII-30.
flujo sue-
requeri-
esentarse
x a en el
g. VII-32
estilo ob-
. El dato
n reque-
lel suelo
•se como
:a de co-
1 relacio-
Construcción de la trinchera
estabilizadora de la autopista
Tijuana-Ensenada;
nar las permeabilidades requeridas con los espesores cida en el campo de las presas de tierra, p ero es m a
que se proyecten de filtro. yor cada día el uso qu e de ellas se hace en problem as
relacionados con el subdrenaje de vías terrestres, so
H. Galerías filtrantes bre todo en corrección de problemas en zonas ines
tables de grandes proporciones; mucho más raram en
Cuando el agua subterránea se encuentra a una te se construyen com o m étodo preventivo.
profundidad tal que sea im posible pensar en llegar L a galería filtra n te es un túnel d e sección ade
a ella por métodos de excavación a cielo abierto y cuada para p erm itir su propia excavación, localizad o
prevalezcan condiciones topográficas que hagan d ifí en donde se ju zgu e más eficiente para captar y e li
cil el empleo de drenes transversales, se ha recurrido m inar las aguas q u e perjudiquen la estab ilid ad de
en ocasiones a la construcción de galerías filtrantes. un talud o de una ladera natural que se use com o
(Ref. 7). La técnica de estas obras es muy ampliam ente cono terreno de cim entación.
A
438 El subdrenaje en las vias terrestres
n inclinó-
tación de
rnífico re-
la superfi-
sta, la ga-
zona más
más difí-
la norma DRENES DE PENETRACION
lerficie de jA T IJU A N A
p o r even- j
■ilidad de j
; ser muy
e ser dre-' j
,e mucho
. de recu-' j
ponden a
ó en Mé-
e la zona
íe se rea-
y la sec-
bra tiene
itada por
es y por
00 m de
jara está
te- la más
GALERIA FILTRANTE \ /
n o de la
¡ mencio- I GRIETA PERIMETRAL
fa lla que
ítrucción,
'os máxi-
sobre la
ar, en la
de la su-
itita sana
jsible de-
ón inter- j
ocurrían
drenante,
>u efecto
fue no menos dramática que la falla misma; los mo meros 30 m, por razones de costo. La galería se dre
vimientos se detuvieron por completo, sin que se na por bombeo en su boca.
haya registrado ninguno hasta el momento presente La Fig. VII-36 muestra una planta de la zona de
(1973). falla del km 15 + 500 de la misma autopista T i
La galería se comenzó con un gran tubo metálico juana-Ensenada, donde se ha construido otra impor
tipo ARMCO (1.80 m de diámetro), embebido en tante galería filtrante, ahora en forma de T . En la
material de filtro, hasta completar una excavación misma figura se muestra la localización de 10 incli-
total del orden de 2.50 m de diámetro. Esta sección nómetros que permitieron conocer con bastante de
Tijuana-
se cambió a la de la Fig. VII-35 a partir de los pri talle la configuración interior de la superficie de
1
440 E l subdrenaje en las vías terrestres
+120
NOTA:
LAS PER
j , SERAN /
: LAS PER
LUTITA
L O N G IT U D APROX. 2 0 0 m.
TERRAPLEN TUBERIA
Y 4 mD
ES PAC I.
¡ CADA t
MAR
GALERIA FILTRANTE
falla preexistente. La Fig. VII-37 muestra los datos construyó para drenar la zona aparece dibujada en
típicos de desplazamiento horizontal registrados por planta en la Fig. VII-36 y en perfil esquemático en
uno de los inclinómetros. la Fig. VII-38 (naturalmente en este sentido esta úl
La Fig. VII-38 proporciona la forma aproximada tima figura no es fiel, pues la galería no se desarro
de la superficie de falla en una de las secciones en lla exactamente sobre la sección de falla dibujada).
que fue determinada. El nivel cero corresponde al En la Fig. VII-39 aparece la sección constructiva
Océano Pacífico. Dicha superficie de falla se desarro de la galería; puede verse que su capacidad drenante
llaba también básicamente en un contacto entre de se reforzó por medio de un abanico de drenes de pe
pósitos de talud y un manto muy potente de lutita. netración, de tubo perforado, que se llevaron hasta
Se construyó en el sitio un terraplén de 17 m de interceptar la superficie de falla.
altura para la autopista. La galería filtrante que se La Fig. V I1-40 muestra la variación del nivel de
aguas freáticas en dos puntos de la zona de influen
cia de la galería filtrante; nótese que ésta fue muy
marcada en el pozo 1-4 (Fig. VII-36) muy próximo
a la T de la galería y menos marcada, pero también
consistente en el pozo 1-6, mucho más alejado. Re- salta 1
netrac
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Fig. A
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V H -5
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Boca de la galería filtrante del km 19 -f* 200 de Ia autopista Interior de la galería filtrante del km 15 -f- 500 de la
satur
Tijuana-Ensenada. autopista Tijuana-Ensenada.
Efectos capilares en el subdrenaje 441
nota:
LAS PERFORACIONES A y C
SERAN ALTERNADAS CON
U S PERFORACIONES B y D
CONCRETO
TU8ERIA DE 5cmC”)
Y 4 m DE LONGITUD
ESP A C IA D A S A -,
CADA 2 m
M AMPOSTERA JU M EA D A
CON MORTERO
P IS O O E MAMPOSTERIA
salta la influencia de los abanicos de drenes de pe ese nivel tiene un grado de saturación menor y aun
netración, sobre todo en las zonas próximas a la gale cuando las fuerzas de gravedad y de viscosidad si
ría. En el momento presente (1975), el nivel freático guen jugando un papel importante, en las zonas
parece estar próximo a una estabilización definitiva situadas sobre el nivel freático las fuerzas capilares
y los movimientos de la zona fallada se han deteni intervienen también vigorosamente. Estas fuerzas fue
do muy satisfactoriamente, según se hace ver en la ron someramente analizadas en el capítulo I de esta
Fig. V1I-41, en la que se muestran aquéllos para los obra e incluyen efectos de tensión superficial y de
mismos puntos 1*4 e 1-6. Debe notarse la respuesta interacción fisicoquímica entre el agua y las paredes
relativamente lenta de los movimientos a la presen minerales de los canalículos en el suelo. Las Refs. 32
cia de la galería, sobre todo en los puntos más ale y 33 contemplan algo de los aspectos teóricos de los
jados de ella. mecanismos a través de los cuales es posible estudiar
estos fenómenos.
Las fuerzas resultantes de los efectos de tensión
VU-5 EFECTOS CAPILARES EN EL SUBDRENAJE superficial son de tensión en el agua y generan pre
siones de poro negativas; esa tensión aumenta cuando
Sobre el nivel de aguas freáticas se tiene un pa el grado de saturación disminuye. En la zona de. sa
norama algo más complejo para explicar la presencia turación parcial, sobre la altura capilar del suelo,
del agua, sus efectos y su movimiento. £1 suelo está existe también agua vaporizada; la tensión de vapor
saturado hasta la altura capilar, pero por arriba de disminuye cuando la temperatura disminuye también.
Copyrighted material
442 E l subdrenaje en las vías terrestres
La Fig. V I 1-42 (R ef. 54) muestra la condición de Esta es la razón por la cual en las regiones ári
equilibrio del agua sobre el nivel freático. Dentro das y de intensa acción solar ocurre un continuo flujo
de la altura capilar (he) el suelo se encuentra, como de agua hada la superficie de los suelos. E l agua
se dijo, saturado; existe continuidad en el agua y la ascendente arrastra sales, que quedan en la zona de
presión en ella sigue una ley hidrostática. Sobre esta saturación parcial como residuo de la evaporación
zona está otra de saturadón parcial, en la cual el del agua.
grado de saturación disminuye rápidamente con la El aumento de la concentración de sales en las
altura y en la que el agua ya no Uena todos los va* capas superiores del suelo puede contribuir a su ce
dos, a pesar de lo cual guarda todavía continuidad mentación y a hacerlo impermeable.
en los contactos intercomunicados de los granos del U n efecto similar al de la evaporación en las re
suelo. giones áridas lo puede causar en regiones húmedas
En esta zona, el esfuerzo efectivo ya no es el total la pérdida de agua superficial por evapo-transpira-
menos la presión en el agua, puesto que este último d ón intensa en la capa de cobertura vegetal.
esfuerzo no actúa sobre toda el área de los vados. El calentamiento de la superficie del suelo por ac
Todavía por arriba de la zona de saturadón par ción solar aumenta la evaporación y acelera corres
d al con continuidad en el agua hay otra zona con pondientemente el flujo ascendente. En suelos arci
saturadón también pardal, pero con grado de satu llosos compresibles, los aumentos de tensión capilar
radón aún menor y decreciente con la altura, en la producen contracción y agrietamiento. A veces, la
que se rompe ya la continuidad en el agua y, por lo vegetación al chupar agua, puede producir un efecto
tanto, en la que ya no se puede hablar de ley hidros similar al de la evaporación, creándose zonas de con
tática de presión. En esta zona el agua desarrolla me tracción volumétrica importante en torno a muchas
niscos en los contactos entre los granos y el esfuer especies de árboles.
zo en el agua depende del radio del menisco des Cuando se coloca una estructura sobre el terreno
arrollado. natural se dificulta la evaporadón en el área cubier
En toda la zona de saturadón pardal, tanto don ta; de hecho, un terraplén puede prácticamente im
de hay como donde no hay continuidad en el agua, pedir la evaporadón bajo él. El equilibrio estático
existe agua vaporizada susceptible de moverse. El se alcanza ahora con una elevadón de la línea de sa-
E fectos capilares en el subd renaje 443
e mueva
que pue-
ficial re-
iores del ¡
le hume-
isminuye
se eleva,
ipilar en
iy conti- I
i capilar
notas :
y no ha- Elevaciones re fe rid o s al
, aumen- nivel m edio del mar.
pondien- j I. ¡n c lin o 'm e fro s
>as supe- |
únuye el ! TR A Z A APRO XIM A D A DE LA
i los ra- S U P E R F IC IE D E F A L L A .
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secuencia
i un gra- j
LINEA z \ LINEA
ones añ
in o flujo turación capilar, lo cual suele tener consecuencias un aum ento en el radio de los m eniscos, con la co
El agua bien conocidas, emanantes del cambio de propieda rrespondiente reducción de la ten sión capilar, de m a
zona de des mecánicas de los suelos con el aum ento del con nera q u e la altura de ascensión descenderá, p rod u
tporación tenido de agua (parte b de la Fig. VII-43). El efecto ciéndose un a alim entación del agua subterránea.
anterior se planteará lógicam ente con mayor rigor en En las arenas los cambios d e ten sión capilar son
es en las zonas de intensa acción solar, en las que la evapora com parativam ente pequeños en tod os los casos, pues
a su ce- ción que se impide era m uy importante; precisam en lo grande d e los vacíos del su elo lim ita la m agn itu d
te el aumento del contenido de agua de suelos p róxi de esos esfuerzos. Ix>s efectos son m u ch o m ás n o to
sn las re- mos a la superficie puede tener en estos lugares las rios en las arcillas. La proxim idad d e l n iv e l freático
húmedas consecuencias más relevantes, pues es lógico pensar a la su perficie d el terreno es tam b ién d eterm inan te
transpira- que los suelos finos de estas zonas estaban origin al en la m a g n itu d de estos efectos. N iv e le s freáticos
mente altamente desecados, por lo que efectos tales muy p rofu n dos seguram ente n o p ro p icia n cam bios
lo por ac como la expansión pueden mostrarse con la m áxim a im portantes en los contenidos d e agua superficiales,
ra córres importancia. aun en los lugares de mayor acción solar y aun cu an
elos arci* Si la temperatura sobre la superficie del terreno do se im p erm eabilicen áreas im p ortan tes d e la su
n capilar disminuye mucho y con brusquedad podrán ocurrir perficie.
veces, la también los mecanismos mostrados en la parte b de Los diferentes sistemas de subdrenaje q u e se han
un efecto la Fig. VII-43. La tensión capilar aumenta en este discutido en este capítulo darán salid a al agua co n
:s de con- caso en un valor Au al nivel hc y correspondientem en tenida en el su elo, siem pre y cu an d o en la inm ediata
i muchas te se produce una elevación capilar hasta el nuevo vecindad d el dren las presiones en e l agua sean igu a
nivel hc les o superiores a la atm osférica, la cu al p u ed e con
:1 terreno La parte c de la Fig. VII-43 muestra otro caso siderarse q u e prevalece en el in terior d e d ich o dren
ia cubier- que tiene interés en la práctica de las vías terrestres en prim era aproxim ación y si éste satisface los re
iente im- y que corresponde al aum ento del grado de satura quisitos d e perm eabilidad con ven ien tem en te; pero
:> estático ción del suelo próxim o a la superficie por infiltración no drenarán agua alguna de aq u ellas zonas en que el
íea de sa de agua, por ejemplo de lluvia. Ahora se producirá agua se en cu en tre a presión m en or q u e la a t m o s f é -
Figura VII-37. Posición de la superficie de falla dada por un inclinómetro. km 15 -f-
-f- 500 de la autopista Tijuana-Ensenada (Ref. 30). I
E
=f
0+800 0 +700 0+600 0 + 500 0+400
rrlOO -----
SUPERFICIE DE FALLA
-80 ---
DEL
ELEVACION
wu--40
Figura VII-38. Perfil de la falla del km 15 -j- 500 de la autopista Tijuana-Ensenada, mostrando la galería filtrante (Ref. 30).
Figura VII-39. Secdón de la galería filtrante del km 15 -j- 500 de la autopista T iju a n a -
Ensenada (Ref. 80).
N. A .
DEL
E L E V A C IO N
G op yrighte d material
446 E l subdrenaje en las vías terrestres
rica, o sea d on de el agua esté a tensión (zonas de férica, se crea un gradiente en la zona vecina hacia
agua capilar). C uando se construye una obra de sub e l dren y e l agua flu ye hacia éste. P o r lo q u e antece
drenaje, com o p o r ejem p lo un dren de penetración d e queda claro q u e e l subdrenaje sólo será efectivo
transversal lo qu e se está haciendo es introducir en y, p o r lo tanto sólo deberá construirse, en zonas b a jo
e l suelo una lín ea a la presión atmosférica, p o r lo e l n ivel freático, donde la presión d e l agua es siem
qu e dicho dren introduce en la zona de flu jo una pre igu al o m ayor q u e la presión atm osférica. A rrib a
frontera d e presión hidrostática nula. Si la presión d el n ivel freático e l agua está a tensión capilar y
en el agua alrededor d e l dren es m ayor qu e la atmos estos esfuerzos de tensión generan, p o r reacción.
Copyright©
Efectos capilares en el subdrenaje 447
t I t t i i 1 1 M i l
Evaporación Frió Infiltración por lluvia
Auaento el tspesor de scfuroddw
Nivd de soturocióh en equilibrio /
nivel de soturockw en equilibrio »* y *
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Figura VIMS. Casos de flujo capilar (Ref.
34 ). .'A
a.— Flujo capilar inducido b.- Rujo capilar inducido c.- Flujo capilar Inducido
por evaporación. por enfriamiento en la su* por infiitrackih de agua -
perfiáe. en la superficie.
compresiones entre las partículas de la estructura só el agua, que han aumentado los esfuerzos efectivos
lida, incrementándose correspondientemente los es en la masa de suelo al producir, como reacción, com
fuerzos efectivos entre ellas; esta situación favorece presiones en la estructura mineral del mismo. Este
la estabilidad general de los suelos y colocar allí un efecto benéfico para la estabilidad del corte es inde
dren sería contraproducente además de ineficiente. pendiente de la reorientación favorable de las fuer
De hecho, lo que se busca al construir un subdrén, zas de filtradón que el subdrén también produce.
además de eliminar el agua gravitacional, es cambiar Para concluir estos comentarios en torno a la in
el estado de esfuerzos neutrales en una cierta zona fluencia de la física de superficies en los procesos de
de suelo saturado abatiendo las presiones en el agua subdrenaje, conviene dedicar alguna atención a la
y convirtiéndolas en esfuerzos de tensión. La Fig. influencia en estos fenómenos de la humedad rela
VII-44 (Ref. 35) muestra cómo logra esta finalidad un tiva del ambiente y de la posibilidad de su conden
dren transversal de penetración. sación. La experiencia demuestra que existe una re
En la figura se supone que se ha practicado un lación espedfica entre la humedad relativa ambiente
corte en un terreno arcilloso cuyo nivel freático ocu y el esfuerzo del agua en el suelo cercano a la super
paba la posición I; el solo hecho de practicar el cor ficie. Si en un cierto lugar la humedad relativa am
te ha introducido un cambio en la posición de dicha biente fuese sistemáticamente de 100% y el suelo
capa que pasará a la indicada por II. Independiente fuera arcilloso, el nivel freático tendería a ser muy
mente, el corte abierto, en el que obviamente pre cercano a la superficie, de no coinddir con ésta. Re-
valece la presión atmosférica, atraerá hacia él un dprocamente, un subsuelo ardlloso con nivel freático
flujo del agua vecina. Este es un efecto importante muy cercano a la superficie habla muy probablemen
que ha de estar siempre en el trasfondo mental de te de unas condiciones de humedad ambiental próxi
los ingenieros que trabajan en vías terrestres: todo mas a la saturación. También, una humedad relati
corte practicado por abajo del nivel freático origi va muy baja, usual en derto lugar, implica un nivel
nal constituye por sí mismo un dren, en el sentido freático muy profundo en ese lugar.
de que es un polo de atracción de las aguas que en Las reladones anteriores tienen su importancia
las masas de suelo vecinas se encuentren a una pre sobre todo en la posibilidad de que lleguen a satu
sión mayor que la atmosférica; por ello los cortes se rarse mantos de suelo en contacto o en proximidad
rán siempre lugares de afloramiento natural de agua al terreno natural tal como es el caso típico de los
y, por ello también, los suelos en que se practican pavimentos. Una humedad relativa alta con un sub
los cortes tienden siempre a aumentar su contenido suelo arcilloso determinará la necesidad de que bases
de agua, con las correspondientes consecuencias en y subbases tengan potencial capilar mínimo, por exis
la estabilidad general de la estructura. tir fuerte tendencia a la saturación por capilaridad
Siempre con referencia a la Fig. VII-44, supón con el tiempo, aunque ellas mismas u otras capas de
gase ahora que se coloca un dren transversal como el suelo subyacente que se hayan colocado en el lugar
que se ve en la parte c; el nivel freático adoptará lo hayan sido con contenidos de agua relativamente
un perfil similar al I I I y en toda la zona rayada de bajos; en estos casos es preciso que exista alguna capa
la figura se habrán substituido presiones neutrales de aislante del efecto capilar o rompedora de la capila
un valor superior a la atmosférica por tensiones en ridad. Siguiendo el criterio de Terzaghi (R ef. S6 y
Copyrighíed materia)
(BLiaiELU pamfiuAdoo
‘ dentro de los grupos de ingenieros que actúan en que se le asigne una eficacia también interm edia en
■juna misma época y en un m ism o país. Naturalmen- los análisis previos de juicio.
ue, todo el m undo está de acuerdo, en principio, en De lo anterior se desprende que la fija ció n de una
¿que el subdrenaje es conveniente y beneficioso, pero política de subdrenaje en un caso dado y, con mucha
Sel subdrenaje tiene un costo y muchas veces bastante m ayor razón, la fija c ió n de una política general en
¡elevado y los criterios se diversifican precisamente torno a estos problem as, necesariamente ha de tener
I en el m om ento en que ha de llegarse a la evaluación mucho de subjetivo. C om o siempre, el criterio del in
I subjetiva de cuanto reditúan los beneficios en com- geniero, com o ser hum ano y entidad social, viene a
Jparación al costo del subdrenaje. Las diferencias en ju gar el papel fundam ental en el trasfondo de todos
¡criterio son tan marcadas que hay ingenieros para los análisis.
¡los que el subdrenaje es una parte constitutiva de la Los autores de este libro piensan que muchas de
| rutina del proyecto y construcción de una carretera, las dudas y controversias que se suscitan en torno al
I tal com o lo pueda ser el drenaje superficial o el uso subdrenaje p rovien en de no haber ponderado ade
jd e la compactación, en tanto que hay instituciones cuadamente su p a p el y sus funciones. Es una creencia
J enteras y aún países en los que rara vez se contem- común que e l o b je tiv o principal o único de una
3 pía, si alguna, la necesidad de em plearlo. Se escucha obra de subdrenaje es elim inar agua, de m anera que
1 con frecuencia, sobre todo en los que en la actualidad sólo debe pensarse en é l en lugares en don de la pre
I han dado en llamarse países en desarrollo, que el sencia de ésta en grandes cantidades sea evidente y
1 subdrenaje es lu jo de ricos. Este razonamiento pare- deberá considerarse fracasada una obra de subdrena
|ce carente de base; si el subdrenaje es benéfico y si je en cuya salida no se observe un afloram ien to cuan
} su función es trascendental, será más bien necesidad tioso de tal elem ento. A l comienzo de este capítulo
I de pobres, pues las naciones no sobradas de recursos y en otras muchas partes de esta obra, se ha estable
1 (aceptando que haya alguna que lo esté) tendrán, cido que el o b je tiv o fundamental de una obra de
I si cabe m ayor obligación de garantizar la fuerte in- subdrenaje no es precisamente ése, sino el de m od ifi
f versión que una carretera representa. Si el subdre- car' un estado de presiones neutrales que, com o con
¡ naje no tiene una función im portante, entonces no secuencia de las leyes generales de la M ecánica de
1 será lu jo de ricos, sino derroche de estúpidos. Pare- Suelos, sea poco favorable para la estabilidad de una
| ce pues evidente que el problem a no debe plantear- masa de suelo y, tam bién, hacer cambiar la dirección
j se en términos de riqueza relativa, sino, yendo a las de las fuerzas de filtración, de manera que sus efec
raíces tecnológicas del problema, en términos del be- tos se hagan inofensivos o mejoren, en relación a la
i neficio que con el subdrenaje se obtenga para la ca- estabilidad del conjunto. A l m ejorar las condiciones
1 rretera, situado este último, claro está, en relación al de resistencia y el planteam iento de las fuerzas de
| costo que haya de erogarse para obtener tal benefi- filtración, tiene qu e ser posible llegar en cada caso
] ció y al costo que se erogaría de no existir el sub- particular a secciones no sólo más seguras, sino tam
I 1 drenaje, una vez que se hayan planteado las conse- bién más económicas, en el sentido de involucrar
| cuencias que ello acarrearía en el com portam iento de menores m ovim ientos de tierras, lo que se traducirá
J T ID O DE
¡ FUERZAS | la carretera. en ahorros de inversión.
“ILTRACION
A l intentar plantear las relaciones beneficio-costo Los autores tam bién piensan que e l subdrenaje
i y las alternativas de com portam iento que en los ren es en p rin cip io dem asiado costoso com o para adop
glones antecedentes han quedado insinuadas suelen tarlo como norm a de rutina invariable, pero opinan
comenzar las dificultades. P o r ejem plo, a despecho que está hoy fu era de toda duda razonable su nece
de la gran cantidad de armas teóricas que hoy va sidad técnica y económ ica en muchos casos. T a n to
habiendo, sigue siendo d ifíc il cuantificar con preci para m ejorar la estabilidad de taludes y laderas na
sión el beneficio de una determ inada obra de sub turales, com o para proteger pavimentos y dar estabi
drenaje; es d ifíc il en muchos casos establecer el cam lidad general a las terracerías, el subdrenaje es un
bio del factor de seguridad de una cierta parte del arma valiosa, q u e debe tenerse siempre en m ente y
conjunto estructural de un cam ino o de un tramo cuya justificación económ ica es frecuentem ente in
de éste si es que tuviera sentido extender el concepto discutible. Q u eda en pie entonces com o único punto
de factor de seguridad a la diversidad de conceptos a considerar con to d o cuidado el cuándo ha de em
que defin en el com portam iento de todo un tramo de plearse. C om oqu iera que es tan com ún en carrete
camino. L o anterior es cierto independientem ente ras la necesidad de trabajar con inform ación somera,
de que la teoría de flu jo de agua a través de los sue producto de exp loración y muestreo m ínim os y con
los se ha desarrollado mucho en los últimos años y ayuda de lab oratorio necesariamente lim itada, se lle
de que se han perfeccionado en n o menor m edida ga una vez más en este punto, al igual qu e en otros
nuy dife- los métodos de exploración disponibles. ya mencionados a lo largo de esta obra, a la necesi
tro de la A ú n más d ifícil suele ser llegar a un panorama dad de que los estudios geotécnicos que se hagan
i hablan- confiable en lo referente a las alternativas de com para la carretera en la etapa de proyecto estén a car
nas; tam- portam iento de un cierto tram o de carretera si en go de ingenieros con la suficiente inform ación en el
logías en él no se usa ningún subdrenaje, si se utilizan solu campo de la M ecánica de Suelos y de la tecnología
s común ciones muy completas y elaboradas o si el subdrenaje de los pavim entos com o para ser capaces de produ
aloración se realiza con base en soluciones intermedias, a las cir las necesarias recomendaciones de subdrenaje allí
450 E l subdrenaje en las vias terrestres
donde sean necesarias, asi como de detectar proble tringir así los cambios volumétricos del material y
mas de este estilo para profundizar las exploraciones orientar favorablemente las fuerzas de filtración. A l
en aquellos lugares en que no existan los elementos variar el estado de esfuerzos hidrostáticos en el agua
de ju icio necesarios para dar una recomendación fir en la zona del talud se obtiene una gran ventaja, aun
me con base en la información de rutina. En obras cuando el sistema de subdrenaje no seque los suelos.
ya construidas, estos mismos ingenieros deben te L o anterior es evidente si se recuerda que la resis
ner la suficiente capacidad de diagnóstico para ana tencia de los suelos depende fundamentalmente de
lizar los lugares de comportamiento inadecuado y los esfuerzos efectivos a que están sujetos y no de los
las fallas producidas detectando sus causas y produ totales.
ciendo las correspondientes recomendaciones de sub En e l caso de terraplenes, las necesidades de sub
drenaje en todos aquellos casos en que, como es tan drenaje en el terreno en que se apoyan pueden ex
común en la práctica, sea el agua subterránea el ori ponerse en base a mecanismos similares. A l colocar
gen de los problemas. un terraplén sobre una ladera se aumentan los es
L a alternativa extrema a no emplear el subdrena fuerzos cortantes actuantes en ella, así como los
je es obviamente e l deslizamiento de una ladera, la esfuerzos normales, pero por ser la pendiente del ta
falla d e un talud o la destrucción de un pavimento. lud del terraplén mayor que la del terreno natural,
Estos eventos tienen muy diferente peso de acuerdo el aumento de los esfuerzos cortantes no se ve debi
con la importancia económico-social de la carretera damente compensado por el aumento de resistencia
en que puedan llegar a suceder. En este sentido, la del terreno al esfuerzo cortante, debida al incremento
importancia de la vía y el m onto de bienes y ser de los esfuerzos normales; así, la estabilidad de la
vicios que por ella se mueven, deben condicionar en ladera disminuye y una manera racional y eficiente
cierta medida el criterio de frecuencia e intensidad de aumentarla es hacer crecer los esfuerzos efectivos
de aplicación de normas de subdrenaje. De lo ante actuantes, lo cual se logrará si se hacen disminuir
rior no debe concluirse que en caminos de bajo trán los esfuerzos neutrales en e l agua que llena los va
sito o de bajo nivel económico de servicios, tan co cíos del suelo de la ladera.
munes en los países en desarrollo, no deba emplearse Cuando el agua tiende a aflorar bajo la superfi
el subdrenaje, pues muchas veces éste llega a tener cie de rodamiento, tal com o ocurre en e l fondo de
tal importancia que representa el ser o no ser de la la excavación que se practique para un corte en ca
vía, lo que simplemente debe quedar establecido es jón, pueden resultar perjudicadas las capas que cons
que en tales obras una falla o una superficie de ro tituirán las capas de rodamiento. Por supuesto no es
damiento en condiciones precarias de transitabilidad ésta la única causa por la cual puede aumentar el
tiene una importancia diferente de la que tendrían contenido de agua en estas capas, pero si puede lle
en un camino fundamental desde el punto de vista gar a ser de las más importantes. A l actuar la carga
económico. Se insiste, sin embargo, de que cl sub rodante sobre el pavimento se transmiten esfuerzos
drenaje muchas veces juega un papel independiente normales y cortantes a la base, a la subbase y a la
de los indicadores con base en los cuales se juzgue la capa subrasante; si estas capas están secas o su hume
importancia relativa de la carretera, en el sentido de dad es baja, los esfuerzos normales serán tomados
que de él depende, dentro de un costo razonable in por la etructura granular y la resistencia al esfuerzo
genien lmente hablando, la existencia misma de la cortante aumentará al unísono con la solicitación,
obra. pero si la base y demás capas están saturadas, parte
Los objetivos del subdrenaje en carreteras son li de los esfuerzos normales serán transmitidos al agua
geramente diferentes en los cortes, en los terraple y no contribuirán a crear resistencia al esfuerzo cor
nes o en la superficie de rodamiento. tante, teniendo que ser soportada la carga exterior
A l construir un corte el agua tiende a aflorar en sólo por la resistencia generada por los esfuerzos nor
las paredes de su talud, según se dijo. L a construc males debidos al peso propio de las capas de pavi
ción ha m odificado la frontera exterior de esfuerzos mento, qu e son bajos. En este caso las obras de sub
nulos; se ha efectuado una descarga del terreno na drenaje deben estar orientadas a lograr que la base,
tural, que produce una disminución de los esfuerzos la subbase y la subrasante tengan bajos grados de
normales y un aumento de los esfuerzos cortantes en saturación.
e l terreno localizado inmediatamente detrás y debajo El planteamiento de un adecuado sistema de sub
de la excavación; la disminución de los esfuerzos nor drenaje requiere de buena información sobre la dis
males produce la disminución de la resistencia al posición y naturaleza de los materiales naturales in
esfuerzo cortante del medio, por lo que ambos cam volucrados. Esta puede provenir de inspección de
bios son en detrim ento de la estabilidad del talud. campo, de estudios geológicos o de sondeos con mues
Com o ya se expresó (capítulo V I de esta o b r a ), todo treo, seguido de pruebas de laboratorio. Comoquiera
lo anterior hace que la condición critica d el corte se que la información proveniente de todas esas fuentes
presente un tiem po después de su excavación, gene suele ser incompleta e incierta, un proyecto de sub
ralmente después de épocas de alta precipitación plu drenaje no debe de considerarse nunca finalizado,
vial. Los métodos de subdrenaje en cortes tienden sino que debe siempre mantenerse vivo, para sufrir
precisamente a controlar el flu jo del agua en el ta todos los cambios y adaptaciones necesarias durante
lud, evitando que fluya hacia su superficie, para res la construcción de la vía y en su vida activa.
r
Jtos d e agua de todo tipo, la localización de almace- Naturalm ente seco o bien dre Situación favorable. Es
is de sub- ¡nam ientos naturales o a rtificia les aguas arriba de la nado, con infiltraciones peque la meta de todo siste
ueden ex- lobra y de form aciones geológicas apropiadas a la ñas. ma de subdrenaje.
d colocar ¡existencia d e agua subterránea, debe considerarse in-
tn los es Sdispensable. Se trata de a d q u irir una idea clara del Sujetos a un tem blor de sig- R ara vez se producen
nificación. serias fallas.
com o los ¡régim en d e aguas subterráneas y de su flu jo en la
te del ta- lio n a ; para e llo puede ayudar m ucho realizar obser Sujeto a un flu jo normal, no El flu jo generalmente
> natural, v a c io n e s en épocas de sequía y en épocas lluviosas, controlado y desfavorable, por es paralelo al talud.
: ve debi- ¡p a ra establecer las com paraciones correspondientes.- agua de lluvia infiltrada. Se producen presiones
de poro y disminuye
esistencia ¡T o d a esta in form ación d eb erá verificarse en la eta-
la estabilidad.
cremento Ip a d e construcción, cuando se abran los cortes y se
ad de la |coloqu en los terraplenes, para afinar las ideas ad- Sujeto a un flu jo favorable Flu jo vertical hacia
eficiente jqu iridas. vertical hacia abajo, forzado abajo que elimina las
efectivos | por capas drenantes en la par presiones de poto.
L os estudios geológicos constituyen un arm a de
te in ferior del talud.
disminuir ¡v a lo r fundam ental, según ya se d ijo. D eberán d efi-
a los va- fn irse las form aciones existentes y su secuencia, así Saturado, sin cambios volumé Es una condición de
Ic o m o tod o tip o de accidentes, com o plegam ientos, tricos en los suelos, sujetos a diseño común en re
i superfi- un tem blor severo. giones sísmicas.
| fisuras, fracturas, fallas, etc. D eb e definirse si grietas
fon do de |y fisuras son abiertas o cerradas y qué m aterial las Saturado, form ado por suelos Esta condición debe
te en ca- ¡re lle n a . L a perm eab ilid ad de. los estratos y las for- o rocas intemperizadas, con evitarse siempre.
ju e cons- m ariones será im portan te para d e fin ir el panoram a
!
tendencia a la licuación y su
sto no es general. jeto a tem blor severo.
íen tar el
uede líe Saturado, form ado por suelos A m ayor resistencia de
M u ch a in form ación para planeación del subdre-
densos o formaciones de roca, los materiales, mayor
la carga 1naje es o b ten id a a base d e sondeos, partiendo de los con tendencia a la expansión posibilidad de resistir
esfuerzos m ínim os qu e se hacen para in tegrar el estudio geo- y sujeto a tem blor severo. el tem blor sin daños.
;e y a la técnico d e la vía. Las fluctuaciones del n ivel freático,
>u hume- sobre todo con el régim en p lu via l, suelen p ro p o rc io
tomados nar indicios valiosos, así com o toda la in form ación
esfuerzo de carácter h idráu lico q u e es posible obtener al eje-
icitación, | cutar las perforaciones, com o detección de fugas de
as, parte agua, artesianismo, etc.
al agua
E n estudios de d etalle en zonas falladas pu ede lle
erzo cor-
gar a ser necesaria la colocación de piezóm etros y
exterior
gen eralm en te lo será la disposición de una red d e p o
rzos nor- zos de observación para con ocer las fluctuaciones del
de pavi-
n iv e l freático.
; d e sub
L a tabla V II-4 , tom ada d e la R e f. 23, en co m b i
ía base,
nación con la Fig. V II-4 5 , procedente de la m ism a
rados de
referencia, dan una idea d é la necesidad de subdre
n aje en varios casos, así com o de los problem as de
d e sub- estabilidad qu e plantean algunas situaciones com u
e la dis
nes en taludes y laderas naturales.
rales in-
E n la figu ra se ha tom ado com o indicador la re-
:ción de
lación N / T , de fuerzas norm ales ( N ) y tangenciales
>n mues-
( T ) . P u ed e verse que las m ejores condiciones se tie
íoquiera
nen para los casos 1 y 4 en los que o no hay flu jo
i fuentes
o éste ocu rre verticalm en te hacia abajo, forzado p o r
d e sub
el subdrenaje.
íalizado,
L a efectivid a d d e los diferen tes sistemas de sub
a sufrir
d ren a je v a ría según la g e o lo g ía d e l lugar y las con
durante
diciones d e l clim a, p rin cip a lm en te; un factor im p o r Figura VII-45. Comparación de las condiciones d e estabilidad
tante y a veces desdeñado lo constituye la práctica d e taludes en varias condiciones (R ef. 23).
local, q u e pu ede in clin ar las habilidades de los ope-
452 E l subdrenaje en las vías terrestres
rarios de una cierta región más hacia un tipo de so Siempre que se vaya a construir una aeropista de
luciones que hacia otras. berá hacerse una exploración para determinar la pre
D onde exista un estrato débil de suelo en la zona sencia origen y causa de las aguas subterráneas; una
en que se vaya a construir un terraplén y el estrato de las manifestaciones más frecuentes de tal proble
esté próxim o a la superficie, seguramente la substitu ma es un n ivel freático alto en toda el área de la MATERlAUMf
ción proporcione la solución más económica. D onde estructura por construir o en parte de ella. E l estu
la profundidad en que se localice el estrato blando dio a que se ha hecho referencia perm itirá dilucidar ¡ £STMro~p¡
sea grande, podrá pensarse en trincheras estabilizado- si el agua del subsuelo se encuentra:
ras. Si el área inestable está en una depresión natu
ral la trinchera estabilizadora podrá desarrollarse en a) Confinada en estratos permeables sobre los es
la depresión, con su eje norm al al de la vía; por el tratos impermeables.
contrario, cuando haya que drenar grandes áreas ha b) En zonas bajas de un estrato permeable con
brá que recurrir a trincheras estabilizadoras m últi ondulaciones. 4. Es
ples. L a galería filtrante encuentra su aplicación más bl
c) Confinada en un estrato permeable subyacen
prometedora en los casos en que la profundidad del te a otros impermeables. i Este
agua subterránea es tal que no puede pensarse en d) En zonas de inundación de un lago, río o sno requ
substitución y que las trincheras estabilizadoras re mar. Igubdren;
sultan antieconómicas. E l papel de los drenes de pe |necesari<
netración transversal, el de los subdrenes longitudi Los casos a y b arriba mencionados pueden resol Ipermeab
nales de zanja o el de los mantos permeables ha verse generalmente usando subdrenaje dentro de las fmento.
sido suficientemente discutido y bastaría en este lu áreas con alto nivel freático; este subdrenaje podrá
gar llamar la atención sobre las posibilidades de lo ser del tipo de zanja de m aterial filtrante con tubo 1 5. E
grar gran versatilidad en las soluciones por com bi perforado. Los casos c y d requerirán generalmente c
nación de varias. T a n to en el caso de las capas subdrenes de zanja para proteger el pavimento e in
permeables como en el de los subdrenes longitudina terceptores para eliminar el flu jo de agua. Se anali Este
les de zanja ha de insistirse en que su efectividad zan a continuación cinco casos típicos de perfiles de bien nc
está ligada a su capacidad drenante y a su localiza suelos frecuentes comentando aquellas situaciones en
ción apropiada. T am b ién conviene insistir en la ne que la presencia del agua subterránea suele hacer
cesidad de dotar de subdrenaje las transiciones entre necesaria la adopción de sistemas de subdrenaje.
corte y terraplén.
Cuando el flu jo interno es intenso, probablem en 1. Suelo uniform e permeable..
te la capa drenante continua es más económica que
un sistema de drenes longitudinales de zanja y será En este caso probablemente no se requiere nin
también más efectiva'. gún subdrenaje, ya que estos suelos son autodrenan-
tes; los problemas suelen estar más bien conectados
a erosión causada por el escurrimiento del agua su capa s
VII-7 SUBDRENAJE EN AEROPISTAS
perficial, la que deberá combatirse con pendientes pueda
adecuadamente reducidas y recubriendo cunetas y poco
E l subdrenaje en aeropistas está orientado funda
canalizaciones con suelo-cemento o aun con concre quiere
mentalmente a la protección de pavimentos, capa
to hidráulico. que el
subrasante e inclusive, de los niveles superiores de
las terracerías. Las obras básicas de subdrenaje serán abajo
entonces capas permeables, subdrenes longitudinales 2. Suelo uniform e impermeable
de zanja y subdrenes interceptores. T am p oco estos suelos suelen requerir subdrenaje
El agua por drenar proviene de filtraciones di VII-8
interceptor, pues por su im perm eabilidad no es fácil
rectas por lluvia, de flujos a través de la masa de que presenten flujos subterráneos de importancia. El
suelo, de flujos ascendentes por capilaridad y, en subdrenaje para proteger los pavimentos puede ser
m enor escala, de la condensación de la humedad am necesario cuando el nivel freático se encuentra muy
biente. superficial.
La experiencia recom ienda diseñar el sistema de
subdrenaje en forma independiente del sistema gene
3. Estrato de suelo permeable suprayacente a otro
ral de drenaje superficial.
im perm eable
Los aeropuertos se construyen lógicamente en te
rrenos planos o muy moderadamente ondulados, que En este caso, las aguas que se filtran a través del
tienen grandes áreas expuestas a la infiltración de estrato superior quedan detenidas en la frontera con
agua y en ellos se cuenta generalmente con poca el estrato im permeable y fluyen siguiendo la pen
pendiente para su elim inación, desde este punto de diente natural de ésta. Serán necesarios subdrenes de
vista pueden ser zonas críticas para el subdrenaje. A zanja que lleguen hasta dicha frontera, a no ser que
despecho de lo anterior, la mayor parte de los aero ésta sea muy profunda, en cuyo caso las zanjas po
puertos suelen requerir instalaciones de subdrenaje drán profundizarse únicamente lo necesario para que
omparativamente modestas, especialmente cuando el flu jo que se filtre más abajo ya no resulte per
bien resuelto el drenaje superficial del área. judicial.
Subdrenaje en vias férreas 453
a .— Sub drenaje d e fic ie n te , p e ro usual, b-Sección de la vía, mosJrando un posible sistema de subdrenaje.
G op yrighte d material
456 E l subdrenaje en las vías terrestres
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greso y Servicios Conexos. M éxico, 1973. Cap. 7. John W ile y and Sons, Inc. 1967.
4205
La obra consta de dos volúmenes. Este, que es el primero, comienza con una
exposición breve, pero completa de los conocimientos de Mecánica de Suelos necesarios
para alcanzar el nivel tecnológico adecuado en el proyecto y construcción de vías
terrestres. Se presentan algunos resultados importantes, fruto de investigaciones recientes.
A continuación se estudian en detalle las técnicas de aplicación de la Mecánica de Suelos al
terreno de cimentación de la vía terrestre y a problemas de compactación de suelos, empuje
de tierras y estabilidad de taludes. Se incluye una parte substancial de la experiencia
mexicana en estos campos. Se destaca el efecto del agua y demás factores ambientales en
el comportamiento de las vías terrestres, por lo cual se da gran importancia a las técnicas
de drenaje y sub drenaje.
Según la información que tienen los autores, en la bibliografía actual sobre el tema,
no existe un libro de este alcance en ningún idioma, por lo que puede considerarse que éste
viene a satisfacer una necesidad cada vez más apremiante para todos ios ingenieros de esta
especialidad.