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PLANEACIÓN
La planeación financiera es una técnica que reúne un conjunto de métodos, instrumentos y objetivos con el
fin de establecer en una empresa pronósticos y metas económicas y financieras por alcanzar, toman en
cuenta los medios que se tienen y los que se requieren para lograrlo.
La planeación financiera es un procedimiento en tres fases para decidir qué acciones se deben realizar en el
futuro para lograr los objetivos trazados: planear lo que se quiere hacer, llevar a cabo lo planeado y verificar
la eficiencia de cómo se hizo. La planeación financiera a través de un presupuesto dará a la empresa una
coordinación general de funcionamiento.
Para planear lo que se quiere hacer se tienen que determinar los objetivos y los cursos de acción que han de
tomarse, seleccionando y evaluando cuál será la mejor opción para el logro de los objetivos propuestos, bajo
qué políticas de empresa, con qué procedimientos y bajo qué programas. De esta manera, la planeación es la
primera etapa del sistema presupuestario en la que se deben analizar los factores que influyen en el futuro
de la empresa, como por ejemplo, lo relacionado con los productos, personal, estructura financiera,
condiciones de la planta y equipo, etc., considerando el entorno económico y financiero en que vive la
empresa, el mercado que se desenvuelve la situación económica, sindical, impositiva, etc., y finalizando con
la preparación e implementación de un plan que determine claramente los objetivos (realistas y logrables)
que deban alcanzarse y bajo qué políticas o reglas definidas para cada caso en particular, para lo que es muy
conveniente se establezca un programa con procedimientos detallados en el que se señale la secuencia de
acción para lograr tales objetivos.
Una buena planeación emana, por los menos, de niveles intermedios (mandos intermedios), con la
participación de todas las personas que ejerzan supervisión, lo que motivará al personal para el logro de
objetivos, pues de esta forma los objetivos que se fijen son propios de ellos y no de impuestos por la
dirección.
CONTROL
Para verificar la eficiencia de cómo se hizo se requiere el control de las actividades, para saber si están
realizando las acciones (cuándo, dónde y cómo) de acuerdo con los planes. Para ejercer un buen control se
requiere evaluar los resultados comparándolos con patrones o modelos establecidos previamente, de
manera que se tomen decisiones correctivas cuando surja cualquier variación o discrepancia con el fin de
minimizar hasta donde sea posible las desviaciones entre lo que se intenta obtener y lo que se está
obteniendo.
Las cinco funciones: planeación, organización, ejecución, dirección y control, están interrelacionadas. La
ejecución de una función no cesa totalmente antes de que se inicie la siguiente. La secuencia debe adaptarse
al objetivo específico o proyecto en particular.
EL SISTEMA PRESUPUESTARIO
El sistema presupuestario es la herramienta más importante con que cuenta la administración moderna para
realizar sus objetivos.
Dentro de una empresa existen distintos tipos de presupuestos, y el objetivo central de todos es el mismo:
son planes financieros para un periodo de tiempo, normalmente un año. Los presupuestos deben adaptarse a
los departamentos de la empresa y se usan para organizar los recursos financieros disponibles, y así poder
diseñar acciones futuras.
Por tanto, el presupuesto tiene que contar con todos los elementos y áreas de la empresa. Los distintos
presupuestos específicos para cada departamento se unen finalmente en un único presupuesto denominado
el presupuesto maestro, en el cual se refleja toda la actividad financiera que la empresa espera tener.
OBJETIVOS DE PRESUPUESTOS
Algunos de los objetivos de los presupuestos son los siguientes:
– Controlar los recursos de los que se dispone.
– Comunicar los planes a los gerentes de la empresa.
– Motivar a los gerentes a cumplir los objetivos presupuestarios.
– Evaluar el desempeño de los gerentes.
– Dar visibilidad al rendimiento de la empresa.
– Por motivos de contabilidad.
Por ello, los objetivos principales de los presupuestos podrían resumirse en tres:
– Servir de previsión de ingresos y gastos; es decir, construir un modelo de cómo el negocio debería actuar si
se llevan a cabo ciertas estrategias.
– Poder medir la actuación real de la empresa contra la prevista, y ver diferencias.
– Establecer una restricción de costes para un proyecto concreto.
DEFINICIÓN DE PRESUPUESTO
Es una representación en términos contabilísticos de las actividades a realizar en una organización, para
alcanzar determinadas metas, y que sirve como instrumento de planificación, de coordinación y control de
funciones.
Es la estimación programada, de manera sistemática, de las condiciones de operación y de los resultados a
obtener por un organismo en un periodo determinado.
Es una expresión cuantitativa formal de los objetivos que se propone alcanzar la administración de la
empresa en un periodo, con la adopción de las estrategias necesarias para lograrlos.
1. PRESUPUESTO MAESTRO
El presupuesto maestro es el conjunto de presupuestos individuales de la empresa. Sirve como presentación
de la imagen completa de su actividad y salud financiera.
Este presupuesto combina factores como las ventas, los gastos operacionales, los activos o las fuentes de
ingreso, para permitir a las empresas establecer objetivos y evaluar su rendimiento general.
Este tipo de presupuesto se suele utilizar en compañías grandes, con el fin de controlar y mantener alineados
a los distintos gerentes.
2. PRESUPUESTO OPERACIONAL
El presupuesto operacional es una previsión y análisis de los ingresos y gastos estimados durante un periodo
de tiempo determinado.
Para crear una imagen precisa, estos presupuestos deben tener en cuenta factores como las ventas, la
producción, los costes laborales, los costes materiales, los costes productivos o los gastos administrativos,
entre otros.
Estos presupuestos suelen crearse semanal, mensual o anualmente, con el fin de comparar las actuaciones
con las previsiones y vislumbrar posibles errores.
4. PRESUPUESTO FINANCIERO
Está relacionado con la estructura financiera de la empresa, como las necesidades de capital de trabajo, los
orígenes y las aplicaciones de recursos o fondos, la generación de fondos internos, incluyendo el presupuesto
de caja, la composición del capital social y utilidades retenidas en el que se debe estudiar la rentabilidad. El
presupuesto de inversiones permanentes (activos fijos) en realidad es una parte del presupuesto financiero,
pero dada la importancia que generalmente tienen en las empresas es segregado de éste.
La planeación financiera se usa más frecuentemente para planear a corto plazo. Sin embargo, las empresas
emplean esta técnica cada vez más para planear a largo plazo.
La planeación a corto plazo cubre un periodo de doce meses, por lo general fraccionado por meses con el fin
de ir comparando mensualmente la situación financiera y resultados obtenidos según lo presupuestado.
Algunas compañías siguen la práctica de preparar un presupuesto revisado cada trimestre, es decir, actualizan
las estimaciones con las cifras obtenidas, tomando por ejemplo las cifras reales del primer trimestre y
estimando los otros tres trimestres faltantes, y así sucesivamente, para obtener cubiertos de manera
constante cuatro trimestres presupuestados. A este sistema presupuestado se le llama sistema móvil.
La planeación a largo plazo es cada vez más usada en las empresas y cubre generalmente periodos de cinco
años y en algunos casos hasta diez años o más. Este presupuesto no es preparado con mucho detalle, como
cuando se prepara un presupuesto anual. Frecuentemente se elabora sin la intervención o participación de
personal de niveles inferiores, ya que su propósito es mostrar a la dirección general los planes que guiarán a
la empresa y como consecuencia, las necesidades de expansión, nuevos productos de inversión, de capital,
etcétera.
6. PRESUPUESTO DE TESORERÍA
Este presupuesto es el encargado de controlar, monitorizar y hacer previsiones del dinero disponible en la
organización. Está formado por otros presupuestos: el de cobros y el de ingresos.
Hacer un plan de tesorería permite a la empresa saber de cuánto dinero dispone para sus operaciones.
Hay que tener en cuenta que los cobros y gastos no siempre se realizan en el momento de la venta o la
compra, por lo que llevar al día este presupuesto ayuda a controlar en todo momento cuánto dinero se tiene,
a pesar de no haberlo cobrado o gastado aún.
Dentro de este encontramos dos tipos:
a) Presupuesto de cobros
El presupuesto de cobros forma parte de otro más grande: el presupuesto de tesorería. En este presupuesto
de cobros hay que tener en cuenta las entradas de dinero en la empresa.
No significa lo mismo que ingresos, que serían los aumentos de patrimonio que provienen de las ventas. Es
decir, los ingresos se obtienen al comienzo de la relación pero el cobro es posible que no se realice hasta
meses, o incluso años después, dependiendo del acuerdo.
Por lo tanto, el presupuesto de cobros debe llevar al día los plazos marcados para cobrar las deudas de las
cuales somos acreedores.
b) Presupuesto de gastos
Este presupuesto es el encargado de mantener al día los gastos de la empresa. Aquí la empresa se centra en
las posibles salidas de dinero que va a tener en el futuro. Esto le ayudará a tomar decisiones respecto a los
objetivos.
Alguna información que debería llevar este presupuesto serían los productos y servicios que se consumen en
la empresa y las compras previstas en unidades y en valor monetario.
7. PRESUPUESTO DE PRODUCCIÓN
Este presupuesto es el encargado de estimar cuánto ha de producir la empresa. Está relacionado con el
anterior (ventas), ya que debe tener en cuenta lo vendido para saber cuánto producir.
Este documento tiene que considerar las materias primas, las herramientas, los costes de la mano de obra y
los posibles gastos de servicios profesionales si los hubiera, entre otros.
8. PRESUPUESTO DE COMPRAS
Es el presupuesto que se encarga de estimar las compras de materias primas para el área de producción.
Para ello deberá contar con el presupuesto de ventas, para así hacerse una idea de las ventas estimadas que
se pretenden lograr, y así poder comprar las materias primas necesarias para producirlas.
Este presupuesto tiene que contar con todos los datos relacionados con la compra de las materias primas,
como el inventario actual, el coste unitario de las materias primas y la cantidad necesaria de las mismas.
En donde:
PVU = Presupuesto de ventas en unidades
VUAB = Ventas de unidades en el año base
FEV = Factores específicos de venta
FEG = Fuerzas económicas generales
IA = Influencia de la administración
La segunda etapa parte de las 10,456 unidades que deben valuarse al precio unitario del año base, para
obtener el valor del presupuesto a precio del año. Es este ejemplo se considerará un precio de venta
promedio de $8, obteniendo un valor del presupuesto (VVAB) de $83,648 (10,456 *8); si se continúa el
cálculo para conocer el valor del presupuesto, puede aplicarse la siguiente ecuación:
En donde:
PVV = Presupuesto de ventas en valor
VVAB = Ventas en valor en el año base
De los cálculos anteriores se tiene la suficiente información para conocer el crecimiento del presupuesto por
causas de volumen y precio, como sigue:
Las unidades que se incrementaron son 456 (10456-10000) valuadas a un precio de $8 se obtiene un
incremento por volumen en relación con el año base de $3,648.
El incremento por efecto de aumento de precios es de $5,956, obtenido de restar en la ecuación segunda el
valor del presupuesto $89,604 menos el valor del año base, $83,648.
CONCLUSIONES
El presupuesto debe considerarse como una herramienta fundamental en la administración de la empresa y
no como una función contable. Su estructura está formada por centros de responsabilidad y debe mostrar los
costes y gastos controlables separadamente de los que no lo son, esto es, costes y gastos fijos, conocidos
también como de estructura, que se generan por el transcurso del tiempo y no por el volumen.
En la elaboración del presupuesto participan los encargados de los centros de responsabilidad, quienes han
de estar de acuerdo con las metas presupuestadas para que se comprometan a lograrlas. Si no se logra la
participación, es muy probable que el presupuesto sea visto con una actitud de indiferencia o resentimiento,
lo cual dificulta el logro de los objetivos.
Es recomendable que en esta elaboración se redacte un manual que incluya un programa para que los
responsables tengan una clara comprensión del proceso del presupuesto. Las cifras presupuestadas deben
representar metas razonablemente obtenibles: ni tan altas que no puedan ser alcanzadas a pesar del esfuerzo
y por ello produzcan frustración, ni tan bajas que propicien complacencias e ineficiencias.
Finalmente, todo presupuesto requiere aprobaciones parciales y una aprobación final que debe ser
comunicada a todos los centros de autoridad y responsabilidad de la empresa.