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Historia de la Papaya (Carica papaya)

La papaya es originaria de América Tropical (México y américa del sur), donde ya era
cultivada antes del descubrimiento de América. Desde allí fue llevada a otras zonas por los
españoles, y actualmente se cultiva en zonas tan alejadas como Australia, África y América.
La papaya es originaria de América Tropical, donde ya era cultivada antes de la llegada de
Colón. Desde allí los navegantes españoles expandieron su cultivo a otras zonas.
En la actualidad se cultiva sobre todo en América del Sur, seguida de Asia y África.
Las semillas germinan a las 2 ó 3 semanas de sembradas. Con el fin de facilitar la
germinación de las semillas, debe eliminarse una capa de gelatina que las recubre
(mucílago), lo cual se consigue cogiendo unas 20 semillas y un puñado de tierra y
frotándolas con las manos.
Es una especie de desarrollo limitado pero de rápido crecimiento. Muestra un incremento
de 1.5 a 2 m después de un año. Su longevidad va de 3 a 15 años
Deben considerarse en la fertirrigación las siguientes concentraciones medias de
fertilizantes en la solución de riego:
La respiración, es una actividad fundamental en todos los seres vivos, necesaria para
producir las reacciones vitales para su desarrollo. Es un proceso metabólico necesario tanto
en el producto recolectado como en el vegetal vivo.
Puede describirse, como la degradación oxidativa de productos complejos, normalmente
presentes en las células como almidón, azúcares y ácidos, a moléculas más sencillas: dióxido
de carbono, agua y energía que serán utilizadas en posteriores reacciones celulares.
La base bioquímica simplificada es:

Hidratos de carbono + oxígeno → dióxido de carbono + vapor de agua + energía

La respiración, puede tener lugar en presencia de oxígeno (respiración aerobia) o en


ausencia de oxígeno (respiración anaerobia o fermentación). La velocidad a la que se
produce la respiración de un producto, constituye un índice de la actividad metabólica de
sus tejidos y una orientación de su vida comercial.
Según la pauta respiratoria, durante el proceso de maduración, pueden distinguirse dos
grandes grupos de frutos: CLIMATÉRICOS y NO CLIMATÉRICOS.

Frutos Climatéricos
Son aquellos en los que, previamente a la maduración o durante la misma, existe
un aumento en la producción endógena de etileno, que provoca un aumento de la
respiración (crisis climatérica) y conduce irreversiblemente a la maduración, aunque
el fruto esté en el árbol.
La maduración de los frutos climatéricos va acompañada por una serie de cambios rápidos
en su composición química:
 aumento del aroma
 evolución del color
 aumento de la permeabilidad de las membranas celulares
 hidrólisis de polisacáridos
 la pectinesterasa pasa la propectina a pectina en las paredes celulares
 etc.
Las aplicaciones exógenas de etileno, a los frutos climatéricos, adelantan la maduración
pero no aumentan el climaterio, que en algunos frutos, se refiere más a la producción de
CO2 que al consumo de O2.
En este grupo encontramos a la papaya.
Selvaraj y col. (1982), analizaron en cuatro cultivares de papaya (Coorg Honey Dew, Pink
Flesh Sweet, Sunrise and Washington) el contenido en azúcares, ácidos orgánicos,
aminoácidos, vitaminas y minerales en frutos a distintos estados de desarrollo, pero sin
llegar a la madurez. El contenido en humedad variaba de un 87 a 94%, cl de carbohidratos
de 2 a 12% (sacarosa 7-50%, glucosa 4-78% y fructosa 13-50% del contenido total de
carbohidratos), la materia seca aumentaba de un 7% a los 15 días de la formación del fruto,
a 13% en la cosecha. Durante este período, hay una débil disminución del contenido en
sólidos insolubles en alcohol, almidón y algunos minerales y un aumento en azucares. La
concentración de ácidos varía mucho de su formación a maduro. EL contenido en hierro
aumentaba con el desarrollo del fruto, mientras que el potasio, fósforo y calcio no sufrían
apenas modificaciones. El contenido en vitamina C y A, así como en proteínas aumentaba
con la maduración. El cambio más significativo que ocurre en la maduración del fruto es la
aparición de azúcares solubles, cuyo contenido y clase varía según el tipo de fruto, variedad
y condiciones climatéricas. Los polisacáridos se metabolizan en azúcares, hay un aumento
en el dulzor. Segiin Chan y col. (1979) cl azúcar predominante en la papaya madura es
sacarosa (48,3%), seguido de glucosa (29,0%) y fructosa (21 %), y trazas de pseudoheptulosa
(Ogata y col., 1972). El enzima que cataliza la inversión de sacarosa, 13-fructofuranosidasa,
también está presente (Chan y Kwok, 1975), Al ser más elevado el contenido en azúcares
que en ácidos, el sabor dulce predomina. La acidez titulable aumenta a medida que el fruto
madura a 240C pero una vez alcanzada, disminuye (de Arriola y col., 1975). El contenido en
ácidos orgánicos de la papaya madura es más bajo que el de otras frutas y esto contribuye
a su agradable sabor dulce (Chan y col,, 1971).
Durante la maduración de los frutos se produce una disminución de la firmeza al originarse
una desrnetflación y despolirnerización enzimática de las protopectinas, convirtiéndose en
pectinas solubles. Se forman polímeros de menor peso molecular y menor número de
grupos metoxilo, que son insuficientes para mantener la firmeza de la fruta. En este proceso
están implicadas das enzimas pecticas que son la poligalacturonasa (PGasa; WC. 3.21.15) y
Ja pectinetilesterasa (PME; E.C. 3.1.1.11) (Salunkhe, 1984). La actividad de Ja
nitratoreductasa (E.C. 1.6.6.2) varfa con Ja madurez, localizándose en mayor proporción en
el exocarpio. Este enzima contraía los niveles de nitrato causantes de las alteraciones que
se producen en papaya enlatada. Para reducir e> contenido de nitrato del mesocarpio
Menery y Jones, (1972), propusieron acelerar la reducción enzimática exponiendo los frutos
cosechados a la luz. El enzima mirosinasa o tioglucosidasa (E.C. 3.2.3.1.), hidroliza
bencilgiucosinolato originando bencilisotiociriato responsable del desarrollo de olores
indeseables durante el almacenamiento (Tang, 1971). Otro enzima hidrolítico es la invertasa
o 13-fructofuranosidasa (WC. 3.2.1.26), que actua sobre azúcares no reductores, sacarosa,
convirtiendolos en azúcares reductores, glucosa y fructosa (Chan y Kwok, 1975, ¡976>,
aumentando la susceptibilidad al pardearniento no enzimático.
Los insectos que afectan el cultivo de papayo pueden ocasionarle pérdidas desde un 5 hasta
un 100 % si no son controlados a tiempo. Algunos de ellos no viven en la planta, sino que se
les encuentra en la maleza y sólo ocasionalmente, se alimentan en el papayo (áfidos y trips).
Los nemátodos encuentran en las raíces del papayo un huésped perfecto.
Desafortunadamente, contrario a los problemas por plagas antes mencionados que con
prácticas agrícolas y agroquímicos se evitan o controlan, su principal problema es que no
tiene ningún mecanismo de defensa contra el virus de la mancha anular, el cual una vez que
infecta a la planta se propaga rápidamente, por medio de vectores del orden Homóptera.
El control químico en papayo requiere de extremo cuidado, ya que algunos insecticidas
pueden ocasionar síntomas de fitotoxicidad que semejan a los causados por las
enfermedades virales.
Son poco conocidos los aspectos fisiológicos de esta especie en condiciones de humedad
limitada del suelo, por lo que el presente trabajo tuvo como objetivo estudiar la respuesta
de la misma en la fase vegetativa ante la deficiencia hídrica en el suelo y su recuperación.
El estudio se condujo en condiciones semi-controladas, donde las plantas fueron sometidas
a 21 y 15 días de supresión y recuperación del riego respectivamente. Se monitoreó la
humedad en el suelo, y se evaluaron la altura de las plantas, numero de hojas, superficie
foliar, las masas secas de la raíz, tallo y hojas y el contenido foliar de clorofilas. Además, se
calculó la Tasa Absoluta de Crecimiento (TAC) y Área Foliar Específica (AFE). El contenido de
humedad en el suelo disminuyó hasta alcanzar valores de un 12 %, se afectó la altura, la
superficie foliar, la biomasa de los órganos y el contenido de clorofilas. La relación biomasa
de la raíz/biomasa de la parte aérea tendió al aumento en las plantas estresadas, lo que
constituye un posible mecanismo de tolerancia a la sequía. El desarrollo de las plantas, por
el comportamiento en el tiempo de la TAC, y el AFE, no sufrió modificaciones. Al
establecerse el periodo de rehidratación, todas las variables mostraron una tendencia a la
recuperación y, al final del periodo, la superficie foliar, el contenido de contenido de
clorofilas totales, así como la TAC de la biomasa de raíz, alcanzaron valores similares al
control. Se comprueba que en períodos cortos de estrés, seguido de una recuperación, no
se afecta de manera general el crecimiento vegetativo de plantas de Carica papaya.
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) generó en
el Campo Experimental Huimanguillo, en Tabasco, el nuevo híbrido MSXJ: Carica papaya L.,
con calidad para el mercado nacional y de exportación.

Los investigadores del INIFAP destacaron que la innovación tecnológica MSXJ es una cruza
de papaya de pulpa roja con tolerancia a altas temperaturas durante la etapa de floración
y fructificación.
Este genotipo tiene como progenitores a la variedad Maradol (selección Tabasco) de donde
hereda su consistencia y tamaño, así como a la línea criolla “J”, de la cual obtiene su
resistencia a plagas y enfermedades y a la incidencia de altas temperaturas.
Durante una prueba de evaluación de siete genotipos de papaya, llevada a cabo en el
Campo Experimental del INIFAP en Valle de Apatzingán, Michoacán, este híbrido presentó
un potencial de rendimiento de 132 toneladas de fruta por hectárea, en comparación con
el cultivar testigo Maradol que presentó un rendimiento de 71 toneladas por hectárea.
Con este híbrido de papaya desarrollado por científicos y con tecnología del INIFAP, es
posible incrementar la producción en un 53.7 por ciento con respecto al cultivo Maradol.
Cabe mencionar que el rendimiento promedio nacional de este tipo de fruto es de 50.11
toneladas por hectárea.
Los investigadores del INIFAP recomiendan que la época de trasplante de la papaya sea en
el ciclo Primavera-Verano (mayo a julio), con densidad de población por hectárea de dos
mil 500 plantas, así como establecer tres plantas por “golpe” para realizar la práctica de
sexado y seleccionar la planta con flor hermafrodita.
En el estado de Michoacán se siembran más de dos mil hectáreas con papaya, con un
rendimiento promedio de 32.3 toneladas por hectárea y una producción de 42 mil 777
toneladas, de acuerdo con estadísticas del Servicio de Información Agroalimentaria y
Pesquera (SIAP) en el 2012.
Reportes de especialistas calculan que anualmente se establecen 686 hectáreas nuevas con
papaya en esa entidad, por lo que toma relevancia disponer del híbrido MSXJ para
incrementar sustancialmente la producción de este fruto en el país.

La investigación del potencial de rendimiento se encuentra en el informe técnico del


proyecto “Estrategias para el mejoramiento de calidad de la papaya”. Para mayor
información los productores pueden dirigirse a las instalaciones del Campo Experimental
Valle de Apatzingán del INIFAP en Michoacán.
Datos del SIAP indican que el año pasado México cultivó 14 mil 226.85 hectáreas de papaya,
con una producción de más de 712 mil 917 toneladas y un valor de dos mil millones 656 mil
237 pesos; registró un rendimiento de 50.11 toneladas por hectárea.
El país está ubicado en el quinto lugar a nivel mundial como productor de este fruto y el
primero en exportaciones, con un volumen comercial de 104 mil 681 kilogramos, siendo su
principal mercado Estados Unidos que registra el 98 por ciento del total de las divisas por
este concepto.

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