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f, Mirko Lauer (moderador) /petoArias
t Schreiber fNlanuel Dammert /Gusravo

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Espinoza/Ricardo Letts/Carlos ldalpica
Francisco Moncloa /Felipe Porocarrero

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j) FREI\TE AL PERU
eÉ oLrGARQrrrco
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a) (1928-1968)
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pR¡Ir,rEnA ED¡cróN,. 9,000 r¡rr,nr.enre
rD,re, 1977

inúroducci,ón

' : ":i. ,',:..,."


La izquierda es, antes que nada, una ideologíá,i un conjunto
de ideas aoerca de la realidnd desarrolladas a tiayés d.e la exn
periencia, y un discurso, es decir una sécuencia hbtórtpa d,e ruo
aamientos efectuados en basp'.a.fi1 idcologla tnds .la expresión
de semejante secuencia. En uno prim9rui iniLaircib la ideologla
se apoyq sobre valores y ery)resa poi tfurto lo deseable. El dis-
outrso se entiende'más bicn con las confrontaciones entle la ideo
logla y la expedencia, y por tanto se ocupa más directamente de
lo posihle. En el Perú el discurso de la izquier.da es el rozona-
mbnto histórieo de sus mayorlas opttmidas.
Pero_tal vez haya que comewat afirmando que eJqbte en tG

d,

da socledad. otro discurso, para el qnl el orden establecido x
una consauencia "naturo.l" y deseable de la lorma en que se ha
desarrollado la historia. Semejante razutamiento es el de las cla-
ses dominantes, y su esencia la cotsfrdtuye una incopaoidad *

I- ra eoncebir en lo tundantental las contradbciones entrc su id.*


logta y su *periencia concreta. No percibe las limitqciones de
I
ss au propia reali.da.d, de la misma tnancrs cotao'no percibe, por
eien.tplo, la yiolencia sobre la cual .estd asentúo.
Es Írente a semejante tipo de rszonatiiento -(que algunos han
denomlnado ol pensafiiEt¡to reaccionario) qrc el'd.iscarso de la

@ d fuquierda se ubica conto efrpresión de todas los fuerzas de la


contradíoción que d.etermiaan el carnbio en una socieda$ con-
cretamente asumiendo el partldo de aquellas que buscan trans-

a.
MO§CA AZUL EDrIORES §RL
LA PAz 651, rvrne,rronrs § lortnarla efl un süttido de ayance, Este últlmo tasgp es el que
rr¡r, 470655
lo difermcia de la visiéa'de quienes han identificado tma si,tu*

rIÉ
l.
fr
como acciones a.cumulatipas en benefbio de un objetiuo final. Y
cíón'de privilegio particular con ttn hipotética desarrollo atménica esto incluyq altora sl,' los siglos de ltrcha det pueblo peruano
de la historia- contra sus apresores, qua Wan a ser fuente de erperiencia para
Lo que controryne ambas visiones en. la fubtoria es la tns un cuestionamiento de otro tipo frcnte a los enemígos históricos
cdnba áe la crisii sociat. Et )rincipat vector del desanollo de
de los trabaiadores: el ímperialktno, el capitalistno y la burgue,
la conciencia de las clases dominantes pefiuttas lta sldo at ,de
la bonanza y la colonización, paradigmas de toda su conducta
virreinal y republicana: desde el oro sin llmite hasta la fauna
marina inagotable, pasando por el guano interminable de la costa
#
fl
slu Es por todo esto que ol dkcurso de la izguierda se plantea
desde et marxismo y se dirige fundamantalmente hacia quienes
sufren la dominación efl stts alectos pero no la reconocen en
sus cawas.
y et infinito caucho amazónico (hoy el petróleo y los minetales fl Dos rasgos impoilarfies del desarrollo de las ideas de izquier-
buscan sostener ese estuerzo de la imaginación). Y para qulen
controla la riquez¡ ta prospeúdad debe ser twcesariatnente sin
término, en ti medida in que ella es la condición misma áe su
ff da en el Petú son ss t'p¿ruanización" y su "ptoletari2qÉión", Con
lo primero aludimos af?ru¿é{l-ñr ei cual üi&'T¿iü"n'tih pasa-
do, d'e ser la experiencia histótica del proleta.rí.ado mundial, a co-
existencia. Para quien conffola la riqueza apoyado en una ídu' .. tnekzar c ser la experiencia histórica espulfica del pueblo po ,

s
logía de la bonanla, la crisis social no puede ser a lo mds sino tuano; de ser un conocimiento, a ser una conciencia. Con lo se' '
un accidente transitorio, ya, que tma crbis definith)a es para él Ú gundo nos refefimos al proceso por el cuaX estas ideas han ido
una posibilidad inimaginable, un concepto sin coflsistencia hlstó' pasando de ser el conocimie.nto de la pequeña burguesla perua- :
rica real en la psicologla de una clase dominante. na a comenzar a ser la conciencia del proletariado nacional, Por-1
En el discurso de la izquierda la crisb social no es un aici * esto es posible afirmar hoy gue las ralces de sustentación $el dis-
"i', dente, sino lg me,c&tica a través de la cual la sociedad revela curso de la izquierda se eflcuefltran en la realidád nocional, mds
su terdadero ser, y por 10 tafito tma condición esencial de toda * precisatnente em su proletariado. Este doble proceso ha tomado

v
iüp^
sociedad estructurad.a en base a las elases sociales y sus cotT' medio siglo, una tercera parte'de ta histoiia republicana del
tradiccianes, En este sentid.o podrla afirmarse que el vector ptln pqls.
cipal del desarrollo de la conciencia de las clases oprimidas en En el curso d.e este doble proceso de perfilamiento del c*
el Perú es la litnitación en todos sus aspectoE, es deoir una con' rácter nacional y de c,lase de la izquierda peruafia, se han dado

tr
' ciencia de la necesidad, premka primera de 'toda libertad'efect| ciertaménte tnuchas oQortunidades paru lo prueba y el error, de
v* Por esto la idu da una crisis delinitiva del ordenamiento so' donde se ha acumulado una ercpetiencia cuyo costo polltico ha
ciaX establecido estd ubicada al oentro mismo del tazonamiento sldo una relativizaeiói d,e los ionceptos ideotógicos tnisttos, y
histórbo de las clases opfimidas, ya que ella constituye la únlca
posibitidad d.e que una libertaá elaborada en la conciencia cobrc
una existencia mds real,
Digamos también que la capacidad de imaginar y lletar a la
#
ylP
una consiguiente fragmentación del dbcurso. Dicho de otra tna-
fiera, cada uno de los estadios del proceso histórico de la izquier-
da perugn lw congelado, por asl deciilo, la forma de percep'
ción de la realidad 'que le corrcspondla, diferencidndola de las
que le antecedieron y siguieron, pero al mismo tiempo fttctnte-
prdctico una crisb definitiva de la secular dominaclón y exploto
ción de las mayorlas por patte de las minorlas recién apot@e con niéndola histórtbamente presa entrc ollas, en m proceso siniilar
al de las capas geológicas que se sostienen y se aplastan al
el marxismo. Antes de él la hbtoria perua.ru hiert¡e de sublev*
cíones y levantamientos, pero ni uno solo de ollos (de aquellos
que no eran meratnente conflictos entre los propios opresotes)
:p ffiisnto tiampo, O dicho todavln de otla ttanera: la histofia de la
lucha de clases en e,sta último medio siglo" en lez de generar
ü la experiancia de un parlid.o, ha generado a los tutchos pañidos
pudo cuestionar los tundamentos y la totalidaá, de la íniusticia or'
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e
ganizada efl gobiemo, Estado y sociedad, Desde otta perspectl' de esa eryteriencia,
va fueron, al ma.rgen de sus resultados concretos, iniciativas hls' Frente a este fenómeno de fragmontación del discurso de la
tóricatnente ilerrota.das por el orden establecido, ya qus frente al izquiarda en múltiples voces divergentes también existen actitu-
problema de la alienacióri no exisben realrnente victotias parci* des divergentes: ttnoq 1o consideran una.especie de plaga pollti
les. Es con el marxismo que el gttoceso se ''inttierte, y es con él * c0. que por un procq¡g de irresponsabilidad o mala fe ha quo
que las luchas d.e los oprimidos pueden empezar a cotnwtarso
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brado y debilitado lo que es en su.esenciq utq unidod,, mlentras por el poder del Estqdo, Estos ptmtos son hlstóricos ! coyuntu-
otros piensan que se trata de la sititactón natura!, e histórliamen- rales por igual, y no §e ha establedido una diferencia espulflca
te iustificada, de las fuerzas de la izquierd.a en un Wls en ufia pq.ra sil tratamiento ei la discusütt- En este sentido las pdglnas
etapa determinada. No parece itnposible alcanzar una e*pltco que sigtten son un dálogo sobrc la experiencia colectiya d,e la
ción razonable recutiend,o a unq combinación de eleme*ós d,c lucha por el socialismo, a la yez que una ,introducción al estado
amb_as actitudes, aunque también aqul es e¡tidente que ed,a. cual de esta luchq reflejado tanto en .las discrepancias que se produ-
hablará de la dittisión segln como le vaya em ella. llguna wz ut o cen a partir del reconocimiento de objetivos comunes, como en
de los ideólogos del corporatiybmo peiuano se relilió a ta frág: los puntos de conflucncia que llegan a manifestarse a partir de
mentación de la tzquierda para argumentor la invatidez te¿¡cá aZl concepcbnes dbtintas, No se trata, püas, de un,debate acadé-
maficbmo, poco antes de que uno de los partidos Cornunlstas dol mico (aunque efl su transcurso se .haga eVidente el hecho de
mando elettara la mecdnica de tales divisíones a categorla d,c eu:é el socialismo es hoy la principal fuerza de investigación de
principio tundanents,l del propio mar*isma, El tema ae ti dtytstón la realida.d ilel pals), sino de wto político, es decir primordial.
y de la unión de la izquierda es.abordddo q menudq tangmolal mefite'preocarydo por el accianar sobre la realidad.
y frontalmente, en las páginas siguientes, por lo que me bón da.
cir aqui que es este iffiportante rasgo de lá izqulerda el qua arpll. Un primer probtntna de semejante ptopuesta de debate fue
ca y iustifica el senti.do d,e este Debate Socialista. preclsamente la multiplictdad de posiciones dlstintas y diyergen-
tes, y el hecho inocultable de que muchas de ellas se niegan mu-
tuamente la cond.ición misma de sacialistas, Más arriba me he
En el mes de marzo .de este año se encontraban cla,wurú,as referido o que nos encontramos frente a una porción claramente
casi todas las publicaciones de la izquierda (situación quc'8c diferenciada d.el espectro polltico perucato. Quizás labrla que
mantiene- todayla en junio, al escribirsi estas llneas), y la'cxp¡o añadir que un Q,specto que contribuye a caracterizaila es esta
si.ón socialista conlinada efi gran meilida a pubticacioies pariU1. coincidencia en disputarse las diyersas posiciones de la izquier-
rias yprensa clandestina, manifestacioies ámbas ¿e cltáutadón da la vigencia de sus respectívos análisis de la realidad nacional,
esyeci.alizqday limitada. Como peñodista es este aspecto d.c la la validez del sentido de sus e*pericncias polltíus y la re-
ofenliva del capital y det teftuio del moyimiento poputu ¿l quc presentatividad respecto de los intereses populares, Las oposi.
me interesa de manera más directa y el que me ltivó a la tdea ciones mds marcadas que se d,erivott de estos tres rechtnos las
de organizar un debate polémico entre diyersas posiciones ! tan constitu?en aquellas que en 1o actualidaá todavla enlrentan a
dencias de la izquierd@ peruq:na, un encaentro qie d,e algutia lor grqnd,es rasgos, y en mds de un caso a un nhtel sobre todo do
ma contiruura las discasioneg que se daban cuando ta *¡ctaitva clarativo, a los segui.dores de las posiciones del Partido Comu-
periodlstica se encontraba meflos ttilculada a tw aspiracioncs y nista de lg Unión Swiética y a los de las del Partido Comunista
los temores de la tutela estatql. Desde aquel mes me he dcit de China, aunque existen otras. li&eas divisorías marca.das por
cado a mater¡alizar esta í.dea, con la esperanza de prodtrcir un cuestbnamientos acerca del carácter reformista, trctski.sta, neo-
yolumen mlnimamente significatiuo en el que los lectores, lncltuo tr ot s kb t a, s t alinb t a, tnf antilbta, s ect ario, ultraizquier dista, etc,,
aquellos sin un interés directo por el tetna, pudieran encontrar etc., de las diversos pesíciones, Dentro de semeiante panorama
al menos una parte de las opiniones que conforman el despla es de interés considerar que no siempre son las posiciones mds
gado abanico d,el pensamiento socialbta en el pafs, asl como la aleiadas entre sl las que con más encofio establecen sus mutuos
dinámiea que lo ffiantienddesunido a la vez qie lo conserea co. deslindes, y que este género de pugna a menado penetra el in-
ftto una porción olaramente diferenciada en el espectro polltlco terior de uru u otra posición,
peruano,
Frente a tal situorün este debate no lw sido plantead.o co-
. Era indispensablq que el debate en sl adquiriera su relcvaru
cia enfrentafldo aquellos puntós de mayor itnportancia quc dl
rtto un esluerzo de cardcter ecutnénico, ni. estoy entre aquellos
que consideran inconsbtente la mayot parte de estos deslindes
una forma u otra ln izquierda con*tantemerlte-se planteq raela. y estas diferencias, Por el contralio todo ello constituye, cotto
lota y. aclara- en.su esfuerzo por ruantenerse cotno una lmpU+,
tante twrza hístórica pertutna efl cotnpetencia con la burgiula
se ha señalado mds atiba, un tnapa histórico y ilinámico del
curso que yo llevando'la lucha de clases dentro y fuera del cam-

t0 1l
po populart curso al que'concurren poi cierto dh¡ersas clases y de, un promedio de cuatro horas cada una- hasta finales de
capas sociales con interpretaciones ideorógicas e intereses d,lfá. iunio.
renciados, con dittersas traüciones potíticas y cutturales, éln Las participantes cubren una garna amllia y variada de po-
embargo es también obuio que unas d,ivergenóias son mds lm. siciones: Félie Arias Schreiber fue, hasta su salid,a en 1973, mietn-
portantes, ?nenos salvables, que otras, y que la confrontaclón bro de la Comisión Polhica del Paftido Cornunista Peruano y es
abierta de opiniones sietr"pre es saludaile en todo séntldo. mietnbro del Comité Directiyo de la rwista "Marka"; ¡lgggglDmt-
En lo concreto utu primera cuestión era ayitar que ifia prü
puestg. de discusión delivara en una virtual asambleá que Ir mert defiend.e las posiciones del Partido Comunista Reyob'eionltio
(PCR)" fundado en 1974; Gustatto Espinoza fue Secretario Geie-

F
ht;l6ra
imposible el debate, por lo que se decidió desd.e ui comlan4o ral de la Confed.eración General de Trabajadores del Perú (CGTP)
restringirlo a un número rcducid.o de polemistas, cuyos puntos dl hastg" 197ó, y en la actualidad es tnietnbro de la Comisión Polí-
uista es-tu'¿ieran lo suficiefttetn:ente alejaicos como para- tica del Partido Comunista Peruano; Ricardo Letts pertekece al
la coufrontación, y que reunidos ellos tuvieran tn mintmá
representatividad r*pecto de un espectro más amplio de poslclo
nes (que con facilidad superatt el par de docenas), Debo d,qtr
lusttftcar

que esta representatividad ha sid,o alcanzada aqul de manera muy


dc
rt-
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r-
partido Vanguardía Rettolucionaria (VR) y es asesor de la Confa
deru¡ión Campesina.del Perú (CCP), y, al igual que F.A.S., es
director de "Mgrka"; Catlos Malpica ha siQo diputado por C*
jamarca en el periodo 195ó-1962, fundador y dirígente del Mor¡i-
relativa: si bien estoy convencido de que tudos los que prtlct
H rniento d.e lzquierda Revolucíonaria (MIR) y candidato de Unidad
de lzquierda a las elecciones de l9ó7, asesor de la Federación
pdn en este debate sofl representatiyos d.e posiciones impirtantas
en la izquierda peruana, existen otras perionas 1. posiciones quc
F de Pescadores del Perú y de numerosos otros sindicatos; Francis-
hubieran podiáo participqr con similar d.ereoho, pienso funda.
mentalmente en algunas conientes trotskístas, maolstas, áilstta.
nas o nacionalistas, Su ausencia es, por supuesto, de mi excl*
siua responsabilidad,, y consiáero que se trata de omlslonu
tF co Moncloa perteneció gl fenecidó Mot¡itniento Soclal Progresista,
ha sido coordinador de Unidad de lzquierda, subdirector del dia-
rio "Exgtreso" hasta 197ó, y actualtnente es dirigente del Partido
Socialista Revolucionario IPSR); Felipe Portocatero es rniembro
sub sanables en futuras circanstancias,

. Ana segunda cuestión fue obtener la aceptaoión de las po


siciones seleccionadast eüé afl unos cctsos se rtizo ¡ormatkeite
F
q.
del cotnité de redacción de la re¡¡ista "Sociedad , Polltica",
Este coniunto de personas prwiene de dit,ersas especialidn'
des profesionales y ramas de la actividad, y comparte una dedi
a trwés de sus canales partidarios y en otros ¡tor vla persotul,
H cación al trabajo político, asl corno la coincidencia en rcclarnar-
se del tnarxismo co?tto vla le conocitniento y de transformación
Para esto fue'preciso elaborar, y négocíar en áertu midida, tos
e!.nde1 lineamimtos, la mecdnica, los llmites y el sentiilo flnal lt del mundo. Los mayores de entre ellos no llegaron a alcanzar
d.el debate proryesto, Lo que se les solicitó túe, a grand,es ras-
gos, yna discusión grabala sobre tres etapas det ptoceso polttl.
co del país en este siglo: las coyunturas crlticai de los años
r#
.J.
la promesa y posibiliditd, que signifi.có la aparición det movitnien-
to popular en los aias veinte, y los menores no alcanzaron a ver
los orlgenes del ciclo de nalestar y desorientación íniciado baio
treinta y sesenta, la etapa velasquista, y el tnotttento actual. Se
tratarla de una discusión abierta e informal, en la que
lo serla
únicamente el moderador (compromisó at que me hi atemid,o en
la medda de lo posible), planieé que ko interesaba tanto la r*
.J-
rJ,
Odrta, y que se intenta clausurar en la actualidad. En todo. ca-
so tnds cerca tle las tareas de lo segundo que de las tnatinales
esperanzas de lo pri¡nero, ta ixquierda peruana cofttemporáne.a
ha entrado globalmente en u?t proceso de ret¡isi.ótt, autocrl,tica
presentacíón orgánica cltfnto la representacíón de poi"ion", qu"
podían estar o no partidariarnente objetivadas, Taito es asl que lb que tiene dh¡ersas fgiftnas de expresarse pero que, a ni efiten-
allunos polemistas no son m Ia actualidad. militantes a" partíao,
y de los militantes ninguno reconoce ser portador ae uii posi
ción oficial. El interés cofl que fue recibiZa la propuesta ei to
rJ,
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der, lo hace en toftD'a dos polos fundamentales: el deslinde y
la,confluencia. Esle es, Wsiblemente tnd.s que nu?tca, un tiempo
.de divisiones partidarias y de iniciatiyas unitarias, arnbas re-
fleio de una creciente totna de conciencia del proletariado urba-
dos los casos permitió entra.r rdpidnmmte a la-disZusión de las no y tural, que awrta al proyecto socialista nueeos niveles de
condiciotws concretas y la mecá*tica det debate, que se lnbtó É exigencía y de concreción, presionado ademd.s ahora por una cri-
a finales de abril y duró lo largo db una docena d.e sesioncs sis, tarnbién global, del capitatismo y de. sus instituciones.
-a .¿.
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As.í' pues, la pro¡ruesta der presente, ribro parte
de una cofl..
ta también que es la ;primera eez en la historia de la izquierda
cepción que ha yenido afirmdndose en ta ieoríá y en perutna que se realíza un debgte de este género, con estos al-
lá i;;i";ü, cances y con este grado de seriedad, Dhtercos polemistas falta-
el. socialista ya puede ser consid.erado in espacio
de dábatu au. ron q uflit u otra discusión, y han deiado constancia de sus ideas
t9"9fg en el país, un discurs-o. para el qu" ya mds
el didlogo interno que ra porémica con'ras ", fructtfero respecto de los Íruntos debatidos en notas especiales, Estas intert¡en,
posiciones'det áai
po enemigo, No sólo por una cada yez nAs ntúaa ciones (distintas d.e las notas surgidas del propio debate) tienen el
wú;iz;;i¿;
de.la sociedad peruana entre capitalismo y sociatii;;,-;i";=;;;: beneficio de comentar ideas previamente expresadas por los demds
b-ién_porque en térmínos histórbos y ,*iho i participantes, pero no han sid.o ellas mismas sometidas a discusión,
de losé Caflos Maridtegui han atcínzado una eipecie fiu;ial"i ií'i" En una o dos opórtunidades, se ha ffa.sladado de lugar una u otra
ae. náio
rla de edad, y lo han intervención, con el lin de lograr unidades mds o menos hamogé-
ltácho, mé pareie, ,en la cuita i"-lol iái,
sesenta, que yen el .inicio de una crisis profun¡ta neas en tonto a los temas discutidos. Estas unidades han sido
d,e la d¿ffioc;;.
do b.?lcu?g, un- auge del moyimiento popútatr, ;;;;;r;;"d;' .seleccianadas por ml y estd.n marcadas por los subtltulos, que
cy,es-tió1tr del poder revolucionario at
i; dividen el continuo de la discusión a manera de capltulos. Se ha
ceniro d" t, irii*por,tii
de.la izquierda, y los primeros contactos de ta id.eoíogla considerado editorialmemte con't¡eniente presentar el debate en
;;rl;li.
ta-con ra dinámica porítica de efectivas mayorras,nac¡oiáái.--tily tres tomos, que coftesponden a las etapas hisñ,rtcas'discuüdas.
relathta coittcidencia El presente yolumen cubre únbamente la pñmera de ellas, y los
d,e -y atgunas evidencias- en ta a¡lrmaiÁai
izquierda no siempre estuyo perfectameit"' ái":;üe:; dos siguientes aparecerdn en bre,t¡e tiempo, también con el sello
-que.la
a las circunstancias de aquella etary, y iue tat hecho es dd Mosca Azul,
los motores de su conciencia actuar'¡zsá tono ¿" autorrcirácii ii
""o Quiero agradecer aqut la colaboración de los diversos parti-
que subyace al discurso, camo ufla segunda n"iuiil"zaji'--"'
oipantes, asl como pedir disculpas por las insistentes molestias
De alguna .manera de ras posiciones mds rtrctdas etnana que les ha ocasionado la mecdnica tnisma de gtabación y co-
couticción de que no pueden 9a tnds estar las ,ol;cto;;;- una rrección del manuscito, Y agradecer también a María Dolores
rrente en los catubios, únt;; Salas, que me ayuü en el trabaio de edición, y a todos aquellos
_esencialmente coyunturates, Ae linüi ll
notnbre o de partido, Hubo un tiempo Zn que ta'potttiia-lc h cayas críticas o no- proporcionaron el aliemto nec*
izquierda pudo manejarse en gran nedida oi *oieii
ái l; sario para que-positivas
este proyecta se concretara.
sas,- de sus- alcances y de sus tirnitaciones. ttoy'esá
se
^:;
párAhiil¿
y la úincuta¿ión de .la izquierd.a'* taíi,lpollá
-ha.perdido,
y Hmitaciones de las nasas constituye,'y constituirá, to ,ii¿ila M.L.
tnisma de su existencia. y dentro de' íeme¡ant" piriíráriiila
autoc,tltico debemos reconocer que el presente diitoeo Lince, iunio de 1977
de la búsqueda de nueyas ¡ormas ae iercipcU;';-"d" "i ,irtZ
í;";;;;;
ma.ción de ta rearidsd ante eI fracaso iel retorm¡skiir"*iiíio
pals,

9r"!o, por últimq hacer algunas precisiones sobre el texto


en sl. Este presenta.el lntegro-de lai interyenciones ,"ot¡,wáoi
durante el debate, corregidas por los, propir, autores y úntca-
tnente para aclarer o precisai su senfido. -El ya mencioíri;
,*y **:1, e informat det aetaii ;
iá-ii"lio det tono cotoquiat
_'tas interyenciones, que debm en bdo momento ser coAsidA
ae
radas pot el lector como argumentos ercpuestos en ufla
mesa dc
discusión acalorada y tensa, y no -

o documentos cuidados, Adetnds de "o*o finencias elaborudas


esto debe tomarsa ofl cU.efl.

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el movimiento popular.etr los años 20-30

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MIRKO LAUERT Yo quisiera plantearles una pr€gunta que
probablemente va a ser refutada: ¿por qué 'la izquierda pierde

e
a los obreros ante el Apra, ante las fuerzas de derecha, en .los
años 30? Y, dentro dei otro contextq preguntar por el rol de la

e
*
CGTP como central histórica del movimiento obrero. Creo que
Gustavo Espinoza tiene algunas precisiones y correcciones a
la pregunta, ya formufadas por él en una corwersación .anterior.
GUSTAVO ESPINbZA t: Yo creo que ,la pregunta implica
dos aseveraciones que, no comparto. Primero: la izqu.ierda no
pierde a ,los obreros,en ,la década del 30. Y segundo: no los
*
th, plerde tampoco ante, eJ Apra- En los aios 2&30 se produce
un desarrollo vigoroso de las luchas sindicalés y un creci,miento
tl, de la organización naciente de la élase obrera. Lo acreditan el

#
ftI,
propio Mariátegui, los debates.polémicos entre Mariátegui y el
Apra.de L924 a L930, el surrgimiento del Partido Comunista, la for.
mación de la CGTP, las huelgas mineras y petroleras de los años
30 y 31, la masacre de Malpaso, la masacre de Talara, la lucha
de los trabajadores contra la represión, la ilegalización de la
* CGTP, el paro general que ella misma decreta en marzo de t932'
tuI, las luchas obreras entre 1932 y.1934. La izquierda se coloca a la
cabeza de estas luchas por la defensa de la naciente organiza-
e^{a ción sindical y por la construcción de la organización sindical,
por la vigencia de las libertades democráticas y populares, por
CJ, el desarrollo de un programa antiimperialista y por la defensa de
d, los derechos de los t4abajadores y de sus condiciones de vida.
l

1. Esta y las demás notas al texto se encuentran ol finul del lib¡o,


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.4,
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Ér
t7
'la vanguardia de la lúcha de Ia clase obrera. No creo que el
El Apra no desarrolla una polftica hacia ia clase obrera, y Apra gane a los obrefos. El Apra se acerca más bien a 'las ca'.¡1-"
no gatta a .los obreros. No los gana, en primer lugar, porqde'ná pas medias de la población para eI desarrollo de una polftica r'
asume riinguna actitud en torno a las Luchas obrera!; pfantáa mdr radical burguesa. La re¡lresión y la domagogia de gobiernos co
bien una acción de tipo insurreccional, programando ia toma dcl mo el de Benavides constituyen factores fi¡ndamentaies. Benavi'
poder mediante ,mecanismos sublovantes, áesestimando el apon des instala los Seguros Sociales para neutralizar las luchas obre'
te de la clase obrera y traicionando en concreto las acclonoj dc ras, En torno a esto habrla q,ue señalar dos cosas: por un lado
lucha de los trabajadores. Los compañeros recordarfur, por oJcür. Benavides efectirvamente reprirne aI movimiento obrero, pero por
plo, ,que cuando se.forma Ia CGTp y surgen las primeras dtdcuL
otro lado concsde algunos benefisios como los Seguros Socia'
tades, el Apra constituye un conrité organizador cle la CGTp quc
se entiende con los gobiemos de entonces, Recordarán quc in les. Para neutralizar a ia clase obrera, por un lado; pero por otro
los años de la Junta Transitoria de Samanez Ocampo ei Apra como una forma de reconócer, o de asimilar, el golpe que signi'
.fica para el gobierno de entonces la acción combativa de la cla'
prácticamente cogobierna y rrabaja por ganar el podor
fotttiáá
en las elecciones del 31, en ,una época en la oual él goblirno dc se obrera.
samanez . oca.mpo lanza una viorentá represión contrá lcgulfatar En cuanto a la segunda parte de la pregr:nta -la CGTP co'
y comunistas e..instaura carnpos de concentración en la- sclva, mo central histórica del movimiento obrero-, creo que en esto
en la zona de Madre hay comrln denominador aqul. Al margen de opiniones convergen'
.de D,ios. El Apra, en algunos casos por tl¡
colaboración con gobiernos como el de Sarninez O"ampo, y in tes o divergentes respecto de lo que co:tstituye la polftica actual
otros ca.sos con acciones insurreccionales como la de- fnfutUo de la CGTP o la línea'de la CGTP a partit de 1968, creo que hay
por ejemplo, facilita la actividad represiva de gobiernos reacclóno. común denominador en considerar a Mariátegui como el portavoz
rios, y asume dos posiciones muy serias, con contenldo dc clarc, de las principales ideas clasistas del proletariado, el fundador de
que la clescalifican como una rfuerza revolucionarla: eludc unt ,la CGT,P, y a la propia CGTP realmente como la central que re
definición en los términos de Ia ,lucha de clases y adopta la to. fleja los intereses y las aspiraciones de la clase obrera en el pe'
sis burguesa de los dos imperialismos, con,el fin-de diiercnclar. rfodo. Por lo menos. ese es rni. punto de vista'
se de los Partidos Comunistas. Entonces aóuña Ia famosa lra¡o es, por
que tiene vigencia aprista hasta hoy: ,,Ni. Washington. ni Moscú. FELIX ARIAS SCHREIBER: Bueno... la época del 30
sólo el Apra salvará al Pent".i 0,1 i , r' ,¡", , .=' .'*,, ',. .r,( lo menos en sus primeros años, la de la crisis mundial y del im'
periaüsmo, la ,más dura, ia más dramática y la más honda crisis,
Es, entonces, ta reipresión,o"*uiojitl'&i!ái.*.rtos tdeoló. con l,a posible excepción de la aotual, en toda la historia del ca'
Bicos. y polí1io9.s, l" e.y.- debilita y quiebra a las nacientes orga. pitalismo mono,polista. Es 'una época de gran desocupación, de
nizaciones 'sindicales del protetaniado, la represién de Samalilz represión contra los trabajadores, de ilegalización y de grandes
Ocampo, la de Sánchez Cerro, la masacre de los mineros de Mal. luchas del movimiento sindical. Una época ,muy diffcil para los
paso, los acontecimientos de Trujillo, la ilegalizasión de ,la CGTP, obreros pen¡anos y para toda la nación 'peruana. Vemos la cal'
la represión del paro de 1932, etc. La represión irnpide el crc. da de kgula, el ascenso de Sánohez Cerro, y posteriormente la
cimiento normal de las organizaoiones sindicares haita comlen etapa transitoria que .Qulmina con el ascenso de Benavides. En
zos de la década del 40. Dispos,iciones muy serias, como por esa época tiay tres coinentes, fr¡nda'mentalmente, en el seno del
ejemplo la ley de emergencia; que faculta a- la policfa para'do proletariado: Ia anarcosindica'lista, la comunista y la aprista. Lo'
tener a dirigentes y trabajadores bajo la acusación de hacer ae.
r g;ue se podrÍa deoir tal vez es que en la década del 30 va perdien'
tividades polfticas, y retenerlos indefinidamente. La ley g50S p+
na con tres años de pr'isión la rea.lización de actividade! ooHticas áo fuerza y casi desaparece la corriente anarco'sindicalista en t
por parte de los ciudadanos, y por hechos concretos estabiece sán- el seno del movimientó obrero. Esta corriente cumplió un gran
ciones de cinco, siete y diez años de prisión. Nafuralmente es- papel de 1918 a 1927;, ella dio origen a las primeras huel'gas, a
tas disposiciones golpean al movimiento obrero, del mismo modo ,la gran huolga de 1918, a la de L919, a las jornadas por las 8 ho
que lo golpea la ilegalización de los par,tidos y los sind,icatos. En ras, la lucha por el a'baratamiento de las subsistencias, y tiene
rgsur,nen, pues, yo no comparto la opinión de que la izquierda lnfluencia en ,la formaqión de la Federación Obrera Peruana del
pierda a los obroros; crco entonces que la iryuiárda ,"."ó1o"" . año 1922 hasta 1927., Pero ya en este rlltimg año es Ia acción

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de Mariátegrri Ia que prevalece en el seno del movimiento obre.
ro y la que desde a,llj se esfuerza por dotar el proletariado de r¡¡18
conciencia de clase, por fijar los principios dél sindicalisrno cla.
H Debido a esto y, podrlamos decir, a la inmadurez dol nacien" itl''
te ,movimiento comunista de aquella época -pues el partido es
muy jwen y no tiene iuna 8r8rl experiencia polf'tica-, el Apra rea-
Jl *" liza algunoi avances en los sectores campesinos y medios. Pe-
't, sista y. sobre todo por darle una organización nacional, que gul.
el surgimiento de la CGTp. En sus primeros a¡os la 39 'ro la fierza del Apra en el movimiento ob¡ero, con la excepción
Titl 9-o-n
CGTP libró u¡a lucha muy dura contra Irgula y después contra
Sánchez Cerro. En el año 1932 hubo una Liy dé Emergencla ox. P de textiles, donde tiene alg:nos capit'uleros, como Qufmper o S.a'
brosq que se apodera real'mente del vocero de la Federación

:I
cepcionalmente represiva, y se puede decir que a meáiados do
la década del 30, luego de su ilegalización y de las represlonot
contra las huelgas de los petroleros, ,mineros y choferes, la CGTp
*r) Texti! á excepción de esto el Apra no tiene ningrrna fue¡za en
los años 30 en el movirniento minero ni en el'movimiento obrero
urbano. Tiene, sí, influencia regional en el norte. La influenc¡a
*
il
va perdiendo fuerza debido a las posiciones- de sus princlpalcs
dirigentes. rf
j9
del Apra en el movimiento obrero viene por un hecho interna'
cional, puede decirse, como consecuencia del apoyo que le [¡res'
ta el imperlalismo, del crecimiento de la CIOSü., de Ia lucha con'

iil
I
-
Ser{,a, m€ parece, exagerado decir que el com,u¡ismo plerdc
a los obreros en la década del 30. Sl, es verdad que ,los'anar.
quistas pierden fuetza, del mismo modo que el vsó ca,pltulcria.
mo y el ,mutualismo en la época del 20, pero no el comunisrno.
En general todo el movimiento obrero sufre golpes,muy duros du.
e
Jf,^
tra la CETAL, apoyada por el imperialismo no¡teamericano; y es-
ta influencia se desa¡rolla en los años de 14 guerra frfa y en co
,laboración con los gobiernos de turno, ouando el Apra desarrolla
un abierto papel de agente del imperiafismo en la gr-rerra. fría, pa'
lr' rante la década del 30, golpes de los .guJ sé ira rocuperar¡do ra dividir al movimiento obrero e impedir el desamollo de su or'
lentamente, y el nuevo ascen'so vendrá ei tg+q; pero a pirttr
*í, ganizacióir clasista y de su toma de conciencia de clase frente
ii
1932, hasta los 40, hay un reflujo del movimiento obrerq no obE
r-ante que consigue algunas conquis.tas en Ia época de. Benavl.
do
l¿t á los problemas del pafs. Esta es la influencia del año 1945' es
decir de otfa época, pero no la de Ia década del 30'
I
des,. como lcis se¿uros sociares, ár dereoho a ser registraáoJ ios
sindicatos en el Ministerio de previsión Social, Tra,tájo
}J,^ RICARDO LETTS 2: Valé Ia pena hacer algunas observaciones
a la interpretación que ha dado Gustavo Espinoza. Por lo, pronto
,l etc,, una 'ligera apertura de este gobierno respectb ae to
i Sálrr¿,
* quedo esperando una'nueva versión en él sobre por qué- no ha
_,más
que habfa sido el de Sánchez Cerro. Lo que sl gana et npra on
esa época es fuerza electoral tanto en las elecciones d; sán aJ) ásumido r¡na revisión.autocrftica de este perfodo, para la cual
Félix Arias 'a.porta algrrnos elementos, y por sulrueslo que -ello- te-
chez Cerro, co,rno más tarde én la tuoha en apoyo de la cand,l.
é nfa que s"r áiotto. Résüta sorprendente que un diiigente de! Pg;
datura de Eguíguren. En esto aspecto, sÍ, el comunismo cG tido bomunis-ta Pemano (Unid;d) haga el análisis de la década del
, .*
i1

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t.
mete algunos emores producto del sectarismo que impera en la
década del 30 en to-rno a algunos problemas áel Frente Unico,
que son superados hacia Ia mitad de la década del 30 con r¡¡
nuevo planteamiento, que es el del Frente Unicq que va surglen
r;,
e
30 en términós triu'falistas, no autocrlticos, cuando está precisa'
mente para ser examinada la que fue la experiehcia, con Ravi'
nes a Ia cabeza, dpl ,PC, y las évidentes desviaciones de izquier'
da que se dieron.'En fin, desviaciones de izquierda de- palabra'
do y desarrolándose y que empieza a aplicarse iambién eñ el
.Perú. Estos errores giran en torno a ra misma interpretación de
la sityación polltica i¡iternacional, latinoameriru*, incrusá-na.
. cional.- Es sabido que algunas de las consignas en "Ios prtmeros
I con'resultados de dereoha en lo concreto. Entonces el análisis
obliga a plantearse el problema ptecisamente en términos de si
es que la cuestión.era'berder alos obtetos, a la clase obtera, o
¡
4años de esa década eran del tipo de ,,Lucha de clasl contra
'| clase", y no el planteamiento nacional de la lucha antümperia,
I lista y antifeudal en er perú. Ta,mbién fue erróneo el planteamiá-
et
*

aaa
a lis masas populqrir§. La preg.r.nta dice "pierde a los obreros";
supongo que podrÍa piantearse en términos de "pierde la condr¡'c
ciOn ae .lá clase", o'la condición de vanguardia de Ia clase, y a
su vez eso trae por supue§to implfcito el problema de las masas
.to de que era posible constituir los soviets de carnpésinos, marl.
populares, pardCuhrrnente el campesinado y los otros s@tores
neros, soldados y obreros, en las minas, durante ta gran lucha
{ no proletarios del puéblo, aliados de la clase en este período'
antiimperialista que se desarrolló en ce*o de pasco. É. á".ir ia
imitación un poco mecánica de argunas pecuriaridades '¿e la
Gran Revolución Rusa.
rJ'
ra,
Yo dirfa que sf los pierde, es decir que pierde la ocasión de
ponerse a su cabeza. Que sÍ es verdad, y que eso es fruto de

20
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#
Yo quisiera, entonces, preguntar aqd, ¿cuál era la táctica
una de las primeras desviaciones que se .pres€ntan en eI Partido de poder d.el Partido Comunista en este perfodo? Trabajo con la
fundado por l\{ariátegui; y que tuvieron esa marca, la de la in impresión de que no estaba claramente fo¡mulaclo este problema,
:l
I comprensión del problema del Frente Unico, problema planteado, cle que habla una incomprensión sobre el Frente Unico, y gue
,i pero.no terminado ni redondeado por Mariátegui, que queda en. su única formulación estaba en los soviets, que fueron .levanta-
I
tonces como uno de los olementos incompletos en la formulación dos, y que era una desviación izquierdista, y que esá desviación
.t programática y teórica, y que luego da'lugar a que se produzcan izquierdista aislaba al .movimiento y efectivamente cedla el cam.
il ese tipo de desviaciones. En mi opinión el Apra en Ia época a- po a corrientes pequeño,.burguesas conciliadoras que si bien re,
I
ver si ponemos esto bien en claro- tenfa una concepción, un apa cogfan los impulsos ins,urreccionales de las masas populares,
ll tito, una búsqueda, una voluntad de pgdcr, reprcsentando un ln- eran incapaces de llevarlas a culminación correcta, esa era el
il
i
terés popular, en momentos de crisis, én una situación que tuvo Apra de entonces.
'i muc,hos de Ios elementos que caracterizan una situación revolu-
II
cionaria. Y no sólo jugó a las elecciones como una alternatlva, MANUEL DAMMERT: En lo que se va iniciando el debate, se
I
,presenta un problema en su carácter. En esta primera pregunta
,: sino que' lanzó a las matas por el camino insu¡recional. A'llf está
t
por supuesto el problema de si fue Ia dirección del Apra, do sl el sentido fundamental es programático y polltico, más que his-
fue ella toda entera, pero es indudablemente el movimiento, En toriográfico, y en este sentido me parece que la ,pregunta misma
'tonces, Gustavo Espinoza ,ha condenado como uria forma de facl. tiene un error. El problema no es de que Ia izquierda "pierda"
litar la represión el alz¿miento _insurre-cciqnal .de-Truj.i.llo y por a los obreros en esos áños, sino más bien si en esos años se inau-
gura un nuwo perfodo. his.tórico en'nuestra patria. Si con el de-
supuesto los otro§ ,que 'Cd diéron en el país en esos momento!,
sarrollo de Ia clase obrera, con el fundado Partido Comunista, con
Eso a mf me llena de preocupación respecto de cuál es enton
ces la concepción del problema del poder en esa época y cuál
la presencia de José Oarlos Mariátegui, se inaugura un nuwo
perfodo histórico en ellconjunto de nuestra sociedad. Ese es el
podrÍa ser en circunstancias como la astual, porque ese es el ln problema fundamental de tipo programático y político a ser de-
terés que tiene, por supuesto, una revisión de la hlstoria: vor sarrollado. Y, conjuntaménte con é1, la cuestión de cómo, inau.
sus irnplicancias para manejar una situación aptual y futura, guraclo ese perfoclo histórico, la clase obrera es derotada y por
I.En nuestra opinión esos alzamientos fueron iustos. Y fueron una qué es derrotada. Más: gue por qué pierde a los obreros, la cues-
..-léxpresión correcta del sentir popular, de contenido antioligárqul. tión entonces es la inbuguración de un nuevo perfodo histórico
'bo pleno. EI problema estu.vo, por supuesto, en que no hubo la
y en él la derrota de rla clase obrera por responsabilidad de una
.vanguardia capaz de conducirlos correctamente, y capaz de cen Ifnea polÍtica errónea que da pie a que otras fuerzas traten de
tralizarlos, coorcllnarlos y ponerlos todos en un solo tomente dc conpeguir Ia dirección hegemónica en el movimiento de masas, su-
lucha popular. insufreccional. EI Apra jugú a eso. Vuelvo al cedlendo esto con el Apra y ,llevándose a las masas a la derrota.
punto: el Apra, o su dirección, o Haya, es decir Ia direcclón del Estos dos ,puntos fundamentales deben ser señalados y tratados,
moümiento aquel, jugó a eso con la misma vacilación, doblez e porque si no se podrla'cometer el error en que anda Gustavo,Es-
irresponsabilidad con que habrla de hacerlo nuevamente en 1948. pinoza, cuando fundamentalmente analiza el periodo desde el punl
Es verdad c¡ue entonces el PC luchaba, y Gustavo Esplnoza ha to de vista de "la legalidad". Según é1, el problema de la rErrq
dado cuenta descriptiva, pormenorizada, de al,gunos de los hs sión, más que la expresión de .la acción de la clase dominante pa-
chos que caracterizan las Iuchas que 5e daban por el lado del ra derrotar el ascenso,revolucionario de las masas, gs exprcsión i
. Partido Comunista en esta época. Sin embargo toda la explica. de su "falta de legalidad" perdida. Esto es lo que está a la base
fi-ciOn aet
problema de lo que éf mismo llama "delilitamiento yiuie, de su posición frente a las insurrecciones populares dirigidas por
f\.bra", queda reducido a dos planteamientos: el de Ia represión, eI Apra. Pienso que el debate debe estar centrado fundamental-
$como clave, y el de la domagogia aprista. Por supuesto que am" mente en estos dos puntos. En torno a estos dos puntos hay a
bos aspectos estuvieron presentes y ,t¡ay que tomarlos slempre su vez dos posiciones generales que reflejan posiciones polftico'
en cuenta, Es decir la acción del -enemigo y las desviaciones en. programáticas di,ferenciadas. EI problema de evaluación del pe
el interior de las propias fuerzas'en el campo popular de ese ríodo del 30 no es tanto si ,Ia clase obrera no consiguió evitar
momento. la represión ganando:mayor legalidad, sino el por qué no pudo

22: 23
cuando,era pre-revolucionaria. Es caracterizada como plenamen
llegar exitosamente a dirigir el movimiento popular en plena sltttl. te revolucionaria, y erl v@, de plantearse una lfnea adácua¿a áe
ción revolucionaria nacional. formación de la alianza obrerocamp"ri"r, ," lanza
,

obrera aislada al frente der combate,^se ra ianza sola


a la clase
El primer aspecto es que no se pierde a los obreros, llno Este error
que se inaugura un nuovo perfodo histórico con la formaclón dc está a.Ia del planteamiento de Ia formación d,e los sovieti
-base
a partir de la huelga minera. por esta llnea, en plena situación
la clase obrera. Esto se da con fmpetu desde comienzog do d. pre-revolucionaria, la clase obrera sufre
glo,'llegándose en 1928 a la formación polftica del Partido dc lr en su direcci¿n ñd;:
clase obrera gracias a José Ca.rlos Mariátegui, afirmrándosc y do. ria_derrotas, con Ia ilegalización aei pc, ü desor,ganizaóiár.
¿"
sarrollá¡rdose los puntos fundamentales del programa retoluclo la CGTP,_Ias masacres en el Cer¡tro, ü, p"**"iones y detencio
nario, desarrollándose la acción de masas obrera y populer, y, nes' EI tlnico partidoi que rearm"rri" en ese rnomento en
conquistándose üctorias sindicales que se logran grsclrt I "*istia El ap.", er, áros-mo
nuestro país en las ma,6as, es asÍ derrotado,
propaganda..que venía desde Márico y iirmaUa ,,á
la presencia polfüca y social de la clase obrera. Estos atpcc 1,"jt1t: era
.
tos nos señalan que en nuestra Patria se hacía ya presento unl
clase rwolucionaria que puede dirigir el conjunto de la naclón,
-'presolver las cuestionei nacional y agraria, a,grupar al cdmpcrlnr.
fld mr[e uentra] en Abancay,,; como bien decfa Mariátágui,
xico, desde el extranjeio y ,las capillai,
mentar rer¡oluciones.en nuestro paíl, haciendo
desJe Mé.
""*." daño'a Ép"Á
Oi"i, ii-
ráolu-
' do, a la pequeña bunguesfa, a las clases democráticas y p¡pftü il9: p p*ltgo reat con ixisiencia-e"tre ras masas popu.
:1 *t Comunlsta,
era.et
sistas para hacer la revolución. Esto marca un rumbo totalñcntc l1-:s el que justamente, por la lÍnea incoñecta
di,ferente en nuestra sociedad. AI mismo tiempo, se haco p* d". Ia.muerte de Mariátegui,'es derrorado, prepa_
:Tg::i l:"e:
ranoose la , derrota de : lss masas conducidas
tente que la burguesla, como decía Mariátegü, está enfcudada d ü que se mor¡ta sobre larderrota ¿ef pó.------ luego e¿r el' ¿fiá
' imperialismq es incapaz de resolver las tareas nacional y agfr.
rias; y, en segundo ,lugar, que a lo más que Ilega la peq,ueña bur.
guesfa en el poder es a una demagogia nacional.ista, lo que llamr
t0 En la evaluación de esta línea incorrecta hay dos posiciones:
luieles-estiman-que e§.inco¡recta po
;u*""ro,,, po, ,,tuUu, pr*
una "tempora.l borrachera" seudo-antiimperialista. Estas aflrml. vocado la represión": y,lgr quc esd;amoi qr"
,
in"or.""tu ior_
ciones programáticas de Mariátegui, diseñan el rumbo nucvo do ü q.ue
10 supo couducir ", revolociéná-
más aderante ese movirniento
nuestra sociedad desde esa época.
Ciertamente, desde Ia for¡tración del Partiáo en 1928, desde
ese momento se preparaba para una coyuntura histórica excop
ú9
,-fl
rio. Que habían .luchas populares d"rpl"g;;"E;;ñ ;;'; dü;;:
lo;.siendo una expresión de ello hs lnsürrecciónes ae ú
;A;;.
ña. burguesfa y el pueblo que logra dirigir el Apra, ins".r""litles
urbanas, todavfa no entrelazadás al c-ampesinaaá ; ;;;;ñi
cional, que ya ha señalado en rasgos generales Arias Schreiber.
va, pero de gran importancia para forjar uir destaca.¡niento pottii.
Esa coy,untura de una situación revolucionaria es donde debe ú co
evalüarse la disputa abierta, directa, ion el poder polltico, por _de masas independiente un la .lucha por el poaer. Oerátááó
la clase obrera; justamente son .las orientacio¡res programátlcas é ,
eI PC, son denotadas. ruego las masas po. l. conau"cián-peque.
ño burguesa que .les imprime el Apra.'Más adelante t;a;;;;,
y tácticas a ese respecto las que determinan la evaluación dc
*Í. que un punto de agenda, qué se debe que el pC,
-:To.cte esaTderota, haya cambiado a
qué pasó, en ese perlodo, Porque ,hay evaluaciones diferentes.
Hay, además, posiciones couocidas aI respecto. por pafte de Ma.
riátegui existía una determinada Ifnea correcta acerca de Ia actr.
*9 Iluego
su carácter de cias" y, ei
consonancia con lo que sucede en Ia URSS, cambiara
tación central. La pairia ¿e fenin convertiá" u ot.o tipo
su orien.
mulación de fuerzas en la lucha por el poder, Ia que, posterlor- ú de orien
tación, influyendo y recogiendo luego los prematuros ca¡nbios
' mente, es cambiada cuando Rayines asume Ia dirección partida. -Ei
ria planteando una posición ,'izquierdista,', y que, después de é que hacia er reformismo ya habfa daáo el pó desde
ri¿0. pc,
construido por Mariátegui, es_deformado y aesvirtuaao,
ello, Iuego de la derrota en el 30, se plantea de otra rna¡era, se
é ser reconstruido en el-actual perÍodo hiitórico ,ii; ilJ
plantea una lfnea programática y táctica refonmista social-demó f." púé¿á-ái iÁ.
crata. En la coyuntura de la situación rwolucionaia, la derrota
que sufre la clase obrera se debe a rtarios factores. Uno prl.
uta pecto ver el artfculo de Santos Hua¡ra, en Críiica-
Mariista-tá
ninista Ne 8, acerca de .la Reconstruccián áel partido d; Ma.ú-
tg.Srr). Sobre,el problema del Apra, hay gue decir que .oo
mero, es que la siü¡ación revolucionaria es caracterizada volun é or"
tariamente cuando estaba en sus morrentos iniciales previos,
:1, ella le quite tos obreros at pC, sino
{ue "lU
iáü-i";Jáil ",

st,. 25

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#
#
H
llarse sobre Ia base de la derrota del movimiento obrero. Es esto
Io que permite el desarrollo del Apra, 1o que Ie permite abtuar
en base a una estrategia muy concreta: canalizar las luc,has pa,
ra ímpulsar un golpe de estado que termine llamando a elecclo
nes. En los estudios históricos realizados queda claro que a la
dirección centra,l del Apra y a su programa, no se les plan.
#
*¿,
iY
mo de las capas medias; y por lo tanto tenla aspiraciones de es-
tabilidad. La crisis de los 30 genera una desocupación muy fuer-
te, y toda desocupación debili,ta al movirniehto obrero en sí, y
también toca a las capas medias, Tengan en cuenta que en Li.
ma podla estar el centro de la conducción del .movimiento obrero,
pero las acciones son en las minas y en el campo. Se fortalece
tea la ¡evolución, la subversión del Estado Burgués semlcolonlal
que se estaba afianzando, sino que.plantean su inclusión en cl y esta ,tendencia en la conducción de este movimiento cuando ern-
pieza una urbanización sin industria, que también genera conduc-
tas de sector terciario en grandes capas populares. y el Apra'\
Estado como una fuerza polftica radical pequeño bunguesa. Pon
, esto, para precipitar el golpe de Estado el Apra apoya lnqurroo
ciones que luogo traiciona. De afu en adelante esta será su tt+
tica, para Ia cual el PC, convertido ya aI reformismo, ofrece como
fl
fly
viene del campo norteño y costeño, de las capas medias peque. I
ño-burguesas provincianas, derrotadas y marginadas por el im. I
perialismo (Casagrande,l los Gildemeister), pa.ra instalárse en Li-J

e
alternativa el colaboracionismo. ma, donde también se instalan lies centrales de .las empresas im--
perialistas, que a su vez generan una demanda de intermedia"
FRANCISCO MONCL,OA¡; Yo creo que ya están expucgto! rios: profesionales, miembros de los sectores terciario y comer"
varios de los problemas de los años 30. Pero yo quisiera subra. ciaL Hay una expansión de las capas medias capitalinas y no ''
'y¿rr, como lo ha hecho el gompañero Dammert, que el problema
j
de la clase obrera. ,r ..^
,i:
¡' Do €s quc un partido de izquierda pierda. a los obreros, slnor quc *
los obreros pierden la carrera frente a:la masa popular en su Es aqul, pues, que::Ia estructura social se deforma desde el
lil
l"
r conjunto. Es a la clase obrera a la que lray que comenzar a ann * punto de vista político::De allf que yo considere que Io que su.
lizar en la década del 20 al 30. Entonces ella es muy inclpicnta, cede en el año treinta no es sólo el fracaso y la derrota alt par.
i,,
t,l muy débil, corresponde a una industria también bastante clqmen
* tid§ Comunista, sino 1á derrota de la clase-obrera, porque eEtá
* débil e incipiente. Más tarde esa clase obrera también ,á t"rr-
t;
l
tal, de alimentos, bebidas, etc. La masa obrera ,nrás calificadn
es la minera, que en ese momento es también tribtr,tar'ia dc una
conciencia campesina: son trabajadores que constantemente ml. r*, tir " ge.
deformaciones, como respuesta a una presión estructural
neral. Me querfa referir a que no es que el PC pierda obreros

e
gran entre la rnina y el campo; recién más adelante se van a 08. ante el Apra, porque incluso yo creo que no los pierde. En esto
tabilizar como obreros, El obrero es incipiente también en su * estoy de ac.uerdo con Gustavo Espinoza: con excepción de los tex.
conciencia, en su formación de clase y en sus intereses¡ lucgo tiles y los obreros del norte, el Apra no controla más. Es el mo
están Ios campesinos que trabajan en Ias fábricas azucarera§
del norte. AquI en Lima se confunden mucho todavfa los nlve-
les artesanajl, mutualista. El obrero en esa época es el tranvia-
rfl
*
vimiento obrero el que está absolutamente débil y todavfa no lo-
gra avanzar en una conducclón polltica concreta.
FELIPE PORTOCARRERO. En Ia progunta planteada hay un
rio. En ,fin, no estamos pues ante una clase obrera tal conio se elemento que ha comenzado a aflorar en la discusión y es el de
puede entender en pafies desarrollados o en pafses ya en sltua-
ción revolucionaria. Lo que ocurre el año 30 es que la izquierda, * las dos opciones planteidas: una, el Apra, que parcce tener un
relativo '1éxito", por lo,inenos en términos de a¡:astre popular, y
ial vez como plantea Félix A.rias, por tributar también a los ejem. * la otra, el PCP, que comenzando de manera muy auspiciosa
plos de la Unión Soviética, de Ia rovolución rusa, confunde la po-
bajo Mariátegui termina desempeñand,o .un rol relativamente se.
tencia de la clase obrera y no va a la posición de Frente Unico. * cundario.
Al Apra en iambio no le preocupa un comino Ia ¡nasa obrera en
, sf. EI Apra tiene vocación de poder inmediato, cosa que no pue- * Creo que los factores de explicación que dio Gustavo Espi-
:de tener el Partido Comunista en ese instante, y si la tiene no
d, noza deberían hacernos. pensar; señala, por un lado, Ia repre.
I la ve muy clara. Mientras que el Apra utiliza a la clase obrera
que recién.\a a empezar a tener sus características diferenciales
con .las capas medias. Yo soy algo mayor que ustedes, y re-
cuerdo todaüa que allá po¡ el año 1935 el obrero estaba ya un
.f
*
slón, que sin duda jugó un papel muy importante, y, por eI otro,
la demagogia oficial" Me planteo, sin embargo, dos preguntas.
'La primera serfa: ¿por qué reprimiéndose tanto al Apra como
al PCP r¡no tuvo "éxito" y el otr,o alcanzó sólo un rol secrrndario?
poco contagiado de los niveles y lob comportamientos de consu-
rp La segunda pregunta se refiere a la función de la demagogia ofl-

n
r5
*
26


*r
g
el extremo secterismo ,de Ia consigna "clase contra clase" que
cial. Se ha mencionado, por ejempló, que el Mariscal Benavi- de la línea del PCP de la época. En un primer momento primó
des dto pase al r.econocimiento .de .las organ!2aciones sindicales aisló al proletariado. Posteriormente, en una segunda etapa, se
a partir de 1936. Reconoció, srn embargo, sólo un número muy opera un viraje hacia los frentes populares, "compartido" igual.
reducido durante su mandato d,e 1936-39. No parece, pues, una mente por todo el movi'miento comunista internacional, subordi-
demagogia suficiente como para ,frenar un movimiento de gran
impor:tancia y capacidad de movilizacién. Pienso que hay que

Todo esto nos lleva a referirnos a 1o que' ha señalado Mon-


P
P
nándose la acción de la clase obrera a la búsqueda de una cG
laboración con la "burguesfa democrática y nacionalista". Plan'
tearfa que en esta orientación polftica se mani.fiestan una serie
de errores ya comentados y que determinan que la clase obrera

#
cloa, subrayando que existfan dos tipos:da dificuttades para el no pudo aprovechar la coyuntura para perfilarse por Io menos
movimiento obrerno en el perfodo co¡no un polo polftico de clase claramente diferenciado.
Por un lado, Io que era et Perri ,en ese momento. A csc CARLOS MALPICA: Yo estoy totalmente de acuerdo con va-
nivel creo que hay que ser más reales e históricos, reconstruir lo rios aspectos de lo que se ha dicho. De asuerdo en que por los
. . que vemos en las fotos de la época: .los obrqros con sarita" Esa
es justamente la imagen que tenemÑ'Eél'perfodo. Es decir, un
desarrollo capitalista arln incipientg con extremas desigualdades
Ira, años 30 la industrialización era totalmente incipiente en el pals,
lo Cual determinó que la clase obrera fue4a débil. Imagino a Li-
ma en los a¡ios 30. Era una ciudad de 300,000 habitantes. ¿Cuán'
regionales, que crea una grari heterogeneidad en los sectores po
pulares del campo y Ia ciudad, una gra¡r diversidad en la pequc.
ña burguesla y las capas medias, factorés que constituyen un obs.
táculo para su u¡ificación. Y vemos que aln un proyecto pequ&
rr,
fr,
tos obreros habfa entre estos 300,000 habita¡tes? Yo creo que
no más de 20,000, quizás 30p00. Era, pues, un grupo bastante
reducido. Incluso a nivel del pals la clase obrera era muy pe-
queña, y Ia influencia sobre ella se la dispuiaban los anarcosin
ñ.o burgués relativamente exitoso como el Apra de la época no lo,
gra una implantación ,homogénea; en algunas zonas, como el "g&
üdo norte", conquista pósiciones preponderantes, pero en otras
penetra escasamentg como lo reflejan las investigaciones reall-
#
e
dicalistas, que ejercieron una gran i¡fluencia tras los .movimientos
,tradicionales del tipo de.l mutualismo, y luego el Apra y el Partido
Comun{sta. Y rr.re parece quo no es que el Apra adquiriese
influencia obrera quitándole sindicatos al PC, porque comenza'
zadas y las cifras electorales del momento. De aqul que a nivel ¡on casi juntos su acci6n; creo que la prédica del Apra impactó

tr más en los sectores obre¡os en aquollos tiempos, y es probable


de la estructura social se vea que esta heterogeneidad,. esta dl-
versidad de los sectores populares, unida al desarrollo relatlva- quo haya habido una ¡iiayorfa aprista en los sindicatos durante

s
mente incipiente de la clase obrera, dificultan que el proletarla. lós años 30. Quienes',¡iierden influencia en esos años son sin
do insurja como un micleo independiente, dotadci dp personall. lugar a dudas los. anarco'sindicalistas. No creo que el Partido
dad polftica propia, y es más bien incorporado a un movimicnto Comunista haya peidido influencla en los sectores laborales, sino
.muy'amplio que liderado por Ias capas ineüas y la pequeña bun los anarco-sindicalistas, cuyas bases y dirigencias obreras se
guesfa recogía, sin duda, las aspiraciones antioligárquicas. Y no transformaron en bases y dirigencias apristas, tal fue el caso de
olvidemos que si se nos dice que el Apra tenfa solamente a los Arturo Sabroso o de Guerrero Qufrnper, por citar a r¡n par, q'ue
textiles y a los cañeros agrupaba ya a vrra fracción significativa *, llegaron a ser destacados dirigentes üaborales y pollticos del Par'
de Ia clase obrera peruana de ese entonces,
Por otro lado, podemos preguntarnos si dada esta situación ar, tido Aprista.
r objetiva tenfan que pasar asf las cosas. Creo que no y aquf se
fr, De otro lado yo creo que hay un problema importante de
plantear aqul: ¿por qué crece é1 Apra? ¿Y por qué no crece en
I presenta la segunda dificr.rltad para eI movimiento obrero del pe
\UoAo. Es decir, Ios problemas de su dirección polftica. Una gran rd, esa década el comunismo? Para ambos hubo represión, sin lugar

'parte de los probüemas del prolet4riado de los años 30 se


'explican
en base a la orlentaclón que asume el equipo que su.
cede a Mariátegui a la cabeza del PCP, que es atln incapaz dq
rJ'
rJ'
a dudas. Mi opintón es que el Partido Aprista de los años 30
interpretó mejor la sociedad p€n¡ana 'de su tiempo que los diri-
gentes comunistas sucesores de Mariátegui, I-a influencia perse
nal de Mariátegui fue relativamente pequeña porque él vivió'muy
constituir aI proletariado en un polo polftico autónomo. Estos
prroblemas de dirección han sido ya menclonados en la discuslón
r*r poco tiempo; a él lo sustden otros dirigentes en el Partido Cc

28 .J'
rp
29

rlr
G
munista, como Raünes y Terreros, En ese entonc€s, siu lugar a
dudas, la clase media, las capas .medias más los pequeños y ma
dianos campesinos, pesaban muchlsimo" más en la sociedad po
ruana de 1o que pesaba la clase obrera.l Sobre este aspecto exls.
te una serie de estudios. El apoyarse el,Apra en los estudiantes,
por ejemplq stgnifico captar a una masa casi tan grande como
los obreros. No t€ngo a la mano estadfsticas sobre éstq pero
,no creo estar equivocado al aftmar que el estudiantado era un
grupo casi tan numeroso y mudro .más'politizado. Creo que los
dirigentes apristas hacen una mejor interpretación de la socle. I

dad de su tiempo, Io qug les permite crecer como partido. La tls m\o.Aro\
clase media tenfa ün mayor peso, no solamente numérico sino cn i?tftt;¡ffiIffi t.l¡tm;
,*ttt s'slreiT'ads'r Existieron esos
¿

Habfa una crisis' que t:."-P


f ac''

cuanto a niveles educativos y de politización, lo.cual Ie permitló í".""ii ao"tli-Ñá ":flt


quq el el ?eni se sraficaba dra-
V
al .Apra crecer mudho política y electoralmente'. ;;;;J á"t ,irt"*u ""pit"litta, crisis que. también
Otro argumento en favor de que el Apra comprendió rneJor máticamente, como ya^ se ha t"ñoludo' Un¿
no ha'
el Penl de su tiempo es el siguiente: sin lugar a dudas la del 30 existfa en otros paísesrde A*éri"u Latina'.Evidentemente puede
fue una crisis muy profunda, que involucró a todo el,mundo ca,pl. bfa una situación revoiucionaria en América l¿tina' iSe
los de a¡riba
talista; y en el Perrl fue particularmente intensa, creando condi. decir oue habfa una ;yr"t;;; política por la cual v!
ciones revolucionarias gue el Apra trata de aprovechar e imple. f;J,;;;lt;;";ando v ios ae a'uaio no Querral seguir
una se'
.mentar. No creo que sea casualidad que la revolución de Trtr. ó*t estaÚan?, To*pó"o' "Los de arriba" tenían
"Éá-0" turnarse la direc'
ji.llo se produzca en los años.de la crisis. La derrota electoral, ¡"-áu *""u"isrnos y de:rácüsos de poder.para
golpes milirares, a las dic-
el argumento de Haya de que le robaron Ia presidencia fue un ññ;iñü-á"r purr, ié**i""a" a los
pretexto. Habfan condiciones sociales y económicas que faclllto taduras, a losmecani;ñ; ¡" la represión y penetración del im'
ron ese estallido popular, pues es diffcil creer que se üogre mwl. ;;#h;t'l'rlo, á" áuujo", como se ha señalado' no necesaria'al
.lizar revolucionariamente a todos los trabajadores de la caña, quo de clase cómo para aspirar
"é;;
mente tenfan suficiente cánciencia
ñuüluJó'¿. 'los obreros con sarita' J el l1nle'e
I

en ese tiempo eran alrededor de 25 ó 30 mil, sólo porque a Hayr


de la Torre le habla¡ arrebatado la presidencia. Creo que existfan
ffi;;. factor subjetivo,.es olvio que el Partidq 'Comunis' I

la existencia clel
una 'serie de motivaciones de orden económicosocial que har ii =rii""r^ál.zl, ; 3ó; y=Ñ no istamos anle un'probiema,de.vo,,
ftrerua que esté- en . '
bfan creado condiciones revolgcionarias, que el Apra tratide lm. iUoiua-¿" dirección, ni ás, ob¡etivainente' una
Entonces no hay r,
plementar para llegar al poder a trbvés de un movimiento revolu.
.üi[r"*, iá-ái.iÉi, á ;r*""; revotucionario.
cionario. Por supuesto que los dirigentes apristas jamás pensa.
;#;;;;-;ürJo'nátiá;'ro que hav es una crisis polftica' -una
ron en tomar el poder para hacer un Perri socialista. Ellos qua pero eso no grafica una situa'
i,riliijlüoiiá" lu tucr,a'de oláses,
-r"uofo"ionaria.
rlan tomar el poder para modernízar el pals dentro del sistema Porque si nosotros partimos de 'la premisa
-
,
capitalista.
i #il;';;;
"i¿, on" titr*i=á" revolucionaria' entonces tendrfamos
conve¡tir]a en
i;;""*i; n* "i pc t"" incapaz porque noSi logró existido un
lluna toma del poder ;;; h áase-obÉra' hubiera
el
.partido comunista más capaz, ahora estaríamos celobrando
il. 37 aniversario de 1á Revolución Socialista Peruana'
"i
MALPICA: tra situación fue muy delicada'
El gobierno a fi'
¿hubo situación revolucionaria en los años 30? pudo pagar sus créditos; hubo
na'les de la'época ae l-eguta no
ESPINOZA: Uno de los inconvenientás de empezar a hablar desocupación Y...
primero es que 1o dicho parece ser el .mecanismo motivador de l
revolucionaria?
lo que discuten luego los otros compañeros. pero en fin, yo qui- ESPINOZA: ¿Pero eso configura una situación
31
30
rl

li
F
:t
s{
e
MALPICA: ...esa misma situación hubo también, por eJem. It {I oerdió a la clase obrera", etc. No consideré, pues, que
ü';;a;t"-r"t*rtti"o. Arias ha planteado un análisis autocrltrco
cup.iera

plo en Alemania. Hubo condiciones revolucionarias,


no tomó el poder el Partioo Comunista? ¿V po""qo¿
{p q"r; lo fundamental comparto: hulo un ¡evolucionarismo exa'

ty
producto la revolución soviética' como
J4 ü".U.áo, probablemente de
un oracerbado pro-
ESPINOZA: Pero es que allá era mayor el poder de los mo ál lá-l¿ü¿a del ó0 uuuci revolucionarismo
de gente que, des'
nopolios. il"; áe ñ reválución cubana, hubo e¡rores
vuelta de la es-
Tampoco el socialismo tomó el poiler en Alcrna, püJr ¿"r 45 creyó que 'la revolución estaba a la
nia,
. MALPICA:_
y sin embargo existieron oondiciones revo,t¡rcionariár,,. *
f,uina, que de un mómento a otro el
Penl iba a ser socialista' En
fin, son errrores que naturalmente implican una conducta política'
ESPINOZA: Está bien, pero un momentito: fn'Alima¡rla Ia
clase obrera no tomó eJ poder, pero se ptanteó la lucha ARIAS SCHREIBER: ¿Después de 1935 ó 1945?
toma del poder. Altí pe¡dió en,ta tucha por ta 6*; ¿;i ñ;
i;

$
;t";; ESPINOZA: No, después de lia glrerrai Hubo t't¡¡ gran auge
aqul no se, planteó esa lucha. No habfa la situación revoluctonil del movimiento populai, ie las fuetzas más avanzadas, etc'
y mu'
ria y la clase obrera no se planteó corno objetivo concreto ú i; !""t" p"rtó qr. ei socialismo estaba muy cerca'
PltglT:
ma del poder en ese sentido. "fr" cieo que esa§ concepciones-imdicala1 errores' Se ha dlcno
yo
á"u-"i fáiao Comunisti lanzó la iesis de la formación de soviets,
Ah3ra segunda cuestión. .,E[ Apra tenfa voluntad
ra,
e
, ¡o!1e !
de poder, el PC no,,. Claro, esa es una afirmación swnamentc á"1. a"rot"ción exclusivarnente obrera, etc'' Esos 'fue¡pn errortss

lúntarista- El problema aát poaer ;d"p*á;;" q"ié" qui;;


vo de sectarismo, errol€s i'de inmadurezi era la adolescencia de un
marlo". Si el Apra tiene. voluntad de pq{er toma el poaer, si
i; iá.til"-óp*t-rtt", áu un partido revolucionario, pero en absoluto
láo üa concepaón reformista, colaboracisnista, ni tiene
comunistas no.tienen voluntad de poder no toman e.t po¿er.. a" 4I
que tenfa el Apra eran ambiciones de poder, con et própóslto ¡,o "rii-l*riiá
;;áüir;-ver con los cambios en la dirección, porque
reforzar, como se ha señalado aquÍ, y ¡nodernizar la socleda¿'ü
do ;"r.i;; ¿eáucir, ereo y que alguiel 19 dedujo, que el partido
pitalista peruana, El partido Comunista tenla la i"tenciOn ára'revolucionario con Ravines y dejó de serlo cuando se expul'
¿c po
der en.cuanto a que trabajaba con Ia clase obrera pr"" unlíú só a Ravines. Eso es un contrasentido'
y organizarla._ Porque el problema de la revoluciOn en'ei l""i Y cuárta cuestión: ta polftica de frentes populares' lCut del
;; ¿.0"/ ¡9
es qué partido esté en el poder, sino qué clase y l" áfferencii ha cuestionado esa política considerándola una expresión
entre Ias polfticas del Apra y del pC fadicaba ;i iil; c,l.orto ta airecA¿n de Partido Comunista y 'del "cambio" de
querfa llegar al poder como Ápra, pero er partido "i comuni¡ta';;
"sot -il;;itiLque la uRSs, que sé
"u*Uio-a"
i"'Üliéslh yo, §e "a'bunguesara"' En. re&
T'erla llegar al poder como partiáo ¿e losl trenies populares constituye 1a continua-
Comunista, sino q"e- gut.
ría llevar a la clase obrera al poder. Entonces tenía que o"gint.
zar a la clase obrera para llevafla allí. La voluntad de
ffiffi, itd"d
;il; i; i" eálfiio de .unidad de la clase obrera. Estos frehtes
se dan cuenta de que la
iirii"r-.*ri¿t los Partidos comunistasrevotución,
del ,Partido Comunista ie grafica en su trabaJo en el"r" ñá; y que entonces
l;i; áiaíe oU""ru sola no puede hacer la
clase obrera- y de las organizaciones de masas, por organizar
sfn t,w gtl 'hacer la ,rni¿a¿ con otret§ fuetzas sociales, y se dan
dical y. políticamente aI proletariado, por dotarló ¿u oñ lrn internacional mucho más se'
ñgrñ;
antiimperialista, por desarroilar sus ruchas para que aaiuiJr. su
aaómás, cuando surgq fenómeno
experiencia de clase, Es a través de eso qire oe muestra Ia vo.
;;;Eé ¿s ál pai'g*:del fascismo. Entonces paraAhora, combatir este
yo creo
luntad de poder de un Partido Comunista en este país y en cual.
É páttica'de los Frente§ Populares'
á;;'i; q"í."á&o en lavarios
"Lúoiá1"ieu década del 30 tue also a lo que se- han
quier país de la tierra.' compañeros' Me parece que Mgn-
i*oriáJi*g"ncialmemte
una te¡rcera cuestión. Indudabremer.te er pc ha cometido erro .i"" i" fr" ñecho con brillantez, y Malpica también' Allf el pro
res en la aplicación de su lfnea política. No me referla a ellos üir*f * pi*t"O e¡¡ términos' áe peio social. iQuién pesaba
poryue pensé que no estábamos haciendo un análisis autocrítico niár-"n la'década del 30? ¿La clase obrera o la burgrresfa? ¿La.'
en.torno a,por qué no se tomó el poder el año 30. pensé que oUi"", o Ia ,,sociedad existente"? Indudablemente la clase
estábamos haciendo una orposición iobre la base de ros tériri "f,*radio una lucha, no'una lucha por el poder,-péro yl l"'
-pesaba,'
nos de la preguntal "El Apra ganó a la clase obrera',, ,,el iC "üot" no era ni numerosa'ni madura ni desa'
"lr;;;*-r;
32
rq:o
H
li'
r.i

Ir
r,,
E;D
ir rrollada lo suficientemente .como para conseguir er pocler. Aho
ilr, cuestión formal hace aquf aparecer una situación que yo quiero,
1g bien, yo me he referido a b técnica insurreccionál ¿ul ep.u.
No he condenado.las insurrecciones apristas, la de ir":iif" pü P ahora forma'lmente reordenar (en el curso del debate se verá su
contenido). Para mf en esta reunión, como en la .lucl¡a política
en el Perú, no es que el compaflero Espinoza (aquf presente) re-

#
ejemplg. ¿Se podrfa deducir que nobotros i condenamos las ln
surrecciones populares? No. Lo que he dicho es que el Apra llo presente al PC de Mariátegui de los años 30 y reivindique el hi-
vó al' rnovi¡niento popurar a acciones prematuras qüe hicieion fra. lo hiotórico que Ie permite a él hacer o no hacer la autocrftica y
casar sus experiencias'insur¡eccionales y que fácilitaron rir ¡r. a. nosotros pedírsela o no. ,Sino que en este debate, en mi opi-
presión. Porque la revolución es un a¡'te,'pero también una clen nión cle tende¡rcias políticas que asumen en lo formal, y de he
cia, y_ hay que saber ef, qr_é momento sc puede dar una úatalli, cho (o no, eso se tráia de esclarecer) la representación de la
cuándo hay condiciones pollticas, las que -no tienen qué ,.r nl §- claso obrera y de la idéologfa buscan-
cesariamente con Ia voluntad humana. - historia los elémentos que nos

#
Finalmente, aquí hay- un asunto en, el que me permito dls. lntervención en quE cuenta todos
g*par de.Malpica. El dice que los ailigentLs aprisias intirp"o autocrlticamente estos nuestros origenes, no era uu pedido a Gus.
rta¡.on mejor lo que era el penl en h década Aát ¡0. yo.i"'ál tavo Espinoza en cuanto rep¡€sentante histórico de esa tendencia.
rÍa eso. Los apristas contaron con recursos, con facilidades ma, Me parece que de allf se deduce, o al menos yo 1o
teriales superiores a 'ras de cuarquier organización poutica so que estamos en la
o
cial de la época. Ahora mismo se estáñ pubricanáo *ai""iatá
acerca del Apra y su relación con el gobierno ¿u fos Bsiááás
.J,
dos en el año 1931, y revelaciones ácerca ae ta ayuáa qo"-i"f
gobierno daba aI Apra e¡ esa época, No interpretó mejor.
sión contra el Apra hubo,.pero esa represiói ru" müv ,ulálfu",
únl
Repro. rJ,
rp
que se en esa
en esa,
en ese esfueruo. Y por supuesto yo no le quito a Gustavo Espino-
muy discutible en algunas circr¡nsta¡rciasl y muy au.u en otrasf
ro no tue del tipo de represión que se ejérció -contra los iárú¿-os
co¡irunistas: sistemática y muchomás aurá. eunque er pc comettó
inicialmente el error de considerar a ra clase obÉra Ia rfnica
iál

fuen
rJ'
fl
za'el derecho de hacer su propia interpretación de ese período
Dicho esto, que me parecfu indispensable pues de otro mo.
do se estaba planteando mal las cosas, quiero hablar sobre la
za rev-olucionaria, y por lo tanto no tomó adecuadamente sltuación revolucionaria. Yo preo que el compañero Manuel Dam-
ta a. las otras fuerzas, iin embargo no descuidO lu poúti"o
arrá m'ert avanzó más que yo en la apreciación.áe ese problema. El
1gvigiento estudiantil, por ejemplo Bn los años 30 la Federa"
ción Universitaria de San Marcoi estaba airlgiau pái
"o *-á

,r;ilté
estudiantil de cinco miembros, tr'es de los cualis erin comunistas.
TE
rJP
dlJo, si recogl bien, que de hecho hubo una situación revolucio
naria, Entonces eso le ha permitido a Gustavo Espinoza decir
quo de hecho no hubo una situgción revoluciouaria. ¿Qué hu-
uno,de ellos, Pompeyo Herrera. o sea que er pc tuvo fuerza
en eI rn<vvimien'to estudiantil, y trató de fijarro con las luct¡as-áe
la clase- obrera. .l,o que pasa es que socialmente la clase obrc.
.J,
rJ,
bo? Malpica está también, me parece, en eso de que hubieron
"condiciones" revolucionarias, y de alll buscamos cómo terminar
de calificar este asunto, sobre qué es una situación revoluciona-
da. Gustavo Espinoza ha recogido del arsenal doctrinario leni-
ra pesaba r]enos que la burguesfa, y no se estuvo en condicio
nes de desplazar a .la burgueiía dei -poder.
LETTSI Quisiera comenzar .con una, cuestión que debió ser
previa. La tuve en mente, poro después juzgué preferiUtl
ra,
rP
nlsta los elementos que efectivamente la configuran. Y en este
punto vamos a coincidir. Es uno. Claro que ese es precisamen
te el sentido de mi primera intervención: huhieron.lqs elernentotf*[]
ponerla por delante: el de;baté comierüa *o ,rou
entrega formal
no
r¡P do configuración de una situación ren¿olucionaria y faltó un elemen- l',
to clave. Uno: la vanguardia, es decir ta org;niaci¿n ¿"1 Ñ t}'t
de la palabra a Gustavo Espínoza en nrnción ,usooñ""i"--d"
que la-primera pregunta plantea el problema
compaflero ha sido su secretario gerñral. Entonces
a" iá cCfi, y
ro toma la palabra para hacer su inte¡,rrención con elet compána
"f
r5
e5
tido, esa condición subjetiva fundamental. Pero que no se me { GJ.4
dlga a mf que si hubiera habido esta, efectivá-enil-.ü; ñh;r; !q
esa situación, esas condiciones, esos elementosi no podían ha.
PC vs. el Apra en la <lecada del 30. y Au ulU en

34
.análisis del
adelante es,ta
r#
rIp
ber sido encauzados,' centralizaclos, coordinados, sumados en
un torrente apuntando al poder, y haber alcanzado alguna forma

35

#
ü'l
sF.
*

comespondiente de poder popular.


¿No habfa suficiente descom.
posición do las fueuas enemigas iobre las cuales se sustenta
el Estado? ¿Esa fuerza armadai Bueno, varnos. fA-uu" ;ilii;
e
*

tr,
ciales, un alborotamiento, pero el fondo muestra que no estaban
interpretando más coirectamente la sociedad de su tiempo. Los
elementos fundamentales los ienlan mal planteados. Pero supon-
go que se ¡iuede volrver sobre este aspecto más adelante.
,bfa en ma¡zo, y se avaazó mucho

1"-q"d: lv.anzaldof
tica. Se dice:
Ah, entonces "n
-
¡'rnio,
-
la cosá
-es qué si ." ñuüieia
¿y
ldealista, hipoté- rFI Es cierto que Ia tarta es or§anizar a la clase obrera, y que-llp$,/Ñ!fu
el partido solamente puede llegar al poder a condición de que l. Iql¡ 0.áú.. n
de los quc
* realice. Pero también es verdad que el probloma e'¡l nuestros 1,.^^.1 t {a
pafses, como pafses capitalistas atrasados, dependientes, semi: ll""'aw"t'a
coloniales, con esa inmÉnsa importancia dé los- sectores no pro lla gt+, O\"
I

I
I letarios en la conformación del pueblo, y con el problema na')n- llA ^0^-
il cional como cuestión cehtral. Dijo bien f¿ii* eri"" §ch¡eiber: ese' MOO¡»lÜ\¡\fi6
;,

&¡-rl

populares y
rvrs*.ve rv ¡r4eE
r se hace una
u¡ó ruurza ma[ena,t gga$esca/ hay
de eso? Allf está, en mi opinión, el problenia,'y po, eso ¿eué
he heoho
Ias referencias al trabajo incompletó ae ¡vfari¿ieeui * ," nü*il, Y si allí hubo erro¡ entonces
podrfa decirse a su muerte prematura. Ese gran pensador, pa. aue á nos enseña para no volverlo a
dry agl marxismo peruano y irimer y principal-impüfro, á" ie plantear en los térrninos un poco esquemáticos, desnudos en que
volución p_eruana de quien iegrrameñtJ todó nos reclamamos
l"
he. en. su segunda inte¡vención los plantea nuevamente Gustavo Es'
rg$ero.s, Eo*o, ¿y de pinoza. El res.to de los puntos significan en mi opinión una reubi"
.quién estaba acompañado? ¿V et resio?
¿Y quién hace esta visión autocrltica? por .lo p-ri.to olroir*, cación, una brlsqueda que nos permite hallar algunos elemen'
porque esas son nuestras raÍces, y por eso nosotros creemos quo tos de coincidencia dent¡o de lo que siguen siendo discrepancias,
a,llf.cstuvo la raz.ón principal
_de por qué .estando al alcance,Tá que no tendrfan por qué existir, si es que nos reclamamos de un
se ,llegó a una situación revoluciónariá. pero entonces y" l" ñarxlsmoleninismo que tiene que buscar en la experiencia de
intervención de Gustavo Espinoza se quiere t ucei Jqrirulc"tes "n Ias .luchas concretas la base de su enseñann. Y tenemos que
situación revolucionaria y revorución hecña. No, por supuesto q.ue , vor efectivamente por qué no se avanzó más, por qué no se die'
no su'lmina en revolución porqr¡e uno de .los el-ementoJ q;;;,f;
,l que hacerla culminar estába áusente, insuficiente, no estuvo ron esos saltos. Esto, en mi opinión, no es idealismo. Esa brls'
en qucda histórica ,tiene qtre explicar esos fracasos, eso§ errore§
I
capácrdad.
i ón functón de desviaciones, en función de falsas apreciaciones.
¿Cómo, se explica uno eso? No se lo explica en térmlnos Y esa es la tarea.
concretos de tiempq históricos,.precisos, q,re iienen q.re ,r"
algunos de los elementos que han sido ^.planteador. p"- qui
cán DAMMERT: Me parece que se va centrando el debate' Hay
se muestre, que se 6aque, que se desentierie, si no es pr"" dos cuestiones de tipo teórico que es necesario precisar de en'
sesión para otra, cuál fue él planteamiento áe poder iÉfiC".it, trada, porque existen confusiones serias.
¿;
ese tiempo. A ver si éste no tenfa los olementos áe configuraclór¡ cho de qui ta olase obrera sea minoriñria en la
de desüación gue es lo que nosotros estamos ptáote"nao
i6¡:-)tt{,tun(
,una,
en Ia críüca. Yo no le cedo. po.r cierto (y efectivamente en
mi opi-
@qár,to"
nión es rrn error de apreciación de Carlos Ma,lpica, y á-;;;!i
volverá sobre eso), no le cedo por ningln motivo áf ¿pi. iTct'k^4'Y
ber lnterpretldo, mejol la socieáad -su
"i-frl rlgidas por partidos iJ""frá" *uoistr.l"nir,iutu, h* sido l\a¡¡$676$¿¡
tiempo. B" ipá.iá"áá donde la clase obrera"*es minoritaria, incipiente. Perq pese a
de
sr, pe¡p en las cuestio4rc§ fundamentalesl no. Esas apariencias
son las que le permitieron una cierta vigencia, unos fuá;;iii ose aspecto, esa dirección polftica ha logrado unir al pueblo y
rl
37
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t# C,rt"'V,"d;41

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Co^r üt*¡^u ¡^{ F\kár
correctamente la clase obrera
Entonces me parece que debería precisarse estq paxa esa
a un aspecto espeeffico ya que estamos habla¡' Con estas dos precisiones de tipo teórico general hechas,
clase obrera en la estructura
con una
tC habrÍa que rememorar qué es lo que pasaba en el 30. Creo-

tr
d" c).¿*¿o QU€,
que se ñan hecho ya a'lgunas referencias generales a la crisis
tórica y con la revolución soviética. En segundo lugar,

t
,¡iruqdial del imperiálismo, de cómo eso afeclí a nuestra patria'
hay el problema de la situación revolucionaria, donde pienso que pe óómo se daba Ia cafda de Irguía, el movimiento fascista de
Gustavo Espinoza y Ricardo Letts caen en el misrno grrfrr cétl'
masas cle la Unión Revolucionaria que a través de las elecciones
tral, Y es [ue cuando Lenin caracteiza la situación rer¡oluciona' y con Sámchez Cerro llega después incluso a tener participación
ria plantea Ias condiciones objetivas, y señala las conocidas, y áirecta en el poder polftico. De cómo ante esta situación habían
, dice luego que las subjetivas pueden o no existir para transfor' grandes conmocionei socia'les y luohas de masas. Ño se ha he'
marla en crisis revolucionaria, siendo las primeras independien' Iho rnención a los diversos motines que habla en las I{F'M', ni
tes de la voluntacl. El rol de las condiciones subjetivas (la capa" al hecho de que el 23 de marzo de 1931 se produce una insu-
cidad de acción revolucionaria de la clase obrera para resque' rrección en Lima en.el cuartel de Santa Catalina dirigida por el

e
brajar cl goUierno y Estado burgués) es trarisforhar e§a§ilEglÓ¡t Sargento Huapaya, y qlt.9 trata de ser'canalizada por el Partido
revglEionaria en una crisis revÓlucionaria para tomar-el poder Comunista, ni-af paro dq la CGTP, paro general que se desarrolla
ararr,,., a grancies ¡EiñFáffiEiá diiererrcia. For eso
cl 11 y 12 de ese mes yraño. Hay, entonces, Yarios elementos que
Lenin en ese mismo texto, que desgraciadamente no tengo con'
migo ("Bancarrota de la II Internacional"), hace referencia a una
-oserie de condiciones históricas en Rusia.en las
tuación
# evidencian a nivel de-la estructura del poder político burgués,
que lo forjado en el oricenio de leguía no resistía, que Sándrez
Cerro en iu primera
Ocampo una
Júnta no es ninguna solución y Samanez
-transición
represiva, y que se pasa a buscar las
bo la elecciónes como una forma de descompriinir las contradicciones
de clase,.pero que tam:poco resultan. No se descomprimen esas
contradicciones ni se iesuelve la crisis políticoeconómica del
es en sentidó objetivo, incluyendo el famoso "tercer elemento"! pafs. esa maduración va revolucionaria; existe 14
las masas centuplicando su accionar. Por ejemplo, en la época
de la guerra con Chile, en 1879, hubo una situación revoluciona' en
ria enll pafs con el colapso de las fuerzas productivas, la desin' SIE_treó clue en eI libro de Moncloa se-re
tegración del Estado y stis FF.AA., etc.; pero eso fue acaudillado 6poder" ?n el sentido de que hay'una situación revoluciona'
po-r quién: por una frácclón patriota de los terratenientes, con An''
-Avelino rla, tocando el aspecto de crisis de dominación política de la cla-
árés Cáceres dirigiendo un movimiecrto campesino que . se dominante. En estas condiciones, está la acción del pueblo'
se organizaba en montoneras y respondfa simultáneamente a los
invasóres y.los terratenientes, los que al final son defendidos por
los propios invasores y reprimido salvajemente el movimiento car¡i'
p"rino.- Igualmente, en el año 30, hubo una situación revolucio
naria desáe el punto de vista obietivo, y el factor subjetivo, la
capacidad revolircionaria de la clase obrera que ya existía a dl'
feiencia de 1879, hay que anaüzarlo para ver cómo actuó en esa
circunstancia. Et píanteamiento de Lenin, entonces, nos permitel qui señalár que en esa época no se pl€cisa clara'
distinguir cómo el hecho de que 'fracase una revolución no -Pue' I ñ¡ffilr"v
de atribuirse simplemente, como dice en aquella famo'sa trase I ñffestos-aipectos, una de las bases para que Ravines, que
cntonccs era Secretario General del PC y no se habfa pasado to
respecto de P1ejanov, a que "los obreros no debieron haber to ¡
davla a ,las filas del imperialismo y la CIA, planteata 7a línea "iz'
mado ,las armas". El problema no consistfa justamente en eso, I quicrdlsta", la de hacer soviets a partir de la huelga minera, 9n
sino en no haber desámollado correctamente Ia lucha hasta.el I
gran salto de la presencia polÍtica ürigente de la clase obtera' ). la concepción de clase contra clase que en nuestro país'era iz-
39
38
*fl
*
*+
ry de una c¡isis del imperialismo la que produce la apariencia de
quierdista y dejaba de lado al campesinado. Se da la acción
del PC en ésta orientación y fracasa. En ello, incluye la brisque
da de apoyo y dirección no sólo en el movimiento estudiantil co
mo señala Espinoza, sino que llega a lsnzar a las elecciones r¡¡
e una clase incapaz de gobernar.
Dammert tiene razón en lo siguiente: Sánc'hez Cerro intenta
organizar nuevamente a la burguesla, y no puede. S1rya1ez
candidato campesino tratando de ca¡ralizar las nacionalidades
quechua'aymara. Se busca hacerlo principalmente en Puno, pe.
ro sin dar una corr@ta orientación estratégica y programátlca
rcspecto de la revolución de nueva democracia o democrático
popular cuyo período habÍa inaugurado históricamente Ia clasc
ry
* OJampo tampoco. ¿Quién la organiza? Benavides con el ejército,
'pero
iobre tádo Benavides. Y nótese que no es el ejército, sino
¿¿n caudillo que utiliza el poder de la fuema armada para organi'
zar gabineteá civiles que van a facilitar y organizar la nueva de'
pendencia y la nueva'oligarqula. Es a través, digalnos, de Boza,
áüe te da fodo el império a los mineros, es a través de, si no
me
áquilroco, Carlos Moieyra, un algodonero del norte, que cobran
r'!ffias, es que no st'po canalizarlas adecuadamente. Para peso La Fabril; Ande¡son ClaYton.
minar: entiendo que en esta e\raluació¡ ale de la lfnea
lfné--ilel
er-4r/ del PC
Pd hay
que analizar lo relativo a su dlrección, que es un elemento cla.
ve, pues hay que analizar las desviaéiones de Ravines, su pos-
DAMMERT: Fero antes de Benavides hay todavfa una presi'
dencia de Sánchez Cerro, con Luis A. Flores como primer mi'
nistro.
terior traición y abierto pase al imperialismo, y asl continuar con
lo que Arias Schreiber señalaba sobre una Iínea conclliadora, MONCLOAI Claror.... el caso dol sanchecerrismo e§ que tu-
colaboracionista con Ia burguesfa, que es impresa luego en cl vo una connotación fascista verbal, aparente. Sé trata tfpicamente
PC.. . pero esto será tema de otro debate y de otro momento. del movimiento popu'lar por un caudillo. No son ni las capas me'
dias que, se enirentan aI "comunismo" organizadamente como
MONCLOA: Creo que ya estarlos llegando al fondo del aná. grupo polftico. Es realmente uira cosa de caudillaje, qi're como
lisis en cuanto a la situación revolucionaria, pero nos estamos ér, lse lnstante coincide con la moda internacional de la camisa
¡ffividandoentre de una- cosa: es cie_rto que. se requieren J*s-¡r¡s*c¡n. negra, se la pone Luis A. Flores, y se la quitl mfs tardq Yo
p creo que en el año 30 la clase burguesa todavfa po no creo que el sanchecerrismo pueda ser calificado como gru-
€.
día gobernar. Estaba cambiando de signo, nada más. En reali. po fascistá: ni siquiera tiene una organización de cuadros fascis'
dad estaba integníndose como clase ,al compás de un cambio i* 'Y pr. fin no son ellos los que logran darle todo su peso a
del tipo de .la penetración imperial, de los enclaves impertalis- la burguesla. Es Benavides el que se la da.-Es-lgces no-g§g
,haya una clase burguesa no
tas. No es que la clase burgr:.esa se hubiera desgastado hasia
eI extremo: se estab- conformando. La burguesla, as(, con todas
sus caracterÍsticas, es muy diffcil que se hubiera definidó en eI
Penl; en realidad la burguesfa,peruana se va integrando progre- En este sentido yo quisiera aclarar 1o que supongo.el verda'
sivamente con los grupos financieros, rentistas tlpicamente, que dero sentido de lo que dice Carlos Malpica cuando afirma que
vienen del guano. La éuerra con Chi'Ie empobrece y debilita mu- ii-ipi iit"rpreta Áeior.{a situación que el I n I
nácional. Yo creo que..el
ración nacional.
cho a esa clase, que solamente a comienzos de este siglo In. ',Aprá representa" no interpreta sino representa, a capas media{,\\¡¡¡¡í§
tenta otra vez fortalecerse. Pero es justamente en la década qüe el propio desarrc[lo estructural va generando,- yj] fl\+r\ffi
,rlii)41-n
del 20 cuando se va ingresando en una crisis de Ia dependen-
cia peruana; el imperio británico se debilita y va ingresando el
'las están
a{*,f,
nuevo imperio uorteamericano. Y es kguía, justamente, el que la clase o-btetu ni para los campesinos, sino para que esas ca'
abre las puertas no sólo del imperio norteamericano, sino que pas medias compartan el poder. ,Por esto ol Apra 'tiene más po
también facilita el ascenso de nuevas capas a Ia nueva burguo
., iiUiti¿a¿ de poder, y por eso lo busca.
sfa. Tengamos en cuenta que los grupos algodoneros llegan a i

participar del poder justamente en la década entre 20 y 30; al Y en cuanto al otro punto, estoy de acuerdo con que qo se ) VOr^
ffi:":','il"3,fltrIff i3ü:"f i,811?#ff ,f ffi ?:ffI'kffi Jt4^t[tA
comienzo del.siglo la oligarquía algodonera casi no tiene poder
real. Y es ese trance de integración de la oligarqufa en medio
4t
40
F
#
Pero sl hay Ia necesidad de un grupo proletario, con conciencia
e
*

ri, y más.estrecho el de la reacción. Pero lo que caracteriza la ll-


de clase, que haya dentro de loJ tiabajadores una capa que sf
tenga conciencia de su clase. y en cuanto. a Vietnam
9:yi, altí hay eI fenómeno ae un impárl"ñ;'ñ
limbiénun contex.to
o Cam.
ü;.
r¡,
rt
nea .del PC en ese perlodo es el sectarismo, el progresivo debili-
tarniento de sus posiciones debido a un error estratégico: no ha-
ber dirigido el golpe principal contra el"!ñ@?iffiontra
feudalismo, y a no haber aplicado, en la
el
de poder .en

:llgl":r. cuando.hay
contlnente. De allf
internacional y ¿entro A-;d;ri;;;,
cosa que no se da en los nuestros en ei ano 30. Es justamentó
más poder imperial norteamerióano en el rr,
ru
en géneral la posi-
sta del Apra en el seno
del movimiento obrero i' en la polftica nacional fueron tremenda-
mente negativas. Creo:, que es exageracld decir que interpretó
bicn la situación polfticd y dirigió el golpe contra los eneinigos
pr{ncipales del pueblo peruano.
'momento. ¿cómo iba á generar esas condiciones'"n áá,
il;i También es exagerado afirmar que sÍ tuvo el Apry el control
Sí estoy de acuebdo con lá rectificación qo" *" hace portocaffe" dol rnovimiento obrero porque si tuvo a los textiles y tuvo a los
ro de que el pC no Iogra siquiera org*üa. el polo ¿el p.áieia. calleros, entonces tenfa el 7070. Eso es absurdo. [.os textiles or-

t#
riado para que más taráe se desarro[aie poiiticamente ganizados solamente er4n ocho sindicatos que no eran ni 3,000
fuerza popular revolucionaria. En
**o ,o, obreros, y ni con cañeros sumados llegaban siquiera a la cuarta
podrÍamos estar superando un poco ".".
J"n¿i"io""r;;;;;;i;; parte del proletariado organizado. En.el pleno de ,la CGTP
la discusión át;t" i;'p"- ü -sin
ra pasar a otros, duda el meJor pleno realizado en la historia de esta organización,
ARIAS SCHREIBER: ¿Hubo o no una situación revolucionarla pues alll van los mineros y se organrza la Federación Minera en
a comienzos de la décadá del 30? Sí, creo que todos coinclder¡ 1930- hay representados más de 100,000 trabajadores entre'ur'
en que hubo elementos de una situación tal, pero banos, campesinos y minetos. No eran, pues, Ios cañeros y los
se dlscute o se cr{tica es el que .ro,
l; á-ue-üü textiles ni la mitad dol proletariado organizado, y el Apra no tu'
hayan piirrao-A vo nunca realrnente la mayorÍa del movimiento obrero.
año 1933 ó 1934. Et momento más agudo "1"*"rrtos
ás U crilis ui aá-'fSZg
ia 1933, y ya a mediados de .ta détarIa J"l-io'a t ;";;#á; PORTOCARRERO: Quiero pnmero señalár quizás que se ha
empieza a darse una estabilidad capitalisia. afirmado que no se habla llegado a una descomposición política
Srrrg", pu"i, ui iur-.
cismo en rtalia y en A'lemania, y cambia comphtááeirt" iu-iltu". cn el seno de la burguesía y que la prueba es que efectivarnente
ción_ internacio¡raü y ta¡fibién la, de Américq Latina rto pudo mantener su dominaclón.
del Perrl. En los comienzos de aquelra década e*isti" / el--Fó
d;irtro
ía
y se dio un ascenso der movimiento obrero. pero a.partii ¿e,tis4 E§PINOZA: Descomposición política hubq Io que no hubo
, fu0 eltuaclón revolucionaria.
ó 1935 se produóe un roflujo del movimiento en ol h.unáo, en el
continente y en el país. Creo que Ios rinicos que logran d;rante PORTOCARRERO: Pero existió una situación prerevolucio

#
un tiempo contener eso_son loi españciles, que creo que fueron narla y se ha afirmado que Ia crisis no fue tan grave. Llamaría
los primeros en hacer Frente unico en ei munao.cupit"tirta-en ,la ptcnción para que se relea simplemente ta qronología políti:
9l añ9 1934, y después .los franceses. pero en el resfl aa mun. ca de la época. Lo menos que puede decirse'es que la burgue
do todos se comienzan a preparar para Ia guerra porque ha sur. ela oxperimentó extremas dificultades para mantenerse; se prs

!r
gido el fascismo. y ese és ér elemento pñncipar - dor"in^oi" scntó una grave deseomposición en el ejército, el permanente
Ia segunda mitad de ra década der 30. si no vemos eso estamos
in camblo dc figuras en Ia presidencia de la Replblica, un estado
pues-como el que va al zoológico y no ve el elefante.
Bso u, G dc guirra civil larvada,. la reculrencia de insurrecciones como
terminante en la situación política internacional,
V U pá*i- la dol Zorro Jiménez, del sargento Hvapaya, etc. Todo e§to con'
na. Lo que se cri,tica de esa época es el no trl6"rse"" ]rji¿rIl rflgura una situación de extrema dificultad de la burguesÍa para
::lÍqg. principal del golpe contra eI imperialis*. ;;;; ;i
t arontar Éu dominio. En este sentido vela que efectivamente se
planteaba una coyuntura pre-revolucionaria. Por eso pensarfa
Iüifri1T3:i#:3%ii,*-'.ff
Lo _ry"Hfir::ti,fi##,}ffi
'lógico es que se haga más amprio *16*"
'-'"'--'""4*
er frente de ra revorución
la defi'nición cle Le-

_ü_
42 AbÁrry ,tra<,tm*ulyl,xf

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F
il
tl

:üñrrl,r,ry__,I:ry,
tjt /ütlwn
ui
afirr,nado qire-.existfa una estructura
a,$- rogé}ea y compleja que dificultaba Ia formación social muy hete
de un movimien.
l-to obrero poderoso y hegemónico. pero no hay que caer en el
E
}!
.". Lff;*l*"fl*Tlttrff"I "":f,T[1,"i".Í""'ig":i'*§
proletario reál en el pleno de la CGTp de l9i0 que se ha merr-

.;¡,
.
ecanismo y plantear que esta tarea era imposiLle. Todo
Io con
trariq son precisame¡rte las condiciones ob3etivas ras que nos
:r1:n de medida- para juzgar el rol tanto poeitivo como ñegativo
*,
fi,
il.H:i; I;.LH'fl'"l"lTn'#%*;":':i,#::i",1HH:
tlco necesario para dirimir un problema que es fáctfco.

l,li'
cre una vanguardia poÍtica. Es decir, que frente a una situlción
:?"creta
siempre tenemos que preguntarnos qué hace la vanguar{
ü, ,, ,'l,fl[*:;?;T":'ffi,Yr."¿:mff§u]:"1":1Í"H,Xfr
i
i
uiq cómo desarrolra-s.u porÍtica de alianzas y va configuran¿ó tas
.bases de un bloque histórico, que
nalidad- porftica de orase. propiá y
en 'Ia lucha por el
le permitá
"reár
social'ismo, incorporarráo
una p€rsc
"áqoiri"movrniiento
un poderoso

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*ffe'iifi:":ii:',ilr lfiil;li"'"":".::liYxrffi,iT#':l
cue siendo factor muv imnorfante dc la nnlíti¡o -.-,o.o-

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das reinvindicacto.
nes de. ras demás capas oprrmidas y orprotadas. En Ia srtuacrón
, concreta me parece que era posibre rá hegemonfa de ,ra
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*',#n:"n'J,l:iT1*X ffi','¿,i""-ff ff".:'ffi#'"".:'-H
obrera en este bloqua históricb-r que h"bf;d;-ptantear para ÜD lnterpretó mejor Ia situación política? Entonces el fascismo tim.
r eso una estrategia concreta de alianzas de crasé. En
mi oplriio",
frente a esta srtuación er pcp se equivoca tanto en er secta¡:fsrno -¡l iiT#;
:y:,,X'#';X"",,:,fr,H1[i,.T,:HffilhT,fif
;
I
de su-lucha "crase contra clase" cómo

tica y nacionalistá,,. r
ror-i"Lrtos
tear el frente popurar, subordinándose a""Ia ,,burguesta de
pran.
democrá. !É
{?
ffi'ffi":'ñniir*Í f::f;:,§flH:iff"il.:**;
MAL,IPIOA: Mira, el ¡iroblema'es el siguiente: en un momento

9l
ses
En este sentido cabe pues señalaf, un elemento adiclona,l:
. Aqra,
.para oJios bbjetivos v * de otá, iliorl.
de clase, sí Iogra constituir un""ei¿.uni"ción
bloque poUtico duradero. y
ltl
V
:iJ;ff'Ti",f,ffi'H'11""',T# ff,ff"ffi#:T1"j;1ff:
ng daba para o'ra c9:a pT. fascismo. El inreriretó bien
sobre esto,no necesitamos hacer mucha me-trffsi.u, t*tálo.U
gra que constituye fabtor primordial de Ia polltica peruana
{É -que "1.

mos preferido
auran.
te 30 años. Particularmente, a mf no me ug*¿". Todos hubiéra.
una realidad distinta. En esté sentido retoma¿a ió
que dijg Carlos Malpica: hay en la dirigencia.aprista ¿u la Jpo
m
f, offi#*,"
"Ht'#l,l'i'ffiT,iÍ:-s^:':,*'"ri;,#*tr
@n eran lo
ro más
mas viable
rruore en mornen¡o en ese
"se
r-ta.

ca por lo menos una capacidad para l.


"váuard.uradero,
yectarla en términos de un bloque polltico "oyontur" V Éo,
e' fon"lOn e ,"
de los intereses de ras capas mé¿iai y conteniendo
íu iraá, rát
elementos de conciliación y compromiio que han ma¡cado la'con
ducta del Apra.
Aquf cabe establecer un ba,lance entre la co¡runtura, o las co.
Q
ff, ""ffi?iÍi";'$H;':i"^lHTffi,T*1i".:lH,:*T'i:ff
al socialismo.
AI'IAS SCHREIBER: Pero vamos especificando. '¿Interprefb-
yunturas, y Ia historia. Históricamente es claro que la izqulerda é
;hffi m'.jt'""]#
tuvo razón frente al Apra. pero, aI mismo tiempo, esto es un e$
caso consuelo, óobre todo.si hubiéramos vividó en los anos ¡ó.
E
é
sm,#x
j¿haU
-
;^*i;*t 5ffix
!emqg:,
desde er

ri{--¿fl^pt/"fi iiri,,:ff.H"*T'.x:l#:";J1#',##T,'?l!':Ji."-
fÉ ¡uALrruA: Aparenre y momentáneamente. Er benavidismo
^---*-l no existe. El Apra sigue vigente. Y ese es un argurnento con
44'
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fJ,

e
W-"*

ü
#
que lo
MONCLOA: ¿No estadamos d'e acuerdo entonces en
tundente. Yo creo que en los años 30"era mucho más viable el oue oculTe q,u tiene éxito como movimiento polftico en la
Frente de Trabajadores Manualés e Intelectuales dirigido por la á"*¿rá"-"" qu" ", Icierta en interpretar' Ttait? emplear tu palabra'
i¡telectuaüdad mesoclasista que la República ¿e Soüeti, ;d; ,las necesiaaáes de unas' capas medias, urbanas y el empobreci'
,las Répúblicas Quechua y Aymara que entonces planteó -¿i. ,miento de las capas medias provincianas?
uigUn
rigente cornunista. Era mucho más viable, más iealistá, sJ- ;eap. LET,TS: No. Digo que no porque si asl fuera hubieran teni'
taba más a Ia realidad de ese tiempo. pues nosotros tenemos que ao qu" salir favorJcidás estoi sectores medios que son parte
trasladarnos a lo que fue el perrl en esos años. euizás po" irri del pueblo, y eso no es cierto...
extracción provinciana puedo imaginar un poco mfu de cérca lo
que era Lima en aquellos üempos. Me imagino que polfticamen. MONCLOA: Esa es la traición del Apra'
te Lima no era más avanzada que Cajamarca el año 1960. y en ESPINOZAI Lo quelse pbdrfa decir es que el Apra interpreta
el año 19ó0 cuánta era la genté que p¡edicaba el socialismá en mejor los intereses de ias clases dominantes'
Cajamarca: cinco o seis,personas, no rriá" .que eso. LETTS: Y de cómo servirse de esos sectores medios'
§e tenfa que
DAMMERT: ¿Y no podrla haber otra interpretación-en el sen'
Ios los notables
tr¿o ¿e que tras- la derrota del PC el Apra gana la hegemonla
de un móvimiento de masas en ascenso?
'MAf-, PICA: Yo no creo que el Apra derrotara al PC
en los
para poder imponerse aunque fuera en un seotor pequeño del pr+ años 30...
letariado. Debió haber sido una rucha heroica v'¿iiiciustma. Tá. DAMMERT: No, no en el sentido de que el Apra d€rrotara
niendo en cuenta esa realidad he afirmado que ,los lfderes aprla. al PC, es la demota del PC en la situación revolucionaria'
tas interpretaron mejor ese penl que Ies tocóviviFTttos FiO
MALPICA: EI
Klcaroo J*rts ha .pre_guntado en qué se traduce esa meJor que
interpretación de ra rearidad por los dirigentes del pAp. volviri peruana
a repetir que grearon un movimiento poiltico sin lugar a dudag
poderoso, aI que se unió-una parte importante de los obrerós y no les
campesinos, gran pante de la clase media, y la juventud sobri Ellos
todo. Esinnegable que el Apra ha sido un movimiento vigoroso. hacer
Gustavo Espinoz4 al oponerse a mi tesis, sostenfa q,r" g"á pan 'ffi,' ,üiñü;i,g.;¿, respecto de las condiciones revolugiona.
te del éxito del PAP se debió a la ayuda económña y polttt"a
que recibió sobie todo de Estados. Unidos. Esa afirmación,"".i*i. iü¡,ou¡crcl un .tatta
que la burg,esla tenfa dificul'
mente, está totalmente probada, pues se ha,n publicado documán. ffir-ñ,-aesocupacion,
tades para mantenerse en ál poder, y esJo se traduce
tos del Departamento de Estado que no han- sido desmentidos. en hechos
el ejército' No hay que olvidar
Pero no me parece que la ayucla económica sea suficiente para ;ñ i; sigulentes: ol caos en
coroneles y generales,
crear un gran movlmiento si ese fuera el caso De la Jara habrfa o"u el eié¡cito.nuestro, Con numerosos
ganado la presidencia en 1931, y eI año ,193ó hubiese ganado,Vi. "n
lnl"l-"not"ttonta llegó a ser ministro de guerra un.mayor' Ima-
llarán, no habrla triunfado el candidato de los apristasfy en todo
caso por los años 60 hubiese sido gran personaje de Iá polftica
' Pedro Beltrán, si se tratara solamenie cle -dinero. - EI dineró es un 'PjIq
factor importante, peio no creo que en ei crecimiento de Ios mo. considero hubiese sido viable un
vimientos pollticos sea decisivo.- y esto sea de pase_
no lo sostengo por defender a los apristas-clicho
es mi posición frente al pAp, que data de hace -ustedes saben cuál --#
muchos años_..,

46
Efecüvamente eI surgimiento de nuevas capas.de PiTU"Tl'
y Ia relarrva oo'
meclia a partir del proce§o de los años cincuenta
;;; ;Jñ.igo".iu durante el perlodo oilriísta' que hanín
sur-
g"o"*i tue¡zas Pc
debiljdad y f.uerza del movimienro ;;o"Ett poutico
;;;;;;i p"rir*racia I lueva§ -Acción
que con Ya'
obrero irr* Cristiana, Social Progresismo-'
en los años 60 ii*tót y matices gue yo formularía en términos de cuánto peso
i"nion á" su interi,or í3r de burguelía media y de peque'
IAUERI Se ha didro, y se repite hasta hoy que los años se- ""put pro
;;;g"".á o de burguesfaque en los tres casosloasesectores
nacional, es decir
encontraban
senta son cruciales. para el proceso histórico dei rnovimiento obre. giel"ti"-á" r. uurg""!iu'
r!, y en torno a esto suolen gravitar dós ideas: que en años cl Srti=*"i"roao, tiotot"t burgueses ya no progresistas'
movimiento popular cobra una presencia de tipo ,ro"rro "*-oiiio'
;;-;J ;;t"lación de fuerzas dependen .Ios matices que se ma'
"i.r-
cenario polftico nacional y que sin embargo esta nueva"r,presen- y
nifestaron en el curso áe la acciEn política, esto^naturalmente
cia no fue- suficiente para enfrentar Ia coyrlntura polltica qu" ,. retaciona¿o a lo que fue sobre todo ese
periodo 1958-1963' o pa-
abre en I9ó8. ¿Cuáles fueron, entonces, ,las debiüda¿"i .l *r *¿t preciü, 1g62'L963, como punto climático de ese pe'
l
tra fuerza dol movimiento obrero en la década ¿el sesentá?
i ;"ál de iensión y de aguüzamiento
il
ri.it-q"" tu*ti¿.r'fue-"lut"t
¿e crísis,
de nuestra sociedad' Estoo son los
LETTS: De lo que se trata es de a¡alizar desde el punto de de la lucha entre las
que nos dan
i,l
vista de la clase obrera el proceso polftico en es,te perfodo de elementos que nos p"rr,it"r, enlocar el problema,
los sesenta, y-esto implica atalizar las,luchas de esta clase y su *uoo dá refereniia para el análisis'
esfuerzo por hacer realidad er Frente unico popu,rar denrocrátlco "i Entonces cuando la pregunta dice ¿cuáles son las debili
dades y cuál la to"t u- ¿"i-*t'imiento obtero a
nacional, y esto a su vez implica anaüzarrlas relaciones de la mediados 'le -la
clase obrera con el campesinado y en segunda instancia con el década del sesenta?, en mi opinión nuevamente
la mayor debi'
para plantear.en términos coltectos
resto de los sectores no proletarios que conforman ol pueblo. li¿a¿ este en Ia incapacidad
Nosotros creemos que para los años rsesenta este puntó debe Esa es nuevamente
Lrlt"ui"-u det rrenie Ünico Revotucionario'concreto: el congre'
ser. analizado ,bafo tres aspectos: unq la lücha por Ia reiónsti_ i; ;i;-¡;f p-bl"*., Para dar un ejemployo marco como un punto
tución de_ la @TP, que culmina el 14 de junio dá 196g. Ese pro , ;;;; Reconititución de la CGTP, quereconstituyéndose a través
ceso es de la más grande importancia; dós, las luchas guerrille- uodal. La CGT,P venfa por supuesto
ras, que arrancan en 1962, se agudizan en I9ó3 y tienen su ex" á"i óous y culmina:e,i "t" iottgteso' -a En mi opinión analuar
presión más avanz,ada el año 19ó5, y que hablan bi"r, o mal (eso ;"";;bl.;a á. se trlega ese congreso' y ya eslamos
"¿*o
en l9ó8, con Lrna c""}e¿eraciOñ Campesina reorganizada el a{o
es lo que vamos a ver) -de las relaóiones con los intelectuaies; y (cierto' la
tres, el fenómeno del movimiento campesino en auge, su inmensó 1962 pero ya para iiál á".o"g'nizaáa nuevamente
Congreso' pe-
desarrollo durante el .períodq a travéj de toda f" Etápa d"i;,ú- ó"rrcá"t".iá" ásistió y fue miembro pleno cle ese y los
cha por la tierra, contra la servidumbre, contra la feuda,lidad, con. ro sin embargo l1o
-"" "tenfan *u fuerza significativa' delegados

tra la dominación de ros terratenientes, en una lucha qo" rúe-ie j pr"..r,.. "áonu t"pt"t"ntacié¡ efectiva del campesina'
del proce-
bre todo de comunidades campesinas serranas, que luego queda do nacional, y eso es un treiho)' Estábamos al borde
r
so velasquistá, que te iniciarla tres meses más tarde; o sea que
geográficamente localizada y que se encuentra intimam-ente vin- .l perlodo antedgr
culada con el problema,guerriiero y con un fenómeno que sólo cse momento **"u t"*Úién la culminación del a los profo
ya a culminar más adelante, p"ro qrre tuvo una primerá expre. ;,i-;;;;;.. ¿"1 rerormismá uurgues' Y en cuanto
vanguardias particular
sión de la más alta significación en er'congreso áe la confácla sionales, astudiaxtes, intelectualás, cuyas plT=::
;;;;;; "o dü habían jugado."l
ración Campesina en el aff,o 1962, es decir la primera vez que, des. exclúsivamente, se lT desEru'
de su tundación en 1947, el campesinado úuelve . ;rEáriilur... g,r"rriilcros, le encontraba[ iguaimente desmartela¡lo§'
en aque'
centralmente, como esfuerzo por pon"r.e a la cabq,a áe Ia lu- rlos, dispersos, con sus principales cuadros sacrifÍcados
cha campesina expresada en ias tomas de tierras.. y; ;;ñ'rf; lla luoha.
en el
que también enrgsta pregunta, como en la anterior, ." proi"y"o Hago una dig¡esién para aclarar gue no quierg omitir Uni'
en el debate el marco histórico de la situación. uuálisis la Iuoha q; ;"* di; en el piano electoral' con Ia
49
48
censo antiimperialista que se produce, no sólo en el Penl sino
dad-de lzquierda de 1967, ?ero la primera expresión significati, en toda Améiica Latina, con el nombre propio de Revolución Cu-
va de que se estaba saliendo de.un reflujo fuá Ia reconítituciá bana. Esa es su gran fuema. Es entonces que se pasa a ia ofen'
de la CGTP, con el problema del Frente Unico como ;ñ;;;i¿; siva. Los obreros, junto con otras capas de la población, toman
de,su principat.debifiáad. y o preg.*á, ¿y eso por qué fue en cuenta este hecho histórico en el continente: por primera vez
asf? Yo-me Io explico en los "uo
térmiiros*de h-fuerza'"oná""tó.,
principal, y también de.ras otras, secundarias, entre uno de sus pueblos demuestra que es posible derotar al impe
Va'nguardia Revolucionaria está efectivamente a un niver
hs áares rialismo y que en 19ffi -a diferencia de los aios treinta- es pc
secun-
dario. La principa,l fue el partido Comunista (Unidad) áe enton. sible no lólo pasar ds la revolución democrática a la socialista,
ces, que tenfa, pues, todas esas debilidades dentro de'su sino que ésta ultima puede ser exitosamente defendida en cual'.
ción programática, Evidentemente. y eso es lo que
concep. quier parte del mundo. En este. caso concreto a poca§ millas del
poder imperialista mismo, Esto representa una fuerza polÍtica
que ,luego_ ";;p;;;iñ
9l campesinado no forme parte, no ,se encuentie alll, y enorrne para el movimiento obrero de esa época, y me parece
'luego el PC(u) se encuentre en h pErspectiva ¿e estar buscando
sus aliados oampesinos-en la. CNA y en ei proceso polftico que en América Latina su expresión más.clara está en el triunfo
bajo de Goulart en el Brasil, y es sólo a ralz de su derrota que se prG
la conducción del SINAMOS; disputándote a'SI¡¡AUOS, p".o Uo¡"
su conducción. Alll hay- un hecho clave, y es una ae ias parir- duce el primer reflujo de esa década. Luego tenemos un segun-
cularidades que hablan de esta debilidad" ia otra partioularidad rlo perfodo de ascenso, ya a finales de la década, cuando triun'
es cómo estos sectores. intelectuales, o profesionalis, q"" áIcari. fan gobiernos antiimperialistas en Chile, Bolivia y Penl, en una
zan auge como expresión de Ia nueya situación latinoimericana época muoho más madura que la primera, y mucho más fuerte,
y peruana en los años sesenta, precisarnente post-revolución cu- con realizaciones más importantes' Entonces grandes capas de
bana,.tacen su experiencta particularmenié en torno
al proceso la población se slunan a la lucha antiimperialista; 'las fuerzas de
guerrillerq y.de alrí por razón de sus propias desviacionei.,. 'la bu¡guesÍa también tratan de saiir de la crisis y luchan contra
No
se trata en mi opinión de que en el caso dá estas guerriüas
el pro. el imperialismo desde su propia perspectiva y con sus limitacio'
blema estuviera en las .otras fuerzas de la izquiárau que ;;-;;_ nos, En el Perú es importantfsima la derrota del Apra a comien'
!!1?rt interpretar *na sltuación supuestamente revolucionaria. EI zos de la década, cuando Ia Fuerza Armada, el partido Acción
MIR tipificó su situación revolucionaria en ese entonces, y no se- Popular, Ia Democracia Cristiana y el mo.vimiento obrero logran
rla malo que Ie pasáramos una revista de inventario á "ros ele- impedir la continuidad de la convivencia apropradista y derrotan
mentos con los cuales eilos tipi'ficaron situación revorucionaria ol lntento de convivencia de Odría con el Apra, y finalmente lo
en
-el
año 1964 para su laruamiento en 19ó5, equivocados, sustan- gran imponer ,en el gobierno a Belaúnde Terry. Esta es. una si'
cialmente equivocados. No se trata, p,r"r, á" que las démás or- luación que refleja el ascenso del moümiento nacional y democrá'
ganizaciones, obreras y otras, no se lumaran á esta tico en Ámérica Latina y la blsqueda de formas para salir de la
l"*ra, bino
que ellas estuvieron inspiradas en una desviación tun¿arneniai. crisis económica y polftica que se crea en el continente con el
$U-nnl EI planteamiento de Ricardo Letts de alguna manera surgimiento y el tfiunfo de la Revolución Cubana, Esa fue su
amplla_la pregunta, pero no creo que la desvirh¡e. ó"á fue¡za.
los hechos Ricardo ha integrado las-siguientes dos preguntas ñ;;
ta, conformando asf un campo de débate bastanie ñrás amplio a es. I^a debilidad del movimiento obrero fue su escasa organiza-
y complejo. I-o que yo pedirÍa en ras srguientes intervenciones ción a comienzos de esa década, situación que fue superando
paulatinamente. Otra debilidad, quizás incluso más grave, fue
e.s que se respete 1o planteado por él en cuanto planteamiento
de una discusión der movimiento obrero en ra perspectiva il foquismo, que en mi concepto fue lo único negativo que aportó
otras f,uerzas.populares, pero con énfasis en la-experiencia
de ras la Revolución Cubana. Me refiero a esa tendencia, que ya hemos
ra, que obre_ visto también en los aflo§ treinta, a absolutizar los rasgos pecrr'
si'gue pareciendo central en el proceso del morrimien-
-me
to popular de este pasado décenio, t*to o más que tas partiáa- ,llarcs de una revolución triunfante. Esé fue un factor subjetivo,
rias o de cualquier otro tipo. biológico, polftico al que.considero negativo.
ARIAS SCHREIBER: La tuerza del moümiento obrero MALPICA: Yo estoy en lo fu¡damental de acuerdo con el aná'
primeros años de la década del sesenta es producto en los lisis que hace Arias Schreiber, y quisiera remarcar url punto §u-
dJ g.;; ;.
51
50
il

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j

It,'
Id
a;-{
*
'a{ lar con banderas que son comp'artidas por amplios sectores. Pe
débil de la clase obr.era en los año§ sesentai todavfa
¡rx¿unente *
en esa década ra influencia aprista era notoria en er movimien:
,7J ro, aI rnismo tiempo, se encuentran dificultades para traducir estas
aspiraciones de reforma y esta radicalización en un proyecto po-
to obrero, incluso me atreve¡{a a decir que hasta el final de la
cfécada eran mayorfa, a pesar de la reorgánización
de ia CGTp. ..
ARIAS SCHREIBER: pero ya en I95g habfa perdido a los ban.
\aJ lftico claramente diferenciado, que le permita avanzar y consoli-
darse con una personalidad propia, En este sentido cabe una
importante responsabilidad a la, dirección política del PCP, cuya
carios.. , * llnea reformista (que buscaba,una perrnanente colaboración y
- MAIaP!CA: Sf, Ios habfa perdido, pero seguÍa controlanclo mu- ,?}, subordinación a una supuesta burguesÍa "democrática y progrc-
sista") y cuya práctica burocrática impidieron la.materialización
chos sindicatos. Bueno, ei ¿i.ficil- c,..otiii.r., p".o ,in ir.
dc las posibilidades del movimiento popular en ese período,
gar a dudas el Apra todavfa segrla sieudo una fuerzi
tante a través de la CTp. Considero este ,hecho un punio
muy impor_ ,{
OeUit L'A principios de la década de .los sesenta se enfTenta así una
de la clase ob¡era- con el correr de los años h fuérza aprisia * situación paradójica: :la radicalización del movimiento .popular
tg. ia1 disminuyendo uhory está llegandá a su mfnima ixpre- ,{ por'un lado, y sus dificultades para estructurarse polfticamente en
I
sión. Rospecto al foquismo, sin ,iugar .i drrd"s ,fue un error trátar una dlrección clasista, por el otro, De ahf que el movimiento po.
oe coprar exactamente la experiencia de ,la revolución cubaDa, '*{ pular vaya a ser utillzado como "masa de maniobra" o clientela
pero no sé si se deba señalar que el foquismo influyó
mente entre los obreros, euienes partiáparon en Ia aventura
mfnima- ,a{ polftlca por los diver,sos partidos reformistas burgueses o peque
ño burgueses, como Acción Popular o la Democracia Cristianl,
foguipta -fueron principalmente inteiectuales mesoclaslstas, con
.la excepción_ de algunos campeslnos, y muy pocos
obreroe. Co_
,a+i que alcanzaron una importanciá significativa en esos años. j
Subyace a esta debilldad del movimiento popular, entre otro.§
nozco bien de cerca la compo,sición social de io qu" fue
el MiR, factores, la situación sindical. No sólo eiiste un limitado grado
Se contó posibiemente con li adhesión,la J*p"ti"
J;;;ü;: -¿
il'
t:
mo de los obreros, perc no mucho más: los oU.e.oiv .no llegaron
a tomar las a¡mas. Fue, pues, principalmente un movlmienio ao 4t de organlzaclón sindica,l, sino que el Apra consewa todavÍa una
presencia dominaute. En este último sentido debe precisarse
t{ que la radicalización del movimiento popular se expresa en un
creciente cuestionamiento de las posiciones sindicales del Apra
PORTOCARRERO:
-Creo gue es corecto plantear el prublc. út entre 1959 y 1964, impulsado desde el campo popular por impor-
ilir
l*.q" l_a tuerza y la debilidaá del movimientó
la década; en este sentido, es adecuado partir obre¡o paia toda
de 1959, año en
el que ocurre un hecho de la importancia^de ,ú ;r"-í"bíó;;;;;:
que. despierüa trn significativo eco en el pals. ,pero
,p
'iF
tantes federaciones como la FEB, Construcción Civi:I, bases me-
talúrgicas, etc. Sin ernbargo, estas luchas culminan en una de.
rrota temporal de las cor¡rientes.clasistas en 1964 con Ia repre
la, sión de la FEB y del gremio metahlrgico, lo que hace posible
t{:
hay qué tener en cuenta que en ese momento en el perú
tamblén
se de.
sarrolla un amplio movimiento de radicalizaciOn polfii"", - g,l.
atraviesa aI proletarladq a las capas meclias y a,l iu*p"sínaió.
tp una temporal consolidación del dominio sindical del Apra, aun-
quc ya muy marcado de un carácter abiertamente burocrático.y
ili
EsT manipulador, sin reflejar la verdadera orientación de las bases,
Tovi4iento.sitúa en el primdr plano dos buna"r*^rr,ry i*-
portantes:r Es sólo posteriormente, a fines de los años sesenta, con la firn-
la nacionalización de h fpC y Ia reforma I Er- ¡-'. dación de la CGT,P y..los nuevos impulsos de radicalización del
tas cónsigrias, que .nepresentaban viejas aspiraciones "g*.iái
tores populares, se extienden enormemente y me p"*""
de los-sec-
t;.-;;
por accidente. constituyen ra expresión de Ia crisis ec"íórrrl"u
t+ movimiento obrero gue se liquida prácticamente la influencia
aprista en el movimier¡to sindical.
(premierato de Beltrán, alza del precio de.la gasolina, 'yi,.^ fgualmente, ,la debilidacl polftica clel movimiento popular en
ri3,
crisls agra-
y polftica, que comienzá , socuvar lás bases del Esüáo
}+- cstos años se relacior¡a'con el hecho de que en el terreno de la

¡i-
.etc.).
oligárquÍco. lcleologfa se siguen viviendo en los años sesenta las opciones
Cre9, puT, qte efectivarnente se demrrolla un primer mo- fundamentales elaboradas en la década del treinta. No hay una
mento de radica,lización del movimiento popular, q""-i"p."r"nt. rcnovación en los términos del análisis de la sociedad peruana
la. convergencia de factores internos y
ción va a tener la enorme virtud de "it-"ñor;
esta radicariza- ü+'a y de 'sus cambios; no se exploran las nuevas realidadés para
plantear el programa estratégico y la táctica necesarios para ol
*oui*ie"to pop"- f1.'O
"álo"u"-ol
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1"
taitantas empresas industria'Ies norteamericanas, Va perdiendo
ii
l,r
rnovimiento obrero y popuJar en la etapa. y
esto, sin duda, se peso el viejo poder agrarioy empieza a organizarse la forma de
vincula con el carácter inicial y ,ta debilidad que en esos años poder delegado de los nuevos enclaves imperialistas.
presentan los n¡lcleos sociaiistas revolucionarios.
tii
Esto se combina además con el crecimiento del proceso de
i,i
ji Pero hay también otros factores que debemos señalar en Ia u¡banüación. Es justamente en las dos décadas que nos ocupan
situación del movimiento obrero y popular. En esos años se for- que se ampllan muy fuertemente la urbanización y la migración
II ma _una nueva ,generación obrera, que se encuentra hoy al frente campesina. Lo que podrla estarnos indicando, y esto es sóIo
lji de las corrientes sindicales clasistás. Esta generación tiene va- un acercamiento, que ya se plantea mucho más claramente Ia con-
rios rasgos distintivos: es de origen más urbano, ha adquirido un tradicción -en el seno rnismo del pueblo- entre las masas cam-
nivel de calificación más alto,y un mayor grado de educación; pesinas y los sectores urbanos que ,tienen más exigencias y
pollticamente, se ha desarrollado cuando ya se ürabla resquebra- rnayor capacidad de consumb. Esto va a estar, tcal vez, y 1o digo
jado la tutela del Apra sobre el movimiento sindical. y estos tentativamente, influyendo en muohos aspectos de la vida polfti-
nuevos dirigentes obrerros se encuentran con una ventaja adi- ca de Ia izquierda.
cional en relación con sus antecesores. de 1os treinta, ya'quc la
ebtructura económicosocial del pals se ha tornado mas áeflnl. La urbanización genera también una mayor expansión de lasft¡ A Ulñ tt,
damente capitalista, existe una mayor articulación y centrallza- capas medias; hay irna de loi inteÉctuales y ¿et/ ñ V Knl
"*"rgencia
los tecnócratas, que naturalmente debieron
ción en el aparato económico y se han ensanchado las filas de
Ios asalariados en el campo y la ciudad, Io que va a permitir cl por el Apra en su vie,jo proyecto de que estas mediaSt u/^
::3r:r":t*ry
:.:1I capas I

surgimiento d.e un moVimiento sindical más poderoso. partÍciparan realmente én il poaer en r¡na negociación l*E¡rr1¡,$.
üejas o nuevas burguesias. Y justamente el eror histórico "on del^^^ / a-.'
_ Por su lado, en esta etapa surgen asimismo los primeros nrl. Apra rue
fue aDanqonar exigencia para alrarse
abandonar esa exrgencla franca y oerrmu-\.
aliarse lranca t'tt*^1
definiti-i \\ <rv -P b
cleos y corrientes socialistas revolucionarios. Sus üscusiones y
primeras experienci'as se orientan cn la perspectiva de buscai
vamente con las viejas formas (agraria incluso uste .l'1¿lÑ\''^dlv'--tt
des los almuerzos de Haya con los Asplllaga y -recuerden
los Prado). Y es i¡"_x JLf¡
una salida revolucionaria al desarollo del movimiento popuJar,
que para muchos de estos sectores se identifica con las tesis fo- en ese momento, cuando el Apra pudo haber tenido un mayor .-ñ-- ',.1

quistas. La derrota de las guerrillas de 1965 abrirá una etapa de impulso, que estas capas tecnocráticas no encuentran su sitio
balance y reorientación, cuyos resultados irán cristalizando poco cn cl Apra, como sÍ lo pueden encontrar en el Social. Progresis-
a poco, y en medio de importantes crisis de las organizaciones, rno, en la Democracia Cristiana y sobre todo en el belaunüsmo' \6
en los años setenta. Por csto es que surge el belaundismo como antltesis del apris-
mo, r'ppresentando la misma cosa. Y curiosamente también e:tis-
MONCI-OA: Yo creo que el aná.lisis lo deberfamos comen- tetr cn la Fuerza Armada algunos bocetos de rectificación, en la
zar históricamente en la década del cincuenta, Si hace un mo. misma línea que tuvo el Apra en Ia etapa anterior, y que debió
mento hablábamos de la incipiente formación de las capas obre mantener, pero que cedió al final a estos movimientos populistas,
rl. y; ras y del sector proletario en los años treinta, es justamente en los
También quiero poner sobre el tapete, más que pronunciar-
a.\ (- U cincuenta cuando se empiezan a delinear cambios estructurales
me, que en la década, del sesenta es cuanáo se comienza a prc.
a,N-\,o.dd^rH'f,T'XH:#,f #ii*J#i;"".'fr Íi,"Xfl "i"',fui&i:
ria, recordemos que eso también corresponde a que hay un des-
ducir la atomización de la izquierda. Y'creo que buena parte de
la autocrltica que debemos llevar en este diálogo es un análisis
plazamiento de los enclaves imperialistas en esos años. Comien- del por qué es que se produce el inicio de la atomización de Ia
izquierda en esos tiempos. Eso creo es algo que nos interesa
:f.Ti "ffi,I l**'¡"4;
demos que en esa década se abre Toquepala, y que es con pra-
iitril: a todos, y es algo que debemos colocar no en los términos de un
planteamiento polftico o un análisis táctico o histórico, sino de
do que se decreta la ley de promoción industrial, en 1960, ley que un análisis de las realidades de la década del sesenta, y no para
acusarnos mutuamente. sobre el origen de las fallas, o las tlai
'ii,,
ya coffesponde a un desa¡rollo en esa dirección y que es
:iii
.i,,, lo marca muy bien Eduardo Anaya en su libro sobre eI tema-,-y eso
en
ciones, o las desüaciories, sino para examinar cómo se podrfa
la década del sesenta que hay una penetración de ciento sqsen- emerger de una situación de la izquierda todavla atomizada. S+

54 55
fd
fl, d
ir-Ü
e
l:,

ir,

gorosa influencia de la revolución cubana, que demuestra Ia ca.


bre todo en un momento en que la nueva penetración imperial, é pacidad revolucionaria de un pueblo que logra derrotar no sola-
deformada por el proceso de 19ó8, vuelve á activarse en iondi-
mente a una dictadura transitoria, como era la de Batista, sino .
il

ir
clones populares diferentes. Pero volviendo al tema, lo que plan-
teo .es: hay una emergencia de capas popul.ares urbanas,-hay cre.
ci¡niento del sector urbano y contradicción con ,los carupeiinos,
hay una raüc¿lización de capas medias e intelectualés. Y en ese
e
é

é
forjar rápidamente una sociedad socialista en las barbas del po.
der imperialista. La revolución cubana ejerce una vasta influen-
cia, no sólo en 'la ciase obrera sino en amplios sectores, y natu-
ralmente el signo de la revolución recorre mucho nuestro conti-
f
lr
llj'

lii
encrrad¡e social actrlan los partido,s.
ESPINOZA: Pienso que en general las intervenciones de Ios
compqñercs son coincidentes. Me parece que ofectivanrente
a;, nénte, Se podda afirmar, un poco audazmente, que la revolución
cubana juoga en grandes líneas para América ,Latina. el papel
catalizador que jugó 'la revolución socialista de octubre en la
lirl por esos años se percibe una etapa de desa¡rollo industrial, de € Unión Soviética para los palses de Europa capitalista: Alemania,
desarollo económico del pafs, la apar.ición de uua estructura Italia, Hungrla, etc.
ll
tl económica más definida, que tarnbién permite una fuerza crecien- *{
ili
,l,i
te del movimiento obrero. Asf, cuando habla.mos de la fuer¿a
de la clase obrera en el período debemos señalar que parte de
¡É.4 La'debilidad del .movimiento obrero, me parece, radica en
varios aspectos. Prirneroala dispersión orgánica del proletariado)
No existe una dirección centralizada, no existe un movimie'nto sin-
ella radicó en el momento económico que vivió et páis. Natural" €
t",
ltiti
ii'l
ll"j
,
mente el avauce científico técnico, Ia capacitación de la mano
de obra, el surgimiento de nuevas concepciones, etc,, facllitdron
el desarrollo acelerado de ia conciencia polltica masiva de los
aé, dical cohesiónado. Hay poca experiencia en la lucha de masas,
sobre todo en los sectores más jóvenes del proletariado. ta dic.
tadura habÍa arrasado con las libertades sindicales y con las or-
ii
I trabajadores. Mientras que en Ios años treinta Ia concfencla po. é ganizaciones de los trabajadores, por lo cual Ia clase obrera
il.
lftica influye sobre nricJcos de trabajadores, en los sesenta ellu emerge con una voluntad de combate pero con escasa experien
I
I

es masiva: los trabajadores masivainente consideran que su ta.


é cia organizativa. Predominan entre ella tendencias obreristas, y
me parece que falta una adecuada polftica de alianzas de la cla-
I

ilir
rea es intervenir en polltica e interesarse por los probicmas nt € se obrera, quo no podfa entotrces trazarse como una estrategia
cionales. Me parece que hubo, también, un desar¡ollo serio dc
fi Ias ideas democráticas; en 19.56 salimos de una dictadura y vivi- € dc poder. Me parece queqttro factor debilitar¡te del movimiento
i
t,,
ü
mos un cierto perÍodo de democracia formal, burguesa, Se pro-
duce entonces un desarrollo de las concepciones democráticas t) obrero fue el Apra, como fuerza disgregadoral Yo no opinarÍa
que en los sesenta el Apra constituye la fue¡za predominante en
cl ¡novlmiento obrero; tengo la irnpresión de que eso no es así. El
I,r en el pueblo, que inflúye positivamente para impedir aventuras é
ll
golpistas, aunque no estamos exentos de ellas, como lo mues- control del Apra en la CT,P resulta absolutamente formal, btrro-
li, tra la experiencia de 1962. Me parece también que juega un pa- er., crrltlco, no sólo porque las propias asambleas de la CTP jamás
lll'
t,,

iil:l
pel importalte el fortalecimiento de las ideas sociaistas. ta re-
volución soviética del año 1917 marca el inicio de las ideas so
cialistas convertidas en poder, pero esa influencia ,llega un poco
t4 tcrmlnan como el Apra quiere, sino que terminan de golpe y po
rrazo, porque el Apra es minorÍa en muchas de ellas. Recorde-
mos por ejemplo esa farnosa asamblea de Ia CTP de 1957, cuan-
tarde a América Latina, en los años treinta, por razonés de áesa- é do ol Apra lleva a la asamblea sindical. a un grupo de "exilados
rr<¡llo cientffico y técnico y por razones geogiáficas. En 1945 jue-
a,.., húngaros" a pedir solidaridad, y los "exilados" tuvieron que salir
g_a un gran papel el triunfo de la Unión Soviética en
tra Segunda
Guerra Mundial. La derrota de la coalición hitleriana y el -surei- jt corricndo protegidos por Sabroso Montoya, y ,la asamblea de Ia
CTI¡ rcpudió su presencia. (Entonces vembs que el Apra no tiene
-1T."*n ^t
miento del sistema socialista mundial determinan un aúge de Iás
ideas socialistas. Pero me parece que en los seséuta se-reafirma a-- roalmonte el control del movimiento obrero; lo que ella usa soncT¿/t,lL{¿d
mocarlsmos coe¡citivos para destruir ia unidad áe h clase oUro ftpp§ , [ '
ra, lcvanta federaciones paralelas, desconoce elecciones sindi- tt }' - f,\
esto por el creciente poderlo de Ia Unión Soviética. El año de
los primeroa lanzamientos de satélites artificiales, sfmbolo de a,r- culcs, intcrvlene sindicatos, compra nuevas juntas. directivas,
un creciente poderfo cientffico y técnico de la URSS, que juega
un papel creciente, simboliza eI fortaleci¡niento del si;tem; ó.
cialista como estructura definida de poder revorucionario en el
ail "*-f;\Nk[\ñ(-
prrlsa federaciones y trabajadores de la CTP, etc.! se entiende,-n-{i "- .
sob¡c la base de r:n trlpode de poder que funcioná a hs mil *a-&J[ tf\J.dt-
,- ¡uvillas: el gobierno, con todo el aparato burocráticomilitar del
mundo. Y naturalmente está, como se ha señalado aqul, la vi.

56
¡ff listndo; Ios patrones, que tienen interés en apoya¡se en la diri- I^{1¡g;.|-/

57,
¿\--- )
efuru^í(
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miento de la "legalidad constitucional" que trae al gobierno de
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gencia aprista para acallar al movimiento obrero; y la propia diri. *t, la Fuerza Armada. Un papel de fondo tuvo la lucha por bande
ilr
gencia sindical aprista que desempeña un rol desmovilizador del
yÜ ras democráticas: ,la defensa de las libertades democráticas, la
lrlii
1il,.
i.

lll
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movimiento obrero. Entonces el Apra no tiene realmente la he.
gemonla en este tiempo, ni está en condiciones de mover al mo
vimiento obrero para nada. Incluso crundo se convoca a mani.
festaciones, estas o son muy pequeñas o concluyen en enfrenta-
e
*
derogatoria dei artlculo 53, la nacionalización del petróleo, la Re
forma Agraria, ba,nderas de .la clase obrera y otras fueruas pro
gresistas que son tomadas por'los partidos de la izquierda, y que
constituyen el programa de las fuerzas revolucionarias y crean
lii:
Nill
mientos cor¡ 'la di¡.ección. de Ia CTP; y no enfrenta¡niento de nú"
cleos estudiantiles o de ial o cual sector polltico que quiera dis-
putarle aI Apra la dirección del movimiento sinücal, sino de re-
4 conciencia política en el pueblo y abren la perspectiva para que
el gobierno militar pueda ejeeutar un programa de tipo antiirnp'e
rialista.
lir
lll,i pudio de los propios trabajadores organizados, que desconocen *
a una dirección que realmente no refleja ni orgánica ni poUtlca- LETTS: Por supuesto que nosotros estamos de acuerdo con

e
é
llir"

ll, mente sus intereses. Ni orgánicamente, porque fue electa arb! la idea de que la ievolucién cubana marca los años sesenta y
trariamente a consecuencia de uná maniobra en el segundo con- bien ha dicho Francisco Moncloa que esa déóada está marca'
iiii
llr ,r
greso de la CTP, a través del desglosamiento de Ia represcntn- da también por la atomización de la izquierda. Y precisa.rne¡lte
ción de los sindicatos textiles, ni polfticarhente porque por su com. é un el-e¡nento de la atomización de la izquierda está en las co-
liliii
posición exclusivamente aprista ya está entroncada con los in- rrientes que se derivan de ,la revolución cubana. Cierto también
tereses ec,onómicos y potíticos del Apra en ese momento, o soa * que otro elemento que. marca la década, y no sóIo en el Perrl,
li,r,l
Ios de la gran burguesfa explotadora. es la lucha por.la conilucción del movimiento comunista interna-
( Me parece que otra debilidad que perjudica a la clase obrc- * cional entre las posicirines del f;artido Comunista Chino y eI Par'
li;' tldo Comunista de ,Ia Unión Soviética, polémica internacional que
f,
ra es el papel contradictorio que juega el movimiento estudiantll,
que en un perlodo luch¿ como un aliado de Ia clase obrera, jun-
* culmina a mediados <le los sesenta con una ruptura total y el
l,l
to a ella, pero que erl otro momento se desgaja de ella por motl- * mutuo cuestionamiento de los roles de estos pafses, cada uno
lil¡rl
vgs g!9 analizaremos más ,a foudo al referirnos a ,las capas me de ellos poderoso. Yo había dado los elementos que me parecÍan
li;r dias.) Un papel negativo fue eI que jugó el trotskismo y át surgt" *, pertinentes para interpretar esos años a nivel nacional; no es in'
mie¡lto de las concepciones maofstas. No'olvidemos por eSempto a correcto, por supuesto, agregar estas influencias de orden inter-
it
* nacional. Por ejemplol en los añoe sesenta se funda, se orga'
ilr;

lfli
FrÍas, dirigente trotskista de aquella época, quien divide a la fede.
ración metalúrgica a través de acciones aventureras, y que el trots-
kismo crea enfrentamientos artificiales que dan lugar a der¡otas
de la clase obrera en Bata, en el sector minero, en diversos lu-
#
*P
niza, pasa a existir Vanguardia Revolucionaria. ¿Cómo no decir
dos páhbras sobre eso? ¿Por qué nosotros, que surgimos recla'
¡nlnáonos del marxismo'leninismo y por una revolución socialista
cn la perspectiva del comunismo y con una concepción del rol
illir;i
gares. Y el desarrollo de las concepciones maofstas plantea a
iüi,, la olase obreia temas de dissusión que .la debilitan y la afslan *¿) clc las iuerzas populares en este curso inintemrmpido al socialis"
l|
r,
de las ideas del socíalismo. Finalmente otra debilidad de la cla- mo, con una évidente desviación trotslosta de la cuail hemos
*.
se obrera cotstituye su imposibi.lidad de forjar el Frente Unl.
rp estado muy concientes, no buscamos nuestra filiación dentro de
un Partido Conrunista entonces todavla indiviso? En ese momento
co. Sobre esto se han ocupado todos, y me parece que algunas
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il

experiencias valiosas se hicieron en ese momento, Ia- más valio justamente es que se divide casi por eI medio, cuantitativamente
ii,
sa me parece Unidad de lzquierda, que desgraciadamente no pu- ilablando; y cuilitativamente hablando aparecen allf dos corrien'
,ii
li. do cuajar por sectarismo, por incomprensión de otras fuerzas |o
tF tes, en nuéstra opinión ambas marcadas por desviaciones. Es"
tamos analizando il proceso polftico desde el punto de vista del
üticas, gor la debilidad de ,la conciencia de clase del proletaña-
rF
l'

l.: do, por Ia debilidad de los partidos pollticos que la conlormaban, ¡novimiento obrero. Y volviendo, decidimos no sumarnos a nin'
por la propia debitidad del PC. pero fue una experiencia seria guna de esas dos corrientes porque consideramos que allí hay
l,i

lr.
I
Que permÍtió convertir a la izquierda'en una altemativa. Tal vez
no de podel eso serla discutible, pero sf una alte¡nativa de ma-
Lf- desvlaclones fundamentales que entonce§ estaban siendo ilumi'
naclers por Ia luz de la polémica chino'soviética y la luz de las en'
1u:. Elo es, me parece, lo que crea conüciones para la crisis ü- seila¡zas dé la revolución cub-ana. Precisamente las enseñanzas
i.

Iti
del poder burocráticoburgués y abre la perspectiva del rompi-
rJ- de la revolución cubana se alzan contra toda la tradición refor'
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mista de los partidos comr¡¡istas en América Latina, Claro que
aqul hemos pegado un salto colosal por sobre los años cuareitu
e rezcan? Y dicho sea de paso eso es lo que vamos a cosechar
ahora, porque desde nuestro punto de vista toda mirada a la his-
toria no es sino para traer enseñanzas de una situación futura
y -cincuenta, y no hemos dicho nada acerca de .la desvlaclón
del browderismo de Ios partidos comunistas latinoamericaro., á"i-
viación que revive de muchas maneras. y los compañeros ¿el
P! n9 Jendrlan por qué sentirse acosados por. esto,
sini al contra.
e
>¿1,
e
que ya habla de Andahuaylas, que ya habla de Chimbote, que
habla de Carretera Central, etc. Y que habla de comportamien-
tos y posiciones en estos rlltimos años, o meses para hacerlo más
preciso, y en la perspectiva que tenemos por delante.
rio, debelan ser ellos los primeros en mincionar cómo el movi- Asf, pues, se diüde la izquierda al impulso equivocado de
miento
-obre¡o
ción reformista
llega a ros años sesenta marcaclo por una desvla" é una interpretación de ,la revolución cubana, que sin embargo
fuertfsi¡na, que ha creado iqmensas üficultadic tiene en su interior una cuestión que es revolucionaria. pequeñ<l
para organizar a las masas y ponerlas en la perspectiva del é
poder"

. Porque si no estamos discutiendo aquÍ et problema del po_


4 burguesa revolucionaria, pero revolucionaria; organizar los nrl-
cleos de esa fuetza armada que permita a la clase obrera dotar-
se de la posibilidad de tumbar el poder enemigo y sostenerse
der, entonces
no sé bien qué es lo que tstamos discutiendo. y é 9n sl;poder, Y por.supuesto, antes de que lo.acóten otros com-
si
estamos discutiéndolo, debemos coger esta cuestión centrnl pañeros, Io decimos nosotrosi eso puede resultar negativo, pue-
para analizar el comportamiento de hJ clases alrededor de clla. € de resultar provocador, un factor de retroceso, si es que no.se
Es verdad que nosotros no pretendemos situaciones revoluciona-
.¿. le' hace avanzar con seriedad. Efectivaménte, la insurrccción
rias en los años cuareuta o cincuenta, y es verdad que quienes
sf pretendieron
-las concepciones
deriyan..su concepción
guer.iileristas y foquistas quc
poUiicotáctiáa de las conóepciónes de ln
4 es una cosa de la mayor seriedad. Y sin embargo cuando los
compañer.os han anaüzado el problema de la Reforma Agraria
es cierto que se comienza a implementar en 1963 con la
fevolución cubana- estaban básicamente equivocados. pero alll * -que
Ju¡ta de Lindley, en 19ó4 con el Parlamento en sus di.ferentes
mq¡,Io primero que hace Ia revolución cubana ds cuestionar p¡cci¡q
\§-'m:nte esa gran desviación, que es una gran debilidad ¿ct rnovi.
de la época bajo .Ia conducción de los partldoc
ülJ a,lternativas- antes de eso ya Carlos Malpica por el MIR y Gena-
ro Ledesma y Manrique por el Frentp de Liberación Nacional y
;/)\ mrento. obrero-
comunistas indivisos, antes de la polémica ctrinosovi¿iiül *{ la Confederación Campesina del ?eni habfan presentado el prq
¿Ouc yecto dc Reforma AgrarÍa, y si ella culmina de esta. forma bür-
esto no6 obliga a un tratamiento más detallado de la revolulcló, *
cubana para no dejar allf pinceladas tan gruesas? Sí, pero tal
vez ello no sea eI tema especlfico en. este momento. Sin embar_
go ese cuestionamiento se dio, y fue clave, y constltuye uno de ,los
tú. aportes fundamentales de la revolución
#
ü+.
guc.sa, dentro de las condiciones de un Estado en manos de las
clascs enemigas a partir de 1969 con el reformismo burgués, tam-
biCn es cierto que en la b4se de eso está el movimiento carirp+
slno y sus Iuchas y, como se sabe, en este caso particulai esas

Jas capas medias, los intelectuales,


cubana. Íambién hay
otros problemas allf, en torno al tratamiento de las aüanzas con
y otros sectores pequeño bur-
gueses, pero yo insistirla en que la punta de ese apoite
cuburo
4
*
experiencias de lucha armada guerrillera jugar"on un papel y sir-
vieron para avanzar, conmoviendo a la sociedad entera. Nosotros
tenemos que preguntarnos aquf, si por el lado de la clase olrera
o de quienes se reclaman de su representación, hubo un nlvel
está-en.ese factor,. que ya discutimoslantes, de trn"" on" poUifcÁ
revolucionaria hacia el poder,'haóia Ia tralda abajo de taí cta¡iJ tt- de nportes a ese respecto. Yo he marcado el congreso de la
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t¡'1,
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ir,l asentadas'en el Estadó par.a sustituirlas en esá papel. y eso Confedcración Campesina de L962 y alguien ha mencionado el
estuvo ausente en el Pérú, y no se trata de q,r" .ám".¡arrte pio- Frcntc Nacional de Defensa del Petróleo. yo dirfa que sólo en
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blema sólo pueda ser pranteado en cond,icionés de situación re-
volucionaria, En tales condiciones se pone tal lfnea .r,
ción; pero si no se propagandiza, si.no- se educa, si no se"j.",r-
está
#r.
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csc plano se hizo algln avance en la formulación del problema
del Frente Unico, y que ese avance tenfa, insisto, la i¡mensa
debllidad de no haber planteado en sus términos co¡rectos la
;i, formando corriente ideológica y conciencia de clase con este cr¡cstlón clave de la alianza obroro,campesina, y que lo,s desa-
'ií

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planteamiento drlrante las etapas en que debemos
ir acumulan-
do fuenas, y hablo sobre todo de fuerzas en la conciencia de
ü+1. ur¡llos dc Ia burguesía industrial cercenar¡do el podór de la vieja
oligarqufa terrateniente
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esas masas, además de fue¡zas orgánicas, ¿cómo entonces va. .+¡.4 vorlfical¡lo- no es la clave
cual es un heoho estadfsticamente
-lopara comprender hasta qué Ianto se
mos a enca¡ar Ias situaciones revolucionarias cuando estas apa"
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é de pasar a un programa de reformas burguesa§" con el obietivo


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conmovió esa sociedad se produjeron los cambios que van a de'detener el avance de la revolución popular. borque des¿e el
explicar luego el perlodo refor.mlsta burgués.. comienzo de este nuevo perlodo histórico inauguradd con la pre-
DAMMERT: Al igual que en la pregunta anterior, hay en esta sencia polftica de la clase ob¡era, la cuestión central es .i se
un presupuesto fundamental: no es casual que pasemos de exa" é hace
-la revolución popular, democrática-nacional, en camino al
socialismo, o si otra cosa la detiene y retrasa. En los treinta fue
rninar Io que sucede con las clases sociales én la década del
del sesenta.fEn este ps é cl esfue¡zo de las clases dominantes para detener la revolución
il' ffi;#
5:Y" 3^,"lt}1A]".:,_.*:- T1" 9Í:r1" ;Ij.*ili*;\l'ffi T,',:
ser el que vuelva a desatarse una aguda lucha por la dirección t¿ popular a través de Sánchez Cerro y Ia UR; posteriormente la h+
gemonla aprista desvió la lucha popular en su conducción revolu-
del movimiento popular, por implementar diversas estrategias en
torno al poder, que van desde el foquismo jnfluenciado por la re-
volución cubana, a Hugo Blanco y su, ,,poder dual,,, y a Ia estra,
4
tp
cionaria contra las dictaduras; y ahora en estos años sesenta van
a ser los intentos reformistas burgueses de la propia clase do
minante que trata de ganar sectores de masa para comprometer-
krs con la adecuación del,conjunto de la sociédad a lás nuevas
tegia revisionista del trfursito pacl.fico a través de elecciones, To
concliciones de predominio capitalista. En el caso del campo, por
das estas fórmulas se intentah implementar en esos años, y tie-
nen cada una en la base un sustrato de clase y se expresan en
é cjcmplo, eso tiene una importancia muy grande, porque-aiU .la
orientaciones políticas y programáticaQCreo que esto es lo impor- é contradicción ya no viene a ser fundamentalmente-entie los que
tante y central en la pregunta, y es en ello que el movimiento
bbrero tiene una participación determinante y de"isivu. Habrla LtI quieren tumbar el orden feudal y los que pretenden el desarróllo
c.apitalista, sino que se desplaza. ya no ei la lucha entre capita.
que señalar que la situación internacional es en los años 60 cla-
ramente distinta a la de 1930: el imperialismo está en defenslva
i.{ lismo y feudalismo en general, sino que frente al afán democráti.
co,revolucionario del 'campesinado entre la misma burguesía y
estratégica neo,colonial, ,se ha producido en América t atina la Ios terratenientes aparecén defensores de un desarrollo óapitalis-
revolución cubana, y en el mundo se desarrolla una lucha contrn ta-terrateniente, a partir de la gran propiedad terrateniente, en
lo que se llama el revisionismo contemporáneo, Iucha que retoma '*
€ el agro, De esta forma, el movimiento campesino a su vez per-
la de Leni¡ contra la social-democracia. Son estos Ios elernentos
más remarcables. En lo nacional ya no estamos frente a una B<> .
ciedad semifeudal y semi.colonial, como era el caso a comien-
*t fila más su combate contra esa gran propiedad terrateniente, slen-
do esta Ja base de los alzamientos carnpesinos que sacuden el
pafs de 1958 a 1963.
é
zos de siglo: ahora el capitalismo se hace predominante, y eso
constituye un cambio muy importante. Esta predominancia capi-
talista produce ta¡nbién un cambio en Ia propia clase domi:aanie,
a Io cual lVfoncloa ha hecho ya algunas referencias generales,

tt
Resumiendo lo dicho:(en primer lugar, se intentao reformas
burgucsas para adecuar el predominio capitalista; en segundo lu-
l3rrr', en el campo se desplaza la contradicción a la lucha entre
l¡rs dos vfas, la terrateniente-burgue§a a partir de la gran propie"
en el sentido de Ia mayor presencia de las capas industriales bur.
b;{ dacl tcrrateniente, y Ia campesina democráticopopulai destruyen.
guesas, y de los intentos.de establecer por ellas modificaciones
en el conjunto de la sociedad, de adecuar sus contradicciones
básicas a las nuevas concliciones para el de.sarrollo capitalista, y
por Io tanto de implementar refo¡mas para eso.
rt
ap
clo csa propiedad. En tercer lugar, se da h máduración objetiva
do la-clase obrera, y sobre esto Portocarrero ha señaiado algu-
nos clementos de la diferenciación social como clase del mo1¡i
MONCLOA; Es el momento del desarrollismo en toda Améri-
ca Latina.., ap rnicnto obrero./Las mezclas entre artesano y campesino que ha-
bfrr a comlcnzds de siglo, se diferencian mucho más en la fuerza
cle trubaJo. Hay una mayor composición clasista del conjunto del
lrroletoriaclo, y eso se expfesa y da origen a las nuevas generacio-
DAñIMERT: Es el intento de implementar reformas burgue *
sas y adecuarse al predominio capitalista, que lleva por ejeniplo
9 que la¡ propia clase dominante, ante el ascenso campesino, IF ncs r¡brcras. En estas condiciones, el movirniento obreio. empie-
zl el clc.sa§o, que culminará err lgs setenta, del Apra, Ai y
I

1,,,
hable de Reforma Agraria en determi,nado momento (Beltrán), que
busque desembarazarse de los sectores más atrasados de tos ie- at l'rrerzrr§ dc la burguesfa en general.(En cuarto lugar,^se'da'en
cse perfoclo el desarrollo de posicionles pouticas dá intelectuales
y
,rratenientes y que impulse los intentos de promoción industrial
y otros. Hay, pues, un evidente intento de Ia clase dominante L- fecnócratas, sectores medios de la pequeña burguesla, los
t¡uo luego que el Apra asume con claridad la defensá de terra-
¡á.
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1., 62 ó3
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11,

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tenjentes y capitalÍstas, se organizan en nuevos partidos que ral, etc.) para engañar al pueblo. ) E.t" su error. Diferente
com-
binan elementos de ,Ia tradición aprista con erementos sóciarizan- es el fracaso del tránsito pacffico, de "s
-"nese
-ut copamieato progre.
tes: la DC, el MSp. Esto, a su vei, indica que en Ia clase obrera s^ivo que iiene su expresión mas áto .poyo a Beiarin?e.
lo ha,v un partido marxista-Ieninista que atáiga a esos interectua- Quiero aclarar que es diferente .la presencia táciica
les, situació¡ que en los setenta reáen est¿-vrrf""d"-.ig"id;;- nes para acumular fue¡zas desde una alternativa p¡opia, "" que
"máá.de-
tivamente. En quinto .lugar está el que, producto del desa- cir ese es el camino para llegar a.l poder.
rrollo de las luc.tras de clases nacional en
"omá
er contexto internacio Son estos elementos, pues_, los que se presentan en este pe-
ñ [
nal, se dé Ia transformación reformista del pC de Mariátegui,
formación
-reformista
cronal de 1944
que se sella en la prlmera Conferinóh Na.
que cambia el carácter de clase d.e ese partido v
trans-
#,*:p,t'!:]1,,:,*"?i¿::'ÍJ',Í'"i.n jl;'B"" j§Xf¿iiS:k3
se agudiza la lucha por la.hegemonla en la clase ot""ru, pr*ij
Io convierte de partido_ de clase en un ,,partiá;
;;r;rlárTiii;r¿ samente a¡te las experiencias de fracaso de cada una d.e -estas l I
txt\ XA.'j ,
,,,
,,i, isto, la revista cdtica Marxista Lenínkta ha - edición alternativas de estrategias de poder. No creo q;;:"r ;.;i*["], h-q,qf/rv\0,^0
de un folleto especial con estos documentos), "rrr-ü"i"¿o,ra cle las corrientes maofstas haya tenido el efeJto, como "sostien" '
un--asunto que conviene precisar, Ciertamente apare. lispinoza, de proponer temas que no estaban,,"l ácu"¿;,,á;];;rüh n
^--{n- i
]il ,I*irt"
^^ Io que se llama la atomización de Ia izquierda. pero este vimiento obrero. Ellas están impregnadas de dogmatismq
td,W"\
ll]l: "e puede aparecer en dos circunstancias: en una
fe.
quc éste sea intr{nseco al maofsmo que es diaÍéctico *'ut*iiur-
p"" C . --
^
l;lj L?]1to existe una negativa, "o eñy{tuv
iiil orientación crara hacia ra lucha fevoruciona- ta, sino por su integración a la práctica cle masas en ,forma me,
"uando
ria, es deci¡ cuando se diferencia un ejército en combate cánica (vale la pena recordar que ello lrevó incluso al reformis-
;ii posición firme; o cuando hay varioJ ¿usta"".o"nto con
mo,. como cuando plantearon el apoyo a Belaú¡de pues con
ii :na
nos, no existe_comando ni programa, y entonces
y cami_ él
i; da lá lucha se llegaba al poder), penr constituyen otro planteamii"t" giiirái
i: l::^_S*". quea las masas a diversas ,orientaciones,secorrientes y clc la lucha por el poder. Esta lucha por la hegemonfa, urr-torr"".,-
ft,; surgen como alternatiüas. Esto ultimo es lo quá scrá distinta a la del treinta. ya no ierá entre et p€ y el Apra,
l::gramas ya que csta últi¡na conoce en este perfodo su declinació, ei to.
:.b -.k_ ^ Il:?,,"" esa época. Es Hugo-Blanco y FIR planreando el ,,poáer
'J-a^)sdu'0ffi;":i#"":*:Tfl :::ffffi:"i"*l["*""¿H:"i,:,ff r# dos lo-s frentes; los que disputan yJ son .los nuevos planteamien"
tos- rcformistas, y los de otro tipo de una variada corriente
revo.
lucionaria, que va a tener sus áxperiencias decisivas en .la déca.
j(Jr#$lli:+"1!":;"."::iTJ,fi _:"1i3:?,:","Ji3.#'trJfl1tffi ,? rla rlcl sctenta.
.

*
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Iid§\§}ft üCI4,;'""ff#:"3""§:::il*:ff i".olff ?";L:::Í.,ffisf_:"f MONCLOA: Una cosa querfa precisar aquft el MIR es u¡r
rlr:sprendiruienro del Apra, y eso ei irnportarie. El proyecto de
ili,, :Igj:rd. a después
ciertamente,
otros secrores reaccionq.rios ¿e áa
"lr*t, i"io, lcy clc Reforma Agraria que presentó fiiis ae Ia puerite, ii fá ,*
ii": Jo veremos, ol Estado no puede
pado',. Estas son entonces tres est-rategias de poder que
,ser ,,co.
r:lunramos hoy, veremos que és realmente reformista, müy atrasa.
,' y que, con diferentes cond.icioies d; :i".r", so! son apl! do respecto de un planteamiento propiamente, socialista, pues
"adas,EI MIR seña,ló que derrota- corrr:-spc¡nctía a una vocación radicalizante básicamente ápr1sta.
, tos elementos *ü"rfuü-i* su propio
11^.;^
accionar podfan acererar Ia lucha armada dei pueuro, y lncluso VR también surge del MIR...
"'' ese es Jus.
tamente ét prouema á"r roq"irro A;;-r;-il;;J^-¡evorucionarls. MALPICA: Una aclaración. y creo que es importante. yo in-
mo. pero el MIR tuvo una cuestión-cent"at psitira tcrvinc cn la redacción de ese proyectd de ley, y puedo,"u"1*
ciso remarcar: justamente er hecho a" puntiar-ia rucrrañ;;;;_ t:ólur.¡ sc gestó, Al redactar nosotroi tuvimos en cuenta la orime-
revoru.
I cionaria por delante. Es una posición
;*s;"ñ; ürrguesa demo- rr ley dc Reforma Agraria cubana, e incluso fuimob mas .Ie¡os
crático'r-evorucionaria, incruidos avances al mandsmo,reninismo, (prc esü lcy. Considerábamos que esa era una posición
pero la 'lucha está planteada y l.levada consecuentemeEte. (sl táctila.
furrR Alt«rr'¡r, visto ese proyecto con quince años de perspectiva his-
fracasa por lanzarse a iniciai Ias guerri.l.tas ;ñil:l;;;il'ú; trl¡tcu rqsulta conservador, pero ese fue, explico, it rnotivo, Con.
to campesino está en reflujq jusámente cuando a ¡eformisno ¡klcrÁbomos que las masas campesinas nó estaban prepamdas
de Ia burguesfa cuenta toAávfj au maniobra (electo l»r¡'¡r entcnder la organización de swjosas o kolhoses,
-Considerá.
"o" "u*po
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65

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bamos que era mucho más fácit explicarles ol problema en tér- taba la influencia y el prestigio del socialismo entre las masas,
minos,de cooperativas y de pequeña propiedaá. Estas fueron, el proletariado adquirla un mayor peso social y eI movimiento pc.
pues, Ias razones por las cuales. el proyeCto resultó reformista. pular desarrollaba consignas y reiündicaciones, que traducfan
aspiraciones de profundas reformas muy difundidas en toda .la
MONCLOA: Correcto, pero lo cierto es que históricamente
es asf, que eso corresponde a una situación óncreta cle las ca- sociedad. Pero, por otro lado, ese mismo movimiento popular ,ex-
pas medias, de los sectores proletarios urbanos y también de los perimentaba dificultades para estructurar un proyecto polftico
sectores campesinos. sólido y coherente, orientado por Ios intereses de clase del pre
letariado, la clase revolucionaria.
MALPICA: Era una lÍnea táctica. En realidad para eritonces
estábamos cla¡os. Ya habla suceüdo la rer¡olución cubana.,..
Creo que a través de los cambios materia.lizados en la so-
ciodad peruaua en los años sesenta se sientan las bases de un
MONCIOA: ¿En qué año presentan el proyecto? proceso de autonomización polÍtica del proletariado, fundamen-
MALPICAT En 1961. talmente en relación a su propia situación previa de subordina-
.bana,MONCLOA:-¿En 1961 todavfa Ia ley de Reforma Agraria cu- ción a 'la tutela polltica de las capas medias populistas y anti.
recuérdenlo, todavÍa no habfa radicalizado tanto? Fero quio oligárquicas, que habfan ejercido una profuncla influencia durante
ll¡. ro remarcar sólo este punto. A VR Ie ocurre igual: surge, si no
lll,: más de treinta años sobre la clase'obrera. Este hecho está ex-
e equivcico, del MIR. presando la depuración del carácter capitalista del pafs y, en
ii
:il,' IETTS: Del MIR vino Ricardo NapurÍ. correspondencia, de su estructura de clases. De ahí que se pr.e.
senten tendencias hacia. Ia polarización de la lucha de clases en
,l' MONCLOA: y trl de Acción populár,
el mediano y largo plazo. Igualmente, todo esto repercute en una
ilii LETTS: y Murrugarra de estar primero en el Apra, luego e, radicalización del campesinadó y de las capas m€dias,. lo que
juventud det partidi de custavo Éspinoza y Férix Arias va erosionando las bases del bloque político que construyó el
ll
i;,lr la
ber...
schrei.
Apra en.el perfodo anterior.
!,' , ,O . \ /o MONCLoA: Bien... pero vale ,la pena analizar cómo toclos Por eso el problema que debemos resolver aquf serfa ¿por
i, i'l tN'q V\e.stos.núcleos radicalizados que tratan de emprender nuevas for. clué a la decadencia del popuJismo aprista no Io rreemplazj un
ü
,li .'Ílmq¡r- *T..de ]ucha surgen como desprendimientos de viejas formas bloquc polltico con orientación socialista, con una estrategia ade-
iii, polfticas de Ios años treinta y cuarenta. No corresponden, pugs,
cr.racla para impulsar el desar¡pllo del movimiento obrero y popu-
ili , f, e)@ctamente a una emergencia diferente de la clase obr.era. Es
jil gente que mds turde se va a dirigir a üa clase obrera, porque aI lar? Exanrinando históricametrte el problema encontramos que
' r
;ri
¿[.1-\ comienzo se tratan de dirigir al campesinado, como es el caso en cl c:rmpo popular al debilitamiento de Apra, a la crisis de
Jos otros partidos burgueses, le sucede el predominio de un re-
;r,, lt"ptA de Hugo Blanco o el MIR.'
formismo que se define por(el encuentro de dos vertientes. Por
il; \ ¡Errs: VR no... un ,lado, el reformismo pequeño burgués en proceso de radica-
,:,, MONCLOA: De acuerdo, VR no. ,lización, que encuentra su expresión en las rupturas de la De-
mocracia Cristiana y de Acción Popular, por ejemplo, y. en otras
,,]. corrientes gue van a alcarnar cierta gravitación en los años ini.
ciales del régimen militar. Por el otro, el reformismo obrero bu.
rocrático del PCP, que adquiere mayor fuerza en el moümiento
sindical desde 19ó8 apoyándose y reforzándose en el reformis-
las alianzas del movimiento popular -
mo pequeflo burgués) El desarrollo del reforrnismo obrero cons.
en los 60 tituye Ia expresión de una llnea polftica internacional que sos-
ticne Ia necesidad de ampliar por la vfa de sucesivas reformas
PORTOCARRERO: Retomando Ias auotaciones señaladas he legales y pacfficas la presencia de los trabajadores en el poder
afirmado que el movimiento popular se encontraba en u¡ra situa- económico y polltico en Ja sociedad. De ahf que intente perma-
ción paradójica en los años ieienta. por un lado, se inc¡emcn_ nentemente establecer alianzas con los sectores modernizantes
66
67

t,
,li'
l§i!
rrea
rri,
rJ,
y reformistas de la burguesfa y pequeña burguesfa, colocando al
rJ,
r*, a estas corrientes democráticas y nacionalistas me refiero a la
movirniento obrero en posición.subordinada.
Parte de la explicación de este predominio que alcanza el
reformismo se encuentra en la debilidad e inmadurez de las co
r#
r#
Democracia Cristiana con Cornejo Chávez, y a Acción popular
Sociallsta con Seoane, a muchos sectores del nuevo gobierno
militar; no me refiero especfficamente al MIR o a Vangualrdia Re-

r# volucionaria, que son expresiones de otra cosa, que son secto

t
¡'rientes socialistas revolucionarias del momento, asf como en la
debilidad de la educación ideolósica y polltica del proletariado. ro8 que en Ia lucha antiimperialista se orientan hacia una posi-
Ya se ha hecho alusión agd a los problemas del foqulsmo, a Ia clón de clase, mandsta.
ausencia de una alter:rativa coherente en el seno de las nuevas ESPINOZA; Yo en mi intervención dije que la clase obrera
corrientes de izquierda pn esos años. Quisiera scñalar, sin cm- no se trazó una estrategia de poder en los sésenta. Tal vq lna-
bargo, que no sóIo hay que enfocar el aspecto negativo de estas brla que precisar el concepto, pues puede prestarse a falsas in-
experiencias, sino que debemos considerar también que nos han torpretaclones. Lo que quiero decir es qué no se trazó una es-
proporcionado una Dueva base a partir de la cual se ha desar¡o. trategla de poder inmediato, o sca no de poder e¡r el perlodo. .Lo
llado y ha debatido la izquierda socialista revolucionaria. quo sc tra¿ó fue una estrategia de poder a largo plazo, lo que se
' ARIAS SCHREIBER: Bueno, yo quisiera responder precisa"

ss
llamó la polltica de acumuláción áe fuerzar.. lil, por ejámplo,
cuando en el año 1962 las fuerzas más revolucionarias-apóya.
mente a la pregunta de Portocarrero. EI Apra tiene dos grandes
derrotas en la década del sesenta: el golpe de Pérez Godoy, ron a Bela'¡lnde, en ningrln mornento plantearon qr" iuéra
que posibilita el ascenso de Eelarinde, y luego el golpe de 1968, cl umlno revolucioflario. se planteó qüe esa era t na alternatiia
"se
quc iba_a posibilitar la acumulación de fuerzas, que iba a servir
Algunos gérmenes de lo que sucedió en 19ó8 estaban ya lncubán para aglutinar el frente antiimperialista y crear-mejores condi.
dose en 1962, y eso demuestra la gran vitalidad, o el papel muy

#
para la lucha'de la clase obrera. No ftre, pués, el apoyo
activo, que juegan clases distintas a ia obrera en la polftica pc. -ciones
hacia un poder revolucionario, sino el opoyo hacia determinados
ruana en toda esa década. No sólo el campesinado, al que no
sectores de la burguesía con el propósito de forjar *ua alternati.
me he referido extensamente por estar en otro punto del debate,
pero especlficamente la burguesía, que en ese tiempo tiene la vu popular y democrática. Et Partido Comunista nunca cayó en
enorme capacidad de plantear un proyecto de Reforma Agrarla
y plantear también algunas medidas antimonopolistas, Eso ex.
plica la gran confluencra de fue¡zas para romper la polltica im-
#
rr:r
las concepciones reformistas de consÍderar que a través de las
reformas se iba a hacer la revolución, o que 1a Reforma Agraria
de Belarinde iba a significar la solución de los problemas cam-

r#
perialista del apropradismo en 1962 y,luego de ,la traición de Ba peslnos, por citar un cáso. El PC planteó siempre la .lucha por
laúnde, la recomposición de esos sectores democráticos y na- cl sociallsmo, y en ningún momento renunció a ésta bandera. De
cionalistas de la burguesía, su reagnrpamiento, el combate real
que libran contra el belaundismo a través de varios años, y la r# allf que me parezca absólutamente infundado ,habtar de Ia exis.
tencia de una pugna en Ia izquierda entre corrientes reforrnistas
insurgencia del rnovimiento de 1968 que, como .lo dicen los pro.
pios militares, surge a¡te la traición de Belatlnde, y aqui la go fra y tendencias revolucionarias.
ARIAS SCHREIBERI Me parece que es exagerado y comple-
ta que rebalsó el vaso fue la del petróleo. Surgen para llevar a
cabo el programa de Belaúnde, pero van más allá con sr¡s me,
¿lidas antimonopolistas y antifeudales.
F
s
tamente errádo, un lapsus ciertamente, decir que el partidg Co,
munlsta planteó .la ludra por el socialismo en mil noveciento.§ se-
..
scntaitar¡to§. :

Eso fue Io que quise decir en mi primera intervención,\La _ ESPINOZA: No, no. Yo lo que digo es que nunca renunció
fuerza del movimiento obrero en 'esa déqda es el gran ascenso al obJetlvo pC
sociatista. Es decir que el
*. siempre consideró que
del movimiento antümperialista, y su debilidad trausitoria es la
H la revoluclón en el Perú sería una revolución socialista. No en
cl pcr{odo, en el cual el PC lucha por las transformaciones de-

t
lucha por la hegemonia con las corrientes nacionalistas y demo-
cráticas de la burguesía, que demuestran una gran flexibilidad,
una gran vitalidad, una gran capacidad de lucha, con lo cual tem.
poralmente asumen la dirección del motimiento antimonopolista y
{p rnocráticas de la sociedad, por la lucha antiimperialista, por la
unldad de la clase obrera, para ejecutar las transfonuacioñes re
voluclonarias antiimperialista y antifeudales, con el fin de ab¡ir
antifeudal.l Creo que es importante decir que cuando me refiero camlno hacia ,la revolución socialista. No sé si queda clara la
..t cxpllcación.. .

ó8
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#
I
I
IL
ARIAS SCHREIBER: Ahora sí.
te es un hecho histórico bastante iuteresante. Luego el ascen§o
popular signado por la influencia socialista a travéi ¿o ta revo
ESPINOZA: Entonces, por esto no puede plantearse la exis. lución cubana, ascenso que en er movimiento obrero ttega a con-
tencia de tendencias reformistas --el pC, como se ha señalado_ c'etarse con la formación de la CGTp, Hay, además, oiro hecho
y tendeacias revolucionarias ---el MIR y Hugo Blanco-. Eso es sumamente importante que hemos evaluado muy a la ligera, y
mtry üscutible. AquÍ se ha señalado .por éjemplo cómo en él que creo debemos analizar más seriamente: la guerrilla. -si"'1".
proyecto de Reforma Agraria del MIR existe una concepción po. gar. a dudas la concepción de ia guerrilia fue equivocada;
queñoburguesa o burguesa. Habrfa que recordar cómo en-el el MIR
evaluó mal la capacidad revolucionaria de las masas 'campesi.
las, y evaluó mai la capacidld de represión de las fuerzas gu.
proyecto de Reforma Agraria que presenta la Federación de Cam.
pesinos del val,le de La Convención y Lares, cuyo secretario de bcrnamentales. Peró la guerrilla demoltró que era posible crár
§d9*3 Agrari,a era Hugo Blanco, se plantea la entrega directa .. uil movlmiento armadory enfientarse a ,la Fuena Ármada. Fra-
cle la tierra a los campesinos en formá individual. Timpoco es casó, y lror eso se le critica ahora.
csa una Reforma Agraria de tipo socialista. 0 sea que hs torrien.
tes que se suponen más revolucionarias, más radicales, más .lz. ESFINOZAI Pero si fracasó, más bien demosrró que no era
'poslble...
quierdistas, eran en el fonclo corrientes reformistas, sl, y la otra
corrieute, que se supone reformista, era realmente la más revolu.
. - MALPICA: Bueno, es tu opinión. pero sigamos. Entonces
cionaria porque luchaba por la liberación de nuestro pafs dcl cl MIR predicaba "vamos a hacer la revolución; y muchos otros
dominio imperialista, oligárquico y adernás por el socialisrno cq grupos de los años sesenta y setenta predican ,ivamos a hacer
mo cambio cualitativo de la sociedad para teiminar definitivamen. la revolución'], p""o en casi veinte años en que he actuado en
te con la estructura capitalista. Ia. polftica del país, solamente el MIR dijo ,,,hacemos la revolu-
Ahora, ¿por qué no se formó un bloquc polltico de izqulerda clón" e hicieron ia revolución. No hubo farsa. Mientr", qou io
capaz. de reemplazar aI poder aprista en tai masas y al poclcr dos los otros lrupos han pred.icado la revolución durante veinte
reacclonario? Realmente hubo un gerrnen de bloque póUticq quc aflos, y hasta este momento no han implementado la lucha ar-
'ftie Unidad de lzquierda, y Io que habría que
discutif aquf en io. nrada. Eátonces ese es un hecho destacable, sumamente impor_
do caso es cuál fue la táctica de los partidos llamados'asl revo. tanlc _dc la experiencia MIR, que dice mucho de De la puánte
lucionarios frente a ese bloque políticó que fue Ia Unidad de Iz. y dc los que se sacrificaron po-r sus ideas, por algo que no fue
quierda. ¿Lo resp4ldaron? ¿Contribuyeron con su ,lucha? farca. Y csto en polltica es ,r,oy importanie.' Otro'f¡ecfio q". ;
b-atieron a su lado? ¿O más bien lo acusaron de ser un bioque
¿Com" ¡o I¡a cvaluado lo suficiente es Unidad de lzquíerda, que
electorero, oportunista, creado a espaldas de los interer., de ia, ¡ólo dos. años después de la represión que hubo *mo codre-
masas? Porque realmente exrstió como un bloque incipiente, que cuonela.de_las guerrillas de 1965, en ,la ciuclad de Lima pudo aglu"
pudo haberse cristalizado en una gran fuerza,(en atguna má¿i¿a tlnrf u¡i 17% de la fuerza electoral de este departamento, que re.
IIegó a ser una fuerza de urasas), un gran rhovimiánto popular pnrrcntaba el 40% del electoádo clel pals. Actualmente sd
antiimperialista, pero que en buena parte se fusionó a Ias nuo. o¡n documcr¡tos que nos permiten afiimar que la votación "orr*a fa.
vor dc Unldad de Izquierda fue una de las iosas que más preo
_91pec-tat!vas revolucionarias que se abrieron a nuestro pafs
vas
en l9ó8. Unidad de Izquierda sigue existiendo hasta l9ó9, y óreo qupirol al cJórcito, hablo de la masiva popularidad de la izq-uier.
que hasta 1970, pero su programa, pe(róIeo, Reforma Agraiia, re dl, lncluso tras la derrota y Ia represión, bastante dura paia al-
laciones con los países socialistas, se va cumpliendo coñ el avan ¡u¡lot rcctorcs en 19ó5. Debo remárcar que casi todos ios gru-
ce del movimiento antilmperialista del 3 de octubre de l9óg, Do! dc lzquierde, con la excepción del pC y algunos g*pos ihi
0o¡, no actuó, al contrariq combatió ese esfuetzo uniiaric de la
MALPICA: Polfticamente en .la década del sesenta se produ. UI, guo éonsldero sumamente positivo.
cen varios hechos importantes, que a mi modo de ver serÍán los
sigri6rr¡".' los procesos electorales de los años 1962 y 1963, que DAMMERTT Se señala que ,las guerri,llas de l9ó5 son claves
revelan que el Apra ya -no controla a las mayorlas ciudadarras, plfr ontcdder qué pasó después con Velasco; lo que pienso que
pues habfan aparecido nüevas fuerzas'¡eformisias burguesas, coá tl u correcto en ese anáIisis es.que la guerri.lla-es pára
tanto o rnás poder electoral que el tradicional partido Aprista. Es. €ntgndor el desarrollo ¡rosterior de la izquierda, Esto"lu*r"
por una
70 71
$estión fundame¡ltal: la guerrilla plantea Tal corno ha señalado Arias Schreiber, se.hizo para no hacerle
través del MIR- ol juego al Apra. EI razonamiento era: si se dividfa¡ los votos
una vla general para la lucha revolucionaria. -a Es decir, que re,
coge un conjunto de experiencias de radicalización y trata de
no subfa Belaúnde y subfa el Apra, y Belarlnde era el que con-
orientarlas; lo haóe con uina llnea incorrecta por influencia del fo c9llraba la expectativa contra la ,,coalición oligárquilo,impe
quismo y Ia pequeña burguesfa revolucionaria, pero abre esa vla rlalista" para esos sector€s. Hay documentos qui prrueban^la
general. EI que haya fracasado no quiere decir que no sea po orientación que se le atribula a Belarlnde en su perspectiva his-
'tórlca, y ese es el elemento central de la estratágia del tránsi-
sible, como se sostiene. El 1905 ruso, con sus diferencias, fia.
casó, pero fue posible el 1917. O sea, que Ia guerrilla y la vfa to pacffico: ir copando eI poder, aliarse con la-burgu.esfa re_
general abierta en l9ó5 fracase no significa que ella no sea po- formlsta, Ironerse atrás y empujar algunos sectores dJella. Es.
sible como vfa general cuya esencia es Ia de destruir el Eita. úr_cstrategia estaba condenada al fraiasq y I,o señalado poñl
do del enemlgo de clase para formar un propio Estado basado MIR sobre Belarlnde se demuestra correctá y acentrla el frac¿-
en Ia alianza obrero-campesina y Ia dirección del proletariado. co cle la estrategia del tránsito pacfficq siendo uno de lor ele
Me parecg pues, que ese hecho va a marcar el desarrollo de ,la mcr¡tos de rreestnrcturación del conjunto de la izquierda después
izquierda en su conjunto en ese perfodo. dc 1968.

Hay algunos elementos sobre Ios que es necesario hacer -Hay tura rlltima cosa que señalar, y ello es que ciertamente
on la década del sesenta hay un mayor perfilamiánto de la clase
una investigación histórica más detallada, por ejemplo, en rela- obrcra, Ia que a niveliboHtico vuelíe a empezax a manifestarse
ción a Belarlnde y las elecciones de 1962/63. ,El MIR en ,,Nues. con fue¡za. Es importante anotar que ese perfilamiento se da
tra Posición" señalaba que Belarinde,no era gobierno de transl. cn un rnomer¡to de ascenso del campesinadq que es Ia alianea
ción sino de transacción, pues no iba a ninguna parté sino a Ia popular revolucionaria básica en n!¡eJtra patria.- Esta alia¡za üo
crisis que rnaduraba, remarcando asl el enfeudamiénto de Belarln 0s lostada, no es desarrollada. ¿por qué? precisamente por los
de al imperialismo. Sobre esto hubo'muchas discrepanclas y dl. p¡oSramas y las estrategias desarrollados. Esa alianza no intenta
ferpncias. En los años 62-ó3, con los dos perlodos electoraleg, rlqulcra }accrla el reforryismo del pC, interesado primoidiaimente
se da .una experiencia a Ia que no ha habido referencia aqul, cn le allarua con tra burguesfa reformista; pero if, en contra de
guiá poryue ahora es una farsa grotesca: eI Frente de Libcrá. lr_ttrr¡ucsfa reformistpr áuaque
ción Naciona'I. En esa época rou'f,osición incorrecta, el
-y esto habrfa que analizarlo-...
¿por qué es prácticamente disuelts para apoyar eI pC a Be.
MIR y tamblén, con uir posiiión "orr
trotskisti Hugo Blanco coí et
podor duel. Pero estas iniciativas no parten «Ie .un partido vanguar-
la(rnde?
dl¡ dc l¡ clase obrera; y el MIR busia elevar eI movimiento -cam-
ESPINOZA: Lo que pasa al.ll es la represión de 1962, con pcrlno cuando éste está ya en reflujo. Eso es lo que hay que
l-1
.qr." todos, Ios dirigentes del FIN acaban en el Sepa con los tdldrr, pucs se pudq si bien no tomar eI poder, pór Io meios
dirigentes del ,FC. conÍl,tulr- y pcrfilar .una fuetza polftica de masas Ln clara pro.
MALPICA: Del FLN y de los otros grupos de izquierda... YfO0l9n el poder, Lo que en unos casos se combatió y en oirou
ESPINOZA: No existen, pues, posibilidades ffsicas, materla. lu¡ derrotado. De ahf la atomización y Ia acción de diversas
les en ese momento.. . l¡nrprclonca, una de las cuales es Ia Unidad de I4gulerda, que,
@mo ta ha reconocidb aquf, era transitoria, para una coyuntura
ARIAS SCHREIBER: y adernás, si se hubiera lanzado eI ELN muy otpocfftca, y no ,tenlá a la base V perspectiva un di.
e¡¡ ese proceso electoral, se .le habrla hecho el mejor servicio llllo do progra¡na de gobierno popular. ""*o
aI Apra, o sea que hubiera sido Io peor. LETTS: §upongo que hay que escoger algunos puntos de los
DAMMERT: Este es justamente el elemento de deslinde. yo qUa ¡t han desarrollado agul; yo quiero tornar dos: esa concep
,,i.
no estoy defendiendo a las cabezas d,el ach¡al EIN, ya g"" *rc, elón quo ha. adelantado Fétix Áriai Scfrei¡et y que u¡e pr€ocr¡-
dije que era una farsa grotesca, ni estoy diciendo qri ur, Df, rcllcr de las dos der¡otas del Apra en tNZ y feOa, y
época era I ra salida revolucionaria. Estoy diciendo "s" ttor ublcábamos 'frente a eso; y luego Ia que ha -tormr¡faAo"Orrro
Ua"
que si se habla de acumular fuerzas, habfa una fue¡za"i*pl"m""ti
desa¡:ro nucl Drruriert acerca de las tres eiirategias de poder del movi-
Ilada, prácticámento disuelta después para apoyar a Belarlnde. ,nlgnto popular: el tránsito pactfico del pC(Unidaá¡, ao"f
"fpáá"r
72
de Blanco y las guerrillas del MIR. En esto voy a concentrarme. a,l fraude aprista. Tres intentos hubo. Y no participé del de Are-
¿Dos derrotas del Apra en 1962 y t9d8? Aceptado. pero eso es qui$a, que critiqué y con eI que no estuve de acuerdo; es el de
incompleto. Es una formulación que dei no sei completada podrfa las barrlcadas de Belarlnde. Pero sf participé en otros dos: en
llevarnos a Ia más peligrosa de las confusiones. ¿por quién es ol de Cajamarca, y en otro que se dio localmente en Lima con
dgmotada el Apra? ¿Y dentro de qué contradicciones? En-mi opi. proyección a la ruta aI centro y Huancayo. Y sabemos a ciencia
nión el Apra es derrotada dentro del campo enemigo, como ex. clcrta que ambos tuvieron impacto, que produjeron un nivel cle
presión de contradicciones al interior del conjuuto de los ele, sabotaJe de comr¡nicaciones, orientándose a crear la zozobra que
mentos que componen la alianza de la clase dominante. y en cmpuJara a ,la Fue¡za Armada a actuar para impedir, efectiva-
ambos casos sobre la base cle Ia de¡rota de las fue¡zas popula. mcnte, el ingreso del Apra. Pero esto no me lleva a ml a inter-
res. Y para que algunos no se sientan incómodos, con et pó (Uni- pnot'ar, ni por asomo, el problema simplemente en los términos
dad)'a rastras. Sf, a rastras. No se va a decir aqul que el pC(U) dg dorrota del Apra, sino como derrota del Apra dentro,del cam-
ri
füe factor de Ia alianza dirigente del golpe ae lgCi Ni hablar. po oncmigo triunfante, con adicional derrota del movimiento po.
No se atrevan. Efectivamente a los guince dlas se acercó a sa, pular en su conjunto,
'l

i,1,,
ludar. ,
l¿ mlsmo para 19ó8. Claro que esa discusión viene más ade-
ill
ESPINOZA: Eso no es cierto. Iante, pero yo anticipo gue es esta la orientación de mi interpre-
i,
is. LE?TS: Se aclamrá. taplón. Pcro volviendo atrás, ¿qué es lo que oculrió? Ocurrió.que
li:¡:
iiii ESPINOZAI Se puede dar opiniones¡ pero no mentir, no ,habfa una fueüa que condujera correctamente a la clase obro
lil;i ra, que ejerciera efectivamente su representación. Naturalmente
llll LETTS: Se aclarará. ¿Tampoco serfa cie¡lo si. diJena ,,sec. Acclón Popular no lo era, eso no es punto en discusión. Ya an-
t.
tores"?
i1 tco lnvlté a que se examinaran las desviaciones del browderismo,
ir ESPINOZA: No, poro los compañeros no recogieron mi propuosta, y no es tu1.
ilri LETTS: ¿"Individuos"? punto especlflco en agenda, aunque dudo que esa sea la expli-
t,.r c!clón.. .
Lill, ESPINOZA. Tampoco. Si tienes algrln nombre especffico, ',
dalo. ESPINOZIII O por,el hecho de que no repercutió en el Penl.
}it
LETTS: No. Volveré a eso con Ia precisión que correspon LETTS; ¡No repercutió en el Perul ¿Et browderismo no re-
r'l
derfa en otro momento. pero si no se ácercó u iuludar, porcutló?
liii "nton
ces, ¿por qué no se acercaron a saludar la derrota que un enton.
ces alto dirigente del PCP(U) está celebrando aquí éomo derrota ESPINOZA: O en todo caso muy incipieutemente. El brow.
'I
del Apra?,.. Ahora que r,ecuerdo, es cierto, no ie acercó a salu. dcrl¡mo fuc una tendencia encamÍnada .a desorganizar los parti-
,'il;
fii dar. Fue Acción Popular. Lo que hizo el pC fr.re desbaratar el do¡ comunlstas, que cbnsideró'gue ellos no debían existir, que
intento de huelga. no aran necesarios, qug deblan disolverse para incrirpo¡aise ,a
t'
ESPINOZA: Desbarató el paro que la CTp estaba convocan lo¡ Frcntos Amplios. En:el Partido Comunista Peruano nadie ¡rlan-
do en defensa del gobierno de la ionvivencia. tcó ora tcsls, que nunca prosperó. El PC jamás se disolvió.
LETTS: De acuerdq mis discuJpas, en esto ha habido un LETTS: Ios puntos que quisiera tocar se enlazan con este.
elemento de confusión. pero volviendo .a,l tema de qué estába. P¡tclsamente üo de 19ó2 y 1968 sólo tiene sentido si se expresa
mos haciendo en Acción popular en ese momentd comblnado'con la formulación de critica plantcada por Manuel
tribuimos. ¿De qué inanera-nosotros coadyuvamos V "¿mo Dammort. Efectivamente. ¿Cuál era la polftica de poder del PC?
cán
golpe? Sf,
Io hicimoa con dinamita y fusites, "l Antes do ¿Cómo rcsponde Gustavo Espinoza? Dice que el apoyo a Belarin
entonces. do on 19ó2 -que yo sostengo que es un apoyo a ra,stras, no
", en
que aparecieran las guerrillas del MIR "rá19ó5, en el aRo igOZ. con allanza formal ni con acuerdo programático- es una táctica
Esto era un intento armado de forzar una situación q"" oUliia.
ra a descompon-er I que forzara el golpe, pero que aif se reóe do acumulación de fuerzas y de mejores condiciones para la lu-
nociera'el triunfo de Acción popular y se Ie cerrara el camino cha. No creo que pueda explicarse asf. En mi opinión sf se pue-
do oxplicar dentro de ,la concepción en que aparece ubicado el
74
75
puede permitir el último respiro? ¿No es cierto? y si tienes que
FC duraute_una.etapa (que aun no üene término), como un fartor
9B9o-Sg& escoges. Pe¡o allÍ hay una trampa en eI planteamieito
dentro de la misma estructura y er mismo sistenra ¿e fr¡ncion-¿- lnlclal, que te coloca entre la fiebre amarilla y el^ cólera, entre
rniento de la democracia burguesa y de ta tegatiaad ñgrre; "üg @rto Ias patas" o ,'te corto los brazps,,. y si tú te nie!¡as a
y del sistema de dominación burgués.- u,, factor-que re hacJcon.
tradicción dentro de ese mismo juego de liúerzas, pero que no es 9!co!er entre ellas se supone que te.has colocado en et flano
ldoallsla, y fuera de la.realidad.-¿y por qué no p*e""á;á,
ájeno a esta estructura geaeral, y que por eso- no pued.e po. "or
cómo fulste a parar a esa situacióni¿Acáso h histoiaiomienza
Iarizar fuerzas revolucionarias, no-forrha conciencia
v'" p"J¿"
f-orjar organlzaciones que estén en condicion"s ¿" ¿isi"á,
ol..dla-en que te pr€gu¡taron escoge entre la fiebre amarilla y el
der. Y cada vez más so asimila a ser una pieza de'uu iirüma
!ipo- 9{lqai ¿0 es que hay algrrien que te ha venido conduciádo
hl¡tóricamente a esa situación? ¿i no nos toca a nosotros aquf
de dominación gue se encuentra bajo la hegemonía ¡, ;i;;;
enemigas. ¡lrcclaamonte analizar esa trayectoria hlstóricaz y entonces álli
Eptroce un recunso, que ya son dos veces que se usa en este
ESPINOZA: Pero para hacer esa afirmación deberÍas apor- dobeto: ret¡oceder y escoger un .,mal meno.i, ante ¡a amenaza,
tar hechos. Hasta ahoia constituye sólo una interpretación dá tu la represlón de las clases enemigas. Efectivamente el 5 de ene.
parte, pero debes añadir hechos; porque una fonna de ro de 1963 el compañe.ro, y tal vez Félix, y no sé quién
acumular más,
fuerzas es derrotar aI ene¡nigo'ir.ir¿"h*tuf del pueblo péruanó, con otros mil quinlentos fueron barridos de Ia superficie del pafs
y r¡na m¿mera de proteger al moümiento popu.lai es deirotar ai y enüados a toda suerte de cárceles. pero, ¿qrié hacian ieirta.
q]re no es el Apra solamente, es el instrumento más dos en sus casas el 5 de enero de 1963, crranáo estaban matan-
lpy,-
ro oel rmperialismo en el pafs.
direc.
dó cn Chaullay a fines de 1962 a 3ó campesinos como parte de
.
LETTS; Tal vez, ¿pero no te parece que la clave está en Ia rcpresión al movimiento de Blanco? ¿óuando a mediaclos de
qulén- la derrota? ¿y quién sale foitalecido a
través de esa d+,
rrota? ¿Y si quienes salen fortalecidos a través de esa derrota {fcteglre se habfa producido el sabotaÉ prorocador ¿ei-irrcen"
dlo dol almacén de la Cerro en La Oroya?- ¿G¡ando se daba un
son fuerzas también reaccionarias? ¿También consolida¡tes de olza ds la agitación reacciouaria? Es lo mismo que nos agamen
Ia estn¡chrra de dominación burguesa'? -----
fgul, Cgando no percibimos las circunstanciasr'- ,ro percibimos
ESPINOZA: Si se de¡rota al principal lnstrumento del impe l¡¡ tcnslones dc clasg no analizamos en concreto la situación
rialismo, no es el imperialismo qi¡"" i^t" triunfante. dol campo onemigo y nuestras pr.opias fuerzas, y de repente nos
cogon a todos sentados aquÍ hoy, y nos cargan-al Sepi, Enton.
.l,ETTSl Buenq un mome¡rtito. Eso parcce decir que el irn-
perialismo no tiene otro juego sino el cor nlgulen se equivocó. O tenfamos un agente provocador aden.
chiquitito Ael 6;;.:. tro, o ostamos totalmente equivocados respectó de cómo apre.
Y esto no es asl; co¡no lo frueba la ""rr.jito
riütirna experiencia viviáa Ia
alternativa- del imperialismá está dentro--de las.propi.as
f";;; cl¡r la sltuactón en concreto, Es, pues, allÍ donde yo rechazo la
Armadas del Estado. ftl¡t alte¡natlva. Efecttvamente en un momento dado yo escojo.
Pcro allf lo mg qugdo. Tengo que preguntarme ¿quién *" pu-ro
.MAL?ICA: ¿Tú crees que hubiera sido posible la reoargani-
zación de la CGTP, que todos hemos señarido como on csta situación? Y cuando me hago esta preg:urita voy hacia
positivo, bajo rm gobierno aprista? ¡¡n héoho atrás y encuentro la ruta que nle puso atti. y estó no es pára qui.
tamos nosotros de .la revisión autocrltica. ya dije que iro esioy
LETTS: Mirq yo he enfrentado esa discusión cantidad de ve 'hablando aquf a nombre de
ces, a través de muchos años. y me parece que alU Vanguardia Revoluciánaiia, pero sin
t_ ornbargo tengo r¡na posición que incluye el anáIisis autocrítico
ve del problema: la forma como está planteádo. Es ".t¿
p.o-nen a elegir entre Ios males eI menoi.
"i,
deciri nJs do la trayectoria y de ,las posiciones de VR. y es por eso que
¿Entre Ia fiebre a¡na. yo qu¡rl1 entrar al análisis de los tres puntos planteados por ñ[a.
ril.la y el cólera? ¿Cuál?
ESPINOZA: La teorfa del mal menor es una teorfa leninlsta, nuol Dammert. Porque en esa ocasión nosotros fuimos trlUuta.
no es una teo¡{a reformista burguesa. rlo¡ crlticos de la opción MIR. y me parEce que sÍ es válido
oots "anállsis a tres" qu€ está planteado. Inclusó tal vez es for.
LETTS: Nosotros hemos hecho una revisión en estos aado decir gue a tresi porql¡e 1l aqunto era a dos.
-¿Crrál?
términos: ¿Cuál te da más üda, cuáI te mata más lentq te
"u¿l
76 TI
ESPINOZA: En respuesta a algunas de esas apreciaciones, Yo creo que hay dos cuestiones más que aclarar. Una res-
yo podrfa decir lo siguieute: primero, respecto a la formulación pecto de la interpretación que hacen algunos compañeros de
de un supuesto documento de una conferencia del Partido Comu- la hlstoria del Partido Comunista. Claro que en toda esta discu-
nista en 19,14, conferencia que tarnbién, supuestamente, habr{a slón hay cuestiones que no he podido precisar.con exactitud. Se
cambiado el carácter de clase del PC, creo que.habrla que dis- ha dicho algunas cosas que no son ciertas, y que en todo caso
cutir con los documentos en Ia mano. Naturalmente trn partido sc podrfan ejemplificar para demostrar que ha habido poco rigor
que tiene tantos a.ños como el PC puede haber elaborado docu- cn las afirmaciones.'Se ha dictro, por ejemplq que el movimien-
mentos contradictorios o erróneos inclusive. No hay que ver las to obrero en el año 1930 estaba tuertemente influido por el Apra,
cosas en fu¡ción de un determinado momento, sino de una llnea
y se puso co¡ho ejemplo que el Apra controlaba el sector textil.
general. Yo sin embargo no reconozco la autenticidad del docu- Yo querla recordar a ¡los compáñeros que la fuerza principal
mento al cual se refiere Dammert, y en todo caso tendrfamos dc la CGTP cuando se formó en Lima, fue justarnente el prolp
que verlo y luego discutirlo en funcióu,de Ias circunstancias con tarlado textll, razón por'la cua,l Julio Portocarrero, dirigente textil,
cretas que vivfa el pals en ese momento y la lfnea polÍtica que fuo cl primer secretario general de la CGTP. El y los comunis-
I
era correcto aplicar. tas tenlan la Íuerza principal en el sector textil, y sólo después
ll
dc 1934, tras ,la represién de Samanez Ocampo, la dictadura de
i¡i Respecto a 1o segurndo, Letts critica dos cosas: ,la teorla §ánchez Cerro, etc., logró el Apra tener fuena en el movimiento
del mal menor, en el sentido de que a juicio de él no debió ha- cindical. Eso mismo se,,podría decir sobre los azucareros, cuyos
berse cerrado filas en la lucha contra el Apra e,l año 1962, y cri-
,'i;,
prlmeros sindicatos, cuya primera.huelga fue dirigida por Zuma-
',i
tica también lo que podría considerarse una suerte de desmovi- rán, que también era militante del PC. Bueno, sobre estas cosas
Iización del movimiento popular, cuando señala que Ios dir! podrfa decirse, pues, que no hay rigor científico.
gentbs de las fuerzas revolucionarias estaban en su casa el 5 de
iil PORTOCARRERO: ¿Te estás refiriendo a la huelga en Chi
ir.it enero de 1963, y qr¡e por .lo tanto fueron responsables de su pro.
pia detención. Respecto de Io primeno-; creo que no se necesita cama de 1912?
riii especular muoho, y que las cosas caen,ipor su propio peso: Letts ESPINOZA: No, no. Perdón, yo me refiero a la de 1931,
i;.'rli estaba entre los que en I9ó2 consideraban que el Apra era el PORTOCARRERO: Pero hubo muchas huelgas antes.
enemigo principal, e hizo fuerza a través del parti<lo del que él
l{il
formaba parte por cerra¡le el paso al Apra; y eso fue una cosa ESPINOZA: Sf pues, tendrlamos que referirnos a todo esto
li positiva, tanto asf que durante todo 'el tiempo se ha considerado con un rlgor más cientlfico, más en función de los acontecimien-
'l:i!
que urlo de los objetivos fundamentales de las fuerzas revolucio- tol mismos, para precisarlos exactamente. Lo único que quiero
narias en este pafs es cerrarle el camino al Apra, que es uin par. ot tracr algunos ejemplos para demostrar que no se puede ha-
i
Érl
i,' tido fascista, que representa los intereses de los grandes mono. ccr aflrmaciones que carecen de fundamento real, y eso es lo
polios, que representa los del imperialismo. Se podrfa especular quo yo critlco efi algunos compañeros, que a su vez han criti-
[:iirr n:.ucho respecto de qué hubiera succdido si ol Apra hubiera lle- cado la conducta polltica del PC.
ri
gado aI poder, pero pienso que rula de las consecuencias es que ARIA§ SCHREIBER: Bueno, yo podría dar una opinión, pero
i probablemente ni Letts ni nosotros estarÍamos aquí discutiendo rntcs qukiera decir sóIo dos palabras en torno a la cuestión de
i estos temas. El Apra hubiera destruido el movirniento popular. lr dor¡pta polftica del Apra y la interpretación que hace Ricando.
,1,
Respecto del otro punto de Letts hacían los dirigentes po. Mo parece que él está en plena razón y formula muy acertada-
pulares?- yo creo que sobre tdo-¿qué es muy dif[cil espeorlar, por. monts su cltica en elr rsentido de que decir que fue una derrota
que cada uno de nosotros ha estado preso una cantidad muy poUtlca dcl Apra lo sucedido en tgtZ es justb, pero no es todo.
grande de veces, y una buena cantidad de esas ocasiones nos Lo quo sf no me convence es su afirmación de que la derrota
I
han detenido en nuestra propia casa. Porque la casa es en de. polftlc¿ del Apra fue una derrota que favoreció también al impe-
finitiva el rlltimo ref-trgió dol revolucionario en acción, mientras rlrll¡mo, [¿ derrota polltica del Apra fue eso en 1962 y l9ó8: una
no tenga un lugar dónde ocultarse. Entonces que Io detengari en dcr¡pta polftica, quo no es lo mismo que sacar a la clase gober-
Irl
su casa no es ningrln deliio, sino una cosa normal. nr¡rtc del poder, Io cual'ya constituye una revolución. Una de
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Ias caracterlsticas de la revolución es que por lo menos hqy un morciantes o los industriales, h'ente a la dominación del imperia-
cambio de clase en el poder. Una derrota polftica sipifica'-algo lismo.
mucho menor. Que en ,la del Apra de 1962 no estuvláa presen-te PORTOCARRERO: Para aclarar el debate habrla que dis-
el elemento de una hegemonfa obrera, bueno, eso oompleta el tiuguir ent¡'e las oapasimedias, es decir los trabajadores no-ma-
pen^samiento polftico acertado para caracterizar Io que lucedió. uuales, y los intelectua!és como c¡eadores y organizadores de las
Y fue una derrota electoral, porque desde esa perspectiva no idcologfas y concepciones de mundo de las diferentes clases y
habla realmente otra a,Iternatival o triunfaba el Apra á t¡u¡faba fracclones de clase. Examinando primero la situación. de las ca-
Belarlnde. pns medias podrÍamos luego analizar las relaciones de los inte-
lcctuales como creadores de ideologfa con los mgvimientos
soclales. Asf podrfamos diferenciar y precisar el debate.
ARIAS SCHREIBERT En ese caso yo añadirfa una cosa. Al
habler dc capas medias se está hablando de capas, es decir de
las capas meüas, los intelectua.les tgctotes que pertenecen a una clase, ¿no? Pues no creo que ha-
y la izquierda y¡ una capa sin clase, y supongo que al hablarse de esas capas
i
mccllas se está hablando de las capas de la burguesla ¿no? Re-
LAUER: Tanto para los años treiita co¡no para los sesenta, plto ontonces que entre las capas de la burguesfa la más revo
que hemos venido debatien4o principalmente delde h perspectl. ,luclonarla es la intelectualidad. ..
va del movimiento obrero, sé hace obvia la presencia en el pano
PORTOCARRBRO; Sin embargo, en ese caso habria que dis-
rama político de sectore.s sociales no proletarios que sin embar.
go tienen en ,la historia del perú en este siglo una importancla tlngulr en qué sentido estamos empleando la palabra "burguesla".
grande para el mbvimiento popular. Estoy refirléndome a,.lo quc Plonso, por ejemplo, que los empleados bancarios constituyen
ha. llamado capas medias a lo largo de la discusión. ¿Cuáios capas meclias que no forman parte de la burgr:esla. Y esto me
-se
han parece una precisión importante y afirmada por la misma prác-
sidq pues, los rasgos de las relaciones tradicionales ¿i la tz.
quierda, priacipa,lrnento antes de los sesenta, con estas capas tica social. Es necesario, pues, diferenciar y el manismo distin-
medías, y de entre ellas especialmente con los intelectualesi gue burguesfa de pequeña burguesfa.
ARIAS SCHREIBER: Respecto a laintelectua,lidad y,la izquien ARIAS SCIIREIBER: Bueno, eso sólo significa que hay gra-
da, bueno, pienso que la intelectua,li¿rad ha sido *" ¿é last üpas dos en la burguesla: grande, pequeña, media...
más. revolucionarias que hay en el penl. Todos los partidoe de PORTOOIRRERO: Y también diferencias importantes. ..
izquierda fueron formados por intelectuales. Entonós referirse
a las relaciones de la izquierda con la intelectualidad como algo MONCLOA: Y que gra¡ parte de la capa media no pertene-
extra5o me parece mal formulado. por el contrario, la intelec. ss a la pequeña burguesfa propietaria sino a .la expropiada, ex-
tual,idad es una fuetza revolucionaria, y ,la prueba se encuentra
plotada. Por esto vale la pena la precisión, sobre todo en ur
pafs como el Perrl, en que el sector de sen¡icios es tan amplio
en la composición de las vanguardias pollticas de todas las fuer.
zas antiimperialistas en más de treinta años de historia del perri. quc comlenza a hacer confurc cl término c_apa media, porque
Sus pros y sus contras, sus debilidades y sus aciertq sus oárac. lgrral pones tú alll at cóntador de un banco como al comerciante
terlsticas peculiares prccisamente han sido esas: que el movi- ¡nlnorista de fruta en un mercado,. ,
miento rcvolucionarlo esürviera dirigido por .la intelectualidad, lo LETTS: Se ha asumido aquf un enfoque qqe vuelve el debate
que es tambiéu una consecuencia del desarroüo histórtco mate- un poco académico, Tras olr la pregunta de Mirko Lauer yo ha-
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rial del pafs. En el Perrt la intelectualidad es una fuerza ruuy re- bfn pcnsado efectivamente en fenómenos polfticos que se habfan
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volucionaria, lorque la domlnación del impjrialisPo trae coñstgo producldo en el pafs en los rlltimos tres o cuatro decenios, y có-
I también una dominación cultural, un atraso cr.rltüral, u¡i estaná mo frente a ellos se habfan ubicado las organizaciones de izquier- '
ii,
mieuto cr:ltural, y frente a eso los intelectuales ¡eaccionan con do cn ¡elación cou lG intelectuales. Y pensaba entonces, por
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mucho mayor sensibilidad que otras capas medias, como los co. supuesto, en un perlodo que con mucha dificultad podrla yo exa-
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minar en concreto para el Penl, y es el perlodo de afirmación ürra el hombre de capa media que trabaja nomanualmente. Porquc
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por Stalin de la .dictadura del proletariado en la Unión Soviética


ei.| cso es un punto a definir en un debate sobre el tema.
LETTS: No sé de dónde has sacado que yo postulaba que
y lo que fueron los "Procesos de Moscri" de ese tiempo, y qué
cosa pasó en la relación. de la izquierda con los intelectuales en tr*- Intelectual es el que esc¡ibe. Yo tengo más bien la otra idea.
.,1.
el Penl. Y podrfa pensar luego en Ia influencia del .trotskismo
que en el Penl se presenta con organización a par"tir de los años eJ. Al hablar de intelectuales pienso desde los maestros hasta el
mds erudito de los académicos, pasando por los trabajadores nG
ir
cincuenta, y sobre cómo esta corriente polltica procura entablar
..t manuales en su sentido más amplio, en su sentido de capa social...
sus relaciones con los intelectuales, Asl como después.con mu-
cha facilidad podemos precisar el fenómeno de ,la revolución cu-
bana y su relación con 'los intelectuafes, que fue una cosa dq rJ,
r#
MONCLOA: Incluido el empleado bancario... ¿O no?
LETTS: Yo sobre eso veo un problema, Sin duda los emplea-
dos son capas medias, pero no son precisamente intelectuales,

r*.
inmensa significación. Y por rlltimo pensaría en la Revolución
Cultural China a partir de 1966, y su rslación con los intelectuales. en el scntido de que no trabajan con ese tipo de elementos. Efe¡'
tlvamente su partlcipación es de sumas y restás, de trabajo inte
De esa manera tendrfamos tal vez un enfoque más en concreto
iespecto de la problemática que han encarádo las organizacio.
nes de izquierda en.el Perú en sus relaciones con los intelectua.
Ies frente a cada uno de estos fenómenos, cada uno de los cua.
rl.
rd-
loctual, más que manual, pero no hay un trabajo de elaboración,
clo transfo¡mación de problemática, lo cual es distinto en el caso
dc todas las profesiones liberales, en eI caso de los profesores
de toda fndole.
les
-qué
cutla
sintomático- es un fenómeno iirternacional que reper"
sobre eI país, y ninguno de ellos es un fenómeno polftico. rJa MONCLOA: ¿Entonces sobre qué vamos a discutir?
Fenómeno peruano serfa, por ejemplo, lo sucedido en los albo.
res del movimiento socialista en el Peni: aquella polémica so. ed. LETTS: Yo entiendo que sobre esas capas, que representan
bre el indigenismo, problema peruano, nacional, que obligó a los
intelectuales a una toma de posición.
Como concreción peruana del fenómeno de Ia Revoluclón
.J.
a.l-
algunas centenas de miles de personas...
MONCLOA: ¿Que manejan y transforman a traiés de las ideas?
LETTS: Pero si maestros nomás hay ciento y taritos mil, más
estudiantes y universitarios.
Cubana tenemos, más adelante, el asunto de la guerrilla de 1962
a-ta
a 1965, tema que conmovió a los intelectuales, desde Javier He.
raud en 1963 hasta De la Puente y Lobatón, todos ellos intelec.
tuales. Qrrizás de ese modo estemos cogiendo irás en concreto
el tema de la pregunta: ¿Cómo se entablaron estas relaciones?
.J,
b*.
PORTOCARRERO: Volviendo al problema de los intelectua'
Ies como creadores de ideología creo que hay ur¡a caracterlstica
del perfo{o que .se relaciona con Ia influencia de las capas- mG
dias- sobre ei proletariado, manifiesta en la tutela polltica que
¿Qué hubo de bueno y qué de malo en elias?
LAUER: Estoy de acuerdo con eso en parte. Me parece que
el enfoque propuesto hasta ahora cor.rstituye sóIo una de las ra-
d.
rh.
eJercen organiiaciones como el Apra sobre amplios sectores de
lá clase odr.r.. De ahí que buena parte de los intelectuales gra'
viten hacia estas agruPaciones.
mas de Ia pregunta. La otra la constituye la comprensión de la En los años 60 y en el campo popular se produce un fenó'
conducta histórica de estas capas medias (con intálectuales com. ei¡a meno particular: Ios intelectuales desarrollan tareas de acompa-
prendidos), sin lo cual no puede.establecerse una comprensión
ei''. ñamiento de la izquierda. Este fenómeno se manifiesta especf-
de una polftica de alianzas que busque ir más allá de la con-
signa "alianza obrerocampesina". E lnoluso la aLte¡za obrero-
campesina va a tener gue tomar en cuenta la presencia de este
tipo de eqf'as burguesas, tanto entre los obreros como eir.tre los
rt-
ri-
ficamente en eI caso dél PCP que se esfuerza por asegurar§e
Ia colaboración de lo, que se llamó las "personalidades democrá'
ticas y progresistas"' Ó sea que 'los intelectuales no participan
de mánára-orgánica en la vida política sino que inte¡vienen
campesinos, comprendidos como dos grandes bloqucs socialcs, solamente en'óampañas sobre los derechos humanos, en favor
Esas serfan las dos puntas de mi pregunta. 11. cle la amnlstfa poütica, etc., aportaciones sin duda valiosas per!
que determinan que su'relación con el movimiento polftico per'
MONCLOA: Claro,.pero Io que yo preferirla es que primero
ldJ' ,irun"r* en gran medida,externa y no contrlbuyan a Ia discusión
se precise si el intelectual'al que nos vamos a referir ei,
1o plantea Ricardo Letts, "el que escribe,,, o si el inteleciual"o*o
es rrl. sobre sus perspectivas I estratégicas y respuestas tácticas.

82 ¡.F 83

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Este hecho se ma¡rifiesta en la debilidad de Ia investieación los intelectuales hacia la izquie,rda, que es importante y que ho
y el debate sobre los problemas cruciales ¿"f áoui"ri""i;;;;; puéde ser capitalizada por el PCP como consecuencia de su lfnea
y popular dc la época, especialmente marcado -
polftica,
rvr y no por accidente... "n ""ro ¿.i
"f Al mismo tiempo en esos años observamos una radicaúza.
ARIA§ SCHREIBER: permfteme ula interrupción. ción importante del movimiento estuüantil y de una serie de sec.
sideras que los intelectuales sólo acompañ.aron? ¿Tu con_
tores de capas medias, que justamcnte tienen ta función de crca
PORTOCARRERO: pienso que efectivamente esa dores y difusores de las ideologfas. Y es en estos sectores don-
fue Ia situa_ de el PCP tropieza con las más grandes dificu.ltades. Es. asi que
a partir de 19ó4 se reduce notablemente su influencia en las
ARIAS SCHREIBER: Ento¿rces d,iscrepamos completaraente. Universidades.
Mi planteamiento es que no sólo acompaiian, sino que están a
Ia vanguardia en ¡nuchos casos.. LETTS: Hay una cosd que has dicho al final que ya me des-
concertó y frenó mi htervención, porque recién distinguÍ que es-
. PORTOCARRERO: preciso: me refier.o a los intelectuales
co. tabas examinando los años treinta, cuarenta y cincuenta, no se-
tno creadóres de ideologfas. y aquf deberla centrarse ;i á"ü. nonta, y especÍficamente en torno al PC. Es justq por supuesto,
te. No abrrndan Ias invástiga"io"". y to. or"uo, planteamientos examinarlo respecto del PC, porquc era el plrtido- de entonces,
en el.seno de {a izquielda de e." époc", no se operan avancos con Ia ya mencionada excebción de los trotskistas en los años cin-
y n¡pturas simi.Iares a las realizadas en los años 20. cuenta. Pero mi preocupación inicial era en et sentido de decirte:
ARIAS SCHREIBER: En.los años veinte, treinta, cuarenta, "Perdóname, Felipe Portocarrero, pero lo que tú estás buscando
clrr. es no a los intelectuales, sino a truestros Sartres, nuestroo pleja-
cuenta,.sesentay setenta la intelectualidad istá en la lucha antl.
rm-perrar¡sta, jugando un pangl activfsimo, novs, nuestros no sé quién. Y aquf por ejemplo sólo tenemos a
no sólo en Ia creación nucstros Malpicas, nuestras Arias Schreibers, nuestros Espinozás,
del PC, sino en la creación del Apra, in ío-qou
ella tuvo cle con. Moncloas, etc." Y me parecfa que a.llf estaba el problema.
tenido antiimperialista, .eD Ia crÁación .1"1
Iar, con Ios .Iimitados il;pi"-;;;ü;'"Iü;:
fasgos antrlmperialistas que tuvo, que al ' PORTOCARRERO: Pero no me referfa a esq sino a un ci.e-
trranos fueron democráticoi o antifeudale., y .tu"go bate. ,.
lu
de.l
intelectualidad
u.aia Revotucion^¡;:¿; rodos estos
.MIR,.Í." y1ngtjugado ", casos
".ÉaótOn
Ia LETTS: Pero si ha existido, fÍjate en los documentos de los
ha el papel partidos. Esos son sus papeles. Ahora tr1 dices ,,eué papeles
- m¿s aciivo.
-IORTOCARRERO: Bien; pero yo me estoy refiriendo a un ' dcl diablo son estos", y entonces ya nos reventamos. fero esos
problema concrqto¡ ros inteláctuaté" y son, pues. Son ,sus papoles, sus escritos, que con todo esfuerzo
con er pcp
que he definido como.un ylnculo ""-""r*ión
de tareas de apoyo y cstos intelectuales incluidos, yo no estoy jugando a na-
no de contribución activa a ta discusiJn-
"*t"í"rá,y aesarrouo a" 'rru'"roi da partlcular- hemos-todos
producido. Y eso es .lo que ha hecho el
plantéamientos y alternativas. movlmiento. Entonces yo sl vuelvo aI tronco maostro que ha sen-
IvIALPICA: euisiera hacer la siguient! obse¡vación: tado Félix A¡ias Sch¡eiber desde el arranque, de que sí, este mo-
mo fenómeno se da con los inteleótualás áe ¿e¡ect¡a. esc mis. vlmlento, el peruano, con todas sus desviaciones, ha tenido a la
de los años t¡einta tamp-oco-hay gran producción Á H;ir cabeza de las masas po¡rulares, en relación regular, mala, e in-
de á"r;"ñ;;; gJuso a veces buena, a los intelectuales. Entonées hay los pape-
de centro, ni de izoulerda. O sea qir" *u
ciones socia,Ier y pd,ticas del
_ -"" f""o" que las condi_ Iltos de los años cincuenta, los folletitos de los años ies,entá, ios
pafs p"rrrfiii".on, o no facilita. prograrnltas, el proyecto de ley del compañero, con sus- consi.de.
ron, condiciones aparentes paá este tipo de labor.
randos, y "Libertad" de su tiempo, etc. Y. eso es. ¿y los otros
_ PORTOCARRERO; Ciertamente existe un oscurantismo
los 30 y los 60. pero en Ia riltima ááJ"; derecha entre lntelectuales dónde están? Son los soírados, son los intclectua-
senta rur cuadro de intelectuales orgánicos que ya no pre- les ouropeos que no tenemos acá. ¿Sabes lo que esfuve todo el
concepción del mundo mínima¡eent" ,.ti".rludu.-
ehüoran una ticnrpo tentado de decir?: Caramba, ,,euijano iOto tray uno, ¿no
esta misma época so lnicia, por fuera del pCp,
Sin embargqli os clerto?" Y en otro rnomento sentf que trl ibas a deiir ,,porque
una áu tsnomos los trabajos tal, tal, tal y tal,,.. .
"ráfu"ñri
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PORTOCARRERO: pero ciertar¡ente se incrementé mucho en .los años de la grierra en la defensa de
problema...
alll no se encuentra el la URSS y la lucha contra el fascismo. -La iutelectualidad anti.
fascista, digamos, tuvo ,*n papel muy destacado, no sólo desde
LETTSI EfectÍvamente, por eso no te inter:rumpÍ, y he cl punto de vista de una correlta ubicación porftica i"t".*"ion¿,
do mi intervención así nomás, al tináI. meti-
sino desde el punto de vi,sta de la .difusión d]e las ideas del socia.
PORTOCARRERO: Examinemos también el siguiente lismo. ,al interio¡, del pafs. Años después este papel se incre_
proble- mentó con el fortalecimiento de la unión soviétida, ^con el surli-
ma: tú has hablado de Io que la izquierda produjó
pasada; pienso que habrfa U iZ"ra" mlento del sistema socialista, con Ia revolución *ú"rr., q"" j,ñ
"n crÍtica-
[ue exarninur esta producción
mente.- Es__cierto que se inicia un debate erla izquierdá ga un papel destacado en la difusión de las ideas sociaiistá y
fuera-del PCP; pero también es rear qu" oo se desarroilan ;; ucrccienta también el papel de la intelectualidad en los paÍse"s
vos pla¡teamier¡tos v alternativas freuti a ios problemas nus subdesarrollados.
básicos
de la sociedad peruána. rxiste mii-uián-lu ter,a"ncia Sin. embargo la
a adoprar
mecánicamente, casi a calcar, tos análisis y proposiciones
intelectualidad fue siempre propensa, por
de la .,iu carácter de clase, básicamente burgués, a"asumir-posiciones
Iuo-lq"l"ól china, cubana, etc. y esto cieitamente un .ignó "izqrrlerdizan,tes", más allá de las posiciones de la claie obrera.
de debilidad. ", l)robablementc eso puede llevar a algunos a decir que la inte
.. I-!f!S.. .Una parte de los años cincuenta se la lleva la reprc.
sión de Odrla, y todo ese gigantesco golp".-No poara-¿u"ir-iu¿
lc,:ctualldpd estuvo "a la vanguardia,, de la lucha en muchas oca.
slono-s. Yo creo que estuvo a la vanguardia en algunas cosas, y
en algunas concepciones; efectivamente, a veces ,,üo más allá,;.'
,
c,larenta, y aellrO en aallanie hay un nár**rrcii"
1,as! 3n,tos
ar rmpulso cle Ia revolución cubana, que hemos estado Poro naturalfi¡ente no estuvo a la vanguardia en la lucha concre-
todos ds
acuerdo en'considerar un evento determinante. ta, ¡iorque en esta quien estuvo obje-tivamente a Ia vanguardia
ESPINOZA: Creo que para este análisis podemos partir en todo el perÍodo fue Ia clase obrera. y la intelectual\dad, apoyó,
un hecho en el cual coincidimos todos: lá consideración q* dc [¿ intelectualidad más consciente apoyó a la clase obrera y la
esfuetzo. de. Mariátegui y de Ia revisá ;i me¡¡os cousciente, o poco consciente, se limitó a expresar ciertas
iáauta tue Ia actividacr coincidencias con algunas opiniones de la clase obiera en la lu-
hecha para g¿mar a Ia intelectualiclad, para nuclearllo
11..-.".1o
qcsoe una perspectiva revolucionaria, y que ese ejimplo, esa cha'social. "

periencia no se han repetido en u ex- Pgro en general, yo adrnito la tesis de que, por ejemplo, el
!i.st#á
sobre esto. hay comrln denominador.' ñ;;;
¿"1 Ér,i] ór*á-qu. -Pnrtldo Comunista,no ha desarrollado una póHtica
se logró, á"rpuJr, adecuaáa ha-
un movimiento intelectual de la rmportanciá que tuvo el grupo
r:ia la
intelectualidad, es decir una política para ganarla, ptrd
. "Amauta". slotcnlatizarla, para permitirle aportar todo el caudal de suJ po
sibllidades revolucionarias a la clase obrera. Lo que no significa
Naturalmente desde el punto de vista del pC se podrfa
lir_ que-no siempre ha habido una adrni-
poÍtiá torrecta respecto de
ruegar Ia presencia de numerosos intelectuales. ya no hablemos
solamente dc los intelectuaies polÍticos, sino tanrbién de los téc-
'la intelectualldad' Las desviaciones, si se quiere, obreristas nicos, artfsticos, poéticos, etc,, muchos de ,los cuales estuvieron
en
un.período posterior a la muerte de Mariáte6"tri, u'otras ya
racterizadas aquf, como aq,ella Ae preciiar la lucha
ca. ligados al PC. No olvidemos a Asandro Romualdo, al propio
¿e ícfase Gustavo Valcárcel, que por algunos años fue director del-sema-
contra clase", formació¡r de soviets, átc, tuvieron un poco
efecto a§ar a la intelectualidad, porque se le consideró como
como nnrio clel Partido Comunista, ni a Gonzalo Rose, a Javier ÉIe.
formando parte de la burguesfa. No s" reconoció t'aud, y a muchos .otros intelectuales que estuvieron .ligados al ,pC
y a las frrerzas revolucionarias en etapas de auge, de áscenso del
tencial revolucionario de la intelectuaridad en los "i"*p"" "l-p*
aRos treinta rnovlmiento popular, Algunos que por su debilidad ideológica se
en su debida magnitud. Naturalmente hubo excepcioues de sec- quabraron fácilmente, otros mantuvieron gran firmeza. Diversos
l9l.r 9" intelectuales', e intelectuales mismos quJ fueron revolu-
cronarlos, lntclectuales también se álejaron ante las dificultades de la lq-
cha do clases, ante la represión, ante los avatares, ante la d.ifi-
. . Sin gmpargo la intelectualidad jugó un papel muy destacado
bajo Ia influencia de las ideas sociátiitas, p'upét ql're a
cultad que significaba el seguir una lucha cotidiana, terca y di.
mi juicio f'fcil, que ela la lucha que libraba Ia clase obrera en of iaÍs.
86
87
*§§u*ffi #:.#"":ff Hlfri,,lrffifr :i".0",,f
n,Jr:
clase obrera, capta las ideas foquistas,.llega a la concluslón'de
que hacer la r.evolución es poner un grupo insurrécto'quá se va-
ya a la sierra y comlence.a disparar. El movimiento estudiantil
siera referirme & esto, toda vez que Felipe portocarrero también renuncia a Ia vieja y clásica concepción cle la clase ob¡era co-
se ha. referido ya. Creo que la izquierda _no sólo el pC sino
mo la fuerza ¡nás revolucionarla y ve, en el caso de nuestro pafs,
tarnbién todos los sectores antiinp¿rialistas_ libró *; a la fuerza más revolúcionaria en el campesinado. y entonces
cha en Ia década del cincuenta para arrebatar al Apra á ;*, ü-
,nori. muchas activldades de1 movimiento estudiantil se orientan hacia
miento estudiantil,,es decir el control de ese *rtl*¡""t.,
.la.base V qr" allf. Al acogerse a estas concepciones, el esñrdiantado promuo
esta lucha se libró sobre de r¡r¡a muy amplia.u¡id.ád,-en vo organizaciones como'Ias FALN, el M15M, y otrasr que actúan
base a un1 nolltica muy unltaria. La política d" ü irñ;rd; ;; rcalmonto al margen de las rnasas, que pretenden apoyarse en.
este perfodo fue siempre ula po[tica de masas; fa'irquiáráh ol campesiroado reemplazando a la clase obrera y ieemplazan
convirtió aI movimiento estudiantil e, una fueua antiimp""iolrsi". lar banderas de lucha estuüantil por interminables-polémiüs en
Al hacer esto el movimiento estudiantil retoma algunas dl sus con. tomo al carácter de la sociedad. Se sectariza el movimiento es-
cepciones del año 1930, que habfan sido abandoi.a""
forif-fro
oho de que el estudiantado, éste sf, cayó transitoriáá.rit.-.n-r".
tudlantll, s,o rompe el F¡ente Unico y en general todo vestiglo de
acclón comrln.
nos del Apra.
No hay que olvidar que cuanclo se logra derrotar.al Apra en
La izquierla logró: además ligar al ¡novimiento estudlant[ ol movlmiento estudiantil, esta demota si produce corno conse.
con la_.clase obrera, natuialmente no de manera total, pero
sf si cuencla dc una alianza muy arnplia, en la que participan la De-
logró ligar'a los sectores más avanzados del movimÉrit;rn i; mocracia Cristiana, Acción Popular, el MIR, el Apra Rebelde, en-
lucha sindical' Entonces ra luch¿ de Ios estud,iantes se iiuro -u¿. tonces naclente como MIRi el Partido Comunista, el Movimiento
sicau¡ente en torno a reivlnclicaciones especfficas en ,ra rrulver" Social Prcgresista y sectores independientes. Pero ya en el año
sidad: las rentas, el cogobierno, la autonimla, la unt. 19ó5 todas las fuerzas poUticas son desplazadas del movirniento
versitaria, etc. Pero esta rucha fue comprementada""t"gá"f.
co¡i reivrndt. estudlantil y surgen riniqa¡ns¡1e los nricleos radicales del.ultra-
caciones de contenido. nacionar, con exigenci* p"t"¡¿tia"* -v -"n.
lzqulerdismo: maofsmo, trotskismo y vanguardismo, que destruyen
tii,rperialistas: la nacionarización der pelróreq ri n*ormá ngra-.
todo vestigio de acción común, se destruye la polftlca de alian-
ria, el establecimiento de re,laciones con los pafses socialishs; l" ,zas y surge una cohcepción hegemonlsta, y aun v.anguardista,
derogatoria del a¡'tfcuro 53, etc. El movimiento estudiantil caitó con
clerta entraña generaclgnista: lia revolución la hace la juventud,
rápidam-ente el, mensaje de ta revolución cubana y se conviitió
los jóvenes están a la ,vanguardia.
en una fuerza de avanzada en ra rucrra por er sociaiismo en
nues-
tro pals y en todo eI continente, porque el movimiento uo es Por eso el movimiento ostr¡dlantil alrora no tiene un progra-
sólo peruano, sino casi ratinoamErica,o. Er rnovimiento m¡t, no tiene u'na dirección unida, no tiene cohesión inteina, ca-
til latinoamericano en esa década tiene un qi* "strraan- rocc do capacidad de movilización y del poder de convocatoria.
á;ñga; Naturalmente este es un tema a discutirse y mucho podrfa yo
"r"""ro
inclusive a,la organización internacional, continental.'
aflfdlr rrospecto de los factores que determinan esto y las saüdas
. Stn emb'argo a partir de 1965 se produce un viraje y u¡r re.
troceso en el movimiento estudiantil. Es el perfodo en-el cuat ad.
quc cl movlmiento estudiantil naturalmente va a tener que encon-
quieren influencia las ideas maolstas, trotskistas y vanguardista§. trar e la crisis que confronta. Creo que todo lo dicho caracteriza
Las ideas trotskistas roalmente tiengn su partida, ¡lobalmonte nuestra posición sobfe el problema de la intelectua-
señalado aq!¡I, en los años treinta y cuarenta-, p"ro "oi"o
," t" lldsd.
;"t;"; MONCLOA: EI problema de los intelectuales, como lo vinculó
fue.ya en el Peru y en Amér.ica Latina. El maofsmo "onresutiia el
cadáver del trotskismo, lo levanta en hombros y lo pone sobre la muy blen Gustavo, no puede dejar de considerarse con el pro-
mesa de las discusiones en todos Ios debates dei movimlento bloma do l.a clase en lá'cual están inmersos los iritelectuales. Y
estudlantil. Y las ideas vanguard.istas desarrollan también esas €D c!¡to quiero precisar los términos, porque.un caso es lo que
mismas concepclones. Se rávltalizan, entonces¡ las viejal con- phntca Feüpe Portocarrero, o sea el de las "personaüdades in-
cepciones trotskistas, y el movimiento estudianiil se abja Ae teloctuales", y otro es el caso, que vale la pena distingu.ir, de,
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.rri. por eJemplo, Ios maestros, que pueden no sér creadores de ideo. so en el consumo. Por eso se vuelven muchas veces radicales
.ü,
logfa, Pues yo creo que unos y otros, con diferencias de matices y rebeldes, desde los:años cincuenta, cuando la vieja est'ructura
cruje por la presencia de estas capas medias. Por eso es el So'
r,
índividuales, corresponden a una capa de servicios aspirante a
l'i .., cial Progresismo, por eso algunos sectores del belaundismo. ¿Qué
.,il ,,
mantener *n nivel de consumo y mantener un distingo iocial con
respecto
{: 1* otras capas de trabajadores. EstJes una pri. frJ quleren? Reformas que les garanlicen un sitio dentro de esta nue-
r,llrr i
:1
rl'
iii
lri rner_a condicÍón que va a definir buena parte del conrportamieñ-
to de los intelectuales.
.
s
Es cierto que en algunos .casos, y .lo sabemos, son esos jn-
rJ va sociedad que está en cambio. Alguno de esos sectores se radi'
caliza, pero otros terminan regresándose a su sitio para conser-
var §u sentido de clase.
,:i

iil'',
],|,,
ll[i]i I
telectuales que asumen los valores de una ideologfa y ae ü Ao
fensa de los intereses populares. pero qsos son-los casos ais- fr, Por esto es que me preocupaba al comienzo de la discusión
de que se precisara qué tipo de intelectuales: el que trabaja con
r¡.
il,
lados. Los intelectuales, con o sin comillas, son hombres que
la larga o a la corta van a defender los intereses de su sector.a fr, las ldeas y no con las manos o el de la gran personalidad. Qui'
zás hasta tres distingos: personalidades intelectuales, hombres
li,
Y. me remito a las pruebas: los estudiantes siempre
fran sl¿o ia. t¡, que trabajan con ideas, y hombres que no trabqjan con las ma-

r¡,
i,ll
ll,i,l orcales y revolucionarios, y los profesionales nunca; y los nos, Si nos referimos al primero entonces tal vez el problema de
estu.
di,antes generalmente estudian iara profesionales.'
¿"er¿-us io los intelectuales sea "e1" preblema de la izquierda, y lo pongo
f.J,
irl que les ocurre? colocados por su circunstancia en
el áebate ideo entrecomillado,
lógico y político, se compbrtan como ,,intelectuales,,, con comi-
Jlas; incluso asumen la defensa del proletariado, pero

están llegando a Ios rlltimos años la gran mayoría j"o"


ná uit"i-
mente,.sino como un juego intelectual Lo cierto ei que no blen rJ,
r*,
LETTS: ¿En la medida en qLle ellos son necesariamente parte
del trente?
MONCI-OA: Y generalmente lo copan. Crean el frente y lo
ción de unos cuantos- se pasan al ,ótro hdl. Claro q"" "*""p-
unos_ cuantos que se van a Ia guerri.lla, o que forman V^nguai.
f,ív
tJ' copan.
LETTS: La cuestión es si al coparlo lo hacen con sus posi
dia RevolucionSria, y todos los otros grupoi de izquie;cla,
i;;;
consecuentes' Pero Ia mayorla se rei¡corpora a ius aspiiacio- rr¡, ciones pequeño-burguesas radicales o 1o hacen dejando su vieja
ideologfa y asumiendo correctamente la ideologia del proletariado.
nes de-consumo y prestigio social. También valdrfa U páa que
r.¡a MONCLOA: Claro, y siempre hay quien piensa que es el otro
dijera lo siguiente: ¿no es acaso por ésta razón, por la
presencia de intelectuales en Ios movimientos de'izquieraa

quierda?
"x""riru
donde
halrla que encontrar una de las,carrsas de Ia divisÍó" á" iu ir- d.
Lt
el que se mantiene en su ideologÍa pequeño-burguesa. Creo que
aquf estÁ. gran parte del drama de los intelectuales y de la iz-
quierda.
Félix Arias Schreiber ha dicho con razón que los intelectüa-
les son los creadores de los partidos de izquier¿u, yo podrfa Ja. ub LETTS: Pero tampoco es exacto decir que el obrero porque
es obrcro tiene "la" ideología del proletariado. Puede a la vez
clir que también son los divisionistas de los partidos dá izquierda,
justarnente porque ello corresponde a su pioblema de cláse y
í .-ta ostar alienado...
MONCLOA: No, yo no estoy haciendo obrerismo. Pues la
su ideologfa de clase. Con lo cuail no quiero decir que h iáet>
trl.O gran mayoría de los obreros individuales en las zonas urbatlas
logÍa de Ric¿rdo Letts o de cualquiera iea la burgu.iu, oá, ,ino
que todo el sector intelectual está comprometido eñ usto prrlna... rrL ion nspirantes a constullistas medios.

.
LETTS: Yo no he dividido todavía ningún partido,
trIONCLOA: El problema consiste en saber qué pasa a pafiir
d.
rJ,
ARIAS SCHREIBER: Bueno, yo no éstoy en contra de que los
ol¡reros sean aspirantes a consumistas, no sólo medios, sino ma'
yoros. Me parece que es un legítimo derecho dentro de cualquier
de los cincuenta y los_ sesenta con esas capas-melia, qui son al¡tema. Derecho no solamente de los obreros, sino de todos los
muJ extensas, capas de servicios, de empleados, maestios, etc. , que viven' en una sociedad. De ninguna manera soy enemigo
Esto comesponde a una expansión de esoi sectores de servicios, dc ln socledad de consumo. Al contrario, me parece que una de

.D
que reclaman al Bstado oligárquico y al Estado burgués un si-
tio en el poder, y que les aseguran Iá permanencia en su ascen" ü las dcbllidades de Ia sociedad peruana es la ausencia de con-
ñttrno.

90
tT 91

*
Entonces vemos que lo que caracteriza a esta capa media
MONCLOA: Quisiera aclarar que yo hablo de consumismo y son los esquinazos, los',bandazos, el paso de una concepción ultra'
no de consumo...l lzqulerdista á una concepción derechista, de una concepción
ARIAS SCHREIBER: Ya, EntoncesLeuedl aclaraclo en.el sen- colsborapionista y derechista nuevamente a una concepión iz'
tido de que es legltima la lucha de los trabajadores y de toda Ia qulcrdlsta. Hay muchos ejemplos de cómo la pequeñaiburguesfa
sociedad peruana por elevar sus nivelei de üda.,. puode en u¡r momento luchar por la revolución y poco dcspués
MONCLOA: Y por satisfacer sus riecesidades, y todo, pero dar la u¡elta y ser una activa fuema del fascismo en la moviliza.
clón contra la revolución. Están los casos recientes del Brasil y
no por comprarse urgenterirente el rlltimo apanato de aeroool.., dc Chilc, para poner dos ejemplos cercanos.
ARIAS SCHREIBBR: Bueno, ¿y pol qué no? Derecho a com.
prar todo aquello que sigrrifique una mejora en su standard de IIÍ¡ILPICA: Quisiera hacer una acotación respecto de los in'
tcloctt¡a,los en su acepción de creadores de ideás. Si bien alguien
vida, en su bienestar material. Yo soy radicalmente partidario de
una elevacrón del standard de vida de las masas. ha dlcho que los lntelectuales han jugado casi siempre un papel
rovoluclonariq a mf me parecs que ta,l afirmación no'e§ cierta'
MONCLOA: Yo también. Yo crco que hay una evolución en cuanto a los intelectuales en
ARIAS SCHREIBER: Atrora, en rrlació¡r a los intelectuales, lu! vl¡culaclones con las clases. Si uno piensa en el Perú de los
hay que juzgar su actuación, como ,la de toda capa o clase so. erlot vclnte, y conoce un poco las ideas que circrrlaron por aquo
cial en el país, partiendo del fenómeno del imperialismo. Son las l,lol tlcmpos, antes de Mariátegui y antes de Haya, verá que lo§
características de este SuFo, que como vemos influye bastante lntoloctuales eran originarios de la burguesfa y divulgaban ideas
en el desarrollo polltico del país, que es muy activo, quc'dirige, francamente derechistas. [¡s intelectuales más prestigiosos erau:
que en determinados perfodos se pone a la vanguardia, que no Rlva Agüero, Manzanilla, Belarinde, el mismo Porras. Ellos pre
puede asumir .la vanguardia histórica, pero sf se pone en deter. vcnfan de las capas burguesas y gran burguesas y.elaboraron las
minados periodos a la vanguardia polltica de las luchas antiim. ldoas favorables a su clase, Tuvieron gran prestigio. [,as univer'
perialistas, esta capa que es tan luchadora desde el punto de vis- ¡ldades, por ejemplo San Marcos, eran dirigidas por esto§ inte'
ta polltico; €sta capa tiene vacilaciones, y esa es una de sus ca. lcstuales clvllistas; Pardo, Prado, Villarán y otros más.
racteflsticas, en lia que creo que todos estamos de acuer-do. A partir de finales de la década del veinte comienzan a di'
Por su misma ubicación de capa tmedia tiene oscilaciones, vulgarse nrlev¿rs ideas. ,El marxismo, divulgado fundamcntalmen-
es rma capa intermedia, entre dos fuegos, entre la burguesfa y el te por Mariátegul y a ttavés de Amauta, Surge, además, el grupo
proletariado. Pero.la caracterÍstica de ia actividad polltica de ésta Epilsta, qr¡e y* no era ,en su mayorla de origen gran'burgués, si'
capa no solamente es Ia desviación izquierdista, slno el hecho no básicamente de la clase media e hijos de latifundistas empo:
de dar ba¡dazos en polltica. Esa es la característica que Ia his- brocldos por el avance del capital imperialista en la explotación
toria comprueba respecto a Ia posicióu de la pequeña burguesfa, dcl algodón y de la caña de aztTear, como muy bien lo estable-
que asf como en un determinado perlodo ce Fotcr Klarbn en su libro Las haciendas azucoretas y los orl'
ser de
-que puede
auge del movimiento revolucionario- se radicaliza hacia Ia iz.
ganas ü1 Apra. Los intelectuales apristas ejercen su infh{¿ncia
quierda, en otros perfodos cambia fácilmente cle perspectiva y on las décadas del treinta y del cuarEnta, y tanto el'Ios como los
pasa a la colaboración con la burguesfa y el imperialiimo. Há. mal?d8,tas producen algunas obras importantes; aunque a ¡ni mo
blo, entonces, de una inestabilidad, qué no puede tener el prol+ do do ver Ia producció¡ marrd§ta si no .en calidad, por 1o me-
tariado como clase, porqüe él no tiene más salida que Ia rer¡olu- no¡ cn cantidad fue inferior a la aprista. Por ese entonces, los
ción. En ca¡nblo las capas medias tienen otras salidas frente al lntoloctuales apristas eJercen una gran influencia en la sociedacl
pGruana, y desplazan a los Riva Agüero, a los Manzanilla y a los
caprtalismo, salidas que 'las hacen alentar concepciones r,efor.
mistas dentro del propio sistema, cosá, eu€ el proletariado está demás ideólogos del civilismo.
históricamente impedido de tener por Ia misma situación mate. Pcro a partir de finates de la cuarta década los intelectua'
rial, social e histórica en que se encuentra, que es distinta a la lor nprlstas no vuelven . a próducir. Envejecen, o son cafrtura'
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de esta capa media. dor por el pequeño jue§o polftico y otras circunstancia§, agotan'
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do sus posibi.lidades de creación. En los años cincuenta hay un
rf, Schrelber, aquf presente, con Alfonso Banantes, de alguna
ma.

rp
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retroceso hacia la derecha de parte de los intelectuales qoi a"n ncra.jefaturando las posiciones del pC, con un Luis de puente
ya dlstanciado del Apra; en su comité de Defensa ia
las grandes directivas ideológicas. Creo que entonces ejeice mu- de los princi.
'f .
cha influencia el grupo nucleado alrededór del diario nla pren_
sa'1 que está al servicio del gran capital, grupo cuyo origen es tt, llgr,-{ en vras ya de ,Apra Rebelde, h*tr-ü;;I", ;";il;;
trir¡nfales que ya le ceden francamenie ,.al pC tá conAucciO"n
i
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llr
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,li
la clase media, y que aportJ una série aá iáeas iearcioñarias,
pero muy en boga en aquollos tiempos, sobre todo en determi-
nadas capas de Ia burguesfa norteamericana,
d,
rJa
movlmiento, encabezando esta aüanza. y recuer¿o aL;*d;^ói;:
tavo Espinoza, también.aqul presente, pasádo
sldencia de la Federación de Estudian6; ¿"f f"r,i "pr".ir;;;;
" "jd;"r:l;;;;
Jei

en momentos en que el pc se dividía: n¡ás o menos


l,i
. Es a partir de Ios sesenta que los intelectuales empiezan ma- r¿. aio 1g64.
Perg Gustavo Egninqz.a no ha explicado para nada cómo y

r*,
ulI
!l ,
sivamente a crear y a divulgar idea. o man¡istas o *uy por qué pierde Ia dirección de ese rnovtmiento, precisamente
l,',1
r.l
al ma¡xis-mo; y en ra actualidad un altlsimo porcentaji de "oü*,
Ios in- momcntos er que la influencia mayor es la del trt.rrUo
en
ii,,
telectuales o emplean instrumental de anáriiis marxlsta o ótar,
muy cerca del man<ismo. Los intelectuales de .derecha práctrca. r¿, luclón cubana. Es verdad que el áovimi".rto
Ae Uievo-
r¿i"ntil se carac-

rJ, tcrlza por esos vaivenes,.p_or "rt poi; ;;;.


tlr

ri
mente han desaparecido. para comprobar esta tesis básta leer 9sa acción pendular,
cló1 posiciones y su dllecticismo, que'-iálo h-fiimeza
rl
los riltimos libros que los intelectualis de la derecha han. escrito !c ¿e las
rl, I
r1,.,
sobre el gobierno militar, para darse cuenta ¿e la terriúie poure.
za de ideas. Están generalmente bien escritos, bien impresos, iJ. po§¡crones proletarias puede resolver. pero
es verdad también
que cuando estas posiciones ni son tar proletarias
ni son tan
ii: contienen chiimes muy slmpáticos, hasta entretenidos, p"io ,on
TJ, nrmcs entonces no son capaces de mantener al movimiento
en
il,:

il.
de- una pobreza conceptual lamentable, reveladora
¿Él U":o-ni-
vel intelectual de ra dereoha. sin duda, en ros riltimos iñp;
se ha producido el desplazamiento de los intelectuales traóia la
r{-
raÉ
su correcta conducción,- No,soy yo quien va a sostener aquí la
tcmeridad dc. que no hay profunaai clesviaciones izq;ieraist;;
cn el seno del movimiento estudiantil; pero creo que si estas han
podido anidar y desarrollarse, ha siOo precisa.rnent" p"rár"
l-
izquierda; y si bien muchos de eilos no son miritantes,
r{.
li,r,
conducción del movimiento, que .por ese -entoncds estaba
.
ni.de los otros gfupos mamistas, su obra está mucho más "iá;iió
cerca nos del PC pC (Unidad)- acusaba una desviación"i,
ma.
1fi
lllr
a las concepciones de Ia clase obrera y las clases p"puf"r"s qu"
en épocas anteriores. Considero que este hecho es'i,.*"*u.rtu r¡'. -ya entonces
de mayor slgnificación arin,.que fue la que sentó ,las t".es párá
ll
ii'i,rr
rl,"
importante, y que si su influencia io se deja sentir a corto plazo,
o. en e] mediano plazo pienso con seguridád que va
cho sobre .la socledad peruana. "
p*"i *r: rJ-
.J.
gue en oposición a ella surgiera una desviación izquierdista, iam.
bién negativa, pero que sin embargo conserua aligunas
¡{sticas que invalidan las otras afir¡ñaciones que hi sentado
tavo Espinoza, en el sentido de que rompen su alianza con.la
"ár^iii
Gus-
il:
LETTS: En mi opinión Ia intervención de Gusfavo Espinoza
rJ. clase obrera, su participación de colaboración, y a"rt*y""
frente. .
.J.
iii' ha sido retórica, o sea una formulación que es _como él ha ¡
"i
di-
lr cho, desde su punto de redonda, p""o qrr" sólo tiene re_
i,,
_vista-
tazos que ver con la realidad. Es verdad
lue a-fines de la déca- . No. Lo que pasa es que desde entonces hay un fenómeno

#
da dcl cincuenta se crea un movimiento esiudia¡rtil 4e lnmensa significación, que es la lucha por poner en eviden-
lu"rr"-ün- cla, arrinconar, aislar a IaJ desviaciones refirmiitas y revisionis-
i
tra eI Apra, y que él está basado ea un Frentc unico""Antiimperia. tas on el seno del movimiento estudiantil. y repito: n;
lista, democrático, que permite por tanto ag*p* ur, q"; t;

t
I

de fuerzas pequeño,burguesas de t¿ ¿enominación, " que "orr¡urrto


",
protenda que ese movimiento ha sido correctamente conduciáq
el enfrentamiento y efectivamente derrotan aI Apra. É, ,"iá"a ücen nl quc omlta decir que ha sufrido desviaciones de izquierda. pe"
que este movimiento.cobra ro reconocer esto no me impide sefialar y poner en évidencia el
t"o" y arrincona al, Apra antes
del triunfo de la revorución cubana, ¡rrocosarnlento de esta otra desviación.
-Nó
saber responder a

t
vrq"u ul triunfo de esa re.
volución no hace sino darte gf nuntittáo, ul oto rcto quo la juventud planteaba en momentos en qué Ia revo-
rá"*iáuui";;püq*
termina barriendo al movimiento apristá. Es veraaJ!á;l luclón cubana ponfa a la orden dcl dfa una lucha pá, oi-po¿.,
entonces- inüvisq jugó un papel destacado en
i¿; quo habla permitido una avance significativo en Cuüa, y ai^iuirfo
este respecto, des- en un conJunto de planteamientos que tuvieron como hn exclu.
de aquel congreso de arequipa, donde Io recuerdo
a Férix Arias alvo ¡nantener el juego dentro dá Ia legaliA"¿ U".guesá, -la
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I
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illi
rrllilll
quc llama maoÍsta, porque con eso cree tal vez que ya está el
rill democracia burguesa y el sistema burgués, formas todas ellas que problema resuelto. Sin embargo el CCUSC ha participado en mo
negaban el rol vital de la violencia revolucionaria para cumplir vl,llzacuiones de ümensa srgnificación, que han sen¡ido para hacer
Ia transformación de la sociedad, y que clieron origen a todas ov¡rnzar aI movimiento sindical, ha tenido una alianza cqn e] .mo-
li:,ii aquellas formulaciones acerca de la transformación pac-lfica de vlmtento estudianti.l e intelectual establecida en términos de Fren'
la sociedad, Esto influyó tremendamente en el movimiento estu" to baJo Iá conducción de las orientaciones con mayor coantenido
diantil y eu las capas más radicalizadas de la rntclectualidad,
proletario. Tampoco aquf yo voy a cometer la temeridad de ava-
gn¡pos que car€ntes entonces de otra alternativa se lanzan al lor ,la lfnea CCUSC, o de pretender que allf se ha¡ dado los tér-
ia<Iicalismo extremo y las desviaciones . infantilistas, o que in' rnlnoc correctos, Una desviación jamás puede servir para ta¡rar
cluso pasan de la mera polémica teórica a Ia acción junto a las o corrcglr otra desvlación, No hace sino complicarla.
desviaciones foquistas de entonces.
Entonces cuando Gustavo Espinoza nos hace una forrnula'
Todo esto está ausente. Muy fácilmente el compañero dice; ción como Ia anterior, yo me quedo frío. Eso no noe resuel'
''El maoísmo es la causa de esto", "El maolsmo no hace sino re' ve el problema, ¿Y eD, contraposición a eso lo que yo acabo de
vivir eI cadáver del trotskismo", y siente tal vez que con eso ha formular sf lo resuelve? Segr:ramente no, pero problernatiza, quie
resuelto el problema. Yo diré que lo rlnico que ha heclro es cum- ro toparse con lo concreto, quiert asir la realidad para entonces
plir con la tarea de hacer la formulación en los tétmi¡os en que traboJar con ella. E intenta abandonar formulaciones retóricas,
la cree'justa, pero no ha avanzado ni un milfmetro en fu¡damen' que og el sentldo de la suya.
ta¡' este asunto. Y sin embargo la cuestión tiene una innrensa
importancia Por supuesto que yo no estoy satisfecho con la con' PORTOCARRERO: Quisiera plantear algunos problemas que
ducción del movlmiento estuclia¡rtil pero nu puedo ni por un ins' lian sl«lo abordadoe en la discusión. En primer lugar, Gustavo Es'
tante dejar de seña.lar 'la inmensa responsabilidad que ha tenido plnoza ha planteado su punto de vista sobre la relación ints
la desviación reformista-revisionista del PC(Unidad) en molnen' lectt¡ales-PCP, esbozando explicaciones y crfticas sobre los "pro'
tos en que asumen la posición de manera cabal, en que §e pro' blemas" que enfrenta el PCP en su trabajo frente a los intelec'
cluce una ruptura, cuando se produce la división y el PC pier' tuales. Pero natura,lmente habrla que preguntarse por la causa
de la' juventud. Y desde 'entonces efectivamente el movimisnto dc estos problemas, que en mi opinión residen en buena parte
estudiantit está básicamente aislado, reducido a una mino¡{a' Y cn el anquilosamiento ideológico del PCP y en su subordinación
en esta situación ya lleva más de un decenio. n la lfnea internacional del PCUS.
Esto merece una reflexfón. Pues para mf efectivamente al[.í Por otro lado, se ha señalado que las cayas medias, entre
hay un camino para orplicarse qué pasá entre la izquierda y'los las que se ubican los intelectuales, tienen un carácter vacilante
intelectuales. Y no planteo esto desde ningir pedestal, y no es y dan bandazos desde posiciones de izquierda sumamente radi
Vanguardia Revolucionaria ni posiciones particulares que yo pue' cales hasta orientaciones extremadamente conservadoras' Es
da procesar quienes.han puesto orden en este respecto. Es ta' neccsario, sin embargo, precisar este comportamiento a'dos ni'
rea penüente. ¿Pero cómo rro plantearla en los términos rea" veles pucs de Io contrario se to¡na incomprensible. En primer lu'
les y concretos en que ella se presenta? ¿Esto es com¡mrable a gar, los bandazos de las capas medias no pueden ser explicados
Ias etapas anteÉores en que el movimiento estudiantil estuvo en excluslvamcnte en base a sus orientaciones propias sino que es'
manos del Apra? En mi opinión en absoluto. En el oaso de la t¡ln. en gran medida determinados por Ia conducta de las cla-
reorganización de la CCP, por ejemplo, el movir.niento estudiantil cc$ fundarnentales, la burguesfa y el proletariado. Es decir, si
ha jugado un papel de aliado, de movimiento auxiliar, ha esta- el proletariaclo desarrolla una adecuada poütica de alianzas pue-
¿lo al.ll, representado por decenas y centenas de estudiantes co- de ganarse a las capas medias o a una fracción mayoritaria de
laborando en forma de brigadas, saliendo al campo, desarrollan' l¡¡ mlgmas. De ahf la responsabilidad de la vanS:ardia proleta'
do trabajo de propaganda, etc. Lo mismo puede decirse en lo rlq en Is evolución poUtica de las capas medias; de esta manera
que se refie¡e al CCUSC. Al compañero Gustavo Espinoza sin du' re logrn mlnimizar las oscilaciones de estas capas, reducirlas a
da podrá no gustarle para nada el CCUSC, y §eguramente 1o tiq Ée(:t(rr'es tlc escasa gravitación,
ne inscrito eu.la misma lista negra en que inscribe todo aquello

96 97
En segundo término, no podenros asumir a las capas medias y veja a unos estudiantes de ingenierla, se produce un gran es-
corno un todo indiferenciado. Lo que normalmente genera un cándalo, se convoca un gran mitin, y como consecuencia del ¡ni-
proceso de polarización de la lucha de.clases son fracturas y di- tln y la agitación estudiantil cae el ministro de gobierno, qLle es
ferenciaciones al interior de las capas medias y es sumamente dortltuido en plena Plaza San Martfn por el vicepresidente Gallo
importante analizarlas correctamente. Se ha dicho que .ias ca- Pornas, Seguramente algunos de ustedes fueron dirigentes estu-
pas medias se volvieron réaccionarias con ell gobierno de Allen-, dlrntllos on ese momento, y deben recordar con claridad ese he;
de en Chile. Sin duda, pero ¿cuáIes sectores? Fundamental- oho, Poro ¿qué pasa ahora? Actualmente hay muchos más es[u-
mente la pequeña burguesfa propietaria: pequeños comercian- dlanto¡ qug antes. Teóricamcnte estát'¡ más radicalizados. Y sin
tes, transportistas, etc. Pero .las capas medias asalariadas no ambrrSo, pueden hacer veinte huelgas y nadie lés hace caso. El
atravesaron este proceso y en gran medida apoyaron y apoyan o¡tudlentado universitario no ha producido un solo acontecimiento
el movimiento popular chileno. En este contexto, ,la función de linportrntc cn los rlltimos años. ¿Por qué?
Ia vanguardia polftica es justamente ia de reducir al máximo las
oscilaciones, logrando el apoyo de la mayoría de las capas me. PORTOCARRERO: Antes de responderte concltriré mis obsen-
dias al campo del movimiento obrero y popular. vaclones, Decfa que hay que exphcqr realmente por qué se pro-
duco el dcsplazamiento del PCP cle las universidades y no,recu-
Por rlltimo, frente a lo señalado por. Gustavo Espinoza so-
bre el rnoviiniento estudiantil cabe preguntarse por qué el PCP rrlr stmplomente al señalamiento del trotskismo y el nraofsmo, ya
pierde su conducción. No basta referirse a la influeicia del maofs. quc cntonces hay que explicar inmeüatamente por qué estas po
mo y el trotskismo; más bien hay que explicar por qué estas in' slclones sl encontraron eco y no ,las del PCP.
fluencias desplazan al PCP. Creo que la explicación se encuen- B§PINOZA: Si me permites responderte, por una razón: sus
tra en una radicalización de las capas medias,. que deternrina, concepciones de clase. El nraoísmo y el trotskismo interpretan
il por ejemplo, que partidos como AP y DC ya no jueguen un rol meJor las concepciones de la pequeña burguesfa radicalizada
llfi i
importante en las universidades. que la ideologfa de la clase obrera. EI movimiento estudiantil asi-
MALPICA: Felipe ¿cómo vas a entrar al tema de los estudian- ,nrlla más -la idcoiogÍa .de la pequeÍra bur-guesfa radicaiizada que
ililr tes, sobre todo a la etapa 1965-1968? Se me ha ocurrido haccrtc la del proletariado.
lilrtll
la siguiente reflexión, para que la contestes al final de tu intcr-
rp PORTOCARRERO: No estoy de acuerdo; propones simple-
rl-:
illr .
vención, pues hasta ahora no le encuentro explicación racional ment'e una explicación ad hoc: estas posiciones respondÍan me-
,,iil
a lo que ha acontecido a partir de mediados de los años sesenta jor a las concepciones de la pequeña burgtresÍa radicalizada des-
i;l'i, hasta la actualidad en el movimiento estudiantil. Por ejemplo; en
.f ¡rués dc 1964 y no antes. ..
[l;i
y'r' ,.1
el año 1923 los estudiantes deciden oponerse a que Lcgula con-
sagre el Penr al Sagrado Coraz6n, y su protesta causa un gran rar LETTSI De acuerdo a lo dicho por Gustavo Espinoza la alian-

H
rli;,;r
ril,,il impacto, aI extremo de' que el Pe¡¡l .no es consagrado a esta ima. za obrerocampesina se harla imposible. ,. La clase obrera está
ri,, 'l
gen. Por lo"s años treinta, la Federación de Estudiantes estaba cntoncos obllgada a andar sola en qste pafs y en todas partes
;il controlada por miembros del PC o vinculados al PC, como Mario
dÉ clol mundo. ¿Dónde hay una tesis más trotskista que esa, com-
Samamé, ol médico Tomás Escajadillo, etc,; en ese entonces ha.
cen una huelga.y conmueven a la sociedad peruana, En el año
19,14 lbs estudfantes deciden driclararse en huelga para sacar del
rt-
tf-
pañero Gustavo Espinoza?
PORTOCARRERO: Siguiendo
noz,a eI predominio en
el argumento de Gustavo Espi-
el movimiento estudiantil siempre deberÍa
rectorado de la Universidad de Trujillo al senador Meave Semina'
rio. Hacen un paro nacional y sacan del rectorado a Meáve. En
el año 1951, en plena dictadura de Odrla, hay una huelga en San
Marcos pidiendo la renuncia del rector, a su vez senador y llder
.t-
etr
haber correspondido a tendencias radicales, como ei maofsmo y
sl trotsklsmo, Io que no ha sido asl. Es necesario abandonar las
oxpllcaclones de clisé y proponer un análisis real.

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de la mayorfa odriista, Pedro Dulanto. Y logran hacer renunciar a
Dulanto. Le causó tal impacto que Dulanto murió a ,los pocos
dfas. Avanzando en el tiempo: eu 1958 ó 1959 Ia policÍa detiene
r#
.#
LETTST Eso se llarna una petición de principio.
PORTOCARRERO: Más a¡tn habrÍa que preguntarle a Gusta-
vo Espinoza cómo piensa qu€ es posiblé una álianza con estos

t,lrl
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Bectorcs dc las capas medias si los considera tan proclives a

99

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una ideologfs que él considera no sólo equivocada sino un obs- qus sea capaz, al mismo. tiempo, de ligarse de ma¡¡era orgánica,
táculo considerable para la revolución. y no meramente declarativa e ideorógica, ar movimiento ob-rero y
Por su lado, Moncloa planteó que los estudiantes al con- popul&r.
cluir su carrera se vuelven reaccionarios. Esto es cierto en mu. Bsta situación se ha agravado en ros rfltirnos años, merman-
chos casos, pero hay que encontrarle explicación. Y subrayar, do la. capacidad de movilizáción y ra erariiación der movimienro
también, que no todos evolucionan en esta ürecclón, tal como fltudlentll.
lo muestra el caso del magisterio. Al salir de la Universidad el
estudiante pierde su anterior centro de orientación y se ve con- I,ETT§I Mira, si nos aproximamos más concretamente
vemós
frontado con las influencias polfticas que exislen a nivel nacional, ,c-" _.j3!g
que. co3 et perfódo tg6}-tg6l, con Gustavo E.pino;; ;
en las que muchas veces no existÍa una alternativa popular sufi- ¡l cabcza de la Federación de Estudiantes en 1964, * t_ *iti"
cientemente delineada y poderosa. De ahf que no podemos ex- €n 6l cusl hablé...
plicar toda la conducta de los profesionales en base a una procli. E§PINOZA; Y en el que los maoístas te pusieron una bomba...
.vidad derivada de su origen social, que si bien existe puede ser
superada. .LETT§I Bueno, tal vez... no importa. Siguiendo; Ia Fede-
raclón do Estudiantes convocaba , i0,000 ó t¡,000 p".r""*
Por rlltimo, en relación a Ia pérdida de efectividad de las nro- la Pleza Sañ Martfn en ese año. y después vie¡ren lá, gu""Jlfus,
vilizaciones estudiantiles hay que considerar que el moümiento ""
y la altuaclón se trasroca por compluü, y ," árñpesi*ái
estudiantil tiene un rol de vanguardia, como en los veinte o a fi- y movlmlcnto ostudiantil estuvieron
nes de los 50 e inicios de los ó0, en ciertas coyunturas por Ia for. iartióuiarmente "lUagredidos. p+
mación y emergencia de una nueva corriente de radicalización
p yo gucrfa declr otra cosa: efectivamente en 19óé se bota a
§fuichce, cn un movlmiento significativq simultáneamente
del movimiento popular, que posteriormente lncluye al movimiento V viene
una. agroslón gigantesca. yo nq.voy a ásumir pplll q""-v.
estudiantil, que se incorpora a esta más vasta movilización y
pierde importancia relafiva.
cr{tlqu.é,
-de declr que la reprgsióu io "l if"i." *É.
toa".
sl no hubo "ipli"u¿el gobiJrno
una ofensiva col,onial, con.i"ite, _ilit*
"-
Siempre está en la capacidad del movi¡niento el censurar contra el movlmienro estudia-ntil para desaiticrt"irq *ál".il
¡*
un Rector y reemplazarlo, cosa que se ha producido con mucha c€rlo. polvo, porqug encontraba .rrra de las basás p"i""iiJ""
Irecuencia en los ultimos años. Pero debe reconoc€rse que el rol y es verdad q"" t"-ir*o i"to
que Ie podfa hacer resistencia? "ilf
protagónico del movimiento estudiantil ha declinado en los últi- formas co¡Tectas para responder a esto.
mos años. ESPINOZA1 H"y varias cuestiones que
- se pueden sefialar
ESPINOZAT ¿Por qué? tquf. ,Lamentablemonte. en algunos puntos voya tener que ha,
. PORTOCARRERO: Hay otros dos factores importaltes para cor proclslones personales, porque hé sido un poco tanrbjén ac_
explicar la situación del movimiento estudiantil. En primer lugar, tor on algunas de las cuestiones que se señalari. [El ,lilñ;;;
la polftica uuiversitaria del gobierno militar que casi desde sus movimlonto estudiantil fue la huelga nacional de estudiantei
de
inicios trató de regimentar a Ia Universidad, de convertirla en un f
9ó4, quc logró la reorganización áe la U;i;;"rtd;;- ¿ü-C""ri,
instrumento para la materialización de sus planes, desconocien' le rmpllación sin limitación alguna del pasaje ,uriuu"siáriá,-v-ü
do la participactón democrática del estudiantado y tratando de eutonornla para La Cartuta. Fue la úliim; huelga á"
despolitizar a la institución, Este hecho provocó la lógica resis' o¡tudlantca que se ha conocido en el pals. No ña ¡aUiao"acionuíLtra
tencia del movimiento.estudiantil y universitario, que fue eniren' cterpude. En noviembre de lgó4 se conr]ocó el congreso del Cuz.
tada por el rdgimen a través de la represión, como en los casos cgr.poro oste- @ngreso fue artificial a,l que concurrieron del+
de la UNI, la Agraria y la Universidad de Cuzco en los primems ¡rc¡ona! paralelas de nuerye o diez universidsdes del pafs. Es
años del gobierno de Velasco. Pero es también claro que la dr- dcclr quc on cada universidad hablan dos o tres delegaciones que
rección polftica del movimiento estudiantil no ha encontrado el ao dlaputaban la representación del movimiento estudia¡rtil. Mu-
camino para proponer un adecuádo progtama político, que reco' :ll¡! d?. osas, ilegalmente desigrradas. Esto tue lo que hizo
cri_
ja las aspiraciones de los diferentes estamentos universit4nos y tlt 0n cl Cuzco y lo que- detenr¡inó el rompiniento di ese congre.
lo entes dc su iniciq er fracaso der x congreso Nacional de -Es.
I
,l 100
,I
101
i

'I
tudiarites. No puede considerársele, entonces, el ejernplo de Io nntes no habÍa er ejemplo
que en ese momento era el movimiento estudiantil, sino como un .de las guenillas, que también consti_
tuye una interpretación de lo
hecho artificialmente creado para dividir al movimiento estudiantil.
q;;i;-il;ha por et socialismo.
Al año siguiente, l9ó5, vuelve a realizarse el X Congreso de ... Estamos,
qus
pues, a partir de esa fecha ante
repercuten en el movimiento u.trai"rtif. -itl;;;;;ñ;il;.:,
fenómenos nuévos.
la Federación de Estudiantes del Perú, en la Universidad de Inge- y.9-[a a{cno aqul que l"s ert"áiarrterli*"'".t"dtantes
nierfa. Este congreso, a propue§ta rnla, Ileva el nombre de "Luis ¡uclonarlos, y como profesionales son revo-
de Ia Puente Uceda", que había sido muerto muy poco tiempo an" "L,-i"lo"""rero
ya en. la profesjón,;; ;;;"";;; dice que se
tes. Allf se aprueba mi informermemoria. No se'elige una nueva 9:9.-:_ly,
clot oEpectros potfticos. h
frente a determina.
dtrrt il; ;; espectrcs potfticos,
dirección de Ia FEP por una disposición estatutaria: para elegir ton opclones de clase,.con lo las q,rc ü'a*entra entrelazado el
se requiere 2/3 de quórum en {a Asamblea General. Entonces el €rtudlanto que sate ¿e la uni"erlJil:
grupo maolsta sc retira de la asamblea cuando se va a pasar a ¡0nte rlndlcal, en ,la CGIpj.
í;; ejernplq como diri_
illegir, con .las consecuencias mencionadas. El resuitado final ,"""1 he ido
al Ministerio
es quc en 1965 no hay Federación de Estudiantes del Penl, y en
""¿"J* ;;;"'encontmdo
elo TrabaJo a asesora*io,ii"^ior,'-v
que los
R¡erorcs de las empresas de
19óó, en el X[ Congreso, también en Ia Universidad de Ingenle- pañ€¡ts' que en Ia universidad ii"áil"iJ.
"r", ;á;Iiesi,*airigentes
sido.mis com-
ria, tainpoco se puede.elegir
la dirección del movimiento estudian- qulerdlstas, podrfa dar nombres"r; urtraiz-
til. Entonces Ia crisis, desde el punto de vista real, parte de 196ó. "o""i*ior.
que en la p.oreii¿n
Estudiantes radica.
Puede decirse que a partir de allf se entra en una etapa de anar- soo asesores de tas em-
lt;t *tt-l'u'ierdistas
quización del movimiento estudiantil.
. MONC,LOAI pero eso no sólo
Ahora, se pregunta ¿pero por qué se produce eso? Ya he clo c¿sl siempre...
en la riltima etapa, eso ha si-
señalado que a mi juicio lo que sucede es lo siguiente. Todos
admitimos que 19óó es un año en que todavfa el movimiento es. E§PINOZA: Bueno,. está bien, pero
porfodo y no se trata de. estamos analizando este
tudiantil está formalmente u¡ificado o con un común denomina- ,ioo que el sisrema
dor, que es su adhesión a las ideas del socialismo. ¿Qué sucede en cconó¡nico y social absorbe.
"ro*oorfroiri"ü,
a los Hü;il
dlnntes en general. El.estudianre estudiantiies y estu_
1966? Entm en crisis Ia concepción de lo que 6s el socialis¡no,
sc ¿qué es? Es superintendent" d"
d;-dt*;;" Ia UNr al graduar_
dQué es el socialismo? ¿Lo que dice el Partido Comun.ista? ¿Lo i;;;iias en cualquier em-
qüe dice Ia Unión Soviética y el movimiento comunista interna-
cional? ¿Lo que dice el Partido Comunista Chino? ¿Lo que dice lii'i#':i:il,:J"".T":i;1ffi :,Tx,"lruil;j,l:#,;fi $f*H}
la revolución cub'ana y lo que va a decir después Fidel Castro en
Í" ;, Lloil,Ty r,",ijif
* tu á-
",
, ¿Ii"#;; o" tur *_"," !,,"
el discurso de la conferencia de OIáS? Ha¡ pues, para mucha "on
gente una crlsis de lia concepción socialista, sobre todo para las b.d;ü;;,ü,r'áátí'.3,1:1tr"?1"."i"'Jn"#x,t*",*#*J::
capas medias. Crisis de concepción de lo que es el socialismo aslmila al orden sociat establ""iáo,
,ilti*o ¡uayoritario.
para el propio movimiento estudiantil, que es el que mejor y más ""ro
cómo hacemos"ü¿
claramente ref.leja las interpretaciones pequeñoburguesas y bur- nr.Ulj|tTOaARREROT
¿y alianza con tas capas
guesas de lo que es el socialismo. Entonces cala en el movi-
ARIAS SCHREIBER: Vienen otros
mieato estudiantil Ia concepción foquista, la idea de Ia guerra de estudiantes.. .
guerrillas, la tesis de la exportación de la revolución, calan las ESFINOZA: pero hay
.otra cuestión importante..
concepciones 'ncproletarias del socialismo. Eso es lo que hace
.
LETTS: pero perd
crisis, y es por eso que el movimiento estudiantil entra en una cr! n o
-p
ü u;,iá ;u:;' ;:T,,u'Ti ,:':,fli
¡'¡v¿E ,iff
v ?i3 Ttrfr
sis orgánica. Las versiones políticas de Ia pequeña burguesfa .r,u
¡e lo¡ lleva ta burguesfa y ;i il;'idr "iifl ix:
tienen más asidero que antes. Antes no habla el problema de
las concepciones maofstas, antcs el ejemplo de la revolución cu- ESPINOZA: Vamos partes y cucharadas. Hemos visto
fenómcno seneral, ae -por el
i1ásf, .iáirt",i iilfr," n",rratmente, en la
baua era el ejernplo de la revolución triu¡fante que no planteaba
problemas teóricos del tipo planteado en la conferencia de OLAS, modlda on que l,as ideas del-socialismo-iü"n
dldr en que la clase obrera-*;;;;.'i"1"J"" fuerza, en Ia mo
su ideologÍa, sus
102

103'
a la intelectualidad, e¡i esa medida será
concepclones u{¡itarias, que colaboran con el CCUSC, no para defender los intereses de
capar de ganar a los estudiantes y a los intelectuales para una
ucilón comrln. Entonces Io que falta allí es una cpsa obvia; que le clase obrera sino para agredir a La CGTP, es porque eso forma
parte también de la estrategia del enemigo.
he reconocido desde el comienzo: una polftica de acercamiento
a las capas medias, a la intelectualidad y a los estudiantes, ca- ARIA§ SCHREIBER: Quisiera añadir.una'cosa sobre los es-
paz de ganarlos, sustrayéndolos del establecimiento social bur' tudlentos, a los que creo es preciso diferenciar un poco de la in.
gues. nsá es una deficiéncia del Partido Comunista, pero no dc táléctualldad, no porque no sean ellos también intelectuales, sino
áte Partido Comunista sino probablemente de muchos, y no sólo porquo on el caso de ellos Éay el feqómeno de la juventt d, q,re
de los PCs sino de cuanto gnrpo revolucionario ha existido. En lr orpocfflco. Se dice que la juventud siempre aporta algo nue-
todas las sociedades, el sec.tor estudiantil es el más diffcil de ga' vo, y olc eg un estado biológico transitorio del ser humano. Pero
nar, de convencer, y lo mismo pasa con la intelectualidad. Por pucdo doclrse que la juventud más "nueva" que hay en la his-
eso es que, incluso en los países socialistas, hay problemas con t0rlá dol mundo es la actual. ¿Por qué? Porque se encuentra en
el movimiento estudiantil y hay problemas con Ia intelectualidad' un mundo con cambios tan radicales, como seguramente no los
'Ese es un problema muY Profundo.
hr h¡bldo desde la época del renacimiento. El mu¡rdo no ha ca¡n-
Alrora, después de 1964 no hay una huelga estudianti'l más' blado nunca tanto, polltica y socialmente, no han habido tales
y yo compartó el criterio de Malpica: no hay grandes 1,"1-o.t: tr¡n¡lormaclones revolucionarias, cientlficas, técnicas y pollticas,
Í.a'lt contra Sánchez es posible solamento porque es 1969 como la¡ actuales.
"tr. que acaba de sufrir Ia denota polftica cle 1968, no e§tá
y el Apra,
én et poaei Además es posible la der¡ota de Sánchez porque 11 iJntonces esta juventud de ahora es realmente una juventtrcl
clase óbrer,a participa en- eso: son los obreros de la Universidad mucho más dlflctl, polfticamente, que las de los años cuarenta,
de San Marcos los que libran una lucha muy importante contra trolnta o velnte, pues tiene caracterÍsticas especiales, propias,
Sáuchez. Y es QI mitin en el Parque Universitario, donde par' do época. dQue es cierto que los estudiantes al avanzar en edad
ticipa la CGTP y habla Isidoro Gatnarra, lo que permite darle.un lg van apartando de las ideas revolucionarias? Es posible, por.
susiento mucho mayor a ese movimiento estudiantll... quo allf hay un factor no sólo de clase, sino biológico. La ju-
ventud por su propia situación está más ,ligada al futuro, o sea a
MALPICA: Además yo creo que en ese momento al gobierno la revolución. Esto no quiere decir que solamente Ios jóvenes
le convenla que cayera Sánchez... y se abstuvo de participar' han de ser revolucionarios, sino que la juventud está más liga-
ESPINOZA: Evidentemente el gobierno faci'litó la derrota del da a las ideas de avanzada como un fenómeno general, genera-
Apra en la universidad. Y en relación a 1o que se dice en el sen- clonal. Clerto.que también obran criterios de clase, también pe-
'tüo de que en la época de Velasco hay una gran represión con-
sa la situación histórico material, pero puede admitirse que la
tra el movimiento estudiantil, allf Ricardo pone el parche antes y Juventud esté más ligada al futuro que al pasado,'más ligada al
dice: "Eso no significa que yo admita 'la tesis de la represión"' futuro que la. vejez. Entonces esta juventud que en la univer-
¿Pero cuál es en ese momento la respuesta del movimiento cs' sidad juega un papel fundamentalmente antiimperialista, porque
iudiantil? Cuando se da la Ley Universitaria la CGTP publica una ol futu¡o del pals es la liberación nacional antiimperialista , a me-
carta abierta dirigida a los estudiantes ofreqiéndoles sú apoyo y dlda que va abandonando ese estado biológico va declinando
solidaridad, y proponiéndoles un frente concreto de lucha contra §u punto dc vista antiimperialista. Esto como un feuómeno general.
esa ley. Y las organizaciones estudiantiles no responden. Pero MONCLOA: ¿O sea que los profesronales siempre dejan de
si vemos bien, haJta hoy no hay Fecleración de Estudiantes del ser antlimperialistas, también por razones biológicas?
Perú, no hay centralización del movimiento estudiantil, no hay,di-
rección unificada, Ahora, ¿que hay estudiantes de la Universidacl ARIAS SCHREIBER: No. Porque los piofesionales üambién
Católica que colaboran col la CCP? Muy bien, magnífico. ¿Qué 'ottán oprimidos por el imperialismo, y también hay la posibilidad
hay otros alum¡os de otras universidades que c,olaboran con otros dc quc luchen contra é1. Pero ademds de eso hay ese fenómeno
seótores? Muy bien ta¡nbién. Pero ese no es el fenómeno del mo goneraclonal, especffico, propio de la juventud.
vimiento estudiantil, no es la generalidad, Y si hay estudiantes Poro lo que suc.ede con la juventud estudiautil en concreto
os quc ha sufrido dos enormes derrotas en la déoada del sesenta:
104
t6
la del foquismo, porque es verdad que a rnediados de la década mo puede ser fruto de su reformismo,. de su revisionismo, o de
del sesenta lo que ,predomi¡ra en Ia ideologÍa de los jóvenes re. ,
volnte cosas.
volucionarios estudiantes, es el foquismo, que es un conjunto de ARIAS SCHREIBER: ¿Pero también aclmites que pueda ser
concepciones que efectivamente se adecrla. muy bien a su situa. ft'uto de su dogmatismo?
ción de clase y a su propio estado biológico, poigue es la revG
lución ahora, y con el ejemplo di Io súcedido en Cuba, donde [,ETTS: Sf, cómo no.
efectivamente un grupo de jóvenes toma las armas, y con el.las MONCLOA: Vuelvo a tratar de dar una explicacióir de por
en ia mano denota a la dictadura de Batista, emancipa al país y quó los radicales universitarios se inscriben y se engarzan inme-
constnrye el socialismo. Entonces son estas ide¿rs las que sufren dlrt¡mente en el sistema..,
una tremenda derrota en esos años.
ARIAS SCHREIBER: Te diría qtre sl, que por su propia situa-
Y la otra derrota del estudiantaclo, tal vez peor que la otra, alón dc capa media, como hemos visto, los estudiantes tienden
es la de ahora, que examinaremos después, pero que es la de. t tonGr llusiones sobre o que la revolución es posible de inme-
rrota del movimiento antiimperialista peruano de 1968, en el que dleto, o que son posibles reformas graduales; paulatinas dentio
la juventud juega un papel que valdría la pena discutir aquí. po elol propio sistema para transformarlo. Entonces por su propia
driamos ver qué aspectós positivos y qué aspectos negativos tia
tttuaclón de clase intermedia pueclen abrir todo esé abanico, irse
ne el papel de los estudiantes en el proceso de 1968. Cr¡ando
Ilegue el tema, este pu.nto tiene que examinarse, Bueno, estas dccde agarrar las armas para luchar por la revolución, pasar por
dos enormes derrotas gue sufre la juventud en su lucha antiim-
una scrlc, de concepciones falsas, fantásticas, ilusorias sobre la
po¡lbllldad dc reformas paulatinas y también acabar por rlltimo
perialista, derrotas que en realidad son de todo el pueblo perua.
no pero que por razones especÍficas repercuten más sobre la on cl feeclsmo...
juventud, expllcan en parte la corriente apoliticista que induda- MONCLOA: Sf, es un poco la explicación gue yo querfa ha-
blemente ahora está ganando terreno entre las masai estudian. cer, Porque lo que le interesa al estudiante, que o es capa me-
tiles. La ausencia de perspectiva, ¿qué hacer para el futuro? y dla o asplra a serlo, es tener un lugar económico asegurado, un
eso todos lo hemos reconocidq que hay una declinación del mo. punto de realización de su vida. Si hay un muchacho que es
vimiento revolucionario en las universidades. No sóIo una decli. gulmlco, lo gue quiere al final es realizarse como gufmico, y per-
nación de la actividad revoiucionaria y de las ideas del socia- clbe quc la actual perspectiva no se lo permite.. .
lismo, sino trna declinación de la actividad de masas antiimpe"
riaüsta de Ia juventud. Hay una tremenda sensación de derrota ARIA§ SCHREIBER: Por ultimo, diré que la crisis de la so-
en estos ütimos años entre la juventud. Y no es sólo la repre. cicdad capltalista obliga a la juventud a luchar bontra ella, no
sión, sino también la derrota política general, de ideas, de orga- sólo por la brlsgueda de una ubicación, sino por la brlsqueda dc
nización, un cambio de esa sociedad. Pero en esa brlsqueda de oambio
pucdon lr de las ideas revolucionarias a las reformistas o lncluso
Y creo que todos estamos de acuerdo en un punto: mucho hssta a las reaccionarias. Porque lo que busca es una salida a
influye en esa derrota el sectarismo polftico. Y yo les pregun. la crl,sis, que ,las .'cosas cambien.
tarla ¿están todos de acuerdo o no? ¿Todos levantarÍan la mano
sobre ese punto? Bien, veo que todos'estamos unánimemente de MONCLOA: Estoy de acuerdo, pero, con todo, creo que Fá
acuerdo. Pero ahora, el sectarismo polftico es la manifestación lix ideallza a los estudiantes. Hay, en efecto, un grupo que quie-
del dogmatismo, y el dogmatismo es un conjunto de ideas que ¡t cl cambio, por razones ideológicas o de impulso juvenil; son
no reflejan la realidad sino que establecen una concepción uni. los quc generalmente van a quedar como revolucionarios. Yo es-
lateral de un aspecto de la realidad. tuve cl otro dfa en un debate en .la Universidad Católica, y des-
puéB dlscutf en privado con un grupo de esos jóvenes, y lo que
LÉTTS: Pero eso no es exacto Félix. El sectarismo no es querfan era que siguiera el capitalismo porque ellos estaban
necesariamente Ia manifestación del dogmatismo. El sectarisrno
es una necesidad de ,la debilidad de una posición ¿no es cierto? La o¡tudlando para 'ser profesionales de las empresas. Y en esto
debilidad de esta poaición puede ser fruto de su dogmatismo, co. ¡oamos claros: el estudiante al ingresar, o al estudiar en la uni-
voruldad, intuye que ta1 como está Ia sociedad que se le en-
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107
frenta, no le va a dar cabida, porque el problema es que Ia es- MONCLOA: Por eso siguen a ese tipo de dirigentes en las
i*"t"1" dependiente entra en muchos lugares en situación crftica, luchas slndlcales.
no tunciona. Pero no bien salen, ¿qué es lo que ies ocure?-Por
"abrir- MALPICA: No. Yo no creo que en la lucha sindical los ma'
Áo muct¡os tratan de encontrar ,ñ lrrgar en esa sociedad,por neJon los dirigentes politizados,
se" rul 'lugar en ella; por e§o mucho§ eran belaundistas, eso
*r"iroa si vuelven reformistas: reclaman la permairencia del sis- ESPINOZA: Yo quisiera referirme tlnicamente a Io último que
tema con tal gue este 'les reÉerve un sitiecito' Ya no exigen el rn ho planteado en relación al magisterio. Aqul hay varios facto
estallido del sistema. r€¡; lo! trabaJadores de la educación son en su inmensa mayq
LETTS: Tlenen una concepción rdeológica de clase, porqqe' rÍ¡ tr¡bajadores del Estado, y estoy hablando de los sectores ra'
lo que podrlan querer es desariollo, crecimiento' Eso que -ttry di dlcrllzados, porque los que trabajan en colegios pqrticulares en
irio"" que-con el capitalismo hay necesidad de profesiona'
-socialismo, ¡€ncrll no suelen desarrollar actividad política. Ahora üos por
lei v &n el
"1"= cón Ia república popular no' Para esas quó, Prlmoro, los factores económicos, y aquí se juntaa dos co'
;;p;. it terriute es el estancamlento, y este es producido po-r la !tt, o trr6: prlmero una situación material, económioa, muy difí-
áoi.irráAO" imperialista. Pero su concepción ideológica de-clase' clli mSundo una situación de frustración latente porque perma-
fJimaAa en la universidad por plofesores que les han dado esa nontomonto han estado recibiendo promesas de solución a prc'
orie[tación' .. blom¡¡ cconómicos y no ha.n logrado nada; y tercero, eI que ellos
hen descublorto que el goblerno no les va a aumentar un centa-
MONCLOA: O sea, como dije al comienzo, son su§ intereses vo. Bntonces la situación económica tiene un efecto catalizador
económicos, de clase, los gue definen esa posición' muy lmportante.
LAUER: Yo quisiera que se complementara esta discusión Otro problema muy importante, aunque no sea en general
sobre las capas rriedias y l-os intelectuales con eI recurso a otro partldsrlo de las expllcaciones psicológicas, es, en este caso con-
grupo, de algln modo vinculado a los estudiantes: los maestros'
por óroto, la lucha por la dignificación del magisterio. El magisterio
én ios que ténemos un gremio que a pesar de haber pasado
-la univársidad no se deiechiza en bloque, sino que incluso llega
e¡ conslderado socialmente como la rlltima rueda de un coche,
a asumir --€n su.base o en su dirigencia, estratégica o táctica'
y des'dc el punto de vista de sus derechos ciudadanos y de sus.
poslbllldadei de desarrollo realmente es Ia ütima rueda del
mente- posiciones que llegau hasta el maolsmo' ¿Por qué asume
el magisierio las posiciones que asume en los tlltimos cuatro o coche. Al rnaestro no se le consultan los programas, no se le c<¡n-
cinco años? sulta la r€forma, no se le consulta los textos que se emplea, no
rc le consulta nada. Sólo se le pone ochenta alumnos en un sa'
MONCLOA; Yo quisiera que se me ilustrara al respecto' pues Ión de clase, una tiza en la mauo y se le dice "Ud. explique",
no conozco de cercá al gremio magisterial, no conozco al de Porque no se prqpotciona ningún material de trabajq ¡ada. En'
i.ff" t" confo¡mación polltica ¿es efettivo gue la rnayorla de los
un de la dirección? touccs las condlciones en gue trabaja el maestro no son sólo
,nu".t-t son maofstasi ¿O es fenómeno
condiclones económicamente malias, sino también condiciones so
LAUER: Pero la prcgunta ha considerado que incluso esa clalmente repudiables, en las que el maest¡r¡ se siente al margen
dirección ha sido seguida mayoritariamente en movilizaciones muy dol desarrollo social. Esto determina, de hecho, un resentimiento
serias.. . frtnte. a ese dqsar¡ollo social: frente al gobierno que lo personi'
MONCIOA: ¿Y es o no habrá sido por acierto en la luchp fica o frente a las capas dominantes que también'lo representaru
economicista?
Y on el saso concr€to nuestro, del proceso peruauq ese l€sen'
tlmlento reflota en u¡ra vieja concepción antimilitarista.
MALPICA: Creo gue se trata de uno de los sectores profo
sionales que más claramente ha comprobado que este ARIAS SCHREIBER: Pero hay una cosa, Gustavo. Fue uno
proce-so
fi-n" p."pJ.-do. Es la reacción de los maestros ante eI hecho de los sectores que hlzo una experiencia más directa de las li
a" qrri el sistema no les da cabida como legltimos pequeños-bur' mltaciones del actual gobierno. Uno de los primeros sectores
goai"r, iu qrr" los conduce hacia posiciones ultraizquierdistas. qué hlzo una experiencia polltica profunda respecto del actr¡al
Esta es mi interPretación. goblerno, y que tuvo una derrota polftica muy significativa en la
huelga de 1971. Y ese es un factor muy concreto.
108
109
ESPINOZA: Por eso digo que me estoy ¡efiriendo a factores MONCLOA: ¿pero eso es en todos los casos? .

generales: la crisis económio¡l y el deseo de los maestros de E§PINOZA: En muchos.


dignificar.su profesión. Como estoy señalando, es una profesión MONCLOA: pero no en todos,..
totalmente descategorizada. El médico,, eI ingeniero, etc,, tienen
mil fonnas de desarrollarse, y frente a elos .el maestro se siente ARIAS SCHREIBER: La explicación me parece perfectamen.
un profesional disminuido. Ahora sobre Io otro, sobre cl proble- to absurda. Es evidente que entri lo. *á"itros puede
ma de las concepciones maofstas. Yo no diria eso. En primer lEr, maofstas, comunistas,.acciopopulirtu., g"irtu ri" haber apris.
lugar en el magisteüo hay una vieja escuela aprista. El Apra, que üitiar].pl
ro la dc l97l tue una.huelga ¿ü i.r"glri"iil en su conjunto,
rolvlndlcacfones materiares -especificarl-il q"" esa huerga
pol_
habfa tenidg fuetza ent¡e el magisterio, pierde esa. fuerza en
yrfon dlvcrsos sectores polfticos Ia apo
la segunda parte de ,la década del sesenta, pero en ia crisis de ,"J. iero evadir -1"
-"on.áción f,r;i;
l97l retoma fuerza, como va a retomarla luego. Pero con el ma- Drl {o csa huelga para produci,",i" maniqueísta de
gisterio sucede lo que en otras partes del movimiento sindical. qu.G
Ustedes saben que aquÍ Ia filiación de los sindicatos no cs indi-
Se una huelga mané5ada por irturl.Js polfticos contrar.re_
voluelonar.los...

vidual sino colectiva, Un sindicato se afilia a tal central o a tal E§PINOZAT También
otra. En la CGTP he asistido a centenares de asambleas sindi- lo tue.
cales de base, y jamás me he encontrado un solo trábajaclor en ARIAS SCHREIBER: . ,,. y que no fue una huelga
de los tra- .
una asamblea que me diga "mire Ud. compañero, yo soy aprista, baJadoros de la enseñanru, que^ iri"iero"-." primera gran
expe.
y discrepo de la afiliación a la CGTP por esto y esto". Jamás. rloncla, Y fue Ia primera. experiencia q". i,i"i.r.o"
l;..;;.j"á;
Nunca. ¿Por qué? ¿Cuál fue la táctica del Apra en el movimiento ros peruenos sobre las limitaciones dll actual gobie*;.-fpor_
sindical en ese pcrfodo en los casos en que esa base ha tomado quc cuól fue la respuesta del gobierno
frente a esa huelga? No
posiciones en torno a Ia CGTP? Nunoa se han presentado como y no. Es la misma experiencia que acaban cle hace¡: lo.-p"."u-
apristas. Han dicho "no, nosotros somos rwolucionarios; más doro¡, ,
revolucionarios que los dirigentes de la CGTP", "nosotros somos
ESPINOZA; No es cierto eso que tú üces, porque
comunistas; más comunistas que los dirigentes de la CGTP", que no fue
no son pues ni comunistas ni izquierdistas, ¡1o, poeue hubo un aumento _má parece que de
AOO .ol"r_,
que luego tlegó a tos 1200 soles. i ñ;-ñó0
Quienes desarrollan tales tesis son muchas veces dirigentes
;1",
no cran los de ahora. y ahora no les aumentan U;;;;";
apristas, militantes apristas, activistas apristas, que no se identi los 1200...
fican como tales porque son conscientes que, en el momento en' ARIAS SCHREIBER: Ni ahora ni nunca. La respuesra
que ellos digan "yo soy aprista" no los sigue nadie. En el ma- blerno, y eso se puede proba", f;; q;;-;I'se les podl¿ dei go
. ¿u¡¡g¡.
o.lm maestros porque eso t¡aerfa r¡na crisis ;"ü*l;;;ü
gisterio hay eso. No hay un so¡o dirigente que diga "Yo soy apris- lq.
lnflaclón., .
ta". ¿Alguien puede citar a trn dirigente sinclical magisterial apris-
ta? Ninguno. Sin embargo todos saben que en la huelga de 1971 E§PINOZAI eue no se les podfa aumentar
detrás del Comité de Lucha Magisterial estaba inclusive hasta más de lo otorgad.o.
Enrique Chirinos Soto y cantidad de gente vinculada aI Apra. En ARIAS SCHREIBER: No_se les podía aumentar
porque
vonfa Ia crlsls económica. r,tectivarienie, 1" les más
el local de Ia FENEP estaba Pacheco Girón defendiéndolo de cual-
poco, Pero el hecho es que la crisis á"*""ti-.irv
quier agresión policial. Y Pacheco Girón era de la fuerza de chq- v lu i"n""lO¡ ,á
.producto de los pedidos de los ""orrá*i"u
que del Apra, Entonces no puede ser que connotados dirigcntes 8on trabajadores, sino det- esla-
apristas no estén detrás de una dirigencia sindical, que no ten- tlo de depcndencia en que se encuentra el pafs. y entonces
la
ga ella una influencia aprista. Lo que pasa es que para ellos lnt,crprctación clel gobierno t"ro oUi;; A qngañar a Ios maes-
era pollticamente más rentable levantar la bandera del maofs- lro; con ,una concepción falsal qu.
"i origen de la crisis econó-
mo, porque eso era socialismo, porque eso era comunismo, por- r¡lleü so enconrraba en la9 mediáu, "i ,"iri"ñi"utivaq de 1", i;;ü;-
que eso era revolucionario, y asl.se enfrentaba esa lucha al m+ Jadores, o sea en sus alzas de sueldos f.Jario., lo.cual es to
vimiento sindical, a la clase obrera y a la CGTP desde posicio tnlmonte absurdo, estarás ¿e acueráo ;.ú;ic"
nes de izquierda. ESPINOZA: De acuerclo.
110
lll
PORTOCARRERO: Efectivamente, la situación económica del
rnagisterio era muy diflcil por la prolongación de Ia congelación POR'IOCARRERO:. pero anle! y después de la huelga de
establecida en 196ó, lo que determinó una significativa reducción l97l la dirigé,cia magisterial del surEp áemostró su consEcuen.
del salario de los maestros. Pero exiptfa tarnbién un segundo fao cin clasista, siendo rep-rimicla justamente por esta razón por el
tor muy importante: el avauce ideológico del magisterio. No ol. goblcrno de Velasco. EI magisterio ha conitituido uno de rás
se"-
videmos que es en los años del régimen de Belarlnde que se pro tores que se situó en la vanguardia dc la resistencia obrg.ra y
pular.frcute al corporativismó, deterririnando el fracaso fo_
duce el mayor incremento del número de maestros. Se trata de del iniento
docentes jóvenes, que acabalr de concluir sus .estudios en las dol
-réglmen
de montar er sERp y controrar corporativamente aI
universidades. .. profo§orado. Más arln, en muchos Iugares los maest¡os
rran in.
ESPINOZA: Y de ,las iscuelas normales privadas, con u¡ra
rurgldo a la cabeza de inrportantes movilizaci"¡es popul"res. ---
muy baja formación académica y política. Son escuelas normales ,^. !, claro pues que atribuir una inspiración y control aprista
municipales, y de provincias. oo, moumiento. magisteriar significa endosar la tesis que suscri-
PORTOCARRERO: Pero surgen básicamente de aquel movi- bló "Exfrrcao',: los maestros o .la ,,revolución,,. y esta tósis es jus-
miento estudiantil que entra, en los años sesenta, en rm pnoceso tamcnto Ia manera más desvergonzacla que aeci"to lán
de radicalización. Se genera asf una influencia ideológica muy clarld¡d- de plantear una políticá contraria -hay,nágirt""io y ,l;;
significativa. Estas nuevas generaciones de maestros han adqui. roctorÉ populares. La posterior evolución del "l surEp ¿einostro
rido una orientación poUtica de izquierda en su formación, gue clarnmontc que_ esa dirigencia recogía U aanesi¿n:á" f.-¡"*
después profundizarán, guc represerrtaba una orientación clasista cuyas rafces hemoií
soñalado.
Esta constatación nos permite superar una objeción: si ds En este sentido interpretarÍa de fbrma d.iferente algo que ha
cimos que el Apra tuvo una influencia preponderante en el ma,
sefla,lado Félix Arias schreiber, que se ha referido
a uña derrota
gisterio tendríamos que aceptar que ese hecho constih.lÍa la pro.
dol magistorio en la h*elga ¿e lizt. po¿¡a aparecer asÍ en tanto
longación de su presencia dominante en ei movimiento sstudian.
til, pues es en las universldades y normales que se forma¡ los no s0 conqulstan las reiündicaciones exigidás. pero esta lucha
maestros. Sin embargq constatamos, como Gustavo Espinoza lo constl_tuyó fundamentalmente y a más largq plazo un triunfo, ya
ha admitido, que eI Apra ya habÍa perdido posiciones y que la que afirmó a.una dirigencia clasista frentell magisterio t" áoiO
v
izquierda era la fuerza preponderante del movimiento estudiantil de una amplia y valiosa experiencia de lucha. y es a partir de
de la época, como lo testimonian todos los resultados de las vo- oso rnomento quc el sindicalismo magisterial asume un perfil má.s
taciones en las elecclones universitarias, Es esta influencia an- clnro y c<¡mbatlvo.
terior de izqulerda, unida al deterioro de los salarios y las condi- Lrhuolga magisterial de l97l conmueve al pafs de uno a
ciones de trabajo, lo que explica por qué el magisterio insurge con otro. crtremo, constituyendo un hecho de gran trascendencia, que
una movilización tan importante a nivel nacional en 1971. Atribuir no dcbe interpretarse, como lo ha realizaáo ei pCp, i¿rri-r¡iá,
esta movilización al Apra fue precisamente el argumento utiliza. "
dc u¡¡n ccrnJura de Ia CIA y el Apra, deformándose radicalmente
do por el régimen de Velasco y sus corifeos para oponerse a las l¡ escncla del rnovimiento en aras clel apoyo al ,,gobierno revo
justas reivindicaciones de los maestros. luclonario",
ESPINOZA: Yo también he desarollado esas razones. Lo
que digo es que también hubo el interés por aprovechar polltica. l.ETTSl Esa presentación del problema por parte de Gusta_
vo Espinozn es imbatible, ya que éi aice ,,el Ápra no actuaba co_
mente ese movlmiento... mo Apra, pcro era Apra',, y la táctica habla siáo _-no en r¡n mG
PORTbCARRERO: Pero ese es un aspecto sumamente se. mcnto dado' sino indefiuidamentc tas posicionei
cundario... "maolsmo" y colocarse detrás de é1, y jamás en ios cientás J"t
-sostjener
de
fl¡ambleas-a las gue él asistió apareció.un aprista que encaraba
ESPINOZA: 'No tan secundario en la med,ida en que la di- CGTP, pe,ro sf aparecfan ,,maofstas,,
rección del movimiento permitió y avaló eso. ¿O cómo explicar-
t¡ que encaraban a la
-la- que eran apristas disfrazados d.e ,,maoistas,,,
CGÍP, .ir-
nos la presencia de Pacheco Girón en el local de la FENEP? ¿eué o",
cemo!
-con
un planteamiento asl? EI compañero dijo que no era
muy aflclonado a interpretaciones psicologistas, pero eito es.mu_

113
cho peor que eso, porque es.una in'terpretación
imbatible' ¿C6 For eso hay que pasar a la discusión grarxdp, de si los inte-
á" t[ *f.rt" una afLmáción de esa naturaleza? EIla es totalncnte rg¡o¡ dol Apra estaban allí, o si eso fue wta iusta lucha de un
falsa. tactor popular. En un momento ñ1 le dijiste a Félix "De acuen
ARIAS SCHREIBER: Es totalmente fantástica' do", ¿Entoncos en qué estás de acuerdo?
LETTS: Es absurda. BSPINOZA: En que fue una justa lucha que el Apra utilizó...
ESPINOZA: Yo te pregunto' En una asa¡nblea donde es'
hay ,LEI"IS¡ Ahora ya estás de acuerdo en que el Apra puede
f,OOO iraUa¡adores y ." áitJrrt" la línea de la CGTP' y donde allnou¡so tras de justas luchas del movimiento popular...
ios afiliados, por lo que se supone que tienen q"" 11
-ñ;;tas,
iárr-toáo.
ü;; ¿emocrisiianos, independientes, populista§'..etcr ARIAS SCHREIBER: ¿Y hl como dirigente sindical no estás
qué no se para oi"gt.t" áprista-a decir "nuestra posición es do acucrdo con que los trabajadores apristas pueden formar fren-
¿por te con los trabajadores comunistas para rura luctra reivindicativa?
ii"e Éo cambio su p"tat algunos tipos que al dicen "nosotrbs §G
comunismo"' El
;. ;;ftt"i v "tti¿"t' .oo-,rttot tiaidoresmagisteriales"' y no E§PINOZA: Claro que sí. Los intereses de los trabajadores
¿pÁ .p.V¿ re-sueltamente las "posiciones ¡on lnterescs comunes,. .
Ji" J-ep*. Revisemos "Ultima flora" páginas y."La Prensa"' enton'
LBTTS: Bvidentemente, pero Félix ha dicho "los trabajadores
d" Báltrán, ¿"*.o ,ro brindaban sus ? 11 h""IFu ,Y nprlstas" y tú estás hablando de la dirección polftica aprista, Io
"", -';p¡preso"magilteriat? Eran
al conflicto páginas enteras' PrÓbablemente Ia
cual oe un asunto distinto. Lo que Félix no ha dicho --o yo hu-
,

¡; fi]e una reacción desproporcionada' pero . tal ¡eac' blera saltado a decirle ¡No!- es aquella tesis bárbara que en
,ñrrdo mala, era ptáA.,"to de uná coyuntura polltica- detep algunos sectores de ultraizquierda se ha presentado, de la alian-
i"i"á¿u, en que los ¿iarios
"iorr, coutra¡revolucionarios atacaban aI
-"t"*i""¿o
falsamente Ia defensa de los za polftlca con el Apra. ¿Que ha habido eso? Sf, sí ha habido
ñ;; ,evotirciott*i" G!o, y no porque yo lo diga aquf o lo denuncie, sino porque hubo
intereses del magisterio.
una prdctlca, hechos, y además existen papeles a ese respecto.
LETTS: Escucha cómo son las cosas, y cómo es inacepta' Polo esa no es la cuestión. La cuestión es que Gust¿vo Espino.
tle esa posición. Si no juzgamos a la gente por su práctica' sino
d:,t:-:iii za avarua en sostener que la ltnea política del Apra estaría im-
por algrln dato confidencial que tenemos ¡especto
pulsando Justas luchas populares en su ambición de tumbarse al
ira ¿eci¿t¿o actuar en Ia práctica al revés de lo que corresponoe goblcrno, dlgamos por ahora, "progresista" de Velasco. Con el
a sus intereses, entonces ya no se puede discutir' Por eso ese fln de cercenarle esa base de sustentación, el Apra se monta a
argumento es imbatible. ¿Cómo se le encara? la cabeza de esas movilizaciones populares.
ESPINOZA: Es que no es contra sgs intereses' El Apra es' Pero yo he sostenido que esa es una .teéis tuya profunda-
taba interesada en cóÁbatir al gobierno de Velasco y a Ia CGTP m€nte derrotista frente aI Apra- Poryue no te imaginas que el
I " ; ideas del socialismo, como 1o hacfa el maoísmo" ' Apra pucda ser vencida, como lo fue antes en el rñovimieuto es-
LETTS: Como lo hacía sin duda cl Apra con su instrumento tudlantll, como lo fue en los sindicatos, como fue barrida de t+
sindical de Porquerfa, la CTP. do¡ lados. Hay que examinar al Apra de esta década. ¿Está
ESPINOZA: Pero la CTP no actuaba' lo¡tonlde por maestros, estudiantes, obreros, campesinos? Está
LETTS: Pero lo mismo que se sostiene con los maestros
se ¡o¡tonlda slmplemcnte por rtn aparato de poder que se asienta
p"J;i;;;;t ¿"-.""rq"ief otra orperiencia' Tu posición es on ol Estado, incl.uyendo el gobierno "progtesis¡4" de Velasco.
irofundamente derrotistá. Puede aplicarse al movimiento Y vo¡mos si rro en qué términos se establecieron las relaciones
estu'
áiáli, ul "*pesinadq y Para todos los, efectos' De pronto ma' Apra-Volasco durante todo el período, y si el Apra tomaba el sus-
n"* ít á".*6- q"" iu Cbtp no ha sido todo este tiempo sino tonto dc su acción polftica en .las masas populares o en la justa
,ludr¡ do las masas populares. Por eso el argurnento de Gustavo
encubieita a"t 1p.", v que.cada 1ez oue.!,1b]**::'
tavo Espinoza alll se estaban escondiendo las posictones
""u1á"tr"" apns' E¡plnoza cs absurdo, y puede ser empleado por cualquiera en
;;;. Dúñue me he enterado de eso, v se acabó' ¿Pero qué nos una dlscusión, sin posibilidades ni de apelación. l¿, discusión
hacernoi con eso? dcbc quedar remitida, entonces, por supuesto, al problema de
qué pepel Jugaron. Porque a flnes de l97l no son sólo los maes.
1i4
115
ilrtir

il

li;" tros. Es también la derrota de las posiciones revisionistas refor-


ll'i
Il;: i¡ nristas ent¡e el proletariado minero del Centro. Es la huelga mi- nfa,hábitos antipopulares, ¿Cómo no Io va¡nos
puús hemos estado peleanáo a reconocer si des-
Iil{:, nera de entonces. Es Cobriza, Y, qué casualidad, de nuevo o! mil aspectos?
mos ¡Apra! Por supuesto, es el recurso. Y acluf efectivamente, E¡tonces quien facilita la "oniá-uUoi "r,
con du¡eza pero con razón Felipe Portocarrero hace nrención radicalización, normal, hcinesta, de
Ir;, g'undes sector"es del magisteri"
Iti,
del. papel de "Expreso", que por supLresto yo ya lo tenla encl:u.
fado en la cabeza, porque hablaba Gustavo Espinoza y yo sentfa
"r lá-propia
blerno en ese instante, páro también ;; ñ"
bar-baridad der so-
;i;;ilffii"iirá:"
nlqnlobra del Apra
1,i,,
lir clue estaba leyencio el "Expreso" de esa época, con esas tesis ,en la utilizaciOn ¿e'tlna lucha justa, que el
Apra sf la utiilza. Tampoco
I

bárbaras que le cosecharon a cse per.iódico toneladas de cólera ,un oi o ritiir".rro, ar extremo de
|li, y de odio popular, de maestros y mineros y otros sectores quc declar.ar que una iucha no j;ñ;;;ul et apra la aprovecha.
Iq. nr Jusra, y et Apra lo ",
up-r"ctü.-¿;;" y
todo ogo_nos ltevó a grandÍsimos ;;;;;";;"" lo hizo Beltrán.
[.; i, repudiaban esa manera de interpretar las cosas, de señalar que
l!i clctrás de las rnovilizaciones populares: Apra Apra, Apra..
i:: nunca debimos co-
,
m0t0r. Y he visto a generales p"oei"rirtu; j-d"*;il;;;
Pcro sabemos que esa es una manida
'la conciencia de las masas, que ha venido forma de nranipular Ioa quc toulan por h lctuación d"i-;;;i;;.. iI.
flu .usando en su cleses.
ll,,ill peración la dirección reforrrista revisionlsta de la CGTp cuando LETISI Buenos, ya sabenros cuáles...
-el,
ffi# se vefa acorralacla, como en el caso maestros o caso mine- MONCLOA: No, porque habÍan otros
con mucho pelo que
tos. ¿Du¡o? Seguramente, Pero aquf lray una concepción qr.re in. tunrblén se lo jalabar:, ,1..l"l.y"iOn ioriciaf y h u"title;;:
l.1 terpreta lo que sucedió en aquella época. ral lrentc a los mae !.i
Jr,i1
MONCLOA: Yo creo que estamos justamente dando una mues.
¡ncnre mar, soy er r.,ill;# ;ffi::;;":l'f",n1,.*t*,X;
dlurio nos hemts nÉcho ;;;;;;iJ"'á"""rr*
veces. y quiero
Ii"l
tra de 1o que no debe hacer la izquierdal de la necesidad de cle-
añacllr que aouf no se trata de traer
[,il fender una posicrón, llegar. al maniqueísmo, y llegar al mismo críiicas pasadas, sino ana-
tizar r.ealldades pasadas ;i;".;
li"
h,l
maniquefsmo en Ia necesidad de refutarla.
ct muy fácil atacar a.la d,irecció,;;ó;;*r; de tuturo. A mí me
¿"f iC^" a la de VR de enton-
Por esto, compañeros, voy a come¡rzar con una autocrftica ccs para Justificar mis, actuacion"..
por cuanto en esa é¡roca em jefe de editorial de .,Expreso,,: lo y por qué, y qué es lo que
i" qr" tenemos -áá es ver qué
[lI que se hizo en el caso de los r¡aestros fue la más grande harba- F.:ó, ñ;"i;
Eso es Io importante en un debate como
ucer uqJ"r,=!i
li'll ridad política de "Expreso". ¿Que existen algrrnas justificacio- Illt!]lo.
no me yoy a un panel esre, porque si
ldll a jalarme ro, p"ro.-"oiitü
¡it nes, más que razones por las cuales se produjo ese gravlsimo gentc, Lo cierro en .universitario u, r" pioieáriru"i¿álá ñae.tu,l,
[ error? Yo recuerdo habernos sorprendido mucl¡os de los compa- ?:1::"r"su mezquindad
l¿r barbaridad del gobierno,
económic4 la justi
fliiil ñeros que trabajábamos en el diario con un titular una mañana cl¿r'de la causa de .los_maestros, .su uiilización
que decfa "No hay huelga de maestros". ¡Y habfa huelga! Jus: y ¿por qué no? de la CfA. Lo bárbaro por parte del Apra
tame¡te ese día se comenzaba. Es cierto que estábamos inn:er- Apra toda la justicia ¿"t movlmiento. -"- airiUuir:lJ;i;
fue -" ü';;;
firill
I /ll sos en una lucha que valnos a tener. que aaalizar más adelante. 'LAUER: ¿y qué pasa con los otros
liir
Es verdad qrre todo eso impuisó el más grave error de "Expre- grupos de ,ra crase media?
:jill so", y coincido contigo Ricardo en que eso alejó al diario de gran- MONCLOA: Bueno, por lo pnonto aparece una tecnocmcia
[;iL des cantidades de masas populares. De acuerdo. Pero venir a que sl bien no se enrlquece
decir que el Apra tampoco quiso aprovechar aquella.cosa, es rnular, sf cleva su nivcl -d. ,iái-i;";;o-Jii
¡rrápiu*á"i{-pro no llega a acu.
i

una actitud nraniquea. Entonces'varnos a poneriros de acnerdo podor y que va a se¡ utilizad, ;" ;i- q"" se convierte en
I, en los términos justos del problema. Carlos Malpica ha centrado
fuü;;.
L'ETTS: Hay una experie¡cia que
el asu¡rto: los maestros se radicalizan porque se pauperizan, se pro. ql¡c ntc parece interesante, pues áqul nosotros hernos vivido y
;¡,
Ietarüa¡. Y además porque en las facciones del gobierno el sec- capaz nosotros estamos
nroru.rspreciando Ia n:ptura que slgñticO
tor más fascista y más duro da el más bárbaro de los tratamien- il il;il;;
I

y cómo ese año efectivarnente corté isós


t,
t,
tos al problema de los maestros, y esto tenemos que reconocerlo. "* dos,
h década en en cuyos
Una facción del gobierno fomen¿a el Iío por fascista, porque te-
xt;:1,".9.i*iyf :"f if 31il:_*
i
I

l;,'' §lüürsü,"fT:"qffi
Wlessc, con Jaime Llosa, .llegaino. ;
i: 11ó l;;f."ción de la Asocia_
l,
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II:
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* ción Peruana de Ingenieros Agrónornos, y ese hecho daba cuen- grrr.:tfn rrecesita a los técnicos no necesita
lliji
ta de Ia existencia de corrientes progrésistas q". ur"*"U-* tá"
rlrra ¡il¡rplornente envfa a enseñar a los niños
a los maestros, a los
lir Ia.exigencia programática de una Reforma Agqaria y con el aná. l"s
lro lr..i r:rc¿r condiciones de desarrollo. Eso es lo"r,que diri¡"
[¡::, lisis de cantidad de problemática económica I social del campo "sc*1"r,-V
llii:,
per'uano. Estábamos allf, a la cabeea. pero en ese momento ¡ra.a ttl rrragisterio de las otras profesiones y de ios otros stiols;-
[ii rrr ¡l.olr:siotlales,
¡tras! se produce el corte que fue la guerrilla, y de allí para ade.
Iante ya Ia cosa sale con otro touo.-El casoial vez pueda ser Al{lAS SCHREIBER: ¡Cómo no va a necositar Ia burguesfa
it; a
asimÍIable a Ias profesiones técnicas, otra cosa puede liaber sido lr¡¡ rrtiteslltlsl...
i,Il' con abogados, médicos, etc,
Ii.§ltlNOZA: Sólo los necesita para enseñarle a los
alumnos.
MALPICA: Desde los años cincuenta se ha producido un as- ¡ur l,l;.¡re«:sita para montar su estructura
Iir censo continuo en los ingresos de las capas prófesionales, sobre
,oliuf. iu"" ;;;;:
I r'.r
sit¡¡ r¡¡á¡ n los técnicos, a los
todo en determinadas profesiones; por ejempio de la salud (mé- ""ono-i"iái..-
dicos, odontólogos, farmacéuticos). Én época de Belaúnde el ma_ MONCLOAT El sector privado reclama menos la participa-
IH r:it'irr rk:l lnacstro. No hay aUl la competencia
l.: yor incremento se produjo entie los arquitectos y los ingenieros. entre el sector pri-
En los siete años de Velasco han sido otros prófesionalisl abo v¡trLr y cl ostatal.
Hili gado-s, contadores, auditores, y también los'profesionales IISPINOZA: lVlencionaré un caso: en las comisiones técnicas
ü".:t. de la
ri' salud, que generalmente pertenecen a ese Sozo de la sociedad t¡rre rihvicron para implementar una Reforma
de la Educactó; ¿;
lr,il que ha sido eI urüco en alrmentar sus ingresos en Ios últimos años. tlrrlrlrrt.s sc pone? A abogados, ingenieros, médicos,
li
Además Ios economistas, los planificadores, los sociólogos y otras pero tr() il lnrlestros, o a muy pocos, a los que
,o"iób;;;
l',ll deJaron de ser
especialidades que rrntes d.e Velasco recibian poca atánción, han rnacstt'us, cs decir a la burocracia administrativa
fiii mejorado su condición económica en los r¡ltimos años.
dh Ministerio
tle I'l,rlucación. Todos estos deciden lo que áeben hacer lo,
maer.
l',i
ESPINOZA: SÍ, en efecto, hay un fenómeno que viene de i9ó5
tro§. lin csos términos digo que la. durguesía ,.no necesita,,
i',1 a
y Iuego del gobierno de Velasco, que es un poco la consolidación los mucst¡'os
t;iil
de las posiciones de clase de la burguesla,.que logra convertirse MONCLOA: Otro motivo de la mayor elevació,n de los nive
II; en una fuerza polÍtica mucho más cohesionada, homogénea y s<> les rle vkla de- los profesionales ra compeiencia que
l,liil iida- Me parece que ella necesita entonces a estos -técnicbs y ¡rerr,itc c.n er sector privado. como"s durante ocho a¡10sererEstado
Esta-
profesionales, a los cuales ubica, cre¿índoles mejor.es posibiiidá- rkr. rr' sólr.r rnantuvo, iirro que uu"eii"i¿-a-Lse
[{li sector capitalista
jiil des de trabajo y de ingresos. Desarrolla ocupaclones para los ¡rrivrrrlo a pcsar de las reformas de la propiedad,
economistas, Ios sociólogos, los ingenieros, arquitectos, etc,, y t";ítu"-;
¡,rr¡{r¡ir y su .sino que no pudo resolver ni vencer, tuúo que pagar.
les da un cierto "status" que Ios convierte en una fuerza sociai. le cnel¿r vez más a 1os profesionales caüficados'p"r; ;;;
No sólo el capftulo de los agrónomos, sino todo el Colegio de In- lrr llevnra la empresa privada. Asi en tugar ae eHminaril;a la-e*-
f,ili genieros adquiere más importancia, iguai Ia Federacióñ Méd.i"o. ¡rresu privacla le pagó más a los profesionáles s.
liilll Esta importancia se da a dos niveles: el del desar¡ol.lo de la
l'il
profesrón y el de ,las expectativas de una lucha ¡eivi¡dicativa,
i,ll No olvjdemos que, por ejempio, el gremio médico plaatea algu.
rj'r' nas reivindicaciones de tipo salarial que están vinculadas al ejér.-
cicio de su profesión, se plantea el problema de la atención hos-
l pitalaria. Se va creando un fenórneno de clase que es el asen.
ta¡niento del poder de la burguesÍa. el campesinado en los años 60
i,

Y aqul retrot¡aigo un poco el debate al tema de Ios maes- ,^tJ]:Jl',Esta pregunta es bastante genérica, y creo que am-
l,r
tros. No quiero respondcr a la última intervención de Letts en .,
l,rrr: (,(:rrát ha sido el proceso polltico del camiesinado- perua-
lii contra de mi partido, acogiéndome al espfritu de la intervención no r-.n cstc siglo? ¿qué reiaciones se ha llegado a establecer
en
de Moncloa, que me paiece muy importante, pero cuando la br¡r- r{.s especfficas y ras der movimiento popurar
'f
.r,.r(, r_,r conJunto? y en esta peripectiva, examinar las^ lüchas
'crvlndicaciones
118

119
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ti
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Irl
i del campesinado en este último decenio, sobre todo aquellas que rÉccr capas empobrecidas y proletarizadas, vinculadas al p«r-
itú preceden a Ia Reforma Agraria de 1969, con especial Stención a
co¡o clo marginalización que ya,otros compañeros han analÍzado
ii las migraciones y a las tomas de tierras ó,
irli.,i
ill:. en relnclón a los años sesenta. Y separadamente, pero también
l[:' LETTS: Es nuestra opinión que el carnpesinado es una fuer- formando parte del conjunto del movimiento campesiuo, el otro
iiiri,, za de la más grande impórtancia para la transformación revolu' géctor quo so estabiliza en Ia forma de proletariado agrícola, con
itil
;{ii' cionaria del páls, la principal fuerza <iemocrática. Digo nri19i' rualarlados y jonualeros rurales, con un pie en el rnovir¡üento cam-
it'
llli
pal en el seitldo siguiente: por la naturaleza de su ubicación porlno y otro en el sindical-obrero, pero que de todos modos de.
dentro de Ia sociedád, ,t,ls contradiceiones con 'la clase domi'
I

terrnlna una franja de proletariado agrfcola como parte cada vez


iil'1, nar¡to y por ,las cuaüidades especfficas que se desprenden de mÁr rlgnlflcativa del movimiento campesÍno, y jugando,un rol en
su número al ser la mayorfa nacional. Hay pues un conjunto de lr¡ luchas dol conjunto del campesinado.
lili'
ll!, caracteristicas que determitran que el campesinado sea la prin-
iIi
cipal fuerza democrática y el principal aliado que tiene la clase ' No ¡o puede desvincula¡ el problema de la tierra del proble-
IJii; o6rera en su lucha, Y si se quiere en la práctica -y aqui tiro ¡ne domocrático en su conjunto, del problema de cómo las cla-
h,r'
una punta de 'debate cor¡ aiguna apreciación que Félix Arias ' toa domlnantes, en este caso los terratenientes, usan del apara-
Schreiber ha sostenide-- son las luchas del campesinado Ias quc lo dol Eatado para ejercer su dominio sobr.e el campesinado, pa-
[ili han venido condicionando la situaciótr politica, ei avancc <lel mo' re do esta ma[era poder desarrollar su explotación én base ¿r- la
U'iii vimiento popular en su. conjunto, y por lo tanto, la actuación que proplcdad de la tierra. Esta lucha por la tierra es una lucha con-
It;i en correspondencia con esta lucha han tenido los sectores ra- trn la servldumbre, y cn ese nivel (en cuanto la lucha es demo-
li fl,i
rñlilli dicales de la burguesía, o de la clase dominante, e incluso .el crdtlca, contra el poder que da a los terratenientes su vinculación
resto de esa clasJ doriinante, comprendidos los enemigos prin- , con el aparato del Estado) aparecen las bases de la alianza del
cipales: imperialismo, terratenlentes y gran burguesÍa intermedia' camposinado con ,la clase obrera, con lo cual esta luch¿ demo
*!il
ria, monopólica, industrial y financiera. crótlca so welve nacioual, antiimperialista, contra aquella alian-
za cnemlga que atenta contra sus intereses, Allf, en el doble
Creemos pues €ntonces que analizar las luchas de1 campe'
e¡pccto de le lucha reivindicativa por la tierra y contra Ia do-
sinado y el ról que él ha jugado, comprender al cam¡:esinado a mlnaclón terrateniente y Ia servidumbre, se encuentran Ios tér-
ffiil fondo, tiene una importancia capital para todo esto qtre estarnos
mlnos de su allanza con la clase obrera.
examrnando, que en buena cuenta son los problemas de la ^re'
voluclón p"n áa. Una vez sentado todo esto, la cuestión "C .u19"' En el Peru en particular no es posible hablar de movimien-
{lrt
tivamentá en qué términos construye su alianza el prolotariado' to campesino sin hablar de las hoy comunidades campesinas,
i'ffll y esa es la hisioria de cómo en este siglo la clase obrera le dis' hasta hace poco comunidades indfgenas. La comunidad campe
i,rta a la burguesía la alianza con el campesinado. Y esa disputa slna, tal como la conocemos hoy y como se ha venido confor-
marca el proceso polftico, y esto se agudiza cuando las capas
ti,illi
llllilll
mando en el curso de la historia, es el instrumento legal principal
radicales di la clase dominante se diferencian al interior de ella on que se organiza y se agrupa, donde establece sus vÍnculos de
ii[;ll, para actuar con un relativo grado de indepenclencia' defohsa y de lucha el campesinado, El movimiento sindical en
Aparece inmediatamente a continuación la ubicación del carn'
ol campo a partir del sector de asalariados y jornaleros agrfcolas
flliiir pesinado como un coqjunto de dos sectoresl. el uno, campesinos tlenc una importancia, que es c,ada vez mayor pero .la más signi-
propietarios-productoret, o carr\pesinos propiamente dicho's, por llcatlva fuerza de lucha campesina es este movimiento de co.
lilii iupüesto esiratificados desde quienes se sostienen en tal con- munld¿des campesinas. Estos han venido dando una lucha por
lllr.
dicióu porque son capaces de consolidar una situación de pe' iu rcconocimiento legal, para a partir de allÍ desarrollar la lucha
k t1.
t'tili queños p.oii"t*io. (uia estricta minofa), hasta quieues, a lravé§ por la tierra, reclamando viejas posesiones, incluso de tiempos
de un prooeso de diferenciació& fruto de la penetración del ca' nnterlores a la Repriblica. Esta riltima ha sido una de las prin-
pitaltsrño en el campo, se convierten en sectores medios y po'
lii;il
clpales corrientes cte impulso del movimiento campesino.
L.es el campo, estos rlltimos en un proceso de prolctariza' De lo anterior queda claramente planteado cómo sin.ernbar
ción "n
que marca a la sociedad peruana y hace con todo e§to apa' go cl movimiento campesino no puede avanzar si no es preci-
iamente con la ayuda, la alianza y la participación de vanguar'-
120
121
dias que les presta el proletariado, los cuadros que salen de las puoa la alianza entre ellas para la dominación del movimiento po-
filas del proletariado y de la pequeña burguesÍa, y que asumen pular y para todo esfuerzo encaminado a impedir la revolución
la ideologfa proletaria revolucionaria y buscan organizar al cam- do E vordad, es u¡r hecho real.
pesinado, centralizar sus luchas, reunirlas a través de procesos
de agrupaclón local y regional, y finalmente nacional. DAMMERT; Antes que nada quiero señalar que la ausencia
elo Gustavo Espinoza en este punto del debato es una lástima.
ARIAS SCHREiBER: ¿No crees Ricardo que Ia burguesfa tam- Clertamonte hay sus razones reales, pero hubiese sido muy con-
bién puede 'abrirle campo aJ proletariado en-'su lucha contra ,los vonlontc su presencia. Porque pese a que eI PGU no plantea
terratenientes? un programa agrario, sino que a nuestro entender sigue.el pro,
LETTS: Sf lo creo. Y justamente no quiero perder el hito de grtma que han elaborado diversos gobiernos de la burgue§la, su.
Io planteado por delante. En mi opinión ese es precisamente eI pono o8o ya una posición programática, estratégica y táctica fren-
eje de todo el problema: la disputa que la burguesfa Ie hace al t€ E la cuestión campesina y contraria a ella. El tema que se
proletariado por ,la alianza con el campesiaado. Y creo que Ia Plantoe ahora es el de la cuestión campesina en esos años, pe
burguesfa tiene plena conciencia de esto, y que incluso secto. ro oomo so ha visto esto se empalma inmediatamente con la ae
res radicales de la burguesla pueden avanzar en.este nivel. tudldad, con el gobierno y la'reforma agraria de Velasco. Habrfa
ARIAS SCHREIBER: ¿Y en el Perrl concretamente han avan. qu€ rofcrlrse en particular a las grandes luchas campesinas, so.
zado? bro todo a la lucha democrático-revolucionaria de Andahuaylas,
y soflalar por qué es que después'de años ,los carnpesinos se vuel-
LETTS: Yo creo que sÍ. Han avanzado, y eso tiene dos filos, vgn a lovantar aI combate, toman tierras y luchan polla propie.
que estamos en Ia obligación de distinguir, precisando cuál de
dad dc las mismas. Creo que es este el problema fundamental.
ellos es el determinante. Es decir ver'los aspectos positivos, apro,
¿Por qué es que a pesar del desarroiio capitalista predominante
vechables que se desprenden de esta forma de.actuar de la bur-
on ol p§,f§, que el imperialismo y la burguesla buscan adecua¡ de
guesía, y a su vez distinguir los aspectos negativos, y,explicar y
dlvorgas maneras, por qué el campesinado se levanta, exige la
mostrar cómo en determinadas circunstancias los efectos ne- rolvlndlcación de sus tierras y clama por democracia polftlca?
gativos son los dominantes, y los que van a marcar la etapa. Y
esta es si quieres la introducción teórica, abstracta, a qué cosa ¿Cuál cs la esencia de esa cuestión?
ha sido la reforma agraria en el perlodo Velasco, que no es exac. En esta prlmera intervención, quisiera tocar fundamentalmen-
tamente el punto de discusión ahora- te tres aspectos. Uno, rolacionado con la lucha de masas de
osos años, el de la esencia de Ia cuestión campesina. A mi en
ARIA,S SCHREIBER: ¿Pero tri calificarÍas a esa reforma agra.
tondcr lo que saca a lqz con claridad el movimiento campesino
ria de revolucionaria?
dol 58 al ó3 es fundamentalmente la esencia programática de la
LETTS: Nq y eso nos vuelve a lo que acabamos de discr.rtir, cuostión agraria. Un segundo punto será el ver cuáI es 'la pra
y a algo que acabo de responderle a "Oiga". Donde ,,Oiga,, pre-
scncla polftica del campesinado, su presencia social en-la lucha
gunta "¿Fue el gobierno de Vehsco un proceso revolucionario?,', do clases en el pals. Hemos leído hace poco en el vocero de
allf mismo Avelino Mar dice: "está loco, demente, de manico- la CGTP un artlculo de Ventura Zegarra, encargado de asesorfa
mio el que no se dé cüenta de que este es un proceso revolucio, logal campesina en la CGTP, donde plantea la contraposición bur.
nario". Yo salgo a decir modestamente "Perdónenme, ,ro ,no cr@ gucsfa-proletariado en el campo, difuminando el peso real del
que haya sido un proceso revolucionario',. Y por lo tanto la re. cemposinado democráticdrelolucionario. Hay por ello que es'
forrna agraria no ha sido'revolucionaria, Y el problema de esto, pccificar bien el peso del campesinado como una fuerza demo,
y es un problema serio, es cómo es la dominación en el Perú y crátlclburguesa dentro de1 escenario de 'Ia lucha de olases en
cómo se producen'los reajustes en las clases domiqantes entre
ol pals. Creo que la lucha de esos años también lo pone en evi-
unas y otras capas que estáu aliadas, por lo que por ningrln mo
clcncia. Y el tercer punto a tratar es la inclusión del campesina-
tivo puede eso ser llamado revolucÍonario. ¡A,unque se dé un ni- do en diversas estrategias de la lucha por el poder, sea en las
vel de disputa, de conflicto, de enfrentamiento entre esas fuerzas, oxpericncias del MIR, de Hugo Blanco y en las tesis de la tran
rlclón paclflca.
t22
t23
Estos son los 3 aspectos que quiero tratar sintética¡nente,
t.\'l Sobre el . prinrer punto, la esencia programática de la cuestión llo cnpltalista-terrateniente, a nuestro entender cambia significa'
cam¡:esina, lo que habrfa que señalar antes que nada es que en tlv¡monto a partir de 1950, donde en el campo la cuestión ya no
nuestro pals el campo no es base de desarrollo nacional, siao bol, ot tanto quiéues defienden a la feudalidad y quiénei luchan con'
sa de reserva de los grandes capitalistas, los terratenientes y el tra olla sino que ahora los propios terratenientes y burguesfa in'
imperialismo. Esto es básico como precisión pues justaménte iÉrmedlaria e industrial, buscan tomar la gran propiedad terrate'
en el campo es donde hay una [layor fuerza de traba.¡o, pero al nl€nte y transformarla en punto de partida del desarrollo capitalis'
mismo tiempo es donde ella más se empobrece; dondJ hay gran- ta on cl ag¡o, es decir un desarrollo capitalista a partir de las
des, recursos, pero donde ellos están más inutilizados; dándl se tlorras concentradas por loo terratenientes. Este es el elemento
podrla resolver algunos problemas básicos del pafs *-como el oontrsl do esta vfa de desarrollo agrario capitalista, Ia rlnica con
alimenticio- que no son hasta hoy resueltos, Es desde esta ubi quo cu€nta la burguesía en nuestra patria. No estamos ante una
cación de.la cuestión agraria que el campesinado perfila su real burSresfa que propugne el reparto, el apoyo en un movimiento
luerza de ma'sa. Precisamente en el pals, capitalista pero con rovoluclonarlo del campesinaclo, su afirmación propia en el poder
'amplios rezagos
feudaJes, el campesiniclo es una fuerza social áobrc la dcstn¡cción de 'la propieclad terrateniente, como pudo
muy importante, y los problemas del campo son determinantes h¡bcr ¡klo en otras épocas con las.ver§iones clásicas de la re'
para cualquier desarrollo económicosocial. para que el campo voluclón burguesa. En nuestra patria, lo que la burguesía hace
pase de bolsa cle reserva a base de desarrollo nácional es ne- e! la fer"rdalidad. Esto es lo que desarrolla
ontromezclarse con
cesario una revolución y ello exige pr:ecisamente que el campe.
como Gstrategia general a partir de 1950, y por lo que ante el
sinado recupere sus tierras y participe en eI pocler. lopular conro
nrovhnlonto del campesinaclo la olase <lominante habla de reforma
base fundamental.
agrarla, Incluso Beltrán lo hace, hablando de afectar primerp a
Esta ubicación de la cuestión carnpesina tiene que ver coll log sectores más atrasados de los tcrratenientes y progresivamen'
,na prcgunta que hizo hace un mornento Arias schreiber sobre to lr Bvanzando hacia el ejc ccntral, la gran prvpiedad terrate'
el problema de la relaclón burguesía-carnpesinado, y más a fon- nlcnte, ,o partlr de la cual se quiere clesarrollar el capitalismo.
do tiene que ver con que en el desarroló capitarisia de nuestra
patria existen de hecho en relación al campo dos.etapas nítida- Fra,nto a esa vía que desarrolla ia burguesla para üsputarle
mente diferenciadas .en este siglo. Una primera ,n qo. .las re- ol campeslnado al proletariado, existe otra vfa de desarrollo' La
laciones de producción feudares-semifeuáales están én general quc onarbola el campesinaclo democrático'revoltrcionario y que
enfrentadas a las relaciones dc producción capitalista erila so- cl proletariado --+n alianza con el campesinadr puede y de
ciedad (mercado de producto, fuérza de trabajo, etc.); el capita_ hccho enarbola conro punto central de programa de poder demo'
lismo pugna por hacerse un mercado y choca con la feurtaridad. crátlcopopular, Es la. vfa que en dura lucha eI campesinado ha
Esta contradicción lieva a que en un mornento haya un inicial de- vcnldo desarrollando éspontáneamente en nuestra Patria. La ca-
sarrollo capitalista en algunas zonas, gue tiene sú expresión más rEctcrlstlca central es que en esta vía el campesinado rico -cor'
alta en las haciendas cañeras, donde iste desarrollo ," pro¿o.u tado por el carácter estatal-terrateniente de 'la reforma agraria
con algunas formas mixtas t¡ansicionales, de asalariadás y dc burguesa- tampoco se constituye en burguesfa agraria, y todo
servidumbre, pero que se ubican crecientemente cpmo zonas el cnmpcsinado, incluyéndolo, se orienta a ,la riacionalización de
capitalistas. Posteriormente, a partir de 1930, se intensifica este tlcrras y socialización de Ia producción en etapas y con la vo'
proceso con la concentración de tierras que hace la Cerro de Iuntarlecl4d de las masas campesinas en el poder democrático'
Pasco y otras empresas capitalistas, y con lla transformación del No existe en el campo peruano condiciones para que un sector
yanaconaje en capitalista, en parücular en Ia costa norte del pe" rompa ,la gran propiedad
- terrateniente y forme una poderosa bur-
rú, donde los terratenientes son los que impu.lsan la transforma. cucsia agária. Af no existir ese sector, y la burguesfa propug-
ción capitalista para impedir que toJ yanaconas en su conjnnto ñar ln vfa estatal-terrateniente, no hay posibilidad alguna de que
les quiten las tierras, el campesinado pneda resolver por si solo Ia cuestión agra'
Este. proceso que venla enfrentand.o en bloque capitalismo rl¿r, Nccesita s"r áitigido por el proletariado, que es el que. sinteti
y feudalidad
-
y que tenfa aquellos iniciales aspecios de d.esarro. ea y lleva a la reatizáción su aspiración democráticorevoluciona-
llo, At¡ora bien, si no es la gran propiedad terrateniente, la
ni
t24 hny posibilidad de granjas capitalistas, ¿cuál es el eje de cues-

tzs
tión campesina? Mariátegui tenÍa al respecto dustrializar el agro. Esa es la esencia de un programa agrario
Para él er. probrema camtesino. una formulación.
que pucde resolver los problemas ca.mpesinos\ en las nuevas
repa¡.to; decÍa sue.existÍa r.r, "á ñ¿i"' ser esrrictan¡ente er del for¡nas del poder democrático,popular.
del que era necdsario pu.ii" ae tra¿ici¿n-".llrii]r.
y en ta reestructuracló-" ,:ra.I*;ffi"ch; contra la gran propiedad
"le.rürrio
LAUER: La cooperatiüzación del campo, realizada bajo un
munidades campesinas. pero 4qi-ñ;; Era et retativo a ias co_ rigno. capitalista por el gobierno dé Velasco ¿no puede llegar a
Mariátelr:i no se quedaba en eso,
"áii'puruao, constituir en sf un paso ganado en el proceso dó sociatizáción
no habfa mitificación q.
medida que sirviera e lu ¡rort"fei", decÍa que en la dol agro?
ru"r" iütri-ia'reu¿aii¿ad ese elemento
de.rradicjón era positivo, ;;..*ü'§"üe DAMMERT: Creo que más adelante tocaremos lo de Velas_
tral en eI Amauta-.en Ia medid"- todo y_ esto es cen_
co, pero en todo caso tendríamos que preguntarnos si realmente
ración total, económica y potÍtica, n* "r" perruita la reestructu-
á;i"gr" sobre la base de que
et campesino tensa ta_ tier;ü; jáiiáu"
l¡a habfdo cooperativización. porque lo de las hacie¡rdas del nor.
pte hacia su indu-striatir;;ió",, en cooperación sim- lc ¡¡o es cooperativización sino capitalismo de Estado.. .
?Jf; tjJ,o". LAUBR: No, no. Me estoy refiriendo estrictamente a la con-
. L^a experiencia
j:,_*i:.1r"do.después que toda
lucha, foclo centración de ,la tierra implfcita bajo el nombre de ,,cooperativa,,.. .
/ 1"_"""tTienro campesino, es por tierr{ que ta gran mayorÍa del
campesinado DAIVIMERT: Pero el problema alll es que es u¡ra concentra_
'¡ quiere su tierra
blema se Ie plantea aI
pió]L¿l¿
"" ,irv ñ;;;;;:i;.;; clón de tierras realizada a partir de la gran propiedad terratenien-
riado, cuyo destino .proletariaaf El proleta_ te, Io cual es diferente a decir que los camp&inos teniendo sa
.r"iJi.i"-1" "f*amente.
Ie ptantea at "ií;;á ; una
camoesinaáo;;ñ;;;J h propiedad privada,
atianza democrá-
tierra avancen en un proceso de socialización
quc es una cosa totalmente diferente.
y de cooperación,
tico,popular para tomar
por eso defiende los el poder-"É"rl""iá"*tos
v fiUeiui aI pars de la opresión;
intereses
incluso. a poder a"r.*orf".f'or,-á"1'¿"
del campesinado . . LETTST- !e1o hay a su vez un problema omitido alU, y es el
clol poder del Estado. Si no está iesuelto ese problemá it"t"
Ll:gu
clara perspectiva al poder polltico, en
dá "f
la,estytegia y eI programa de poder ;;1" cuesrión central de
socialismo. "
clrrcaJadas de todas las otras variantes de coopérativización, con
paÍs, Es Io que empieza a poner aei protetariado en nuestro H o sln I{, que te inventen.
sobre tapete la vfa campesi-
el^
na y Ias luchas he¡oica¡ géf DAMMERT: Pasq entonces, á este tercer punto, ..
el conjun to del protetari.dd, -.;-;;"rüi?r.ru.
"r*p".i""a-á, como problema para ARIAS SCHREIBER.: Quisiera volver a la pregunta de Mirko,
'
Esto se evidencÍa con. claridad de que yo lnterpreto en este sentido: dNo es, simplémente desde ei
campesiaos de l95g a 1963, porque l,o.s punto cle vista asociativo, una base más avarnada de propiedad
La couvención y r",
co luchan por sus tierras; y también ""-ri.ros de cerro de pas. rle la tlerra la cooperativa que la comunidad campesina? -
port"rior*"rrte
de tuchas de 1973 a 1974,,;"rri;;i;"í";;; en Ia.oleada
Andahuaytas. Esro es DAMIVIERT: Justamente lo que hay que discutir allf es la ba.
üo que nos pone a del tercer u.p""to señalado. scr tlcsocialización de la propiedad existe¡rte.,.
ljlertas
precisámente, habiendo esas dos vÍas,; [ega a. plantear ¿Córno
programa agrario revorucionario! el ARIAS SCHREIBER: No, olvfdate de la socializacióu.
tcoáá .á .""rt*"tora ra cues-
tión agraria en nuestra. patr!?- Ci"}t"ñ""ü DAMMERT: Bien, la concentración de la propiedad que existe
dades campesinas, es imposible tuera de las comuni- os ln propledad del terrateniehte. Eso es lo que ha hecho la
l. ,""r-t-*"trración
ria del agro y la sorución a" r". lrt"."."r*"u*p"rirror.revoluclona- rol'orma agraria de Velasco. Le dice al terrateniente ,,Te voy a
Es impo
sible tuera de ta as,,u€ió"
la comunidad campesina,
¡" ;;J;;i;;;";i#tffi;; nil ilffi págar tu tie¡T&" y toma esa propiedad, que es propiedad deipo
Jalla a] campesinq y por eso el campesino ve un cambio de pa"
tierra, proceda a la reestructuraáá, tenieudo su
"a;-;;;;"'co"muui¿a¿,
ca, y prcgresivamentq a partir. ¿" ***, económica y polfti
"prápi"drd
!ló1, I alll estd planteado centralménte el problema del poder.
llntlcnclo que esta cuestión de la reestructuración del conjurito del
parte lu
der campesinado, iroceda .Jcrá; d; i;;.,"r;";; ngrrr produce ya muchas polémicas, habiéndose planteado este
Iuntaria del trabajo, Ias rñáquiuas, "ilffiil, Iay asocia.lizacÍón vo
tecnificar e in-
prroblemu ya eu las últimas luchas campesinas.
¿Cuál es la esen-
cla rlel programa agrario? ¿la nacionalización de lá tierra? ¿la coo
126

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peración simple y la propiedad individual? ¿el desarrollo a partir
de Ia gran propiedad terrateniente?, etc. Á este problerna c..o hrln quc partir de una definición del campesinado. t'CamnJ-*siñ
que hemos aportado algunos puntos centrales. No fray que olvi ¡ro os todo aquel que vive en el campo. Lo importáñFñH
dar que además de Ia cuestión de Ia tierra, existe el-djlas na- cnso clel Peni es partir. de la muy neta diferenciación de la es-
cionalidades, que es necesario abordar en Ia rned.ida justamente t¡'uctura económico.social del campo costeño frente al serrano,
que la base social de las nacionalidades y donde .u qrrc constituyen dos mundos rurales muy distintos y que plantean
resolución es en la cuestión campesina. No puede"nl,ent".
minimizarse cn lo prfmera mitad de este siglo procesos polfticos- específicos.
este problema, Son nacionalidades que no conforman un Estado lJn lu costa, en las zonas más impactadas por Ia penetráción ca_
propiq pero que sf tienen uDa larga traclición cle lucha, de iclen- plt¡lli$ta, donde. ,la mayorparte de .los trabajadores eran asala-
tificación cultural e ideológica, que una y otra vez salen a luz t'lntl«rs, la principal movilización se generó en torno del estable-
y se repiten. No es casual que los campesinos cuando tomaD r:lrrricnfo y desarrollo de las organizaciones sindicales v de las
tie¡ras o cuando son confundidos por la demagogia del reformis- lrrclrrrs polfticas de los trabajadores de las plaritaciones de azú-
mo burguéi saquen por delante sirs reivindicaciones de naciona. crlr y, en menor medida, algodón. Este proceso estuvo acrmpa-
.lidades; no es casual que el gobierno de Velasco haya tenido flado por la organización de los pequeñbs propietarios de los di-
que declarar al quechua Ienguá oficial simurtánea al iastelrano l'ercntes valles, especialmente del norte, confluyendo en nume.
por la situación de aislarniento en que se encontraba frente al ros¡r$ ocasiones sus movilizaciones con las del .proletariado agrí-
conjunto de clases y buscando respaido. r-'ola, ambos en lucha.contra 1á gran burguesía agraria oligárquica.
Por último, querla señalar dos aspectos. por ur lado, la pre_ t.ista movilización política y organización sindical que comien-
sencia polÍtica del campesinaclo comó princiyal fuerza clemoirir- zr¡,r muy temprano *en las primeras décadas, de éste siglo__
tica aliada del proletariado, como eje dá ra Jucha contra la feuda. vtr ¡\ scr canalizada en los a-ños treinta por el Apra principalmen-
Iidad, como bastión del demoledor golpe de masas a Ia semifeu. -estos
te, que enconirará un sóIidó apoyo en sectores: posterior-
dalidad. Porque cuando en la década del 50 se produce el es_ lr'¡on.tc, cn el desarrollo del movimiento va a operarse un despla-
plazamiento de la contradicción a ra lucha nftida entre
ras. dos zu¡niento interno, ya que el proletariado agrícola va a ir asumien-
vfas ¿cuál es Ia fuerua principal que impulsa eso? ¿Beltrán, o clo cada vez mayor peso, Hoy el Apra ha perdido en gran ms
el movimiento campesino que se Ievanta por todo e,l palsa ¿áu¿ dkla su anterior hegemonfa y son más biá las orlanlzaciones
es lo que termina dándoles un golpe de muerte a los terratenien.
clasistas ---como la CCP- las que cuentan con importante. pre-
tes en nuestra patria? ¿qué los obliga ya a tener que pasar a
ver cómo desarolla¡ capitalistamente el campo? Es el iampesi- tencia cntre los asa'lariados agrícolas y, en menor medida, en.
nado, no la clase §ominante. De otro lado, el otro aspecto, hay tre los pequeños propietarios de la costa. Resumienclo esta pri-
que ver cómo el campesinado despliega su fuerza en la lucla rnern lfnea cle desarrollo, se constata que en .la costa, donde se
por el poder, cómo se crean organizaciones campesinas, qué sig- h¡r clc.sa¡rollado una agricultura ile carácter capitalista, se produ-
nificación tiene la sindicalizacién campesina, Ias comuridactes cam- cc la progresiva afirmación de un movimiento campesino cuyu
pesinas, y lo qrre después serán organismos naturales de plinclprrl caracterfstica fue la organiiación si¡dicaL y la moviliza-
que irár surgiendo en el campo. Estos aspectos son loi que
¡rr>der. ción lrolftica del proletariado rural, que intervino muy activamente
marcan las estrategias en la lucha por el poder. Sostengo que y err lugar destacado en las luchas alti.oligárquicas de los años
13 estrategia de colaboración con la burguesia, de inclusióñ en el tt'clnt¡r y cn las po§teriores movilizaciones populares.
Estado burgués a través del tránsito pacffico, supore reqhazar l'in las zonas más tradicionales de la sierra, por otro lado,
Ias exigencias y a favor
.campesinas, ponerse en contra de eüas ¡lreclorninan en Ia primera mitad de este siglo relaciones de pro
de la burguesÍa. Y justamente de 1962 en adejante esá estrate- clucclón precapitalistas. El campesinado no se encue¡rtra someti-
gia está en contradicción con üas principales experiencias y ma. tlo únlcamente a la explotación del terrateniente gamonal sino
neras como se trata de canalizar Ia lucha campesina. quc sc mantienen irhportantes zonas de pequeños propietarios y
PORTOCARRERO: precisando cl tema del proceso polÍtico rle r:o¡nrrnidades campesinas que se ehcuentran bajo la tutelá
del campesinado y sus relaciones con el movimiento ob¡iro ha. y r':l control de las diferentes redes de cacicazgos y pderes lo-
r:¡rles. En toda la región de la sierra se desarollaroo.,oa serie de
128 ttrovlliz.lrciones, de carácter a menudo disperso y espontáneo, que

t29
tienen hasta los años 30 un rasgo común: constituyen reacciones MONCLOA: Este punto es fundamental en
de defensa frente al voiaz avance de la gran propiedad terr.ate-
Ia definición de
vnr'ios ¡rroblemas.
niente. Una serie de estudios permite constatar que desde fi-
nes de siglo hasta 1930 se genera un creci¡niento muy fuerte de PORTOCARRERO: No podemos poner en un solo saco a eml
las haciendas a.partir de un estfmulo muy claro:.al ampliarse el
mercado ,interrro, por efecto de la penetración de1 capitalismo en
+ l)r'rsl\ con'ro la Grace o
iltr¡r¡¡r1..,
Casagrande con un terrateniente-ga-

los enclaves agricolas y rniaeros, la tierra se convierte en un re- LIi'l'lt'S; ¿Ni siquiera en el "solo saco'í que domina el Estado?
curso codiciable para el gamonal. En consecuencia,,éste comien-
za una serie de operaciones de usurpación y expropiación, am- P0Ii'IOCARRERO: AllÍ sí, pero distinguiéndolos como dife-
pliando violentamente los linderos dé su prápieAaa. Toclo esto lr'nlci;: brrrguesfa agraria de un lado, y del otro terratenientes ga-
provoca ,las naturales reacciónes de defensa del campesinado, tttolt¡tlcs r:t-rya base eóonómica y social és de carácter precapita-
que se expresan en las sublevaciones y revueltas locales, corao lirl,r,
en_ el caso de Puno, por ejemplo, l.li'I'TS: Pero Casagrande tenía todo su sistema de engáuctrc
lstas explosiones son contro,
ladas por los gamonales gracias a Ía ayuda que les presta el go- olgnrrizado hacia arriba en la sierra y hacia la selva, lo cual de-
bierno, que reprime,severamente a los cimpesinos y Iegaliza ias lelrr¡lu¡tba una'alianza íntima, intima con tdo el sistema gamona-
usurpaciones de tierras. ll$tn .sc:rrn¡ro, . .

Desde 1950 co¡nienza a modificarse esta situación y las Iu- POI(TOCARRERO: Estoy señalando la alianza, pero también
chas del campesinado en Ia sierra se plantean en otros térmi- l¿r tlll'cl'errcia, quc me parece importante, deue había una compe-
nos. Se produce una crisis del latifundismo tradicional. Hasta esa nr:trirt:ltlrri¡ Sf. Y también incluso una complementariedad entre
época,'los campesinos se encontraban bajo la dominación del ga- r:rr¡rilul r:xlranjero y formas de producción precapitalistas. Pero
monal, que formaba parte de la alianza polÍticá en el podei del tlc ur.»rrr¡rlcrncntariedad no.podemos saltar a identificación en el
Estado aunqüe en uná posición secundaria. Pero, sin dud4 cons. ruisuro grupo, , .

tituÍan los terratenientes tradicionales una clase de apoyo de cier- MONCLOA: ¿Puedo adelantar un ejemplo? l,a diferencia que
ta importancia. !. y Torres Belón. Gildemeister decide to.
cxistt: errtrc Gildemeistsr
LETT§: ¿Estás diciendo que los terratenientes ,en los años tlo el ¡rroceso ecoriómico del pals. Torres Belón o un Manche.
reinta participaron en Ia aliánza polftica Estodo en una go Muñoz conseryan la dominación polftica de los sectores.mar-
condición secundaria? "n "i gln*rlos dc Ia sierra, pero no decide en los.grandes problemas
PORTOCARRERO: Sí, secundaria, pero .importante.
rlol pafs. Sf, me parece corecta la diferenciaqión. ..
LETTS: ¿Secundaria frento a quién? ¿Quién estaba en la II(J|{'I'OCARRERO: EI bloque en eI poder está conforma-
priacipal? rlo, {,.rr los primeros decenios de este siglo, por la burguesía im-.
. ¡relinllstn, la gran burguesÍa oligárquica ágraria y comercial-finan-
PORTOCARRERO: La burguesía imperialista y la oligarqula r:iclu, y, en un lugar secundario, los tet:.atenientes gamonales de
agroexportador4 de la costa.
la slcr'r'1. Esle bloque es el que comienza a desarticularse en
LETTS: iQue no eran terratenientes? Lr!¡ ¿uios 50. Se produce un hecho importante: Ia crisis de este
lalllr¡r¡rlis¡¡lo tradicional, que proviene de su incapacidad para de-
PORTOCARRERO: Me estoy refiriendo co¡rcretamente a te-
¡prrolln¡' las fuerzas productivas; y, sobre todq de la misma diver-
rratenie¡ltes gamonales para distinguirlos...
r¡ll'k:rrclón cconómica y social de Ia sociedad peruana, del au-
LETTS: ¿De un latifundista serrano, provinciano? rtrerrlr¡ dc las comunicaciones y Ia migración interna, de la supe-
PORTOCARRERO: No, para distinguirlos del Sr, Gi.ldcmeister., r'¡¡r'lr1rr clel anterio¡ aisl,amiento del mu¡¡¡do.rural tradicional. Todo
que tiene obreros y es uri-burgués agrario, Por eso preciso: la- rsto t:sti¡nula la ¡hovilización .campesina, elemento central que
tifundista-gamonal, tenrateniente basado en relaciones de produc- rrgttrlir.rr h crisis del .latifundismo tradicicinal. Es en medio de esa
ción precapitalistas.., ('rryr¡¡lturil que se producen las grandes movilizaciones campesi-
trirr r lc 1957-64.
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No se puede decir que estas movirDacrones eüminan ar lati- l¡ lrrt:l¡¡r clcl proletariado agrícola de la costa al lado del mov!
ftrndismo tradicional, precapitalista, pero sí es evident* qu" i" ,rl.rr() .brcro contra la dgminación oligárquico,imperialista, por
asestan un golpe del que no se recuperará, conmoviendo toda
la.estructura social y porftica aát camio tradicionar y cotocanJo
el ulrrr, cl combate contra los gamonales, en el que se materiali-
:r. la reforma agraria sobrc el tapete. óada
r¡rlr¡r¡ lns cxigencias de Ia reforma agraria. pero es -imporlante
rura de la: .difer€ntes nrrl¡¡ 1¡uc esta segunda,línea de convergencia no se llegó a ma-
clases sociales asumirá ,r., p.og.i*u de reforma agraria
de acr"ler- t*r'i,llr¿nr plcnamente a nivel nacional. Justamente uno dé los pro,
do con sus intereses.
lrler¡I.:¡ tle ln izquierda fue ei no haber logrado esta penetrá;ión
§¡ s{to entonces,
.en
n¡oülizaciones campesinas
plena- crisis del gamonalismo, gue Iás r'rr cl agro tradicioual a nivel nacional.
en la sierra pre-sentan un panorama
más amplio, superan su anterior carácter aisladq ;áq;i;;;;
una presencia nacional; asrünen incluso formas ds, sind^icaliza-
ción, no tan definidas como las desarrolladas anteriormente en
la costa, pero indicativas del crecimiento del movimiento cum_
pe.sinoy de, la creciente influencia urba¡a.
I{asta los años 50 hay ,una línea de convergencia entre el
¿capitalista o semifeudal?
movimiento obrero urba¡o y minero y.l.as luchas á"f p*f"ü¡^¿" MALPICA: Me voy a permitir hacer una breve síntesis á" lo
agncola de .la coeta:, confluyen en sú oposición a la ^dominación evr¡lrrsión capitalista del agro y Ia formación de los latifund.ios.
del imperialismo y la.oliga¡quÍa, insertáird.ose bajo Ia tutela polf- (larln uno ha dado hasta ahora fragmentaiiamente
tl:l 9" las capas mediaJeih'fu"ta poUti"u A, ,U epooa,.a"uo_ su versión. yo
v()y ¡¡ (li1r' ,la mfa.
dillada principanrcntq por el Apra.. poi s"-la¿o, en
Ii sierra, er
combate principal enfrenta al campesinado con Ia expansión .
lirr r:l siglo pasado el tatifundio, sobre todo el costeño, fue
del gamonalismo, que constituia un sóporte de ra dominación f!nlr¡.1;1¡16 por los negros esclavos, hasta i¡ue se logró ta áUoli.
gárquico,imperialista, asegurándole el ioritrol social y polftico
ori- t'lt1rr rlt: la csclavitud. y entonces ia mayoi parte dé las hacien.
'las .zonas del interior dei pafs. En este -*"r"rg.n"iu d.e (l¿rñ-, como dicen las crónicas de entonóes, se quedaron sin la
sentido tu
d.e e-sf Iucha campesina con el movimiento obrero rr¡urrr.¡ rlc obra negra,'a pgtir de lo cual el gobierno se
üo obliga-
¿rlrededor de ,la exigencia de reforma agraria. "risto'iirabo rkr. ¡ l'¡¡cill¡¡r la imponáción de chinos sJmiesclavos. pero, l"os .

crl¡l¡ros venfitn contratados solamente por ocho años, después de


LETTS: Pero ¿quién era un soportc de quién? yo entiéndo los crrnles quedaban en plena libertad para ellos optar pór la vi_
que hay una interacción eir ra que el factor dáminante
rato del Estado. ..
.; .i.;ñ- rln que sc lcs ocurriese. Es así como la mayoría de lás chinos
ctrm¡rllan su contrato y luego se establecfan como pequeños co-
PORTOCARRERO| Clar.o. pero los intereses .dominantes en r¡re¡'cl¡rntes o cn otras actividades dentro de las distinás proün.
el bloque del poder e¡an los del imperialismo y de Ia gran bur- clns rlcl pals,
guesÍa agraria, y ,los teüatenientes tradicional",
de esa dominación, formando parte del bioque en
,i i.*;i; Ir¡,'rr fi¡rcs de siglo, con la reconst¡.r.rcción.de la economía
".un
el podeS pero
cn una posición seclrndaria. rles¡rrrtls tlc l¿r Guerra con chile, volvió a crearse el problema de
In tl]¡ttto de olrra en el agro, sobre todo en el mOmento en que
'LETTSI Pero a su vez esos terratenientes serranos It*i ¡rlnrrt^<:ioncs <1e caña y de algodón empezaron a cobrar gün
están s¿¡.s-
tenidos-por todo el aparato de.'dominación que ie basa arrgr, li,s entonces gue se recurre a la gran fuente de m"rá de
en el Es-
tado. Si se lo quitas, se vienen abajo. rrb'e r¡uc hasta' ese momento no habÍa sido usada: la sierra pe-
PORTOCARRERO: pero el hecho es que estos rerratenien_ t'rtnna, Y mcdiante el contrato conocido como ,,enganche,, se tiae
'tes gamonales no tenfan un peso ir¡llos cle campesinos sérranos hacia las 'plantaci=ones algodone-
fundamental en ras decisiones.
E*istfa¡ dos lfneas de conveigencia entre movimienio ;l;;i;; rB¡ y ¡rzuc&reras .de la costa. El contrato de ,,enganche,, tiene
y movimiemto obrero¡ quo se relacionan con la d.iierenciación ,rrrt'l¡a lmportancia, porque a través de este mecaniJmo suí géne-
económico'sociatr der mundo que he señarado. 'po. r'i.¡sc vr transformando gradualmente al campesino en ob'..ro
'urar "" iuJá, ttgt'Ít'olrt, Mediante este Contrato el .,enganchalor,,, que traba_
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r33
jaba para la hacienda, entregaba adelantos en dinero o en espe- ehé", Por ejemplo en Cajamarca, que era Ia gran fuente de abas-
cies a los campesinos de l¿i sierra, cuando necesitaban en ca' teelmiento de trabajadores a .los latiftrndios cañeros, para ese en-
so de enfe¡medad, ceremonias religiosas, por viajes, para éducar toucoe habfan desaparecido'ya ias oficinas de "enganche',.
a sus hijos o cualquier otra razón' A cambio del dinerÓ r'ccibi- [.os latifundios costeños se van ensanchando básica¡¡ente a
do se comprometlan a bajar a la costa en Llna fecha cleterminada. trsvóa del control del aguá. Desde el siglo pasado hacendados
Así lo hacían, y el ¡'enganchador" percibfa de comisión, de un 10 gomo los Larcq los Gildemeister, los Pardo, comienzan a adqui-
a un 150/o del salario de los "enganchados" que trabajaban err' las rlr los dcrechos de agua áe pequeños y medianos propietarios
haciendas azucareras, mocllante procedimientos legales e ilegales. Asl poco a poco van
A partir de fines del siglo pasado se aceniúa'la penetración conrclldando sus grandes latifu¡dios.
capitalista en el agro y sobreviene Ia formación de los grandes Otro es el tipo de, evolución de las haciendas capitalistas en
latifundios. Creq y hoy es bastante más claro'el problema, que ln tlcrra, -cuyas más típicas representantes serlan las laneras: las
Mariátegui estaba equivocado cuando afirrraba que lgs latifun' do Puno y sobre todo las del centro del pafs. He tenido ocasión
dios provenfan de'la Colonia. Los más recientés estudios demues' dg oetudiar al detalle diversos conflictos en el centro del pafs, y
tran que la mayor{a de los grandes latifundios se formaron a fi- bu¡car su origen.
nes de[ siglo pasado y se expandieron y consolidaron en las tres
primeras décadas de este siglo. Esto incluye no solamente el Ia" Al parecer h comienzos de siglo se 'establecen en el centro
tifundio cañero y algodoirero, sino también al latif¡rndio 'lanero. algunas compañfas mineras, principalmente la Cerro de pasco.
Los principales 'latifundios que han subsistido hasta 19ó9 se for' 'Habfan otras como las de las familias Fernandini, Gallup o Ba-
maron a'fines del siglo pasado y se consolidaron en Ias primeras tTQda, peto el caso más tÍpico és eI de Cerro de pasco.. Esta cm-
clécadas de este siglo. pruaa minera se establece sin te¡rer ningrin interés por explotár
MONCLOA: ¿Y es la penetración imperialista Ia que define
lrtlftutdlos. Pero, surge eI problema de los humos Ce la fr¡ndición,.
ll¡rneda Stnelter, creándose un grau conflicto que llega a. figurar
e impulsa esta concentración de tierras?
en dlarlos y revistas, de aquella éi:oca,,en.la ciudad ae'I.ima. Se
MALPICA: Exactamente. No es la herencia española' A mi producon tamblén diversas intervenciones en el parlamento por
modo de ver se forman tres clases de latifundiq a los cuales parto de los rqrresentantes iegionales. Se acusába a h cóm-
es importante definir poryue van a dete¡minar más tarde ios tres palll¡ de que los humos de la funüción estaban malogrando los
tipos de 'lucha que se dio en el'agro .en la década del sesenta. Pa¡toa. Se nombró una comisión presidida por el Ing. Bravo, pa.
Uno: los latifirndios de la costa, cuyos más destacados repre§en- dnc de Jorge Bravo, que hizo un informe.bastante bueno, demos-
tantes son los cañeros. !s aquf donde avanzó más la penctra' trativo de que era cierta la acusación que haclan los agricultores
ciór capitalista. Todavla en algunas haciendas costeñas existfan 'y ganadoros a.la Cerro. Por lo tanto la Cerro debfa indemnizarlos. ..
rezagos de relaciones precapitalistasr pero hacia los años cin-
cuenta ó sesenta resultaba diffcil caracterizarlas corno semifeu- MONCLOA: Curiosaménte, ¿sabes cómo muere José B.ravo?
dales. En estas haciepdas existlan relaciones plenamente ca- En una accidente de tránsito... en Nueva York.
pitalistas, con a,lgunas hibridaciones precapitalistas en las rela' MALPICA: Entonces ,la Cerro, se encontrú en iá disyuntiva
ciones cle producción. Estos latifundios trabajaron principalmen- do lndcmnizarlos o comprarles las tierrás. Después de algunos
te con la mano de obra se¡Tana "enganchada", que poco a poco cálculos decidió adquirir las haciendas, todas las haciendas que
se fue estableciendo como obrera. En 1969 ya prácticámente lucao cbnformarfan la División Ganadera de la Cerro de Pasco,
no existía el' "enganche" ¡mra las haciendas cañeras. Esto se lncluyondo la Negociación Agrlcola de Junfn, que pertenecfa a
debió a un doble fenómerro: de una parte los'latifundios cada vez loa Olavcgoya, gente muy próspera en aguellos años. Adquieren
mecanizaban más üas 'labores agrlcolas,. es 'decir requerfan cacla ,grf, 400,000 hectáreas, y una vez que lo hacen ca¡mbian el sist+
vez de menos mano de obra; de otra parte cada año era mayor ml dc'fundiclón; colocan una serie de filtros que decantan las
Ia emigración voluntaria de los campesinos. serranos hacia Ia lmptucpas, de manera que se pueda recuperar una serie de ele.
costa, Estas do§ razones combinadas dan por resultado que pfl"
mgntos tóxlcos como el arsénicó. De este modo los humos de
ra los sesenta. prácticamente hubiese desaparecido el "engein' ja¡ de ser un gran problema, y esas tierras que habfan sido com.
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pradas en un mornento en que no valÍan. práctica¡nente nada, se IIvL{LPICA: Era muy pequeño...
tra¡rsfo¡man en una próspera zona ganadera, DAMMERT: Muv pequcño conro número,.y
MONCLOA: ¿No existirfa acaso una intención, un iuterés pre- euldar fu¡rdamentalmente al ganado. p.rpu¿, estaban alU para
vio por adquirir esas tierras? Porque igual hubieran podido ins" mojors en la crla aer ganaal- p-aá'lJí.*i.r"loro.la Cerro lntr6duce
talar los filtros y ahorrarse los llos con los campesinos <le las acabar óon eI
8en¡do huaccha, en un proceso-de lücha contra Ias formas pre-
haciendas... eopltrllrrss que todavia exisfiá. -p";;
MALPICA: Sf, pero eso ya entra en el campo de Ias especu- ducolón campesina. incft¡so c;-
!i'."ooj,r"¡o de Ia pro
laciones. Pudo haberse dado también el caso de que posterior- que Ie vendían pxi,
"""Jo-i"ol'
ducto¡ a Ia propia Cerro,_ incfui¿os-eilf ,-irt"rnu latifundista, ha-
mente a la compra de nuevas haciendas se descubriesé los'sis- bfe prcdomtnancia de relaciones á"--ñ-i"ir¿ar y de servidum.
temas de purifioación de Ios humos. No sé. Mis conocimientos brc quc la cerro utirizaba ñ;i;;ñ-paia
en el campo de la metalurgia no llegan a tarto, de. un pequeño secror dg huacchilleros "iau,izar esa com.
DAMMERT; En el libro de Alberto Flores Galindo en que ana- llftgl
Sren oxtensión de tierra.
conrrolando úna
liza la conformación del'proletariado minero se l,abla de las di- IIÍ.,{LPICA: Mirá. r
ficultades de Ia Cerro de Pasco para conseguir mano de obra, y
se dice alli que para sacar a los campesinos de üa tierra la em-
b,'ñ";;ii;i".,"",i'""'i;#h?"1':*i.,r:1"i3"::.,"1,r::*
-!t..-_vu.s.¡w¡v. qr ta zorl?L cel centro era importante:
-".ári"¡i^ pero en
el. cr¡o concreto de Ia Cerro
presa tenÍa que ser o aliada de los gamonales o olla misma pro- *or, reducido. La
muy r a empresa
aan¡^^^ fue
&.^
pietaria de tierras. HabÍa, además,.un segundo problema; la ali. "r.
mentación de .la fuerza de trabajo. Así esa zopa ganadera era,
:"fl ':lyi3^,u-1":..1"*ql;'*."*';;,;dH"iáil'Tliü"H:
1,,*:li,,lr:r.oT,1T,I"1.di.91on,r",-ii""iJ"áiJ""*i'iüI,-,i"í'iilT;
fundamental para mantener y abaratar el costo de mantenimiento I,:*lll=:,.Ad;;ás,;ab;;J'"ffi ;';;";i,:il##Li,f#
de esa fuerza de ,trabajo. Creo que estos elernentos bastan para
pensa¡' que había un plan para hacerse, además de propietaria LÍ:f*T-,::dfT_ry_9q::tos
¡antdcros
a I, que ;;
crro,
de las comunidarles vecinas, "dil;il;
no habían sido ex'
de Ia mina, propietaria de la tlerra. ñrcliiá* JiTl§;
MAI,PICA: De acuerdo. EI hecho concreto es como tú Io ma-
"r-;;;o;ü:1:fi;
defi$-r¡or último
,-,!ulerg el tercer ripo de latitundio que se
nifiestas: que al final Ia Cerro.se transforma en un gran monopo- mantuvo hasta 19ó9; era el típico latifunaio serrano
Iio de demanda de mano de obra, en cuanto controlaba las mi- cfa al gamonal, eu. el cual i"t.irii^":i"iicioncs que pertene-
de proclucción
nas y las áreas agrícolas de toda la región. Para el campesino prccapltallstas, de renta en trabajo
Ia alternativa consistfa en emigrar o ser empleado u obrero de nando que a los agricutt.r"s , ,;;; en,especie, determi-
mlnsrs pongos,
á"e eri eiiiirrn¡o¡.r,
-t¿pig"rl se Ies deno
la Cerro. Este es el hecho objetivo. Reitero que mis conocimien- huasicama-s, nuacchilieros, _"¿i;;rr, ;;
tos de metalurgia n<i llegan hasta a sab¿r si Io de los filtros fue cloroc, compañeros. etc., de .*"rao , i" nlmenclatura regional.
o no una casualidad. Procesos parecidos ocufltn con otras ha- !,o1 Qctoe tres tipos ae'ratir,náiárii q""'* ra década del se-
ciendas, como Ia de los Ferr¡andini, que a través del control mi' 06nts van a dcterminar los tres tipos t-
nero de .la zona adquieren url gran latifundio. Semejante es tam-
conni"tor qoJ;ñ-
bien el" caso de los Gallup Barreda; y parece que en algunas :mt,,'cn el agro peruano, tema der cual me ocuparé en otra in-
,loruonclón.
zonas de Pu¡o el proceso eS similar, ..'
ARIAS SCHREIBER:
DAMMERT: ¿Y por qué caracterizas comc¡ capitalista a un .Bueno, se t¡a trectro ya una amplia p+
rlodificactón'y ctasificación
latifundio del tipo que tenia la Cerro? 9"'q,y;;ñ;;
y do la naturaleza de estas etapas tas que ha pasado
d; la ;ropiedad terateniente
MALPICA: Predominaban las rclaciones salariale§. Todavfa en ol Pcnl. pero a mf.me parece que ,lo ur*ii"i". iüdil;';j
quedaban huacchilleros, pero muy marginalmente, Las relacir¡nes. rtpocto polltlco de Ia lucha por la^tierra J"'to,
cran capitalistas: los ingenieros, .los empleados y los obreros eran quo rlgniflcan los campesinó, i"
trabajadores de la Cerró, con todos 'los derechos sociales del rrvoluclón democrática, ""-" oiir¿i en "r*;;r*;
Ia lucha por la
obrero minerp. Además, eran haciendas que producÍan plusvalfa. 119ional, ;tii-d;irt",;ili;ftñ,
pcrrpcctlva hacia el socialismo.'v ;;
DAMMERT: Este punto es bastante polémico, porque habria tl r Rlcardo Letts en un momentopor-"ssobre
I" hd-;;;ññ;:
,i ¿l
-u*qr." "qü
que Jer bien el peso estricto de los httacchilleros. hrbfa postbilldades de que fa Uurgueslá, "osiá""a["
rlamente, comandará u*itor**ir';;-ir;ñ tuera tempora-
de los campesinos
136

137
contra el feudaüsmo en el Penl. ¿Por qué? Porque me parece
que a pesar de la importancia de todas las periodificaciones que Sobre esto debemos tomar en cuenta varios puntos: el pre
se han hecho una de las más interesantes me parece la que aca- plo sistema de huacchas es semifeudal, en cuanto no es una for-
ba de hacer Malpica sobre el hito que ma¡'ca Ia segunda revoiu' ¡nB dc pago en salario sino en trabajo, a,través de dejar que el
ción industrial, en buena cuenta, sobre la penetráción del capital ganado de los huacchilleros coma el pasto de la gran propiedad.
monopolista en el Penl, ,Ia búsqueda del petróIeo y del cobre, Incluso es, una for¡na de contradicción entre esa relación-preca-
que son las fuentes de energía ,esenciales de esta segunda revo plta'llsta y el ganado flno que tenla la empresa. A partir dél me
lución industrial: eloctricidad y petróleo. Y cómo todo esto ayu' Jonmlento de su,ganado la Cerro tiene mayores contradicciones
da a la conc¡ntración del monopoho de la tierra en. el Perú, y de con sl hr:acchillero, y de allf trata de irlos a¡rula¡rdo sistemática-
esa alianza que .se produce eortre el capital inglés, inicialmen' montc. En algunas zonas lo ,logra, en otras no. pero el hectro de
te, y los grandes propietarios; alianza que polfticame,trte se ex- quo osa gran propiedad tenga como base un reduc.ido sector de
presa en el Partido Civilista, aI que se le podrÍa tal vez deuomi' trabaJadores bajo el sistema semifeudal de la huacch4 indica la
nar el partido de los latifundistas, de los grandes 'propietarios proroncia en la base de un problema aún máyor: que esa gran
aliados al capital monopolist.a inglés, y que ttwieron fue¡za en propledad estaba inmersa en un sistema de relaciones múcho
los años iniciales del Siglo XX... niÁe arnplio, con comuneros, parcelarios, etc., que tenÍan una re-
laclón dlrecta con la gran propiedád terrateniente. porque en ril-
MONCLOAi Perdón Félix, ¿no crees más bien que el Part! tlma tnstaücia ellos habfan sido despojados.,.
do Civiüsta corresponde'm{s a los intermediarios, afentes, co'
merciantes y financieros del imperiaiismo inglés? PORTOCARRERO: En la zo¡a del Valle del Mantaro nunca
ha habldo latifundios extensos ni mayormente tecnificados...
LETTS: Lo que tiene que ser dicho allí es que estaban corno
u.ña y carne, y que incluso el latifrmdista serrano de Lucanas se I\{.¿{LPICA: Bs r¡na zona de cam¡iesinos i.ndependientesi..
unía a las actividades del capital inglés. Ese tipo cultivaba pas' DAIvIMERT: No niego la existencia de campesinos indepen-
tos y hacla crecer ganado para traerlo a l-ima y convertirlo én dléntes en la zona del. Mantaro. Más arln, es una de ,las zónas
mercade¡{a importada por la. casa inglesa A, B o C, para 'llevar con campesinos ricos más desarrollados en el país. pero justa.
para allá y realizarlocalmente. Ese hombre estaba en proceso mcnte cse sectór campesino, o el sector parcelario de las altu-
de transforrhación de üatifündista serrano a burgués intermeclia' rts de Hua,ncayo o los comuneros de Cero de Pasco son traba-
rio aI seryicio del imperialismo ingiés. Jadorcs con una relación determinada con la gran propiedad. No
ARIAS SCHREIBERI Eso está muy claro. La unión de estas ostdn aislaüos, no están fuera del mundo.. .
clos fuerzas enemigas del pueblo peruano y contrarias a su prir. PORTOCARRERO: Se vinc.ulan con ,la gran propiedad de la
greso, gue fue la penetración clel capital monopolista a taiz'de Corro..
la segunda regolución industrial y los grandes propietarios... DAIvIMERT: Y otras grandes'propiedades de Ia zona. ¿Cuál ,

DAIVIMERT: Me parece que aqul hhy un gran problema cen' ós esta relac.ión? En el mercado de trabajq en el abastecimiento
tral inicial gue es la caracterización de, Ia gran prgpiedad terra' do prcductos alinienticibs.. .
teniente que tra realizado Malpica, en tre§ ramas priucipale§, co'
rrectas pór su'diferenciación, pero el punto central de 'la discu' . PORTOCARRERO: Pero cs una relación con la gran empresa
sión pasa a ser esa segunda fÓrmula, que él llama capitalista,
lndustrial. , ()
con ló que supone que eüu tiene a la base un desárrollo capi'ta- DAMMERTT Gran empresa industrial que justamente se.basal '
lista. A mi entender ella tiene algunos elementos capitalistas, so' an afirmar ,las relaciones de tipo semifeuda'I. Es ese justamente .
brc todo en cuanto está imbricada con un propietario capitalista, un punto que está en discusión no solamente en relación a la gran
el de la mina, que .la desarrolla capitalistamente, pero en el ompresa industrial sino a la burguesfa. Justamente'la burguesfa
campo esta forma de tatifundio se basa en desarollar al máximo on nuestro pals no desprecia la feudalidad, no parte de pisarla y
las relaciones semifeudales, A mi entender Esta segunda forma dostruir,la, sino de utiüzarla. Hay una cita de Mariátegui donde
de propiodad te¡:rateniente es semifeudal. afirma que aunque no se ha. logrado la liquidación de la feudali
dad, "nuestra incipiente y mediocre burguesfa se muestra inca. '
¡raz cle rcalizarla". Y justamente el desarrollo capital.ista que ha
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139

t,
habido en el campo es a partir de Ia uti.lización de esa feudali. DAMMERT: preciso: en estos últimos casos es gran propie.
dad. Qué üferente serla decir que ha babido un.. huracán en eL dnd tcrratenlsnte que ahora es capita.hsta. ..
campo, que la penetración imperialista ha causado tal destxuc-
ción de Ia feudalidad en alianza con otras forrnas, que parte de LETT§: Justamente yo vgo allf un problema, entre el nivel
granjeros capitalistas, de otras fracciones de clase con .Ias qqe do lr¡ rclaciones de produccién, forma de reafizaái¿n áL l; pü-
se 'alÍa. No, el imperialismo aquí se alÍa justamente con los te- y¡.lft, ac es-a empresa, en función de lo cual podemos caricte_
rratenientes. A algunos .séctores los destruye, les quita Ia propie- ntlrla, o si podemos hacerlo en función ae to¿ó el sistema polf-
dad, pero a otros los trata de convertir en burguesfa intermedia- tlco-ldoológico de dominacjól qu9 es empleado para assnt;
ria- Y eso sobre ,la base de mante.ner y de afirmar distintas rela. ll¡ forma de ,realización de la'plusvalia.L-. á;;
ciones básicas de producción, quc son relaciones de servidum- DAMMERT: Allí el error es otro, y haQrÍa que discutirlo des-
bre en el conjunto del campo. puá¡, y ese error está en oer ar apárh¿á ¿'et pstaao
MALPICA: ¿Qué caracteriz'a lo capitalista o no capitailista de
¿oii-
tánt6 ,or cncima de las clases. Sostengo que la gran"or"" propiedad
las relaciones de producción en el campo? El.meroado de traba- 0n algunos sectores se,transforma en-capitalist.; p;r-É-;"h
jo: capitalista, típicamente salarial, con todos los beneficios so 0lgn€§ de producción que.tiene, pero ,parte de un mundo
ciales que establecfan ,las leyes peruanas para el minero; segr:n. y 0n otros sectores mantiene e incluio reproduce, po" Jfeuá, lnJ]
do. .. plsnto dcsarrollo capitalist4 formas de producción
iemifeuüres.
¿Para,los h.uacchilleros? qué? Porque aquÍ lo q,r"
¿Por
". esti-cómo
ptodad dcl capital sino de la tierra,
áiscuti"nao ,ro lul*
No, para los trabajadores de ,la Cerro... ",
está concenti.ada
tlmil cómo et conjunto de ta fuerzá ae i."Ua5o yá;ü-;*pü:la
y
DAMMERT: Pues yo no estoy üciFndo que los trabajadores t¡rlo¡ ostablece relaciones.. mutuas a través aá ta propieá"¿'.¿"
de la Cero fueran feudales. En Ia empresa Cerro de pasco hay le tlcrre, Distinto serfa si'esruviéramos viendo d
un desa¡rollo capitalista. Dura¡te un largo perfodo inicial la em- 'relación f;É;"J üi
presa opera sobre la base de una fórmu,la mixta, a través cle la Paqdt+, gi.¡e supgne que haya una ae exptotaciOn a""-
cual va haciendo una transición hacia el sistema del asalariado; l¡rlada. Esa es ta di;tinció; u¿siL que- ir"y qo" ;;;t"*^ p;
no empieza inmediatamente con Ios asalariados, Porque quienes ol a¡állsis del concepto de gran propieáaa y ,las diversas relacio_
van a trabajar a 'la mina durante mucho tiempo son campesinos ner do producción que .él imptica. fo" oo yo decía. que
gunda forma.a la que hace ieferencia'Malpila ta ie-
y más tarde se van diferenciando. Pero el hecho .de que la em" tiene que tomar
presa tenga en su gra¡ propiedad de tiemas un reducido sector on cucnta cuár es er peso específicb de roJ huacchilreros
dc 'la. gran propiedad terrateniente, .ro u., relaciórn a
.ñ;
de huacchilleros no cambia Ia base ,semifeudal que está en reia- la empra
ción con todo un mundo de parceleros, tematenientes, etc., con ¡a mlncra como tal, que tiene ," p*pio ¿*arrollo.
un mundo semifeudal. Lo sntérior sobre la d.ivisión entre tres formas de gran pre
plcdad con disttntas
_relaciones a" p*i"".i¿n, es ta-Uis;. f;;
MALPICA; Dentro de tu.razonamiento las. haciondas enan se-
mifeudales porque estaban inmersas en un mundo campesino se- e su vcz está estrechamente vincuüdo con la potencialidad áe
mifeudal. Las milas estaban inmersas eri estos inmensos lati- la burguesfa, ¿Hasra qué punto ;; ;";;* pafs ta burguesia
fundios; por consiguiente también tenfan q.ue ser semifeudales. ttono-una pote,ciaridad. suficiente go-o p*" poder
hacer su de-
Y eso es un disparate sa'ol,lo capltalista dest.'yendo ,ta feuaafJá¿l
iHasta ;;¿ ñt"?
. LETT§: Yo creo que aquf hayrs¡¿ forma «le anál.isis eono llll.la qué punro puede L
ab¡.lrlc campo a la lucha.d"t9"rer"irr, ""*o
ai"u-,sri*-s;ñü;
micistá que co,nstituye un error, y lo es en ambos sentidos: tanto la tierra? ¿O has-
para negar como para afirma¡. Cuando el compañero Manuel "i*p"rirr.áolor
tn dónde justamente Ia. burguesla al intentar ,resolver desde su
Dammert dice gran propiedad temateniente, a,lll va implícito ---.en punto de vista ,e interés de- clase -;g;";;;
te¡ratenient+- lo de la relación amo.siervo y el eleménto feudal o "f
obr.lrlc campo a las exigen"i". cr*páilÁ
pr"Ul"ma ;;
semifeudal, y él llama gran propiedad terrateniente a cualquiera clerra más? y habrá quJanalizar áüp"¿. q*én , justamente se lo
tiene las tie¡ras
de ellas, incluso a Tum¡ín y Casagrande. on sus monos con la reforma agraria de Veiasco.
ler \¡lsto con más detalle, con ,iú-e"o., en-fo¡ma E.to tie;;;;;
*i, püirl.*
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141
Quisiera ¡eferirme rápidamente también a lo que sef,alaba
Portocarrero en el sentido de que antes de 'los cincucnta habla ?o 1o' tcngo con la mayor.parte de lo exprresto
una alianza a partir de una similitud de tipo salarial reivindicati- prncl.§, pero me siento mG mayores discre-
ü'Xiientacioo del debate
yo. Me parece que es fundamental caracterizar si el problema de Suc ostó
pujando por colocar""."u-al
."-"rnti'Félix Arias schrei
la tierra -en €se perfodo y actualnaents- es un problema no D€r, y Gse mismo fue ol sentido""A" mi-p¡áera
sólo de reivindicaciones inmediatas, sino que afecta .las bases de intervenclón.
,mfl:r^:",.1"r1T *ry de las movitizaciones campesi
poder en su eslabón débi,l, de una clase que sustenta el Estado I
burgués semicolonial. Si es una reivindicación que sirve de ne-
xo, de alianz4 o si justamente al resolverse uno de los problemas
lglcll= lg nar ¿* p'"i*i.;i;;;ü'ffiHi::-LffiH.
tt
lf ?r.ql'^i?-ll,"id+";eá9.f ",q,-;j:';-:i"#;¿".'éil".';
de la revolución, que es el de ,la tierra, se tiene que cambiár la ij:,11,tr,r#,:11"".o"--*-.1yo:]{olreriiepá.t-iñil'd;;ü;
;;;fi;, Ti;,x#:¿.ffi
estructura de conjunto de la dominación, de clase del .Estado en P":*§i:::":':rtg'r^T..d;;;{'ilüil;i:,ffi
nuestra. patria. O sea que el campesinado para resolver su prc :Ii::l:lf: aI oo.
,Estado; ", "i"ir,
y
ñ1[¿""1§l
Jii iár',ir""#.;e;;3
blema de la tierra tiene que cambiar la forma como está impiesa :f§"t:iÍ: 1^]:11:r,.*nientes
la estructura de clases en nuestra sociedad, como está impresa
la dominación de clase eaemiga. Eso ,Ileva a estab.lecer de otra
*:* *f ,
. 1"_'",T:_'-
qulón, Hay u¡a.
inte¡arción, ..
"oáo
q"u á""i. ri,".i""á,#il,"';i'á #r,,:H";
forma las a,lianzas y a plantear de otra manera el peso poUtico He señataclo ya que tienen un papel se.
de las alianzas on ,la .lucha por el poder. Por ejemplo, durante .r"iltlOaARRERO:
los rlltimos años en .las luchas iampesinas se ha dado la lucha LETTS; ¿Secundario de quién?
por la tierra, y ese es un elemento de vfncuio con el proletariado.
PORTOCARREROT De la burguesía
Otra cosa es que esa lucha sea espontáriea, o esté mal dirigida, qUlr egrocxportadora... imperialista y Ia oligar-
o esté parcialmente mal dirigida. Pero en general la de la tiera
es una reivirldicación programática a través de ,la.cua'I, desde el LETT§: Pero alU está el problema. No, la
.punto de vista político, se establece una relación con el proleta- cuestión no es
qUG los tonratenientes, esos tengan un rol secundario
riado en la lucha por el poder, Entiendo que ol debate d€ estos d!¡, ¡lno que su rol de sostén iU erüá"'"s secundarioen ol po.
dos ultimos puntos habría que continuar.lo precisaado mejor el clón a su condición d,e sostenidoi lii'ií nrp¿o. en.rela-
problema de las dos vías de desanollo en nuestra patria. Ciorta-
PORTOCARRERO: No. No {o inrerpreto así.
mente hay desarrollo capitalista, pero el problema está enr que
hay dos vlas que son dife¡entes. No se puodo decir que como . LETTSI Y sin embargo er purto es esencial. Esos terrate.
es capitalismo ya está más concentrada la tierra y estamos ante nlontes son sostenidos por et aparaio ¿e¡ lstuao. Eso es lo que
un mejor punto de partida. De pronto ese es el peor punto de lor ¡ostlene. y si trl les-quitarai el ;;";;" da t"t"a"-pá,
partida. dlrs, cl movimlento campesino UarÉ con alos. full;
LETTS: Hay ua problema aquf, porque eI sentido dc las in- PORTOCARIIERO: Ieual
tervenciones luego de la primera, mfa ha sido otro muy distinto 99n t-a bureuesfa. Si te quitas el apa-
rato.dol Esrado, en quince dfas los ;ñ;";;; ,barren,con ta bur_
del que yo habfa io¡cebido inicialmente. Yo he seguido con mu- guorf*. ,

cha faci,lidad la exposición de Felipe Portocar.rero y con mayor LETT§: Sf, 'en efecto. poro entonces hay que decirlo.
facilidad arln la de Carlos Malpica, y luego hay un momento en rece quo uno no estuviera diciendo nada, Fa-
que'Manuel Dammert hace una observación resaltando una refe- .pero en rea,lidad esta-
mos dlclcndo una cosa de la más g.*a" í"ip""tancia,
rencia de Alberto F.lores, entonces yo pensé gue si Alberto FIo cuán obvla sea. Hay que decir q"É no ñp";;
res la tiene es seguramente porque la recogió en el'Informe. i"rI"turri"rrt"s de arü es-
CIDA, porque eso está planteado atlf. Y el Informe CIDA es un
".o. V qr" ,ro es aI ,revés.. .
tán lootenldor po. éi aparato ¿et Estaao
trabajo que hicimos juntos hace ya doce o trece años con Carlos PoRTOCARRERO: .pero ellos a su vez sostienen...
Malpica y con el padre de Gustavo Espinoza sobro eI problema LETTS:. Si ya.está dicho.
de la tenencia de la tierra, que efectivamente plante4 si no todos, !s9
-_- cs dgminante?
mr porque no hay alli¿pero
cuál de ostas dos co :
gran cantidad de los problemas que han sido luego un
expuestos.
PORTOCARRERO: "q"iliU.ib;;""d::
!e59 es que una cosa es reflejo de la orra.
Ya quo participan en gt
1.4.2
bloque ¿ü;d*;;n sostenidos...

143
ARIASSCHREIBER:YtrlRicardo,cuandohablasdolEstado'
LETTS: Sobre eso no es necesario volver. Está dicho y re-
- qué te refieres? ¿A1 capital
¿a monopolista?
a todo-ese sis' contfndicho, y no hay discrepancla. Desde mi primera interven
iSffS, No, al aparato represivo del'Estado,ütima clén he dlcho que es el.movimiento popular quien está mohta,ndo
t"-, d" dominación-qUe se áxtiende trasta la aldea' en
[A egccna, pero no es su director. Bl director en esa escena es
forma de soplones, oótubl"t del pueblo y mandone§ que está1 todavfa ,Ie alianza de la clase dominante, su conjun¡o, Y si
a su vez ligados con el 'juez y'el subprefecto, el gobernador' to e1 ha-
sarl.nto E"" formidable aparato.q'': * la clave de €6n concesiones
-que son 'las reformas- es, porqui tienen inte-
ao
-U proUt"ma
"i"...- y esto es lo que por ,ningtn motivo puede pa' ré¡ do aplacar este rnovimiento campesino en auge, con el fln
de dgtotloflo, con el fin de impedir la concreción de su alianza
sar inidvertldo én un análisis del problema agrario en_ eI país.
Éon ol proletariado que-amena?a al conjunto de la estruchrra de
Y entonces ese ganronal §errano, que aparece siendo el sostén' dOmlneción con traer.la abajo.' Por eso es que hay allí en las
V q-"" cierto ñlodo lo es, sin gmÚargo está fundamentalmente
"" por el aparato del Estado, Y en el momento en que
ioíteni¿o rolonnas burguesas un profundo sentido estratégicq históricb
ocurrió en el ganoral contia el movimiento popular, contra la Revolución pop'u.
;J;-;ú;" lo aá¡a caer, como en cierto-modo ter, cn cste sentido contrarrevolucionario, Aunque ]raya una ex-
p.o".ro de reformi agrtaria de 19ó9 a 'la fecha, entonces efectiva- proalón concreta, momentánea, provisional, p4rcial y subordinada
mearte et movlmiento iampesino ptrede tener un nivel de
ava¡rce'
do ordon progresista.
domina¡r-te en ess Estado?
QAIVIMERT: ¿Pero cuál es la clase
El alarato del dstado es'él instrumento de una clase"' ARIAS SCIIREIBER: Ántiimperialista. ..
LETTSI Sí, de una alianza de clases" ' LETTSI' Sf, antiimpgrialista burguesa, no,antiimperialista a se-
DAMMERT:¿Peroesunesta'doburgués'rnonárquico' Cet. DÉ todo esto se derivan, como en trinche, o en tenedor, una
feudal ...? ¡arlo dc puntos. Uno de ellos hacia'el problenra planteado por
LETTS:EsunEstadoburgués,semicolonial'semifetrdal'ba' Féllx Arlas Schreibeq: cooperativas-comunidades, cuando bu,s-
sado en una alianzá de clases: burguesla intermediaria'
repre- ce unn prcclsión sacándole todo el filo a su pregunta "Dí tu,
;;;*;t áJ imperiaismo y teratenientes, con presencia de una ¿no ¡lgnlflca acaso un avance frente a .las formas anteriores de
burguesfa nativa, p€ruana, intenna, que fa a'lc¿nzado un
graoo hcclenáa las formas cóperativas?" Entonces uno.altf .puede co-
cle desarrollo monopólico, y con presencia de sestores medios' m€t€r el error dq resi:onder en el plano exclusivamente eco-
o nacionales, o progresistas en rol suborclinado' Yo sostengo
pre' nómlcoorganizativo, y decir simplemente: ¡sll; pero la clave
crsamente lá tesis áe qu" la experiencia de Velasco es que e§ta ,de la rospuesia es política, ¡i entonces uno tiene qtre responder
durantá una etapa *sin romper la afian-
,

ú{tima capa, pasa , t*é. ¿dóndo tlene ¡nás a,utonomla el movimiento popuiar? ¿dentro de
*,_ .áf'hegemónico, un rol determinante, de rlltima palabra' üa comunldad campesina o dentro de üa cooperativa? En gene.
""
áo.i.i"o. Pero iuando dejan caer al garnonal es para que el apa-' ral, salvo oxcopciones, dentro de Ia comuniddd campesina. ¿Dón
rato del Estado, que es ól elemento áglutinador, el que responde do ponetra m᧠el Estado? Pues el Estado tiene un doble rol:
p"t á"1 ,itt"tttu de dorninación de los intereses de oumdo'ponetra iontra,. o mejor dicho por sobre.esas formas lo,
. bt* "i""":""ió
"t""ui,
,los sustihrya con alguien. Ento,nces efectivamente
con la gente 'de
calo¡ do gamonalismo, el Estado l,leva un rol piogresista: O sea
'los sustituye con 'los funcionarios de SINAMOS, cüando avanza contra un gamonal de horca y ouchillo,.con.cepo
que
las Zonas Agranas, etc. O sea.los sustituye con elemeutos a y cúrccl, y que no pertenece a un pasado de décaáas.'Elt¿ aUi
procea"n ¿iotras capas soclales pero que sin embargo van todnvla, al alcance de la .mano. Ya aquí Malpica tomó una vez
, participar con las *ir*", funciones genera{es de dominación' ,una
,foto de un latifundista cargado en andas en Cajamarca, fo,
Para mi esto es clave., . to que salió publicada en "Caretas". Allf el Estado viene a impo
ARIAS §CHREIBER: La clave allf es la relación con el impe' ntr "sálorio", a imponer "seguro.social", etc. Por ejemplo en Ia
rjia'lismo, polfcu,la' "Canoa": frente a la dominación oscurantista que allÍ
PORTOCARRERO: Tienes quc preguntarte Ricardo por
qué ¡petrocc, el Estado represivo mexicano tiene un rol relativamente
porque- ya 'son terratenientes gamo-
los áeja caer' Los deja caer nvrrzadg,
nales án úisis, que conslituyen un lastre" ' Pcro a su vez, debemos preguntarnos, ¿pua.qué?: para ins-
,tnlar con rnayof fuerza su propig aparató de clominabión, y cuan-
144

145
do ya lo instala, cuanclo ya se cuela ,o, SAF-CAP, con sus
"o., db soplonaje, y cuan- DAMMERT: Capitalista.
coordinadores y supervisores y su sistema
do,ya aparece su capa de burócratas sujetos a su orientación ge' LETTS: De acuerdo, capitalista o burguesa, ¿pero no es granr
neral, totalmente dependientes, entonces efectiyamente alll apa' proptodad terrateniente a secas?
rece una nueva forma de dominación para §ostenella misma si' DAMMERT: En parte. ..
hración de clase oprimida para el campesinado, en este .caso'
concreto. . LETTS: ¿Pero cuál es la parte ciominante? ¿Se ha converti-
do,ya on burguesa?
ARIA'S SCHREIBER: Io cual no cleja cle significar que esta-
mos ante un progreso en cuanto a los modos de producción'.. DAIvIMERT: Sf, ya se convirtió en bu.rguesa, a partir cle la
LETTST Por supuesto que no. Eso está allí; no hay cambios PrOplod[d terrateniente.
significativos en el nivel del modo de producción. LETTSI Bueno, pues asÍ como se convirtió en burguesa, á
tnvé¡_de un proceso que iro ha sido mencionado por Carios trial-
LAUER: Pero ese nuevo modo de producción debería permi- plcr, Todas esas haciendas tienen que ver con el lanaconaje. Es.
tir que el campesinado se organice adecuadamente pa,ra la Iq' to modo de producción y Ia forma de trabajo tienen que ser de
cha contra el modo de producción que está enfrentando,.. ¿pue' ntgune manera examinados.. .
des enfrentar eI aparato de un modo'de producción capit4lista
coir organizaciones de base .y de forma feudales? ¿No hay nue' DAMMERT: Eso ahora es peque!ña y mediana propiedad ca-
va's, mayores posibilidades de organización con la concentración, pltallsts, . .
incluso fÍsica, que permite la cooperativa? , LETTS: En parte sf, y capitalista como trl d.ices, pero sólo
LETTS: No hay clesarrollo.significativo cle fuerzas de produo Gn plrte, en otra parte esa tierra fue recuperada, concentrada
ción capitálistap'bon esta reforma agraria, eso es evidente, y pue- y utlda para establecer gran propie{ad burguesa ¿no es cierto?
de demostrarse con cifras en dos patadas. No hay tal proceso, Crpltallrta también. A,lll hay, pues, gran propiedad burguesa. y
Mentira. Han hecho sobre el papel .Ia agrupación de un montón 'por Io tanto cuando interviene el Estadq expropia eso y. Io ade-
de haciendas. ¿Pero dime trl dónde han apar¿§ido Jas f¡rerzas cú¡ a.formas de capitalismo de Estado, iro es gran irropiedad te-
productivas nuevas? Examingmos cifras .de crédito agrario, del fratonlcnto estata,l, sino gran propiedad burguesa esfahi, y la ex.
Banco ágrario, o del conjunio.del-dinero que va al campo ¿a ver prcslón terrateniente aparece como indicadora de la do'ñnación
si no hay un proceso de descapitalización del.campo? ,ldoológica dentro del conjuntq un exéeso en la denominación.
'IAUER: Quizás sea meJor. Tendremos entonces en el campo DAMMERTT ¿Y ,las SAIS qué son?
organizaciones de corte sindica'l antes de, que sl capitalismo esté
présente y organizado c.omó fuerza produotiva. ..
LETT§¡ Bn mi opinión también son lo mismoi una forma de
¡ran ,propledad burguesa adaptada a ias condiclones ecológi.
LETT§: Un momentito. Esas organizaciones de corte slncli' c¡¡, a la forma de organizacióñ de Ja producción, a la produ-o
cal .las hizo el .movimiento obrero, con el PC de antes y los movi' 'clón mlEma que aIIf se da...
mientos de ahora, pero no las hizo para nada ni SINAMOS, ni
la 19400, ni el gobierno, ni Velascq ni ,la CNA. DAJVI,MERT: Alll está la
discrepancia. ..
LETTS; Éueno.' Pero hay SAIS y SAIS. Quiero por rlltimo
Pero quiero volve¡ al pie que daba Félixl sí hay un avance,
rotcatar un punto: la necesidad de distinguir el nivel de Iá es.
sf hay un desarrollo en el plano económico, €tc., y eso es lo que ,tructura económica y las relaciones sociales de producción; del
retorna a su vez al punto en que había puesto lás cosas Carlos nlvol de la superestructur4 ideológica de la dominación...
Malpica con su ca4acterización de la gran propiedad terratenien-
te. Y quizás no 'nos estamos'comunicando bien con el compa- DAMMERTT No, lo que yo decía es que hay que d.istinguir
ñero Dammert, pues cuando él rescata de mi observación y di' €ntre el E,stado como apa,rato de dominación de ias clases,- de
ce: no, Tumán, Casagrande, Cayaltí, Poma,lca, Cartavio, Ucupe, ,l¡¡ ülases dominantes en el Estado.' Es una cosa diferente.
etc., etc., es gran pnopiedad butguesa,, LETTST Está bien. Soy yo ahora, entonces, el que pide dis
..,
tln¡rrir esos dos niveles. Porgue efectivamente, recogiend.o la ob.
146

147
servación de Carlos Malpica, lo que se va a dar aquí es "minas - l¡tl que bien, antes de .la penetración que en el siglo pasa-
do dcforma la eitructura cle la proclucción ágrlcola, las-regionei
semifeudales". Semifeudales eri el plano de la dominación gene
ral que se da a través del Estado, porque este Estado tÍene, pues, lo ylnculaban ,transversalmente, b a ftavés de üos ríos. L. cor.
ese carácter, y en algún momento tendremos que entrar a esa dis. dlllo¡a de los Andes era una columna vertebral que .no dividía,
cusión: el carácter de r.¡n Estado burgués, semÍcolonia,l y semi- llno gu$ unfa. La producción agrfcola continuaba asimismo esa
feuda,l. Y entonces la dominación general de la sociedad la ga- gofrlentc, §e i'nterrelaciouaba y distribuÍa por sus cauces natu.
iantiza el Estado. Esta superestructura de dominación penetra rdeá, De esta rhanera ,la población y la producción del peni es-
, hasta las oficinas del First National City Bank, en pleno centro tnbe 6n clerto gra,do artioulada, aun'cuando, como lo demuostra
de,Lima, hasta al.ti'entra esa'semifeuriaiidad clel conj,unto de la It{¡lplm en su libro Crónica dol hambre, la producción alimenta.
sociedad peruana. Y si no percibimos esto: cualquiera que sea r{l rlomprc,fue insuficienté desde.el tiempo de los Incas. La
el desarrotrlo'de Ia producción, del mercaclo, de Jos asaláriados, poblaclón campesina esúaba igualmente distribuida en el territo
de las formas de realización de ,la plusvalÍa, etc.. . ,rlo, do tcucrdo a esa ,relación productiva.
DAMMERT: ¿Te rbfieres a [a ideología? Cuando el ,.nrodo de producción capitalisia p@netra en las
heelsndas de la costa y, ,posteriormente, en algunás de la sierra,
LETTS: SÍ. deforme la esü¡uctura de la producción. ya .litierra fio prod,uce
DAMMERT; Inc.luso bajo el ,socialismo quedanín en el cam- perf ibastccer el consumo alimentario local ni distribuye su prc
pesinado rezagos de esa ideologÍa... dueclón,por los canales naturales del teritodo. produóe p*á .t"
LETT§: Si. Pero entonces serán rezagos. Pero aquí hoy eso. ,€rportaclónl azúcar, ,lanas, algodón. Allf donde se asienta
CtmE, Lembayeque, A,lto Mantarc-.empobrece a la población -Chi-y
tiene un nivel de explesión cle significación importante Ilara ver -ef
dónde están los enemigos y dónde se desarrolla {a lucha. Por hnco languldecsr a las qiudades. Su vÍncuto es con exterioi.
tanto no debemos confundir Ia superestructura estatal ideológica. Alll va su producción. Su acumulación de capital no .se queda
con el nivel de las relaciones de producción. an c¡ Porú nl,en el va,lle: también fuga hacia el exterior. Además
au prggresiva tecnificación .genera desocupación
MONCLOA: Yo voy a plantear mi intervención en este de-
batp en términos q.ue se encuentran casi fuera de é1. ¿El Penl es El choquo representado por qste cambio desa¡ticula la es.
un pafs agrario? Evidentemente no. Es un pAls con poca tierra, tn¡ctura económica y social del pafs, incluyendo aquí la pobla.
pero 'a la vgz es un pals de campesinos. ¿A qué se debe esto? clonal, En la sierra el predominio de ,la empresa capitalista ex-
Un pafs de campesinos marginados y pauperizados. Si es un país trnnjera -que se identifica con ,la gran empresa minera- ade-
,de poca üerra y de muchos campesinos; reducii. e[ problema del mft¡ de {om.lnar al poder central se convierte en un verdadero
, campo y de los campesinos 'al de la propiedad de la tierra me lnrporlo de_ poder regional absoluto. Poder que se lo otorga el
parece que es avaflzaÍ hacia un pafs e¡npequeñecido, donde no gpüato del Estado al que clomina y con el que subyugá aI po
va a emer§er esa grah masa de cámpesinos. Et día que se les dor gamonal y lo convierte en agente de su ,dominación regional.
reparta la tierra, sea en cooperativas o en propiedad privada, Nl la m{na ni el latifundio serrano en, manos imperialistas
no ,les va a alca.nzar. No hay tiorra pa,ra taritos campesinos.
[t{uloron de un ".mercado libre-.de trabajo", ni .de un mercado
¿En qué consiste pues el problema? Porque el problema del do cOnsumldores. Al revésj conviprten a ,los campesinos en ,,mer.
campo y de .los campesinos¡ y de estos sectores r'especto del cfdo osolavizado de mano de obra", en la cantidad y en 1as con-
resto del país, no se encuentra sólo en Ia propiedad de la.tie. dlelones que convengan a la empresa, y le impiden ',compeür,,
rra sino en su producto;r ¿Para qué se produce?,iQué se produ- cn cl mercado de consumo para el que Ia gr.an emprbsa no pro.
ce? ¿Cómo se produce? iQué se hace con Ésa producción?, Y duco. Sl se hubiera liberado esa oferta de trabajq la presión so,
en ese Sentido tenemo§ que ver cómo el campo cambia su €s. clcl hnbrfa hecho estallar el sistema. Por e§b es que ie proáuce
tructu,ra de producción, y su signo de feuda.l a capitalista, en el el fonómeno de la marginalización de totlo el resto def conjunto
instante en que comienza a producir para afuera. Hasta el ini. productlvo, incluyendo .a los grandes propietarios, gamonalei, co
cio de ,las grandes empresas cañeras ,el campo peruano estaba 'munldede§, minifundistas, etc. Los núcleos productivos de la sie-
destinado a ¿ilimentar a este pueblo. Todo el campo. ffe so ensimisman, se encierra¡I en sf mismos, producén para
148
149
su autoabastecimiento y sóio esporádicamente ,iexportan,, al res.
'to ,pgr.. t1l mismas razones capitalistas, y
del país. La gran empresa imperialista, y el Estado dominado, Ll t!rn1
sa ,forrya
une ostructura
V
capitarista. Además continuó agobiadó por er
dentro
requieren taponear'a esa poblaciónt el poder gamonal es su ins-
,trumento. capttotista dé comerciatización. Las .*pi"r* ái.iur,
*l:ll
EGotctdas a Ia exportación, siguieron monopolizándo el crédito,
En ia costa el fenómeno es similar" El vÍnculo de ,ia gran {c ¡rlrtcncla técnica, etc. En ,la sierrá Ias cosas .siguieron iguar..,
empresa capita,lista con la sierra se reduce a abasteceise de g peor¡ cs a'llf donde ra comerciarización ajusta ai^og.
mano de obra igualmente esclavi2ada, en Ia cantidad y al ritmo
'que lo necesite. Y los. valles se relacionan, entre sí paradójica.
! inás a
lol .camposlnos. por todo esto Ia renta á" .lá tiurrá no rlogoa ubt .
mente a través de los desiertos en su ruta hacia la ca¡rital. rnuler¡e cn el área agrrcola y se sigue trasladando hacia;lo;;e;
totel, urbanos y capita,listas, industriales, importad;, ; ;;
Éero este sistema genera sus contradicciones inmediatas, m€tclt¡Et, En suma, quedó claramente demoitrado que es un
Las empresas estiblecen sus' casas nratrices en ,la capital, de, lH§r ¡rrrafal desvincurar er problema del campo'y ei óam.pesi.
mandando alli una expansión de trabajadores terciarios: emplea- ag dol rosto dc las relaciones que impenan en ét páis.
dos profesionalés, etc. Lo que a su vez se engrosa con la mi-
gración de las poblaciones empobrecidas del campo.' primero ,a El ¡ocla.llsmo no se define por el modelo de propiedad que
nivel de la pequeña burguesfa costeña y, posteriormente, en for. ,É gllSo para el campo si.no q.ue, en un pds d"
ma masiva, los sectores campesinos serranos que rebalsan Jas PBItlr do csa reforma de la propiedad se debe impulsar "u*p;;ild-;-;;
las otüs
bameras del gamonalismo. La concentración urbana,. colocada de, propiedad nacia lá socialización totd. I p;t,
en el vértice exportaciones/irnpo,rtaciones, génera la expansión ltflglg¡,
K€Ior¡na Agraria se pudo, pues, impulsat la necesidad.-de avan.
dei sistema de servicios ,y,de comerciaüzación tanto para abas- tgr 6u las ¡rformas del resto de ias reraciones.
si et vez de ata.
tecer a las crecientes capas medias como para absober el ex- oar, ol modelo y
caer en el juego cre ra parametración ¿J-ru"i.,
ceso de oferta de trabajo. Esta red comercial, por su propia di p{l¡rrdo. que planteó el goúieráo, se h¡ibiera,n cues,tionaáo
lás
-;¿
námica, se expande por casi todo ef territorio tratando de ven capitatistls que a]rogaban ut ."*ñnuñ,
der y de ampliar el meroado. ¿EI resúltado? pues una tonsa pre- l[lj.$lgrres
nuDlara obligadoa 'la socialización consecuente de la comercia-
sión del campesinado convocando al consumo y una mayor mi. llnclón.y de la industria capitalista, y el proceso hubie¡a ava¡.
gración carhpesina en busca de ese consumo y de mejores ni- , l¡qo, AI mantenerse, en .cambio, esas-forrnas capitali.stas p;-
veles, qué le son imposibles de alcanzar en el .marginado campo. Oalo !o atrucó. Po,rque'el problema del campo no es sólo"lel del
Presión en dl campo y presión en la ciudad. cr¡npo y no se resuelve solamente allí.
I-a presión campesina se convierte en acción de masás y PORTOCARRERO: euisie¡a retomar algunos aspectos seña-
en represión policial. Además, como la acumulación clel agro uo hdo¡ cn la dlsousión, primero, et práuteÁá de hs tos vtas, e*
revierte en el campo, y en gran medida tampoco en la economfa ru formulaclón clásica planeada poi Lunirr. pienso qr" .r-ír.i.
nacional, la descapitalización genera. serios déficits. La produc-' t{ottlllc trasplantar esti esquema al país, ,il.,.,n ;;;;;;;
ción alimenticia se hace insuficiente y Ia ecoiromfa agrícolá total vlo, E,logirfa como ilustraAi¿n ¿et peligro de i¡rtroduci,
mente dependiente del mgrcado externo. El sistema de ,,tapo.
near" a la población ya no funcionalse entraba. $o n9 rcsponden siempre a la realidad el hecho que se"rq,r"iiÁ
clonrdo dc. que las grandes propiedades
tra men,
párten der-latifundio feu.
Como dijc al comienzo, es evidente, en este contexto que qt¡ para desarrollarse en explotación capitalista. Tomemos, por
el'problema no consiste sólo en el cambio de ,la propiedad ni de ol. caso de las giairdes haciendas azucareras. No pre-
los propietarios de la tierra. Es necesario, sobre todo, reformar :{._1llll
lé$clamos la transición de propiedad feudal en capita,lista. AI
la estructura de'la.producción y de la distribución del producto. §ontnarlo, rnuchas de. ras grándés prantaciones del s"rgÁ"
¿Qué ha pasado con la Reforma Agraria de Velasco? EI pro "oit" hacien-
lobro la base de la destruóción ae^ meoanas y pequeñas
blema más grave no es, a mi juicio, el. modelo de propiedad dr¡, El camino de modernización y t".ili.acioi e* ,igr"" iá.
escogido. Cooperativo o ostatal, como quiera calificársele, bu. Jtukcm de Prusia está vedado *.¿ianos y p"ql"n* i".
rocrático o autónomo; lo grave es que etr campo peruano siguió frátÉnlentes, que son arruinados"y"rto,
ausorÜüos por er crecimiento
produciendo como antes, para el mismo mercado externo, en 69'¡¡r pranüacro'es imperialistas, como los caios de ra Grace y
l,
lc¡ Gllderneister.
i
150
!

,I 151
LETTS: Pero sf ha habido aquí precisamente un desari<¡llo
de üpo junker, con la concepción aquella de las paicelaciones . ne¡ltl€ne,'üa pequeña propieclad y Ia comunidad campesiira, for-
a través de'la cual justamente cuando más avanza el movimiento lñrr do.-organización de rá produlción que no pueden carificarse
campesino, buscan sus ,propias formas de convertir sus gran. de ¡omlfEudales.
des propiedades en medianas, de orden burgués, recuperar del ARIAS SCHREIBER: Aun a riesgo de caer en ol esquemafis
yanaconaje ,la tierra, y hacer con ese impuiso su transformación
de terratenientes en burgueses.
Fo, yg qulslcra comenzar con una aJfiniciOn. pero es q*,r" h*
-llrrá¡r-*
formulndo- aquf , rllversas categorÍas q"" no, p:; ; ;;
PORTOCARRERO: Péro justamente las parcelaciones son un t€rrsno, _Yo por feudalismo entiendó la gran
e.,jpirAá-á"
l'ft,.el alqui,ler de la ,tiera, ,la.servidumT." É" ál L ti"
hecho muy'reciente, que data' fundamentalmente de la aplicación
rencl¡ de comercio, ra ausenciá ae naustriarú"i¿":;;tJ
i" ,"-
de la ,reforma agraria y que son anuladas en sü mayor parte, co- "u-oo. i;rá;.
mo en eI conociclo caso de Huando. La evolución agraria del pe- ¡¡tmo ctAslco, o tfpico, ha sido golpeado en el peni, y.me parece
nl ha tenido .una di¡ámica concreta, que no se puede subsumir Et¡t €ra frase de Mariátegui qir": di"" .que Ia bu,rj.uesía'en el
dentro de la alternativa: vÍa junker'o vía furmer. P¡nl q¡ tnn débil y tan ra-quiti". qu": in*pu, de libnar la I.u.
chs contro el feudá[smo, no respoide ",a ,la realidad. Ni aun, tal
Por otro ,lado, la orientación funciamenta,l del capitalismo im-
perialista y nativo en el pafs se ha dirigido hacia la ampliación VÉ, e la dc los años treinta, porque tu*tiéo
procoto do desarrollo de Ia burguesía peruana. ,ñ
de la f¡ontera agrícola, a través de las i,rrigaciones o de los in- ""to"""r-frulo
t-;";;;-;;
tentos de colonización. Lo que inlefesaba era extender .1a oapa. lhora, on mil novecientos setentai-tantos.'Ésto y" ;" ;;;;;;
cidad de exportación de El§odón, azicar y café. La burgueifa Una oplnlón slno un .hecho: la burguesfa p"**" reaümente
ha
llbrado dna lucha muy exirosa contla oi táuaausmo.-
no se ha sentido en'.la necesidad'de transformar a fonclo la agr!
I,ta podido. fa burguesÍá peruana
ü il; ;;
cultura tradicional dc la sierra. Incluso con el actual gobierno ltb; r]na rucha exitosa con-
la mayor parte de las inversiones en el agro están destinadas a j11cl canlta,l monopolistá, contra".et imJeriat¡smo; allí h"-;id;;;-
abrir nuevas fronteras agrÍcolas para establecer una explotación ta¡ménte crerrot4da. pero sí ha dérrotado al feudarismo, entendido
más tecnificacla y productrva. ,c^o1o
la gran prppiedad y el alquiler de la tierra, ,f", ,e-
nctonGs entre €l gamonal peruano y ,los siervcis. y""ho me o"*."
A su vez, me parece gue no se puede plantóar la existen- qu€ Gt ccntro de todo_eso es el proceso de Refonna
cra de un enfrentamiento entre la feudalidad y el capitalismo Agraria que '
¡c o¡tá vlvléndo actualmente.
,antes de 1950 en el .país, Más bien existía una relación de com-
plementaridad; sistemas de enganche, aprovisionamiento de ali- MONCIOA: yo quisiera prbcisar un elernento aceita de mi
,
mentos, etc. No se generaba u¡ta relación de competencia sobre
los mismos. recursos productivos; el interés fundamental del capi-
II6I:r:lói
r¡;q[c de!o
-anrerior,.
eI probtema
qué tendrÍamosr;bié";;;;r;;
la tierra no es sólo de propiidad y pro-
talismo se ubicaba en la agricultura dé exportación de la costa. ducclón, §lno tarnbién <le acumulaci¿;
En ese sentido la sierra no presentába rnuclro interés económico. €lgmünto.s. t-á" poder. Son cuatro
EI caso de la acumu.l.sl" Js ü¿.i"o y fundamental.
DAMMERT: Como oferta de tr,aba¡o... Aquf la acumu,lación del carripo .. Iiacia afuera, y global-
m€nt€ ¡c empobrece y se adelgaza"riliJ" inter,amente. Los'uóto.",
PORTOCARRERO: ,Ciertamente, pero debemos notar que des- quc crtdn en las zonas atrasa¿ás no tienen
capacidad de acu-
cle los años 30 hay una abundante oferta en eI mercado de tra- mulrctón_ ¡, por ro .tanto tampá;; á; ,ür"ilio, -ü'u
bajo, que hace desaparecer las preocupaciones anteriores cle trsbeJo. No pueden crear nuevas empresas.iii'i iirlila*"i iir""'¿"
Ios hacendaclos sobre la "falta de brazos".
aslo-exp-o.rrlCooa .domina ::
Conviene por rlltimo precisar el concepto de sernifeudalidad; Sf-:?l_L::gr::. rodo et Estado, y
Et psslr gamonat es su subsidjario. yo me preguntaría,
que es muchas veces rnanejado de manera poco rigurosa" Su mlne el, poder imperiat esrá
si se eñ-
definición debe operarse a nivol de las relaciones de producción; 9t^-;r;;;;;il;" ;1;A;
nal, ¿Pbro si se etimina eI ioder cil;;í-se elimina.acaso ;;;
en este sentido liay que cuid,arse de no convertir a tcido lo pre- 'podor lmperial en el perú? ^Eso er-^"vlLp"rtante el
capitalista en semifeudal. Esto es especialmente importante pa.' el debetc de portocarr"ro
Letts con
----' "' de ver en
.
ra el análisis de las amplias zonas donde imperaba, y arln se Estamos entonces ante .un poder subsidiario que
e¡ ntd¡ clébtl y ejerce menos infrueneia. 'yo creo que en cadi
este
vez
t52 ins-

153
ili irl

frril'

en 'liquidar el gamo-
tante sí hay una burguesía que tiene. interés existen con el go'
nalismo, y esa es p",ti- á" llas presiones que MALPICA: Antes que nada quisiera contestar la observación
frii;
bierno de Velasco para crear un mercado
de consumo interno pa- !uÉ mÉ hlzo Darnmert. Creo que a partir del siglo pasado las ha'
lil ;;i;J;'uot"r"i i"a*ttiuro que comienzan a aparecer' N9 elcnda¡ poruanas han ido evolucionando hacia el capita,lismo;
{i' ' para eliminar el poder gamonal; se y an oto Proceso de enfrentamiento qntre burgrresfa y feudalismo
se hace una 'reforma agraria
;ffi]{ "i er,,r""ár paia integrarno como consumidores 'a algunos 9 romlfgudallsmo'se avanzó bastante, pero ha sido un avance
i",o áto puedo Juncionar porque Ia dorlgurl, dc tal manera que una hacienda cañera llegó a ser
sectores campesinos. gfplt¡U¡temente mucho más avanzada que una lanar --como las
de esos sectores'
ü,r acumulación en el Perrl impide un áesarrol'lo
Y esa es la contradicción en que nos vamos a ver metidos pr& da lr Corru-. Y estas últimas habfan avanzado más hacia el ca"
pltalltmo que bl comrln de las haciendas serranas, donde toda'
ximamente.
Andino' sobre' la il¿ prcdomtnaban relaciones de pnrducción precaPitalistas, de
l" ' LETTS: Pero en eso se inventa el Pacto juntar los pedacitos fañte 6n trabajo y renta en especie.
l.,l,i; base del descubrimienio-Oá-q"" se pueden
á;;;"d;. de cada uno de- Ios pafses' creando asf un merca' Ahorr, respecto a lo ce¡¡tral de la discusión. co, n Dammert,
burguesías se repartan' en 6r€0 quG on él caso especÍfico de És haciendas ganader.as de
do suficiente para que esa§ magra§
-mettt¿o de. conjunto'. Entonces üa Ce¡ro dc Ppsco quedaban reducidos rezagos preiapitalistas:
iuri" "á" "l'imp"¡.rismá, "t" ,lor huaqchltlelts, y por lo tanto se tiene que calificar a esas ha'
deia de ser un aá interés por realizar la piusvalía in-
"rtrr"J" mercado que rampa con las rormas de otEnda¡' como capitalistas, puesto que incluso en haciendas tan
;.rfi;H; v ;;il;]; un
subsisten' y se pasa en cam' avstluedaa hacia el capitalismo'como Casagrande, Cartavio o T'u'
ut*to V de-feudalidad que todavÍa lnáD oxl,¡tfqn pequeños rezagos precapitalistas. En esas hacien'
üil;,i" a-*at ouo ¿. É"'¡"tto en relación sumamente estrecha
conelimperialismo,basadoenesta.sumadopequeñosmer. dr¡ h¡blan partidarios, como he podido constatar revisando sus.
ptdrgnes, y existfan a un año de la Reforma Agraria de .l9ó9.
cados.. '
Ia lucha que está te- Inolu¡o, mc paroce que en Paramonga, existfa un contrato de en-
M0NCLOA: Estamos de acuerdo,'y es sector de Ia burgue- flteu$l con algú¡ municipio o alguna congregación religiosa.
un
niendo la burguesía i"A""ttiA "f'ota''fiuy
ilñ"*qiffi-rán¿". i"t" "a""p ótto -el imperial- que DAMMERTT Sl, Ia Reforma Agrana de Velasco dio un dispo
.v construya otro Taiwan
está presionando p"r" ñi" "'el Peru
se tltlvo oapeclal sobre eso.
dedicado a vender Para afuera' MALPICA: Bueno, y en el caso de Cerro de Pasco, ésta era
pero volviendo al asunto: ahora ya el gainonal está tiquida' unl ¡ola cmpresa gue inclüía los ferrocarriles, la comercializa'
do por la Reforma Agraria, y entonces
van a haber grandes fuer' clón, la extracclón, las fundiciones y, no nos olvidemos, 'la divi'
a enirentar a esb nuevo esquema de do rlón ganadera, Todo estaba inimerso dentio de esa gran empre'
zas populares q{re van que ei- proceso.de iB quc era capttalista e imperia{ista. Ese es mi punto de vista.
minación industrial. No podemos desconocer
qit"'ái'"''ttit"*os después' no ha significa- QulzAa dospués podemos discutir más largarnente.
la época de Velasco, qu" hab"r sido total' pe-
do una solución, po"ttái""-áiü tena¡a condiciones de
Croo que ,para entender ,Ias relaciones entre el car.npesina-
generado ,,","' ñtt"¿it"iones y. mejores
ro ha agentes do y ol conjunto del movimiento popular es necesario hacer unos
v- sus aliados
il"h" ;;ü.i.ptin"ip"i páer, el.imperial
lnternos' nativos' v los otros
treto8 gruesos acerca de la evolución social en el país en los tll-
t;;. illriütno "ñtt"i¡a"sitiales v acomodar' v va a
tlmo¡ eños; no solamen'te del campesinado sino del conjunto so'
;-;i};i; ioi p¡*"t* '"' 'u''' a doblegar
campesinas y ma'
clel po¡uano, La expansión de las üas de comunicación y el in'
masas
haber un nuevo frente de'lucha' Pero más: hay una crecie*te §romcnto de las noticias provenjentes de todo el mundo a través
sas obreras estan integrlna"s"
"u¿u
vez
to'doi esos sectores' Ellos
di los medios de comunicación {e masas, y en'especial a tra-
fluidez social, económiJ"lp"fftrc".entre vá¡ dc ,los radios a transistores, han co'ntribuido a que los cam'
de mano de obra que no puede
"i"áferta qoe tut cond'iciones perlnos clespierten de su milenario letargo y que se hagan pra
representan una "recieniJ son mucho
ocuparse. Por lo o"tt tot tontés en las catles y plazas de las principales ciudades. del
más Positivas ahora' Ponl.
MONCLOA: Incluso la red de comercialización los atrae'..
154

155
MALPICAT Exactamente. La migracién campesina al piin-
cipio fue lenta. Se inicia en los cuareñta y se couvierte. en ver- Erltulto, la terminación de regfmenes de semiesclavitud y de semi-
dadero torrente en Ias dos décadas siguientes, en que los car.n- l¡Uda[dsd a que estaban .sometidos por los g.amonalesr
pesinos se trasladan a la ciudad én busca de nrejores opgrtii,, Lar nogativas. de los hacendados de ceder a estas deman-
nidades de trabajo, de mejor educación para sus hijos, meJores' dfa y la oquivocada actitud por parte de las autoridades polfti- '
posibilidades de diversión, y de mejoramiento de sus niveles de et¡, pollcltrlep y judiciales §on la causa fundamental. de los bro.
ingresos. y de vida. Los primeros inmigrantes fueron acogidos re- tét de Vlolcncia surgidos a partir de 1a segunda mitad de la dé-
Jativamente bien, aceptándoselos como trabajadores asaiariaclos cádn, d6l cincuenta., Esta violencia puede ser olasiflpada en tres
en las fábricas industriales en proceso de expansióh, como em- llpo¡t la primora se manifiesta en la costa, en las haciendas ma-
pleados de diversos servicios y a muchos de etrlos, en especial yofmBRtc capltalistas, y.se origina en el reclamo del derecho de
a las mujeres¡ corno sirvientes de una burguesÍa en franco cre rlndlenllzación, en Ia búsqueda de mejores condiciones de vida
cimiento. Otros inmigrantes más emprendedores inician peque. y de trabnjo: vivienda, comida, medicina, etc. tipicas de esta
ños negocios, sobre;todo dedicados a' diversos servicios: restau- fOfme de conflicto fueron las' mabacres de Paramonga, Pomal.
rantes, talleres de mecánica, empresas comerciales, etc. cr, Tbrreblsnca, etc.
Pero pronto se agotó Ia demanda de trabajadores en la ciu- El rogundo tipo de conflicto es el originado po¡ el deseo de
dad, y el .torrente migratorio nb .disminuyó. Entonces los recién f€Cuporaclón de tierras por parte de las comunidades. Entre los
'Ilegados
buscarán trabajos cada yei peor remunerados, .con'Io ee¡o¡ ocurrl'dos en la costa, el más célebre de aquellos años fue
que muóhos se converürán en semiprol'etarjos dedicados 'a las el de Chopón, Pero óon mayor intensidad se dio en la sierra y
actividades más diversas, especialmente en el comercio mino- ftn o§poclol en el cehtro ,dil pafs, región en que las comqnida-
rista. Como sus ingresos no les permiten alquilar una vivienda, dg¡ toman gran parte de las tierras de la Cerro de Pasco, de
tendrán que vivir en tugurios e irivadir cerros y arenales conti' Algolán, cte Pacoyán, El Diezmo, es decir casi todas las tieiras
guos a ta ciudad. Este es el origen de las "barriada§" o "barrios dGl contro del pals. En este caso tuvo un rol d.estacado el abc
marginales", o "pueblos jóvenes" como recientemente se ha cle- Sldo Gonaro Ledesma Izquieta.
cidido bautizarlos dentro de la nomenclatura oficial. Ei origen
,de las "ba.r:'iadas"
no es pues La f.alta de vivienda, como durante En torcer lugar tenemos los conflictos qu€ se producen fa-
años trató de convencernos la derecha mediante constaqtes rB €llmlnar las relaciones de producción prácapitalistas, y
campañas periodfsticas, sobre todo en ei diario "I-a Prénsa"; su,
l€ plüontnron en.casi toda Ia sierra y.la ceja de selva, siendo
"stot
o,rigen está en Ia falta de trabajo,y de ingresos para ocupar una
gl caso más conocido y publicitado el de lop valles de La Con-
vivienda mfnirna habitable, v€nclón y,Lares, donde desempeñó un rol protagónico Hugo Blan-
co, La violencia campesina contr¡buyó a que los partidoó
d eI correr 'de los años los campesinos se clieron cuenta
Con ¡rolltlcos que actuaban en el juego electoral de' aquelilos a.ños,
.de queel éxodo'hacia las ciudades no solucionaba ninguno de lncluyordn clentro de sus plataformas electorales la Reforma Agra-
sus problemas, que 1o único que alcanzaban era tranE)ortar rla, e lncluso partidos tan reaccionarios como ta Unión Nacional
su miseria a la vida citadiha.y otras desventajas con relación a Odrilsta debieron acceder a incluir dentro de su plataforma la Re-
su lugar de origen. Ante está frustración reaccionan, Ilegando a forma Agraria, sin'especificar muy claramente a qué se referían.
.la conclusión que'la solución de sus problemas no está en tras'
Ro¡ults sorprendente que.,la UNO hubiese incluido en su pro-
üadarse a la ciudad sino en la lucha por ,la conquista de sus gfema la Reforma Agraria cuando sus principales dirigentes per-
derechos en su propia tierra. Se inicia asf una nueva etapa en
tohccfan a las filas de los latifundistas, como en el caio de Jullo
el proceso de evolución campesino. Los obrelos alrfcolas de cle la Plcdra, que .llegó a ser presidente de! senado. Además, por
las.haciendag costeñas luchan por su derecho a la sindicalización, nocoildad polftica, todos lbs partidos, tarto en la ca.mpaña de
,i a mejores salarios y más humanas condicioires de vida. Asimis l9é2 como en la de 1963, desde el Frente de Liberación Nacio.
mo, los comrueros reclaman Ias tierras clue .les fueron arreba- nnl, slgrrlendo'el Social Progresismo, Acción Popular, la Demo
tadas por los ,latifundistas, y los'pongos, huasicarnas, arrendires, §racla Cristiana, el Parlido Aprista y hasta la Unión Nacional
allegados, ahijados, etc., piden por su parte el cese del trabajo Octrllsta, predican por calles y plazas de todo el perú, la Refor.
me Agraria. Antes de que eI arquitecto Bela.únde llégara al po
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157
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masiva de invasio'
1:ii
i:I,:l -fuse habla producido la primera.oleada
der ya Aldo en csta coyuntura, ya varias veces tratada aquÍ, de los años
i ,"r. primera fue la cle Chinchausiri, hecha por la comunidad €lneuonta,scsenta, va a dar la lucha por la tierra, portando en lo
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á" su" i'earo 4e Cajas. En los 'meses de agosto, setiembré .y gügnctal, como orientación de clase, pero no estrictamente como
r r:l
o"tobt" de ese año hubo una generalizada y masiva recuperación pfograma en ese momento, una reformulación del conjunto de la
i¡r
de tierras por las comr¡nidades a lo largo y ancho del país. Fclednd, ¿por qué lucha por la tierra? Y al luchar se enfrenta
i'i
Este proceso termina con la gran masacre de Los Molinos, A la formo como esta tiera está concentrada. El caso de Cero
i,Í Sicuani, donde hubo veinte a veirtticinco rñuertos' dg Pa¡co cs un elemento baslante notorio: como el campesino
!ri
El rnovi.miento campesino no sólo sc vio estimulado por mo- entra dlrectamente en esa lucha y trata'de quitarle a ia gran pro
l,'
tivaciones internas,, sino también por motivaciones externas, cG' Bladad terratonientb de la zona, por.partes, ,las reivindicaciones
I
il mo por ejemplo la vertiginosa descolonizaiión de Asia y Africa eua por largos años ha estado reclamando como propiedad co
¡

después de'la segunda guelTa mundial y el fortalecimiento ¿le los ptunel, Igualmente, con.otras características, el caso de Ia Con-
l'r,
pafies del Tercer Mr¡ndo, el mundo de los pobres. Además por Vmclón, o cn las d,iversas zonas donde se han dado luchas cam'
lri Il crecimiento del prestigio dél bloque socialista, que ha llegadoY pBtlnar, Este es Un primer punto gue, al menos en mi interpre-
llji a controlar casi una terJera parte d! h población del mundo' tfelón, roflala que Ia lucha del campesínado sigue siendo en su
so;bre todo, por el triunfo de Fidel Castro y Ia creación del primer
gsáetor, fundamentalmente, una ltrcha contra la gran propiedad.
llrl
Estado socialista latinoamericano a muy poba distancia de la cos- d! ln tlorra, por recuperar las tierras, por ser propietario. Esto
ta norteamericana. Este conjunto de factores internos y externos et acf donde la contradicción es esa, no allf donde ya la con-
ffi dio una nueva fisonomía'a las luchas campesinas en su alianza trndicclón ha pasado a ser proletariadoburguesía. Se busca ia
con los movimientos,obreros y populares del pais. En Ia áécada proplcdad, lndividual o a través de formas ingipientes de coope.
del sesenta, la. dinámica de'este procesb, más que a los obre' reclón, ,.
ros, se debió a los campesinos. lps obreros fueron fuerza se' MONCTOA: ¿Pero contra la cooperatrva?
cundaria. Y si bien es cierto que en 'la cima del proceso hubo
cierta solidar,idad, por Io menos déclarativa o a nivel regional, DAMMERT: En ese caso no estamos frente a la cooperati-
una vez pasada la onda de máxima tensión la solidaridad obre'
vl, ¡lno frente a ,la hacienda, frente al ,latifundio, contra aquello'
quo dopüés bajo Velasco será la SAIS.
lrfi: ro+ampeiina quedó nada más Que en'los programas de 'los gru-
fos de-izquieráa. A mi modo de ver nunca se llegó a consolidar MALPICA: Tengo una pcotáción que me parece i.nteresante,
."riu*"ntu un movimiento.de alianza obrero-campesina, por cau- no pffs'lntcntar refutar tu fesis, sino para complementarla. He
1ffir sas que probablerhente discutirenios des¡rués'. 4tudlado cl caso de Ias haciendas del'centro, y mi conclusión
DAMMERT: Quisiera de alguna forma l'igar con la discusión
or la rlgulente: que a principios de siglo, ai establecerse Ia gran
anterior, de la que han quedado varios puntos y discrepancias, amPr€ti, ,mlnera en esa zona,'ella axrae.a los eampesinos del
que ahora me gustarfa tratar. Por lo pronto, ciertamente' el pro lrÉa, ofrcclendo salario en dinero y mejores condiciones de tra-
ffii
general del pafs. 'Nq es un pro" b¡Jo dc las quo podfa ofrecer el latifundio. Imaginemos el efecto
üb-u **p"slno'es eI problema
guc ctuga a principios de siglo la instalación, en las minas db h
blema ai§Iado, y medir el grado de desarrollo de las contradiccio
nes de clase en el campo supone un análisis no sólo estadfstico C¡fro, do la ,luz eléctrrca, de la asistencia médica, e incluso de
frI;
oara evaluar las luchas carnpesirras. Hay por eje,mplo un artículo ilgunos cspcctáculos, que no estaban al alcance del latifundista
ie Lenin donde señala éste que en Rusia la déterminación del de o¡o¡ aflos, l¿s minas se transforman en foco de atracción Xra,
Drosrama áSrarió estaba iustamente ligada a la caracterización f¡ lo¡ trabajadores; y como en ese tiempo se extrafa rnineral
I' áe iar Aueñaá luchas campesinas.(ue se iban dando' Esto por- con in¡trumentos relativamente primiüvos, se requerÍa de mucha
t;: quu- o" habfa una información suficiente sobre el conjunto del mtno dc obra. Por ejemplo .en la seguada década del siglo Ia
ü*po como para poder abarcar a través de'esa información lo C¡rro dc Pasco tenla alrededor de 30,0ü) trabajadores, sin em-
I
que'fa lucha de masas sacdba con su propia actividad' Y en bcrgo ltacla los años sesenta y en la actFalidad esa empresa só-
l'. eite sentido habrla'que preguntarse por qué es que el campesi' lo tlene a la mitad de ese número de trabajadores, produciendo
dlez veces más. Estas cifras revelan la existencia de un proceso
f,;ii,
158
fli,il

til
de mecanización y de desplazamiento de mano de obra, De ma- programa y poder en el agro Ireruano
ffi ,

nera que las empresas de la zona ya no absorülan igual número


Ili áe trrilajadores,-circunstancia que bb[gó a-los campesinos a mi' DAMMBRT: En el libro de Kapsoli háy una serle de refer.encias,
l"l; grar hacia otras urbe§, como Hu4ncayo y Lima. Eue no t€ngo a mano en este'momento, pero alll hay incluso rs
Peru, cuando los campesinos tratan de recuperar las tierras ferenclar oronológrcas, Desgraciadamonte en nuestra patria la§
['il qde pacíficamente lo menos hasta donde tengo informa' luehar campesinas no han sido muy estudladas. Mariátegui lo
Il óión- hoblan sido -portbmadas por la Cerro de Pasco, pues no he lmnul¡ó on un comienzo, sobre todo con el estudio'de Reyna so-
[, encontrado huellas de grandes conflictos entre la empresa y las brc Aturparia, y luego en los rlltimos años ha habido un segun-
comunidádes con posterioridad a 1930, que es cuando la Cerro do lmpulso del estudio de las luchas campesinas, y recién vau
I
compra las haciendas. Cuando llega el reflujo campesino éstos frllgndo a la luz cientos de luchas que se han ido dando y de-
i, .empiezan a reclamar. y a áesempolvar tftulos de propiedad colo' ¡¡¡rcl,lrndo, En particular me remito aquf a ese libro de Kapsoli.
ii niales.. En el ea¡o de Cerro tiene allf un análisis bastante detallado.
li;
peUl¿nnf; Sobre esto yo pienso que il comienzo por Io mt A¡1, los elementos de lucha campesina que he mencionado
l.ii. nos para el campesinado la mina representa más bien eI susto. llmgn con¡ecuenclas programáticas, y simultáireamente reflejan
I'i Hay ri'n.estudlo de Wilfredo Kapsoli sobre Zos mo¡¡imientos cam' ul nlvol de desar,rollo capitalistb y de contradicciones entre las
pesinos en Cero de Pasco y también están los estudios de Flo ela¡ge, Puss de haber existido una contradicción burguesfa.prole-
It' ies Galindo que muestran cómo al principio ia empresa incluso tfrlrdo, otro hublese sido el desa¡rollo de las .Iuchas, otras serlan
tiene que aliarse con los gamonales para que estos envfen a la hr ¡tlvlndlcaclones que aportaría el campesinado. Este carác-
tx
fuerza a los campesinos a trabajar a la mina, que representaba t€! de la lucha campesina tiene que ver con las estrategias en
ll entonces el subsuelo, .la muerte a corto plazo, significaba apar' torno rl poder polftico, porque justamente los gn¡pos de izquier:
I t,' tarse de la.tiena, Incluso el largo proce§o de transformar aI cam' d¡ quo ce planteaban en esas condiciones de situación interna-
pesino en proletario, en hacerlo dejar de ser una cosa interme' elonrl y naclonal, y de auge campesino, se planteaban la lucha
lir áia v proletarizarlo definitivamente, es u'n proceso muy complejo eü torno al poder polftico, tenfan que elaborar una estrategia que
lf' y que dura muchbs años. Ciertamente Ia. empresa como tal se lnaluyera necosariamente esa lucha campesina como una parte
Iti' moáerniza tecnológicamente, avanzando en la productividad' In' fi¡¡damcntal, Ese es, en ese período, el elemento demarcante en
Iri,
cluso la pro¡iia división ganadeia de la Cerro de Pasco introduce tro ¡al poslclones que hacen seguidismo a Belaúnde, que lo con
meioras tecnológicas lo cual reduce arln más la estrüctura sa' ¡ld¡r¡n la llquidación de lo que serfa el poder, aprista o terrats
Hi Urid ae pelsonas que cuidan ese ganado fino. Pero esto lleva a alonto o tradiclonal, si,n darse cuenta de que Belarlnde significa
li, que entr€-los demái'trabajadores sea justamente más'intQnsa la Jurtrmontc un programa de reformas para detener ese auge cam-
lil, práctica del trabajo gratuito y otras formas similares, que carac' potlno y del movimiento popular en su conjunto. Allf hay un ele
[,il ierizan la relación de semifeudalidad con las empresas de tipo ñonto de demarcación, que ha sido discutido ya en anterior opor.
agrario.. Entonce§ entidndo que en eI caso del centro las luchas tunldad, gobre una estrategia de ir copando pacíficamente el pc
cámpesinas tienen ese carácter de reivindicación de la tierra, e
t,l'
,dor o¡tatal, ir aliá,ndose con la burguesía, cuando justamente el
Ii' .iguaimente en el resto de la sierü. Distinto es donde ya es un oampeclnado estaba en otro.camino que 'lo llevó a que estuvrera
c-oñflicto entre burguesía y proletariado, donde ya no es campe' an contradlcción con aquella estrategia, cen lo que a los grupos
il sinado vs. gran propiedad de la tierra que, con o sin tácticas incorrectas, lucha,n al lado del campesi-
I
MALPICA: ¿Has enconüado en los libros que has estudiado nldo, son llamados u,ltraizquierdistas o aventureros, sin erraluar
I
que hubiese grán resistencia a la toma ile tierras" '? lo que csa alza de la lucha campesina tuvo de positivo...
I

i, ARIAS §CHREIBER: Una cosa; Dammert. ¿Trl calificas el ho


I
cho de haber participado en un proceso electoral como una es-
:i ,tratogla o una'táctica pacifista?
DAMMERTT No. Yo creo por ejemplo que el hecho de que
rll De la Puente haya hecho trabajo polftico, haya estado en un mi-
illi
tó0 ' lót
li{[
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l'..t.'
tin, o haya sacado el MIR un periódico incluso.cuanclo prepara' DAMMERT: Yo no digo que sea socialista, digo que es asi
ban las guerrillas es parte de un método de trabajo. Participar en rálo en su formulación estratégica verbal. Creo qué no es socia.
elecciones depende de la coyirntura táctica. El problema plan- hltl Juitamente por no plantear concretamente el programa agra-
teado es si esa es 'Ia vfa para llegar al poder político. Y ese es ¡{o en la estrategia para la toma d.el poder. Entonces tenemos
otro problema. Si esa es la estrategia para llegar al pocier polf- É¡f lu-etra que es derrotada. No es caiual, además, que el gol.
tico. Si es que empujando a la clase burguesa considerada pa mllltar de 1962 esté vinculado con el auge campesino, cori el
"progresista" ie llega ai poder político. lhtgnto de detenerlo y simultáneamente meter at §npe a la'w-
ARIAS SCHREIBER: ¿Consideras entonces que aliarse con qul€rda que se estaba activando en la lucha de masas, algunos
un sector de La burguesla corresponde a una táctica pacifista? ¡lÉtol§l €ntrando a elecciones en el país. Todo esto para dar
DAMMERT: Depende de cómo sea esa alianza con la bur' Fá¡e a Belaúnde, es decir a .las reformas que intenten rletener
guesfa, con qué sector y en qué coyuntura y condiciones' Aliar- arc evánc6 campesino y popular en su conjunto, En cambio la
Éttl'qtÉ¡le general del MIR fue asentarse en el movimiento campe-
ie con un sector de la burguesía que quiere implementar refor-
mas para detener ei movimiento campesino y ponerse en .contra ¡t¡9 -Justamente hay un discurso de De la puente en que plán.
de ese movimiento campesino; evidentemente es ponerse en con- tae qu€ aJlf está el eslabón más débit del Estado burguZs, áe la
demlnrclón de clase enemiga, y señala que ya se ha hablado
tra del interés de ese movimiento y de Ias bases populares en su ttluoho dc revoluciones, que ahora hay que háccrlas-.
conjunto, Y ese era el problema central de una estrategia que
intentaba ir cópando progresivamente el poder estatal, en primer LETT§: Quiero ahora responder más directamente a la parte
lugar, y que en segundo lugar se ponfa en contra de las grandes flnrl da h pregunta, "las ,lucñas del campesinado en este úitimo
movilizaciones campesinas que se estaban desarrollanclo en ese dacenlo, cspccialmente antes de la Reforma Agraria,,. ya algu-
perfodo. Aoi compañcros acá han avanzado sobre eso, y yo en mi prima
ARIAS SCHREIBER: Si estás de acuerdo con que el hecho
ll lntÉ¡Tención he adelantado la tesis de que ese-q""
es el eje central
dd proccso polltico peruano. Creo firmeñ*t" ; á;"tó;;;
de participár en elecciones, el hecho de acumular fuerzas,-el he- ,hr eapas de burguesfa interna, progresista, nacional,
cho de aliarse a la burguosfa no son caracterfsticas de una vía
sólo pue.
den ¡er entendldas correctamente como respuesta a este eji, y
pacffica. ..
üu contr¡dlcclones en el campo enemigo hay que entendlrlas
DAMMERT: No Io son necesariameaf¿. Pueden serlo. Y a l¡Uelmontc como .alineándose frente a este eje central. La clave
menudo a partir de esos hechos se elabora,una táctica, una es- d€ lr comprensión del proceso,polftico penrano es, en mi opinión,
tiategia y una línea de clase como Ia de la transición pacffica. el proccro de lucha del campesinado dura¡lte toda esta ultima
Como ,digo, no necesariamente participar en elecciones es com' lh.Pe, 6n cspeclal en ese decenio que precede a fa Reforma
prometerse con que ellas sean la solución para la toma clel po- Agrmla dc l9ó9 y que se inicia con aqueüa crisis generat de fi"
der polftico. Pero a lo que iba es a que justamente en aquel pe" n¡l6t dcl pcrfodo de Prado, con el auge de entonces del movimien
rlodo hay una fundamental demarcación de estrategias de po to crmposino, que tuvo una localización geográfica muy precisa
d,er. Hay la experiencia de Hugo Blanco, que interita canalizar y m9y slgnificativa. Ya Carlos Malpica ha hecho a.lgunas refe-
'aquellas luchas campesinas, como una estrat€gia que es esen' 'ttnclas a esto y yo voy a hacer una precisión; veaáos cuáles
cialmente incorrectat hacia el establecimiento de un poder dual fugrqn las zonas geográficasl uno, la zota de las comunidades
'en eI campo, con zonas liboradas de tipo "socialista". Poder dcl contro gue allf luchar¡ por reivindicar sus'tierras frente' al la.
dual sobre la base de sindicatos que se desarrollan y convierten tlfundlo; dos, la zona del valle de La Convención, toda la zona de
en milicias campesinas, cosa que no llegó a concretarse en cuan- f¡rét, Laco, Acobamba, con expansión al departamento de Cuz-
to tal y que fue fácilmente derrotada en el plano militar por la oo 6n ¡pncral; tres, el movimiento sindical agrfcola ob¡ero de los
burguesfa, y rápiclamente aislada en el nivel po[tico. Jornelcros de la costa, con su nrfcleo en Lambayeque.
ARIAS SCHREIBER: ¿Y por qué calificas de socialista ese Comencemos por este rlltimo casq pues es un proceso muy
Poder? rlprlflcotlvo que termina por derrotar, en su área, il Apra. Trai
Eta derrota histórica ha habido 'mucha c<¡nfusión reipecto de
162
ló3
qué significa el Apra en las haciendas azucareras' Hablo de los
tlblildades de centralización nacional. Y eI PC, apoyando el mo-
fior éoo, 196l, i962. EI Apra va saliendo primero de Cayaltf, vlmlento desde la base sindical minera queda marginado y sujeto
en segundo 'lugar de PátapoPucalá, y en ?omalca no llegalr a
salir,
-pero qr"áan
substancialmente reducidos' Tumán sigue sin
I unr allanza,sin hegemonla, sin dirección coÍrecta.
sindicáto, pero con una corriente que no es precisamente. favo' Igrel on Cuzco, donde un rnovimiento,impulsado por el PC
rable al Apra sino directamente contraria a ésta' AIií se sientan odtll €n dlsputa con una co¡riente pequeño burguesa trotsldsta,
las bases qrr. .e irán a proyectar hacia fines de la década y ha- ln de Hugo Blanco. Tras la etapa de disputa, la radicalización do
cia las condi"iones post'ieforma agraria. El Apra mantie-ne Car- El¡nco, con una desviación muy marcada y la incapacidad de los
tavio, Casagrande, Láredo, Chiclín, en fin, los valles de Chicama §uEdro¡ del PC para presentar una alternativa proletaria correota
y Santa Caialina en La Liüertad... Plff Gstablocer los términos de alianza con el campesinado, per-
MALPICAI De acuerdo, pero poco tiempo después el Apra
ülte nuovsmente su desplazamiento. Y quedan con esto señala-
dOr lo¡ tros núcleos, que no son por cierto el conjunto sino el
recupera esos si¡ldicatos, en pleno gobierno de Belaúnde' Lo re'
O€ntro dol movimiento, que va a determinar que el golpe.militar
ctut¿o por lo siguiente: en ese entonces era jefe de la Subdirec-
ciOn ae'fraUajo-Manuel Pita, y er¡ el Parlamento el Apra exigió dc 1962 ¡o diera -como ya se dijo acá- con una cosa en men.
su salida porque sostenía que él habla contribuido a sus derrotas. .tel lmpodlr cl avance del movimiento popular, impedir su cutrse
Subrogaron a Manuel Pita, y viene el reflujo. No sólo porque ¡Pvoluolonarlo. Hay que ver todo lo que fue la masacre bajo Pra-
1o sacaron a é1, sino por esa y muchas otras causas" ' do el rlto 1962, inmediatamente antes de las elecciones, la ma-
fforo dc Cannaval en Rancas, en Yanahuanoa, en Pacoyán, en
LAUER: Y en l9ó9 yo he encontrado todavía en Cartavio a Chlnoho, 0f,c,, con el fin de influenciar la situación política gene
Roger Aguil'ar a la cabeza de todos los cañeros,. '
rrl, §lmultáneamente la represión en La Convención, la de la
LETTS: Sí, de acuerdo, pero tódo eso no niega lo que yo he huel$ dc Cayaltf, Ios ocho mu€rtos de Pomalca,
dicho. Yo digo que de PáiápoPucalá y Cayaltl, que so¡r los pi' "n.frT.
lares del mov-imiánto obrero en Lambayeque, salieron' En el ca-
Todo ásto determina un cambio efectivo en lh conducción
del Eat¡do entre una y otr4 capa .dela clase dominante. Apare-
so de Cartaviq no hay duda, todavía siguió alll el Apra, y con ' cgn ontoncG8 estas primeras expresiones de nacionalismo bur-
á1t". v bajos iambién en Paramonga, etc. Pero de Lambayeque
sl se ies sacó. AJrora ¿qr¡ién hizo ese movimiento? Pollticamente ¡udr, dc úcform[smo conducido por los miütarres con Pérez Go,
,doy.Llndley. Vlene la ley de bases de la Refo¡ma Agraria, y la
f^uUt""ao, lo hizo el PC.- ¿Con quién? Con un frente rlnico de cla-
prlmora oxperlencia de reforma agraria efectiva, con .la Ley 14444
ses, con Ac¡ión Popular y Democracia Cristiana, y el MIR' .Es-'
de todos modos cómo ¿Pene dóndc? Pues para el vallo de La Convención, evidente
;i;; no está "qol uhoia, ¡:iero veamos
el PC es en ese momento una fuerza, y sin embargo no logra' mcnto. Bntonces alll se evidencia cómo Ia burguesfa actrla con
dadas 'las condiciones concretas, consolidar un frente que
per' cl tnctrumento de las reformas para arrebatarle al proletariado la
rnita r:na lfnea polltica proletaria, y a la vez iuntat y dirigir' Ert Potlbiildad de conducción del campesinado, buscando la alianza
su esfueruo poi dirigir, rompe, o en otros casos julta pero no c0n 6l campeslnado a través de concesiones: de la tierr¿, de des.
dirige, y h dirección a corrientes pequeño burguesas ra' plaramlento ffsico de los gamonales, y otros elementos de su sis.
"oñe
dicalesA,BoC. tome de dominación.
Veamos ahora el movimiento comunal del centro' 'Efectiva' MONCLOA: ¿Trl no crees que lo hace para conseguir com-
rnente achlan alll Genaro Ledesma lzquieta, scorza, ElÍas Tácu- pradoros y no sólo por razones de poder?
rru; V t* comjunto de dirigentes que a- ese movimiento campesi- LETIST Creo que lo no político no tuvo en este caso ningu-
no dá reivindicación de tierras comunales en lucha contra los 'la' eir rlgnlficación. En la ejecución de la ley en forma ya masiva,
,tifundios, le clan un giro de base electoral, sobre reivindicaciones a orcala naclonal, a nivel de mi,llones de hectáreas, con Velasco,
-.n ,rt. perspectiva 'de pequeña aurguesía
""ap"til"i
locales, allf sf, p'or supuesto. Y sin 'embargo, en la práctica lo econó
radicalizada, con lo que tamÚién ese movimiento queda despla- Ínlco no ha tenido significación, ni en la conr¡ersión de .los lati.
zaáo hacia'r¡na sa[dá poHtica sin perspectiva, aislado, sin po' fundletas en industriales por la vfa de los bonos, que no ha pa-
cado de un 10% sobre el monto total de la deuda, ni por Ia crea.

1ó5
ción de un mercado de consumo, con la excepción de 20 ó 30,000 h$on¡a olgnlficación, que se arranca en efecto con San Fran
nuevos compradores de tel€visores o tocadiscos.,.. Ol¡go do Chlnchau,siri, en San Pedro de Cajas, en el centro,
MONCLOA: Pero el resultado no enerva la intención. tqUÉl mlsmo 28 de julio de 1963, En primer lugar toda Ia reac-
LETTS: De acuerdo para este último caso, pero en las an- clón obllgn a que el gobierno decida golpear a .fondo con la re
,teriores insisto en que ei* impulso es polftico, tanto eD el dc ]a pffllón, por lo que cae Trelles y entra Languasco, y luego'hace
14444 como en el siguiente esfuerzo .de la burguesia la 17437 lr goncs¡lón de la reforma agraria en convivencia con ,los diver-
con Belarlnde, ¡Éll tÉctorci polfticos, que defienden su interés de conjunto y
dt¡Butrn al Interior de ese interés de conjunto presentando dife-
MALPICA: AsÍ es, y en apoyo de tu tesis están las campa- rtnt€t m&tlces. ..
rias que hacÍa "La Prensa" contra Blanco y contra 'Leclesma,. '
MONCLOA: PodrÍa ser estot el proyecto grande cle las inver-
LETTS: De 1962 a 19il lo que se hace,es simplenrente ex. tl€ntl oxtranjeras,'dentro clel cual los sectores de la burguesía
pandir la focalización del objeto de la reforma: del foco preciso Yln nÉgociando el problema del poder, en medio de un lran di-
de La Convención, Lares, etc., tras la liquidación política del gru-
po Blanco y de sus guerrillas, se da el intento de Belaúncle de ¡eño global,.,
reducir Ia situación en el centro, y ,se añade entonces esta zona LBI'TS: Podrfa ser, Ahora quisiera correlacionar todo lo an-
de Refo¡ma Agraria, y Algólán es entonces la máxima realización tÉrlor con algo que todavía no ha sitlo dicho. ¿Cómo marcha pa-
del gobierno de Belarlnde en materia de Reforma Agraria, óon la mlÉlr a egto Ia organización del movimiento campesino? No va-
compra de esas 130,000 hectáreas en una operación econónrica ln0a e rotloccder aqul a los ,a¡ios veinte y esa Federación dé
de pago al contado. Y aquf tenemos nuevamente el problema Y¡naconae, Arranquemos mejor con la frmdación de la CCP en
efectivo de intentar quitarle al proietariado las bases de susten' l¡ ¡ltueclón polltica que se da entonces y del avance de la de-
tación de su alianza con el campesinado. fitgcreela burguesa bajo las condiciones del gobierno de Busta-
MONCLOAT Pero esto tendrfa que relacionarse con la pcrre- ñentÉ, Erte prlmer nivel de centralización se produce con el im-
tración industrial que comienza en los cincuenta y que se inten-
pulro cl6l PC, y con una alianza del mismo tipo que cada vez,
sifica en los sesenta, Es decir que quien ha hecho esa progra- E€E otrhB corrientes no proletarias, e inmediatamente de nuevo
mación de nueva penetración y de nuevo desarrollo industrial ne- hay un golpe, el de Odrla, al PC Ie quitan la dirección y esa
cesariamente también tiene que haber delineado un crecimicnto mltmg CCP se destruye y desorganiza a la vez que se. pone bajo
clel mercado lnterno, Odrfa, ontranclo en una conciliacién que termina por desarmarla
plfi ot¡ ctapa. En este otro proceso de auge que ya examina-
LETTS: Es verdad, Pero tras décir eso tienes que tenninar ,mgt, dc 1958 a 1962, es reorganizada por primera vez la CCP,
por decir ¿qué fue lo dominante aquf, lo político o lo económi an tu toSundo congreso en t962, ¿a quién .Ie toca esa reorga-
co? Yo digo que lo económico fue solamente condicionante. Efec' ¡lraclón? Al PC, que conduce una reorganlzación gue sin em-
tivamente se estaba debilitando Ia base de acumulación de los bargo no logró la envergadura necesaria para tener allÍ represen
terratenientes y cle Ia burguesfa agraria, y habfa el su,rgimiento tadoa tanto al valle de La Convención como al movimiento co-
de nuevas capas con influencia política dentro del conjunto de munal del centro, como a sindicatos de las haciendas azucane-
la clase dominante... rB¡, fuo una centralización, pues, limitada. Y de alll viene de
MONCLOA: Y el proyecto imperial... nuovo Ia desorganización, porque la terceia oleada se da, como
LETTS: Si, es uno de los factores de esa alianza, Pero para ¡á ha scñalado, con la desviación guerrillerista-foquista de la
gusrrlllo en 1965.
ml dominó lo otro, Io que ya ha mencionado Carlos Malpica: cÓ
mo después de la agitación de todas estas capas burguesas Y cuando aparece, en 1969, la más avanzada de esas rrfor-
por darse una base de sustentación electoral y ganar el gobierno mU ngrarias es frente a una Confederación Campesina del Perú
en las elecciones de 1962, y con más énfasis todavfa en 1963, de' b{¡lcamcnte desorganizada, quo ha hecho su segundo congre
trás de la ley de bases de Reforma Agraria de Pérez Godoy, da lo on l9ó2, que ha pasado por su auge, que en ese perÍodo ha
lugar a que se desate un movimiento de' toma de tierras cle rldo roprimida y desorganizada, y que no estálen condiciones de
ferpclncler corréctamente a lo que es este nuevo impulso de Ia
166
167
burguesla. Entonces la segunda reorganización de la CCP se pue' §ll llnee dc'tipo dogmático. Un elemento que habrÍa qtre consi.
de ñar sólo bajo las condiciones que ha facilitado de alguna ma' Élrlr, cl blen es cierto que cada vez'es menor su importancia
nera el gobierno militar desatar¡do su contradicció¡r co¡ ig.t t"' tO la vlda polltica nacional, es este POBR en esos años.
rratenienles, con la gran' burguesla agroexportadora' Facilitada ARIA§ SCHREIBER: Efectivamente en la década del sesenta
por estas condiciones pero a la vez perjudicada por el intento
áe estas mismas capas burgue§a§ gue se expresan en el gobiqr'
tr Produso' un auge del movimiento campesino, y efectivamente
no, para a través ¿e ta tey 19400 y a través del SINAMOS clar
flñnar ldeas y orientaciones polfticas de tipo dogrnático, o sea
aaotlrla¡, tncide¡l 'negati,vamente en este auge. A eso nos hs
coíitituciOn a la CNA pará que sea el inst¡r¡mento de su domi
nación de clase sobre il conjunto del campáinado. Y en ese ñOr rgforldo, crleo, al comienzo de las discusiones, cua¡rdo se
mismo año 1974, que es en muchos sentidos clave para enten' hfbló ds foqulsmo. Y ¡rna expresión del foqulsmo fue'precisa-
der el proceso, y que seguramente veremos fue el ar1o climático ñmta lt posiclón que adoptó Saturnino Paredes en la dirección
del ascenso de la .moviliiación, para entender toda la etapa del dal PC y que trajo como consecuencia r¡na ruptura que se pro
reformismo burgués, en ese año se reorganiza Ia CCP e insurge duJo más o menos en 1962. Estas e:cpresiones de foquismo,
tá CNA como inlstrumento del gobierno, como un brazo Iargo del qU€ tonfnn como idea central la que tangencialmente ha expues-
gobierho para tratar de controlar al movimiento campesino. Flente tO tn Lma lntervención anterior Dpmmert, en el sentido de que
á la hrga trayectona de'lucha de la CCP, la CNA ¿qué cosa gÍ! oompletamente negativo hacer una alianza con sectores de
exhibe? ¿qué movilización campesina? ¿qué expresión d" q- la burguorfa, de que era um camino pacifista acumular fuetzas
frentamieirio al poder del Estado? Que no sea, claro, un comunl' o pr¡tlclpar en elecciones de ca,rácter general, aun cuando se
cado que de la página uno pasa luego a la 35 de los diarios, a fdmltfa la participación en elecciones parciales como sindicales,
.lo cual la propia ley le ha dado derecho. Uolv€r¡ltoria§, etc.; estas expresiones, que tuvieron manlfestacio
L¡\UER: De acuerdo, pero aún acepiando, como acepto, to- nGt Én otras partes de América, quo tuvieron un santón en la fi
dos esos defectos, lo que yo he sostenido antes aquf se aplica- f,ufr dol braslleño Juliao, pues estas manifestaciones condujeron
rfa en el sentido de que la CNA es una organización que nácc €n clÉrts forma al aislamiento político del campe5inado. ¿Por gué?
de la nueva situación y no de Ia anterior' No nac¡: en 1969' Porque cn lugar de acumular fuenas en una perspectiva ,nacrc.
se organiza en 1973t,,- ntü, en lugar de darse cuenta de que la burguesfa también estaba
dbputándole la dirección polftica del campesinado a la clase obre
DAMMERT; Pero ese tema se verá más adeiante' Ahora yo rB para llevarlo a una Reforma Agraria de acuerdo a sus intere'
quisiera hacer una anotación a lo de 'I¿tts. Quizás me haya ol' tot, elalaron al ca.mpesinado de esa burguesla en la lucha conjun-
üau¿o de señalar una estrategia que es planteada en 1962, y que te y comtln sontra el imperialismo y contra el feudalismo. Alian
conoce el fracaso en aquella época' ¡i e§ que cuaudo se da una
agudización de la lucha de clases a'nivel nacional, con el auge
rr lndlsponsable para un tipo de .revolución democrático,nacio
y en lo internaciona'l con la revolución cubana j' la nel, lun cuando es otra problema ya el de la hegómonla, que e§
"imp"tirro, contra el revisionismo contemporáneo, en un problema que se resuelve polf.tica más que'teóricamente.
ñiá;b" iniernacional
y se for"
il t*o del Partido Comünista se produce una ruptura, Eatas expresiones de dogmatismo que ha menclonado Dam-
ma el Partido Comunista Bandera Roja, con una importante in' rn6rt tuvleron su expresión polftica sectaria en esa concepción
fluencia de masas, en particular entre el campesinado' Se -forma do lac allarrzas contraria a un proceso nacional de acnmulación
con una ltnea dogmátiia, y a Ia vez con algunos errorcs abierla- de. fuerzas contra el imper.ialismo y contra el feudalismo, cuyo
mente derechistai, como el i'nicial apoyo a Belaúnde' prlnclpal representante, antes de 1960 y de Pérez Godoy, era pre-
Esa llnea es la que justamente no responde correctamente' ctaemcnte el Apra, que compartfa el'poder con ol pradismo, fuer-
por su dogmatismo y dárechismo, ante.-las luchas campesinas re enonrlga nr¡mero uno, a la que habfa que aislar políticamente
'de
añós ni ante el alzamiento guerrillero del MIR' Después 6n Gie momento. Recién en la segunda mitad de la década del
d" "sos esa lfnea tiene su declive total. Por eso es que Ia CCP ¡eson'ta se realiza el balance de la derrota de esas manifestacio
como"tosu expresión de organización gremial centralizada, expre- nor foqulstas. Pe¡o fueron varios años, que afectaron en forma
sa a la vez il reflujo del movimiento campesino y el fracaso de nÉgatlva a la acumulación de fuerzas y a la organización sindi-
cal y poUtica del campesinado.
1óB
169
DAMMERT: Ya que he sido "tangencialmente" señalado co.
mo foquista, yo quisiera precisar un planteamiento. Tras la rup- .DAMMERT: pero hay q-ue hacer una diferencia, si esa dis
€u.lón partfa de ounio & ,i;;;;r;;;eli"o g"n"rur, como
tura del PC, en la cuarta conferencia nacional de Bandera Roja, '.r,
hegla al poder, contiaDuesta.a vfa
se apoya a Belarlnde, y Ia facción que dirige Del Prado taml¡ién
otra vfa, d-e tipo pacifista, de ir
poco a poco el. p"d". á;i ñ"d"
apoya a Belarlnde. El grupo Bandera Roja cambia su posición lTind?tf..f: evidentemente esta-
ante Belaúnde en la quinta confer.encia nacional. O sea que en 33t,,y :1T.,-r:.q$9as, a".1",o arii .; ñ;';:ffiffi T"
;
;J# ;f"1,n[ :;:
ru
el momento de Ia ruptura ese no era un elemento de la discu-
sión, tajante y de principios, sino que eran otros esos elementos. .. H:H.1" j:¡Í¡,
;Í:_y #.*:,"*l:"3t l:":1til
popurar, v
i,po
í;; ;;;üi,,'"s' j." r."T,iL§,"""#1"
.ta"1ü, r1il
*iientemente está mat
ARIAS SCHREIBER: El apoyo a Belaúnde no fue un factor
f,#,.:,j. T:rjfi:-llg
plrntaada,la discusión. "á, "r"
11'll esencial en la ruptura. El.factor esencial fue la concepción de ARIAS SCHREIBER: Entonces tri reconoces que
'la guerra popular campesina... unt po¡lción sectaria y dogmática, -pr*' alll hubo
ra diferencia del fo.
liii .DAMME'RT: Pero trl decfas que el motivo de contradicción era qulámo, ..
iftl Ia no aceptación de alianzas con .la burguesÍa y la no participa- DAMMERT: Justarrente voy a diferenciarla
tendor ,e¡ drferente plantear ;i ilñ ahora. A mi en_
liiLi ción en procesos electorales.,. en términos dogmáticos inacep- il lucha hacia ra toma
tables. de!. poder anre et h;ho ;;
paolflcamente, basándose en ;;"-l;1;üsia no .lo va a ceder
lilirl
l;iul
ARIAS SCHREIBER: Pero eso no fue lo definitivo para que ei ca.mpesinlJo principal fuer-
.. x.l
ellos rompieran. Lo decisivo para la,ruptura fue la crisis en el
ra ellede del protetari".do,. y ; ;;il-.* d" ;socomodesarr.ollar roda su
l:. i
fuerza dcmocriricore'uoruéiór*iá; -Jit"."rrt"
'tr'i
i¿ lil
movimiento comunista internacional, y luego ol foquismo. leolón nlmpremente roquisá--ra' rüáiiui¿"
i", a una formu-
foquista, es decir
Hr
DAMMERT: Pero la cosa es que al,lÍ Ia crisis del movimiento *, pequefro grupo se pone ar
frente y aerárrouá
t¡ctor rubjctrvo, no prantea'que r"*-i*'*"sas las que.ou-r"
ll 'del mo $ué
if
com.unista internacional no era exclusivamente. la crisis con su
vimiento comunista internacional, era también 'la crisis del comu- 'erperlencla' de lucha llegu"", 1rrnu.*iut.'po.
iiilt
detormlnar
su vanguarda, a
nismo en el Peru, Y ho podfa eso ser correctamente desarrolla- cn un momento ra necesid;á;; ü to*a ¿"-i*
do si no se hacía la evaluación y el zanjamiento con Ia línea de trmsformando y abarcando diversas i*;* "H'"r]
fil
colaboración y seguidisnro de la burguesía. Para evitar la linea tamü ontc un pequeño grupo que ," po"" al¿e lucfra,-si"o--erl
frente y llama al
dogrnática hubiera sido necesario el zanjamierito frente a una ratto n que lo siga.
üll lfnea de claudicación ante Ia burguesla, cosa qLI€ no se produce ARIAS SCHREIBER:. ¿pero no hay allÍ
abierta y profundamente.. . ¡nún de la situación n¿cioial? ¿Sil,;"to-á" una apreciación co.
que estaba a Ia or-
ARIAS SOHREIBER: Pero el dogmatismo y el sectarismo pre- den del dfa Ia revolución?
ffii cisamente los llevan a ,la cola de la burguesfa, a abandonar la . DAMMERT: Eso qlg tú llamas una apreciación común de Ia
,,,t,t
lucha por la hegemonla y contra el enemigo fundamental. tltuaclón nacronal, es diferente. elrr
ü p.áüLma ¿et foquismo es
lil DAMMERT: Yo pienso que esa actitud ante el problema de $ Q una Ifnea militar in"or."a"*"rrt""púlr.u¿r.
de De la Puente ra creación ¿" u".- ráále Es en el caso
las al,ianzas con la burguesfa no es foquismo. Ambas posiciones seguridad. guerrilre.
tenlan en ese momento una posición derechista. Seguidismo re' re quo fue fácllmente destruida po. pj""i""¿á
visionista de un lado y dogmatismo seudomaixista del otro.
6n un momento en oue el "i "n"*fgü ,"flrí;;-;;;"-
.campeiinado estaba-en "rl"
Ii clr alslado de ta lucha.potiticJá;;;;;et
ARIAS SCHREIBER: Mira, la tesis central era la siguiente; protetariado. Ese
l,
er el problema del foquiimo. oisiinio-"si"i"U, que
i,
la revolución estaba a la orden del día, lo que era necesario era do la clase obre¡a encabece fa fucla -ca*pesjna y un partido
il tonrar las armas. ¿Dónde? A partir del campo, y desde allí desa- todos sus niveres v sus formas ¿e luc¡a.
-ño desarrol.le
t'
r¡ollar una guerra popular revolucionaria, y quien no adoptaba -pueae to¿o pranteamiento
dc lucha armada ,""
ese camino es'taba en el reformismo, en una desviación derechis- .n-ogos años es que justamente ""rirl"uái'le'iáquista. Lo que hay
ta. Y de allf al foquismo solamente hay un paso. ,n&t,.que_ ponen por
al lado d¿ las luctras
"I*p"rí.
delante, el prrcblema de la violen"i"-;;-;;
rar, hay la no comprensión de una ;;¡;;rgl; común
y correcta.

L7t
Hay otro punto que ha señalado Arias Schreiber que e§ c!1"
tral, y es que a la véz que había una estrategia de colaboración MAIJICA: Yo no creo que se transformaran en tributarios
con ,tá UurguesÍa por parte de quiengs plantean'que Belarlnde sig' dd fogulamo, sino en seguidores dogmáticos de la experiencia de
lüt
, u,l;;
nificaba c¿si et fin de los enemigos de clase y que ese era el M*0,,.
camino para el avance de la rer¡olución, habfa ta'¡nbién otras e§- LETTS: Bueno, si qüeres terminaban siendo una mezcla de
trátegiasl y en e}las el elemento central era Ia caracterización le¡ ¡lo¡ cosas, ¿Qué pasa a continuación? Cuando surge dentro
ilfi de hls claies y .Ia creación del movimiento popular. Por cierto dc e¡e PCP Bandera Roja el sector Patria Roja, ¿'lo hace cuestio'
liili
que hay un error central que se comete en la izquierda, y ese nendo qué? ¿el contenido? No, el incumplimieito. Lo que le re-
,r¡ll
Liiil
es la evaluación incorrecta del flujo y reflujo dei campesinado' Proehr Patlia Roja a Saturnino Paredes, a Candela, a Guzmán,
ilI Pero pese a eso yo creo que para la izquier:da abtualmente es iodrvfr lndlvlsos, es no haber hecho Ia guerra, no haber culnpticlo
ilii mucho más instructivo el conjunto de errores, desviacioues v lOl ¡euordos de la quinta conferencia. Entonces estamos ante
),ili derrotas dp la guerrilla del MIR y los movi'mientos campesinos, .
Unr lotlclón acentuada de esta desviación izquierdista doernática.
irll
que el conjunto de Ia colaboración que se hizo con Belarl¡de' €urndo d6 otro lado se discute conjuntamente con esto el prG
Pese a todos los errores y sacrificios, cien veces más instructivo' blemE do ¿al final qué aportó más como enseñ,anza?, yo compar-
¿Errores? ¿Desviaciones? Cómo negarlo, esq ha sido parte de tc el pu¡tto de vista expresado por Manuel Dammert. Estoy con
ffi{
ü ¿"UlUaa¿ de la vanguarüa ma¡xista'leninista. Peio eso ha en' venclclo do que mucho más ha significado .para el proceso de lu-
iifi señado mucho más a Ia izquiercla. Como se diio ya antes, des' Éha por lu revolución democráticonacional lo qtre aportaron el
lir pués del MIR ta izquierda es i¡na cosa diferente. Como América MIf, y las corriehtes gr:errilleristas de entonces con su holocaus-
ll.i Latina después de Cuba, y el mundo entero deipués de la revq to en el proceso guerrillero, que la "sabia" y "madura" decisión
hli lución soviétlca. del PC de sostener la opción del mal menor en,Ia cosa de Belarln-
I:I.
[; LETTS: Creo que Félix se eqüvocó fácticarnente 'al decir dr y apoitarle I ó 10,000 votos y un nivél de influencia sobre ol
que el PC se divide en 1962. Creo que fue en 1964, y que en el eOnjunto do los electores de entonces. Y allf nos estamos mo.
ói sólo hubo un desgarramiento, donde salieron Mercado y Béjq, Vlgndo en t€rreno concreto. En esa misma opción de ma.les me-
o la gente del ELN. Pero a partir de eso se esfablece el proble' iorg!, do desvlaciones menos dañinas o elementos de aporte aun-
ma de los términos de 'la división del PC, que tiene por supuesto qu6 {64 fracclonales y limitados, que puedan'ser recogidos por el
uh aspecto estratégico general e ideológico, en torno a la divi' lnovlmlento en su conjunto. Y eso a su vez no me lleva a dar Ia
sión del movimiento comunista internacional, pero una desviación razón a lo que serfa la tesis de: "no debió participarse en un prc
lfir no corrige a otra. Y fue una evidente desviación dogmática la cÉ¡o clectoral", o "no puede ser concebida )a alia¡za con ca-
forma y ol cpntenido de la rupfura en ese plano. Pero en el otro par tlurguesa^s en la perspectiva dq acumulación de fuerzas",
plano cie división, más concreta, alrededor de la situación polftica dcJendo pcndiente'el problerna de cómo se resuelve la hegemo
nacional, en la quinta conferencia de 19ó5, que e§ la que consa' nle el lntorior de semejante alianza, asunto que. tiene que ser re-
ffii
gra en'térmittos áe posición táctica la ruptura, la corr:iente de S+ Í¡elto cn, concreto, frente a circunstancias concretas;" no como
iurnino Paredes, que da origen al PCF Bandera Roja, allf Félix un prlnclpio rector del proletariado en sus relaciones con las
tiene razón. AIH áieron ellos, para ese momento, una caracteri' otrm copas sociales.
[; zacrón de situación'revolucionaria. La guerrilla todavla no esfa- ARIAS SCHREIBER: Después de la intervencióu de Letts y
ba derrotada. Allf hay un planteamiento de llamar a la constitu' de Malplca creo que queda claro que el princtpal elemento de
lri'
ción del Ejército Popular como la principal tarea del partido en É¡a desvtación que Dammert ha caracterizado como dogmátioa,
ii esas cirq¡nstancias, y también al desplazamiento de la dirección fuo ol elemento de caracteri¿ación de la situación revoluciona-
al campo como expresión concreta del inicio del trabajo en este rla, o soa de afirmación de que en 1962 y 19ó3 estaba a la orden
sentido, Eso estaba er¡identemente equivocado, y de esa manera
ellos ,se convertfa; en tributarios del foquismo, a rastras de una
del dls Ia revolución, y que si ésta no se hacía era porque no
¡e tom¡ban las armas, y éstas debÍan tomarse en el campo, par-
corriente que procesaba una desviación pequeñoburguesa, co tlondo de la absolutización de la experiencia shina y de cierta
mo eran ei StN o el MIR en esas circunstancias, lormu también de Ia experiencia cuba¡ra; Ma,lpica lo ha dict¡o
clare¡nente; no sóIo tributarios del foquismo, sino también de Ia

173
experiencia de Mao. Ahora, si se discute, ¿cuál es peor, la des-
viación de izquierda o Ia de derecha? Bueno, para mf ambas pot,
que ambas tienen en el fondo el mismo contenido: las dos refle-
jan una política de clase no proletaria. Ahora se puede .decir
"yo prefiero que la desviación sea de izquierda y no de derecha,,. notas
Pe¡.o esa es una opinión. Pe¡o como experiencia políticq la peor
desviación es la que no se combate, la que fructifica y se de.
sarrolla.
Ahora, fue mejor, se dice, la experiencia guerillera con su
holocausto. Y que eso significó en cierta forma algo positivo. y
en cambio fue una demota total haber apoyado a Belaúnde. No l, E:n¡xozrl Al participar en este debate quiero preciser que.las
es asf, Porque el apoyo a Belarlnde efectivamente y realmente opltrlorrer que vierta en él son de mi exclusiva respoirsabilidad
impidió la llegada al poder del Apra. Y no sólo en 1962, sino ¡lertotrel, y no comprometen necesariamente ,las opinionos de las
que creó una nueva situación política, o para no exagerar, fue urganlreclones y de las instancias de mi partido.
un olemento de la ireación de esa nueva situación. El apoyo a
Belaúnde fue incondicional. No hubo pacto ni compromiso de l, l,sr¡nr t,,l lnvltación a participar en esta polémica fue hecha a
ningfrn tipo, y se dijo "es un apoyo incondicional porque incluso tflul¡r Ier'§oual, aunque como miembro de VR y mil.itante de la
Belarlnde no lo quiere", Se dijo "nosotros damoi nubstro voto r'!ru*r ¡rrr¡rrrlnr con determinadas posiciones; las que he expuesto.
incondiciona,lmente para cerrarle el paso al Apra', y listo. y ese Ml pnrtlclprrr:lón, debiclo a la total iüeperancia de los organismo.s
objetivo se cu.mplió. t1e dlt'ecclón cle mi partido, (por disolución, descomposición o de-
ilrrganlleclón), no ha podido ser consultada a ese nivel, y, natu-
DAMMERT: Pero en 1962 La Fuerza Armada había dado un
golpe para que Belarlnde ,llegara al poder. ¿Cómo pues esos vo- rAlmsnto, no los compromete.
tos "impedían" el ingreso del Apra cuando .la propia Fuerza Ar- Dc¡dp el primer momento pedf que en la polémica participase
mada estaba promoviendo ya desde 1962 el impulso a las refor- ntr t'eirnpnñero representante clel PCP Patria Roja; y que, en caso
mas y a Belaúnde? tle qtre c!.o no fuese posible, se furvitase al compañero Rolando Bre-
ña ltarrto,ln a participar a tftulo personal. Lamento que ninguna de
ARIAS SCHREIBER: Al contrario. La Fuerza Armada coinci- lee tlos lr¡lciativas formaLmente planteadas por ml, pudiesen pros-
,dió con el Partido Comunista, Acción Po¡lular y .la Democracia pFr'á r"
.Cristiana para impedir que el Apra llegara aI poder.
MALPICA: Desdo hace rato se está discutiendo la. opción ,1, Mr¡Nr:¡,0,r.' Preciso que asisto'a este debate con autorización ex-
entre el foquismo y la ilamada acumulación de fuerzas de] Par- ,¡utra do rni partido, pero que mis opiniones tienen un carácter
tido Comunista. Dammert dice que fue mucho más edificante el pÉr¡anal y de ninguna manera comprometen ,la posición del Par-
foquismo con sus errores y sus equivocaciones. Yo estoy de tldr¡ §oclulista Revolt¡cionario.
acu.erdo con esa tesid. Pero, creo que no debe discutirse exciu-
sivamente entre esas dos alternativas, en cuanto hay una terce- l, Moxcr,r¡rl No uso el término "cqnsumismo" parece en-
ra, que es haber predicado 1a violencia sin haberla hecho. Esto -como
le¡ulnr llélix Arias- como equivalencia de "elevación del consumo
constituye ,una farsa que hay que denunciarr puos doce años des- puprrlar", slno en el inequfvoco y generalizado de "deformación"
pués de las guerrillas se la sigue predicanclo sin voluntad de im- ¡t "alletlaclón" d'e los hábitos de consumo, provocadq pollas
plementarla realmente 8. catrrpaflus clc los capitalistas que inventan falsas necesidades indi
vlrlueles y colectivas con el solo propósito de vender su produc-
clón. lll capltalista no decide su producción en términos de sa-
tlafacclón de las necesidades colectivas, sino de mayor beneficio
y lusro para la empresa. De esa m'anera es cap¿rz de imponerle
a lor trabajadores tipos y ansias de consumo a¡tificiales. Esta
l/5
deformación puede, incluso, confundir icleológicarnente a los tra-
bajadores, haciéndoles identificar sus objetivos correctos en Ia ttlcetueles. Esto expresaba el rotundo hecho de que la clase
lucha con el de alcanzar ese tipo de consumo. En ese camino pue- ÉbrÉra, en nuestra patria, había 'inaugurado el nuevo período
den hasta convertirse en aliados incoherentes de los capitalistas. hlrtórlco de Ia revolución nacional-popular en camino al socialis-
Pero conviene no confundir el rechazo al consumismo con la falsa ño, No ós casual por ello que gracias al tesonero y firme traba'
teorÍa de un supuesto "socialismo del no consumo". Je propagancllstico y educativo del Amauta, quienes arribaban al
ÉrcGnarlo lntelectual con ideas nacionalistas, i'ndigenistas,o anarco
a mi voluntad, no pude
5. DaMMBRT.' Por razones independientes ¡lndlcall¡tas, fueran en un primer momento mayoritariamente
participar en la reunión donde se debatió est9 punto. Atenién- ¡ltt0dos por las ideas dei marxismo.leninismo. Vallejo es solo una
clonie a un acuerdo previo, presento a posteriori m'i opinión so ffgf Crpresión de esto. La polémica sobre el indigenismo entre
bre el mismo, la cual si bien toca directamente el tema no puede ftrr{ltriut y §ánchez no puede entenderse fuera de esta aguda
detenerse en trn conjunto de aspectos de detalle tratados en esa tin¡to¡maclón. Esta situación expresaba que la clase obrera, po
discusión. lltlctmcnte, generaba y ejercía su hegemonla sobre sectores que
Cbmo se ha visto en temas anteriores, la preocupación por la his'
lf dlvhtOn ,social del trabajo en la sociedad semi"feudaly'semi-colo'
toria es abiertamente'actual' Por ello, al preguntar por la relación
nlel hrbfa colocado en la situación de pequeña burguesla profe'
de los intelectuales con la clase obrera y la izquierda, necesa' llcnel,
riam€nte nos pl€gunta[los por qúé luego del 30, cuando al formar' Pen¡, Ju¡tamente, también en esos años, se produce la emergen'
se eI Partido Comunista del Peru por José Carlos Mariátegui, elr rJo una corriente pequeño burguesa, afincada principalmente
muchos de los intelectuales estaban 'del 'lado del manrismo'leni' €n §rhócratas a¡ruinados, profesionales, comerciantes y artesa'
nismo, se pasa por 3 décadas (30{0) para que nuevamente em- ll0lr QtE primero disputa y luego logra la hegemonfa en la exprrr'
piece a daise eia relaiión, que atrora (70) se ha generalizado ¡lón lr¡tclocttial de las nuevas fuer¿as sociales. Es el Apra, la cual
én forrra incontenible. Esta es una pregunta muy im'portante, nlolonrlhta y anticomunista, demagógica y confusionista, con
y, obviamente su respuesta 'no está exclusiva ni principaümente ld vcrborrca, venalidad y caudillismo de sectores pequeño bur'
en los intelectuales sino en la ,lucha polftica eotre las clases ¡UClot arrulnados por la peneración imperialista y el consecuente
básicas del paÍs. áur¡rol'lo dcformado del capitalismq aprwecha la derrota del
En nuestra sociedad, como en toda sociedad de clases, cada cla' Prrtldo Comuni'sta y Ia clase obrera, para ga;nar Ia expresión ideo
se posee sus "intelectua:les", que le sirven para afianzar su do' ló¡loa hcgomónlca en ei movimiento popular. En esos años, se
cdn¡tttuyc en instrumento de derrota del conjunto del 'pueblo, y
minación o para lograr su liberación. Las ideas, como dice un tuego eorá transformado, al influjo de los vaivenes de la pequeña
entrañable amigo, no crecen, como la lana al cañ¡ero, en las ca- y su conducción, en instrumento del domir¡io impena'
bur¡uoala
bezas de 'las personas: son reflejó de la prábtica social, eoipre'
san el conocimiento de 'Ia naturaleza y la sociedad por determi- llrti Pese a ello, en términos 'intelectuales, el Apra no aportó
nadas fuerzas sociales. lps intelectuales, en cuanto organizado' rlno confuslón y demagogia- La historia no registra luego de los
res del dominio o liberación cle una clase, tampoco son obra y 7 Ensayos y la obra cr:ltural del Amauta, sino la gran demagogia
gracia de ,la pequeña burguesÍa profesional, si bien la explota- ¡frhtr; h cual, para darse algin aliento, como Luis Alberto Sán'
I¡,
ción capitalista hace todo lo posible por reducirla'a ella. Es des- oi¡cz, dobtó recurrir en adelante a la peregrina tesis que José Car-
I

de este punto de vista que la cuestión de los intelectuales debe lor Marlátegul "tue aprista".
i, ser tratada y planteada, cliferenciando los de la clase dominante En €ltos aflos, la clase dominante tenla sus l¡ltimos grandes con-
I
de los de las clases oprimidas. !€¡'vadores que daban alguna formalidad teórica a su dominación
de clgso. Pero 'no representaban el conocímiento social, y tam'
I

En'la década del 20, finales, en vida todavía José Carlos Mariá- poeo €ran la mejor herramienta para que la ideologfa dominante
tegui, viviénd,ose 'los apasionados años del- triunfo de la revolu' ioldara el coniunto de su aparato reaccionaxlo. Habfan tenido que
cidn-soviética y el inflqio mundial de las ideas del 'marxismo'le
recu¡rlr ya a almaceneros del latifundismo como Piérola, y a d9
ninismo, la mJyorla de los intelectuales estuvo del lado de la cla'
mrgogoc insustanciales y chauvinistas como Legufa' El desarrollo
se obrera, y del seno de esta empezaron a surgir también sus in'
dcl crpltalismo, que años más tarde se harfa predominante, si
blon aumentaba'las capas pequeño burguesas propietanas y asa'
t76
177
É

lariadas y difundfa los mitosconsumistas de la clase dominante, AP, gl M§P, Ia DC' Más tarcle, en 1968, seián estas fueruas las
restringía en estas mismas capas la forja de intelectuales orgá. euá lntantcn darle formulación ideotógica al reformismo burgués
I'
nicos de la reacción, más aún, cuando la propia burguesía indus-
trial, anémica en su capacidad empresarial, era huérfa.na en su
ái Vuterao, recurriendo al, anarquismo, al socialismo
ya
pequeño
en plo
burfu¿¡, al neo.aprismo. Pero, Ia contradicción estaba
elaboración intelectual, ág ?á¡arrotto. Ei por el'lo que el pase del capitalismo a predo
En ,la década del 30, entonces, se dibujan los contornos de nues- álnant., lncrementindo las capas medias especializadas en Ia téc'
tra intelectualidad, contornos que durarán por más de 2 déoadas, nlee y la dlencia, al ahogarlas a ellas mismas, permite que giren
en que la adquisición fraseológica de terminologías en boga, no va- h¡ela- le lzqulerda y en unos casos integren y en otros acepten'
riará 'sustantivamente. Pero las condiciones cambian, al cambiar ár¡¿nao ¡up;ran la fácil ironfa anárquica y deses'perada en que osci'
las propias condiciones de la lucha de clases. EI capitalismo se lut ll¡unis, la nueva formulación que emerge desde el 60 en la
hace predominante en la sociedad, y con ello, fortaleciéndose la hedald" pcruana, rompiendo Ia colaboración con la burguesfa
clase burguesa industrial, se amplía el aparato burocrático esta. todavla inicialmente, a tran'sformar nuestra hist6
tal, aumentan los trabajadores de servicios y comercio, se inc¡e- liáirnUnüosc,
-rlei
cultura popular de resistencia en una cultura nacional-de'
fr ¡henta la tecnificación de la .producción y por tanto el peso de mo0rátlca y de masas, al intorior de Ia lucha por el poder popu-
I los profesionales, crece y se diferencia más el proletariado. Esta l¡r, §on pirtlcular ftrerza en la actual situación polltica pre'
predominancia del capitalismo, hace que, de un lado, eir ,la clase havgluclonarla.
dominante se inicie y luego culmine el desplazamiento de los te-
fl
ll rratenientes por la burguesÍa monq)olista sin generarse nuevos Lo¡ lntolectuales, no son pues "a'po1íticos", ni "fuente cle todos
,.
intelectuales de su propia clase y seduciendo muy limitadamente 'lor pertlclos", ni "vanguardias" y menos "apoyadgres"' So-n ins'
tn¡¡ionto del dominio o liberación de las clases básicas' L¿ re'
t.

algunos ámbitos, y, de otro, se haga más nitida la presencia de


I
la clase obrera en el pueblo, En términos ideológicos, esta situa. iiriotoi. cspecialización a que recurre eI capitalismo, separando
ción exige que la clase dorninante deba aumentar su recurso a trrLilo próductivo / trabajo improductivo. y trabajo manual / tra'
la mistificación y el control pero recurriendo a ampliar .la base üijo'lntil".tual, y tratando de exclusivizar el uso del conoci
técnica de un co¡ioci.miento social estrangulado por el ominoso mtento social a áertas capas' no sólo se esirella @ntra las as-
que, d:l
peso de la semicolonlalidad y semi.feudahdad. Por eso mismo, ltiictoncs de estas, sino que se da en condiciones 9n
al pasar el capitalismo a predominante, ,la clase dominante tiene i¡plct¡rlado especfficamente, germina la forja de §u instrumento
que recurrir más y más a sus propios hornbres como intelectua. de'
á¡enclal de llberación, 'mientras que los rcaccionarios ven casi
I les, inclinándose las capas especialistas ,socialmente hacia la cla. iiá.recut 5us intelectuales, al punto que los desvarlos socialds
se obrera. mScrgtas tratan de'llenar este vacío. Esta situación es'la que mo'
Estas tendencias se manifestarán claramente ,recién en estos años, dtllea las condiciones de nuestro desarrollo cultural nacional y
I
Iuego de inmensas y duras peripecias. Luego de que la clase .do, rl pooo y papel de las capas pequeño burguesas en él'
t minante pasara por sucesivas variantes fresológicas, llega a su En o¡tc contexto es que debe verse el papel del movimiento es"
l actual crisis programática e ideológica en 1977, una vez agotado tudlrnttl y del magisterio, como fuerzas sociales compuestas por
históricamente el reformismo burgués, sin filósofos, poetas, histo
i ogpra pcqueno burguesas que, en nuestro pals, luego de] campe-
riadores ni científicos. En el movimiento popular, la situación es
I
i más compleja. [¿ tradicional e histórica cultura popr.rlar de resis-
rl¡i¡do, són dos claras expresiones de la democracia burguesa
tencia aI colonialismo y al irnperialismo, que Mariátegui desarrq rcvoluclonaria, a,liada de la clase obrera. Eso nos permitirá salif
I llara con la ideologfa de [a olase obrera, luego del 30 pasa'por do la lronfa "óriolla" (y en cuanto tal, rez-ago colonia'l), de Jo epi'
el'confusionismo relativista del Apra; extenuado este de su de. dérmlco, Io anecdótico o de los absurdos fantasiosos con que la
ii formación de Mariátegui, y habiendo sido tr4nsformado el parti. lfnoa di colaboración de clases trata de ocultar sus demotas.
fl do de Mariátegui en social'demócrata refo,rmista en 1944 con una Poro 'antos, una referencia final al tema anterior. Es en relación
t lÍnea de colaboración con la burguesfa gue no aporta casi nada Ál "acrosoli' y el consumismo de que se habla en la reunión' Cier'
temonte, las capas pequeño burguesas son ilusionadas y oprimi'
¿

1
en la vida lntrlectual, el puesto lo tornan nuevas fuerzas cuyo.
fl
ideário tecnocrático, populista y consumista, será expresado por ds¡ (no 'explotadas) en el cons'úmo, pues la dominación imperia'
x ilrto,''tor rnonopolios y la ¡'enta terrateniente distorsionan toda la
{,¡ 178
ü t79

ü
estructura de consumo del .pueblo y la nación. No hay solo con- lueh¡¡ y con muchos errores. En nuestro pafs la base social
sumo superfluo e innecesario; éste ,refleja una estructura prG del rorrl¡lonismo es estrecha entre la clase obrera y las capas
ductiva antinacional. La revolución popuiar, al cambiar la pra de le domocracia revolucionaria, pues no hay ganancias mono.
ducción, va a cambiar también el consumo, para lograr un au- pglhtet que slman para neutralizarlas y corromperlas, como ana-
téntico consumo en beneficio del pueblo. No habrá entonces ae- llmra Lonln para la II internacional. Esta es la base fundamen-
'rosol o coca cola, "aportes" del imperialismo a la cultura de la
humanidad; pero no sóIo no habremos perdido nada, sino que ha-
tftr de ¡u desplazamiento hacia Ia izquierda. Pero este desplaza-
bremos ganado una fisonomía y un consumo nacional-popular, al ndcnto se hace en condiciones €n que la clase obrera y los mar-
servicio de las mayorfas y en real concordancia cou las uece- xl¡tsr4enlnlstas recién están dando sustantivos pasos para .la re-
sidades sociales de Ia humanidad. Al combatir el mito del coh- €onltrucclón del Partido de lVlariátegui. Es por ello que se cae
OOn t¡cllldad en los errores del foquismo castrista, del-dogmatis-
sumismo impregnado en nuestra sociedad, además de rechazar
Ia reducción de la vida a términos y condiciones infrahumanas, mo mudomaofsta, del economicismo caudilhsta, del gremialismo
I gl nnrrqui¡mo. Nadie va a negar estos errores, puei 3ustamen-
hay gue evitar quedar atrapados en las telarañas fantasiosas en
que se mueven nuestros calificados "osos hormigueros,,. ta él roconoerlos permite desarrollar mejor la fuerua democráti-
g&tWoluclonaria de ,maestros y estudiantes, y va a permitir asen-
Volvamos a los estudiantes y el magisterio. Estas dos fuerzas so. ttr y haccr cstratégico el desplazamiento polltico hacia la izquierda.
ciales, en las décadas del óO70 van a crecer en forma muy signi.
ficativa, en número, ubicación social-profesional y base técnico- Al rallalar estos aspectos, indudablemente, .no puede menos que
productiva de sus herra¡nientas de conocimiento. Su presencia go,neldorarse con ironfa aquellas formulaciones que tratan" de
tumultuosa y fulgurante, aunque muchas veces episódica, va a Ooultsf la colaboración de clasos y traición a luchas tras el se.
contrastar con ,las capas de trabajadores artfsticos, pese a q,ue áelcrnlonto incorrectamente formulado de los error€s reales. Es
estos empiezan a vivir este mismo proceso, indudablemente en ütl cl caso de los estudiantes, en donde desde l9ó4, en un duro
escala más reducida, en los 70. El crecimiento de esas fuerzas PrOcGso y pese al .limitacionismo y Ia represión sistemática, en
se hace a la vez que se reducen sus condiciones de vida y traba- partlcular del gobierno de Velasco, estos incrementan su papel de
jo y aumenta üa opresión polftica y social sobre e1los. Siendo dl¡do do la clase obrera y eI campesinado, dando grandes corp.
unoe, Ios estudiantes, "esperanzas del futuro,, para la clase de b¡ts naclonales y estudiantiles, cuyo peso zonal rclativo dismi-
minante y la pequeña burguesfa arribista, y otros, los maestros, nuyÉ, psro euyo contenido democrático-revolucionario se hace
"pedagogos del alma", 'lardiner.os de la infancia,, y otras frases má! nftldo, I¿s luchas en San Marcos (1969), C;.aco (1973). ACU-
de encubrimiento de su utilización como vehfculos de la ideología NI (1969-1976), Huamanga (1976), VC (197G77), son ejemplo de
dominante, ambos van a elevar cuaütativamente su enfrentamién- lo que decimos, no sólo en su labor de apoyo y extensión sino
to al poder ssmi-colonial, burgués y con rezagos terratenientes. tAmblún y sobre todo en su despliegue de masas, El no zanja,
Es por ello, y no pgr maniquefsmo, que estas fuerzas ,rompen con Inlonto profundo con 'la colaboración de clases, es lo que permi.
el Apra, la a¡rinconan y aislan, y desenmascaran y rompen con. te h fructificación de los errores dogmáticos, etc., expresánd.ose
eI rwisionismo colaboracionista, haciéndose esto claro en los es €n una rcal crisis de dirección y prcgrama, pero esto constttuye
tudiantes en la década del 60 y en los maestros €n el 70. Desa" lo vteJo y atrasado de1 movimiento, Jstandb-en pleno desarrolio
,rrollando su fuerza democrático-revolucionaria estas fuerzas en y fructlflcaclón sus reales aspectos nuevos y revolucionarios. En
estos años libran grandes combates y se acercan c¡ecientemen. €l ce¡o del magisterio, la tendencia general es similar. Luego de
te a la clase obrera y la corriente manrista-leninisla en desarro dure lucha contra el ,Apra y el revisionismq en particular en
Ilq pues son estos los gue constihryen la real a.lternativa revo. 1971, sl maglsterio nacional tiene una gran. experiencia de masas
lucioararia a la opresión. qu€ rcprescnta el arrinconamiento de 'la colaboración de clases
Este desplazamiento vale la pena precisarlo aun más, pues se d.i. alelándose al aprismo. Pése a toda la campaña vergonzosa desa,
funde .la tesis de que estas fue¡zas estudiantiles y magisteriales r¡'Ollada por "Expreso" y que hasta ahora inunda a "Unidad,', es
en vez de pasar más claramente a la revolución pasaron a ,,la lndudable que en esa lucha ,la izquierda ganó la conducción y .lle,
cor¡trar¡svolución", tesis difunclida.por la burguesfa reformista y vó por un cauce progresista al magisterio nacional forjándoie el
el revisionismo. Este desplazam.iento se hace a través de duras ÉUTEP. Solamente quienes fueron reducidos a la mlnima expro
llón, monos del 50ó de la representatividad, y con ello vieron
180
181
cuestionada su representatividad en la CGTP, .doncle era Gustavo
Fienro qtre Mariátegui analizó bien el problema campesino ligán-
Espinoza el "representante del .magisterio", pueden decir los ab-
dr{¡r al prublema de la población indfgena, al problema de las na-
surdos fantásticos de que la lucha del SUTEP era "contra-revolu- etr¡rrollda¿lss y, al problema de la tierra. En efecto, en buena me-
cionaria" y "aprista". Era y es más bien una lucha ciasista y re- rll¡la el problema campesino fue en el Perú el problema de una
volucionaria. Pese a ello, la no rectificación profunda de Ia cola- ll¡tuerr,§A población india subvaluada, sometid,a a excecrable ex-
boración de clases permite que se mafrtenga el economicismo y
que fuetzas pequeño burguesas traten de reemplazar 'a Ia clase ¡ilt|laclt'rrr y marginada totalmente del desarrollo social. Históri-
t,ánrenln rl l¿¡tifundio es el responsable es el reflujo-
obrera construyendo posiciones sectarias, demagógicas y aventu- -y al,avez
rie lnc li¡nlt¡rciones alcanzadas por la población campesina.
reras, aisladas de la vida y de las masas, representando también
lo viejo del movimieinto de masas. Mariñlegrrl jugó un papel destacado no solamente en el análisis
Esta tendencia de desarrollo, en particular en estas capas peque rtel ¡ttrrltlerna campesino, sino también en el esfuerzo organizati-
ño-burguesas, puede cambiar. Esto es propio 'de su carácter
vn ¡lp e.qle lrcctor. Fue él quien en 1927 tundó la Federación de
(llutreel¡urs y Yanaconas, la primera organización de tipo sindi
de clase vacilante. Ciertamente no hay terreno, al menos por eI
momento, para que se atenúe la ignominiosa ex.plotación y opre- ¡¡¡l err el crmpo peruano. Las luchas de esta Fbderación en bue.
sión a que son sometidas, por lo que mayoritariamente tenderán lr¡ itrer.llcla se orientaron por .las acciones campesinas libradas
constantemente hacia la izquierda. Pero, ¡riientras que la clase dttt'ettla rlglos contra'la miseria y la explotación, ejemplos de las
g¡¡6lea, e.n su tiempo, fueron la rebelión de Túpac Amanr y luego
obrera y los manristasJeninistas no avanzan, con Programa' de
Gobierno y Línea de Masas, a construir el Partido apto ,para di. lq¡ ¡rlrlorrcs insumeccionales de Atusparia.
rigirlas revolucionariamente, es i,ndudable que podrá darse el man- { rerr, rlrr ernl:argo, que en el pasado fue muy dura y m.Uy difíóil
tenimiento de graves errores economicistas, reformistas y dogmá- la lttrlrr del campesinado contra el. latifundio, I,os latifundistas
ticos, que dificultan el despliegue de su gran fuerza de masas ai r,nttEllltrfu¡r, en la vieja sociedad.peluana, una fueza muy pode-
costado de la clase obrera. tlle tn¡rto clesde el punto de vista económico como político. §us
Con otras caracterfsticas, es el mismo problema para el conjunto l¡tleteses estaban representados directamente en el Gobierno y
de las capas medias, pequeño burguesas, incluidos nuestros into ettfreltlnrse a ellos era asumir poco menos que una conducta se-
Iectuales especializados debiéndose hacer en otro momento el rllr:fursa. Aun se recuerda el poder extraordinario del que haclan
análisis de'las diversas corrientes filosóficas, cientÍficas y artfsti- gnla los pollttgueros-Iatifundistas, como Manchego Muñoz y .mu-
cab que expresan este complejo desarrollo. "Todo acto o r,luu otrus, que mantenfan cárceles en sus haciendas, cepos para
voz geníal viene del pueblo y va,hacia é1", dijo Vailejo y algunos t'aEligrrr n los campesinos, que hacían uso de incalificables atro'
todavla no lo entienden: 'los auténticos, verdaderos intelectuales, ¡rello: ru»rtra sus trabajadores del campo, sus mujeres y sus hijos.
no del afianzamiento de .la clase reaccionaria ya condenada por la O¡rurrerse ü estos abusos era empresa muy riesgosa. Podla costar
historia y cada vez más reducida, sino de la liboración de las iu lllre r ln([ y arln la vida, También en relación a esto hay muchos
clases revolucionarias portadoras.d.el futuro, vienen de ]as masas eleirt¡r[»r.
y van hacia ellas, rompiendo la división del trabajo, la explota-
ción y la opresión impuesta por la burguesía y el imperialismo. No olr¡¡tnntc todas las .dificultades, lbs campesinos lucharon con
fllrrtr.zu. Básicamente exigieron Ia tierra para trabajarla directa-
6. EsprNoz¿: En mi opinión, la pregunta .resulta francamente am- rrterrle y el tin de la explotación. El Partido Comunista, desde sus
biciosa, Responder, en un debate como estos, a una inquietud olilgenos, estuvo ligado a estas iuchas. No solamente por la pre-
como Ia que se noi plantea, rasulta excepcionalmente complicado. ¡enr:lR de Mariátegui en Ia primera organización campesina del
De 'manera general, yo podrfa decir que el carnpesinado en el l'ertl, slno tambiún por las tareas concretas de su dirección y de
Perú constituye rma fuerza social muy importante. Tradicional- qu rnllll¿rncia. No debiera olvidarse que, muy temprano, en la dé-
mente nuestro pafs fue un pafs agrariominero y hoy es, funda. r'arle dcl 30, el Partido Comunista trabajó con ¡ntensidad en las
mentalmente, mineroindustrial. No por eso la pobiación campesi. rorrns rull)cras del centro, en las que predominaba una población
na ha disminuido, ni tampoco ha dejado de jugar un papel signifi r,'nrrr¡reslna. AlIl estuvo radicado un buen tiempo Jorge del Prado,
cativo en la vida nacional. r:¡rvlr¡rlo por Mariátegui para hacer trabajo entre los mineros, con-
llllrrryenclo poderosamente al surgimiento de las' organizaciones
t82
183
sindica'les del sector, pero alentando también las luchas campesl- lBa lo¡ campesi¡ros en diferentes zonas del pafs, particr¡larmente
nas contra el latifundismo serrano y contra .Ia presencia de la ül Curco, Junfn, Ayacucho y Hr:ancavelica.
emprtsa imperialista, Cerro de Fasco, que no solamente tenÍa ya-
cimientos mineros sino también grandes haciendas. Ll orgrnlzactón del campesinado tue brut¿lmente reprimida. Ba-
Jo cl protcxto de luchar contra supuestos brotes guerrilleros, en
El Partido Comunista tuvo la virtud histórica de colocar en el lo¡ prlmeros años de la década del ó0, fueron aniquilado's num+
centro de las luchas campesinas el problema de Ia tierra otor- t9lor'¡lndlcatos campesinos. Particularmente debiera nelievar-
gándole un sentido mucho más amplio: la lucha por la reforma t€ lo que sucedió en los valles de La Convención y Iarcs, donde
agrarta, Tuvo Ia virtud de colocar también en el centro del inte- lueger do ,las denu¡cias del diario "La Prensa" acerca de una
rés agrario la üucha por los derechos sindicales de ios trabaja- lné*htsntc guerril.la de Hugo Blanco, literalmente se arrasaron
dores del campo. El Partido Comunista combatió con firmeza en lo¡ tlndicatos campesinos formados como consecuencia de un tra-
contra de todas las formas de explotación en el campo, bllo muy abnegado y difícil. Objetivamente'la polltica de Blanco
Naturalmente, nuestro trabajo tuvo muchas deficiencias. No sola- llrvló para Justificar la más bnrtal represión contra'las organiza-
mente deficienci,as en el sentido que hemos hablado cuando nos olonor campesinas.
hemos referido al movimiento obrorq sirno deficiencias mayores. Lr ll¡mada "reforma agraria" implementada en 1962 por Ia Junta
Nos enfrentamos siempre con una realidad concr€ta: el menospro MlUt¡r do Gobierno sirvió casi tan sóIo para trajinar el valle de
cio social por los problemas campesinos. Ese menosprecio cun- l¡ Convcnción y un poco más, el departamento del Cuzco. Tam-
dió también en nuestras filas en a'lguna medida y muchas veces blén para debilitar seriamente a üas organizaciones campeslnas.
descuidamos el trabajo del campo y no lo ,ligamos adecuadamen- YO nO tongo datos concretos, pero valdrla la pena precisar cuán
te con la lucha de la clase obrera ni tampoco le dimos un conte- tOr dlrlgontes campesinos fueron detenidos en la famosa redada
nido poiftico concreto. De todos modos, Iibramos una ,Iucha por del I de encro de l9ó3.
demostrar la importancia de l¿ unida.d obrerocampesina.
En lo¡ aflos de Belafinde el problema agrario siguió en Io funda-
En ,la década del 60, particularmente, trabajamos en eI movimien- mantal ¡lcndo el mismo. La reforma agraria propuesta por oi 16
to campesino tanto a nivel de Jas bases como a nivel de Ia direc- glmon, no satisfacía elementales aspiraciones. Pero ya resultó
ción y contribui.mos a formalla CCP. Desde el movir0iento es- una bu¡'la cuando .la ,ley se convirtió en un proyecto supercon
tudiantil y obrero colaboramos con la lucha de los campesinos, vlvlÉnt'o puesto que el Apra introdujo en él
les brindamos solidaridad rni,llhnte, nos interesamos por sus pro. -sin resistencia
la dlrocclón populista ni del Gobierno,- disposiciones
de
exprresas
blemas y jugamos un papel catalizador que arin juzgamos positi- orlentadae a pmteger el latifundio.
vo. Nos corres.pondió en buena medida a nosotros interesar a
la juventud, al movimiento estudiar¡til y al movimiento obrero por tJna voz más, la dirección del Apra asumió una conducta trai-
Ias luchas campesinas. dora, Includablemente estaba entroncada políticamente con los
€¡portadores costeños y los latifundistas serranos y aspiraba l,le-
Ese, de modo general, fue nuestro aporte antes de 19ó8, gcr el poder en hombros de el.los y en estrecha alianza con el
lmporlallamo norteamericano. La dirección populista capituló an.
7. EsprNozl: En la década del 60, por el influjo de los factores te ,lae presionos del Apra en su interés de m,antenor posiciones de
que ya hemos analizado y otros, el movimiento campesino adqui lrlvllsgio on el Poder.
rió un grEm auge. Tomaron cuerpo, principalrnente las ocupacio. É,rte polftlca traidora fue respondida desde ,las bases, desde el
nes de tierras, las recuperaciones de tierras, es decir, la,lucha con Onftporlnado y desde el mor¡imiento obrero. Naturalmente el Par-
tra el latifundisrno. En br¡ena rnedida, el combate por la refor- tldo Ccrmuntsta no fue ajeno a esta ,respuesta, loda vez que bata.
ma agraria adquirió ese carácter. üló flr¡ncmente por una auténtica reforma agraria.
TaI lucha estuvo unida a un vi.goroso ascenso de Ia organización
camlresina. No solamente su,rgió ,la CCP --que incluso pudo hacer t,H¡p¡N«¡zt; Yo pienso que la existencia de elementos feudales en
un Congreso que, aultque no suficientemente representativo, re- Él eampo no alcanza a teñir la estructura social de tal manera
flejaba sin embargo un cierto avanco* sino también se organiza" que pucdn caracterizarse la sociedad peruana como feudal o se-
ml feudal. La sociedad peruana de nuestro tiempo es básicamen"
184
185
Je. capitalista y las relaciones de producción son, por lo tanto,
básicamente capitalistas. Y eso se. presenta de mÁnera gurr."."i dnd mrry lntgnsa orientada a incrementar las tierras de cultivo
,en la ciudad y el campo, en el que
existe desde hace muchos años ü. el Pe¡rl (MaJes, Olmos, poechos y muchag otras represas o
un fuerte sector de asalariadoi, o sea, de obreros agrfcolas. hrlgrclorrot).
Dentro de ese contexto debe verse también el aporte que signi- Itttludablomonte, la reforma agraria tropezó desde un inicio con
ficó la reforma agraria implementada por er Gobierno li.evorüio ñumÉir,¡B.'r dlflcultades. por un .Iado, la falta de una sólida orga.
nario de üa Fuerza Armada a partir del 24 de junio de l9ó9. nleer,ló¡¡ carnpesina (la existencia de la CNA, on alguna m"ai-¿á
Debiera significarse, en primer lugar Ia circu¡stancia polftica en ¡uh¡Erró osta deficlencia a partir de 1974). por otro Iado, la exis-
Ia qr.le se dió esta ley. Un momento de trascendentalei definicio lencla ele r¡na frondosa burocnacia ad.ministrativa. Esta ná siem-
nes en el que los sectores conse¡vadores del Gobierno comenza. p,tt lrlr, gola de espfritu revolucionario y sí, muchas vuces, t"abO
ba¡r a ser desplazados por la izquierda mi,litar y la d.inámica de ll a¡rllcación de Ia ley para perJudicar a los campesinos, Esto
-darse Il¡tltó conrlcterablemente el sentido revolucionario de la reforma
'Ios car¡ibios. Para que pudiera fa ley ae reforma agraria
fue necesario que dejara er Ministerio de Ágricultura er Gónerar r¡rarla sobre todo porque pretendió convertir esta medida en una
José Benavides, a quien se atribufan vinculaciones con los prtr., rockln ndmlnlstrativa de redistribució¡r de tierras y no en un h+
eho polftlco, en un cambio definitivo de ¡rclaci.i"". ¿" p*¿u"_
gietgrios de los complejos agro,industriales de ,la costa y ekin e¡¡ ol oampo.
ü,as
latifundistas serranos. La ¡eforma. agraria sirvió entoncls"on'lo,
no sG
Io como cata,lizador del proceso sino también como instrumento De toclos modos, pese a sus deficienci,as, nosotros consideramos
orientado a defi.nir Ios campos y separar d.e las posiciones de po- r¡tte la. rcforma agraria es una .transfo¡mación social profunda
d3r a_tos grupos reaccionarios. Ese fue uno de sus grandes mé- t1tte. debe scr resueltamente defendida ahora no solo por el cam-
¡ltos históricos. I!€rl¡rA(lo sino por todas las fue¡zas sociales democráiicas y ;;;
A mi Juicio, la reforma agraria constituye uno de los cambios grerl,rtns de 'la vida nacional.
más radicales lrnplementados por el goúierno de Velasco Ajva"
rado. De manera general se puede apñciar en elfa un profundo
contenido antifeudal, antioligárquico y antiimperialista. En efec-
to, se proponfa ferminar con las formas feudáles de explotación
en el campo, eliminaba el latifundio serr¿Lno.y costeño y afectaba
los intereses agrarios de importantes consorcios imperiajistas, ce
mo la Cerro de Pasco,
La vieja estructura agraria en la que el O.So¿ de los propietarios
acaparaba el 76Vo de ,la tierra, quedó totalmente destruida. Solo
hasta el 3l de julio de 1975 se afectaron más de 7 millones de
,hectáreas, de ,las cuales 5 millones 600 mil se adjud"icaron a casi
250 mil familias campesinas.
'Hasta esa fecha habfan surgido casi mil empresas campesinas
asociativas que poseian casi dos millones de hectárBas.
Estos avances en el sector agrario se complementaron también
con avances en el sector ganadero, afectándose casi 2 millones
de cabezas .de ganado para beneficiar a ,las organizaciones .agra-
rias asociativas,
Se pl,anteó una nueva orientación en el otorgamiento de ,los cré-
ditos y paralelamente a la r€forma agraria se inició u¡a activi.

1Bó
ind.ice

I'tt',r.1¡¡,, ¡,1¡¡ I

I Ilr,rr.irrrlr,rrl,r ¡x»¡lu.lar en los años 20-30 l7


,llrtlr,r '¡llu¡r¡ ir'¡r rcvglucion¿fia en ,lOS añOS 30? 30
It;lrlli,lrrrl y lucrzl clcl movimiento obrero en los años ó0
I e¡ ¡lt,¡r¡.r,, .lrnl r¡lovimiento popular en .los .años 60 66
I aa , ,r¡'¡¡'; rrrr.rlirrs, Ios intelectuales y la izquierda 80
¡jl , rurrl,r'.,¡¡t,rrlo cn los años 60 LLg
,l ,rl,it.!l¡.it;l ,r sc¡lrifeudal? 133
f'r,,t,r,ur,r y ¡rotlcr.on el agro peruano 16l
lt,,t,rr l'1:i

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