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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua

NUEVA LEY DE GESTIÓN INTEGRAL DE LOS RECURSOS HÍDRICOS PARA LA


PROVINCIA DE TIERRA DEL FUEGO
Urciuolo Adriana(1), Noir Gerardo(2), Iturraspe Rodolfo(1), Lofiego Rita(1), Giomi Karina
(1)
Universidad Nacional de Tierra del Fuego, (2)Dirección General de Recursos Hídricos de Tierra del Fuego
Onas 450 – (9410) Ushuaia. TE: 02901 440853, San Martín 1401 – (9410) Ushuaia. TE: 02901 422576
E-mail: aurciuolo@untdf.edu.ar; gerardonoir@yahoo.com.ar ;riturraspe@untdf.edu.ar; rlofiego@untdf.edu.ar; kgiomi@untdf.edu.ar

RESUMEN

En 1990 el ex Territorio Nacional de Tierra del Fuego fue declarado Provincia mediante Ley N° 23775. Durante
los siguientes años se promulgaron las principales leyes vinculadas al manejo del ambiente y los recursos
naturales. Pero a pesar de haberse elaborado un anteproyecto de Ley de Aguas en 1993 con el asesoramiento de
expertos, no fue posible lograr los acuerdos para contar con dicha normativa. Sobre la base de este primer
proyecto, durante más de veinte años, la Dirección de Recursos Hídricos provincial trabajó para contar con una
Ley de Aguas que le permitiera llevar adelante una gestión racional del recurso, presentando numerosos
proyectos a la Legislatura Provincial, y afrontando con normativas provisorias los diferentes problemas.
En diciembre de 2016 se sancionó la Ley Provincial 1126 de Gestión integral de los recursos hídricos.
El presente trabajo tiene como objetivo describir los aspectos más relevantes de la nueva ley que permiten
abordar y dar solución a los problemas suscitados por falta de mecanismos de regulación.
Se analiza el proceso transitado, los principales conflictos vinculados al uso y manejo del agua derivados de la
ausencia de normativa, y la forma en la cual la ley contribuye al ordenamiento hídrico de la Provincia.

ABSTRACT

In 1990 the former national territory of Tierra del Fuego was declared province by law N ° 23775. During the
following years, the main laws related to the management of the environment and natural resources were
enacted. But despite having prepared a draft water law project in 1993 on the advice of experts, it was not
possible to achieve agreements with the legislation. On the basis of this first project, for more than twenty
years, the provincial water resources management worked to have a water law that would allow to pursue a
sound management of the resource, presenting numerous projects to the Provincial legislature, and facing
different problems with provisional regulations.
In December 2016 the Provincial Law 1126 of integrated management of water resources was enacted.
The present study aims to describe the most relevant aspects of the new law that allow addressing and solving
the problems that had arisen due to lack of regulatory mechanisms.
It is discussed the process, major conflicts related to the use and management of water resulting from the
absence of regulations, and the way in which the law contributes to the water system of the province.

INTRODUCCIÓN

En el año 1990 el ex Territorio Nacional de Tierra del Fuego A.I.A.S. fue declarado Provincia
mediante la ley N° 23775 y el 1 de junio de 1991 fue sancionada la Constitución provincial.
Durante los siguientes años se promulgaron las principales leyes vinculadas al manejo del
ambiente y los recursos naturales. La sanción de la Ley de Tierras en el año 1996 promovió y
facilitó el desarrollo de nuevas actividades productivas que generaron diferentes usos del agua
(tales como el riego agrícola, la acuicultura, etc.) sumados a los ya existentes.

La Constitución de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, en su
artículo 83 dispone que “las aguas que sean de dominio público y su aprovechamiento están
sujetas al interés general”; agrega a continuación que “el Estado, mediante una ley orgánica,
reglamenta el uso racional de las aguas superficiales y subterráneas y adopta las medidas
conducentes a evitar su contaminación y el agotamiento de las fuentes”. No obstante ello, a
pesar de haberse elaborado en 1993 un anteproyecto de Ley de Aguas [2] con el asesoramiento
de reconocidos expertos que permitiera regular los usos del agua, no fue posible lograr los
acuerdos necesarios para contar con dicha normativa. Posteriormente, sobre la base de este
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primer proyecto, durante más de veinte años, el organismo responsable del manejo de los
recursos hídricos de la Provincia, trabajó incansablemente en obtener la aprobación de una Ley
de Aguas que le permitiera llevar adelante una gestión racional del recurso, presentando
proyectos a la Legislatura Provincial en numerosas oportunidades.

La falta de la normativa impidió regular adecuadamente el recurso hídrico, solucionar


conflictos por uso del agua, brindar a los usuarios las garantías jurídicas necesarias para sus
inversiones mediante el otorgamiento de concesiones o permisos para la utilización del recurso
y proteger un bien del dominio público, a la par que prevenir futuros conflictos en la utilización
del agua.

Los diferentes inconvenientes derivados de no contar con legislación específica, debieron


afrontarse a través de normativas precarias e insuficientes para la regulación de usos del agua.
Finalmente, el pasado 2 de diciembre de 2016 se sancionó la Ley Provincial 1126 de Gestión
integral de los recursos hídricos.

Considerando lo expuesto, se analizan los problemas y conflictos que se suscitaron por falta de
una normativa específica en la materia durante el periodo mencionado y la forma en que la
nueva ley puede contribuir al ordenamiento hídrico de la Provincia, al manejo integrado de
cuencas y a la conservación de ecosistemas.

El presente trabajo tiene como objetivo describir los aspectos más relevantes de la nueva ley de
aguas de Tierra del Fuego y la forma en que la misma permitirá abordar y dar solución a gran
parte de los problemas vinculados al ordenamiento hídrico de la Provincia que se derivaron a
través del tiempo por la falta de apropiados mecanismos de regulación, a la par que mostrar los
avances que en materia de gestión de los recursos hídricos permite la nueva normativa.

MATERIALES Y MÉTODOS

En base a un diseño observacional basado en el uso de estrategias cualitativas, se realizó un


análisis de los principales problemas y conflictos existentes vinculados al uso y manejo del agua
derivados de la ausencia de normativa específica, los actores involucrados, y el marco
normativo utilizado supletoriamente.

Se realizó un análisis del proceso de aprobación de la ley de aguas, llevando a cabo un


relevamiento de los distintos proyectos de ley existentes a través del tiempo en el marco del
contexto nacional y provincial de política hídrica. Como fuente primaria de información se
identificaron los actores clave vinculados al problema desde sus inicios y se realizaron distintos
tipos de entrevistas a los mismos según su tipo en la clasificación utilizada.

En cuanto a fuentes secundarias de información, se recopilaron y analizaron los distintos


informes y antecedentes existentes en las áreas de gestión del ambiente y los recursos hídricos,
los proyectos de ley de aguas, así como la legislación existente. Se realizó una revisión
normativa a distintos niveles (internacional, nacional y local), a los fines de analizar la que se
aplicó localmente ante el vacío legal. Se realizó un análisis de superposiciones normativas e
institucionales que se fueron sucediendo en la Provincia.

A través del relevamiento y estudio de los conflictos existentes se analiza la correspondiente


alternativa de solución que la nueva norma aporta a cada uno de ellos.
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EL PROCESO DE APROBACIÓN DE LA LEY. LOS PROYECTOS

Se presentan los resultados del relevamiento realizado acerca de los distintos proyectos de ley
de aguas elaborados para la Provincia de Tierra del Fuego, a los fines de mostrar la
complejidad del proceso de aprobación de la normativa de aguas y analizar la evolución de los
mismos en el contexto provincial y nacional, destacando los aportes que en cada instancia se
fueron realizando.

Primer Anteproyecto de Ley (1992/1993): En el año 1992, la ex Dirección General de


Recursos Naturales de Tierra del Fuego requirió la cooperación técnica del Consejo Federal de
Inversiones para elaborar un anteproyecto de Ley de aguas. En esos momentos fundacionales
de la Provincia, se buscó contar con el marco normativo básico para regular todos los recursos
naturales, cuyo manejo pasaba a ser responsabilidad de la nueva Provincia. Para prestar
asesoramiento en materia de legislación hídrica, a través del CFI se contrató como asesor al
Dr. Mario Valls. Se efectuaron reuniones del experto con profesionales de distintos organismos
de la Provincia relacionados con el tema, en las cuales se discutieron las pautas básicas y se
proveyó la información necesaria para el estudio. El Dr. Valls formuló su propuesta a nivel de
anteproyecto, enviando un documento de trabajo preliminar, que fue consensuado entre los
técnicos y las autoridades provinciales. No obstante, el proyecto no fue enviado a la
Legislatura provincial para su tratamiento.

Actualización del Anteproyecto según Reforma constitucional de 1994 (1996/1999): En el


año 1996, mediante la reorganización de la estructura orgánica de la administración provincial,
el organismo específico de recursos hídricos existente en la Provincia (Dirección de Recursos
Hídricos), pasó del sector de Obras Públicas a funcionar en el ámbito de la Subsecretaría de
Recursos Naturales, cambiando así el enfoque de la gestión del agua hacia una visión de
manejo del recurso en lugar de ejecución de obras. Vista la necesidad de regular la utilización
del recurso mediante una ley orgánica, se realizó una revisión del anteproyecto existente,
teniendo en cuenta la reforma constitucional de 1994, la nueva realidad provincial y los
principios de legislación hídrica vigentes en forma posterior a la mencionada reforma y a
Conferencias internacionales (Río, Dublín, etc.) de gran influencia en la comunidad hídrica.
Para ello la Dirección de Recursos Hídricos contó con el apoyo de la Dirección Nacional de
Política Hídrica a través del asesoramiento de su experto, el Dr. César Magnani. De este
modo, se logró realizar un trabajo coordinado con las distintas áreas técnicas del Gobierno
nacional y provincial y los sectores de usuarios. El Proyecto final se presentó en jornadas a
toda la comunidad e ingresó a tratamiento Legislativo en diciembre de 1999, pero finalmente
fue enviado a archivo sin haber tenido tratamiento legislativo.

Proyectos 2004-2006. El Acuerdo Federal del Agua: A fines de los años 90, la comunidad
hídrica argentina comprendió la imperiosa necesidad de mejorar la gestión de sus recursos
hídricos, a los fines de su conservación, protección y prevención de conflictos. Se coincidió en
que el primer paso en esa dirección era definir la visión que condujera a una base jurídica sólida
para garantizar una gestión eficiente y sustentable de los recursos hídricos para todo el país.
Con tal fin, y a instancias de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, las provincias
argentinas discutieron en Talleres de Política Hídrica participativos, los principios que deben
guiar el uso y manejo del agua en nuestro país. Se arribó así en el país al Acuerdo Federal del
Agua suscripto en septiembre del 2003, donde quedaron consensuados, en un marco de
federalismo concertado, los fundamentos de una política hídrica nacional (Principios Rectores
de Política Hídrica de la República Argentina). Esta visión fue consensuada en el seno Consejo
Hídrico Federal, creado en el marco de dicho acuerdo como instancia federal. La Provincia
suscribió el Acuerdo Federal y el Proyecto de Ley se actualizó nuevamente en base a los
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principios rectores. En Tierra del Fuego, durante el Taller participativo que se llevó adelante en
el año 2000, además del debate sobre los principios rectores, se presentaron los objetivos del
Proyecto de Ley para su discusión y análisis. En agosto de 2004 dicho proyecto fue remitido
nuevamente a la Legislatura Provincial, sin haber tenido tratamiento, perdiendo así el estado
parlamentario. Si bien el mismo proyecto con cambios menores fue presentado nuevamente en
el año 2006, corrió la misma suerte que el anterior.

Proyectos de la ex Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente: En el año 2008, con


la creación de esta Secretaría que nucleó a todas las áreas de gestión ambiental bajo una mirada
de gestión integrada, el Poder Ejecutivo remitió a la Legislatura Provincial un nuevo Proyecto
de Ley de Aguas desarrollado sobre la base del existente, teniendo en cuenta la necesidad de
reforzar el enfoque ecosistémico aplicado a la GIRH y los principios establecidos en la Ley
General del Ambiente Nº 25675. En esta ocasión la Legislatura provincial en forma conjunta
con la SDSyA organizaron un Taller sobre el proyecto de ley, con amplia participación de
distintos sectores y de los expertos asesores del Proyecto, apoyados en un intenso trabajo de
los medios de comunicación reclamando la aprobación del proyecto, si bien el mismo una vez
más no tuvo tratamiento legislativo. Posteriormente se presentaron en el año 2010 a la
Legislatura dos proyectos de Ley de Aguas, por parte de otros bloques, los cuales no tuvieron
tratamiento legislativo. En el año 2012 la SDSyA presentó un nuevo Proyecto de Ley de Aguas
a la Legislatura Provincial, el cual se adecuó a la nueva legislación nacional, incluyendo
artículos específicos sobre protección de glaciares y humedales.

El Proyecto aprobado (2016): En 2016 el Poder Ejecutivo a través de la nueva Secretaría


Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático presentó un nuevo proyecto de ley sobre
la base del existente, con cambios menores, pero con un fuerte direccionamiento a la
conservación de cuencas hídricas y protección de la calidad de aguas, reforzando algunos
conceptos vinculados al tema. De esta manera en la Legislatura provincial se contaba con tres
proyectos de Ley, considerando que seguían vigentes algunos de los anteriores (bloques UCR;
PSP y FPV). Luego de algunos debates en la Comisión de Recursos Naturales y con fuerte
participación ciudadana solicitando contar con una Ley de Aguas (Consejo Provincial de
Medio Ambiente, de Turismo, ONGs de Tierra del Fuego, UNTDF, etc.), más el apoyo del
COHIFE a través de una declaración instando a la Provincia a contar con una normativa según
lo acordado en los Principios Rectores, se logró consensuar un proyecto de “Ley de gestión
integral de los recursos hídricos”, que fue aprobado por unanimidad el 30 de noviembre de
2016.

ANÁLISIS DE CONFLICTOS VINCULADOS A LA FALTA DE NORMATIVA EN MATERIA DE


AGUAS

De acuerdo a lo expuesto, el proceso de contar con la normativa específica para el manejo del
agua en Tierra del Fuego llevó más de veinte años. Durante ese tiempo la Provincia sufrió un
intenso crecimiento poblacional debido a diferentes migraciones de habitantes de otras regiones
del país, que se vieron atraídos por la Ley de Promoción Industrial y el crecimiento de otras
actividades, como el turismo. La falta de planificación territorial que respondiera a tal
incremento poblacional, sumado a las nuevas posibilidades que generó la Ley de Tierras,
motivó numerosos problemas y conflictos vinculados al uso y gestión de los recursos hídricos.

A partir del análisis realizado, se presentan los principales problemas y conflictos de


gobernanza del agua identificados en la Provincia por falta de normativa específica, clasificados
en: 1) conflictos vinculados al sistema de gestión, b) conflictos vinculados al ordenamiento
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hídrico y regulación, c) conflictos vinculados a conservación de cuencas y protección del


recurso.

Conflictos vinculados al Sistema de gestión: Se muestran conflictos generados en este


aspecto, vinculados a la falta de una Autoridad del Agua y de mecanismos de manejo
participativo, así como de principios rectores claros de la gestión.

Autoridad: Ante la inexistencia de una Autoridad del agua con fuerza legal, se presentaron
numerosas situaciones de superposición de funciones entre instituciones que siguen vigentes.
Diferentes autoridades de aplicación de otras leyes (tierras, pesca, áreas protegidas, puertos,
etc.) regularon parcialmente aspectos vinculados al manejo del agua, sin los criterios técnicos
más apropiados, provocando desorden administrativo y errores de gestión. Como ejemplo se
citan:
1) ríos declarados como santuarios de pesca, el otorgamiento de espejos de agua para
acuicultura y concesiones de cotos de pesca en ríos y arroyos, por parte de la Autoridad de
aplicación de la Ley 244 de Pesca, sin acuerdo previo con el área de gestión de los recursos
hídricos.
2) concesiones para extracción de turba por parte de la Autoridad minera en turberas situadas
en cuencas de agua potable, donde dicha actividad es incompatible con el mantenimiento de la
calidad del agua
3) actividades agrícolas autorizadas por la Autoridad de Tierras en zonas carentes de agua para
riego o en zonas donde se utilizó agua salobre.

Participación de los usuarios: Se generaron situaciones de disputas por el agua y


desorganización del uso de una fuente compartida, así como desconfianza de usuarios en el rol
del Estado, por falta de los mecanismos necesarios para un manejo participativo, como
organismos de cuencas, consorcios, etc. Esto se vio agravado en fuentes escasas como el río
Chico, donde un nuevo usuario industrial pretendía una dotación imposible de otorgar si se
tenían en cuenta los usos previos existentes. En caso de conformar un organismo, dichos
usuarios podrían haber organizado sus turnos de riego, pero la falta de pautas claras no
permitió alcanzar los consensos necesarios.

Conflictos vinculados al ordenamiento hídrico y regulación: Se describen las principales


situaciones existentes analizadas bajo este aspecto.

Asignación de usos del agua: Hasta diciembre de 2016, al no existir un régimen de


concesiones, sólo se contaba con normativa provisoria para la Autorización de usos del agua
mediante permisos precarios de 2 años. Esta situación ha impedido contar con un Registro
único formal de usuarios del agua pública (si bien existe un registro provisorio) que permita
proceder a su correcta regulación y control. Así, existen situaciones de uso ineficiente del
agua, como el riego por inundación en estancias de la zona de estepa, actividades acuícolas sin
la utilización de técnicas de recirculación (con gran desperdicio de agua), y otras situaciones
vinculadas a la falta de cuidados para la protección del recurso. La falta de mecanismos
previstos y legales de asignación del recurso no permitieron garantizar el caudal ecológico
registrado formalmente para todos los cursos de agua; esto provocó que en algunos casos, los
ríos de menor caudal de la zona de estepa, luego de algunas derivaciones para riego,
desaparecieran antes de su desembocadura en el mar.

Acceso al agua: Se diferencian en conflictos vinculados al acceso al agua para usos especiales
y para usos comunes. En cuanto a los usos especiales, la falta de mecanismos adecuados para
autorizar la utilización del recurso, provocó que los usuarios no cuenten con las garantías para
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asegurar sus inversiones (en obras y emprendimientos) por contar con permisos precarios (de
dos años) para la utilización de los recursos hídricos. Tampoco se contaba con un régimen de
penalizaciones por mal uso. Por ello aún se observan situaciones de contaminación y/o
degradación de la calidad de aguas, obras precarias y en mal estado de conservación, etc. En
cuanto a los usos comunes, existen numerosos casos donde no se garantiza el acceso al agua
pública por la presencia de propiedades, ríos y lagos cercados que impiden el paso a los
ciudadanos para el disfrute y goce del agua. Esto se agrava en situaciones de cotos de pesca
(otorgados en el marco de la ley de Pesca 244), donde no se garantiza el acceso al agua a
pescadores locales, generando conflictos de larga data en la Provincia. El caso del río Grande
(uno de los pesqueros más importantes del mundo) es emblemático, por cuanto al otorgar los
permisos para cotos, no se previó el acceso de los ciudadanos al agua pública, generando la
situación de un río “cerrado al público” desde el límite con Chile hasta la desembocadura,
donde se ha debido llegar a acuerdos con propietarios mediante un proceso de diálogo con
pescadores locales, que hasta la fecha no se han formalizado (no se contaba con régimen de
servidumbre al agua pública).

Figura 1. Cotos de pesca en el río Grande. Lagunas cercadas al público

Usos incompatibles: Existen situaciones de usuarios que realizan actividades incompatibles


con usos del curso de agua ubicados aguas abajo. Tal es el caso de la extracción de turba en
cuencas de fuentes de agua potable (lo cual ocasiona problemas en la potabilización por la
generación de trihalometanos), lavado de áridos próximos a usos acuícolas, o descargas en
proximidades de tomas de agua para consumo humano.

Planificación hídrica: Si bien se realizaron numerosos intentos por desarrollar un Plan Hídrico
Provincial, no ha sido posible hasta la fecha garantizar su cumplimiento por no contar con los
mecanismos necesarios para regular usos del agua y obras, así como la definición de reservas
hídricas y usos prioritarios. Por otra parte, la falta de una Autoridad del agua que sea
formalmente responsable de su aprobación, seguimiento y aprobación ha ocasionado que los
intentos por contar con un plan hídrico provincial, no hayan conseguido la fuerza legal para su
cumplimiento efectivo.

Delimitaciones de dominio y zonas de riesgo: La falta de normativa que asigne


responsabilidad en la fijación de líneas de ribera, provoca que existan urbanizaciones y/o
asentamientos ubicados en zonas del dominio público hídrico. Por otra parte, nuevas
urbanizaciones han tratado de avanzar sobre el mismo a través de rellenos. Los Municipios
reclaman también zonas que pertenece a los cursos de agua, si bien por sus variaciones
naturales no son fácilmente perceptibles y al no estar delimitadas, son reclamadas para el
dominio municipal. Esto sucede asimismo en vías de evacuación de inundaciones y en zonas de
riesgo, lo cual provoca serios riesgos ante la posibilidad de inundaciones y/algún tipo de
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eventos extremos

Conflictos vinculados a la Conservación de cuencas hídricas y Protección del recurso: En


este grupo se describen los principales conflictos existentes que redundan directamente en la
cantidad y calidad de agua disponibles para la actualidad y el futuro

Drenaje y degradación de Humedales: Existen numerosas actividades en cuencas hídricas de la


Provincia que amenazan su conservación, tales como el drenaje de turberas para uso minero
extractivo y el drenaje de vegas para ganadería (humedales característicos de la Provincia)
como práctica característica en algunas estancias de la estepa. Con respecto a las turberas
(humedales de vital importancia para las cuencas hídricas que están incluidas en el Código de
Minería como mineral de segunda categoría), si bien existe un ordenamiento vigente que
permite conservar algunas zonas y extraer en otras, la falta de buenas prácticas y respeto al
ordenamiento, ha provocado una intensa degradación de estos humedales en distintas zonas de
la Provincia. Por otra parte, la falta de una Autoridad del agua, dio como resultado que hasta la
fecha la mirada no sea de manejo integral entre las autoridades del agua y de minería, sino que
prevalezcan los intereses mineros. Los humedales sufren otras amenazas vinculadas a su
desecación y degradación por pisoteo del ganado sin la apropiada regulación. Numerosas
vegas son degradadas por el pisoteo del ganado en ecosistemas de la estepa, agravándose su
situación por las condiciones climáticas. Otras actividades antrópicas aún no han sido
reguladas en un marco de conservación de cuencas hídricas.

Protección de la calidad de aguas: Con respecto a la calidad del agua, si bien la ley de Medio
Ambiente No 55 cubre algunos aspectos de la protección del recurso, no contempla situaciones
específicas vinculadas a reservas de agua potable, protección de glaciares, etc., ni ha permitido
hasta la fecha realizar un control estricto de los vertidos a ríos y arroyos, razón por la cual en
muchos casos ya se advierten situaciones de contaminación, que han provocado la
presentación de amparos judiciales para la preservación del recurso. Esto se ha visto agravado
en los últimos años con el incremento de actividades urbanas, nuevas urbanizaciones próximas
a ríos y arroyos sin sistema cloacal, etc.

Figura 2. Turbera en explotación en cuenca Ao. Grande de agua potable. Turbera prístina en la misma cuenca
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ASPECTOS RELEVANTES DE LA NUEVA LEY

La Ley Provincial Nº 1126 de Gestión Integral de los Recursos Hídricos promulgada en


diciembre de 2016, permite abordar gran parte de los problemas mencionados, si bien resulta
claro que una normativa constituye una herramienta de gestión, pero siempre y cuando esté
asociada a adecuadas decisiones de manejo. Se presentan los aspectos más relevantes de la
mencionada ley vinculados a los distintos problemas que se describieron en el apartado
anterior.

Sistema de gestión: Se prevé la creación de un Sistema Provincial de los Recursos Hídricos


para gestionar la política hídrica provincial, conformado por el organismo técnico responsable
de la gestión del agua y por los organismos de usuarios y organismos de cuenca que se creen a
partir de los mecanismos de participación previstos. Esto permitirá realizar una gestión
participativa del recurso, sin que la Autoridad del agua pierda sus facultades indelegables de
planificación, regulación y control.

Se fija como Autoridad de aplicación a la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sostenible y


Cambio climático, a través del organismo técnico específico en materia de gestión de recursos
hídricos, eliminando de esta forma las superposiciones devenidas de otras autoridades
ejerciendo potestades sobre el manejo del agua. Se deroga cualquier otra norma que se oponga
a esta ley y cualquier texto que en otras leyes otorgue poder de policía de aguas a otras
autoridades. Como mecanismos de participación, se proponen las figuras de Organismos de
usuarios y Organismos de cuencas.

Se adoptan como principios orientadores de la ley a los Principios Rectores de Política Hídrica
de la República Argentina (Acuerdo Federal del Agua, 2003) y se incorporan como Anexo I al
cuerpo de la Ley, lo cual demuestra la importancia que se ha asignado al Acuerdo Federal del
Agua en la Provincia.

Ordenamiento hídrico y regulación: Se establece la formulación de un Plan Estratégico


provincial por parte del Poder Ejecutivo, previendo mecanismos participativos para su
elaboración. Se definen además como instrumentos de la planificación: un Sistema de control,
un sistema de información de los recursos hídricos un Comité de emergencia y un sistema de
promoción de la cultura del agua.

Se prevé la creación de un Inventario físico de los recursos hídricos, que incluye cursos y
cuerpos de agua, humedales, glaciares y aguas subterráneas contribuyendo de esta forma al
manejo integrado del recurso. Se prevé además el cálculo y registro del caudal ecológico de
cada curso de agua, a los fines de contar con la información de base necesaria para poder
otorgar permisos y concesiones sin afectar la vida acuática. Contempla la creación de un
Registro de derechos asociado a dicho Inventario [3], lo cual permitirá contar con los
mecanismos necesarios para una adecuada regulación y control de los usos del agua.
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La ley fija un sistema de permisos y concesiones para usos especiales del agua pública [1],
donde se contemplan derechos y obligaciones de los usuarios. Esto permitirá brindar garantías
a los usuarios existentes, a la par que ordenar usos y solucionar paulatinamente las situaciones
de incompatibilidad de aprovechamientos existentes. Al respecto, la ley contempla las
particularidades de concesiones para los distintos usos especiales del agua. La regulación de
obras, servicios y labores hidráulicos permitirá disminuir la precariedad existente. Por otra
parte, se incluyen las obras de regulación y sistematización hídrica que se realicen en terrenos
privados, lo cual facilita gran parte de los problemas de precariedad, obras en mal estado y en
situación de riesgo existentes.

Se establece además un sistema de cargas financieras por el uso del recurso, considerando
incentivos económicos por uso eficiente y racional del agua pública.

El régimen contravencional previsto permitirá sancionar a aquellos usuarios que no cumplan


con las obligaciones establecidas en los permisos y concesiones, lo cual facilita ejercer el poder
de policía que se le asigna a la Autoridad del agua, teniendo en cuenta que hasta la fecha no
existía ningún mecanismo para hacer cumplir normativas vinculadas a la calidad del agua.

Se prevén mecanismos para limitaciones al dominio, tales como la delimitación y demarcación


de línea de ribera, vías de evacuación de inundaciones y zonas de riesgo, así como la
constitución de servidumbres para usos especiales y comunes del agua. Esto permitirá dar
inicio a los trámites para la desocupación de riberas, vías de evacuación de inundación y zonas
de riesgo hídrico. Por otra parte permitirá clarificar las relaciones con los Municipios y
Catastro de la Provincia en relación a las delimitaciones de terrenos y nuevas urbanizaciones.
Asimismo constituye una herramienta fundamental con los dueños de tierras donde circulan o
se encuentran cursos y cuerpos de agua con acceso cerrado al dominio público. La negociación
que hasta la fecha se realizaba en base a acuerdos verbales, podrá sustanciarse en servidumbres
formalizadas.

Conservación de cuencas hídricas: En la ley se prevén medidas para regular el drenaje de


humedales y actividades que puedan degradarlos. Para una mayor protección de los glaciares
de la Provincia, se consideran aspectos particulares, que no están contemplados en la Ley
Nacional, como la regulación de actividades en zonas adyacentes a los cuerpos glaciares.
Asimismo considerando que para el mejoramiento integral de zonas inundadas o inundables,
protección de cuencas, vertientes, personas y sus bienes contra inundaciones, golpes de agua,
torrentes y avenidas, la Provincia deberá proceder a la construcción de obras, las mismas se
someten a la programación elaborada en el Plan Hídrico Estratégico, a los fines de evitar
irracionalidades en el manejo. El Plan Hídrico Estratégico deberá contener además medidas
para la protección de la calidad de aguas, y programas de monitoreo y remediación
permanentes.

CONCLUSIONES
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El tiempo transcurrido desde la creación de la Provincia, sin la existencia de regulación


específica para los recursos hídricos, provocó numerosos conflictos vinculados al uso y
aprovechamiento del agua pública en Tierra del Fuego, que se fueron acrecentando a medida
que se sucedieron las migraciones desde el norte del país a raíz de la Ley de Promoción
Industrial 19.640 y que se promovieron y consolidaron nuevas actividades productivas en el
marco de la Ley Provincial Nº 106 de Tierras Fiscales. El Proceso para llegar a contar con una
ley de aguas pasó por numerosas instancias donde se fueron introduciendo en cada paso, los
principios y herramientas propios de la situación contextual de la gestión de los recursos
hídricos de cada época, llegando finalmente a una ley que incorpora los más modernos
principios de legislación hídrica y ambiental. La sanción de la Ley 1126 contribuye al
ordenamiento de los recursos hídricos desde los clásicos aspectos de la legislación hídrica, tales
como mecanismos para la asignación de permisos y concesiones, limitaciones al dominio,
regulación de obras hidráulicas, régimen contravencional, etc., hasta otros más específicos
vinculados a las características climáticas y ambientales de la Provincia. Entre estos últimos,
cabe mencionar: la particular protección de los glaciares y la conservación de humedales
propios del ambiente fueguino. Se considera importante destacar que si bien el proceso para
llegar a contar con la ley fue largo y dificultoso debido a diferentes intereses, la continuidad de
la gestión del proyecto por parte del organismo técnico en diferentes momentos políticos
permitió llegar a un resultado favorable.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

[1] Pinto, M. y Martín L. (2015). "Los mecanismos legales de acceso al agua en las
provincias áridas del oeste argentino. Principios y características comunes". Revista de la
Facultad de Ciencias Agrarias UNCuyo. Vol. 47. No 1. ISSN 1853-8665.

[2] Valls M. (1993). “Anteproyecto de un Código de aguas para la Provincia de Tierra del
Fuego, A.I.A.S”. Publicación CFI, Buenos Aires.

[3] Martín L. (2010). “Estudio sobre el usos y dominio de las aguas públicas”. Ed. Abeledo
Perrot, 319 pp. Buenos Aires

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