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1
RODRIGUEZ Gustavo Humberto et al. Derecho probatorio. 7ª edición. Bogotá: Ediciones
Ciencia y Derecho, 1997. Pág. 1
2
Las importantes diferencias que existen entre los procesos civil y penal,
notablemente disminuidas donde se ha otorgado al primero una
fisonomía oral, inquisitiva y con libertad de apreciación del material
probatorio, han conducido a algunos autores a sostener la tesis de que
es imposible o inconveniente una teoría general de la prueba, aplicable a
toda clase de procesos. Así, FLORIAN se pronuncia a comienzos del
siglo XX contra el método de unificar los principios generales de las
2
En forma similar se expresa el autor CAÑON RAMÍREZ: “Suele definirse el derecho
probatorio como la ciencia que estudia los principios y normas reguladoras de la prueba
judicial, tanto en su naturaleza como en sus características, procedimientos y valoración. En
consecuencia: son los principios filosóficos, políticos, históricos y sociológicos (parte general)
como los medos de convicción o de prueba (parte especial), los elementos que integran esta
rama del derecho”. CAÑON RAMÍREZ, Pedro Alejo. Teoría y práctica de la prueba judicial.
2ª edición. Bogotá: Editorial ABC, 2013. Pág.1.
3
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Teoría General de la prueba judicial Tomo I. Bogotá:
Temis, 2002. Pág. 8
3
pruebas civiles y penales, pero acepta que hay mucho de común entre la
prueba penal y la administrativa; quizá su criterio sería diferente ante el
moderno proceso civil de Italia, Alemania, Francia o Colombia y de
otros países.
4
NISIMBLAT, Nattan. Derecho probatorio. Bogotá: Ediciones Doctrina y Ley, 2013. Pág.200
5
ROJAS GÓMEZ, Miguel Enrique. Lecciones de derecho procesal Tomo I .Teoría General
del Proceso. 3ª edición. Bogotá: Esajú, 2013. Pág. 290.
6
MITTERMAIER, Karl Joseph Anton. Pruebas en materia criminal vol. 3. México: Editorial
Jurídica universitaria, 2001. Pág. 6
5
Las formas arcaicas de las pruebas están impregnadas, según enseñan los
autores, de superstición mística y religiosa, Es el período de sociedades en
formación, cuyos procesos judiciales eran rudimentarios y en las cuales la
verdad tenía una valoración ficticia, como quiera que se apreciaba de modo
empírico, por las impresiones personales de quien juzgaba.
6
A CICERÓN se debe que indicó, de acuerdo con cita de DEVIS8, que “la
función del juez no se limita "a una labor mecánica de contar los testimonios,
sino que debe examinar el grado de credibilidad... Por eso el deber del juez
es profundizar el examen de testimonio y condenar sólo a aquellos que
producen un real convencimiento de ser culpables, declarándolos, en caso
contrario, en libertad". Y el mismo CICERÓN enseñaba que el objeto de la
prueba era despejar las dudas del juez y aclarar todo lo probable: ratío quae
reí dubiae faciat fídem. No tenía por fin producir la evidencia”.
7
DEVIS ECHANDÍA, Op. Cit.., Pág. 48.
8
DEVIS ECHANDÍA, Op. Cit.., Pág. 50.
7
“Al principio sólo podían acusar los ofendidos o sus familiares, pero
cuando el delito so consideró como una ofensa social, cualquier
ciudadano tenía facultad para acusar.
Lectura
Aethelred se manifestó dispuesto a someterse a un juicio de Dios que debía llevarse a cabo
por la prueba de la caldera.
El fuego, sobre el que más tarde había de suspenderse la caldera llena de agua para el
juicio de Dios, se había llevado al altar.
Existían tres denuncias contra Aethelred. Según la gravedad de tales denuncias se medía
la longitud de la cinta en cuyo extremo se encontraba la piedra colocada dentro del agua
hirviente. Aethelred debía sumergir en el agua el brazo hasta el codo para sacar la piedra.
Se rezaron las últimas oraciones de la misa y se impartió la bendición. Los dos testigos,
que se encontraban en la nave principal, se aproximaron para comprobar que el agua her-
vía efectivamente. El sacerdote los roció con agua bendita, les presentó los Santos
Evangelios que ellos besaron devotamente, y los bendijo con gran solemnidad.
Los testigos se colocaron entonces a ambos lados de la caldera. No les estaba permitido
hablar, y sólo podían pedir a Dios un justiciero resultado de la prueba.
Había llegado el gran momento. Aethelred bebió del agua bendita que le ofrecieron, con la
que roció también sus manos. Contuvo la respiración y hundió luego su brazo en el agua
hirviente, agarró firmemente la piedra y la sacó de la caldera. Corrió después hacia el altar
donde le fue vendado el brazo, sobre cuyas vendas se colocó un sello.
[…]
La convicción por indicios, que es hoy un método muy usual en la práctica criminalística, era
entonces absolutamente desconocida. El reo que no confesaba o no era reconocido culpable
por un poder superior, no podía ser condenado.
10
En la actualidad nos parece que los juramentos, los duelos y los juicios de Dios, de los que
hablaremos algo más, no se hallan muy alejados de las prácticas de los hechiceros de las
tribus salvajes.
Pero ¿acaso no cabe en lo posible que el hombre de la Edad Media cuando levantaba su
mano para jurar y aseguraba que estaba dispuesto a ser destruido por los fuegos del infierno
si no decía la verdad, no se atreviera a destruir este «tabú» con su blasfemia? ¿No es
presumible que creyera efectivamente en las consecuencias que le podía acarrear un
perjurio? ¿Podemos aceptar que esos testigos jurados que, tal como sabemos, son
personas dignas y honorables, se prestasen con toda ligereza a confabularse con un
malhechor en el perjurio? En lo que se refiere al duelo, es aceptable, cuando menos, que la
certeza de la propia injusticia y el convencimiento de que Dios conocía su culpa, entorpecía
el brazo del combatiente que había efectivamente culpable.
En los casos, no infrecuentes, en que no tenían validez los juramentos ni el duelo, porque el
acusado no tenía capacidad para ello, no disponía de testigos jurados o no estaba en
condiciones de batirse, debía obtenerse la verdad por otro método. Este tercer sistema era el
«juicio de Dios», del que hemos ofrecido un ejemplo en las primeras páginas de este
capítulo.
La tierra, el fuego y el agua eran los elementos de los que, según las creencias de los
hombres de entonces, se servía Dios para probar la inocencia o la culpabilidad de los
11
acusados.
Los hombres libres que habían perdido la opción al juramento o que, por otros motivos, no
podían prestarlo, y los infelices siervos que eran sometidos por anticipado al juicio de Dios,
contaban con un catálogo completo de posibilidades.
Así encontramos la «prueba del fuego» por la que el acusado había de transportar con las
manos desnudas una barra de hierro candente situada a nueve pasos de la piedra bautismal
hasta el altar mayor del templo. Aún en el siglo XVII reconocía el acta de una Universidad
alemana la validez legal del juicio de Dios «Arado candente».
El acusado había de caminar con los pies desnudos sobre doce arados que se habían
enrojecido al fuego.
Encontramos informes de la época en los que se certifica que el inculpado salió de tan dura
prueba totalmente incólume. Así por ejemplo, santa Cunegunda, esposa del emperador
Enrique II. Pero en tales milagros no se confiaba ni tan siquiera entonces. Así no se exigía
que el acusado sufriera sin mella alguna el juicio de Dios, de modo que las ampollas y las
quemaduras no eran condenatorias. Se vendaban las heridas, se sellaban las vendas y se
dejaban transcurrir algunos días sin tocarlas. Sólo entonces recaía la decisión. Si las heridas
no estaban infectadas, se consideraba inocente al inculpado, pero si aquellas era
supurantes, el juez consideraba probada la culpabilidad del reo, basándose en que una
sangre impura sólo puede proceder de un espíritu impuro y culpable, en tanto que la pureza
de la sangre pregona también la inocencia de la conciencia.
Aún cuando el acusado disfrutara de una salud excelente antes de someterse al juicio de
Dios, no carecía tal procedimiento de peligros para él, especialmente en una época en que la
Humanidad se veía aquejada por toda clase de infecciones. Desde nuestro punto de vista
actual, resultaban mucho menos arriesgadas las ordalías de la «cruz», del «pan», del
«ayuno», del «ataúd» o de la «luz». Para arrostrar tales pruebas sólo era preciso poseer un
carácter firme y una conciencia limpia.
12
En la prueba del «pan», el inculpado había de comer un trozo de pan, sobre el que se había
pronunciado la habitual fórmula de imprecación. Si el alimento resbalaba fácilmente hacia su
interior, el hombre estaba salvado, pero si se quedaba entorpecido en su garganta, era
declarado culpable. La expresión «se le atragantó el bocado» tiene su origen en esta
modalidad de juicio de Dios.
La prueba del «ataúd» se efectuaba todavía en Alemania en el siglo XVI y se llevaba a cabo,
particularmente, en los casos de asesinato. La persona sospechosa era llevada hasta el
cadáver del asesino, sobre el que se lanzaban los tres gritos de socorro que eran rituales. El
inculpado debía mover el cadáver. Si aparecían en éste manchas de sangre, se ponía de
manifiesto la culpabilidad del sospechoso. Recordemos que la denuncia de Krimhild contra
Hagens, en la leyenda de los Nibelungos, fue probada cuando el cadáver de su marido
empezó a sangrar en presencia del presunto asesino.
La Iglesia, que no veía con buenos ojos estos juicios de Dios y que sólo a regañadientes
13
había autorizado a los sacerdotes para su ejecución, mostró su contento cuando a fines del
siglo XIV desaparecieron tales prácticas casi por completo de las normas de derecho. El
problema era más grave cuando algún delincuente de alta categoría, tal como un príncipe o
un elevado dignatario, se hacía representar en el juicio de Dios por algún miembro de su
séquito.
Así aquel pobre diablo había de pagar el delito cometido por su señor.
Pero en el lugar que dejaron vacío las ordalías y los duelos dentro de los métodos de las
pesquisas criminalísticas, apareció un sistema todavía más cruel y terrible que el anterior: la
tortura.
El tormento caracterizó los procesos judiciales, desde la alta Edad hasta caso nuestros días.
10
DEVIS, Op. Cit, Pág. 54
11
Ibídem
14
En palabras de DEVIS12,
12
DEVIS, Pág. 55
15
La etapa científica toma ese nombre porque la caracteriza que haya garantía
para el ciudadano. Su punto de partida puede hallarse de alguna manera en
los principios de la Revolución Francesa. Desde entonces, el propósito que
deben perseguir las decisiones de los jueces es que sus fallos se acomoden
a la realidad de los hechos y por eso quien dirime un conflicto, para respetar
la dignidad humana, debe tener el auxilio de las ciencias físicas, biológicas y
sociales, como la psicología, que le será útil para conocer los hechos
humanos13.
4. La noción de prueba
13
BORJA Niño, Manuel. La prueba en el derecho colombiano. Tomo I. Bucaramanga, SIC,
2000. Pág. 36
16
Por tanto, la prueba tiene una finalidad, que es convencer al juez sobre unos
hechos. Esa es la tarea de las partes, que despliegan con los medios de
prueba. No han de confundirse, así, prueba y medio de prueba.
14
GIACOMETTO Ferrer, Ana. Teoría General de la Prueba. Bogotá: Ibañez, 2015. Pág. 66.
15
PALACIO, Lino Enrique. Derecho procesal civil. Tomo IV Actos procesales. 3a edición.
Buenos Aires: Lexis Nexis Abeledo-Perrot, 2005. Pág. 321.
16
AZULA Camacho, Jaime. Manual de Derecho probatorio. Bogotá: Temis, 1998. A página
4 enseña: “La prueba judicial es un acto procesal mediante el cual se le lleva al juez el
convencimiento de los hechos materia de la controversia”.
18
Algunos comentaristas, sin embargo, dicen que los hechos son las pruebas
(porque prueba es lo que revela, lo que muestra o demuestra), mas es lo
cierto que esta concepción confunde la fuente de la prueba (hechos) con las
pruebas mismas.
17
SENTIS Melendo, Santiago. La prueba. Buenos Aires, EJEA, 1978. Pág.12
19
5. Elementos de la prueba
18
DEVIS ECHANDÍA, Op. cit., Pág. 25
19
La doctrina, en general, distingue entre sujetos de la prueba, que son las personas que
desempeñan alguna actividad procesal probatoria, como las partes y el juez, y los órganos
de la prueba, o colaboradores de la actividad probatoria.
20
Diferentes son las clasificaciones de las pruebas que hacen los autores.
Mejor podría decirse que clasifican los medios de prueba. Entre esas
categorías pueden citarse, siguiendo en lo básico a AZULA CAMACHO21 y
complementando su esquema:
20
RAMÍREZ Carvajal, Op. Cit., Pág. 47.
21
AZULA Camacho, Jaime. Manual de derecho probatorio. Bogotá: Temis, 2015. Págs.83 y
siguientes.
21
obtiene el juez por conducto de una persona o un objeto, por deducción 22.
22
Otra versión consiste en afirmar que en las directas el conocimiento lo obtiene el juez por
su propia observación; y que las indirectas son inductivas, esto es, conclusiones a partir de
los hechos.
22
g) Según los sujetos proponentes de la prueba (sin ser ello exacto), dice
DEVIS que la prueba puede ser de oficio, de partes y de terceros (que serían
intervinientes, pero que en el Código General del Proceso son partes). El
juez no propone sino que decreta pruebas.
23
RAMÍREZ Carvajal, Diana María. La prueba en el proceso. Medellín: Librería Jurídica
Sánchez, 2013. Pág.47.
23
Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que
se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la
plenitud de las formas propias de cada juicio.
2. El derecho a la prueba
24
PICÓ I Junoy, Joan. El derecho a la prueba en el proceso civil. J.M.- Bosch Editor, 1996.
Pág. 18.
25
PICÓ, Op. Cit., Págs. 18, 21., 23, 25.
26
RAMÍREZ, Op. Cit., Págs. 37 y 38.
25
Sin lugar a dudas, el marco general del derecho probatorio está contenido
en el Código General del Proceso. Se constituye éste en la fuente de los
otros ordenamientos, que expresamente llegan a disponer su aplicación,
salvaguardando las especialidades de cada materia.
encuentra aplicables las normas del procedimiento civil, esto es, Código
General del Proceso).
Otras normas son: Decreto 2158 de 1948 (código procesal laboral): artículo
51; decreto 624 de 1989 (estatuto tributario): artículo 742; Ley 734 de 2002
(código disciplinario): artículo 128; Ley 906 de 2004 (código procesal penal):
artículos 14, 273, 355; Ley 1123 de 2007 (estatuto del abogado): artículo 84;
Ley 1407 de 2010 (código penal militar): artículo 513; Ley 1437 de 2011
(CPACA): artículo 211y ss.; y Ley 1708 de 2014 (código de extinción del
dominio): artículo 148.
27
27
DEVIS, Op. Cit., Pág. 362
29
Ley 1437 de 2011, artículo 180. No. 10, inciso 1: Decreto de pruebas.
Solo se decretarán las pruebas pedidas por las partes y los terceros,
siempre y cuando sean necesarias para demostrar los hechos sobre los
cuales exista disconformidad, en tanto no esté prohibida su
demostración por confesión o las de oficio que el Juez o Magistrado
Ponente considere indispensables para el esclarecimiento de la verdad.
También sugiere DEVIS28 que hay que diferenciar en la ley sobre los medios
de prueba, que ella puede tener por objeto establecer un medio nuevo sin
prohibición del anterior, o con prohibición del anterior, o permitiendo uno que
antes no era suficiente; o puede versar sobre los requisitos o formalidades
para aceptar el medio probatorio. Por ejemplo, con la inspección judicial, en
el siguiente caso:
28 28
DEVIS, Op. Cit., Pág. 362
30
Esos mismos dos incisos (2 y 3) del artículo 236 del Código General del
Proceso prevén:
Las diferenciaciones que DEVIS enseña son útiles, para poder establecer en
qué consiste la ley nueva en el campo probatorio. Y porque con fundamento
en ellas podría identificarse si en un caso dado se llega a causar perjuicio a
una parte del proceso.
a) Que la ley antigua bajo cuyo imperio se celebró un acto, puede ser
empleada para demostrar ese acto o contrato; como también se podrá
demostrar el acto o contrato con la ley nueva.
b) Pero así se emplee la ley antigua para utilizar el medio probatorio que
ella contemplaba, la forma de practicar esa prueba es la que consagre la ley
nueva, no la antigua.
Este precepto versa sobre actos y contratos. Pero nada impide extenderlo a
hechos jurídicos en general.
Otro texto legal, más general, es el del artículo 40 de la misma ley. Acerca
de este es importante conocer el original, que señala:
Aquí nos referimos a llevar a cabo el procedimiento previsto por la ley para
que la prueba pueda hacer parte del proceso. Por tanto, con la distinción de
DEVIS no se alude a que haya un medio nuevo, o se prohíba uno que se
permitía, sino a la forma de realizarlo.
Aparte del artículo 624, que está vigente, debe tenerse presente el artículo
625 del mismo Código General del Proceso.
Si hay que aplicar la ley nueva hay que hacerlo con vista en un principio de
favorabilidad. Si al momento en que comienza esa nueva ley a regir aún se
está en oportunidad de pedir pruebas, se toma la nueva ley. Pero si ya
precluyó la oportunidad para pedir pruebas, mal se hace en aplicar la ley
nueva que le cambia a las partes la carga de probar y las pone a las partes
en una situación difícil.
34
Se aplica la regla lex loci actus: la ley del lugar rige el acto tanto en su
celebración como en la forma de probarlo. Es la ley del lugar donde se
celebre la que determina como se rige el acto.
29
ROCHA Alvira, Antonio. De la prueba en derecho. 3ª edición. Bogotá. Universidad
Nacional de Colombia, 1951. Pág. 50.
35
otorgadas”. Véase también el artículo 251 del Código General del Proceso
relativo a los documentos otorgados en el extranjero.
1. Observación previa
2. Necesidad de la prueba
30
La doctrina del derecho probatorio debate si todos los que tradicionalmente se han
propuesto son verdaderos principios probatorios o si muchos son principios de derecho
procesal. Si la materia probatoria es procesal, apenas es obvio afirmar que se aplican a la
prueba los principios generales del derecho procesal. Con todo, aquella, por autonomía,
goza de unos principios generales propios. De esta manera, puede afirmarse que los
principios del derecho probatorio nacen de dos fuentes: a) Principios que provienen del
derecho procesal, que podrían llamarse principios externos. b) Principios internos del
derecho probatorio. Estos últimos se pueden dividir a su vez en propios e impropios. Los
propios son auténticos de la prueba y los impropios no son auténticos, pero se denominan
principios. Los impropios son llamados por HERNÁN FABIO LÓPEZ BLANCO como sub
37
Entre todos los principios que rigen la prueba, sobresale por su importancia
en el proceso el de la necesidad, que significa que las decisiones judiciales
deben ser adoptadas con base en las pruebas (artículo 164 del Código
General del Proceso31; artículo 12832 del Código Disciplinario, Ley 734 de
2002); artículo 381 de la Ley 906 de 2004; y, por ende, que el juez no puede
basar el fallo en su conocimiento privado.
3. La unidad de la prueba
Establece este principio que los varios (plurales) medios de prueba que se
practican en un proceso, a instancias de las diversas partes, deben ser
estudiados y valorados por el juez en forma conjunta. De modo que el juez
toma una conclusión de ese todo que examina, si bien debe revisar en forma
separada los diferentes medios de prueba (testimonios, documentos,
declaraciones de las partes, etc.) y expresar el mérito que le asigna a ellos.
principios y calificados de reglas técnicas del procedimiento. Cfr. LOPEZ Blanco, Hernán
Fabio. Tomo III de Procedimiento Civil, 2001. Pág.23.
31
Toda decisión judicial debe fundarse en las pruebas regular y oportunamente allegadas al
proceso
32
Toda decisión interlocutoria y el fallo disciplinario deben fundarse en pruebas legalmente
producidas y aportadas al proceso por petición de cualquier sujeto procesal o en forma
oficiosa. La carga de la prueba corresponde al Estado.
38
prueba.
5. Contradicción de la prueba
Este principio complementa el anterior y enseña que las partes deben gozar
de los mismos derechos para solicitar y controvertir los medios de prueba.
7. Publicidad de la prueba
8. Preclusión de la prueba.
372 del Código General señala que se adoptará en la audiencia inicial, una
vez fijado el litigio.
De acuerdo con el artículo 6 del Código General del Proceso, “El juez deberá
practicar personalmente todas las pruebas y las demás actuaciones
judiciales que le correspondan. Solo podrá comisionar para la realización de
actos procesales cuando expresamente este código se lo autorice”. Aunque
ello es “sin perjuicio de lo establecido respecto de las pruebas
extraprocesales, las pruebas trasladadas y demás excepciones previstas en
la ley”.
Debe tenerse en cuenta asimismo el artículo 17133 del Código General del
Proceso.
33
Artículo 171. Juez que debe practicar las pruebas. El juez practicará personalmente todas
las pruebas. Si no lo pudiere hacer por razón del territorio o por otras causas podrá hacerlo a
través de videoconferencia, teleconferencia o de cualquier otro medio de comunicación que
garantice la inmediación, concentración y contradicción.
Excepcionalmente, podrá comisionar para la práctica de pruebas que deban producirse fuera
de la sede del juzgado y no sea posible emplear los medios técnicos indicados en este
artículo.
Es prohibido al juez comisionar para la práctica de pruebas que hayan de producirse en el
lugar de su sede, así como para la de inspecciones dentro de su jurisdicción territorial.
No obstante, la Corte Suprema de Justicia podrá comisionar cuando lo estime conveniente.
Las pruebas practicadas en el exterior deberán ceñirse a los principios generales
contemplados en el presente código, sin perjuicio de lo dispuesto en los tratados
internacionales vigentes.
Parágrafo. La Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura podrá autorizar a
determinados jueces del circuito para comisionar a jueces municipales para practicar la
inspección judicial que deba realizarse fuera de su sede, por razones de distancia,
condiciones geográficas o de orden público.
43
O libertad en los medios de prueba, tratado el asunto como sistema, sin que
choque con él la exigencia legal de que ciertos hechos se prueben de
manera solemne.
Predica este principio que los medios de prueba deben estar exentos de toda
clase de vicios.
No sobra destacar que para los autores pueden existir otros postulados,
como los siguientes34:
34
La doctrina menciona otros principios. DEVIS ECHANDÍA (Op. cit., Pág. 122 y siguientes)
señala, a raíz de la inmediación, la imparcialidad que debe observar el funcionario para la
producción y la valoración de la prueba. Igualmente la pertinencia y la conducencia de la
prueba, los cuales entiende que son límites a la libertad probatoria; la eficacia jurídica y legal
de la prueba; el principio del interés público de la función de la prueba; de la lealtad y
probidad y veracidad de las pruebas; de la formalidad y legitimidad de la prueba; de la
legitimación para la prueba; el de la licitud de la prueba y del respeto de la persona humana;
de la evaluación o apreciación de la prueba; de la carga de la prueba y de la
autorresponsabilidad de las partes por su inactividad ; de la oralidad en la práctica de la
prueba; de la no disponibilidad e irrenunciabilidad de la prueba; de la gratuidad de la prueba.
Para LÓPEZ BLANCO, como se anotó en otro aparte, algunos de los denominados
principios son más bien subprincipios o reglas técnicas del procedimiento, porque según lo
piensa la idea de principio es consustancial por su carácter absoluto, imposibilidad de
predicar contrarios, permanente empleo o intento de lograr siempre su realización, mientras
que las reglas técnicas son herramientas, a veces conceptualmente contradictorias, que se
usan de acuerdo con las condiciones sociales, culturales y económicas de un determinado
país y no merecen siempre juicios de valor por su utilidad.
45
35
DEVIS, Op. Cit., Pág. 135.
36
PARRA Quijano, Jairo. Manual de Derecho probatorio. 15ª edición. Bogotá: Librería
Ediciones del Profesional Ltda., 2006. Pág. 129.
47
Una tesis, que suele calificarse como propia de la filosofía más que de la
teoría, introduce una expresión distinta. Sostiene que los hechos ya existen,
ya sucedieron, luego lo que se prueba son las afirmaciones o negaciones
que las partes e interesados hacen de los hechos. Afirmaciones y
negaciones son enunciados. Entonces, se prueban los enunciados sobre los
hechos, señala esa tendencia. Esto sería tanto como probar juicios
(concepto de la lógica, como afirmación o negación de algo).
Esa es una disquisición. Pero así como hay autores que la aceptan, hay
otros que la discuten para asegurar que aunque se admita que se prueban
37
AZULA, Op. Cit., Pág. 19
48
Los testigos deponen sobre los hechos que conocen por haberlos
percibido y pueden ignorar cuáles son las afirmaciones de las partes
sobre tales hechos; el juez puede verificar la existencia de hechos,
mediante una inspección o la recepción de testimonios y de peritaciones,
sin que haya precedido ninguna afirmación ni alegación sobre ellos,…
Existen documentos que prueban hechos no precedidos de afirmación o
alegación de nadie, como los planos, los dibujos, las fotografías. Los
escritos pueden probar propósitos, deseos, sentimientos, pensamientos,
el estado síquico y afectivo del autor, sin que constituyan una alegación,
afirmación o negación. Quienes sostienen la tesis que nosotros
rechazamos, aceptan, sin embargo, que objeto del testimonio, de los
indicios, de la inspección, de la peritación son los hechos percibidos, por
percibir o deducidos e indicados, lo cual implica una evidente
contradicción, porque el objeto de la prueba, en general, es
indispensablemente el objeto de cada prueba en particular.
Para PARRA QUIJANO40: Los hechos pueden ser afirmados o negados, pero
de todas maneras lo que se prueba son los hechos y no las afirmaciones, ya
que éstas son simplemente manifestaciones.
38
DEVIS, Op. cit., Pág. 148
39
LÓPEZ Blanco, Op. cit., Pág. 42
49
DEVIS42, por su parte, estima que -al hablar de hechos- “se toma esta
palabra en un sentido jurídico amplio, esto es, como todo lo que puede ser
percibido y que no es simple entidad abstracta o idea pura, y no en su
significado literal, ni mucho menos circunscrito a sucesos o acontecimientos;
en otra forma no podría incluirse en el término todo lo que puede probarse
para fines procesales.
En este grupo entran los simples hechos jurídicos ejecutados sin voluntad de
40
PARRA Quijano, Op. Cit., Pág. 130.
41
Citado por DEVIS, Op. Cit., Pág. 142.
42
DEVIS, Op. Cit., Pág. 150
43
DEVIS, Op. Cit., Pág. 150 y siguientes
50
producir el efecto jurídico que la ley les señala, los actos jurídicos en que el
efecto es resultado de la voluntad de producir, incluyéndose los llamados
hechos ilícitos.
Así mismo, además de las conductas pasadas y presentes pueden ser objeto
de pruebas, sino también las futuras, como sucede en el cálculo del lucro
cesante por actividades futuras, muy frecuente en los procesos por
responsabilidad extracontractual en caso de muerte de una persona.
Los documentos son cosas y sobre ellos puede recaer prueba, por ejemplo,
de falsedad o de autenticidad.
44
TARUFFO, Michel. La prueba de los hechos. Madrid: Editorial Trotta, 2002. Pág.219
53
45
TARUFFO, Michele. Sobre las fronteras. Escritos sobre la justicia civil. Bogotá: Temis.
2006. Pág. 126.
46
DE PINA, Rafael. Tratado de las pruebas civiles. México: Editorial Porrúa, 1975. Pág. 53
54
47
PARRA Quijano, Jairo. Razonamiento judicial en materia probatoria.
www.juridicas.unam.mx. Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM. Pag.50 (pág. 6 del archivo en PDF).
55
Ahora bien, una cosa es que, de acuerdo con la política legislativa de cada
país, se exija, o, por el contrario, se excuse la prueba de las normas
jurídicas, especialmente la consuetudinaria y la extranjera, y otra muy
diferente que desde un punto de vista abstracto no pueda ser objeto de
prueba judicial, es decir, que no sea posible aducir pruebas acerca de ellas.
Por lo demás, hay cierta clase de normas que no son de alcance nacional y
podrían ser probadas en un proceso.
56
Por ende, al aludir a tema de prueba se hace referencia a los hechos que
deben probarse, pero igual supone la cuestión establecer cuáles están
exentos de prueba, porque el ordenamiento los da por establecidos o
dispone que no hay necesidad de aportar medios de convicción sobre ellos.
48
El tema de prueba son los hechos que en el respectivo proceso forman parte del
presupuesto fáctico para la aplicación de las normas jurídicas. Son, asimismo, los hechos
que las partes invocan.
57
49
DEVIS, Op. Cit., Pág. 179
58
50
DEVIS, Op. Cit., Pág. 193
59
¿Cuándo se acepta por una parte tácitamente el hecho afirmado por la otra?
Esta hipótesis se da para cuando el demandado no contesta a la demanda, o
lo hace sin sujetarse a los requisitos que a ley le exige, o lo hace
extemporáneamente. Por las consecuencias que esos comportamientos
implican, a la luz de los artículos 96 No. 2 y 97 del Código General del
Proceso.
Ejemplo: el juez que adelanta un proceso civil en Cali, debe conocer, igual
que el de Cúcuta, la ley nacional. Pero si por el asunto de que se trata el
demandado invocara en ese proceso la aplicación de una ordenanza
departamental de Antioquia, tendrá que arrimar la prueba correspondiente.
62
En efecto, en el artículo 165 del Código General del Proceso no figuran las
presunciones como medio de prueba. Y lo que el artículo 166 contempla es
que la presunción es procedente, luego cuando el interesado prueba el
hecho conocido en que se basa la presunción, el juez da por establecido el
hecho desconocido que se presume, y lo trata del modo como la ley lo
estructura, mientras no se prueba lo contrario.
51
DEVIS, Op. Cit., Pág. 195
63
De modo que si una parte invoca la presunción, para gozar del beneficio de
no probar, debe demostrar el hecho del cual se parte por la ley para
organizar la presunción. Si así actúa, tendrá la ventaja. Será la otra parte la
que pruebe en contrario de la presunción, esto es, compete a la otra parte
desvirtuar lo presumido.
Hay que diferenciar los hechos cuya prueba prohíbe la ley (como por
ejemplo, los de cierto carácter si se llega a vulnerar un derecho como la
intimidad), de la prueba (medio de prueba) prohibido por el ordenamiento.
64
Conforme al artículo 168 del Código General del Proceso “El juez rechazará,
mediante providencia motivada, las pruebas ilícitas, las notoriamente
impertinentes, las inconducentes y las manifiestamente superfluas o inútiles”.
Entre las pruebas ilícitas figuran las que vulneran los derechos
fundamentales, como en el caso de una declaración obtenida con torturas, o
grabaciones magnetofónicas no autorizadas que violenten el derecho a la
intimidad. La Corte Suprema de Justicia, en varios casos, ha admitido
como lícitas grabaciones de conversaciones con funcionarios corruptos
(Corte Suprema de Justicia, septiembre 13 de 1990; 16 de marzo de 1988)
obtenidas por la víctima de una exigencia monetaria, en cuanto ésta grabó
su propia voz.
Y señaló la Corte:
65
Pero hay que separar lo decidido (por ejemplo, que una persona fue
responsable de causar un accidente y que esa declaración pueda ser
aprovechada por otro demandante) de la evaluación que de medios de
prueba se hubiere consignado en la providencia (y que se utilicen por el
camino de la prueba trasladada), porque esa valoración compete al segundo
juez.
A la luz del artículo 168 del Código General del Proceso53, son pruebas
inadmisibles:
52
DEVIS, Op. Cit., Pág. 195
53
El inciso 2 del artículo 357 de la Ley 906 de 2004 preceptúa: “El juez decretará la práctica
de las pruebas solicitadas cuando ellas se refieran a los hechos de la acusación que
requieran prueba, de acuerdo con las reglas de pertinencia y admisibilidad previstas en este
código”. El artículo 359 del mismo estatuto regula la exclusión, rechazo e inadmisibilidad de
los medios de prueba así: “Las partes y el Ministerio Público podrán solicitar al juez la
exclusión, rechazo o inadmisibilidad de los medios de prueba que, de conformidad con las
reglas establecidas en este código, resulten inadmisibles, impertinentes, inútiles, repetitivos
o encaminados a probar hechos notorios o que por otro motivo no requieran prueba.---------
Igualmente inadmitirá los medios de prueba que se refieran a las conversaciones que haya
tenido la Fiscalía con el imputado, acusado o su defensor en desarrollo de manifestaciones
preacordadas, suspensiones condicionales y aplicación del principio de oportunidad, a
menos que el imputado, acusado o su defensor consientan en ello.---------Cuando el juez
excluya, rechace o inadmita una prueba deberá motivar oralmente su decisión y contra ésta
procederán los recursos ordinarios”.
Por su parte, el articulo 53 del C. Procesal del Trabajo, modificado por la Ley 1149 de
2007, artículo 8, establece:” Rechazo de pruebas y diligencias inconducentes. El juez podrá,
en decisión motivada, rechazar la práctica de pruebas y diligencias inconducentes o
superfluas en relación con el objeto del pleito”. Igual, en el estatuto tributario, el artículo 743
se refiere a la idoneidad de los medios de prueba y prescribe: “La idoneidad de los medios
70
Ejemplos:
de prueba depende, en primer término, de las exigencias que para establecer determinados
hechos preceptúen las leyes tributarias o las leyes que regulan el hecho por demostrarse y a
falta de unas y otras, de su mayor o menor conexión con el hecho que trata de probarse y
del valor de convencimiento que pueda atribuírseles de acuerdo con las reglas de la sana
crítica”.
Conforme al artículo 132 de la Ley 734 de 2002 (Código disciplinario), que trata de la
petición y rechazo de pruebas, “Los sujetos procesales pueden aportar y solicitar la práctica
de las pruebas que estimen conducentes y pertinentes. Serán rechazadas las
inconducentes, las impertinentes y las superfluas y no se atenderán las practicadas
ilegalmente”.
En el artículo 154 de la Ley 1708 de 2014 relativo a rechazo de las pruebas consta
que “Se inadmitirán las pruebas que no conduzcan a establecer la verdad sobre los hechos
materia del proceso o las que hayan sido obtenidas en forma ilícita. El juez rechazará
mediante auto interlocutorio la práctica de las legalmente prohibidas o ineficaces, las que
versen sobre hechos notoriamente impertinentes y las manifiestamente superfluas”.
71
Dispone el inciso final del artículo 167 del Código General del Proceso que
Los hechos notorios y las afirmaciones o negaciones indefinidas no requieren
prueba".
Ejemplos:
Puede concretarse este ejemplo con un caso real, que se puede consultar
en la sentencia de la Corte Suprema de Justicia C-095 de 6 de julio de 2000,
expediente 5050, M.P. José Fernando Ramírez Gómez: en el hecho séptimo
de la demanda del caso, se afirmó que a la fecha de su presentación -10 de
marzo de 1992-, el promitente comprador no le había pagado al promitente
75
54
ESGUERRA Samper, José María. Apuntes de derecho probatorio. Bogotá: Pontificia
Universidad Javeriana, 1992. Pág. 42
55
MUÑOZ Sabaté, Luis. Técnica probatoria. Bogotá: Temis, 1997. Pág. 171
76
56
LÓPEZ Blanco, Op. Cit., Pág. 48
79
Dice DEVIS con razón que no es necesario que las circunstancias de tiempo
y espacio, o una de las dos, sean absolutamente ilimitadas57. No he visitado
ese parque nunca (pero estaba preso).
Según COUTURE, los hechos notorios son aquellos que están naturalmente
en el conocimiento, en la cultura o en la información normal de los individuos,
con relación a un lugar o a un círculo social y a un momento determinado,
cuando ocurre la decisión. El hecho notorio es un suceso común, que se
conoce por muchos (no es absoluto) y del que se tiene información (no
requiere percepción personal).
57
DEVIS, Op. Cit., Pág. 202
58
DEVIS, Op. Cit., Pág. 201
59
DEVIS, Op. Cit., Pág. 218
80
Se entiende por tal aquel que dadas las características que originaron
su ocurrencia se supone conocido por la generalidad de los asociados,
cualquiera que sea su grado de cultura y conocimientos, dentro de un
determinado territorio y en determinada época, pues la notoriedad
puede ser a nivel mundial, continental, regional puramente municipal y
está referida a un determinado lapso, de modo que dada la índole del
proceso lo que para uno podría erigirse como hecho notorio, para otro
proceso no necesariamente tiene esa connotación.
Así, por ejemplo, puede citarse como hecho notorio a nivel mundial, en
su momento, el arribo del hombre a la luna o, a escala regional
colombiana, la insurrección del 9 de abril de 1948 que por varios años
fue un hecho notorio, connotación que para cuando esto se escribe, año
2000, no tiene en nuestro concepto tal carácter, como así lo tendría aún
la toma e incendio del palacio de Justicia o a avalancha que destruyó a
Armero.
60
LOPEZ Blanco, Op. Cit., Págs. 45 y 46
81
[…] Nos parece que el interesado o el juez deben aportar el dato y éste
debe darse a conocer a las partes en el proceso, de modo que tengan la
oportunidad de controvertirlo. Graves consecuencias traería, por
ejemplo, el que un tribunal profiriera sentencia condenatoria no
susceptible de ningún recurso, en la que haya utilizado un indicador
erróneamente obtenido o falso y no puesto en conocimiento de las
partes para su eventual contradicción.
64
Ibídem, Pág. 65
65
Artículo 359. Exclusión, rechazo e inadmisibilidad de los medios de prueba. Las partes y el
Ministerio Público podrán solicitar al juez la exclusión, rechazo o inadmisibilidad de los
medios de prueba que, de conformidad con las reglas establecidas en este código, resulten
inadmisibles, impertinentes, inútiles, repetitivos o encaminados a probar hechos notorios o
que por otro motivo no requieran prueba.
83
Recuérdese que por carga se entiende “un imperativo del propio interés”. O
una regla de conveniencia.
La teoría propone que la carga de la prueba puede ser una regla de juicio o
una regla de conducta. ¿En qué consiste cada significado? DEVIS 67 lo
66
PARRA Quijano, Op. Cit., Pág. 242
67
DEVIS, Op. Cit., Pág. 405. Se habla también de dos aspectos que hacen que la noción
sea compleja: el subjetivo y concreto (implica para las partes una norma de conducta que si
no observan puede acarrearles consecuencias adversas) y el objetivo abstracto (si falta la
prueba, en cualquier caso, la decisión debe ser desfavorable).
84
explica como sigue: Es “una regla para el juzgador o regla del juicio, porque
le indica cómo debe fallar cuando no encuentre la prueba de los hechos
sobre los cuales debe basar su decisión, permitiéndole hacerlo en el fondo y
evitándole el proferir un non liquet, esto es, una sentencia inhibitoria por falta
de pruebas, de suerte que viene a ser un sucedáneo de la prueba de tales
hechos;…. por otro aspecto, es una regla de conducta para las partes,
porque indirectamente les señala cuáles son los hechos que a cada una le
interesa probar ---- para que sean considerados como ciertos por el juez y
sirvan de fundamento a sus pretensiones o excepciones”.
Conforme al artículo 167 del Código General del Proceso68, primer inciso,
“Incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de las normas que
consagran el efecto jurídico que ellas persiguen”.
68
Otros ordenamientos se refieren a la carga de la prueba. Por ejemplo, la Ley 1708 de 2014
(Código de extinción del dominio), en el artículo 152 establece que “Los hechos que sean
materia de discusión dentro del proceso de extinción de dominio deberán ser probados por la
parte que esté en mejores condiciones de obtener los medios de prueba necesarios para
demostrarlos.---------
Sin perjuicio de lo anterior, por regla general, la Fiscalía General de la Nación tiene la carga
de identificar, ubicar, recolectar y aportar los medios de prueba que demuestran la
concurrencia de alguna de las causales previstas en la ley para la declaratoria de extinción
de dominio y que el afectado no es titular de buena fe exenta de culpa. Y por su parte, quien
alega ser titular del derecho real afectado tiene la carga de allegar los medios de prueba que
demuestren los hechos en que funde su oposición a la declaratoria de extinción de dominio.-
---------Cuando el afectado no allegue los medios de prueba requeridos para demostrar el
fundamento de su oposición, el juez podrá declarar extinguido el derecho de dominio con
base en los medios de prueba presentados por la Fiscalía General de la Nación, siempre y
85
69
Desde luego hay quienes opinen que lisa y llanamente sí se produce una inversión de la
carga.
87
Si se liga a las partes, el sentido será que cada una prueba el supuesto de
hecho que le interesa, según el fin que, previsto en la norma respectiva como
consecuencia, persiga esa parte, luego si contempla una distribución; es
decir, de lo que debe demostrar cada parte.
Por otra parte, una cosa es verificar (artículo 169) y otra esclarecer
(artículos 167 y 170). Esto incide en la diferencia entre la carga
dinámica y la prueba de oficio.
b) El Código enuncia unos casos en que se puede considerar que una parte
se encuentra en una situación más favorable para aportar las evidencias o
esclarecer los hechos controvertidos. Y son:
LA PRUEBA DE OFICIO
Este precepto muestra diferencia con la norma civil: pues en el campo laboral
la prueba puede ser a cargo de una de las partes. Y con la orden del juez,
se acerca más a la “carga dinámica” que a la prueba oficiosa como tal.
“De conformidad con el artículo 357 de la Ley 906 de 2004, la audiencia preparatoria
constituye la oportunidad legal para que la Fiscalía y la defensa soliciten las pruebas que
requieran para sustentar su pretensión. Por excepción, el Ministerio Público puede solicitar la
práctica de alguna prueba de cuya existencia tenga conocimiento, cuando no hubiere sido
pedida por las partes y pudiere tener esencial influencia en los resultados del juicio”.
98
En cuanto a la prueba de oficio en materia penal, no se aplican los mismos criterios que en
el campo procesal civil.
“Gravita en torno del principio de imparcialidad, muy caro a los sistemas con tendencia
acusatoria, que el Juez no tenga facultades probatorias autónomas, puesto que, si tuviese
atribución para decretar pruebas de oficio, se daría al traste con uno de los pilares
fundamentales de ese régimen de enjuiciamiento, consistente en la definitiva separación
entre actos de investigación y actos de juzgamiento, que es emblemático de las democracias
contemporáneas, con el fin de evitar que el Juez predisponga el rumbo del proceso, y por
ende anticipe su convicción o pierda la ecuanimidad, como podría suceder si dirige o
reorienta el destino final del asunto a través de su injerencia en el tema probatorio”.
“Descartado como está en la Carta Política, y por vía jurisprudencial, tanto de la Corte
Suprema de Justicia como de la Corte Constitucional, que el Juez cumpla un papel de mero
árbitro en el sistema acusatorio regido por la Ley 906 de 2004, la prohibición de que el
Juez decrete pruebas de oficio podría tener eventuales excepciones; para ello es
imprescindible que el Juez argumente razonablemente frente a cada caso concreto
que de aplicarse literalmente la restricción contenida en el artículo 361, se producirían
efectos incompatibles con la Carta y, por ende, inaceptables”.
En todo caso, dentro del término de ejecutoria del auto que decrete
pruebas de oficio, las partes podrán aportar o solicitar, por una sola vez,
nuevas pruebas, siempre que fueren indispensables para contraprobar
aquellas decretadas de oficio. Tales pruebas, según el caso, serán
practicadas dentro de los diez (10) días siguientes al auto que las
decrete.
De todos modos, resulta útil distinguir al menos dos sentidos en los que
se puede decir que la verdad que se puede establecer en el proceso es
70
GIACOMETTO Ferrer, Ana. Teoría General de la Prueba Judicial. Bogotá: Escuela
Judicial Rodrigo Lara Bonilla, 2003. Pág. 31.
71
TARUFFO, La prueba ….Op.Cit. Págs. 75 y 76.
101
II. Las etapas que se recorren para llegar a la verdad son la ignorancia
(desconocimiento o la falta de instrucción sobre un objeto o sobre un tema
determinado), duda (tendencia espontánea de la razón, que oscila entre la
aceptación y la no aceptación de una entre varias proposiciones o tesis, entre
las cuales la mente se siente fluctuar, yendo de una a otra sin detenerse),
probabilidad (grados de convencimiento) y certeza (asentimiento firme
fundado en la evidencia de un estado de cosas), la cual puede ser: mixta
físico lógica, mixta físico histórica, y mixta físico lógica histórica.
2. Convencimiento o certeza
Esta tesis, que podría resumirse como «sería bonito pero no es posible»,
tiene de su parte a la fuerza de la experiencia cotidiana y de numerosos
lugares comunes sobre las imperfecciones y sobre los límites del
proceso civil. Parte, además, de algunas constataciones acerca de los
aspectos por los que el proceso está orientado hacia objetivos distintos y
divergentes de la búsqueda de la verdad. Sin embargo, todo esto no es
suficiente para demostrar la fundamentación de la conclusión a la que se
llega, según la cual la determinación verdadera de los hechos no estaría
entre los objetivos del proceso civil.
Sin embargo, planteado así el problema, como por otra parte parece
razonable, es evidente que no admite soluciones superficiales y
unitarias. Si, por un lado, es necesario tener en cuenta el hecho de que
el concepto de verdad es cuanto menos problemático y variable en
función de los contextos, por otro lado es necesario considerar que
varían también los modelos de proceso civil entre los distintos
ordenamientos e incluso dentro de un mismo ordenamiento. El problema
de la capacidad del proceso de alcanzar la verdad de los hechos no
puede, pues, resolverse negativamente a priori y puede tener
respuestas positivas distintas en función del tipo particular de proceso
que se tome en consideración. Así, por ejemplo, se puede sostener que
esa capacidad es mínima en un proceso que limite fuertemente el
empleo de los medios de prueba y tenga muchas reglas de prueba
tasada; en cambio, esa capacidad es máxima en un proceso en el que
todas las pruebas relevantes sean admisibles y estén todas sujetas a la
libre apreciación del juez. Está claro, sin embargo, que son muchos los
parámetros a tomar en consideración y son muchas las respuestas en
términos de posibles verdades relativas, precisamente en función de la
forma en que esté regulado el proceso.
105
Diligenciamiento Decreto
Práctica
General del Proceso), en virtud de la cual dispone que los medios de prueba
se agreguen, practiquen y tengan en cuenta.
Debe el juez obrar conforme al artículo 168 del Código General y motivar la
providencia respectiva. Y aplicará el artículo 173 ibídem cuando señala que
“En la providencia que resuelva sobre las solicitudes de pruebas formuladas
por las partes, el juez deberá pronunciarse expresamente sobre la admisión
de los documentos y demás pruebas que estas hayan aportado”.
Hace referencia a que si los medios de prueba solicitados por las partes son
superfluos, porque ya obre otro medio de prueba, o porque se trate de
hechos admitidos y confesados, o haya exoneración de prueba, se hace
innecesario practicarlos. Debe también motivar el juez en este caso.
Por ejemplo: asuntos que gozan de reserva legal. Si se pide que, fuera de
los casos legalmente posibles, se allegue la declaración de renta de una de
las partes, el juez se abstendrá de ordenar esa prueba.
4. Práctica de la prueba
El juez que practique las pruebas debe ser competente. Pero no puede
pasarse por alto el artículo 138 del Código General del Proceso, que dispone:
Cada medio probatorio debe surtirse de conformidad con las formas que
prevé el ordenamiento. En las declaraciones se debe tomar juramento y
observarse las diversas reglas que se consagran sobre los cuestionarios,
quién pregunta, clases de preguntas, las respuestas como deben ser
emitidas, etc. En el caso del dictamen del perito, su escrito debe ser
presentado con los requisitos fijados en la norma respectiva. La inspección
judicial también exige el cumplimiento de unas formas.
5. Valoración de la prueba
5.1 Concepto
De acuerdo con el artículo 176 del Código General del Proceso, las pruebas
deben ser valoradas en conjunto. La valoración en conjunto se configura
cuando se hace una comparación recíproca de los diferentes medios de
prueba allegados al proceso. No puede ser una apreciación aislada y para
evitar eso se usa la comparación recíproca analizando los puntos de
divergencia o de convergencia respecto de las hipótesis del debate (Corte
Suprema de Justicia, sentencia de 4 de marzo de 1991). Esta clase de
análisis, además, es un deber del juez y no una mera facultad (Corte
Suprema de Justicia, sentencia de junio 4 de 1982).
115
Tomando en cuenta el primer inciso del artículo 280 del Código General del
Proceso y la técnica que impone para el fallo, cuando señala que la
motivación deberá limitarse al examen crítico de las pruebas; y visto el inciso
primero artículo 279, que dispone también imperativamente que “no se
podrán hacer transcripciones de actas, decisiones o conceptos que obren en
el expediente”, se puede afirmar que lo dispuesto en artículo 176 se cumple
íntegramente cuando el juez no repite dichos de testigos o partes y en
116
6. Acción de tutela
Por tanto, la vía de hecho se configura por defecto fáctico, que puede ser
por acción o por omisión (o, respectivamente, dimensiones positiva y
negativa74). Sucede el primero cuando las pruebas reposan en el proceso
pero se interpretan erradamente, o son ilícitas o ilegales y se valoran; el
segundo – por omisión- se presenta cuando no se presentan pruebas o no se
valoran. En todo caso, debe advertirse que el respectivo medio de prueba
debe ser determinante para la decisión del caso. En cuando a la
interpretación o valoración de la prueba, se estructura el defecto cuando son
irrazonables, o caprichosas o arbitrarias.
74
Expresiones empleadas en la sentencia T-781 de 2011.
123
75
PARRA Quijano, Op. Cit., Pág. 421
125
(a) Límite de preguntas: por regla general son 20, en el proceso verbal
sumario son 10.
(b) Forma de las preguntas: las preguntas deben ser claras y precisas
(artículo 202 del Código General del Proceso). Una pregunta puede ser
asertiva, cuando indaga “si es cierto o no cierto” un hecho y es una técnica
de la respuesta que se diga “si o no”. El interrogado podrá explicar si lo
quiere. La pregunta también puede ser no asertiva.
(c) La materia: comprende tanto el asunto del litigio como lo que se indaga en
cada pregunta.
Por otra parte, el artículo 202 ordena que las preguntas deben referirse a un
solo hecho y para eso el juez califica las preguntas. Si contiene varios el juez
dividirá la pregunta. Pero, ¿qué significa que se refieran a un solo hecho?
En este aspecto se tienen fuentes de conflictos prácticos. Si lo preguntado
inquiere por varios problemas, implicados entre sí en una unidad, hay un
127
solo hecho. Se trata de una unidad jurídica y no de una unidad física del
hecho (DEVIS). Será pregunta sobre un solo hecho si se averigua cuándo y
cómo el interrogado hizo el pago. Pero si se pregunta: cuándo y cómo hizo
el pago y quién lo presenció, hay dos hechos.
(d) Preguntas excluidas. Son aquellas que no son claras y precisas, o son
superfluas, e igualmente las que hayan sido contestadas ya en la misma
diligencia; o en interrogatorio anterior cuya prueba obra en el expediente, y
las que no tengan que ver con la materia de los hechos.
Estas causas de exclusión son las que permiten al apoderado del interrogado
objetar la pregunta: según el artículo 202, “el objetante se limitará a indicar la
causal y el juez resolverá de plano mediante decisión no susceptible de
recurso”. Porque no se quieren controversias.
Han existido dos tesis: (1) la negativa, que se apoya en que no es posible
que se tenga al litisconsorte como testigo, (2) la afirmativa, que entiende que
en el litisconsorcio se unen procesos separados.
El artículo 203 del Código General del Proceso parece haberse apuntado a la
tesis afirmativa, pues dispuso que “En la audiencia también podrán
interrogar los litisconsortes facultativos del interrogado”. Lo que no aclara el
texto es cuándo ese litisconsorte pide interrogar a su coparte.
5. Elementos de la confesión
c) El medio de la confesión
6. Clasificación de la confesión
Por tanto:
Los requisitos de eficacia son aquellos que hacen que el medio probatorio
produzca el fin que se persigue y si falta este elemento se le resta poder de
convicción al medio probatorio.
1) de existencia:
2). de validez:
3). de eficacia:
Si se acepta un hecho por la parte y ésta agrega algo, hay que examinar si el
agregado forma una unidad o si tiene conexión o no con el hecho aceptado
(que constituirá confesión si es perjudicial al declarante) para saber si se
admite lo que la parte declara como un todo, o si se acepta una parte y el
resto no.
Ejemplos:
las mejoras que había en la finca" aquí el agregado no tiene intima conexión
con lo admitido, es una explicación de más que no guarda una relación
directa con el precio.
En palabras de DEVIS76:
77
DEVIS, Op. Cit., Pág. 679
138
Y en noviembre 12 de 1976:
78
LÓPEZ Blanco, Op. Cit., Pág.141.
139
LÓPEZ BLANCO79, empero, dice que ello no es así y que el texto del
artículo 200 del Código de Procedimiento Civil (al que equivale el artículo 196
del Código General del Proceso) no consagra esa diferencia.
O “Sí debo, pero no he podido cumplir por una fuerza mayor”. Acá se está
frente a una declaración divisible o separable. Una muestra más: si adquirí
esa obligación, pero a la fuerza o en virtud de dolo.
79
LÓPEZ Blanco, Op. Cit., Pág. 143
140
Una primera norma por consultar en estos casos es la del artículo 372 del
Código General del Proceso, sobre audiencia inicial. Allí se traen
141
1. Definición
80
Tampoco tendrá que incluirse en el juramento la cláusula penal – calificada como un
cálculo anticipado de perjuicios-, porque está prefijada en el contrato. Pero hay quienes
piensan otra cosa.
144
81
El tener que prestar juramento estimatorio en caso de reclamación de frutos, hace pensar
que cayó la tesis de que ellos podrían ser reconocidos oficiosamente por el juez en las
prestaciones o restituciones mutuas en un reivindicatorio (por ejemplo).
82
Se duda si se debe prestar el juramento si se deben intereses moratorios: la conclusión
afirmativa parece tener respaldo en que son frutos y también perjuicios. Igual si se reclaman
(o se alude a falta de pago) arrendamientos: son frutos.
145
83
AZULA, Op. Cit., Pág. 214
147
84
ROJAS Gómez, Miguel Enrique. Lecciones de Derecho Procesal Tomo III Pruebas
Civiles. Bogotá: Esajú, 2015. Pág. 340.
150
a) Un relato: este factor implica como primera medida que el testigo hace una
narración verbal. Hay una excepción a este elemento cuando se aporta una
certificación, aunque no es absoluta porque puede citarse a quien firma para
que reconozca el documento o lo ratifique.
85
PARRA Quijano, Op. Cit., Pág. 277.
151
b) Que sea libre: implica que sea espontáneo, que sea tan amplio como el
propio declarante pueda serlo (artículo 221 numeral 2 del Código General del
Proceso). No se afecta este elemento cuando el testigo, por no atender la
orden del juez de comparecer a declarar, es conducido por la autoridad de
policía al despacho para ese propósito (artículo 218 regla 2).
De acuerdo con la ley, este requisito se cumple con la invitación que el juez
hace al testigo al comienzo de la declaración para que, conocedor del
asunto por el cual se le llama a declarar, lo haga espontáneamente.
Recuérdese que el código procesal le impone al juez hacer un resumen del
tema del proceso.
c) Objeto: ese relato debe versar sobre hechos pasados o presentes, cuyo
conocimiento por el testigo es un conocimiento casual. Esto es lo ordinario.
El objeto del testimonio versa sobre hechos que ese tercero conozca y de
los cuales va a hacer un relato. El testigo hace un relato de lo que vio,
presenció o escuchó, por ello, en principio, no da conceptos, no puede
expresar puntos de vista, emitir opiniones, ni calificaciones, porque es tercero
ajeno al proceso. Cuando eventualmente exponga un concepto propio,
deberá explicar las circunstancias que permitan apreciar su verdadero
sentido y alcance (No. 3 artículo 221 del Código General del Proceso).
Otro punto que se revisa en este particular es la forma como debe solicitarse
la declaración del testigo técnico.
153
(1) de existencia:
(2) de validez:
(3) de eficacia:
Importa también referirse a las fases psicológicas del testimonio, pues ello
interesa tanto desde el punto de vista de su práctica como de su valoración.
a) Hábito.
b) Sugestión.
c) Tendencia.
d) Edad (en el niño86: por falta de madurez, imaginación intensa,
distracciones, memoria falaz; en el anciano: por terquedad, desconfianza,
sentidos disminuidos87).
e) Personalidad. Atañe a la sicología del testigo: afirmativo y cuidadoso;
vanidoso; lacónico; locuaz; difuso; superficial; analítico (descriptivo); sintético
(impreciso); objetivo o rígido; indiferente (no se compromete).
f) Sexo. La mujer puede ser superficial, muy sensible y emocional,
sugestionable, poca critica, observadora88.
g) Profesión.
h) Cultura y clase social.
86
PARRA Quijano, Jairo. Tratado de la prueba judicial. El testimonio. Tomo I. Bogotá:
Ediciones Librería del Profesional, 1982. Pág.222.
87
PARRA Quijano, Op. Cit., Pág. 217.
88
PARRA Quijano, Op. Cit., Pág. 219.
156
Por otra parte, en el supuesto del secreto profesional, es claro que se libera
del deber de testimoniar para hacerlo sobre hechos que estén amparados
directamente por ese secreto, pero no sobre otros. Por tanto, debe hacerse
un análisis particular en cada caso.
89
Artículo 208. Deber de testimoniar. Toda persona tiene el deber de rendir el testimonio que
se le pida, excepto en los casos determinados por la ley.
90
Obligación de rendir testimonio. Toda persona está obligada a rendir, bajo juramento, el
testimonio que se le solicite en el juicio oral y público o como prueba anticipada, salvo las
excepciones constitucionales y legales.
157
Las tachas por inhabilidad o por sospecha se guían por los artículos 210 y
211 del Código General del Proceso; la de inhabilidad se debe proponer
antes de la audiencia u oralmente dentro de ella y la de sospecha durante la
audiencia. La de inhabilidad se resuelve en la audiencia y la de sospecha a
la hora de decidir (ordinariamente, entonces, en la sentencia). Importa
agregar que “bien puede ser que a pesar de la sospecha haya modo de
atribuirle credibilidad a testigo semejante”, cuando, entre otras cosas, “su
relato (…) halla respaldo en el conjunto probatorio” (sentencias de la Corte
Suprema de Justicia de 5 de junio de 2009, expediente 00205 y de 30 de
agosto de 2010, proceso C-1100131030221999-06826-01), pues del régimen
legal se desprende “que una vez se proponga la tacha por sospecha, se
impone al juez, “en la sentencia, o en el auto que falle el incidente dentro del
cual se solicitó el testimonio”, resolverla, para lo cual deberá estimar “los
motivos y pruebas” practicadas en relación con ella, y que sólo una vez la
haya decidido, ya sea declarándola, ora desechándola, puede proceder a
apreciar el testimonio, fijando el valor demostrativo que le merece “de
acuerdo con las circunstancias de cada caso” (sentencia de 9 de septiembre
de 2011. Proceso 25286-3103-001-2001-00108-01, subraya del recurrente).
Desde luego, “Esa declaración, si bien debe ser valorada con mayor rigor,
dentro de las normas de la sana crítica puede merecer plena credibilidad y
con tanta mayor razón si los hechos que relatan están respaldados por otras
pruebas o al menos con indicios que la hacen verosímil “(sent. Feb 01 de
1979)” (fallo de 15 de agosto 2001, expediente 6219).
158
4. Clases de testigos
a) De oídas o de audio
b) De vista o que vieron
c) De credulitate o que sacan conclusiones propias de su versión
d) De forma (refieren lo que es conocido públicamente)
e) Testigos que dan crédito a lo que ve o dice otro.
4) procesales o extraprocesales
6) sospechosos y no sospechosos
7) conducentes o inconducentes
159
Al testigo lo cita la parte interesada (artículo 217 del Código General del
Proceso, o con cooperación de la secretaría del juzgado) y si es empleado o
subordinado, puede comunicarse al empleador. Si el citado desatiende la
citación, se le puede conducir por la policía (artículo 218 ibídem).
160
Respecto de la práctica del testimonio, que se rige por el artículo 221 del
Código General del Proceso, consiste en la realización que por vía de
cuestionario se hace, tanto del juez, como de parte y contraparte.
Las preguntas serán evaluadas por el juez, deben ser individualizadas, claras
y concisas y deben versar sobre un solo hecho. El interrogatorio debe tener
un orden. No se permiten las preguntas que lleven al testigo a asentir o negar
un hecho escuetamente. El testigo debe explicar el hecho, lo que aduce. No
se le pueden formular preguntas como ¿es cierto sí o no? 91, pero sí se
pueden preguntar las condiciones de tiempo, modo y lugar.
91
Como se sabe, la práctica procesal es rica en debates alejados del conocimiento científico.
Así, se asegura que ninguna norma prohíbe indagar al testigo con preguntas asertivas.
Pero la sola lógica enseña que éstas llevan al declarante a contestar sí o no, cuestión que
no resulta lícita. Es lo que se deduce, además, del No. 5 del artículo 221 del CGP que
establece que “No se admitirá como respuesta la simple expresión de que es cierto el
contenido de la pregunta, ni la reproducción del texto de ella”.
161
Se prohíben las preguntas sugestivas (artículo 220), que son aquellas en las
cuales se insinúa lo que se debe responder y afectan la independencia o
espontaneidad del testigo para declarar. Tampoco se pueden formular
preguntas capciosas, que son aquellas que buscan que el testigo se
contradiga o que acepte un hecho que no ocurrió, para que presentado como
hipotético este hecho, se dude del valor del testimonio. Las preguntas
capciosas buscan que el testigo caiga en error, luego son preguntas
tramposas, que violan el principio de lealtad.
El testigo puede aportar, no leer, documentos sobre los hechos que esté
declarando (artículo 221 No. 6). Dichos documentos deberán ser objeto de
contradicción en la audiencia. Cuando el documento sea papel y requiera
162
Lectura92
92
NISIMBLAT, op. Cit., Pág. 256 y siguientes
163
Acto seguido se tomará el juramento por medio del cual el testigo se compromete a
decir toda la verdad de lo que conoce (Artículo 389).
2. Examen de los testigos. Los testigos serán interrogados uno después del otro,
en el orden establecido por la parte que los haya solicitado.
164
7. Limitación de testimonios
8. Indemnización al testigo
Del asunto tratan los artículos 216 del Código General del Proceso y 388 de
la Ley 906 de 2004, que determinan que se debe remitir por intermedio del
Ministerio de Relaciones Exteriores una carta rogatoria o nota suplicatoria,
para que si lo tiene a bien declare.
De acuerdo con el artículo 222 del Código General del Proceso, se ratifican
las declaraciones de testigos que se hayan rendido en otro proceso o en
forma anticipada sin citación o intervención de la persona contra quien se
aduzcan, siempre que esta lo solicite. La ratificación consiste en la repetición
del el interrogatorio.
93 93
DEVIS, Op. Cit., Tomo II, Pág. 277
94
PARRA Quijano, Op. Cit., Pág. 627
169
Si bien el perito es auxiliar del juez, en el sistema del Código General del
Proceso, conforme a su artículo 48, no es correcto afirmar que sea un auxiliar
de la justicia, rigurosamente.
95
Sobre la necesidad de la prueba pericial existe discusión: algunos juzgan que no debe
decretarse cuando el juez posee los conocimientos técnicos, científicos o artísticos
suficientes, requeridos para tomar una decisión sobre el conflicto.
96
La prueba pericial no versa sobre cuestiones de derecho, si bien la doctrina se inclina por
considerar que sí podrían emplearse expertos en asuntos jurídicos muy especializados,
como legislación financiera o derecho de comunicaciones o derecho comunitario o derecho
internacional privado. El doctor Devis Echandía parecía aceptarlo para la interpretación de
términos legales técnicos.
170
97
Así, pues, la prueba por peritos en el proceso civil muestra una doble fase que aquí
importa subrayar y que, además, ha permitido clasificar en dos grandes categorías las
experticios según que el sentido preponderante del trabajo a cargo del perito sea el de llevar
al juez la materia sobre la cual debe operar o el de señalarle los instrumentos idóneos para
hacerlo. En la primera hipótesis se trata, en esencia, de comprobar hechos, sus causas o
sus efectos, que requieran conocimientos científicos, artísticos o técnicos que superen el
nivel medio de cultura general atribuible al común de los jueces, mientras que en la segunda
su orientación característica es distinta; en ésta, mediante el dictamen, se aportan reglas
propias de la experiencia especializada de los peritos para aplicarlas a un determinado
supuesto fáctico establecido en el proceso por cualquiera otro de los medios de prueba de
recibo, contribuyendo así a formar la certeza del juez e ilustrándolo para que comprenda
mejor ese supuesto y pueda deducir con exactitud las causas, las calidades, las
consecuencias y los valores que se investigan, cosa que precisamente acontece, valga
señalarlo, cuando la colaboración pericial se hace indispensable para verificar la existencia o
fijar la cuantía de perjuicios patrimoniales ya ocasionados o que en el futuro se produzcan,
en razón de circunstancias acreditadas de antemano y del modo debido en el curso de la
misma actuación.---------En estos casos de la segunda clase, entonces, los peritos, más que
instrumentos de percepción, lo son de deducción y su tarea fundamental es por lo tanto la de
proporcionar sus luces, su ilustración, su pericia práctica y, en general, su auxilio
cognoscitivo al órgano judicial en relación con datos que son materia de controversia, lo que
no permite descartar en manera alguna que peritajes de esta naturaleza puedan utilizarlos
dichos órganos para consulta técnica complementaria y así cerciorarse, para beneficio de la
administración de justicia naturalmente, de la exactitud del entendimiento que personalmente
tengan acerca de aquellas reglas o máximas especializadas que no están obligados a
dominar pero que, sin embargo, tampoco les son del todo desconocidas y las juzgan
171
(1) de existencia:
necesarias para tomar la correspondiente decisión". (CSJ, Auto sep. 8/93, Exp. 3446. M.P.
Carlos Esteban Jaramillo Schloss).
172
(2) de validez:
(3) de eficacia:
a) Conducencia y pertinencia;
b) Experiencia del perito;
c) Que no haya prosperado objeción que desvirtúe las conclusiones (en los
casos en que el ordenamiento admite trámite de objeción);
f) Que el dictamen esté fundamentado y sea firme;
173
2. Procedencia de la peritación
98
Con la Ley 1395 se proyectó oralidad en procesos civiles, comerciales y de familia, para
aplicarse gradualmente. Y se remplazó la forma del procedimiento civil, de solicitud, decreto,
práctica y contradicción del dictamen. En la Ley 1395 se fija una audiencia, el juez interroga
primero a las partes a profundidad y continuación decreta las restantes pruebas y las
practica de la siguiente manera:-----a) Oirá el dictamen del perito designado y lo
interrogará bajo juramento acerca de su idoneidad y de los fundamentos de su
dictamen. De la misma manera podrán las partes controvertirlo. Si el perito no concurre, el
juez designará inmediatamente su remplazo para que rinda dictamen en la fecha de la
continuación de la audiencia. En ningún caso habrá lugar a objeción del dictamen.
175
e) La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que
haya participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos
cuatro (4) años. Dicha lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se
presentó, el nombre de las partes, de los apoderados de las partes y la
materia sobre la cual versó el dictamen.
El dictamen del perito está reglado, como se desprende del artículo 226, que
pretende que haya más conocimiento de quién es el experto, cómo piensa,
por qué tiene otro criterio, qué experiencia tiene, etc.
También los artículos 226 incisos 4 y 5 y 235 sirven para inferir que un
dictamen no podrá llevarse de cualquier forma.
Se rige, en el Código General del Proceso, por el inciso primero del artículo
229 y por el artículo 233, como sigue:
1. Adoptar las medidas para facilitar la actividad del perito designado por
la parte que lo solicite y ordenar a la otra parte prestar la colaboración
para la práctica del dictamen, previniéndola sobre las consecuencias de
su renuencia.
Parágrafo. El juez deberá tener en cuenta las razones que las partes
aduzcan para justificar su negativa a facilitar datos, cosas o acceso a los
lugares, cuando lo pedido no se relacione con la materia del litigio o
cuando la solicitud implique vulneración o amenaza de un derecho
propio o de un tercero.
6. Contradicción de la pericia
Ahora bien, en el artículo 228 del Código General del Proceso se lee (y el
texto, por ende, se comenta, como sigue):
En ningún caso habrá lugar a trámite especial de objeción del dictamen por
error grave.
181
En estos casos, se correrá traslado del dictamen por 3 días, término dentro
del cual se podrá solicitar la aclaración, complementación o la práctica de
uno nuevo, a costa del interesado, mediante solicitud debidamente motivada.
Si se pide un nuevo dictamen deberán precisarse los errores que se estiman
presentes en el primer dictamen.
5.2 Pericia dispuesta oficiosamente (o por solicitud del amparado por pobre)
7. Apreciación del dictamen (artículos 232 y 235 del Código General del
Proceso)
Por eso ha dicho el Tribunal de Medellín (auto de julio 6 de 1993): " Para que
un dictamen exista es preciso que contenga conceptos personales de los
peritos. Si el perito apenas expone conceptos de otras personas existirá una
narración pero no un dictamen. Si un dictamen es ineficaz probatoriamente el
juez debe ordenar otro".
183
Diversa a la pericia es la prueba por informe, que regula el artículo 275 del
Código General del Proceso: “A petición de parte o de oficio el juez podrá
solicitar informes a entidades públicas o privadas, o a sus representantes, o a
cualquier persona sobre hechos, actuaciones, cifras o demás datos que
resulten de los archivos o registros de quien rinde el informe, salvo los casos
de reserva legal. Tales informes se entenderán rendidos bajo la gravedad del
juramento por el representante, funcionario o persona responsable del
mismo”. De todos modos en estos casos hay que considerar la reserva legal
de la información o del documento99.
99
Consúltese el artículo 24 de la Ley 1437. Importa agregar que no es lo mismo la resera
que la confidencialidad. SALA DE CONSULTA Y SERVICIO CIVIL, de tres (3) de diciembre
de mil novecientos noventa y tres, Radicación número: 558: “Desde el punto de vista jurídico
tiene relevancia el concepto de reservado; éste consiste en que el ordenamiento normativo
dispone que algún documento se conserve en secreto, bajó la condición de mantenerlo fuera
de la publicidad, de exclusivo conocimiento de los directos interesados y excepcionalmente
del Estado.---------Mientras que el concepto de confidencial no tiene trascendencia jurídica,
es importante en el medio privado y depende de la voluntad de las personas; por lo mismo,
no puede alegarse como derecho o privilegio, sino sólo cuando la Constitución o la ley da al
documento carácter de reservado”.
184
Conforme al mismo texto legal, “Si el informe hubiere omitido algún punto o el
juez considera que debe ampliarse, o que no tiene reserva, ordenará rendirlo,
complementarlo o aclarar lo correspondiente en un plazo que no superará la
mitad del inicial”.
Dispone el numeral 1 del artículo 220 de la Ley 1437 que “En la audiencia
inicial se formularán las objeciones al dictamen y se solicitarán las
aclaraciones y adiciones, que deberán tener relación directa con la cuestión
materia del dictamen”.
100
Azula Camacho, Jaime. Manual de derecho probatorio. Bogotá: Temis, 1998, Págs. 255 y
256
101
Corte Suprema de Justicia, Sala de Negocios Generales auto, 24 noviembre 1937, GJ
T. XLV, pág. 937
189
Presentado que sea al juez por los peritos su experticio, aquél ordena
en auto especial ponerlo en conocimiento de las partes por tres días,
para que éstas, dentro de ese término, puedan pedir explicaciones,
ampliaciones o aclaraciones. También puede pedirlas el juez, sin
perjuicio de que por su lado lo hagan las partes, con la diferencia de
que el juez no está limitado por los tres días del traslado, sino que puede
ordenar las explicaciones, ampliación y aclaración “en cualquier tiempo
antes de fallar” (artículo 719 del código de procedimiento civil)104.
El código judicial que rigió hasta la expedición del actual (que es la ley
105 de 1931) no hablaba de error grave sino de error esencial,
calificación que aproximaba el problema a las normas de Filosofía. La
jurisprudencia de aquellos tiempos (véase por ejemplo la sustancial
obra de Luis F. Latorre “Jurisprudencia razonada del Tribunal Superior
de Bogotá “, 1917 a 1923, Tipografía moderna , Bogotá, números 261 a
272) vinculaba el error esencial que la ley exigía como causa
justificativa de la objeción a un dictamen, a la esencia de la cosa, es
decir, a sus atributos permanentes e invariables y que constituyen su
ser y su naturaleza, no a las cualidades accidentales de ella, como lo
serían su valor o su precio, lo cual no impedía que pudiera haber error
esencial en los avalúos , o lesión enorme en las ventas apreciadas
pericialmente. El actual código sólo exige el error grave.
191
Aislado el primer inciso del segundo, se podría asegurar que la aplicación del
Código de Procedimiento Civil es posible tanto frente a dictamen judicial –
frente al que no cabe duda alguna-, como frente a dictamen de parte-cuando
rija el Código General del Proceso-.
Por otra parte, mirados los artículos 219 y 220, se muestran como régimen
más completo para el dictamen de parte, que es la novedad, y en cambio el
dictamen judicial parece huérfano de regulación: por lo que bebe del Código
de Procedimiento Civil.
Según el numeral 3 del artículo 220, “Cuando la prueba pericial hubiese sido
decretada por el Juez, se cumplirá el debate de que trata el numeral anterior
en la audiencia de pruebas. En esa misma audiencia, las partes podrán
solicitar adiciones o aclaraciones verbales al dictamen y formular objeción
por error grave, sin perjuicio de lo previsto en el artículo 222 de este Código”.
Parte final. “término fijado por la ley”. ¿Cuál es? Como el CCAPA no lo trae,
se va al CPC y este consagra para dictamen pericial un traslado de tres días.
Puede ser un traslado mayor (conforme al artículo 222), hasta por 10 días.
Como resumen:
a) El perito se posesiona
Además, prevé que “El juez practicará las pruebas no previstas en este
código de acuerdo con las disposiciones que regulen medios semejantes o
según su prudente juicio, preservando los principios y garantías
constitucionales”.
De estos dos textos puede inferirse que es posible, legal, lícita, la producción
de medios de prueba, con el apoyo de la ciencia y de la tecnología, pero que
el juez debe preservar los principios y garantías constitucionales.
Las direcciones las asignan los PSI o ISP, siglas que corresponden en
español a “proveedor de servicio de internet” y en inglés a “internet
service provider”. Por lo tanto, cuando se pide como prueba una
dirección IP se debe solicitar la hora y fecha exactas, pues algunas
direcciones IP son dinámicas y corresponden a una dirección que asigna
el proveedor mientras se usa el servicio. Durante el tiempo de
inactividad el proveedor reasigna la dirección a otro usuario.
Dentro del proceso arbitral adelantado por el señor Elio Sala Ceriani
contra Química Amtex S.A. e Ite Corporation Limited y los señores
Manuel de Bernardi Campora, Mario Bascuñan Gutiérrez y Rodrigo
Vélez Marín, por pedimento del actor se decretó y practicó una
inspección judicial con exhibición de documentos en la sede principal de
la primera de las mencionadas sociedades, relacionada con sus libros y
papeles de comercio concernientes con los hechos de la demanda
generadora de ese conflicto.
105
NISIMBLAT, Op. Cit., Pág. 347
202
Sucedió que los usuarios de los computadores alegaron, en la tutela, que con
la práctica de la prueba se les vulneraría el derecho a la intimidad.
Dijo la sentencia:
[…]
[…]
Tal constatación, per se, descarta que los mensajes de datos en que los
accionantes cifran su reclamo, hubiesen sido obtenidos de direcciones
de correo electrónico en relación con las cuales ellos, o los otros
funcionarios de Química Amtex S.A. citados a este diligenciamiento,
fueran sus exclusivos titulares, por haberlas “abierto” con alguna de las
compañías que proveen tal servicio de manera general ( v. gr. hotmail,
gmail, yahoo, etc.), esto es, que la comentada prueba recayera en
cuentas de correo personales o privadas de los referidos empleados .
[…]
206
Dijo la Corte:
106
SU-1300 de 2001, M. P. Marco Gerardo Monroy Cabra. La Corte encontró perfectamente
razonable la valoración de las pruebas que hizo el Juez Regional en la sentencia anticipada.
El Juez no omitió ni ignoró prueba alguna, ni dio por probado un hecho sin fundamento
objetivo. “El hecho de que el incremento patrimonial no justificado del procesado, se derivó
de actividades delictivas se probó a través de la confesión de {varios testigos}, y de un
conjunto concurrente de indicios, entre los cuales sobresale el hecho de que las cuentas en
las cuales se consignaron la mayoría de los 23 cheques recibidos por el peticionario, fueron
abiertas por él usando información falsa y las fotocopias de las cédulas de sus empleados
que aparecían en los archivos de las empresas constructoras de la familia”.
107
T-442 de 1994, M. P. Antonio Barrera Carbonell.
108
El profesor Eduardo Novoa Monreal, al hacer una “recuento empírico” de las actividades,
situaciones y fenómenos pertenecientes a la vida privada, incluye el referente al “contenido
de comunicaciones escritas u orales de tipo personal, esto es, dirigidas únicamente para el
conocimiento de una o más personas determinadas” (Derecho a la vida privada y libertad de
información, edit. siglo XXI, 1979).
109
Lo público y lo privado en internet. Intimidad y libertad de expresión en la red. Fernández
Rodríguez, José Julio. Universidad Autónoma de México, 2004.
110
Ibídem. Pág. 105.
208
111
Según la jurisprudencia constitucional, la interceptación de una comunicación “consiste
en apoderarse de ella antes de que llegue a la persona a quien se destina, detenerla en su
camino, interrumpirla u obstruirla, en fin, impedir que llegue a donde fue enviada” (T-696 de
1996, M. P. Fabio Morón Díaz).
112
El registro está referido al examen cuidadoso que se efectúa a una comunicación “para
enterarse de cuanto contiene” (T-696 de 1996, M. P. Fabio Morón Díaz).
113
Ver sentencia T-696 de 1996, M. P. Fabio Morón Díaz.
114
Compendio de derecho procesal, tomo 2, pruebas judiciales. Hernando Devis Echandía.
Séptima edición, Ed. A.B.C., Bogotá, 1982.
209
115
El artículo 37 del Código de Procedimiento Civil, se refiere a los deberes procesales del
juez, los cuales deben ser entendidos como “aquellos imperativos establecidos por la ley en
orden a la adecuada realización del proceso y que miran, unas veces al juez (C.P.C. art. 37),
otras a las partes y aún a los terceros (art. 71 ibíd.) (C-1512 de 2000, M. P. Álvaro Tafur
Galvis).
116
Folio 32 del cuaderno de primera instancia.
210
En criterio de expertos117,
117
TAPIAS-SALDAÑA. Ángela. Introducción judicial del polígrafo a través de la pericia
psicológica forense a presuntos agresores sexuales. En: Rev. crim., Volumen 54, número 1,
enero-junio 2012, pp. 405-418, Bogotá
211
a) En lo penal
Sin embargo, esa decisión de ningún modo significa que la Corte haya
resuelto fijar como precedente la admisibilidad del polígrafo como medio
de prueba, pues simplemente apuntó a facilitar un espacio procesal
212
Eso quiere decir que la sola explicación científica acerca del grado de
eficacia y de seguridad que ofrece el resultado del polígrafo,
colocándose porcentualmente por encima del promedio de acierto de
algunos otros aparatos empleados por la ciencia médica, no presupone
que inexorablemente pueda o deba tenérselo como un medio de prueba,
pues una cosa es establecer su naturaleza como tal y otra muy distinta
es determinar el nivel de confiabilidad que pueda tener si se opta por
habilitar su uso en el campo forense.
En ese caso el juez o el fiscal antes que consultar las reglas de la sana
crítica para argumentar sobre la credibilidad de un testigo tendría que
dedicarse a determinar otros asuntos, tales como la pericia del
examinador, las condiciones en que se realizó y demás aspectos
concernientes a sus requerimientos técnicos, para extractar de ahí la
inferencia a la que debía arribar por vía del uso de las reglas legales
dispuestas para el efecto.
b) En lo laboral
[…]
1. Concepto
Los artículos 236 a 239 del Código General del Proceso regulan la
inspección judicial, que en otra época se conoció como inspección ocular
(por la vista) y que se puede entender como el reconocimiento –y así también
se le llama en otros ordenamientos-que el propio juez realiza (de allí el
nombre adicional de judicial- de bienes, lugares y personas.
2. Características
3. Procedencia
4. Procedimiento
.
223
1. Noción de indicio
“El indicio es un hecho del cual se infiere otro hecho. Proviene del latín
INDEX INDICIS que significa señalar, indicar. Formado por las partículas IN
= hacia y DIC = mostrar, como lo hace el dedo índice de la mano. Pero
también cuando se habla de signo, señal, rastro, huella, vestigio, se entiende
que se refiere a los indicios”118.
2. Clases de indicios
118
Teoría General….Escuela Judicial. Op. Cit., Pág. 104.
225
considerar que los primeros son aquellos en que probado el hecho indicador
éste demuestra la existencia del hecho desconocido de manera inexorable, y
los segundos, los que según la fuerza indicadora del hecho conocido o
indicador, permiten inferir hechos desconocidos con mayor o menor certeza.
Estos últimos pueden ser graves o leves según la probabilidad de conducir al
hecho desconocido que se quiere establecer. (...). (Corte Suprema de
Justicia, sentencia de abril 8 de 2002. Exp. 6791 M.P. Jorge Santos
Ballesteros).
1) de existencia:
2) de validez:
3) de eficacia:
a) Conducencia y pertinencia;
b) Que no haya contraindicios;
c) Pluralidad, convergencia, gravedad.
119
Según el texto de la Teoría General, de la Escuela Judicial, Pág. 115, “Concordancia, del
vocablo latino concordantia, que significa correspondencia o conformidad de una cosa con
otra; aplicado a la prueba indiciaria, nos indica entonces que los hechos indicadores, se
encuentren interrelacionados, no se excluyen entre sí; “como notas de un mismo sistema en
que cada una de ellas repercute sobre las restantes en tanto en cuanto forman parte de él”.
Y “convergencia, del vocablo latino convergens, acción y efecto de convergir; convergir:
concurrir al mismo fin los dictámenes, opiniones o ideas de dos o más personas. En el tema
que nos ocupa, que las deducciones o inferencias formadas con los indicios concurran a un
mismo punto, es decir, a un mismo resultado. Por ejemplo: el contrato sí es simulado; el
sindicado, X es el autor del crimen”.
230
Según el artículo 243 del Código General del Proceso, documento es todo
objeto mueble que tenga un carácter representativo o demostrativo. El
precepto consagra un listado no taxativo de algunos documentos.
De acuerdo con el artículo 294 del Código Penal, “Para los efectos de la ley
penal es documento toda expresión de persona conocida o conocible
recogida por escrito o por cualquier medio mecánico o técnicamente impreso,
soporte material que exprese o incorpore datos o hechos, que tengan
capacidad probatoria”.
120
CARNELUTTI, Francesco. La prueba civil. Buenos Aires: Ediciones Arayú, 1955. Pág.
157 y siguientes.
233
Clases de documentos
1.1 Públicos
1.2 Privados
2. Por su forma
2.1 No escritos
2.2 Escritos
2.2.1 Instrumentos públicos
2.2.1.1. Comunes
2.2.1.2. Escrituras públicas
2.2.2 De simple origen oficial
4. Según su contenido
4.1 Declarativos
4.1.1 Dispositivos
4.1.2 Informativos
4.2 Representativos
4.2.1. Comunes
4.2.2 Criptográficos o en clave
4.3. Declarativos-representativos
5. Por su función
5.1 Constitutivos del acto jurídico
5.2 Meramente probatorios
6. Dada su naturaleza
6.1 Original
6.2 Duplicado
6.3 Copia
las solicite, salvo cuando la petición no hubiese sido atendida, lo que deberá
acreditarse sumariamente.
El artículo 244 del Código General del Proceso consagra una presunción de
autenticidad de los documentos.
a) Libros de contabilidad
b) Correspondencia
c) Libro principal y auxiliar
d) Libros de actas
e) Libros de socios y accionistas
Conforme al artículo 264 del Código General del Proceso, los libros de
comercio constituyen plena prueba en las cuestiones mercantiles que los
comerciantes debatan entre sí. En los demás asuntos solamente harán fe
contra quien los lleva, de manera clara y completa y siempre que su
contraparte no los rechace en lo que sea desfavorable. En las cuestiones
mercantiles con persona no comerciante, los libros solo constituyen un
principio a favor del comerciante, que necesitara ser completado con otras
pruebas.
Y el artículo 69:
239
El artículo 70 del mismo código alude a las diferencias que surjan entre
comerciantes y traza las siguientes reglas, en que distingue hipótesis
sucesivas:
5. La tacha de falsedad
Por su parte, el artículo 270 regula el trámite, imponiendo que con la tacha
deberá expresarse en qué consiste la falsedad y pedirse las pruebas para su
demostración.
De la tacha se corre traslado a las otras partes para que pidan pruebas.
Debe haber una solicitud, con los hechos que se pretendan probar con la
exhibición, afirmar que el documento está en poder del solicitado, indicar la
clase del documento y expresar la relación entre el hecho y el documento.
242
Puede haber oposición de no exhibir y para ello debe expresar el por qué,
ejemplo: Yo no tengo ese documento. Debe pues justificarse.
1) Solicitud.
3) Si los documentos se exhiben (artículo 266, inciso final Código General del
Proceso), el juez los hace transcribir o reproducir o los incluye en el
expediente si quien lo exhibe lo permite. La exhibición es un trámite
importante, pero también puede llegar a ser inútil si no se exhibe.
La exhibición parcial es limitada a los libros y asientos que tienen que ver con
la controversia judicial.
según el artículo 260, tienen el mismo valor probatorio que los públicos, pero
debe considerarse desde qué momento tienen fecha cierta (artículo 253).