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TIMUN MAS
ELIGE TU PROPIA AVENTURA® - 8
TÍTULOS PUBLICADOS
1. LA CUEVA DEL TIEMPO Edward Packard
2. LAS JOYAS PERDIDAS DE NABOOTI R A. Montgomery
3. TU CLAVE ES JONAS Edward Packard
EL REINO
4. EL ABOMINABLE HOMBRE DE LAS NIEVES R A Montgomery
5. ¿QUIÉN MATÓ A H. THROMBEY? Edward Packard
6. OVNI 54-40 Edward Packard
7. EL GRAN RALLYE R. A Montgomery
SUBTERRÁNEO
8. EL REINO SUBTERRÁNEO Edward Packard 9.
MAS ALIA DEL ESPACIO R A. Montgomery
10. EL CASTILLO PROHIBIDO Edward Packard
11. [NAUFRAGIO! Edward Packard
12. EL SECRETO DE LAS PIRÁMIDES Richard Brighfield 13.
EVASIÓN R. A Montgomery EDWARD PACKARD
14. PERDIDO EN EL AMAZONAS R. A. Montgomery
15. PRISIONERO DE LAS HORMIGAS R A. Montgomery
16. EL MISTERIO DE CHIMNEY ROCK tduwrd Packard
17. EL EXPRESO DE LOS VAMPIROS Ton, Koltz
18. SUPERVIVENCIA EN LA MONTANA Edward Packard
19. EL SUBMARINO FANTASMA Richard Brighfield
20. LA GUARIDA DE LOS DRAGONES Richard Brighfield
21. EL TESORO DEL GALEÓN HUNDIDO Julius Goodman
22. ODISEA EN EL HTPERESPACIO Edward Packard
23. SUPERORDENADOR Edward Packard
24. LA TRIBU PERDIDA Louise Monro Foley
25. PATRULLA ESPACIAL Julius Goodman
26. VIAJE SUBMARINO R. A. Montgomery
27. EN GLOBO POR EL SAHARA D Terman
28. SABOTAJE Jay Leibold
29. EL TRONO DE ZEUS Deborah Lerme Goodman
30. VIAJE A STONEHENGE Fred Graver
31. EL DESAFÍO DE ROBIN HOOD Ef'en Kushner
32. TE CONVIERTES EN TIBURÓN Edward Packard 33.
SOMBRA MORTAL Richard Brighfield
34. EL MISTERIO DEL MEDALLÓN ESCOCES Louise Munro Foley 35.
CAZADOR DE FANTASMAS Edward Packard 36. EL TESORO SECRETO
DEL TIBET Richard Brighfield 37. SAFARI FOTOGRÁFICO Jim Wallace
38. LA MAGIA DEL UNICORNIO Deborah Lerma Goodman
39. PELIGRO EN LA TIERRA R A Montgomery 40.
ODISEA EN EL GRAN CAÑÓN Jay Leibold
ILUSTRACIONES: ANTHONY KRAMER
TIMUN MAS
_____________ADVERTENCIA____________
¡No leas todo el libro seguido, del principio al
fin! En sus páginas hallarás muchas y variadas
aventuras. A medida que lo vayas leyendo, te
verás obligado a elegir. De tu decisión depende
que la aventura constituya un éxito o un fra-
caso.
Tú serás el responsable del resultado final. Te
corresponde a ti tomar las decisiones. Una vez
que hayas elegido, sigue las instrucciones para
averiguar qué sucede a continuación.
Recuerda que no puedes volverte atrás. Re-
capacita antes de decidirte por una opción. Tu
elección puede conducirte al desastre o... ¡a un
magnífico final!
ADVERTENCIA MUY ESPECIAL
¡Suerte!
LA TEORÍA DEL
PROFESOR BRUCKNER
El descubrimiento de la Sima Insondable, en
Groenlandia, por parte de la doctora Ñera Vi-
valdi, confirma mi teoría de que la Tierra no es
compacta, como se pensaba, sino que está
hueca. La Sima Insondable es probablemente la
única entrada desde la superficie terrestre a un
gran Reino Subterráneo. Sólo podría existir otro
camino: un río subterráneo que discurriese en
uno u otro sentido, según las mareas, pero no
parece muy probable que tal río exista.
Me preguntarán cómo es posible que la Tie-
rra esté hueca. Según mis estudios, hace más de
un billón de años un diminuto agujero negro
chocó contra nuestro planeta y se alojó en su
centro, haciendo que el núcleo de magma se
comprimiera y formase una inmensa esfera de
unos pocos cientos de metros de espesor en
torno al agujero negro. Es decir, que si nos si-
tuáramos sobre la superficie interior de la Tierra
(como se posa un mosquito en la parte cóncava
de una calabaza, por ejemplo) veríamos sobre
nuestras cabezas el agujero negro como si de un
Sol Negro se tratara.
La gravedad de la espesa corteza terrestre
nos mantendría pegados a la superficie interna
de la Tierra, si bien allí nuestro peso sería mu-
cho menor que en la superficie externa, ya que
la masa del Sol Negro nos atraería hacia él.
Si hubiera una montaña muy alta en el Reino
Subterráneo y tuviéramos que escalarla,
podríamos llegar a la cumbre casi arrastrados
por el Sol Negro, ya que la gravedad cobra
fuerza conforme uno se acerca a una gran masa.
Por lo demás, el Sol Negro no tiene por qué
resultar dañino para los seres que habiten en el
Reino Subterráneo. Al contrario, puede ser ne-
cesario para la vida en ese mundo subterráneo,
aunque de manera opuesta a como ocurre con
nuestro Sol sobre la superficie terrestre. En
efecto, el Sol nos da calor y evita que nos con-
gelemos. El Sol Negro, en cambio, absorbe el
calor. Si existe este mundo, es el Sol Negro el
que impide que sus habitantes perezcan abrasa-
dos por el inmenso calor del interior de la
Tierra.
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En estos momentos te hallas en el glaciar
Toan, al norte de Groenlandia, absorto ante el
negro vacío de una profunda sima. El frío te
hace tiritar mientras te preguntas si fue o no
una suerte que te invitaran a esta expedición.
A tu lado se encuentran Gunnar Larsen, del
Instituto Nacional de Investigaciones Científi-
cas, y un geólogo, el doctor James Sneed. Sus-
pendida sobre la sima por dos largos palos hay
una caja negra con un equipo transmisor de se-
ñales. El transmisor se halla conectado a un
aparato situado algunos metros más allá, sobre
el hielo. El doctor Sneed hace girar un botón al
tiempo que observa atentamente la pantalla.
- ¿Y bien? -pregunta Larsen impaciente.
- Aquí la tenemos: la Sima Insondable.
- ¿Alguna señal en el radar? -inquiere Lar-
sen.
Sneed mueve negativamente la cabeza:
- Ninguna.
Durante algunos instantes permanecen todos
cabizbajos. Hace justamente un año que una
entrañable amiga, la doctora Nera Vivaldi,
transmitió desde este mismo lugar un radio-
mensaje: había llegado a la Sima Insondable.
Momentos después sus señales de radio enmu-
decieron. Nunca más volvió a saberse de ella.
Pasa a la página 2.
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Ahora te encuentras ante la boca de la grie- Vas perdiendo la conciencia al tiempo que
ta, absorto en cavilaciones. ¿Será realmente te deslizas hacia el fondo, cada vez mas hacia
una sima insondable? ¿Cómo es posible que abajo, más deprisa...
no tenga fondo? ¿Podría conducir este agujero De pronto, te das cuenta de que estás flotan-
a un mundo subterráneo? ¿Qué le ocurrió real- do en el aire. Arropado por una luz suave y ro-
mente a la doctora Vivaldi? jiza, te ves en una especie de túnel, rebotando
Tus reflexiones quedan bruscamente inte- contra el techo. ¿O se trata del suelo? En un
rrumpidas. No crees haber resbalado en ningu- abrir y cerrar de ojos te percatas de cuanto ha
na parte, pero lo cierto es que, de pronto, te sucedido: has ido cayendo hasta un punto en
precipitas velozmente por la sima. Te aproxi- que la gravedad que hay encima de ti es igual a
mas a una especie de cornisa. Podrías intentar la que hay debajo.
agarrarte a ella, pero es tal la velocidad de la Te agarras a una superficie firme, una pared
caída que seguramente sufrirías graves lesiones como de arcilla. Te sujetas a ella durante unos
y lo único que conseguirías sería quedar allí instantes. Luego te dejas flotar de nuevo desli-
maltrecho, agonizando lentamente... zándote suavemente hacia abajo. El miedo em-
Todas estas cavilaciones cruzan por tu men- pieza a desvanecerse al comprobar que la gra-
te en décimas de segundo. vedad, es aquí tan débil que podrías dejarte
caer kilómetros y kilómetros sin sufrir daño al-
guno. Poco a poco comienzas a calmarte e in-
cluso a tomarle gusto a deslizarte por este fan-
tástico mundo de penumbra. Lo único que te
gustaría es que el calor fuera menos agobiante.
Aunque, cerrando los ojos, hasta puedes imagi-
nar que te encuentras sano y salvo en casita,
ricamente metido en la cama...
Fin
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Tratando de aparentar que no tienes miedo La doctora te abraza efusivamente.
alguno, remas derecho hacia la orilla, saltas del - ¡Pensé que nunca más volvería a ver un
bote y avanzas hacia los archípodas. rostro humano! -grita, mientras unas lágrimas
- ¡Hola! ¡Vengo como amigo! —les dices. se escurren por sus mejillas.
Su única respuesta es la de nacerte prisionero Uno de los guardianes musita algo que no
y llevarte a su poblado. puedes entender. Los archípodas salen entonces
Rápidamente ves que los archípodas viven en del agón, dejándote solo con tu amiga.
agones similares a los de los rakas. Tus captores La doctora Vivaldi te dice cómo logró sobre-
te llevan al agón más amplio, donde piensas que vivir tras caer por la Sima Insondable, cómo tuvo
vas a ser presentado a su jefe. Sin embargo, lo que vivir durante casi un año con los rakas y
que encuentras es una mujer que te llama por tu
nombre: ¡es la doctora Vivaldi! finalmente fue nadando por el Gran Río hasta el
país de los archípodas. Le cuentas tu descenso al
Reino Subterráneo y tus aventuras en Ra-
kamara.
— Tenemos que urdir un plan —dice ella—.
Los archípodas saben que los rakas están
fabricando bombas. Piensan que podemos ser
espías de los rakas. Por eso te han tratado tan
mal. Me han dicho que su jefe, el Gran Akpar,
decidirá pronto si nos van a ejecutar o no.
Fin
Fin
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-No os ayudaré a luchar contra los rakas
-dices al Gran Akpar-. La guerra es algo terri- El Gran Akpar da vueltas, dubitativo, dentro
ble. Vuestros poblados quedarán destruidos y del agón. Por fin se detiene y te mira fijamente a
vuestra gente morirá. Nuestras guerras siempre los ojos. Apartas la vista de su mirada fría.
han traído la miseria. - Intentaré hacer lo que sugieres -dice-.
El Gran Akpar permanece en silencio unos Mientras tanto quedarás custodiado junto con la
instantes.
- Entonces aquí ocurriría lo mismo -dice fi- doctora Vivaldi y haremos cuanto podamos
nalmente-. ¿Pero cómo podremos evitar la para que seáis felices. Y cuando queráis volver
guerra? Si no hacemos nada, los rakas nos des- al Mundo Inferior, os prestaremos nuestra
truirán. ayuda.
- Habla con ellos -dices—. Haced un plan Comienzas a dar las gracias al Gran Akpar,
conjunto de paz. pero él levanta la mano.
- No -dice con la cabeza-. No podemos fiar-
nos de ellos. - No me des las gracias, pues aún tengo algo
- ¡Y ellos no pueden fiarse de vosotros! Te- que decirte: si somos traicionados y atacan los
néis que decirles qué es lo que teméis de ellos y rakas, tú y la doctora Vivaldi moriréis.
preguntarles qué es lo que ellos temen de voso- Nada tienes que decir; ni tampoco te queda
tros. Tal vez descubráis que lo que teméis son tiempo para ello, ya que rápidamente los guar-
las mismas cosas. Una vez que hayáis llegado a dias te sacan fuera.
un entendimiento, podéis elaborar un plan para
que los rakas y los archípodas vivan en paz.