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EL TELAR MÁGICO

ROBERT JASTROW
ÍNDICE

CAPITULO I ....................................................................................................... 3

EL UMBRAL DE LA VIDA ................................................................................ 3


LOS COMIENZOS DE LA INTELIGENCIA ...................................................... 7
EL CEREBRO VISUAL.................................................................................. 11

CAPITULO II .................................................................................................... 14

CEREBROS Y ORDENADORES .................................................................. 14


LOS CIRCUITOS EN EL CEREBRO ............................................................. 17

CAPITULO III ................................................................................................... 19

EL SUCESOR DE NUESTRO CEREBRO ..................................................... 19


EL ORDENADOR PENSANTE...................................................................... 21
UN FIN Y UN PRINCIPIO .............................................................................. 23
CAPITULO I

EL UMBRAL DE LA VIDA

Según nuestro autor, los descubrimientos científicos de los últimos años han
demostrado que, el origen del universo está relacionado con los relatos que
explica la biblia. Con una deslumbrante creación inicial.

Pocos astrónomos pudieron anticipar que el origen del universo pudiera ser
probado, con las observaciones de las estrellas a través de los telescopios, que
nos han llevado a una conclusión: en algún momento hubo un principio.

¿Pero cómo se pudo llegar a tal conclusión?, la primera indicación científica


apareció hace unos 80 años, esta teoría indicaba que el universo se originó
bruscamente, por aquel entonces astrónomos norteamericanos, estudiando
enjambres de estrellas (o también llamadas galaxias), se dieron cuenta que el
universo se estallaba ante nuestros ojos. Según las observaciones mostraron
que las estrellas se alegabas a unas velocidades extraordinarias, también que
se alejaban unas de otras. Luego siguiendo el rastro de las galaxias a través
del tiempo hacia atrás, llegaremos a la conclusión de que en algún momento
todas estuvieron más juntas de las que están ahora. En algún momento del
pasado, todo el universo estaba junto y formaba una gran masa, sometidas a
una gran presión y temperatura. Reaccionando esta presión y temperatura
debió de estallar con una increíble violencia.

¿Pero cuándo paso el estallido que marcó el inicio de nuestro universo?, los
cálculos basándose en la ubicación de las galaxias arrojan, un aproximado de
20000 millones de años, es un lapso de tiempo muy largo. El sol y la tierra solo
tienen unos 4500 millones de años y la vida apareció en la tierra hace mucho
menos tiempo.
La prueba astronómica de un principio sitúa a los científicos en una
embarazosa posición, puesto que creen que cada efecto es por causa natural;
pero en la gran explosión los científicos no pueden encontrar tal fuerza de la
naturaleza a la que se pueda atribuirse el inicio del universo; y no puede
descubrir ninguna prueba de que el universo existiera antes de ese primer
momento.

Después de la “creación”, cuando el Universo todavía estaba muy ardiente y


lleno de energía radiante. Movido por sus presiones internas este joven
Universo se expandió con rapidez y fue enfriándose a medida que se expandía.

¿El sol y la tierra, cuándo se formaron? Durante millones de años se siguieron


y se siguen formando estrellas hasta hoy en día, esferas de radiantes gases,
radiando calor luz, listas para convertirse en soles como el nuestro. El sol se
formó de la misma manera hace 4.500 millones de años. En torno al recién
nacido sol se condensaron núcleos más pequeños de gases y polvo para
formar la tierra y sus planetas hermanos. Todos los planetas del sistema solar
tienen la misma edad que la tierra; todos se formaron hace 4.500 millones de
años, junto con la tierra cuando el sistema solar empezó a existir.

Según el testimonio de los fósiles, en un determinado momento de los


primeros 1.000 millones de años de su existencia, apareció sobre la tierra,
formas simples de vida.

¿Cómo surgió la vida de la materia inanimada?, ante esta pregunta los


científicos encuentran una gran decepción, al no encontrar una respuesta
aceptable, ni los físico ni los químicos han podido crear vida de algo inerte.
Quizá la vida en el planeta sea algo único en todo el Universo.

Por los fósiles sabemos que algunos organismos relativamente complicados


como las bacterias existían ya cuando la tierra tenía tan solo 1.000 millones de
años de edad. Aunque una bacteria nos parece una forma de vida más sencilla,
es un almacén de químicos muy complejo; las bacteria son mucho más
avanzadas que esas criaturas que se agitaron por primera vez cruzando el
umbral de la vida sobre la tierra. En cualquier caso, la vida apareció en la tierra
cuándo ésta era aún un planeta muy joven.
El análisis de rocas aporta muy poco, solo noticias de bacterias y plantas
unicelulares, pero hace aproximadamente 1.000 millones de años tras unos
3.000 millones de años de invisible progreso, se produjo un acontecimiento
importante. Sobre la tierra apareció la primera criatura multicelular.

En los fósiles hallamos huellas de esos organismos multicelulares, se trata de


animales primitivos, de cuerpos blandos; sin embargo constituyen un gran
avance sobre las células únicas como las bacterias.

Durante los siguientes 500 millones de años más o menos, sucedió muy poco;
hace 600 millones de años, ocurrió otro avance gran avance. Aparecieron por
la tierra las primeras criaturas de cuerpo duro, es decir animales con
esqueletos externos. Los antepasados de la almeja, la estrella de mar, la
langosta y los insectos.

En unas pocas desenas de millones de años los vertebrados evolucionaron


hacia animales mejores: los primeros peces. Estos peces poseían un cerebro
muy pequeño, pero era el primero que hacia manifestación en la tierra. Los
peces aparecieron en las aguas de la tierra hace aproximadamente 450
millones de años. Hasta ese momento la vida se encontraba confinada en el
agua, la tierra firme estaba desolada.

¿Y las plantas? Los primeros en conquistar la tierra firme fueron las plantas,
lentamente dedos verdes se abrieron camino tierra adentro a partir de las
orillas, explorando los lugares húmedos.

Algunos decenas de millones de años más tarde los surgieron los insectos,
atraídos por la abundancia de vegetación en tierra firme. Cincuenta millones de
años más tarde tras un periodo de sequía estacional, los peces también
abandonaron las aguas, y se arrastraron sobre los muñones, de sus aletas
dispuestas a probar los placeres del nuevo entorno.

La migración de los peces a la tierra firme se ocurrió hace aproximadamente


unos 350 millones de años. Esta migración es otro hito en la historia de la vida
que conduce hasta el hombre. En realidad la mayor parte de los peces no
lograron abandonar el agua, tan solo una variedad los llamados crosopterigia,
parece que fue capaz de coronar la hazaña. Los crosopterigios eran animales
poderoso, parecidos al salmón, pero con gruesas aletas musculares. Los
crosopterigia también poseían pulmones como algunos peces hasta el día de
hoy, que son doblemente favorables para la vida en tierra firme.

La permeable piel del pez de sus antepasados se transformó en una correosa


membrana que protegía de la humedad del cuerpo, y también los músculos y
huesos; luego se después de un largo tiempo se transformaron las aletas en
patas.

El cerebro del nuevo animal también se vio ligeramente mejorado con respecto
a la de los peces, que trabajan solo con impulsos. En cambio el cerebro de los
terrestres tenía más neuronas y podía relacionarse entre sí con una secuencia
más larga de acciones.

Tras unos 25 millones de generaciones, apareció una forma transicional que


viva parte de su vida en el agua y parte en tierra firme, ellos serían los reptiles.
Que aparecieron hace 300 millones de años. Los animales terrestres no
poseían todavía ese deseable rasgo; la inteligencia no había aparecido aún
sobre la tierra.
LOS COMIENZOS DE LA INTELIGENCIA

Los antepasados de los mamíferos fueron una especie transitoria llamada


terapsidos. Estos fueron animales evolucionados de sus antepasados
crosopterigias, los primeros peses que salieron del agua, para explorar tierra
firme. Estos terapsidos ya no eran animales que se arrastraban como sus
antepasados, que lo hacían con los muñones de sus fuertes aletas laterales.
Sino que ahora habían aparecido las patas, que mantenían el cuerpo
suspendido, las articulaciones se doblaban paralelas al cuerpo y no hacia
afuera, con lo que el cuerpo permanecía alzado del suelo durante la mayor
parte del tiempo.

Pero este animal, tenía que movilizarse para obtener comida, para buscar
refugio en las noches, para huir de predadores; esta constante actividad
produce calor incluso estando en inmóviles; por lo que cabe indicar que en esta
etapa el calor corporal del terapsido aumentó. Este fue el primer paso para el
metabolismo.

Pero, durante el periodo en el cuál el terapsido gozaba de supremacía, otro tipo


de animal, también descendiente de la misma estirpe ancestral, de reptiles que
se arrastraban sobre su vientre, evolucionó al mismo tiempo aunque modelado
sobre líneas muy distintas. Este nuevo tipo de animal era el dinosaurio.

La línea evolutiva de los dinosaurios empezó hará unos 225 millones de años,
durante el apogeo de los terapsidos. Los dinosaurios en un principio caminaban
sobre sus cuatro patas como los demás reptiles, cambiaron gradualmente a
una postura erguida (sobre dos patas), como lo hacen hoy en día la gente y los
pájaros, caminaban y corrían sobre sus dos patas.

¿Tenían sangre caliente los dinosaurios?, se cree que tuvo que ser un
elemento necesario, al menos para los dinosaurios más pequeños y más
ágiles. La elástica construcción de esos reptiles sugiere un estilo de vida
enormemente activo y un rápido gasto de energía.

El único rasgo no habitual en la historia de los dinosaurios es el hecho de que


justo cuando empezaba a evolucionar, la tierra entro en un periodo de clima
suave y comida abundante, lo que produjo que los dinosaurios adoptasen
cuerpos enormes por unos 100 millones de años.

Algunos se convirtieron en engordados devoradores de plantas y cayeron de


nuevo en sus cuatro patas, obligados por su peso. Mientras los que eran
carnívoros, también crecieron en tamaño y evolucionaron hasta convertirse
finalmente en feroces predadores como el Tyrannosaurus rex. Con dos pisos
de altura, cuyos muslos median 3,50 metros de diámetro y que poseía 60
afilados dientes situados en hileras en unas mandíbulas de 1,20 metros. El
Tyrannosaurus y su familia fueron los animales más terribles que jamás haya
visto el mundo.

Los terapsidos no tenían forma de competir con los enormes dinosaurios


carnívoros, por lo que su población fue reducida tanto en tamaño como en
cantidad; quizá debido a que en cada generación las más grandes eran presas
de los dinosaurios y así solamente variedades más pequeñas fueron las que
sobrevivieron.

Hace 180 millones de años, esos animales de del tamaño de una rata eran los
únicos supervivientes de esa poderosa tribu de los terapsidos. Pero las furtivas
criaturas parecidas a ratas ya no eran reptiles con rasgo de mamífero, sino que
eran los primeros auténticos mamíferos.
PENSANDO EN LA OSCURIDAD

Los primeros mamíferos eran probablemente nocturnos ya que tuvieron que


merodear por la oscuridad para obtener alimento, y en el día tener que
ocultarse de para protegerse de sus predadores. Eso explica como unos
animales relativamente débiles e indefensos, pudieron sobrevivir durante el
reinado de los dinosaurios.

Los cráneos de esos primeros mamíferos revelan un hecho importante; esas


pequeñas criaturas poseían cerebros relativamente grandes. Estos pequeños
animales eran unos animales inteligentes, más inteligentes que otra criatura
que haya evolucionado hasta ese momento sobre la tierra.

La razón de que el tamaño del cerebro puede conducir a una confusión,


veamos cuando más grande es el cuerpo del animal, más grande es la parte
del cerebro que se utiliza para su control, lo contrario ocurría con los mamíferos
pequeños, que eran animales pequeños y utilizaban una minúscula parte de su
cerebro para controlar su cuerpo; tenían lo suficiente materia gris para
almacenar recuerdos, para la planificación o aprendizaje por la experiencia y
dar respuestas flexibles a condiciones cambiantes.

Pero ¿Por qué los primeros mamíferos eran más “sesudos”, que sus
contemporáneos los dinosaurios?, la respuesta se guarda probablemente
relacionado con el estilo de vida que llevaban cada uno de ellos, por ejemplo el
hecho de que el mamífero utilizaban más el olfato y el oído, para sobrevivir en
la oscuridad, que el sentido de la vista.

Olores y sonidos es algo distinto de las imágenes visuales, un olor por ejemplo
no refleja el objeto en sí, tan solo da un indicio de su presencia; es una
habilidad nacida de la experiencia misma.

La vida en un mundo de olores plantea exigencias distintas al cerebro. Por


ejemplo: una imagen visual ofrece toda su riqueza de información directamente
al ojo; pero el olor no contiene detalles, un olor es más vago; son un conjunto
de moléculas que actúan sobre receptores químicos en la nariz. Por lo que
necesariamente se tiene que relacionar con nuestros recuerdos, para saber
ante que nos encontramos.
Un agudo sentido del oído también era algo importante para los animales cuya
vida activa transcurría en la oscuridad de la noche. El cerebro de un animal
nocturno necesita poseer circuitos adicionales para interpretar los sonidos, fijar
la dirección y compararlos con información de los demás sentidos.

Así podemos ver por qué los cerebros de los mamíferos primitivos fueron
pronto superiores a los cerebros de los dinosaurios.

Pero, ¿Por qué los dinosaurios, tan maravillosamente diseñados para su


tiempo, y que prosperaron tanto a lo largo de millones de años, desaparecieron
de la tierra?, se han aventurado algunas explicaciones como, que los
mamíferos robaban los huevos de los dinosaurios y se los comían; otros
imaginan como explicación una catástrofe cósmica, una explicación menos
espectacular sugiere que los dinosaurios no se adaptaron a los nuevos
cambios de condiciones climáticas.

Un animal pequeño e inteligente puede soportar esos nuevos cambios, tales


como los climas fríos, templados y secos; porque su inteligencia le proporciona
flexibilidad necesaria para idear nuevas estrategias de comportamiento, como
la hibernación, entre otros.
EL CEREBRO VISUAL

Un cerebro simple que controlara la visión, con respuestas automáticas a todo


lo que veía, ya no era adecuado. El cerebro visual de los reptiles era un buen
punto de partida, pero los mamíferos necesitaban más. El cerebro que
evoluciono en respuesta a las nuevas exigencias era el menor y más completo
hasta entonces reconocida. La aparición de este nuevo cerebro en los
mamíferos marcó el segundo gran avance en la evolución de la inteligencia.

El cerebro del mamífero consigue utilizando una memoria muy amplia y unos
imaginativos circuitos de computación que le permiten aprender por la
experiencia.

La historia empieza con los experimentos con un cerebro sencillo: el cerebro de


la rata. Este cerebro en similar al de los reptiles, pero unos 25 millones de años
más antiguo y de alguna forma más primitivo. Al igual que los reptiles, la rana
confía en cierta medida en el olfato y el tacto; pero depende principalmente de
la vista para su supervivencia. Una rana vive y muere según la evidencia de
sus ojos. Confía en su visión para ver el insecto que debe atrapar, el halcón
que traza círculos sobre su cabeza, o de la serpiente que avanza entre la
hierba.

El ojo de la rana está conectado a su cerebro por un nervio óptico que le envía
mensajes desde las células fotosíntesis de su retina. En algunos aspectos la
retina es como la película de una cámara cinematográfica. Sin embargo los
rayos de luz que inciden en la retina no dejan una imagen permanente de la
escena, como hacen con un fotograma de una película. En vez de ello, la luz
que incide sobre las células de la retina genera una serie de impulsos eléctricos
que viajan a lo largo del nervio óptico y penetran en el cerebro. Esas señales
eléctricas varían de un momento a otro, a medida que cambia la escena o el
ojo mira a distintas direcciones.

Cabría esperar que el cerebro recibiera una imagen detallada de la escena, la


cual fuera de alguna manera desplegada y examinada por la mente, pero los
experimentos han demostrado que el cerebro de una rana nunca llega a ver
una imagen detallada. En la parte posterior de la retina de la rana hay un cierto
número de células nerviosas, o neuronas que trabajan como los distintos
elementos que componen los ordenadores.

Cada una de esas células está conectada a una pequeña porción de retina, y
tan solo una parte de la escena global. La célula analiza la parte que puede ver
y envía al cerebro, no la imagen de la retina, sino solamente algo cerca de esa
imagen que cree que el cerebro de la rana tiene que saber.

Según los experimentos realizados, esas células envían señales al cerebro de


la rana si ocurre una de las cuatro cosas siguientes:

Si un objetivo dotado de movimiento entra en el campo de visión de la rana.

Si un objeto dotado de movimiento entra al campo de visión y se detiene ahí.

Si el nivel general de iluminación en el campo de visión desciende


bruscamente.

Si un objeto escuro, pequeño o redondeado entra en el campo de visión de la


rana y se mueve en él de una forma errática.

Experimentos similares hechos con sapos han llevado a la conclusión de que


su cerebro está orientado como un “detector de gusanos”. El cerebro del
sapo responde a cualquier objeto largo, delgado o móvil (los elementos
esénciales de un gusano) que entra en su campo de visión.

Los cambios en la naturaleza en las ranas fueron imperceptibles de una


generación a la siguiente, pero en el transcurso de millones de generaciones
crearon un efectivo programa atrapainsectos en el cerebro de estos animales.

Es interesante observar que, aunque ese cerebro es muy pequeño, incluso en


proporción al pequeño cuerpo que lo cobija, es lo suficiente grande como para
albergar los circuitos de ese programa atrapainsectos, así como el programa de
detector de predadores.

Ahí reside el problema de los cerebros pequeños: no tienen espacio para


respuestas flexibles a nuevos desafíos y oportunidades. El cerebro de una rana
o reptil contiene varios millones de neuronas, todas ellas orientadas a
programas de comportamiento instintivo. El cerebro de una persona contiene
también varios cientos d millones de neuronas, orientadas del mismo modo que
las neuronas del cerebro del reptil; de hecho, esas neuronas y su orientación
han sido heredadas directamente de nuestros antepasados reptiles. Pero en el
hombre, sobre este cerebro ancestral se asienta una más adicional de otros
miles de millones de neuronas, completamente vacías y sin programar a su
nacimiento, y preparadas para absorber toda una vida de aprendizaje y
experiencia.
CAPITULO II

CEREBROS Y ORDENADORES

El cerebro piensa y el ordenador calcula, pero ambos dispositivos parecen


funcionar siguiendo los mismos pasos fundamentales en el razonamiento
lógico. La aritmética y las matemáticas en general pueden ser reducidas a esos
pasos fundamentales.

Los pasos lógicos básicos que sustentan tanto las matemáticas como el
razonamiento lógico son sorprendentemente sencillos, como son: los llamados
O e Y.

Y en un nombre clave para el razonamiento lógico que dice: Si “a” y “b” sin
ciertos, entonces “c” es cierto.

Es un nombre para el razonamiento que dice: Si “a” es cierto o “b” es cierto,


entonces “c” es cierto.

Estas líneas de razonamiento pueden ser convertidas en circuitos eléctricos


mediante dispositivos llamados “Puertas”.

En un ordenador estas puertas están constituidas por componentes


electrónicos, ya sean diodos o transistores. En cambio en los animales o
humanos esas puertas son las neuronas o células nerviosas.

Dentro de ese ordenador algunas puertas estarán preparadas como Y, y otras


como O. luego nos hacemos las siguientes preguntas ¿cómo funcionan
aritméticamente esos dos tipos de puertas? ¿Cómo sostienen la línea de
razonamiento? Haber supongamos que en un ordenador tenemos que sumar
“1” y “1” para conseguir “2”; esto significa que dentro del ordenador una puerta
tiene dos cables, que desembocan en ella (puerta). Por un lado, representando
a “1” y “1”, y con un cable que emerge del otro lado, representando a “2”. Si la
puerta ha sido preparada como Y, cuando reciba las señales eléctricas a lo
largo de los dos cables “1”, enviará una señal de salida por el otro lado a lo
largo del cable “2”. Esta puerta habrá sumado eléctricamente “1” y “1” y dará
como resultado “2”.

Un ordenador sencillo tiene todas las puertas unidas permanentemente entre


sí, de modo que solo puede hacer las mismas tareas una y otra y otra vez. En
cambio los ordenadores más grandes y complejos tienen mayor flexibilidad; ya
que en ellos las conexiones entre las puertas pueden cambiarse y ser
preparadas para efectuar en distintos momentos distintas cosas; en
consecuencia, su repertorio es variable. Sin embargo, este ordenador tampoco
es inteligente, ya que no posee una flexibilidad innata ya que la flexibilidad y la
inteligencia residen en su programador.

Pero un ordenador con una memoria muy amplia podría almacenar un conjunto
de instrucciones muy amplia lo suficientemente grande como para permitirle
aprender por experiencia. Y así trabajaría como un cerebro humano o animal,
modificando su razonamiento a medida que va ganando experiencia.

Los cerebros que pueden aprender poseen un principio de inteligencia, y los


requisitos para este valiosísimo rasgo son:

Primero, una memoria de buen tamaño.

Y segundo una disposición del interior del cerebro que permita que los circuitos
que conectan las puertas, puedan ser cambiadas por la experiencia de la vida.

Hay algunos grandes ordenadores que tienen algunos de los atributos


esenciales de un cerebro inteligente:

Poseen amplias memorias

Y puertas cuyas conexiones pueden ser modificadas por la experiencia.

Sin embargo el razonamiento tiende a ser angosto. Por ello la riqueza del
pensamiento depende en gran manera a la cantidad de “cables” que
desembocaran en una puerta del cerebro. Cuando una de esas puertas
“decide” abrirse habrán pasado por una gran y complicada entrada y salida de
datos procedentes de miles de otras puertas. Esta circunstancia explica cuál es
la diferencia entre el pensamiento humano y el de un ordenador.
LOS CIRCUITOS EN EL CEREBRO

Hasta en nuestros días hay algunos científicos que creen que la ciencia no
podrá desentrañar o conocer todos los misterios de nuestro cerebro, tienen la
sensación de que las conclusiones sacadas de los experimentos llevados a
cabo con ranas y sapos no son una información valida aplicable a un cerebro
inteligente como en de los humanos.

Pero para otros esas conclusiones sacadas de experimentos llevadas a cabo


con mamífero (el conejo el gato y el mono), son muy importantes, ya que con
ello podemos ir conociendo un poco más a los cerebros, ya que han revelado
como trabajan los circuitos del cerebro de estos animales superiores y
probablemente el del hombre.

Los experimentos hechos en los monos se basan principalmente en la visión, y


probaron que los circuitos localizados inmediatamente detrás del ojo y son las
que procesan las señales luminosas de la retina en una forma preliminar.

Los circuitos de la visión en el cerebro de los mamíferos, son enormemente


más ingeniosos que los circuitos existentes detrás del ojo de la rana. Esas
células están dispuestas de tal modo que enviaran una señal al cerebro
solamente cuando la mancha de vida, consista en un punto negro siluetado
contra un fondo brillante o viceversa.

Esto reduce la cantidad de detalle de la imagen, en consecuencia envía la


imagen al cerebro en forma de fotografía de alta calidad que ha sido
desintegrada en pequeños puntos para ser impresa.

El millón de fibras nerviosas, o cables que salen del ojo están unidas a otro
cable llamado nervio óptico. Este cable sale de la parte posterior del ojo hasta
una parada intermedia, o estación de enlace, profundamente enterada en el
cerebro.

La corteza visual es el centro de la visión del cerebro, y está dedicada


enteramente a la recepción y procesado de las señales que le transmiten el ojo.
Esta corteza visual tiene un mapa detallado de la imagen vista por el ojo. Es
como si el ojo fiera una cámara de televisión y la corteza visual un receptor
conectado a esa cámara.
En la corteza visual se genera una gran cantidad de computaciones, estas
computaciones en vez de limitarse a la identificación de puntos redondos y
oscuros, pueden leer las letras de una página impresa.

La parte de la corteza que hace esas computaciones es una capa en su


superficie de unos dos milímetros y medio de espesor, esa capa computadora
es la materia gris del cerebro. Debajo de esta capa se encuentra la región de
más de un milímetro de groso, y de un color blanquecino, que contienen los
cables, o fibras que van de una célula a otra.

Los experimentos con cerebros de mamíferos han demostrado que la materia


gris de la corteza visual contiene circuitos que efectúan diversos tipos de
computaciones. Entre ellas las células que mandan fuertes señales solo
cuando la imagen contiene una línea clara o que la limita. Esas son
denominadas neuronas simples.

Otros tipos semejantes de circuitos responden a líneas que apuntan en otras


direcciones, dependiendo en la forma en la que estén, alineadas las manchas
en la retina:

Las neuronas simples detectan líneas y límites.

Las neuronas hipercomplejas responden cuando su campo de visión contiene


dos o más líneas que forman un ángulo.

En las neuronas hipercomplejas parce que finaliza la jerarquía de


computaciones que realiza el cerebro para determinar la forma de los objetos.
Millones de confusas manchas han sido reducidas a bordes límites y ángulos;
en un hermoso esquema que permite captar la forma efectiva y económica la
esencia de una imagen sin indeseados detalles.
CAPITULO III

EL SUCESOR DE NUESTRO CEREBRO

Hoy en día el hombre cree que representa la cima de la creación sobre la tierra.
Pero lo mismo ocurrió con los antiguos terapsidos, con los dinosaurios, los
primeros mamíferos, siguiendo esta línea de evolución, llegamos a la
conclusión de que en algún momento surgirá un ser superior a hombre.

Y este destino puede que ya esté cercano a nosotros, ya que en el último


millón de años, la fisonomía de hombre no ha cambiado mucho, por decir que
el tamaño del cerebro no ha cambiado al menos en tamaño en los últimos 100
mil años.

¿Pero cómo, puede ser posible esto? Basándonos en la teoría de la evolución,


parece improbable que de un momento a otro esa evolución que lleva unos
100 millones de años se detenga repentinamente; si el pasado sirve de guía
para el futuro la humanidad está destinada a tener un sucesor aún más
inteligente.

Ante todo esto hay otra pregunta que debemos plantearnos la siguiente
pregunta ¿Qué forma optara el sucesor nuestro sucesor?, a juzgar por la
historia del hombre, nuestro sucesor será parecido a nosotros, la próxima
especie de vida sobre la tierra, tendrá un cráneo enorme y unos músculos
débiles.

Según una visión, esta nueva especie superior se está creando en los
laboratorios, de ciencias de la informática. Es una vida artificial, hechas de
chips de cilicio, en vez de neuronas. Sin embargo piensa, recuerda, y aprende
por experiencia y responde a los estímulos.
La sugerencia parece absurda ¿Cómo puede comparase la riqueza del
pensamiento humano, con el pensamiento mecánico de un ordenador? Es
cierto que los cerebros electrónicos todavía están en una etapa primitiva. Pero
los nuevos modelos de cerebros mecánicos, sean capaces de seguir una
discusión, hacer preguntas coherentes, componer música, poesías, etc. Típicos
de un cerebro avanzado como de hombre.

Estas cualidades son realmente admirables para un ordenador moderno: imita


la vida como un mono electrónico. Dentro de algunos años, es probable que a
los ordenadores los veamos como una naciente forma de vida, en competencia
con el hombre.

La superioridad cualitativa del cerebro, sobre los ordenadores actuales, es aún


más sorprendente que su reducido tamaño. Cada puerta o célula del cerebro
se halla directamente conectada a unas 100.000 de otras células o neuronas.
Como resultado de esto ocurre la recuperación de la memoria, y es producido
por comunicación subconsciente entre millares de otras células.

Pero la memoria del ordenador en cambio es como un conjunto de


compartimentos, alineados contra una pared sin ninguna capacidad de
pensamiento en ninguno de ellos y sin conexión entre sí.

Es claro que los ordenadores de hoy en día, son mini-cerebros en comparación


con el cerebro humano, producto de la evolución de millones de años.
EL ORDENADOR PENSANTE

Los cerebros humanos realizan cálculos aritméticos, pero los ordenadores lo


hacen mejor debido a que fueron diseñados originalmente para esta finalidad.
El cerebro evoluciono en una era donde efectuar complicadas operaciones no
era necesario, solo tenían que ser contados con las manos. Es por eso esto
que nuestro sistema aritmético, está en base diez, pero las computadoras su
lenguaje sesta basado en un sistema binario de cero y unos; ya que ellos solo
trabajan con los dos polos de sus diodos.

Hoy en día, la mayoría de personas puede calcular siguiendo el sistema


decimal, pero unos pocos, con dotes especiales en matemáticas pueden
calcular en el sistema binario. Son aquellos que por accidentes del destino
nacieron con unos circuitos cerebrales mejor preparados para vivir en un
mundo de computadoras.

Pocas personas pueden negar la superioridad de las computadoras, en


aritmética y matemáticas, pero consideran difícil comprender como pueden
hacer más que eso. ¿Cómo podrían pensar o razonar estas máquinas? Si bien
parece imposible, hay programas que pueden llevar a cabo eso, y ha sido
programado por el Dr. A. L. Samuel de IBM. Es un programa que le enseña al
ordenador como jugar el ajedrez.

El Dr. Samuel empezó el adiestramiento de su ordenador instruyéndole en las


reglas del ajedrez. El ordenador almacena las reglas en su memoria. Luego le
enseño el beneficio de la experiencia humana mediante una fórmula que le
permitía calcular las fuerzas de sus posiciones en el tablero, para así tomar una
decisión.

En los últimos años se han estado realizando grandes avances en la tecnología


informática, como el incrementó en el número de componentes electrónicos
que pueden ser acoplados a un chip. Los chips son como neuronas en un
cerebro humano unidos en un gran numero entre sí, integran el moderno
electrónico. En estos últimos años han logrado unir en los chips circuitos de
pensamientos y unidades de memoria.
Esta combinación de funciones es extremadamente importante debido a que un
chip de memoria con capacidad de pensamiento puede ser conectado de modo
que envié instrucciones a chips adyacentes y reciba información de ellos. En
consecuencia cuando mandemos algunas instrucciones al banco de memorias,
la computadora nos dará una respuesta, si está o no la información que
estamos buscando o no.

Con ello nos acercamos al tipo de recuerdos por asociación que se producen
en la corteza cerebral y que constituye un elemento poderoso en el
razonamiento humano. El cerebro responde a una simple petición de
información detallada.

Por lo tanto un ordenador circuitado de la misma forma que el cerebro, con los
chips conectados a otros chips, asemejando a un auténtico cerebro humano,
funcionara como una unidad, reflexionando en actividades cerebrales y
mentales en un nivel “subconsciente” como pasa en el cerebro.

En los últimos progresos han conseguido en los chips un nuevo tipo de


pensamiento creativo en los ordenadores. Con una nueva técnica los chips han
cambiado el panorama. En ellos no hay cables, sino conexiones
microscópicas, que forman parte del propio chip.

Con todos estos avances nos hacemos una pregunta. En algún momento
¿serán organismos vivos? La mayoría de la gente dirán que esta es imposible,
puesto que no tiene sentimientos, tampoco emociones, no come, ni se mueve,
ni crece y está hecho de metal y plástico, en vez de carne, huesos y músculos.

Pero los sentimientos y emociones son algo que también se puede incorporar
en un ordenador cuando sea necesario, de igual manera que cuando incorporó
la naturaleza a nuestras partes más antiguas, del cerebro en aras de la
supervivencia.
UN FIN Y UN PRINCIPIO

La era de la vida basada en la química del carbono está encaminándose a su


fin sobre la tierra y la nueva era de la vida estará basada en silicio está
empezando. El matemático de Doartmouth Jhon Kemeny, un pionero en el uso
de ordenadores, ve la relación definitiva entre hombres y ordenadores, como
un simbiótico de dos especies vivientes, cada una de ellas dependiente de la
otra para la supervivencia.

Un ordenador, una forma de vida dedicada al pensamiento, cuidara a sus


asociados humanos, los cuales subvendrán a sus necesidades corporales con
electricidades y piezas de repuesto. A cambio el ordenador atenderá a las
necesidades sociales y económicas del hombre.

Pero según Kemeny, esta asociación no durara mucho. La inteligencia humana


está cambiando lentamente, pero la capacidad de los ordenadores está
creciendo a una velocidad fantástica, a una velocidad exponencial.

Mientas esa inteligencia no biológica pueden incrementar su capacidad,


siempre habrá alguien a su alrededor que les enseñe todo lo que sabe. Y si
esta visión es exacta el hombre estará condenada a un estatus de
subordinación en su propio planeta.

Siguiendo la historia vieja de la tierra, la lucha por la supervivencia siempre se


dio, y los de mayor cerebro siempre son los que han dominado. Entonces el
destino situara al hombre en el papel del dinosaurio.

Entonces surge una pregunta ¿Qué podemos hacer al respecto? La respuesta


seria obvia: desenchufe. Pero vivimos en un mundo donde dependemos de las
maquinas, por lo tanto si desconectamos el resultado será el caos. Así que no
hay vuelta atrás.

Pero ante este caso, quizá el cerebro humano empiece a evolucionar de nuevo
presionado, por la competencia entre las especies. La historia de la vida apoya
esta idea. Eso explicaría un poco por qué el cerebro humano se ha
desarrollado muy poco en los millones de años, ya que no ha estado bajo
presión, por otra especia superior a él.
Este tipo de evolución, como ya ha demostrado la corta historia de los
ordenadores, puede seguir a un ritmo endiablado. Vemos ahora por qué el
cerebro humano no alcanzara la rápida evolución del ordenador.

Una gran autoridad para hablar sobre el tema de cerebros artificiales Marvin
Minsky, el cree que aparecerá una maquina con la inteligencia media… el cual
empezara a educarse por sí sola, en unos cuantos meses será un genio, y en
otros más tendrá un poder incalculable, después de eso dice Minsky si
tenemos suerte, puede que nos conserven como animales de compañía.

¿Pero no habrá una salida? Quizá el hombre pueda unir sus fuerzas a las del
ordenador, para crear un cerebro que combine la sabiduría del hombre y el
poder de la máquina.

Esta inteligencia híbrida seria progenitora de una nueva raza, que empezaría a
un nivel humano de realización y partiría de ahí. No sería un fin, sino un nuevo
comienzo.

Ya se ha estado haciendo, investigaciones relacionado con un cerebro biónica,


en un reciente experimento, conectaron electrodos en la parte trasera del
cerebro de un individuo, justo encima del centro de la visión. Descubrieron que
esta región emitía esquemas eléctricos distintos, según lo que el sujeto
estuviera mirando. Círculos, cuadrados, líneas rectas,... Cada uno tenía un
esquema eléctrico propio.

Con la unión de la máquina y el humano, la maquina será el cuerpo, y él será la


mente de la máquina. Con esta unión se habrá creado una nueva forma de
existencia, tan bien diseñada para la vida del futuro. Protegida por el caparazón
de cilicio, y sin sentirse constreñido, por el ciclo de la vida, y la muerte de un
organismo biológico, este tipo de vida podrá ser eterna.
BIBLIOGRAFÍA

 Red Giants and White Dwarfs y god and the Astronomers de Robert
Jastrow.

 The evolution of the Vertebrates de Edwin H. Colbert y The Vertebrate


History de Alfred Sherwood Romer.

 A New Look at the Old Dinosaur de Jhon C. McLoughlin.

 Anatomy and physiology of Vsion in the Frog de H. R. Matturana, J. Y.


Lettvin, W.D. McCullough y W. H. Pitts. Publicado en 1959, paginas
1940 – 1951.

 Programs of the Brain de J.Z. Young.

 The Brains of Men And Machines de Ernest W. Kent.

 Some estudies in Machine Learning Using The Game of Chackers de A.


L. Samuel, Vol. 3, 1959.

 Man and the Computer de John Kemeny.

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